Ecología, estudio de la relación entre los organismos y su medio ambiente físico y biológico
- La
biosfera - Energía y
nutrientes - Desequilibrios
- Poblaciones y
comunidades - Interacciones en la
comunidad - La teoría general de
sistemas - Concepto &
características de sistemas - Atributos
emergentes
Ecología,
estudio de la relación entre los organismos y su
medio ambiente
físico y biológico. El medio ambiente
físico incluye la luz y el calor o
radiación
solar, la humedad, el viento, el oxígeno, el dióxido de carbono y los
nutrientes del suelo, el agua y la
atmósfera.
El medio ambiente
biológico está formado por los organismos vivos,
principalmente plantas y
animales.
Debido a los diferentes enfoques necesarios para estudiar a los
organismos en su medio ambiente
natural, la ecología se sirve de
disciplinas como la climatología, la hidrología, la
física, la
química,
la geología y
el análisis de suelos. Para
estudiar las relaciones entre organismos, la ecología recurre a
ciencias tan
dispares como el comportamiento
animal, la taxonomía,
la fisiología y las matemáticas.
El creciente interés de
la opinión
pública respecto a los problemas del
medio ambiente ha convertido la palabra ecología en un
término a menudo mal utilizado. Se confunde con los
programas
ambientales y la ciencia
medioambiental (véase Medio ambiente). Aunque se trata de
una disciplina
científica diferente, la ecología contribuye al
estudio y la comprensión de los problemas del
medio ambiente.
El término ecología fue acuñado por
el biólogo alemán Ernst Heinrich Haeckel en 1869;
deriva del griego oikos (hogar) y comparte su raíz con
economía.
Es decir, ecología significa el estudio de la economía de la
naturaleza. En
parte, la ecología moderna empezó con Charles
Darwin. Al
desarrollar la teoría
de la evolución, Darwin hizo
hincapié en la adaptación de los organismos a su
medio ambiente por medio de la selección
natural. También hicieron grandes contribuciones
geógrafos de
plantas como
Alexander von Humboldt, profundamente interesados en el
cómo y el por qué de la distribución de los vegetales en el
mundo.
La
biosfera
El delgado manto de vida que cubre la Tierra
recibe el nombre de biosfera. Para
clasificar sus regiones se emplean diferentes enfoques.
Biomas
Las grandes unidades de vegetación son llamadas
formaciones vegetales por los ecólogos europeos y biomas por los
de América
del Norte. La principal diferencia entre ambos términos es
que los biomas
incluyen la vida animal asociada. Los grandes biomas, no
obstante, reciben el nombre de las formas dominantes de vida
vegetal.
Bajo la influencia de la latitud, la elevación y los
regímenes asociados de humedad y temperatura,
los biomas terrestres varían geográficamente de los
trópicos al Ártico, e incluyen diversos tipos de
bosques, praderas, monte bajo y desiertos. Estos biomas incluyen
también las comunidades de agua dulce
asociadas: corrientes, lagos, estanques y humedales. Los medios
ambientes marinos, que algunos ecólogos también
consideran biomas, comprenden el océano abierto, las
regiones litorales (aguas poco profundas), las regiones
bentónicas (del fondo oceánico), las costas
rocosas, las playas, los estuarios y las llanuras mareales
asociadas.
Véase también Chaparral; Arrecife de coral;
Estuario; Vida marina; Pantanal; Turbera; Sabana; Vida
intermareal; Tundra.
Ecosistemas
Resulta más útil considerar
a los entornos terrestres y acuáticos, ecosistemas,
término acuñado en 1935 por el ecólogo
vegetal sir Arthur George Tansley para realzar el concepto de que
cada hábitat es un todo integrado. Un sistema es un
conjunto de partes interdependientes que funcionan como una
unidad y requiere entradas y salidas. Las partes fundamentales de
un ecosistema son
los productores (plantas verdes), los consumidores
(herbívoros y carnívoros), los organismos
responsables de la descomposición (hongos y bacterias), y
el componente no viviente o abiótico, formado por materia
orgánica muerta y nutrientes presentes en el suelo y el agua. Las
entradas al ecosistema son
energía
solar, agua, oxígeno, dióxido de carbono,
nitrógeno y otros elementos y compuestos. Las salidas del
ecosistema incluyen el calor
producido por la respiración, agua, oxígeno,
dióxido de carbono y nutrientes. La fuerza
impulsora fundamental es la energía
solar.
Energía y
nutrientes
Los ecosistemas
funcionan con energía procedente del Sol, que fluye en una
dirección, y con nutrientes, que se
reciclan continuamente. Las plantas usan la energía
lumínica transformándola, por medio de un proceso
llamado fotosíntesis, en energía química bajo la forma
de hidratos de carbono y otros compuestos. Esta energía es
transferida a todo el ecosistema a través de una serie de
pasos basados en el comer o ser comido, la llamada red trófica. En la
transferencia de la energía, cada paso se compone de
varios niveles tróficos o de alimentación:
plantas, herbívoros (que comen vegetales), dos o tres
niveles de carnívoros (que comen carne), y organismos
responsables de la descomposición. Sólo parte de la
energía fijada por las plantas sigue este camino, llamado
red alimentaria
de producción. La materia
vegetal y animal no utilizada en esta red, como hojas
caídas, ramas, raíces, troncos de árbol y
cuerpos muertos de animales, dan
sustento a la red alimentaria de la descomposición. Las
bacterias,
hongos y
animales que se alimentan de materia muerta se convierten en
fuente de energía para niveles tróficos superiores
vinculados a la red alimentaria de producción. De este modo la naturaleza
aprovecha al máximo la energía inicialmente fijada
por las plantas.
En ambas redes
alimentarias el número de niveles tróficos es
limitado debido a que en cada transferencia se pierde gran
cantidad de energía (como calor de respiración) que deja de ser utilizable o
transferible al siguiente nivel trófico. Así pues,
cada nivel trófico contiene menos energía que el
que le sustenta. Debido a esto, por ejemplo, los ciervos o los
alces (herbívoros) son más abundantes que los lobos
(carnívoros).
El flujo de energía alimenta el ciclo biogeoquímico
o de los nutrientes. El ciclo de los nutrientes comienza con su
liberación por desgaste y descomposición de la
materia orgánica en una forma que puede ser empleada por
las plantas. Éstas incorporan los nutrientes disponibles
en el suelo y el agua y los almacenan en sus tejidos. Los
nutrientes pasan de un nivel trófico al siguiente a lo
largo de la red trófica. Dado que muchas plantas y
animales no llegan a ser comidos, en última instancia los
nutrientes que contienen sus tejidos, tras
recorrer la red alimentaria de la descomposición, son
liberados por la descomposición bacteriana y
fúngica, proceso que
reduce los compuestos
orgánicos complejos a compuestos inorgánicos
sencillos que quedan a disposición de las
plantas.
Desequilibrios
Los nutrientes circulan en el interior de los ecosistemas. No
obstante, existen pérdidas o salidas, y éstas deben
equilibrarse por medio de nuevas entradas o el ecosistema
dejará de funcionar. Las entradas de nutrientes al
sistema
proceden de la erosión y
desgaste de las rocas, del polvo
transportado por el aire, y de las
precipitaciones, que pueden transportar materiales a
grandes distancias. Los ecosistemas terrestres pierden cantidades
variables de
nutrientes, arrastrados por las aguas y depositados en
ecosistemas acuáticos y en las tierras bajas asociadas. La
erosión, la tala de bosques y las cosechas
extraen del suelo una cantidad considerable de nutrientes que
deben ser reemplazados. De no ser así, el ecosistema se
empobrece. Es por esto por lo que las tierras de cultivo han de
ser fertilizadas.
Si la entrada de un nutriente excede en mucho a su salida, el
ciclo de nutrientes del ecosistema afectado se sobrecarga, y se
produce contaminación. La
contaminación puede considerarse una entrada de
nutrientes que supera la capacidad del ecosistema para
procesarlos. Los nutrientes perdidos por erosión y
lixiviación en las tierras de cultivo, junto con las aguas
residuales urbanas y los residuos industriales, van a parar a los
ríos, lagos y estuarios. Estos contaminantes destruyen las
plantas y los animales que no pueden tolerar su presencia o el
cambio
medioambiental que producen; al mismo tiempo favorecen
a algunos organismos con mayor tolerancia al
cambio.
Así, en las nubes llenas de dióxido de azufre y
óxidos de nitrógeno procedentes de las áreas
industriales, éstos se transforman en ácidos
sulfúrico y nítrico diluidos y caen a tierra, en
forma de lluvia
ácida, sobre grandes extensiones de ecosistemas
terrestres y acuáticos. Esto altera las relaciones
ácido-base en algunos de ellos, mueren los peces y los
invertebrados acuáticos y se incrementa la acidez del
suelo, lo que reduce el crecimiento forestal en los ecosistemas
septentrionales y en otros que carecen de calizas para
neutralizar el ácido.
Véase Ciclo del carbono; Ciclo del
nitrógeno.
Poblaciones y
comunidades
Las unidades funcionales de un ecosistema
son las poblaciones de organismos a través de las cuales
circulan la energía y los nutrientes. Una población es un grupo de
organismos de la misma especie que comparten el mismo espacio y
tiempo
(véase Especies y especiación). Los grupos de
poblaciones de un ecosistema interactúan de varias formas.
Estas poblaciones interdependientes forman una comunidad, que
abarca la porción biótica del ecosistema.
Diversidad
La comunidad tiene
ciertos atributos, entre ellos la dominancia y la diversidad de
especies. La dominancia se produce cuando una o varias especies
controlan las condiciones ambientales que influyen en las
especies asociadas. En un bosque, por ejemplo, la especie
dominante puede ser una o más especies de árboles, como el roble o el abeto; en una
comunidad marina los organismos dominantes suelen ser animales,
como los mejillones o las ostras. La dominancia puede influir en
la diversidad de especies de una comunidad porque la diversidad
no se refiere solamente al número de especies que la
componen, sino también a la proporción que cada una
de ellas representa.
La naturaleza física de una
comunidad queda en evidencia por las capas en las que se estructura, o
su estratificación. En las comunidades terrestres, la
estratificación está influida por la forma que
adoptan las plantas al crecer. Las comunidades sencillas, como
los pastos, con escasa estratificación vertical, suelen
estar formadas por dos capas: suelo y capa herbácea. Un
bosque puede tener varias capas: suelo, herbácea,
arbustos, árboles
de porte bajo, árboles de porte alto con copa inferior o
superior, entre otras. Estos estratos influyen en el medio
ambiente físico y en la diversidad de hábitats para
la fauna. La
estratificación vertical de las comunidades
acuáticas, por contraste, recibe sobre todo la influencia
de las condiciones físicas: profundidad, iluminación, temperatura,
presión, salinidad, contenido en
oxígeno y dióxido de carbono.
Hábitat y nicho
La comunidad aporta el hábitat, el lugar en el que viven
las distintas plantas o animales. Dentro de cada hábitat,
los organismos ocupan distintos nichos. Un nicho es el papel
funcional que desempeña una especie en una comunidad, es
decir, su ocupación o modo de ganarse la vida. Por
ejemplo, el candelo oliváceo vive en un hábitat de
bosque de hoja caduca. Su nicho, en parte, es alimentarse de
insectos del follaje. Cuanto más estratificada esté
una comunidad, en más nichos adicionales estará
dividido su hábitat.
Tasas de crecimiento de la población
Las poblaciones tienen una tasa de nacimiento (número de
crías producido por unidad de población y tiempo) una tasa de mortalidad
(número de muertes por unidad de tiempo) y una tasa de
crecimiento. El principal agente de crecimiento de la
población son los nacimientos, y el principal agente de
descenso de la población es la muerte.
Cuando el número de nacimientos es superior al
número de muertes la población crece y cuando
ocurre lo contrario, decrece. Cuando el número de
nacimientos es igual al de muertes en una población dada
su tamaño no varía, y se dice que su tasa de
crecimiento es cero.
Al ser introducida en un medio ambiente favorable con abundantes
recursos, una
pequeña población puede experimentar un crecimiento
geométrico o exponencial, algo similar al interés
compuesto. Muchas poblaciones experimentan un crecimiento
exponencial en las primeras etapas de la colonización de
un hábitat, ya que se apoderan de un nicho infraexplotado
o expulsan a otras poblaciones de uno rentable. Las poblaciones
que siguen creciendo exponencialmente, no obstante, acaban
llevando al límite los recursos, y
entran con rapidez en declive debido a algún
acontecimiento catastrófico como una hambruna, una
epidemia o la competencia con
otras especies. En términos generales, las poblaciones de
plantas y animales que se caracterizan por experimentar ciclos de
crecimiento exponencial son especies con abundante descendencia y
se ocupan poco de sus crías o producen abundantes semillas
con pocas reservas alimenticias. Estas especies, que acostumbran
a tener una vida corta, se dispersan con rapidez y son capaces de
colonizar medios
ambientes hostiles o alterados. A menudo reciben el nombre de
especies oportunistas.
Otras poblaciones tienden a crecer de forma exponencial al
comienzo y logísticamente a continuación, es decir,
su crecimiento va disminuyendo al ir aumentando la
población, y se estabiliza al alcanzar los límites de
la capacidad de sustentación de su medio ambiente. A
través de diversos mecanismos reguladores, tales
poblaciones mantienen un cierto equilibrio
entre su tamaño y los recursos disponibles. Los animales
que muestran este tipo de crecimiento poblacional tienden a tener
menos crías, pero les proporcionan atención familiar; las plantas producen
grandes semillas con considerables reservas alimenticias. Estos
organismos tienen una vida larga, tasas de dispersión
bajas y son malos colonizadores de hábitats alterados.
Suelen responder a los cambios en la densidad de
población (número de organismos por unidad de
superficie) con cambios en las tasas de natalidad y de mortalidad
en lugar de con la dispersión. Cuando la población
se aproxima al límite de los recursos disponibles, las
tasas de natalidad disminuyen y las de mortalidad entre
jóvenes y adultos aumentan.
Interacciones en la
comunidad
Las principales influencias sobre el
crecimiento de las poblaciones están relacionadas con
diversas interacciones, que son las que mantienen unida a la
comunidad. Estas incluyen la competencia,
tanto en el seno de las especies como entre especies diferentes,
la depredación, incluyendo el parasitismo, y la
coevolución o adaptación.
Competencia
Cuando escasea un recurso
compartido, los organismos compiten por él, y los que lo
hacen con mayor éxito
sobreviven. En algunas poblaciones vegetales y animales, los
individuos pueden compartir los recursos de tal modo que ninguno
de ellos obtenga la cantidad suficiente para sobrevivir como
adulto o reproducirse. Entre otras poblaciones, vegetales y
animales, los individuos dominantes se apoderan de la totalidad
de los recursos y los demás quedan excluidos.
Individualmente, las plantas tienden a aferrarse al lugar donde
arraigan hasta que pierden vigor o mueren, e impiden que
sobrevivan otros individuos controlando la luz, la humedad y
los nutrientes del entorno.
Muchos animales tienen una organización social muy desarrollada a
través de la cual se distribuyen recursos como el espacio,
los alimentos y la
pareja entre los miembros dominantes de la población.
Estas interacciones competitivas pueden manifestarse en forma de
dominancia social, en la que los individuos dominantes excluyen a
los subdominantes de un determinado recurso, o en forma de
territorialidad, en la que los individuos dominantes dividen el
espacio en áreas excluyentes, que ellos mismos se encargan
de defender. Los individuos subdominantes o excluidos se ven
obligados a vivir en hábitats más pobres, a
sobrevivir sin el recurso en cuestión o a abandonar el
área. Muchos de estos animales mueren de hambre, por
exposición a los elementos y
víctimas de los depredadores.
La competencia entre los miembros de especies diferentes provoca
el reparto de los recursos de la comunidad. Las plantas, por
ejemplo, tienen raíces que penetran en el suelo hasta
diferentes profundidades. Algunas tienen raíces
superficiales que les permiten utilizar la humedad y los
nutrientes próximos a la superficie. Otras que crecen en
el mismo lugar tienen raíces profundas que les permiten
explotar una humedad y unos nutrientes no disponibles para las
primeras.
Depredación
Una de las
interacciones fundamentales es la depredación, o consumo de un
organismo viviente, vegetal o animal, por otro. Si bien sirve
para hacer circular la energía y los nutrientes por el
ecosistema, la depredación puede también controlar
la población y favorecer la selección
natural eliminando a los menos aptos. Así pues, un conejo
es un depredador de la hierba, del mismo modo que el zorro es un
depredador de conejos. La depredación de las plantas
incluye la defoliación y el consumo de
semillas y frutos. La abundancia de los depredadores de plantas,
o herbívoros, influye directamente sobre el crecimiento y
la supervivencia de los carnívoros. Es decir, las
interacciones depredador-presa a un determinado nivel
trófico influyen sobre las relaciones depredador-presa en
el siguiente. En ciertas comunidades, los depredadores llegan a
reducir hasta tal punto las poblaciones de sus presas que en la
misma zona pueden coexistir varias especies en competencia porque
ninguna de ellas abunda lo suficiente como para controlar un
recurso. No obstante, cuando disminuye el número de
depredadores, o estos desaparecen, la especie dominante tiende a
excluir a las competidoras, reduciendo así la diversidad
de especies.
Parasitismo
El parasitismo está
estrechamente relacionado con la depredación. En
él, dos organismos viven unidos, y uno de ellos obtiene su
sustento a expensas del otro. Los parásitos, que son
más pequeños que sus huéspedes, incluyen
multitud de virus y
bacterias. Debido a esta relación de dependencia, los
parásitos no suelen acabar con sus huéspedes, como
hacen los depredadores. Como resultado, huéspedes y
parásitos suelen coevolucionar hasta un cierto grado de
tolerancia
mutua, aunque los parásitos pueden regular la
población de algunas especies huéspedes, reducir su
éxito
reproductivo y modificar su comportamiento. Véase Parásito.
Coevolución
La
coevolución es la evolución conjunta de dos especies no
emparentadas que tienen una estrecha relación
ecológica, es decir, que la evolución de una de las
especies depende en parte de la evolución de la otra. La
coevolución también desempeña un papel en las
relaciones depredador-presa. Con el paso del tiempo, al ir
desarrollando el depredador formas más eficaces de
capturar a su presa, ésta desarrolla mecanismos para
evitar su captura. Las plantas han desarrollado mecanismos
defensivos como espinas, púas, vainas duras para las
semillas y savia venenosa o de mal sabor para disuadir a sus
consumidores potenciales. Algunos herbívoros son capaces
de superar estas defensas y atacar a la planta. Ciertos insectos,
como la mariposa monarca, pueden incorporar a sus propios tejidos
sustancias venenosas tomadas de las plantas de las que se
alimentan, y las usan como defensa contra sus depredadores. Otros
organismos similares relacionados con ella (véase Mariposa
virrey) pueden adquirir, a través de la selección
natural, un patrón de colores o una
forma que imita la de la especie no comestible. Dado que se
asemejan al modelo
desagradable, los imitadores consiguen evitar la
depredación. Otros animales recurren a asumir una
apariencia que hace que se confundan con su entorno o que
parezcan formar parte de él. El camaleón es un
ejemplo bien conocido de esta interacción. Algunos
animales que emplean olores desagradables o venenos a modo de
defensa suelen exhibir también coloraciones de
advertencia, normalmente colores
brillantes o dibujos
llamativos, que actúan como aviso adicional para sus
depredadores potenciales. Véase Adaptación;
Mimetismo.
Otra relación coevolutiva es el mutualismo, en el que dos
o más especies dependen la una de la otra y no pueden
vivir más que asociadas. Un ejemplo de mutualismo es el de
las micorrizas, relación forzosa entre determinados hongos
y las raíces de ciertas plantas. En uno de los grupos, el de las
ectomicorrizas, los hongos forman una capa o manto en torno a las
radicelas. Las hifas de los hongos invaden la radicela y crecen
entre las paredes celulares, además de extenderse suelo
adentro a partir de ella. Los hongos, que incluyen varias setas
comunes de los bosques, dependen del árbol para obtener
energía. A cambio, ayudan al árbol a obtener
nutrientes del suelo y protegen sus raicillas de ciertas enfermedades. Sin las
micorrizas, algunos grupos de árboles, como las
coníferas y los robles, no pueden sobrevivir y
desarrollarse. Por su parte, los hongos no pueden existir sin los
árboles. Véase Simbiosis.
Sucesión y comunidades clímax
Los ecosistemas son dinámicos en el sentido de
que las especies que los componen no son siempre las mismas. Esto
se ve reflejado en los cambios graduales de la comunidad vegetal
con el paso del tiempo, fenómeno conocido como
sucesión. Comienza por la colonización de un
área alterada, como un campo de cultivo abandonado o un
río de lava recientemente expuesto, por parte de especies
capaces de tolerar sus condiciones ambientales. En su mayor parte
se trata de especies oportunistas que se aferran al terreno
durante un periodo de tiempo variable. Dado que viven poco tiempo
y que son malas competidoras, acaban siendo reemplazadas por
especies más competitivas y de vida más larga, como
ocurre con ciertos arbustos que más tarde son reemplazados
por árboles. En los hábitats acuáticos, los
cambios de este tipo son en gran medida resultado de cambios en
el medio ambiente físico, como la acumulación de
sedimentos en el fondo de un estanque. Al ir haciéndose
éste menos profundo, se favorece la invasión de
plantas flotantes como los lirios de agua y de plantas emergentes
como las espadañas. La velocidad de
la sucesión depende de la competitividad
de la especie implicada; de la tolerancia a las condiciones
ambientales producidas por el cambio en la vegetación; de
la interacción con los animales, sobre todo con los
herbívoros rumiantes, y del fuego. Con el tiempo, el
ecosistema llega a un estado llamado
clímax (estado
óptimo de una comunidad biológica, dadas las
condiciones del medio), en el que todo cambio ulterior se produce
muy lentamente, y el emplazamiento queda dominado por especies de
larga vida y muy competitivas. Al ir avanzando la
sucesión, no obstante, la comunidad se vuelve más
estratificada, permitiendo que ocupen el área más
especies de animales. Con el tiempo, los animales característicos de fases más
avanzadas de la sucesión reemplazan a los propios de las
primeras fases.
LA
TEORÍA
GENERAL DE SISTEMAS surgió con los trabajos del
biólogo alemán Ludwig von Bertalanffy, publicados
en 1950 y 1968. Esta teoría no busca soluciones
prácticas, pero sí producir teorías
y formulaciones que puedan crear condiciones de aplicación
en la realidad empírica. La teoría de
sistemas afirma que las propiedades de los que las
propiedades de los sistemas no
pueden ser descritos significativamente en términos de sus
elementos separados. La comprensión de los sistemas
solamente se presenta cuando se estudian los sistemas
globalmente, involucrando todas las interdependencias de los
subsistemas.
La teoría general
de sistemas se fundamenta en tres premisas básicas a
saber:
- Los sistemas existen dentro de sistemas.
- Los sistemas son abiertos.
- Las funciones de un
sistema dependen de su estructura.
Se verifica que las teorías
tradicionales de la
organización han propendido por ver la
organización humana como un sistema cerrado. Esa
tendencia ha llevado a no considerar los diferentes ambientes
organizacionales y la naturaleza de la dependencia organizacional
en cuanto al ambiente. El punto débil del enfoque pasado
fue que trató con pocas de las variables
significantes de la situación total por un lado, y muchas
veces se ha sustentando con variables impropias por otro.
La teoría de
sistemas penetró rápidamente en la
teoría administrativa por dos razones básicas:
a) por un lado, frente a
la necesidad de una síntesis y
de una integración mayor de las teorías que
la procedieron, esfuerzo intentado con bastante éxito en
la aplicación de las ciencias del
comportamiento al estudio de la organización desarrollado por los
behavioristas;
b) Por otro lado, la
matemática, la cibernética, de un modo general, y la
tecnología
de la información, de un modo especial, trajeron
inmensas posibilidades de desarrollo y
operacionalización de las ideas que convergían
hacia una teoría de sistemas aplicadas a la
administración.
CONCEPTO &
CARACTERISTICAS DE SISTEMAS
La organización es un sistema que consta de un
número de partes interactuantes y ninguna de ellas es
más que las otras en sí. De la definición de
Bertalanffy, según la cual el sistema es un conjunto de
unidades recíprocamente relacionadas, se deducen dos
conceptos: el de propósito y el globalismo.
- Propósito: todo sistema tiene uno o algunos
propósitos. Las unidades o elementos, como
también las relaciones, definen una distribución que trata siempre de
alcanzar un objetivo. - Globalismo: todo sistema tiene una naturaleza
orgánica, por la cual una acción que produzca
cambio en una de las unidades del sistema, con mucha probabilidad
producirá cambios en todas las otras unidades de
éste.
El término sistema es empleado generalmente en el
sentido de sistema total. Los componentes necesarios para la
operación de un sistema total son llamados subsistemas,
los que , a su vez, están formados por la reunión
de nuevos subsistemas más detallados.
En cuanto a su constitución, los sistemas pueden ser
físicos o abstractos: sistema físicos o concretos,
cuando están compuesto por equipos, por maquinarias y por
objetos y cosas reales. Sistemas abstractos, cuando están
compuestos por conceptos, planes, hipótesis e ideas. En ciertos casos, el
sistema físico opera en consonancia con el sistema
abstracto.
En cuanto a su naturaleza, los sistemas pueden ser
cerrados o abiertos: los sistemas cerrados son los que no
presentan intercambio con el medio ambiente que los rodea, pues
son herméticos a cualquier influencia ambiental. Los
sistemas abiertos son los que presentan relaciones de intercambio
con el ambiente, a través de entradas y salidas.
El sistema se caracteriza por determinados
parámetros. Los parámetros de los sistemas son:
entrada, procesamiento, salida, retroacción y
ambiente.
La descripción del sistema abierto es
exactamente aplicable a una organización empresarial.
Una empresa es
un sistema creado por el hombre y
mantiene una dinámica interacción con su medio
ambiente, ya sea con los clientes, los
proveedores,
los competidores, las entidades sindicales, etc. influye sobre el
medio ambientes y recibe influencias de éste.
La idea de tratar a la organización como un
sistema abierto no es nueva. Herbert Spencerya lo afirmaba en el
inicio de este siglo: "Un organismo social se asemeja a un
organismos individual en los siguientes rasgos esenciales:
- en el crecimiento
- en el hecho de volverse más complejo a medida que
crece; - en el hecho de que haciéndose más complejo,
sus partes exigen una creciente interdependencia; - porque su vida tiene inmensa extensión comparada con
la vida de sus unidades componentes - porque en ambos casos existe creciente integración acompañada por
creciente heterogeneidad"
Las organizaciones
poseen todas las características de los sistemas abiertos,
definidas en parte anteriormente.
De todas las teorías presentadas hasta este
momento, la teoría de sistemas es la menos criticada, tal
vez por el hecho de que aún no ha transcurrido suficiente
tiempo para su análisis más profundo. Por otra
parte, puede ser además que la perspectiva
sistemática parece estar de acuerdo con la
preocupación estructural-funcionalista típica de
las ciencias
sociales de los países capitalistas de hoy en
día.
Las principales características de la moderna
teoría de la administración basada en el análisis
sistemático son las siguientes: punto de vista
sistemático, enfoque dinámico, multidimensional y
multinivelado, multimotivacional, probabilístico,
multidisciplinaria, descriptivo, multivariable y adaptativa.
Sin embargo, muchos autores consideran la teoría
de sistemas demasiado abstracta y conceptual, y por lo tanto, de
difícil aplicación a situaciones gerenciales
prácticas. A pesar de que ha venido predominando
fuertemente en la teoría administrativa y tiene una
aplicabilidad general al comportamiento de diferentes tipos de
organizaciones
e individuos en diferentes medios culturales, el enfoque
sistemático es básicamente una teoría
general comprensible, que cubre ampliamente todos los
fenómenos organizacionales. Es una teoría general
de las organizaciones y de la
administración, una síntesis
integradora de los conceptos clásicos, neoclásicos,
estructuralistas, neoestructuralistas y behavioristas.
No obstante, aunque el esquema más amplio de ese
enfoque parece virtualmente completo en su todo, muchos detalles
de la teoría todavía están por estudiar e
investigar.
Cuando nos referimos a los niveles de organización, se
indicaban diferentes subgrupos diferenciables, como lo son
individuo, población o comunidad, donde un determinado
nivel de organización esta formado por subgrupos
integrados por el nivel de complejidad anterior.
Al convinarse subgrupos o componentes para producir entidades
funcionales de dimensiones mayores, emergen nuevas propiedades no
presentes en el subgrupo o componenete predecesor. Los atributos
emergentes presentan principios no
reductibles, es decir las propiedades del todo no son reductibles
a la suma de las propiedades de las partes. Por otro lado los
atributos, permiten se conserven las características
colectivas, que son las características que son resultado
de la suma de las partes.
Dicho en otras palabras, entendemos como niveles emergentes a
aquellas categorías de organización de la materia,
en las cuales hay propiedades o características que no se
expresan por la simple adición de las propiedades o
características de los elementos que la constituyen, como
una unidad natural de organización de la materia, la
población representa algo más que la
superposición de los individuos.
Considerando lo anterior se puede decir que población
biológica comparte atributos tales como tasa de natalidad,
tasa de mortalidad, proporción de sexos,
distribución de edades, etc.
Los atributos emergentes, los podemos dividir en primarios
y secundarios. Los primarios, son los que nos permiten
describir de forma esencial al nivel de organización. Para
el nivel de complejidad de población, los atributos
primarios son derivados de la densidad de la
población evaluada en forma absoluta o relativa, y
consideramos a los siguientes:
Natalidad. Incluyendo los conceptos de fertilidad
(nacimientos reales) y fecundidad (nacimientos posibles).
Mortalidad. Considerando la longevidad
fisiológica (longevidad que por las características
de los individuos se puede presentar) y longevidad
ecológica (longevidad que por el medio ambiente los
organismos pueden tener).
Inmigración. Como tasa de entrada de organismos,
provenientes de otras poblaciones.
Emigración. Tasa de salida de organismos de la
población no causada por muerte.
Los atributos secundarios de mayor interés
son:
Cuantitativos
- Patrón de distribución de los
organismos. - Tasa de crecimiento de la población.
Cualitativos
- Estructura de edades
- Composición genética
- Tasa sexual
- Estructura social.
Como resultado de considerar los atributos emergentes, se
puede entender a la población con el modelo
demóstato:
Para ver el gráfico seleccione la
opción "Descargar" del menú superior
Figura 1. Modelo demostato, que busca explicar el
comportamiento poblacional.
Propiedades emergentes
para cualquier sistema existen propiedades o atributos
que surgen como resultado de la interacción de todos sus
componentes y que no se reconocen a nivel de las propiedades de
los componentes singulares.
tamaño mínimo de un ecosistema: aquel que
permite la permanencia de los elementos básicos que lo
constituye.
Los ecosistemas
Plantas verdes, fitófagos,
zoófagos, humus, Sustancia, orgánica muerta,
saprófagos, CO2, O2, agua, nutrientes, Energía
solar.
Componentes genéricos de un
ecosistema
Subsistema cultivos-Subsistema plagas-Subsistema
enfermedades-Subsistema malezas-Subsistema
atmosférico-Subsistema suelo-Energía humana,
animal, fósil, fertilizantes, biocidas, semillas de
cultivo, etc. Radiación
solar, precipitaciones, Cosecha y otras
Atributos
Usos:
Protección de hábitat-Calidad de
hábitat
Usos directos:
Diversidad-Vida silvestre-Agricultura-Biomasa-Pesca–Productos-forestales-Intercambio de materia-
Ganado-Acuacultura/Pesca-Orgánica-Biodiversidad–Turismo/Recreación-Acumulación de
nutrientes-Biomasa-Sedimentos-Productividad
neta-Construcción-Cultivos/Investigación/Educación-Recarga de
Acuíferos-Descarga de Agua
Subterránea-Amortiguamiento de Tormentas-Acople (apoyo
externo a otros sistemas)-Valo res no
Comerciales-Existencia
Mario Andres osorio