Hacia un modelo latinoamericano de Seguridad Privada: Los nuevos desafíos en la región
Hacia un modelo
latinoamericano de Seguridad
Privada: Los nuevos desafíos en la
región
Conferencia. Primer Congreso
Latinoamericano de Seguridad
Bogotá, 24 al 26 de septiembre
de 2003
- Resumen
ejecutivo - ¿Qué es la
Seguridad Privada? - La Seguridad Privada en el
ámbito mundial - La oferta de seguridad
privada - La demanda de seguridad
privada - El vínculo
oferta-demanda - Tendencias emergentes en el
sector - La Seguridad Privada en
los paises desarrollados - La seguridad privada en
Latinoamérica - Conclusiones
En Latinoamérica, la Seguridad Privada
es un sector económico en rápida expansión,
creador de una enorme cantidad de empleo formal,
gran pagador de impuestos, y que
contribuye de modo sustancial y creciente a cubrir las crecientes
necesidades de Seguridad de nuestras sociedades.
Inicialmente presentaremos un panorama global del sector
de la Seguridad Privada – incluyendo las dimensiones del
sector, principales segmentos, la situación de la oferta de
servicios de
Seguridad Privada, de su demanda y del
vínculo que las une, y las tendencias más
relevantes en el sector en el ámbito mundial.
Luego de ello, presentaremos las particularidades del
sector en Latinoamérica, que deben conocerse ya que
condicionan el presente, e influirán sobre el desarrollo
futuro del sector en nuestra región.
Finalmente, una vez conocido el cuadro general,
presentaremos los nuevos desafíos que presenta la
Seguridad Privada en nuestra región: crecer, formalizarse,
profesionalizarse y, cada uno en su ámbito, trabajar en
conjunto con las fuerzas públicas de nuestros
países para mejorar las condiciones de seguridad de
nuestras comunidades.
Para lograrlo, en nuestras empresas
deberemos trabajar sobre la estrategia, la
estructura,
los procesos y,
principalmente, encarar un sólido trabajo de entrenamiento
directivo y transformación cultural – que
afortunadamente en muchos casos ya ha comenzado – , porque
sin nuestra gente no lo lograremos.
Esperamos que este documento sea la semilla de un
trabajo analítico que deberá ser profundizado, dada
la relevancia económica y social del sector.
Prof. Edgardo Frigo
Buenos Aires, septiembre de 2003
- ¿QUE ES LA SEGURIDAD
PRIVADA? El sector de la Seguridad Privada está
compuesto por una gran cantidad de efectores individuales y
organizacionales que brindan servicios
de seguridad, vigilancia, protección, investigaciones y múltiples otros
conexos a particulares, empresas,
instituciones, reparticiones gubernamentales y
otros demandantes.Se trata de un sector económico muy joven.
Las empresas de más de 30 años de existencia en
el sector son la excepción mas que la regla, y la
inmensa mayoría de los actuales oferentes de servicios
de seguridad privada en Latinoamérica tienen menos de
diez años de existencia.En los últimos quince años, como
sector de la vida económica la Seguridad Privada ha
ganado un lugar de relevancia tanto en el mundo como en
nuestra región. Además de sus cifras de
ventas,
muy importantes por dimensión y tasa de crecimiento,
la Seguridad Privada se ha convertido en uno de los
principales creadores de empleo
formal, en un aporte sustancial en la mejora de la
situación general de Seguridad en todo el
mundo.- LA SEGURIDAD PRIVADA EN EL ÁMBITO
MUNDIAL
Aunque macroscópicamente la seguridad Privada
puede ser vista como un solo negocio, en realidad contiene
múltiples segmentos y nichos, muchos de los cuales (pese a
su valor
económico) son "invisibles" para personas ajenas al
sector. Cada uno de estos segmentos tiene una dinámica propia, con fuertes variaciones
locales y regionales, y requiere un "expertise"
específico para su abordaje.
Los cuatro principales segmentos del mercado de la
Seguridad Privada son
- Vigilancia física,
- Seguridad electrónica,
- Transporte de fondos y
- Alarmas residenciales.
El sector también incluye múltiples otros
segmentos conexos entre los que se encuentran:
- Alarmas (fabricación, provisión e
instalación) - Armamento
- Automación de edificios
- Blindaje de edificios y vehículos
- Capacitación y docencia
- Cerrajería y afines
- Circuitos cerrados de televisión
- Comunicaciones
- Construcción y gestión de cárceles
- Consultoría y auditoria
- Control de accesos – productos y
servicios - Custodia de mercadería en
tránsito - Diseño e ingeniería de seguridad
- Fabricación de insumos de
vigilancia - Fabricación de insumos
electrónicos - Gestión del riesgo
- Identificación – productos y
servicios - Iluminación y señalización –
productos y servicios - Importadores y exportadores
especializados - Investigaciones
- Eventos (ferias, congresos, conferencias)
- Marketing y management de seguridad
- Medios de difusión (periódicos,
revistas, TV, Internet) - Monitoreo de alarmas
- Negociadores de conflictos y
secuestros - Planeamiento de respuesta ante
emergencias - Prevención de pérdidas
- Protección contra incendios
- Protección personal y
guardaespaldas - Seguridad bancaria y financiera
- Seguridad con canes
- Seguridad contra robos y secuestros
- Seguridad de espectáculos
- Seguridad de la información
- Seguridad de las comunicaciones
- Seguridad del trabajo
- Seguridad del transporte
- Seguridad turística
- Seguridad vial
- Etcétera
En el ámbito mundial prácticamente todos
los sectores mencionados arriba se encuentran en fuerte
crecimiento, en general mayor al 10% anual acumulativo,
incluyendo a los sectores intensivos en tecnología, pese al
retraso tecnológico regional.
En general, basaremos el análisis que sigue en las empresas que
brindan servicios de seguridad física con guardias,
aunque los principales rasgos son aplicables a muchos otros
segmentos del sector.
De acuerdo con las mejores cifras disponibles, el
mercado mundial
de la Seguridad Privada tuvo en año pasado un valor de
85,000 millones de dólares, con una tasa de crecimiento
anual promedio del 7 al 8 %. Estas cifra pueden discriminarse del
siguiente modo:
Región | Mercado (MM Dólares) | Crecimiento (%) |
Norteamérica | 42,000 | 7 – 9 |
Europa | 28,000 | 6 – 8 |
Japón | 5,000 | 7 – 9 |
Latinoamérica | 4,000 | 9-11 |
Resto del Mundo | 7,000 | 10 – 11 |
TOTAL | 86,000 | 7 – 8 % |
Tabla – Valores de
mercado y tasas de crecimiento
Creemos que, al menos en lo que respecta a
Latinoamérica, el valor de mercado real es mayor al
estimado por las estimaciones internacionales. La diferencia es
imposible de cuantificar, dadas las tasas de informalidad del
sector en la región.
Finalmente, para analizar globalmente al sector de la
seguridad privada podemos concentrarnos en los dos actores
principales: la demanda de
estos servicios y su oferta. Luego
enriqueceremos el análisis estudiando la dinámica del vínculo que los une, y
esbozar las principales tendencias emergentes en el
sector.
LA OFERTA DE SEGURIDAD PRIVADA
Los cuatro principales elementos que caracterizan a la
oferta de Seguridad Privada son concentración,
profesionalización, incorporación de tecnología y
principalmente mejora.
La casi totalidad de las empresas del sector se
iniciaron de modo semejante: a partir de uno o más
funcionarios provenientes de las fuerzas públicas de
Seguridad (Fuerzas Armadas y de Seguridad) que, al acogerse a su
retiro – y en ocasiones antes – iniciaron la
empresa.
La inmensa mayoría de las organizaciones
latinoamericanas de seguridad privada, aún hoy son
emprendimientos familiares.
