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Autoestima




Enviado por YAGOSESKY, Renny



    1. Qué es
      Autoestima
    2. Cómo se forma la
      Autoestima
    3. Por qué necesitamos
      Autoestima
    4. La vida sin
      Autoestima
    5. Comportamientos
      característicos del Desestimado
    6. Algunos comportamientos de Baja
      Autoestima
    7. Creencias
      Sanadoras
    8. La vida con
      Autoestima
    9. Comportamientos
      característicos del Autoestimado
    10. Algunos Comportamientos de
      Alta Autoestima
    11. Creencias
      Limitadoras
    12. Autoestima y
      Relaciones
    13. La relación
      familiar
    14. Relación entre
      padres e hijos
    15. La relación de
      pareja
    16. Autoestima y
      Trabajo
    17. Conclusiones
    18. Referencias
      Bibliográficas

    INTRODUCCIÓN.

    Muchas personas afirman que tienen tantos problemas que
    no pueden salir adelante y lograr colocar sus vidas al nivel en
    el que desearían tenerla. Es cierto que no todos cuentan
    con las mismas oportunidades, el mismo nivel de Autoestima, la
    misma preparación intelectual ni la misma base
    económica.

    Sin embargo es factible persuadir que se tiende a
    engrandecer las dificultades, a convertirlas en nuestros verdugos
    y a disminuir y subestimar nuestra capacidad para resolverlas y
    avanzar creativamente.

    En esta investigación se estudiará un poco
    más el interior de lo que engloba la palabra "AUTOESTIMA"
    para una mejor comprensión de su significado, ya que es un
    tema del que tanto se dice y tan poco se comprende. Para ello se
    citara su concepto desde
    distintos tipos de vista, cómo se forma, la vida con y sin
    ella, porqué se necesita, algunos comportamientos
    dependiendo del nivel de Autoestima poseído, cómo
    incide sobre las relaciones sociales y sobre el trabajo y
    su relación con la sociedad.

    QUÉ ES LA
    AUTOESTIMA.

    No existe un concepto único sobre Autoestima,
    más bien hay diferentes formas de entender lo que
    significa. Como todo, el significado de Autoestima puede
    entenderse a partir de varios niveles, el energético y el
    psicológico.

    Desde el punto de vista energético, se entiende
    que:

    Autoestima es la fuerza innata
    que impulsa al organismo hacia la vida, hacia la ejecución
    armónica de todas sus funciones y hacia
    su desarrollo;
    que le dota de organización y direccionalidad en todas sus
    funciones y procesos, ya
    sean éstos cognitivos, emocionales o motores.

    De aquí se desprende:

    _ Existe una fuerza primaria que nos impulsa hacia la
    vida.

    _ Esa fuerza posibilita la realización de las
    funciones orgánicas armónicamente.

    _ Esa fuerza nos permite desarrollarnos.

    _ Esa fuerza nos permite tener una organización,
    una estructura.

    _ Esa fuerza es responsable de nuestros procesos de
    funcionamiento, y tiene que ver con nuestros pensamientos,
    nuestros estados emocionales y nuestros actos.

    Desde el punto de vista psicológico, puede
    decirse que:

    Autoestima es la capacidad desarrollable de experimentar
    la existencia, conscientes de nuestro potencial y nuestras
    necesidades reales; de amarnos incondicionalmente y confiar en
    nosotros para lograr objetivos,
    independientemente de las limitaciones que podamos tener o de las
    circunstancias externas generadas por los distintos contextos en
    los que nos corresponda interactuar.

    De aquí se desprende lo siguiente:

    _ La Autoestima es una disposición, un contenido,
    un recurso natural en el ser humano.

    _ La Autoestima es desarrollable.

    _ La Autoestima sólo existe relacionada con la
    experiencia de la vida.

    _ La Autoestima está relacionada con el hecho de
    estar conscientes de nuestras potencialidades y
    necesidades.

    _ La Autoestima está relacionada con la confianza
    en uno mismo.

    _ Existen necesidades reales y otras que no lo son
    aunque a veces así lo pensemos.

    _ La Autoestima está relacionada con el amor
    incondicional hacia uno mismo.

    _ La Autoestima orienta la acción
    hacia el logro de los objetivos y el bienestar
    general.

    _ Podemos tener limitaciones y a pesar de ello tener
    Autoestima.

    _ Los eventos externos,
    las contingencias, no necesariamente deben afectar nuestra
    Autoestima., al menos no de manera estable o
    permanente.

    Otros conceptos de Autoestima, relacionados de alguna
    forma con los que ya hemos expuesto arriba, sugieren
    que:

    _ Es el juicio que hago de mi mismo.

    _ La sensación de que encajo y de que tengo mucho
    por dar y recibir.

    _ La convicción de que con lo que soy basta para
    funcionar; que no tengo que incorporar nada nuevo a mi vida, sino
    reconocer aspectos de mí que no he concientizado, para
    luego integrarlos.

    _ La reputación que tengo ante mí
    mismo.

    _ Es una manera de vivir orientada hacia el bienestar,
    el equilibrio, la
    salud y el
    respeto por mis
    particularidades.

    Para efectos de facilitar la comprensión de todo
    lo expresado anteriormente, asumiremos que la Autoestima es
    siempre cuestión de grados y puede ser aumentada, ya que
    si lo vemos con cuidado, concluiremos que siempre es posible
    amarnos más, respetarnos más o estar más
    conscientes de nosotros y de la relación que tenemos con
    todo lo que nos rodea, sin llegar a caer en el narcisismo o
    egoísmo, que es cuando sólo podemos amarnos a
    nosotros mismos. Por eso utilizaremos expresiones como aumentar,
    elevar o desarrollar la Autoestima, para aludir al hecho de que
    alguien pueda mejorar en los aspectos citados.

    De manera que sí es posible una
    potenciación de este recurso de conocimiento,
    aceptación y valoración de uno mismo.

    Cuando nos referimos a personas o situaciones de poco
    amor o respeto
    hacia nosotros mismos, utilizaremos los términos
    "DESVALORIZACIÓN" o "DESESTIMA", como palabras que se
    refieren a una manera inconsciente de vivir que niega, ignora o
    desconoce nuestros dones, recursos,
    potencialidades y alternativas.

    También es conveniente aclarar, que podemos tener
    comportamientos de baja Autoestima, en algún momento,
    aunque nuestra tendencia sea vivir conscientes, siendo quienes
    somos, amándonos y respetándonos. Puede
    también suceder lo contrario: vivir una vida sin rumbo,
    tendente al Autosabotaje y a la inconsciencia, pero podemos
    experimentar momentos de encuentro con nuestra verdadera esencia.
    Fragmentos de tiempo de
    inconsciencia y desconfianza en uno, no son igual que una vida
    inconsciente regida por el miedo como emoción fundamental.
    Lo uno es actitud
    pasajera, lo otro es forma de vida. Hay que
    distinguir.

    CÓMO SE
    FORMA LA AUTOESTIMA.

    Desde el momento mismo en que somos concebidos, cuando
    el vínculo entre nuestros padres se consuma y las células
    sexuales masculina y femenina se funden para originarnos, ya
    comienza la carga de mensajes que recibimos, primero de manera
    energética y luego psicológica.

    Debido a que los pensamientos y emociones son
    manifestaciones de energía y en el organismo se presentan
    en forma de reacciones eléctricas y químicas, cada
    vez que una mujer embarazada
    piensa o siente algo con respecto al niño en
    formación, su cerebro produce
    una serie de químicos que se esparcen por todo su cuerpo y
    que la criatura recibe y graba en su naciente sistema nervioso,
    sin tener la suficiente consciencia como para comprender o
    rechazar lo que recibe a través de un lenguaje
    químico intraorgánico.

    El hecho de que alguno de los progenitores, por ejemplo,
    asuma como un problema la llegada del niño, es captado por
    éste emocionalmente, y su efecto formará parte del
    archivo
    inconsciente del pequeño y tendrá repercusiones
    más adelante, cuando reaccione de diferentes formas y no
    logre comprender las causas generadoras de sus conflictos.
    Igualmente, cuando ya se ha producido el alumbramiento, todo
    estímulo externo influirá en el recién
    nacido y le irá creando una impresión emocional que
    influirá sus comportamientos futuros. Los padres y otras
    figuras de autoridad,
    serán piezas claves para el desarrollo de la Autoestima
    del niño, quien dependiendo de los mensajes recibidos,
    reflejará como espejo lo que piensan de él y se
    asumirá como un ser apto, sano, atractivo, inteligente,
    valioso, capaz, digno, respetado, amado y apoyado o, por el
    contrario, como alguien enfermo, feo, ignorante, desvalorizado,
    incapaz, indigno, irrespetado, odiado y abandonado. La forma como
    nos tratan define la forma como nos trataremos, porque esa es la
    que consideraremos como la más normal.

    Con la llegada de la pubertad y la
    adolescencia,
    se da la bienvenida a la sexualidad y a
    la necesidad del joven de encontrarse a sí mismo. Se
    inicia la llamada "brecha generacional" y el tránsito
    hacia una mayor definición de la
    personalidad. Esta etapa es crucial ya que en ella surgen con
    fuerza la competencia y el
    deseo de ser mejor que los demás. El joven experimenta una
    gran necesidad de aprobación por parte de su grupo cercano
    y aprende a dirigirse hacia quienes lo aplauden y a huir de
    quienes lo pitan. Desarrolla, con tal de ser querido, conductas
    muy específicas que se generalizarán hacia la vida
    adulta.

    El ingreso al mundo laboral complica
    el asunto de la formación y manifestación de la
    Autoestima, ya que en ese contexto se nos mide por lo que hacemos
    y no por lo que somos. Si produces, te quedas y si no te vas. Esa
    es la medida cuando de dinero se
    trata.

    Finalmente en la pareja y el matrimonio se
    expresa mucho de lo aprendido en los años precedentes:
    grabaciones, condicionamientos, tradiciones; lo que fue vertido
    en el molde durante muchos años y que hemos llegado a
    creer que somos. En este tiempo, formamos parte de una sociedad
    uniformada en la que muchos han renunciado a expresar su
    originalidad y tienen ideas fijas de las cosas, que casi siempre
    siguen aunque no les funcionen. La inconsciencia y falta de
    comprensión de lo que ocurre, induce a culpar, a resentir,
    a atacar, a agredir a los demás, a quienes se ve "como
    malos que no nos comprenden".

    Para entonces, ya hemos construido una imagen de
    nosotros (autoimagen), puesto que habremos aprendido una forma de
    funcionar, y llevamos como marca en la
    piel de vaca,
    el sello de lo que creemos que podemos o no ser, hacer y
    tener.

    LOS MAPAS.

    Es pertinente definir un término al que ya nos
    hemos referido sin darle nombre: LOS MAPAS. La Autoestima, como
    lo hemos visto, obedece a un conjunto de programaciones que
    define la forma como el individuo
    funcionará y procesará sus experiencias, los mapas
    son informaciones codificadas, obtenidas de nuestros padres,
    maestros, personas importantes más cercanas, que hemos ido
    guardando desde que nacemos. Experiencias del ayer que quedaron
    codificadas, ancladas en el sistema nervioso
    central o periférico.

    Incluyen todo lo vivido, experienciado, lo aprendido, lo
    informado.

    Si nos preguntamos cuándo nuestro mapa mental es
    adecuado o positivo, podemos encontrar la respuesta en las
    palabras del famoso terapeuta Fritz Perls: "Un mapa adecuado es
    aquel que representa la realidad tan fielmente como sea posible
    en un momento determinado". En líneas generales, cada
    quien percibe la realidad (su realidad) de acuerdo con sus mapas
    personales.

    POR QUÉ
    NECESITAMOS AUTOESTIMA.

    La vida humana es el transcurrir de experiencias y
    eventos con los que entramos en contacto; un transcurrir en
    ritmos y fluctuaciones; un ir y venir de flujos y reflujos. En
    este devenir, podemos llegar a vivir momentos altos y momentos
    bajos.

    La relación social, generalmente signada por
    cambios rápidos y frecuentes, y por una elevada competitividad, nos obligan a permanentes
    readaptaciones. En ciertas circunstancias, nuestro sentido de
    valor personal y de
    confianza en las propias capacidades pueden verse afectados y
    hacernos creer que vivimos a merced de las contingencias. En esos
    momentos la confusión, la impotencia y la
    frustración producidas por el no logro, nos lleva a dudar
    de nuestro poder creador,
    de la capacidad natural de restablecernos, y es entonces cuando
    optamos por crear y a veces sostener conductas autodestructivas,
    lejanas al bienestar generado por la Autoestima, es decir, por la
    consciencia, el amor incondicional y la confianza en uno mismo.
    Los seres humanos, somos "la única especie capaz de
    traicionar y actuar contra nuestros medios de
    supervivencia". En estado de
    desequilibrio, el hombre opta
    por manejarse de formas diversas aunque nocivas y elige,
    generalmente, los siguientes caminos:

    PARÁLISIS.

    La frustración es interpretada de forma tal que
    incapacita para la acción creativa. La apatía es
    una forma de manifestación de esta
    reacción.

    NEGACIÓN.

    La impotencia induce un bloqueo perceptivo, un
    autoengaño severo basado en el miedo al dolor. El adicto
    que asegura no tener adicción, es una muestra de este
    mecanismo.

    EVASIÓN.

    Aquí la estrategia es
    hacer todo lo que nos impida ver la situación a la cara.
    Se conoce su presencia pero se teme enfrentarla y se pospone. La
    diversión compulsiva es una forma de evasión
    bastante común.

    ENFERMEDAD.

    Aunque cualquiera de las manifestaciones anteriores
    conducen, si se prolongan, a estados de desequilibrio
    orgánico, en ocasiones se toma el camino corto y la
    reacción a la frustración es violenta, y se
    manifiesta en forma de enfermedad.

    Todos estos modos de reacción, de manejo
    inadecuado de la energía interior, reflejan ausencia de
    Autoestima, de conciencia de la
    capacidad para responder creativamente a las circunstancias. Es
    por eso, por la tendencia creciente que exhibe el humano de hoy a
    la autodestrucción, por lo que necesitamos un recurso
    protector que nos guíe hasta nuestro poder personal, hacia
    el restablecimiento del ritmo, del equilibrio, de la conciencia,
    de la integración. Ese recurso es la Autoestima,
    con él nacemos pero debemos reencontrarlo.

    LA VIDA SIN
    AUTOESTIMA.

    Es factible para el observador atento o entrenado,
    detectar los niveles de Autoestima o Desestima en las personas,
    ya que su manifestación se extiende a pensamientos,
    palabras, estados emocionales, hábitos y otras maneras de
    experiencias. La manera como vive un ser autoestimado es bastante
    diferente de la forma como funciona un desestimado.

    COMPORTAMIENTOS CARACTERÍSTICOS DEL
    DESESTIMADO.

    Algunos comportamientos característicos de las
    personas desestimadas son:

    INCONSCIENCIA.

    Ignora quien es y el potencial que posee; funciona
    automáticamente y depende de las circunstancias,
    eventualidades y contingencias; desconoce sus verdaderas
    necesidades y por eso toma la vida con indiferencia o se dedica a
    hacer mil cosas que no le satisfacen; ignora las motivaciones,
    creencias, criterios y valores que le
    hacen funcionar. Muchas áreas de su vida reflejan el caos
    que se desprende del hecho de no conocerse. Parte de ese caos,
    generalmente autoinducido, se observa en conductas
    autodestructivas de distinta índole. El desestimado vive
    desfasado en el universo
    temporal; tiene preferencia por el futuro o el pasado y le cuesta
    vivir la experiencia del hoy: se distrae con facilidad. Pensar y
    hablar de eventos pasados o soñar con el futuro, son
    conductas típicas del ser que vive en baja
    Autoestima.

    DESCONFIANZA.

    El desestimado no confía en sí mismo, teme
    enfrentar las situaciones de la vida y se siente incapaz de
    abordar exitosamente los retos cotidianos; se percibe incompleto
    y vacío; carece de control sobre su
    vida y opta por inhibirse y esperar un mejor momento que casi
    nunca llega. Tiende a ocultar sus limitaciones tras una "careta",
    pues al no aceptarse, teme no ser aceptado. Eso lo lleva a
    desconfiar de todos y a usar su energía para defenderse de
    los demás, a quienes percibe como seres malos y
    peligrosos; siempre necesita estar seguro y le es
    fácil encontrar excusas para no moverse. La vida, desde
    aquí, parece una lucha llena de injusticia.

    IRRESPONSABILIDAD.

    Niega o evade sus dificultades, problemas o conflictos.
    Culpa a los demás por lo que sucede y opta por no ver,
    oír o entender todo aquello que le conduzca hacia su
    responsabilidad. Sus expresiones favoritas son:
    "Si yo tuviera", "Si me hubieran dado", "Ojalá
    algún día", y otras similares que utiliza como
    recurso para no aclarar su panorama y tomar decisiones de
    cambio.

    En su irresponsabilidad, el desestimado acude
    fácilmente a la mentira. Se miente a sí mismo, se
    autoengaña y engaña a los demás. Esto lo
    hace para no asumir desde la consciencia adulta las consecuencias
    de sus actos, de su interacción con el mundo. Ninguna cantidad
    de nubes puede tapar por mucho tiempo el
    sol.

    INCOHERENCIA.

    El desestimado dice una cosa y hace otra. Asegura querer
    cambiar pero se aferra a sus tradiciones y creencias antiguas
    aunque no le estén funcionando. Vive en el sueño de
    un futuro mejor pero hace poco o nada para ayudar a su
    cristalización. Critica pero no se autocrítica,
    habla de amor pero no ama, quiere aprender pero no estudia, se
    queja pero no actúa en concordancia con lo que dice
    anhelar. Su espejo no lo refleja.

    INEXPRESIVIDAD.

    Por lo general reprime sus sentimientos y éstos
    se revierten en forma de resentimientos y enfermedad. Carece de
    maneras y estilos expresivos acordes con el ambiente,
    porque no se lo enseñaron o porque se negó a
    aprenderlos. En cuanto a la expresión de su creatividad,
    la bloquea y se ciñe a la rutina y paga por ello el
    precio del
    aburrimiento.

    IRRACIONALIDAD.

    Se niega a pensar. Vive de las creencias aprendidas y
    nunca las cuestiona. Generaliza y todo lo encierra en
    estereotipos, repetidos cíclica y sordamente. Pasa la
    mayor parte de su tiempo haciendo predicciones y pocas veces usa
    la razón. Asume las cosas sin buscar otras versiones ni
    ver otros ángulos. Todo lo usa para tener razón
    aunque se destruya y destruya a otros.

    INARMONÍA.

    El desestimado tiende al conflicto y se
    acostumbra a éste fácilmente. Se torna agresivo e
    irracional ante la critica, aunque con frecuencia critique y
    participe en coros de chismes. En sus relaciones necesita
    controlar a los demás para que le complazcan, por lo que
    aprende diversas formas de manipulación. Denigra del
    prójimo, agrede, acusa y se vale del miedo, la culpa o la
    mentira para hacer que los demás le presten atención. Cuando no tiene problemas se los
    inventa

    porque necesita del conflicto. En estado de paz se
    siente extraño y requiere de estímulos fuertes
    generalmente negativos. En lo interno, esa inarmonía se
    evidencia en estados ansiosos, que desembocan en adicciones y
    otras enfermedades.

    Para el desestimado, la soledad es intolerable ya que no
    puede soportar el peso aturdidor de su consciencia.

    DISPERSIÓN.

    Su vida no tiene rumbo; carece de un propósito
    definido.

    No planifica, vive al día esperando lo que venga,
    desde una fe inactiva o una actitud desalentada y apática.
    Se recuesta en excusas y clichés para respaldar su
    permanente improvisación.

    DEPENDENCIA.

    El desestimado necesita consultar sus decisiones con
    otros porque no escucha ni confía en sus mensajes
    interiores, en su intuición, en lo que el cuerpo o su
    verdad profunda le gritan.

    Asume como propios los deseos de los demás, y
    hace cosas que no quiere para luego quejarse y resentirlas.
    Actúa para complacer y ganar amor a través de esa
    nefasta fórmula de negación de sí mismo, de
    autosacrificio inconsciente de sus propias motivaciones. Su falta
    de autonomía, la renuncia a sus propios juicios hace que
    al final termine culpándose, autoincriminándose,
    resintiendo a los demás y enfermándose como forma
    de ejecutar el autocastigo de quien sabe que no está
    viviendo satisfactoriamente. La dependencia es el signo
    más característico de la inmadurez
    psicológica, que lleva a una persona, tal como
    dice Fritz Perls, a no pararse sobre sus propios pies y vivir
    plenamente su vida.

    INCONSTANCIA.

    Desde el miedo, una de las emociones típicas del
    desestimado, las situaciones se perciben deformadas y el futuro
    puede parecer peligroso o incierto. La falta de confianza en las
    propias capacidades hace que aquello que se inicia no se
    concrete. Ya sea aferrándose a excusas o asumiendo su
    falta de vigor, el desestimado tiene dificultad para iniciar,
    para continuar y para terminar cualquier cosa. Puede que inicie y
    avance en ocasiones, pero frente a situaciones que retan su
    confianza, abandonará el camino y buscará otra
    senda menos atemorizante. La inconstancia, la falta de
    continuidad, señala poca tolerancia a la
    frustración.

    RIGIDEZ.

    La persona desvalorizada lucha porque el mundo se
    comporte como ella quiere. Desea que donde hay calor haya
    frío, que la vejez no
    exista y que todo sea lindo. Le cuesta comprender que vivimos
    interactuando en varios contextos con gente diferente a nosotros
    en muchos aspectos, y que la verdad no está en mí o
    en ti, sino en un "nosotros" intermedio que requiere a veces
    "estirarse". Sufrir porque está lloviendo, negarnos a
    entender que una relación ha finalizado, empeñarnos
    en tener razón aunque destruyamos vínculos
    importantes, demuestra incapacidad para abandonar posturas
    rígidas que nos guían por la senda del conflicto
    permanente. Eso es no quererse, eso es Desestima.

    En general, el desvalorizado es un ser que no se conoce,
    que no se acepta y que no se valora; que se engaña y se
    autosabotea porque ha perdido el contacto consigo mismo, con su
    interioridad, y se ha desbocado hacia el mundo con el afán
    de ganar placer, prestigio y poder, es decir, de obtener a
    cualquier precio la aprobación de los demás, como
    un niño que requiere el abrazo materno para sobrevivir. El
    desestimado no se percata fácilmente de que ha roto el
    equilibrio que necesita para vivir paz y disfrutar de la vida,
    que como un don especial le ha sido.

    ALGUNOS
    COMPORTAMIENTOS DE BAJA AUTOESTIMA.

