- El valor de la
creatividad - Revolucionarios y
Conservadores en el mundo de los negocios. La labor de los
líderes - Innovación. La
creatividad puesta en práctica - Las nuevas
realidades - Imaginar el
futuro - Reeducar a los directivos y
al personal - Creando nuevos
paradigmas - El Efecto
Fosbury - La capacidad de cambio
permanente - La ética y la
moral - El cambio de paradigma como
estrategia - El PNL como herramienta para
modificar las creencias - Conclusiones
- Bibliografía
Qué es un concepto? Un
concepto es
una idea que concibe o forma el entendimiento, o sea un pensamiento
expresado con palabras. Se lo define también como una
opinión o juicio. Los empresarios, directivos y el
personal de
las empresas tienen
un montón de opiniones, juicios e ideas de lo que son los
negocios, de
lo que es una empresa, de
lo que son los procesos, de
lo que representa la calidad de los
productos y
servicios, de
lo que es la satisfacción del cliente, y
así muchos más conceptos referentes a los distintos
aspectos vinculados a la actividad económica, los negocios
y el mercado.
En una era de muy rápidos cambios los conceptos
ayer adquiridos, hoy ya no sirven, nos han dejado de ser
útiles. Si la imprenta de Gutenberg constituyó un
hecho revolucionario al reducir los costos de
publicación y por lo tanto permitió a un mayor
numero de personas adquirir conocimientos, hoy Internet permite con un
costo
bajísimo y a nivel global hacer llegar nuevas ideas,
conceptos, productos y
servicios. La
conjunción de la computación y las comunicaciones
han revolucionado la esfera del conocimiento,
ampliando con ello los límites de
la acción. Por lo tanto ha llegado la hora de no atenerse
a los límites,
sino trabajar con ellos a través de la
imaginación.
La imaginación es el arma mas poderosa que posee
el hombre. La
imaginación sumado al esfuerzo han permitido a este logros
impresionantes. Ahora bien, ese enorme caudal de energía
puede volcarse para el bien o para el mal. La imaginación
del hombre
superando todos los límites, inclusive los límites
morales hizo factible tanto las fábricas de la muerte
durante la Segunda Guerra
Mundial, con procesos y
actividades analizados minuciosamente en cuanto a eficacia y
eficiencia
destinado a la destrucción masiva y estandarizada de seres
humanos, como también dio lugar a comienzos de éste
nuevo siglo a la destrucción en minutos de las Torres
Gemelas el 11 de Septiembre utilizando para ello aviones
comerciales.
La imaginación y la creatividad
pueden ser utilizados para el bien o para el mal, de lo que se
trata acá es de utilizar las mismas para mejorar
día a día la calidad de
vida del hombre, por
medio de un uso más equitativo y productivo de los
recursos,
aumentando la producción sin destruir el medio
ambiente, permitiendo el desarrollo de
los individuos en el trabajo y
capacitando a la sociedad para ir
continuamente en busca de nuevos logros que la enriquezcan no
sólo en lo material, sino además en lo
espiritual.
Cuando antes se afirmo acerca de no atenerse a los
límites, sino a trabajar con ellos, se hacia claramente
referencia a la creatividad
puesta en acción para dar solución a problemas que
nuestros actuales esquemas mentales no han sabido o podido dar
solución. No se quiere con ello hacer afirmaciones en
torno a los
límites morales que deben ser la base firme sobre la cual
puedan desarrollarse el crecimiento tecnológico. La
cuestión entonces es saber, cuales son esos límites
morales, algo de lo cual trataremos en el desarrollo
posterior.
Sí podemos afirmar desde ya que el sólo
manejo o conocimientos técnicos y científicos, no
implica hacer el mejor uso de los recursos, ni
adoptar las mejores decisiones que beneficien a la sociedad en su
conjunto.
Retomando el contenido inicial en torno a los
conceptos, cabe hacerse la pregunta de que conceptos deben ser
reevaluados y por lo tanto vueltos a concebir, y las razones que
originan esa necesidad.
Estas ideas o conceptos que poseemos acerca del mundo, y
de los negocios en particular, son como las lentes a
través de la cual percibimos el entorno y nuestro propio
ser. Somos en gran medida lo que pensamos, y pensamos
en función
de lo que somos y sentimos. Tomar conciencia de
ello, y a partir de allí adoptar una actitud
sistemática de poner a prueba cada concepto que tengamos
individual y grupalmente en materia de
negocios, administración, procesos, sistemas,
productos, calidad y
diseños entre otros, dando con ello lugar a la posibilidad
de nuevas realidades es el objetivo
fundamental de este desarrollo.
Descartes dio lugar a éste sistema de
pensamiento
que dudando de todo pretendía con ello ahondar en las
causas y razones de cada hecho o circunstancia, así pues
concebida como una metodología de indagación se
utilizó como forma de comprender y reestructurar
filosóficamente al hombre y al cosmos.
Hoy el incesante avance tecnológico,
científico y cultural con los efectos que ellos tienen en
el mundo de los negocios hacen necesario crear un método o
sistema destinado
a reconceptualizar y recrear nuestra visión
de los mismos. Los paradigmas (conjunto de juicios e ideas
a través de las cuales concebimos y juzgamos la realidad)
que sirvieron para tomar decisiones y resolver problemas en
una época, ya no son útiles en esta nueva era
signados por nuevas realidades en los procesos y técnicas
de producción, y en las necesidades
individuales y sociales.