Y si bien hay empresas que cuentan con grandes
dotaciones (por ejemplo compañías mexicanas o
brasileñas con más de 10,000 guardias cada una, y
en toda la región hay quizás unas 320 empresas que
emplean a más de 1000 hombres), la inmensa mayoría
de las organizaciones
dedicadas a los distintos segmentos de la Seguridad tienen menos
de cien empleados.
A medida que madura, el sector de la seguridad privada
se concentra. Muchas de las empresas más pequeñas o
ineficientes van quedando fuera del mercado – habitualmente
por problemas de
costos, de
calidad de
servicio u otros –, y las grandes organizaciones ganan
porciones crecientes del mercado.
A esto se suma el ingreso de los principales jugadores
mundiales del negocio, empresas con disponibilidad de recursos, gran
"expertise" específico, acceso al crédito
– en general negado a las empresas locales, o muy caro
– y gerenciamiento profesional.
Es cierto que en nuestra región existía
presencia de multinacionales de la seguridad hace tiempo, como es
el caso de la norteamericana Wackenhut. Pero a partir de un
cambio
estratégico global liderado por dos grupos de origen
escandinavo, el sueco Securitas y el danés Groupe 4 Falck,
la concentración se ha acelerado. Los otros grandes
jugadores (Prosegur, Chubb, etc.) se están viendo
obligados a crecer para mantener una escala
mínima competitiva cada vez mayor, o a salir del juego.
Un sector como el descrito – que madura, gana
escala, se hace
más intensivo en conocimientos específicos,
incorpora a grandes competidores multinacionales – requiere
gerentes y directivos crecientemente profesionales para su
gestión.
Este profesionalismo va mucho mas allá de los
conocimientos operativos necesarios para organizar un dispositivo
de protección. Empresas con dotaciones de cientos o miles
de empleados, con ventas anuales
de millones de dólares y negocios a
largo plazo con clientes
multinacionales, deben ser gestionadas por gerentes
profesionales.
Como el sector tiene menos de dos décadas de
existencia formal (y en algunos países, como por ejemplo
Bolivia,
recién se inicia), aún no dispone de la cantidad ni
calidad de
gerentes entrenados que necesita. Esto con frecuencia obliga a
las empresas a contratar gerentes profesionales provenientes de
otros sectores económicos. Estos ingresantes deben hacer
un largo aprendizaje hasta
adquirir el expertise necesario para operar con plena
efectividad.
Aquí vale introducir una reflexión que no
es clara para todos los participantes en el sector: aunque a
primera vista este negocio parece "simple", y el recién
llegado puede pensar que es posible operar con eficacia
conociendo unas pocas reglas básicas, en realidad el de la
Seguridad Privada es un sector de enorme diversidad y sutileza,
tan complejo como pueden serlo el automotor, el
farmacéutico o el bancario.
Esta clase de pensamiento
suele incluso darse entre los recién llegados provenientes
de la seguridad pública. Aunque se disponga de
conocimientos y experiencia considerables en los aspectos
operativos de la seguridad, organizar una empresa es
algo bien distinto, y en general los ingresantes provenientes de
la seguridad pública no disponen de las herramientas
de gestión necesarias para desarrollar a sus empresas en
el duro panorama competitivo de la actualidad.
El ritmo de cambio
tecnológico en seguridad se ha vuelto avasallante.
Presenciamos la continua aparición de nuevos métodos de
vigilancia, tele vigilancia, prevención, control de
accesos, detección y mil etcétera, con nuevo
equipamiento que reemplaza rápidamente a las generaciones
tecnológicas anteriores.
Algunos de los cambios tecnológicos que impactan
sobre el sector de la seguridad se relacionan con el avance de
los dispositivos que reemplazan a los guardias por dispositivos
electrónicos tales como sensores,
cámaras de video,
etcétera.
El "reemplazo de hombres por cámaras" disminuye
los costos tanto para
el demandante de seguridad como para la
organización que le provee el servicio, y en
algunos subsectores como el de seguridad bancaria, el uso de
elementos electrónicos de monitoreo y supervisión se ha hecho obligatorio por
ley en la
mayor parte de los países de la región. Esto
está conduciendo a un rápido redimensionamiento de
la oferta de las empresas, y a un sustantivo cambio en la demanda
de los clientes.
El avance de la frontera tecnológica
también ha causado una fuerte disminución de costos
de la tecnología de seguridad. Esto permite que elementos
antes muy caros (cámaras, etcétera), ahora sean
accesibles para el público en general. De hecho, el
"monitoreo de alarmas" en el segmento de hogares es uno de los
negocios de
seguridad en más rápido crecimiento, pero este
sector recién pudo emerger cuando el precio de los
elementos electrónicos necesarios para vigilar un hogar de
clase media se situó por debajo de los mil
dólares.
El ritmo de cambio tecnológico causa una
rápida obsolescencia del equipamiento existente, lo que a
su vez está comenzando a dividir a los prestadores entre
quienes pueden equiparse o reequiparse, y quienes no pueden
hacerlo por problemas
financieros y/o de escala. Poco a poco, los últimos van
quedando relegados a los segmentos menos atractivos o rentables
de la demanda, y a mediano plazo deberán reenfocarse a
estos segmentos o saldrán del mercado.
Esto es particularmente comprobable en el caso de
grandes clientes corporativos tales como bancos, plantas fabriles,
etcétera, para los cuales hasta hace pocos años,
comprar seguridad significaba poner guardias en sus puertas. Hoy
en día, el dispositivo de protección suele
involucrar una gran cantidad de insumos tecnológicos, con
un costo global
elevado. Frecuentemente, el gran cliente demanda
que esta tecnología (que puede costar varios millones de
dólares) sea instalada por la empresa
proveedora del servicio de
seguridad y a su cargo, para ser amortizada a todo lo largo de la
vida del contrato que se
firme entre ambas. Esto favorece a ambas empresas, pero crea una
fuerte barrera de capital para
los competidores medianos y pequeños.
Probablemente, mejora es la palabra que creemos
más caracteriza a la oferta del sector de la seguridad
privada en Latinoamérica en los últimos diez
años. Las empresas de todos los países no solo
crecen: mejoran de modo continuo, perfeccionan sus procesos,
ofrecen mas y mejores servicios, profesionalizan sus niveles
gerenciales y directivos, se internacionalizan.
Aunque algunos críticos prefieren poner
énfasis en el hecho de que varias de las malas
prácticas del negocio se mantienen a lo largo del tiempo, tema
sobre el que nos extenderemos más adelante, nosotros
preferimos presentar aquí nuestras observaciones directas,
en muchas empresas de la mayor parte de los países de la
región.
No se trata solo de ver "la media copa llena". Las
operaciones de
las organizaciones de seguridad privada mejoran, su administración se ha profesionalizado, sus
mecanismos de capacitación ahora incluyen cursos y carreras
universitarias específicas, y su interacción con
las fuerzas públicas, aunque con sus mas y sus menos
según regiones y países, no deja de
avanzar.
LA DEMANDA DE
SEGURIDAD PRIVADA
Los principales segmentos de la demanda de seguridad
privada son la pública, la empresarial y corporativa, la
del propio sector de la seguridad privada y la proveniente de
Pymes y
particulares.
A su vez, los principales elementos que globalmente
caracterizan a la esa demanda son su concentración,
aprendizaje,
sofisticación y principalmente aumento.
Demanda Pública:
En varios de nuestros países es la de mayor valor
económico. Este subsector de la demanda está
conformado por organismos públicos cuya seguridad el
propio Estado
está dejando de brindar por distintas razones, que
analizaremos más adelante.
