Indice
1.
Introducción.
2. Marco General de la
problemática de las adicciones.
3. La
Institución
4. Bibliografía
1. Introducción.
Las adicciones como problema social.
El presente trabajo fue realizado como informe de
pasantía en el contexto de la finalización de la
Especialidad en Desarrollo
Social, en la ciudad de Ushuaia, Tierra del
Fuego, República Argentina.
La adicción a las drogas es un
problema que ha adquirido trascendencia en las últimas
décadas del siglo XX. Las estadísticas a nivel mundial hablan de un
aumento del cosumo de drogas y
alcohol a
cifras realmente alarmantes. Y esta situación va asociada
a la disminución en la edad de inicio de cosumo de
sustancias psicoactivas.
Por lo que sabemos de la historia, el problema de las
drogas es un tema que ha tomado relevancia a escala social
desde los últimos 30 o 40 años del siglo XX.
Pensando esto como un fenómeno de tal naturaleza, cabe
preguntar que conjugación de variables
pudieron haberse establecido en la sociedad de fines
de siglo para que diera lugar a este fenómeno.
Dice Alberto Yaría en las bases filosoficas del Programa "10.000
líderes para el cambio":
"El hombre como
itinerante sin caminos y sin brújulas es el hombre que
anuncia Morin en lo que él llama la agonía
planetaria. El hombre vive en un desierto, pero en un desierto
interior. Esto se acompaña del deterioro de la biosfera con
la desertificación física. Pero es el
desierto interior lo que hoy importa al pensador, además
de la agonía planetaria" (1).
En la era de la post-modernidad, es
factible pensar que nos hallamos frente a algunas agonías
que se muestran en diferentes planos, como ser el plano social y
el cultural. Algunos de estos procesos de
caídas estan referidas a la pérdidas de los valores y
certidumbres sociales:
La extraña mixtura entre la amplia gama de posibilidades
con que un joven cuenta hoy para definirse a sí mismo y a
su futuro es muy diferente a la de antaño.
Podemos pensar en la realidad de los jovenes
durante la edad media:
los niños
nacían en el seno de una familia que de
generación tras generacíon, ejercía un
oficio definido. Teniendo así predeterminada su
profesión, también estaría predefinido su
futuro donde la vocación, según nuestros
parámetros modernos, cede lugar a la tradición. Un
niño nacido en una familia cuyo padre fuera carpintero por
ejemplo, heredaría de éste los pormenores de su
profesión, que a su vez ya había sido ejercida por
generaciones anteriores.
En la actualidad, los adolescentes
tienen más posibilidades de elegir su futuro, ya que la
habilitación para esto nace desde lo cultural hasta llegar
al seno familar. Asi como hace siglos atrás fuera muy
dificil pensar en que un hijo de zapatero fuera otra cosa que
zapatero, en el marco de la cultura actual
es dificil pensar que alguien deba seguir tradiciones familiares
por ser simplemente una tradición.
Como estas prácticas, muchas otras han agonizado y caido
en la post-modernidad. Los mitos y ritos
(como las prácticas religiosas, en el sentido de la
palabra religión: ligar, unir) han decaido tambien,
y en su lugar ha surgido una cultura del relativismo y del "todo
es posible", todo puede ser bueno o malo, en función de
quien lo decida y no de un otro absoluto que lo defina
previamente. Asociado a esto queda una exaltación del
individualismo y de una ética
hedonista. La solidaridad queda
excluída de este marco social, dando lugar entonces a la
carencia de ligazones que reúnan bajo un mismo objetivo a
redes de
personas, llámese esta familia, amigos, etc. La
hiperurbanización es otro elemento que confluye en este
cuadro aportando otra cuota más de individualismo e
indiferencia.
Los roles familiares también se han modificado: la
función del padre y la madre en la estructura y
funcionamiento familiar, diferentes modos de disfuncionalidades
(familias ensambladas, madres solteras, violencia,
etc.), y la reiterada ausencia real o virtual de figuras
parentales con función orientadora y contenedora, genera
incertidumbre, falta de interiorización de roles y
normas
sociales. Los vínculos primarios así
distorsionados, no aportan convenientemente al proceso de
socialización e individuación del
niño.
Tampoco otras redes pueden acudir en ayuda de éstos: la
escuela, sumida
en profundas crisis
económicas y de identidad;
organizaciones
y demás redes institucionales que no aportan en la
transmisión de valores,
normas y otros fines de socialización.
Los objetivos de
la Modernidad apuntaron a alcanzar niveles crecientes de
individualización, buscando lograr, en la
exaltación de los derechos humanos,
una reivindicación al individuo. Pero
individualización no es individualismo. Si estos logros de
la modernidad no se acompañan de otros elementos, el
resultado es un individuo abandonado a su propio destino, sin
rumbo y sin los instrumentos para encontrar una dirección a su existencia. Queda condenado
a vivir por y para el presente, ya que no podrá
proyectarse más allá del aquí y el ahora;
queda librado al absurdo de su propia existencia carente de
elementos con que ocupar esos espacios vacios, para aportarse
así un sentido. Absorto en sí mismo, es
incapáz de amar y recibir amor. Se
vuelve así un ser caprichoso, que solo responde a sus
impulsos porque no tiene otra cosa a que responder, se convierte
en sujeto de sus pasiones y deseos; carente también de
pasado y futuro, solo el hoy se vuelve lo suficientemente real
como para poder apoyarse
en él al carecer de otros puntos de apoyo. "Surge un
hombre a la intemperie, más solo, más confuso.
Estamos en la itinerancia, no estamos en el camino sobre una
recta marcada, tampoco estamos teleguiados por la ley del progreso,
no tenemos mesías ni salvación, caminamos en la
noche y en la niebla…" (2). La angustia de la propia
exsistencia termina por convertirse en el leit motiv para correr
tras la búsqueda de aquello que logre anestesiar el
profundo dolor de la propia existencia sin sentido.
