- La
Comunicación - Sus
Profesionales - La Conformación Social
de los Profesionales de la
Información - La Comunicación
Urbana No es para Periodistas - Conclusiones
- Bibliografía
"Sólo con el corazón
se ve,
lo importante es invisible a los
ojos"
Saint Exuperi
Primero, antes de cualquier cosa, debo aclarar que con
este trabajo no
pretendo cambiar al mundo ni convencer a nadie de nada.
Sólo es mi deseo desde una construcción minimalista, plantear
interrogantes ante una carrera profesional y su función
social, pues a pesar de toda la historia de esta
profesión maravillosa, su inmensa dinámica y de su total similitud con el ser
humano, con sus virtudes y defectos, los Comunicadores Sociales
nos podemos dar el lujo de repensar todos los días nuestra
profesión.
Esta breve redacción está dividida en tres
partes: una dedicada totalmente al Profesional de la
Comunicación y otra como una breve reflexión
del deber ser de la comunicación dentro de la sociedad.
Y empiezo presentando una visión de lo que es la
comunicación, a partir de diversas teorías
que, aclaro, son más valiosas por su forma, como es
típico de los Comunicadores, y luego paso a hablar de sus
profesionales, para ir después al sentido que para
mí, como responsable de este texto y
abusando de la bondad de algunos autores en quienes me apoyo,
tiene la comunicación dentro del contexto de
construcción de sociedad.
Cuando mencionamos la palabra comunicación
estamos aludiendo a significaciones que causan un verdadero caos
a la hora de medir sus efectos. Saber a ciencia cierta
qué es y quiénes son los responsables de ella, es
decir, no sólo desde el punto de vista de los
profesionales sino también del ciudadano común, nos
ayudará a pensar sobre su verdadero papel dentro de la
sociedad.
Sociedad entendida como un sinnúmero de visiones
de mundo que se entrelazan y chocan entre sí
partiéndose en pedazos y regenerándose en células
nuevas, diferentes a la matriz
original, que conforman un mosaico en el cual el ser diferentes
es lo único que nos hace iguales en el interior de los
conglomerados a los cuales llamamos ciudades que para bien o para
mal nos toca compartir.
Y es en ese compartir donde está el secreto de la
supervivencia de la humanidad, la cual, sin lugar a dudas lo
único claro que tiene es la escasez de los
recursos
necesarios para la vida. Siendo ésta la única
razón de fondo de todas las problemáticas por las
cuales pasamos a diario. Si no tuviéramos que respirar
para qué el aire, si no
tuviéramos qué comer para qué la comunidad.
Y para que todo esto ocurra es necesario que exista un
elemento cohesionador, conector y dinamizador encargado de
juntarnos y hacernos saber los unos a los otros que existimos y
que, querámoslo o no, estamos sobre el mismo planeta y
tenemos el derecho a vivirlo y vivirlo en paz. Ese elemento no es
otro que la Comunicación.
Primero
¿Qué es la
Comunicación?
Todavía los pensadores modernos se están
dando "totes" en la cabeza para intentar explicar qué es
la Comunicación, y por supuesto son muchos los puntos de
vista desde los cuales se puede enfocar la cuestión.
Abraham Moles en su Teoría
Estructural de la Comunicación y la Sociedad nos dice:
"Para enmarcar el acto de la Comunicación partimos del
hombre
individual, aislando la mente en una especie de esfera personal a
través de la cual pasan los estímulos del medio
ambiente; ahí se sitúa para él "la
frontera de su
ser".
Dentro de esta esfera el individuo
recibirá los mensajes del mundo exterior que
contribuirán a determinar su comportamiento
y a suscitar reacciones. Estos mensajes – estímulos que
golpean sus sentidos provienen de lugares distintos y se
presentan bajo distintas formas.
El hombre construye su destino, su conocimiento
del mundo, sus sentidos, sus significados y su cultura a
partir de esa "mirada en perspectiva" acerca del medio que lo
rodea.
Consideremos ahora a otro individuo que también
tiene su esfera personal de sensaciones y acontecimientos. La
Comunicación consistirá en el establecimiento de
una concordancia entre las esferas de los dos seres, que se
expresan el uno a otro mensajes que poseen un continente y un
contenido"… hasta aquí esta muy bien. Nos estamos
refiriendo a la vieja estructura
donde se codifica y se decodifica, de emisor – perceptor,
mensaje, perceptor – emisor, según la cual la
Comunicación tiene entonces como raíz la idea de
"poner en común".
Sin embargo, podemos acudir a Lacán para
demostrar que partiendo de la misma definición de Moles,
la Comunicación como tal no existe.
Utilizando la misma estructura del signo
lingüístico de Saussure, donde los códigos
están compuestos por significante y significado,
Lacán cambia el significado por el sentido: la experiencia
de cada individuo, pues detrás de él está
toda la formación histórica de ese individuo, su
tradición y su inconsciente, entre otros; y al
significante le da una orientación connotativa. Postulado
con el que Carl Jung y Noan Chomsky están de
acuerdo
La Comunicación no existe en cuanto en el campo
de lo simbólico, de formación personal, no hay una
concordancia exacta entre los significantes y los sentidos de
dos individuos.
Pero si la Comunicación como tal no existe
entonces en qué se fundamenta el "contacto" necesario para
la construcción de sociedad?
Para comprender, o mejor, para responder esta pregunta
empezaremos por decir que en razón de la supervivencia los
hombres deben asociarse. Pero cómo se da esta
asociación?
Para Juan Jacobo Rouseau es necesario que se elabore un
"Contrato Social"
en el cual los hombres nacidos libres renuncian a su libertad en
pro de una voluntad general, haciendo cada cual su enajenación sin reservarse nada. La
enajenación total de cada uno de los asociados con todos
sus derechos,
realizada a favor del bien común, porque en primer lugar,
dándose cada uno en todas sus partes, la condición
es la misma para todos y es la condición igual para
todos… surge un pacto en el cual los asociados renuncian a sus
libertades individuales a favor del conglomerado al cual
pertenecen y éste delega en una persona elegida
libremente. Cuando surge un contrato en estos
términos, el hombre no
sufre perjuicio alguno por cuanto "cada uno uniéndose a
todos no obedece sino a sí mismo y queda tan libre como
antes"
La unión es tan perfecta como puede serlo, sin
que ningún socio tenga qué reclamar, pues si
persistieren algunos derechos particulares, como no
existiría un superior común que pueda fallar entre
ellos y el público, siendo cada uno su propio juez en
algún asunto, bien pronto pretendería serlo de
todos, subsistiría el estado de
la naturaleza y
la asociación llegaría a ser tiránica o, o
e, inútil.
Siendo que cada hombre renuncia por completo a su
libertad, la obtiene pues asegura los mismos derechos y deberes
del conglomerado al cual se ha asociado como parte indivisible de
un todo.
Buena la teoría, aunque su gran falla es el
exceso de racionalidad, los hombres no somos tan racionales, y
que por supuesto ninguno de nosotros firma un contrato escrito,
es un algo intangible impuesto por la
sociedad y la cultura. La teoría de Rouseau, ni ninguna
otra, sería posible, ni siquiera de pensar, por fuera del
lenguaje, y es
allí, en ese conglomerado donde se le realiza un encargo
social a la Comunicación como expresión de ese
lenguaje y como un elemento que nos junta, nos conecta –
psicológicamente individuales – y nos sumerge dentro de un
pacto colectivo que nos permite comprendernos y construir
sociedad.
¿Entonces qué es la Comunicación?
