Luego que Laredo abandonó la presidencia,
Porfirio Díaz se hizo del poder y, para
darle legalidad a su Gobierno,
dejó el mando a Juan N. Méndez que convoco a
Elecciones. Porfirio Díaz resulto triunfante a en los
comicios y, a partir del 5 de Mayo de 1877, empezó a
dominar paulatinamente el escenario político mexicano.
Para tal efecto:
- Reformó la Constitución para prohibir la
reelección inmediata. - Utilizo contra gavilleros y ladrones la ya famosa
"ley fuga" y a
sus enemigos políticos les aplicó el sistema de
"mátalos en caliente". - Logró el reconocimiento de su gobierno por
parte de los Estados Unidos
y reanudo relaciones oficiales con Belga, Alemania,
Italia,
Francia,
España e Inglaterra. - Estableció un sistema
centralista con apariencia de Federal.
Para el gobierno el periodo 1880-84, Porfirio
Díaz apoyó la candidatura a la presidencia de su
compadre Manuel González. Éste, que resultó
triunfador en las elecciones, continuo la obra iniciada por
aquel, consolidando su política ferroviaria
hasta comunicar la cuidad de México con
los Estados Unidos y
establecer la primera institución de crédito
oficial: El Banco Nacional
Mexicano.
No obstante los logros alcanzados en su administración, a González se le
acuso de corrupción
de haber puesto en circulación las monedas de
níquel y de reconocer la deuda Inglesa tan desventajosa
para México.
Esto acarreo un enorme desprestigio al final de su mandato, en
que también se promulgo la Ley de Deslinde y
Colonización de terrenos Baldíos.
La segunda administración de Porfirio Díaz
(1884-88) se inicio en momentos difíciles, no solo desde
el punto de vista económico, sino que también en el
aspecto político. Para afrontar lo anterior, se
suspendió el pago de la deuda interna y se
reconoció la duda inglesa, al mismo tiempo que se
establecía una política de
conciliación con destacados miembros de diferentes
grupos
sociales, al igual que con los altos jerarcas
eclesiásticos.
También en este periodo se origino la Guerra de
Yaqui (1885-1909) en la que los habitantes de la región
lucharon por mantenerse independientes de gobierno de centro;
murió en prisión el ladrón generoso Chucho
El Roto (1885); el general Trinidad García de la Cadena,
opositor político de Porfirio Díaz, fue asesinado
(1886); se reformo la constitución para permitir la
reelección inmediata (1887);se empezó a celebrando
el año nuevo (1887-88) y perdió la vida el Celebre
bandolero Heraclito Bernal (1888).
En el tercer periodo presidencial (1888-92), Díaz
consolido su poder con base
a los éxitos alcanzados en el segundo: la
conservación de la paz (paz del sepulcro, decían
sus opositores) y la conquista de prosperidad, sin embargo, el
los últimos años de este cuatrienio la popularidad
del presiente se vio amenazada por una crisis
financiera que puso en peligro la tan ponderada prosperidad: la
pérdida general de las cosechas ocasionadas por las
terribles sequías y la depreciación de la plata en los mercados
mundiales, factores que a su vez generaron la devaluación del peso mexicano (En 1870 el
peso y el dólar se intercambiaba a la par, el 1890 un peso
por .87 dólar y el 1894 un peso por.51
dólar).
Como consecuencia de los anteriores, el cuarto periodo
de Porfirio Díaz (1892-96) se inicio en condiciones de
aguda crisis
económica que afectaba directamente a lo social y
repercutía en el ámbito político. Por
fortuna, en 1893 José Ives Limantour se hizo cargo de la
Secretaría de Hacienda y logro superar la crisis,
circunstancias que favoreció la reelección de
Porfirio Díaz para su quinto periodo presidencial
(1896-1900). Limantour organizaría también el
sistema bancario mediante la Ley General de Instituciones
de Crédito
1897.
A partir de 1896, la reelección de Díaz
fue indefinida; cada cuatro años hubo elecciones y en cada
una de ellas resulto electo "El Caudillo Necesario".
Con el porfirismo, la economía mexicana
entro en la fase capitalista y sus diferentes áreas de
producción fueron incorporadas, en mayor o
menor medida, al sistema económico de los países
industrializados.
El comercio y la
industria
Comercio las potencias mundiales de la etapa del
porfiriato
habían llegado a una nueva etapa del capitalismo:
el imperialismo.
La llamada segunda revolución
industrial generó un aumento importante en la
siderurgia, los transportes y la electrificación, haciendo
más agudas las necesidades de materias primas
industriales, alimentos,
carbón y petróleo,
mercados para los
nuevos y numerosos productos,
así como la salida para los fuertes capitales. Eso condujo
a una nueva división internacional del trabajo. El
desarrollo de
las exportaciones
mexicanas y el de un mercado interno
mexicano estuvieron ligados estrechamente. Conforme
crecían las exportaciones,
aumentaba la demanda de los
productos.
Con el progreso del sistema ferroviario se abarataban
los costos del
transporte, y
esto fue positivo para el crecimiento de las transacciones
interiores. Industria el
desarrollo
industrial durante el porfiriato se
vio favorecido por varios factores: la construcción de las vías de
ferrocarril, la creación de un mercado interno
más amplio e integrado, el aumento de la población y la inversión
extranjera. Hasta 1890 la presencia de grandes
compañías extranjeras dotadas de maquinaria y
técnicas de producción y administración modernas
le dieron un vigoroso impulso a la industria.
Crecieron en forma importante las industrias
textiles, de calzado, peletera, bebidas, papel,
vitivinícola, productora de azúcar
y alimenticia. Experimentaron también un avance importante
las industrias
fabricantes de cemento,
siderurgia, y química. Debido al
crecimiento industrial en ciudades como México, puebla,
Orizaba, monterrey, Guadalajara, se inició
consecuentemente la aparición del proletariado industrial;
se integraba por peones cuya situación era mala: castigos,
descuentos, largas jornadas, no tenían sindicatos,
prestaciones
ni derechos
laborales; al igual que en las haciendas, existían tiendas
de raya en las fábricas. La mayor parte del capital
extranjero invertido en la industria era francés: 53.2%
colocado sobre todo en textiles; le seguían Alemania, los
estados unidos e Inglaterra; sin
embargo 0no puede hacerse a un lado la importancia del capital
nacional en la industria.
En su sexto periodo de gobierno (1900-04), Porfirio
Díaz manifestó su apoyo al Secretario de Hacienda
José Ives Limantour para sucederlo en la presidencia, al
mismo tiempo que
alentaba las aspiraciones de Secretario de Guerra
Bernardo Reyes con la misma finalidad. Sin embargo, la rivalidad
que se genero entre
ambos candidatos fue tan escandalosa y el desprestigio que se
causaron tan grave, que sus ambiciones políticas
cayeron por su propio peso.
Ante la falta de un digno sucesor del dictador, los
diferentes grupos
políticos se conciliaron con el fin de preparar una nueva
reelección y propusieron la creación de la
Vice-Presidencia y la ampliación del periodo de gobierno a
seis años, de tal suerte que, en las elecciones de 1904
triunfo la formula Porfirio Díaz, Ramón
Corral para dirigir al país en el sexenio
1904-10.
En este periodo se intensificaron los conflictos
políticos a causa de la obstinada permanecía de
Díaz en el poder personalista de su gobierno.
También ocurrieron lo más graves conflictos
sociales debido al alto costo que el
régimen tenía que pagar el haber sacrificado al
alto costo que el
régimen tenia que pagar al haber sacrificado la justicia
social en aras del progreso material.
Tras varios años de persecuciones,
encarcelamientos y clausuras, los colaboradores del diario
Regeneración constituyeron en 1905 el partido Liberal
Mexicano presidido por Ricardo Flores Magon, cuyo objetivo
central era combatir la dictadura de
Días luego de la huelga de
Cananea, son. En junio de 1906, al mes siguiente el partido, dio
a conocer su programa en el
cual, entre otras cosas, demandaba para los
trabajadores:
Jornada laboral de 8
horas, salario
mínimo de un peso pagado en moneda de curso legal,
higiene en
fabricas y talleres, descanso dominical indemnización por
accidentes y
pensión por retiro, prohibición del trabajo
infantil, etc.
También en 1906, grupos
floresmagonistas se levantaron en armas en
Coahuila, Veracruz y Chihuahua, pero fueron reprimidos con
crueldad por el ejercito porfirista, al igual que quienes
participaron el la huelga de
río blanco. A principios de
1907. Lo mismo ocurrió con las incontables rebeliones de
campesinos mexicanos que siempre protestaron por el despojo de
sus tierras.
El hecho de que en febrero de 1908 Díaz haya
declarado a un periodista estadounidense que ya no deseaba
continuar en el poder y que vería con gusto la
formación de partidos
políticos de oposición, motivó a
Francisco I. Madero a publicar su libro "La
sucesión presidencial de 1910" en el que invitaba al
pueblo a formar partidos independientes.
Surgieron así varios partidos
políticos de efímera duración, y el 1909
se formo el antirreleccionista que contaba entre sus miembros a
Francisco I. Madero, Emilio Vázquez Gómez, Toribio
Esquibel Obregón, José Vasconselos, Roque Estrada,
Luis Cabrera, Félix Palavicini y otros.
En 1910 en el antirreleccionista, aleado del nacional
democrático, lanzo como candidatos a la presidencia y
Vicepresidencia respectivamente, a Madero y Francisco
Vásquez Gómez. En plena campaña electoral,
Madero fue detenido en Monterrey el 7 de junio y trasladado a San
Luis Potosí donde permaneció en prisión
mientras se celebraban las elecciones en las que la formula
Díaz-Corral Triunfo de Nuevo, ahora para el periodo
1910-16.
Luego de la gran celebración del centenario del
inicio de la Independencia
Mexicana en al que, entre otras cosas, se inauguró la
Capital Mexicana la Columna de las Independencia,
Madero se fugo hasta San Antonio Texas, donde redacto el plan de San Luis
(5-oct.1910) en el que, esencialmente: declaraba nula la
reelección de Díaz, asumía provisionalmente
la presidencia, llamaba al pueblo a levantarse en armas a partir
del 20 de noviembre
de 1910, prometía a los campesinos la restitución
de sus tierras o la indemnización correspondientes y
proclamaba los principios de
sufragio efectivo y no reelección.
El plan de San Luis
se difundió rápidamente y por todo el amito
nacional, aparecieron grupos armados que apoyaron el movimiento de
Madero. Caudillos como Adrián González, Pascual
Orozco, entre otros.
Iniciándose así la primera etapa de la
Revolución
Mexicana y, tan solo 6 meses de lucha, lograron que se
firmaran los convenios de Cuidad Juárez (21 de mayo 1911)
en los que se estipulaba:
- La renuncia de Porfirio Díaz a la
presidencia. - La renuncia de Madero al poder que le
conferían el plan de San Luis. - El gobierno Interno de Francisco León de la
Barra. - La convocatoria a nuevas elecciones.
- El licenciamiento de las fuerzas revolucionarias de
Madero.
Luego de la renuncia de Díaz (25 de mayo de
1911), de la Barra inicio su interinato en el Cual surgieron
conflictos políticos que obedecían a dos
factores:
Por un lado la imposibilidad de conciliación
entre revolucionario y porfiristas en un mismo Gobierno, y por el
otro, la profunda división que la actitud
inconsistente de Madero causara en el grupo
revolucionario al no cumplir promesas agrarias. En medio de estos
conflictos se celebraron elecciones en alas que la formula
Francisco I. Madero y José Ma. Pino Suárez como
candidatos a la presidencia de la republica, y el partido
constitucional progresista, resulto triunfadora por una inmensa
mayoría.
A los C.C. secretarios de la H.
Cámara de Diputados
Presente.
El pueblo mexicano, ese pueblo que tan generosa, mente
me ha colmado de honores, que me proclama su Caudillo de
intervención, que me secundo patrióticamente todas
las obras emprendidas para impulsar la industria de la republica,
ese pueblo, señores diputados, se ha insurreccionado en
bandas milenarias armadas, manifestando que mi presencia en el
ejercito del suprema poder
ejecutivo, es causa de su insurrección.
No conozco hecho alguno imputable a mi que me motivara
ese fenómeno social; pero permitiendo, sin conceder, que
pueda ser culpable inconsciente, esa posibilidad hace de mi
persona la
menos apropósito para raciocinar y decir sobre mi propia
culpabilidad.
En tal concepto,
respetando, como siempre he respetado la voluntad del pueblo, y
de conformidad con el Art. 82 de la Constitución Federal
vengo ante la suprema representación de la nación
a dimitir sin reserva el encargo de presidente constitucional de
la Republica, con que me honró el pueblo nacional; y lo
hago con tanta mas razón cuando que para retenerlo seria
necesario seguir derramando sangre mexicana,
abatiendo el crédito de la nación,
derrochando sus riquezas, segando sus fuentes y
exponiendo su política a conflictos
internacionales.
Espero, señores diputado, que calmadas las
pasiones que acompañaban a toda revolución, un estudio mas concienzudo y
comprobado haga surgir en la conciencia
nacional un juicio correcto que me permita morir, llevando en el
fondo de mi alma una justa correspondencia de la
estimulación que en toda mi vida he consagrado y
consagrare a mis patriotas. Con todo respeto.
México, Mayo 25 de
1911.
Porfirio Díaz
(Rúbrica)
Elizabeth Romero Perez