- Introducción del
análisis realizado por Hanna Segal sobre la obra de
Melanie Klein. - Teoría de las
posiciones - Envidia
- Posición
depresiva - Defensa
maniaca - Reparación
- Complejo de Edipo
temprano
Melanie Reizes nace el 30 de marzo de
1882 en Viena. Su padre, Moriz Reizes, pertenecía a una
sencilla familia
judía muy religiosa, residente en Lvov, en esa
época parte del imperio austro-húngaro, actualmente
parte de Ucrania. Estaba destinado a ser rabino y a casarse con
una joven elegida por sus padres, a la que no conoció
antes de la boda. A pesar de esto, siguió la carrera de
Medicina, al
finalizar la cual rompió con la tradición ortodoxa;
era un hombre culto,
que hablaba diez idiomas. Comenzó el ejercicio de su
profesión, y a los 37 años, se divorció de
su primer esposa. Tres años después conoció,
en Viena, a Libussa Deutsch, mucho menor que él. Esta
pertenecía a una familia culta, en la cual tanto el padre
como el abuelo eran rabinos.
Libussa y Moriz se casaron en 1875 y se establecieron en
Deutsch-Krentz. En 1876 nació Emilie, en 1877 Emanuel y al
año siguiente, Sidonie. La familia se
trasladó a Viena, donde nace Melanie en 1882. Moriz se
dedica a la odontología y su esposa abre un negocio de
venta de plantas, al que
atiende hasta 1907.
En 1886 muere Sidonie, de escrófula (variante de la
tuberculosis),
a los cuatro años de Melanie. Sidonie la había
iniciado en la lectura y
las matemáticas. Su hermano Emanuel apoya a
Melanie cuando, a los catorce años, decide estudiar
Medicina (Psiquiatría) y la prepara en su ingreso al
Gimnasium de Viena.
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A los 17 años Melanie Klein se compromete con
Arthur Stevan Klein, un químico industrial de 21
años, amigo de Emanuel. En esta época abandona la
idea de estudiar Medicina y asiste a cursos de
historia y de
arte en la
Universidad de
Viena. A principios de
1900 muere su padre, Moriz Reizes, y a fin de ese año
Emilie se casa con el médico Leo Pick. Emilie
morirá en Londres en 1940.
En diciembre de 1902, Emanuel, quien hacia años estaba
enfermo de fiebre reumatoidea, muere en Génova. Su
relación con su hermana menor era muy estrecha y
compleja.
Melanie se casa el 31 de marzo de 1903, con 21
años recién cumplidos. Durante los cuatro
años de compromiso han estado mucho
tiempo
separados, a causa de los estudios de Arthur. Se establecen en
Rosenberg (Hungría) y al año siguiente nace
Melitta. En 1906 nace Hans y un año después se
trasladan a Kappitz, un pequeño pueblo, a causa del
trabajo de Arthur.
Melanie Klein aparece afectada por un fuerte y prolongado estado
depresivo, ante lo cual su esposo consigue un traslado a Budapest
en 1910.
En 1913 E.Jones regresa a Europa y es
analizado por Ferenczi, ese mismo año funda la Sociedad
Psicoanalítica de Londres.
El 1 de julio de 1914 nace Erich. A fines de ese año muere
Libussa, quien poseia una fuerte influencia sobre Melanie. Esto
agrava su depresión
e inicia su análisis con Ferenczi, interesándose
además en los escritos de Freud acerca de
los sueños.
Tanto Ferenczi como Arthur Klein se incorporan al ejército
austro-húngaro y en 1916 el esposo de Melanie regresa como
inválido de guerra, herido
en una pierna. El matrimonio
enfrenta graves dificultades.
En 1918 M Klein asiste al 5º Congreso
Psicoanalítico Internacional, con la presidencia de
Ferenczi, en el que S.Freud lee "Lines of Advances in
Psychoanalytic Therapy". Este Congreso realizado en tiempos de
guerra causa una fuerte impresión en Klein y, según
ella misma recuerda: esa impresión fortaleció mi
deseo de dedicarme al psicoanálisis. Durante el análisis
con Ferenczi, éste me llamo la atención acerca de mis grandes dotes para
comprender a los niños y
de mi interés en
ellos y alentó mucho mi idea de dedicarme al
análisis de niños (…) No he visto (…) que
la
educación pudiera cubrir la totalidad de la
comprensión de la
personalidad y que, por lo tanto, tenga la influencia que uno
desearía que tuviera. Siempre sentí que
detrás había algo que nunca llegue a
percibir.
Ferenczi la asigna como asistente de Anton von Freund en
la tarea de organizar la enseñanza del psicoanálisis en la
Sociedad de Investigación Infantil.
En 1919 Jones reorganiza la SOCIEDAD BRITANICA DE PSICOANALISIS .
En julio de ese año Klein expone su primer trabajo," Der
Familienroman in statu nascendi"(publicado en 1920 en I.Z.P.) por
el cual es aceptada como miembro de la SOCIEDAD PSICOANALITICA
HUNGARA, la cual estaba en un período de intensa actividad
bajo la presidencia de Ferenczi.
Al poco tiempo la posición de los profesionales
judíos residentes en Budapest se ve muy afectada por la
situación política de
posguerra. Arthur Klein no puede continuar su trabajo y se
traslada a Suecia, obteniendo posteriormente la ciudadanía
sueca. Melanie Klein se traslada junto a sus hijos a Eslovaquia,
donde permanece un año en casa de sus suegros.
M.Klein asiste en 1920 al 6º Congreso Psicoanalítico
Internacional, en La Haya. Conoce a H.Hug-Hellmuth, quien lee su
trabajo sobre la técnica del análisis infantil, y a
Karl Abraham.
Abraham, presidente de la Sociedad Psicoanalítica
de Berlín, la invita a trabajar en dicha ciudad. Klein se
traslada junto a Erich.
En 1921 se concreta el divorcio de
Melanie y Arthur.