El recrear implica crear nuevamente nuestra
visión y forma de hacer las cosas, o sea dar lugar a
nuevas forma de realizar y desarrollar la forma de administrar,
producir, vender, dirigir, motivar, planificar, diseñar y
generar valor en la
actividad empresaria.
Quienes serán los vencedores en el nuevo mercado global
signado por la ultra-competencia?
Serán aquellos que tengan la capacidad y osadía a
través de una actitud
revolucionaria de concebir y generar nuevas realidades.
Más que una actitud preventiva, se requiere de actitudes
proactivas, más que adelantarse a los hechos, se
requiere generar las nuevas realidades. Es aquí donde toma
forma la necesidad de trabajar con los límites. En un
mundo donde los productos poseen ciclos de vida cada día
más cortos se requerirá de una revolución
permanente. Lo que hoy es una gran innovación dejará de ser tal cosa no
en 10 o 20 años como ocurría hasta hace un tiempo, sino en
un año, en meses y en algunos casos hasta en
semanas.
Ante todo debemos definir que es la creatividad. Crear
se define como producir algo de la nada. Ahora bien, cualquier
creación que el hombre
genera no es de la nada sino producto de la
combinación y recombinación, de ideas, conceptos y
usos antes creados por otros. Así pues cuanto más
rica sea la experiencia del hombre tanto en el orden intelectual,
como en sus relaciones con otras personas, como así
también en el
conocimiento de otras culturas y sistemas,
aumentará en éste la capacidad de crear. Pero tales
experiencias si bien son necesarias, no son suficientes para
generar nuevas ideas y conceptos. En primer lugar acumular
experiencias exteriores e inclusive interiores requiere de tanto
de apertura mental, como así también de la
capacidad de inquirir, o sea tanto la inquietud, como la
capacidad de querer saber acerca del porqué o razón
de las cosas, sucesos o hechos.
En segundo termino una vez absorbida esa experiencia
deberá tenerse la capacidad de análisis, de deducción como de
inducción, la intuición y la
imaginación para combinar los conceptos de modo tal de
generar nuevas ideas, sea esta en el campo de la ciencia, la
tecnología, el arte, los
negocios, los deportes o cualquier otro campo de
interés
para el hombre y la sociedad.
De tal modo la creación es producto de un
continuo proceso
dialéctico, en el cual las ideas (tesis) son
puestas a prueba confrontada con los hechos, y / o con otras
ideas (antítesis), lo
cual da lugar a nuevas ideas superadoras (síntesis).
Esta síntesis
es pues la tesis sobre la cual se generarán a su vez un
nuevo proceso y
así sucesivamente. De tal forma los individuos originan
dentro del marco social en el cual se desarrollan nuevas y
mejores ideas que no sólo den respuesta a los problemas,
sino además que generen la capacidad de mejorar los
conceptos e ideas antes plasmadas. Así pues en cualquier
sociedad no abierta al contacto con otras sociedades, o
que no fomentan y dan libertad tanto
a la investigación como a la libertad de
expresión se impide ese fenomenal proceso
dialéctico mediante el cual se logran nuevos avances,
descubrimientos y creaciones.
Ahora bien, que valor posee la creatividad? Para los
individuos poseer creatividad significa diferenciarse de los
demás. Para las empresas u
organizaciones
tener individuos creativos implica alcanzar ventajas
estratégicas. Y para las sociedades
fomentar y proteger debidamente la creatividad implica mejorar el
nivel de vida de sus ciudadanos en su conjunto. En un mundo donde
todo se produce en serie, donde todos los procesos se
estandarizan y copian, la educación a pasado
también a generar individuos que piensan sino igual en
materia
profesional, si semejante o muy parecido. Si todos se parecen, la
pregunta es: quién triunfará? El más
creativo. Aquel que tenga la capacidad de generar nuevas
ideas para producir un mayor valor agregado. En un campo de
educación
masiva, con abundante cantidad de licenciados, ingenieros,
médicos, postgraduados, master y doctores, han de sobresalir aquellos
que generen nuevas ideas, aquellos que sean realmente creativos
tanto en la producción de nuevos productos y servicios,
como en las nuevas formas de ofrecerlos, venderlos y satisfacer a
los clientes y
consumidores.
Lo mismo acontece con la producción de bienes y
servicios, la retroingeniería o ingeniería
al revés permite rápida y eficientemente
copiar a las empresas los modelos
ofrecidos por otras empresas, sólo la creatividad puesta
al servicio de
crear los procesos más eficientes en la producción
y en la satisfacción total del cliente permiten
a las empresas generar un plus de valor agregado, lo cual
le permite un mejor posicionamiento y
participación en el mercado.
La creatividad puesta al servicio de la
estrategia de
negocios marca claramente
la diferencia entre las empresas y profesionales de excelencia de
aquellos que no lo son.
Así en el arte están
quienes pintan magníficas telas, pero sólo se
limitan a copiar técnicas y
figuras ya pintadas por otros. Son los creativos quienes generan
nuevas técnicas y se enfocan a nuevas figuras a ser
pintadas. Así pues tenemos a quienes trabajan dentro de
los límites de determinada escuela, y
quienes trabajan con los límites dando lugar a nuevos
conceptos e ideas. Siempre habrá líderes y
seguidores, la cuestión es donde pretende ubicarse
usted.