Esta demanda pública en general se relaciona con
la provisión de guardias y dispositivos
electrónicos, pero se observa una composición
rápidamente creciente de demandas no tradicionales, como
por ejemplo de construcción y gestión de
establecimientos carcelarios.
Demanda empresarial y corporativa:
En valor económico, este segmento de la demanda
en general se encuentra en segundo lugar detrás de la
demanda pública, en gran crecimiento. Dada la
situación regional, para las empresas de muchos
países la seguridad se ha convertido en un factor
más de producción, con cierta frecuencia
crítico. Además de los tradicionales guardias, la
demanda corporativa de seguridad privada también contiene
múltiples segmentos y nichos no tradicionales e invisibles
para personas ajenas al negocio, como por ejemplo los servicios
de "inteligencia
competitiva", y aparecen nuevas demandas corporativas casi
diariamente.
Demanda del propio sector de la seguridad
privada:
Se relaciona con la subcontratación de algunos
servicios de seguridad privada por parte de otras empresas del
sector, por cuenta de clientes finales. Este segmento crece a mas
de 10% anual y seguirá haciéndolo, porque muchos de
los principales proveedores de
seguridad se concentran en sus habilidades centrales,
tercerizando servicios en subcontratistas
especializados.
Demanda de Pymes y
particulares:
Aunque se trata de la población de clientes más numerosa,
en general es la de menor valor económico (en muchos
países, < 15% del total). En general este segmento
demanda servicios de seguridad de menor complejidad (guardias,
monitoreo de alarmas, custodias) y de baja facturación
unitaria. Frecuentemente, para atender a este segmento de la
demanda, las empresas de seguridad privada forman una o
más unidades de negocio relativamente independientes o
directamente empresas separadas.
La demanda corporativa de seguridad privada en
Latinoamérica se concentra al ritmo de los negocios
generales en la región. Entre otros factores a esta
concentración han coadyuvado la apertura económica
de casi todos los países y la ola privatizadora de la
década pasada, que han dado como resultado la
desaparición de gran cantidad de empresas locales y la
concentración de sectores económicos completos,
muchos de los cuales se han convertido en mono u
oligopólicos (telecomunicaciones, energía, etc.), o
quedan crecientemente concentrados (banca,
supermercados, etc.). La concentración de los sectores
corporativos de la demanda facilita la concentración del
propio sector de la seguridad privada.
Hasta hace unos pocos años, los responsables de
la compra de servicios corporativos de seguridad privada eran
personas sin conocimientos técnicos en seguridad: jefes o
gerentes de personal, de
compras, etc.
Muchas organizaciones gubernamentales y empresas solían
comprar sobre la base de puro precio, de
amistad o, con
cierta frecuencia, de sobornos.
Estos mecanismos no han desaparecido. Pero una parte
sustancial de las empresas, en especial las más grandes,
han incorporado los roles de jefe o gerente de
seguridad, para los que suele contratarse a personal retirado de
las fuerzas armadas o de seguridad. Y las empresas
multinacionales, que en general toman muy en serio el tema de la
seguridad de su producción, instalaciones y ejecutivos,
además de tener responsables de seguridad por país,
suelen tener un gerente
regional para el tema.
Pero incluso en las empresas locales sin estos
funcionarios calificados, aunque más aún en ellas,
luego de años de comprar seguridad privada ya han
aprendido a hacerlo, y se han vuelto muy exigentes tanto en
cuestiones relacionadas con el diseño
y prestación del servicio de seguridad que reciben, como
con su precio.
Este aprendizaje además lleva a una creciente
sofisticación de la demanda: servicios de mayor calidad,
creciente complejidad, requerimientos de experiencia previa y
diseño
conjunto con el prestador. No todas los oferentes están en
condiciones de satisfacer estos niveles crecientes de demanda, lo
que se convierte en un nuevo factor que facilita la
concentración del sector.
De todos los factores que caracterizan a la demanda de
seguridad privada, el más relevante es su aumento.
Hablamos de un aumento continuo y sostenido, desde hace varios
años y en todos sus segmentos. Para dar solo dos ejemplos,
la demanda de guardias de seguridad crece en toda la
región a un ritmo de 5 – 9% anual acumulativo, y el
del monitoreo de alarmas a tasas de entre el 8 y el 20%
según el país. Se espera que en los próximos
cinco años se mantengan altas tasas de crecimiento en casi
todos los segmentos de la seguridad privada en la región,
quizás con la excepción de algunos pocos tales como
el transporte de
valores en
algunos países.
Mayor profesionalismo y foco en el costo /
beneficio
Dado que tanto la demanda como la oferta de seguridad
privada mejoran de modo continuo, los vínculos entre ambas
van evolucionando hacia nuevas formas más profesionales y
abarcativas, superando la óptica
meramente operativa.
Si bien los aspectos operativos no pierden importancia
– mas bien la ganan, ya que tenemos profesionales mejor
formados en la seguridad privada –, el vínculo toma
en cuenta otros aspectos tales como la gestión integral
del riesgo del
cliente, el
impacto de la seguridad y sus fallas en la imagen
corporativa del cliente, etcétera.
Además el foco del vínculo también
se ha desplazado hacia el costo-beneficio de ambas partes, y los
diferentes modos de medirlos.
En la medida que la demanda corporativa de seguridad se
vuelve más compleja y se relaciona con aspectos más
amplios de la situación del cliente, se requiere por una
parte una negociación mas larga previa a la firma de
cada contacto importante, y también suele ser necesaria
una mayor inversión en equipamiento y
tecnología.
Esta mayor inversión puede ser realizada por el
cliente o, frecuentemente, queda a cargo de la organización de seguridad. Se requieren
mayores plazos para amortizar esa inversión y obtener
ganancias, y esto está conduciendo a la firma de contratos
más largos, que van reemplazando a los típicos
contratos de
duración anual.
Esto también alcanza al sector de la demanda de
Pymes e individuos, cuando el equipamiento necesario es aportado
por la
organización de seguridad, y se amortiza a lo largo de
la vida del contrato.
Muchas grandes compañías multinacionales
están buscando tanto reducir su base de proveedores
– lo que simplifica y disminuye los costos de su administración – como lograr
estándares homogéneos en la calidad de servicios
que reciben, incluyendo a la seguridad. Esto ha iniciado una
corriente hacia la firma de contratos para la prestación
de servicios de seguridad de alcance regional, administrados
centralmente.
Los servicios de alcance regional pueden ser brindados
por organizaciones de seguridad multinacionales, con base en
varios países de la región, o bien por empresas
locales reunidas bajo figuras asociativas tales como redes, consorcios, etc.
Ambas formas ya están funcionando en nuestra
región, y la tendencia a la firma de contratos de
más largo alcance temporal y geográfico se
acentuará, en la medida en que los negocios de la
región continúan concentrándose.
Criterios más complejos de selección
de contraparte
A medida que la seguridad es comprendida como un insumo
crítico para muchas organizaciones, va dejando de
seleccionarse al prestador de servicios de seguridad por puro
precio.
Si bien el componente de precio continuará
teniendo gran importancia en el mix de la oferta, la selección
de prestadores – particularmente cuando hablamos de
contratos más largos, más complejos y para clientes
de mayor tamaño y multinacionales – se está
realizando con criterios más complejos, que incluyen desde
cartera de clientes, capacidad financiera y experiencia
específica del prestador en el negocio del cliente, hasta
"compatibilidad cultural" entre proveedor y cliente, pasando por
la calidad de la solución técnica
propuesta.
Ya no basta "vender barato". Ahora se trata de vender
mejor.
TENDENCIAS EMERGENTES EN EL
SECTOR
Las cuatro tendencias principales en el sector son la
muy aguda rivalidad entre las empresas – a la que podemos
caracterizar como hipercompetencia –, a su rápida
segmentación y sofisticación, al
avance de las formas cooperativas
de agregado de valor, y a una mayor concentración en el
marketing de
retención por parte de las organizaciones de
seguridad.
Si bien la tendencia a la concentración en el
sector de la seguridad es rápida y evidente, por el
momento continúa siendo un sector muy fragmentado, con
enorme cantidad de empresas oferentes – incluso con
oferentes públicos ofreciendo servicios privados –,
muy aguda rivalidad, enorme lucha por precio y un sustantivo
porcentaje de nuestros mercados
abastecido por la oferta informal o ilegal. Esta
hipercompetencia, que está elevando los costos de
competir, se mantendrá aún algunos años, con
diferencias según el país considerado, hasta que
los mercados deriven
– principalmente en los segmentos de la seguridad
corporativa – hacia situaciones de más concentradas
u oligopólicas, manteniendo al mismo tiempo una gran
fragmentación en los sectores de pura commodity e
ilegales.
Hasta hace relativamente poco tiempo, las empresas de
seguridad de la región eran "especialistas en todo". Ya
fuera que se requiriera un servicio de guardias, investigaciones,
custodia de una personalidad,
o dar protección a un banco, un puerto
o un barrio privado, el proveedor era el mismo.
En los últimos años la situación ha
ido cambiando, motorizada por la creciente sofisticación y
aprendizaje de la demanda y la formación de capacidades y
progresiva especialización de muchos de los oferentes.
Ahora contamos con una oferta visiblemente más
especializada, y muchas empresas capaces de ofrecer servicios de
"clase mundial". Las tendencias a la mayor segmentación del mercado, y a la creciente
sofisticación de la oferta, continuará
profundizándose en los segmentos más
dinámicos del sector.
En la región también se extienden las
formas de trabajo colaborativo entre proveedores y clientes de
seguridad, principalmente en los segmentos corporativos del
sector. Se generan vínculos a mas largo plazo, basados ya
no en relaciones antagónicas, sino en la búsqueda
de formas de agregado conjunto de valor para ambas empresas. Esta
es una tendencia incipiente, que se afirmará en la medida
en que el sector avance en la transición hacia su
madurez.
La situación competitiva ha elevado
sustancialmente los costos en el sector, en particular los costos
de obtención de cada nuevo cliente de seguridad,
especialmente en segmentos de la seguridad corporativa en los que
además el proceso de
negociación no solo es mas caro, sino
también mas largo y cargado de incertidumbre.
Dado que en general las fuerzas de venta de las
empresas de seguridad de la región son muy
pequeñas, y particularmente en el sector corporativo
suelen ser de entre una y tres personas, muchas empresas tienden
a concentrar los esfuerzos de ese grupo tan
pequeño en reforzar sus vínculos con sus clientes
actuales y generar nuevos clientes a través de
recomendaciones de cliente satisfecho, en lugar de desgastarse en
la búsqueda abierta de nuevos clientes en mercados de
enorme rivalidad.
Las estimaciones más precisas de que disponemos
asumen que de los U$D 86,000 M del mercado mundial de la
seguridad privada, unos U$D 70,000 M se reparten entre
Norteamérica y Europa,
discriminados del siguiente modo:
Sector de la Seguridad | N. América (M U$D ) | Europa (M U$D) | Total (M U$D) |
Vigilancia | 22,000 | 12,000 | 34,000 |
Alarmas | 14,000 | 1,100 | 25,000 |
Transporte de Fondos | 2,000 | 3,000 | 5,000 |
Pequeñas alarmas | 4,000 | 2,000 | 6,000 |
42,000 | 28,000 | 70,000 |
Tabla 3 – Valor de los mercados
desarrollados
Pero si bien los mayores mercados son los mencionados,
los de más rápido crecimiento son
Latinoamérica, Asia y los
países del este de Europa, donde se
han formado enormes mercados para la seguridad privada aun o
suficientemente bien cuantificados.
Considerando al mercado mundial como un todo,
probablemente sus tres principales características son la desaparición
de las fronteras, la rápida globalización de los clientes y la
concentración.
Los principales factores que caracterizan al sector en
los países desarrollados (Europa, USA, Japón,
Australia y otros) son la desaparición de las fronteras,
la
globalización de los mayores clientes, el aumento
sostenido y mayor complejidad de la demanda, el continuo
retroceso de la oferta pública de seguridad, la escasez de
mano de obra, la mayor regulación gubernamental y el
continuo aumento de costos. Pero probablemente su principal
característica sea que hoy la competencia es
entre grandes.
En la actualidad, todos los competidores de alcance
mundial facturan mas de 1000 millones de dólares
anualmente, los dos primeros facturan más de U$D 6000M y
todos crecen agresivamente de modo orgánico y por
adquisiciones.
La globalización de clientes mencionada, con
su necesidad de dar respuesta a demandas más amplias y
globales – que pueden incluir no solo factores
operacionales complejos en varios países o regiones
completas sino también consideraciones de carácter
político, etcétera –, los crecientes
requisitos de escala, capital y
"expertise", y la aguda escasez de management de alta calidad en
el sector, hacen que los sectores dominantes del negocio de la
seguridad privada se vayan convirtiendo en una "competencia entre
grandes" y, cuando se revisan las listas de las diez principales
empresas en cada país, una y otra vez se repiten los
mismos nombres.
Para la seguridad privada las fronteras están
desapareciendo. Aunque esto es más visible en Europa, con
la rápida consolidación de su mercado común,
incipientemente también se verifica en el resto de los
continentes. Esta característica por ahora solo es
aprovechada por un puñado de empresas multinacionales de
la seguridad: Securitas, Groupe 4 Falck, Chubb, Prosegur y pocas
otras. Las empresas latinoamericanas prácticamente no han
iniciado pasos para aprovechar las tendencias, salvo ejemplos
aislados en México,
Centroamérica y Brasil.
La apertura económica mundial de la última
década y la concentración concomitante, han llevado
a la rápida globalización de los principales
clientes corporativos de seguridad privada. Esto coadyuva a la
concentración de los negocios del sector y a la tendencia
a la sofisticación de la demanda, ya que debe garantizarse
la seguridad de operaciones cada
vez más complejas y de escala global.
En los países desarrollados la demanda aumenta,
aunque a menores tasas que en nuestros países, de modo
sostenido. Este aumento de la demanda se debe principalmente a
cuatro factores:
- Mayor percepción general de inseguridad,
no siempre en línea con la realidad de la
situación local de seguridad, particularmente luego del
11 de septiembre. - Delincuencia más sofisticada, que en
múltiples países incluye vínculos
complejos con mafias locales y regionales, narcotráfico y terrorismo. - Crecimiento económico sostenido, pese a la
relativa desaceleración de la "locomotora
económica" norteamericana - Procesos corporativos más vulnerables, debidos
a operaciones muy complejas gerenciadas por estructuras
más pequeñas.
Mayor complejidad de la demanda
En los países desarrollados la demanda de
seguridad se vuelve más compleja por:
- Más operaciones de alcance global, de
difícil resolución desde la perspectiva de
seguridad - Necesidad de soluciones
integradas, frecuentemente en el marco de contratos unificados
y un solo responsable - Nuevas amenazas, tales como el terrorismo,
el narcotráfico y el espionaje, que amenazan
de modo ocasional o permanente la continuidad de las
operaciones en muchos países, incluyendo a los de
nuestra región. De hecho han surgido nuevas
especialidades profesionales en la Seguridad, relacionadas con
la continuidad de negocios, e instituciones profesionales específicas
como el Business Continuity Institute y otros. - Retirada de oferta gubernamental, que trataremos en
el punto siguiente.