    Además de los mencionados anteriormente, existen
    otros comportamientos que reflejan desamor e irrespeto por
    nosotros, y como consecuencia de eso, por los demás. Sin
    que deban ser tomados como algo inmutable y absoluto, algunos de
    los más frecuentes son:

    • Mentir
    • Llegar tarde
    • Necesitar destacar
    • Irrespetar a las personas
    • Preocuparse por el futuro
    • Actuar con indiferencia
    • Creerse superior
    • Descuidar el cuerpo
    • Negarse a ver otros puntos de vista
    • Negarse a la intimidad emocional
    • Vivir aburrido, resentido o asustado
    • Desconocer, negar o inhibir los talentos
    • Vivir de manera ansiosa y desenfrenada
    • Descuidar la imagen u obsesionarse con
      ella
    • Desarrollar enfermedades
      psicosomáticas
    • Seguir la moda y
      sufrir si no estamos "al día"
    • La maternidad y paternidad irresponsables
    • Improvisar la vida, pudiendo planificarla
    • Descuidar la salud como si no fuera
      importante
    • Negarse a aprender
    • Idolatrar a otras personas
    • Asumir como estados habituales la tristeza, el miedo,
      la rabia y la culpa
    • Tener y conservar cualquier
      adicción(Cigarrillo, licor, comida, sexo,
      etc.)
    • Anclarse en lo tradicional como excusa para evitar
      arriesgarse a cosas nuevas
    • Negarse a la sexualidad(salvo casos especiales
      vinculados al celibato espiritual)
    • Incapacidad para manejar los momentos de
      soledad
    • Quejarse
    • Perder el tiempo en acciones que
      no nos benefician
    • Manipular a los demás
    • Culparse por el pasado
    • Actuar agresivamente
    • Autodescalificarse
    • Discriminar y burlarse de los
      demás
    • Sentirse atrapado y sin alternativas
    • Preocuparse porque otro destaque(Envidia)
    • Actuar tímidamente
    • Dar compulsivamente para ganar
      aprobación
    • Invadir el espacio de otros sin
      autorización
    • Depender de otros pudiendo ser
      independientes
    • Celar de manera desmedida a amigos o a la
      pareja
    • Compulsión por obtener títulos
      académicos y dinero
    • Irrespetar a las personas
    • Incapacidad para expresar los sentimientos y
      emociones
    • Maltratar a los hijos en vez de optar por
      comunicarnos
    • Denigrar de uno mismo y de los demás de manera
      frecuente
    • Sostener relaciones con personas conflictivas que te
      humillen y maltraten

    CREENCIAS
    SANADORAS.

    • Las cosas van a salir bien
    • Confío en mi mismo
    • Siempre hay una forma de lograr lo que
      quiero
    • Hoy es un día maravilloso
    • Soy una persona valiosa
    • Merezco dar y recibir amor
    • Me gusta mi vida
    • Trabajar es algo agradable
    • Soy inteligente
    • La comida me cae bien
    • Esta noche voy a dormir muy bien
    • Todo lo que pasa tiene una razón de ser y
      siempre deja algo positivo
    • No hay mal que por bien no venga
    • La vida es maravillosa
    • No existen problemas sino oportunidades de
      aprender
    • Cada quien tiene derecho a su propia
    • Soy un ser espiritual, y transciendo mis limitaciones
      físicas
    • Tengo el poder de sentirme bien
    • Puedo hacer que mi cuerpo me obedezca
    • Mi fe es firme y crece cada día
      más
    • La gente es buena aunque a veces actúe desde
      la rabia o el miedo
    • Puedo encontrar una pareja adecuada para
    • El pasado no dirige ni mi presente ni mi
      futuro
    • Preocuparme no me ayuda. Lo adecuado es actuar
      creativamente
    • Sé que puedo desarrollar cualquier cualidad si
      lo decido
    • Detrás de cada aparente pérdida viene
      una ganancia
    • Perdonar es importante y liberador
    • Mi tiempo es valioso y sé
      administrarlo
    • Tengo atractivo
    • Voy a ganar dinero suficiente
    • Le agrado a la gente

    LA VIDA
    CON AUTOESTIMA.

    Cuando la vida se vive desde la Autoestima todo es
    diferente. Las cosas cambian de color , sabor y
    signo, ya que nos conectamos con nosotros y con el mundo, desde
    un perspectiva mas amplia, integral, equilibrada, consciente y
    productiva.

    COMPORTAMIENTOS CARACTERÍSTICOS DEL
    AUTOESTIMADO.

    La caracterología que ofrece una persona con una
    Autoestima desarrollada, es mas o menos la siguiente:

    CONSCIENCIA.

    El autoestimado es la persona que todos podemos ser.
    Alguien que se ocupa de conocerse y saber cuál es su papel
    en el mundo. Su característica esencial es la consciencia
    que tiene de sí, de sus capacidades y potencialidades
    así como de sus limitaciones, las cuales tiende a aceptar
    sin negarlas, aunque o se concentra en ellas, salvo para buscar
    salidas más favorables. Como se conoce y se valora,
    trabaja en el cuidado de su cuerpo y vigila sus hábitos
    para evitar que aquellos que le perjudican puedan perpetuarse.
    Filtra sus pensamientos enfatizando los positivos, procura estar
    emocionalmente arriba, en la alegría y el entusiasmo, y
    cuando las situaciones le llevan a sentirse rabioso o triste
    expresa esos estados de la mejor manera posible sin esconderlos
    neuróticamente.

    En el autoestimado el énfasis está puesto
    en darse cuenta de lo que piensa, siente, dice o hace, para
    adecuar sus manifestaciones a una forma de vivir que le beneficie
    y le beneficie a quienes le rodean, en vez de repetir como robot
    lo que aprendió en su ayer cuando era niño o
    adolescente. Esa consciencia de la autoestima, hace que el
    individuo se cuide, se preserve y no actúe hacía la
    autodestrucción física, mental,
    moral o de
    cualquier tipo. La gratitud es norma en la vida de quien se
    aprecia y se sabe bendito por los dones naturales que
    posee.

    CONFIANZA.

    Autoestima es también confianza en uno mismo en
    las fuerzas positivas con las que se cuenta para abordar el
    día a día. Esta confianza es la guía para el
    riesgo, para
    probar nuevos caminos y posibilidades; para ver alternativas en
    las circunstancias en que la mayoría no ve salida alguna;
    para usar la inteligencia y
    seguir adelante aunque no se tengan todas las respuestas. Estas
    es la características que hace que el ser se exprese en
    terrenos desconocidos con fe y disposición de éxito.
    Cuando se confía en lo que se es, no se necesitan
    justificaciones ni explicaciones para poder ser aceptado. Cuando
    surgen las diferencias de opinión, confiar en uno hace que
    las críticas se acepten y se les utilice para el
    crecimiento.

    RESPONSABILIDAD.

    El que vive desde una Autoestima fortalecida asume
    responsabilidad por su vida, sus actos y las consecuencias que
    éstos pueden generar. No busca culpables sino soluciones.
    Los problemas los convierte en un "cómo", y en vez de
    compadecerse por no lograr lo que quiere, el autoestimado se
    planteará las posibles formas de obtenerlos.
    Responsabilidad es responder ante alguien, y ese alguien es,
    él mismo o Dios en caso de que su visión de la vida
    sea espiritual. Toma como regalo el poder influir en su destino y
    trabaja en ello. Quien vive en este estado no deja las cosas al
    azar , sino que promueve los resultados deseados y acepta de la
    mejor forma posible lo que suceda.

    COHERENCIA.

    La Autoestima nos hace vivir de manera coherente y nos
    impulsa a realizar e esfuerzo necesario para que nuestras
    palabras y actos tengan un mismo sentido. Aunque el autoestimado
    guste de hablar, sus actos hablarán por él tanto o
    más que sus palabras. No quiere traicionarse y se esmera
    en combatir y vencer sus contradicciones internas.

