Por la senda del carbon… en mountain
bike.
Indice
1.
Introducción
2. Preparación
3. Primer dia
4. El segundo
día…
5. El tercer dia y el
ultimo
6. Consejos y secretos.
Desde el 19 al 21 de Enero del año 2.001,
siete santacruceños aficionados al ciclismo de aventura,
recorrieron la Ruta 40 desde Río Turbio hasta Río
Gallegos, haciendo de esta marcha una oda al cicloturismo.
¿Deporte o
distracción? Ambas cosas. Desde los deportivo, es una
realización plural, no competitiva, original y personal, hasta
casi imposible de ser etiquetado.
El cicloturismo es una forma de vivir, un estilo, una
filosofía existencial. Es sinónimo de libertad,
independencia
y autonomía personal. Redescubrir sensaciones perdidas en
el interior emocional, el hallar los placeres de la vida
más intensos y conectarnos con nuestras personales
existencias. Es una actitud
física,
llegada al encuentro comprensivo de nosotros mismos.
La quijotesca y caprichosa acción nuestra, ha sido una
asumida vergüenza al ver todos los años a cientos de
turistas y de
mediana a madura edad, recorrer nuestra patagonia en
bici, afrontando y soportando el clima,
poniéndole pecho y piernas al viento, las subidas, las
descomunales distancias.
El cicloturismo como actividad de ocio es una de la más
compleja que podemos realizar. Forja y endurece el
espíritu, templa el carácter e
indica metas siempre lejanas.
Para recordar estos interesantes datos:
En una bicicleta se puede hacer hasta 1037 km. con la
energía equivalente a 1 litro de nafta.
Se usa menos energía que la que usa un auto simplemente
para mantener encendidas sus luces.
Se viaja 4 veces más rápido de lo que se puede
caminar usando la misma cantidad de energía.
Se consume la 1/50 parte de oxígeno
de lo que consume un vehículo motorizado y además,
sin contaminar.
Se provee un motor que mejora
su poder y
rendimiento y aún su vida útil mientras más
se usa.
POR LA SENDA DEL CARBÓN…
Los ciclistas patagónicos están todos
locos…
Hacer actividades aeróbicas en la Patagonia Sur por las
bajas temperaturas y el efecto por el enfriamiento del aire por el
viento huracanado que siempre está presente en esta
región, es un verdadero reto, donde la tenacidad, la
disponibilidad de energías y calorías "extras" son una constante.
El 46 % de los días del año el registro de los
vientos supera los 25 Kmts./h. y torna casi imposible que puedan
realizarse actividades al aire libre con total comodidad, salvo,
valiéndose de persistencia, la que en algunas
circunstancias son el resultante de notables esfuerzos.
Los "locos" que amamos el ciclismo y en este particular caso, el
mountain bike con el agregado de "ciclo turismo", estamos sometidos
a una extraña severidad y minuciosidad, a la que se puede
hasta catalogar de mística. Pedalear en invierno con
varios grados bajo cero de temperatura
ambiente,
toparse con la peligrosa tormenta de nieve, (con blizar
incluido), mantener el equilibrio en
hielo, nieve y los vientos de frente de más de 70 Km. que
no lo dejan avanzar, exigiéndose el ciclista un
empeño similar al esfuerzo que involucraría
ascender por una cuesta de más de 60°.
Varias son las anécdotas: Cantimploras "no
funcionales" porque el agua a los
quince minutos de ser cargados se han congelado. Pese a los
pasamontañas, guantes, ropa apropiada para el invierno,
etc. los que usamos bigotes, por la respiración – expiración, se
nos congelan, llenándose toda la cara con
partículas de hielo…
¡Jamás transpirar!. Un enfriamiento en estas
condiciones puede ser una invitación a infecciones severas
en las vías respiratorias. Por el efecto del
congelamiento. Muchas veces las cubiertas se "pegan" en el
suelo.
Estas son algunos inconvenientes en los largos y duros meses de
invierno, pero cuando llega la primavera y el verano todo es
alegría, esfuerzo, paz.
Correcta alimentación. Adecuación de una
saludable dieta.
Los que hemos participado de este raid o paseo desde la
cordillera en Río Turbio hasta el mar Atlántico en
Río Gallegos, individualmente disponemos de una disciplina
alimentaria donde se observa los porcentajes correctos en
macronutrientes, donde prevalecen los carbohidratos
sobre las grasas y las proteínas.
Los carbohidratos son los elementos de energía inmediata.
Las proteínas tienen una estructura que
reponen fibras y regeneran los tejidos y las
grasas son la reserva.
Hemos adecuado que el 50 % de los alimentos
procedan de los carbohidratos, 35 % de proteínas y 15 % de
grasas, de esta manera y al sabio consejo de varios
médicos amigos, sabemos que los hidratos de carbono son la
principal fuente de
poder energético. Se los hallan fundamentalmente entre
los azúcares como ser glucosa, sacarosa, lactosa,
almidones como los cereales, pan, arroz, papas, legumbres secas y
frutas. Todos estos alimentos inciden en el trabajo
muscular.
Nuestra dieta de aficionados al ciclismo en situaciones extrema
sujeta a las bajas temperaturas, amén de alimentarnos
correctamente para el desarrollo de
nuestras tareas personales, profesionales y laborales con
normalidad, se fundamenta en estas vitales cinco premisas desde
el campo de las vitaminas.
B1 (carne, legumbres, verdes, hígado, cereales)
B2 (carne, huevos, leche y
frutas,) B6 (yema de huevo, hígado,) B12 (hígado,)C
(agrios y legumbres verdes)
Como todo exceso, la sobre exigencia en nuestras marchas de paseo
y por el promedio de nuestras edades, (todos hemos sobrepasado
los 40 años), somos consientes en la pérdida de
minerales y
vitaminas, por el ejercicio mismo y por las falencias
alimenticias a las que involuntariamente somos depositarios por
el hecho de vivir en una zona, como la patagónica sur,
desprovista de días soleados y de agradables condiciones
climáticas y que nuestra alimentación siempre haya
sido, (y aún es así) con elementos conservados,
envasados, frutos y verduras con varios días post cosecha.
Por eso, nos hemos instruido en que las sales como el sodio, el
cloro, el potasio, el calcio, el fósforo o el hierro se
encuentran en una alimentación equilibrada aunque a veces
es necesario llevar a cabo una
compensación.
El sodio, potasio y el cloro se encuentran en frutas
secas y bebidas ligeramente saladas. El hierro lo tienen las
legumbres secas, espinacas e hígado. El fósforo y
el calcio provienen principalmente de la leche y el queso.
Finalmente, el magnesio está en el chocolate, pan y frutos
secos.
Los días previos tratamos de alimentarnos "muy
bien"
En los primeros días de Enero del 2001, (luego de los
desajustes en las comilonas de nochebuena y año nuevo)
comenzamos una organizada dieta, porque sabíamos que la
exigencia iba a ser mucha y dura. La poca posibilidad de disponer
en cantidad y calidad de frutas
frescas y verduras durante esos tres o cuatro días en la
inmensidad de la meseta patagónica del sur de Santa Cruz,
nos indujo a estar bien y correctamente alimentados, es decir que
nuestros músculos tuviesen de antemano las suficientes
calorías y líquidos para el esfuerzo. Los
músculos almacenan carbohidratos como combustible, de
manera que pueden trabajar por más tiempo sin sentir
cansancio. Los carbohidratos provenientes de los alimentos son
transformados en glucosa (azúcar
de la sangre) por su
cuerpo. La glucosa es luego almacenada como glucógeno en
los músculos. Este glucógeno almacenado, es
utilizado por los músculos como energía en las
largas sesiones de entrenamientos. Por ello almacenamos la mayor
cantidad de glucosa, controlamos la grasa corpórea, la que
de ser necesario, los músculos se encargarán de
ella como el combustible de reserva.
Preparando las piernas…
¡Nos debíamos preparar mentalmente!. En todo
instante, ya por experiencias previas o por la natural
convivencia con el medio del cual formamos parte, sabíamos
de los vientos, algún que otro chubasco, quizá un
aguacero, todo el trayecto con camino de ripio de canto rodado de
origen volcánico, salvo en los paradores (Puente Blanco y
Bella Vista) la ausencia total de árboles, resguardos, etc., nos necesitaba
seguros,
convencidos, decididos.
Cada uno de nosotros continuó con sus diarias
rutinas. 20, 45, kmts. en cada jornada, algunos por la
mañana, recién amaneciendo, otros al anochecer.
Preparamos las cosas con cierta antelación y con los
permisos en casa y en el trabajo, dado que faltaríamos el
jueves 18 de Enero (viaje en ómnibus hasta Río
Turbio) y el día de la largada o el inicio.
El lunes 22 de Enero, muy felices volvimos a nuestras ocupaciones
donde varios oídos prestos, escucharon de nuestra aventura
en dos ruedas desde a pocos kilómetros de un océano
al otro y en la soledad de la soledad patagónica. Solo
piernas, pulmones, chistes,
risas, charlas, silencios, un parate para enlongar y cargar
agua de los
ríos, pescar truchas al terminar los tramos, armar las
carpas, cocinar y dormir, dormir, claro, si el concierto de siete
ronquidos al unísono nos lo
permitían…
Deshidratación: claves para no perder
energía.
