- Da Vinci y la filosofia de la
vida - Descartes, un apunte sobre el
racionalismo con repercusiones actuales - Juan Jacobo Rousseau y el
Contrato social - Kant, sobre la
Ilustración - Hegel, una mirada desde una
perspectiva objetivista - Augusto Comte: padre del
positivismo - Karl Marx y el humanismo
proletario - Schopenhauer, nihilismo
cínico - Friedrich Nietzsche, humanismo
ateo - Humanismo y
existencialismo - Kierkegaard y el concepto de la
angustia - Jean Paul Sartre,
filosofía y existencialismo - Karl Popper, falsacionista
crítico - Nicolás Gómez
Dávila, pensador de lo
implícito - José Martí,
humanismo latinoamericano - Estanislao Zuleta, humanismo y
autenticidad - Conclusiónes
- Bibliografía
"Un pensador es un hombre cuyo
destino consiste en representar simbólicamente su
tiempo, por
medio de sus intuiciones y conceptos personales. Entendiendo
que la verdad no la construye él, sino la descubre en
sí mismo; la verdad es el pensador mismo, es la esencia
propia reducida a las palabras, el sentido de su personalidad
vaciado en una doctrina y la verdad es inmutable para toda la
vida, porque es idéntica a la vida". Oswaldo
Spengler
La filosofía es una disciplina del
pensamiento que pretende explicar el gran misterio de la vida y
del mundo, a través de la racionalidad. Ella indaga sobre
el sentido profundo del origen de las cosas. La palabra
filosofía se remonta a la palabra filósofo. Su
esencia es griega. Heidegger plantea: "sólo filosofamos
cuando entablamos una conversación con los filósofos y para esto es necesario que
discutamos con ellos punto por punto aquello de lo que ellos
hablan".1 Ese es el propósito del presente escrito:
discutir con aquellos que desde la aurora del renacimiento
hasta nuestros días han hilado en el tiempo las teorías
más importantes y han determinado el florecimiento de la
modernidad. Por
el contrario, Sartre
sostiene que la "filosofía aparece para algunas personas
como un entorno homogéneo: allí los pensamientos se
elevan y mueren, allí los sistemas se
construyen, allí, alternativamente, se derrumban. Otros
toman la filosofía para una actitud
específica de poder adoptar
libremente en la voluntad. Todavía otros la ven como
segmento resultado de la cultura. En
nuestra opinión la filosofía no existe" [1]. La
filosofía como actitud reflexiva pretende conocer por
medio de la razón, las relaciones más profundas y
permanentes de cada ser, busca su sentido. Si observamos la
historia de la
filosofía desde el viejo Thales hasta Popper, hallamos
que cada pensador cree haber encontrado la verdad, y nosotros sin
caer en dogmatismos y determinismos debemos tener el carácter
suficiente para extraer de cada uno de ellos su aporte a la
cultura del pensamiento universal. En tal sentido, el presente
escrito pretende reseñar de cada uno de los
filósofos post-renacentistas que han contribuido a
confeccionar la arquitectura de
la modernidad, sólo ese conocimiento
superior que ha sido legado para ordenar nuestras
vidas.
DA VINCI Y LA
FILOSOFIA DE
LA VIDA Nació el 15 de abril de 1452 en
Archiano, cerca de Vinci y murió en Choux el 2, de mayo de
1519. Es el hombre
más polifacético y genial que ha parido la
humanidad. Fue pintor, escultor, dibujante, arquitecto,
urbanista, ingeniero, proyectista, inventor y fundamentalmente
pensador. Hijo natural, de madre soltera. Vivió una
vida intensa con las preocupaciones más de orden
científico que de otra naturaleza. Por
eso su personalidad es deslumbrante y proteica. Siendo aún
muy joven escribió: "Siento el deseo de hacer milagros", y
los hizo. Son muchas las cosas que pasaron por su mente,
incontables los proyectos que
cristalizó con sus manos, hoy sólo podemos
disfrutar de unos cuantos trabajos que se resisten al tiempo.
Pero aún así, son verdaderas proezas. El
maestro Leonardo Da
Vinci vivió los primeros tiempos del renacimiento y
fue tal vez el acontecimiento que marcó su carácter
y le permitió agigantar sus cualidades y aptitudes.
El renacimiento
es el mayor movimiento
cultural de todos los tiempos y creó las condiciones para
el surgimiento de la modernidad. Se caracterizó por
enfrentar las viejas formas del pensar medieval y rescatar
los valores
éticos, estéticos y el racionalismo
del mundo grecorromano. Tuvo inicialmente como escenario
Florencia y muy rápidamente recorrió la
península Itálica y posteriormente invadió
Europa,
convirtiéndose en la gran cantera de los humanistas.
Leonardo fue un hijo y a la vez uno de los progenitores del
renacimiento. Por eso su trabajo fue duro y exigente. Marcado por
un afán perfeccionista en la búsqueda de lo
máximo, nunca se dió por satisfecho, sin copiar
jamás, siguiendo sus intuiciones, huyendo de todo
convencionalismo de cosas artificiales y de las frivolidades del
entorno. Siempre que terminaba una tarea se proponía otra
más exigente, más difícil. Fue un hombre
universal que tuvo el valor de
valerse de su propio entendimiento, como diría Kant, nunca
estuvo marcado por la minoría de edad. Por el contrario,
logró la
ilustración en forma anticipada. Realizó
incursiones en la literatura, se
interesó vivamente por las matemáticas, realizó estudios de
música,
conoció los escritos de los grandes pensadores antiguos.
Entre sus creaciones supremas se cuentan: La virgen de las
rocas, la
Gioconda; realizó importantes estudios sobre el planeta
tierra,
cartografías, estudios anatómicos. Su gran
capacidad de observar y su excepcional inteligencia
le permitieron teorizar sobre los campos de la dinámica, comprender el movimiento de las
olas, las corrientes de aire, las
vibraciones eléctricas. Y tal vez fueron algunas
dificultades políticas
de su tiempo lo que impidió que este coloso ocupara un
lugar destacado en el pensamiento filosófico. "La
filosofía es un modo de competencia, que
es capaz de ver, es decir, de buscar algo con la mirada y poner a
la vista y mantener en vista esto que aquella busca con la
mirada" Heidegger
Ese fue Leonardo Da Vinci, un buscador, un
pensador inquieto que con la mirada supo encontrar
múltiples soluciones
prácticas a los problemas de
la humanidad. Aún así, su gran ambición fue
volar, esa fue su gran obsesión. Por eso dedicó
buena parte del tiempo al propósito de diseñar la
máquina capaz de transportarlo por los aires. Pensando en
eso, logro diseñar el submarino, el automóvil y una
ciudad con avenidas subterráneas sin congestiones de
tránsito. La obra y vida de Leonardo Da Vinci es una
síntesis del hombre integral que necesita
la humanidad, capaz de actuar, razonar y de sentir sin la ayuda
del otro.
DESCARTES, UN APUNTE
SOBRE EL RACIONALISMO CON REPERCUSIONES ACTUALES El
pensador francés René Descartes,
nació en La Haya en1596, vivió una vida errante con
el afán de conocer Europa y de probar fortuna. Entre 1625
y 1628 vivió en París. En 1628 se traslada a
Holanda donde encontró un clima de
tranquilidad para sus reflexiones, en 1649 permanece en Suecia
hasta 1650, fecha en la que fallece, víctima de una
pulmonía. Descartes aprende la cábala, era amigo de
la magia y de la astrología. En la primera época
aprende la cultura del renacentista, cultura que termina
rechazando cuando evoluciona su pensamiento científico.
Él es un personaje extraño, nace en una familia pudiente.
Además de filósofo fue matemático,
físico, militar, abogado, es decir un hombre de mundo
dedicado a las ciencias, las
letras y la filosofía, que interpretó las
inquietudes del renacimiento y formuló su propio sistema
construtivista de filosofar. Desde muy joven se obsesionó
por la búsqueda de las verdades y se propuso derrotar la
penumbra oscurantista de la escolástica. En tal sentido,
fue uno de sus propósitos establecer distinción
entre lo verdadero y lo falso, intentando la conquista de
certezas inapelables. Por eso, abandonó el academicismo
propio de las universidades de su época para dedicarse a
buscar la ciencia en
el gran libro del
mundo. Fue infatigable en la búsqueda de conocimientos
seguros y
fiables, sobre la naturaleza de los hombres y del universo. Por
eso, recomendaba no confiar en los libros
medievales, mucho menos en lo que nos dicen los sentidos.
Igual que Platón
sólo reconocía la razón como fuente de
conocimiento. De esta forma, después de muchas
meditaciones en profunda soledad, Descartes construyó su
propuesta racionalista. "Salgo a vagar por el mundo como un
filósofo enmascarado, la ciencia
está enmascarada y es mi obligación quitarle esa
máscara. Esa máscara es el paradigma
renacentista, la máscara es la magia, la cábala y
la astrología". En 1628 escribe Las reglas para la
dirección del espíritu, un texto en el
cual él cree haber encontrado la sabiduría
universal y ese método es
el matemático. En 1633 escribe el tratado del mundo. Su
gran preocupación fue la construcción de un método
científico, seguro y exacto.
