- Glosario de
términos - Antecedentes históricos
del mal de Alzheimer - Enfermedad de
Alzheimer - ¿Qué sucede en el
cerebro con la enfermedad de Alzhaimer? - Causas de la enfermedad de
Alzheimer, incidencias y factores de riesgo - ¿Cuáles son los
síntomas de la enfermedad de
Alzheimer? - Fases de la enfermedad de
Alzheimer - Diagnosis de la enfermedad de
Alzheimer - Tratamiento
- Manejo de la enfermedad de
Alzheimer - Cuidados de enfermería
para un enfermo con Alzheimer - Conclusión
- Bibliografía
- Anexos
El olvido benigno o normal, es parte del proceso de
envejecimiento. La mayoría de las personas ha
experimentado alguna vez olvido de nombres, citas o lugares, sin
embargo este olvido difiere del tema de estudio del presente
trabajo, pues la Enfermedad de Alzheimer o
Demencia Senil, provoca que el enfermo se pierda en lugares
conocidos, olvide nombres de familiares cercanos, se olvide de
cómo vestirse, cómo leer o cómo abrir una
puerta; éstos son algunos de los
síntomas más comunes de un drama que cada vez viven
más ancianos: el mal de Alzheimer, una
enfermedad que devora la memoria hasta quedar
vacíos.
A través de la información aquí mostrada podremos
obtener conocimientos más específicos de
cómo actuar frente a esta enfermedad, detectar los
síntomas a tiempo y aprender
los cuidados básicos de enfermería
que requieren los pacientes que sufren de esta
enfermedad.
Demencia: Síndrome mental orgánico
que se caracteriza por un deterioro de la memoria a
corto y largo plazo, asociado a trastornos del pensamiento
abstracto, juicio, funciones
corticales superiores y modificaciones de la
personalidad. Todas estas alteraciones son lo suficientemente
graves como para interferir significativamente en las actividades
de relación, laborales o sociales.
Definición de función
cognitiva: Es la habilidad de percibir, pensar y aprender,
funciones
fundamentales del cerebro intacto.
Una función
cognitiva pobre imposibilita la capacidad de una persona para
llevar a cabo las acciones
simples de la vida. No se debe confundir el envejecimiento normal
con el deterioro cognitivo de la demencia.
Fecalomas: Se denomina así a la
formación de masas de heces duras y retenidas en el
intestino.
Fisioterapia Respiratoria: Consiste en un
conjunto de técnicas
físicas encaminadas a prevenir, curar o estabilizar los
síntomas asociados a las enfermedades
respiratorias.
Incontinencia Urinaria: Enfermedad producida por
el no poseer control sobre los
esfínteres. Hablamos de incontinencia urinaria (IU) cuando
se pierde orina de forma involuntaria y objetiva,
produciéndose esto en un momento y lugar no adecuados, y
en cantidad o frecuencia suficiente como para que suponga un
problema higiénico, social y psíquico para la
persona que la
sufre, así como una posible limitación de su
actividad y relación.
Úlceras por decúbito: Llamadas
también escaras, son lesiones que se producen debido a la
presión
que sufre la piel en el
enfermo encamado.
.- Escaras Secale Cornutum, son las escaras que
aparecen en aquellas enfermedades que obligan a
permanecer en cama durante mucho tiempo,
así como en pacientes discapacitados; la piel que
está en contacto directo con las superficies duras,
presenta un aspecto rugoso y seco; como la presión
impide en cierta forma la fácil circulación en
éstas zonas, la piel llega a ulcerarse, formándose
así la escara, lesión de difícil
cicatrización.
ANTECEDENTES
HISTÓRICOS DEL MAL DE ALZHEIMER.
En una reunión de psiquiatras alemanes celebrada
en 1906. Alois Alzheimer describió el caso de una mujer de 51
años con pérdida severa de memoria,
desorientación, alteraciones de lenguaje e
ideas paranoides, que murió cuatro años
después en un estado de
severa demencia. En su autopsia se encontraron lesiones
cerebrales consistentes, con atrofia cerebral y presencia de
cuerpos denominados seniles.
Comenzaba en este momento una apasionante historia, la descripción y preocupación por una
enfermedad que ha dado lugar a la mayor investigación sobre el funcionamiento del
sistema
nervioso humano, y que fue denominada con el nombre de su
descubridor, la enfermedad de Alzheimer. Actualmente el diagnóstico de casos de demencia es diez
veces superior al detectado a principios de
siglo. Diversos estudios en todo el mundo han detectado que el
crecimiento de la enfermedad corre en paralelo al envejecimiento
de las poblaciones, la mayor longevidad y el consecuente aumento
de población mayor de 65 años en un
futuro inmediato provocará un importante problema
socio-sanitario. Se estima que en muy poco tiempo cada familia
tendrá que convivir al menos con un paciente afecto de
demencia. El ingreso de pacientes en instituciones
adecuadas encarece su atención y los convierte en una carga
difícil para la sociedad. Por lo
que se deberá adoptar nuevas fórmulas para una
nueva aproximación racional a una situación que ya
ha sido denominada como auténtica epidemia del Siglo
XX.
Podemos definir la enfermedad de Alzheimer como una
situación en la que se producen alteraciones de varias
funciones mentales superiores y que produce una incapacidad
funcional en el ámbito social, en el trabajo e
incluso dentro de la vida familiar. Hasta hace pocos años
se creía que la senilidad era la consecuencia natural e
inevitable de la edad. Sin embargo, desde 1977 los médicos
a través de trabajos realizados, han visto que el 10% de
las personas mayores de 65 años sufren lesiones cerebrales
orgánicas que se relacionan con la senilidad; de estas
lesiones el 75% se diagnosticaron como la enfermedad de Alzheimer
y el 25% restante se corresponde con alteraciones cerebrales
producidas por infartos múltiples. Sólo en
E.E.U.U., hay alrededor de 2 millones de enfermos de Alzheimer.
En España,
aunque no hay todavía un estudio epidemiológico de
la enfermedad, puede calcularse la incidencia de Alzheimer a
partir de los porcentajes indicados arriba y el número de
personas mayores de 65 años. La persona que padece una
enfermedad de Alzheimer se encuentra totalmente indefensa
dependiendo de los medios
familiares, sociales o médicos con los que cuenta la
sociedad en
que vive.
Definición:
La Enfermedad de Alzheimer es una enfermedad progresiva
y degenerativa del cerebro para la
cual no existe recuperación. Es la más común
de las demencias. Lentamente, la enfermedad ataca las células
nerviosas en todas las partes de la corteza del cerebro,
así como algunas estructuras
circundantes, deteriorando así las capacidades de la
persona de controlar las emociones,
reconocer errores y patrones, coordinar el movimiento y
recordar. Al final, la persona pierde toda la memoria y
funcionamiento mental. Es ahora la cuarta causa principal de
muerte en los
adultos y, a menos que se desarrollen métodos
eficaces para la prevención y el tratamiento, la
Enfermedad de Alzheimer alcanzará proporciones
epidémicas para mediados del siglo.
Como ya dijimos el Mal de Alzheimer o Demencia
Senil Tipo Alzheimer (DSTA) es una forma de progresión
lenta de la demencia que es una alteración adquirida y
progresiva de las funciones intelectuales. La alteración
de la memoria es una
característica necesaria para el diagnóstico. También se debe
presentar cambio en una
de las siguientes áreas para el diagnóstico de
cualquier forma de demencia: lenguaje,
capacidad de toma de
decisiones, juicio, atención y otras áreas relacionadas
de la función cognitiva y la personalidad.
La velocidad de
progresión es diferente para cada persona. Si la
enfermedad de Alzheimer se desarrolla rápidamente, es
probable que continúe progresando de la misma manera, pero
si ha sido de desarrollo
lento, probablemente seguirá un curso lento.
La enfermedad de Alzheimer produce una
disminución de las funciones intelectuales lo
suficientemente grave como para interferir con la capacidad para
realizar actividades de la vida diaria. Es la más
común de las demencias. Científicamente, se define
como tal. La enfermedad de Alzheimer es progresiva, degenerativa
del cerebro y provoca deterioro de memoria, de pensamiento y
de conducta. La
persona que la padece puede experimentar o sentir
confusión, desorientación en tiempo y en espacio,
cambios en la
personalidad y de conducta,
alteraciones en el juicio, dificultad para encontrar palabras;
finalizar ideas o pensamientos y para seguir instrucciones.
Finalmente incapacita a quien la padece a cuidar de sí
mismo.
En la 10ª revisión de la
Clasificación Internacional de las Enfermedades (CIE-10)
publicada por la OMS, en 1.992, se definió la Enfermedad
de Alzheimer de la siguiente manera:
La enfermedad de Alzheimer es una
enfermedad degenerativa cerebral primaria, de etiología
desconocida que presenta rasgos neuropatológicos y
neuroquímicos característicos. El trastorno se inicia,
por lo general, de manera insidiosa y lenta y evoluciona
progresivamente durante un período de años. El
período evolutivo puede ser corto, 2 ó 3
años, pero en ocasiones es bastante más
largo.
Puede comenzar en la edad madura o
incluso (EA de inicio presenil), pero la incidencia es mayor
hacia el final de la vida (EA de inicio senil).
En casos con inicio antes de los
65/70 años, es posible tener antecedentes familiares de
una demencia similar; el curso es más rápido y
predominan síntomas de lesión en los lóbulos
temporales y parietales, entre ellos disfasias o
dispraxias.
En los casos de inicio más
tardío, el curso tiende a ser más lento y a
caracterizarse por un deterioro más global de las
funciones corticales superiores.
¿Qué
sucede en el cerebro con la Enfermedad de
Alzhaimer?
Las neuronas que controlan la memoria y el pensamiento
están deterioradas, interrumpiendo el paso de mensajes
entre ellas. Estas células
desarrollan cambios distintivos: placas seniles y haces
neurofibrilares (degeneraciones del tejido cerebral). La corteza
del cerebro (principal origen de las funciones intelectuales) se
atrofia, se encoge y los espacios en el centro del cerebro se
agrandan, reduciendo por lo tanto su superficie.
El cerebro es el órgano principal y más
voluminoso de la cabeza, formado por más de 15.000
millones de células nerviosas específicas, llamadas
NEURONAS.
La Neurona,
morfológicamente. Está formada de 3
partes:
A) SOMA: Es el cuerpo
estrellado de la
célula.
B) AXÓN: Es la
prolongación principal y la que conecta con las otras
neuronas.
C) DENDRITA: Son las
encargadas de recibir las informaciones de los axones de otras
neuronas.
Ahora bien, la neurona
¿puede por sí sola activarse?, Pues no; necesita
como cualquier motor su
líquido elemento.
La Neurona secreta unos mediadores
químicos, que conocemos con el nombre de
neurotransmisores. Estos son los que activan la neurona
transmitiendo los mensajes y la información de una neurona a
otra.
Pero el cerebro, para que funcione
bien, no sólo necesita las células nerviosas y un
buen funcionamiento de los neurotransmisores. También es
necesario que esté bien irrigado por la sangre, que
utilice bien el oxígeno
y la glucosa y que tenga las enzimas (que son
proteínas) necesarias para las reacciones
bioquímicas que van a permitir la transmisión de la
información interneuronal. (Ver anexos 1 y 2 esquema de un
cerebro normal y después la corteza cerebral en la
enfermedad de Alzheimer.)
Causas de la Enfermedad de
Alzheimer, incidencias y factores de riesgo.
La causa de la enfermedad de Alzheimer se desconoce,
pero no es parte del proceso de
envejecimiento normal. Se han descartado las teorías
anteriores sobre la acumulación de aluminio,
plomo, mercurio y otras sustancias en el organismo.
Factores Biológicos:
Las neuronas que controlan la memoria y el pensamiento
están deterioradas, interrumpiendo el paso de mensajes
entre ellas. Estas células desarrollan cambios
distintivos: placas seniles y haces neurofibrilares
(degeneraciones del tejido cerebral).
La corteza del cerebro (principal origen de las
funciones intelectuales) se atrofia, se encoge y los espacios en
el centro del cerebro se agrandan, reduciendo por lo tanto su
superficie.
El segundo hallazgo significativo es una
concentración alta de la proteína pegajosa conocida
como beta amiloide, que forma parches llamados placas
neuríticas.
Respuesta Inflamatoria
Algunos investigadores piensan que la beta amiloide
puede romperse en fragmentos que sueltan radicales libres de
oxígeno
(químicos normales en el cuerpo que causan varios procesos
dañinos cuando son producidos en exceso). Uno de estos
procesos puede
ser la respuesta inflamatoria, en la que el sistema
inmunitario libera anticuerpos cuya misión es
combatir los agentes nocivos, pero, si se producen en exceso,
pueden lesionar las mismas células del cuerpo.
Factores Genéticos
Los investigadores se están aproximando a la
identificación de genes defectuosos responsables de la
Enfermedad de Alzheimer de inicio temprano, una forma poco
común pero extremadamente agresiva de la
enfermedad
El tejido cerebral muestra "nudos
neurofibrilares" (fragmentos enrollados de proteína dentro
de las neuronas que las obstruyen), "placas neuríticas"
(aglomeraciones anormales de células nerviosas muertas y
que están muriendo, otras células cerebrales y
proteína) y "placas seniles" (áreas donde se han
acumulado productos de
neuronas muertas alrededor de proteínas). Aunque estos cambios ocurren en
cierto grado en todos los cerebros con la edad, se presentan
muchos más en los cerebros de las personas con enfermedad
de Alzheimer.
La destrucción de las células nerviosas
(neuronas) lleva a una disminución de los
neurotransmisores (sustancias secretadas por una neurona para
enviar los mensajes a otra neurona), cuyo equilibrio
correcto es crítico para el cerebro. Los tres
neurotransmisores comúnmente afectados por la enfermedad
de Alzheimer son acetilcolina, serotonina y norepinefrina; la
acetilcolina es la más afectada.
Al causar cambios tanto estructurales como
químicos en el cerebro, la enfermedad de Alzheimer parece
desconectar áreas del cerebro que normalmente trabajan
juntas.
Aproximadamente 4 millones de estadounidenses sufren
actualmente de enfermedad de Alzheimer. Los factores de riesgo más
importantes para la demencia son la edad avanzada y antecedentes
familiares de demencia. Cuanto mayor es la persona,
mayor es el riesgo de desarrollar esta
enfermedad.
Alrededor del 10% de las personas mayores de 70
años tiene problemas
significativos de memoria y alrededor de la mitad de éstos
son causados por la enfermedad de Alzheimer. El número de
personas con esta enfermedad se duplica cada década
después de los 70 años y el hecho de tener un
pariente de sangre cercano
que ha desarrollado la enfermedad aumenta el riesgo. Debido a que
las mujeres viven más años que los hombres, son
más propensas a desarrollarla.
Hay dos tipos de enfermedad de Alzheimer, la de
aparición temprana y la de aparición tardía.
En la primera, los síntomas aparecen antes de los 60
años y, en algunos casos, la enfermedad de inicio temprano
se presenta en familias e involucra mutaciones
hereditarias
autosómicas dominantes que pueden
ser la causa de la enfermedad. Hasta ahora, se han identificado
tres genes de aparición temprana, que es el tipo menos
común, ya que comprende sólo entre el 5 y el 10% de
los casos.
La enfermedad de Alzheimer de comienzo tardío,
que es el tipo más común, se desarrolla en personas
de 60 años o más y se cree que es menos probable
que se presente en familias. La enfermedad de Alzheimer de inicio
tardío puede presentarse en algunas familias, pero el
papel de los
genes es menos directo y definitivo. Es posible que estos genes
no provoquen el problema en sí, sino que aumenten la
probabilidad
de formación de placas y nudos u otras patologías
relacionadas con la enfermedad de Alzheimer en el
cerebro.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DE LA
ENFERMEDAD DE ALZHEIMER?
En las etapas tempranas, los síntomas pueden ser
muy sutiles. Entre éstos se encuentran:
Repetición frecuente de frases
Ubicación equivocada de cosas con
frecuencia
Dificultad para recordar el nombre de objetos
conocidos
Perderse en rutas conocidas
Cambios de personalidad
Convertirse en una persona pasiva y sin interés
por las cosas que antes disfrutaba
Algunas cosas que el individuo solía hacer bien
se tornan difíciles, como llevar el control de uso de
la chequera, jugar juegos
complejos (como bridge) y aprender rutinas o informaciones nuevas
y complejas.
A medida que avanza la enfermedad, los déficits
se hacen más evidentes. Algunos de los síntomas
son:
Disminución en el
conocimiento de los hechos recientes
Olvido de hechos de la vida propia, se pierde
esencialmente conciencia de
quién se es
Problemas para escoger la ropa
Alucinaciones, discusiones, golpes, vidas y conducta
violenta
Desilusión, depresión
y agitación
Algunas tareas que probablemente presenten dificultades
para una persona en esta etapa son: preparar alimentos,
conducir, vestirse, viajar fuera de rutas familiares y manejar
las finanzas.
En la enfermedad de Alzheimer severa la persona ya no
puede vivir sin ayuda. La mayoría de las personas en esta
etapa ya no reconocen el lenguaje,
no reconocen a los miembros de la familia y
ya no son capaces de desempeñar las actividades
básicas de la vida diaria (como comer, vestirse y
bañarse).
Alzheimer es una enfermedad demencial que lleva a
una pérdida de la capacidad intelectual. Los
síntomas normalmente se presentan en adultos mayores de 65
años (aunque también puede afectar a personas de 40
y 50 años), pueden incluir pérdidas en las
habilidades del lenguaje -como dificultad para encontrar
palabras, problemas en
el pensamiento abstracto, juicio pobre, desorientación en
tiempo y espacio, trastornos de conducta y personalidad. El
resultado general es una notoria disminución en las
actividades personales y en el desempeño del trabajo.
FASES DE LA ENFERMEDAD DE
ALZHEIMER
MEMORIA | COMPORTAMIENTO | LENGUAJE Y | GESTOS Y | ACTIVIDADES | |
FASE | – Olvida sus citas. -Nombre de personas. | – Cambios de humor. – Se enfada cuando se da cuenta que pierde el | – Continúa razonando -Tiene problema para encontrar las – Frases más cortas – Mezcla ideas sin relación | – En esta fase todavía está | – Es capaz de realizarlas sin demasiados |
FASE | – Reciente disminuida | – Agresividad. – Miedos. – Alucinaciones. – Deambulación continua. – Fatigabilidad. | – Conversación enlentecida. – No acaba las frases. – Repite frases. | – Pierde equilibrio. – Caídas espontáneas. – Necesita ayuda para deambular. – Pueden aparecer mioclonías. | – Confusión. – Se viste mal. – Se pierde en trayectos habituales. |
FASE | – Reciente perdida – Remota perdida – No reconoce a su cónyuge, hijos, – Memoria emocional conservada. | – Llora. – Grita. – Se agita. – No comprende una explicación. | – Balbucea. | – No controla sus gestos – Le cuesta tragar. – Se atraganta. – No controla esfínteres. | – Desaparecen totalmente – Encamado. – Alimentación |
DIAGNOSIS DE
LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER
No se ha creado todavía una prueba definitiva
para diagnosticar la Enfermedad de Alzheimer incluso en los
pacientes que muestran señales de demencia.
Normalmente, un médico llevará a cabo una
serie de exámenes para descartar otros trastornos que
pueden ser responsables de los síntomas del paciente entre
ellos, depresión
severa, enfermedad de Parkinson, accidentes
cerebrovasculares múltiples, (demencia multiinfarto) y
abuso de drogas.
Otras enfermedades menos comunes que pueden causar
síntomas similares a los de la Enfermedad de Alzheimer son
la enfermedad de la tiroides, anemia perniciosa, coágulos
sanguíneos, hidrocéfalo (acumulación
excesiva de líquido cefalorraquídeo en el cerebro),
sífilis, enfermedad de Huntington,
enfermedad de Creutzfeldt-Jakob y tumores cerebrales.
Además de los exámenes de sangre para
descartar anormalidades metabólicas, se recomiendan
comúnmente pruebas
más extensas. El escanner puede detectar la presencia de
coágulos sanguíneos, tumores, hidrocéfalo o
accidente cerebrovascular.
Algunos estudios brindan esperanzas en cuanto al
diagnóstico de la enfermedad empleando técnicas
avanzadas por imágenes,
como MRI (imágenes
por resonancia magnética) y PET (tomografía de
emisión de positrones), exploraciones axiales para
detectar cambios en el cerebro
Pero generalmente en países como el nuestro el
diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer se realiza con
la base en los síntomas característicos de la
enfermedad y luego de excluir otras posibles causas de demencia,
pero solo puede confirmarse con estudios microscópicos de
una muestra de tejido
cerebral después de la
muerte.
En el proceso de diagnosis, es posible que se ordenen
exámenes para determinar si existe una condición
tratable que pueda provocar la demencia o contribuya a empeorar
la enfermedad de Alzheimer. Entre estas condiciones se pueden
mencionar la enfermedad tiroidea, la deficiencia de vitaminas, los
tumores cerebrales, la intoxicación por drogas o
medicamentos, las infecciones crónicas y la
depresión severa.
Por lo general la enfermedad de Alzheimer tiene un
patrón característico de síntomas y los
médicos experimentados pueden diagnosticarla teniendo en
cuenta los antecedentes y el examen físico. Entre los
exámenes que se hacen con frecuencia para evaluar o
descartar otras causas de demencia están la
tomografía computada (TC),
la
imagen por resonancia magnética
(IRM) y los exámenes de sangre.
En las etapas tempranas de la demencia, la imagen cerebral
puede ser normal. En etapas posteriores, la IRM puede mostrar una
disminución en el tamaño de la corteza cerebral o
del área del cerebro responsable de la memoria (el
hipocampo). Aunque estos exámenes no confirman el
diagnóstico, excluyen otras causas de demencia como los
accidentes
cerebro- vasculares y los tumores.
La enfermedad de Alzheimer no se puede curar ni es
posible restaurar las funciones deterioradas. Actualmente, es
posible retardar su progreso pero no detenerla.
El tratamiento va destinado a retardar la evolución de la enfermedad, a manejar los
problemas de conducta, la confusión y la agitación,
a modificar el ambiente del
hogar y, lo más importante, a ofrecer apoyo a la familia. A
medida que la enfermedad evoluciona puede causarle más
daño a la familia que al
paciente en sí.
1.- Tratamiento con Medicamentos.
.- Medicamentos que protegen el sistema
colinérgico:
En la actualidad existen tres medicamentos disponibles
para retardar el progreso de la enfermedad y, posiblemente,
mejorar la función cognitiva. Estos son: tacrine (Cognex),
donepezil (Aricept) y rivostigmine (Exelon).
Los tres afectan el nivel de acetilcolina (un
neurotransmisor) en el cerebro y todos tienen efectos colaterales
potenciales como náuseas y vómitos.
El tacrine, primer medicamento de este tipo aprobado,
también produce una elevación de las enzimas
hepáticas y debe tomarse cuatro veces al día. Hoy
en día se usa rara vez.
De las otras dos drogas, el Aricept ha estado
disponible por más tiempo. Se toma una vez al día y
se ha informado que mejora o estabiliza el funcionamiento
cognitivo, además de que se tolera bien. El Exelon, un
nuevo medicamento, parece ser igualmente eficaz y se toma dos
veces al día. En el futuro cercano se ha programado la
aparición de nuevas drogas para tratar esta
enfermedad.
Para mejorar la función cognitiva puede ser
necesario suspender los medicamentos que empeoran la
confusión y que no son esenciales para el cuidado de la
persona. Entre estos están los medicamentos
anticolinérgicos, analgésicos, cimetidina,
depresores del sistema nervioso
central, antihistamínicos, pastillas para dormir y
otros medicamentos.
.- Medicamentos Antiinflamatorios:
Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos AINES,
que incluyen aspirina e ibuprofeno, están bajo investigación. Los corticosteroides son los
medicamentos antiinflamatorios con mayor frecuencia prescritos,
pero el uso a largo plazo no es recomendable.
.- Estrógeno y otras hormonas:
Parece ser que la terapia de reemplazo de
estrógenos desacelera la progresión e incluso
previene la Enfermedad de Alzheimer, creando así interés en
otras posibles terapias hormonales.
.- Antioxidantes:
Un estudio encontró que las dosis grandes (2000
IU) de vitamina E, selegiline o ambos en combinación
pueden retardar levemente la progresión de la enfermedad o
sus síntomas.
2.- Problemas de Conducta.
Los problemas subyacentes que contribuyen a la
confusión deben identificarse y tratarse. Entre ellos
están la insuficiencia cardíaca, niveles bajos de
oxígeno (hipoxia), trastornos tiroideos, anemia,
trastornos nutricionales, infecciones y condiciones
siquiátricas (como la depresión). El tratamiento de
estos trastornos médicos y siquiátricos con
frecuencia mejora en gran manera la función mental del
paciente.
Puede requerirse la
administración de medicamentos para controlar
conductas agresivas, agitadas o peligrosas. Por lo general, se
prescriben en dosis bajas y deben ajustarse a las necesidades del
paciente.
Las terapias de modificación de conducta pueden
ser útiles para controlar la conducta inaceptable o
peligrosa en algunas personas y consisten en recompensar las
conductas positivas mientras se ignoran las inapropiadas (dentro
de los límites de
seguridad).
3.- Modificación del ambiente en el
Hogar.
La persona afectada con la enfermedad de Alzheimer
necesita apoyo en el hogar a medida que la enfermedad empeora.
Los familiares u otras personas encargadas del cuidado pueden
ayudar comprendiendo cómo percibe su mundo la persona con
enfermedad de Alzheimer. Se deben proporcionar actividades
estructuradas que fomenten las habilidades que todavía
conserva y reducir los efectos de las habilidades
afectadas.
Deben simplificarse los alrededores del paciente y se le
deben proporcionar recordatorios frecuentes, notas, listas de
tareas de rutina o direcciones para las actividades diarias. A la
persona con enfermedad de Alzheimer se le debe dar la posibilidad
de hablar sobre sus desafíos y de participar en su propio
cuidado.
4.- Otros Pasos Prácticos.
Es necesario evaluar las funciones sensoriales de las
personas con enfermedad de Alzheimer y si se detectan
déficits, debe ayudarse al paciente con aparatos para
aumentar su capacidad de oír, lentes y cirugía de
cataratas en la medida que sea adecuado. La buena alimentación y el
mantenimiento
de la salud son
importantes, aunque generalmente no es necesario seguir dietas
especiales ni tomar suplementos nutricionales. El ejercicio es
importante y se debe estimular.
Con el tiempo puede que el monitoreo y la asistencia
durante las 24 horas del día sean necesarios para brindar
un ambiente seguro, controlar
las conductas agresivas o agitadas y satisfacer las necesidades
fisiológicas. Esto puede incluir cuidado casero, hogares
de atención, cuidado de adultos en el día u hogares
de convalecencia.
5.- Grupos de
apoyo
Ver
grupos de apoyo para la enfermedad de Alzheimer
con el fin de encontrar recursos e
información adicional para personas con enfermedad de
Alzheimer y para las personas que cuidan de ellos.
El resultado probable es malo. El trastorno generalmente
no es agudo pero avanza de manera estable. Es común que el
paciente se vuelva totalmente incapacitado con el tiempo y
la muerte
normalmente sucede en un lapso de 15 años, por lo general
por una infección o una falla de otros sistemas
corporales.
- Pérdida de la capacidad para funcionar o
cuidarse a sí mismo - Complicaciones ocasionadas por la
inmovilidad - Escaras
- Huesos rotos
- Contracturas musculares (pérdida de la
capacidad para mover articulaciones debido a la pérdida de la
función muscular) - Pérdida de la capacidad para
interactuar - Incremento en la incidencia de infecciones en
cualquier parte del cuerpo - Fallas en los sistemas
corporales - Disminución de las expectativas de
vida - Abuso por parte de la persona que cuida al enfermo y
que se encuentra muy estresada - Efectos secundarios por los medicamentos
MANEJO DE LA ENFERMEDAD DE
ALZHEIMER.
El tiempo que le resta de vida a una víctima de
la Enfermedad de Alzheimer es por lo general reducido, aunque un
paciente puede vivir entre tres a veinte años
después del diagnóstico. La fase final de la
enfermedad puede durar desde unos pocos meses hasta varios
años, durante cuyo tiempo el paciente se vuelve cada vez
más inmóvil y disfuncional.
.- Tratamiento en casa en Etapas
Iniciales.
Decirle al paciente. A menudo los médicos no les
dirán a los pacientes que tienen la Enfermedad de
Alzheimer. Los estudios indican que la progresión puede
desacelerar con esfuerzo intelectual y la mayoría de los
medicamentos a nivel de investigación en ensayos se
realizan en las etapas iniciales.
Estado de ánimo y comportamiento
emocional. Los pacientes de la Enfermedad de Alzheimer muestran
oscilaciones abruptas del estado de ánimo y pueden
tornarse agresivos y enojados. Parte de este comportamiento
errático es causado por cambios químicos en el
cerebro. Muchos pacientes con la Enfermedad de Alzheimer son
sumamente sensibles a las emociones
implícitas de los familiares y reaccionan negativamente a
señales de condescendencia, ira y frustración.
Pueden tornarse delusorios a veces por lo que se les
deberá volver a tranquilizar y a dirigir a otras
actividades.
El manejar y el deambular. Tan pronto se diagnostica la
Enfermedad de Alzheimer, al paciente se le deberá prohibir
que conduzca. . En el momento en que el paciente comience a
deambular, es el momento de buscar hospicios para ancianos u
otras instituciones
protectoras para sus seres queridos. Para los pacientes que se
quedan en la casa, deberán instalarse cerraduras afuera de
la puerta. Deberá implementarse un programa de
ejercicio diario que ayude a cansar físicamente al
paciente y a que duerma tranquilo.
Perturbación del sueño. Los pacientes con
la Enfermedad de Alzheimer experimentan comúnmente
trastornos en los ciclos del sueño/despertar.
Aunque los familiares tengan los recursos para
mantener a los pacientes de la Enfermedad de Alzheimer en la casa
durante las etapas posteriores de la enfermedad, la ayuda externa
sigue siendo esencial. Es importante que los familiares reciban
orientación y apoyo para ellos mismos también. En
las etapas finales, los pacientes de la Enfermedad de Alzheimer
necesitan 24 horas de atención diaria.
.- Atención a los Familiares
La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad
particularmente devastadora, ya que la familia del paciente por
lo general deberá resistir dos pérdidas diferentes:
en primer lugar, la desaparición de la personalidad que
ellos conocen y, finalmente, la muerte de la
persona. La pena se experimenta dos veces. Nadie deberá
resistir tal agonía solo. Pocas enfermedades afectan tanto
a un paciente y a su familia, o por un período de tiempo
tan largo como la Enfermedad de Alzheimer.
Tratar con los pacientes de la Enfermedad de Alzheimer
durante todo el curso de la enfermedad es agotador. No ha
terminado el familiar de lidiar con un grupo de
problemas cuando el empeoramiento del paciente crea problemas
nuevos y más intratables. A menudo, los mismos familiares
empiezan a mostrar señales de trastorno mental o mala
salud. La
depresión, empatía, agotamiento, culpa y la ira
pueden crear caos para el individuo normalmente sano enfrentado
con la atención de un ser querido que sufre de la
Enfermedad de Alzheimer.
Llegará el momento en que el familiar más
dedicado probablemente necesite institucionalizar al paciente con
la Enfermedad de Alzheimer. Además de la carga emocional
devastadora, los costos
financieros de la Enfermedad de Alzheimer pueden ser abrumantes.
Afortunadamente, según ha aumentado la proporción
de ancianos en la población, las organizaciones en
países industrializados se han tornado muy activas en
todos los frentes importantes –presión política para lograr
investigación farmacéutica y médica y
proporción de información financiera y apoyo
psicológico.
Situaciones que requieren asistencia
médica
Se debe buscar asistencia médica si alguien
cercano a la persona experimenta síntomas de demencia
senil tipo Alzheimer. Asimismo, si una persona con este trastorno
experimenta un repentino cambio en su
estado mental (un cambio rápido puede indicar que existe
otra enfermedad).
Si se está cuidando a una persona con este
trastorno y su condición se deteriora a tal punto que ya
no se la puede cuidar en casa, se debe hablar sobre la
situación con el médico.
Prevención de la enfermedad de
Alzheimer.
En la actualidad no existe una forma demostrada de
prevenir la enfermedad de Alzheimer. Se está desarrollando
una vacuna y las pruebas
iniciales están en marcha.
Varios estudios están en curso para clarificar el
papel de
algunos medicamentos comunes en la prevención de la
enfermedad de Alzheimer, entre estos se encuentran medicamentos
antiinflamatorios no esteroides (AINEs), antioxidantes (como
Vitamina E), terapia de sustitución de estrógenos y
gingko biloba.
En la actualidad no se recomienda ninguno de estos, ya
que todos tienen efectos colaterales y pueden interactuar con
otros medicamentos. Se debe consultar a un médico antes de
considerarlos o consumirlos.
¿Quién puede
estar afectado por la Enfermedad de Alzheimer?
La enfermedad de Alzheimer no hace distingos de clase
socioeconómica, raza o grupo
étnico, afecta por igual a hombres y mujeres, aunque
más frecuentemente a personas mayores, aproximadamente 10%
en mayores de 65 años y 47% en mayores de 85.
¿Es hereditaria la Enfermedad de
Alzheimer?
Existe una mayor predisposición en los hijos y
hermanos de pacientes con Alzheimer, para contraer la enfermedad.
Ésta mayor predisposición no involucra herencia.
Sólo el 10% de las demencias tipo Alzheimer son
hereditarias (Alzheimer familiar). Para dicho diagnóstico
debe contarse con más de un miembro afectado (generalmente
3 o más miembros) con un diagnóstico de certeza, es
decir una confirmación anatomopatológica. Se pide a
los familiares que requieran este estudio
anatomopatológico del cerebro de su familiar como un
derecho propio a conocer el diagnóstico definitivo y como
contribución para la investigación genética
del Alzheimer, el conocimiento
de la enfermedad y el avance de la ciencia
para encontrar causas y curas.
¿Cuanto sobreviven
las personas con la Enfermedad de Alzheimer?
Las personas diagnosticadas con Alzheimer pueden
sobrevivir de 2 a 20 años a partir del inicio de los
primeros síntomas (pérdida de memoria). Disminuye
la esperanza de vida, pero proporcionando un cuidado apropiado,
con énfasis en la higiene y
atención médica adecuada a los pacientes, mejoran
la calidad de
vida y pueden sobrevivir por muchos años, tanto en
casa como en instituciones. Normalmente su muerte no puede ser
pronosticada sino hasta estados muy avanzados. Es muy
común que los pacientes en estados terminales de Alzheimer
pierdan peso, tengan dificultad al tragar, al caminar y al
hablar, así como incontinencia urinaria y fecal. Acostados
pueden adoptar una posición fetal. Sucumben ante
frecuentes y repetidas infecciones urinarias o
broncopulmonares.
CUIDADOS DE
ENFERMERÍA PARA UN ENFERMO CON
ALZHEIMER.
Cuando vayamos a cuidar a un enfermo de Alzheimer, hay
que tener en cuenta los consejos siguientes:
A) Conservar la calma, de lo
contrario le transmitiremos nuestro nerviosismo.
B) No intervenir
sistemáticamente en su manera de vivir.
C) Dejarle tiempo para que realice lo
que le hemos pedido hacer.
D) Encontrarle actividades
sustitutorias.
E) Organizar su vida de forma
rutinaria.
Cuidados en la Fase I
Memoria:
Cuando oculta sus olvidos:
– No intente razonarle.
– Recurra a ejercicios de memoria.
¿Qué se pretende con esta
terapéutica?
– Buscar otras áreas cerebrales que no
estén deterioradas por la enfermedad.
– Favorecer el interés del enfermo por las
cosas.
– Contribuir a mantener los procesos de percepción, atención, aprendizaje,
observación, etc.
Tipos de ejercicios:
– Leer revista o
periódico, 5 líneas, dos veces
seguidas e instarle a que resuma por escrito o de palabra lo que
ha leído.
– Hacer puzzles simples de organizar.
– Escuchar canciones que él o ella
conozca.
– Intentar dibujar de memoria los muebles de una
habitación conocida.
– Recordarle sistemáticamente donde están
los objetos que se utilizan varias veces al día: libro, bolso,
gafas, ropa, etc.; poniéndolos siempre en el mismo
sitio
Nombre de personas:
Ayudarle a recordarlos valiéndose de
fotografías de su familia, de amistades, compañeros
de trabajo; ya que su memoria visual puede tenerla
conservada.
Cuidados en la Fase II
En esta fase y con respecto a
la Memoria existen una serie de ejercicios que también son
aplicables durante la Fase I .
Debemos recordarles, con frecuencia,
el día en el que se encuentra (de la semana y del mes).
Para ello es aconsejable poner en la casa y a su vista:
calendarios, así como relojes. Aprovechando cualquier
conversación, es conveniente decirles si es por la
mañana, tarde o noche. De este modo le ayudamos a
orientarse en el tiempo.
Cuando deambule por la casa, ya en
esta fase con ayuda, váyale diciendo: vamos a la cocina.
Vamos al salón, vamos al cuarto de baño, vamos al
dormitorio. Así le ayudamos a orientarse respecto al
espacio.
Cuando decidamos acostarle, debemos
recordarle que es de noche y que hay que dormir. Hacer que orine
antes de acostarse, así evitamos que lo haga en la cama.
Podemos inducirle al sueño, intentando sofronizarle,
repitiéndole: está muy cansado, le pesan mucho los
párpados, le pesan mucho los brazos, etc.
Se pueden combinar una serie de
ejercicios de memoria y de motilidad. La finalidad de
éstos es desarrollar la memoria al aprender y recordar una
información durante un período de
tiempo.
Ejemplos:
1) Ejercicio de memoria:
A) Recuerde el número
33.
B) Recuerde el refrán: A quien
madruga Dios le ayuda.
2) Ejercicio de motilidad:
A) Inspirar-espirar.
B) Levantarse-sentarse.
C) Palmada por encima de la
cabeza.
D) Levantar alternativamente los
pies.
E) Tocar las puntas de los dedos
delante de los ojos,
Cada uno de estos movimientos deben
repetirlo al menos cinco veces.
3) Le preguntamos: ¿Qué número le
he dicho al principio que recuerde?, ¿Qué
refrán le he dicho que debe recordar?.
En cuanto a sus gestos y movimientos
en esta fase (remítanse al cuadro sinóptico de las
fases), es necesario que le acompañemos en su
deambulación para evitar sus caídas y ayudarle por
si pierde el equilibrio; pudiéndose también ayudar
él mismo con un andador.
Como puede perderse en trayectos
habituales es conveniente que le pongamos un identificador, bien
en una pulsera, un colgante o cadena y para que no pueda sentirse
ofendido, lo haremos de modo que parezca un regalo por
algún motivo especial.
Cuidados en la Fase III
En relación con su
comportamiento: cuando llora, grita, se agita, debemos mostrarnos
siempre ante él con una gran tranquilidad y procurar darle
cariño y palabras afectuosas.
En este período de la
enfermedad tiene sus memorias
recientes y remotas abolidas. Su lenguaje se transforma en un
simple balbuceo, no controla sus gestos; comienza a tener
dificultad para tragar por lo que suele atragantarse hasta con su
propia saliva.
Tiene dificultad para
controlar sus esfínteres. En esta fase suele instaurarse
la alimentación mediante sonda.
Sus actividades cotidianas
desaparecen totalmente. Suele estar ya encamado.
Los cuidados de enfermería
van encaminados a subsanar todos aquellos problemas que conllevan
la inmovilidad del enfermo, la incontinencia urinaria, los
fecalomas, las úlceras por decúbito y los problemas
respiratorios.
Alimentación:
Con la alimentación se
consigue fundamentalmente disminuir la
degradación.
Es aconsejable una dieta rica en
proteínas y pobre en grasas animales.
Si todavía es capaz de comer
por sí solo, dejarle elegir pero sin abusar, ya que el
enfermo de Alzheimer es capaz de volver a comer dos veces sin
sentirse saciado. En caso de que os ocurra esto, bien porque coma
él antes, o bien porque ha terminado de comer antes que
los demás, le engañáis sacándole un
plato con pastas o galletitas variadas. Para vosotros le
habréis dado el postre, sin embargo el está
comiendo.
Incontinencia urinaria:
El enfermo de Alzheimer al no
controlar sus esfínteres, se orina y por ello es preciso
dotarle de pañales y así evitar que se
moje.
Estos pañales deben ser
cambiados con frecuencia para evitar que se produzcan infecciones
urinarias.
Debemos también observar, al
quitarle el pañal, el olor y el color de la
orina. Si el color fuera
oscuro y el olor fuerte, nos debe hacer sospechar que el paciente
tiene una infección urinaria. En estos casos debemos
consultar con el Geriatra que le atienda. Aparte, le tomaremos la
temperatura ya
que la aparición de fiebre, es un signo importante a tener
en cuenta en el diagnóstico de una infección
urinaria.
Fecalomas:
Hay un signo importante a tener en
cuenta en la instauracción de un fecaloma, y es que el
paciente expulsa por el recto un contenido líquido que,
equívocamente, nos hace pensar en una diarrea. Antes de
decidir por nosotros mismos, debemos consultar con el
médico.
Ante esta situación debemos
llevar a la práctica la extracción del mismo
mediante la aplicación de un enema de limpieza. Se
aconseja para esta situación se prepare con los siguientes
ingredientes: agua,
bicarbonato y micralax (2 envases).
Todo esto se debe hacer con el
enfermo encamado y colocándole una cuña debajo para
la recogida de heces.
Úlceras por
decúbito:
Estas lesiones
podemos prevenirlas con los siguientes cuidados:
a) Tener una buena hidratación, procurando darle
una ingesta de líquidos aproximada de 2 litros.
b) Aplicación de baño diario, encamado,
con jabón neutro. Darle crema hidratante y masajes
circulares.
c) Tener una buena alimentación, que aporte
proteínas.
En el caso de que se hayan producido, deben curarse de
la siguiente manera:
a) Lavar la escara con jabón neutro
(lagarto).
b) Aclarar con suero salino
(fisiológico)
c) Si hay bordes necrosados, se deben cortar.
d) Existen en la actualidad unos apósitos
coloides, de diversos tamaños y formas que se colocan
sobre la herida y contribuyen a su
cicatrización.
e) Cuando la escara es pequeña y superficial se
puede poner en su interior una pequeña cantidad de
jabón neutro y en muchas ocasiones esto solo es suficiente
para su cicatrización.
Fisioterapia respiratoria:
Hemos hablado anteriormente de la
retención de secreciones pulmonares o de vías
altas, frecuentes en un enfermo encamado.
Estas secreciones se retienen debido
a la inmovilidad y a que el enfermo de Alzheimer se olvida de
toser. Por más que intentemos darle la orden de toser,
él no nos responderá positivamente, por lo que
tendremos que ayudarle aplicándole fisioterapia
respiratoria.
¿Cómo hacerla?:
a) Colocarle en posición de decúbito
lateral (derecho y después izquierdo)
b) Con las palmas de las manos hacia abajo y en
posición hueca, darle golpes acompasados en la espalda
durante un período de 10 minutos por cada lado.
c) Es conveniente ayudarnos al hacerlo con alcohol simple
o alcanforado.
d) Se repite la opción b) por delante.
Con esta técnica
conseguiremos movilizar las secreciones y favorecer que el
enfermo tosa y así arranque las secreciones.
En ocasiones deberemos ayudarnos de
un aspirador de secreciones eléctrico. El enfermo al no
beber líquidos y por consiguiente no hidratar la garganta,
las secreciones altas son más densas y puede tener
dificultad para tragarlas. Como comentamos en un apartado
anterior, tiene dificultad para tragar y corre el peligro de
atragantarse con su propia saliva.
Como ya estudiamos la demencia senil es un
síndrome de carácter
crónico y progresivo, asociado a trastornos en
múltiples funciones corticales superiores, incluyendo
memoria, pensamiento, orientación, comprensión,
cálculo, capacidad de aprendizaje,
lenguaje y juicio, y con un nivel de conciencia claro.
Estos trastornos de la función cognitiva están
comúnmente acompañados (y ocasionalmente
precedidos) por deterioro del control emocional y social, o de
la
motivación.
El hecho de que las personas que padecen la Enfermedad
de Alzheimer se enfrenten diariamente a la pérdida
progresiva de la capacidad para llevar a cabo las actividades
habituales de la vida cotidiana, tiene un efecto importante sobre
la calidad de vida
de los pacientes y de sus familiares. Si bien muchos pacientes
con enfermedad de Alzheimer viven en geriátricos la
mayoría son cuidados por sus familias en el seno de la
comunidad. A
medida que los pacientes se hacen menos independientes, recae una
mayor responsabilidad sobre el cuidador, quien a su vez
está expuesto a un alto riesgo de enfermedades
físicas y psicológicas. Estos efectos adversos
sobre los cuidadores pueden acelerar la internación de los
pacientes en instituciones geriátricas.
A nivel mundial, existen 7–25 millones de personas
que tienen enfermedad de Alzheimer. Aproximadamente el 6% de la
población mayor de 65 años de edad sufre de
enfermedad de Alzheimer lo que aumenta hasta aproximadamente el
30% de las personas mayores de 85 años de edad.
A medida que aumenta la proporción de personas
ancianas en la población, aumenta la carga de la
enfermedad de Alzheimer sobre los individuos, las familias de los
pacientes y la sociedad
Por todos estos motivos es una necesidad real e
imperiosa capacitar al personal de
enfermería en esta área para poder hacer
frente a esta pesadilla a la que cada día se enfrentan
nuestros ancianos y lógicamente todos sus
familiares.
"Vivir con…….la enfermedad de Alzheimer "
Jacques Selmes y Micheline Antoine Selmes. Edición en
Español.
Francia
2.000
"Cuadernos y apuntes de Enfermería".
Jacques Selmes y Micheline Antoine Selmes. Edición en
Español.
Francia
1.999
Manual Merck de Medicina.
Décima Edición.
http://www.who.int.es/Alzheimer
http://www.terra.es/personal3/mcalbab/
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/002188.htm
Esquema de un cerebro normal Corteza
cerebral en la enfermedad de Alzheimer
Vistas del cerebro, arriba con
Alzheimer, abajo un cerebro sano
Para ver el gráfico seleccione la
opción "Descargar" del menú superior
Enviado por
Liliana Dtchamp