Es común entre los patagónicos no experimentar con
frecuencia la sed. Nuestro clima no nos exige la urgente
reposición de agua y sales por los efectos de la
transpiración cuando hacemos actividades aeróbicas
en la intemperie por las normales o bajas temperaturas,
evitándose el humedecimiento de la ropa, teniéndose
en cuenta que nuestros hábitos alimenticios son con
frecuencia saturados en grasas y proteínas, lo que
mayoritariamente fija pautas de ocio físico forzado,
inactividad ósea y muscular y una existencia
peligrosamente sedentaria, propensa a los desordenes
cardíacos, de estrés,
depresión, etc.
Cometemos el error conceptual de no ingerir mayores cantidades de
líquido, especialmente agua natural más allá
de los desayunos, mates, cafés, y en raras ocasiones nos
aproximamos a la cantidad mínima diaria de 2 litros de
agua.
ara el caso que nos ocupa, ingerimos durante la marcha soluciones en
polvo con agregados de multivitaminas y sales, con porcentajes
destacados de glucosa y sodio.
La bibliografía
existente indica que en actividad, en el organismo de un
ciclista, el máximo de líquido que puede reponer en
una hora es de 800 ml mientras pueden llegar a perderse hasta 2
litros en el mismo tiempo. Por eso es muy importante continuar la
rehidratación durante varias horas después de la
competencia para
reponer el total de las pérdidas.
Salida desde Río Turbio. Desayuno previo,
mucho y fuerte. Llegó la hora de la verdad. El ripio de la
Ruta 40.
El Jueves 18 de Enero del año 2001, un grupo de
amigos que practican el deporte del ciclismo en Río
Gallegos, Provincia de Santa Cruz, más populares por "los
siete locos" y dos selectos amigos, (Hugo Cequeira y Carlos
Guevara) que nos acompañaron y que sus ayudas fueron
imprescindibles –ver logística– viajamos por la Ruta Nacional
N° 40, de ripio a Río Turbio, estudiando cada cuesta,
cada curva, cada guarda ganado.
El día era muy ventoso, así que supusimos que
tendríamos viento a favor, de espalda, (Oeste-Este) pero
que en muchos kilómetros, el vientazo patagónico
nos exigirá marcha forzada cuando lo tengamos lateral y en
otros momentos casi de frente.
Llegamos en el car home de Héctor al atardecer a
Río Turbio. Allí Elenita Ariznabarreta nos esperaba
con suculentos tallarines amasados a mano, menú solicitado
con antelación justamente para el aporte de hidratos de
carbono previos a la aventura. Comimos indecentemente y bebimos
decentemente. A las 23,30 horas todos dormíamos en la
vivienda que nos facilitó el Profesor Gerardo Menna,
Secretario de Deportes de la Municipalidad de
Río Turbio. Con anterioridad, la locutora de LRA 18
Graciela Rancés, le hizo un reportaje a Ubaldo Pedemonte y
Rigoberto Almonacid, quienes hablaron del raid y las bondades y
placeres de la práctica ciclista y especialmente del
cicloturismo.
Río Turbio, 19 de Enero – 06,30 AM
Desayuno: ¡Mucho y fuerte!.
La gente que sabe alimentarse bien, dice que el desayuno es la
comida más importante del día. Un viejo y sabio
dicho, y corroborado por los médicos deportólogos y
los nutricionistas aluden que: "debemos desayunar como un rey,
almorzar como un príncipe, merendar como un bebé y
cenar como un pobre".
Luego de los reiterados y oportunos trozos de pan
casero con dulce de ruibarbo, tazas de café
con leche, unos cuantos mates amargos y una cucharada
pequeña de glucosa en polvo debajo de la lengua.
Indumentaria apropiada para esa mañana que con
sus magníficos 7° C sin viento ni nubarrones que
anuncien chubascos nos vestimos. Calzas, guantes, anteojos,
cascos, morrales, tabletas de muslink, nueces, pasas de uva,
agua, caramelos ácidos y
ganas, muchas ganas de empezar…
Salimos en tropel desde el barrio Las lengas en los altos del
pueblo, teniendo nuestra primera y corta emoción. La
hermosa bajada asfaltada de la Avenida de Los Mineros.
Allí en la estación de servicio, en
la entrada del pueblo, primera sesión fotográfica.
Los pocos vecinos de Río Turbio que iban a esa hora al
trabajo, nos miraban sorprendidos… ¡Es que rara vez se
ven a tantos locos juntos!.
Partida: ¡A la aventura y llegó la hora
de la verdad!
08.40 AM. Tendríamos casi 17 Km. de asfalto desde la
largada hasta el aeropuerto. La marcha se inició con
alegría, en una mañana espectacular, sin
frío, sin viento, sin coches y camiones que esquivar y se
empezaron a armarse los tándem, los grupos. En
verdad, tanto Rigoberto, Aladino y Carlos, siendo lo más
experimentados y preparados físicamente iban a media
marcha, esperándonos. Como ellos habitualmente hacen
recorridos de cicloturismo de 90, 100 o más Km. en un solo
día, estaban en forma y en conocimiento,
amén que suelen competir con bicis pisteras y de carreta
casi todos los domingos de verano, siendo Rigoberto un
clásico ganador de su categoría.
Senior.
Hermoso fue pasar con las bicis al lado de la planta
depuradora Ing. José Bacigaluppo, Mina 3, Dorotea hasta la
primera subida, la de 28 de noviembre. Allí debutaron
nuestros pulmones y piernas para que en 5 km. más se
acabara el festín asfáltico para comenzar otra
historia:
¡De allí en más, 274 km. de ripio nos
esperan!. Nuestras asentaderas, piernas, brazos y espaldas no
tienen mayores alternativas… ahora o nunca. Como la epopeya de
Cortés, las naves han sido quemadas…
El ripio y la ruta 40.
Nos topamos con el canto rodado milenario de la
patagonia a las 09.15 AM de ese hermoso viernes a 17 km. de
iniciada la marcha. Allí comenzaron a jugar nuestras
inteligencias dispuestas al servicio de la paciencia y la
prudencia en resguardo de músculos, piernas, cubiertas y
la planificación que debemos mantener la
marcha, en nuestros lógicos y personales promedios, no
gastando inútilmente energías en brabuconadas,
carreras cortas, etc.
Las alforjas comenzaron a prodigar las primeras pasas
de uvas secas, (energizante fantástico), trocitos de
nueces y los sorbos de agua se sucedieron cada 15 minutos.
Algunos de los raidistas potenciaron sus cualidades y comenzaron
a darle fuerte a los pedales. Gabito, Carlos, Rigoberto y Aladino
fueron de la punta. Héctor, Ubaldo y Alejandro mantuvieron
el ritmo prefijado: promedio de marcha entre 18 a 25
km.
Algunos en Rospentek, otros en El Turbio comenzaron a
mudar ropa. Se guardaron camperas rompe vientos, se cambiaron
guantes por menos abrigados o los "sin dedos", se cargó
agua, (ya nos habíamos tomado casi un litro por persona) y los
ánimos estaban cada vez más intensos. Hasta
allí todo en bajada, planicie, sin viento.
Segunda subidita brava: La de la estancia Santa Ana. Allí
el primer descanso de no más de 5 minutos para no enfriar
los músculos, apenas una cadencia simple de
enlongación, y la provisión desde la camioneta-casa
rodante, tanto Hugo (Cequeira) y Carlos (Guevara) nos proveyeron
de más agua y una banana para recuperar potasio en sangre,
además de darnos ánimo y felicitarnos por lo hecho.
¡Hasta para nosotros comenzaba a ser una hazaña esa
primera etapa de descanso. Una hora y media de pedalear sin parar
en el enripiado camino!
Con respecto a la ingesta de una banana, es notable la
asimilación de potasio que inmediatamente otorga al
sistema
hepático y por ende al sanguíneo. Recomendable y
para tenerse en cuenta…
Continuamos los grupos de a dos, tres o uno, depende de las ganas
y el ritmo que quiere llevar cada ciclista. La mañana se
mostró excelente. El camino presenta toda su belleza de
montes de lengas, valles verdes y hermosos y nos reímos de
las pobres vacas las que acostumbradas a ver pasar coches,
camiones, colectivos, caballos pero jamás siete locos en
bici… ¡La cara de asombro que ponían las vacas
cuando se agolpaban en los alambres, curiosas y sorprendidas con
nosotros!…
El trayecto con la magnífica vista de la cordillera con
las nieves eternas a nuestras espaldas, el horizonte con ese
verde fuerte, los guanacos y sus crías, los
ñandúes y los numerosos charitos. El camino
está excelente para el tránsito y nos topamos con
los muchachos de Vialidad Provincial con sus motoniveladoras
manteniendo en estado el
camino. Sus bocinas y saludos fueron un estímulo muy
importante.