Son los creativos quienes tienen la mayor posibilidad de
posicionarse en los puestos de vanguardia, se
traten de individuos o empresas. La pregunta es ahora, las
empresas pueden también ser creativas? La respuesta es
sí. De que forma? Fomentando la tanto la creatividad
individual, como del trabajo en
equipo. El trabajo en equipo
tiene la capacidad de combinar los conocimientos y experiencias
de muchos y variados individuos que así mediante una
transacción de ideas y experiencias pueden generar nuevos
productos, servicios, procesos y soluciones de
problemas. Liderar la inteligencia
colectiva para la generación creativa de ideas, y apoyar
firmemente la labor de los individuos en la
organización es una de las principales funciones y roles
del ejecutivo del siglo XXI.
3. Revolucionarios
y Conservadores en el mundo de los negocios. La labor de los
líderes.
De igual modo que en el terreno de la política, ante
determinadas circunstancias en el desarrollo de las realidades
surgen la necesidad de nuevas ideas y conceptos que se adapten
mejor a los nuevos tiempos y a los cambios que estos requieren.
Así pues las condiciones están dadas, pero se
requiere de individuos que lideren el cambio.
Producidos dichos cambios los individuos que las generaron se
enamoran de sus propias ideas, se desentienden de los procesos
dialécticos, no reconocen que la única realidad
permanente es el continuo cambio, y
pretenden evitar cambio alguno esclavos de sus ideas y temerosos
al cambio, o sea pasaron de ser revolucionarios a ser
conservadores. Los nuevos líderes que requieren las
empresas y organizaciones en
el siglo XXI son aquellos involucrados con la revolución
permanente. Aquellos dispuestos a destruir sus propios conceptos
para generar otros nuevos y más poderosos. Los
líderes deben privilegiar el pragmatismo
por sobre los dogmatismos que los llevarán a ellos y a sus
empresas a la desaparición. Así las misiones y
valores de las
empresas deben reconsiderarse continuamente a la luz de las nuevas
realidades. La misión que
en otro momento pudo llevar a una empresa a los
primeros lugares, hoy puede significar llevarla al sepulcro. El
líder
debe tener la capacidad de crear y recrear constantemente las
ideas y conceptos que guían a la empresa. Un
individuo no puede contentarse con ser un creativo en una etapa
de su vida. La realidad actual requiere de una creatividad
constante, y si ya no posee esa fuerza
deberá dar lugar a otros creativos para que
continúen con el proceso pasando él a un puesto de
consejero o asesor. De tal modo la empresa
conservará la fuerza de
crear, pero además mantendrá dentro suya la rica
experiencia de los anteriores líderes.
El líder
moderno no sólo debe sobresalir por su creatividad, sino
que además debe fomentar y apoyar la creatividad de sus
subordinados.
4.
Innovación. La creatividad puesta en
práctica
Innovar implica introducir algo nuevo, lo que significa
crear nuevos conceptos e ideas, en este caso en el mundo de los
negocios, que originen nuevos procesos, productos, servicios y
estrategias en el
campo empresario. De tal forma la innovación es la
creatividad puesta en práctica, o sea crear nuevas ideas y
llevar éstas al campo de la producción. Lo que
hasta ese momento era un esbozo, un plano, una fórmula, un
programa, pasa
a desarrollarse en el terreno material. La idea del escultor pasa
a estar plasmada en el mármol, deja de ser sólo una
idea para ser una escultura. Dicho en términos
aristotélicos, lo que la idea representaba como potencia, paso a
ser un acto como escultura.
Que implicancia tiene ello en el mundo de los negocios?
Los líderes y estrategas deben comprender que mientras
sólo se posea una idea, por más buena que
ésta sea, representa tan sólo una potencialidad. La
labor del líder es hacerse de los recursos y
administrarlos eficazmente para transformar esas ideas en
negocios concretos. Pensemos en cualquier campo de la alta
tecnología, desde la farmacéutica a
la informática, tener la mejor idea y no
pasarla rápidamente a la práctica puede ser
quedarse sólo con papeles, pues en el mundo actual
super-informatizado e hipercomunicado, muchos investigadores y
empresas trabajan con ideas semejantes al mismo tiempo. De ello
tenemos una nueva e importante regla: no sólo se debe
ser creativo sino que además las ideas generadas deben
ponerse rápidamente a rodar en el campo de los
negocios.
Vivimos en una época en la cual ya se mide el
tiempo en nanosegundos, mostrando aún más lo
valioso del mismo y de su medición. En un mundo totalmente
intercomunicado el tiempo tiene un gran valor, y mucho más
si tomamos en consideración que a partir del año
2000 los conocimientos se han de duplicar cada diez
años.
A nuevos entornos, corresponden nuevas ideas y paradigmas.
Tratar de seguir viendo, analizando y tomando decisiones a la
luz de
conceptos que correspondieron a otras circunstancias, es no
poseer la suficiente flexibilidad ni capacidad mental para
adaptarse a las nuevas realidades. El mundo cambió, cambia
y cambiará constantemente, razón por la cual
debemos reactualizar continuamente nuestros conceptos. Pero como
antes dijimos nuestra capacidad competitiva serán mucho
mayor si somos nosotros los generadores de esa nueva realidad, o
sea en lugar de reaccionar o anticiparnos a los cambios del
entorno, tenemos que tener la imaginación y la capacidad
creativa de provocar el cambio con nuevos conceptos e
ideas.
Debemos aceptar pues que todo cambia. Como dijo el
filósofo griego Heráclito "la existencia es la
corriente de un río, en el cual no podemos bañarnos
dos veces en las mismas aguas". Pero si bien el cambio siempre
existió, hay fases de la historia en la cual dichos
cambios se aceleran, y actualmente estamos atravesando por uno de
esos momentos de fuerte aceleración.
Cuales son aquellos cambios radicales a los cuales
debemos reacomodar nuestras formas de pensar, y por lo tanto la
manera de establecer las estrategias? Si
hasta ayer nuestras estrategias se acomodaban a determinadas
reglas de juego, hoy al
cambiar estas reglas debemos cambiar sí o sí las
estrategias a emplear.
En primer lugar tenemos la caída de lo que por
mucho tiempo se considero como algo inexpugnable, que fue la
caída del sistema comunista. Ello trajo consigo
importantes movimientos poblacionales, en la aparición de
nuevos competidores tanto a la hora de ofrecer productos y
servicios, como a la hora de recepcionar inversiones,
en la ampliación de los mercados, en la
aparición de dos enormes colosos en los mercados como lo
son la China
Continental y Rusia. Al mismo tiempo numerosos países
disgregados tanto del bloque comunista como del soviético
pasan a formar parte de la Unión
Europea con lo que ello significa para el poderío
económico del mismo.
La caída del comunismo
también significó la terminación de luchas
ideológicas, dando lugar a un fuerte crecimiento
industrial y comercial del Sudeste Asiático. Así
pues hoy acompañan a Corea del Sur, Hong Kong, Singapur y
Taiwán el fuerte crecimiento de Indonesia, Filipinas,
Malasia, Tailandia, e inclusive Vietnam. Si a éstos
países, se le agrega China
Continental, más el despertar de la India
(país cuya proyecciones apuntan a superar en número
de habitantes a la mismísima China para dentro de 15
años) tenemos la aparición de nuevos supermercados,
tanto a la hora de colocar productos, como a la hora de competir.
Países que carecen de una historia sindical que los
limiten en materia reglamentaria, países con fuertes
necesidades de crecimiento y desarrollo para alimentar a una gran
masa humana, nos ofrecen la capacidad de generar bienes con un
muy bajo costo de mano de
obra.
A lo anterior debe agregarse la fenomenal caída
en los costos tanto del
transporte
como de las comunicaciones, producto de las nuevas
tecnologías. Debemos sumar a ello la aparición
de nuevos materiales
surgidos de la ingeniería de materiales,
los cuales reemplazan a productos naturales como minerales
básicos y productos derivados de animales. No
menos auspicioso es el avance de la aplicación de la
genética y
de las biotecnologías al desarrollo agrícola, lo
cual genera mayores rendimientos productivos por hectárea,
además de la posibilidad de producir en climas y tipo de
suelos hasta
este momento no aptos o de escasos rendimientos.
Otro aspecto fundamental es la revolución
informática que permite rápidas y
amplias comunicaciones a un bajo costo, y de una manera cada vez
más eficaz. Además la teleinformática ha
permitido dar lugar tanto al surgimiento de las empresas
virtuales, como así también al teletrabajo
(llamado también trabajo a distancia). El trabajo a
distancia hace factible que profesionales, empresas de servicios
e individuos en general puedan producir servicios desde su lugar
de residencia y comercializarlos en lugares muy distantes. Hoy
dìa ya se están efectuando operaciones
quirúrgicas a control remoto, o
bien se procesan informaciones en un país y se transfieren
los resultados a un país distante, entre muchísimas
más alternativas que están teniendo hoy
lugar.
El reconocimiento de estos profundos cambios implica la
necesidad no sólo de modificaciones profundas en las
estrategias nacionales, sino además en las de las
empresas.
Uno de los grandes cambios a producirse gira en torno a
la generación de energía en base a
hidrógeno, por medio de la separación de las
moléculas que componen el agua. De
igual forma ya hay importantes avances no sólo en el plano
científico, sino además técnico y comercial
para la desalinización del agua. De tal
forma aquellos países que hasta ahora obtienen fuertes
ingresos de la
renta petrolera verán caer en gran forma sus recursos
financieros. Para muchos de estos países hoy poseedores de
extensas zonas desérticas la estrategia
estaría dada por la utilización de su actual renta
petrolera en el proceso de desarrollo de las plantas
desalinizadoras que permitan la producción agrícola
que de sustento a sus poblaciones.
Sumado a todo lo descrito, está la caída
de las barreras aduaneras y el surgimiento de un gigantesco
mercado internacional de capitales, de los cuales participan
además de los países centrales los llamados
países emergentes, ello facilitado por los modernos
sistemas de
información, lo cual genera enormes desplazamientos de
capitales entre países, como así también la
aparición de fuertes crisis
monetarias y cambiarias (México,
Brasil,
Sudeste Asiático, Rusia, Argentina).
Así tenemos que estos grandes cambios a nivel
mundial que semejan a grandes movimientos y desplazamientos
continentales, generan la fuerte necesidad de repensar las
estrategias de la empresa
vinculadas tanto al marketing, las
finanzas, los
costos y la producción, como también a la investigación y desarrollo. Hoy ya no
sólo se compite con los inventores, creadores e
innovadores de Europa, Japón,
Estados Unidos
y Canadá, sino también con los millones de
creativos de China, India, Corea,
Brasil y el
Sudeste Asiático. Basta con pensar en marcas de
automotores y productos electrónicos de la India y Corea
del Sur hasta hace poco impensadas en Occidentes y hoy hechas
realidad.