Retroceso de la oferta de seguridad
pública
Al igual que ocurre en nuestra región, en todos
los países desarrollados la oferta pública de
seguridad – particularmente la policial – retrocede,
por varios factores:
- Restricciones presupuestarias, especialmente
influyentes en la medida en que los recursos
tecnológicos y el entrenamiento
necesario para las fuerzas públicas son más y
más costosos. Por ejemplo en España,
el gasto
público en seguridad disminuyó del 0,62 % del
PBI en 1997 al 0,52 % en 2002. - Pérdida de personal, por las mismas causas que
la pérdida en el sector privado y que trataremos
abajo. - Concentración en su "core", esas funciones que
la sociedad estima
que necesariamente deben ser cumplidas por fuerzas
públicas, tales como la lucha contra el crimen
organizado, el terrorismo, las drogas,
la defensa de libertades ciudadanas,
etcétera. - Transferencia a la actividad privada de funciones que
no son consideradas parte de ese "core". Por ejemplo hay
Bancos
Centrales que delegan el transporte
de fondos a empresas privadas, se terceriza el control del
tránsito o la gestión de prisiones,
etcétera.
Estas tendencias se mantendrán y
acentuarán.
En los países desarrollados, a diferencia de lo
que ocurre en los nuestros, hay una escasez creciente de mano de
obra para funciones de seguridad privada – perdida
compartida con la seguridad pública, esencialmente por dos
razones:
- Tipo de tarea, con duras condiciones de trabajo y que
para muchas personas es una actividad poco atractiva y que se
asume por necesidad. Quienes tienen fuerte inclinación
hacia las funciones de seguridad, en general buscan ingresar en
las fuerzas públicas. - Crecimiento económico, que crea oportunidades
laborales de mejor calidad y salarios
más altos en otros sectores.
Estas razones en los países desarrollados
causan:
- Disminución del perfil del trabajador, ya que
al momento de cubrir las plazas las empresas se ven obligadas a
incorporar "lo que encuentren". - Aumento de costos por rotación de personal,
tanto mayor a medida que los salarios
relativos se estancan y/o que las condiciones económicas
mejoran.
Otros aspectos relevantes en el primer
mundo
Finalmente, podemos señalar otros tres aspectos
influyentes sobre la seguridad privada en los países
más desarrollados son la mayor regulación
gubernamental, la convergencia de legislaciones y el continuo
aumento de costos en el sector.
- Mayor regulación gubernamental y mayor
presión social referente a su control, a
medida que el sector privado de la seguridad gana tamaño
con respecto al público. Por ejemplo en España,
los miembros del Cuerpo Nacional de Policía, pasaron de
50.200 en el año 1998 a 44.900 en 2002. En los mismos
años, el personal de la seguridad privada, pasó
de 71.700 personas en 1998 a 104.200 en 2002. - Convergencia de legislaciones, principalmente en el
ámbito de las naciones europeas. - Continuo aumento de costos por la rotación de
personal mencionada, por los crecientes costos operativos en
general, en los sectores ligados a la tecnología por los
costos de investigación y desarrollo,
y por los crecientes costos en instrucción, capacitación y desarrollo, tanto de la
fuerza de
guardias como del equipo gerencial.
LA OFERTA DE
SEGURIDAD EN LATINOAMÉRICA
Las principales características de la seguridad
privada en nuestra región son:
Como ya fuera mencionado, todos los segmentos de la
seguridad privada se encuentran en franco crecimiento a tasas
mínimas del 5 al 8% anual, desde hace varios años.
La tendencia se ha acentuado a raíz de la ola de
privatizaciones en la región.
Los factores ya mencionados en el caso de las fuerzas de
seguridad pública en los países desarrollados se
repiten en nuestra región, acentuados. Los problemas
presupuestarios son mayores, el déficit de recursos
humanos y de entrenamiento también lo es, y en varios
países se extiende la preocupación por la calidad
del recurso humano que está ingresando en unas fuerzas de
seguridad mal pagas, mal equipadas y en ocasiones socialmente muy
desprestigiadas.
El sector es muy intensivo en personal en todo el mundo,
y lo es más aún en Latinoamérica por la
menor tasa de incorporación de tecnología a los
servicios. Las cifras aproximadas de guardias formalmente
empleados por país son:
País | Número de |
Brasil | 570.000 |
México | 450.000 |
Colombia | 190.000 |
Centroamérica | 105.000 |
Argentina | 75.000 |
Venezuela | 75.000 |
Perú | 50.000 |
Chile | 45.000 |
Otros países | 70.000 |
Total | 1.630.000 |
Tabla 1 – Número de Guardias
por país en Latinoamérica
Las cifras presentadas en la Tabla 1 representan la
mejor estimación – referida al sector formal –
que puede conseguirse actualmente. En cuanto a la
dimensión del sector informal, que trataremos más
adelante, se trata de una "especulación fundada" sobre la
base de conversaciones con los referentes de la seguridad privada
y autoridades de contralor en cada país.
A los 1,600,000 guardias de seguridad formalmente
registrados, probablemente deban añadírsele unos
2,000,000 informales más. En Latinoamérica, por lo
tanto, habría cerca de cuatro millones de personas
trabajando en el sector de la Seguridad Privada, número
que crece del 6 al 8 % anual.
Para dimensionar este mercado, téngase en cuenta
que en este momento hay unos 690,000 guardias registrados en toda
Europa.
Hay una dura competencia por puro precio en toda la
región, acentuada por las dificultades económicas
generales que presentan muchos países. Al acentuarse la
concentración de los clientes corporativos, y la
segmentación de los clientes pyme e
individuales por la distribución cada vez más regresiva
de los ingresos, la
competencia por puro precio se exacerba.
En Latinoamérica y otras regiones, a diferencia
de lo que ocurre en los países desarrollados, las empresas
de seguridad tienen dos problemas: concretar ventas, y luego
cobrar los servicios vendidos. En toda la región,
quizás con la excepción de los servicios formales
en algunos países como Brasil, la
informalidad en el cumplimiento de los plazos de pago
comprometidos es más la regla que la
excepción.
Algunos subsectores de la seguridad privada, por ejemplo
la vigilancia por medio de guardias, son más vulnerables a
esta situación. Este segmento tiene bajos márgenes
de ganancia y un porcentaje sustancial de sus costos que deviene
del pago de salarios, cargas sociales, etcétera. Estos
pagos deben realizarse indefectiblemente cada fin de mes. Un
puñado grandes clientes (o un solo) que no pague en tiempo
y forma, puede hacer tambalear, o caer, a una empresa
latinoamericana de seguridad, que en general no tiene acceso al
crédito
para cubrir "descalces" financieros, salvo a tasas que
inviabilizan cualquier negocio.
En nuestra región existe toda clase de problemas
normativos referentes a la seguridad privada. Desde países
en los que no existen normas
específicas para el sector (como ocurría hasta el
año pasado en Bolivia y
ocurre aún hoy en países de Centroamérica),
hasta países en los que hay ciertas normas pero
insuficientes y que no conforman a nadie, como en el Perú,
hasta el otro extremo de Argentina
México,
países federales en los que cada provincia, estado o
municipio puede tener una ley propia – y
suele no haber dos iguales -, lo que causa toda clase de
inconvenientes a las organizaciones de seguridad.
En Latinoamérica, existen muy altos niveles de
ilegalidad en la prestación de servicios de seguridad
privada. Al hablar de ilegalidad estamos hablando de una
sumatoria de delitos tales
como la prestación de servicios por parte de empresas que
no se encuentran habilitadas para ello, que evaden el pago de sus
impuestos, que
brindan servicios con personal sin contratos legales, que no
pagan las prestaciones
sociales de sus empleados, etcétera.