Siempre con el ritmo que corresponde a las
disponibilidades propias impuestas por cada uno, manteniendo
regularidad pero sin ejercer exigencias desmedidas – falta
mucho por delante – estuvimos toda la mañana
pedaleando, bebiendo agua cada 15 minutos, comiendo bocados cada
media hora, dado que los experimentados como regla esencial dicen
que en marchas largas, debemos beber sin sed y nutrirse sin
hambre. Un ataque de apetito puede ser contraproducente. Al tener
necesidad de alimentos –por falta de ellos- el
estómago no tarda en saciarse, comiendo más de la
cuenta y un déficit de líquidos es un serio
problema para el ciclista, dado que sus energías decaen,
sufre deshidratación aguda, con la posibilidad seria y
real de desmayarse y arruinar todo por simplemente olvidarse de
beber. (En un capítulo aparte nos permitiremos recordar
algunos consejos apropiados sobre los líquidos y los
alimentos para la marcha).
Los morros, dos antiguos pero bellos volcanes al pie
la laguna Cóndor nos acompañan a la izquierda de
este primer día. Algunos coches nos cruzan, quizá
demasiado fuertes y muy cerca pero no dejan de saludarnos. Una
tráfic llena de rubios turistas nos aplauden y uno de
ellos, un hombre de unos
50 años es el más efusivo. Lo encontramos en una
parada por un pinchazo más adelante. El personaje es un
español
que hace estas locuras en Galicia y el país vasco y su
sueño es pedalear toda una semana seguida en la patagonia.
Nos dijo que nos envidia y que quizá el año que
viene, si logra escaparse de esposa y nietos, se viene con su
bici desde la madre patria. Intercambiamos direcciones, abrazos y
deseos de buena marcha para nosotros y de felices vacaciones para
él.
Rigoberto, Aladino, Gabito, Héctor y Carlos
adelante, unos 10 km. Ubaldo y Alejandro atrás, a paso
regular. Alejandro tuvo un tirón en la pierna izquierda,
la que duele un poco pero hay que cuidarla porque falta mucho
aún y Ubaldo lo viene acompañando.
Llegamos a Puente Blanco. Nos vamos hasta el hotel, previa
cruzada del puente que pasa por el río Gallegos donde se
unen el Rúbens y el Penitente. Este lugar está
considerado mundialmente como uno de los sitios de pesca de la
trucha arco iris más emocionantes. Por doquier pescadores
a la usanza con mosca y felizmente con devolución, carpas,
casillas rodantes. En el hotel enlongamos, nos tomamos algo
refrescante, (permitida y muy merecida cerveza/as) y
volvemos atrás dos kilómetros por un protegido
bosquecito donde armamos las carpas a orillas del río. Nos
aprovisionamos de leña, preparamos el almuerzo y algunos
dormirán la meritoria siesta y otros probarán
suerte con la caña.
Las máquinas
no presentaron inconvenientes. Correctas las cubiertas, ninguna
pinchadura, todas las cadenas, asientos, rayos en perfectas
condiciones. En los ciclistas apósitos, primeras
manifestaciones de paspaduras, cremas, ungüentos y
calmantes. Excelentes los masajes del Profesor Nacional en
Educación
Física Hugo Cequeira. Genial el armado de las carpas y
los fideos con tuco, sopa, y mateada. A la noche, ronquidos por
doquier luego de ese primer día de sol,
transpiración, pulmón y palpitaciones de siete
patagónicos pos cuarenta, que vivieron una jornada
indudablemente inolvidable para sus íntimas
satisfacciones. Duermen. Mañana, al alba, otra etapa, otro
esfuerzo más, otro recuerdo del alma y la vida.
¡Duermen!.
Llegada a Puente Blanco en el primer día. Los
últimos serán los primeros…
Alejandro y Ubaldo cruzan el puente sobre el río Gallegos.
Al fondo, en el bosque, se armó el primer campamento.
Allí los 7 locos comieron y durmieron-
PRIMER TRAMO – DATOS DE LA
COMPUTADORA–
RIO TURBIO – PUENTE BLANCO (88,300 km.)
SALIDA : 08,40 AM
LLEGADA : 02.45 PM
TOTAL TIEMPO DE PEDALEO: 4 horas-45 minutos-08 segundos
PROMEDIO DE VELOCIDAD
MEDIA: 18,7 KM./H
TOTAL TRAMO: 88,300 KM.
Datos de la computadora de
la bicicleta de Gabriel Aguirre.-
Los primeros malestares en espaldas y… "Divagarum",
divagar, pensar. La caballerosidad de un gran anfitrión
patagónico.
Después de aquella memorable primera andanza, la
opípara cena, y el fantástico reposo en las carpas
armadas en las orillas del Río Rúbens, algunos
descansamos como los Dioses, otros, manifestaron haber dormido en
intervalos, al parecer, molestos por aquellos mortales que
solemos matizar las noches con armoniosos, ostentosos y sonoros
ronquidos.
Se prepararon los desayunos cerca de las siete de la
mañana. Muslies, (avena, leche caliente, nueces, pasas de
uvas y miel) rodajas de pan integral, dulces, café con
leche y una oportuna ronda de mate en dos versiones a
elección: dulces y amargos. Las cremas desinflamatorias a
modo de prevención, masajes en las piernas y muslos
también formaron parte del rito
implementado.
Se comenzó a sentir la marcha en los lugares
que más estaban expuestos…
Varios comenzamos a sentir sobre todo algunas molestias en la
espalda. Otros en las manos y todos en las nalgas,
eufemística y elegante manera de decir que nos
dolía el culito… A esta molestia, talco o vaselina.
Estos elementos no amortiguan los golpes pero sí eliminan
las paspaduras por fricción entre las piernas o estas con
el asiento.
Desarmamos las carpas, guardamos todo lo utilizado tanto en la
confección de alimentos como de dormir y en una hermosa
mañana soleada, sin viento, partimos para la segunda
etapa: Puente Blanco – Bella Vista. Serán 87 kmts.
del ripio de la Ruta 40.
A las 08,42 AM del Viernes 20 de Enero del 2001 en tándem
comenzamos a calentar los músculos – previa
sesión de enlongación – con una marcha cuyo
promedio era de 20 km./h.
En la punta Rigoberto, Carlos, Gabito, Aladino. Más
atrás, (unos 1000 mts.) Héctor, Ubaldo y
Alejandro.
Divagamos, del latín "divagarum" = pensar.
El panorama cautivante y hermoso que se nos presentaba ante los
ojos nos mantenía en un estado permanente de júbilo
colectivo y el silencio era levemente alterado por nuestras
conversaciones, las que se iniciaban con relación a lo
bonito del día, el comportamiento
físico, lo bien que estábamos, etc., para luego
hablarnos de sueños personales, nuestras familias y
demás temas que quizá, en otro lugar, en
disímiles casualidades, no hubiéramos tenido esa
paz, calma, armonía en nuestros decires y
pensares.
Cada uno de nosotros al pedalear y tomar el ritmo de
la respiración acorde al consumo de
oxígeno que necesitaban pulmones y músculos, nos
sumergimos en un silencioso diálogo
con nosotros mismos. Ningún ruido
incómodo y fastidioso, salvo el delicado que
producían nuestras cubiertas sobre el canto
rodado.
En nuestras mentes se desarrollaron momentos de
concordancia con lo mejor de cada uno de nosotros. Mediocridades
naturalmente humanas, errores, banalidades, desaciertos, etc.
fueron apareciendo una a una y prestándose para su
análisis y la intensión de ser
superadas, erradicadas. Tuvimos la oportuna vivencia en tiempo y
lugar para mejorar nuestras existencias. (Luego, a los pocos
días de haber concluido este raid, muchos nos dijimos
sobre esos extraños y fecundos momentos de nuestras
conductas y comportamientos en la vida personal, laboral y
mejoramos nuestra convivencia con el estrés).
Quizá poco y nada de tiempo nos habíamos ofrecido
en los últimos años para analizar y hasta meditar
sobre nuestros procederes… Este fue, sin dudas, una suerte de
retiro espiritual, donde cada uno convivió con un
semejante con ciertas afinidades en gustos y prácticas
ciclistas, pero aprendimos del otro, a su respeto y ser
respetado, a la tolerancia, la
avenencia, entendimiento y esa mágica acción del
pensamiento
reflexivo, profundo e intrínseco.
La topografía aquí se mostró
algo distinta con relación al tramo del día
anterior. Habían desaparecido los arboles,
ríos caudalosos, manantiales oportunos para cargar
cantimploras con el agua quizá más rica, (y
obviamente más pura) que hayamos bebido en los
últimos tiempos. El camino comenzó a presentar
ciertas ondulaciones, leves pero de largos trayectos con varios
metros de desnivel, lo que nos exigió por instantes otras
marchas, cambios más pesados y el promedio en velocidad,
(que no era precisamente la premura nuestra mayor
ocupación u objetivo) fue
algo más lento.
Nos cruzamos con algunos vehículos,
especialmente de transporte de
pasajeros y entre ellos la mayoría de medianas
dimensiones, tipo car van o traffic las que en pocas ocasiones
redujeron la velocidad poniendo en cierto grado de peligro a
nuestro paso por dos cuestiones. El sendero no deja de ser casi
de una sola mano por lo que prácticamente debíamos
reducir a cero nuestra marcha y hacernos a un lado y los golpes
de numerosas y consideradas piedras golpearon nuestros cuerpos.
Aquí una vez más se valorizó el uso del
casco protector. De no haberlos usado, sin lugar a dudas
hubiésemos tenido desde golpes muy fuertes hasta
algún tipo de traumatismo. Todos experimentamos sobre
nuestras geografías humanas varios
piedrazos…
Como nos dijimos, esta mañana, la segunda del
raid también fue asombrosamente calma. Los polares,
guantes y pantalones largos fueron guardados en las mochilas que
portaban nuestras bicis, dando lugar a las remeras, pantalones
cortos y esa natural necesidad de sol y un poco de calor que
sentimos los patagónicos. Esta era una pequeña
venganza o el resarcimiento a tantas horas de vientos,
fríos, nieves y esos interminables días de
invierno.
Consumimos cada hora una o dos tabletas de avena,
granos y frutas, puñados de nueces y pasas de uva.
Aquí se sintió la mayor necesidad de ingesta de
agua, calculando cerca de un litro cada hora y media. Cada 20
ó 25 km. tanto Carlos como Hugo, nuestros ángeles
guardianes de la ruta, nos esperaban a la vera del camino, donde
y desde la casa rodante de Héctor, proveían de agua
a las cantimploras, bananas, naranjas y mucho estímulo. A
ellos gracias…
Luego de una planicie encantadora y con una recta de
más de 12 kmts. de sentido W-E, nos encontramos con las
primeras estribaciones rocosas y otrora volcánicas de los
laterales del valle sobre el Río Gallegos y por encima de
éste en una diferencia de cientos de metros. El descenso
en bici, en un camino escarpado con curvas y contra curvas, nos
motivó a un instante, (en realidad de varios minutos) para
un alocado descenso en las bicis, sorteando piedras sueltas,
guardaganados peligrosos y semi destruidos y llegando hasta la
hostería, empapados en sudor, con los niveles de
anedralina en sangre altísimos, contentos,
felices.
Pocos dolores, casi ninguno. Rápidamente
nuestros organismos se adaptaron al esfuerzo, lo que confirma
varios enunciados como ser: "El hombre es
el resultado de sus pensamientos, exigencias, disciplina y
constancia".
Bebimos agua, gaseosas y algunas merecidas cervezas. La consigna
era la reposición de líquido y todo fue
válido en materia de
gustos, color y
cantidad.
La caballerosidad de un gran anfitrión
santacruceño: Rony en Bella Vista…
Al llegar, fuimos majestuosamente recibidos por el propietario
del lugar, Rony Vandehrben, un excelso anfitrión
patagónico, quien otorga cama y comida a pescadores de
todo el mundo que llegan anualmente a su posada por los salmones
y truchas de varios kilogramos que ofrece el río Gallegos
a metros de la hostería.
Ritos propios como la rutina de enlongación inmediatamente
concluida la marcha ciclista, armado de las carpas,
preparación del almuerzo, (ese día dos platos de
tallarines con salsa bolognesa, sopa deshidratada de verduras,
ensalada de frutas que ofrecieron varias latas que
llevábamos en la camioneta motor home) y a dormir la
siesta en las carpas bajo la protección y la sombra de
hermosos y altísimos álamos. Héctor
armó pacientemente su caña y con una mosca de su
propia confección probó suerte en el río, a
pocos metros del campamento. A la media hora regresó con
una hermosa pieza que al ser pesada, tiene 6,200 kgs. Otros
salmones que picaron el anzuelo de Héctor y como
corresponde a un buen pescador, fueron devueltas al río.
La seleccionada ocupó un lugar en el congelador de la
hostería de Rony hasta que en una conservadora la
transportó hasta Río Gallegos, donde Héctor,
en sus manifestaciones culinarias, agasajó varios
paladares.
A las 600 PM Rony inició el placentero culto
del asado al palo homenajeándonos a los raidistas y
nuestros imprescindibles e indispensables acompañantes.
Los nueve "atacamos" con cuchillos, dientes y furia, (se
interrumpió violenta y decididamente la disciplina
dietaria en hidratos, exenta de grasas y pobre en
proteínas que nos habíamos impuesto varios
días antes). Rony no solo nos hizo un asado de cordero
–el que devoramos íntegramente- sino que
además, Mario quien se encontraba en la zona desarrollando
sus tareas, nos regaló varios kilos de carne vacuna que
también corrieron la misma suerte: asador, ciclistas
pasados de hambre, ¡se acabó!.
La opípara cena al mejor estilo argentino y
muy santacruceño, -cordero al palo- concluyó a las
10.00 PM la que continuó un tiempo más entre
charlas animadas, medidas ingestas espirituosas, (sin excesos
pero del mismo modo, sin retaseos a la hora de reponer contenidos
en los vasos del negruzco néctar de la
vid).
Medianoche en el camping de Bella Vista. En fila tres
carpas y en sus interiores cuatro ciclistas en descanso:
Rigoberto, Carlos, Aladino y Alejandro. En el motor home, Carlos
Guevara y Hugo. En un cuarto de la hostería,
Héctor, Gabito y Ubaldo.
El músculo duerme, las gargantas truenan en molestos
ronquidos…
Mañana será otro día… el último del
raid. Bella Vista – Río Gallegos.
SEGUNDO TRAMO – DATOS DE COMPUTADORA-.
PUENTE BLANCO – BELLA VISTA. (87,250 kmts.)
Horario de salida desde Puente Blanco : 08.45 AM
Horario de llegada a Bella Vista : 14.03 PM
Total tiempo de pedaleo empleado : 04 h. 42´
23´´
Promedio de velocidad: 19,8
km./h.
5. El tercer dia y el ultimo
El último tramo.
El despertar luego del asado. Gran desayuno. La terrible subida
de Bella Vista. La interminable recta. La belleza de Buitreras.
Güer Aike y viento en contra. La llegada. Al otro
día. Conclusiones.
Al amanecer, listos para el final.
El asado de la noche anterior en Bella Vista estuvo soberbio.
Dormimos como bebés, salvo las reiteradas y comprensibles
quejas somnolientas de Ubaldo, Gabito, Carlos y Rigoberto contra
los disonantes ronquidos que superaban las distancias de carpa a
carpa por parte de Aladino, Héctor y Alejandro. ¡Los
grandes roncadores!.
Desayunamos opíparamente con nuestra dieta rica en
hidratos, mateamos, enlongamos y a las 09,05 AM nos despedimos de
nuestros cordiales amigos de la hostería en Bella Vista,
su propietario, Orlando "Rony" Vanherden, Mario Rodríguez,
y Mario Blaser.
La mañana, (como las anteriores) era clara, luminosa y
felizmente sin viento. El paisaje hermoso con el valle verde
serpenteado por el río Gallegos y los bordes rocosos de
restos de piedras volcánicas. Bellísimo.
La imponente subida.
A media hora de marcha nos topamos con una corta pero muy
empinada pendiente que nos exigió a máximo con el
mérito que todos la ascendimos pedaleando. Llegamos a la
cima jadeantes, sudorosos y exaltados. Luego de este esperado y
temido trajín se formaron los grupos de acuerdo a sus
regímenes de marcha distanciándonos unos
kilómetros unos de otros, pero los de atrás viendo
a los delanteros, dado que tuvimos como compañía
una extensa recta con suaves inclinaciones por varias horas de
pedaleo.
Este tramo fue particularmente perfecto. Se trata del
último, el más largo y esa duda de miedos e
incertidumbres que tuvimos en secreto cada uno de nosotros en
sí pudiésemos hacer la "bicicleteada" completa.
Cada uno tuvo sus pensamientos placenteros, sus planteos de los
hechos con que hemos afrontado o no las vicisitudes del vivir,
nos prometimos menos estrés, más comprensión
y sosiego, menos tabaco o
erradicarlo de nuestros pulmones, (en verdad el único
atolondrado fumador es Alejandro, los otros seis o abandonaron o
nunca fumaron). Esos días fueron de análisis y se
pueden comparar con una suerte de "retiro espiritual" donde la
hiper oxigenación de la sangre permitió el mejor
funcionamiento cerebral, el complejo cardíaco estuvo a sus
anchas, nos bajó el colesterol, nos olvidamos de los
conflictos
personales y hasta los solucionamos…
Desde los valles de los milenarios glaciares a la tierra de
los volcanes: Buitreras.
Desde nuestra partida en el valle del río Turbio hasta
aquí, bordeamos valles en sentido W-E que fueron los
antiguos lechos de kilométricos glaciares hace 20.000
años atrás. Hoy son fecundos valles donde han
quedado como vestigios, hitos, marcadores, unas colosales
piedras. Son el remanente de aquellas moreras, (frente de
piedras) que estos ríos de hielo fueron arrastrando por
milenios en su andar.
Al llegar al paraje reconocido en el decir popular como
Buitreras, hallamos en las laderas una gran extensión en
kilómetros de porosas piedras volcánicas dispersas
en el lugar y notables alturas, resabios de iracundos volcanes o
fumarolas. Por el lugar ocurrió un cataclismo que ha
dejado el sitio con muestras de la furia que tuvo por entonces la
geología y
topografía de esta zona. Existen en los farallones
pequeñas a medianas cuevas, refugio de pumas, guanacos y
espacio de anidación de aves,
prevaleciendo una especie de carroñera de la familia de
los buitres.
Se sucedieron curvas, subidas, bajadas en este hermoso
paisaje hasta llegar en lo alto para ver sobre el último
tramo del valle con el serpenteando río Gallegos en un
mediodía dominical soleado de Enero con varios pescadores
deportivos, humeantes asados, chicos jugando en las orillas y
multicolores carpas.
Güer Aike: final con viento en contra.
Pedalemos toda la mañana del domingo sin cesar. Cerca de
las 2.00 PM llegamos al destacamento policial de Güer Aike y
hallamos tres realidades para los futuros y últimos 30 km.
Mucho tránsito de coches y camiones, (era una tarde
dominical hermosísima) y la gente se había ido de
cámping a la zona, por verde, aire puro y asados.
Viento. Apareció el temido viento pero en este caso no fue
de espalda o lateral. El muy pícaro era de frente, de la
costa, soplaba fuerte e intermitente y nos cansó
más de la cuenta.
Asfalto. Otra realidad. El ripio tiene sus bemoles y encantos
pero rodar sobre asfalto, apenas esos 30 km. sobre la Ruta N°
3 no otorgó un regalo a nuestras piernas y espaldas.
Este trayecto, paradójicamente fue el más
sacrificado. Extenuados con el cuerpo que habituado pero con
manifestaciones de cansancio acumulado y la ansiedad en terminar,
hizo que esos escasos 30 km. fueran los de mayor esfuerzos para
nuestras piernas.
Y llegamos. Arribamos a la puerta de la Subsecretaría de
Deportes, lugar desde donde tres días antes
habíamos partido con nuestras esperanzas, deseos y algunas
personales dudas sobre el éxito
de nuestra intensión. Silenciosas mutuas felicitaciones.
Sin mayores exclamaciones y manifestaciones, pero cada uno en sus
íntimas emociones
halló en ese instante el placer de haber podido. No
competimos con nadie ni hicimos esto para nadie. Solo fueron tres
días de armonía, sosiego, ganas, esfuerzos, lucha,
perseverancia y haber erradicado el estrés, la ansiedad,
hallar o recuperar la paz interior. Fue como leer
filosofía, hablar y escuchar a los sabios, comprendernos y
querernos más, mejor…
Cada uno volvió a su casa. Allí esposas e
hijos aguardaban ávidos de anécdotas, historias. En
el regreso a casa, estos siete hombres maduros sintieron que
habían cambiado, mejorado, crecido. Solo en la quietud de
esa tarde dominical del galleguense enero, agradecieron Dios, sus
familias y a la vida, esta experiencia sublime de haber unido el
Pacífico y las últimas estribaciones de la
Cordillera de los Andes con el Atlántico. Fue el sendero
del carbón, el carbón de Río Turbio hasta el
puerto de Río Gallegos.
Los siete ciclistas santacruceños están en
los preparativos antes de las primeras nevadas de Mayo, para
salir desde el Glaciar Perito Moreno en El Calafate, hasta sus
hogares, en la ciudad capital de
Santa Cruz.
Tercer y último tramo – Datos de computadora.
Bella Vista – Río Gallegos : 118,5 km.
Horario de salida : 09.20 AM
Horario de llegada : 03.12 PM
Velocidad promedio : 19,45 km./h
La indumentaria apropiada, alimentación, mecánica, carpas, mochilas, velocidad,
etc.
Vestirse como la cebolla…
Los habituados y experimentados ciclistas patagónicos lo
primero que aconsejan cuando descubren en las calles a un
nuevo
y potencial "fanático por la bici" es a vestirse, es
decir, abrigarse con ropa adecuada. "Hay que ser como las
cebollas!, argumentan con probada sabiduría…
Si no disponemos de dinero extra
para adquirir la indumentaria apropiada, (algo costosa) lo mejor
para convivir con el clima de la región es salir a
pedalear con varias prendas delgadas o normales superpuestas, que
abriguen pero que permitan el paso del aire al andar, facilitando
la ventilación o refrigeración del cuerpo, fundamentalmente
en axilas, espalda y pecho.
Conviene llevar (desde adentro hacia fuera del cuerpo) una
remera o camiseta de algodón, (en invierno de mangas
largas con el más bajo porcentaje de fibra
sintética posible), camisa, pulover de cuello cerrado con
cierre metálico. Para este caso lo mejor es el modelo
"Polar", que pese a ser casi en un 90 % de poliester, es un
excelente abrigo térmico, buen aislante del frío y
el agua, posibilitando el correcto enfriamiento del cuerpo. Por
encima, u otro polar más amplio o una campera "rompe
viento" que de ser necesario, hay que sacársela a los
pocos minutos de andar, habiendo permitido en los primeros
minutos "calentar" el cuerpo y músculos, evitándose
por todos los medios la
transpiración. (Enrollada en la cintura o guardada en una
mochila lateral o en la espalda, pero siempre a mano por un
posible aguacero o llovizna o si desciende la temperatura). Al
hacer un descanso, enlongación o terminado el circuito y
pasados unos pocos instantes, colocársela nuevamente para
no perder el calor del cuerpo.
Calzas.
Excelente abrigo para las piernas y la espalda. Existen modelos en el
mercado deportivo
para ciclismo con un sobre protector testicular. Esta prenda es
ideal, pero la misma función
cumple su similar. Buen abrigo y mejor aislante. Insustituible en
los meses invernales o con sensaciones térmicas de menos
de 5 °C.
Con esta temperatura de sensibilidad por efecto del aire y
humedad ambiente, un ciclista que transite a 20 km./k tiene
una
impresión térmica o dérmica de
–7°C, y si la sensación es de 0°C su
registro corpóreo es de –18°C.
Las calzas están confeccionadas con fibra artificial, con
altos porcentajes de poliester, por lo que conviene ser
higienizada diariamente, dado que puede contribuir a la
formación micótica en el escroto, prepucio y entre
las piernas.
Dependiendo de la temperatura ambiental se deben calzar
pantalones deportivos o cortos. Del mismo modo, existen calzas
pequeñas, (hasta la mitad del muslo) para temperaturas
agradables.
Al iniciar el recorrido de varias horas, es prudente aplicar un
poco de talco o vaselina semi líquida en las entrepiernas,
evitándose de este modo lastimaduras cutáneas por
rozamiento. Al concluir la jornada, efectuar una correcta
higiene sobre
la zona con jabones neutros y un correcto secado. Cambiar de
calzoncillos y de calza día a día.
Guantes.
Indispensables. En el mercado hay de distintas calidades,
marcas y
costos. Los de
ciclismo suelen ser costosos y no apropiados a nuestro clima,
donde el requerimiento es de guantes de mayor aislación
por las habituales bajas temperaturas y para nada apropiados los
de dedos recortados. En verano hasta se pueden prescindir de los
guantes, pero en épocas de frío, los mejores son
los para las actividades como el sky, trineo, etc.,
(prácticos y fuertes). Recientemente apareció en
uso un modelo sumamente económicos con corrugaciones de
goma que otorgan una excelente adherencia y permiten la
refrigeración.
Se recomienda siempre el uso de guantes porque es un elemento de
protección ante probables caídas y por acto
reflejo, siempre se colocan las manos hacia delante o expuestas
para amortiguar los golpes.
Gorras, cuellitos, orejeras y pañuelos.
Cubrirse y abrigarse la cabeza de los fríos es una norma
desde mediados de abril a Octubre o Noviembre y si el pedaleo es
de noche o de mañana, su uso es casi en todo el
año.
Pasamontañas, gorras, orejeras y los recientes "cuellitos"
otorgan resguardo y protección por las bajas temperaturas.
Estos gorros, habitualmente de lana fina con mezcla de poliester
deben cubrir gran parte o todo el pabellón auditivo, al
igual que los cuellos y unos protectores tipo vincha que se
ensanchan a la altura de las orejas.
Como esta experiencia raidista se hizo en Enero, no fue necesario
abrigar la cabeza, el cuello y las orejas. Un dato interesante.
La pérdida de calor en el ser humano se produce en un 35 %
en su cabeza, ocupando las orejas un 20 %. Al cubrir las orejas
tenemos menos frío.
De gran utilidad, dado
que en verano absorben la transpiración y en jornadas
gélidas cubren frente, orejas y toda la cabeza, se
recomienda los pañuelos de seda para la cabeza. Atados en
la nuca al estilo "pirata". Muy prácticos para con el uso
de los cascos.
Camperas "rompe viento".
Eficientes. Muy abrigadas, de fácil llevar,
económicas, higiénicas y un excelente aislante
térmico y de humedad. Se las puede llevar en un bolsillo,
en la "riñonera" o en la mochila. En el mercado aparte de
las comunes, se consiguen en las casas de ciclismo o de camping,
versiones ex profeso con ventilación.
Desventajas: Sí no cuentan con oportunos agujeros de
aireación en axilas, espalda y hombros, suelen fomentar la
transpiración en esas zonas, por lo que se recomienda su
utilización en forma controlada, retirando la prenda al
calentar enseguida el cuerpo o ir permitiendo el paso del aire
con la apertura del cierre. Es aconsejable adquirir las de
colores vivos o
combinados para la mejor visualización de los
automovilistas. Evitar los tonos que mimetizan con el medio
ambiente, por ejemplo: Verdes, marrones, negras, grises.
Puloverer "Polar".
Desde hace unos pocos años felizmente apareció una
prenda practiquísima para nuestras latitudes. De numerosas
ventajas, por lo abrigado, de fácil higiene y
rápido secado, de amplia superficie de cobertura,
incluyendo todo el cuello. Estos puloveres están
confeccionados mayoritariamente de fibras sintéticas por
lo que es recomendable evitar la transpiración. El cierre
metálico permite regular por medio de la abertura la
corriente de aire al andar.
Anteojos.
Imprescindibles. Varios modelos y de variadas formas y estilos se
hallan en el mercado. Se aconseja los semi oscuros o claros para
descansar la vista. Son necesarios dado la protección
ocular por el polvo, tierra y el
aire natural en movimiento en
nuestro andar, amén del producido por el viento. En las
travesías se recomienda llevar un par de repuesto. Para
los casos extremos, es decir en tormentas de nieve, (blizar) o
fuertes vientos, se recomiendan las antiparras del equipo de
sky.
Es prudente para evitar alergias, dolores de garganta, etc.
llevar una por cada día de tránsito en caminos de
polvo o ripio protectores de papel
descartables de boca y nariz que se consiguen en las
ferreterías. Aplicable del mismo modo para los días
de mucho frío y viento. Su uso es limitado dado que por la
humedificación por la inspiración nasal y
expiración bucal, los protectores suelen perder
propiedades de aislación, dado que el papel se moja.
Medias y ropa interior masculina.
Preferentemente de algodón. Cambio diario
e higiene localizada entre los dedos de los pies. Por la alta
concentración de humedad, tratamiento preventivo y
continuo anti micótico, (hongos) con
pomadas o polvos.
En los hombres se aconsejan los calzoncillos de baja
incidencia de poliester, con preferencia a los de algodón.
Sueltos y cómodos. Higiene y reposición diaria.
Para largas travesías, es aconsejable el uso de talcos o
vaselina en el escroto y las entrepiernas.
Calzado.
Para los más sofisticados, (se trata de una pequeña
inversión pero de practicidad) existen en
el mercado zapatillas profesionales con el sistema de enganche y
desenganche automático para los pedales. En el caso de las
zapatillas comunes, se sugieren las que cuentan con orificios
laterales a la altura del arco del pié, (para su natural
aireación) y preferentemente de base sólida para
evitar el arqueado del pié. En las largas marchas, suelen
acalambrarse y doler los músculos y las articulaciones
del mismo.
Se aconseja llevar dos pares, (por posibles roturas o
humedecimiento) higienizar con soluciones de agua lavandina y
utilizar polvos anti micóticos.
"Riñonera".
De gran utilidad. Por su cómoda
disposición, podemos llevar en distintos bolsillos y de
fácil acceso durante la marcha, nueces, pasas, chocolates,
etc. algunos modelos portan botellas de plástico
para jugos o agua.
Pantalón de poliester para lluvias o barro.
Amplios, cómodos y muy útiles. Se los puede llevar
en la mochila dado que arrollados no ocupan espacio. Para su uso
temporario por el barro, nieve o lluvia se aconseja su uso
directamente sobre la piel de las
piernas para evitar la exudación. Si las temperaturas son
muy bajas, se aconsejan las polainas de lona, tela o lana sobre
el empeine y tobillos.
Mochilas.
"Guarda todo", pero lo imprescindible. Tratar de cargar con lo
mínimo. Algunas prendas necesarias, remedios, anteojos y
comida de emergencia. Una o dos cámaras desinfladas y
enrolladas de repuesto.
En el mercado existen mochilas apropiadas para el ciclismo o las
comunes, evitándose las de campamentismo o alta
montaña con estructuras
metálicas.
Se aconseja atarlas o sujetarlas con sogas al suplemento o porta
mochilas sobre la rueda trasera y evitar en lo posible llevarlas
sobre la espalda, dado que dificultan la natural
ventilación de esta parte del cuerpo.
Del mismo modo, en el mercado existen las mochilas laterales en
una o ambas ruedas y de gran practicidad, con notable volumen para
portar todos los rudimentos de campamento, (carpas, bolsa de
dormir, etc.).
El color de la ropa.
Puede ser que nos resulte chocante y nos neguemos a usar esas
remeras o camperas con colores tan fuertes. Nos pareceremos a
taxis con esos habituales anaranjados, rojos, violetas y
amarillos. Pero todo tiene su explicación, él
¿por qué?.
La combinación de negro y amarillo es altamente visible
desde cientos de metros, de allí que la mayoría de
los taxis del mundo, los buzones de correo, las indicaciones
viales y otros signos o consignas, sean precisamente de la
conjunción de estos dos colores.
La ropa de escaladores, andinistas, alpinistas, antárticos
y practicantes de sky son normalmente anaranjados, (el
único color que sobresale a la vista con total nitidez a
cientos de metros en la argenta nieve o hielo).
Lo mismo sucede con los ciclistas… Hemos comprobado cuán
difícil era hallarse en la verde-grisácea estepa
patagónica de la ruta santacruceña. Salvo Carlos,
Rigoberto y Aladino que vestían este tipo de atuendos con
estos tonos ex profeso. El resto sin saberlo, con ropajes de
colores neutros o "apagados", (verdes, grises, negros) y sin
desearlo, nos habíamos "mimetizados" con el medio
ambiente, camuflados, lo que sin saber o querer hacerlo,
reducimos nuestras personales medidas de seguridad, dado
que amén de casi sin poder vernos a la distancia entre las
laderas, montañas, cañadones, ofrecíamos un
peligroso instante a los automovilistas, colectiveros, camiones
que nos cruzaban y que nos "descubrían" apenas a pocos
metros.
Para la próxima experiencia, usaremos ropaje de colores
vivos, fuertes y combinados, pese a que nos parezca
ridículo. Es una personal e importante medida de
seguridad.
Casco.
Hasta con cierta razón alguien podrá argumentar que
son feos, ridículos, molestos y que no hacen falta…
La realidad que usar casco o no, es casi diferenciar la
situación al extremo entre la vida, o la muerte. Una
caída por exceso de velocidad, agotamiento, pozos, ripio
suelto, choque con algún montículo, otro ciclista,
etc., sin dudas, hacen que lo primero que golpeé en el
suelo sea nuestra cabeza, y habitualmente del lateral izquierdo.
Ninguno de nosotros felizmente en este raid sufrió
accidentes de
este tipo, pero en nuestras anécdotas, tenemos numerosas
caídas en ruta, donde todos, ¡podemos contarlas
justamente porque teníamos el casco puesto en ese
instante!.
En cada oportunidad que nos cruzamos con automovilistas o
camiones, sufrimos a modo de ametralladora, el disparo de varias
piedras de volumen y peso considerable en nuestras humanidades.
Varios piedrazos en piernas y pecho, pero al inclinar la cabeza y
ofrecer a la andanada de piedras nuestra protección,
éstas arremetían y rebotaban en los cascos.
Nuestros protectores conservan algunas muescas para la memoria y
la narración.
Un dato cierto: El 69% de los ciclistas fallecidos por accidente,
lo fue por heridas en la cabeza. (Royal Society for the
Prevention of Accidents ).
– Según un estudio realizado por la Universidad de
Washington, se ha demostrado que llevar casco reduce en un 69% el
riesgo de
sufrir lesiones en la cabeza; en un 65% el riesgo de sufrir
daños en el cerebro, y en un
74% la probabilidad de
sufrir daños severos en el mismo.
– Utiliza un casco que cumpla las normas de
seguridad que exigen los distintos organismos involucrados en la
seguridad. No ahorres en el casco. Algunas normativas de cascos
son:
Snell: Es la más severa, prueban personalmente todos los
tipos de cascos.
ANSI ( Instituto Nacional Americano de Normas)
BSI (British Standards)
Swedish Standards
CSI Italian Standards
NF AFNOR
AS (Australian Standards
– CONCLUSIÓN: Los investigadores de la Universidad de
Washington, Seattle, dicen: " Los cascos de ciclistas son
eficaces en la prevención de lesiones en la cabeza o en el
cerebro en aquellos accidentes en los que está involucrado
un vehículo y para cualquier tipo de accidente (…)
– La ley no exige la
obligatoriedad del casco ciclista, NUESTRO SENTIDO COMÚN
SÍ, además por el mero hecho de pertenecer a
nuestra sociedad,
tendrás un seguro de
accidentes gratuito que te protegerá en todas nuestras
marchas y en todos tus salidas individuales durante un
año.
¿Qué comemos?.
Contra toda costumbre en esos hábitos que hemos adoptado
en oposición de la natural alimentación, por pautas
culturales solemos desayunar muy ligeramente, (algún
café con leche y/o mates). Almorzar opíparamente,
apenas merendar y cenar como si se acaba el mundo, para
inmediatamente irnos a la cama o tirarnos en el sillón dos
horas a ver tele. Mal, muy mal, dirá el sabio
médico, el sabio anciano, el sabio organismo.
La comida más importante del día es el desayuno.
Las otras, (almuerzo, merienda y cena) son complementos y de
poder hacerse, la cena deberá ser liviana, es decir de
poca cantidad, (solo un plato y si se puede medio).
El desayuno es la incorporación de nutrientes que nos
darán las energías suficientes para el jornada y
sus necesidades, obviamente, con los agregados o añadidura
al medio día, a media tarde y a la noche y éste,
como mínimo dos horas antes de dormir.
A la mañana, el desayuno que comíamos,
(obsérvese el término: comíamos, no
tomábamos) era una taza grande de Müslix". Alimento
vegetariano ancestral de los habitantes de la alta Baviera y la
Selva Negra alemana y que le favorecen con esta correcta dieta,
una longevidad promedia a los 85 años, cuando la media en
la Argentina es para
el hombre de 73 años…
Este muy nutritivo y energético "cóctel" produce
por taza grande con leche caliente cerca de 190 a 230
calorías. Es una mezcla de copos de maíz,
avena, arroz, trocitos de chocolate, pasas de uva, cacao en
polvo, salvado, vitaminas A, C, B1, B2, B12, Niacina,
Ácido Fólico, Calcio, Hierro y Zinc.
Agregamos al desayuno dos o tres tajadas de pan integral, dulces,
y dos fetas de jamón cocido, (B12 y proteínas). Una
ronda de mates, (todos sabemos de sus excelentes
propiedades).
Pese a que ha sido tratado en otro capítulo, con cierta
regularidad y rodado en bici, comíamos tabletas de
müslix, (aportan cerca de 100 calorías c/u), pasas de
uva, frutas disecadas, nueces, bananas y mucho agua de beber.
Almuerzos.
Esta sesión la habíamos reservado para cuando
habíamos concluido el tramo y siempre fue después
de las 3.00 PM. Toda nuestra dieta energética se
sustentó en hidratos de carbono, debido a su respuesta y
reposición urgente calórica/energética.
Fideos con tuco, pan, frutas, agua y/o gaseosas, etc. Ídem
para la cena, salvo en Bella Vista que nos devoramos un corderito
y varios kilos de carne vacuna, (proteínas y grasas de
origen animal).
En ningún momento padecimos hambre, dado que los
promedios de calorías que habían calculado los
consultados, (médicos amigos y bibliografía) daban
un promedio de 5.500 a 7.000 calorías/día como
necesidad. Téngase en cuenta que el promedio para nuestras
edades, ocupaciones rutinarias, etc., contienen 3.500
calorías/día/hombre.
A pesar que forman parte de la indumentaria personal, (cepillo de
dientes, toallas, jabón, etc.) debemos recordar que
debemos tener jarros, preferentemente metálicos,
cubiertos, plato y vaso para la alimentación. Leche en
polvo, miel o azúcar y coordinar previamente cuantas
cacerolas habrán en el campamento, calentadores, gas, kerosene,
nafta, fósforos, etc., para compartir y no llevar tanta
carga.
Como una doctrina de disciplina, sabíamos sobre le
inmediata necesidad de recuperar energías perdidas. En
estos casos es necesario: la reposición de las reservas,
la restauración de sales y la rehidratación. Para
esto es muy bueno consumir alimentos ricos en carbohidratos, y,
especialmente, en almidones (pastas, cereales, pan).
También es importante el consumo de frutas y verduras con
gran cantidad de potasio.
Bebidas.
La rehidratación es un punto central si las
pérdidas por sudor fueron grandes, amén de las
obvias necesidades de agua mínimas por el ser humano que
son de 2 litros diarios.
Con la transpiración y el trabajo muscular,
habíamos eliminado o consumido grandes cantidades de
sales, como sodio y potasio. Suelen padecerse dos serios
inconvenientes entre los ciclistas que por descuido u olvido no
se alimentan correcta y previamente y se hidratan antes, durante
y después de la marcha.
Uno supone que si no está transpirando por las bajas
temperaturas ambientales o su marcha no es excesiva, no es
necesario beber agua. Todo lo contrario. Los ejercitados
ciclistas de largas marchas, recomiendan ir bebiendo agua cada 15
ó 20 minutos. Es prudente tener una reserva de agua
confiable en calidad. En el mercado hay varias marcas y en este
caso no es importante cuidarse de los niveles de sodio, dado que
es éste uno de los minerales ha reponerse.
No es aconsejable cambiar drásticamente el consumo de agua
de red de los
distintos pueblos o lugares a la que no estamos habituados.
¡Debe ser terrible abandonar un bicicleteada por
diarrea!…
Algunos prefieren las gaseosas, los jugos de frutas, los polvos
para preparar, o bebidas especiales para alto rendimiento
deportivo, pero nada supera en naturaleza como
el agua y más, si ella es tomada de los chorrillos o los
ríos patagónicos, con las aguas más puras
del planeta. Todo un placer.
Para tener en cuenta: Un litro de agua nos puede durar de una
a una hora y media. Si por más espacio de tiempo no
tenemos la seguridad de reaprovisionarnos, siempre será
prudente llevar de repuesto en alguna cantimplora, mochila,
etc.
No está en ningún decálogo de medicina
científica, pero todos los facultativos y especialmente
los deportólogos y los cardíacos, aconsejan el
beber un vaso de vino tinto a la noche. Excelente.
En muchas ocasiones, cuando la distancia a recorrer supera los
50 Kms. es una buena idea disponer de dos bidones. En uno se
puede poner una alimentación líquida que ya venden
preparada en los comercios de dietética y farmacias y en
el otro agua, té azucarado o una bebida que contenga
glúcidos, sales y vitaminas.
Una mezcla adecuada sería jugo de frutas y té al
50%, 50 gramos de miel, 10 tabletas de glucosa y una cucharada de
sal de cocina. Siempre hay que tener en cuenta que un ciclista
pierde más agua de la que puede llevar en la
bicicleta.
En el "agotamiento" por falta de líquido los principales
efectos son mareos y pérdidas del conocimiento. Algunos se
bajan de la bicicleta, en el momento que les ocurre, y se sienten
incapaces de volver a pedalear ese día por muy lento que
lo hagan.
El sudor reduce los líquidos y las sales del cuerpo por lo
que el corazón se
verá forzado a trabajar mas rápidamente ya que al
bajar la cantidad de líquidos también bajará
el volumen de sangre. El corazón se verá obligado a
trabajar más rápido para que nuestro organismo
reciba la misma cantidad de oxígeno y se desviará
la energía necesaria, del resto de los músculos, al
corazón para conseguir el aumento del ritmo cardiaco.
Existe un "anti-agotamiento" muy conocido por cualquier tipo
de deportista que es la glucosa. Nunca hay que tomar glucosa
mucho antes (mas de media hora) del ejercicio ya que se
produciría el efecto contrario al deseado al comienzo de
la marcha, aunque más tarde se proseguiría la
marcha normalmente. Es conveniente tomarla, en caso de
consumirla, inmediatamente antes, durante y/o después del
ejercicio. La glucosa es un combustible que llega
rápidamente al músculo, solo se debe utilizar
cuando notemos que nos fallan o van a fallarnos las fuerzas antes
de terminar el ejercicio. Es recomendable tomarla cuando se
realizan distancias largas o cortas a buen ritmo. Como más
rápido llega al músculo es si está disuelta
en agua. En caso de desfallecimiento y no teniendo tabletas o
ampollas de glucosa se tomará azúcar disuelto en
agua.
Botiquín y efectos personales.
En el mercado hay disponibilidad de bolsines ex profeso con
remedios, calmantes, etc. para viajeros.
Analgésicos: es posible que nos duela la cabeza y ello se
debe a presión
arterial alta, por lo que de confirmarse deberemos cancelar la
marcha. Para este tema, siempre es prudente la consulta y la
revisión periódica. Otras causas probables del
dolor de cabeza: disminución de potasio en sangre por
déficit en la ingesta de líquidos lo que se
soluciona aumentando el consumo de bananas y la
insolación, la que podemos evitar usando casco, gorra,
etc.
Cremas protectoras y vaselina.
Aplicar sobre manos, rostro, cuello y todas las áreas
expuestas con crema protectora a los rayos ub. De la misma
manera, con lápiz labial, proteger y mantener la humedad
de los labios.
Vaselina: Preferentemente sólida. Aplicar entrepiernas y
escroto para evitar heridas y paspaduras por rozamiento.
Concluida la jornada, higienizar la zona, secar y mudar de ropa
interior, calzas y pantalones.
Malestares estomacales.
Por cambios violentos y recientes en los hábitos
alimenticios con preponderancia de fibras y dieta rica en
hidratos de carbono, por ingerir agua de la cual nuestra colonia
bacteriana estomacal no está adaptada o por situaciones de
estrés, nos puede ocurrir la molesta e inoportuna diarrea.
Llevar tabletas de carbón. Comer los alimentos que
consumiremos durante la marcha al menos con 7 días de
anticipación, (frutas, verduras, etc.) y beber agua
envasada, preferentemente siempre de la misma marca u
origen.
Desinflamatorios.
Nuestro médico nos recetará cremas
desinflamatorias, las que a modo preventivo hay que aplicar
previamente en los músculos comprometidos en exceso de
trabajo al igual que en la espalda a la altura de la cintura. En
casos de surgir dolores muy difíciles de soportar,
respetando las indicaciones del prospecto, ingerir tabletas
desinflamatorias.
Calzado y medias.
La mayoría de los integrantes de este raid calzaron
zapatillas especiales con ganchos o ajustes automáticos a
los pedales. Otros usamos las viejas y clásicas "punteras"
con zapatillas comunes, tipo caminata. Imprescindible que el
calzado "respire" por agujeros laterales en el arco del pie. Es
conveniente usar cremas que combatan o anulen la colonia
micótica o el llamado "pié de atleta". Con respecto
a las medias, se sugieren las apropiadas para las
prácticas deportivas.
Herramientas.
Tuvimos la suerte y la comodidad que entre nosotros, venía
Rigoberto. Un gran mecánico de bicicletas, (mejor
deportista y amigo). Con el hecho de contar con Rigo, cualquier
inconveniente serio, sabíamos que contaríamos con
él y sus conocimientos.
Pese a ello, es conveniente recordar que cada uno llevó
una o dos cámaras de repuesto, parches c/pegamento, saca
cubiertas, llaves y demás herramientas
afines, (las que felizmente no fueron En algunos casos, se llevan
dos juegos de
cubiertas. Una, (lizas) para asfalto y otras, con tacos para
barro y/o ripio, luces traseras, ojos de gato, inflador, etc.
Lubricantes para la cadena, nafta y pincel para limpiar barro de
cadenas, rulemanes, (de haber un tramo con agua o barro).
Un querido amigo y experimentado ciclista, Claudio Canaglia, tuvo
la gentileza en fruto de sus conocimientos y probada experiencia,
en enviarnos estos útiles consejos que transcribo de su
mensaje por e mail:
Esta es la primera de tres notas donde les damos algunos
consejos para enfrentar el invierno a puro pedal.
La 1 que es la de hoy habla de como vestirse apropiadamente para
no salir "chivando" como si estuviéramos en el Caribe o
con una semana de cama por hipotermia.
La 2 va a hablar de los cuidados a tener para con la bicicleta en
épocas de frío.
y la 3 va a hablar sobre precauciones a tener por aquellos que
tengan la enorme oportunidad de ir a pedalear en la nieve,
además de una breve referencia a la importancia de las
distintas partes del cuerpo para aquel vestirse
"inteligentemente" del que hablamos en la nota 1.
Espero que les sirva.
Claudio Canaglia
1. Si tu ruta es larga, no confíes en la temperatura que
haya en el momento de la partida. Lleva siempre una mochila con
ropa extra, que te va a permitir guardar lo que sobra si entras
en calor, o te podes abrigar si baja la temperatura o
tenés que parar por alguna reparación.
2. Equilibrio Térmico. Esta dado por equilibrar el calor
que vos generás y el que perdés y se logra
vistiéndote por capas. Entre las capas se acumulan
colchones de aire caliente que conservan la temperatura por baja
conductividad de aire.
3. La primera capa debe ser de un material transpirable y que
traslade la humedad a la capa siguiente alejándola de la
piel. Coolmax. Thermastat, Polipropileno etc., y nunca
algodón o fibras naturales que son hidrófilas y por
lo tanto se quedan con el sudor.
4. La segunda capa de fibra polar, que te mantiene caliente por
ser una fibra hueca, y además pesa poco.
5. Por afuera, una capa de tejido más denso y cerrado
capaz de parar el viento, como Gore Tex, Isofilm, etc., siempre y
cuando haga frío suficiente como para usarlo. El Gore Tex
especialmente permite que la tela respire en un sentido y bloquea
el paso del viento o frío en el otro.
6. Lo más importante es evitar sudar. Por mas que haga 10
bajo cero si tu cuerpo te manda que tiene calor sacate el
rompeviento. El sudor al evaporarse es la causa principal para
enfermarse.
7. Los chalecos son muy recomendables, protegen la parte
más delicada que es el torso y permiten una buena
transpiración por los brazos, son livianos y ocupan poco
lugar además de brindar mejor movilidad.
8. Las piernas soportan mejor las bajas temperaturas, con lo que
una buena calza larga con interior térmico bastara.
9. En las mañanas soleadas de invierno, y aunque te
atrevas a llevar los "cortos", carga un juego de
pierneras que te van a permitir "salvarte" en caso de que baje la
temperatura, y son muy fáciles de transportar.
10. Las zapatillas son muy importantes aislando el frío de
afuera del calor de nuestros pies, hay unos modelos con interior
de neoprene que cubren casi hasta el tobillo y con lengüeta
cerrada.
11. Cuando te pruebes zapatillas térmicas usa la media
similar a la que usas habitualmente, y trata de no hacerlo a la
tarde cuando el pie esta un poco mas hinchado por efecto de la
gravedad.
12. Si no querés comprar zapatillas especificas de
invierno, usa cubre zapatos que normalmente son de neoprene o de
tejidos especiales.
13. Si vas a comprar zapatillas, aunque sea verano acordate que
el taco sirve para bajar caminando en zonas barrosas y las
punteras sirven para ayudarte a subir.
14. Cada 10 minutos en tu salida mové los dedos de las
manos y de los pies, mejora la circulación de sangre
caliente retardando el enfriamiento.
15. Para secar las zapatillas lo mejor es dejarlas toda la noche
con papel seco adentro, también se pueden usar secadores
de pelo o estufas pero hay que tener especial precaución
con la regulación de la temperatura a las que se la
somete, porque si le das mucho calor puede quedar como zapato
de
payaso por diferencia de dilatación entre materiales.
16. El agujero donde se fijan las trabas de las zapatillas suele
no ser hermético, fijate del lado de adentro, abajo de la
plantilla, y trata de cerrarlo con alguna cinta tipo la Duc Tape,
y si así y todo no esta
hermético, ponele Fastix o producto
similar. Si esa parte no esta bien aislada, pisando un charquito
podes hacer que toda tu salida sea una tortura.
17. Si el frío es muy intenso, olvidate de las trabas y
usa zapatos de alta montaña con pedales de punteras
tradicionales.
18. Para las manos, elegí guantes con membrana antiviento
en la parte superior, la palma se protege con el agarre al
manubrio.
19. Solución de emergencia para las manos, si se larga a
llover, son esos guantes plásticos
que se venden en las estaciones de servicio para hacer arreglos.
Te super salvan!!
20. Una muy buena pero solo si hay frío tipo polar, es
usar guantes de látex de esos que usa mama para lavar los
platos abajo de los normales. Pero solo si hace mucho frío
porque transpiras como loco.
21. Si en cambio hace poco frío pero hay barro son muy
buenos los guantes esos tejidos que tienen puntitos de goma en la
palma que te dan mucha adherencia.
22. Fabricate o ponele unos cubre manos para evitar el viento.
Tipo los que usan las motos o podes hacerte unos con un par de
hueveras, no es lo mismo pero…
23. En la cabeza, podes usar algún pañuelo tipo
"pirata" debajo del casco con mayor cantidad de pliegues en las
orejas.
23. También son muy buenos los cuellos de polar que a
través de un cordón los podes usar de gorro si
querés, y si son lo suficientemente amplios según
las temperaturas podes llegar a cubrir nariz y orejas.
24. Si sufrís de los oídos, considera la
posibilidad de usar tapones, pero solo si vas a lugares donde no
haya trafico.
25. Los lentes son imprescindibles, porque te vas a enfrentar a
salpicaduras constantes de agua, barro y piedritas que saltan del
suelo y de las ruedas y siempre con la habilidad de buscar
nuestras pupilas. Cuanto más envolventes sean mejor,
aunque aumente la posibilidad de empañamiento. Los tonos
de
lentes claros, tipo amarillo, naranja o rojo, te permiten
además apreciar los contrastes y aprovechar toda la
luz
disponible.
Autor:
Alejandro Ariznabarreta