- Definiciones de la Etica
Informática - Los Códigos
Deontológicos en Informática - Contenidos de la Etica
Informática. - Situación Actual de la
Etica de la Informática
La Ética de
la Informática (EI) es una nueva disciplina que
pretende abrirse campo dentro de las éticas aplicadas y
que ha emergido con fuerza desde
hace unos pocos años en el mundo anglosajón. El
origen remoto de la EI está en la introducción cada vez más masiva de
los ordenadores en muchos ámbitos de nuestra vida social,
cada vez más computerizada. Muchas profesiones reivindican
para sí una ética particular con la cual pueden
regirse ante los problemas
morales específicos de esa profesión o actividad
ocupacional. La existencia de la EI tiene como punto de partida
el hecho de que los ordenadores suponen unos problemas
éticos particulares y por tanto distintos a otras
tecnologías. En la profesión informática se
quiere pasar de la simple aplicación de criterios
éticos generales a la elaboración de una
ética propia de la profesión. Los códigos
éticos de asociaciones profesionales y de empresas de
informática van en esa dirección.
El plantear una disciplina como la EI implica salir al paso de
afirmaciones como "la ética no tiene nada que ver con los
ordenadores" o "no hay una ética especial para los
informáticos". Realizar la primera afirmación
supone no reconocer los dilemas éticos en las tareas del
informático que son potenciados por el mismo desarrollo
tecnológico. Contrarrestar la segunda afirmación,
en cambio, supone
demostrar que sí hay necesidad de una ética
especial para los informáticos. Así como otras
ciencias y
profesiones han tenido siglos para desarrollar conceptos
éticos con los cuales tratar sus problemas (entre ellos,
los provocados por las nuevas
tecnologías), las tecnologías de la información llevan sólo unas pocas
décadas de existencia para crear, como otras disciplinas
lo han hecho, sus propios estándares éticos.
Definiciones de la Etica
Informatica
La definición más
restrictiva de la EI es el considerarla como la disciplina que
analiza problemas éticos que son creados por la tecnología de los
ordenadores o también los que son transformados o
agravados por la misma, es decir, por las personas que utilizan
los avances de las tecnologías de la información.
Algunos de los autores se plantean si la cambiante
sofisticación tecnológica plantea nuevos dilemas
éticos o si las cuestiones éticas permanecen
constantes.
Otras definiciones de la EI son mucho más amplias. No se
reducen a un nuevo campo de ética aplicada sino que, por
ejemplo, en Moor, la EI es el análisis de la naturaleza y el
impacto social de la tecnología informática y la
correspondiente formulación y justificación de
políticas para un uso ético de dicha
tecnología. La EI estaría relacionada con los
problemas conceptuales y los vacíos en las regulaciones
que ha ocasionado la tecnología
de la información. El problema es que hay una falta de
reglamentación en cómo utilizar estas nuevas
tecnologías que posibilitan nuevas actividades para las
cuales no hay o no se perciben con nitidez principios de
actuación claros. Las personas con responsabilidades en el
área de diseño
o gestión
de sistemas de
información cada vez han de tomar más
decisiones sobre problemas que no se resuelven con lo legal y lo
cuasi-legal (reglamentos, manuales de
procedimiento
de las empresas, etc.) sino que rozan lo ético mismo. La
tarea de la EI es aportar guías de actuación cuando
no hay reglamentación o cuando la existente es obsoleta.
Al vacío de políticas se añade generalmente
un problema de vacío conceptual. Por ello la EI
también ha de analizar y proponer una marco conceptual que
sea adecuado para entender los dilemas éticos que ocasiona
la informática.
Otra definición más englobante viene de Terrel
Bynum, que basándose en Moor, define la EI como la
disciplina que identifica y analiza los impactos de las
tecnologías de la información en los valores
humanos y sociales. Estos valores
afectados son la salud, la riqueza, el trabajo, la
libertad, la
democracia,
el
conocimiento, la privacidad, la seguridad o la
autorrealización personal. En este
concepto de EI
se quieren incluir términos, teorías
y métodos de
disciplinas como la ética aplicada, la sociología de los ordenadores, la evaluación
social de las tecnologías o el derecho
informático.