Hoy la capacidad competitiva de una nación
ya no está dada por sus recursos
naturales, sino por su conocimientos, y su capacidad de
generar nuevas ideas comercializables en los
mercados.
Las empresas se ven así en la necesidad imperiosa
de agregar cada día nuevos valores a sus
productos y servicios para diferenciarlos de los competidores.
Las diferencias estarán dadas por mejores niveles de
calidad, menores costos, velocidad de
atención, capacidad de respuesta,
satisfacción total del cliente y capacidad de
diversificación (adaptación a segmentos
particulares en lugar de estándares generales).
Imaginar es representar o crear idealmente algo.
Así es como deberán pensar y repensar el futuro
cercano y distante aquellos líderes que pretendan lograr
el éxito
de sus compañías. Pensar y repensar, crear y
recrear constantemente el presente y futuro de las empresas es el
deber que tienen los gerentes. Pensar que repitiendo lo que
antes llevó al triunfo volverá a generarlo en
el presente y en el futuro es un gravísimo
error. Continuar administrando la empresa con los conceptos
que correspondían a otras realidades políticas,
sociales, económicas, tecnológicas, y
científicas constituye un enorme y grave error. Un
gerente errado
no puede dirigir una empresa, es
como una brújula que no funciona, conduce
irremediablemente a la corporación a un desfiladero. No
es posible resolver problemas importantes en el mismo nivel de
pensamiento en que esos problemas han surgido. Para resolver un
problema que parece no tener solución, es preciso ante
todo cambiar el nivel de pensamiento, es decir, variar de
paradigma. A
cada nuevo problema, corresponde una nueva visión del
mundo, o sea un nuevo paradigma.
Ello trae a colación otro hecho importante: "al cambiar de
paradigma, el
conocimiento anterior no sirve de nada".
El nuevo líder, el líder para esta nueva
era de los negocios globalizados, necesita no sólo
capacidad de razonamiento y de análisis lógico-cuantitativo, sino
además deberá tener la capacidad de
imaginación e intuición suficiente para generar
nuevas ideas, impulsar la innovación y resolver creativa y
eficazmente los problemas generados por las nuevas realidades.
Un nuevo entorno dará origen a nuevos problemas,
problemas cuya misma existencia, y por lo tanto soluciones, no
fueron vistas ni en la universidad, ni
en su anterior experiencia.
7. Reeducar a
los directivos y al personal
Nuestro cerebro
está compuesto de dos hemisferios: el izquierdo y el
derecho. Por regla general, la educación que nos
dan en la escuela
privilegia el desarrollo del hemisferio izquierdo, que es la
parte lógica
y analítica del cerebro. El
hemisferio derecho, donde residen la intuición y la
creatividad, queda en segundo plano en el desarrollo intelectual
del alumno. ¿Resultado? Aprendemos a pensar sólo
con un lado del cerebro, y no aprovechamos plenamente la
capacidad de nuestro cerebro.
En tanto el lado izquierdo del cerebro se concentra
en: el detalle, la mecánico, la sustancia, en blanco y
negro, el lenguaje,
es lógico, cerrado, cauteloso, escéptico,
repetitivo, verbal, analítico y memorioso, el lado
derecho se concentra en: la amplitud, la creatividad, la
esencia, los colores, es
receptivo, artístico, abierto, aventurero, innovador,
intuitivo, sintético, espacial y meditativo.
El hemisferio izquierdo y el derecho tienen funciones
totalmente distintas, procesan la información de forma diferente, pero son
complementarios. Tener éxito
depende de que los dos hemisferios cerebrales trabajen en
equilibrio y
armonía. Así como el ser humano necesita de dos
piernas en perfectas condiciones para andar y correr, con el
cerebro ocurre algo parecido. Por lo tanto no sólo debe
repensarse los contenidos de la educación primaria,
secundaria y universitaria, sino que es fundamental mientras
tanto reeducar a nuestros directivos y al personal.
Entre dos empresas, aquella que posea personal con mayor
capacidad intuitiva y creativa tendrá el plus de obtener
una ventaja en los mercados.
Si los directivos y gerentes no están preparados
para identificar y aprovechar una oportunidad, con toda seguridad otro lo
hará por ellos: alguien mejor preparado, que me más
allá cuando los demás simplemente miran, alguien
que ha tenido éxito en cambiar su paradigma.
El paradigma nos explica cómo es el mundo, y con
ello, nos ayuda a predecir su comportamiento. El paradigma es para el ser humano
lo que el agua es
para el pez, que no sabe que vive dentro de ella hasta que lo
sacan fuera. La educación y la sociedad hacen que veamos
el mundo de una forma masificada, estándar. La moda nos dice
cómo vestir; la publicidad,
qué consumir. El mundo influye en nuestra manera de
pensar, creando y fortaleciendo paradigmas en
nuestra mente. El empresario y directivo que consigue cambiar
este estado de
cosas y modificar sus paradigmas, empezará a ver lo que
los demás no ven, y entonces surgirán las
oportunidades para alcanzar el éxito.
Conocer los paradigmas es fundamental para los negocios.