En ese sentido presenta su libro "Discurso del
método". Es un relato, una descripción del método que él
recomienda. Es también una autobiografía de su
periplo intelectual. En el discurso del método se revela
su filosofía racionalista, es el mundo de la razón
poderosa. Por eso se le considera padre de la filosofía
moderna. También como el fundador del idealismo
moderno. Según él, la ciencia, y el hombre van
hacia el progreso sin límites.
Su deseo era establecer una filosofía plenamente
autónoma o libre de todo dogmatismo o prejuicio. Él
creía que todos podemos hacer ciencia si utilizamos la
razón para un mejor vivir en una sociedad
más armónica. El método cartesiano
está expuesto, principalmente en sus obras: Discurso del
método y Las reglas para la dirección del
espíritu. El método propuesto por Descartes rechaza
la magia, la cábala, la astrología y llega a la
matesis universal, es decir, la matemática
como la clave para entender el mundo, es decir, para hacer
ciencia. La matemática representa un modelo de
conocimiento por su grado de exactitud y evidencia. En esta
ciencia se basa en proposiciones exactas que nos permiten
discernir entre la verdad y el error. Con Descartes aparece la
ciencia moderna, un mundo inventado, construido bajo el criterio
de la razón ordenadora. De ahí el interés de
sus reglas para la dirección del espíritu y las del
método. "…así en lugar de ese gran
número de preceptos de que se compone la lógica,
creí que me bastaría los cuatro siguientes, a
condición de que tomaría una firme y constante
resolución de no dejar de observarlos ni una sola
vez[2]". Reglas del método cartesiano
- No debemos admitir nada como verdad sin
haberlo demostrado. - Dividir el problema hasta
lograr su comprensión, en tantas partes como sea posible.
- Dudar hasta llegar a conclusiones fiables con
ideas claras y distintas. - Conducir
ordenadamente los pensamientos, desde lo más simple a lo
más complicado. - Realizar enumeraciones
integrales y
revisiones tan completas que nos permitan estar seguros de no
haber omitido nada. El propósito de estas reglas es
proporcionarnos un conocimiento claro y distinto. Descartes
entiende por idea clara aquella que se presenta y manifiesta a un
espíritu atento. Por ejemplo, la idea de dolor es clara
cuando se da por intuición. Una idea es distinta cuando no
solamente la intuimos, sino que podemos expresarla, analizarla y
reconocer sus partes. Es decir, cuando tenemos la capacidad de
comprender y expresar las causas, sus motivos y efectos. Por eso,
para Descartes una idea puede ser clara sin ser distinta, pero no
puede ser distinta sin ser clara. La racionalidad cartesiana no
tiene certezas, está fundamentada en la duda, en la
contradicción. Por eso, propone una deducción hecha
de intuiciones que, mediante ideas claras y distintas,
añade nuevos descubrimientos y contribuye al logro de un
nuevo descubrimiento. Estas fueron, sin duda alguna, ideas
contundentes y brillantes en aquella selva oscurantista generada
por la edad media. La
racionabilidad se apoderó del mundo y Descartes se
convirtió en el progenitor del pensamiento moderno y el
abuelo de la ciencia y
tecnología que le han permitido al mundo avanzar.
"Concluir que esa concepción o ese juicio es verdadero.
Por lo demás, no sólo he aprendido hoy lo que debo
evitar para no errar, sino también lo que debo hacer para
llegar al conocimiento de la verdad. Pues estoy seguro que
llegaré a alcanzarlo, si tengo bastante mi atención sobre las cosas que concibo
perfectamente, separándolas de las que considero confusas
y oscuras: de todo lo cual me cuidaré mucho en
adelante[3]" Hoy el sistema cartesiano está amenazado por
un nuevo oscurantismo – La
globalización– en el que sobresale el pensador
Frederick August Hayet, padre del neoconservadurismo, corriente
que ha sido denominada neo-liberalismo,
que es una reafirmación en la fe individualista, fe en
mercado como
orden espontáneo, fe en el gran capital y
rechazo a toda forma de racionalidad económica o social
democracia. El
neoconservadurismo de Hayet propone eliminar la razón como
forma de ordenar la sociedad y la economía. En Colombia los
discípulos de esta corriente de pensamiento han sumido al
país en una profunda crisis:
privatizaciones, desmonte del estado
interventor, recorte de las políticas sociales, aumento
del pie de fuerza,
aumento de pobreza, miseria
y exclusión. En efecto el neoconservadurismo es un sistema
cerrado y para el beneficio del gran capital, dando origen a
sociedades
seudo democráticas. Está es la expresión
triunfante de una filosofía que en el terreno
económico se le conoce como capitalismo
salvaje y que responde al nuevo orden económico
internacional. Se ha pretendido presentar esta nueva política como
motor de
desarrollo.
Porque genera condiciones ideales para la acumulación de
capital. Recordemos, Descartes es el punto de partida de una
nueva época, él representa el nuevo mundo que gira
alrededor del sujeto hombre. Lo moderno es antropocéntrico
y la razón es el tribunal de verificación de la
verdad. El neoconservadurismo, por el contrario representa la
fuerza global del capital, su interés es elevar las
ganancias a través del mercado y la ciencia es sólo
un instrumento para cumplir sus fines. El método utilizado
por Descartes es conocido con el nombre de la duda
metódica, consiste en dudar de todas las cosas con la
esperanza de encontrar principios
fundamentales y universales. Por eso para él un
conocimiento es verdadero si resiste la
crítica.
JUAN JACOBO
ROUSSEAU Y EL
CONTRATO
SOCIAL Filósofo suizo-francés,
nació en Ginebra el 28 de junio de 1712. Hijo de un
relojero protestante, fue confiado a la edad de diez años
al cuidado de uno de sus tíos por cuanto, su padre le
tocó huir del país. Estudió geometría,
era un aficionado a la lectura y a
la escritura de
sermones y comedias. Vivió una vida errante y azarosa,
ganó un premio por publicar el libro Discurso sobre las
ciencias y las artes. Afirmó que el hombre es bueno
por naturaleza pero la sociedad lo corrompe; por tanto, es
necesario regresar al estado de naturaleza. Desde el estado de
naturaleza los hombres hacen un contrato
tácito que da origen a la sociedad y el Estado, de tal
manera que el sujeto es anterior a estos. También
teorizó sobre el origen de la desigualdad entre los
hombres. Cansado y enfermo aceptó la posada ofrecida por
el marqués de Girardin en un pabellón del castillo
de Ermenonville, en donde murió el 2 de julio de 1778,
víctima de apoplejía. Juan Jacobo Rousseau es
la
personalidad más destacada del siglo de la Ilustración y la de mayor influencia en la
historia de las
ideas políticas. Vivió una época que
presagiaba grandes cambios y transformaciones culturales,
políticas y sociales en Europa. Fue impulsador de una
nueva filosofía fundamentada en el humanismo que
proclamaba la primacía de las emociones y los
sentimientos sobre la razón, afirmó que el instinto
es superior al intelecto. Contrario a quienes habían
presentado a la Razón como el mejor remedio contra todas
las injusticias y caían en análisis lógicos y puramente
conceptuales, Rousseau fue mucho más allá y
trató de convencer a sus contemporáneos de que
vivieran según los principios de la naturaleza. Rousseau
escribió sobre los más diversos temas:
filosofía, política, música, botánica, ciencias, arte. Siendo las
más conocidas y estudiadas: Discurso acerca del origen y
los fundamentos de la desigualdad entre los hombres (1754),
Emilio o de la educación (1782),
y El contrato social (1762). En este último plantea que lo
que determina al Estado es el acuerdo de voluntades, que es por
un lado individual y por otro, colectivo. Los hombres se
reúnen, deliberan con su razón y deciden hacer un
contrato que es un acuerdo para que haya un gobierno
construido por ellos; que establezca el orden por medio de
leyes. El
Estado lo construyen los hombres, es un orden artificial, por eso
el principio de la democracia es la voluntad de las
mayorías, pero las minorías también tienen
derecho hacer valer su voluntad y deben al mismo tiempo aceptar
la voluntad de la mayoría. El pueblo es el único
soberano, por ello no puede ceder su soberanía al gobierno o al monarca, ni
subdividirla. Por lo tanto, el gobierno, el parlamento y los
magistrados deben estar bajo la soberanía del pueblo. El
pueblo es el soberano y sólo él puede modificar la
Constitución y la ley que él
mismo se ha dado. Por estas ideas, expuestas en El contrato
Social, Rousseau es considerado el padre de la democracia
moderna, primero en teorizar en beneficio del pueblo y la
soberanía popular. Su tesis: "El
hombre ha nacido libre y en todas partes se halla entre cadenas",
argumenta que el hombre es libre por naturaleza, ya que en la
naturaleza nadie tiene autoridad
sobre sus semejantes, es la fuerza de unos y la cobardía
de otros lo que hace posible que unos vivan como esclavos y otros
como amos. Para Rousseau, la libertad es
individual con respecto a la sociedad y se realiza a
través de la sociedad. La influencia de las tesis de
Rousseau en la posteridad de la humanidad ha sido incuestionable
en la formulación de los derechos del hombre, de las
revoluciones norteamericana y francesa, son producciones
rusonianas: "Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en
derechos…". Hoy los hombres en el mundo se dividen entre los
demócratas y los antidemócratas. En forma
categórica señaló: "No hay gobierno tan
expuesto a las guerras
civiles y las agitaciones intestinas como el democrático o
popular, porque no hay ningún otro que tienda tan fuerte y
continuamente a cambiar de forma, ni que exija más
vigilancia y más valor para ser mantenido en la suya"[4].