Si bien el fenómeno no es exclusivo de nuestra
región sino que también se comprueba en Europa,
USA, etcétera (ver Informe
Hallcrest), lo importante en nuestros países es la
extensión del fenómeno. En Argentina hay
unos 75,000 guardias formalmente registrados y otros 70 ú
80.000 ilegales, en Brasil 570.000 y 1.000.000, en México
450,000 y quizás 600,000 y así
siguiendo.
Incluso en Chile, el
país de la región más reputado por el
cumplimiento de sus leyes,
Carabineros de Chile,
órgano de contralor del sector, si bien contabiliza unos
45,000 guardias registrados, no puede estimar ni la cantidad de
guardias ilegales ni la cantidad de empresas al margen de la
ley.
Téngase en cuenta que, dado que en varios
países no existen estadísticas confiables al respecto, cuando
brindamos un número de "guardias formales" por país
en general estamos brindando la mejor estimación que puede
conseguirse actualmente. Y en cuanto a la dimensión del
sector informal, se trata de una "especulación fundada"
sobre la base de conversaciones con los referentes de la
seguridad privada y autoridades de contralor en cada
país.
Como decíamos antes, estimamos que en este
momento hay en Latinoamérica aproximadamente 1,630,000
guardias de seguridad formalmente registrados, y quizás
entre 2 y 2,5 millones informales más.
Para cerrar el tema de la ilegalidad en el sector, que
por sí mismo requeriría un libro
completo, es necesario comprender que cuando hay un oferente que
provee un servicio de seguridad en condiciones no legales, hay un
demandante que lo compra. Y con lamentable frecuencia, los
compradores de servicios en condiciones manifiestamente ilegales
no son solo clientes privados, sino también dependencias
gubernamentales.
La necesidad de perfeccionar el entrenamiento de los
involucrados en este sector, no muy diferente a la requerida en
muchos otros sectores económicos en Latinoamérica,
es clara. Hablamos aquí tanto de entrenamiento en
habilidades operativas, sino también de habilidades
gerenciales para quienes conducen la organización.
En cuanto a las habilidades operativas básicas,
hasta hace pocos años el sector contrataba de modo
preponderante a personal proveniente de fuerzas armadas y de la
seguridad pública, los que se supone ya las traían
incorporadas. A medida que pasa el tiempo y crece la demanda, se
incorpora más personas no provenientes de estas fuerzas, y
a las cuales se les debe enseñar seguridad "desde
cero".
Tenemos un gran déficit de instituciones de
formación en habilidades operativas, teniendo en cuenta la
cantidad de personas que cumplen estos roles en toda la
región. El país mejor organizado al respecto es
Brasil, que cuenta con más de cien academias de
entrenamiento. Por el contrario, en varios países no
existen instituciones o academias de ningún
tipo.
En cuanto al entrenamiento hay dos dificultades, no
exclusivas de Latinoamérica:
- La legislación de algunos países no lo
prevé, o su necesidad está legislada pero en
realidad no es exigida ni controlada de modo
adecuado. - El entrenamiento tiene costo. Los clientes en la
región lo requieren pero no se muestran dispuestos a
pagarlo. Exigen personal bien entrenado, pero en general solo
buscan pagar lo mínimo a lo que obliga la ley o menos
aún, y ni hablar de formación a su cargo. Si la
ley no lo obliga y los clientes no lo pagan, obviamente las
empresas darán a su personal la menor cantidad de
entrenamiento que sea posible, ya que para ellas se trata de un
costo muy difícil de trasladar a precios.
Y en cuanto al entrenamiento en habilidades gerenciales
para directivos del sector, recién está comenzando
a realizarse con cierta seriedad, no solo en Latinoamérica
sino en todo el mundo. El sector tiene pocas décadas de
existencia, hay muy pocas Instituciones que brindan estas clases
de carreras, cursos y programas, y
sobre todo hay muy pocos docentes que además de su
disciplina
específica (administración, finanzas,
recursos
humanos, etcétera) además tengan conocimientos
específicos y profundos sobre seguridad
privada.
El Foro de
Profesionales Latinoamericanos de Seguridad y otras instituciones
han comenzado a trabajar activamente en este sentido,
estableciendo mecanismos de vinculación con Universidades
e Institutos de formación en diversos países de
toda la región, esfuerzo que deberá
profundizarse.
Pero si hay una palabra que resuma la situación
de la seguridad privada en Latinoamérica, esta palabra es
mejora. Mejora sustancial, visible y continua, en todos los
países de la región. Mejora en la cantidad,
naturaleza,
diversidad y especialización de los servicios
proporcionados, en la cantidad, calidad y entrenamiento de su
personal, en el profesionalismo gerencial de sus directivos, en
la paulatina consolidación de las instituciones que
nuclean a los profesionales y empresas participantes y en la
legislación específica para el sector, casi en
todas partes.
Creemos que esta mejora permanente, de la cual somos
testigos hace años, continuará por la propia
dinámica de crecimiento del sector, y por una demanda que
continuará mejorando en el mismo sentido.
LA DEMANDA DE SEGURIDAD
EN LA REGIÓN
La
demanda social de Seguridad
La demanda social de seguridad en Latinoamérica
no solo aumenta, sino que además, lo que la sociedad demanda
bajo el rótulo de "Seguridad" muchas veces no coincide con
lo que las Fuerzas Públicas de seguridad están en
condiciones de ofrecer.
Hace un tiempo el Jefe del Departamento de Seguridad
Privada de Carabineros de Chile nos relataba la experiencia de su
Fuerza cuando
habilitó un número telefónico para que la
población se comunicara en caso de
necesidad: prácticamente la mitad de las llamadas no se
relacionaban con hechos delictuales. Las experiencias son
similares en otros países: gran parte de las demandas
de Seguridad de la población no se relacionan con el
delito.
Ahora bien: cuando lo que las Fuerzas Públicas
comprenden por seguridad, no coincide con lo que los ciudadanos
consideran seguridad, no es la población la que
está equivocada. El concepto
"Seguridad" que tiene la población incluye muchos
factores, y el delito es
sólo uno de ellos. La población no piensa en
términos de delito sino de
riesgo, y
así demanda.
Como la oferta pública no puede dar respuesta
completa a esta demanda, en muchos de estos ámbitos las
nuevas necesidades son cubiertas por la Seguridad Privada,
coadyuvada por su propio número. Continuando con el
ejemplo, en Chile Carabineros tiene 36.000 efectivos,
número que no está aumentando, y existen unos
45.000 guardias privados registrados, un número
indeterminado sin registrar, y la cifra crece al 9% anual. (En el
mismo sentido, téngase en cuenta que Carabineros no
sólo es la Policía uniformada, sino también
tiene la responsabilidad del resguardo de la
extensísima frontera de Chile. ¿Cuántos
carabineros hay efectivamente en servicio en la calle un
día dado?).
En la Argentina su Policía Federal tiene 43,000
efectivos y la Seguridad Privada 75.000 hombres registrados, y lo
mismo ocurre en el resto de la región.
No caben dudas de que este cambio en la demanda social
de seguridad persistirá y se
profundizará.
Si bien existe una creciente demanda de servicios de
seguridad de mayor calidad, contenido técnico,
etcétera, una parte sustancial de las compras de
seguridad en la región – incluyendo a importantes
segmentos de la demanda corporativa – continúa
definiéndose por puro precio. Obviamente, esto exacerba la
aguda competencia en el sector, y retrasa el movimiento
general hacia la mejora de la calidad de
prestación.
Como la demanda no solo aumenta en número de
guardias, sino de todos los términos amplios en los que
las empresas y la población definen como "Seguridad", la
seguridad privada está tomando campos que antes
parecían exclusivos de la órbita pública, o
directamente nadie cubría. Por ejemplo, hace pocos
años era impensable que empresas privadas tuvieran a su
cargo la seguridad de presidios. Pero ya en varios lugares de
Latinoamérica hay experiencias exitosas de cárceles
gestionadas por el sector privado. También existen
brigadas contra incendio, dispositivos de seguridad ambiental o
seguridad aeroportuaria, etcétera, gestionadas de modo
privado.