    EXPRESIVIDAD.

    Los que viven confiado en su poder, aman la vida y lo
    demuestran en cada acto. No temen liberar su poder aunque puedan
    valorar la prudencia y respetar las reglas de cada contexto.
    Mostrar afecto, decir "te quiero", halagar y tocar
    físicamente, son comportamientos naturales en quienes se
    estiman, ya que disfrutan de sí mismos y de su
    relación con las personas. La forma de vincularse es
    bastante libre y sin l típica cadena de prejuicios que
    atan culturalmente al desvalorizad. En esa expresividad, es
    seguro observar límites,
    ya que para expresarse no hay que invadir ni anular a nadie. La
    expresividad del autoestimado es consciente y natural, no
    inconsciente ni prefabricada.

    RACIONALIDAD.

    En el terreno de la Autoestima se acepta lo
    espontáneo aunque el capricho es indeseable. La vida es
    vista como una oportunidad lo bastante especial como para no
    dejarla en manos de la suerte. De esta visión se deriva un
    respeto por la razón, el
    conocimiento y la certeza. Quien anda de manos del amor
    propio, no juega consigo y por eso valora el tiempo como recurso
    no renovable que es. Quien se respeta busca, sin compulsiones,
    alcanzar un mínimo control de su existencia y para eso usa
    su inteligencia y capacidad de discernimiento, confiando en
    lograr sus objetivos al menor costo. He
    allí la consciencia de efectividad de la
    Autoestima.

    ARMONÍA.

    Autoestima es sí misma armonía,
    equilibrio, balance, ritmo y fluidez. Cuando existe
    valoración personal, también se valora a los
    demás, lo que favorece relaciones sanas y plenas medidas
    por las honestidad, la
    ausencia de conflicto y la aceptación de las diferencias
    individuales. Por ser las paz interna la máxima conquista
    de la Autoestima, quienes están por ese camino hacen lo
    posible por armonizar y aminorar cualquier indicador de
    conflicto. Esta armonía interior ahuyenta la ansiedad y
    hace tolerable la soledad, vista a partir de un estado
    armónico de vida como un espacio de crecimiento interior,
    encuentro con uno mismo y regocijo.

    RUMBO.

    El respeto hacia nosotros y hacia la oportunidad de
    vivir engendra una intención de expresar el ser, de
    trascender , de lograr y de ser útil. Eso se hace
    más factible al definir un rumbo, un propósito, una
    línea de objetivos y metas, un plan para
    ofrendarlo a la existencia y decir "esto es lo que soy y esto es
    lo que ofrezco". La vida es un don que se expresa a través
    de una misión y
    una vocación; descubrirlo es tarea de cada quien, y es
    únicamente en ese camino donde hallaremos la plenitud y la
    alegría de vivir. No hacerlo, equivale a nadar en tierra o arar
    en mar. E rumbo es indispensable aunque podamos modificarlo, si
    se llegara a considerar necesario.

    AUTONOMÍA.

    La autonomía tiene que ver con la independencia
    para pensar, decidir y actuar; con moverse en la existencia de
    acuerdo con las propias creencias, criterios convicciones, en vez
    de cómo seguimiento del ritmo de quienes nos rodean. No se
    puede vivir para complacer expectativas de amigos, parientes o
    ideologías prestadas, mientras algo dentro de nosotros
    grita su desacuerdo y pide un cambio de dirección. El autoestimado busca y logra
    escucharse, conocerse, dirigirse y pelear sus propias batallas
    confiado en que tarde o temprano las ganará. No se
    recuesta en la aprobación, sino que mira hacia el interior
    donde laten sus autenticas necesidades, sin desdeñar lo
    que el mundo puede ofrecerle.

    VERDAD.

    El autoestimado siente respeto reverencial por la
    verdad, no la niega sino que la enfrenta y asume con sus
    consecuencias. Los hechos son los hechos, negarlos es un acto
    irresponsable que nos quita control sobre nuestra vida. Cuando se
    evade la verdad, comienza uno a creerse sus propias mentiras. No
    recuerdo quien fue la persona que dijo "no le temas tanto la
    verdad como para negarte a conocerla".

    PRODUCTIVIDAD.

    La productividad es
    un resultado lógico de la Autoestima. Me refiero a una
    productividad equilibrada en las distintas áreas de la
    vida humana. No a la productividad meramente económica que
    suele ser causas de enormes distorsiones en las relaciones y en
    la salud. Esta productividad equilibrada es consecuencia de
    reconocer y utilizar los dones y talentos de manera efectiva.
    Iniciativa, creatividad, perseverancia , capacidad de
    relacionarse y otros factores asociados con una sana Autoestima
    posibilitan, al entrar en funcionamiento, la obtención de
    aquello que deseamos, o l menos de algo bastante
    cercano.

    PERSEVERANCIA.

    Cuando alguien tiene confianza en sí mismo, es
    capaz de definir objetivos trazar un rumbo, iniciar acciones para
    lograr esos objetivos y, además desarrollar la capacidad
    para el esfuerzo sostenido, la convicción de que tarde o
    temprano verá el sueño realizado. La perseverancia
    es por eso característica clara de la persona
    autoestimada, para quien los eventos frustrantes son pruebas
    superables desde sus conciencia creativa.

    FLEXIBILIDAD.

    Es característica de la persona autoestimada
    aceptar las cosas como son y no como se le hubiese gustado que
    fueran. Ante la novedad, para no sufrir, es necesario
    flexibilizar nuestras creencias y adecuar nuestros deseos sin
    caer, claro está, en la resignación o la
    inacción. Flexibilidad implica abrirse a lo nuevo, aceptar
    las diferencias y lograr convivir con ellas; tomarse algunas
    cosas menos en serio, darse otras oportunidades y aprender a
    adaptarse. Todas estas son manifestaciones de inteligencia,
    consciencia y respeto por el bienestar.

    De forma sencilla y resumida, Lair Ribeiro al referirse
    a los atributos de la persona autoestimada nos dice que
    ésta es "ambiciosa sin ser codiciosa, poderosa sin ser
    opresora, autoafirmativa sin ser agresiva, e inteligente sin ser
    pedante".

    ALGUNOS
    COMPORTAMIENTOS DE ALTA AUTOESTIMA.

    Algunos comportamientos que revelan Autoestima, sin que
    deban ser tomados como algo absoluto, son los
    siguientes:

    • Aprender
    • Agradecer
    • Reflexionar
    • Planificar
    • Procurarse salud
    • Producir dinero
    • Cuidar el cuerpo
    • Vivir el presente
    • Valorar el tiempo
    • Respetar a los demás
    • Disfrutar la soledad
    • Abrirse a lo nuevo
    • Actuar honestamente
    • Cumplir los acuerdos
    • Perdonarse y perdonar
    • Respetar a los demás
    • Vivir con moderación
    • Actuar con originalidad
    • Aceptarnos como somos
    • Aceptar los éxitos ajenos
    • Halagar y aceptar Halagos
    • Disfrutar del trabajo
      diario
    • Actuar para lograr objetivos
    • Respetar el espacio físico y
      psicológico de los demás
    • Vivir con alegría y entusiasmo
    • Cuidar la imagen personal
    • Dar ejemplos positivos a los hijos
    • Confiar en las capacidades propias
    • Reconocer y expresar los talentos
    • Expresar los sentimientos y emociones
    • Abrirse a la intimidad económica y
      física
    • Respetar las diferencias de ideas y
      actitudes
    • Pensar y hablar bien de uno y de los
      demás
    • Relacionarse con personas positivas y
      armónicas
    • Disfrutar de las relaciones con las demás
      personas
    • Desarrollar independencia en todos los órdenes
      posibles.