Juan Jacobo Rousseau nos recuerda el largo camino que debemos
recorrer los colombianos en la búsqueda de una democracia
más madura, sólida, incluyente, que haga frente a
las tempestades que agitan la construcción de nuestra
nacionalidad. Los problemas agudos que atraviesa el país
son el resultado de la compleja construcción hacia la
democracia más incluyente y participativa que haga
posible, no una nación
sin conflictos,
sino un pueblo maduro para tener mejores conflictos, como
diría el filosofo colombiano Estanislao Zuleta.
KANT, SOBRE LA
ILUSTRACIÓN EMMANUEL KANT nació en
1724 en la ciudad de Konigsberg, al este de Prusia, hijo de un
artesano. Venía de un hogar severamente cristiano. Fue
profesor universitario de lógica y metafísica, apasionado por la
filosofía, las ciencias
naturales, la cosmogonía, la geografía, la
física y
sobre todo la astronomía. Vivió toda su vida en su
ciudad natal sin salir de ella un solo día, dos
años antes de morir perdió la memoria y
la inteligencia y se postró en una terrible depresión
mental y física. Murió en 1804, a los 80. Kant
estudió a Descartes, Spinoza, Locke, Berkeley y Hume. Por
eso llegó a la conclusión de que tanto los
racionalistas como los empiristas tenían la razón,
pero ambos se equivocan al intentar resolver el problema
fundamental de la filosofía. Fue un hombre sabio,
riguroso, disciplinado y muy metódico. Se interesó
por las cuestiones científicas. El pensamiento kantiano es
una síntesis de todos los movimientos filosóficos,
religiosos, sociales, científicos y políticos de la
premodernidad. Del racionalismo concluyó las ideas a
priori (sin referencia en la experiencia), del empirismo
tomó la necesidad de partir de la experiencia para hacer
la verdadera ciencia. Del protestantismo cristiano recibió
la doctrina del libre examen que es la conciencia
autónoma. De la ilustración retomó la lucha
por una sociedad mejor, libre y sin influencia de la iglesia. Kant
es considerado el progenitor del Idealismo alemán y el
rasgo característico de su filosofía es la
conciliación del materialismo
aristotélico con el idealismo platónico. Él
denominó su filosofía como: Idealismo
trascendental, cuya esencia radica en negar la posibilidad del
conocimiento objetivo. Para
Kant, lo único que se puede conocer de los
fenómenos son sus manifestaciones externas. Según
Kant, la ética y la
moralidad no dependen de ninguna causa exterior, ni de
sentimientos, ni de ninguna autoridad. La moral es
una ley que representa el mandato del deber por el deber mismo y
de obligatorio cumplimiento. Su filosofía es
también conocida como criticismo y considerada como una
posición intermedia entre el escepticismo y el dogmatismo
filosófico. Pero su característica esencial es la
desconfianza hacia todo tipo de conocimiento absoluto. Por eso,
es reflexivo y crítico. La filosofía de Kant da
origen al agnosticismo moderno. Kant es el filósofo
más importante de la nueva ilustración,
intentó deducir imperativos universales (válidos) a
partir de la razón. Él divide lo que es falso y lo
que es verdadero a la luz de la
razón. Esta innovación marca el comienzo
de la modernidad bajo el dominio de
postulados universales y la supremacía de la ciencia.
Kant, en su ensayo:
¿Qué es la ilustración?, valga la
redundancia, nos ilustra sobre la importancia de aprender a
valernos de nuestro propio entendimiento. Y nos define la
ilustración con una proposición categórica:
"La ilustración es la liberación del hombre de su
culpable incapacidad7". Nos recuerda que el hombre, en su estado
de pupilo, no ha logrado sobreponerse a la tutela que incluso
él mismo se ha asignado. Porque no reconoce sus propias
capacidades para auto dirigirse y transformar. "Crítica de
la razón pura" es la obra más conocida de Kant; En
ella él hace una crítica de la ciencia y se
pregunta: ¿qué es el conocimiento
científico?, ¿Cuál es su estructura? ,
¿Qué son los juicios sintéticos a priori?,
¿Es posible la metafísica como ciencia? Y concluye
que sólo hay verdadera ciencia cuando hay juicios
sintéticos a priori, es decir, que abarquen los sentidos y
la razón. Kant niega la posibilidad de la
metafísica como ciencia. Porque por la vía de la
razón el hombre no puede llegar a sensibilidad o a la
experiencia de sí mismo, de Dios y del mundo. Debemos
recordar a Kant como uno de los grandes racionalistas que haya
tenido la humanidad. Él definió la racionalidad
diciendo que consistía esencialmente en tres principios:
El primero es "pensar por sí mismo". Uno puede pensar por
sí mismo si es capaz de argumentar y demostrar sin repetir
las ideas de otros. El segundo principio, "pensar en el lugar del
otro", es reconocer que el otro puede tener razón y ver
hasta qué punto yo puedo aprender de él. El tercer
principio, "ser consecuente", quiere decir que debemos defender
nuestras ideas, nuestros principios, pero sin caer en la
terquedad irracional. Así pues, Kant cierra un
período de la historia de la filosofía que
había comenzado con Descartes y da inicio otro más
fecundo el Idealismo trascendental.
HEGEL, UNA MIRADA DESDE
UNA PERSPECTIVA OBJETIVISTA George Wilhelm
Friedrich Hegel nace en
Stuttgar, Alemania,
1776. Realizó estudios de teología a los 18
años. Murió de cólera en 1831, cuando era
rector de la Universidad de
Berlín. Todos los sistemas filosóficos
anteriores a Hegel intentaron fijar criterios irrebatibles para
que el hombre pueda conocer y comprender el mundo. Así
procedieron Descartes, Spinoza, Hume y Kant. Por eso,
refutó muchas de las tesis de Kant, Fichte y Schelling.
Partió de proposiciones dialécticas de la esencia y
fenómeno para rechazar la doctrina kantiana de la
incognoscibilidad de la "cosa en sí". Enterró el
mecanicismo racionalista de Descartes y creó la
filosofía de la concatenación universal de las
cosas y los fenómenos de la naturaleza. Hegel
partió del subjetivismo primario y absoluto al
objetivismo. Por estas razones, su doctrina se denomina Idealismo
Objetivo. Para Hegel, en la naturaleza no existe nada
infranqueable para el
conocimiento. La esencia del universo se puede conocer por
medio de la audacia del conocimiento. El punto de partida
de la filosofía de Hegel es la identidad del
ser y del pensar, es la base de la sustancia del mundo, desde un
principio se halla la diferencia entre lo objetivo y lo
subjetivo. Si bien dicha diferencia sólo existe en el
pensamiento, la unidad y la diferencia entre el ser y el pensar,
entre el objeto y el pensamiento, es la expresión
necesaria de la esencia de su pensamiento, de modo que se
bifurca, se divide en subjetivo y objetivo. El pensamiento aliena
su ser en forma de materia,
naturaleza, que es el ser otro de ese pensamiento como existencia
objetiva, esto es lo que se denomina Idea absoluta. La
filosofía de Hegel pretende resolver el problema del
dualismo que se ha discutido a lo largo de la historia del
pensamiento occidental. Hegel piensa que es posible superar dicha
contradicción entre lo subjetivo y lo objetivo, lo real y
lo ideal, la naturaleza y el pensamiento, lo racional y lo
empírico, lo espiritual y lo material, entre Dios y el
mundo. Todas ellas son realidades que se nos presentan como
contrapuestas; lo que hace Hegel es crear un sistema unitario que
englobe todo lo que existe, es decir, aceptar la existencia de
las dos caras de la misma moneda. Hegel intenta la
concilación total entre lo subjetivo y lo objetivo,
aglutinando ambos bajo el concepto.