Surgen nuevos segmentos que hasta hace poco no
existían, como la Seguridad Alimentaria o la Seguridad
Turística, especialidad ésta que merece especial
mención en países como los nuestros, con tanto
potencial turístico, y que se volverá un importante
campo de trabajo para los profesionales de Seguridad. Para que
los turistas internacionales traigan sus divisas, deben sentirse
y estar seguros! Y esta
tendencia a la creciente segmentación y
especialización continuará profundizándose
con el surgimiento de más segmentos antes inviables y
ahora rentables.
La demanda regional de seguridad está realizando
un rápido aprendizaje, a medida que reitera su compra
año tras año, y va conociendo mejor "de qué
se trata esto de la seguridad". Como mencionamos antes, esto se
verifica en los segmentos de demanda corporativa, en los que
ahora suele encontrarse un responsable de seguridad que en
general es un profesional del tema, cuando hace años
atrás las decisiones de compra de servicios de seguridad
solían ser tomadas por un jefe de compras o de personal.
Pero también aprenden los usuarios individuales, por
ejemplo los hogares en los que se ha incorporado sistemas de
monitoreo de alarmas, que ya han podido contrastar promesas
contra realidades, y se vuelven crecientemente exigentes al
momento de demandar y de pagar.
Nuevamente, si debemos definir con una sola palabra las
características de la demanda latinoamericana de seguridad
privada, esta palabra es aumento, en todos los segmentos. Ya sea
que estemos hablando de clientes individuales o corporativos, de
vigilancia con guardias, monitoreo de alarmas, investigaciones,
prevención de pérdidas, seguridad de la información, protección de
personalidades, blindaje de vehículos o cualquier otro
subsector, la demanda crece, a tasas mínimas del 5 al 8%
anual, y en varios segmentos a tasas mucho mayores aún.
Como no tenemos bases objetivas que nos lleven a pensar que la
situación general de seguridad en la región
mejorará próximamente, sino mas bien por el
contrario hay fuertes indicios de creciente inestabilidad y
riesgo regional, y la oferta de seguridad pública
indudablemente no está aumentando, el crecimiento en la
demanda de seguridad privada continuará.
Creemos que la seguridad privada latinoamericana
enfrenta grandes desafíos, en un momento de rápida
consolidación del sector. Los principales son:
Trabajar en una Seguridad crecientemente
globalizada
La globalización representa un desafío
primario, para empresas y profesionales de la seguridad. Varias
de las principales organizaciones multinacionales de la seguridad
ya están presentes aquí, compitiendo en los
principales segmentos de la actividad. Se trata de
compañías grandes, experimentadas, con enormes
recursos financieros y bien gestionadas. Crecen en parte
orgánicamente, y en parte por compra. Toda empresa de
seguridad local enfrenta el desafío de profesionalizarse y
mejorar, simplemente para mantenerse compitiendo en el mercado. Y
los profesionales del sector enfrentan el mismo desafío,
ya sea para hacer que sus empresas compitan con estas grandes
compañías globales, como si desean trabajar para
ellas ya que en cada mercado, las multinacionales de la seguridad
sólo contratan a profesionales muy competentes.
El segundo gran desafío para empresas y
profesionales, es dejar de pensar en términos de delito,
para pensar de modos más abarcativos, en términos
de gestión de riesgos.
Evidentemente, deben ser tenidos en cuenta temas tales como los
cambios en los índices y patrones de criminalidad, las
nuevas amenazas incluso biológicas y químicas, el
fenómeno 11S y el ciberdelito.
Pero los clientes, públicos y privados, esperan
del sector que les propongan nuevos productos y servicios
relacionados no solo con el delito, sino que los ayude a bajar
sus costos, mejorar su eficiencia y a
gestionar más eficazmente sus riesgos
individuales y corporativos.
Aprovechar las nuevas oportunidades de
negocios
Enfatizando o mencionado en el punto anterior, existen
múltiples nuevas oportunidades de negocios para las
organizaciones de seguridad privada en Latinoamérica.
Muchas se encuentran en los mismos negocios tradicionales que las
empresas ya vienen realizando. Otras, se encuentran en campos
completamente nuevos, en los que estas organizaciones
recién están ingresando o que no han descubierto
todavía
Oportunidades en los
negocios tradicionales
Estos se crean de modo continuo, en toda la
región. Como dijimos, ya sea que estemos hablando de
clientes individuales o corporativos, de vigilancia con
guardias, monitoreo de alarmas, investigaciones, blindaje de
vehículos o cualquier otro segmento, la demanda crece a
tasas generales del 8-10% anual o mayores, tanto por mayores
compras de los clientes tradicionales, como por compras por
parte de clientes completamente nuevos, que antes no demandaban
servicios de seguridad.
Oportunidades en nuevos
negocios
Para las empresas de seguridad privada, hay
múltiples nuevas oportunidades de negocios que se
relacionan con la tercerización de servicios (comercial,
gubernamental, policial), y también con nuevos negocios
que ya son importantes en otras regiones: gestión de
cárceles, cobro de peajes, control de tráfico,
rescate y apoyo a la salud y mil
etcétera, y van apareciendo más a medida que la
demanda funciona, y la oferta se diversifica. Para tomar un
ejemplo de fuera de nuestra región, la empresa
Chubb es la primera empresa de seguridad privada de Australia,
con más del 50% del mercado por sí sola. Chubb de
Australia tiene una plantilla de 15,000 empleados, pero no
todos son guardias. La empresa gestiona presidios australianos,
cientos de sus empleados hacen control de tráfico… y
muchos son nurses!
No afirmamos que las empresas del sector deban
diversificarse abandonando su negocio original, la Seguridad.
Pero sí estimamos que en Latinoamérica, las
oportunidades de más y mejores negocios sólo
están limitadas por la imaginación de la
oferta.
Para organizaciones y profesionales, creemos que el
mayor desafío será cimentar su crecimiento sobre
bases sólidas, en un sector extremadamente dinámico
y que se encuentra en un momento de transición cuyas
tendencias en ocasiones suelen no ser claras. Quienes trabajan en
el sector deben cimentar su crecimiento profesional incorporando
los conocimientos y competencias
necesarias para crecer en el negocio que vendrá. Y las
organizaciones deberán ganar flexibilidad estructural y
madurez competitiva para un entorno que si bien está lleno
de oportunidades, no puede ser más inestable y
riesgoso.
En Seguridad en los próximos años, las
posibilidades de negocios son infinitas… para quienes puedan
aprovecharlas
Entre las perspectivas para el futuro próximo del
sector, ya esbozadas, se encuentran:
- Profesionalización y legalidad, para
los Colegas y sus organizaciones en toda la región, como
requisito básico para trabajar en los negocios y
segmentos más atractivos de la seguridad
privada. - Contratos más extensos y regionales,
tendencia que continuará fortaleciéndose a medida
que los clientes corporativos se concentran y la
globalización avanza. - Standard unificados en la prestación de
servicios de seguridad, tendencia aún incipiente que
avanzará motorizada por la demanda de los clientes
multinacionales y con una futura convergencia de las
legislaciones en la región, por ahora
hipotética. - Mayor colaboración con las fuerzas
públicas de seguridad, en una interacción
impuesta por lo complementario de sus esferas de
actuación y por la realidad regional, y que
ganará calidad con el mayor conocimiento
mutuo de los actores y el perfeccionamiento de las
legislaciones nacionales. - Crecimiento y consolidación del sector,
como factores dominantes del escenario y que se
mantendrán al menos en el próximo
decenio.