Suiza es un país conocido por sus relojes. En 1970, Suiza
controlaba el 90% del mercado mundial de relojes. Un día
un técnico de una de las mayores empresas de
relojería mostró a sus jefes un nuevo modelo que
acababa de inventar. Se trataba de un reloj electrónico de
cuarzo. Su superior observó el prototipo y le dijo: "Esto
no es un reloj. No tiene resortes ni rubíes", y no dio
ninguna importancia al descubrimiento. Pero los japoneses y los
estadounidenses sí se la dieron. Y el mundo entero
también. Pusieron a la venta el reloj de
cuarzo, y en 1982, el 90% del mercado que controlaban los suizos,
se redujo al 15%. Perdieron el liderazgo y
cincuenta mil puestos de trabajo por culpa de la nueva
tecnología, ¡inventada por un suizo! El problema es
que cuando se cambia de tecnología –en el caso
suizo, de relojes mecánicos a electrónicos-, la
tecnología anterior, adquirida a lo largo de años
de esfuerzos e investigaciones,
se convierte en humo. Es preciso empezar de nuevo, y por eso es
tan difícil cambiar. Pero el mercado mundial es
extraordinariamente competitivo. Una empresa que tarda en
cambiar de paradigma, pierde mercado a favor de otra que cambia
más deprisa. El mundo está en permanente
transformación, o las empresas cambian con él, o
tienden a quedarse atrás.
Para las empresas, tanto como para los directivos y
profesionales es mucho más fácil continuar con la
vieja visión del mundo, haciendo lo que siempre se ha
hecho, que adoptar una nueva y hacer lo que todavía no se
ha aprendido. El problema es que la gente vive inmersa en su
propio paradigma y no se da cuenta de ello.
Otra forma de explicar los paradigmas es
considerándolos como mapas. Todos
sabemos que "el mapa no es el territorio". Un mapa es simplemente
una explicación de ciertos aspectos de un territorio. Un
paradigma es exactamente eso. Es una teoría,
una explicación o un modelo de
alguna otra cosa. Todos tenemos muchos mapas en la
cabeza, que pueden clasificarse en dos categorías
principales: mapas del modo en que son las cosas, o realidades, y
mapas del modo en que deberían ser, o valores. Con esos
mapas mentales
interpretamos todo lo que experimentamos. Pocas veces
cuestionamos su exactitud; por lo general ni siquiera tenemos
conciencia de que
existen. Simplemente damos por sentado que el modo en que vemos
las cosas corresponden a lo que realmente son o a lo que
deberían ser. Estos supuestos dan origen a nuestras
actitudes y a
nuestra conducta. El modo
en que vemos las cosas es la fuente del modo en que pensamos y
del modo en que actuamos.
Todos tendemos a pensar que vemos las cosas como son,
que somos objetivos.
Pero no es así. Vemos el mundo, no como es, sino como
somos nosotros, o como se nos ha condicionado par que lo
veamos. Así pues, cuanta más conciencia
tengamos de nuestros paradigmas, mapas o supuestos
básicos, y de la medida en que nos ha influido nuestra
experiencia, en mayor grado podremos asumir la responsabilidad de tales paradigmas, examinarlos,
someterlos a la prueba de la realidad, escuchar a otros y estar
abiertos a sus percepciones, como lo cual lograremos un cuadro
más amplio y una modalidad de visión mucho
más objetiva.
En cierto sentido, un paradigma indica la existencia de
un juego, en
qué consiste y cómo jugar con éxito. La idea
del juego es una metáfora muy apropiada para los
paradigmas puesto que refleja la necesidad de límites y de
instrucciones sobre cómo actuar correctamente. Un
paradigma indica cómo jugar de acuerdo con las reglas
establecidas. Un cambio paradigmático es, por tanto, un
cambio hacia un nuevo juego, un nuevo conjunto de
reglas.
Durante muchos años la forma más
común de realizar el salto de altura era el "salto de
rodillo": el atleta corría hasta la barra y se lanzaba
hacia delante efectuando un movimiento de
rodillo. Durante los juegos
celebrados en México
durante 1968, el atleta Dick Fosbury sorprendió al mundo
al establecer una nueva marca
olímpica y ganar la medalla de oro con una nueva
técnica en la que había trabajado durante varios
años: el "salto Fosbury" consistente en correr hacia la
barra y sobrepasarla lanzándose de espalda. Fosbury
"cambio el modelo" en el salto de altura, sustituyó un
modelo por otro nuevo en su totalidad. Aplicando estos conceptos
al área de la producción, administración y dirección de empresas ello implica que es
menester adoptar las nuevas técnicas si se quiere mantener
a la empresa en competencia, ya
no sirve perfeccionar los viejos métodos.
En estos tiempos el mayor peligro es la posibilidad
de que un competidor cambie las reglas básicas del juego
en la industria en
la cual este insertada la empresa. Si la empresa sigue jugando
conforme a las viejas reglas (paradigmas), la fuente de su
ventaja competitiva podría desaparecer.
Ahora veamos un caso a nivel industrial. El precio de los
tubos de imagen para los
televisores siguió el modelo de la curva de experiencia
desde la introducción de la
televisión a finales de la década de 1940 hasta
1963. El precio
unitario promedio cayó en ese entonces de U$S 34 a U$S 8
(precio del dólar en 1958). La llegada de la televisión
en colores
interrumpió la curva de experiencia. La fabricación
de tubos de imagen para los
aparatos en color
necesitó una nueva tecnología de
fabricación, y el precio de estos tubos se elevó a
U$S 51 en 1966. Luego, la curva de experiencia se reafirmó
por sí misma, El precio bajó a U$S 48 en 1968, a
U$S 37 en 1970 y a U$S 36 en 1972. En resumen, el cambio
tecnológico puede alterar las reglas del juego, al exigir
que las antiguas compañías de bajo costo emprendan
medidas con el fin de restablecer su ventaja
competitiva.
10. La
capacidad de cambio permanente
La vida es un río, y cada día todos
tenemos que tomar una decisión acerca de cómo
navegaremos en él. La forma en que el río corre
está cambiando. En el pasado el río por lo general
era tranquilo, bastante predecible y moderadamente manejable.
Pero el río del futuro es más turbulento,
generalmente impredecible, y mucho menos manejable. Nuestra
corriente fluvial está cambiando, y también
debía cambiar nuestra navegación; porque la vida en
ese nuevo río significa que tenemos que aprender, no
sólo a esperar los cambios y responder a ellos, sino
también imaginarlos y crearlos. Esta nueva forma de
analizar y tomar decisiones se denomina Incertidumbre Positiva
para tiempos de cambios. La incertidumbre representa la
condición del río de la vida de hoy. Quien toma las
decisiones con éxito al navegar por esa corriente,
necesita ser comprensivo, aceptante y positivo acerca de esa
incertidumbre. El mundo moderno, al igual que el río de
hoy, cambia constantemente. El tomador de decisiones de
ésta nueva era, debe ser capaz de cambiar, igual que lo
hace el medio ambiente.
Sabemos cómo tomar decisiones racionales, lineales, para
un río tranquilo y predecible, pero ¿sabemos
cómo manejar las partes extraordinariamente complicadas y
al azar de un río turbulento? Necesitamos algunas
estrategias que no sean racionales, que no sean lineales.
Requerimos de tácticas decisivas tanto para la estabilidad
como para lo inesperado; necesitamos los conocimientos y
actitudes para manejar tanto el orden como el caos, la
estabilidad como la inconsistencia. Necesitamos flexibilidad y
equilibrio.
El mundo es cada día más turbulento, y
debemos aprender rápidamente a manejarnos en él. En
un mundo con nuevas reglas de juego, quién no modifique
sus estrategias de juego a estas nuevas circunstancias
dejará de ser competitivo, pasará a un segundo
plano, y correrá el riesgo de
desaparecer.
11. La ética y la
moral
Ante un mundo en constante cambio, los paradigmas
éticos y morales cambian como resultado de las nuevas
visiones y valores que el hombre va adoptando. Por otra parte lo
que resulta una conducta moral para
determinada civilización o cultura en un
momento dado puede resultar inmoral en otra civilización o
momento. Ello es de fundamental importancia en la economía globalizada,
pues los directivos en la constante interrelación con
agentes de otras naciones o países deberán ser
capaces de reconocer las diferencias de paradigmas a los efectos
de mejorar sus relaciones de negocios.
En cuanto al cambio en las reglas, un empresario o
directivo puede cambiar las reglas relativas a las formas de ver
o comercializar un producto, o la manera de procesarlo o
diseñarlo. Pero no puede modificar el sentir interno de
los consumidores, clientes,
empleados y la comunidad en su
conjunto. Deberá estar siempre alerta tratando de evitar
entrar en choque con el pensamiento social en cuanto a valores
morales, respetando la libertad de
conciencia. Debe tener en cuenta que la ética en
los negocios está pasando a ser cada día un
componente de mayor trascendencia, por la importancia que tiene
en materia de respeto al
medio
ambiente, como por la rapidez con que las malas conductas son
dadas a conocer por medio de los actuales sistemas de
información.
12. El cambio de
paradigma como estrategia
La revisión constante de nuestros paradigmas,
analizando que tanto concuerdan con la realidad, con los cambios
del entorno, y con nuestras posibilidades de subsistencia, pasan
a ser un metodología fundamental a la hora de
planear las estrategias competitivas. Recordemos los casos antes
comentados en torno al televisor color o a los
relojes de cuarzo. Sólo bastaría con mencionar al
señor Fosbury cuando en lugar de efectuar en salto de
altura con el método de
rodillo (paradigma existente en ese momento) decidió
cambiarlo saltando de espalda. Sus competidores no estaban
preparado para algo así, el reglamento no prohibía
tal tipo de salto, conclusión Fosbury no sólo se
quedo con la presea dorada, sino que además batió
un nuevo record olímpico y fijo un nuevo
estándar.
Piense usted como empresario, directivo o profesional
de que otra forma puede realizar un proceso, producto o servicio,
o bien imagine que nuevo producto o servicio puede ofrecer.
Piense en aquellas reglas que usted sigue pero que no está
obligado a respetar, a aquellas otras formas en que puede
diseñar sus negocios. En ello encontrará la ventaja
competitiva total. Tendrá en sus manos la posibilidad de
fijar las nuevas reglas, en lugar de atenerse a las reglas ya
fijadas. Piense la forma en que puede ejecutar o realizar un
negocio en función de
sus fortalezas y de las debilidades de los
contrarios.
13. El PNL como
herramienta para modificar las creencias
La Programación
Neurolingüística (PNL) es el
estudio de los factores que influyen sobre nuestra forma de
pensar, de comunicarnos y comportarnos. Es un modo de codificar y
reproducir la excelencia y nos permite obtener de manera
consistente los resultados que deseamos en nuestra vida, trabajo
o empresa.
