1.1.- Se trata el presente trabajo, de una investigación de la filosofía
islámica acerca del alma, específicamente en una de
sus ramas principales: el shiísmo duodecimano. En su
complejidad y particularidad debemos tener presentes los
siguientes elementos que darán el marco de posibilidades a
esta reflexión.
1.1.1.- Hablaremos de filosofía
islámica, entendiendo como tal, aquella cuyo desarrollo y
modalidades están vinculadas esencialmente al hecho
religioso y espiritual denominado Islam.
1.1.2.- En tal sentido, la distinción neta
entre filosofía y teología se hace necesariamente
improcedente, ya que supone una secularización, que
tiene sus raíces en occidente en la escolástica
medieval, y que en el Islam no tiene
cabida.
1.1.3.- La investigación filosófica en el
Islam (tahqîq), se centró básicamente,
sobre el hecho fundamental de la profecía y la
revelación profética. De allí que su
propósito y metodología fundamental, fue la
hermenéutica de los textos sagrados.
1.2.- Entonces la filosofía islámica, es
obra de pensadores, pertenecientes a una comunidad
religiosa específica: la de un pueblo que posee un
libro sagrado,
es decir, un pueblo cuya religión está
fundada en un libro
"descendido del cielo". Su afán será entonces, la
comprensión del sentido verdadero del libro
(haqîqat).
2.1.- La prédica de Mahoma (570-632) dio lugar a
este movimiento,
que se llegó a constituir en una de las más grandes
e influyentes religiones en la historia de la humanidad. En
un principio Mahoma estuvo bajo la influencia de las antiguas
religiones de
Arabia. Su actividad en Medina y La Meca le convirtió en
un personaje polémico y por algún tiempo tuvo que
abandonar La Meca y radicarse en Medina (proceso
conocido como la Hégira), para volver finalmente a La
Meca.
2.2.- Mahoma se vio paulatinamente atraído hacia
la contemplación religiosa. Poco antes del 600
(tradicionalmente 610) comenzó a recibir revelaciones de
la palabra de Allah, el único y solo Dios: estas
escrituras se conocen como el Corán, que esta compuesto
por 114 capítulos o suras, que se dividen en
versículos o aleyas; su orden se basa en la longitud de
las suras: las más largas están al principio y las
más cortas al final.
2.3.- En la actualidad el Islam se ha extendido por
numerosas naciones de Occidente, pero su mayor crecimiento se ha
producido en el África negra. Los bastiones tradicionales
del Islam son los países árabes, el norte de
India,
Pakistán, África del Norte, Egipto,
Irán, Irak,
Turquía, Indonesia, etc. Hoy, hay más de 700
millones de musulmanes en todo el mundo.
2.4.- La ley
islámica ("el camino a seguir"), consiste en una serie de
mandatos y prohibiciones, pero también de recomendaciones
y advertencias. Las actividades humanas se clasifican en cinco
categorías: 1.- lo que está permitido 2.- lo que
está recomendado 3.- lo que es obligatorio 4.- lo que es
detestable 5.- lo que está prohibido.
2.5.- El Corán pide que se crea en los distintos
profetas que Allah ha enviado a su pueblo. Es el caso de
Moisés con la Torá, de Jesús con el
Evangelio. Por este motivo, el Islam llama a judíos y
cristianos "gentes del libro". Los principales profetas son
Adán, Noé, Abraham, Moisés, David,
Salomón, Lot, José, Jonás, Elías,
Job, Juan, Jesús. Mahoma es el último profeta
enviado y con él acaba la revelación.
2.6.- La práctica religiosa en el Islam se basa
en cinco obligaciones
tan fundamentales, que se las llama "pilares de la religión":
2.6.1.- Profesión de fe: Es la
recitación sincera del credo: "No existe más Dios
que Allah y Mahoma es su profeta"
2.6.2.- Oración oficial: Debe realizarse cinco
veces al día mientras se mira hacia la ciudad santa de
La Meca.
2.6.3.- Limosna: Es considerada, antes que nada, como
un acto de culto, y es el deber de compartir la propia riqueza
por gratitud al favor de Allah, según los usos
establecidos en el Corán.
2.6.4.- Ayuno: Durante el mes de
Ramadán.
2.6.5.- Peregrinación a La Meca: Se debe
realizar por lo menos una vez en la vida, si las condiciones
económicas lo permiten.
2.7.- Existen dos grandes grupos en el
Islam: los Shiítas y los Sunnítas. Estos
últimos constituyen cerca del 80% de la población musulmana a escala mundial, y
basan su sunna (sendero) en el Corán y en el Hadith o
tradiciones del profeta. Están agrupados en cuatro
escuelas legales:
2.7.1.- Hanifí: Abu Hanifah (700-767). India, bajo
Egipto y
Asia
occidental. Su fundador estaba considerado como el
teórico de la opinión personal, por
lo tanto constituyó la estima personal en una
de las fuentes del
derecho musulmán.
2.7.2.- Malikí: Malik ibn Anas (716-795). Norte
y oeste de África, y el alto Egipto. Se basa en gran
medida en las tradiciones orales que representan los hadiths,
sobre todo los relatos procedentes de las gentes de La Meca. Su
originalidad consiste en integrar la noción de interés
público.
2.7.3.- Shafií: al-Shafii (767-820). India,
Indonesia, bajo Egipto, Malasia y Siria. Le otorga gran
importancia al razonamiento jurídico, a través de
un método
inspirado en la lógica griega.
2.7.4.- Hanbalí: ibn Hanbal (780-855). Arabia.
Exige la fidelidad absoluta a los textos y rechaza cualquier
innovación. Le basta entonces la
reedición y la repetición.
2.8.- Los Shiítas por su parte constituyen el 20%
aproximado de la población musulmana mundial. Su
tradición se remonta a Alí, primo y yerno del
profeta Mahoma, como su sucesor original y primer Imám.
Shía, significaba originariamente "los partidarios" de
Alí. Se ha dividido en dos ramas principales:
2.8.1.- Septimanos: Reconocen la existencia de siete
Imámes. Distinguen entre los aspectos interiores y
exteriores de la religión, siendo crítica con la
ley
islámica. Creen que en la nueva edad final del
séptimo Imám surgirá un tipo de
religión universal que será independiente de
todas las leyes de las
religiones organizadas.
2.8.2.- Duodecimanos: reconocen la existencia de doce
Imames. Afirman que el duodécimo Imám, que
desapareció misteriosamente en el siglo IX, está
todavía vivo como Imám oculto, y que
volverá al final de los tiempos como el Mahdi para
recapitular la historia.
2.9.- Es necesario mencionar en esta reducida
presentación, el movimiento
místico islámico conocido como Sufismo, que
representa un distanciamiento de la aproximación legalista
al Islam, con tendencia a una relación más personal
y mística con Allah. Los sufíes persiguen perderse
en la realidad última de la divinidad mediante la
constante repetición del dhikr.
3.- Islam
Shiíta Duodecimano y la revelación
3.1.- El shiísmo duodecimano reconoce
fundamentalmente cuatro periodos en su existencia:
3.1.1.- Imámes y sus discípulos y
familiares. Desde el primer Imám, hasta la gran
ocultación. (1/613 al 329/940)
3.1.2.- Sistematización del pensamiento
en summas. Desde la gran ocultación, hasta Nasîr
Tûsî. (329/940 al 672/1273)
3.1.3.- Renacimiento.
Desde Nasîr Tûsî, hasta renacimiento
Safavida. (672/1273 al 1041/1631)
3.1.4.- Consolidación. Desde el renacimiento
Safavida, hasta hoy. (1041/1631 hasta hoy)
3.2.- Para ellos el sentido verdadero de la
revelación, esta más allá de la ley escrita,
se encuentra en su sentido espiritual. La hermenéutica
espiritual, es entonces la base sobre la cual se deberá
efectuar la reflexión de la haqîqat: "La
religión positiva (sharî’at) es el aspecto
exotérico de la Idea (haqîqat), y la Idea es el
aspecto esotérico de la religión positiva…
la religión positiva es el símbolo; la Idea es lo
simbolizado. Lo exotérico esta en perpetua
fluctuación con los ciclos y periodos del mundo; lo
esotérico es una Energía divina que no esta
sometida al devenir." (Nâsir-e Khosraw, siglo
V/XI).
3.3.- Así la historia religiosa del Islam
shiíta duodecimano, sólo tiene posibilidades de
existencia, en la medida que la diferenciación y
complementariedad entre la sharî’at y la
haqîqat, permitan una perpetuación y salvaguarda al
sentido espiritual de las revelaciones divinas. Es en el eje
vertical sobre el que se articulan estas revelaciones del sentido
espiritual de la profecía; donde cada jerarquía
espiritual accederá a un sentido especifico de la
haqîqat, y a niveles de universo que se
abren en el umbral de la metahistoria.
3.4.- El VI Imám, Ja’far Sâdiq
(+148/765), relata los distintos estados espirituales y sus
correspondientes niveles de percepción
de la Verdad: "El Libro de Dios comprende cuatro cosas: la
expresión enunciada, la dimensión alusiva, los sentidos
ocultos relativos al mundo suprasensible, y las elevadas
doctrinas espirituales. La expresión literal es para el
común de los fieles, la dimensión alusiva concierne
a la elite; los significados ocultos incumben a los "amigos de
Dios"; las elevadas doctrinas espirituales pertenecen a los
profetas."
3.5.- La hermenéutica superior, es entonces, una
ciencia cuyo
punto de referencia es un acto de comprender por Dios, y una
inspiración de la que Dios es a la vez el sujeto, el
objeto y el fin, o la fuente, el órgano y el objetivo: es
el plano más alto de la filosofía.
3.6.- La hermenéutica que intente explicar la
gnosis mística del Corán, debe en primer lugar
comprender el caso de los profetas, el del profeta del Islam en
particular, meditando la modalidad del vínculo que une al
profeta no con "su tiempo", sino con
la Fuente Eterna de donde emana su mensaje.
3.7.- Se debe procurar entonces el hacer volver al
sentido original el texto sagrado,
a través de la ta’wil (volver al sentido verdadero y
original de un escrito). La realización de esta
ta’wil es inseparable de un nuevo nacimiento espiritual. La
exégesis de los textos no progresa sin la exégesis
del alma.
3.8.- El pensamiento shiíta duodecimano
está orientado por la espera, no de la revelación
de una nueva sharî’at, sino de la
manifestación plena de todos los sentidos
espirituales u ocultos de las revelaciones divinas. Al ciclo de
la profecía, ya cerrado, ha sucedido un nuevo ciclo, el de
la walâyat.
3.9.- Todo el sentido del comportamiento
práctico quedará modificado, pues la letra de la
religión positiva, la sharî’at, no
adquirirá su sentido más que en la haqîqat,
en la realidad espiritual que constituye el sentido
esotérico de las revelaciones divinas.
3.10.- Para el shiísmo duodecimano, el
término final de la profecía (nobowwat) supone el
comienzo de un nuevo ciclo, el ciclo de la walâyat o el
Imamato. Entonces, la profetología encuentra su
complemento necesario en la Imamología, de la que la
walâyat es la expresión más directa.
Así el shiísmo duodecimano se constituye como la
gnosis del Islam.
PROFETA | IMÁM |
Zâhir: exotérico | Bâtin: esotérico |
Sharî’at: religión de la | Haqîqat: realidad espiritual |
Nobowwat: profecía | Walâyat: tipo y camino |
3.11.- Versículo Coránico 33/72: "Hemos
propuesto el legado de nuestros secretos a los Cielos, a la Tierra y a
las montañas; todos se han negado a aceptarlo, todos han
temblado de miedo a recibirlo. Pero el hombre
aceptó hacerse cargo de él; es un violento y un
inconsciente".
3.12.- Dios ordena no transmitir sino a quienes sean
dignos de ello los secretos de la revelación. Quien posea
la condición de heredero, accederá al legado divino
de la gnosis. La idea de una ciencia, que
es ante todo herencia
espiritual, esta íntegramente incorporada aquí. Los
shiítas duodecimanos, son entonces quienes asumen los
secretos de los Imámes.
3.13.- Así como la dimensión
exotérica tuvo su manifestación terrestre final en
la persona del
profeta Mahoma, así también era preciso que su
dimensión esotérica tuviera su epifanía
terrestre. La tuvo en la persona de aquel
que entre todos los humanos estuvo más próximo al
profeta: ‘Ali ibn Abî Tâlib, el I
Imám.
3.14.- Sin embargo, para mantener el equilibrio, se
entiende que todo exoterismo que no se apoye en un esoterismo es
de hecho, infidelidad e, inversamente, todo esoterismo que no
preserve simultáneamente la existencia de lo
exotérico es libertinaje.
Sharî’at | Haqîqat | ||
SUNNITA | Duodecimano | Ismailita | |
SHIÍTA | |||
ISLAM |
3.15.- Para esta tarea, hace falta un hombre que sea
a la vez un heredero espiritual y un inspirado, que posea lo
esotérico y lo exotérico. Él es el hojjat
(la prueba, el garante de Dios para los hombres) de Dios, el
mantenedor del libro, el Imám o guía. El esfuerzo
del pensamiento se aplicará, pues, a considerar lo que
constituye le esencia del Imám en la persona de los Doce
Imámes.
3.16.- Sermón de la gran declaración,
atribuido al primer Imám: "Yo soy el Signo del
Todopoderoso. Yo soy la gnosis de los misterios. Yo soy el Umbral
de los Umbrales. Yo soy el íntimo de los resplandores de
la Majestad divina. Yo soy el Primero y el Último, el
Manifestado y el Oculto. Yo soy el Rostro de Dios, el
Cálamo supremo, la Tábula secreta. Yo soy aquel
que, en el Evangelio, es llamado Elías. Yo soy aquel que
posee el secreto del enviado de Dios."
3.17.- Entre dos límites,
"prologo en el cielo" y desenlace que se abre hacia "otro tiempo"
por la parusía del Imám esperado, se desarrolla el
drama de la existencia humana vivido por cada creyente. La
progresión del "tiempo de la ocultación" hacia el
desenlace por la parusía, es el ciclo de la walâyat
que sucede al ciclo de la profecía.
3.18.- Son los hombres los que se han velado a sí
mismos al Imám, haciéndose incapaces de verle, por
haber perdido o tener paralizados los órganos de su
percepción teofánica que hacen
posible el
conocimiento por el corazón
definido en la gnoseología de los Imámes. No tiene
ningún sentido hablar entonces del Imám oculto, en
tanto los hombres sean incapaces de reconocerle.
3.19.- Se espera el advenimiento del Imám oculto,
quien manifestará el sentido oculto de todas las
revelaciones. Será el triunfo del ta’wîl que
permitirá al genero humano
encontrar su unidad, lo mismo que, a lo largo del tiempo de la
ocultación (ghaybat), el esoterismo posee el secreto del
único ecumenismo verdadero.
3.20.- Varios autores shiítas duodecimanos
identifican explícitamente el XII Imám, el
Imám esperado, con el Paráclito cuya llegada es
anunciada en el Evangelio de Juan. La llegada del
Imám-Paráclito inaugurará el reino del
sentido espiritual puro de las revelaciones divinas. Esta
identificación pone de manifiesto una convergencia
sorprendente entre la concepción shiíta y el
conjunto de tendencias filosóficas y religiosas que se han
guiado por la idea paraclética y han planteado un camino
para pensar y obrar en función
del reino del Espíritu Santo.
4.- El Alma en el Islam
Shiíta Duodecimano
4.1.- La mente era la idea de sí mismo para mejor
adaptarse a la existencia, y el alma era el espacio de vida en el
que se tenía lugar, el que se debía vivir
permanentemente en agradecimiento a Allah. Nadie es nada frente a
Allah, porque solo Allah es real, y si la mente es algo, va a ser
un marco que posibilitará a Allah, no una realidad en
sí misma frente a Allah.
4.2.- El alma es el soplo de vida en el hombre,
pertenece a Allah pero vivifica al hombre
mientras dura su estancia temporal en él. En tanto que
alma divina, nunca pasa a ser parte del hombre.
4.3.- Tras la muerte. No
sobrevive el cuerpo ni la idea que tienes de ti mismo (la mente).
La vida que alentaba al hombre (el alma) continúa, eres
tú el que no sigues siendo en ella; eres tú el que
no puso nada de sí en la vida que te
vivificaba.
4.4.- ¿Qué sobrevive? Lo que no eres
tú; lo que has hecho posible, lo que has hecho emerger de
la nada al ser y desde ese momento ya no son sentimientos ni
acción tuyas. Te sobreviven tus acciones, pero
tus acciones no
eres tú, como la vida (alma) que te alentaba no eras
tú. Tu acción fue siempre la acción de
Allah. Tú actuaste y surgió Allah.
4.5.- Si se acepta el tawhid como una certeza de la
realidad, no tiene cabida ningún dualismo, nada que separe
o fragmente lo real, por tanto:
4.5.1.- El alma no es real. No hay realidad frente a
la Realidad. Si Allah es real, el alma de cada uno de nosotros
no es real.
4.5.2.- No hay "otra vida". Si Allah es la Unicidad y
la totalidad, no hay otra vida. Hay sólo la realidad, la
vida, esta vida.
4.6.- No es necesario convertirse en nada para ser
eterno, porque no hay posibilidad de eternidad para el "yo". El
hombre no se divide en mente, alma y cuerpo, sino que es
sólo un cuerpo activado por al alma de Allah y que en
función
de sus necesidades materiales va
forjando su mente.
4.7.- El cuerpo no es otra cosa que la realidad de una
fractura dentro del todo que culmina en una mente. Pero no existe
alma. Porque la idea que se tiene de sí mismo es la
conciencia que es
creada por la fractura que te hace posible, y el alma personal
presupondría una supervivencia posterior a la
desaparición de esa fractura que es el cuerpo.
4.8.- El hombre no actúa, actúa Allah; el
hombre es el que recibe los resultados de su acción.
Tú no fuiste nada más que un marco en el que
sucedió tu acción, en el que surgió Allah. Y
Allah es lo que queda de ti: tus acciones.
| Allah |
| Eternidad |
Æ | é | Æ | é |
Mente | Alma | Cuerpo | Acción |
4.9.- ¿Qué es el hombre? Un espacio y un
tiempo para la realización de Allah. El misterio de la
existencia es que se nos da un cuerpo para que tratemos de
hacerlo transparente a la luz.
4.10.- El hombre es el instante de realización de
Allah, donde él hace posible su realización. Allah
no es un Dios acabado. No es un Dios realizado. Allah es un
suceder, una acción incesante, un proyecto de
existencia, el único proyecto posible
de existencia.
4.11.- Dice un escritor islámico: "Nosotros
desaparecemos en algo mayor que nos espera. Somos liberados en
nuestra extinción. La liberación que te regala
Allah es dejar de existir, puesto que la esclavitud es
existenciadora. Sométete a lo real: el día y la
vida te pertenecen; la noche y la muerte
pertenecen a Allah. Sabe que después de ti estará
Allah. No es que ‘te fundas con Allah’ o que
‘te conviertas en Allah’; esto son solemnes
tonterías: tú eres una ventana que se ha cerrado;
queda la casa. La casa, con todo lo que entró en ella a
través de ti, con todo lo que se vio y se vivió
gracias a ti".
Carta del Imám Jomeini a su Hijo Ahmad.
Ruhollah Jomeini. En www.webislam.com.
Comprender el Islam. Frithjof Schuon. Ediciones
de la Tradición Unánime.
Corán. M. E. Ediciones.
Diccionario de las Religiones. 2 tomos. Enrique
Miret. Editorial Espasa Calpe.
El Islam. Anne-Marie Delcambre. Editions La
Découverte.
El Islam. David Waines. Editorial
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Historia de la Filosofía Islámica.
Henry Corbin. Editorial Trotta.
Los Fundamentos del Islam. Adel-Th. Khoury.
Editorial Herder.
Nuevo Diccionario de
Religiones, Denominaciones y Sectas. Marcos Ramos. Editorial
Caribe.
Refutación de la Idea de Alma en el
Pensamiento Islámico. Abdelmu’min Aya. En
www.webislam.com.
Sobre la Muerte. Jadicha Candela. En
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Sociologie Religieuse de l’Islam. Jean-Paul
Charnay. Editions Sindbad.
Vida y Pensamiento en el Islam. Seyyed Hossein
Nasr. Editorial Herder.
Felipe Villarroel Muñoz
Trabajador Social
Diplomado en Ciencias de la
Religión