El
futuro de las Instituciones de la seguridad
privada
Entre las principales tendencias para las instituciones
que nuclean a las empresas y profesionales de la seguridad
privada latinoamericana se encuentran:
- Progresivo fortalecimiento de las Instituciones
locales, base imprescindible para cualquier trabajo
fructífero. En cuanto a las instituciones que nuclean a
los empresarios del sector, en algunos países
(Argentina, Brasil, etcétera) estas instituciones
existen desde hace décadas. En otros países son
muy recientes, e incluso no existen en algunos de los
países más pequeños. En cuanto a las que
reúnen a los profesionales, solo existen en pocos
países (AASPRI en Argentina, etcétera) y se
deberá avanzar más en este sentido. - Fortalecimiento concomitante de las Instituciones
regionales, en el que serán particularmente
relevantes las tareas de FEPASEP, la Federación
Panamericana de Seguridad − creada a fines de 2001 y que
hoy agrupa a las Cámaras empresarias de once
países − desde la perspectiva de las empresas del
sector, y la del Foro de Profesionales
Latinoamericanos de Seguridad − creado en el 2000 y que
hoy agrupa a más de 14,000 Colegas de treinta
países, desde la perspectiva de los
profesionales. - Mayor contacto internacional, trascendiendo un
pasado muy enfocado en lo puramente local, y que ha comenzado a
evidenciarse en los últimos tres años
acelerándose a partir de la realización del
Congreso Mundial de Seguridad 2002 en Brasil. Este contacto
internacional se relaciona especialmente con la búsqueda
progresiva de convergencia de legislaciones, la lucha contra la
ilegalidad, la formación profesional y la
concreción de negocios, y se
profundizará.
En un sector como el descrito, y pese a la dura
competencia, creemos en un futuro muy positivo para las empresas,
cuyas principales características serán:
- Crecimiento y consolidación empresaria,
a partir del aumento continuo y sostenido de todos los
segmentos de la demanda. - Gestión profesional, superando las
ópticas centradas en las operaciones – con
funcionarios con mentalidad tan empresarial como el que ya hoy
se encuentra en los sectores de servicios más avanzados
– y mejores posibilidades de formación gerencial
para los directivos del sector. - Mejora de productividad y
la calidad de servicio, motorizados por el aprendizaje
realizado por las propias empresas y sus instituciones, por el
mayor control gubernamental y por una demanda progresivamente
más selectiva y entrenada. - Mejores negocios en todos los segmentos…
para las empresas que sobrevivan al cambio estructural del
sector.
En Latinoamérica el sector de la Seguridad
Privada tiene mucho por recorrer en el camino de su desarrollo,
en un panorama particularmente positivo y favorable. Se trata de
un sector económico en rápida expansión,
gran pagador de impuestos e importante creador de empleo, que se
encuentra en un momento de consolidación, cambio
estructural y continua mejora.
Le espera un futuro con ampliación de mercados,
nuevos servicios, mejores negocios y en el que contribuirá
de modo sustancial y creciente a cubrir las crecientes
necesidades de Seguridad de nuestras sociedades.
Prof. Edgardo Frigo
El Dr. Edgardo Frigo es consultor en planeamiento de
negocios de Seguridad, coordinador de programas de
entrenamiento de directivos de Seguridad y director de
actividades académicas de grado y postgrado relacionadas
con el management de Seguridad, local e
internacionalmente.
Es director del Programa de
Actualización Internacional en Management de
Organizaciones de Seguridad, del Departamento de Estudios de
Postgrado y Educación Continua de
la Universidad de
Belgrano.
Es Profesor Titular de la Cátedra de
Administración de Organizaciones de Seguridad en el
Instituto de Formación Profesional Superior de Argentina,
y Profesor Titular de la Cátedra de Marketing de
la misma Institución.
Es director académico del Curso de
Administración de Organizaciones de Seguridad Privada, del
Instituto Universitario de la Policía Federal
Argentina.
Es Director Académico de FEPASEP, la
Federación Panamericana de Seguridad Privada.
Ha sido Profesor de Administración de Empresas de la Facultad
de Ciencias
Económicas de la Universidad de
Belgrano y miembro activo de ASIS (American Association for
Industrial Security).
Integró la Comisión Directiva de ADCA
(Asociación de Dirigentes de Capacitación de
Argentina), y coordinó sus Ciclos de
Conferencias.
Ha dictado cursos de postgrado en temas de
gerenciamiento de grandes empresas de servicios en Universidades
argentinas y del exterior, y organizado actividades
institucionales relacionadas con temas de gestión de
empresas de servicios y programas de entrenamiento directivo en
asociaciones, cámaras empresarias, instituciones
profesionales y reparticiones gubernamentales, localmente y en el
exterior, actividades que continúan en el
presente.
En el ámbito de la consultoría en el
sector de la seguridad privada el Dr. Frigo ha coordinado
múltiples proyectos de
consultoría en organizaciones de seguridad
privada, relacionados con:
– Reestructuración y reingeniería de empresas de
seguridad
– Reorganización funcional de departamentos de
operaciones, comercial y de marketing
– Depuración de carteras de negocios
– Planeamiento y
evaluación de nuevos productos y servicios
de seguridad física y electrónica.
– Entrenamiento de gerentes y directivos de
organizaciones de seguridad
En el ámbito de la capacitación en el
sector de la seguridad privada, desde hace diez años
dirige actividades de entrenamiento para directivos del sector
tanto abiertas como con la modalidad "in company", tales como el
Programa de
Desarrollo Gerencial de CAESI, Cámara Argentina de
Empresas de Seguridad e Investigaciones, primer programa en su
tipo dictado en Latinoamérica.
En la actualidad coordina el Programa de Desarrollo
Gerencial de CEMARA, Cámara de Empresas de Monitoreo de
Alarmas de la República Argentina, en el que
también participan miembros de las Cámaras
Uruguayas de Seguridad, y en los últimos años ha
dirigido varios Seminarios Nacionales relacionados con diferentes
aspectos de la Seguridad Privada.
Ha dirigido múltiples actividades
académicas en casi todos los países de la
región y presidido los Comités Académicos de
cuatro Congresos Internacionales de Seguridad.
Fue conferencista en el Congreso Mundial de Seguridad
2002, disertando sobre el tema "La capacitación en
Seguridad Privada en Latinoamérica", y Director
Académico del Primer Congreso Latinoamericano de Seguridad
Privada (Bogotá, septiembre de 2003).
En septiembre de 2003 ha sido designado Director
Académico de FEPASEP, la Federación Panamericana de
Seguridad Privada.
El Dr. Frigo ha publicado más de cien
artículos relacionados con temas de gestión de
empresas privadas de seguridad en distintos periódicos y
revistas locales y del exterior.
Es Director Ejecutivo de la consultora BTS, Business
Training Systems de Argentina, especializada en consultoría y entrenamiento para
organizaciones privadas de seguridad en el país y el
exterior.
Es Coordinador Internacional del Foro de Profesionales
Latinoamericanos de Seguridad, red internacional con
llegada a Colegas de toda la región. El Foro está
formado al día de hoy por más de 15,000
profesionales de la Seguridad en 30 países, posee los
sitios web
www.forodeseguridad.com
, www.seguridad-la.com
y www.seguranca-la.com.br
, y edita el boletín electrónico "Noticias de
Seguridad", que llega a más de 35.000 Colegas calificados
de toda la región en idioma español.
El Dr. Frigo está casado con Alicia Wisner,
médica especialista en cardiología.
Tiene dos hijos, y vive en las afueras de la ciudad de
Buenos
Aires.
Contacto: Cerrito 836 3° (1010) Buenos Aires,
Argentina