El mundo de los negocios está cambiando a pasos
tan acelerados que la demanda de
especialización se ha visto reemplazada por la de aprendizaje y
diferenciación. Cada día hay más entidades
interesadas en crear una organización discente: una organización capaz de aprender, en la que
los individuos que la componen gestionen su propio desarrollo,
aprendan a desplegar sus habilidades y exploten su potencial al
máximo. Sin embargo, esto no puede lograrse con métodos
del pasado. ¡Si continuas haciendo lo de siempre,
acabarás igual que siempre! La clave del futuro descansa
en los individuos. La capacidad para gestionar sus pensamientos,
resolver conflictos y
percibir experiencias será, en última instancia, lo
que marque la diferencia entre aquellos individuos y
organizaciones que se abran paso hacia un nuevo futuro,
interesante, creativo y cooperativo, y los que se queden en la
estacada.
En la actualidad, muchos de los libros
dedicados al futuro de los negocios inciden en que las empresas
necesitan realizar una extensiva labor de
reestructuración. Pero el secreto no reside en renovar la
estructura de
la
organización, sino en volver a programar la forma de
pensar y las actitudes de los individuos que la integran. La
cultura de una
organización es la expresión de las personas que la
componen, especialmente de aquellos que la dirigen. La forma de
pensar de un líder se convertirá inevitablemente en
las pautas de la organización de la que forma
parte.
Las creencias o paradigmas son puntos de vista que las
personas mantienen acerca de sus personas, los demás o el
mundo que las rodea, y que determinan las decisiones que toman y
cómo se comportan en cada situación. La magia de la
PNL (Programación Neurolingüística)
consiste en que les permite a las personas modificar sus
paradigmas y adoptar otras que apoyen la forma de ser que
quieren. Existen varias formas en que la PNL puede ayudar a las
personas a modificar sus creencias. Uno de ellos consiste en que
la persona asuma que
posee esas creencias, que pese a ser nuevas, son más
acordes con la forma de ser que quieres. Otra técnica
consiste en permitir a las personas volver a escribir sus
historias personales. Dado que el inconsciente no conoce la
diferencia entre lo real y lo imaginario, es posible imaginar el
pasado que les hubiere gustado tener y reajustar sus
recuerdos.
Un dirigente empresarial que no sienta que la tierra se
mueve bajo sus pies, está viviendo en el pasado y no
está preparado para el futuro. Actualmente estamos
experimentando diferencias dinámicas en todos los aspectos
de la empresa comercial, diferencias que afectan la permanencia
de nuestras empresas y nuestras posiciones dentro de ellas. A
medida que pasa el tiempo, estas diferencias aumentan en
frecuencia e intensidad hasta obtener proporciones casi
sísmicas. La evidencia del cambio en el sector comercial
nos rodea a cada uno de nosotros, independientemente de nuestra
industria o
del papel que
jugamos en ella. Vemos cambios tecnológicos impresionantes
que han ocurrido gracias a las microfichas, el rayo láser, la
ingeniería
genética y la industrialización del espacio.
Los cambios sociales abundan, incluyendo la disolución del
núcleo familiar, los papeles cambiantes que está
jugando la mujer, el
envejecimiento de la población en los países centrales,
la revolución de la buena salud y la descentralización de las instituciones.
En la faz productiva nuevos procesos y bienes han surgido, y en
el caso de éstos últimos sujetos a ciclos de vidas
cada vez más acelerados.
Analizar y adoptar decisiones en función de
paradigmas o conceptos que no corresponden a las nuevas
necesidades del mercado, a las nuevas maneras de procesar los
bienes y servicios, que no concuerdan con las actuales
necesidades de los consumidores en cuanto a valor agregado, que
no permiten tomar eficaces decisiones en materia económica
y financiera, es administrar erróneamente la empresa. Para
ello los directivos no sólo deben readaptar sus conceptos,
sino que deben revisar éstos de forma continua para no
sólo estar al día con los paradigmas, sino
además adoptar actitudes proactivas que le permitan
generar las nuevas reglas que dominarán al
mercado.
Los técnicos, profesionales, directivos y
líderes, no sólo deben poseer el más
actualizado y profundo conocimiento
técnico, sino además poseer conocimientos que
marquen la diferencia con sus rivales y competidores.
Deberán adquirir conocimientos en materia de Programación
Neurolingüística, Pensamiento Lateral,
Creatividad, Imaginización, Innovación, Pensamiento
Sistémico, Administración Quántica, Inteligencia
Emocional, e Intuición. Los que piensen que en el
siglo XXI puede administrarse usando sólo un lado del
cerebro están desperdiciando el gran potencial
diferenciador del lado derecho del cerebro. Los japoneses al
desperdicio lo llaman muda, cabría preguntarse que
tanto desperdicia Usted y su empresa las capacidades intuitivas,
creativas, imaginativas e innovadoras, y que tanto se preocupa en
desarrollarlas y darles cabida en sus planes y estrategias de
negocios.
PNL – La nueva ciencia de la
excelencia personal – Alder, Harry – EDAF –
1996
La toma creativa de decisiones – Gelatt, H. B.
– Editorial Iberoamérica – 1991
Los 7 hábitos de la gente eficaz – Covey,
Stephen R. – Piados – 1989
La estrategia del cambio – Gilbreath, Robert D.
– McGraw Hill – 1987
La PNL en el trabajo – Knight, Sue –
Editorial Sirio – 1995
Creación de Modelos con
PNL – Dilts, Robert B. – Editorial Urano –
1999
La mente del estratega – Ohmae, Kenichi –
McGraw Hill – 1982
Paradigmas – Barker, Joel Arthur – McGraw
Hill – 2000
La Quinta Disciplina
– Senge, Peter M. – Granica – 1996
Autor:
Mauricio Lefcovich
Consultor en Administración de Operaciones y Estrategia
de Negocios