Es el elemento cohesionador que nos hace participes de una
sociedad, de una cultura, de una
civilización…
y es precisamente esa cultura la que le da vida a la
comunicación, pues es ella la encargada de crear
significados artificiales, que nos son comunes a todos los
participantes de determinada y hace posible la interacción. Lo cual encierra un peligro en
si mismo, y es que como los significados culturales son "creados"
pueden ser destruidos y reemplazados por otros a imagen y
semejanza de los intereses particulares, a través de
los medios de
comunicación.
Se debe observar también otro detalle, los seres
humanos, a pesar de toda nuestra trayectoria, no nos hemos
acostumbrado a la renuncia de la libertad como lo expone Rouseau;
vivimos en un permanente duelo por la perdida y con la sospecha
constante del deber ser de las cosas, lo cual nos pone en una
situación de 50/50, a favor y en contra del sometimiento a
las normas sociales.
Esta situación realmente hace parte de la naturaleza del
hombre y representa las lógicas posiciones contestatarias
que configuran el dinamismo del sistema. Esto
significa además que todos los aspectos de la
rebeldía, aunque dolorosos y reprochables, según el
punto de vista, son absolutamente necesarios para la continuidad
de la sociedad.
¿Para qué sirve la
Comunicación?
Nadie puede desconocer el valor el valor
histórico y social que tiene el pensamiento de
Rouseau. Pero tratémoslo visceralmente.
Desde que el hombre es hombre y por razones
biológicas, empezó a vivir en pequeñas
sociedades –
familias, que compartían un mismo modo de expresarse, en
un ambiente en el
cual los recursos necesarios para la supervivencia eran muy
difíciles de dominar y en ocasiones hasta escasos. La
misma conformación agreste del entorno les obligó a
juntarse para sobrevivir y satisfacer sus necesidades.
Tenemos allí dos elementos vitales y
simultáneos. Nos juntamos para sobrevivir y sobrevivimos
porque nos juntamos. (Aunque Freud nos ayuda
diciendo que asociarse es una pulsión psicológica
del hombre) La cosa no ha cambiado mucho durante toda la
existencia de la humanidad.
Mencionemos, por ejemplo, algunas necesidades:
Protección (casa y vestido), subsistencia
(comer), trascendencia (la búsqueda de una fuerza
superior), socialización (ser reconocido
socialmente), ocio (recreación), trabajo, educación, salud, afecto y dinero.
Estas necesidades nos demarcan la obligatoriedad de asociarnos
con otros en un pacto que nos permita satisfacerlas y para lo
cual debemos someternos a unos lineamientos y normas que pueden
ser consuetudinarias o por escrito. Debemos llevar normas
comunes, y para eso debemos conocerlas, aprehenderlas y
aprenderlas. Para que exista esta educación debe haber
contacto, comprensión, entendimiento, o sea
Comunicación.
Pero este proceso nunca
es fácil y encierra toda una construcción
interactiva que como construye destruye: las relaciones de
poder.
Entendiendo poder como la capacidad de lograr que otros hagan lo
que uno desea que hagan.
Relaciones de Poder
Toda persona en su interior esta formada a partir de
diferentes factores a los cuales se han dedicado diferentes
áreas del conocimiento. Nosotros los denominaremos filtros
y son: La Historia, La Sociología, La Sociología, La
Psicología, La Economía y La
Política,
con un campo macro que es La Cultura. Estos filtros dentro de la
cabeza de cada persona (la esfera personal de Moles ) constituyen
su lenguaje y se expresan mediante los códigos, los ritos
y las costumbres, entre otros, y estos se materializan en el
establecimiento de relaciones con sus semejantes. De estas
nombraremos cinco por ser las más comunes:
- De poder: la capacidad de demandar y
obtener, - Afectiva: la capacidad de influir en otros
mediante el afecto, - Económica: la capacidad de distribuir
los recursos, no tiene que ver con su producción. - Política: la capacidad de defender las
ideas, negociar las conveniencias y de participar. - Fuerza: la capacidad de tomar las cosas por
encima de todos los demás, sin consentimiento y en
ocasiones utilizando el terror y la violencia.
Es en estas relaciones entre el individuo y sus
semejantes donde se materializa la Comunicación, dentro de
un espacio y de un tiempo dado y
desde las cuales se construye sociedad. Esta dinámica le
da también un punto de partida, a la concepción de
la Ética del hombre en su diario vivir y le da
también un objeto de estudio a la Comunicación. Las
relaciones entre el hombre y sus semejantes.
Reflejo de estas relaciones de poder se configuran,
entre otras, tres dinámicas que movilizan desde la
comunicación la reconstrucción permanente de la
sociedad: El nivel de liderazgo, el
nivel gregario y la escala de
ambición.
En todo juego de
poderes alguien gana y alguien pierde. Después de salir
del regazo de nuestras madres, todos los seres humanos nos vemos
enfrentados a nuestro entorno. El océano que representa la
sociedad circundante. Ese enfrentamiento lo podemos asumir de dos
maneras, tratar de dominar o encerrarnos en nosotros mismos para
protegernos. Ambas posiciones no son otra cosa que fruto del
miedo y el desasosiego involuntario por encontrarnos solos y sin
más herramientas
que nosotros mismos. Todo esto sucede, por supuesto, en nuestra
consciencia. Aunque se conviva en familia nuestra
mente es un recinto solitario.
Quien trata de dominarlo todo necesariamente esta
abierto y expuesto a sucumbir frente a las fuerzas de la
naturaleza cultural, pero su necesidad de hacer desaparecer la
incertidumbre lo lleva constantemente a querer redefinir todas
las realidades que le circundan, obviamente, esto sólo es
posible mediante el lenguaje.
Desarrolla para si la capacidad de influir sobre otros con sus
visiones de mundo, y orienta cuanto puede para que "su mundo" se
construya a "su manera".
Por otro lado, quien se encierra descubre pronto que
debe moverse para subsistir, pero su mismo miedo ha coartado su
iniciativa y se ve en la siempre perenne necesidad de ser guiado
y de que constantemente le digan qué hacer para alcanzar
su realización. También es aquel que cuando ve
alterado su status quo reacciona, en ocasiones con
violencia. Tan necesario es quien orienta como aquel a quien se
orienta. Es necesario aclarar que en cada ser humano hay al
tiempo porcentajes de ambas cosas, en mayor o menor grado, y que
esta situación se puede modificar a
consciencia.
Pero el subsistir por si sólo pocas veces basta.
Como seres humanos somos perfectos inconformes, sobre todo en
occidente, donde el reconocimiento y la superación
está cifrada en el afán de acumular
permanentemente, convirtiéndose en un juego diario donde
además de existir deseamos más y más. Ambas
cosas se ubican en una línea recta en la cual de un lado
tenemos el ser y del otro encontramos el tener. A esto le
denominamos la Escala de Ambición.
Todas la personas nos orientamos con un mayor porcentaje
hacia uno o el otro lado de la línea y de acuerdo a esto
generamos nuestros criterios, ética y
forma de accionar en el diario vivir. Lo que se constituye en
nuestra psiquis en una ideología, dándole a esto la
profundidad del análisis de lo individual, tal como se le
da a lo colectivo. Son formas de pensamiento, de modelos de
mundo. Hasta aquí llega Jung cuando plantea el
inconsciente colectivo.
- Y se especifican:
- El nivel de relevancia del mensaje para el sujeto
(nivel cognoscitivo) - La Conducta a
modificar. - La Conducta deseada.
- Los Estímulos a aplicar. (Estos
estímulos se encierran en muchas de las actividades del
plan)
- DISEÑAMOS DEL DISCURSO.
- Una vez obtenida y analizada esta información, se cruzan los puntos 1 y 2
para dilucidar del resultado el contenido del discurso, no lo
confunda con una exposición ante un
público:
- El discurso tiene las siguientes
características:
- Se estipula un dios, quien responde unas preguntas
universales y a quien se le debe amor. Ese
dios nos muestra una
víctima y nos exige un sacrificio. - Es necesario reducir el discurso: 1) al nivel de un
"credo" para que se grave en la mente de
las personas con la reiteración, 2) a un tamaño
manejable por los medios a
utilizar.
En síntesis
¿para que sirve la Comunicación ?
En una palabra es para convivir, y convivir cómo?
Éticamente.
Segundo
El Comunicador
La Comunicación como profesión se nutre de
las innumerables relaciones que se establecen entre los distintos
actores que componen una sociedad, pero siempre se queda en la
superficie del intrincado tejido que supone una sociedad en la
cual la diversidad es el único factor
común.
El concepto de
Comunicación, en su acepción más simple que
es "poner en común", es demasiado amplio pues parte de las
relaciones en célula
primaria como lo es la familia,
hasta la conformación de una cultura transnacional en lo
que Mc Luhan llama la "Aldea Global". Esto ha causado que se
inserten varias modalidades a la profesión diversificando
el campo de acción
profesional: La Comunicación Organizacional o Relaciones
Públicas en las empresas, el
Periodismo y
los Medios de
Comunicación y la llamada Comunicación
Alternativa. Estos son sólo el simple ejercicio de la
función comunicar.
Surgen entonces varias preguntas: ¿Quién
es el Comunicador, qué hace y por qué lo hace? Y si
pensamos en la definición de Comunicación que vimos
al principio, nos preguntamos qué justifica la existencia
de esta profesión como nos la plantean las Facultades de
Comunicación del país.
Vimos que la Comunicación es el elemento
cohesionador que nos hace participes de una sociedad. En este
sentido no basta con que exista un contacto, es necesario
también que haya un intercambio, pero qué se
intercambia, la respuesta es simple:
Información.
Desde aquí, desde el contrato de Rouseau, que nos
iguala a todos que nos hace partícipes a todos, nos
convierte a todos en Comunicadores, diferenciándonos
sólo por el grado de destreza y por la preparación
técnica en el manejo de la información y en los
usos que de ella hacemos.
Esto nos convierte a quienes estudiamos esta carrera en
profesionales de la información y nos establece una
posición ética entre el deber ser de partiendo del
punto de vista del concepto aquí mencionado de
Comunicación, esto es, la construcción y la
integración de la sociedad sin olvidar que
partimos del individuo, logrando la convivencia de sus
actores.
Pero bajémonos de la nube y veamos lo real. Por
una parte se nos da el título de Comunicador Social, pero
qué tanto hay de social en el Comunicador, para él
qué significa y qué significa la existencia de este
Comunicador para la sociedad. ¿Tiene lo social algo que
ver con el concepto sociedad o es una simple nomenclatura para
determinados grupos?
Es aquí donde el modelo de
Rouseau ha perdido espacio entre los modelos de mundo y de
sociedad que suponen la instauración de formas de
orientación de los conglomerados como lo son el capitalismo y
su expresión el imperialismo y
el controvertido y aun no ausente el comunismo y su
expresión el socialismo, cada
cual estableciendo paradigmas
para los proyectos de vida
de cada persona.
Estamos hablando de la acumulación de riquezas a
toda costa o de la supresión máxima de las
"libertades humanas"(entendidas dentro del contexto Rousoniano)
ambas atravesadas por un fenómeno del cual es muy
difícil de escapar: EL CONSUMISMO.
Desde que se acuño la expresión "quien
tiene la información tiene el
conocimiento y quien tiene el conocimiento tiene el
poder", el ser humano está ávido de
información, generando estructuras y
generando políticas
de mercado que
exigían profesionales para hacerse cargo de dichas
estructuras y para que obtener la información a como
dé lugar, pero respondiendo más a sensaciones de
placer, la perversión de la noticia (Freud) y de
comodidad, o a la acumulación de capital
dirigidos a la persuasión de "clientes", a todo
esto respondieron las universidades y sus currículos
están orientados así.
Entonces qué es lo social para un Comunicador, es
simplemente el espacio donde se producen informaciones que tienen
la capacidad de generar algún poder (siempre para otros);
y que es el Comunicador para la sociedad, es únicamente la
persona que se UTILIZA para mediatizar una información de
un estamento a otro.
El Periodista
Este es un caso bien interesante, puesto que está
inmerso dentro de todas las concepciones que de
Comunicación se tienen y casi que se piensa en él
obligadamente cuando se habla de Comunicador.
Primero un Periodista es aquella persona que recoge y
transmite una información dada, por un período de
tiempo dado, de un lugar o hecho dado y por un medio de
información colectiva. "si no hay noticias no
hay periodistas" sentenció Arturo Giraldo, redactor del
Periódico el Mundo de Medellín y
profesor de la
Universidad de
Antioquia.
Pero vayamos un poco más allá. Si entramos
en el campo de lo simbólico y de las estructuras urbanas y
de la necesidad de intercambio de información para la
conformación de referentes, para la circulación de
imaginarios, indispensables para construir sociedad y por ende
formar ciudadanía, en toda la expresión
macrosocial sería casi imposible debido a los factores
espacio tiempo, ante todo en las grandes urbes y con las nuevas
generaciones. Esto hace que quienes son profesionales de la
información a través de los Medios de
Comunicación se conviertan en los sentidos de sus
perceptores ( ojos y oídos) lo cual les permite, a estos
perceptores, formar modelos de mundo y participar de la
intrincada red que implica el tejido
social. Muy ideal.
Pero no nos estrellemos otra vez. Primero revisemos el
fondo histórico del asunto, lo concerniente al periodismo
y más específicamente a los medios, en una sociedad
como la nuestra, la colombiana. De donde nacieron estos medios y
quiénes eran los periodistas.
Para nadie es un secreto que los periódicos,
luego la radio y
posteriormente la
televisión han servido a los intereses de grupos
políticos primero y económicos después.
Desde sus inicios los Medios de Comunicación colombianos
han sido los portavoces del pensamiento de unos cuantos que
promulgaban por opacar lo social y lo cultural dentro del esquema
político nacional.
Se había planteado ya el esquema de un periodismo
nacional totalmente oficialista, en el cual la función de
pensar la sociedad le fue castrada a los periodistas
convirtiéndolos en simple repetidores de las fuentes
oficiales, y dejando esta responsabilidad supuestamente a profesionales de
otras áreas.
Se originó una mirada instrumentalista de la
labor profesional desde el punto de vista de la sociedad: el
Periodista debe escribir bien, redactar bien, preocuparse por la
estética, la estructura, la gramática y la imagen de otros. Pero
cuándo se le ha exigido al Periodista preocuparse por el
contexto histórico, por las coyunturas sociales, por los
efectos de las políticas en la sociedad, o, como
mínimo, preocuparse por hacer respetar los derechos
fundamentales del hombre.
Hasta se olvidó la propuesta de Shanon que no
riñe con Lacán, acerca de la responsabilidad
ética de la Comunicación de pensar en los efectos
que sus mensajes producen en los perceptores.
Es por todo esto que debemos vigilar muy de cerca la
proyección social del Periodista ( y también del
Comunicador). El encargo social hecho a la Comunicación se
cimienta en la persona, o mejor, en los contenidos que se meten
en su personalidad a
raíz de los mensajes reiterativos, de la influencia y de
la presión
que los demás, los Medios de Comunicación, ejercen
sobre esta persona, por fuera de su esfera personal. Se
está ante lo que Shanon denominó como los efectos
del proceso comunicativo, es decir, en las modificaciones que un
mensaje provoca en la formación de la
personalidad del individuo. Contrario a la idea general de
los Comunicadores y Periodistas, acerca de que la mayoría
de los efectos que sus mensajes producen en las personas son
conscientes. Nowcombe, Riso y Ascoagaz han demostrado que del
cien por ciento de la información que llega a una persona,
más o menos el 75 por ciento es procesada de manera
inconsciente.