Nos encontramos así con algunos de los trazos
sobresalientes de la patología de la adicción;
rasgos del perfil del adicto. Impulsivo, intolerante, impaciente,
incapáz de soportar las frustraciones, carente de valores,
profundamente inseguro sobre quien es y que quiere para su vida,
es decir, imposibilitado para proyectarse mas allá del
presente, donde el punto fundamental de la patología tiene
que ver con la deficiente inscripción de la Ley en el
psiquismo del adicto. "Desde el punto de vsita meramente
descriptivo los adictos son casos clarísimos de personalidad
narcisista. Incluímos aquí todo lo que se ha dicho
acerca de su intolerancia a las frustraciones, su egoísmo,
su incapacidad de cumplir su palabra si hacerlo atenta contra sus
intereses más inmediatos, que por lo demás son los
únicos que puede considerar. Su eterno deambular alrededor
de la procuración de drogas sin detenerse a valorar la
licitud de los medios para
lograrlo. Sus robos de dinero o de
objetos de valor en sus
familias, las actuaciones y simulaciones destinadas a convencer a
familiares o al personal
sanitario de su muerte segura
si no son atendidos sus requerimientos, en fin, su
megalomanía y omnipotencia de pensamiento,
tanto cuando está "colgado" como cuando no lo está
y, presintiendo la cercanía del síndrome de
abstinencia insiste en que el mundo debe ponerse a su servicio.
Finalmente su sensación de ser "diferente" y superior al
resto de los seres humanos. Todo esto puede ser rotulado en
general como perteneciente a un cuadro de marcado narcisismo"
(3).
En síntesis,
el adicto, bajo la sombra de un narcisismo tirano y absolutista,
es aquel que al no poder encontrarse a sí mismo,
buscará en las drogas la función de protesis para
lograr una identidad ficticia y efímera, soslayando
imaginariamente todo aquello que represente una
demarcación para ese narcisismo sin límites.
La inscripción de este límite, la aceptación
de la existencia de una Ley superior a la ley del sujeto
será el punto focal al cual apuntará el tratamiento
del adicto.
Las comunidades terapéuticas tienen por objetivo, desde
esta interpretación de la problemática de las
adicciones, aportar desde una reeducacion social y un tabajo
psicoterapéutico a que el adicto pueda encontrarse con
esta realidad personal, familiar y social. Trabajan en general
desde la premisa que la abstinencia del consumo de
drogas es lo más "sencillo" de lograr. Lo más
difícil, lo más duro para un adicto, pero que
finalmente indicará que ha alcanzado el objetivo de la
rehabilitación, será nada más y nada menos
que enfrentarse consigo mismo (aquel individuo con
potencialidades y limitaciones) y con su realidad socio-cultural.
Desde allí, estará en mejores condiciones para
lograr proveerse de un lugar en el mundo, en la sociedad, en su
familia y por supuesto, en sí mismo.
2. Marco General de la
problemática de las adicciones.
Perfil psicosocial del adicto.
Encontramos parámetros comunes tanto en el adicto como en
la estructura y funcionamiento familiar y contexto social. Estas
características pueden ser pensadas
también como referidas a la etiología de esta
patología.
Existe una multicausalidad en la definición de una
personalidad adictiva:
1) A nivel individual:
Personalidad previa a la adicción
Deseo de nuevas experiencias
Presión
del grupo de
pares
Necesidad de pertenencia (a un grupo)
Facíl acceso a las drogas
2) A nivel familiar:
Debilitamiento de las relaciones intrafamiliares
Desorganización familiar
Sobreprotección-abandono de figuras parentales
Familias excesivamente centrípetas o
centrífugas
Violencia
Excesiva opresión o rigidez familiar
A nivel socio-cultural:
Identificación a subculturas anómicas (grupos de
rock,
pandillas, etc.)
Crisis de valores de la sociedad
Migraciones, cambios constantes de ámbitos
Sistema socio-económico
Características de la problemática adictiva:
Las corrientes teóricas mas reconocidas por el momento,
consideran la adicción a las drogas como una enfermedad
cuyas características pueden ser analizadas de la
siguiente manera:
Crónica: la adicción a las drogas no se cura, sino
que se rehabilita. O bien:
Progresiva: consta de tres etapas diferenciadas.
Uso: la persona no llega
a grados de intoxicación con las sustancias, sino que se
circunscribe a un tipo de uso ocasional de las drogas, como ser
los fines de semanas y con fines recreativos, es decir, lograr
una alteración anímica. Este consumo no alcanza a
alterar el ritmo y estilo de vida de la persona, en sus
diferentes aspectos (afectivo, escolar, laboral, etc.).
Hasta el momento no existe un compromiso considerable con las
drogas, pero si las condiciones relacionadas con las
características de personalidad, familia y contexo social
son óptimas para el desarrollo de
una adicción, la cronicidad al consumo es solo
cuestión de tiempo.
Abuso: el compromiso con las drogas alcanza mayores niveles y sus
consecuencias comenzarán a hacerse sentir en la vida del
futuro adicto. Comienza una etapa llamada de "vida dual", ya que
el sujeto por un lado mantiene un estilo de vida relacionado a la
adicción y por otro, intenta sostener el compromiso
social. Comienza así el deterioro paulatino de los lazos
sociales y se resienten las actividades relacionadas a estudio,
trabajo, etc. Generalmente el grupo de amistades es cambiado, y
los nuevos amigos son consumidores de drogas tambien.
Adicción: la relación con las drogas en esta etapa
se ha vuelto compulsiva. El adicto ahora no puede abstenerse de
su consumo, y hará todo lo que se encuentre a su alcance
para conseguir las drogas. Como corolario de esta
situación, es habitual que caiga en problemas
legales y su vida de relación termina por girar en
torno a las
drogas: la vida dual deja de ser tal. Se manifiesta lo que se ha
dado en llamar la "personalidad tóxica" , donde el sujeto
ha perdido los valores afectivos y espirituales para ser
reemplazados por esta "segunda personalidad".
Las drogas.
Qué es considerado droga? Se
considera tal a toda sustancia que tiene acción sobre un
ser vivo, y que incorporada al organismo, genera cambios en
éste. En el DSM IV, se define como drogadependencia al
síndrome global de la conducta. Las
alteraciones vinculadas al consumo de sustancias se refiere a
drogas de abuso (incluyendo el alcohol) a los efectos secundarios
de medicamentos y a la exposición
a tóxicos. Algunas de dichas sustancias son las
siguientes:
Alcohol
Alucinógenos
Anfetaminas
Cafeína
Marihuana
Cocaína
Inhalantes opioides
Sedantes, hipnóticos y ansiolíticos.
Continuando con el DSM IV, los criterios que este manual establece
para determinar la dependencia a una sustancia, son las
siguientes:
Un patrón desadaptativo de consumo de sustancias que
conlleva un deterioro o malestar clínicamente
significativo, expresado por uno o más de los siguientes
ítems durante un período de más de 12
meses.
consumo recurrente de sustancias que da lugar al incumplimiento
de obligaciones
en el trabajo,
escuela o en la casa.
Consumo recurrente de la sustancia en situaciones en las que
hacerlo es físicamente peligroso (ej. conducir un
automóvil o accionar una máquina bajo los efectos
de la sustancia).
Problemas legales repetidos relacionados con la
sustancia.
Consumo continuado de la sustancia a pesar de tener problemas
sociales contínuos o recurrentes o problemas
interpersonales causados o exacerbados por los efectos de la
sustancia.
Tolerancia:
consiste en la disminución en la reacción a una
droga después de la
administración repetida, requiriendose dosis cada vez
más altas que la inicial para obtener los mismos
efectos.
La tolerancia no se instala con el mismo grado y rapidéz
para todos los efectos de una droga. Esta adaptación
permite al organismo humano tolerar dosis altas. El grado de
toleracia es diferente para cada tipo de drogas.
Algunas de las sustancias nombradas comparten propiedades con
otras, como es el caso del alcohol.
Los Objetivos del CPA son:
Intervenir en la toma de conciencia
colectiva respecto de la existencia real del problema de la
drogadependencia, su magnitud y características.
Conseguir la solidaridad de aquellos sectores sociales que se
consideren alejados de la problemática, con aquellos que
ya la padecen.
Lograr la participación de recursos
humanos, tanto de profesionales como técnicos,
líderes comunitarios y población en general con la política del conocimiento
compartido, para que la mayor parte de la sociedad pueda ser
generador de estrategias
preventivas.
Incorporar estrategias preventivas en los diferentes
ámbitos de la vida cotidiana: familia, trabajo, escuela,
deporte, recreación, etc.
La realidad socio-económica en octubre de 1995 en
Argentina generó una evidente inestabilidad con
repercusiones socio-culturales, sin dejar de mencionar los
efectos del constante movimiento
migratorio en Tierra del Fuego, cuyas consecuencias repercuten en
el estado
emocional de la población producto del
desarraigo, con lo que emerge un tipo de sujeto inmerso en una
inevitable crisis de identidad social.
El CPA surge en este contexto para sistematizar y propiciar
acciones
preventivas y para dar respuesta a las demandas locales de
asistencia, a partir de la iniciativa del COPROTOX en convenio
con la Municipalidad de Ushuaia y el Gobierno.
Por el tipo de demanda
detectada en el transcurso del tiempo, y a raíz de
solicitudes directas de asistencia y por referencia de
organizaciones que prestan atención individual o grupal en esta
problemática, es que a partir de comienzos de 1998 surge
la necesidad de ofrecer una atención con mayor cobertura:
una comunidad de día. Esta modalidad de tratamiento es
poco común hasta el momento en el país, ya que si
bien incorpora herramientas
de las comunidades cerradas, es decir, de internación,
permanece el sistema
ambulatorio de tratamiento ya que los residentes de la comunidad
permanecen un número restringido de horas para regresar
luego a sus respectivos hogares.
Organización de la Institución.
El C.P.A. es una Institución laica. Cuenta con dos
modalidades de tratamiento: Tratamiento Ambulatorio y Comunidad
de Medio Día.
En ambas modalidades, las actividades y demás herramientas
que son implementadas tienen todas un fin terapéutico.
Nada de lo que se realiza dentro de los tratamientos se encuentra
librado al azar. Cada actividad, herramienta, taller, y cualquier
otro accionar dentro del programa, tiene por finalidad un
abordaje terapéutico integral tanto del residente como de
su familia, sin dejar de lado su contexto social inmediato (redes
de familiares y/o amigos).
Los tratamientos se basan en valores, propios a la mayoría
de las comunidades terapéuticas. Estos valores
básicos son:
amor responsable
responsabilidad
respeto
honestidad
solidaridad
confianza
orden
Tratamiento de las Adicciones.
PRE-ingreso.
Los pre-ingresos a los
tratamientos se realizan a través de una serie de entrevistas
iniciales, desde las cuales se define la modalidad de
tratamiento. Los objetivos de dichas entrevistas consisten
en:
Diagnóstico de situación:
Evaluación, análisis y redefinición de la
demanda;
Conciencia de enfermedad;
Abstinencia;
Motivaciones para la aceptación del tratamiento.
Posibilidades personales y sociales para llevar adelante un
tratamiento.
Soporte social (redes);
Nivel de compromiso con el consumo: uso, abuso,
adicción.
Tratamientos previos (motivos de abandono o
suspensión).
Diagnóstico de personalidad.
Comunidad de medio día.
Esta modalidad de tratamiento se basa en la
incorporación de los residentes a una estructura
organizacional. El abordaje consiste en un sistema de
tratamiento de las adicciones de carácter
socio-psicoterapéutico y pretende, con su régimen
de funcionamiento altamente estructurado, ejercer artificialmente
un grado tal de presión, que los mecanismos propios del
adicto son actuados frente a los demás miembros de la
comunidad y frente a los profesionales. Este procedimiento
persigue poder dejar en evidencia dichos rasgos de tal modo de
poder ser evaluados y corregidos in situ.
Funcionamiento de la comunidad:
El tratamiento consta de diferentes fases consecutivas,
vinculadas a los diferentes estadios que realiza el residente en
función de sus progresos.
Dichas fases son:
admisión: se trata de un período relativamente
corto, que tiene como objetivos la internalización de las
normas y reglas del tratamiento. En el momento de realizar el
presente trabajo, se encontraba en revisión la modalidad
en la que ingresa el paciente, debido a que es posible
implementar una admisión exclusivamente ambulatoria, con
excepción de algunos casos puntuales que por
características particulares (personalidad, nivel de
compromiso con las drogas, falta de redes y/ o familia para
contención, etc.) se evalúe pertinente su ingreso
directamente a la comunidad.
b) fase A: tiene como objetivos
anticipar y evaluar los riesgos en lo
cotidiano, la casa y el barrio, la escuela, el trabajo, etc.
Prevenir posible recaídas a través de la
realización de tareas especificas.
Asumir responsabilidades en el trabajo y el estudio (horarios,
tareas, etc).
Re-armar y re-crear nuevas redes de apoyo.
Cortar el vínculo con la gente que consume drogas y
alcohol.
Refuerzo en la incorporación y cumplimiento de las normas
y el sostenimiento de las mismas;
Compromiso con el tratamiento tanto de parte del residente como
de la familia y
redes;
Inicio de revisión histórico-vivencial,
vinculación afectivo-familiar, reconocimiento de sucesos
vitales (abandonos, pérdidas, sobreprotección,
frustraciones, etc.) con situación actual vinculada a
actitudes,
comportamientos y conductas,
Compromiso del residente con las problemáticas de los
compañeros de tratamiento.
Fase B:
Identificación y expresión de sentimientos.
Indagar sobre la historia personal y familiar, reconstruyendo lo
significativo.
Expansión de la red de apoyo
Elaboración y reformulación del proyecto de
vida.
Prevenir posibles recaídas.
Trabajar salidas, estructuración del tiempo libre, y
recreación.
Planificar y evaluar fines de semana.
Fase C:
Consolidación del proyecto de vida;
Incursión e inclusión gradual en diferentes
espacios sociales, laborales y/o educativos.
.Evaluar la necesidad de recibir otro tipo de apoyo
(terapéutico) individual o familiar.
Prevenir posibles recaídas.
Planificación de fines de semana y horas
libres.
Despegue gradual del Centro
Reinserción:
Desestructuración total del andamiaje normativo;
Re-socialización (desde el punto de vista de la
generación y/o re-posicionamiento
de vínculos sanos);
Despegue total del Centro.
El residente asiste solo a los grupos terapéuticos, dos
veces por semana inicialmente hasta alcanzar gradualmente a
disminuir el número de entrevistas. De acuerdo a la
evaluación del caso, se trabaja también para la
continuidad del tratamiento en una terapia individual (fuera del
Centro)
Los residentes ingresan al tratamiento de lunes a viernes a las 8
hs. Son retirados a las 15 hs. por algún familiar o
persona autorizada previamente por la Institución. Algunos
días a la semana quedan después de la hora habitual
de salida con el fin de realizar diferentes talleres (teatro, computación, vida en la naturaleza,
etc.)
Toman desayuno y almuerzo en la Institución.
El tratamiento sigue una modalidad similar a la que
tendría un hogar: un lugar físico llamado
comúnmente como "la Casa", horarios, normas de
convivencia, reglamentos, y funciones
diferenciadas. Con relación a los progresos que va
realizando el residente, va avanzando en las diferentes fases del
tratamiento a la par que va adquiriendo roles de mayor responsabilidad. A partir de fase B estos roles
jerárquicos comienzan a ser ejercidos. El orden
según la jerarquía es el siguiente:
Auxiliar de Staff
Coordinador Genera
Supervisor
Auxiliar de Supervisor
Roles
(cocina, pañol, plantas, mantenimiento)
El/los auxiliares de staff solo pueden ser residentes
que se encuentren en fase C. Las demás jerarquías
son ocupadas por residentes de fase B; los roles sí pueden
ser ejercidos desde la fase A.
Espacios terapéuticos
Residentes: los grupos terapéuticos de la comunidad y
ambulatorios tienen una frecuencia de dos encuentros
semanales.
Grupos de padres: con una frecuencia de un encuentro semanal,
estos espacios tienen por fin trabajar con los padres o quienes
cumplan tal función, sobre los procesos particulares que
éstos van realizando a medida que avanzan en el
tratamiento.
Grupos de redes: apunta a apoyar, guiar y sostener el tejido
social del residente con el fin de contribuir a aumentar la red
social de éste último. El tratamiento apunta
fundamentalmente a que el adicto logre construir vínculos
sanos con su entorno, pero que a la vez dicha red pueda
contenerlo y protegerlo en cierta forma. La función de la
red social adquiere mucha relevancia en el contexto de dicho fin.
La frecuencia de reunión es de un grupo cada 15
días.
Entrevistas familiares: estos espacios terapéuticos
permiten la revisión conjunta de todo el núcleo
familiar de los aspectos históricos y presentes de la
familia, permitiendo el encuentro con las disfuncionales de la
estructura familiar de tal modo de permitir la construcción de modelos
alternativos.
3) Tratamiento ambulatorio.
Esta modalidad se diferencia de la anterior en que el residente
solo concurre al Centro los días en que debe asistir a los
grupos terapéuticos, que tienen una frecuencia de dos
encuentros por semana. El resto del tiempo se manejará con
una programación anticipada de las actividades
que debe plasmar en el diagramado de un proyecto diario, que
comprende desde el momento que sale del Centro luego del grupo,
hasta el momento en que regresa para el siguiente encuentro
grupal. Este proyecto sirve como andamiaje conductual-normativo
para brindar auto cuidados y el seguimiento de las personas a
cargo del residente.
El Tratamiento se organiza en cuatro fases: admisión; fase
A; fase B; fase C.
En los casos que se considere necesarios, se requerirá que
el residente pase por una 5ta. Fase, reinserción, con el
fin de ajustar y sostener con el acompañamiento del
tratamiento, los logros de las fases anteriores. Los objetivos de
cada fase son similares a los de comunidad de medio
día.
Los criterios para definir a un residente en esta modalidad,
tendrán que ver con la calidad de las
redes de contención disponibles, grado de compromiso con
las drogas, estudios y/o trabajo y la posibilidad de sostener
estos en el tiempo. En la medida que el residente muestre un
nivel mayor de lazos y vínculos sanos con los diferentes
aspectos de la vida (familia, trabajo, estudio, pareja, amistad, etc.)
menos contención requerirá para alcanzar una
reinserción social.
Herramientas terapéuticas de la comunidad.
Confronto: las herramientas se basan en los valores que la
comunidad apunta a que sean internalizados. En esta herramienta,
un residente confronta a otro con el fin de poner en evidencia
esta incongruencia entre su actitud y un
valor de la comunidad (honestidad, responsabilidad, etc.).
Blanqueo: el residente expone, desde la honestidad y la
sinceridad, un hecho no develado.
Pedido de Ayuda: el residente solicita ayuda sobre un tema en
particular. Se realiza a través de canalizar dichas
inquietudes en un papel, que
luego es alcanzado hasta las jerarquías de la Casa, o si
por su carácter revisten de otro tipo de atención,
son derivados hasta los operadores y/o profesionales.
Reclamo: consiste en una exigencia de un residente a otros, sobre
conductas positivas.
Expresión de sentimientos: consiste en la
externalización de las emociones que
hayan surgido a partir de hechos suscitados.
Técnicas utilizadas por el operador hacia el
residente:
Confronto: ya descripto.
Señalamiento: se advierte al asistido sobre una conducta
determinada, generalmente un acting, a fin de que pueda
registrarlo a nivel conciente.
Incomunicación: se pone al residente en una
situación paradójica en la cual le está
prohibida la
comunicación física o verbal con el resto de
los asistidos. A su vez se le pide que reflexione en esa
situación sobre un tema particular.
Puesta en evidencia: el resto de los asistidos y operadores se
dirigen al asistido, que debe permanecer en silencio al inicio,
marcándole actitudes negativas sobre las que no manifiesta
intenciones de cambio. Al final de estos señalamientos y
reclamos, el asistido debe comprometerse a cambios de actitud que
puedan ser observables para el resto.
Suspensión: se aparta por un tiempo al asistido de la
estructura grupal a la que pertenece a los fines de que si quiere
volver a ingresar lo haga luego de haber experimentado la
pérdida del tratamiento y evaluado las actitudes que
promovieron su suspensión.
Presión: el operador intensifica su intervención
sobre uno o varios residentes.
Coloquio: espacio terapéutico individual otorgado a un
residente que necesita trabajar algún punto
específico de su vida o situación, y que por alguna
razón no lo hace en los grupos.
Directiva: orden impartida del operador a el/los residente/s.
Peticiones: pedidos por vía reglada de los asistidos al
operador.
Expulsión: el residente quiebra alguna
norma básica por lo cual se lo expulsa del
tratamiento.
Otra herramientas:
Proyectos de
salida: los residentes debes realizar cada día un proyecto
de salida, estableciendo las actividades a realizar desde la
salida del CPA hasta la hora de acostarse. Este proyecto es
supervisado por el operador y desde alli se autoriza o no a su
realización. En el caso de que el operador considere
pertinente cambiar algo del proyecto, se lo transmite al
residente y este debe modificar lo programado. Los viernes
proyectan para todo el fin de semana.
Deben hacer tres copias: una para el residente, otro para el
padre o encargado que se le entrega en sus manos al momento de
que éste pasa a buscar al residente a su cargo, y la
tercera copia queda archivada en el Centro. Los ambulatorios
tambien programan un proyecto pero mas extenso, que va desde el
momento que acude al grupo terapéutico, momento en el que
es supervisado por el operador, hasta la fecha del siguiente
grupo, donde debe llevar otro proyecto con las actividades
proyectadas para los días subsiguientes, todo de tal modo
de tener cubiertos los días en el que el asistido no acude
al Centro.
Encuentro de la mañana: durante el desayuno, los
residentes son interrogados por los demás, a fin de
indagar en el estado de
ánimo con el que acude al Centro: cómo ha dormido,
cómo se ha levantado, qué debe realizar durante el
dia en el Centro y un mensaje positivo, vinculado al estado de
ánimo actual.
Estado de animo al finalizar la jornada (cierre): al terminar el
día en el Centro, antes de ser retirados por los
responsables de cada residente, las jerarquias interrogan a todos
los residentes sobre el estado de ánimo con el que se van
a sus casas. De este modo, se obtiene información de la forma en que se encuentra
anímicamente durante la jornada para tener conocimiento de
fluctuaciones, progresos, recaídas o detectar posibles
conflictos
generadores de malestar para ser trabajado luego en los grupos
terapéuticos.
Grupo de convivencia: una de las herramientas utlizadas en la
Casa son las expresiones de sentimientos, que son puestas en
papeles entregadas al operador. Estos sentimientos son
blanqueados una vez por semana en una reunión
específica para este fin, donde cada residente que ha
hecho un sentimiento, lo pueda expresar a quien lo ha generado.
De este modo se busca que el residente pueda internalizar que hay
momentos y lugares para expresar a quien ha generado determinadas
emociones, de tal modo de no ser actuados impulsivamente, y pueda
aprender a expresarlos convenientemente, en un contexto de
respeto y
no-violencia.
Reunión de jerarquias: Se realiza los días
jueves de cada semana. Se las organiza en función de la
necesidad de supervisar el funcionamiento de los roles
jerárquicos, y con este fin.
Espacio de deportes: una
vez por semana, los residentes son convocados a la
realización de actividades deportivas, generalmente hacen
basquet o futbol, donde
interactúan todos con diferentes roles. Ademas de ser un
espacio recreativo, su principal funcion es terapéutico,
ya que despues de su realización, el operador que
intervino en el espacio, hace una devolución de lo que
haya podido recolectar de lo observado (actitudes, compromiso
puesto en el juego,
tendencia a transgredir las reglas, etc.).
Seminarios: el residente debe poder revisar actitudes y
mecanismos con el fin de modificarlos o revertirlos. Para ello,
una de las herramientas para este fin es la realización de
seminarios en los cuales debe presentar una exposición
acerca de un tema determinado, por ejemplo, violencia,
límites, compromiso, etc. Este tema es seleccionado por
los responsables terapéuticos con el fin de que por medio
de una revisión hecha a traves de la investigación sobre el tema, el residente
pueda encontrarse en dichas actitudes, haciendo un proceso de
"Insight".
Talleres y actividades de información.
Los residentes cuentan, además de las actividades
cotidianas referidas a la Casa y las vinculadas a los espacios
teréuticos, con diferentes talleres.
Los días lunes y viernes, después del horario de
estructura (15 hs.) taller de teatro.
Los miércoles, taller de expresión. Como ejemplo de
las actividades realizadas en esta área, se mencionan: dos
obras de títeres, incluyendo en las actividad el armado de
los muñecos, además de la elección del tema
a tratar y el armado del libreto; diagramación de una
revista con
temas de su interes.
Una vez al mes, se realiza el Taller de vida en la naturaleza,
actividad consistente en trekking al campo.
También los residentes pueden participar de charlas
informativas sobre diferentes temas: sexualidad,
enfermedades
infecto-contagiosas, alimentación sana,
tabaquismo,
etc.
Funciones diferenciadas de los profesionales
actuantes.
Los roles de los miembros del equipo se diferencian apuntando a
lograr intervenciones complementarias desde el enriquecimiento
que aporta en trabajo interdisciplinario.
Por un lado, la función de los psicologos es:
la realización de un diagnostico inicial de personalidad
en los primeros contactos;
trabajo terapéutico dentro de los grupos en las diferentes
fases;
supervisión constante del material que se
va recolectando a lo largo de las actividades cotidianas en la
comunidad, de tal modo de lograr mayor profundidad en la
interpretación y elaboración de estrategis de
acción.
Complementado al punto anterior, aportar otra mirada a la del
operador, desde un rol diferente a éste (más
vinculado al observador independiente de la escena, a diferencia
del operador más relacionado al accionar con las
actividades de la Casa).
La función de los operadores socioterapeutas
consiste en:
Intervenciones en campos no convencionalmente considerados
terapéuticos (cocina, espacios de deportes, limpieza,
etc.).
El operador, tal como lo define el nombre, opera, interviene,
actúa, genera cambios. En otras palabras debe "poner el
cuerpo" en sus acciones como tal, logrando una interacción
entre lo técnico y lo creativo, ya que asi logrará
el ajuste entre el aporte científico y el vivencial.
Sus intervenciones apuntan a situaciones definidas que tienen un
objetivo de antemano establecido, (objetivos
terapéuticos), como por ejemplo, marcar actitudes en los
residentes que no se ajustan a los valores de la comunidad, y que
estan mas vinculadas a "la calle", como ser la honestidad.
Para llevar a cabo esta función, cuenta con una serie de
instrumentos terapéuticos, mencionados anteriormente
(confronto, blanqueo, etc.)
Su función es "estar" entre los residentes, manteniendo la
distancia óptima entre él y aquellos, para no "ser"
un residente más. Generalmente los operadores
socioterapéuticos son adictos recuperados, por lo que
mantener este equilibrio
entre cercanía-lejanía emocional es de importancia
vital tanto para los residentes como para el mismo operador.
Acompañar en los espacios terapéuticos
grupales.
Procesos de cambio Institucional
Durante los últimos meses del 2001, el equipo de trabajo
se abocó a un proceso de revisión y cambio de
algunos principios del
programa terapéutico. Estos cambios no implican la
remoción de la estructura de la comunidad
terapéutica tal y como se vino desarrollando, pero
sí sobre algunos de los lineamientos básicos del
plan
terapéutico.
Esta necesidad surgió con el ingreso de nuevos
profesionales a la Insitución, lo que fue corroborado con
la supervisión realizada por personal del SEDRONAR que
concurrieron al CPA durante el mes de julio del 2001.
Algunos de los cambios introducidos:
Trabajo sobre el "caso por caso". Esto implica que se apunta
prioritariamente a la adaptación de algunas normas de
acuerdo a la situación y evolución de cada caso, a diferencia de la
modalidad anterior, en la que, a grandes rasgos, podríamos
decir que el caso se adaptaba a la estructura, preexistente al
ingreso del residente.
Por ejemplo, algunas de las normas que han sido revisadas y
modificadas tienen que ver con la autorización a los
residentes a mantener relaciones sexuales y a realizar deportes.
Fueron propuestas las siguientes modificaciones:
Sexualidad responsable: una de las normas básicas del
tratamiento, propio a la mayoría de las comunidades
terapéuticas, hace referencia a la prohibición del
sexo durante
la duración del tratamiento. La prohibición
también abarca a los residentes con residentes y
residentes con staff. Esta norma es mantenida en lo referente a
estos dos últimos puntos, sin embargo se ha modificado en
lo concerniente a que los residentes no puedan mantener
relaciones sexuales durante el tratamiento. El motivo de esta
norma tiene su fundamento en la consideración de que los
vínculos del adicto se encuentran atravesados por la misma
dificultad o imposibilidad de vincularse sanamente con su
entorno. El sexo suele ser un medio más para canalizar en
su práctica angustias y frustraciones que de esta forma se
mantienen "narcotizadas", silenciadas. También es
generalmente practicado de manera irresponsable y sin existir
verdadadero interés
por la construcción de un vínculo de pareja con
objetivos y proyección.
Por este motivo, se autoriza a los residentes actualmente a
mantener relaciones sexuales solo si demuestran, a través
del trabajo terapéutico, estar en condiciones de encarar
responsable y sanamente un vínculo con el otro. De otro
modo, no se permite su práctica pero se trabaja en los
grupos para que el residente pueda realizar una revisión
de sus vínculos en general, y de su sexualidad en
particular.
Deportes: de la misma forma que con el sexo, también la
actividad deportiva en el adicto generalmente esta contaminada
por la presencia de la droga (ya que muchas veces se la utiliza
para aumentar las sensaciones extremas de mucha "adrenalina", o
para optimizar el rendimiento) y también es usado el
deporte con el fin de canalizar allí emociones reprimidas
o guardadas que no encuentran otro medio de ser canalizados. De
la misma forma que con la sexualidad, se autoriza a la practica
de deportes luego de la revisión terapéutica y de
su supervisión constante. Anteriormente, solo se
permitía realizar deportes a los residentes a partir de
las fases más altas.
Duración de los tratamientos: generalmente, éstos
se prolongaron por lapsos entre 18 y 24 meses o aún
más. Estos plazos considerablemente prolongados,
tendrían íntima relación con un tipo de
sistema de la comunidad, altamente estructurado y normativo, en
el que la extensión en cada fase responde a un nivel
determinado de exigencia sobre el residente y la familia. La
contrapartida de esto se observa en la dificultad para
"desestructurarse" tanto del residente como de su familia, ya que
resulta dificultoso para ambos el reacomodamiento en la
reinserción social.
Vinculado a lo dicho anteriormente, se encuentra este aspecto
recién mencionado: la reinserción social. Desde
esta perspectiva diferente, que piensa al residente no
aislándolo completamente de su entorno, sino que rescata
todos aquellos aspectos sanos que pudieran ser conservados
durante el tratamiento, se plantea una reinserción desde
el inicio mismo del tratamiento. En otras palabras, esto
implicará también que en el momento del despegue
del Centro, esta desestructuración se realizará de
manera mucho más simple y menos costosa debido a que en
definitiva, el residente tendrá menos posibilidades de
generar una dependencia excesiva del Centro. Por ejemplo, se
encontrará (y su familia también) en mejores
condiciones para tomar decisiones propias, (a diferencia de lo
que se llegó a observar, una actitud de "sumisión"
y espera a que sea el Staff quien diga lo que es bueno o malo, o
que defina que es factible de hacer o no).
Espacios individuales: diferenciados de los pedidos de ayuda
atendidos por los operadores, los espacios individuales
serían atendidos por los profesionales de salud mental, con
el fin de instaurar otro espacio psicoterapéutico
más. El objetivo además consiste en que se puedan
tratar determinados temas que el residente, por algún
motivo, aún no se encuentre en condiciones de trabajar en
su grupo, o por tratarse de un momento en el cual el equipo de
trabajo evalúa pertinente que se trabaje individualmente
con éste.
Apreciaciones Personales.
El trabajo en una comunidad terapeútica para
rehabilitacion de adicciones presenta un perfil muy diferente al
trabajo en otras temáticas o instituciones.
Algo que hace a su particularidad radica en que el compromiso
personal y profesional que demanda es muy grande. Como para
comprender mejor de que se trata esta diferencia, se puede decir
por ejemplo, cuando se trabaja en la clínica particular o
en otras instituciones , como es el caso de Minoridad y Familia
(en el cual he tenido la oportunidad de trabajar por el
transcurso de dos años), se esta en contacto con los
pacientes por lapsos y contextos acotados. En la clinica, se esta
por el espacio de 30’, 45’ o 60’ como
máximo por semana en general, y no se vuelve a ver al
paciente hasta la sesión siguiente la proxima semana. En
el caso de esta comunidad terapéutica de medio día,
por espacio de alrededor de 7 horas por día, se convive y
comparte con los pacientes, llamados en este contexto
"residentes", pero pacientes al fin. Se tienen dos grupos por
semana, a veces junto con el operador se atienden pedidos de
ayuda, en reiteradas ocasiones se acompaña a los chicos a
las caminatas de fin de semana pasando gran parte del día
junto con ellos, etc. En definitiva, el contacto con estos
pacientes es muchisimo mayor que en otros marcos de trabajo
insitucionales. Por lo tanto, el compromiso profesional es
también de otro tipo.
Además, por lo que la misma problemática requiere,
que es trabajar entre otras cosas, el encuentro con las emociones
y sentimientos, se requiere del personal también un
encuentro mas personal, emotivo y afectivo con los residentes.
Todo esto confluye en un punto que implica mayores niveles de
exigencia por parte de los profesionales, modificando la
modalidad tradicional de trabajo psicoterapéutico, que
indica una distancia personal del paciente de tal manera de no
contaminar el vinculo terapéutico.
Otro aspecto peculiar del trabajo en esta Institucion tiene que
ver con el trabajo en
equipo. Si bien hay solo un operador y un psicólogo en
cada grupo y siendo responsables de cada fase, lo trabajado en
cada sesión, espacio, pedido de ayuda, grupos de
convivencia, espacios de deportes, etc, es llevado al equipo
durante las reuniones de staff (dos por semana) y a lo largo del
transcurso de la jornada, en la medida que las novedades se van
sucediendo. Las decisiones que se toman respecto a los
tratamientos siempre transcurren previamente por el consenso del
grupo en general.
El aprendizaje
de lo que significa trabajo interdisciplinario y en equipo
resulta muy enriquecedor en este sentido, ya que los diferentes
saberes y experiencias de cada miembro del equipo aportan una
mirada diferencial que permite el crecimiento individual y
grupal, a la vez que aporta un apoyo importante en los momentos
en que resulta necesario dar cuenta de las acciones o decisiones
tomadas para la consecución de los tratamientos, (que es
bastante habitual en este trabajo, justamente por el perfil
demandante del adicto y de la familia del adicto)
He tenido la oportunidad de presenciar un momento clave de la
Institución. La modalidad de tratamiento ahora apunta a
sostener una visión mas singularizada de los casos. Se
busca el tratamiento desde el "caso por caso", lo que implica un
mayor compromiso de parte tanto del residente, que debe ponerse
en juego a sí mismo constantemente durante los diferentes
momentos, etapas y fases del tratamiento, como tambien exige
mayor compromiso y exigencia por parte del equipo, debido a que
es fundamental un conocimeinto muy detallado del perfil de cada
residente, de su familia y contexto por un lado y por otro lado
requiere tambien de una evaluación constante de la
evolución de éstos. A partir de allí, se
considera qué estrategias se deben tomar para la
continuidad del tratamiento. Se pretende dejar de lado los
"moldes" dentro de los cuales encuadrar a los pacienents en
tratamiento y las recetas mágicas aplicables al "adicto".
Recordamos que si bien hay patrones de conducta en común,
perfiles definidos del adicto, familias de adictos y grupos
sociales de riesgo,
detrás de cada uno de ellos hay una singularidad
única e irrepetible, que merece ser atendida en toda esta
dimensión de su sello distintivo.
Desde este punto de vista, sumado a lo antedicho, la experiencia
en esta Institución ha resultado sumamente enriquecedora a
nivel profesional para la capitalización de mi experiencia
personal, ya que me ha permitido trabajar con una temática
a la cual hasta el momento no habia tenido oportunidad de abordar
terapéuticamente, y también para el aprendizaje de lo
específico de su asistencia.
Por otro lado, la complejidad de la problemática de la
adicción demanda un abordaje muy amplio para el
profesional, ya que exige una labor enfocada desde diferentes
corrientes teóricas y técnicas
de psicoterapia, que impiden los dogmatismos y llevan
constantemente al encuentro con el quiebre en el propio
saber.
Reconocer que no se puede con todo, que no se conoce lo
suficiente y que es necesaria la revisión constante y
permanente del saber y las acciones propias, es sumamente
enriquecedor desde la perspectiva que indica la necesidad del
apredizaje contínuo.
Y en este sentido el encuentro con los límites, al igual
que en el tratamiento de las adicciones, señala un buen
camino hacia crecimiento profesional y, por supuesto, hacia el
crecimiento personal.
(1) y (2) YARIA, Juan Alberto.
"Bases Filosóficas del Programa 10.000 líderes para
el Cambio". SECRETARÍA DE PREVENCIÓN Y ASISTENCIA
DE LAS ADICCIONES de la PROVINCIA DE BUENOS AIRES.
Guia Complementaria del Curso "10.000 líderes para el
Cambio. Formación de Formadores". Pag. 2 y 3.
(3) MATTIOLI, Guillermo. "Psicoterapia del Toxicómano".
Edit. Logos, Barcelona. 1989. Pag.24
GOTI, Maria Elena. "LA COMUNIDAD TERAPÉUTICA. Un
Desafío a la Droga". Edit. Nueva Visión. Bs. As,
1990.
MATTIOLI, Guillermo. "Psicoterapia del Toxicómano". Edit.
Logos, Barcelona. 1989.
SEDRONAR. Subsecretaría de Prevención y Asistencia.
Dirección Nacional de Prevención Manual sobre
Prevención de las Adicciones. Año 1996.
SECRETARÍA DE PREVENCIÓN Y ASISTENCIA DE LAS
ADICCIONES de la PROVINCIA DE BUENOS AIRES. Guia Complementaria
del Curso "10.000 líderes para el Cambio. Formación
de Formadores".
SEDRONAR. "Aspectos Toxicológicos de la Drogadependencia".
Bs. As. 1998.
Material extraído de Internet del "Programa
Cambio", de la Provincia de Córdoba, sobre el rol del
Operador Socioterapeuta.
Ushuaia, Tierra del Fuego, Rep. Argentina
Trabajo realizado en noviembre de 2001
Horarios |
Lunes | Martes | Miercoles | Jueves | Viernes |
8 a 8, 30 hs. | Desayuno |
Desayuno | Desayuno | Desayuno | Desayuno |
9 a 9,30 hs. |
Elaboración del pan Area laboral |
Elab. del almuerzo Area laboral | Grupo de Convivencia | Area laboral | Elab. del almuerzo Area laboral |
10 a 10,30 hs. |
Libre | Libre | Grupo de Convivencia | Reunión de Jerarquías |
Libre |
11 hs. |
Grupo terapéutico de Area Laboral |
Grupos terapéuticos de fases A y | Espacio de Deportes | Grupo terapéutico Area Laboral | Grupos terapéuticos fases A y B |
12 hs. |
Elaboración del almuerzo |
Elaboración del almuerzo | |||
13 hs. |
Almuerzo | Almuerzo | Almuerzo | Almuerzo | Almuerzo |
13, 30 hs. |
Grupo terapéutico fase C |
Grupo terapéutico fase C | |||
14 a 14,30 hs. |
Repaso de la casa Cierre de las actividades | Repaso de la casa Cierre de las actividades | Grupo terapéutico de | Repaso de la casa Cierre de las actividades |
Grupo terapéutico de |
15 hs. |
Cierre de actividades De la comunidad |
Cierre de actividades | Cierre de actividades de la comunidad | Cierre de actividades | Cierre de actividades |
15 a 16,30 hs. |
Taller de teatro | Taller de expresión |
Taller de teatro |
Autor:
Mariana C. Gorella Slavin
Licenciada en Psicología