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Por la senda del carbon… en mountain bike




Enviado por janoariz



    Por la senda del carbon… en mountain
    bike.

    Indice
    1.
    Introducción

    2. Preparación
    3. Primer dia
    4. El segundo
    día…

    5. El tercer dia y el
    ultimo

    6. Consejos y secretos.

    1.
    Introducción

    Desde el 19 al 21 de Enero del año 2.001,
    siete santacruceños aficionados al ciclismo de aventura,
    recorrieron la Ruta 40 desde Río Turbio hasta Río
    Gallegos, haciendo de esta marcha una oda al cicloturismo.
    ¿Deporte o
    distracción? Ambas cosas. Desde los deportivo, es una
    realización plural, no competitiva, original y personal, hasta
    casi imposible de ser etiquetado.
    El cicloturismo es una forma de vivir, un estilo, una
    filosofía existencial. Es sinónimo de libertad,
    independencia
    y autonomía personal. Redescubrir sensaciones perdidas en
    el interior emocional, el hallar los placeres de la vida
    más intensos y conectarnos con nuestras personales
    existencias. Es una actitud
    física,
    llegada al encuentro comprensivo de nosotros mismos.
    La quijotesca y caprichosa acción nuestra, ha sido una
    asumida vergüenza al ver todos los años a cientos de
    turistas y de
    mediana a madura edad, recorrer nuestra patagonia en
    bici, afrontando y soportando el clima,
    poniéndole pecho y piernas al viento, las subidas, las
    descomunales distancias.
    El cicloturismo como actividad de ocio es una de la más
    compleja que podemos realizar. Forja y endurece el
    espíritu, templa el carácter e
    indica metas siempre lejanas.
    Para recordar estos interesantes datos:
    En una bicicleta se puede hacer hasta 1037 km. con la
    energía equivalente a 1 litro de nafta.
    Se usa menos energía que la que usa un auto simplemente
    para mantener encendidas sus luces.
    Se viaja 4 veces más rápido de lo que se puede
    caminar usando la misma cantidad de energía.
    Se consume la 1/50 parte de oxígeno
    de lo que consume un vehículo motorizado y además,
    sin contaminar.
    Se provee un motor que mejora
    su poder y
    rendimiento y aún su vida útil mientras más
    se usa.
    POR LA SENDA DEL CARBÓN…

    2.
    Preparación

    Los ciclistas patagónicos están todos
    locos…
    Hacer actividades aeróbicas en la Patagonia Sur por las
    bajas temperaturas y el efecto por el enfriamiento del aire por el
    viento huracanado que siempre está presente en esta
    región, es un verdadero reto, donde la tenacidad, la
    disponibilidad de energías y calorías "extras" son una constante.
    El 46 % de los días del año el registro de los
    vientos supera los 25 Kmts./h. y torna casi imposible que puedan
    realizarse actividades al aire libre con total comodidad, salvo,
    valiéndose de persistencia, la que en algunas
    circunstancias son el resultante de notables esfuerzos.
    Los "locos" que amamos el ciclismo y en este particular caso, el
    mountain bike con el agregado de "ciclo turismo", estamos sometidos
    a una extraña severidad y minuciosidad, a la que se puede
    hasta catalogar de mística. Pedalear en invierno con
    varios grados bajo cero de temperatura
    ambiente,
    toparse con la peligrosa tormenta de nieve, (con blizar
    incluido), mantener el equilibrio en
    hielo, nieve y los vientos de frente de más de 70 Km. que
    no lo dejan avanzar, exigiéndose el ciclista un
    empeño similar al esfuerzo que involucraría
    ascender por una cuesta de más de 60°.

    Varias son las anécdotas: Cantimploras "no
    funcionales" porque el agua a los
    quince minutos de ser cargados se han congelado. Pese a los
    pasamontañas, guantes, ropa apropiada para el invierno,
    etc. los que usamos bigotes, por la respiración – expiración, se
    nos congelan, llenándose toda la cara con
    partículas de hielo…
    ¡Jamás transpirar!. Un enfriamiento en estas
    condiciones puede ser una invitación a infecciones severas
    en las vías respiratorias. Por el efecto del
    congelamiento. Muchas veces las cubiertas se "pegan" en el
    suelo.
    Estas son algunos inconvenientes en los largos y duros meses de
    invierno, pero cuando llega la primavera y el verano todo es
    alegría, esfuerzo, paz.
    Correcta alimentación. Adecuación de una
    saludable dieta.
    Los que hemos participado de este raid o paseo desde la
    cordillera en Río Turbio hasta el mar Atlántico en
    Río Gallegos, individualmente disponemos de una disciplina
    alimentaria donde se observa los porcentajes correctos en
    macronutrientes, donde prevalecen los carbohidratos
    sobre las grasas y las proteínas.
    Los carbohidratos son los elementos de energía inmediata.
    Las proteínas tienen una estructura que
    reponen fibras y regeneran los tejidos y las
    grasas son la reserva.
    Hemos adecuado que el 50 % de los alimentos
    procedan de los carbohidratos, 35 % de proteínas y 15 % de
    grasas, de esta manera y al sabio consejo de varios
    médicos amigos, sabemos que los hidratos de carbono son la
    principal fuente de
    poder energético. Se los hallan fundamentalmente entre
    los azúcares como ser glucosa, sacarosa, lactosa,
    almidones como los cereales, pan, arroz, papas, legumbres secas y
    frutas. Todos estos alimentos inciden en el trabajo
    muscular.
    Nuestra dieta de aficionados al ciclismo en situaciones extrema
    sujeta a las bajas temperaturas, amén de alimentarnos
    correctamente para el desarrollo de
    nuestras tareas personales, profesionales y laborales con
    normalidad, se fundamenta en estas vitales cinco premisas desde
    el campo de las vitaminas.
    B1 (carne, legumbres, verdes, hígado, cereales)
    B2 (carne, huevos, leche y
    frutas,) B6 (yema de huevo, hígado,) B12 (hígado,)C
    (agrios y legumbres verdes)
    Como todo exceso, la sobre exigencia en nuestras marchas de paseo
    y por el promedio de nuestras edades, (todos hemos sobrepasado
    los 40 años), somos consientes en la pérdida de
    minerales y
    vitaminas, por el ejercicio mismo y por las falencias
    alimenticias a las que involuntariamente somos depositarios por
    el hecho de vivir en una zona, como la patagónica sur,
    desprovista de días soleados y de agradables condiciones
    climáticas y que nuestra alimentación siempre haya
    sido, (y aún es así) con elementos conservados,
    envasados, frutos y verduras con varios días post cosecha.
    Por eso, nos hemos instruido en que las sales como el sodio, el
    cloro, el potasio, el calcio, el fósforo o el hierro se
    encuentran en una alimentación equilibrada aunque a veces
    es necesario llevar a cabo una
    compensación.

    El sodio, potasio y el cloro se encuentran en frutas
    secas y bebidas ligeramente saladas. El hierro lo tienen las
    legumbres secas, espinacas e hígado. El fósforo y
    el calcio provienen principalmente de la leche y el queso.
    Finalmente, el magnesio está en el chocolate, pan y frutos
    secos.

    Los días previos tratamos de alimentarnos "muy
    bien"
    En los primeros días de Enero del 2001, (luego de los
    desajustes en las comilonas de nochebuena y año nuevo)
    comenzamos una organizada dieta, porque sabíamos que la
    exigencia iba a ser mucha y dura. La poca posibilidad de disponer
    en cantidad y calidad de frutas
    frescas y verduras durante esos tres o cuatro días en la
    inmensidad de la meseta patagónica del sur de Santa Cruz,
    nos indujo a estar bien y correctamente alimentados, es decir que
    nuestros músculos tuviesen de antemano las suficientes
    calorías y líquidos para el esfuerzo. Los
    músculos almacenan carbohidratos como combustible, de
    manera que pueden trabajar por más tiempo sin sentir
    cansancio. Los carbohidratos provenientes de los alimentos son
    transformados en glucosa (azúcar
    de la sangre) por su
    cuerpo. La glucosa es luego almacenada como glucógeno en
    los músculos. Este glucógeno almacenado, es
    utilizado por los músculos como energía en las
    largas sesiones de entrenamientos. Por ello almacenamos la mayor
    cantidad de glucosa, controlamos la grasa corpórea, la que
    de ser necesario, los músculos se encargarán de
    ella como el combustible de reserva.

    Preparando las piernas…
    ¡Nos debíamos preparar mentalmente!. En todo
    instante, ya por experiencias previas o por la natural
    convivencia con el medio del cual formamos parte, sabíamos
    de los vientos, algún que otro chubasco, quizá un
    aguacero, todo el trayecto con camino de ripio de canto rodado de
    origen volcánico, salvo en los paradores (Puente Blanco y
    Bella Vista) la ausencia total de árboles, resguardos, etc., nos necesitaba
    seguros,
    convencidos, decididos.

    Cada uno de nosotros continuó con sus diarias
    rutinas. 20, 45, kmts. en cada jornada, algunos por la
    mañana, recién amaneciendo, otros al anochecer.
    Preparamos las cosas con cierta antelación y con los
    permisos en casa y en el trabajo, dado que faltaríamos el
    jueves 18 de Enero (viaje en ómnibus hasta Río
    Turbio) y el día de la largada o el inicio.
    El lunes 22 de Enero, muy felices volvimos a nuestras ocupaciones
    donde varios oídos prestos, escucharon de nuestra aventura
    en dos ruedas desde a pocos kilómetros de un océano
    al otro y en la soledad de la soledad patagónica. Solo
    piernas, pulmones, chistes,
    risas, charlas, silencios, un parate para enlongar y cargar
    agua de los
    ríos, pescar truchas al terminar los tramos, armar las
    carpas, cocinar y dormir, dormir, claro, si el concierto de siete
    ronquidos al unísono nos lo
    permitían…

    Deshidratación: claves para no perder
    energía.
    Es común entre los patagónicos no experimentar con
    frecuencia la sed. Nuestro clima no nos exige la urgente
    reposición de agua y sales por los efectos de la
    transpiración cuando hacemos actividades aeróbicas
    en la intemperie por las normales o bajas temperaturas,
    evitándose el humedecimiento de la ropa, teniéndose
    en cuenta que nuestros hábitos alimenticios son con
    frecuencia saturados en grasas y proteínas, lo que
    mayoritariamente fija pautas de ocio físico forzado,
    inactividad ósea y muscular y una existencia
    peligrosamente sedentaria, propensa a los desordenes
    cardíacos, de estrés,
    depresión, etc.
    Cometemos el error conceptual de no ingerir mayores cantidades de
    líquido, especialmente agua natural más allá
    de los desayunos, mates, cafés, y en raras ocasiones nos
    aproximamos a la cantidad mínima diaria de 2 litros de
    agua.
    ara el caso que nos ocupa, ingerimos durante la marcha soluciones en
    polvo con agregados de multivitaminas y sales, con porcentajes
    destacados de glucosa y sodio.
    La bibliografía
    existente indica que en actividad, en el organismo de un
    ciclista, el máximo de líquido que puede reponer en
    una hora es de 800 ml mientras pueden llegar a perderse hasta 2
    litros en el mismo tiempo. Por eso es muy importante continuar la
    rehidratación durante varias horas después de la
    competencia para
    reponer el total de las pérdidas.

    3. Primer
    dia

    Salida desde Río Turbio. Desayuno previo,
    mucho y fuerte. Llegó la hora de la verdad. El ripio de la
    Ruta 40.
    El Jueves 18 de Enero del año 2001, un grupo de
    amigos que practican el deporte del ciclismo en Río
    Gallegos, Provincia de Santa Cruz, más populares por "los
    siete locos" y dos selectos amigos, (Hugo Cequeira y Carlos
    Guevara) que nos acompañaron y que sus ayudas fueron
    imprescindibles –ver logística– viajamos por la Ruta Nacional
    N° 40, de ripio a Río Turbio, estudiando cada cuesta,
    cada curva, cada guarda ganado.
    El día era muy ventoso, así que supusimos que
    tendríamos viento a favor, de espalda, (Oeste-Este) pero
    que en muchos kilómetros, el vientazo patagónico
    nos exigirá marcha forzada cuando lo tengamos lateral y en
    otros momentos casi de frente.
    Llegamos en el car home de Héctor al atardecer a
    Río Turbio. Allí Elenita Ariznabarreta nos esperaba
    con suculentos tallarines amasados a mano, menú solicitado
    con antelación justamente para el aporte de hidratos de
    carbono previos a la aventura. Comimos indecentemente y bebimos
    decentemente. A las 23,30 horas todos dormíamos en la
    vivienda que nos facilitó el Profesor Gerardo Menna,
    Secretario de Deportes de la Municipalidad de
    Río Turbio. Con anterioridad, la locutora de LRA 18
    Graciela Rancés, le hizo un reportaje a Ubaldo Pedemonte y
    Rigoberto Almonacid, quienes hablaron del raid y las bondades y
    placeres de la práctica ciclista y especialmente del
    cicloturismo.

    Río Turbio, 19 de Enero – 06,30 AM
    Desayuno: ¡Mucho y fuerte!.
    La gente que sabe alimentarse bien, dice que el desayuno es la
    comida más importante del día. Un viejo y sabio
    dicho, y corroborado por los médicos deportólogos y
    los nutricionistas aluden que: "debemos desayunar como un rey,
    almorzar como un príncipe, merendar como un bebé y
    cenar como un pobre".

    Luego de los reiterados y oportunos trozos de pan
    casero con dulce de ruibarbo, tazas de café
    con leche, unos cuantos mates amargos y una cucharada
    pequeña de glucosa en polvo debajo de la lengua.

    Indumentaria apropiada para esa mañana que con
    sus magníficos 7° C sin viento ni nubarrones que
    anuncien chubascos nos vestimos. Calzas, guantes, anteojos,
    cascos, morrales, tabletas de muslink, nueces, pasas de uva,
    agua, caramelos ácidos y
    ganas, muchas ganas de empezar…
    Salimos en tropel desde el barrio Las lengas en los altos del
    pueblo, teniendo nuestra primera y corta emoción. La
    hermosa bajada asfaltada de la Avenida de Los Mineros.
    Allí en la estación de servicio, en
    la entrada del pueblo, primera sesión fotográfica.
    Los pocos vecinos de Río Turbio que iban a esa hora al
    trabajo, nos miraban sorprendidos… ¡Es que rara vez se
    ven a tantos locos juntos!.

    Partida: ¡A la aventura y llegó la hora
    de la verdad!
    08.40 AM. Tendríamos casi 17 Km. de asfalto desde la
    largada hasta el aeropuerto. La marcha se inició con
    alegría, en una mañana espectacular, sin
    frío, sin viento, sin coches y camiones que esquivar y se
    empezaron a armarse los tándem, los grupos. En
    verdad, tanto Rigoberto, Aladino y Carlos, siendo lo más
    experimentados y preparados físicamente iban a media
    marcha, esperándonos. Como ellos habitualmente hacen
    recorridos de cicloturismo de 90, 100 o más Km. en un solo
    día, estaban en forma y en conocimiento,
    amén que suelen competir con bicis pisteras y de carreta
    casi todos los domingos de verano, siendo Rigoberto un
    clásico ganador de su categoría.
    Senior.

    Hermoso fue pasar con las bicis al lado de la planta
    depuradora Ing. José Bacigaluppo, Mina 3, Dorotea hasta la
    primera subida, la de 28 de noviembre. Allí debutaron
    nuestros pulmones y piernas para que en 5 km. más se
    acabara el festín asfáltico para comenzar otra
    historia:
    ¡De allí en más, 274 km. de ripio nos
    esperan!. Nuestras asentaderas, piernas, brazos y espaldas no
    tienen mayores alternativas… ahora o nunca. Como la epopeya de
    Cortés, las naves han sido quemadas…

    El ripio y la ruta 40.

    Nos topamos con el canto rodado milenario de la
    patagonia a las 09.15 AM de ese hermoso viernes a 17 km. de
    iniciada la marcha. Allí comenzaron a jugar nuestras
    inteligencias dispuestas al servicio de la paciencia y la
    prudencia en resguardo de músculos, piernas, cubiertas y
    la planificación que debemos mantener la
    marcha, en nuestros lógicos y personales promedios, no
    gastando inútilmente energías en brabuconadas,
    carreras cortas, etc.

    Las alforjas comenzaron a prodigar las primeras pasas
    de uvas secas, (energizante fantástico), trocitos de
    nueces y los sorbos de agua se sucedieron cada 15 minutos.
    Algunos de los raidistas potenciaron sus cualidades y comenzaron
    a darle fuerte a los pedales. Gabito, Carlos, Rigoberto y Aladino
    fueron de la punta. Héctor, Ubaldo y Alejandro mantuvieron
    el ritmo prefijado: promedio de marcha entre 18 a 25
    km.

    Algunos en Rospentek, otros en El Turbio comenzaron a
    mudar ropa. Se guardaron camperas rompe vientos, se cambiaron
    guantes por menos abrigados o los "sin dedos", se cargó
    agua, (ya nos habíamos tomado casi un litro por persona) y los
    ánimos estaban cada vez más intensos. Hasta
    allí todo en bajada, planicie, sin viento.
    Segunda subidita brava: La de la estancia Santa Ana. Allí
    el primer descanso de no más de 5 minutos para no enfriar
    los músculos, apenas una cadencia simple de
    enlongación, y la provisión desde la camioneta-casa
    rodante, tanto Hugo (Cequeira) y Carlos (Guevara) nos proveyeron
    de más agua y una banana para recuperar potasio en sangre,
    además de darnos ánimo y felicitarnos por lo hecho.
    ¡Hasta para nosotros comenzaba a ser una hazaña esa
    primera etapa de descanso. Una hora y media de pedalear sin parar
    en el enripiado camino!
    Con respecto a la ingesta de una banana, es notable la
    asimilación de potasio que inmediatamente otorga al
    sistema
    hepático y por ende al sanguíneo. Recomendable y
    para tenerse en cuenta…
    Continuamos los grupos de a dos, tres o uno, depende de las ganas
    y el ritmo que quiere llevar cada ciclista. La mañana se
    mostró excelente. El camino presenta toda su belleza de
    montes de lengas, valles verdes y hermosos y nos reímos de
    las pobres vacas las que acostumbradas a ver pasar coches,
    camiones, colectivos, caballos pero jamás siete locos en
    bici… ¡La cara de asombro que ponían las vacas
    cuando se agolpaban en los alambres, curiosas y sorprendidas con
    nosotros!…
    El trayecto con la magnífica vista de la cordillera con
    las nieves eternas a nuestras espaldas, el horizonte con ese
    verde fuerte, los guanacos y sus crías, los
    ñandúes y los numerosos charitos. El camino
    está excelente para el tránsito y nos topamos con
    los muchachos de Vialidad Provincial con sus motoniveladoras
    manteniendo en estado el
    camino. Sus bocinas y saludos fueron un estímulo muy
    importante.