En conclusión, el manejo de la
información, de los mensajes, necesarios para la
formación de lo simbólico (personal), en el sentido
macrosocial, y la formación de ciudadanía, es vital
pues de estos dependen los efectos que ellos tengan en la
personalidad de los humanos a quienes los profesionales de la
información se dirigen.
LA
CONFORMACIÓN SOCIAL DE LOS PROFESIONALES DE LA
INFORMACIÓN.
Empecemos por decir de quien es tal o cual
conformación social, pues cuando hablamos del Comunicador
Social, el tópico se amplía notablemente, es decir:
cuando hablamos del Periodista nos estamos refiriendo más
a su trajinar por los Medios de Comunicación, mientras que
cuando nos referimos al Comunicador, nos estamos adentrando en un
ámbito que no es exclusivo de los Medios sino que su
influencia se expande y va mucho más allá de todos
los estamentos sociales, donde se desarrollan procesos
comunicacionales y llega hasta la armonía con el universo. Este
es también un punto de encuentro, lugar común que
nos sirve para desarrollar el tema.
Son tres los aspectos más importantes a
estudiarse en torno a la
conformación social del profesional de la
información.
La conformación conceptual y ética, la
regulación de la labor a partir de los referentes
colectivos y por último, la capacidad de visionar las
consecuencias de su labor y, como resultado de las dos primeras,
los criterios para las elecciones focales primarias en la
ejecución de su trabajo. (desde dónde se mira tal
cosa o tal otra).
LA CONFORMACIÓN CONCEPTUAL Y ÉTICA DEL
PROFESIONAL DE LA INFORMACIÓN.
Si una cosa se ha discutido siempre es que al Periodista
le hace mucha falta una estructuración humanística
y teórica sobre aspectos referentes a su carrera. La
información periodística tiene como
característica la inmediatez y sólo se informa
desde los hechos, olvidando todo el sustento universal que
envuelve al ser humano; por eso la mayoría de las veces
las noticias no tienen pasado ni futuro, sólo,
quizá, tienen presente. Por supuesto aquí hacemos
alusión a la labor de las universidades y su
obligación de inculcar conocimientos mucho más
allá de la técnica: consciencia de entorno, de
universo, de
humano, y de actitudes
comprensivas de que la humanidad no se formó ayer, sino
que tiene siglos de historia y de cultura y todos los eventos del hoy
tienen mucho que ver con los ligamentos histórico –
universales.
También es preciso volver a enunciar que la
ética es universal – a pesar de su formación
individual ( Rouseau) y que la moral es
local, pero cuando se habla de la ética para los
profesionales de la información nunca se realiza con la
claridad conceptual necesaria.
La labor se viene practicando a partir de una moral
individual inculcada con características culturales
locales dejando de lado su objeto real de trabajo, el hombre y
sus relaciones en la construcción de sociedad y todo lo
que esto implica. Todo un universo de posibilidades enmarcadas en
el Derecho
Positivo.
LA REGULACIÓN DE LA LABOR A PARTIR DE LOS
REFERENTES COLECTIVOS.
Para hablar de un caso concreto, en
Colombia, hasta
los años setenta, la práctica informativa
tenía como ligadura insalvable las dos líneas
políticas preponderantes en el país y el cambio se
orientó hacia la dependencia de las potencias
económicas; estas son verdades de perogrullo y que
no se pueden negar. Se está partiendo siempre del interés
privado dejando de lado toda la concepción social y sus
implicaciones; por supuesto no vamos a decir que los Medios no se
ocupan del acontecer diario en el cual las personas de todos los
estamentos intervienen como protagonistas, pero son realmente
pocas las veces en que un medio participa de las
problemáticas sociales como fundamento de su
función. De allí que una pregunta como ¿
Cual debe ser la función de un profesional de la
información para influir en el rediseño de un nuevo
proyecto de
sociedad? O no tiene respuesta o se dicen cosas realmente
inverosímiles.
Identifiquemos entonces el problema. Toda la labor de
este profesional está mirada desde los Medios de
Comunicación y no desde su función social. Es su
labor en el medio lo que se evalúa y no sus posibles
influencias y consecuencias, si es que la profundidad le
alcanza.
Como dice María Teresa Herrán, se debe
ejercer desde la sociedad, y más que desde la sociedad de
las personas que la conforman. Todo un cúmulo de
humanidad. Se debe orientar hacia la profundidad
social.
la responsabilidad
social del profesional de la información no debe ser
entendida únicamente como las consecuencias de los que
hace o dice sino desde la obligación de construir
sociedad. Esto es también responsabilidad
social.
LA CAPACIDAD DE VISIONAR LAS CONSECUENCIAS DE SU
LABOR
Los criterios para las elecciones focales
primarias.
Es en esta parte donde entra el criterio individual del
profesional. a partir de los puntos anteriores, de su
aplicación y hoy día a pesar de las circunstancias,
los profesionales de la información deben estar en
capacidad de prever los resultados de su intervención
sobre la Opinión
pública y la formación de Concepto
Público; cuando se informa se debe elegir con un criterio
adecuado la manera de abordar esta información, pero de
dónde nacen estos criterios, de dónde se originan
estos puntos de vista. Siempre lo debemos tener en cuenta. Esto
más que responsabilidad social o ética es la simple
consciencia de un trabajo bien hecho.
Esta capacidad de visionar va en íntima
relación con el llamado paradigma de
los Medios de Comunicación, del cual se dice que se trata
de recrear, formar e informar, y por lo general todos se orientan
a recrear pues es esto lo que vende.
UN UNIVERSO DE ILUSIONES
Sin embargo, si miramos desde la óptica
de una proyección social constructora de sociedad en la
cual es deber de la Comunicación ser un elemento conector
y mediador entre los distintos sectores sociales, exige una
revalidación de este paradigma en el sentido de que el
profesional de la información ya no es un operador que
recrea, informa y, si acaso, forma a un destinatario, sino que se
amplía su campo de responsabilidad al hecho de dilucidar
con el perceptor (el ciudadano) divulgar y fomentar los elementos
y los instrumentos para la revaluación y
reconstrucción de su propia realidad (la de ambos como
pertenecientes a una sociedad) de manera que se conviertan tanto
el profesional de la información como el ciudadano en
verdaderos factores de construcción y de desarrollo de
la sociedad.
Desde el punto de vista de la realidad, en el trabajo
diario, sin soñar tanto y como propuesta práctica
(esto no me lo estoy inventando yo), el aporte o la
contribución que un profesional de la Comunicación
puede hacer, se pueden resumir en unos pocos puntos:
- Dar a conocer al otro.
En una gran medida las fuertes diferencias sociales
hacen que las personas sean contendientes anónimos
operantes sobre supuestos estereotipos traídos o impuestos por
agentes externos, por supuesto los Medios de Comunicación,
y aunque muchas veces son basados en las estructuras sociales,
pocas veces se compadecen con la realidad.
Por eso la mayoría de los problemas se
dan por desconocimiento casi total de los distintos actores entre
sí, inclusive en su interior ( Heidegger ), pues ni
siquiera existen canales que les permitan un intercambio de
realidades (los Medios de Comunicación no han servido por
su labor fragmentaria). Nuestra sociedad está conformada
por núcleos entrópicos que no admiten elementos de
conformación diferente.
- Dilucidar con el perceptor, el ciudadano, las
causas profundas de sus conflictos.
Aunque a simple vista, para cualquier persona, la
mayoría de los problemas provienen de las deficiencias
económicas y de las diferencias de clase, puede
decirse, sólo para citar un ejemplo, que las
confrontaciones se originan en las grandes incongruencias de los
modelos de mundo correspondientes a cada sector
social.
