Una nueva generación
En estos últimos tiempos nos hemos
dado cuenta que tanto las corrientes del comunismo y
capitalismo,
que significa "repartir pobreza
equitativamente", son filosofías que han fracasado y han
dado paso a una nueva corriente socio política denominada
"Productividad".
Sólo hagamos un pequeño análisis del fenómeno
asiático, hablemos del Japón,
un país que después de haber perdido una guerra, haber
perdido su dignidad, sus ideales ver derrotado a sus Dioses y a
su religión,
un país quebrado en todo sentido (espiritual,
económico, político, religioso),
¿cómo llegó a ser una de las primeras
potencias mundiales?.
Seguramente no fue por poseer ojivas nucleares ni
grandes filas de ejércitos predispuestas a luchar, un
país en donde no existen minerales de
acero, no tienen
petróleo,
oro ni plata y que el 87% de los productos que
se consume en forma interna son importados. Pero que en sus
balanzas de exportaciones e
importaciones
tienen un pequeño saldo a favor de más de 2000
billones dólares, un país en donde lo único
que existe en abundancia son dos cosas: Agua y
japoneses (original y copia).
Podríamos llegar a una sola conclusión
"Japón
es un miserable país rico", es tan poderoso que dentro de
los diez bancos más
grandes del mundo son Japoneses, convirtiéndose en unos de
los primeros acreedores del mundo.
Pero entonces nos preguntaríamos
¿Qué arma utilizó Japón para ser lo
que es?, La respuesta es "CALIDAD". Ellos
se dieron cuenta que después de verse quebrados en todo
sentido lo único que podían explotar y mejorar era
"su gente", mejorar la calidad de
vida de su pueblo, educarlos, aprender y alimentarlos para
que con un pueblo con calidad se genere
mano de obra de calidad y obtener de ellos productos de
altísima competitividad, pues hay un detalle muy simple
pero muy significativo en la vida común "Nadie puede dar
lo que no tiene", no se puede exigir a nuestra sociedad o a
nosotros mismos, calidad, eficiencia,
lealtad, puntualidad, espiritualidad, solidaridad,
entre otras cosas afines si no la tenemos nosotros
mismos.
La solución de muchos países que han
pasado crisis
económicas terribles ha sido la más simple, "abrir
las fronteras" a todo el mercado
internacional ¿Para qué se preguntaran Uds.?, Bueno
la respuesta es muy simple también, al tener mayor
competencia en
el mercado, nuestras
empresas
aprenderán una nueva operación matemática
denominada "RESTAR", pues hasta ahora la mejor solución
para encarar las crisis
económicas ha sido y es, elevar los precios de los
productos de consumo
(SUMAR), pero que tal si existiera competencia,
todas las empresas
tendrían que bajar sus costos e
incrementar la calidad del producto y del
servicio,
porque en un mercado altamente competitivo "o se compite o sales
del negocio", no hay términos medios.
Ya no se puede subsidiar la improductividad sin generar
riqueza, es hora de que empecemos a tomar en cuenta esta nueva
corriente socio política que nos ha
marcado y nos marcará los próximos milenios, es la
corriente en donde debemos navegar todos y no oponer resistencia al
contrario debemos adaptarnos.
¿Pero como encarar estos retos que implica la
nueva competencia?
En primer lugar debemos reflexionar en lo siguiente, no
debemos temer a la competencia sino a nuestra propia
incompetencia. No existe peor enemigo que el miedo a sí
mismo y al fracaso, Debemos pensar que tenemos el potencial
suficiente para enfrentar estos retos y aplicar las 3 "c" en
nuestras vidas.
Conocimiento | |
Calidad | |
Capacidad |
Pero lastimosamente todos nuestros países
latinoamericanos tenemos una herencia
psicológica genética
que nos frena en algunas ocasiones a aplicar este concepto de
excelencia en nuestras vidas y que viene desde la época de
la colonización.
Recordemos que decían los colonizadores de ese
entonces, "El oro es de quien lo descubre", "las Indias son de
quien la vieron primero" y así sucesivamente,
¿Cómo esto nos afecta inconscientemente? ; Veamos
casos de la vida práctica, que hacemos cuando vemos un
billete tirado en la vereda de la calle, pues la primera
reacción es ver a nuestro alrededor para ver si nadie
más lo esta observando, después ponemos el pie
encima del billete por si acaso alguien más se da cuenta
de que este está en el piso y por último lo tomamos
y lo guardamos.
Que pensamos en ese momento "Como yo lo vi primero, me
pertenece", y jamás nos ponemos a pensar que ha alguien se
le cayó y que debemos devolvérselo, todos nosotros
somos como somos porque somos víctimas del inconsciente
colectivo, de esa herencia
transmitida de generación en generación y que nos
hace actuar en forma equivocada.
Pero que distinto sería nuestro país si
"LA CALIDAD" es y debe ser un inconsciente colectivo, pero para
poder lograrlo
debemos desaprender lo aprendido y volver a aprender los nuevos
hábitos de la calidad
total.
Nosotros creemos que todo lo sabemos y lo que no
lo sabemos lo inventamos, no tenemos la suficiente humildad de
decir que no sabemos nada y que entre más aprendo menos
entiendo, de tal manera que generemos en nosotros la costumbre o
el hábito de enriquecer a diario nuestra mente con nuevos
y frescos conocimientos que aclaren nuestras dudas.
¿Pero de donde aprender más?, La
mayoría de las personas responderían y
afirmarían que del fracaso, yo les diría, que como
llegaríamos a ser el mejor tenista del mundo ¿Si
aprendiésemos del mejor o del fracasado? , Cómo
llegaríamos a ser el mejor Doctor del mundo ¿Si
aprendiésemos del mejor o del fracasado?. Por eso estamos
donde estamos, pensamos que el fracaso es el punto de partida
(punto cero) del camino hacia el éxito,
claro está el fracaso es valioso siempre y cuando se
aprenda de el, caso contrario no sirvió para
nada.
Debemos fijar nuestro punto cero tomando como referencia
los dieses en las actividades que deseamos superar, los dieses en
medicina, en
economía,
en sicología, en todo los campos que vayamos a necesitar,
una vez localizado los mejores dentro de su área, ellos
serán para nosotros nuestro cero, nuestro punto de partida
para seguir su camino hacia el éxito.
Además debemos ser lo suficientemente capaces de
reconocer nuestros propios errores y no echar la culpa a los
demás, "El mediocre siempre hecha la culpa a los
demás", el aprender la excelencia comienza en aprender
primero de uno mismo.
¿Pero como lograr aprender lo mejor?, Bueno, es
tan obvio que resulta difícil de aplicar, existe una
teoría
que se denomina "La teoría
de lo obvio" y que consiste en tres pasos muy simples.
Imitar | |
Igualar | |
Superar |
Es la ruta mas corta a la excelencia, el igualarlo para
luego superarlo. Porque buscar una nueva ruta, un nuevo camino,
porque descubrir el agua tibia
si ya hay triunfadores que van camino al éxito y la ruta
está marcada, ¿no es más fácil
tomarlos a ellos como punto de partida y tratar de igualarlos
para luego mejorarlos?.
Fuera de que el
conocimiento no es de quien lo crea sino de quien lo aplica,
no estamos tomando la tecnología sino la
ruta para llegar a la excelencia.
Pero en nuestra sociedad el peor
pecado es tener éxito, nos molesta el éxito de los
demás, ¿qué es más creíble hoy
en día?, El que te cuenta me divorcie hermano a que te
diga me gané la lotería, realmente pensamos que las
cosas malas son más propensas a que sucedan a que las
cosas buenas.
¿Pero porque es pecado el éxito de los
demás?, Es simple, porque el éxito RETA, el
éxito de los demás nos reta a nosotros mismos,
¿pensamos porque que él pudo y yo no?, En ese
momento como somos cómodos, en vez de tratar de igualarlo
nos dedicamos simple y llanamente a criticarlo.
Estos son tiempos de aprendizaje para
todos y deberíamos pensar en algo muy importante,
¿Qué es la madurez? Yo diría es la gran
capacidad de adaptación al cambio de una
persona. Dejar
de aprender es dejar de crecer, pensar que todo lo sabemos y que
somos perfectos nunca nos llevara al EXITO personal y por
tanto seremos siempre mediocres en este mundo competitivo en
donde o somos espectadores o somos actores de nuestro propio
destino.
La excelencia no se espera, se busca, para esto debemos
pensar que tenemos grandes errores estructurales en nuestra
empresa,
pensemos como esta orientado la mayoría de los organigramas en
las empresas que no buscan la excelencia, es muy simple, en la
punta aparecen el gerente y bajo
él los demás, mientras que en las empresas de
excelencia lo primero son los CLIENTES y
después de ellos LOS EMPLEADOS, ¿pero y porque
ellos se preguntarían algunos? , La respuesta es igual de
simple, quien toca los productos que nosotros fabricamos, quienes
atiende en nuestros negocios,
quien trata con nuestros clientes a
diario?, Son nuestros empleados y que requieren el mayor grado de
atención de parte de toda empresa.
Antes de producir productos de calidad hay que producir
manos de calidad, pero ¿Qué es la calidad? Es todo
lo que exceden en bien. No todo lo que excede es positivo, no
todo cambio es
positivo, no porque hoy no soy borracho y mañana comienzo
a tomar (y he cambiado) eso implica que he mejorado verdad?, En
pocas palabras no todo cambio implica progreso pero para que
exista excelencia debe existir progreso y para que exista
progreso debe existir cambio.
Este progreso debe ser parte sustancial de la
idiosincrasia de un país, comencemos a educar comencemos a
borrar todo lo aprendido y a estudiar las nuevas costumbres que
nos lleven hacia el éxito, en la medida en que eduquemos a
un niño tenemos un adulto menos que corregir.
¿Cuál es la diferencia entre las empresas
de éxito y las empresas mediocres?, La diferencia radica
en que la una la gente quiere trabajar y en la otra la gente
tiene que trabajar. Preguntemos ¿Por qué una
persona ama a
otra? No es por el dinero ni
por una cara bonita es exclusivamente por el trato hacia mi
pareja, él decirle por ejemplo "El aroma de esta flor me
recordó tu presencia", después de un halago como
estos que le den a su pareja hallará un nuevo sentido a la
famosa "NOCHE BUENA".
Las empresas de excelencia son aquellas que pagan bien
espiritualmente vía RECONOCIMIENTO, los empleados de
excelencia requieren tres cosas.
Educación (Capacitación Continua) | |
Salarios Justos | |
Reconocimiento |
En la medida en que nosotros optemos por el cambio
positivo que nos implique progreso, más corto se nos
hará el camino hacia el éxito.
En las circunstancias más adversas de nuestro
diario vivir yo me he preguntado:
¿Dónde están tus manos
señor, al ver niños
trabajando en las calles?
¿Dónde están tus manos
señor, al ver a las madres abandonadas y
desamparadas?
¿Dónde están tus manos
señor, al ver más divorcios y hogares
destruidos?
¿Dónde están tus manos
señor, al ver la corrupción
de nuestro país?
¿Dónde están tus manos
señor, al ver las injusticias sociales?
Y de pronto una voz interna me responde y me dice en el
silencio de mi alma, mis manos son tus manos hijo
mío.
Que entendí con esto, que la solución y el
camino al éxito no es solo cuestión de
oración y de esperar milagros, el cambio radica en la
medida en que cada uno de nosotros arrimemos el hombro para
buscar la excelencia y la calidad total en
nuestras vidas, es la medida en que hagamos el bien a los
demás, es la medida en que crecemos interiormente y que
nos atrevemos a soñar.
No es pecado no alcanzar nuestros sueños pero si
es pecado el no tener sueños, atrevámonos a encarar
este desafío, atrevámonos a soñar,
atrevámonos a alcanzar una estrella, atrevámonos a
dirigir nuestra mirada al cielo, atrevámonos a ser LAS
MANOS DE DIOS.
Ing. Fabián Muñoz
No se permite reproducción totales ni parciales de este
documento sin la autorización del autor