    Siempre con el ritmo que corresponde a las
    disponibilidades propias impuestas por cada uno, manteniendo
    regularidad pero sin ejercer exigencias desmedidas – falta
    mucho por delante – estuvimos toda la mañana
    pedaleando, bebiendo agua cada 15 minutos, comiendo bocados cada
    media hora, dado que los experimentados como regla esencial dicen
    que en marchas largas, debemos beber sin sed y nutrirse sin
    hambre. Un ataque de apetito puede ser contraproducente. Al tener
    necesidad de alimentos –por falta de ellos- el
    estómago no tarda en saciarse, comiendo más de la
    cuenta y un déficit de líquidos es un serio
    problema para el ciclista, dado que sus energías decaen,
    sufre deshidratación aguda, con la posibilidad seria y
    real de desmayarse y arruinar todo por simplemente olvidarse de
    beber. (En un capítulo aparte nos permitiremos recordar
    algunos consejos apropiados sobre los líquidos y los
    alimentos para la marcha).

    Los morros, dos antiguos pero bellos volcanes al pie
    la laguna Cóndor nos acompañan a la izquierda de
    este primer día. Algunos coches nos cruzan, quizá
    demasiado fuertes y muy cerca pero no dejan de saludarnos. Una
    tráfic llena de rubios turistas nos aplauden y uno de
    ellos, un hombre de unos
    50 años es el más efusivo. Lo encontramos en una
    parada por un pinchazo más adelante. El personaje es un
    español
    que hace estas locuras en Galicia y el país vasco y su
    sueño es pedalear toda una semana seguida en la patagonia.
    Nos dijo que nos envidia y que quizá el año que
    viene, si logra escaparse de esposa y nietos, se viene con su
    bici desde la madre patria. Intercambiamos direcciones, abrazos y
    deseos de buena marcha para nosotros y de felices vacaciones para
    él.

    Rigoberto, Aladino, Gabito, Héctor y Carlos
    adelante, unos 10 km. Ubaldo y Alejandro atrás, a paso
    regular. Alejandro tuvo un tirón en la pierna izquierda,
    la que duele un poco pero hay que cuidarla porque falta mucho
    aún y Ubaldo lo viene acompañando.
    Llegamos a Puente Blanco. Nos vamos hasta el hotel, previa
    cruzada del puente que pasa por el río Gallegos donde se
    unen el Rúbens y el Penitente. Este lugar está
    considerado mundialmente como uno de los sitios de pesca de la
    trucha arco iris más emocionantes. Por doquier pescadores
    a la usanza con mosca y felizmente con devolución, carpas,
    casillas rodantes. En el hotel enlongamos, nos tomamos algo
    refrescante, (permitida y muy merecida cerveza/as) y
    volvemos atrás dos kilómetros por un protegido
    bosquecito donde armamos las carpas a orillas del río. Nos
    aprovisionamos de leña, preparamos el almuerzo y algunos
    dormirán la meritoria siesta y otros probarán
    suerte con la caña.

    Las máquinas
    no presentaron inconvenientes. Correctas las cubiertas, ninguna
    pinchadura, todas las cadenas, asientos, rayos en perfectas
    condiciones. En los ciclistas apósitos, primeras
    manifestaciones de paspaduras, cremas, ungüentos y
    calmantes. Excelentes los masajes del Profesor Nacional en
    Educación
    Física Hugo Cequeira. Genial el armado de las carpas y
    los fideos con tuco, sopa, y mateada. A la noche, ronquidos por
    doquier luego de ese primer día de sol,
    transpiración, pulmón y palpitaciones de siete
    patagónicos pos cuarenta, que vivieron una jornada
    indudablemente inolvidable para sus íntimas
    satisfacciones. Duermen. Mañana, al alba, otra etapa, otro
    esfuerzo más, otro recuerdo del alma y la vida.
    ¡Duermen!.

    Llegada a Puente Blanco en el primer día. Los
    últimos serán los primeros…
    Alejandro y Ubaldo cruzan el puente sobre el río Gallegos.
    Al fondo, en el bosque, se armó el primer campamento.
    Allí los 7 locos comieron y durmieron-
    PRIMER TRAMO – DATOS DE LA
    COMPUTADORA
    RIO TURBIO – PUENTE BLANCO (88,300 km.)
    SALIDA : 08,40 AM
    LLEGADA : 02.45 PM
    TOTAL TIEMPO DE PEDALEO: 4 horas-45 minutos-08 segundos
    PROMEDIO DE VELOCIDAD
    MEDIA: 18,7 KM./H
    TOTAL TRAMO: 88,300 KM.
    Datos de la computadora de
    la bicicleta de Gabriel Aguirre.-

    4. El segundo
    día…

    Los primeros malestares en espaldas y… "Divagarum",
    divagar, pensar. La caballerosidad de un gran anfitrión
    patagónico.
    Después de aquella memorable primera andanza, la
    opípara cena, y el fantástico reposo en las carpas
    armadas en las orillas del Río Rúbens, algunos
    descansamos como los Dioses, otros, manifestaron haber dormido en
    intervalos, al parecer, molestos por aquellos mortales que
    solemos matizar las noches con armoniosos, ostentosos y sonoros
    ronquidos.

    Se prepararon los desayunos cerca de las siete de la
    mañana. Muslies, (avena, leche caliente, nueces, pasas de
    uvas y miel) rodajas de pan integral, dulces, café con
    leche y una oportuna ronda de mate en dos versiones a
    elección: dulces y amargos. Las cremas desinflamatorias a
    modo de prevención, masajes en las piernas y muslos
    también formaron parte del rito
    implementado.

    Se comenzó a sentir la marcha en los lugares
    que más estaban expuestos…
    Varios comenzamos a sentir sobre todo algunas molestias en la
    espalda. Otros en las manos y todos en las nalgas,
    eufemística y elegante manera de decir que nos
    dolía el culito… A esta molestia, talco o vaselina.
    Estos elementos no amortiguan los golpes pero sí eliminan
    las paspaduras por fricción entre las piernas o estas con
    el asiento.
    Desarmamos las carpas, guardamos todo lo utilizado tanto en la
    confección de alimentos como de dormir y en una hermosa
    mañana soleada, sin viento, partimos para la segunda
    etapa: Puente Blanco – Bella Vista. Serán 87 kmts.
    del ripio de la Ruta 40.
    A las 08,42 AM del Viernes 20 de Enero del 2001 en tándem
    comenzamos a calentar los músculos – previa
    sesión de enlongación – con una marcha cuyo
    promedio era de 20 km./h.
    En la punta Rigoberto, Carlos, Gabito, Aladino. Más
    atrás, (unos 1000 mts.) Héctor, Ubaldo y
    Alejandro.
    Divagamos, del latín "divagarum" = pensar.
    El panorama cautivante y hermoso que se nos presentaba ante los
    ojos nos mantenía en un estado permanente de júbilo
    colectivo y el silencio era levemente alterado por nuestras
    conversaciones, las que se iniciaban con relación a lo
    bonito del día, el comportamiento
    físico, lo bien que estábamos, etc., para luego
    hablarnos de sueños personales, nuestras familias y
    demás temas que quizá, en otro lugar, en
    disímiles casualidades, no hubiéramos tenido esa
    paz, calma, armonía en nuestros decires y
    pensares.

    Cada uno de nosotros al pedalear y tomar el ritmo de
    la respiración acorde al consumo de
    oxígeno que necesitaban pulmones y músculos, nos
    sumergimos en un silencioso diálogo
    con nosotros mismos. Ningún ruido
    incómodo y fastidioso, salvo el delicado que
    producían nuestras cubiertas sobre el canto
    rodado.

    En nuestras mentes se desarrollaron momentos de
    concordancia con lo mejor de cada uno de nosotros. Mediocridades
    naturalmente humanas, errores, banalidades, desaciertos, etc.
    fueron apareciendo una a una y prestándose para su
    análisis y la intensión de ser
    superadas, erradicadas. Tuvimos la oportuna vivencia en tiempo y
    lugar para mejorar nuestras existencias. (Luego, a los pocos
    días de haber concluido este raid, muchos nos dijimos
    sobre esos extraños y fecundos momentos de nuestras
    conductas y comportamientos en la vida personal, laboral y
    mejoramos nuestra convivencia con el estrés).
    Quizá poco y nada de tiempo nos habíamos ofrecido
    en los últimos años para analizar y hasta meditar
    sobre nuestros procederes… Este fue, sin dudas, una suerte de
    retiro espiritual, donde cada uno convivió con un
    semejante con ciertas afinidades en gustos y prácticas
    ciclistas, pero aprendimos del otro, a su respeto y ser
    respetado, a la tolerancia, la
    avenencia, entendimiento y esa mágica acción del
    pensamiento
    reflexivo, profundo e intrínseco.

    La topografía aquí se mostró
    algo distinta con relación al tramo del día
    anterior. Habían desaparecido los arboles,
    ríos caudalosos, manantiales oportunos para cargar
    cantimploras con el agua quizá más rica, (y
    obviamente más pura) que hayamos bebido en los
    últimos tiempos. El camino comenzó a presentar
    ciertas ondulaciones, leves pero de largos trayectos con varios
    metros de desnivel, lo que nos exigió por instantes otras
    marchas, cambios más pesados y el promedio en velocidad,
    (que no era precisamente la premura nuestra mayor
    ocupación u objetivo) fue
    algo más lento.

    Nos cruzamos con algunos vehículos,
    especialmente de transporte de
    pasajeros y entre ellos la mayoría de medianas
    dimensiones, tipo car van o traffic las que en pocas ocasiones
    redujeron la velocidad poniendo en cierto grado de peligro a
    nuestro paso por dos cuestiones. El sendero no deja de ser casi
    de una sola mano por lo que prácticamente debíamos
    reducir a cero nuestra marcha y hacernos a un lado y los golpes
    de numerosas y consideradas piedras golpearon nuestros cuerpos.
    Aquí una vez más se valorizó el uso del
    casco protector. De no haberlos usado, sin lugar a dudas
    hubiésemos tenido desde golpes muy fuertes hasta
    algún tipo de traumatismo. Todos experimentamos sobre
    nuestras geografías humanas varios
    piedrazos…

    Como nos dijimos, esta mañana, la segunda del
    raid también fue asombrosamente calma. Los polares,
    guantes y pantalones largos fueron guardados en las mochilas que
    portaban nuestras bicis, dando lugar a las remeras, pantalones
    cortos y esa natural necesidad de sol y un poco de calor que
    sentimos los patagónicos. Esta era una pequeña
    venganza o el resarcimiento a tantas horas de vientos,
    fríos, nieves y esos interminables días de
    invierno.

    Consumimos cada hora una o dos tabletas de avena,
    granos y frutas, puñados de nueces y pasas de uva.
    Aquí se sintió la mayor necesidad de ingesta de
    agua, calculando cerca de un litro cada hora y media. Cada 20
    ó 25 km. tanto Carlos como Hugo, nuestros ángeles
    guardianes de la ruta, nos esperaban a la vera del camino, donde
    y desde la casa rodante de Héctor, proveían de agua
    a las cantimploras, bananas, naranjas y mucho estímulo. A
    ellos gracias…

    Luego de una planicie encantadora y con una recta de
    más de 12 kmts. de sentido W-E, nos encontramos con las
    primeras estribaciones rocosas y otrora volcánicas de los
    laterales del valle sobre el Río Gallegos y por encima de
    éste en una diferencia de cientos de metros. El descenso
    en bici, en un camino escarpado con curvas y contra curvas, nos
    motivó a un instante, (en realidad de varios minutos) para
    un alocado descenso en las bicis, sorteando piedras sueltas,
    guardaganados peligrosos y semi destruidos y llegando hasta la
    hostería, empapados en sudor, con los niveles de
    anedralina en sangre altísimos, contentos,
    felices.

    Pocos dolores, casi ninguno. Rápidamente
    nuestros organismos se adaptaron al esfuerzo, lo que confirma
    varios enunciados como ser: "El hombre es
    el resultado de sus pensamientos, exigencias, disciplina y
    constancia".
    Bebimos agua, gaseosas y algunas merecidas cervezas. La consigna
    era la reposición de líquido y todo fue
    válido en materia de
    gustos, color y
    cantidad.
    La caballerosidad de un gran anfitrión
    santacruceño: Rony en Bella Vista…
    Al llegar, fuimos majestuosamente recibidos por el propietario
    del lugar, Rony Vandehrben, un excelso anfitrión
    patagónico, quien otorga cama y comida a pescadores de
    todo el mundo que llegan anualmente a su posada por los salmones
    y truchas de varios kilogramos que ofrece el río Gallegos
    a metros de la hostería.
    Ritos propios como la rutina de enlongación inmediatamente
    concluida la marcha ciclista, armado de las carpas,
    preparación del almuerzo, (ese día dos platos de
    tallarines con salsa bolognesa, sopa deshidratada de verduras,
    ensalada de frutas que ofrecieron varias latas que
    llevábamos en la camioneta motor home) y a dormir la
    siesta en las carpas bajo la protección y la sombra de
    hermosos y altísimos álamos. Héctor
    armó pacientemente su caña y con una mosca de su
    propia confección probó suerte en el río, a
    pocos metros del campamento. A la media hora regresó con
    una hermosa pieza que al ser pesada, tiene 6,200 kgs. Otros
    salmones que picaron el anzuelo de Héctor y como
    corresponde a un buen pescador, fueron devueltas al río.
    La seleccionada ocupó un lugar en el congelador de la
    hostería de Rony hasta que en una conservadora la
    transportó hasta Río Gallegos, donde Héctor,
    en sus manifestaciones culinarias, agasajó varios
    paladares.

    A las 600 PM Rony inició el placentero culto
    del asado al palo homenajeándonos a los raidistas y
    nuestros imprescindibles e indispensables acompañantes.
    Los nueve "atacamos" con cuchillos, dientes y furia, (se
    interrumpió violenta y decididamente la disciplina
    dietaria en hidratos, exenta de grasas y pobre en
    proteínas que nos habíamos impuesto varios
    días antes). Rony no solo nos hizo un asado de cordero
    –el que devoramos íntegramente- sino que
    además, Mario quien se encontraba en la zona desarrollando
    sus tareas, nos regaló varios kilos de carne vacuna que
    también corrieron la misma suerte: asador, ciclistas
    pasados de hambre, ¡se acabó!.

    La opípara cena al mejor estilo argentino y
    muy santacruceño, -cordero al palo- concluyó a las
    10.00 PM la que continuó un tiempo más entre
    charlas animadas, medidas ingestas espirituosas, (sin excesos
    pero del mismo modo, sin retaseos a la hora de reponer contenidos
    en los vasos del negruzco néctar de la
    vid).

    Medianoche en el camping de Bella Vista. En fila tres
    carpas y en sus interiores cuatro ciclistas en descanso:
    Rigoberto, Carlos, Aladino y Alejandro. En el motor home, Carlos
    Guevara y Hugo. En un cuarto de la hostería,
    Héctor, Gabito y Ubaldo.
    El músculo duerme, las gargantas truenan en molestos
    ronquidos…
    Mañana será otro día… el último del
    raid. Bella Vista – Río Gallegos.
    SEGUNDO TRAMO – DATOS DE COMPUTADORA-.
    PUENTE BLANCO – BELLA VISTA. (87,250 kmts.)
    Horario de salida desde Puente Blanco : 08.45 AM
    Horario de llegada a Bella Vista : 14.03 PM
    Total tiempo de pedaleo empleado : 04 h. 42´
    23´´
    Promedio de velocidad: 19,8
    km./h.

    5. El tercer dia y el ultimo

    El último tramo.
    El despertar luego del asado. Gran desayuno. La terrible subida
    de Bella Vista. La interminable recta. La belleza de Buitreras.
    Güer Aike y viento en contra. La llegada. Al otro
    día. Conclusiones.

    Al amanecer, listos para el final.
    El asado de la noche anterior en Bella Vista estuvo soberbio.
    Dormimos como bebés, salvo las reiteradas y comprensibles
    quejas somnolientas de Ubaldo, Gabito, Carlos y Rigoberto contra
    los disonantes ronquidos que superaban las distancias de carpa a
    carpa por parte de Aladino, Héctor y Alejandro. ¡Los
    grandes roncadores!.
    Desayunamos opíparamente con nuestra dieta rica en
    hidratos, mateamos, enlongamos y a las 09,05 AM nos despedimos de
    nuestros cordiales amigos de la hostería en Bella Vista,
    su propietario, Orlando "Rony" Vanherden, Mario Rodríguez,
    y Mario Blaser.
    La mañana, (como las anteriores) era clara, luminosa y
    felizmente sin viento. El paisaje hermoso con el valle verde
    serpenteado por el río Gallegos y los bordes rocosos de
    restos de piedras volcánicas. Bellísimo.

    La imponente subida.
    A media hora de marcha nos topamos con una corta pero muy
    empinada pendiente que nos exigió a máximo con el
    mérito que todos la ascendimos pedaleando. Llegamos a la
    cima jadeantes, sudorosos y exaltados. Luego de este esperado y
    temido trajín se formaron los grupos de acuerdo a sus
    regímenes de marcha distanciándonos unos
    kilómetros unos de otros, pero los de atrás viendo
    a los delanteros, dado que tuvimos como compañía
    una extensa recta con suaves inclinaciones por varias horas de
    pedaleo.

    Este tramo fue particularmente perfecto. Se trata del
    último, el más largo y esa duda de miedos e
    incertidumbres que tuvimos en secreto cada uno de nosotros en
    sí pudiésemos hacer la "bicicleteada" completa.
    Cada uno tuvo sus pensamientos placenteros, sus planteos de los
    hechos con que hemos afrontado o no las vicisitudes del vivir,
    nos prometimos menos estrés, más comprensión
    y sosiego, menos tabaco o
    erradicarlo de nuestros pulmones, (en verdad el único
    atolondrado fumador es Alejandro, los otros seis o abandonaron o
    nunca fumaron). Esos días fueron de análisis y se
    pueden comparar con una suerte de "retiro espiritual" donde la
    hiper oxigenación de la sangre permitió el mejor
    funcionamiento cerebral, el complejo cardíaco estuvo a sus
    anchas, nos bajó el colesterol, nos olvidamos de los
    conflictos
    personales y hasta los solucionamos…

    Desde los valles de los milenarios glaciares a la tierra de
    los volcanes: Buitreras.
    Desde nuestra partida en el valle del río Turbio hasta
    aquí, bordeamos valles en sentido W-E que fueron los
    antiguos lechos de kilométricos glaciares hace 20.000
    años atrás. Hoy son fecundos valles donde han
    quedado como vestigios, hitos, marcadores, unas colosales
    piedras. Son el remanente de aquellas moreras, (frente de
    piedras) que estos ríos de hielo fueron arrastrando por
    milenios en su andar.

    Al llegar al paraje reconocido en el decir popular como
    Buitreras, hallamos en las laderas una gran extensión en
    kilómetros de porosas piedras volcánicas dispersas
    en el lugar y notables alturas, resabios de iracundos volcanes o
    fumarolas. Por el lugar ocurrió un cataclismo que ha
    dejado el sitio con muestras de la furia que tuvo por entonces la
    geología y
    topografía de esta zona. Existen en los farallones
    pequeñas a medianas cuevas, refugio de pumas, guanacos y
    espacio de anidación de aves,
    prevaleciendo una especie de carroñera de la familia de
    los buitres.

    Se sucedieron curvas, subidas, bajadas en este hermoso
    paisaje hasta llegar en lo alto para ver sobre el último
    tramo del valle con el serpenteando río Gallegos en un
    mediodía dominical soleado de Enero con varios pescadores
    deportivos, humeantes asados, chicos jugando en las orillas y
    multicolores carpas.

    Güer Aike: final con viento en contra.
    Pedalemos toda la mañana del domingo sin cesar. Cerca de
    las 2.00 PM llegamos al destacamento policial de Güer Aike y
    hallamos tres realidades para los futuros y últimos 30 km.
    Mucho tránsito de coches y camiones, (era una tarde
    dominical hermosísima) y la gente se había ido de
    cámping a la zona, por verde, aire puro y asados.
    Viento. Apareció el temido viento pero en este caso no fue
    de espalda o lateral. El muy pícaro era de frente, de la
    costa, soplaba fuerte e intermitente y nos cansó
    más de la cuenta.
    Asfalto. Otra realidad. El ripio tiene sus bemoles y encantos
    pero rodar sobre asfalto, apenas esos 30 km. sobre la Ruta N°
    3 no otorgó un regalo a nuestras piernas y espaldas.
    Este trayecto, paradójicamente fue el más
    sacrificado. Extenuados con el cuerpo que habituado pero con
    manifestaciones de cansancio acumulado y la ansiedad en terminar,
    hizo que esos escasos 30 km. fueran los de mayor esfuerzos para
    nuestras piernas.
    Y llegamos. Arribamos a la puerta de la Subsecretaría de
    Deportes, lugar desde donde tres días antes
    habíamos partido con nuestras esperanzas, deseos y algunas
    personales dudas sobre el éxito
    de nuestra intensión. Silenciosas mutuas felicitaciones.
    Sin mayores exclamaciones y manifestaciones, pero cada uno en sus
    íntimas emociones
    halló en ese instante el placer de haber podido. No
    competimos con nadie ni hicimos esto para nadie. Solo fueron tres
    días de armonía, sosiego, ganas, esfuerzos, lucha,
    perseverancia y haber erradicado el estrés, la ansiedad,
    hallar o recuperar la paz interior. Fue como leer
    filosofía, hablar y escuchar a los sabios, comprendernos y
    querernos más, mejor…

    Cada uno volvió a su casa. Allí esposas e
    hijos aguardaban ávidos de anécdotas, historias. En
    el regreso a casa, estos siete hombres maduros sintieron que
    habían cambiado, mejorado, crecido. Solo en la quietud de
    esa tarde dominical del galleguense enero, agradecieron Dios, sus
    familias y a la vida, esta experiencia sublime de haber unido el
    Pacífico y las últimas estribaciones de la
    Cordillera de los Andes con el Atlántico. Fue el sendero
    del carbón, el carbón de Río Turbio hasta el
    puerto de Río Gallegos.

    Los siete ciclistas santacruceños están en
    los preparativos antes de las primeras nevadas de Mayo, para
    salir desde el Glaciar Perito Moreno en El Calafate, hasta sus
    hogares, en la ciudad capital de
    Santa Cruz.
    Tercer y último tramo – Datos de computadora.
    Bella Vista – Río Gallegos : 118,5 km.
    Horario de salida : 09.20 AM
    Horario de llegada : 03.12 PM
    Velocidad promedio : 19,45 km./h

    6. Consejos y secretos.

    La indumentaria apropiada, alimentación, mecánica, carpas, mochilas, velocidad,
    etc.
    Vestirse como la cebolla…
    Los habituados y experimentados ciclistas patagónicos lo
    primero que aconsejan cuando descubren en las calles a un
    nuevo
    y potencial "fanático por la bici" es a vestirse, es
    decir, abrigarse con ropa adecuada. "Hay que ser como las
    cebollas!, argumentan con probada sabiduría…
    Si no disponemos de dinero extra
    para adquirir la indumentaria apropiada, (algo costosa) lo mejor
    para convivir con el clima de la región es salir a
    pedalear con varias prendas delgadas o normales superpuestas, que
    abriguen pero que permitan el paso del aire al andar, facilitando
    la ventilación o refrigeración del cuerpo, fundamentalmente
    en axilas, espalda y pecho.

    Conviene llevar (desde adentro hacia fuera del cuerpo) una
    remera o camiseta de algodón, (en invierno de mangas
    largas con el más bajo porcentaje de fibra
    sintética posible), camisa, pulover de cuello cerrado con
    cierre metálico. Para este caso lo mejor es el modelo
    "Polar", que pese a ser casi en un 90 % de poliester, es un
    excelente abrigo térmico, buen aislante del frío y
    el agua, posibilitando el correcto enfriamiento del cuerpo. Por
    encima, u otro polar más amplio o una campera "rompe
    viento" que de ser necesario, hay que sacársela a los
    pocos minutos de andar, habiendo permitido en los primeros
    minutos "calentar" el cuerpo y músculos, evitándose
    por todos los medios la
    transpiración. (Enrollada en la cintura o guardada en una
    mochila lateral o en la espalda, pero siempre a mano por un
    posible aguacero o llovizna o si desciende la temperatura). Al
    hacer un descanso, enlongación o terminado el circuito y
    pasados unos pocos instantes, colocársela nuevamente para
    no perder el calor del cuerpo.

    Calzas.
    Excelente abrigo para las piernas y la espalda. Existen modelos en el
    mercado deportivo
    para ciclismo con un sobre protector testicular. Esta prenda es
    ideal, pero la misma función
    cumple su similar. Buen abrigo y mejor aislante. Insustituible en
    los meses invernales o con sensaciones térmicas de menos
    de 5 °C.
    Con esta temperatura de sensibilidad por efecto del aire y
    humedad ambiente, un ciclista que transite a 20 km./k tiene
    una
    impresión térmica o dérmica de
    –7°C, y si la sensación es de 0°C su
    registro corpóreo es de –18°C.
    Las calzas están confeccionadas con fibra artificial, con
    altos porcentajes de poliester, por lo que conviene ser
    higienizada diariamente, dado que puede contribuir a la
    formación micótica en el escroto, prepucio y entre
    las piernas.
    Dependiendo de la temperatura ambiental se deben calzar
    pantalones deportivos o cortos. Del mismo modo, existen calzas
    pequeñas, (hasta la mitad del muslo) para temperaturas
    agradables.
    Al iniciar el recorrido de varias horas, es prudente aplicar un
    poco de talco o vaselina semi líquida en las entrepiernas,
    evitándose de este modo lastimaduras cutáneas por
    rozamiento. Al concluir la jornada, efectuar una correcta
    higiene sobre
    la zona con jabones neutros y un correcto secado. Cambiar de
    calzoncillos y de calza día a día.

    Guantes.
    Indispensables. En el mercado hay de distintas calidades,
    marcas y
    costos. Los de
    ciclismo suelen ser costosos y no apropiados a nuestro clima,
    donde el requerimiento es de guantes de mayor aislación
    por las habituales bajas temperaturas y para nada apropiados los
    de dedos recortados. En verano hasta se pueden prescindir de los
    guantes, pero en épocas de frío, los mejores son
    los para las actividades como el sky, trineo, etc.,
    (prácticos y fuertes). Recientemente apareció en
    uso un modelo sumamente económicos con corrugaciones de
    goma que otorgan una excelente adherencia y permiten la
    refrigeración.
    Se recomienda siempre el uso de guantes porque es un elemento de
    protección ante probables caídas y por acto
    reflejo, siempre se colocan las manos hacia delante o expuestas
    para amortiguar los golpes.

    Gorras, cuellitos, orejeras y pañuelos.
    Cubrirse y abrigarse la cabeza de los fríos es una norma
    desde mediados de abril a Octubre o Noviembre y si el pedaleo es
    de noche o de mañana, su uso es casi en todo el
    año.
    Pasamontañas, gorras, orejeras y los recientes "cuellitos"
    otorgan resguardo y protección por las bajas temperaturas.
    Estos gorros, habitualmente de lana fina con mezcla de poliester
    deben cubrir gran parte o todo el pabellón auditivo, al
    igual que los cuellos y unos protectores tipo vincha que se
    ensanchan a la altura de las orejas.
    Como esta experiencia raidista se hizo en Enero, no fue necesario
    abrigar la cabeza, el cuello y las orejas. Un dato interesante.
    La pérdida de calor en el ser humano se produce en un 35 %
    en su cabeza, ocupando las orejas un 20 %. Al cubrir las orejas
    tenemos menos frío.
    De gran utilidad, dado
    que en verano absorben la transpiración y en jornadas
    gélidas cubren frente, orejas y toda la cabeza, se
    recomienda los pañuelos de seda para la cabeza. Atados en
    la nuca al estilo "pirata". Muy prácticos para con el uso
    de los cascos.

    Camperas "rompe viento".
    Eficientes. Muy abrigadas, de fácil llevar,
    económicas, higiénicas y un excelente aislante
    térmico y de humedad. Se las puede llevar en un bolsillo,
    en la "riñonera" o en la mochila. En el mercado aparte de
    las comunes, se consiguen en las casas de ciclismo o de camping,
    versiones ex profeso con ventilación.
    Desventajas: Sí no cuentan con oportunos agujeros de
    aireación en axilas, espalda y hombros, suelen fomentar la
    transpiración en esas zonas, por lo que se recomienda su
    utilización en forma controlada, retirando la prenda al
    calentar enseguida el cuerpo o ir permitiendo el paso del aire
    con la apertura del cierre. Es aconsejable adquirir las de
    colores vivos o
    combinados para la mejor visualización de los
    automovilistas. Evitar los tonos que mimetizan con el medio
    ambiente, por ejemplo: Verdes, marrones, negras, grises.

    Puloverer "Polar".
    Desde hace unos pocos años felizmente apareció una
    prenda practiquísima para nuestras latitudes. De numerosas
    ventajas, por lo abrigado, de fácil higiene y
    rápido secado, de amplia superficie de cobertura,
    incluyendo todo el cuello. Estos puloveres están
    confeccionados mayoritariamente de fibras sintéticas por
    lo que es recomendable evitar la transpiración. El cierre
    metálico permite regular por medio de la abertura la
    corriente de aire al andar.

    Anteojos.
    Imprescindibles. Varios modelos y de variadas formas y estilos se
    hallan en el mercado. Se aconseja los semi oscuros o claros para
    descansar la vista. Son necesarios dado la protección
    ocular por el polvo, tierra y el
    aire natural en movimiento en
    nuestro andar, amén del producido por el viento. En las
    travesías se recomienda llevar un par de repuesto. Para
    los casos extremos, es decir en tormentas de nieve, (blizar) o
    fuertes vientos, se recomiendan las antiparras del equipo de
    sky.
    Es prudente para evitar alergias, dolores de garganta, etc.
    llevar una por cada día de tránsito en caminos de
    polvo o ripio protectores de papel
    descartables de boca y nariz que se consiguen en las
    ferreterías. Aplicable del mismo modo para los días
    de mucho frío y viento. Su uso es limitado dado que por la
    humedificación por la inspiración nasal y
    expiración bucal, los protectores suelen perder
    propiedades de aislación, dado que el papel se moja.

    Medias y ropa interior masculina.
    Preferentemente de algodón. Cambio diario
    e higiene localizada entre los dedos de los pies. Por la alta
    concentración de humedad, tratamiento preventivo y
    continuo anti micótico, (hongos) con
    pomadas o polvos.

    En los hombres se aconsejan los calzoncillos de baja
    incidencia de poliester, con preferencia a los de algodón.
    Sueltos y cómodos. Higiene y reposición diaria.
    Para largas travesías, es aconsejable el uso de talcos o
    vaselina en el escroto y las entrepiernas.

    Calzado.
    Para los más sofisticados, (se trata de una pequeña
    inversión pero de practicidad) existen en
    el mercado zapatillas profesionales con el sistema de enganche y
    desenganche automático para los pedales. En el caso de las
    zapatillas comunes, se sugieren las que cuentan con orificios
    laterales a la altura del arco del pié, (para su natural
    aireación) y preferentemente de base sólida para
    evitar el arqueado del pié. En las largas marchas, suelen
    acalambrarse y doler los músculos y las articulaciones
    del mismo.
    Se aconseja llevar dos pares, (por posibles roturas o
    humedecimiento) higienizar con soluciones de agua lavandina y
    utilizar polvos anti micóticos.

    "Riñonera".
    De gran utilidad. Por su cómoda
    disposición, podemos llevar en distintos bolsillos y de
    fácil acceso durante la marcha, nueces, pasas, chocolates,
    etc. algunos modelos portan botellas de plástico
    para jugos o agua.

    Pantalón de poliester para lluvias o barro.
    Amplios, cómodos y muy útiles. Se los puede llevar
    en la mochila dado que arrollados no ocupan espacio. Para su uso
    temporario por el barro, nieve o lluvia se aconseja su uso
    directamente sobre la piel de las
    piernas para evitar la exudación. Si las temperaturas son
    muy bajas, se aconsejan las polainas de lona, tela o lana sobre
    el empeine y tobillos.

    Mochilas.
    "Guarda todo", pero lo imprescindible. Tratar de cargar con lo
    mínimo. Algunas prendas necesarias, remedios, anteojos y
    comida de emergencia. Una o dos cámaras desinfladas y
    enrolladas de repuesto.
    En el mercado existen mochilas apropiadas para el ciclismo o las
    comunes, evitándose las de campamentismo o alta
    montaña con estructuras
    metálicas.
    Se aconseja atarlas o sujetarlas con sogas al suplemento o porta
    mochilas sobre la rueda trasera y evitar en lo posible llevarlas
    sobre la espalda, dado que dificultan la natural
    ventilación de esta parte del cuerpo.
    Del mismo modo, en el mercado existen las mochilas laterales en
    una o ambas ruedas y de gran practicidad, con notable volumen para
    portar todos los rudimentos de campamento, (carpas, bolsa de
    dormir, etc.).

    El color de la ropa.
    Puede ser que nos resulte chocante y nos neguemos a usar esas
    remeras o camperas con colores tan fuertes. Nos pareceremos a
    taxis con esos habituales anaranjados, rojos, violetas y
    amarillos. Pero todo tiene su explicación, él
    ¿por qué?.
    La combinación de negro y amarillo es altamente visible
    desde cientos de metros, de allí que la mayoría de
    los taxis del mundo, los buzones de correo, las indicaciones
    viales y otros signos o consignas, sean precisamente de la
    conjunción de estos dos colores.
    La ropa de escaladores, andinistas, alpinistas, antárticos
    y practicantes de sky son normalmente anaranjados, (el
    único color que sobresale a la vista con total nitidez a
    cientos de metros en la argenta nieve o hielo).
    Lo mismo sucede con los ciclistas… Hemos comprobado cuán
    difícil era hallarse en la verde-grisácea estepa
    patagónica de la ruta santacruceña. Salvo Carlos,
    Rigoberto y Aladino que vestían este tipo de atuendos con
    estos tonos ex profeso. El resto sin saberlo, con ropajes de
    colores neutros o "apagados", (verdes, grises, negros) y sin
    desearlo, nos habíamos "mimetizados" con el medio
    ambiente, camuflados, lo que sin saber o querer hacerlo,
    reducimos nuestras personales medidas de seguridad, dado
    que amén de casi sin poder vernos a la distancia entre las
    laderas, montañas, cañadones, ofrecíamos un
    peligroso instante a los automovilistas, colectiveros, camiones
    que nos cruzaban y que nos "descubrían" apenas a pocos
    metros.
    Para la próxima experiencia, usaremos ropaje de colores
    vivos, fuertes y combinados, pese a que nos parezca
    ridículo. Es una personal e importante medida de
    seguridad.

    Casco.
    Hasta con cierta razón alguien podrá argumentar que
    son feos, ridículos, molestos y que no hacen falta…
    La realidad que usar casco o no, es casi diferenciar la
    situación al extremo entre la vida, o la muerte. Una
    caída por exceso de velocidad, agotamiento, pozos, ripio
    suelto, choque con algún montículo, otro ciclista,
    etc., sin dudas, hacen que lo primero que golpeé en el
    suelo sea nuestra cabeza, y habitualmente del lateral izquierdo.
    Ninguno de nosotros felizmente en este raid sufrió
    accidentes de
    este tipo, pero en nuestras anécdotas, tenemos numerosas
    caídas en ruta, donde todos, ¡podemos contarlas
    justamente porque teníamos el casco puesto en ese
    instante!.

    En cada oportunidad que nos cruzamos con automovilistas o
    camiones, sufrimos a modo de ametralladora, el disparo de varias
    piedras de volumen y peso considerable en nuestras humanidades.
    Varios piedrazos en piernas y pecho, pero al inclinar la cabeza y
    ofrecer a la andanada de piedras nuestra protección,
    éstas arremetían y rebotaban en los cascos.
    Nuestros protectores conservan algunas muescas para la memoria y
    la narración.
    Un dato cierto: El 69% de los ciclistas fallecidos por accidente,
    lo fue por heridas en la cabeza. (Royal Society for the
    Prevention of Accidents ).
    – Según un estudio realizado por la Universidad de
    Washington, se ha demostrado que llevar casco reduce en un 69% el
    riesgo de
    sufrir lesiones en la cabeza; en un 65% el riesgo de sufrir
    daños en el cerebro, y en un
    74% la probabilidad de
    sufrir daños severos en el mismo.
    – Utiliza un casco que cumpla las normas de
    seguridad que exigen los distintos organismos involucrados en la
    seguridad. No ahorres en el casco. Algunas normativas de cascos
    son:
    Snell: Es la más severa, prueban personalmente todos los
    tipos de cascos.
    ANSI ( Instituto Nacional Americano de Normas)
    BSI (British Standards)
    Swedish Standards
    CSI Italian Standards
    NF AFNOR
    AS (Australian Standards
    – CONCLUSIÓN: Los investigadores de la Universidad de
    Washington, Seattle, dicen: " Los cascos de ciclistas son
    eficaces en la prevención de lesiones en la cabeza o en el
    cerebro en aquellos accidentes en los que está involucrado
    un vehículo y para cualquier tipo de accidente (…)
    – La ley no exige la
    obligatoriedad del casco ciclista, NUESTRO SENTIDO COMÚN
    SÍ, además por el mero hecho de pertenecer a
    nuestra sociedad,
    tendrás un seguro de
    accidentes gratuito que te protegerá en todas nuestras
    marchas y en todos tus salidas individuales durante un
    año.

    ¿Qué comemos?.
    Contra toda costumbre en esos hábitos que hemos adoptado
    en oposición de la natural alimentación, por pautas
    culturales solemos desayunar muy ligeramente, (algún
    café con leche y/o mates). Almorzar opíparamente,
    apenas merendar y cenar como si se acaba el mundo, para
    inmediatamente irnos a la cama o tirarnos en el sillón dos
    horas a ver tele. Mal, muy mal, dirá el sabio
    médico, el sabio anciano, el sabio organismo.
    La comida más importante del día es el desayuno.
    Las otras, (almuerzo, merienda y cena) son complementos y de
    poder hacerse, la cena deberá ser liviana, es decir de
    poca cantidad, (solo un plato y si se puede medio).
    El desayuno es la incorporación de nutrientes que nos
    darán las energías suficientes para el jornada y
    sus necesidades, obviamente, con los agregados o añadidura
    al medio día, a media tarde y a la noche y éste,
    como mínimo dos horas antes de dormir.

    A la mañana, el desayuno que comíamos,
    (obsérvese el término: comíamos, no
    tomábamos) era una taza grande de Müslix". Alimento
    vegetariano ancestral de los habitantes de la alta Baviera y la
    Selva Negra alemana y que le favorecen con esta correcta dieta,
    una longevidad promedia a los 85 años, cuando la media en
    la Argentina es para
    el hombre de 73 años…

    Este muy nutritivo y energético "cóctel" produce
    por taza grande con leche caliente cerca de 190 a 230
    calorías. Es una mezcla de copos de maíz,
    avena, arroz, trocitos de chocolate, pasas de uva, cacao en
    polvo, salvado, vitaminas A, C, B1, B2, B12, Niacina,
    Ácido Fólico, Calcio, Hierro y Zinc.
    Agregamos al desayuno dos o tres tajadas de pan integral, dulces,
    y dos fetas de jamón cocido, (B12 y proteínas). Una
    ronda de mates, (todos sabemos de sus excelentes
    propiedades).
    Pese a que ha sido tratado en otro capítulo, con cierta
    regularidad y rodado en bici, comíamos tabletas de
    müslix, (aportan cerca de 100 calorías c/u), pasas de
    uva, frutas disecadas, nueces, bananas y mucho agua de beber.

    Almuerzos.
    Esta sesión la habíamos reservado para cuando
    habíamos concluido el tramo y siempre fue después
    de las 3.00 PM. Toda nuestra dieta energética se
    sustentó en hidratos de carbono, debido a su respuesta y
    reposición urgente calórica/energética.
    Fideos con tuco, pan, frutas, agua y/o gaseosas, etc. Ídem
    para la cena, salvo en Bella Vista que nos devoramos un corderito
    y varios kilos de carne vacuna, (proteínas y grasas de
    origen animal).

    En ningún momento padecimos hambre, dado que los
    promedios de calorías que habían calculado los
    consultados, (médicos amigos y bibliografía) daban
    un promedio de 5.500 a 7.000 calorías/día como
    necesidad. Téngase en cuenta que el promedio para nuestras
    edades, ocupaciones rutinarias, etc., contienen 3.500
    calorías/día/hombre.
    A pesar que forman parte de la indumentaria personal, (cepillo de
    dientes, toallas, jabón, etc.) debemos recordar que
    debemos tener jarros, preferentemente metálicos,
    cubiertos, plato y vaso para la alimentación. Leche en
    polvo, miel o azúcar y coordinar previamente cuantas
    cacerolas habrán en el campamento, calentadores, gas, kerosene,
    nafta, fósforos, etc., para compartir y no llevar tanta
    carga.
    Como una doctrina de disciplina, sabíamos sobre le
    inmediata necesidad de recuperar energías perdidas. En
    estos casos es necesario: la reposición de las reservas,
    la restauración de sales y la rehidratación. Para
    esto es muy bueno consumir alimentos ricos en carbohidratos, y,
    especialmente, en almidones (pastas, cereales, pan).
    También es importante el consumo de frutas y verduras con
    gran cantidad de potasio.

    Bebidas.
    La rehidratación es un punto central si las
    pérdidas por sudor fueron grandes, amén de las
    obvias necesidades de agua mínimas por el ser humano que
    son de 2 litros diarios.
    Con la transpiración y el trabajo muscular,
    habíamos eliminado o consumido grandes cantidades de
    sales, como sodio y potasio. Suelen padecerse dos serios
    inconvenientes entre los ciclistas que por descuido u olvido no
    se alimentan correcta y previamente y se hidratan antes, durante
    y después de la marcha.
    Uno supone que si no está transpirando por las bajas
    temperaturas ambientales o su marcha no es excesiva, no es
    necesario beber agua. Todo lo contrario. Los ejercitados
    ciclistas de largas marchas, recomiendan ir bebiendo agua cada 15
    ó 20 minutos. Es prudente tener una reserva de agua
    confiable en calidad. En el mercado hay varias marcas y en este
    caso no es importante cuidarse de los niveles de sodio, dado que
    es éste uno de los minerales ha reponerse.
    No es aconsejable cambiar drásticamente el consumo de agua
    de red de los
    distintos pueblos o lugares a la que no estamos habituados.
    ¡Debe ser terrible abandonar un bicicleteada por
    diarrea!…
    Algunos prefieren las gaseosas, los jugos de frutas, los polvos
    para preparar, o bebidas especiales para alto rendimiento
    deportivo, pero nada supera en naturaleza como
    el agua y más, si ella es tomada de los chorrillos o los
    ríos patagónicos, con las aguas más puras
    del planeta. Todo un placer.

    Para tener en cuenta: Un litro de agua nos puede durar de una
    a una hora y media. Si por más espacio de tiempo no
    tenemos la seguridad de reaprovisionarnos, siempre será
    prudente llevar de repuesto en alguna cantimplora, mochila,
    etc.

    No está en ningún decálogo de medicina
    científica, pero todos los facultativos y especialmente
    los deportólogos y los cardíacos, aconsejan el
    beber un vaso de vino tinto a la noche. Excelente.

    En muchas ocasiones, cuando la distancia a recorrer supera los
    50 Kms. es una buena idea disponer de dos bidones. En uno se
    puede poner una alimentación líquida que ya venden
    preparada en los comercios de dietética y farmacias y en
    el otro agua, té azucarado o una bebida que contenga
    glúcidos, sales y vitaminas.
    Una mezcla adecuada sería jugo de frutas y té al
    50%, 50 gramos de miel, 10 tabletas de glucosa y una cucharada de
    sal de cocina. Siempre hay que tener en cuenta que un ciclista
    pierde más agua de la que puede llevar en la
    bicicleta.
    En el "agotamiento" por falta de líquido los principales
    efectos son mareos y pérdidas del conocimiento. Algunos se
    bajan de la bicicleta, en el momento que les ocurre, y se sienten
    incapaces de volver a pedalear ese día por muy lento que
    lo hagan.
    El sudor reduce los líquidos y las sales del cuerpo por lo
    que el corazón se
    verá forzado a trabajar mas rápidamente ya que al
    bajar la cantidad de líquidos también bajará
    el volumen de sangre. El corazón se verá obligado a
    trabajar más rápido para que nuestro organismo
    reciba la misma cantidad de oxígeno y se desviará
    la energía necesaria, del resto de los músculos, al
    corazón para conseguir el aumento del ritmo cardiaco.

    Existe un "anti-agotamiento" muy conocido por cualquier tipo
    de deportista que es la glucosa. Nunca hay que tomar glucosa
    mucho antes (mas de media hora) del ejercicio ya que se
    produciría el efecto contrario al deseado al comienzo de
    la marcha, aunque más tarde se proseguiría la
    marcha normalmente. Es conveniente tomarla, en caso de
    consumirla, inmediatamente antes, durante y/o después del
    ejercicio. La glucosa es un combustible que llega
    rápidamente al músculo, solo se debe utilizar
    cuando notemos que nos fallan o van a fallarnos las fuerzas antes
    de terminar el ejercicio. Es recomendable tomarla cuando se
    realizan distancias largas o cortas a buen ritmo. Como más
    rápido llega al músculo es si está disuelta
    en agua. En caso de desfallecimiento y no teniendo tabletas o
    ampollas de glucosa se tomará azúcar disuelto en
    agua.

    Botiquín y efectos personales.
    En el mercado hay disponibilidad de bolsines ex profeso con
    remedios, calmantes, etc. para viajeros.
    Analgésicos: es posible que nos duela la cabeza y ello se
    debe a presión
    arterial alta, por lo que de confirmarse deberemos cancelar la
    marcha. Para este tema, siempre es prudente la consulta y la
    revisión periódica. Otras causas probables del
    dolor de cabeza: disminución de potasio en sangre por
    déficit en la ingesta de líquidos lo que se
    soluciona aumentando el consumo de bananas y la
    insolación, la que podemos evitar usando casco, gorra,
    etc.

    Cremas protectoras y vaselina.
    Aplicar sobre manos, rostro, cuello y todas las áreas
    expuestas con crema protectora a los rayos ub. De la misma
    manera, con lápiz labial, proteger y mantener la humedad
    de los labios.
    Vaselina: Preferentemente sólida. Aplicar entrepiernas y
    escroto para evitar heridas y paspaduras por rozamiento.
    Concluida la jornada, higienizar la zona, secar y mudar de ropa
    interior, calzas y pantalones.

    Malestares estomacales.
    Por cambios violentos y recientes en los hábitos
    alimenticios con preponderancia de fibras y dieta rica en
    hidratos de carbono, por ingerir agua de la cual nuestra colonia
    bacteriana estomacal no está adaptada o por situaciones de
    estrés, nos puede ocurrir la molesta e inoportuna diarrea.
    Llevar tabletas de carbón. Comer los alimentos que
    consumiremos durante la marcha al menos con 7 días de
    anticipación, (frutas, verduras, etc.) y beber agua
    envasada, preferentemente siempre de la misma marca u
    origen.

    Desinflamatorios.
    Nuestro médico nos recetará cremas
    desinflamatorias, las que a modo preventivo hay que aplicar
    previamente en los músculos comprometidos en exceso de
    trabajo al igual que en la espalda a la altura de la cintura. En
    casos de surgir dolores muy difíciles de soportar,
    respetando las indicaciones del prospecto, ingerir tabletas
    desinflamatorias.

    Calzado y medias.
    La mayoría de los integrantes de este raid calzaron
    zapatillas especiales con ganchos o ajustes automáticos a
    los pedales. Otros usamos las viejas y clásicas "punteras"
    con zapatillas comunes, tipo caminata. Imprescindible que el
    calzado "respire" por agujeros laterales en el arco del pie. Es
    conveniente usar cremas que combatan o anulen la colonia
    micótica o el llamado "pié de atleta". Con respecto
    a las medias, se sugieren las apropiadas para las
    prácticas deportivas.

    Herramientas.
    Tuvimos la suerte y la comodidad que entre nosotros, venía
    Rigoberto. Un gran mecánico de bicicletas, (mejor
    deportista y amigo). Con el hecho de contar con Rigo, cualquier
    inconveniente serio, sabíamos que contaríamos con
    él y sus conocimientos.
    Pese a ello, es conveniente recordar que cada uno llevó
    una o dos cámaras de repuesto, parches c/pegamento, saca
    cubiertas, llaves y demás herramientas
    afines, (las que felizmente no fueron En algunos casos, se llevan
    dos juegos de
    cubiertas. Una, (lizas) para asfalto y otras, con tacos para
    barro y/o ripio, luces traseras, ojos de gato, inflador, etc.
    Lubricantes para la cadena, nafta y pincel para limpiar barro de
    cadenas, rulemanes, (de haber un tramo con agua o barro).
    Un querido amigo y experimentado ciclista, Claudio Canaglia, tuvo
    la gentileza en fruto de sus conocimientos y probada experiencia,
    en enviarnos estos útiles consejos que transcribo de su
    mensaje por e mail:

    Esta es la primera de tres notas donde les damos algunos
    consejos para enfrentar el invierno a puro pedal.
    La 1 que es la de hoy habla de como vestirse apropiadamente para
    no salir "chivando" como si estuviéramos en el Caribe o
    con una semana de cama por hipotermia.
    La 2 va a hablar de los cuidados a tener para con la bicicleta en
    épocas de frío.
    y la 3 va a hablar sobre precauciones a tener por aquellos que
    tengan la enorme oportunidad de ir a pedalear en la nieve,
    además de una breve referencia a la importancia de las
    distintas partes del cuerpo para aquel vestirse
    "inteligentemente" del que hablamos en la nota 1.
    Espero que les sirva.
    Claudio Canaglia
    1. Si tu ruta es larga, no confíes en la temperatura que
    haya en el momento de la partida. Lleva siempre una mochila con
    ropa extra, que te va a permitir guardar lo que sobra si entras
    en calor, o te podes abrigar si baja la temperatura o
    tenés que parar por alguna reparación.
    2. Equilibrio Térmico. Esta dado por equilibrar el calor
    que vos generás y el que perdés y se logra
    vistiéndote por capas. Entre las capas se acumulan
    colchones de aire caliente que conservan la temperatura por baja
    conductividad de aire.
    3. La primera capa debe ser de un material transpirable y que
    traslade la humedad a la capa siguiente alejándola de la
    piel. Coolmax. Thermastat, Polipropileno etc., y nunca
    algodón o fibras naturales que son hidrófilas y por
    lo tanto se quedan con el sudor.
    4. La segunda capa de fibra polar, que te mantiene caliente por
    ser una fibra hueca, y además pesa poco.
    5. Por afuera, una capa de tejido más denso y cerrado
    capaz de parar el viento, como Gore Tex, Isofilm, etc., siempre y
    cuando haga frío suficiente como para usarlo. El Gore Tex
    especialmente permite que la tela respire en un sentido y bloquea
    el paso del viento o frío en el otro.
    6. Lo más importante es evitar sudar. Por mas que haga 10
    bajo cero si tu cuerpo te manda que tiene calor sacate el
    rompeviento. El sudor al evaporarse es la causa principal para
    enfermarse.
    7. Los chalecos son muy recomendables, protegen la parte
    más delicada que es el torso y permiten una buena
    transpiración por los brazos, son livianos y ocupan poco
    lugar además de brindar mejor movilidad.
    8. Las piernas soportan mejor las bajas temperaturas, con lo que
    una buena calza larga con interior térmico bastara.
    9. En las mañanas soleadas de invierno, y aunque te
    atrevas a llevar los "cortos", carga un juego de
    pierneras que te van a permitir "salvarte" en caso de que baje la
    temperatura, y son muy fáciles de transportar.
    10. Las zapatillas son muy importantes aislando el frío de
    afuera del calor de nuestros pies, hay unos modelos con interior
    de neoprene que cubren casi hasta el tobillo y con lengüeta
    cerrada.
    11. Cuando te pruebes zapatillas térmicas usa la media
    similar a la que usas habitualmente, y trata de no hacerlo a la
    tarde cuando el pie esta un poco mas hinchado por efecto de la
    gravedad.
    12. Si no querés comprar zapatillas especificas de
    invierno, usa cubre zapatos que normalmente son de neoprene o de
    tejidos especiales.
    13. Si vas a comprar zapatillas, aunque sea verano acordate que
    el taco sirve para bajar caminando en zonas barrosas y las
    punteras sirven para ayudarte a subir.
    14. Cada 10 minutos en tu salida mové los dedos de las
    manos y de los pies, mejora la circulación de sangre
    caliente retardando el enfriamiento.
    15. Para secar las zapatillas lo mejor es dejarlas toda la noche
    con papel seco adentro, también se pueden usar secadores
    de pelo o estufas pero hay que tener especial precaución
    con la regulación de la temperatura a las que se la
    somete, porque si le das mucho calor puede quedar como zapato
    de
    payaso por diferencia de dilatación entre materiales.
    16. El agujero donde se fijan las trabas de las zapatillas suele
    no ser hermético, fijate del lado de adentro, abajo de la
    plantilla, y trata de cerrarlo con alguna cinta tipo la Duc Tape,
    y si así y todo no esta
    hermético, ponele Fastix o producto
    similar. Si esa parte no esta bien aislada, pisando un charquito
    podes hacer que toda tu salida sea una tortura.
    17. Si el frío es muy intenso, olvidate de las trabas y
    usa zapatos de alta montaña con pedales de punteras
    tradicionales.
    18. Para las manos, elegí guantes con membrana antiviento
    en la parte superior, la palma se protege con el agarre al
    manubrio.
    19. Solución de emergencia para las manos, si se larga a
    llover, son esos guantes plásticos
    que se venden en las estaciones de servicio para hacer arreglos.
    Te super salvan!!
    20. Una muy buena pero solo si hay frío tipo polar, es
    usar guantes de látex de esos que usa mama para lavar los
    platos abajo de los normales. Pero solo si hace mucho frío
    porque transpiras como loco.
    21. Si en cambio hace poco frío pero hay barro son muy
    buenos los guantes esos tejidos que tienen puntitos de goma en la
    palma que te dan mucha adherencia.
    22. Fabricate o ponele unos cubre manos para evitar el viento.
    Tipo los que usan las motos o podes hacerte unos con un par de
    hueveras, no es lo mismo pero…
    23. En la cabeza, podes usar algún pañuelo tipo
    "pirata" debajo del casco con mayor cantidad de pliegues en las
    orejas.
    23. También son muy buenos los cuellos de polar que a
    través de un cordón los podes usar de gorro si
    querés, y si son lo suficientemente amplios según
    las temperaturas podes llegar a cubrir nariz y orejas.
    24. Si sufrís de los oídos, considera la
    posibilidad de usar tapones, pero solo si vas a lugares donde no
    haya trafico.
    25. Los lentes son imprescindibles, porque te vas a enfrentar a
    salpicaduras constantes de agua, barro y piedritas que saltan del
    suelo y de las ruedas y siempre con la habilidad de buscar
    nuestras pupilas. Cuanto más envolventes sean mejor,
    aunque aumente la posibilidad de empañamiento. Los tonos
    de
    lentes claros, tipo amarillo, naranja o rojo, te permiten
    además apreciar los contrastes y aprovechar toda la
    luz
    disponible.

     

     

    Autor:

    Alejandro Ariznabarreta

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