Modelos de mundo nacidos de los procesos
históricos donde la acción política, social
y económica, o la ausencia de ella, marcaron derroteros
por los cuales se han movido varias generaciones. La labor del
profesional de la información está en brindar los
elementos de análisis de estos procesos históricos
en sus manifestaciones diarias, para ayudar a comprender la
realidad actual y así los ciudadanos puedan tomar las
acciones
necesarias para solucionar sus problemas.
- Dilucidar con el perceptor los elementos y los
instrumentos para la revaluación y la
reconstrucción de su propia realidad.
Un paso adelante del anterior, los elementos y los
instrumentos para la revaluación y reconstrucción
de su propia realidad, implica poderle llevar al ciudadano una
visión científica de sí mismo, pero en los
términos de la vida diaria. Es decir, poder ofrecer los
elementos psicológicos, sociológicos y la
comprensión de las lógicas comunicativas, por los
cuales la sociedad se mueve y se puede convivir en ella, pero sin
que se convierta en una emanación academista, respetando
la cultura y la sabiduría popular pero orientando nuevas
maneras de asumir la sociedad.
Todo esto significa estructurar toda una propuesta
pedagógica desde la Comunicación y cubriendo toda
la vida y todos los espacios del hombre, entendiendo que sin ella
todo proceso educativo resulta una vil falacia, buscando "darle
mucho más valor a los valores"
para que así la dignidad, la
ética y la convivencia humana estén por encima de
todas las cosas, de todos los intereses.
- Divulgar los sentimientos y las expresiones de los
distintos actores sociales.
En conformidad con los puntos anteriores, el
desconocimiento del otro tiene origen, aparte del desconocimiento
de sí mismo, en que quienes son los encargados de realizar
la cohesión no logran concretar una mediación
eficiente y comprensible para todos los puntos de vista. Es
evidente que el profesional de la información debe ser un
traductor entre los modelos de mundo.
Nuestra sociedad esta compuesta por núcleos
cerrados que giran sobre sí mismos y los pocos intentos de
Comunicación que se producen apenas si logran traspasar la
barrera de su condición social y cuando esto sucede no
presenta ningún interés para los demás
sectores de la sociedad.
Al divulgar los sentimientos y la expresiones de un
sector social, el profesional de la información debe tener
en cuenta a quienes perciben el mensaje, no sólo para que
les sea comprensible sino para que interactuen y propongan el
diálogo.
- Promulgar el derecho a la diferencia y el respeto por
el otro.
La nueva Constitución Colombiana hace un
énfasis especial en la protección de los Derechos Humanos:
" La nueva Constitución se elaboró para que los
Derechos Humanos no siguieran siendo un espejismo o una
utopía. La Constitución proclamada el cuatro de
julio de 1991 por la Asamblea Nacional Constituyente bien puede
ser llamada con justicia la
Constitución de la persona". Entonces cuán
importante es la labor de un profesional de la información
para lograr una concepción ciudadana que permita que todas
las personas se respeten y puedan de verdad ejercer el Derecho
Positivo y, como mínimo, el libre desarrollo de la
personalidad.
Realmente este es el gran punto donde todas las
utopía parecen confluir. La aceptación de la
diferencia podría ser la puerta de entrada a un mundo
mejor donde cada uno pueda se él mismo.
Pero la realidad es otra, vivimos enfrascados en el tema
de la tolerancia, la
cual no es otra cosa que el grado máximo de aguante frente
a algún fenómeno, y hemos desembocado a incrementar
la apatía hacia el otro, reprimiendo las acciones de
protesta que por lo menos se suscitaban. Vivimos en la sociedad
del "no me importa lo que pase con el otro mientras no me suceda
a mí" y cuando ya nos toca es demasiado tarde para mirar
atrás.
Tan sólo con que los profesionales de la
información se comprometieran a defender los Derechos
Fundamentales instituidos en la Constitución, se
lograría un cambio beneficioso en el acontecer
público y por ende en los modelos de comportamiento de los
ciudadanos. Esto como lo mínimo que se puede
hacer.
- Propiciar los espacios de
encuentro.
La verdad es que la profunda entropía de los núcleos ciudadanos,
el individualismo como proyecto de vida y el sentido de competencia
promovido por el sistema económico y social, ha logrado
que cada ciudadano vaya por su lado sin preocuparse por el rumbo
que pueda tomar una ciudad, pues esta perdió su carácter de comunidad y convirtió en
un conglomerado en el cual apenas si se comparte el
espacio.
Buscar nuevos espacios en los cuales la comunidad, cada
individuo pueda cohesionarse e intercambiar con sus semejantes,
es tarea no sólo de los arquitectos y urbanistas sino
también de los profesionales de la
información.
Encontrar nuevas maneras de vivir la ciudad y de
orientar la praxis
colectiva en los espacios referentes de encuentros y
desencuentros es volverla a crear y por ende volver a redefinir
la concepción de ciudadanía.
Al propiciar estos espacios de encuentro se plantea la
posibilidad de que los conflictos puedan ser superados y se pueda
por fin lograr un acuerdo de ciudad comunicada.
- Servir de mediador – facilitador de los procesos
de intercambio social.
No es sólo analizar el papel de los Medios de
Comunicación en la resolución pacífica de
conflictos, es también pensar que el profesional de la
información es un ciudadano y como tal está en la
obligación de participar de los compromisos adquiridos por
el hecho de pertenecer a una sociedad. Este punto de vista
desborda los límites
institucionales regularmente impuestos al ejercicio profesional y
por supuesto pone por fuera del empleo los
deberes adquiridos por un Comunicador Social.
Puede entonces el profesional, y es su
obligación, embarcarse en los procesos sociales que
estén dirigidos a conectar, concertar, entremezclar y
lograr la convivencia y el diálogo de los diversos actores
de la sociedad.
Entonces su labor sería la de servir como
interprete de los diversos sentires y de las expresiones de todos
los actores que intervienen, y que de uno u otro modo se
verán afectados y movidos por el accionar de las
estructuras comunicativas, lo cual conllevaría a lograr
una ciudad comunicada.
Es muy difícil describir cuáles
sería los momentos en que el profesional de la
información sirva como mediador, pero no el es tanto
prever el efecto que esto tendría.
Tercero.
LA COMUNICACIÓN URBANA NO ES PARA
PERIODISTAS.
No es mi idea, de ningún modo, realizar un texto
científico para que a la gente, la que me interesa, le
dé pereza leerlo. Intento poner en claro algunas ideas de
las cuales partiré para orientar de aquí en
adelante mi carrera profesional, en términos de la
realidad.
LO URBANO.
Dentro del postulado "La Comunicación Urbana no
es para Periodistas" sólo nos falta hablar del concepto de
LO URBANO. Como dije arriba, no pretendo realizar un texto
academicista y por eso me detendré muy poco a repasar los
tópicos que lo urbano trae consigo. Además lo que
me interesa es demostrar por qué la Comunicación
que allí se da no es para Periodistas.
Consideramos lo urbano como las prácticas
formadoras de civilidad y de ciudadanía y no solamente
como un espacio físico. Al hablar de lo urbano estamos
aludiendo a un término ideológico, producido y
modificado por la historia social, política y
económica de la "lucha de clases" y por la praxis
cotidiana, enmarcado por una constante que se convierte en un
criterio para mirar la cuestión. Observamos desde el punto
de vista de la sociedad capitalista, de su estructura
social y de su sistema
político y económico, y desde las
lógicas que esto implica. Manuel Castells nos habla de
tres fenómenos desde los cuales debemos mirar lo
urbano.
- La especificidad de la estructura de clases, derivada
de la dinámica del desarrollo desigual, consistente,
sobre todo, en el proceso de sobrepoblación relativa,
articulado estrechamente a la expansión del sector
monopolista hegemónico ligado a la lógica del capital multinacional. "Tal es
la problemática de la marginalidad". - Una especificidad del proceso de reproducción colectivo de la fuerza de
trabajo, que determina la no exigencia estructural de la
reproducción de parte de dicha fuerza, desde el punto de
vista estricto de la acumulación de capital. La
consecuencia es la urbanización salvaje" connotada por
la marginalidad "biológica". - La asistencia pública, al nivel del consumo,
para las masa populares de una estrategia
populista de movilización social y originada por otros
sectores, menos la comunidad.
Esto nos implica unas estructuras o unas lógicas
por las cuales se movilizan las personas y se conforma lo que
llamamos ""Sociedad Urbana", definida ante todo como una cultura
en el sentido antropológico del término, es decir,
un sistema de valores,
normas y de relaciones sociales que poseen una especificidad
histórica y una lógica propia de organización y de transformación. Lo
urbano se define entonces como un sistema de relaciones sociales,
en la práctica, enmarcada por una concepción de
mundo.
Es en ese sistema de relaciones sociales donde se
inserta la Comunicación, desde el individuo en su
diálogo interno, hasta las más altas
tipologías de la sociedad.
LA COMUNICACIÓN URBANA
Como dice Ana María Miralles: "Para nosotros, la
gran masa que comprende lo urbano nos envuelve como el aire, es
tan macro su existencia que apenas si nos damos cuenta de ella".
El quehacer diario de una persona está enmarcado por
lógicas comunicativas que le permiten vivir en sociedad;
lógicas comunicativas que lo impregnan todo, desde la
relación familiar hasta las calles y sus usos. Utilizando
para ello todos los artificios que pueden constituirse como un
medio de relación ( María Teresa
Herrán).
Desde la estatua de la Gorda del Maestro Botero y los
usos que la gente hace de ella (la dinámica de los
referentes), hasta la configuración arquitectónica
de las ciudades como proveniente y representativa de determinadas
clases. Es a esto a lo que llamamos Comunicación
Urbana.
No he querido hasta el momento hablar de "la ciudad",
por considerar que el término de lo urbano se entrelaza
más por la civilidad que por el espacio físico, sin
desconocer la obvia relación que se tiene con él,
pues es allí donde se manifiestan las relaciones de
comunicación o de incomunicación que se tengan: en
las ciudades, el ciudadano , cada día más, se
convierte en un anónimo público, pues empiezan a
reducirse los reductos en los cuales podía ser reconocido
sin perder su individualidad, lucha esta donde se enmarcan la
mayoría de las dificultades: el proyecto occidental como
un proyecto individualista en donde cada vez hay menos espacios y
se manifiesta la transculturación. A pesar de lo
extremadamente diferentes, tendemos a ser hegemónicos por
categorías, esto implica la creación de submundos,
subdimensiones que comparten el mismo espacio. Por lo general nos
relacionamos con los de la misma "especie".
EL PERIODISMO Y LO URBANO.
Como un gran elemento de la lógica
periodística está el concepto de noticia:
razón de ser de la existencia del Periodista, con todas
las características que se pretende le son propias, las
cuales nos son más que una falacia, sobre todo cuando
hablamos del "interés general" y de su "importancia para
la sociedad". Esto es en realidad, y como lo es en la
mayoría de las veces, el criterio de lo social para los
Periodistas, es simplemente una mediatización y
superposición de los intereses particulares sobre el
general. La guerra de
imagen entre los funcionarios es más importante que el
alto índice de pobreza y sus
niveles según Sisben. Lo que se transmite a través
de los Medios de Comunicación poco o nada tienen que ver
con el real interés de las comunidades – a menos que sea
en pro de la imagen de algo o de alguien -. Para no ser injusto
con los Periodistas de los Medios, basta con decir que las
diferentes relaciones sociales que categorizan la
Comunicación Urbana, por su cotidianidad, esta lejos de
ser noticia de primera página, pues, como el aire,
perdemos la noción de su existencia, no es algo novedoso,
no se vende.
EL PERIODISTA COMO GENERADOR DE DESINFORMACIÓN
Y DE VIOLENCIA.
Ya habíamos dicho, como lo ha dicho mucha gente,
que lo existente en el intercambio, en el contrato social
denominado Comunicación es la información, y en
ella encontramos de todo, como en botica. El problema empieza
cuando, siendo necesarios mecanismos para la circulación
de información de una manera colectiva, estos están
pensados desde el sistema económico y no desde el sistema
social. Siendo como en Colombia, que los medios de
Información dan cuenta del acontecer de determinados
grupos, retroalimentando modelos de mundo ( Carlos Marx ) y
generando un enfrentamiento entre las clases con base en
estereotipos creados y matizados por el desconocimiento del otro;
además de una educación negativa sobre el querer
ser del hombre contemporáneo: el sueño americano,
el consumismo…(Rusell Davenfort).
Hoy en día se ha producido un ciudadano muy
particular: El Transnacional Individualismo. Dos conceptos que no
se niegan ni se rechazan y que nos permite saber que está
aconteciendo el mundo y en sistema político –
económico oficialista del país y no conocer al
vecino.
Desde este punto de vista se fundamentan grupos
entrópicos, familiares por lo general ( si acaso) y
grupales o barriales, en el mejor de los casos.
Todos estos factores han causado una
tergiversación sobre una escala de valores en la cual
irrestrictamente la vida iba primero y se ha volcado hacia un
querer material y la satisfacción económica
(sistema capitalista), por encima de cualquiera y de cualquier
cosa, generando fenómenos como la corrupción
exagerada y toda clase de vicios y de problemáticas
sociales.
Todo esto por un lado, por el otro, para hablar
específicamente de Colombia, los periodistas y los Medios
de Comunicación, como portavoces de algunos actores que
promulgan por opacar lo sociocultural propio de nuestra nación,
y a lo largo de la historia, le han castrado al ciudadano su
libertad de objeción (a pesar de que ahora nuestra
Constitución la contempla) y de expresión sobre el
acontecer del país. Nuestro ciudadano está ausente
de contenidos ideológicos que le permitan estructurar una
manera de pensar por fuera del consumismo, de tal modo que es
hacia esto que orientan todas sus acciones. Siendo que la
apatía política está muy arraigada en
nuestro ser, no por ser así, natural, sino porque todas la
voces son acalladas. Todos los días los Periodistas y los
Medios de Comunicación repiten el esquema de una
estructura (falsa) de sociedad, orientada hacia el fascismo y el
autoritarismo enmarcado por un modelo artificioso de democracia.
Con el bombardeo constante de todos los esquemas
históricos y ya mentales, los Medios de
Comunicación y sus representantes, "ojos y oídos de
la sociedad", sólo generan divisionismo y estereotipos
salidos de la realidad y que producen choques al momento de
efectuarse la "convivencia ciudadana". Se dan visiones
amañadas sobre problemáticas y son capaces de poner
en juego la vida de grupos humanos sólo por salvaguardar
la imagen de un sector determinado.
Como dice Jerry Mander en su libro "cuatro
buenas razones para eliminar la televisión": los Medios de
Comunicación nos hacen vivir un mundo que no es el
nuestro.
EL CIUDADANO Y LA Comunicación
Creo que está claro a lo largo del texto que no
pretendo en ningún momento ocupar el lugar de los
sociólogos, simplemente estamos hablando de lo que es
Comunicación y de cuando se produce, pues ese es nuestro
objeto de trabajo, de los comunicadores. Quiero resaltar que los
sociólogos hace tiempo que trabajan este tema y doy
gracias a Dios que eso sea así, o sino quiénes
llenarían el inmenso hueco en el conocimiento sobre el
hombre que hemos dejado los comunicadores. Ahora una cosa si esta
clara y es para acabar de rematar esta profesión. Nosotros
somos los encargados, desde un punto de vista operativo, de
comunicar a la sociedad con ella misma ( otro gran hueco) que
apenas a finales de este milenio hemos caído en cuenta.
Esta bien, nadie lo va a negar, tampoco Roma se hizo en
un día.
Ahora si miramos el concepto de Comunicación, y
sin reprocharle a nadie, observamos, como dijimos antes, que el
ser humano es por esencia comunicativo, lo cual nos hace a todos
comunicadores, y que lo único que nos diferencia es el
grado de especialización sobre el uso y el manejo de la
información. (Comunicadores y Periodistas). Sin embargo,
esto no le quita la inherencia al hombre común de
relacionarse con el otro. Así se construye la
sociedad.
EL CIUDADANO
Empecemos por repetir que la Comunicación Urbana
no se circunscribe a los Medios de Comunicación demasiado
alineados, técnicos y masivos, y más bien tiene que
ver con la practica cotidiana de la expresión de civilidad
y de construcción de la sociedad.
Al hablar del ciudadano aquí, tampoco lo
conceptuamos desde la idea de un habitante de un espacio
físico, la ciudad, aunque su expresión sea en ella,
sino como aquel inserto, perteneciente, connatural, a la idea de
sociedad y de cultura, como una entidad viva que
interactúa, mediatizado por lo simbólico, con sus
semejantes.
Desde este punto de vista es válido entonces
afirmar que ser ciudadano es ser Comunicador y ese simple hecho
conlleva una gran cantidad de derechos y de deberes. El gran
problema, como anotó el Periodista Javier Darío
Restrepo en su conferencia "El
periodismo en zonas de conflicto"
(Apartadó, febrero de 1997) es que no se ejerce la
ciudadanía, sólo, quizá, se ocupa un
espacio. La verdad es que ni siquiera somos conscientes, no se
nos educa para pensar ni para convivir, mucho menos para ser
ciudadanos
CUANDO SE ES CIUDADANO Y LOS ESPACIOS PARA
SERLO
Podemos decir que este punto es el meollo del asunto, y
que para resolverlo se necesita una verdadera labor de pedagogía para la convivencia ciudadana
como lo propone la Ex Alcaldesa de Apartadó (Urabá
Antioqueño) Gloria Isabel Cuartas Montoya, pero
también a ella es necesario hacerle saber que las palabras
se las lleva el viento cuando no tienen asiento en la
realidad.
Se es ciudadano cuando hacemos parte de un conglomerado,
de una sociedad y cuando compartimos con los demás
espacios para la cultura.
Siendo social la Comunicación se inserta
necesariamente en la cultura, por que lo cultural impregna lo
social y le da sustancia. Su ejercicio discurre en el
ámbito de lo social y al ser así, queda inserta
dentro del círculo de la cultura que prescribe los modos y
formas de tal ejercicio. En cuanto la una se actualiza y hace
reales las disposiciones de la sociabilidad, la
Comunicación que esta en su origen vuelve a ser hallada de
nuevo en su desarrollo y en sus consecuencias. Los roles y las
guías de comportamiento sociales se originan por la
cultura, el conjunto de pautas o normas sobre el vivir o el
morir, en cuanto sirven de orientación común a un
grupo cuyo
punto de partida es tan válido como cualquier otro en
cualquier otra cultura.
Estas prácticas están vigentes todos los
días en la sociedad y lo están gracias a la
Comunicación pues se transmiten, se revalidan todos los
días y se participa de ellas todos lo
días.
Nadie, de ningún modo se puede quitar el uniforme
de ciudadano y por ende de Comunicador. Se es ciudadano siempre y
se es Comunicador siempre (el autismo se
está estudiando). Por eso, somos ciudadanos y
comunicadores en todos los momentos de nuestra vida.
El primer espacio donde empezamos a vivir con estas
tareas, la de ser ciudadanos y comunicadores es la familia. Es
allí donde aprendemos los lineamiento que después
nos ayudarán a obtener un mejor entendimiento con nuestros
semejantes. La ausencia de estos elementos provoca que se
produzcan altos niveles de violencia. Sin embargo, es tarea del
estado, el
propiciar la cualificación de esta primera célula
de la sociedad, la cual está pensada a partir de una
estructura occidental pero que en realidad puede tomar cientos de
formas que van desde el concepto de manada hasta una
conformación con elementos diferentes a los que por lo
general concebimos, es decir, no siempre una familia
tendrá padre, madre e hijos. Hoy por ejemplo tenemos un
alto índice de Madresolterismo o de Mujer Cabeza de
Familia, lo cual no significa forzosamente que no sea una
familia, sino que esta estructurada de un modo diferente. Lo que
si no puede faltar en un grupo familiar es la capacidad de
comunicarse entre ellos, lo cual así sea una parte propia
y natural del ser humano es posible de cualificarse.
Después de la familia vienen los grupos formales
o informales que nos permiten desarrollarnos como personas y como
participantes del juego que se llama sociedad. En este espacio
también se dan los tipos de relaciones que anotamos cuando
hablamos de para qué sirve la Comunicación. Y
cuando una persona aprende a conocerse a sí mismo y a
conocer a los demás sus relaciones mejoran, como
consecuencia general. Estos grupos de los cuales estamos hablando
son de amigos comunales o de trabajo, o de otros tipos. Lo
importante aquí, es la educación que una
persona reciba para comunicarse con los demás y
cómo la ejerza.
La gran pregunta viene cuando se nos dice que en una
sociedad como la nuestra donde la corrupción es el pan nuestro de cada
día, donde la pobreza es
apabullante y donde la vida vale menos que una entrada a cine,
cómo es posible la comunicación si a cada uno le
interesa únicamente lo que le puede quitar a los
demás sin interesarse en lo que les pueda pasar. "Lo mas
importante en mi vida soy yo mismo" es la expresión
más popular. Mientras yo este bien lo demás no
importa. Sin embargo, qué tanto me va a durar ese estar
bien si lo que esta a mi alrededor tiende a dañarse y a
corromperse todos los días? Realmente muy poco. O
qué tan capaz soy yo de solucionar el problema de mis
necesidades básicas? La respuesta es en la medida de que
sea capaz de relacionarme con los demás (típico de
comunicadores y Periodistas).
En la casa, con los amigos, en el barrio, en el colegio,
en el trabajo, todos tenemos la obligación de ser buenos
comunicadores como ciudadanos que somos. Si no se ejerce la
ciudadanía es como estar absolutamente sólo en el
mundo.
EL COMUNICADOR URBANO, FACILITADOR
SOCIAL.
Puede haber desde los puntos de vista sobre la
Comunicación urbana, una persona que se encargue de
ejercerla como profesional? En que consistiría este
ejercicio si supuestamente todos somos comunicadores?
Hemos detectado que uno de los principales problemas que
generan el conflicto es el desconocimiento del otro. Esto por un
lado, por el otro, cómo se le pide al ciudadano
común que abandone el curso normal de su vida y participe
en la construcción de sociedad. El ya construye sociedad
desde su vivencia en sus propios espacios de socialización. Pero entonces cómo
conectar estos espacios entre sí.
Debe existir y de hecho existe, una persona que se
encarga de esta Comunicación. Es el Comunicador
alternativo o comunitario. El problema es que se le ha metido
demasiada cientificidad al asunto y no parece que cualquier
persona lo pueda ejercer. Aunque no desconozco que la
información apropiada para el ejercicio es insustituible,
también enfatizo que siendo la comunicación
inherente a la sociedad, sus instrumentos también le son
inherentes, es sólo que se ha hecho un uso inapropiado de
él.
Por una parte se ha querido reproducir los esquemas de
medios y por el otro se ha visto al comunicador popular
únicamente como un productor de medios locales. El mismo
problema de los comunicadores profesionales. Y no se le ha
permitido abandonar esa cárcel conceptual (Radio Latacunga.
Ecuador).
Mario Kaplún nos habla de que existen tres
modelos de Comunicación: de contenido, de efecto y de
proceso.
En el de contenido lo que hacemos es difundir un saber,
llenar un espacio con una información que por lo general
se queda en el vacío. En el de efecto conseguimos que las
personas que reciben la información realicen un "algo en
especial". Pero en la de proceso se destruyen los limiten entre
quien informa y es informado y se convive dentro de una
cotidianidad que le permite al comunicador popular no
únicamente informar, sino orientar, es decir: dilucidar
con el perceptor, fomentar y divulgar, los elementos y los
instrumentos para la revalución y reconstrucción de
su propia realidad. La de ambos. Y esto no esta circunscrito
en un medio de Comunicación.
Debe el Comunicador Popular, entonces ser un líder
capaz de orientar los procesos comunitarios, los procesos
ciudadanos desde el punto de vista de la construcción de
la sociedad. Para dar así solución a las
innumerables problemáticas que se suscitan a raíz
de la carencia y de la convivencia.
LA POLÍTICA, EL CONCEPTO DEL SIGLO
XXI.
Desde todos los puntos de vista que hemos recorrido, se
ha enfatizado en que hoy en día se ha vuelto muy fuerte el
proyecto individual como proyecto de sociedad. Desde donde decir
entonces que se nos permite convivir y hacernos parte de la
sociedad, recordando a Rouseau, si no participamos siquiera de la
vida de la comunidad y donde las formas de cohesión
antiguas, como la plaza pública no producen otras
reacciones que las de repudio por la estigmatización
delincuencial que posee el funcionario público. Sin
embargo estamos todos los día sufriendo las decisiones de
las cuales no participamos y nos quejamos, muy calladamente,
claro está.
Esta manera de observar el asunto tiene sus
raíces en elementos antes mencionados como la violencia
sobre todas las formas de protesta y la falta de una
educación histórica y política que permita
estructurar un pensamiento crítico y amplio sobre lo que
sucede en el estado por ejemplo.
Es inútil preguntarle a cualquier
transeúnte sobre Estado, Gobierno,
soberanía ni ninguna de esas pendejadas que
no dan para comer. Entonces como hacer que una persona se
preocupe realmente por defender su situación y su futuro
como ciudadano, ante toda la maquinaria estatal y
paraestatal?
La respuesta todavía no la dan los pensadores de
este asunto, pero lo que si podemos constatar es que los
intereses de cada individuo, sólo pueden ser defendidos
por él mismo, pues es él mismo el responsable de su
presente y de su futuro.
Hoy en día la gente cree muy poco en la
representatividad y para que hablar de las crisis de los
partidos. Sin embargo como se concibe un estado sin habitantes.
Se deben buscar entonces nuevas maneras de hacer política.
Pero que se entiende por política?
POLÍTICA, LA POLÍTICA Y UNA
POLÍTICA.
Para Tomas Moro en su libro Utopías,
política es la defensa acérrima de las ideas, por
encima de todas las consideraciones y puntos de vista. Para un
político tradicional, la política no es otra cosas
que el "arte de gobernar"
y para cualquier administrador la
política es el criterio que se establece para la toma de
decisiones.
Cómo debemos entonces los ciudadanos entender la
política y qué tiene que ver esto con
Comunicación.
Si pensamos en una persona que trabaja todo el
día, hace de comer, atiende a su familia, ve la televisión y todos sus días se
convierten en una rutina que apenas si le permite interaccionar
con sus semejantes por fuera de su familia, y que su
noción de política esta muy vinculada a la de
corrupción, es seguro que poco
le podríamos pedir sobre su participación en
política.
Pero si orientamos una educación que nos permita
pensar que política es tan sólo el establecimiento
de unos criterios para tomar las decisiones que le interesan a
nuestra vida y la defensa de nuestros ideales, podríamos
volver a caer en cuenta que todos somos un "zoom
Politicom" , seres políticos por naturaleza, como por
naturaleza también somos comunicadores. Todos los
días hacemos política cuando escogemos el pancoger
para el almuerzo o simplemente la ropa que vamos a llevar.
Así como nadie puede ir al baño por nosotros, nadie
puede hacer política por nosotros y por supuesto nadie
debe tomar decisiones por nosotros.
Por supuesto que el gran número de habitantes
hace necesario que exista una representatividad, un contrato por
el cual todos podamos convivir para no caer en cierto tipo de
anarquía incontrolada. Pero eso tampoco significa que
debamos hacernos los de la vista gorda con las decisiones que
pueden, y de hecho lo hacen, afectar nuestra vida.
La nueva manera de hacer política, y que no es
tan nueva es la de vigilar las acciones que el aparato
gubernamental ejecute como representante de una comunidad. Los
instrumentos hace rato que están dados, lo que falta es la
educación suficiente para utilizarlos.
Cuarto
De qué se trató este esfuerzo? Es
sólo un búsqueda de ubicación frente a una
carrera profesional que cada día sufre toda serie de
calificaciones, justificadas unas y otras salidas de la
realidad.
Estamos hablando de una profesión que se
autodenomina Comunicación
Social, pero que de fondo tiene muy poco de
Comunicación y menos de Social. Sabemos ya que todos, como
seres humanos pertenecientes a una sociedad, somos comunicadores,
entonces dónde esta nuestro quehacer. Simplemente en la
información. Somos ante todo profesionales de la
información, pero información de dónde, para
quién información?
Tenemos planteado ya el esquema de un periodismo
nacional totalmente oficialista, en el cual la función de
pensar la sociedad le fue castrada a los periodistas
convirtiéndolos en simple repetidores de las fuentes
oficiales, y dejando esta responsabilidad supuestamente a
profesionales de otras áreas.
Cuáles han sido entonces las consecuencias de ese
no pensar la sociedad en lo que nos concierne como lo son las
relaciones del hombre con sus semejantes, viendo en este acto un
contrato social que nos permite juntarnos, para, más que
sobrevivir, convivir éticamente.
Hoy en día se ha producido un ciudadano muy
particular: El Transnacional Individualismo. Dos conceptos que no
se niegan ni se rechazan y que nos permite saber que está
aconteciendo el mundo y en sistema político –
económico oficialista del país y no conocer al
vecino.
Es en estas relaciones entre el individuo y sus
semejantes donde se materializa la Comunicación, dentro de
un espacio y de un tiempo dado y desde las cuales se construye
sociedad. Esta dinámica le da también un punto de
partida, a la concepción de la Ética del hombre en
su diario vivir y le da también un objeto de estudio a la
Comunicación. Las relaciones entre el hombre y sus
semejantes.
Pero tampoco podemos dejar de lado, por estas mismas
ideas, al ciudadano como comunicador en si mismo y su
realización de lógicas comunicativas
cotidianas.
Es necesario plantear que se hace urgente el inicio de
un nuevo proceso social pedagógico como el único el
elemento capaz, en algunos años, de verificar una
convivencia ciudadana mediante unos conocimientos viscerales de
Comunicación, como un nuevo proyecto de, vida que nos
permita continuar con nuestra individualidad, pero cumpliendo con
nuestras tareas como hombres y ciudadanos.
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WILSON ALEJANDRO GARZÓN MORALES
Departamento de Comunicación Social
Facultad de Comunicaciones
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA