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Dimensión empresarial de la esponsorización




Enviado por josicu



    1. Modalidades de promoción
      empresarial
    2. La esponsorización como
      forma de promoción empresarial
    3. Los motivos de elección de
      la esponsorización como medio de promoción
      empresarial
    4. La esponsorización y los
      mensajes de la comunicación
      empresarial.
    5. Peculiaridades de los mensajes de
      la esponsorización respecto de los de la
      publicidad.
    6. Objetivos de la
      esponsorización
    7. Evaluación y
      medición de la eficiencia de la
      esponsorización

    Debido al rol que cumple la esponsorización en el
    ámbito empresarial, hecho que la doctrina es dominante al
    considerarla como tal, abordemos el estudio de la
    esponsorización desde su incardinación en el mundo
    de la empresa.
    Aquí analizaremos la dimensión empresarial de la
    esponsorización, ocupándonos, entre otras
    cuestiones, de su encaje en las diversas formas de promoción empresarial, de las
    peculiaridades que presentan los mensajes de
    esponsorización en relación con los de la publicidad.

    1. MODALIDADES DE
      PROMOCIÓN EMPRESARIAL

    La empresa, para
    colocar sus productos en
    el mercado, debe
    poner en marcha un proceso de
    comunicación con el fin de informar y
    persuadir a los clientes
    potenciales, toda vez que la mera puesta de un buen producto o
    servicio a
    disposición del cliente a un
    precio
    competitivo no es suficiente para garantizar su éxito.
    Como señala SANTESMASES, la promoción empresarial
    tiene por objeto comunicar la existencia del producto, dar
    a conocer sus características, ventajas y las necesidades
    que satisface. Así pues, con la expresión
    "promoción" se designa un conjunto de actividades de
    comunicación con el mercado "objetivo".
    Estas actividades –herramientas o
    instrumentos de la "promoción"- son, básicamente,
    las siguientes: la fuerza de
    venta (la
    venta personal); la
    publicidad; la
    promoción
    de ventas; y las relaciones
    públicas.

    1. Con el término "la fuerza de
      venta" se alude a la acción del personal de
      venta de la empresa
      sobre los clientes
      potenciales de la misma con la finalidad de conseguir la
      venta de sus productos
      o servicios.
      "La venta personal" constituye una forma de promoción
      directa que presenta como inconveniente, entre otros, el
      hecho que a veces es difícil acceder al comprador
      potencial; además, requiere un adecuado entrenamiento
      del vendedor; su utilización supone, por tanto, un
      alto coste. En contrapartida ofrece ciertas ventajas, tales
      como su flexibilidad y la posibilidad de conocer de inmediato
      la reacción del posible comprador.
    2. En el campo de la promoción empresarial, se
      define la publicidad como toda transmisión de
      información impersonal efectuada a
      través de los medios
      de comunicación de masas (prensa,
      radio,
      televisión, etc.), mediante anuncios
      o inserciones pagados por el anunciante. La publicidad se
      concibe como un proceso
      de comunicación con una finalidad comercial. Para la
      eficacia
      de este proceso de comunicación, la empresa
      deberá planificar su actividad publicitaria; esto
      es, deberá identificar el público al que
      quiere dirigirse, construir adecuadamente los mensajes que
      quiere transmitir, elegir los medios
      más adecuados para lograrlos, etc. La finalidad
      comercial diferencia esta figura de la propaganda. Así, mientras la primera
      pretende persuadir, la segunda está orientada a
      fines sociales, políticos, religiosos, etc., pero no
      comerciales. Este instrumento de promoción se
      caracteriza, entre otras notas, por ser una forma de
      comunicación impersonal, lo que resta, en ocasiones,
      eficacia
      a su utilización. Como ventajas, entre otras,
      presenta la de que el emisor controla en todo momento el
      mensaje. Debe, por último, señalar que no
      sólo el empresario-productor o comerciante precisan
      de este mecanismo (la publicidad) para poner de manifiesto
      las bondades de sus productos, pues también el
      consumidor reclama la publicidad para
      el
      conocimiento de los bienes y
      servicios que el mercado ofrece.

      Aunque la promoción de ventas resulta un
      instrumento muy eficaz para estimular la compra a corto
      plazo, puede, sin embargo, reducir las compras
      posteriores, si no existen otros factores que contribuyan a
      mantener el nivel de demanda.
      Además, es posible que el comprador se
      habitúe a comprar el producto exclusivamente en
      época de promoción de ventas

    3. Al igual que ocurre con la publicidad, existen
      múltiples definiciones de la promoción de
      ventas.
      Una de ellas es la que propugna KOTLER, que la define como un
      conjunto de instrumentos de incentivos,
      generalmente a corto plazo, diseñados para estimular
      rápidamente la compra de determinados productos o
      servicios por los consumidores o los comerciantes. Las
      técnicas utilizadas para este fin son
      muy variadas, pudiendo consistir en rebajas o descuentos en
      los precios,
      entrega de muestras gratuitas, regalos, premios,
      demostraciones, etc.
    4. Con el término "relaciones
      públicas" se alude al conjunto de actividades
      llevadas a cabo por las organizaciones, con el fin genérico de
      conseguir, mantener o recuperar la aceptación,
      confianza y el apoyo de una diversidad de públicos, no
      siempre relacionados con los productos o actividades que
      desarrolla la empresa o entidad. A la vista de esta
      definición puede afirmarse que el fin de las
      relaciones públicas es crear y desarrollar una
      imagen
      favorable de la
      organización, tanto para los públicos
      internos a la misma (obreros, cuadros intermedios,
      vendedores, etc.), como para los externos (poderes
      públicos, proveedores, distribuidores, consumidores,
      etc.).

    SANTESMASES ha sistematizado así las características que presentan las
    relaciones públicas: 1ª, es una actividad habitual y
    planificada. Las actuaciones irregulares e improvisadas no tienen
    cabida en las relaciones públicas; 2ª, con esta
    técnica se trata de obtener la confianza de los
    públicos a los que se dirige. No existe una
    proposición directa de venta, pero sí la hay
    indirecta. Se espera que la confianza obtenida conduzca a una
    opinión positiva y favorable que predisponga a adquirir
    los productos o a apoyar las iniciativas de quien realiza la
    actividad promocional; 3ª, está dirigida a una
    multitud de públicos heterogéneos; 4ª,
    la
    comunicación no es repetitiva. Así como la
    repetición es una característica de la publicidad,
    en las relaciones públicas actúa de forma negativa;
    5ª, el mensaje es más sutil que el de la publicidad o
    el de la venta personal; 6ª, el mensaje es más
    creíble que el de las restantes herramientas
    utilizadas en las Estrategias de
    Comunicación Comercial de la empresa.

    1. LA
      ESPONSORIZACIÓN COMO FORMA DE PROMOCIÓN
      EMPRESARIAL

    En el tratamiento de este punto parece oportuno comenzar
    aludiendo a los principales argumentos que suelen esgrimirse en
    contra de la consideración de la esponsorización
    como forma de promoción empresarial; argumentos que,
    según GILLIES, pueden sintetizarse en los
    siguientes:

    1. El temor que la fuerza de trabajo reaccione en
      contra. Los elevados presupuestos que requieren estos mecanismos
      pueden no ser comprendidos por los trabajadores, sobre todo
      en situaciones en las que la empresa se ve amenazada por la
      posibilidad de cierre de alguna de sus factorías. Este
      argumento es rebatido por la autora citada señalando
      lo irreal que resulta en la práctica la
      oposición de la fuerza de trabajo a los gastos
      realizados por las empresas en
      campañas de televisión.
    2. La creencia que si se asume por la empresa la
      esponsorización de alguna actividad quedará
      sometida a una avalancha de peticiones, creencia que puede
      ser fundada pero que choca con los criterios de planificación y gestión que rigen la moderna vida
      empresarial. La política corporativa de la
      compañía en estos temas puede alejar, sin duda
      alguna, este inconveniente.
    3. La creencia de los directivos que estas técnicas no tiene valor
      alguno. A ello objeta GILLIES preguntando si realmente
      está explicado lo que es la esponsorización. Si
      el presidente de la compañía no distingue la
      "esponsorización" de la donación, la dificultad
      es importante. Fácilmente se ve que el remedio a la
      situación se encuentra en una información bien dirigida.
    4. A veces se invocan dificultades legales, tales como
      el hecho que la ley no
      permite promover tal o cual producto (por ejemplo, el
      alcohol).
      Pero es en estos casos donde, a veces, la
      esponsorización se revela de gran utilidad
      empresarial. De hecho, como han puesto de relieve
      SAHNOUN y DOURY, en sectores industriales cuya publicidad
      está reglamentada es frecuente la utilización
      de operaciones
      de esponsorización en tanto que con ellas, en
      ocasiones, la empresa puede esquivar la ley y
      anunciarse.

    En fin, como se ha visto, los argumentos utilizados en
    contra de la esponsorización como forma de
    promoción empresarial no son convincentes. La
    práctica demuestra el rendimiento que las empresas obtienen
    empleando esta técnica de promoción.

    Pues bien, frente a la posición adversa a la
    concepción de la esponsorización como una forma de
    promoción empresarial se alza la fuerza de la realidad,
    que revela la viveza y progresiva difusión del recurso a
    la esponsorización como instrumento de promoción
    empresarial. ROCA se ha referido a los factores que han incidido
    en su rápido desarrollo y,
    entre ellos, destaca el cambio de las
    políticas gubernamentales, cuyas
    restricciones a la publicidad sobre tabaco y alcohol han
    llevado a las empresas a la búsqueda de nuevos medios de
    hacerse presentes; el aumento significativo de los costes de
    publicidad; el creciente interés de
    los gobiernos en promocionar el deporte para aprovechar su
    imagen con
    fines electorales o institucionales; el auge creciente de la
    llamada "promoción de la imagen de la empresa" ("Corporate
    Image"); el imparable desarrollo de
    la importancia del papel social
    que la empresa puede o debe jugar en el país; el alcance
    que el patrocinio logra merced a los medios de
    comunicación y, por último, el aumento del
    tiempo de ocio
    -en parecidos términos se expresa SLEIGHT-. Por su parte,
    José Antonio GÓMEZ SEGADE ha puesto de manifiesto
    la influencia que ha tenido el desarrollo de la
    esponsorización en el cambio de
    actitud en
    relación con la comercialización de los derechos de la
    personalidad, en concreto, del
    derecho al nombre y a la propia imagen; si en épocas
    pasadas se consideraba deshonroso que alguien permitiese la
    utilización de su nombre o imagen como reclamo para la
    adquisición de productos o servicios, hoy, por el
    contrario, se admite con naturalidad la posibilidad de su
    cesión a efectos publicitarios.

    En fin, como ha destacado BELLO, los medios
    clásicos de comunicación en algunos casos son
    insuficientes para transmitir determinadas imágenes
    y, en otros, han quedado inoperantes debido a diversos factores,
    tales como los elevados costes, el grado de saturación,
    las restricciones de los espacios publicitarios televisivos, etc.
    En este marco crece la esponsorización como nueva forma de
    comunicación que ha sido denominada por CEGARRA
    "comunicación por la acción". BELLO pone de
    relieve la
    atadura recíproca que la inclusión en la empresa de
    esta nueva forma de comunicarse produce entre mercado, producto y
    empresa, introduciéndose un nuevo elemento en esta
    unión: el evento o acontecimiento. Este engarce trae como
    consecuencia una interrelación con los elementos ya
    citados dando a la
    comunicación su propia personalidad y
    sus propios valores.

    Llegados a este punto, hay que preguntarse si la
    esponsorización constituye una forma autónoma y
    diferenciada de promoción empresarial, o si, por el
    contrario, hay que integrarla dentro de alguna de las modalidades
    de promoción más arriba examinadas. Pues bien,
    conforme a una corriente doctrinal predominante parece que la
    esponsorización no representa por sí mismo una
    forma sustantiva e independiente de promoción, sino que la
    misma se manifiesta como una forma subsumible dentro de las
    relaciones públicas. En efecto, a través de la
    esponsorización, el espónsor busca crear y afirmar
    una imagen favorable, ya de su empresa, ya de sus productos, en
    el público al que se dirige, que lo predisponga a adquirir
    sus productos o a apoyar su organización

    1. La selección de los medios de
      promoción empresarial en función de las finalidades a
      conseguir es una tarea prioritaria de la empresa. De
      ahí que un análisis de los medios a utilizar sea
      fundamental para que las necesidades de comunicación
      de la empresa se reflejen en los resultados. La
      esponsorización ofrece al anunciante, al igual que
      los demás medios de
      comunicación empresarial, la posibilidad de
      llegar a un público determinado. Pero esta
      posibilidad exige un análisis más
      detallado.

      Se ha apuntado dos tipos de criterios para
      seleccionar los medios
      de comunicación empresarial: criterios
      cuantitativos y criterios cualitativos, éste es el
      criterio de clasificación que sigue, entre otros,
      PIQUET. Veamos algunos de estos criterios posibles,
      haciendo especial referencia a lo que la
      esponsorización puede aportar.

      1. La animación de los puntos de venta y
        la mejora de las relaciones de la empresa con sus
        socios comerciales es uno de los criterios posibles que
        las empresas tienen en sus puntos de mira para
        definirse a favor de la concreta técnica de
        promoción consistente en la
        esponsorización. Evidentemente hay cierto tipo
        de eventos que se ajustan perfectamente a
        este tipo de objetivo. Si pensamos en la
        esponsorización de una carrera
        automovilística de Fórmula 1, es
        fácil ver cómo el evento es ideal para
        que los anunciantes inviten a los proveedores a fin que éstos
        mejoren las relaciones con sus clientes. Ahora bien,
        para que la esponsorización pueda ser un
        instrumento eficaz de animación de la red de
        distribución deben tomarse en
        cuenta todos los parámetros evaluándolos
        correctamente. De ahí la conveniencia que el
        acontecimiento pueda tener lugar en varios puntos del
        territorio y que el anunciante esté en
        posición de explotar el acontecimiento para
        atender las demandas.

      2. La selección de los medios de
        comunicación y la distribución

        En términos de comunicación
        suele distinguirse entre audiencia directa y audiencia
        indirecta. El primer término hace referencia al
        número de personas presentes físicamente
        en el lugar del acontecimiento, mientras que el segundo
        alude al número de individuos que han oído hablar del acontecimiento,
        que lo han visto en la pantalla de televisión o
        leído en periódicos o revistas, o
        escuchado en la
        radio. Ciertamente, no todos los eventos tienen la misma audiencia y, por
        otra parte, la elección del tipo de
        acontecimiento influirá en esta materia. Debe señalarse, de otra
        parte, la importancia que para las empresas tiene el
        análisis de la audiencia y de la actividad que
        va a servir de medio de comunicación, sin que se
        pueda desconocer que numerosos fracasos de la
        esponsorización se deben a una
        inadecuación entre el público objetivo y
        el medio de comunicación elegido para
        alcanzarlo.

      3. La selección de los medios de
        comunicación y la audiencia
        "objetivo"

        SZYBOWICZ y MAGISTRALI señalan que el
        patrocinio como técnica de comunicación
        requiere sumas cuyos importes son casi siempre
        inferiores a los de la publicidad clásica. Esta
        afirmación no significa, sin embargo, que no
        deba tenerse en cuenta de modo minucioso esta materia pues es frecuente que las malas
        previsiones sobre el coste deparen el fracaso del
        acontecimiento. La generalidad de los autores
        distinguen en el presupuesto dos partes: el presupuesto de participación o
        competición y el presupuesto de puesta en
        valor de la campaña, y
        recomiendan una planificación
        cuidadosa

        Debe destacarse que, sobre todo en el
        ámbito deportivo, los costes anuales tienden a
        aumentar pues, muchas veces, para asegurar el éxito, deben invertirse grandes
        sumas de dinero en tecnología (piénsese, por
        ejemplo, en la Fórmula 1 o en los deportes náuticos). En
        relación con esto, ROCA ha afirmado que, dada la
        naturaleza comercial de la
        operación, el "patrocinio se carga al
        presupuesto de publicidad y no al de buenas
        obras"

      4. La selección de los medios de
        comunicación y la disponibilidad
        presupuestaria

        Como ya ha quedado expuesto, la
        selección de la actividad deportiva o cultural
        tiene un vínculo directo con el producto o
        servicio comercializado. Evidentemente
        no todos los eventos transmiten la misma imagen y son
        adecuados para un determinado producto. Esto se ve
        claramente en el campo del deporte, donde cada uno de ellos es
        elegido como objeto de esponsorización en
        función de lo que se quiere
        vender.

        Así, y a título de ejemplo, el
        tenis es un medio de comunicación visual muy
        adecuado para los fabricantes de ropa deportiva, y lo
        mismo cabe decir del deporte del motor –piénsese en la
        Fórmula 1 con relación a la venta de
        coches-, ya que los grandes constructores de coches
        (Renault, Ferrari, etc.) persiguen ganar los grandes
        premios para mostrar al público la eficacia de
        su tecnología. El mecanismo es
        aparentemente sencillo ya que al ganar, o simplemente
        quedar bien clasificado en la competición, la
        imagen tecnológica de la alta competición
        se extiende a los restantes productos de los
        constructores; este tipo de esponsorización,
        cuya presencia en mostrar los productos "en plena
        acción", lo denomina SAHNOUN y DOURY "patrocinio
        de credibilidad", en tanto que persigue generar
        confianza en el posible destinatario del
        producto.

      5. La selección de los medios de
        comunicación y el tipo de producto
        comercializado
      6. La selección de los medios de
        comunicación y la naturaleza del mensaje

      No todos los medios presentan las mismas
      características a la hora de la transmisión
      de los mensajes. Esta afirmación, válida para
      los medios clásicos (la
      radio, por ejemplo, se elige en razón de su
      carácter puntual, pudiendo la empresa
      anunciarse rápidamente), también es aplicable
      a la esponsorización en sus variadas formas. Del
      mismo modo que el cine,
      por poner otro ejemplo, es el medio adecuado para
      transmitir a lo destinatarios potenciales de las marcas
      un mensaje de ensueño o imaginario asociado con
      determinados productos (cosméticos, perfumes, etc.),
      los medios de comunicación que se sirven del deporte
      o la cultura
      presentan características cualitativas que le son
      propias; en este sentido, se ha afirmado que las
      actividades culturales como objeto de
      esponsorización se prestan mejor para llegar a
      niveles más altos de "target" a medio o largo plazo,
      mientras que las esponsorizaciones deportivas consiguen una
      rápida difusión gracias a la instantaneidad y
      a las grandes audiencias de la
      televisión. De conformidad con este
      planteamiento, JUAN DE ANDRÉS sitúa los
      patrocinios culturales muy cerca de las relaciones
      públicas y de la publicidad corporativa, y los
      patrocinios deportivos muy cerca de la promoción de
      venta. Es claro que no todos los deportes transmiten la
      misma imagen agresiva o con imagen estética, y lo mismo cabe decir de
      las artes. Así, mientras la música clásica tiene una
      dimensión internacional que trasciende lenguas y
      culturas y tiene un amplio espectro, otro tipo de música puede incidir en un
      público determinado. Por otro lado, algunas artes,
      como la fotografía, pueden expresar sus
      mensajes a través de una doble faceta: la faceta
      artística y la científica. En todo caso, debe
      imponerse un análisis en la
      selección.

    2. LOS MOTIVOS DE
      ELECCIÓN DE LA ESPONSORIZACIÓN COMO MEDIO DE
      PROMOCIÓN EMPRESARIAL

      En el campo de la comunicación empresarial,
      se distingue entre mensajes de índole comercial,
      mensajes de carácter neutro y mensajes de tipo
      interpersonal.

      En cuanto a los mensajes de índole
      comercial, es de señalar que el gran número
      de mensajes a que los consumidores se ven expuestos produce
      un efecto de saturación, con la consecuencia
      inevitable que la credibilidad de los mismos es muy
      limitada. El consumidor, frente a este tipo de
      comunicación, se muestra
      desconfiado por creer que es objeto de manipulación.
      Según estudios recientes, el comprador de un
      supermercado se ve bombardeado con 6,000 anuncios
      aproximadamente. Los creadores publicitarios, conscientes
      de esta situación, tratan de construir sus mensajes
      a partir del sentimiento de confianza, utilizando para
      ello, bien la imagen de consumidores medios (frecuentemente
      mujeres) o de estrellas del espectáculo. Sin
      embargo, con frecuencia, el mensaje no llega al
      público porque la imagen que se ofrece resulta ser
      un estereotipo. Así, cuando se utiliza la imagen de
      la mujer
      sucede que los profesionales de la publicidad la relacionan
      con papeles tradicionales (esposa, madre); y, cuando se
      trata de estrellas del espectáculo, el mensaje no es
      asimilado porque los destinatarios del anuncio no tienen
      los mismos valores
      o no se sienten identificados con las estrellas que
      recomiendan los productos de la empresa.

      Frente a ello, la esponsorización se revela
      como algo auténtico y fiable. Se enmarca en un
      acontecimiento real con personajes reales y el mensaje se
      torna entonces creíble. Si se esponsoriza, por
      ejemplo, el intento de batir un récord del mundo, el
      público lo vive como algo real, entre otras cosas
      porque nadie sabe a ciencia
      cierta si el récord va a ser batido.

      Con los mensajes de tipo neutro se alude a
      aquellas informaciones que proceden de organizaciones que no tienen interés directo en las ventas
      de productos. Piénsese en revistas de consumidores,
      publicaciones informativas del Estado,
      etc. Este tipo de comunicaciones permite al destinatario
      confrontar y comparar informes, más o menos imparciales,
      sobre los productos que pretende comprar. El
      carácter de esta información normalmente de
      índole técnica y dirigida a un consumidor
      conocedor y preparado, no presenta puntos en común
      con la esponsorización, ya que, en ésta, el
      mensaje se dirige a todo el mundo, a todos los que se
      interesan en el acontecimiento.

      Por último, son de tipo interpersonal
      aquellos mensajes que provienen de individuos. Este tipo de
      fuente de información, de carácter personal,
      es más eficaz debido a su carácter inmediato
      y directo. Su carácter específico, apuntando
      a un público determinado, conduce mucho más
      al acto de comprar que los mensajes de los grandes medios
      de comunicación. Estos últimos, al apuntar a
      un número más amplio de personas, pierden
      eficacia.

      Pues bien, no cabe duda que la
      esponsorización de empresa se enmarca, en gran
      medida, dentro de los mensajes de carácter
      interpersonal. Hay una conexión individual en el
      mensaje. Las personas que participan en el
      espectáculo se identifican con el artista o con el
      deportista que hace la proeza. Puede decirse que la
      esponsorización dirige a su audiencia hacia
      intereses y actividades con un estilo de vida concreto, se acerca a su audiencia a
      través de actividades en las que están
      personalmente interesados. No cabe duda que la publicidad
      clásica hace también esto en el sentido que
      los compradores de los medios reservan espacios dentro de
      los programas
      de televisión y de revistas que predisponen a la
      audiencia en un programa
      puntero hacia un producto determinado. A propósito
      de la diferencia existente, SLEIGHT sostiene que la
      esponsorización no intenta, generalmente, dar un
      mensaje de ventas directo sino que trata de difundir un haz
      de mensajes y lo quiere hacer de una manera
      sutil.

      Una de las grandes ventajas de la
      esponsorización, que le asegura un lugar dentro del
      arsenal de mercado, es su capacidad para actuar como tema
      incorporado tanto a la publicidad, a las relaciones
      públicas y a las promociones de ventas. De esta
      manera se produce un efecto combinado más poderoso
      que el que se pudiera alcanzar con una campaña
      individual.

      La esponsorización consigue sus objetivos porque satisface uno de los fines
      perseguidos por los medios de comunicación: consigue
      que una audiencia particular sea objeto de un conjunto
      particular de mensajes. Así, determinados por
      una
      empresa los perfiles de las audiencias que desea
      alcanzar, estas audiencias pueden ser investigadas para
      descubrir qué actividades de recreo pueden tener en
      común. Logrado esto, la esponsorización se
      utiliza para contactar con audiencias específicas de
      manera poco comercial, esto es, en un entorno social y
      relajado.

    3. LA
      ESPONSORIZACIÓN Y LOS MENSAJES DE LA
      COMUNICACIÓN EMPRESARIAL.

      VERDE ha sintetizado las diferencias entre la
      publicidad y los mensajes derivados de la
      esponsorización. En efecto, la publicidad supone un
      mensaje directo y de duración breve, mientras que en
      la esponsorización el mensaje se articula de un modo
      indirecto, con una duración mayor en el tiempo.
      Esta particularidad del mensaje esponsorizado fue puesta de
      relieve también por GATTI, quien señala que
      el control
      por parte de la empresa es superior en la publicidad que en
      los mensajes esponsorizados. Bien se ve que en la primera,
      la empresa o su agencia de publicidad puede preparar los
      anuncios televisivos, existiendo pocas probabilidades de
      error. PORRAS ha destacado el control
      que la empresa ejerce sobre su publicidad afirmando, de
      modo muy gráfico, que en ella la empresa decide
      "cuándo", "cómo", "por qué" y "para
      qué" se emite. Por el contrario, en la
      esponsorización existen elementos extraños a
      la empresa y a la agencia encargada del evento que pueden
      suponer el fracaso total del mensaje que quiere transmitir
      (por ejemplo: la empresa depende de la habilidad del
      camarógrafo que puede estar empeñado en no
      filmar la valla publicitaria correcta; el protagonista del
      evento puede caer enfermo, etc.). Ciertamente, como dice
      GATTI, esta limitación se ve compensada por la
      posibilidad que el público, en el patrocinio
      publicitario, participe más emotivamente, con
      más espontaneidad, contribuyendo a la eficacia de la
      recepción del mensaje. Además, no se puede
      desconocer el hecho que en la publicidad el público
      puede voluntariamente eliminar el mensaje (por ejemplo,
      pasando rápidamente la página de publicidad)
      mientras que en la esponsorización este riesgo no
      existe, pues si el destinatario del mensaje actúa
      así, él mismo se priva del deporte o
      acontecimiento que le interesa. Por otra parte, debe
      resaltarse el amplio nivel de dispersión del mensaje
      en la primera de las categorías citadas, ya que en
      ella se apunta a un amplio espectro de destinatarios. Por
      el contrario, en la esponsorización estamos ante un
      medio selectivo. Es suficiente elegir con cuidado la
      actividad o evento que se quiere esponsorizar para reducir
      drásticamente la cuota de dispersión. Por
      último con relación a este punto sobre las
      diferencias entre ambas figuras destacamos cómo en
      la esponsorización el mensaje se introduce o se
      pretende introducir, de una forma neutra, sutil, mientras
      que en la otra categoría la influencia negativa del
      mensaje en los espectadores es mucho más acusada
      (piénsese, por ejemplo, en la reacción de
      cierto sector del público a la introducción de cortes para anuncios
      en las películas).

      Puede decirse, en fin, que la
      esponsorización es un mecanismo de
      comunicación global que puede usarse con las
      demás técnicas de una manera
      interrelacionada. Debe destacarse, en este punto, como lo
      señala SLEIGHT, el carácter flexible de la
      figura, que puede ser utilizada para una amplia gama de
      fines tales como conocimiento del nombre, refuerzo de imagen,
      exposición de medios, desarrollo de
      nuevos mercados, acceso a los que toman las
      decisiones, motivación y comunicación con
      la mano de obra, muestreo, relaciones comunitarias, etc. Esta
      amplitud de miras no significa que la
      esponsorización tenga que operar aislado de los
      otros medios de comunicación sino que las
      actividades de esponsorización pueden ser más
      fructíferas cuando se usa la publicidad, la
      promoción de ventas y las técnicas de
      relaciones públicas para articular una
      comunicación total alrededor del tema de la
      esponsorización.

    4. PECULIARIDADES DE
      LOS MENSAJES DE LA ESPONSORIZACIÓN RESPECTO DE LOS
      DE LA PUBLICIDAD.

      1. Del Espónsor
    5. OBJETIVOS DE LA
      ESPONSORIZACIÓN

    ROCA clasifica los objetivos del
    patrocinador (o espónsor) en objetivos generales,
    objetivos relacionados con el producto, objetivos de venta y
    objetivos de cobertura por los medios.

    He aquí el cuadro clasificatorio de los objetivos
    de la esponsorización según este autor:

    CLASIFICACIÓN DE LOS OBJETIVOS DEL
    PATROCINIO PUBLICITARIO*

    Objetivos Generales

    Objetivos

    relacionados

    con el producto

    Objetivos

    de venta

    Objetivos

    de cobertura

    por los medios

    a) Mejorar la notoriedad de la
    empresa.

    a) Mejorar la notoriedad .

    a) Sponsorship = posibili-dad para tabacos y
    bebidas alcohólicas (¿).

    Presencia o no en los me-dios.

    – Nacionales

    – Regionales

    – Locales

    b) Mejorar la imagen de la empresa o modificar
    la per-cepción actual de la em-presa que tiene
    público.

    b) Mejorar la imagen.

    b) Sponsorship = promoción de ventas en
    los casos de los productos directamente relacionados con
    el deporte esponsorizado.

    – Adidas y las prendas de-portivas

    – Honda y las motos

    – Ferrari y la Formula 1

    – Michelín y las competicio-nes
    deportivas.

    Qué tipo de medios:

    – Televisión

    – Radio

    – Prensa

    – Revistas generales o
    espe-cializadas

    c) Crear una actitud positiva en los líderes de
    opinión.

    c) Modificar la opinión que tiene el
    público del producto/marca

    c) Sponsorship y relaciones
    públicas.

    Qué tipo de mensaje se puede lograr:
    notoriedad o imagen, qué contenido.

    d) Ayudar a atraer personal calificado, buenos
    vende-dores, directivos de alto nivel.

    Cuánto tiempo: antes, du-rante y
    después del evento.

    ¿Cuánto tiempo está la
    mar-ca en talla?

    e) Contrarrestar una publi-cidad contraria o
    negativa

    f) Ayudar a mejorar las rela-ciones internas: el
    proyecto común, el orgullo de
    perte-necer a la empresa.

    g) Mejorar la implantación local de la
    empresa.

    JUAN DE ANDRÉS, por su parte, distingue entre
    objetivos importantes de la campaña y objetivos generales.
    Dentro de los primeros se encuentran el
    conocimiento del producto, la notoriedad, la imagen de
    marca y
    posicionamiento; sobre la imagen de marca, debe
    recordarse aquí la importante función publicitaria
    que la marca cumple en el marketing
    moderno como ha destacado AREÁN, cuando señala que
    aquélla ha dejado de desempeñar el papel de
    simple indicadora de la procedencia empresarial, para ser
    también signo acreditativo de la calidad de los
    productos y servicios y un recurso publicitario de gran
    efectividad. PORRAS, de modo similar, distingue entre objetivos
    de marketing y
    objetivos de comunicación corporativa; dentro de los
    primeros incluye los objetivos ligados a la imagen de marca de
    los productos y servicios, y dentro de los objetivos de
    comunicación corporativa sitúa los dirigidos a la
    obtención de notoriedad y los orientados a lograr una
    imagen
    corporativa definida y eficaz.

    De todos estos objetivos interesa ver aquí los
    relativos a la consecución de notoriedad y a los de mejora
    de imagen, ya sea del producto o de la empresa.

    1. La notoriedad alude a la facilidad con que viene a
      la memoria
      del público la idea o juicio sobre la marca o nombre
      del espónsor; al referirse a ella es conveniente tener
      en cuenta, a decir de ROCA, la distinción entre
      notoriedad espontánea y notoriedad asistida. La
      primera se refiere al dato del recuerdo del producto por los
      consumidores entrevistados sin haber sido ayudados a
      recordarlo, mientras que en la segunda se ayuda a los
      consumidores a recordar el nombre formulando la pregunta
      citando al espónsor. La esponsorización de
      notoriedad tiene por objetivo, fundamentalmente, dar a
      conocer el nombre de un producto o una empresa a
      un público dado, de modo que el mayor número de
      clientes potenciales lo tengan en su pensamiento. Para ello es imprescindible una
      fuerte presencia publicitaria del espónsor y una
      atención por parte de los medios de
      comunicación que multiplique la audiencia del
      acontecimiento. Muchas veces, las empresas que esponsorizan
      buscan exclusivamente conseguir notoriedad; tal sucede sobre
      todo con los fabricantes de productos cuya publicidad
      está restringida (ejemplo, tabaco,
      alcoholes)
      y que deben acudir a fórmulas de
      esponsorización simplemente para que su presencia en
      el mercado no se olvide.
    2. La imagen se conecta, según ROCA, con la
      idea que los consumidores tienen de la empresa: cómo
      la ven, qué opinan, cómo la definen, etc.
      GILLIES, sintetiza las funciones que
      debe desempeñar la imagen en las siguientes: definir y
      transmitir la cultura y
      la estrategia
      corporativas; integrar las comunicaciones y mensajes de la empresa
      buscando la participación del equipo humano; buscar la
      mejora de actividades y rendimiento del cuadro directivo;
      transmitir notoriedad y prestigio; optimizar las
      posibilidades y el potencial comercial; preparar el mercado
      para lanzar nuevos productos o servicios, facilitando el
      relanzamiento de las ventas; conseguir una actitud favorable
      en el mercado de
      capitales, y repasar el rendimiento de la
      publicidad.

    En este orden de cosas, la imagen de la empresa se
    manifiesta no como un concepto
    abstracto, sino que representa una parte importante de la vida y
    la eficiencia de una
    organización. Viene a ser la
    materialización de la estrategia y
    cultura de empresa, simbolizando así la razón de
    ser, el posicionamiento
    de la misma con respecto a su competencia en el
    mercado y sus valores diferenciadores. Estos tres
    parámetros están interrelacionados. Así,
    para lograr un incremento de la notoriedad, se exige previamente
    un conocimiento;
    si se ha conseguido éste, ya sea a través de la
    publicidad convencional, o bien porque la audiencia y el
    acontecimiento son locales y por ello conocidos, entonces
    será posible aumentar la duración del recuerdo. El
    espónsor puede recurrir, para fijar este recuerdo, a
    incrementar el volumen de
    anuncios, haciéndolos más frecuentes y numerosos.
    ROCA agrega, la publicidad estática,
    señalando que es un buen recurso para lograr esta
    fijación pero no el único, pues la
    esponsorización de acciones
    creativas orientadas a la espectacularidad presenta
    también muy buenos resultados. En este tipo de acciones se da
    más fuerza a la comunicación para que quede
    retenida en el subconsciente del espectador.

    1. Del Esponsorizado

    El objetivo fundamental perseguido por el esponsorizado
    es el desarrollo de la actividad esponsorizada; para que pueda
    realizarla con expectativas de continuación en el futuro,
    deberá esforzarse en mantener una relación de
    armonía con el espónsor. En este sentido, siguiendo
    a BAGEHOT y NUTALL, pueden sistematizarse los objetivos del
    esponsorizado en vistas a la consecución de una buenas
    relaciones con aquél del siguiente modo:

    1. Trata de conseguir que el espónsor tenga una
      buena imagen y categoría para proyectar adecuadamente el
      acontecimiento;
    2. Busca la comprobación de la capacidad
      financiera del espónsor; este debe ser consciente de
      todo el coste potencial del acontecimiento para evitar que una
      mala previsión en cuanto a coste arruine el
      evento;
    3. El esponsorizado procura verificar la compatibilidad
      del espónsor respecto al contexto del acontecimiento;
      este aspecto debe cuidarse en extremo, pues de lo contrario
      pueden producirse efectos indeseados; en efecto, si no hay
      adecuación del espónsor con el proyecto, la
      publicidad podría parecer cínica y producir, en
      consecuencia, efectos negativos; tal podría ocurrir, por
      ejemplo, si una empresa productora de tabaco financiase
      investigaciones relacionadas con las enfermedades del
      pulmón; y,
    4. Debe también comprobar la seriedad del acuerdo
      financiero firmado por las partes, especialmente en aquellos
      casos en los que se pretende una esponsorización a largo
      plazo; el cambio frecuente de espónsor debido a
      dificultades financieras no es favorable para la imagen del
      acontecimiento, pues se transmitiría indudablemente la
      idea de desorganización directiva. En aquellos casos en
      que el nombre del acontecimiento va asociado al nombre del
      producto esponsorizado se favorecerían además
      enormes confusiones en el consumidor.
    1. EVALUACIÓN Y
      MEDICIÓN DE LA EFICIENCIA DE
      LA ESPONSORIZACIÓN

    El tratamiento de las cuestiones de evaluación
    y medición es una de las partes más
    importantes en el establecimiento de una política de
    esponsorización. La evaluación, a decir de SLEIGHT, cubre dos
    aspectos. El primero de ellos supone la observación de las expectativas de la
    esponsorización, dedicando una especial atención a la parte de la
    esponsorización que se quiere llevar a la estrategia
    global de comunicación, qué audiencia se espera
    influir y con qué tipo de mensajes. El segundo aspecto
    hace referencia a la evaluación crítica de todas y
    cada una de las oportunidades de
    esponsorización.

    La medición se refiere a la investigación que se usa para suministrar
    información acerca del éxito o fracaso de los
    proyectos
    elegidos. Esta forma en que se mide el éxito
    dependerá de los criterios que se establezcan durante la
    evaluación.

    La doctrina italiana, encabezada por VERDE, ha puesto de
    relieve las diferencias que presenta la publicidad clásica
    y la esponsorización en cuanto a la valoración y
    medición. Así se ha señalado cómo en
    el segundo, a diferencia de la publicidad, los costes no son
    ciertos, pues normalmente este tipo de operaciones de
    esponsorización se presentan acompañados de una
    serie de acciones paralelas, tales como publicidad de apoyo,
    contratación de técnicos, que hacen muy
    difícil una previsión en cuando a
    costes.

    VERDE, por su parte, señala que la eficiencia de
    la publicidad clásica es medible a través de
    ciertos métodos de
    investigación, mientras que en la
    esponsorización no se pueden llegar a conocer los
    resultados de la misma manera. Por el contrario, BELLO opina que
    esta nueva forma de comunicación es medible de la misma
    forma y con los mismos criterios que la comunicación
    clásica, esto es, a través de índices de
    cobertura, evaluando la audiencia útil, etc., apuntando
    seguidamente algunas dificultades en la evaluación
    derivadas de
    la cuantificación de la propia audiencia y del modo de
    valorar los beneficios positivos o negativos que la
    asociación de la imagen de empresa o marca con el evento
    pueda provocar.

    Otra importante diferencia de la esponsorización
    con la publicidad es la que atañe al abandono de la
    campaña cuando ésta se ha planificado mal o es
    equivocada. En la publicidad, si la campaña resulta
    equivocada (supuesto posible a la vista del "alea" que interviene
    en estas operaciones), el abandono de la misma es rápido y
    no produce secuelas importantes. Por el contrario, VERDE
    señala que en las operaciones de esponsorización,
    la larga duración de la asociación
    evento-esponsorización determina que una
    esponsorización equivocada puede distorsionar la imagen de
    la empresa de tal modo que luego no puede ser corregida
    fácilmente. Es claro, además, que en toda esta
    materia se implica la distinción
    esponsorización-mecenazgo pues, como ha señalado
    MOUSSERON la empresa que recurre a la esponsorización
    trata de establecer una relación más o menos
    directa con el producto, mientras que cuando se recurre al
    mecenazgo se la quiere dotar de una cierta personalidad o
    imagen o bien se quiere modificar una ya existente.

    En su momento se utilizaron determinados indicadores
    para medir la eficacia de la esponsorización, tales como:
    la asociación del espónsor con el tipo de actividad
    (carreras, vela, fútbol, etc.); cambios de notoriedad,
    tanto a nivel de empresa como de producto; memorización
    del nombre de los esponsores; asociación del
    espónsor con el evento, y cambios de imagen, atendiendo a
    productos específicos.

    Algunos autores han puesto de manifiesto cómo se
    ha tratado de establecer una diferencia entre ciertos tipos de
    esponsorización (como el "endorsement" americano)
    (patrocinio americano) y lo que la doctrina anglosajona ha
    llamado "sponsorship", afirmando que los objetivos del
    "endorsement" son esencialmente de carácter cuantitativo
    pues se centran en la notoriedad de la marca, mientras que los
    objetivos del segundo, al que se ha llamado patrocinio creativo,
    presentan una diferencia cualitativa que apunta a la imagen
    institucional de la empresa, lo que conduce, en este caso, a una
    cierta dificultad en la evaluación y medición de
    los resultados.

    Debe destacarse que la valoración de estas formas
    de comunicación depende en gran medida de la estrategia de
    la empresa que las utiliza. Esto puede verse claramente si nos
    referimos a la clasificación de las posibles maneras de
    espónsor, atendiendo a la existencia o no del evento. En
    efecto, una primera forma alude a un acontecimiento ya existente
    que se impone al espónsor. La segunda alude a la
    creación de un acontecimiento, lo que requiere en el
    espónsor la unión de todos los elementos que se
    necesitan para crearlo. Estas dos formas de comunicación
    tienen características diferentes y llevan al
    espónsor a obligaciones
    diferentes y a expectativas diferentes.

    En el primer modo, el espónsor está
    limitado en su libertad de
    organización, pues el acontecimiento ya
    existe, quedando sometido a obligaciones
    relativas a calendario, público, etc. Si, por el
    contrario, él crea el acontecimiento, gozará de
    mayor libertad y
    flexibilidad teniendo un mayor dominio y control
    de las repercusiones. Frente a estas ventajas, también
    existen inconvenientes como la posible ausencia de credibilidad.
    El espónsor que elabore a su medida el acontecimiento
    tiene, al principio, el gran riesgo de
    encontrar sólo duda y escepticismo por parte del
    público y periodistas. Efectivamente, en los primeros
    tiempos, las nuevas manifestaciones no suelen tener una cobertura
    amplia en términos de publicidad. En estos casos en los
    que el evento ya existe, los plazos para alcanzar la notoriedad
    deseada se acortan, mientras que cuando el acontecimiento se
    organiza ad hoc se necesitan en promedio varios años para
    obtener resultados comerciales apreciables. En el primer caso, a
    veces bastan seis meses para ello. A juicio de PIQUET, la
    creación del evento se revelará a largo plazo como
    mucho más eficaz, pues permitirá lograr los mismos
    objetivos conservando la empresa el control de la
    operación, su gestión, su organización, su
    explotación y sus repercusiones.

    Según BELLO, para la medición de la
    eficiencia de la esponsorización se tendrán en
    cuenta los siguientes parámetros: 1º. El volumen de la
    comunicación que se transmite a cambio de nuestra inversión (verificando como es natural, que
    se comunica en el sentido previamente definido), y 2º. La
    evaluación mediante sondeo de conocimiento, notoriedad,
    del número de espectadores, imagen de la
    compañía, marca, etc.

    Puede decirse que la evaluación de los resultados
    por parte del espónsor no puede contemplarse bajo el
    prisma de un modelo
    único. Tiene que ser la empresa misma la que deberá
    elaborar un modo de análisis propio con arreglo a su
    propia fisonomía e identidad, sin
    que se puedan dejar de lado factores tales como el estilo y los
    procedimientos
    de gestión, la cultura de la empresa, etc.

    Acerca del Autor:

    Dr. José Luis SILVA CUEVA

    Abogado, "cum laude" por la Universidad
    Privada Antenor Orrego de Trujillo.

    Candidato a Master en Derecho Civil
    Empresarial por la Universidad
    Privada Antenor Orrego de Trujillo.

    Miembro Fundador del Bufete Silva Cueva con sede en
    Trujillo.

    Egresado de la Maestría en Derecho Civil
    Empresarial de la Universidad Particular Antenor Orrego de
    Trujillo, encontrándose en estos momentos en el
    desarrollo de la Tesis acerca
    del Contrato de
    Esponsorización.

    Profesor contratado en la Facultad de Derecho de la
    Universidad Nacional de Trujillo, creada en 1823 por el
    Libertador Simón Bolívar.

    Articulista en la página editorial en los
    Diarios Nuevo Norte y La Industria de
    Trujillo (Subdecano de la prensa
    nacional) desde 1996, habiendo escrito cerca de ciento
    cincuenta artículos referentes a Derecho e Informática, Derecho Empresarial, entre
    otros.

    Articulista en la página editorial del Diario
    Nuevo Norte desde 1997, diario Oficial del Distrito Judicial La
    Libertad.

    Colaborador del Diario El País de Madrid,
    España.

    Colaborador de diferentes revistas especializadas en
    el Perú y en el extranjero.

    Colaborador de la Revista
    Telemática de Filosofía y Derecho
    con sede en Madrid (España).

    Colaborador de Cuadernos Electrónicos de
    Doctrina Jurídica con sede en Madrid
    (España).

    Colaborador para la Editora Astrea de Buenos Aires
    (Argentina)

    Colaborador de diferentes Portales jurídicos en
    el internet,
    tales como: Vlex, Monografías

    Membresías:

    Miembro del Ilustre Colegio de Abogados de La
    Libertad.

    Miembro de la UIBA, Unión Iberoamericana de
    Abogados y Colegios de Abogados con sede en Madrid,
    España.- Delegado accesitario por
    Perú.

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