Los que escriben sobre esta materia no
tienen como objetivo
adoctrinar o hacer proselitismo sobre una manera concreta de
pensar tratando de transmitir un conjunto de valores concretos.
La intención es incorporar una conciencia social
relacionada con la tecnología informática y
también ayudar a los informáticos a utilizar los
ordenadors no solo con eficiencia sino
con criterios éticos. El objetivo es tomar decisiones
sobre temas tecnológicos de manera consistente con la
afirmación de los propios valores que uno profesa o con
los derechos humanos
en general.
Para ello esta disciplina se plantea varios objetivos
intermedios. Por un lado, descubrir y articular dilemas
éticos clave en informática. Determinar en
qué medida son agravados, transformados o creados por la
tecnología informática. Ante los dilemas
éticos que ocasiona la informática, analizar y
proponer un marco conceptual adecuado y formular principios de
actuación para determinar qué hacer en las nuevas
actividades ocasionadas por la informática en las que no
se perciben con claridad líneas de actuación. Por
último, siempre se pretende un análisis
ético de casos realistas y significativos.
Para realizar lo anterior, la EI prentende tener en cuenta dos
aspectos. Por un lado, utilizar la teoría
ética para clarificar los dilemas éticos y detectar
errores en el razonamiento ético. Por otro, colaborar con
otras disciplinas en ese debate, siendo
conscientes de los puntos de vista alternativos en las cuestiones
referentes a valores y sabiendo discriminar en los distintos
casos entre las consideraciones éticas y las técnicas.
Sin embargo, la EI puede ir más allá. No solo
proponer principios de actuación y ver qué valores
son afectados sino reconsiderar valores que son de hecho
asumidos. Por ejemplo, el software supone un tipo de
propiedad que
no encaja perfectamente en el concepto de propiedad tradicional.
La EI puede analizar qué tipo de propiedad es el software,
pero puede plantearse un debate más profundo
preguntándose por qué ha de existir propiedad
intelectual. Esto supone plantearse de manera nueva valores
antiguos y reconsiderar su vigencia.
Los Codigos
Deontologicos en Informatica
Las asociaciones de
profesionales de informática y algunas empresas
relacionadas con la informática han desarrollado
códigos de conducta
profesional. Estos códigos tienen distintas funciones:
- El que existan normas
éticas para una profesión quiere decir que un
profesional, en este caso un técnico, no es solo
responsable de los aspectos técnicos del producto,
sino también de las consecuencias económicas,
sociológicas y culturales del mismo. - Sirven también como un instrumento flexible
como suplemento a las medidas legales y políticas, ya
que éstas en general van muy lentas comparadas con la
velocidad
del desarrollo de las tecnologías de la
información. Los códigos hacen de suplemento a la
ley y sirven de
ayuda a los cuerpos legislativos, administrativos y
judiciales. - Sirven como concienciación pública, ya
que crear unas normas así hace al público
consciente de los problemas y estimula un debate para designar
responsabilidades. - Estas normas tienen una función
sociológica ya que dan una identidad a
los informáticos como grupo que
piensa de una determinada manera; es símbolo de sus
estatus profesional y parte de su definición como
profesionales. - Estas normas sirven también como fuente de
evaluación pública de una profesión y son
una llamada a la responsabilidad que permiten que la sociedad sepa
qué pasa en esa profesión; aumenta la
reputación del profesional y la confianza del
público. - En las organizaciones
internacionales estas normas permiten armonizar legislaciones o
criterios divergentes existentes (o ausentes, en su caso) en
los países individuales.
Sin embargo, la crítica que se hace a estas
asociaciones en que han hecho poco por hacerlos cumplir, por
imponer sanciones si no se cumplen o por comprobar si se aplican
o si son relevantes o pertinentes. De hecho hay códigos
que no son conocidos por los miembros de sus profesiones y menos
por sus clientes. Parker
denuncia que tampoco se reinterpretan, es decir, que exceptuando
las situaciones más obvias, que son a las que que hacen
referencia estos códigos, no se sabe casi nada de la
eticidad de la mayoría de las acciones en
las que se mueven los informáticos. En general,
también suelen faltar las medidas disciplinares,
necesarias cuando las actividades de un miembro están en
conflicto con
la letra o el espíritu del código.
También se critica que muchos códigos son el fruto
del pensamiento
tecnológico de los países desarrollados que no
tienen en cuenta diferencias en valores sociales y culturales.
Incluso hay asociaciones feministas que opinan que los
códigos éticos de las asociaciones de
informáticos reflejan valores denominados "masculinos"
pues son códigos "creados por profesionales varones para
técnicos varones". En general lo códigos no
atienden a los grandes temas éticos de justicia a los
que nos enfrentamos en nuestro tiempo:
desigualdad económica, desempleo,
pobreza,
racismo,
opresión del tercer mundo… La relación de estos
problemas con las tecnologías de la información no
es directa, ni unívoca ni de una forma en la que haya un
consenso global pero al menos sí se admite que los
ordenadores y las telecomunicaciones, al ser ya parte de nuestra
vida colectiva, pueden y deben aportar algo en estos
problemas.
El que las asociaciones de profesionales de informáticos
busquen códigos de ética que les obliguen a un modo
de actuar tiene algo de positivo. Quiere decir que en esta
sociedad tecnocrática los técnicos se están
haciendo conscientes de las consecuencias de su trabajo. Son los
informáticos los que conocen en profundidad la naturaleza
de los sistemas
informáticos, la verdad sobre los sistemas de seguridad,
los posibles daños por un mal uso del sistema y la
verdadera intención de sus usuarios. Para evitar
confusiones sobre la relación entre la profesión y
la sociedad hay que responder adecuadamente a ¿a
qué fin o bien sirve un informático?
¿cómo es el proceso de
toma de
decisiones en la relaciones entre tu profesión y la
finalidad a la que dices servir?. Los códigos son un paso
en la concienciación de las sociedades y
organizacines que quieren mejorar situaciones en las que los
impactos sociales del desarrollo tecnológico no se tienen
en cuenta. No tienen que duplicar lo que ya existe en la ley. La
ley trata de la legalidad de las prácticas sociales, es
normativa por definición y se impone con sanciones. Los
códigos, en cambio, tratan del comportamiento
según principios éticos, su normatividad es no
más mostrar una declaración de intenciones sobre la
"misión"
de una institución y la coerción real con que se
imponen es pequeña, aunque en algunos casos se incluyen
expulsiones de la asociación en cuestión. La ley es
el acercamiento de más poder
normativo y asigna con claridad los derechos, responsabilidades
y deberes de cada uno.
Contenidos de la
Etica Informatica.
Al no ser la EI una disciplina aún asentada y con
una tradición constrastada y compartida por muchos
autores, no hay unanimidad en los contenidos de este área.
En los párrafos que siguen indicamos una
recopilación de temas y problemas que aparecen en los
distintos autores.
- Etica profesional general. Un primer
capítulo de problemas de EI lo podemos englobar en el
epígrafe "ética
profesional general" porque hace referencia a problemas que
son comunes a otras actividades ocupacionales. Por un lado
están los criterios de moralidad personal, entendiendo
como tales los criterios, obligaciones
y responsabilidades personales de los profesionales. Por otro
lado están los problemas interiores a la empresa:
relaciones empleador-empleado, lealtad organizacional, interés
público (whistle blowing), el comercializar productos
similares a los de tu empleador, etc.. En este bloque existen
nuevos problemas que han sido creados o acentuados por las
nuevas tecnologías: aumento de vigilancia en las
oficinas automatizadas por medio del control del
correo
electrónico dentro de la empresa o de la
información sobre el uso de ordenador que hace cada
empleado, investigar en registros
personales para detectar uso de drogas en
los empleados, etc.. Por último, hay también
problemas de ética que hacen referencia a
prácticas comerciales incluyendo contratos,
acuerdos y conflictos
de interés, como, por ejemplo, proponer programas
informáticos inferiores, comercializar software sabiendo
que tiene fallos (bugs), etc.. - La utilización de la
información
Un capítulo de problemas que aparece en esta área
es el relativo al uso no autorizado de los servicios
informáticos o de la información contenida en
ellos. Se plantean problemas de invasión de la
privacidad, de falta de confidencialidad en la
información, sobre todo de datos
sensibles. Los esfuerzos por proteger la integridad y
confidencialidad de la información chocan con la
necesidad de información de las entidades
públicas y privadas y los entornos académicos o
de investigación, es decir, con su derecho a
la libertad de información.
Con respecto al mismo hecho de la información que existe
en los distintos sistemas informáticos se plantean
problemas concretos como pueden ser el uso de datos personales
sin pedir permiso del sujeto, el ojear registros personales, el
desarrollo de tarjetas de
crédito inteligentes que almacenan
información que no tiene que ver directamente con el
crédito sin que lo sepan los titulares de las tarjetas,
la definición de contenido apropiado o censura en los
contenidos de la información (apologías de
terrorismo,
racismo, pornografía infantil…). Puede haber
también injusticias o situaciones de inequidad en el
mismo acceso a las redes de
información. - Lo informático como nueva forma de bien o
propiedad
Otro capítulo de problemas a los que la EI quiere
atender hace referencia al software informático como un
bien que tiene características específicas. Los
programas de ordenador supone un tipo de propiedad de bien que
no encaja fácilmente en los conceptos de propiedad de
otros tipos de bienes. En
principio parece que el problema podría subsumirse y
reducirse a la protección de propiedad intelectual. Sin
embargo, la pregunta que surge al plantearnos la
protección de software es qué es de hecho un
programa.
¿Es un algoritmo o
una idea que no puede ser poseído por nadie porque
pertenece al patrimonio
cultural de la humanidad? ¿es propiedad intelectual que
puede ser poseída y protegida?
De esta situación se generan nuevos problemas
posesión de propiedad, atribución, pirateo,
plagio, derechos de
autor, secretos industriales, derechos sobre productos,
etc. Unido a esto están los problemas de cesión
de software comercial, la producción de software nuevo a partir de
un programa ya existente, la mejora de productos utilizando
materiales
registrados de la competencia, la
reclamación de la propiedad de un software realizado por
uno en la universidad
o en la empresa, etc. - Lo informático como instrumento de actos
potencialmente dañinos
Un capítulo que en algunos casos se incluye como
específico de la EI y en otros no es el de los hechos en
los cuales lo informático es el medio o instrumento por
medio del cual se cometen acciones que provocan daño a
terceras personas. Los que proveen servicios
informáticos y los que utilizan ordenadores, datos y
programas han de ser responsables de la integridad y
convenciencia de los resultados de sus acciones. Aquí se
puede mencionar las consecuencias de los errores en datos y
algoritmos,
los problemas que se pueden causar por la falta de
protección en la seguridad de sistemas con datos
sensibles o que implican riesgos en
la salud de clientes, los actos de terrorismo lógico,
las acciones de fanáticos, el espionaje de datos, la
introduccion de virus y
gusanos. En el fondo se trata no solo de luchar contra acciones
expresamente dañinas sino de fomentar una
responsabilidad en las aplicaciones informáticas que
pueden tener consecuencias controvertidas o que incluso pueden
ser desconocidas. - Miedos y amenazas de la
informática. - En algunos casos se incluyen en la EI unas
consideraciones sobre las visiones antropomórficas de
los ordenadores como máquinas
pensantes o como productores de verdades absolutas e
infalibles. Se trata de analizar las implicaciones de la
llamada inteligencia
artificial, las redes
neuronales o el papel que
están llamados a jugar los sistemas
expertos de un tipo u otro.
Un caso concreto en
este capítulo es el planteado por los sistemas de
decisión informatizados (SDI), que son ya parte de los
mecanismos de decisión en muchas organizaciones privadas
y públicas. Los beneficios de los SDI son claros:
permiten tratar y gestionar la complejidad y la incertidumbre
de manera racional, son eficientes y actúan según
criterios consistentes. Sin embargo, también plantean
problemas éticos. Por un lado, los referentes a los valores
internos a los sistemas (por ejemplo, cómo gestionar los
riesgos para la salud humana o cómo hacer equivalencias,
si es que es justo, entre la vida humana y ciertas cantidades
de dinero); por
otro lado, posibles sesgos escondidos en el proceso de toma de
decisiones; por último, hasta qué punto son los
diseñadores de estos sistemas responsables de los
resultados de los mismos. - Dimensiones sociales de la informática.
La informática ha contribuído en el desarrollo
positivo de los medios de
comunicación social. Las tecnologías de la
información han hecho posible las comunicacines
instantáneas, el acumular y diseminar información
y hechos como el turismo de masas. Sin
embargo, al plantear cuesiones éticas, los autores se
fijan más en aspectos problemáticos de la
implantación de las tecnologías de la
información que en sus logros positivos. Esto no por un
afán tecnofóbico o de buscar solo lo negativo en
la técnica, sino por buscar, desde una visión
positiva hacia la técnica, cómo hacer que las
consecuencias negativas de las nuevas tecnologías se
transformen en positivas saliendo así del determinismo
tecnológico en el cual la técnica es el fin y no
el medio y el ser humano sirve a la técnica y no
ésta a las necesidades humanas.
La accesibilidad, la distribución equitativa, la justicia
social, el trabajo autorrealizante, el crecimiento sostenido,
etc. son valores que están en juego en la
implantación de las nuevas tecnologías. Como
contribuciones problemáticas de las tecnologías de
la información, está el papel que juegan en
la
globalización de la economía, las
fusiones
empresariales o en el aumento continuo del abismo entre los
países desarrollados y en desarrollo. Dentro de las
empresas hay también hechos que son muy afectados por la
introducción de las tecnologías de la
información: la reingeniería
de procesos, racionalización de la gestión, con
lo que lleva de pérdidas de puestos de trabajo, aumento de
desigualdades, deshumanización y otros impactos en las
condiciones de trabajo, la ultracompetitividad, la
distribución de poder, los cambios en los procesos de
toma de decisiones, el problema de la centralización y descentralización. Otro aspecto
problemático más concreto es el tema de las
privatizaciones de los sistemas de telecomunicación y las
alianzas de las empresas multinacionales de comunicaciones
que ponen en cuestión lo que debería estar llamado
a ser un "servicio
universal". Aquí se originan problemas de acceso, de
control, de participación, de la lucha entre intereses
privados de lucro o el servicio a las mayorías,
etc.
También se puede mencionar aquí que los
informáticos han sido unos trabajadores clave en la
investigación, desarrollo y producción de la
tecnología militar. Desde la EI se podría
concienciar a los informáticos sobre la eticidad de
desarrollar modos "superinteligentes" para idear sufrimiento y
destrucción humanos y de alimentar mercados
militares en países en desarrollo por parte de los que
poseen tecnología.
Algunas cuestiones pertenecen al nivel macro como la
desigual distribución de información (ricos y
pobres en información), el acceso desigual a los medios
técnicos (incluyendo a las redes de información),
el modo en el que la tecnología de la información
refuerza la actual distribución de poder, la
participación en las decisiones que afectarán a
nuestras vidas en casa o en el trabajo, el control de las redes
de información, la restricción de acceso de
grupos o
individuos que no tienen recursos para
participar en un sistema dominado cada vez más por el
mercado, el
problema de la poca diversidad cultural de los sistemas y medios
de información y comunicación que nos invaden.
También existen análisis sobre otros efectos para
la democracia, la privacidad y las libertades cívicas, los
impactos en la sanidad, en la educación, en la
cultura, en
las familias, en el predominio del paradigma de
la razón instrumental, etc.
La iniciativa de "infraestructura nacional de información"
norteamericana (National Information Infraestructure -NII) es un
ejemplo sintomático de lo que estamos diciendo ahora. En
su planificación inicial había ocho
principios que se querían promover: acceso universal,
libertad de
expresión, sector cívico vital, mercado diverso
y competitivo, igualdad en el
puesto de trabajo, privacidad, políticas
democráticas. Sin embargo, hay denuncias de que esto no es
lo que se está promoviendo. La NII no da acceso universal,
un pequeño número de empresas dominan la red y ejercen una influencia
indebida en su uso y diseño, hay peligro de que carriers o
empresas suministradoras controlen también el contenido de
la red, se puede acabar fomentando más el comercio que
la
comunicación y el acceso a información
pública puede acabar siendo restringido. La NII puede
terminar utilizándose para eliminar otros servicios
públicos esenciales, puede no proteger adecuadamente la
privacidad individual y puede restringir la comunicación
global. Para evitar todo esto ha de haber nuevas políticas
y pautas que sirvan a los intereses públicos.
Situacion Actual de
la Etica de la Informatica
La proliferación de estudios existentes sobre la
EI está teniendo repercusiones en la formación de
los informáticos. Desde hace ya casi dos décadas,
la asociación norteamericana ACM recomienda que un curso
del tipo de la disciplina que estamos analizando en estas
páginas sea parte de los programas de estudios de la
carrera de informática. Solo en las instituciones
universitarias de EEUU se impartieron más de 400 cursos de EI en
1996, sobre un total de 300 un año antes. En el caso
español,
en algunos pocos centros se está comenzado a impartir esta
disciplina. En la revista
Computers and Society se ha llevado a cabo durante varios
números del año 1996 una recopilación
bibliográfica de artículos y otras publicaciones
relacionadas con la EI. Tras la lectura de
algunas de las más de mil referencias que ahí se
citan y apoyados en los comentarios de Kenneth Laudon podemos
decir lo que sigue sobre la situación actual de la
EI:
- No
puede decirse que la naciente literatura de
EI esté, en general, suficientemente asentada en las
teorías éticas, ya sean clásicas o
contemporáneas. Los términos clásicos que
se utilizan en el análisis del comportamiento
ético (por ejemplo, normas, consecuencias, colectividad,
individuo, positivismo,
fenomenología, etc.) no se tienen
suficientemente en cuenta en esta reflexión de la EI.
Sin embargo, algunos autores son excepción y sí
analizan las distintas situaciones según teorías
éticas concretas: Johnson y Berleur contrastan a veces
puntos de vista consecuencialistas con kantianos; Holvast
analiza el deontologismo, el consecuencialismo y lo que
él llama el relativismo ético; Kling analiza con
teorías de Rawls, Kant y de los
utilitaristas el caso de control en el trabajo por medio del
ordenadores, etc. -
Mucha literatura existente tiene una orientación
individualista. Se centra más en lo que tienen que hacer
los empleados, directivos o diseñadores como personas
individuales implicadas en las tecnologías de la
información. Se habla menos de que es bueno o
ético en cuanto a organizaciones, instituciones o
corporaciones. Se dedica más tiempo a tratar sobre la
elección moral del
trabajador que a las elecciones de las organizaciones y sus
gestores. Tampoco se dedica mucho espacio a los usos
políticos de las tecnologías de la
información o a consideraciones éticas sobre una
sociedad intensiva en información. Falta una
sistematización de la EI, indicando problemas, niveles
de análisis, caminos recomendados. En este punto es una
excepción la iniciativa ImpactCS, en la que un conjunto
de expertos en impacto social y ética de la
informática quieren atender de manera sistemática
a distintos niveles de reflexión en lo que respecta a
esta disciplina. - La
literatura existente es más sociológica que
ética; es menos prescriptiva o normativa que
descriptiva. En general no se ofrecen principios de
actuación o respuestas a las preguntas "debe"
(qué debería hacer yo como persona, que
debería hacer yo y los míos como organización, qué normas sociales
deberíamos promover, que leyes debemos
tener…). El objetivo de la EI no es solamente proponer
análisis sobre "sociología de la
informática" o sobre la evaluación social de las
tecnologías (technology assessment) sino ir algo
más allá en el sentido de proporcionar medios
racionales para tomar decisiones en temas en los que hay en
juego valores humanos y dilemas éticos.
Conclusion
Hemos analizado en las
páginas precendentes la situación de esta nueva
disciplina que se denomina Ética Informática. Para
ello hemos comenzado este estudio con un título,
"¿Qué es la ética de la
informática?", que no es original, sino que es el mismo
que encabeza un artículo de James Moor escrito en 1985,
What is Computer Ethics?, que se ha convertido en un
clásico de la EI y que ha sido publicado en casi media
docena de sitios.
Tras la presentación de esta nueva disciplina,
Ética Informática, podemos concluir que estamos
ante un intento serio de proponer una reflexión
sistematizada de los aspectos éticos de una de las
características más relevantes de nuestro mundo: la
dimensión informacional de la sociedad. La EI forma parte
de la "vuelta a la ética" que se está dando en el
pensamiento filosófico y en otros campos de la actividad
social, que se traduce en ámbitos técnicos en
evitar la absolutización de la racionalidad instrumental y
del pragmatismo
técnico. El que la ciencia
avance y la técnica ofrezca cada vez mejores soluciones a
problemas prácticos no quiere decir que los problemas
éticos o las cuestiones de sentido queden resueltos de
manera satisfactoria o no tengan ya lugar. Los problemas
éticos, sociales o de sentido de una sociedad no se
resuelven simplemente con un progreso tecnológico, en este
caso un progreso en las tecnologías de la
información.
De lo anterior podemos también concluir que estamos antes
nuevos retos tanto en el mundo profesional y como en el mundo
educativo. Los códigos deontológicos
informáticos pretenden responder a las cuestiones
éticas que surgen en la vida profesional. Sin embargo, no
son una respuesta suficiente a los problemas derivados de la
tecnificación de las profesiones, aunque sí un
medio de plantearse los problemas y concienciarse de la
relevancia de los mismos. Por otro lado, la EI supone un reto
para la vida educativa, en el sentido de que educar en
concienciación ética ha de ser también parte
de los curricula de los centros de enseñanza e investigación
informática. Como se ha indicado antes, el sistema
educativo latinoamericano lleva en esto bastante retraso
comparado con el norteamericano y el europeo. El reto de proponer
una reflexión ética resulte significativa para los
informáticos está todavía por llevarse a
cabo. Por otro lado, esta reflexión debería tener
matices propios que no supongan un seguimiento literal de los
patrones anglosajones que, por ejemplo, pecan de individualismo y
utilitarismo.
Terminamos con un apunte sobre la misma expresión
"ética de la informática". Si Moor hablaba de la EI
como el estudio del impacto de los ordenadores, años
más tarde Bynum habla del impacto de la tecnología
de la información (TI), aunque hoy en día
sería más propio hablar ya del impacto de las
tecnologías de la información y las comunicaciones
(TIC). Pues bien, la expresión misma "ética de la
informática" puede quedar obsoleta y habrá que
buscar una expresión que incluya no solo a la
informática sino a todo el conjunto de las
tecnologías de la información y las
comunicaciones.
Jose Luis Escobar Amezquita