     CREENCIAS LIMITADORAS.

    • Las cosas van a salir mal
    • No creo que pueda lograrlo
    • Hoy va ser un día terrible
    • No sirvo para nada
    • No le agrado a la gente
    • Es difícil producir dinero
    • Trabajar es aburrido y cansón
    • Detesto mi vida
    • Soy bruto, soy tonto, soy torpe
    • Todo me sale mal
    • Tengo mala suerte
    • Nunca me alcanza el tiempo
    • No soporto que me critiquen
    • Es lógico que siempre me sienta
      mal
    • La gente es mala y hay que cuidarse de
      todos 
    • No existen hombres (o mujeres) que valgan la
      pena
    • Yo soy así y no puedo cambiar
    • Estoy preocupado(a)
    • Para qué habré nacido. La vida es
      terrible
    • Tengo muchos defectos
    • Los problemas me persiguen
    • Lo bueno dura poco
    • Yo olvido pero no perdono
    • Me odio, no me soporto
    • Me las van a pagar
    • No merezco que nadie me ame
    • Mi familia no me
      gusta
    • Seguro que voy a enfermarme
    • No quiero vivir

    AUTOESTIMA Y
    RELACIONES.

    En la vida social, todo lo que logramos tiene que ver
    con personas. Vivimos en un permanente estado de interdependencia
    en el cual todos nos necesitamos mutuamente, y lo que uno hace
    afecta a los demás de distintas maneras.

    En virtud de que no es posible vivir y realizarse sino a
    través de la relación social, es fácil
    intuir que necesitamos aprender a relacionarnos para obtener y
    brindar más y mejores beneficios para todos. Ese es el
    destino del "animal político", del que habla Platón
    al referirse al hombre.

    Sin embargo, no todo es tan sencillo, ya que cada quien
    se relaciona con los demás desde su nivel de conciencia,
    desde su equilibrio o su desorden interior, desde su manera
    particular de experimentar la vida e interpretarla; desde lo que
    aprendió y reforzó con el tiempo; es decir desde su
    Desvalorización o desde su Autoestima.

    Cuando estamos centrados, satisfechos con lo que somos y
    confiados de nuestra capacidad para lograr objetivos, la manera
    como nos relacionamos con las personas suele ser transparente y
    honesta; nos acercamos a ellos para compartir y los valoramos por
    el simple hecho de ser humanos, de haber nacido. Esto es lo que
    se conoce como "relación primaria", vínculos que se
    basan en compartir lo que somos.

    Por el contrario, cuando nuestros Mapas, los
    aprendizajes que traemos archivados en la memoria,
    nos dicen que no somos capaces, cuando nuestra Autoestima
    está debilitada, tendemos a establecer vínculos
    desde el interés
    material, desde utilitarismo. Es entonces cuando deja de
    importarnos la persona y pasamos a prestar atención al
    beneficio que nos pueda deparar. Pasamos a preguntarnos lo que
    nos aporta, lo que podemos obtener de ellas. Este es el tipo de
    relación que se conoce como "relación
    secundaria".

    Desde la Desvalorización somos tímidos o
    agresivos. El equilibrio, la firmeza, la honestidad, es decir, la
    Asertividad es
    únicamente posible en la persona Autoestimada.

    TIMIDEZ.

    Es una estrategia de vinculación basada en el
    miedo, asumida por las personas cuando intentan evitar ser
    desaprobadas y proteger la imagen que tienen de si mismas
    (autoimagen). La Timidez puede ser muy nociva cuando:

    • Impide la expresión libre de ideas y
      sentimientos.
    • Bloquea el disfrute de las relaciones.
    • Resta oportunidades sociales.
    • Genera ansiedad, depresión, adicciones.
    • Impide la defensa de nuestros derechos
      legítimos.

    La persona que actúa con timidez, desarrolla una
    serie de mecanismos de defensa que lo protejan de los encuentros
    e interacciones que cree que serán tensos. Esos mecanismos
    los podemos englobar bajo la denominación de "Zona de
    Seguridad": un
    espacio de protección física y psicológica
    que nos sirve para evitar que se nos conozca a fondo. Todo esto
    es una respuesta a un miedo irracional y aprendido. No somos
    tímidos, aprendemos a actuar
    tímidamente.

    Algunas formas como manifestamos nuestra Zona de
    Seguridad, son:

    • Marcar distancia física (alejarse, no tocarse,
      interponer objetos)
    • Evadir miradas
    • Hacer creer que no escuchamos lo que nos
      dicen
    • Hacer creer que no entendemos lo que nos
      dicen
    • Actuar con indiferencia
    • Hacerse el indiferente
    • Actuar irónicamente o
      agresivamente
    • Evitar abordar temas personales
    • Actuar con falsedad, fingir (ponerse una
      "careta")

    AGRESIVIDAD.

    Es una forma inadecuada de canalizar la
    frustración, que facilita el desbordamiento emocional con
    consecuentes daños en las relaciones. Generalmente surge
    como una reacción defensiva al miedo y/o culpa que la
    persona siente pero se niega a reconocer. Se relaciona con la
    imposición, la intolerancia, el autoritarismo y el
    abuso.

    Algunas desventajas de la Agresividad, son:

    • Demuestra debilidad psicológica
    • Hace que la gente se aleje por
      autoprotección
    • Impide evaluar los hechos adecuadamente
    • Induce a reacciones destructivas
    • Al prolongarse, genera enfermedades
      psicosomáticas

    ASERTIVIDAD.

    La tercera forma de vinculación, la única
    que responde a una Autoestima desarrollada, es la
    Comunicación Asertiva. Se entiende por ésta al
    estilo honesto, directo y equilibrado de comunicación, caracterizado por diálogo
    respetuoso y frontal, para expresar y defender nuestros derechos
    a través de comportamientos adecuados con voz firme,
    contacto visual, postura recta y frontal y uso de expresiones
    verbales que reflejan autorrespeto, como por ejemplo:

    • Me sentiría mejor contigo, si…
    • Algo que sucede y que me está afectando,
      es…
    • No me siento bien, cuando…
    • Cuando haces… yo me siento… por favor no lo hagas
      de nuevo….

    Vale decir que las razones por las que no somos
    asertivos, y optamos por relacionarnos a través de formas
    autosaboteadoras, son:

    • Aprendizaje por modelaje de patrones
      familiares
    • Inconsciencia de los beneficios de una
      comunicación asertiva
    • Miedo a la desaprobación y al
      rechazo
    • Carencia de entrenamiento
      en conductas asertivas.

    LA
    RELACIÓN FAMILIAR.

    La primera relación trascendente en la vida del
    individuo es la relación familiar, ya que la familia es
    el inicial y más importante contexto que permite al ser
    humano desarrollar su Autoestima. La familia es el espejo en el
    que nos miramos para saber quienes somos, mientras vamos
    construyendo nuestro propio espejo; el eco que nos dice
    cómo actuar con los demás para evitar que nos
    lastimen.

    Dependiendo de cómo sea la familia, así
    será la persona, la cual resultará modelada por las
    reglas, los roles, forma de comunicación, valores,
    costumbres, objetivos y estrategias de
    vinculación con el resto del mundo que impere a su
    alrededor.

    LA FAMILIA AUTOESTIMADA.

    En las familias que se forman y desarrollan con una
    Autoestima sana, la forma de funcionamiento de sus miembros tiene
    características particulares. En este contexto grupal, las
    reglas están claras, sus miembros las adoptan como faro de
    mar para transitar con certeza por las aguas de la vida, aunque
    se muestran dispuestos a revisarlas e incluso a modificarlas si
    acaso éstas llegan a quedar desactualizadas y dejan de
    guiarlos a puerto seguro. No se siguen parámetros
    automáticamente, sólo por el hecho de que los
    abuelos o los tíos así lo hayan hecho. Hay
    disposición a buscar lo que conviene a las necesidades de
    todos los integrantes.

    La comunicación es abierta, por lo que esta
    permitido expresar los sentimientos directamente, sin el temor de
    parecer ridículos, cursis o de recibir una cruda
    represalia. La interacción se basa en el amor más
    que en el poder, por lo que emociones como la rabia, la tristeza
    o el miedo, tienen cabida y son respetadas siempre que se
    expresen adecuadamente con la intención de encontrar
    soluciones, y no de manera irresponsable y anárquica, como
    simple catarsis. En
    la familia Autoestimada quienes dirigen se afanan en comprender
    en vez de escapar por las puertas oscuras de la critica, la queja
    estéril y la acusación ciega.

    Desde esta óptica,
    los padres comprenden que sus hijos no se "portan mal" por ser
    malos, sino porque algo los desequilibra y afecta
    temporalmente.

    Existen objetivos familiares que permiten que todos sus
    miembros crezcan sin que tengan que renunciar a su
    vocación fundamental para complacer a padres u otros
    familiares. Cada quien debe elegir, en algún momento, el
    sabor del agua que desea
    beber, lo cual es síntoma inicial de verdadera madurez.
    Cuando los objetivos son comunicados adecuadamente, satisfacen
    las necesidades reales del grupo y logran ser comprendidos, todos
    se sienten motivados para involucrarse sin traumas; se
    benefician, aprenden y crecen a través del apoyo mutuo. La
    forma de proceder de la familia Autoestimada es nutritiva porque
    se orienta a partir del deseo de ganar y no del miedo a
    perder.

    LA FAMILIA DESVALORIZADA:

    Las familias que carecen de Autoestima se caracterizan
    por la ausencia de reglas, las cuales cuando existen son difusas,
    contradictorias o basadas en la tradición y en
    estereotipos que nada tienen que ver con las verdaderas
    necesidades del grupo. Hacen lo que se ha hecho siempre, lo
    aceptado, lo tradicional, sin considerar su verdadera utilidad y
    adecuación. Hay obligaciones
    para todos y por todas partes, aunque nadie sepa en qué se
    basan, quién las establece y con qué criterio.
    Creer en Dios, ser Comunista, ponerse la pijama antes de dormir,
    no caminar descalzo o ser vegetarianos, pueden ser mandatos
    arbitrarios, caprichosos u hormonales, cuando nadie explica las
    razones, el porqué debemos hacerlo.

    Impera la anarquía porque no existen roles
    definidos y cada quien actúa dependiendo de cómo se
    siente. Lo que uno arma el otro lo desarma; uno hace, el otro
    interfiere. Los hermanos mayores juegan a ser papas de los
    menores: les pegan, los castigan y resienten la responsabilidad
    que padres insensatos les han endilgado; las madres actúan
    como niñas y obligan a sus hijos a velar por ellas; los
    padres son duros hoy y blandos mañana. Nadie sabe que
    calle tomar.

    La comunicación es caótica y las
    relaciones de sus miembros se establecen desde el poder, lo cual
    origina vínculos perversos en los que cada uno presiona
    como puede para asegurarse atención y estímulos.
    Crean entre todos una red confusa e intrincada
    , en la que a pesar de la buena intención terminan
    atrapados, dolidos y desanimados.

    Los hijos trataran de evitar de hacer todo aquello que
    puede desagradar a sus padres o lo harán a escondidas
    abrazando la mentira, a la que terminaran viendo como algo
    normal. Para cuando los miembros de la familia desestimada puedan
    percatarse de lo que han estado haciendo, deberán
    conformarse con sentirse culpables, quejarse, rumiar su pena e
    infligirse enfermedades psicosomáticas.

    No existen objetivos familiares. En los hogares
    Desvalorizados, se vive en permanente ensayo y
    error, sin una meta común por la cual luchar unidos; no
    hay un proyecto de vida
    definido, sujeto a valores y criterios coherentes.

    RELACIÓN ENTRE PADRES E
    HIJOS.

    Si aceptamos que los padres tienen una influencia
    dramática en los hijos, expresada durante la crianza,
    debemos admitir que la Autoestima de los primeros, será el
    modelo a
    seguir de los segundos. Podemos destacar algunos vicios de trato
    que los padres suelen tener con los hijos en la relación
    comunicacional cotidiana, así como las estrategias
    más afectivas para optimizar los vínculos, he
    aquí algunas de las más nefastas, y unas cuantas
    alternativas favorables y efectivas.

    Estrategias Inefectivas:

    • Dar ordenes
    • Amenazar
    • Moralizar
    • Negar percepciones
    • Distraer
    • Criticar y ofender
    • Ridiculizar
    • Comparar
    • Elogiar
    • Confundir

    Estrategias Efectivas:

    Aunque no existen recetas mágicas para la
    crianza, la actitud amorosa y consciente es la que parece brindar
    los mejores resultados. Algunas alternativas que pueden funcionar
    mejor que las fórmulas antes expuestas, son:

    • Sintonía
    • Honestidad
    • Responsabilizar
    • Delimitar
    • Negociar
    • Anticipar
    • Reforzar

    En la adolescencia, las fricciones entre padres e
    hijos suelen acentuarse durante esta etapa, ya que los
    jóvenes necesitan ser ellos mismos, sin perder el
    cariño y el apoyo de sus padres, quienes a su vez temen
    que sus hijos sufran daños a causa de la inexperiencia.
    Además el miedo de muchos adultos a perder el control que
    durante tantos años han mantenido, genere no pocos
    inconvenientes.

    Aunque la influencia del medio
    ambiente, especialmente la de otros jóvenes, es
    poderosa y ejerce peso sobre los adolescentes,
    podría decirse que la responsabilidad fundamental en la
    relación recae sobre los padres, por ser ellos quienes
    tomaron la decisión de tener hijos, porque cuentan con la
    mayor experiencia y porque tienen la posibilidad de predicar con
    el ejemplo. Cuando los hijos llegan a la adolescencia, la
    Autoestima de los padres es puesta a prueba, ya que es entonces
    cuando parecen perder el control y el sentido común.
    Entonces:

    • Se tornan sobreprotectores y exageradamente
      controladores.
    • Comparan a sus hijos con otros ("mira como lo hace tu
      hermano"), o con ellos (los padres) cuando eran jóvenes
      ("cuando yo tenía tu edad…").
    • Los critican y culpabilizan para que
      obedezcan.
    • Les invaden el espacio personal
    • Ocultan sus debilidades y errores para parecer padres
      perfectos
    • Les invaden el espacio personal
    • Administran el tiempo y dinero de los hijos ignorando
      sus propias prioridades
    • Exageran y dramatizan situaciones sencillas y
      normales
    • Les condicionan el apoyo como chantaje
    • Deciden por ellos, imponiendo sus
      criterios
    • Los asustan haciéndoles creer que el mundo es
      peligroso y que nadie como ellos (sus padres) podrán
      cuidarlos debidamente
    • Los espían descaradamente.

    Comportamientos de este tipo revelan una gran carga de
    inconsciencia, desconfianza e inmadurez, que pocos padres
    serían capaces de aceptar, por la absurda creencia de que
    eso les haría perder respeto y autoridad frente a sus
    hijos.

    LA
    RELACIÓN DE PAREJA.

    Al igual que en cualquier contexto formado por personas,
    el funcionamiento de la pareja depende de la Autoestima de sus
    miembros. La formación de pareja es una necesidad del ser
    humano en la búsqueda de ensanchar su horizonte personal y
    de compartir lo que es, a través de distintas maneras de
    expresión. En la relación de dos, se abre un mar de
    posibilidades de proximidad que reduce la sensación de
    soledad y vacío a través de la búsqueda y
    encuentro de intimidad física y
    psicológica.

    La pareja Autoestimada:

    Visto de manera esquemática y sencilla, la pareja
    autoestimada se caracteriza por comportamientos positivos que
    tienden al bienestar y al logro. Algunos de esos comportamientos
    efectivos que reflejen conciencia, confianza, valoración y
    respeto, son.

    • Dialoga frecuentemente y no evade los
      conflictos
    • Expresa sus sentimientos abiertamente
    • Acepta las diferencias individuales de sus
      miembros
    • Se apoya mutuamente sin crear dependencia
    • Se dedica a crecer
    • Se comunica desde cualidades y coincidencias, y no
      desde defectos y diferencias
    • Se desarrolla en torno a
      proyectos en
      común
    • Respeta la individualidad del otro miembro de la
      pareja
    • Se esfuerza por conocerse
    • No depende de la aprobación externa. Es
      autónoma
    • Vive con acuerdos, reglas y valores
      definidos
    • Se compromete
    • Se tiene lealtad y confianza mutua
    • Evita depender y controlar
    • Enfrenta las rupturas y separaciones con
      madurez

    La pareja Desvalorizada:

    Por su parte, la pareja desestimada funciona de manera
    diferente, con un nivel reducido de consciencia de sus
    capacidades y necesidades, poca confianza de sus miembros,
    indignidad y mínima valoración de si misma. Sus
    características resaltantes suelen ser:

    • Tiende a la incomunicación y evade la realidad
      para no enfrentarla
    • Bloquea la expresión de sus sentimientos; los
      ignora, evade o se avergüenza de ellos.
    • Es conflictiva e inarmónica
    • Carece de reglas, acuerdos y valores claros y
      definidos
    • No acepta las diferencias de sus miembros. Vive del
      "debe ser"
    • Crea dependencia psicológica,
      económica, sexual.
    • No se plantea el crecimiento como
      objetivo
    • Carece de proyectos comunes; cada quien funciona por
      su lado
    • El apoyo se brinda condicionado
    • Invade el espacio personal del otro
    • Ignora el uno lo que desea o necesita el
      otro
    • Vive del "qué dirán"; es guiada desde
      el exterior
    • Se relaciona circunstancialmente, sin compromisos
      verdaderos y honestos
    • Desconfía del otro
    • Enfrenta las rupturas y separaciones con
      inmadurez.

    AUTOESTIMA Y TRABAJO.

    La Autoestima tiene una poderosa influencia en el logro
    de objetivos relacionados con la ocupación, el oficio, la
    profesión. La relación que existe entre las
    variables
    Autoestima – trabajo es, desde todo punto de vista,
    indisoluble.

    Aceptando esto como cierto, podemos decir que la persona
    que trabaje desde su Autoestima, se desempeña de una
    manera diferente a aquella que lo hace desde su
    Desvalorización. En el plano de las creencias, el
    Desvalorizado suele estar anclado, envuelto en una serie de
    creencias negativas con relación al trabajo.

    El trabajador Desvalorizado:

    Algunas de sus características más
    resaltantes, en relación con el marco laboral,
    son:

    • Trabaja sin tener claridad de rumbo, ignora su
      verdadera vocación.
    • No respeta el tiempo propio ni el ajeno
    • No confía en sus capacidades puesto que por lo
      general las desconoce
    • Vive frustrado y presionado por el
      trabajo
    • Tiende a la dependencia y pone su carga sobre cuanto
      hombro vea dispuesto
    • Su estilo es la rutina
    • Vive en la fantasía, en el "debe
      ser"
    • Su actitud es apática y desinteresada,
      actúa como si nada le importara realmente
    • No persevera, abandona lo poco que logra
      iniciar
    • Depende de otros, de sus decisiones y
      aprobación, lo cual le resta autonomía y le hace
      sentirse indigno, culpable y manejable
    • No asume responsabilidades, evade el esfuerzo y
      responde con un típico: "eso no me toca a mí" o
      un "yo no se nada de eso"
    • Establece relaciones conflictivas basadas en el
      interés y el utilitarismo
    • Carece de control sobre su trabajo; su estado
      más frecuente es la confusión y tiene mal
      relación consigo mismo, con las máquinas, los procesos y las
      personas.

    El trabajador Autoestimado:

    Podríamos decir que el trabajador
    Autoestimado:

    • Trabaja desde su vocación, tiene un
      propósito claro y posee objetivos y metas
      definidos
    • Valora su tiempo y su energía, por lo que
      elige con agudeza a qué dedicar su atención y su
      intención
    • Confía en sus potencialidades porque las
      conoce, e intenta cultivarlas a través del
      discernimiento, el estudio y la práctica. Usa lógica y también la
      intuición
    • Disfruta lo que hace ya que es consciente de que
      actúa, no por obligación, sino por
      elección personal, lo cual lo lleva alejarse de lo que
      no le produce auténtica satisfacción
    • Busca ser independiente, dentro de la normal
      interdependencia del mundo actual
    • Crea sus circunstancias a través de la
      acción inteligente, de la iniciativa y la
      creatividad
    • Respeta la realidad y no niega los hechos; tiende a
      buscar las lecciones que se ocultan detrás de lo que
      parece estar en contra
    • Su actitud es entusiasta y resulta
    • Es perseverante en sus intenciones
    • Respeta el tiempo propio y el ajeno porque lo sabe
      valioso e irrecuperable
    • Es relativamente autónomo en sus decisiones
      sin perder la apertura a las opiniones
      foráneas
    • Asume responsabilidades porque se cree capaz de
      manejarlas
    • Se vincula honestamente con los demás, respeta
      sus ideas, estados emocionales y decisiones
    • Controla su trabajo y mantiene armonía consigo
      mismo, con las máquinas, con las personas y con los
      procesos

    CONCLUSIONES.

    • La Autoestima se forma desde la gestación,
      durante el período prenatal y en los años que
      siguen el nacimiento del niño, quien aprenderá,
      de acuerdo con lo que perciba en su entorno, si es apto para
      lograr objetivos y ser feliz, o si debe resignarse a ser
      común; uno más en una sociedad en la que
      vivirá posiblemente resentido, ansioso y funcionando muy
      por debajo de su verdadera capacidad. Los niveles de salud,
      éxito económico y calidad de
      relaciones, están frecuentemente relacionadas con una
      Autoestima fuerte. El desequilibrio, el caos en estas
      áreas, se puede vincular a una baja, débil o
      escasamente desarrollada autoestima.
    • La Autoestima es un recurso psicológico que
      permite que las personas se orienten hacia el bienestar y no
      hacia la autodestrucción. Sin embargo de manera
      automática y poco consciente, acostumbramos desarrollar
      comportamientos que afectan y reducen de manera significativa
      nuestra calidad de
      vida.
    • Envidiar, criticar, maltratar, celar, quejarse,
      negarse a aceptar las cosas como son, evitar los cambios
      necesarios, trabajar compulsivamente, fumar o beber en exceso y
      actuar tímidamente o con apatía, entre otras
      conductas frecuentes, revelan desamor por uno mismo,
      pérdida del equilibrio de la mente y del cuerpo y, por
      consiguiente, la urgente necesidad de restablecer la
      Autoestima, que es la pieza clave para todo tipo de
      relación en nuestras vidas: paternal, amorosa, de
      trabajo o simplemente social.

    REFERENCIAS
    BIBLIOGRAFICAS
    .

    "Autoestima en palabras sencillas" – YAGOSESKY,
    Renny.

     

    Msc. Renny Yagosesky
    Orientador de la Conducta
    www.laexcelencia.com

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