Por ultimo la diferencia principal entre una fobia y un miedo
común es: Aunque su raíz psicológica es
semejante, se diferencian fundamentalmente en su intensidad y sus
repercusiones. El miedo común guarda relación con
el peligro que se corre. Por el contrario la persona que sufre
fobias además de sentir un miedo más intenso, se
caracteriza por la incongruencia de sus temores.
Para poder entender
el gran problema que son las fobias, primero hay que entender las
causas de estas. Es importante mencionar que las fobias no son
heredadas, sino que son aprendidas. Como humano, se tiene la
capacidad de sentir miedo, mas sin embargo este miedo desarrolla
una manera de como y que se aprende. Un miedo y una fobia no
difieren en mucho, pero si hay una diferencia importante, y es
que las fobias son irracionales. La fobia es un tipo de miedo que
"…es desproporcionado con respecto al peligro de la
situación, es involuntario y lleva a evitar la
situación temida. El miedo siempre está
acompañado de algo concreto,
mientras que la fobia no se puede reconocer el objeto temido, es
un miedo indefinido
Se puede decir que una fobia puede ser adquirida, y para que
esto suceda se necesitan ciertos factores. Una fobia o miedo
irracional, se puede adquirir por medio de la asociación
de una experiencia temerosa con un objeto o situación en
particular. También se puede adquirir por evitar
constantemente el miedo irracional, para no enfrentarse con un
objeto o situación temida.
Las causas que originan las fobias están asociadas a altos
niveles de estrés los
cuales están acompañados de cierta vulnerabilidad
biológica. Hay individuos más resistentes a la
angustia que otros. En estos casos también es determinante
un umbral de ansiedad más bajo. Las fobias son muy
frecuentes en personas con muchas responsabilidades, preocupadas
sólo por la productividad o
que tienen obsesión con la fama y el éxito y
dejan de lado la vida. Junto con la presión
económica y profesional están las demandas
típicas, familiares, de tiempo, etcétera.
Las fobias tienen motivaciones profundas más lejos que
el objeto mismo de miedo. "En la mayoría de los casos, la
fobia no es más que la punta del iceberg de algún
problema que arrastra el individuo desde su infancia".
También puede tratarse de aprendizajes erróneos que
ha sufrido el individuo y que en un momento determinado se
activan. Si el modelo de vida
de la persona ha estado marcado por el deseo de agradar a
cualquier precio o ha
sido sometida a la desaprobación de las figuras de
autoridad, es
casi natural que
transpole eso al organigrama de
la empresa.
Sin embargo, cada caso tiene motivaciones diferentes.
Los pacientes fóbicos sienten como un sudor frío
recorre su espalda, y en pocos minutos todo su cuerpo está
empapado, las manos comienzan a temblarles y no hay forma de
controlarlas. De repente un tic nervioso
no cesa de molestarlos y sienten una punzada en el
estómago. La mirada se nubla, el individuo tiene problemas
para respirar, su ritmo cardíaco aumenta
considerablemente; está fuera de control. Aunque
lo parezca, esto no es la descripción de alguna escena sacada de un
libro de
Stephen King, se trata de los síntomas reales de angustia
que experimenta una persona frente a un estímulo
fóbico.
La vida de un paciente fóbico es muy difícil, ya
que su comportamiento
es desproporcionado y todos los pensamientos que se le atribuyen
así como los que tiene no lo ayudan a confrontar su
situación. El paciente fóbico siempre tiene miedo a
que el medio no lo comprenda ya que este no experimenta el mismo
estado emocional que él ante situaciones fobógenas.
Así mismo la falta de armonía entre la razón
y la emoción es fuente de dificultades.
Todo el comportamiento familiar, social, de relaciones
interpersonales, al igual que el desempeño profesional se adaptará a
la fobia padecida. Algunos pacientes llegan incluso a cambiar su
modo de vida para adaptarse mejor a su fobia. Así, un
paciente que tenía fobia a conducir su automóvil,
se cambió de la casa que ocupaba con su familia
después de haber pedido un cambio de
puesto en una empresa a fin
de poder disfrutar de un alojamiento dentro de la misma, lo que
le evitaba todo desplazamiento en automóvil.
Ante el temor de enfrentarse a la incomprensión de su
problema por parte de su familia y de sus compañeros de
trabajo o amigos, el paciente fóbico se verá
obligado a esconder sus dificultades. En ocasiones, el paciente
adopta una actitud falsa
para ocultar su fobia (actitud incorrecta, agresiva), otros
pacientes adoptan una actitud manipuladora a fin de incluir a
quienes los rodean en su propio sistema
fóbico.
Como los pacientes fóbicos se sienten anormales piensan
que son culpables de ser diferentes y creen que causan un
perjuicio a su medio. Para evitar burlas, regaños o
conductas desagradables, el paciente fóbico se verá
obligado a recurrir al mecanismo de defensa,
racionalización que consiste en buscar pretextos o excusas
para justificar la conducta de manera socialmente aceptable.
La característica del paciente fóbico consiste
en la gran capacidad que tiene para prever todas las situaciones
que pudiesen interferir con su fobia. Así el fóbico
tendrá sus pertenencias organizadas a manera que aminoren
sus temores.
Las situaciones que resultan triviales para una persona
normal, para el fóbico pueden ser muy problemáticas
y debido a esto el individuo jamás podrá aceptar de
golpe una proposición sin estar seguro de que
todos los elementos contra fóbicos estén
reunidos.
El comportamiento fóbico es variable en un mismo
paciente dependiendo de su estado de animo, pero esta
variación tiende a perturbar más al paciente, ya
que éste no comprende la razón por la cuál
algunas veces puede soportar la situación y otras no, lo
que causa una sensación de desequilibrio y pérdida
de confianza en sí mismo. A causa de todo esto, el
paciente sufrirá por sus fracasos al no poder afrontar
ciertas situaciones y por su incapacidad de razonar con el medio,
estos fracasos provocarán depresión
y será más difícil encontrar la
solución a su problema. Es necesario indicar que esta
situación depresiva se encuentra en los
agorafóbicos o en los fóbicos sociales y es mucho
más rara en las fobias simples.
Cabe mencionar que los hombres tienen más dificultades
con su fobia pues se sienten muy opacados con relación al
ideal masculino, fuerte, viril, valeroso, que no teme a nada,
etc., y las mujeres, aunque les afecte mucho su fobia, se
sentirán protegidas por el estereotipo cultural
según el cual ellas son más frágiles,
necesitan estar protegidas y necesitan ayuda, etc.
En cuanto a la vida familiar, la familia del
fóbico hará todo lo posible por evitarle las
situaciones que puedan incomodarlo y en ocasiones toda esta
gentileza puede hacerlo sumamente dependiente y no se
atreverá a rechazar o pedir tal o cual favor o tal
actitud. Además, debido a su fobia, el paciente
evitará muchas situaciones de relaciones interpersonales y
verá que su campo de acción
será limitado.
Algunos de los síntomas que presentan los pacientes
fóbicos consisten en ansiedad, fatiga, ataques de pánico,
crisis
encubiertas de ansiedad, insomnio, palidez, sudoración,
taquicardia, ganas de evacuar, tartamudez, entre otros.
Las fobias se dividen en categorías según la
causa de la reacción y de la evitación, las
más frecuentes son:
Crisis de angustia:
Se caracteriza por la aparición súbita de
síntomas de aprensión, el miedo pavoroso o terror
acompañados habitualmente de sensación de muerte
inminente. Durante estas crisis también aparecen
síntomas como falta de aliento, palpitaciones,
opresión o malestar torácico sensación de
atragantamiento o asfixia y miedo a "volverse loco" o perder el
control. Para diagnosticar a una persona de crisis de angustia se
deben cumplir una serie de criterios.
Criterios para el diagnóstico de la crisis de angustia: La
persona siente palpitaciones y sacudidas del corazón,
se presenta sudoración, temblores, sensación de
ahogo, sensación de atragantamiento, opresión o
malestar torácico, náuseas o molestias abdominales,
inestabilidad o desmayo, sensación de irrealidad, miedo a
perder el control, miedo a morir, sensación de
entumecimiento u hormigueo, y escalofríos o
sofocaciones.
La aparición temporal y aislada de miedo o malestar
intenso acompañada de 4 ó más de los
anteriores síntomas que se inician bruscamente y alcanzan
su máximo apogeo en los primeros 10 minutos, será
diagnosticado como crisis de angustia.
Agorafobia:
Se caracteriza por la aparición de ansiedad o
comportamiento de evitación en lugares o situaciones donde
escapar resulte difícil o embarazoso o bien donde sea
imposible encontrar ayuda en el caso en el que aparezca en ese
momento una crisis de angustia o síntomas similares.
Criterios para el diagnóstico de agorafobia:
Aparición de ansiedad al encontrarse en lugares o
situaciones sea especialmente difícil escapar o en el caso
de que aparezca una crisis de ansiedad inesperada que esté
relacionada con una situación entre las que podemos
destacar: estar solo fuera de casa, mezclarse con la gente o
hacer colapsar por un puente, viajar en autobús, tren o
coche. Estas situaciones se evitan (limitación de nº
de viajes) se
resisten a costa de un malestar por temor a que aparezca una
crisis de angustia o se hace indispensable la presencia de un
conocido para soportar los síntomas. Esta ansiedad o
comportamientos de evitación no pueden explicarse mejor
por la presencia de otro trastorno mental como fobia social
(evitación limitada a situaciones sociales por miedo a
ruborizarse), fobia específica (evitación limitada
a situaciones aisladas como los ascensores).
Fobia específica:
Se caracteriza por la presencia de ansiedad muy marcada como
respuesta a la presencia de situaciones u objetos concretos
temidos por la persona que pueden dar lugar a comportamientos de
huida.
Criterios para el diagnóstico de fobia
específica: Temor acusado y persistente que es
excesivo o irracional que aparece por la presencia o
anticipación de un objeto o situación concreta
(volar, precipicios, animales o sangre.) La
exposición al objeto o situación
fóbica provoca casi siempre una respuesta inmediata de
ansiedad que puede tomar la forma de crisis de angustia
situacional relacionada con una situación determinada. La
persona reconoce que este miedo es excesivo o irracional. La
situación fóbica se evita o se soporta a costa de
una gran ansiedad. Los comportamientos de evitación,
anticipación ansiosa o malestar provocado por el objeto o
situación temida interfieren acusadamente con la vida
cotidiana de la persona. En los menores de 18 años la
duración de estos síntomas debe haber sido de 6
meses como mínimo. La ansiedad, la crisis de angustia, los
comportamientos de evitación fóbica asociados a
objetos o situaciones concretas no pueden explicarse mejor por la
presencia de otro trastorno mental, como la fobia social (evitar
comer en público) o agorafobia (evitar las salidas del
hogar).
Para saber si una persona padece fobia específica es
necesario diferenciar entre los siguientes subtipos que indican
el objeto del miedo o evitación:
- Tipo animal.- El miedo hace referencia a insectos o
animales. - Tipo ambiental.- El miedo hace referencia a situaciones
relacionadas con la naturaleza y
los fenómenos atmosféricos, como tormentas,
precipicios o agua. - Tipo sangre-inyecciones-daño.- El miedo hace referencia a la
visión de la sangre o heridas, o a recibir inyecciones u
otras intervenciones médicas. - Tipo situacional.- El miedo hace referencia a situaciones
concretas como a vehículos, túneles, ascensores,
aviones o recintos cerrados. - Otros tipos.- El miedo hace referencia a otro tipo de
situación entre las que se incluyen aquellas que pueden
llevar al atragantamiento, vómito o la
adquisición de una enfermedad.
Fobia social:
Se caracteriza por la presencia de ansiedad
clínicamente significativa como respuesta a ciertas
situaciones o actuaciones en público del propio sujeto, lo
que puede dar lugar a comportamientos de evitación.
Criterios para el diagnóstico de la fobia social: Temor
acusado y persistente por situaciones sociales en público,
en las que el sujeto percibe una posible evaluación
por parte de los demás, o que esas personas no pertenezcan
al ámbito familiar. El individuo teme actuar de un modo
que sea humillante o embarazoso. La exposición a las
situaciones sociales temidas provoca una respuesta de ansiedad
que puede tomar la forma de una crisis de angustia situacional.
El individuo reconoce que el temor es excesivo e irracional. Las
situaciones sociales temidas se evitan o bien se experimentan con
ansiedad.
Los comportamientos de evitación, la
anticipación ansiosa, o el malestar que aparece en las
situaciones sociales temidas, interfieren en la rutina normal del
individuo En los menores de 18 años la duración de
estos síntomas deben prolongarse como mínimo 6
meses El miedo o el comportamiento de evitación no se
deben a los efectos fisiológicos de alguna sustancia
(drogas o
fármacos), por una enfermedad médica o por la
presencia de otro trastorno mental. Si hay una enfermedad
médica u otro trastorno mental, el temor descrito en el
criterio 1, no se relaciona con estos procesos (el
miedo no es debido a la tartamudez o a las conductas alimenticias
anormales, anorexia o
bulimia
nerviosa).
Trastorno de ansiedad generalizada:
Se caracteriza por la presencia de ansiedad o preocupaciones
excesivas y persistentes al menos durante 6 meses.
Criterios para el diagnóstico de ansiedad generalizada:
Ansiedad y preocupaciones excesivas sobre una amplia gama de
acontecimientos que se prolongan durante al menos 6 meses. Al
individuo le resulta difícil controlar este estado de
constante preocupación. La ansiedad o preocupación
se asocia a 3 ó más de los siguientes
síntomas:
- Inquietud o impaciencia
- Se fatiga con facilidad
- Dificultad para concentrarse
- Irritabilidad
- Tensión muscular
- Alteraciones del sueño
La ansiedad, la preocupación o los síntomas
físicos provocan malestar médico o un deterioro
importante en áreas importantes de la actividad del
individuo (trabajo, familia, aficiones…) Estas alteraciones no
se deben a los efectos fisiológicos directos de una
sustancia (fármaco, droga), o por
una enfermedad médica, y no aparecen exclusivamente en un
trastorno del estado de ánimo o un trastorno de carácter sicótico.
Fobias más comunes
Existen alrededor de 248 fobias reconocidas y algunas de ellas
fueron recogidas en 1942 por Henry Jay, semiólogo
francés. Las más comunes son las siguientes:
-Temor a los animales (zoofobia).
Cinofobia: miedo a los perros.
Entomofobia: miedo a los insectos.
Gelofobia: miedo a los gatos.
Ofidiofobia: miedo a las serpientes.
Muridofobia: miedo a los ratones.
-Temor a elementos o situaciones de la naturaleza
Acrofobia: miedo a lugares altos.
Agorafobia: miedo a lugares abiertos.
Aigmofobia: miedo a objetos puntiagudos.
Brontofobia: miedo a los truenos.
Claustrofobia: miedo a lugares encerrados.
Criptofobia: miedo a espacios pequeños.
Neofobia: miedo a lo nuevo.
Nictalofobia: miedo a la noche.
Tanatofobia: miedo a la muerte.
-Temor a las enfermedades (Nosofobia)
Algofobia: miedo al dolor.
Bacteriofobia: miedo a los insectos.
Cardiopatofobia: miedo a los infartos.
Fobofobia: miedo a la angustia.
Hematofobia: miedo a la sangre.
Misofobia: miedo al contagio.
Traumatofobia: miedo a los accidentes.
Afortunadamente hoy en día se cuenta con muchos
recursos
eficaces y seguros para
atender a las personas que padecen algún tipo de fobia,
los cuales son muy variados según la persona y el tipo de
fobia que esta tenga.
Se dice que la mejor manera de superar nuestros miedos
más profundos es enfrentarnos a ellos directamente,
juntándolo con un medicamento efectivo y con un
tratamiento psicológico, pueden ayudar a la gran
mayoría de los fóbicos a superar exitosamente su
condición.
Las fobias suelen tener un curso crónico.
En cuanto al tratamiento, según los casos, (como en
todas las neurosis), se puede encontrar distintos tipos que
abarcan desde las técnicas
conductivas, hasta los psicofármacos, pasando por las
terapias de apoyo o interpretativas. Los tratamientos descritos
sirven para las fobias específicas que no se deben a
conflictos
personales profundos. A veces el síntoma "fobia" traduce
una perturbación psicológica más compleja,
que debe ser detectada y tratada por un profesional. En este
sentido hay buenas noticias, las
fobias no son un mal incurable; con un tratamiento adecuado
más de noventa y cinco por ciento de los casos evoluciona
favorablemente.
Para su curación existen tratamientos
psicológicos y 3 tipos de terapias:
La terapia farmacológica, que aunque no representa la
solución definitiva, es una buena alternativa.
La terapia conductual o cognoscitiva conductual, que consiste
en modificar los patrones de pensamiento y
conducta; es decir, atacar el estímulo que provoca
ansiedad y su correspondiente reacción. Normalmente la
combinación de las dos anteriores casi siempre soluciona
el problema
La terapia sicodinámica. En esta fase el individuo
conoce el porqué y para qué de su miedo,
"aquí revive el atavismo del pasado que está
cercenando su presente".
Se cree que después de la terapia se afirma que el
individuo experimenta un crecimiento interior que le abre nuevas
oportunidades porque gana seguridad y
autoestima,
una vez libre de todos sus temores.
Es importante mencionar que dentro de estas opciones de
tratamiento se encuentra otra opción más moderna
con la que cuentan las personas que padecen algún tipo de
fobia, esta es a través de métodos de
realidad virtual.
Tratamientos psicológicos
Estos tipos de tratamientos ayudan a la gente a sentirse
más relajada y confiada, entre ellos se encuentran:
Terapia de exposición
Esta técnica consiste en ayudar a la persona a
relajarse cuando se encuentra en la situación que
considera como amenazadora. Una de las terapias de
exposición existentes es la conocida como
"inundación". Al paciente se le enseña primero como
relajarse en una situación amenazadora y a
continuación se le sitúa en una situación
que normalmente le preocuparía. Entonces se le ayuda a
relajarse y a que espere a que su ansiedad desaparezca, lo cual
ocurre al cabo de poco tiempo.
Terapia cognitiva-conductual
La terapia cognitiva es un procedimiento
activo, directivo, estructurado y de tiempo limitado, este se
basa en la teoría
de que los efectos y la conducta del individuo están
determinados en gran medida por el modo en que procesa la
información, esto es, lo que pensamos
acerca del mundo, de los demás y de nosotros mismos,
condiciona nuestro estado de ánimo y nuestra conducta. En
la terapia cognitiva el paciente junto con el terapeuta, a
través de las sesiones y de tareas, entrena para detectar
sus pensamientos y reconocer su estilo propio de
atribución de significados, esto para remplazar o
modificar aquellos que no resultan útiles para una mejor
calidad de
vida.
Este tipo de terapia se complementa con la terapia conductual,
donde a través de la realización de
prácticas, ejercicios y exposiciones, la persona pone a
prueba y ejercita nuevos estilos de pensamiento adquiridos por
medio del trabajo terapéutico. La combinación de
ambas terapias permite a la persona que sufre de algún
tipo de trastorno conocer y cambiar su estilo de pensamiento,
llevándolo de esta forma a tener un cambio en el
comportamiento y lograr así una mejora significativa en la
calidad de vida.
Tratamientos farmacológicos
Hasta ahora no existe un tratamiento basado en medicamentos
para fobias específicas, pero en ocasiones ciertas
medicinas podrían llegar a ser recetadas para ayudar a
reducir los síntomas de ansiedad antes de que se presente
una situación potencialmente fóbica.
Betabloqueantes: Aunque estos fármacos suelen usarse
para tratar la hipertensión arterial, en dosis bajas
controlan las repercusiones físicas de la ansiedad y
pueden ser tomados inmediatamente antes de encontrarse con la
fobia.
Antidepresivos: Existe un tipo particular de antidepresivos,
los llamados "Inhibidores de la Mono Amino Oxidasa" (IMAO) que
han demostrado que reducen o incluso hacen desaparecer la
ansiedad y el pánico, aunque suele ser necesario que
transcurran varias semanas antes de que el tratamiento funcione.
Sin embargo, este tipo de fármacos presenta inconvenientes
que pueden llegar a ser importantes. Los IMAOs tienden a bajar la
presión arterial lo cual puede hacer que el que los toma
se sienta débil. Además, algunos alimentos como
algunos quesos, algunas cervezas y vinos tintos, productos de
la levadura, chocolate, habas y escabeches pueden dar lugar a
peligrosas reacciones hipertensivas, de forma que los pacientes
que tomen este tipo de fármacos deben llevar a cabo
estrictas dietas en las
que no figuren estos alimentos.
Tranquilizantes: Los fármacos como el Valium fueron
usados en el pasado para el tratamiento de cualquier tipo de
ansiedad. Hoy en día sabemos que son adictivos y que no
ayudan a largo plazo y que por tanto no deberían ser
empleados en el tratamiento de la fobia.
Realidad virtual
Inspirados por esta sugerente idea, la psicóloga
Barbara Rothbaum y el informático Larry Hodges fundaron
hace cuatro años Virtually Better, una
compañía dedicada a investigar las posibilidades de
las simulaciones por ordenador en el tratamiento de las fobias
más extremas.
El principio es sencillo. Tradicionalmente, la manera en que
los terapeutas se han enfrentado a estas aversiones
consistía en hacer pasar al paciente por la experiencia
temida y mantenerlo inmerso en la situación hasta que
fuese capaz de controlar su ansiedad por si mismo. En la terapia
de exposición virtual, cualquiera puede enfrentarse a sus
temores sentado cómodamente en la consulta del
psicólogo.
A través de un sistema de realidad virtual compuesto
por un casco, unos auriculares y un sillón colocado sobre
una plataforma móvil, el paciente puede "padecer" una
simulación tridimensional por ordenador con
sonido
envolvente de la situación que le produce angustia o
terror. La idea de Rothbaum es que si son capaces de aprender a
relajarse en el simulador, no tendrán problemas para
enfrentarse posteriormente a la experiencia real.
Los estudios realizados hasta el momento indican que las
terapias de exposición virtual son aproximadamente igual
de efectivas que los procedimientos de
tratamiento convencionales. Sin embargo, las ventajas de la
Realidad
Virtual frente a estos son evidentes. Conseguir, por ejemplo,
que una persona con miedo a volar se acostumbre a la
situación por medio de "experiencias reales" resulta
lento, complejo y en el mejor de los casos, bastante caro. "En un
avión real, no puedes pedirle al piloto que despegue y
aterrice varias veces seguidas para que tu paciente se cure
más rápidamente".
Otra de las ventajas de la simulación es que evita que
el paciente tenga que enfrentarse a sus miedos en público
y ante desconocidos, algo que, según los
psicólogos, retrasa más su curación. Para
que esta técnica funcione es necesario asegurarse de que
la imagen virtual
que se le presenta al paciente provoque el mismo miedo que la
real, porque si no se hace de esta forma el tratamiento no tiene
ningún sentido. Lo que sucede es que el "medidor de fobia"
de la persona aumenta considerablemente más de lo
normal.
Cualquier fobia que interfiera con la vida diaria y cree
inhabilidad extrema debe ser tratada, con un tratamiento
apropiado, la gran mayoría de pacientes que padecen de
fobia pueden superar totalmente sus miedos y ser liberados de sus
síntomas por años, o para toda la vida.
A lo largo de este trabajo se ha descrito y explicado la fobia
en general para darle al lector una visón más
amplia sobre este trastorno.
Nos hemos dado cuenta de que las fobias son aprendidas, que
todos nacemos con la capacidad de sentir miedo, pero esos miedos
que se desarrollan son una manera de cómo y que
aprendemos; que durante el desarrollo y maduración cada
quien aprende a tenerle miedo a ciertas cosas u objetos, y que la
única diferencia entre el desarrollo de un miedo normal y
el de una fobia, es que la fobia es irracional, inapropiada,
incontrolable e incapacitante.
Se revisó que el temor irracional se acompaña de
una ansiedad cuando se está frente al estímulo
fóbico, al igual que los fóbicos se dan cuenta que
sus respuestas emocionales son irracionales.
Se revisaron las diferencias que existen entre la angustia y
el miedo, dejando claro que el miedo siempre se encuentra
acompañado de algo concreto a lo que se le teme, mientras
que en la angustia no se puede reconocer el objeto temido, es un
miedo indefinido o los temores se encuentran relacionados con
situaciones a las que la persona admite que está
respondiendo irracionalmente.
En las fobias el estado
emotivo siempre va a ser la angustia.
Las fobias persisten por la conducta de evitación que
son adaptadas por la persona como una consecuencia lógica
y casi inevitable y además le impide llevar una vida
cotidiana normal.
Se descubrió que las fobias son muy frecuentes en
personas con muchas responsabilidades y que las mujeres no tienen
problema al presentar su fobia, debido a la cultura que
poseemos.
Está muy claro que la vida de los fóbicos
empeora a medida que su enfermedad se profundiza, ya que su
área de movilidad y su independencia
se ven restringidas. El paciente no puede controlar sus
síntomas, lo cual le provoca las peores consecuencias.
Se describió como los pacientes sienten que no son
perfectos y que por esta razón no van a ser aceptados por
los demás y si sucede lo contrario, los van a
rechazar.
Se proporcionaron algunos ejemplos de diversas fobias para
darle un conocimiento
extra al lector y ampliar su conocimiento en este tema.
Nos dimos cuenta de que es muy difícil para el
terapeuta atender este trastorno porque resulta muy
difícil que estos pacientes asistan a terapia por la
inseguridad
que tienen de ser evaluados. Pero hay buenas noticias, las fobias
no son incurables; con un tratamiento adecuado más del
noventa y cinco por cierto de los casos evoluciona
favorablemente.
Hoy en día se cuentan con muchos recursos para tratar a
las personas con este trastorno, los cuales varían
dependiendo de la persona y el tipo de fobia que esta padezca;
hay tratamientos desde las técnicas conductivas, hasta los
psicofármacos, pasando por las terapias de apoyo o
interpretativas.
Conocimos una idea nueva sugerida por la psicóloga
Barbara Rothbaum y el informático Larry Hodges, ellos
fundaron hace cuatro años Virtually Better, y por medio de
la realidad virtual buscan soluciones a
las fobias más extremas. Esta idea fue muy creativa y
estudios realizados indican que este tipo de terapia resulta
igual de efectiva que los tratamientos convencionales.
Por ultimo, cualquier fobia que interfiera con la vida diaria
y cree inhabilidad extrema debe ser tratada, se debe lograr
superar este padecimiento y quedar libres de los síntomas
por años o para toda la vida.
American Psychiatric Association. "Let’s talk about
Phobias." PSYCOLOGY.
http://www.psych.org/public_info/phobias.html
(24 Oct. 2000)
"Fobias." PSICOLOGIA. http://www.psicologos.org/fobias.htm
(31 Oct. 2000)
Internet Mental Health. "Disorders." http://www.mentalhealth.com/fr20.html
(24 Oct. 2000)
"Tratamiento" PSICOLOGIA.
http://www.centroapertura.com.ar/tratamiento.html
(4 Nov. 2000)
"La Salud en tus
manos" FOBIAS SOCIALES.
http://www.scs.rcanaria.es/infosalud/adultos/fobias.html (15 Nov.
2000)
Cottraux, Jean, y Evelyne Mollard. Las Fobias: Nuevas
perspectivas. México
1990
Nardone, Giorgio. Miedo, pánico, fobias: la terapia breve
Barcelona: Empresa Editorial
Herder S.A., 1997
Datos del Autor:
Deyanira Macías Leal
Categoría: Psicología
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |