4. Algunos Inventos
Argentinos
La Birome
La Historia de
Ladislao Biro
Ladislao Biro es sin lugar a dudas el inventor argentino
más importante de nuestra historia, el paradigma del
"inventor profesional" comprometido con su rol social a favor del
progreso de la humanidad.
Ladislao Biro fue un explorador de lo desconocido, con la
curiosidad insaciable de un niño, la visión de un
artista, el juicio crítico de un buen juez, y la voluntad
de un guerrero
Entre sus múltiples y variados inventos sobresale, sin
lugar a duda, la tradicional "birome". Un producto
totalmente palpable, de uso diario y masivo a nivel mundial.
También por el hecho de haber sido su patentamiento y
lanzamiento comercial desde la Argentina, como
prueba que en este país se pueden realizar emprendimientos
innovadores.
Otra razón muy importante es el carácter y
las diferentes virtudes que muestra este
hombre,
características fundamentales para este
tipo de logros tales como la humildad, la constancia y la idea de
que las cosas deben compartirse.
"El no aceptaba los problemas como
una fatalidad. Decía 'si hay un problema, debe haber una
solución', y la buscaba desde un punto cero", esta frase
mencionada por su hija, Mariana, describe la
personalidad de quien en vida fue su padre.
Es de resaltar también que en muchos de sus inventos ni
siquiera era especialista, simplemente miraba las posibilidades
desde un marco más amplio y guiado muchas veces por el
sentido común.
En ultima instancia es de destacar lo polifacético que ha
resultado este inventor, ya que en total ha logrado 32
invenciones, en los más variados rubros, quizás
como reflejo de las múltiples actividades que
realizó en vida, tales como periodista, hipnotizador,
corredor de autos, agente
de bolsa, escultor etc.
Es por ello, que el día de su nacimiento, el 29 de
Septiembre, se festeja en la Argentina, el "Día del
Inventor", en homenaje a su talento y a su amor por su
país de adopción.
La existencia de una fundación que lleva su nombre,
dedicada a la invención y de una escuela dirigida
por su hija Mariana de educación primaria y
secundaria con énfasis en la capacidad de inventiva del
ser humano, terminó por decidirnos por este
emblemático y carismático personaje.
El 29 de septiembre de 1899, en el seno de una familia de clase
media conformada por su padre Matías su madre y su hermano
Jorge, nace Ladislao José Biro (o Biro, según la
grafía húngara, aunque no se pronuncia
acentuado).
El médico que lo trajo al mundo en Budapest,
Hungría, dijo a su madre (cuyo nombre era Juana Ullmann)
que sus posibilidades de vida no eran muchas dado su
escasísimo peso de poco más de 1 kilogramo.
Sin embargo, ella se dispuso a darle batalla a la adversidad:
puso a su hijo bajo una lámpara pensando que el calor
podría completar artificialmente su desarrollo. No
sólo resultó eficaz, sino que anticipó la
aparición de la incubadora.
En forma simultánea, por esos misteriosos vínculos
entre madre e hijo, la mujer
imprimió al suyo la tendencia a "buscar y hallar algo",
que es la definición etimológica del verbo
inventar.
Su niñez la vivió junto a su hermano Jorge, quien
era dos años mayor que él, hasta que a mediados de
1914, con tan solo 16 años de edad, participa como soldado
en la primera guerra
mundial.
Su formación fue en la escuela primaria y después
el gimnasio, que es como aquí la escuela secundaria, con
una orientación hacia las ciencias
biológicas, la filosofía y el latín; esto
era común en Europa. Una vez
concluido el gimnasio realizó el primer año en la
carrera de medicina, pero
luego abandonó debido a un accidente. Ese accidente
provocó que Ladislao fuese el primero que empezó,
en Hungría, a ocuparse de todo lo relacionado con el
hipnotismo. Trabajó con hipnotismo en una clínica
de Budapest, y dicto varias conferencias dedicadas a los
médicos. A partir de entonces fue muy solicitado por los
médicos para que colaborara con las técnicas
de hipnotismo, para lograr efectos analgésicos. En esa
época ganaba tanto dinero con el
hipnotismo, que francamente perdió todo interés
por seguir estudiando anatomía humana, y
decidió abandonar sus estudios. Sus ingresos eran tan
considerables que hasta tenía un coche con caballos para
dirigirse a todas partes.