En 1922 Klein se convierte en miembro asociado de la SOCIEDAD
PSICOANALITICA DE BERLIN (en ese mismo año , Anna Freud se
convierte en miembro de la SOCIEDAD PSICOANALITICA DE VIENA ) .Un
año después pasa a ser miembro pleno de la Sociedad
Psicoanalítica de Berlín.
A comienzos de 1924 Klein inicia su análisis con
Abraham, el que va a continuar hasta la muerte del
mismo en diciembre de 1925.
Ese período es sumamente productivo, expone por primera
vez ante un congreso "La técnica del análisis de
niños pequeños" en el 8º Congreso de
Psicoanálisis Internacional, en Salzburgo, cuyo presidente
es Abraham. E.Jones escucha su ponencia con sumo interés.
Es también durante 1924 que presenta ante la Sociedad de
Viena el trabajo
"Principios psicológicos del análisis infantil" y ,
a fines de ese año,"Una neurosis obsesiva
en una niña de 6 años"(Erna) en la Primera Conferencia de
Psicoanalístas Alemanes, en Wurzburg.
Conoce a Alix Strachey, analizanda de Abraham, la que se
interesa en sus teorías
y colabora en traducir al inglés
algunos de sus escritos. Es a través de su esposo, James
Strachey, que los trabajos de Klein llegan a la Sociedad
Británica, en la que la posibilidad del análisis de
niños era debatida con mucho interés. En las actas
de dicha presentación constan las críticas de
E.Glover.
En julio de 1925 Klein da seis conferencias en Londres durante
tres meses, invitada por E. Jones. Abraham ya estaba enfermo y
había suspendido sus análisis por un período
indeterminado. Es bien recibida y, entre otros, conoce a Susan
Isaacs.
Luego de la muerte de
Abraham la oposición a las teorías kleinianas en la
Sociedad de Berlín se intensifican notoriamente. Otro
factor que se agrega a la desaparición de su mentor es un
episodio que repercute desfavorablemente en la aceptación
de la indagación profunda del inconsciente del
niño: H.Hug-Hellmuth, directora del Centro de
Orientación Infantil de Viena, es asesinada por un
familiar de 18 años, al que ella había aplicado su
técnica cuando pequeño. Este caso tiene amplia
repercusión pública.
Finalmente Klein decide dejar Berlín y en
setiembre de 1926 llega a Inglaterra,
invitada por E.Jones durante un año, a fin de analizar a
sus hijos y a su esposa. Erich llega a Londres al poco tiempo,
Hans está bajo la custodia de su padre y permanece
estudiando en Berlín. Melitta se ha casado con el Dr
Walter Schmideberg y estudia en la Universidad de
Berlín.
E.Jones, presidente de la Sociedad Britanica y gran impulsor del
psicoanálisis, se interesaba en la aplicación del
análisis a los niños desde 1920.
En marzo de 1927 Anna Freud habla de la técnica
del análisis infantil ante la Sociedad de Berlín,
en clara oposición a M Klein. La contribución
escrita enviada por ésta, quien aún pertenece a
dicha Sociedad, no se hace circular. Anna publica "Einfuhrung in
die Technik de Kinderanalyse".
En mayo del mismo año Jones organiza un simposio sobre
análisis infantil entre los miembros de la Sociedad
Británica. La tensión existente Londres-Viena es
notoria en la correspondencia entre S Freud y Jones.
Del 4 al 18 de mayo de 1927 tiene lugar el Simposio, en
el cual se exponen los principales temas de la polémica
entre el grupo
británico y el vienés. Este acontecimiento puede
considerarse fundacional respecto a la extensión del campo
del psicoanálisis a los niños.
El 2 de octubre de ese año Klein es elegida miembro
plenario de la Sociedad Británica. El período
1928-39 es el más productivo en la vida de M Klein.
En 1930 Melitta, ya graduada, se radica en Londres y su
participación en la Sociedad se hace intensa. Convive con
su madre hasta que Jones logra que Schmiedeberg entre a
Inglaterra dos años más tarde.
En 1932 se publica "El Psicoanálisis de
niños", la obra más importante publicada por un
miembro de la Sociedad Británica hasta el momento. Se
realiza el 12º Congreso Internacional de
Psicoanálisis, en Wiesbade, el último realizado en
Alemania antes
de la guerra y el único al que no asiste Klein; esto evita
enfrentamientos con Ferenczi quien apoya a la escuela vienesa.
Ferenczi muere en 1933 y ese año marca el comienzo
de una época difícil en la vida de Klein. Melitta
es elegida miembro pleno de la Sociedad y comienza un
análisis con E.Glover. A partir de este momento se va
generando una fuerte oposición de ambos a las
teorías y la persona de Klein
que va a tomar proporciones desmesuradas dentro de la Sociedad
Británica, generándose un largo período de
intensas disputas y fragmentaciones partidarias.
En abril de 1934 muere el hijo segundo de Klein, Hans,
en un accidente .Esto la afectó muy intensamente. En ese
año se nacionaliza inglesa, siendo esto posible por su
pasaporte sueco.
En 1935 se inician las conferencias de intercambio entre Londres
y Viena. A. Freud pública "El Yo y los mecanismos de
defensa" (se publica dos años más tarde). En esa
época comienza el período de cinco años en
los que D.W.Winnicott supervisa con Klein.
En 1937 se publica "Amor, Odio y
reparación", de Melanie Klein y Joan Riviere.En esa
época nace Michel, su primer nieto, hijo de Eric y su
esposa Judy (Diana nacerá en 1942). Eric cambia su
apellido por Clyne.
La preguerra intensifica las dificultades de los
analistas continentales e incrementa el éxodo, comenzado
en 1933 tras el incendio del Reichstag y que se dirige
principalmente hacia Inglaterra. La Sociedad Británica y E
Jones en especial se ocupan intensamente de la situación
de los analista continentales; que 1938 constituían un
tercio de la Sociedad.
El 11 de marzo de 1938 Alemania invade Austria, el 6 de junio
Freud llega a Londres. Klein le hace llegar una carta de
bienvenida en la que expresa su deseo de verlo, a lo que Freud
responde con una nota breve de agradecimiento, expresando que
espera verla en un futuro próximo. Este encuentro no se
realiza nunca. El 3 de setiembre de 1939 se declara la guerra y
veinte días después muere Freud. Klein se encuentra
ya en Cambridge con Susan Isaacs y al año siguiente se
instala en Pitlochry, donde tiene lugar el análisis de
"Richard" en 1941.
En ese período Jones se retira al campo y E
Glover pasa a ocupar el primer lugar en la Sociedad
Británica. En setiembre del '41 Klein regresa a Londres .
A las polémicas en relación a puntos de la teoría
se sumaban discusiones en relación a las condiciones de
formación y al manejo político de la Sociedad.
En la reunión anual del 29 de julio de 1942 se acuerda
realizar un encuentro mensual dedicado a la discusión de
las diferencias científicas y se forma una comisión
para armar el programa: Glover,
Brierly y J. Strachey. Las reuniones comienzan en octubre de ese
año y se extienden a lo largo de dos años, se las
conoce como las CONTROVERSIAS. Klein expone su ultima
contribución a las Controversias el 1 de marzo de 1944:
"La vida emocional del niño" (nunca publicado). En ese
momento Glover ya ha renunciado y poco después Melitta se
traslada a E.E.U.U., donde se dedica a tratar delincuentes y
toxicómanos.
No volverá a verse con su madre hasta el 16º
Congreso Psicoanalítico Internacional, en Zurich, 1949. En
esa oportunidad no se hablan; de hecho nunca se reconcilian
aunque hay varios indicios del profundo dolor que esto ocasiona a
Klein.
Este Congreso es sumamente importante; en él es notorio el
peso de los analistas norteamericanos, al punto que Jones es
reemplazado en la presidencia de la ASOCIACION PSICOANALITICA
INTERNACIONAL (IPA). Por el psiquiatra Leo Bartemeier, luego de
17 años de ocupar la presidencia. Klein vive esto como un
triunfo del annafreudismo, aunque en el congreso también
están los latinoamericanos que habían ido a
formarse a Londres. Se encuentra con J Lacan, cuyas
teorías no le interesan pero si su apoyo para la
difusión de sus ideas en Francia.
Acuerdan que él traducirá "El psicoanálisis
de niños" al francés, lo que finalmente no se
concreta y la obra de Klein aparece en las ediciones PUF en 1959,
colección dirigida por Lagache.
Se edita un número especial del International
Journal of Psicho- Analysis dedicado a los 70 años de
Klein.
El 1º de febrero de 1955 se funda la Asociación
Melanie Klein "…asociación que se ha formado para
defender mi obra en el futuro" (Carta a P Heimann).
Paula Heimann renuncia a la Asociación Melanie Klein a
fines de noviembre de ese año, luego de que la misma Klein
se lo solicita . Se distancian a raíz de las
teorías de Klein sobre la envidia primaria.
Esta última década fue sumamente difícil
para Klein a causa de la fuerza que
tenían sus opositores. Al año siguiente D W
Winnicott es elegido presidente de la Sociedad
Psicoanalítica Britanica. En 1957 se publica "Envidia y
gratitud".
E Jones muere en 1958, a los pocos meses de publicado el
ultimo tomo de su obra "Vida y Obra de Sigmund
Freud"
Klein queda muy apenada y reduce sus actividades, estando
además aquejada de osteoartritis progresiva.
Posteriormente se le declara una anemia y finalmente le detectan
un cancer de colon.
La operan a principios de setiembre de 1960, pero sufre
complicaciones y finalmente muere el 22 de setiembre de
1960.
Introducción
del análisis realizado por Hanna Segal sobre la obra de
Melanie Klein.
I. Fantasía. En esta parte aclara el concepto de la
fantasía, y su empleo en el
psicoanálisis. Menciona que la fantasía no es tan
sólo un escapar a la realidad; es una concomitante
constante e inevitable de las experiencias de la realidad, en
constante interacción con ellas. Muestra una serie
de ejemplos en la niñez y relaciona a la fantasía
como expresión mental de los instintos. Establece una
relación entre la fantasía, y la realidad
externa.
II. La posición esquizo-paranoide. Menciona que
una de las conductas de la posición esquizo-paranoide es
la escisión. Esta es lo que permite al yo emerger del caos
y ordenar sus experiencias. Es la base de diferenciación
entre lo bueno y lo malo. La escisión es también la
base de lo que más tarde llegará a ser la
represión. Según el grado de escisión
será el grado de represión en lo posterior. Con la
escisión se relacionan la ansiedad persecutoria y la
idealización. Es necesario cierto grado de esta ansiedad
para poder
reconocer, evaluar y reaccionar ante circunstancias externas
realmente peligrosas. No debemos considerar a los mecanismos de
defensa de la posición esquizo-paranoide sólo como
mecanismos de defensa que protegen al yo de ansiedades inmediatas
y abrumadoras, sino también como etapas progresivas del
desarrollo.
III. Envidia. Diferencia los conceptos entre envidia y
celos. Los celos se basan en el amor y su
objetivo en
poseer al objeto amado y excluir al rival. La envidia es una
relación de dos partes en que el sujeto envidia al objeto
por alguna posesión o cualidad.
IV. Psicopatología de la posición
esquizo-paranoide. Según experiencias de pacientes la
autora hace un análisis de la psicopatología de la
posición esquizo-paranoide.
V. La posición depresiva. Esta posición
empieza en la fase oral del desarrollo, en que el amor y la
necesidad provocan el deseo de devorar. Es en este momento cuando
se desarrolla la capacidad de establecer vinculaciones y la de
abstraer, base del tipo del pensamiento
que esperamos del yo maduro, en contraste con el pensamiento
desarticulado y concreto
característico de la posición
esquizo-paranoide.
VI. Defensas maníacas. Se refiere a la a la
posición depresiva vinculada con la vivencia de
dependencia del objeto, Las defensas maniacas se dirigirán
contra todo sentimiento de dependencia, que se evitará,
negará o invertirá. La relación
maníaca con los objetos se caracteriza por una
tríada de sentimientos: control, triunfo
y desprecio. Estos sentimientos se corresponden directamente con
sentimientos depresivos de valorar al objeto y depender de
él, con el miedo a la pérdida y la culpa, y sirven
de defensa contra ellos.
VII. Reparación. La reparación puede
formar parte de las defensas maníacas. En ese se intenta
reparar al objeto en forma maníaca y omnipotente. Es
cuando se le puede tratar en forma parcial como objeto de
preocupación. La reparación como lo menciona la
autora es un mecanismo de gran importancia para el desarrollo del
yo y para su adaptación a la realidad. La
reparación maníaca es una defensa en la medida en
que su fin es reparar al objeto sin que aparezcan sentimientos de
culpa o de pérdida. La reparación maníaca no
puede completarse nunca porque, de ser así, el objeto
plenamente restaurado se haría nuevamente digno de amor y
aprecio, y libre del control omnipotente y del desprecio del
maníaco.
VIII. El complejo de Edipo desde temprana edad con casos
de pacientes. Asimismo para la cuestión teórica de
todos los capítulos de esta obra la autora complementa de
una forma muy precisa con casos de pacientes, desde la edad
temprana hasta la edad adulta.
Capitulo I
Las percepciones y sensaciones internas y externas son
interpretadas y representadas a sí mismo en la mente, bajo
la influencia del principio placer – displacer, por intermedio de
la introyección y la proyección, lo que hace que
fantasía y realidad se influyan mutuamente.
Las fantasías inconscientes están siempre presentes
y siempre activas en todo individuo, existiendo desde el comienzo
de la vida. Es una función
del yo
Avidez:
Emoción oral que consiste en un deseo vehemente,
impetuoso e insaciable, que excede lo que el sujeto necesita y lo
que el objeto es capaz de dar. Siempre hay cierto nivel de
avidez, que aumenta con la ansiedad persecutoria y varía
con cada niño. Introyección destructiva.
Las fantasías inconscientes siempre se encuentran
presentes y activas en todos los individuos, por lo tanto, dice
ella, que la presencia de estas fantasías inconscientes no
son índices ni de enfermedad, ni de falta de sentido de la
realidad; es la naturaleza de
esas fantasías y su relación con el mundo externo
(los objetos) lo que determinará si se trata de una
enfermedad o no. Las fantasías inconscientes son las
expresiones mentales de los instintos y que estos por
definición están desde el momento de nacer. Como se
sabe los instintos son buscadores-de-objetos.
Crear fantasías es función de Yo. Supone
que desde el nacimiento el Yo es capaz de establecer relaciones
objetales primitivas en la fantasía y en la realidad.
Así mismo, plantea que la fantasía no es tan
sólo una fuga de la realidad, sino más bien es una
concomitante constante e inevitable de las experiencias reales,
en constante interacción con ellas.
Como el objetivo de la fantasía es satisfacer
impulsos instintivos, prescindiendo de la realidad externa, se
puede considerar que la gratificación proveniente de la
fantasía es una defensa contra la realidad externa de la
privación, sin embargo es más que eso, es una
defensa contra la realidad interna.
El Yo se identifica con algunos de estos objetos:
identificación introyectiva. Estos objetos son asimilados
por el yo y contribuyen a su desarrollo y características.
Otros permanecen como objetos internos separados y el yo mantiene
relación con ellos (el superyó es uno de estos
objetos).
El hecho de que haya tan estrecha relación entre
estructura y
fantasía inconsciente es importantísimo: es esto lo
que hace posible influir en la estructura del Yo y del
superyó mediante el análisis. Pues justamente al
analizar las relaciones del Yo con los objetos internos y
externos, es que podemos influir esencialmente sobre la
estructura más permanente del Yo.
CAPITULO II
Las posiciones constituyen polos entre los cuales oscila
la vida psíquica; se definen a través , justamente,
de la posición del niño en relación al
objeto: características del objeto, características
de la ansiedad, métodos
defensivos en relación a dicha ansiedad.
Esta teoría implica el abandono del esquema de las fases
libidinales para pasar a una conceptualización en la que
la angustia, las defensas, el amor y la agresión se
articulan con problemas de
organización y estructuración del
mundo objetal.
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Posición
Esquizo-paranoide
La existencia de temores persecutorios
fantasmáticos en los niños pequeños y la
capacidad de los mismos de disociar el objeto. Un estado
paranoide rudimentario como una etapa precoz del desarrollo
situado en la fase anal primaria . Se considera el primer tipo de
relación de objeto de la fase oral, con aspectos ideales y
aspectos persecutorios.
Las relaciones de objeto parcial, la escisión y
la ansiedad persecutoria se presentan juntas y preceden a la
integración.
Klein sostiene que la ansiedad se origina en la acción
interna del instinto de muerte. La alteración del equilibrio
pulsional es inaugurada por el nacimiento y se repite cada vez
que privaciones de origen interno o externo intensifican las
pulsiones agresivas.
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Klein considera que el niño está en un
conflicto
pulsional entre la libido y la agresividad desde los inicios,
conflicto que encara a través de la deflexión del
instinto de muerte y la constitución de un objeto escindido.
Supone la existencia de un yo temprano, débil y no
integrado pero no obstante capaz de instrumentar, bajo la
acción de las pulsiones de vida, los primeros mecanismos
de defensa: escisión, proyección,
introyección. Estos mecanismos son de defensa ante la
ansiedad de aniquilamiento. Ese yo incipiente registra la
angustia, se relaciona con un primer objeto y opera mecanismos de
defensa primitivos y, por lo tanto, extremos. Dicho de otro modo,
opera con fantasías relacionadas con un objeto.
Un yo que posee ciertos rudimentos de
integración y cohesión y progresa constantemente en
esa dirección. También realiza desde el
comienzo de la vida postnatal algunas funciones
fundamentales; por ejemplo usa los procesos de
escisión y la inhibición de deseos instintivos como
algunas de sus defensas contra la ansiedad persecutoria,
vivenciada por el yo a partir del nacimiento.
A partir de las primeras experiencias el lactante se
relaciona con un objeto parcial bueno, resultante de la
proyección de la pulsión de vida (pecho bueno) y
con un objeto parcial malo, resultante de la proyección de
la pulsión de muerte (pecho malo). Cuando la
disociación se realiza bajo predominio de la
pulsión de muerte encontramos que las
características del objeto viran de bueno a idealizado y
de malo a persecutorio, terrorífico. Las
características de tales objetos están, por lo
tanto, íntimamente relacionadas con las
características de los impulsos que sobre ellos se
proyectan. El pecho como primer objeto, y los objetos que se
internalizan posteriormente, adquieren en los momentos en que el
bebé atraviesa estados de frustración y odio las
características oral-sádico,
sádico-uretrales y sádico-anales de las pulsiones
del lactante.
La introyección del pecho bueno constituye el
núcleo del yo. El interjuego de
proyección-introyección lleva en un segundo momento
a la internalización del pene paterno.
Se trata de objetos parciales tanto por constituirse a partir de
una parcialidad del objeto causada por el dominio de la
pulsión oral como por tener sólo una cualidad:
bueno o malo. Puede decirse que el objeto parcial es totalmente
bueno o totalmente malo.
Las privaciones, al intensificar las pulsiones agresivas, generan
la voracidad con el consiguiente aumento de la frustración
y, por lo tanto, de la ansiedad persecutoria. La voracidad es una
emoción básicamente oral, muy vinculada con la
envidia.
Los detalles de sus fantasías sádicas
determinan el contenido de su temor a los perseguidores internos
y externos y, en primer lugar, el pecho retaliativo (malo).Como
los ataques fantaseados dirigidos contra el objeto son
fundamentalmente influidos por la voracidad, el temor a la
voracidad del objeto , debido a la proyección, constituye
un elemento esencial de la ansiedad persecutoria: el pecho malo
devorará al bebé con la misma voracidad con que
él desea devorarlo. Sin embargo, aún durante el
estadio primitivo, la ansiedad persecutoria es en cierta medida
contrarrestada por la relación del lactante con el pecho
bueno.
El pecho gratificador que ha sido internalizado bajo el
dominio de la libido de succión es sentido como completo y
actúa como núcleo del yo, contrarrestando los
procesos de escisión y dispersión y favoreciendo la
integración. O sea que la introyección estable del
objeto bueno es una precondición para el desarrollo
normal.
La escisión como movimiento
fundante va intrínsecamente acompañada de la
deflexión (desviación) del instinto de muerte,
inaugurando la dialéctica
proyección-introyección.
La escisión es la defensa más primitiva
contra la angustia generada por la operancia del instinto de
muerte; el objeto de las pulsiones eróticas y destructivas
es escindido en un objeto bueno y en un objeto malo, los que
tienen una autonomía relativa entre sí.
La escisión del objeto se realiza principalmente los
impulsos y su proyección, secundariamente por las
características de gratificación o
frustración de la relación con el objeto. En la
medida que el interjuego de introyección y
proyección está en el origen del yo, la
escisión del objeto implica la escisión del
yo.
Es el principal mecanismo que, junto a la
proyección e introyección, va organizando un mundo
interno diferenciado a partir de la indiscriminación
inicial. Su modalidad va cambiando acorde a la complejidad del
mundo interno y al predominio del instinto de muerte o no en su
aplicación.
Existen grandes variaciones en la fuerza, frecuencia
y duración de los procesos de escisión (no
solamente en individuos distintos sino en un mismo niño en
distintos momentos). La rápida alternancia, o incluso,
según parece, simultaneidad, de una multitud de procesos,
es parte de la complejidad de la vida emocional temprana. Con la
escisión del pecho en dos aspectos, amado y odiado(bueno y
malo) existe una escisión de distinta naturaleza que
origina la sensación de que el yo, así como su
objeto, está despedazado; estos procesos subyacen a los
estados de desintegración. Estos estados alternan con
otros en los que va en aumento el grado de integración del
yo y la síntesis
del objeto.
Klein considera la represión un procedimiento
más exitoso para detener y modificar las ansiedades.
Aparecería en el segundo año de vida sobre las
bases de diferenciación e integración logradas a
través de mecanismos más tempranos.
En relación a la idealización se relaciona, por un
lado, con la gratificación alucinatoria de deseos que
sustentaría la creencia en un pecho gratificador en forma
ilimitada y, por otro, en la necesidad de defenderse del pecho
perseguidor. En este mecanismo intervienen, además, la
negación y el control omnipotente.
Durante la posición esquizo-paranoide hay
momentos de integración del objeto y del yo, que implican
un comienzo de la ambivalencia, aunque en relación a
objetos parciales.
El progreso en los procesos de síntesis atenúa la
escisión objeto bueno-objeto malo y lleva a que el
niño se relacione con su madre como una totalidad. Esto
inaugura la posición depresiva e inicia el Complejo de
Edipo temprano.
CAPITULO III
Colocar impulsos destructivos y partes malas dentro del
objeto, con el fin de dañarlo, destruirlo y controlarlo.
Identificación proyectiva destructiva, fundamentalmente
sobre objetos parciales. Tiene un componente libidinal menos
intenso que la voracidad y está impregnada del instinto de
muerte.
Celos:
Se basan en la envidia, comprenden una relación
de al menos dos personas y conciernen principalmente el amor que
el sujeto siente que le es debido y le ha sido quitado o
está en peligro de serlo, por un rival. Son necesariamente
una relación de objeto total.
Melanie Klein señala que al comienzo de la
vida hay dos fuentes de
ansiedad: la interna estaría dada por el instinto de
muerte que fundamenta el temor a la aniquilación y la
externa, que estaría dada por la experiencia al nacer en
forma de la primera castración y sería la base de
las angustias posteriores.
La primera relación objetal que realiza el
niño es la alimentación y se
realiza con el pezón de la madre, tanto para los instintos
de vida como para los de muerte, impulsos que estarían en
equilibrio cuando el bebé está libre de hambre y
tensión interna. El equilibrio se puede perturbar tanto
por pulsiones internas como por elementos del medio,
desencadenando la avidez.
Cualquier aumento de la avidez fortalece la
sensación de frustración y paralelamente aumenta la
intensidad de la agresión, lo que simultáneamente
incrementa la ansiedad persecutoria y esta aumenta, a su vez la
avidez, formando un círculo cerrado. Por otro lado, a
medida que aumenta la gratificación, disminuye la envidia,
la disminución de la envidia permite mayor
gratificación y esto a su vez, estimula la
disminución de la envidia.
Plantea la Melanie Klein que la base
constitucional de la intensidad de la avidez es provocada por la
fuerza de los impulsos destructores en su interacción con
los impulsos libidinosos. En algunos casos, la ansiedad
persecutoria incrementa la avidez y en otros, produce tempranas
inhibiciones de la alimentación.
Las experiencias que tiene el niño de ser
alimentado y de ser frustrado constituyen internamente las
imágenes de dos pechos: un pecho vinculado
con la frustración, el bueno, y un pecho vinculado con la
satisfacción, el malo. Esta división se produce por
la inmadurez del yo, la falta de integración del yo y el
proceso de
división del objeto. A las experiencias de
frustración y satisfacción se suman los procesos de
introyección y proyección, que contribuyen a hacer
más ambivalente la relación objetal, de este modo
quedan estructurados los prototipos que forman el núcleo
del superyó.
El yo inmaduro del bebé está expuesto
desde el nacimiento a la ansiedad provocada por la innata
polaridad de los instintos y cuando se ve enfrentado con la
ansiedad que le produce el instinto de muerte, el yo lo
deflexiona. Así, la gratificación no sólo
satisface la necesidad de bienestar, amor y nutrición;
también se la necesita para mantener a raya la aterradora
persecución.
De la proyección original del instinto de
muerte surge otro mecanismo de defensa, la identificación
proyectiva, en la que se escinden y apartan partes del yo y
objetos internos y se los proyecta en el objeto externo, que
queda entonces poseído y controlado por las partes
proyectadas e identificado con ellas.
La ansiedad predominante de la posición
esquizoparanoide (0 a 4 meses) es que el objeto u objetos
persecutorios se introduzcan en el yo y avasallen y aniquilen
tanto al objeto como al yo.
Para contrarrestar el nivel de ansiedad, el yo
desarrolla varios mecanismos de defensa, donde, en algunas
situaciones, se proyecta lo bueno para mantenerlo a salvo de lo
que se siente como maldad interna y situaciones en que se
introyectan los perseguidoras, hace una identificación con
ellos o incluso, recurre a la desintegración del yo, en un
intento de controlarlos. Sin embargo, los mecanismos de defensa
no sólo protegen al yo de ansiedades inmediatas, sino
también tienen funciones de etapas progresivas del
desarrollo como la escisión, que constituye la base de la
represión y la atención, y la proyección,
que posibilita la empatía.
Cuanto menor es la ansiedad persecutoria, la tendencia
hacia la división es menor y el yo tiende más hacia
la integración. La síntesis de amor y odio hacia un
objeto total de origen al comienzo de la posición
depresiva alrededor de los cuatro meses.
En la faz depresiva (de los 6 a 8 meses)
encontramos: el comienzo de una emoción dolorosa de culpa
y necesidad de reparación; que la agresión
está mitigada por la libido, de donde la ansiedad
persecutoria se encuentra disminuida y que la ansiedad
relacionada con el destino del objeto interno y externo que
está en peligro lleva al yo a efectuar una
reparación e inhibir los impulsos agresivos. Al mismo
tiempo la
organización sexual va progresando, los impulsos
anales y uretrales aumentan, pero de cualquier modo siguen
predominando los orales.
El bebé tolera mejor el instinto de muerte dentro
de sí y decrecen sus temores paranoides, disminuyen la
escisión y la proyección y gradualmente puede
predominar el impulso a la integración del yo y del
objeto. La relación ya no es con objetos parciales sino
que se transforma en una relación objetal total: reconocer
a la madre como tal también significa reconocerla como
individuo con una vida propia y con sus propias relaciones con
otras personas; el bebé descubre cuán desamparado
está, como depende totalmente de ella y cuántos
celos le provocan los demás, puede recordar
gratificaciones anteriores en momentos en que está siendo
frustrado, enfrentándose a conflictos
vinculados con la ambivalencia.
El motivo principal de la ansiedad del bebé es
que sus impulsos destructivos hayan destruido o lleguen a
destruir al objeto amado de quien depende totalmente, lo que
aumenta la necesidad de poseer este objeto, guardándolo
dentro de sí y protegiéndolo de su propia
destructividad. La omnipotencia de los mecanismos de
introyección oral hace surgir ansiedad ante la perspectiva
que los poderosos impulsos destructivos destruyan no sólo
al objeto bueno externo, sino también al objeto bueno
introyectado.
La experiencia de la depresión moviliza en
el bebé el deseo de reparar a su objeto u objetos
destruidos. Como cree que la destrucción de su objeto se
debe a sus propios ataques destructivos, cree también que
su propio amor y cuidados podrán deshacer los efectos de
su agresión
CAPITULO V
El cambio de la
relación de objeto de parcial a total marca la entrada en
la posición depresiva, modificando las ansiedades y, por
lo tanto, las defensas.
De los tres a los seis meses se observa un mayor desarrollo de
las funciones yoicas y de la organización
fantasmática del bebé, la instauración del
pecho bueno disminuye los procesos de escisión y los
estados de integración son cada vez más
frecuentes.
…ocurren importantes progresos en el desarrollo
del yo, los que no sólo capacitan al yo para establecer
defensas más adecuadas contra la ansiedad, sino que logran
eventualmente una disminución efectiva de la misma. La
repetida experiencia de enfrentar la realidad psíquica,
implicada en la elaboración de la posición
depresiva, aumenta la comprensión del bebé del
mundo externo. Paralelamente, la imagen de los
padres, en un principio distorsionada en figuras idealizadas y
terribles, se aproxima gradualmente a la
realidad.
La ambivalencia es ahora hacia un objeto total, los
procesos de integración y síntesis hacen que el
conflicto entre el amor y el odio surja muy claramente, en el
marco de un mayor reconocimiento de la realidad
psíquica.
La ansiedad se modifica cualitativamente, el bebé
está expuesto a la vivencia de pérdida pues las
pulsiones agresivas ponen en peligro al objeto amado. Al ser
percibida la madre como objeto total, como persona, se modifica
la identificación del bebé con la misma. Es sentida
como un refugio ante los temores persecutorios pero
también se la considera expuesta al ataque de los
perseguidores internos e, incluso, al propio odio y sadismo del
bebé.
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La pérdida en la realidad psíquica del
objeto total confronta al niño a una nueva gama de
sentimientos, al dolor y la tristeza se agrega la culpa, por
cuanto la omnipotencia lo lleva a considerar que el peligro que
corre el objeto es consecuencia de sus propios impulsos y
fantasías.
El temor a la pérdida intensifica la identificación
con el objeto y la voracidad, la cual debe ser inhibida. Los
métodos defensivos se aplican ahora a la ansiedad
depresiva, se hacen menos extremos y …alterados en forma y fin
constituyen la defensa maníaca.
Su objetivo es centralmente negar la realidad
psíquica en cuanto es fuente de dolor y temores
depresivos, esto implica cierta negación de la realidad
exterior. La negación de la realidad psíquica puede
implicar la negación del amor. La tríada
maníaca está constituida por:
control-triunfo-desprecio.
El control omnipotente, al estar aplicado ahora a la ansiedad
depresiva, es utilizado para evitar la frustración y la
consiguiente agresión, la que constituiría un
peligro para el objeto.
La modificación del uso de la escisión
consiste en que su aplicación deriva en un objeto indemne
y un objeto muerto o moribundo, siendo el temor a que los objetos
internos estén muertos o moribundos el núcleo de la
aflicción en los estados depresivos. Los sentimientos de
culpa ante la creencia de haber dañado al objeto amado
ponen en marcha la tendencia a la reparación, originada en
las pulsiones de vida. El niño vivencia la
reparación de sus objetos en íntima relación
con los logros de su propio desarrollo, de esta manera las
ansiedades paranoides y depresivas van modificándose a lo
largo de la primera infancia.
En este estadio, el deseo de reparar al objeto
dañado entra en juego de
lleno. Según hemos visto anteriormente, esta tendencia se
halla inextricablemente ligada a sentimientos de culpa. Al sentir
el bebé que sus pulsiones y fantasías de
destrucción están dirigidos contra la persona total
de su objeto amado, surge la culpa en toda su fuerza y, junto con
ella, la necesidad dominante de reparar, preservar o revivir el
objeto amado dañado.
Las defensas obsesivas, las que pueden también
estar en relación a la ansiedad paranoide. El equilibrio
entre las defensas obsesivas y las maníacas será
determinante en la relación con el objeto que se teme
dañado.
Al igual que en relación a la posición
esquizo-paranoide considera que un uso adecuado de las defensas
disminuye la ansiedad y promueve la integración, pero un
uso excesivo de las mismas dificulta y puede impedir la
elaboración de las problemáticas específicas
de cada posición, persistiendo constelaciones
fantasmáticas que constituyen puntos de
fijación.
Encontramos en la posición esquizo-paranoide los
puntos de fijación de la esquizofrenia y
la paranoia; en los inicios de la posición depresiva los
puntos de fijación de la manía y la
melancolía. Como es evidente, el concepto de
posición reformula el de regresión , el cual es en
la teoría kleiniana un movimiento relativamente fluido
entre las distintas ansiedades y defensas.
Nos hemos referido a los efectos de los procesos de
síntesis sobre la ansiedad; desde el punto de vista de las
pulsiones, la integración del objeto y del yo fortalece
las pulsiones genitales, las que a su vez son otra fuente de
intensificación de las identificaciones con el
objeto.
Conjuntamente con la posición depresiva se inicia
el Complejo de Edipo temprano, ya que los procesos de
integración llevan a la necesidad de preservar al pecho y
a la madre como objeto total, estimulando el pasaje al pene
paterno y al padre; y al reconocimiento del tercero. El
bebé necesita proteger al objeto y al yo de la
intensificación y modificación de la
agresión provocada por las frustraciones orales (destete)
y la dentición.
En su mente persisten fluctuaciones en el grado de
integración y discriminación de los objetos, el Complejo
de Edipo temprano tiene como principal escenario la pareja
combinada, es decir, el cuerpo de la madre conteniendo el pene
paterno. El inicio del Complejo de Edipo en la posición
depresiva tiene importantes implicancias, además del temor
a la castración el amor por los objetos edípicos
tiene fuerte incidencia en la renuncia edípica.
La elaboración de la posición depresiva es
crucial en la capacidad posterior de elaborar duelos. Su
superación supone la introyección estable del
objeto amado y el establecimiento de la capacidad de reparar y
simbolizar. Aunque los aspectos fundamentales se dan en la
segunda mitad del primer año de vida, se va elaborando a
lo largo de la primera infancia a través de la neurosis
infantil …una combinación de procesos mediante los
cuales las ansiedades de naturaleza psicótica son ligadas,
elaboradas y modificadas. La neurosis infantil termina al
comienzo de la latencia, con la modificación de las
ansiedades tempranas y el dominio de las pulsiones genitales. Es
en el desarrollo de la neurosis infantil donde vemos claramente
el accionar de las defensas obsesivas y, a partir del segundo
año, de la represión, mecanismo que, a diferencia
de la escisión, no implica el riesgo de la
desintegración del yo. Todos los aspectos del desarrollo
contribuyen a la modificación de la ansiedad, la cual a su
vez influye sobre dichos procesos.
En el segundo año, con el progreso en el
desarrollo del yo, el niño utiliza su creciente
adaptación a la realidad externa y su creciente control de
las funciones corporales para poner a prueba los peligros
internos por medio de la realidad externa.
Klein considera que el juicio de realidad es decisivo en
el trabajo de duelo , y que en cada situación en que la
persona se ve confrontada con el penar por la pérdida de
objetos amados se consideran en peligro los objetos internos y la
conexión con la realidad tiene como fin reestablecer el
mundo interno destruido.
Cuando el niño pasa a través de la
posición depresiva, lucha en su inconsciente con la tarea
de establecer e integrar el mundo interno, del mismo modo que el
sujeto en duelo sufre con el reestablecimiento y la
reintegración de este mundo.
CAPITULO VI
Se desarrollan durante la posición depresiva como
defensa contra la experiencia de ansiedad depresiva, culpa y
pérdida. Se basan en la negación omnipotente de la
realidad psíquica, y las relaciones objetales se
caracterizan por triunfo, control y desprecion La
organización de DM incluye mecanismos que ya se pusieron
de manifiesto durante la etapa esquizo-paranoide (mecanismo de
disociación e idealización, negación y
control omnipotente), pero durante la etapa depresiva adquieren
características especiales. En el primer caso estaban
dirigidas a impedir un ataque aniquilante al yo; ahora tienen
como finalidad defender al objeto de los ataques ambivalentes del
yo, y a éste de las ansiedades y de la culpa
depresivas".
"En la situación depresiva el bebé logra
una nueva relación con la realidad y descubre situaciones
importantes, a saber: 1) su dependencia de la madre, a la que
teme haber perdido por su agresión; el valor que ella
tiene para él, su ambivalencia, sus deseos agresivos,
voraces de destruirla y sus sentimientos de necesidad y deseos de
preservarla. Como consecuencia surgen intensos sentimientos de
culpa depresiva, temor de perder a la madre necesitada, miedo de
haberla destruido ya, preocupación y necesidad de
repararla".
"Las defensas maníacas son un intento de evitar
el proceso de intenso dolor y sufrimiento psíquico que
estos descubrimientos implican. La experiencia depresiva se
vincula con el
conocimiento de la existencia de un mundo interno y de la
posesión de un objeto valorado al que se necesita. Por
eso, las DM se dirigen a evitar y negar este conocimiento
huyendo hacia el mundo exterior, y negando, evitando o
invirtiendo la dependencia del objeto, la ambivalencia, la
preocupación y la culpa".
"Una característica especial de la defensa
maníaca es la identificación del yo con el objeto
idealizado: el yo se fusiona y confunde con este objeto parcial,
omnipotente, lleno de vida, de poder y alimento, se 'infla' por
la fantasía de haber devorado al objeto idealizado ("la
luz del objeto
idealizado cae sobre el yo"), en tanto las características
sufrientes, desprotegidas, necesitadas, dependientes del propio
yo, son depositadas en los objetos externos. La DM implica
entonces la utilización de mecanismos de
identificación proyectiva: las características
proyectadas son las de un "necesitado" y "hambriento", mientras
que las características asumidas por el yo son las de un
"pecho lleno", "nutricio", que se autoabastece".
"En una relación maníaca de objeto
participa una triada de sentimientos tendientes a negar los
logros de la situación depresiva. Esta triada está
constituida por el control, el triunfo y el desprecio que se
corresponden simétricamente con los sentimientos
depresivos de valorar el objeto, depender de él, temer
perderlo y sentirse culpable".
"Controlar al objeto es una manera de negar la
dependencia de él, pero al mismo tiempo es una manera de
obligarlo a satisfacer necesidades de dependencia, ya que un
objeto totalmente controlado es hasta cierto punto un objeto con
el que se puede contar". El triunfo es la negación de
sentimientos depresivos ligados a la valoración e
importancia afectiva otorgada al objeto. Se vincula con la
omnipotencia y tiene dos aspectos importantes. Uno de ellos se
relaciona con un ataque primario infligido al objeto y el triunfo
experimentado al derrotarlo (en especial cuando el ataque
está fuertemente determinado por la envidia).
Además el triunfo se incrementa como parte de las DM
porque sirve para mantener a raya los sentimientos depresivos
que, de otra manera, surgirían (tales como sentir
nostalgia por el objeto, extrañarlo y echarlo de menos).
Desprecio hacia el objeto es también negar cuánto
se lo valora; actúa como defensa contra las experiencias
de pérdidas y culpa. Un objeto despreciable no merece que
uno sienta culpa por él y el desprecio hacia semejante
objeto se convierte en justificación para seguir
atacándolo".
CAPITULO VII
"Actividad del yo dirigida a restaurar un objeto amado y
dañado. Surge durante la posición depresiva como
reacción a ansiedades depresivas y a la culpa. La
reparación se puede usar como parte del sistema de
defensas maníacas, en cuyo caso adquiere las
características maníacas de negación,
control y desprecio"Mecanismo en virtud del cual el sujeto
intenta reparar los efectos de sus fantasmas destructores sobre
su objeto de amor. Este mecanismo va ligado a la angustia y a la
culpabilidad depresivas: la reparación fantasmática
del objeto materno, externo e interno, permitiría superar
la posición depresiva asegurando al yo una
identificación estable con el objeto
benéfico"
CAPITULO VIII
"Es la relación edípica tal como la
experimenta el bebé al comienzo de la posición
depresiva. Se la experimenta en términos pregenitales
antes de alcanzarse la genitalidad"
gkinter