Según esto la razón es el principio del mundo. El
pensamiento y la razón son para Hegel la esencia absoluta
de la naturaleza del hombre y de la historia
universal, esencia independiente del hombre y de la
humanidad. Por lo tanto, la tesis de Hegel: "todo lo real es
racional y todo lo racional es real". Lo real no es todo lo que
existe, sino únicamente lo más importante, lo
esencial e históricamente necesario. Sólo la
realidad (necesidad) es racional únicamente mientras se
mantienen las circunstancias que condicionan su necesidad, esto
significa que los ideales humanos no son simples sueños
irrealizables, son algo que se cumple en la realidad. El
pensamiento refleja la realidad objetiva, en la medida que es un
reflejo acertado se puede hablar de una concepción
racional. Para Hegel no es el pensamiento lo que refleja el ser,
sino que el ser es la encarnación del pensamiento, del
concepto, de la idea. La idea es razón y realidad. El
conocimiento empieza con la experiencia sensible, de ahí
pasa a la percepción
y luego pasa al entendimiento volviéndose fenómeno
en la conciencia. Las partes fundamentales del sistema
filosófico de Hegel son la lógica, la
filosofía del derecho, la filosofía de la
naturaleza, la filosofía del espíritu, la
filosofía de la religión, la
filosofía de la historia. Con Hegel se inician los grandes
megaproyectos ordenadores del mundo, la sociedad y la vida. Por
eso, su filosofía es ante todo un método para
entender el curso de la historia. La lógica es la
parte más importante de su sistema. Por ello, termina
creando la lógica dialéctica, él creó
el término tríada: tesis, antítesis y
síntesis. Subrayó que la contradicción no se
puede entender como una anomalía, como un defecto de la
cosa, es la relación de un mundo condicionado por la
existencia de contrarios y todo automovimiento representa un
avance. La obra de Hegel ejerció una gran influencia
en la política y sobre todo en las corrientes
ideológicas como el marxismo, el
fascismo, el
nazismo y
diversos sistemas dogmáticos y dictatoriales, que
encontraron en sus tesis los fundamentos de sus argumentos: toda
tesis tiene su antítesis y de ambas surge una
síntesis. - La tesis, que es una
afirmación de una razón o razonamiento argumentado.
- La antítesis, que es la
negación de la afirmación o la razón
presentada. - La síntesis, que es el
resultado o conclusión. Hegel representa el
eslabón final de la cadena de pensadores clásicos,
idealistas alemanes y el cimiento del pensamiento
contemporáneo. Fue considerado en su tiempo el más
grande pensador, por su universal dominio del saber;
sorprendía por sus conocimientos sobre la naturaleza, la
historia, la metafísica. Su filosofía desarrolla el
método dialéctico que admite la
contradicción. Es representado en forma de la citada
tríada: tesis, antítesis y
síntesis.
AUGUSTO COMTE:
PADRE DEL POSITIVISMO
Nació en 1798 y falleció en
París. Augusto Comte es el fundador del positivismo9,
él recogió el sentir de los pensadores de su tiempo
de volver la espalda a las abstracciones metafísicas y
poner su mirada en la tierra, es
decir, en las ciencias naturales.
Su obra más importante: "Curso de
filosofía positiva", publicado en seis volúmenes.
Por filosofía positiva, hay que entender la doctrina
filosófica que investiga, que indaga y ofrece
conocimientos de lo concreto, lo
real, lo objetivo, lo que es cierto, útil y demostrable
por el hombre. El positivismo es
una corriente filosófica que menosprecia el saber
escolástico, teológico, metafísico y toda
especulación sobre natural. Comte prescinde del
espíritu y convierte la tríada dialéctica en
una síntesis nominalista y empirista.
Esta nueva filosofía se apoya en las
ciencias positivas como la física, la química, la
matemática, la biología, porque
ellas aportan conocimientos, para que el hombre pueda conocer y
dominar la naturaleza. Es decir, conocimientos útiles que
le proporcionen bienestar. El fundamento de esta filosofía
es el idealismo, afirma que el mundo está regido por ideas
positivas o negativas, y el progreso de la humanidad depende del
progreso intelectual de sus integrantes.
El positivismo es la filosofía de las
ciencias positivas. Por tanto, la sociología es la ciencia más
importante. Esta debe preparar las estrategias para
el progreso de la sociedad, reglamentar las leyes para el buen
funcionamiento de las instituciones.
Para esta filosofía la ciencia es la nueva
religión, se debe enseñar en la búsqueda de
la autoridad y el buen gobierno, el cual debe proteger la
propiedad
privada y la familia
como institución fundamental.
Lo interesante de su doctrina es que es presentada
en tres etapas para el desarrollo del pensamiento y el
conocimiento. Comte piensa que la humanidad ha pasado por tres
estadios. El primero, teológico, en el cual todos
los fenómenos son explicados a partir de referencias
míticas y supersticiosas. El segundo estadio,
metafísico, en el cual el pensamiento recurre a
explicaciones del más allá de lo tangible y el
tercero y último, el positivo, que rechaza toda
conjetura sobrenatural y aterriza las cosas a la observación empírica y racionalidad
práctica.
El culto de esta nueva filosofía es
el trabajo y
los templos son las fábricas, empresas, el
campo, los laboratorios. Los nuevos obispos son los
políticos, los científicos y los industriales. Los
seguidores del positivismo plantean que se debe proscribir toda
educación
que no tenga como fin mejorar la existencia humana. La investigación debe regirse por necesidades
concretas y la función
del Estado es la salvación del hombre de la pobreza
económica y de la miseria moral.
Para el positivismo el nuevo Dios es el gran ser:
la Humanidad. Por eso, el hombre es divinizado. Vivir para los
demás es la norma moral más importante, es decir,
el altruismo, la solidaridad y la
generosidad. El positivismo es enemigo del egoísmo y del
individualismo.
La sociología es un sistema coherente de
proposiciones que se refieren a los problemas de orden social y
cuyos temas centrales son: las clases
sociales, la familia, la movilidad social, el Estado, la
comunidad, el
campo, la ciudad, la burocracia, las
migraciones, la industria, el
ocio, la cultura, la sociedad, la técnica, el arte, las
normas.
Él describe: "el estudio positivo del conjunto de leyes
fundamentales propias de los fenómenos sociales"10. Ella
se vale de conocimientos que proporcionan ciencias
sociales como la política, la antropología, la sicología, la
historia, la geografía. Su mayor preocupación es la
convivencia humana. En síntesis, la sociología se
la define como la ciencia que estudia el comportamiento
social de los grupos
humanos.
KARL MARX Y
ELHUMANISMO PROLETARIO
Carlos Marx
nació el 5 de mayo de 1818, en la pequeña ciudad
alemana de Tréveris. Hijo de un profesor de derecho. En
1835 ingresó a la Universidad de Bonn, a la Facultad de
Derecho. Unos años después se trasladó a la
Universidad de Berlín, donde se relacionó con
jóvenes seguidores de la filosofía de Hegel, de la
que fue su más profundo crítico. Poseía una
sólida formación intelectual, era de temperamento
fuerte, detestaba el humanitarismo y el romanticismo.
El 14 de marzo de 1883 dejó de existir el
más grande pensador humanista de todos los tiempos. Su
teoría
fue recogida por su entrañable amigo Federico Engels. Su
obra es una profunda reflexión en torno al porvenir
de la humanidad, su gran propósito fue encontrar
explicaciones científicas en torno a la desigualdad entre
los hombres y su mayor aspiración crear un sistema que
superara las desigualdades sociales y
económicas.
Marx heredó lo mejor de los grandes
pensadores de la antigüedad, de la filosofía
clásica alemana, de la economía
política inglesa y de las teorías del socialismo
francés. De la filosofía clásica alemana
extrajo la formulación de la dialéctica; estudiando
los economistas ingleses descubrió la plusvalía y
del análisis de los socialistas utópicos franceses
concluyó su teoría sobre el modo de producción comunista.
Marx trabajó noche y día sin
descanso, con verdadera pasión, despreciando la miseria
que le acosó. Nunca desmayó a pesar de la muerte de
tres de sus hijos. Tampoco las enfermedades, la calumnia,
la infamia, ni la cárcel y mucho menos el destierro
lograron doblegar su carácter. Fue un pensador que
revolucionó el pensamiento, la sociedad y la
ciencia.
A la filosofía de Marx se la denomina
materialismo
histórico y materialismo dialéctico. Él
observó que todos los filósofos que le anteceden
tenían como única preocupación el
análisis y la interpretación. Por eso propone que
la tarea del filósofo no debe ser la de simple
intérprete del mundo, sino la de transformarlo.
Uno de sus grandes trabajos intelectuales, "El
manifiesto comunista", fue escrito en 1847 con la
colaboración de Federico Engels a petición de la
liga de los justos, sociedad secreta que luchaba en contra de la
explotación de los trabajadores. El objetivo de este
documento es exponer en forma breve las ideas, principios y
valores de los
comunistas. Es también una denuncia contra el orden
burgués y expone las estrategias para liquidar el
capitalismo11.
Pero sin duda alguna su mayor obra es El
Capital, donde no sólo realiza un análisis del
sistema capitalista desde el punto de vista económico,
sino también una síntesis de su proyecto social:
la revolución socialista.
Fue un infatigable lector, estudió a todos
los filósofos de su tiempo y anteriores a él.
Escribió más de un centenar de obras.
Las principales tesis de Marx:
1. "No es la conciencia del hombre la que
determina su ser, sino por el contrario, el ser social es lo que
determina su conciencia".
2. "El pensamiento y el conocimiento son producto del
cerebro humano y
el mismo hombre es un producto de la naturaleza".