Ese fue el fin de sus estudios formales, y desde ese momento
comenzó a ocuparme de diferentes cosas, como la
grafología y el hipnotismo en la medicina. Fue despachante
de aduana, vendedor
y corredor de automóviles, agente de bolsa e inventor. Por
ese entonces, el 2 de Noviembre de 1930, contrajo matrimonio con
Elsa Isabel Schick. Ese mismo año inventó una
máquina para lavar ropa, que pudo ser fabricada en serie,
y por la cuál recibió las regalías
correspondientes. Pero su primer invento fue una lapicera a
fuente, que debía llenarse con agua, y que
cubría a una composición sólida de anilinas,
que se van disolviendo parcialmente a medida que corre el agua. Este
invento lo había realizado algunos años antes (en
1928) inspirado en los trabajos que había realizado su
padre, sin mayor éxito,
con un instrumento para escribir a mitad de camino entre las
lapiceras convencionales y lo que, con el correr de los
años, llegaría a ser el bolígrafo.
El 16 de Abril de 1932 nace su única hija, a quien
llamarían Mariana.
A los 33 años ya había inventado la caja
automática para automóviles, totalmente mecánica. Este invento lo pudo realizar
gracias a un amigo gitano que era un excelente mecánico, y
juntos llevaron a la práctica lo que Biro había
concebido sobre un papel.
La patente de la caja automática pudo venderla a los
representantes de la General Motors en Berlín: En esta
transacción cometió algunos errores debido a su
falta de experiencia en el tema. Tuvo que viajar a Berlín
en una motocicleta donde estaba montada la caja
automática, gracias a una invitación de las
autoridades de la General Motors para realizar una
demostración. Finalmente compraron los derechos con el siguiente
detalle: recibiría un adelanto de U$S 500 y una
mensualidad de U$S 500 durante cinco años y después
una participación en la producción. Pero cuando firmaron en
convenio en Berlín, le dijeron que no tenían la
intención de fabricar la caja automática
mecánica porque ellos ya trabajaban con una caja
hidráulica desde hacía ya muchos años, y
pensaban continuar con ella. Simplemente habían comprado
su invento para que no lo comprara la competencia.
En el año 1938; ya había patentado un modelo
rudimentario del bolígrafo en su país, en Francia y
Suiza. Ese mismo año, ya se encontraba trabajando como
reportero de un periódico
húngaro, en Yugoslavia; en determinado momento
escribió una nota sobre un escritorio de la entrada del
hotel dónde estaba hospedado, con un primitivo modelo de
bolígrafo que a veces funcionaba y otras veces no. La nota
era un borrador que debía enviar a Hungría y a su
lado se encontraba un hombre bajito con anteojos y
acompañado por una chica muy linda. Luego de enviar el
telegrama, cuando subió para ir a su habitación, lo
llamó el conserje del hotel y le dijo: "ese señor
que estaba a su lado es un ingeniero y lo ha visto a usted que
escribe con un instrumento que el no conoce ¿Usted,
tendría inconveniente en recibirlo para mantener una
conversación?" . Ladislao le respondió que no
tenía ningún inconveniente y convino una entrevista.
Entonces ese señor le preguntó
quién era y a que se dedicaba; a lo que él le
respondió que era un periodista húngaro, que estaba
trabajando eventualmente en Yugoslavia y que además era
inventor. Luego le preguntó: "¿Por qué no
viene a trabajar a la Argentina?".
Entonces, el misterioso hombre, le comento que había
estado
observando detenidamente el instrumento, para el desconocido, con
el que escribió la nota y que pensaba que en Argentina no
iba a tener ningún tipo de problemas si se decidía
a viajar a aquel país, para trabajar en la
producción de ese tipo de bolígrafo. Entonces el
joven inventor le respondió que en el centro de Europa, no
le otorgaban la visa para la residencia en la Argentina. Ante
este planteo, el ingeniero, le entregó una tarjeta
personal
firmada, y le aseguro que con esta no iba a tener problemas para
recibir la visa en el consulado de Argentina en Yugoslavia o en
Francia. Al observar la tarjeta, Ladislao Biro, pudo leer en la
misma la siguiente inscripción: "Agustín P. Justo,
presidente". Por lo que guardó bien esa tarjeta por si
algún día podría llegar a
necesitarla.
Luego de su estadía en Yugoslavia, se
dirigió a Francia; debido a que un amigo le había
brindado los datos de un
financista también húngaro que residía en
París, y que se dedicaba a los negocios de
importación y exportación. Luego de un azaroso viaje en
tren, llego a París y se traslado de inmediato a la
dirección que debía buscar.
Así fue como conoció a Juan Jorge Meyne, con
quién desarrollaría una profunda amistad, y con
quién se asociaría para la producción del
bolígrafo.
En París trabajó como periodista y pintor,
pero posteriormente, gracias a algunos contactos importantes con
el gobierno
francés, el cuál ya sabía que era inventor,
comenzó a trabajar en los laboratorios del servicio
secreto de las fuerzas armadas. En ese laboratorio se
dedico al desarrollo de productos
químicos, por lo que pudo realizar grandes progresos, pese
a lo accidentado y peligroso de los experimentos.
Trabajó durante mucho tiempo en un
producto incendiario que posteriormente desarrollarían los
americanos. Desafortunadamente, debido a la caída de
Francia tuvo que abandonar las investigaciones.
Cuando los alemanes invadieron Francia, en ningún
momento dudó en venir a la Argentina, y buscó la
tarjeta del presidente Justo. Del país solo sabía
que había pampa, que estaba muy lejos, que se bailaba
tango, y que
había gauchos……..
Viajó; junto a Meyne, su esposa y su hija Mariana; en un
barco español
llamado Sevilla y luego de 21 días de viaje, llega a
Buenos Aires,
a mediados del mes de mayo de 1940.
Al poco tiempo, Ladislao, adoptó la ciudadanía
argentina y formó la Compañía
Biro-Meyne-Biro junto con su hermano y Juan Jorge Meyne.
A partir de 1941 comienza a realizar numerosos experimentos para
perfeccionar el bolígrafo, ya que el mismo no tuvo gran
éxito al principio por tener imperfecciones en la tinta y
por estar mal fabricado.
En 1942 logra conseguir apoyo financiero de Luis Lang y Henry
Martin, pero a fines de 1943 sucedería un hecho que
pondría a prueba la fuerza de
voluntad no solo de Biro sino también de todas las
personas que trabajaban en la empresa;
Dejemos que el propio Ladislao nos cuente esta
historia:
"Treinta y una personas formaban parte de la empresa. Las
llamé y les dije: "los financistas no dan más
dinero, tengo que cerrar". Yo sé muy bien que ustedes
viven de su sueldo, tienen obligaciones y
familia y, en consecuencia no pueden trabajar solo por mis
promesas de que, eventualmente tendremos éxito en el
mercado en unos 4
o 5 meses, recién entonces voy a poder pagarles
retroactivamente. Pero seguro no es.
Quien en esas condiciones pueda seguir trabajando conmigo, anote
su nombre en el papel, y quién no pueda, por razones
comprensibles, no lo haga; de todas maneras quedaremos como
buenos amigos. Luego de esa conversación salí de la
sala de reuniones y a los pocos minutos me llamaron de la misma
sala y me dijeron: Biro vuelva, todos vamos a seguir trabajando.
Finalmente las 31 personas continuaron trabajando durante las
cuatro semanas con total inseguridad,
pero afortunadamente pude perfeccionar el sistema de
producción del bolígrafo y así salimos al
mercado con un gran éxito.
Ha sido una suerte para mí haberle podido pagado
a esos empleados.
Perfeccionar el bolígrafo me llevó seis años
de intenso trabajo, producto que ahora parece algo fácil,
pero hacer la idea de un producto comercializable requirió
muchos esfuerzos. Hoy se lo fabrica a un costo de unidad
inferior a lo que cuesta un boleto de colectivo. Para lograr lo
que hoy puede conseguirse en cualquier quiosco, debí
construir máquinas
especiales para poder engarzar a las bolillas de acero, en un
dispositivo especial sin freno, la tinta también
resultó un gran problema. Mi hermano, que era
químico, trabajó mucho en la búsqueda de una
solución, al igual que muchos otros profesionales, pero
como no se hacían grandes progresos, debí encarar
personalmente el problema hasta que pude
solucionarlo."
En 1944, Biro vendió la patente norteamericana a
Eversharp-Faber por dos millones de dólares, y, en Europa,
a Marcel Bich (fabricante de los bolígrafos
Bic).
A partir de 1946 preside varias sociedades y
compañías, y además logra hacer viajar a
numerosas familias desde Ungiría para que se radiquen en
nuestro país.
Por otro lado obtiene un gran número de patentes cuyo
detalle se encuentra en la sección Otros Inventos.
En 1981 comienza a trabajar en lo que sería su
último invento, el cual lamentablemente no pudo concluir,
el enriquecimiento del uranio. Sobre este tema Biro tenía
una visión muy particular; "Yo leí un
artículo en el cuál se hablaba de cómo
enriquecer el uranio en los EEUU y en Rusia, mediante
supercentrífugas, con un rotor que está suspendido
en un campo
magnético y que giran a gran velocidad para
provocar la separación isotópica en el gas "Hezafloruro
de uranio". En estos países se dedican grandes esfuerzos
para mejorar el sistema y hacerlo más económico.
Cuándo leí este artículo, y es
característico en todos mis inventos, yo pensé "por
qué hacen todo tan complicado, no comprendo para que usan
centrífugas el gas ¿no puede girar sin
centrífugas? Si hacemos girar el gas, en vez de los
recipientes, la fuerza de la centrífuga es la misma, para
el gas resulta indiferente si gira en una centrífuga o no,
en cualquier lugar se gira. Así empecé a trabajar
en esto y ya tenemos resultados muy adelantados. Trabajo
aquí en el laboratorio de mi casa, con dos técnicos
de la Comisión Nacional de Energía Atómica,
y somos muy optimistas en cuanto al desarrollo futuro. Así
es como nace un invento, leí un artículo y
pensé ¿a esto, no se lo podría simplificar?
Sí, se lo `puede simplificar. Naturalmente cuando
empecé, yo no conocía las reglas de la dinámica de los fluidos, entonces
libremente empecé a pensar con simple lógica".
A los 86 años, José Ladislao Biro
falleció el 24 de octubre de l985 en el Hospital
Alemán de Buenos Aires.
La prensa nacional e
internacional, recordó debidamente la labor de este
brillante inventor, quién fuera ampliamente elogiado por
las oficinas de Patentes de los EEUU y de varios países
europeo. Biro había recibido también el
reconocimiento de varias empresas
estadounidenses por haber superado ampliamente con sus
investigaciones la labor de gran número de sus
científicos en temas relacionados con la química de resinas
fenólicas, la micromecánica y la separación
de isótopos.
Pese a ese reconocimiento y a reiteradas invitaciones para
radicarse en los EEUU Ladislao José Biro permaneció
fiel a su patria adoptiva.
Hasta el momento en que enfermó, seguía
investigando con gran tesón, todo lo relacionado con su
último invento, lamentablemente inconcluso "Una nueva
tecnología
para el enriquecimiento del uranio". –
En sus últimos años, en el barrio de Belgrano,
acostumbraba a aconsejar a los jóvenes que
circunstancialmente hablaban con él: no dejen pasar la
vida a su lado, sean conscientes del mayor placer que existe; la
vida misma
La birome
Ya en el siglo XIX se habían realizado algunos intentos de
fabricación de una pluma que tuviera un rodamiento en su
punta, como el producto utilizado por John L. Loud en 1888 para
marcar el cuero. Pero no fue hasta 1938 cuando el inventor
húngaro Ladislao Biro inventó un bolígrafo
que tuvo éxito a nivel mundial. Una tinta viscosa y
oleaginosa servía para este tipo de plumas, evitando
manchas porque prescindía de la punta embebida en tinta.
Se llamó birome al invento por la asociación del
apellido Biró y el de su socio Meyne. El término
birome se convirtió en sustantivo.
El bolígrafo tenía ciertas ventajas sobre
la pluma estilográfica: la tinta era impermeable y casi
indeleble; podía escribir sobre superficies muy diferentes
y se podía mantener en cualquier posición durante
la escritura; la
presión
que había que aplicar para que fluyese la tinta era
perfecta para hacer copias con papel carbón. Esto hizo que
el bolígrafo no tardase en desplazar a la pluma
estilográfica como utensilio universal para escribir.
La historia comienza cuando el célebre inventor se
desempeñaba como periodista. Su idea surgió debido
a que al no trabajar continuamente durante su juventud,
muchas veces la tinta de su lapicera se secaba. Por eso cuando
debía realizar una entrevista, tenía que pedir
prestada una porque la suya no funcionaba. Adicionalmente se
había cansado de las quejas de su hija Mariana porque sus
compañeritos del banco de
atrás, en la escuela, le ensuciaban las puntas de las
trenzas en el tintero. Todo esto le resultaba muy desagradable;
hasta que un día en una imprenta vio un "monstruo
mecánico", la máquina rotativa con su
característico "plac, plac, plac" imprimiendo diarios sin
provocar manchas desagradables, y con una tinta que se secaba una
vez impresa en el papel. Entonces se preguntó si no se
podría simplificar este mecanismo y hacerlo manual.
Allí había más de 2000 piezas, eso era
demasiado grande, ¿cómo se podría hacer algo
más simple para escribir? Y de este razonamiento
surgió el bolígrafo, que consistía en una
bola de acero en la punta de un cilindro lleno de tinta especial,
que bajaba por acción de la gravedad y se secaba enseguida
sobre el papel. Al bajar la tinta, impregnaba a la bola de acero,
permitiendo el fluir de la tinta sobre el papel.
En esa época fue a consultar a un profesor de
química, en Hungría porque tenía serias
dificultades para encontrar una tinta adecuada, pero éste
lo echó. De esta forma, Biro tuvo que valerse por
sí mismo para encontrar un fluido adecuado para su
reciente invento. Utilizando la simple lógica, Ladislao
pudo desarrollar una clase se tinta que no se seque en el tanque,
pero que sí lo haga en el papel. Para ello tuvo en cuenta
que la tinta se compone de partes sólidas y
líquidas, por lo tanto la parte líquida iba a ser
absorbida por el papel y el componente sólido
quedaría arriba.
Perfeccionar su invento le llevó seis años de
intenso trabajo, debido a que los primeros bolígrafos no
escribían nada bien; solían patinar y además
la tinta oleaginosa, que se secaba muy lentamente, se emborronaba
con facilidad. Por lo tanto, fue necesario construir
máquinas especiales para poder engarzar a las bolillas de
acero, en un dispositivo especial sin freno. En cuanto al
mejoramiento de la tinta, también tuvo varios problemas.
Su hermano, que era químico, trabajó en la
búsqueda de una solución al igual que muchos otros
profesionales. Como no se hacían grandes progresos,
Ladislao Biró debió encarar personalmente el
problema hasta que pudo solucionarlo. Se fue mejorando la
composición de la tinta para que resultara más
fluida y secase antes. Además de los problemas
técnicos, el inventor argentino tuvo que enfrentar
problemas económicos cuando los inversores no quisieron
financiar más su proyecto; hasta
el punto que tuvo que pedirles a sus empleados que trabajen sin
goce de sueldo hasta que logró perfeccionar el sistema de
producción del bolígrafo y así salió
al mercado con un gran éxito.
Biro patentó un modelo rudimentario del
bolígrafo en su país, en Francia y en Suiza, en
1938 y más tarde en Argentina el día 10 de junio de
1943, donde por vez primera se financió el invento para
ser comercializado e industrializado. La célebre birome
fue precedida por los modelos
Eterpen y el Stratopen.
En 1944, Biro vendió la patente norteamericana a
Eversharp-Faber por dos millones de dólares, y, en Europa,
a Marcel Bich (fabricante de los bolígrafos Bic).
En sus comienzos este nuevo instrumento de escritura costaba
entre 80 y 100 dólares, lo que hacía a la birome
prácticamente inaccesible para los salarios medios de
entonces. Biro anhelaba popularizar su invento. Lo hizo el
tiempo: ahora no pasa de un peso.
En el año 1945 la fuerza aérea de Estados Unidos,
ante la necesidad de utilizar un nuevo tipo de lapicera que se
pudiera utilizar en grandes alturas sin que se derramara la
tinta, le encargó a Biró 20.000 ejemplares. El
éxito obtenido en esta empresa con el gobierno
norteamericano colocó a este producto en la vidriera del
mundo. Sin embargo, Biro no patentó la birome en EEUU lo
que provocó una dura batalla entre competidores por su
explotación comercial. En ese mismo año el
norteamericano Milton Reynolds desarrolló su propio modelo
y el austriaco Franz Seech inventó la tinta que se seca al
contacto con el aire, la cual fue
comercializada con el nombre de "paper mate".
Sin el bolígrafo de tinta seca… la realidad
seria otra. Sin embargo y a pesar de los grandes progresos por
mejorar los bolígrafos, estos seguían siendo muy
costosos (aprox. $10) hasta que en el año 1949 el
francés Marcel Bich desarrolló un modelo de
bolígrafo con un costo llamativamente inferior al que
denominó BIC ballpoints. Diez años más tarde
las Bic eran las lapiceras primeras en ven el mercado
americano.
El Colectivo
El colectivo nace en 1928. Año de crisis
económica, la gente dejó de tomar taxis, llevando
al sector a una delicada situación. Es ahí cuando
surge la idea de llevar varios pasajeros (alrededor de "5") en un
mismo taxi, con un recorrido fijo a un precio
más accesible y prefijado.
La ciudad de Buenos Aires tenía por entonces una población de 2.100.000 habitantes y los
medios de transporte
público de la época (tranvías,
ómnibus y taxis) no satisfacían por completo la
demanda
ciudadana. Situación propicia para la rápida
adopción de la nueva forma de transporte. El 24 de
Septiembre quedó establecido el primer recorrido que
unía Lacarra y Rivadavia con Primera Junta, haciendo
escala en Plaza
Flores. Los colectivos no estaban autorizados a llevar pasajeros
de pié.
Las ventajas del colectivo fueron rápidamente aceptadas
(rapidez y descongestionamiento de tráfico),
convirtiéndolo en una opción popular, llevando a la
industria del
tranvía a una difícil situación. La suerte
de los mismos estaba echada.
Con la regularización del servicio surgió
la iniciativa de ponerles letreros indicativos del recorrido y el
número de línea, para facilitar la
identificación de los mismos.
Con el paso del tiempo el espacio disponible para pasajeros
resultó escaso. Por tal motivo se comienza a modificar los
vehículos para aumentar su capacidad hasta llevarla a
"10". El futuro no podía detenerse y comenzaron a
carrozarse chasis de camiones transformando al porteño
colectivo en verdaderos ómnibus.
El colectivo continúa siendo al día de hoy, la
opción diaria de millones de personas. La industria a
multiplicado sus servicios y
ramales, incorporando nuevas
tecnologías con comodidades para personas con
movilidad reducida y conviviendo comercialmente con trenes,
líneas de subterráneos, remises y taxis.
Identificación Dactilar
Historia de Juan Vusetich
Criminalista, creador del sistema Dactiloscopio
Argentino
Juan Vucetich creo el mas perfecto sistema de
clasificación de los dibujos
digitales. Estos fueron descubiertos ya hace siglos y se sabia
también que no existían dos individuos que tengan
dibujos similares en las yemas de los dedos, pero nadie, hasta
Vucetich, había logrado implementar un sistema
universalmente reconocido para la individualización de
personas.
Proviene de la ciencias medicas el
conocimiento de las estrías papilares, de las yemas de
los dedos, que al tocar cualquier superficie o cuerpo liso,
quedan retratadas fielmente por medio de la
transpiración.
En la década de 1890 – 1900, las publicaciones
relacionadas a estos temas ya estaban ligadas expresamente a la
identificación de personas.
Juan Vucetich nació en 1858, en lo que hoy es Croacia y
emigro hacia la Argentina, a los 24 años. En 1888, ingreso
a la policía de la provincia de Buenos Aires.
Hasta entonces la técnica para la individualización
de las personas era el método
antropometrico, ideado por el francés Bertillion. El
Bertillonage, estaba basado en las medidas de ciertas partes del
cuerpo humano
y las particularidades fisonaomicas, era utilizado como
instrumento de las investigaciones por la policía francesa
desde 1882.
La policía argentina considero necesario instalar
una oficina que se
ocupara de las funciones
relacionadas con la identificación de personas.
El capitán de navío, Guillermo J. Núnez,
jefe de la provincia de Buenos Aires, le encargo a Vucetich
la
organización de la oficina antropometrica; le entrego
una revista que
contenía un estudio sobre las impresiones digitales y le
sugirió que tal vez el podría instituir un sistema
por medio de estos dibujos.
Aquella publicidad era la
Revieu Scientifique del 2 de mayo de 1891 y el articulo se
refería a los trabajos que dejo truncos Francis
Galton.Sabiendo que el método empleado hasta la fecha, era
el Barrillonage, Vucetich lo adopto para instalar y organizar el
gabinete técnico policial que se le encargara. Pero al
aproximarce al tema de las estrías papilares de los dedos,
comenzó a dedicarce intensamente en su estudio. Hasta
entonces no conocía absolutamente nada sobre las
impresiones digitales nítidas para hacer un análisis comparativo y buscar la manera de
utilizarlas en el servicio de identificación.
Al mismo tiempo que dirigía la oficina de
Identificación Antropometrica, Vucetich acumulo gran
cantidad de impresiones digitales. Y es así como, a la par
del servicio Antropometrico, dio forma y organizo el servicio de
identificación por medio de las impresiones digitales, en
1891. Ademas invento todos los elementos para captar lo mas
perfectamente posible los dibujos dactilares de los dedos de
ambas manos y puso en practica todo en cuanto fue necesario para
sistematizar el método.
El nuevo proceso de
reconocimiento se llamo ¨Icnofalangometria¨ o ¨Metodo
Galtoneano¨, estaba compuesto por 101 tipos de huellas
digitales que el mismo había clasificado sobre la base de
incompleta taxonomía
de Galton.
El primero de setiembre de ese año, comenzó a
aplicarse oficialmente el método de Vucetich para
individualización de personas, con el registro de las
huellas dactilares de 23 procesados.
Pero para llegar a su logro máximo tuvo que trabajar unos
años mas, después de intensas investigaciones llego
a establecer que en las figuras son solo cuatro las formas
fundamentales que se repiten insistentemente, había
encontrado la clasificación fundamental y así
creado el sistema dactiloscópico Argentino. A cada uno de
estas cuatro conformaciones las llamo: A-1, I-2 , E-3 Y V-4
denominación que se adoptara luego a nivel universal.
Cada vez que conseguía perfeccionar sus ideas y teoría,
como consecuencia de sus investigaciones, Vucetich
producía la consiguiente publicación, promoviendo
así la continuación de su obra. Sus trabajos
experimentales se produjeron en el libro
instrucciones generales para el sistema Antropométrico e
Impresiones Dactilares. Tres años después en 1894,
idea de la identificación Antropométrica, aparecen
las Huellas Digitales.
Proceso para obtener las huellas digitales
Se espolvorea el objeto con un polvo de textura mas fina que el
talco
Se saca el polvo con un pincel de peto de marta. Si hay huellas
el polvo quedar atrapado por las minúsculas
protuberancias
Pegando sobre el objeto un tipo especial de cinta adhesiva se
saca una copia de la huella
Se traspasa la huella a un acrílico transparente y se
fotografía
.
Este método es usado para criminales
reincidentes.
"La costumbre constituye la guía fundamental de
la vida humana". Efectivamente el conocimiento
de las costumbres supone una guía importante para
comprender el alma de un país y de sus gentes.
Matrimonio y familia
La mayor parte de las parejas contraen matrimonio por primera vez
entre los 20 y 30 años. Las bodas se celebran con una
ceremonia civil y, si los contrayentes así lo desean,
también con una celebración religiosa. A
continuación es frecuente organizar una gran
recepción con cena y baile.
En Argentina predomina la familia
nuclear. Los hijos adultos viven a menudo en la misma ciudad que
sus padres. Las mujeres son las que se encargan fundamentalmente
de criar a los hijos y tienen una gran influencia en las
decisiones familiares. Cada vez son más las mujeres que
trabajan fuera del hogar.
Las comidas
Los argentinos comen más carne de vacuno per cápita
que cualquier otra población del mundo. Debido a que
Argentina es un gran productor de vacuno, los precios
internos son bastante bajos y la mayoría de la
población puede comer carne a diario, y muchas personas
preparan los fines de semana un asado. Las comidas populares
incluyen empanadas, rellenas de carne o verdura; y milanesas o
chuletas de ternera rebosadas. El dulce de leche es leche
acaramelada, una especialidad Argentina y un dulce
popular.
Hábitos sociales
A la hora de las presentaciones, es habitual dirigirse a la gente
como señor o señora, pudiendo darse la mano. Dar un
abrazo y un beso en la mejilla es un saludo frecuente entre las
mujeres o entre un hombre y una mujer que se
conocen. El saludo español Buenos días! (buen
día en Buenos Aires) o Buenas tardes se emplea cuando se
va por la calle o se saluda a amigos o conocidos.
Mirar a los ojos se considera importante, y no es extraño
para los argentinos tocarse o permanecer muy cerca mientras se
conversa.
Los argentinos a menudo visitan a los amigos y familiares sin
avisar. La gente disfruta teniendo invitados en casa y, por lo
general, les ofrecen bebidas como café,
té o mate.
Entretenimientos
El fútbol es el deporte nacional. Otros deportes populares son el rugby,
el tenis, el golf, el jockey, el automovilismo y el voley.
También son populares el teatro, la opera,
los restaurantes y salas de baile donde los jóvenes suelen
quedarse hasta altas horas de la noche.
Fiestas
Las fiestas en Argentina son, por lo general, ocasiones para
reunirse con la familia como por ejemplo: el día de
Malvinas,
día de la muerte de
San Martín, el día de la Raza, Año Nuevo, el
día de la Independencia
y la Navidad entre
otros.
El Mate
Esta es una típica costumbre de los países
del Río de la Plata. Esta infusión fue utilizada
originalmente por los indios guaraníes quienes utilizaban
la yerba mate. Los jesuitas, que se establecieron en la zona que
hoy ocupa la provincia de Misiones, mejoraron su cultivo, por lo
que allí se ubican las mejores yerbatales.
El recipiente en que se ceba el mate, es el "mate", que
tradicionalmente esta hecho de calabaza curada. La
infusión se toma con bombilla, y se puede cebar dulce o
amargo. El recipiente que contiene el agua para la cebadura es la
pava, cuya agua se considera "a punto" unos grados anteriores a
la ebullición. Si el agua hierve, no sirve para el mate.
Esta costumbre es bien hogareña en Argentina.
El compartir el mate es uno de los símbolos sudamericanos
de comunicación. Hay gente que ha adquirido el
"arte de cebar
mate" y cada uno le introduce ciertas variantes propias de su
gusto particular. Por ejemplo el mate con: naranja, canela,
cedrón, café, menta, etc.
Algunos de los términos usados
Cimarrón: Mate amargo
Mate largo: Mate con muy poca yerba
Ensillado: Mate listo y preparado para cebar
"no te vayas rengo": No tomar un solo mate al pasar por
algún lugar. Por lo menos saborear dos.
Tratamos de buscar una conclusión sobre el tema
que nos tocó desarrollar, pero realmente es muy
difícil de encontrar. Es difícil entender por que
nuestra cultura se
basa en ídolos y no en modelos, por que descuidamos a
nuestros verdaderos héroes como el Dr. Maradona y tantos
otros que pasan inadvertidos para la sociedad en
general. Por que permitimos que un Dr. Favaloro se suicide y
después lo recordamos poniendole su nombre a instituciones
y becas cuando ya es demasiado tarde, cuando ya no contamos con
el. Es difícil explicar por que tenemos una cultura que se
mira en culturas ajenas, que festeja una navidad con un Santa
vestido para el invierno cuando es pleno verano.
Es muy difícil explicar la dualidad que presenta nuestra
cultura en miles de cosas, tal vez reside en que la cultura es
relativamente nueva, tal vez en la fusión de
culturas que llegaron buscando una tierra
fértil y un suelo de paz, sea
cual sea la respuesta, aun nos queda mucho por recorrer, mucho
por hacer. La cultura la formamos entre todos y cada uno de
nosotros es responsable por ella, la cultura de mañana, la
de nuestros hijos, la de las próximas generaciones, la
hacemos hoy, actuemos con conciencia y
liderazgo cada
uno de nosotros puede hacer la diferencia para tener la cultura
que todos queremos y el país que todos
soñamos.
Libros (Nuestra herencia
cultural, Grandes líderes argentinos)
Páginas en Internet ç
Enciclopedias (Encarta, Océano)
Grupo
Duff:
Autor:
Fava, Leonardo (LF)
Facundo Casale
Pablo Garcia
Melina Paolini
12 de Noviembre de 2003
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