3. "La fuerza motriz de la historia es la lucha de
clases".
4. "La plusvalía es la ley que mueve el
modo de producción capitalista".
5. "La necesidad y el trabajo son las leyes de la
sociedad socialista".
6. "Es la base material o infraestructura
económica lo que determina la superestructura o ideología dominante".
7. "La religión es el opio del
pueblo".
SCHOPENHAUER,
NIHILISMO CÍNICO
Arthur Schopenhauer, filósofo
alemán, representante del pesimismo; brillante,
polifacético, sombrío, nihilista, cínico y
suspicaz. Nació en Dantzing en 1788 y murió en
Francfort en 1860. Fue comerciante en la juventud y se
dedicó a la filosofía después de la muerte de su
padre. Criticó la tesis de Hegel y de los grandes
idealistas alemanes. Porque para él, la filosofía
no debe dedicarse a temas abstractos sino de la
experiencia.
Su obra fundamental, "El mundo como
representación y como voluntad". El mundo para
Schopenhauer, al igual que para Kant, es fenoménico:
apariencia. El mundo en cuanto a manifestación es
sólo un conjunto de representaciones. Pero ( no todo es
apariencia) también captamos nuestra propia realidad, la
de nuestro yo, que se presenta como voluntad de vivir, como
querer. Si las cosas por ser fenómenos no son accesibles
en sí, podemos vivirlas y por medio de nuestra voluntad
nos ponemos en contacto con el mundo de las cosas en sí.
Esta vivencia es más intensa que la intuición y la
representación sensible del conocimiento.
Pero la voluntad que se manifiesta en el querer,
en el aspirar a algo, no siempre está satisfecha y esto
produce dolor. La única salvación es la
anulación de la voluntad. Schopenhauer encontró en
su pesimismo una salida en el arte, en la contemplación
desinteresada para fundirse en él y perder el
interés por la vida. Por eso defendió la doctrina
budista de la ausencia del deseo como medio para calmar la
voluntad.
"El amor, las
mujeres y la muerte" es su obra más popular y ha
gozado durante casi un siglo de especial demanda. Sus
tesis son provocadoras, polémicas, sobre todo sus juicios
en contra de las mujeres, a las que aborreció y
menospreció por considerarlas inferiores:
"El hombre puede con facilidad engendrar
más de cien hijos en un año, tiene otras tantas
mujeres a su disposición; la mujer por el
contrario aunque tuviera tantos otros hombres sólo puede
dar a luz a un hijo cada año. Por eso el hombre siempre
anda en busca de mujeres12".
"Las mujeres son largas de cabellera y cortas de
inteligencia".
"Las mujeres piensan que los hombres han venido al
mundo para ganar dinero y ellas
para gastarlo".
"Casarse es perder la mitad de los derechos y
duplicar los deberes".
"El hombre es un ser para la muerte".
FRIEDRICH
NIETZSCHE,
HUMANISMO ATEO
Filósofo y escritor alemán, nació
en Rocken -Sajonia- en 1844. Hijo de un pastor luterano,
recibió una excelente educación en temas de
filosofía, filología, teología, artes en
general, literatura, etc. Escribió poemas,
compuso música, tocaba a la perfección el piano. Su
gran talento le permitió ejercer la docencia universitaria
sin haber logrado el doctorado. Se entusiasmó con las
tesis de Schopenhauer, influencia que lo llevó a la
contemplación trágica. Murió en 1900 a causa
de una grave enfermedad -la sífilis–
que había contraído a raíz de una fugaz
relación con una prostituta.
Nietszche es fundador del irracionalismo moderno y
uno de los más destacados pensadores vitalistas. Fue
fundamentalmente un crítico profundo de los valores de la
cultura cristiana. Poseía una vasta cultura
clásica. Fue apasionado y subyugador con sus argumentos en
la predica del amoralismo como necesidad de un hombre libre y
nuevo.
Nietszche profesó un humanismo ateo. Es
sucesor y heredero de las tesis filosóficas de Arthur
Schopenhauer, aunque más cruel, más guerrero,
más orgulloso y aristocrático. Él considera
que hay que combatir la debilidad con la dureza a fín de
alcanzar la verdadera grandeza. Cree que es posible modelar al
hombre del futuro por medio de la disciplina, el trabajo y el
esfuerzo de la voluntad.
Plantea que "es necesario que los hombres
superiores hagan guerras para eliminar a los mediocres". No es
partidario de la democracia, porque según él, la
plebe no tiene la suficiente formación para gobernarse.
Para él la miseria de una nación es menos
importante que el sufrimiento de un gran hombre.
Atacó las tesis éticas de Hegel, las
de Kant, las de los filósofos utilitaristas, porque
considera que están dirigidas a hombres débiles,
enfermizos, fracasados y miserables. Para Nietzsche, el principal
valor es la voluntad de dominio, que excluye la compasión,
que es la causa del mal13.
Profesó un desprecio casi enfermizo
–misoginia- por las mujeres, mantuvo con ellas relaciones
inhibidas, distantes y faltas de compromiso. Las injurió
con severidad en el más popular de sus libros:
Así habla Zarathustra. Dice que las mujeres no
merecen la amistad de los
hombres y plantea que deben ser asumidas como simple objetos de
propiedad masculina.
Nietszche es nihilista. Considera que Dios es un
estorbo para la realización del superhombre. Porque la
teología pregona una moral de esclavos. Por eso
proclamó la muerte de Dios, el fin del orden establecido y
de la familia. Según él, al hombre le corresponde
dirigirse hacia el superhombre, mediante la transformación
de sí mismo y del mundo, para lograrlo debe trasmutar
todos los valores.
Algunas de sus tesis:
"Dios ha muerto y si Dios ha muerto, no existe
otro mundo, sólo existe nuestro mundo, el terrenal, esa es
la única realidad". ( Así habló
Zarathustra ).
"Conozco mi suerte. Alguna vez irá unido mi
nombre al recuerdo de algo gigantesco, de una crisis como
jamás la había habido en la tierra, de la
más profunda colisión de conciencia". ( Ecce
Homo ).
"Yo no soy un hombre, soy dinamita". ( Ecce
Homo).
"¡Qué le importa la verdad a
la mujer!… su gran
arte es la mentira, su máxima preocupación son la
apariencia y la belleza". ( Más allá del bien y
del Mal).
" Sed fieles a la tierra, no
escuchéis a aquellos que os ofrecen las esperanzas
celestiales". ( Humano demasiado humano).
" El Dios de la cruz es una
maldición de la vida, la gran maldición, la grande
e intima corrupción, la gran infamia de la
humanidad". (El Anticristo).
El existencialismo14 es una corriente del
pensamiento contemporáneo cuyo eje de reflexión es
la existencia humana. Surge en mitad del siglo XIX y se
consolida en la primera mitad del siglo XX. En general es una
reacción "existencial" contra la abstracción y el
teoricismo de Hegel.
El tema central de los pensadores existencialistas
es el hombre concreto, sus problemas, sus angustias, el absurdo
de la vida, la muerte, el dolor y la nada. Este pensamiento se
vio sacudido intelectualmente por las dos guerras mundiales. Por
eso, ante todo es una filosofía rebelde contra el
racionalismo historicista -de Hegel- y proclama abiertamente la
importancia de lo vital por encima de lo intelectual, lo
subjetivo e individual sobre las generalizaciones y abstracciones
teóricas.
Los existencialistas creen que la grandeza del
hombre está en autorrealizarse, autodescubrirse. No acepta
que el hombre sea un objeto de la acción dialéctica
o un simple ente del destino. Los existencialistas ateos
consideran que el hombre es el ser de mayor evolución biológica y moral, y los
teístas creen lo mismo, con la diferencia que piensan que
el hombre es el milagro más grande de la
creación.
Sin duda el gran mérito de las corrientes
existencialistas radica en haber devuelto a la filosofía
el interés por el hombre concreto, por la persona humana,
que volatiza el idealismo clásico, degrada el positivismo,
cosifica el tecnicismo y el tecnocratismo.
Existencialismo es una filosofía pesimista
que reacciona contra la filosofía clásica alemana.
El hombre no es una esencia, algo hecho, es existencia. Por eso,
él mismo se hace. La esencia está representada por
ideas generales y abstractas que nos permiten definir las cosas.
En ese sentido, tanto los clásicos griegos como los
modernos les interesaba sólo saber qué es el ser,
qué es el espíritu; qué es el valor y
qué es la belleza, etc.
Los existencialistas contemporáneos
reaccionan contra ese "esencialismo" y proclaman su
interés por el hombre concreto, de carne y hueso. Son
considerados representantes del existencialismo: San
Agustín, Fedor Dostoievski, Soren Kierkegaard, Miguel
de Unamuno, Gabriel Marcel, Carlos Jasper, Martín
Heidegger, Albert Camus, José Ortega y Gasset, León
Chestov.
Tesis del existencialismo:
- La filosofía debe partir del estudio del ser
concreto y no de la idea. - Las manifestaciones del espíritu son
más relevantes que las de la materia. - El hombre es un ser inacabado y en continuo proceso de
superación. - La filosofía debe atender los problemas
humanos y renunciar a las especulaciones
científicas. - El hombre no tiene una naturaleza innata y
está condenado a ser libre. - Existir es crear tu propia existencia.
- El hombre es el único ser que sabe que
existe.
KIERKEGAARD Y EL
CONCEPTO DE LA ANGUSTIA
Soren Kierkegaard nació en Copenhague,
1813. Fue el último de una gran familia de siete hijos.
Era raquítico, jorobado, de temperamento
melancólico y muy reflexivo. Murió en la misma
ciudad al año de 1855, de cuarenta y tres años de
edad, víctima de un ataque de parálisis.
Su padre era un hombre sombrío y
melancólico, atormentado por un sentimiento de culpa y
preso de un excesivo temor a Dios. Por eso, la educación
recibida de su progenitor fue dura y exigente, dominada por la
conciencia de austeridad, del deber y el temor al pecado; lo que
él mismo llamaría "educación insensata" que
reforzara su timidez y melancolía.
Su vida estuvo siempre dominada y atormentada por
el temor a Dios. A los dieciséis años se
comprometió con Regina Olsen, una joven de catorce,
quién le enseñó a ser poeta y escritor. Pero
su timidez no le permitió mantener el compromiso, lo que
ocasionó una ruptura dolorosa que va a marcar toda su
vida; este acontecimiento dejará una profunda huella en su
conciencia de pensador que reforzó su soledad y
melancolía. Su salud siempre fue precaria y
antes de cumplir 21 años vio morir a cinco de sus
hermanos.
Kierkegaard vivió a principios del siglo
XIX, en el apogeo de la burguesía liberal, cuando la
filosofía había culminado en el idealismo
clásico. Kierkegaard asistió a las clases de Hegel,
que era el máximo maestro de su tiempo; escucho sus
brillantes exposiciones sobre la dialéctica, la fenomenología del espíritu absoluto
etc.
Pero toda esa concepción racional y
perfecta del mundo le pareció falsa, no se acomodaba a la
imperfección y a la miseria del mundo real. Por eso
atacó violentamente la filosofía de Hegel y a todos
los representantes del idealismo clásico alemán, a
quienes calificó de burgueses "satisfechos" que ignoraban
la realidad, el desarraigo, la esclavitud que
producen las maquinas, la amargura, el dolor, y la
vida.
Fue un escritor de poderosa palabra,
teólogo y filósofo. Vivió en Alemania
algunos años, hombre de un innegable genio a pesar de su
triste y sensitivo existencialismo. Su nuclear "concepto de la
angustia" impresionó a todos sus seguidores, entre otros a
Miguel de Unamuno, quien aprendió el idioma danés
para leerle en su propio idioma.
Hizo de su vida un acto al servicio de la
fe y se definió el mismo como filosofo religioso que
defendería la autenticidad de la iglesia. Definió
su existencialismo como un acto de conciencia, que hace el hombre
por comprenderse y aceptarse tal como es; existencialismo es la
necesidad de pensar en las contradicciones de la vida, en los
problemas fundamentales que le aquejan, como el dolor, la muerte
y sobre todo, el sentido que tiene la vida.
Kierkegaard pregonó el irracionalismo,
afirmó que el pensamiento no puede alcanzar nunca la
realidad; lo que se piensa no existe realmente, es sólo
algo posible. El pensamiento es abstracto y la existencia es
concreta, son dos cosas absolutamente opuestas y no hay
transición de lo uno a lo otro.
Según Kierkegaard, Dios no es un objeto de
demostración lógica. Es un postulado sin el cual
nuestra personalidad no puede resistir las contradicciones y
sufrimientos de la vida. Él concibe la fe cristiana como
una religión pesimista, unida a la conciencia del pecado y
dirigida a la negación del conocimiento científico
racional.
Principales tesis:
- En la vida del hombre hay tres
etapas: estética, goce del presente; la
ética, conciencia del deber consigo mismo y por
último la religiosa, relación del hombre con
Dios. - La angustia es la consecuencia del
pecado original[5]. - Vivimos en un universo hecho
libremente por Dios, pero nos entretenemos en el uso de nuestra
razón. - El hombre debe salir libremente de
su estado y no dejarse absorber por la angustia. - La eternidad es más
importante que el tiempo, y el pecado es peor que el
sufrimiento. - La ética cristiana
sólo es realizable en la eternidad. - La existencia es individual y
personal.
JEAN
PAUL SARTRE, FILOSOFÍA Y EXISTENCIALISMO
Sartre nació 1905 en París y
murió en la misma ciudad en 1980. Realizó estudios
en la Escuela Normal
Superior. Fue profesor de filosofía, en centros de
enseñanza media. Hombre público,
siempre en la brecha asumiendo posiciones ante los avatares de la
vida.
Sartre es el más célebre
representante del existencialismo francés. Su
filosofía ha sido calificada de existencialismo ateo,
porque prescinde en forma total de Dios y de toda trascendencia,
para quedarse en la pura inmanencia del ser como persona. Por
eso, su doctrina va a tener grandes consecuencias éticas,
antropológicas, en la época actual, no sólo
en el pensamiento sino en las formas de vida.
Fue admirado como el gran filósofo
existencialista de la segunda mitad del siglo XX, y
también, por la densidad de su
prosa literaria, en especial por el teatro, su
pasión literaria. Como filósofo, reflexionó
sobre la soledad, la amargura, el fracaso, la muerte. Por eso es
uno de los pensadores más comentados del siglo. Su fama la
obtuvo no sólo disertando sobre filosofía sino
también como literato.
Sartre, como todos los existencialistas, es el
producto de la influencia de Kierkegaard, de Husser y
también de Heidegger, de quién él se
proclama su continuador, aunque el mismo Heidegger rechazó
tal afirmación.
Sartre parte del análisis del ser, desde la
existencia. En el análisis del mundo distingue dos modos
de ser: ser en sí y el ser para sí.
El ser en sí no es ni activo ni pasivo, ni afirmativo, ni
negativo, sino que reposa en sí, es compacto y
rígido. No tiene relación alguna con otros entes,
se halla fuera del tiempo. Es decir, ser en sí es lo que
es.
El para sí es el ser específicamente
humano, por el cual el hombre conoce y es libre. Sin embargo, el
hombre como ente también es un ser en sí -su
cuerpo, su yo, sus costumbres-, por lo tanto, el hombre alberga
dentro de sí, la nada. Lo esencial del para sí es
su existencia. Para Sartre la existencia es anterior a la
esencia; las esencias y teorías son construidas por el
hombre después de la existencia como respuesta a
ella.
Algunas consecuencias del pensamiento de Sartre
serían la negación de todo valor y objetivos de
la vida. Por eso su afirmación: la vida humana no tiene
ningún sentido. Se observó, a sí mismo, una
marcada preferencia por las relaciones tempestuosas, como el
homosexualismo radical, a pesar de su vida al lado de Simone de
Beauvoir, compañera y amante de toda su vida.
Defendió a los homosexuales y a los drogadictos. La
descripción de estos conflictos y vicisitudes aparecen en
sus obras literarias.
El punto de partida de la filosofía de
Sartre es el absurdo, que oscila entre el ser y la nada16, entre
la vida y la muerte. He ahí el motivo de la angustia.
Logró radiografiar en sus libros el estado de ánimo
del hombre europeo que se encuentra con los despojos de la
guerra, la
aniquilación física que aplasta todo optimismo y
recuerda al hombre el sinsentido que tiene la vida.
Sartre define al hombre como una pasión
inútil, pero él no se resigna a ser nada. Por eso
busca desesperadamente una forma de afianzarse, de
autorrealizarse y lo intenta por tres caminos que podemos llamar:
primero, tendencia a la nada, segundo, tendencia al otro y
tercero, tendencia al ser. Según Sartre el hombre
está condenado a la libertad. Pero esa libertad es absurda
porque ha sido dada sin su consentimiento, y porque además
es incapaz de llegar al objetivo que se propone.
El hombre fracasa en la búsqueda del ser
por medio de la conciencia y de la libertad. Entonces, trata de
apropiarse a través del "otro", pretendiendo convertirse
en Dios, que sería la realización del imposible
metafísico del ser y no ser al mismo tiempo. Porque Dios
no existe, con esto llega Sartre a fundamentar una moral sin
preceptos, ni deberes, es decir, una inmoralidad total, expresada
en la proposición "Si Dios no existe, todo está
permitido".
Ello significa que no hay valores fijos, ni
eternos, que no hay normas preestablecidas. El hombre tiene que
elegirlas, crearlas de acuerdo con sus convicciones personales.
En este aspecto la filosofía de Sartre trata de ser
optimista en la medida en que el hombre es responsable de la
construcción de su propio proyecto de vida.
KARL POPPER,
FALSACIONISTA CRÍTICO
Karl Raimund Popper nació el 28 de julio de
1902 en Viena. Hijo de un abogado ilustrado de la gran
burguesía vienesa, creció en medio de los libros y
la música. Murió el 17 de septiembre de 1994 en
Croydon, Inglaterra,
siempre en la búsqueda sin término en el compromiso
con el saber y en procura de una nueva sociedad no
radical.
Considerado como el más grande de los
filósofos del siglo XX. Sus reflexiones contribuyeron en
forma directa al renacimiento del liberalismo político, al
romper con la perspectiva hegeliana, y como consecuencia liquidar
las ideas fundamentalistas. Refutó las teorías
marxistas y el psicoanálisis, por considerarlos
ideologías no científicas.
Estudió matemáticas, música,
física y sicología en la Universidad de Viena. Fue
profesor universitario de filosofía, lógica y
epistemología. Filósofo
sistemático, "falsacionista crítico" en
epistemología y "antiperfeccionista" en política.
Su filosofía se basa en la idea de la existencia de tres
mundos: el primero es la representación material; el
segundo, el subjetivo y el tercero, constituido por el
conocimiento objetivo.
Planteó: "Jamás podremos verificar
la verdad de una teoría. Pero sí es posible, en
cambio,
falsearla; eso significa que las teorías
científicas son contrastables, pero no
demostrables".
Propone una nueva forma de organizar la sociedad,
en la que se reconoce que no hay verdades totales y nuestra
comprensión del mundo es intrínsecamente
imperfecta. Según Popper, una sociedad perfecta es
inalcanzable. Hoy las sociedades son mejores. Pero nada garantiza
que lo sean en el futuro.
Si queremos conformar una sociedad razonable y
democrática, dice: "Es indispensable que aprendamos a
distinguir con claridad cuándo un conocimiento es
científico y cuándo es sólo creencias o
convicciones políticas o religiosas no fundamentadas". A
esto llamó Popper "problema de la demarcación" y a
ella dirigió gran parte de sus esfuerzos
intelectuales.
Popper desarrolló las siguientes
tesis.
1. "Las personas
deberían escribir y hablar claramente, porque de este modo
su discurso resulta más accesible a la crítica y a
la falsación".
2. "Así como los
científicos no deberían abandonar sus
teorías ligeramente frente a cualquier observación
aparentemente anómala y así como dichas
teorías deberían ser sostenidas durante suficiente
tiempo para poder ser probadas, así también la
gente no debería dejarse arrastrar tanto por los vaivenes
de la moda".
3. "Se requiere
imaginación para producir una teoría capaz de
desafiar otra teoría o grupo de
teorías ya arraigadas".
4. "Nada del presente
permite prever el futuro. Es absolutamente falso creer que el
futuro está condicionado por el presente[6]".
5. "Las teorías no
son nunca verificables empíricamente. Tradicionalmente, la
respuesta de los filósofos es que lo verdadero es lo
demostrable. Este sistema conduce al investigador a elegir
observaciones favorables a su teoría".
6. "Científico es
aquello cuya falsedad puede ser demostrada".
7. "Progresamos cuando
estamos dispuestos a escuchar las críticas fundamentadas y
aceptar las sugerencias razonables".
8. "Filósofo no es
aquel que busca la verdad, sino el que destierra el
error".
9. "El trabajo del
científico consiste en proponer teorías y en
contrastarlas".
10. "Si una teoría no puede ser falseable
por la experiencia, no se le puede considerar como
científica".
NICOLÁS
GÓMEZ DÁVILA, PENSADOR DE LO IMPLÍCITO
Nació en 1913, Cajicá, creció
en el seno de una familia adinerada y murió en 1994 en
Santafé de Bogotá. Estudió en Francia con
tutores benedictinos, nunca fue a una universidad. Dominó
a la perfección 8 idiomas, incluyendo el latín y el
griego. Regresó a Colombia siendo aún muy joven y
se encerró en su mansión, marginándose de
los círculos académicos; se enclaustró en su
biblioteca
durante 60 años los que dedicó a leer, a pensar, a
reflexionar y a escribir.
Gómez Dávila, se fugó de su
tiempo y de su país. Leyó con pasión: a
Dante, Shekespeare, Descartes, Kant, Marcel Proust, Giovanni
Papini y a todos los pensadores reaccionarios de la modernidad
occidental. Tuvo una enorme biblioteca con más de 40 mil
títulos, libros en casi todos los idiomas; desde los
clásicos griegos hasta los grandes pensadores y escritores
contemporáneos, que poblaron los rincones de su casa. Hoy
sus escritos son motivo de profundos estudios por parte de
intelectuales europeos que ven en Gómez Dávila un
pensador coherente, profundo y consistente, a pesar de su marcado
conservadurismo.
Escribió siete libros, de manera no
convencional, la mayoría de sus escritos son frases
punzantes, proposiciones densas, aforismos que él insiste
en llamar escolios. Escolios a un texto
implícito19, es el nombre de toda su obra, en la cual
encontramos a demás de filosofía, literatura y una
profunda visión teológica.
Para Gómez Dávila filosofar es
dialogar con los grandes muertos. Es el más grande
representante del llamado pensamiento reaccionario en América
Latina, fue testigo ocular del derrumbe de las certezas de la
modernidad, de las atrocidades de la Segunda Guerra
mundial, de la guerra del Vietnam y de tantos otros
acontecimientos que socavaron su confianza en el progreso
ilimitado de la humanidad.
Gómez Dávila sintió
aversión absoluta por los cambios revolucionarios,
despreció la democracia, y toda forma de progreso
expresado en la ilustración. Por eso su filosofía
representa un regreso a los valores conservadurismo colonialista,
escolástico. Él fue ante todo, un declarado enemigo
de toda tendencia a la modernidad.
Leer a Gómez Dávila supone un gran
esfuerzo histórico, filosófico, literario y
estético. Su obra es la síntesis de más de
dos mil años de civilización grecolatina. A pesar
de su visión dogmática y reaccionaria, sus libros
están ahí esperando la aguda crítica y sobre
todo el reconocimiento para un autentico filósofo
colombiano, ideólogo del pensamiento
derechista.
Estos son algunos de las tesis o Escolios de
Gómez Dávila:
1. "Demagogia es el vocablo de los
demócratas".
2. "Nada más desagradable que la impertinencia de
un ignorante".
3. "El imbécil sólo percibe el mundo
actual".
4. "La política es la ciencia de las estructuras
adecuadas a la convivencia de seres ignorantes".
5. "La vulgaridad consiste en pretender ser lo que no
somos".
6. "La sociedad del futuro: una esclavitud sin
amos".
7. "No reprobamos la democracia porque fomenta la
igualdad. Si
no porque favorece el ascenso de hombres inferiores".
8. "El filósofo importante siempre ha parecido
superficial a sus colegas".
9. "La libertad no es la meta de la
historia, sino la materia con la cual trabaja".
JOSÉMARTÍ, HUMANISMO
LATINOAMERICANO
Nació el 28 de Enero de 1853 en la Habana.
Desde muy joven se vinculó a la lucha por la
liberación de Cuba del
colonialismo español;
por lo cual fue condenado a seis años de presidio cuando
tenía sólo 16 años. Debido a su delicado
estado de salud, a consecuencias de los trabajos forzados a que
fue sometido en presión,
en 1871 se le conmutó la pena por la de
destierro.
En el destierro, estudió derecho,
filosofía y letras. Gracias a su profunda vocación
humanista, leyó a los clásicos del humanismo,
propendió por lograr una sociedad democrática. A
demás de pensador político, fue un notable poeta.
Pero, por sus actividades conspirativas contra el colonialismo
terminó duramente perseguido y encarcelado en
múltiples ocasiones. Se refugió en Méjico,
Guatemala,
España
y en Nueva York y desde allí prosiguió su
infatigable actividad a favor de la causa por la
liberación de su país del colonialismo
español y neocolonialismo norteamericano.
Martí escribió: "Mis amigos saben
como me salieron estos versos del corazón.
Fue aquel invierno de angustia, en que por ignorancia, o por fe
fanática, o por miedo, o por cortesía nos reunimos
en Washington, bajo el águila temible representantes de
los pueblos hispanoamericanos".
Yo soy un hombre sincero,
de donde crece la palma,
y antes de morir quiero
echar mis versos del alma20
…"ya estoy todos los días en peligro de
dar mi vida por mi país y por mi deber –puesto que
entiendo y tengo ánimos con que realizarlo— de
impedir a tiempo con la independencia
de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y
caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de
América. Cuanto hice hasta hoy y
haré, es para eso".
"Viví en el monstruo, y le conozco las
entrañas: –y mi honda es la de David.20"
No me pongan en lo oscuro
a morir como un traidor:
yo soy bueno, y como bueno
Moriré de cara al sol22
El 19 de Mayo de 1895, muere en Cuba combatiendo
contra el régimen colonial. Pero sus ideas humanistas y
anti-imperialistas siguen vigentes, ellas han inspirado el
pensamiento de los líderes revolucionarios de
América Latina.
Martí llegó a la conclusión
que: "Educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que
le ha antecedido; es hacer a cada hombre un resumen del mundo
viviente hasta el día en que vive; es ponerlo a nivel de
su tiempo, para que flote sobre él y no dejarlo debajo de
su tiempo; es preparar al hombre para la vida".
Con relación a cómo gobernar en
América Latina decía: " Para gobernar bien y el
buen gobierno en América no es el que sabe cómo se
gobierna en alemán o en francés, sino el sabe con
que elementos está hecho cada país de
América"23.
José Martí es un visionario, que
pudo prever al igual que Simón Bolívar24 el
papel que
desempeñaría los Estados Unidos en continente
Americano: "apoyo a las dictaduras militares a través del
Plan
Cóndor, entrenamiento del
ejercito boliviano que liquidó al Che Guevara,
apoyo a los sectores golpistas de derecha en Chile durante
la dictadura del
General augusto Pinochet, toma y usurpación del canal de
Panamá,
guerra a muerte contra el gobierno socialista de Cuba y de
Nicaragua Sandinista, financiación de grupos paramilitares
en el Salvador, invasión de Granada, Panamá y de
Haití. Estos y otros acontecimientos protagonizados por
los Estados Unidos confirman sus prevenciones25.
ESTANISLAO
ZULETA, HUMANISMO Y AUTENTICIDAD
Nació en Medellín el 3 de febrero de
1935. Murió en Cali el 17 de febrero a los 55 años,
rodeado de sus libros, la mayoría inéditos. Fue un
autodidacta, fundamentalmente un maestro del verbo, por eso
compartió su saber en forma oral, con estudiantes casi
siempre universitarios y quienes llenaban los auditorios para
escucharlo. Indagó sobre varios campos del saber como la
economía clásica, la democracia participativa, la
literatura, el psicoanálisis, el arte, la
filosofía. Considerado en Colombia como el conferencista
más hechizante y avasallador del siglo XX.
Zuleta crítico del academicismo,
menospreció los títulos. Desde muy joven se
identificó con Fernando González17, Platón,
Enmanuel Kant, Karl Marx,
Sigmund Freud,
Fieodor Dostoyevski, León Tolstoi, Edgard Allan Poe,
Miguel de Cervantes Saavedra, Juan W. Goethe, Friedrich
Nietzsche, Franz Kafka,
Thomás Mann, Jean Paul Sartre; autores que leyó
apasionadamente, siendo aún adolescente, logrando una
vasta cultura de la cual hizo gala. Podía hablar de ellos
y de sus obras sin un plan previo, hecho que lo convirtió
en un erudito muy temido por sus conservadores
enemigos.
Criticó el dogmatismo, fustigó el
autoritarismo y condenó todas las formas de
represión. Su filosofía es una invitación a
pensar con independencia de la ideología dominante,
aceptar el debate, la
discusión, el cuestionamiento de las ideas por medio de la
razón y el diálogo
como medio para la solución del conflicto.
Durante toda su vida fue un tozudo investigador y
un notable humanista. Estuvo vinculado a diversas instituciones
educativas de educación
superior en el país, entre ellas; la Universidad de
Bogotá: entre 1968-1970. Vicerrector, Académico de
la Universidad Santiago de Cali 1969-1970. Profesor de tiempo
completo en la Facultad de Ciencias Económicas de la
Universidad de Antioquia. Se vinculó como profesor de la
Universidad del Valle en 1977, y en 1980 ésta universidad
se le otorgó el título honoris causa en
sicología.
Sus reflexiones pedagógicas lo llevaron a
pensar que la tragedia educativa del país radica en
enseñar sin filosofía, "El mayor desastre de la
educación es formar al individuo en la disciplina del
"hacer" y estudiar lo que no interesa, lo que no suscita el deseo
y la necesidad de aprender". De hecho nuestro sistema educativo
aún hoy sigue siendo obligatorio, rígido,
heterónomo, sólo tiene como objetivo formar hombres
para la competencia del mercado y eficientes para el
industrialismo. Pero sin capacidad de pensar por si mismos,
insolidarios e insensibles socialmente. El resultado, una
sociedad cada vez más instrumentalizada con individuos
alienados y deshumanizados.
El papel de la escuela ha de ser enseñar a
pensar, pero enseñar a pensar mediante el debate, el
diálogo. Ella debe educar a las personas a ser capaces de
defender sus tesis y creencias presentando razones y teniendo en
cuenta las razones de los demás. La escuela debe evitar
"La dispersión y la atomización de los individuos
en reñida competencia por puestos y posiciones que tiendan
a generar una tónica paranoide colectiva, una vivencia
celosa y persecutoria de la autoafirmación y la
superación de los demás, ya que precisamente las
condiciones objetivas de esa competencia implican que el éxito
de unos sea correlativo del fracaso de los otros"18.
Hay dos maneras de pensar, una sosegada como
Platón y otra a golpe de maza, como el pensador rodiniano.
Ese fue Zuleta, un profesor entregado a la tensión de
pensar porque según él: "Filósofo es el
hombre que quiere saber" y "Nadie puede enseñar lo que no
ama". Por eso fustigó a sus colegas y siempre fue un
crítico del establecimiento educativo.
En su breve existencia, pero fecunda experiencia
intelectual, nos deja una obra considerable, que apenas hoy sus
discípulos y seguidores se han dado a la tarea de
recopilar y publicar. Hay en el recuerdo de quienes lo
acompañaron en vida una montaña de
anécdotas, conceptos, circunstancias, destinadas
inequívocamente a ser publicadas. Por eso, quienes no
conocieron en vida al maestro Zuleta, esperan con ansiedad sus
textos, los que aún permanecen ocultos.
Tal vez el mejor homenaje que podemos rendir a
este gran pensador, comprometido con enseñar a pensar y
con la construcción de una sociedad mejor, diferente a la
que le correspondió vivir, sea leer su inolvidable texto
"Sobre la idealización en la vida personal y
colectiva". en el cual nos presenta una aguda crítica
a la cultura, a la sociedad en su carácter represivo,
violento y dogmático. Su título mismo nos
señala el camino de su preocupación
intelectual.
A manera de conclusión, recordemos que la
historia no sólo está jalonada por importantes
acontecimientos que afectan nuestra vida, sino también por
importantes pensadores que de una o de otra manera contribuyen a
la preparación de dichos acontecimientos.
Lo expuesto anteriormente nos permite reconocer a
quince pensadores: Da Vinci, Descartes, Rousseau, Kant, Hegel,
Comte, Marx Shopenhauer, Nietzsche, Kierkegaard, Sartre, Popper,
Zuleta, Gómez Dávila y José Martí;
quienes en sentido estricto han marcado profundamente el devenir
de la postmodernidad, por la riqueza de su pensamiento y
por la vigencia de muchas de sus tesis.
El presente escrito constituye un ensayo
popular, través de la cual se sostiene una
conversación con cada uno de estos filósofos,
intentando abrir un diálogo con el lector. Se dan cita
"Pensadores que repiensan, y que creen que lo que ha sido pensado
nunca lo ha sido bastante" Valeri. Por tanto la filosofía
sigue siendo un intento por explicar lo general a través
de la reflexión racional y al igual que la ciencia mejorar
la propia condición humana.
En estas quince lecciones se trata de hacer
accesibles al mayor número de lectores las tesis
más controvertidas, los conceptos de los pensadores que
nos advierten que la filosofía es la racionalidad de la
vida. Y como diría Zuleta: "Sólo con ese
conocimiento puede el hombre ordenar sabiamente su vida personal
y colectiva".
La filosofía antigua había tomado la
realidad como punto de partida de su reflexión, y la
medieval había tomado d Dios como referencia fundamental.
La filosofía moderna se asentará en el terreno de
la subjetividad, y las dudas planteadas sobre la posibilidad de
un conocimiento objetivo y fiable, haran del problema del
conocimiento el punto de partida para toda
discusión.
Son muchos los acontecimientos que tienen lugar al
finalizar la Edad Media, en lo social, político,
económico, cultural y religioso. Pero son los nuevos
pensadores los que abrirán a través del
renacimiento las puertas de la modernidad y de la ciencia.
Aspectos que determinan el desarrollo del humanismo, el
interés por la investigación y sobre todo se pasa
de la tutela de la fe a la independencia de la
razón.
Tras la filosofía crítica de Kant,
el idealismo alemán se convierte en la corriente
predominante en Europa contienental, a través de Hegel. El
existencialismo de Kierkegaard, tanto como el marxismo y el
vitalismo de Nietzsche serán en buena medida, una
reacción contra el idealismo hegeliano que, en cierto
modo, consagra la identificación del yo trascendental
kantiano con el Dios del cristianismo.
Gran Bretaña desarrolla el positivismo
utilitarista con Bentham y J. S. Mill se inspira en los
principios del empirismo, distinguiéndose del positivismo
"idealista" francés de Augusto Comte. En ambos casos, se
da una preocupación por lo social y por el bienestar de la
humanidad. Por lo demás el desarrollo de la ciencia y sus
continuos éxitos hacen tambalear los mismos cimentos de la
filosofía que se ve sometida a duras críticas por
parte de los defensores del pensamiento científico, que
encuentran en la ciencia el paradigma del conocimiento
verdadero.
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Por Álvaro Mina Paz