Indice
1.
Profesionalizacion del docente
2. Requisitos para el logro de la
autoprofesionalizacion del docente
3. Indicadores para medir el nivel de
profesionalizacion del docente
1. Profesionalizacion
del docente
Es la capacidad del mismo para desempeñar su
trabajo como amo de la ciencia y
la técnica en los niveles teóricos y
prácticos y como conocedor de sus potencialidades y
capacidades creativas, un trabajador motivado, competente,
flexible, polivalente, multifuncional, solidario, capaz de
transferir, recrear y crear más allá de lo que
hace.
La autoprofesionalización docente es una categoría
compleja que posee dimensiones en el campo pedagógico,
psicológico y sociológico, entre otros.
Para su estudio, la autoprofesionalización debe entenderse
como una actividad autotransformadora que presupone el cambio del
docente centrado en el dominio y
comprensión profundo de los fines y la naturaleza de su
actuación profesional, incluyendo los mecanismos que
facilitan su cambio sistemático y su
autoanálisis.
Los modos de actuación profesionales son las formas
históricamente condicionadas de desempeñarse el
docente, y están constituidos por el conjunto de procedimientos,
métodos y
estados para la
comunicación y la actividad pedagógica
profesional, los cuales revelan un determinado nivel de desarrollo de
sus habilidades y capacidades, así como de constructor,
rutinas, esquemas y modelos de
actuación profesional.
Un lugar importante entre esos modos de actuación lo deben
ocupar los procedimientos y métodos para el análisis y modificación de su
quehacer, que constituyen, por supuesto, un elemento clave para
la autoprofesionalización.
La autoprofesionalización docente se puede
entender como un proceso que
parte de la concientización por cada docente de la
importancia de su actuación como sujeto. Es por ello un
proceso de autoconciencia y de acción.
La AUTOPROFESIONALIZACION es la posibilidad de ascender a niveles
superiores de actuación mediante el reconocimiento y
modificación de los modos de actuación con los que
opera el profesor. Es esencialmente un paso de lo inconsciente a
lo consciente en el docente, que sólo puede ser llevado a
cabo individualmente.
De tal forma, autoprofesionalizarse es entonces un constante
reanálisis de la información sobre los modos de actuar, los
procedimientos, motivaciones y conceptualizaciones sobre la labor
pedagógica profesional, que genera procesos de
búsqueda, y transformaciones a partir de la propia
experiencia ajena y que recodifica, reorganiza y sistematiza todo
el sistema de
trabajo del profesor hacia estadíos superiores de
desarrollo conscientemente determinados.
2. Requisitos para el logro
de la autoprofesionalizacion del docente:
La existencia de una estimulación persistente y
efectiva de origen intenso hacia la profesión.
Determinar sus necesidades, buscar y plantearse problemas
profesionales de forma autónoma, así como iniciar
la búsqueda de las soluciones
adecuadas a ello.
La autovaloración del docente de su quehacer
profesional.
La reflexión del sujeto sobre sus concepciones y
valoraciones ético – pedagógicas, sus modos de
actuación, sus motivos y estructuras
cognoscitivas y su apropiada modelación.
Proyectar cambios ulteriores de su actividad transformadora que
pretenden conformar un nuevo modelo de
actuación profesional.
La autoprofesionalización docente es una vía para
la elevación de la calidad y la
creatividad de
la actividad pedagógica profesional. Esto significa que la
autoprofesionalización debe ser vista en su
condición de un estado a
alcanzar en los colectivos pedagógicos y centros y, al
mismo tiempo, en su
condición de proceso de cambio entre estados de desarrollo
pedagógico determinados.
Dado el carácter
complejo de la actividad pedagógica profesional, en el
caso particular de los docentes y colectivos, evaluaremos el
desarrollo de la actividad pedagógica profesional por
medio de los modos de actuación profesionales y por la
naturaleza creadora de los mismos.
Para caracterizar los cambios producidos, en el colectivo
pedagógico, producto de la
profesionalización docente, podemos identificar en el
mismo las siguientes Dimensiones:
1-Concientización de los modos de actuación
profesional. Representaciones sobre sus modos de actuación
profesional.
2-Modos de actuación profesional concreta que posee el
docente. (Según la estructura de
la actuación pedagógica profesional)
3-Implicación del sujeto en el proceso pedagógico
profesional.
Representaciones actuales sobre su profesión.
Planes y proyectos
respecto a la profesión.
Necesidades reales de perfeccionamiento de su labor
profesional.
4-Nivel de desarrollo de la creatividad profesional.
Flexibilidad.
Estructura temporal de los contenidos.
Mediatización de las operaciones.
Capacidad de reestructurar el campo de acción.
Estructuración consciente activa.
5-Técnicas de análisis y cambio de su
actividad.
6-Formas de regulación de su labor profesional.
7-Formas de comunicación en el colectivo.
Para transformar el rol asignado a los docentes, de uno
en que difunde oralmente información e instrucciones,
muchas de ellas rutinarias, a uno de carácter profesional,
es necesario introducir una poderosa fuente de dinamismo en el
seno de los procesos educativos.
El ROL PROFESIONAL se caracteriza por la capacidad de atender los
problemas de aprendizaje
profesional específicos de cada alumno y por la responsabilidad por los resultados (en la medida
que interpretan las razones que pueden estar operando como
obstáculo en sus procesos de aprendizaje y prescriben y
administran los tratamientos adecuados). La
profesionalización del rol implica que los maestros deben
liberar el tiempo que ahora dedican a aspectos rutinarios y
enfatizar la evaluación
y organización de tratamientos diferenciales.
Esto lleva a modificar el acento tradicionalmente puesto en los
procesos de enseñanza profesional por un nuevo acento
en los aprendizajes profesionales.
El auténtico rol docente se encuentra limitado por la
falta de material que reemplace lo que se entrega oralmente en
forma rutinaria, pero también lo afectan las condiciones
laborales, normas y
reglamentos escolares; planes y programas de
estudio y mecanismos de evaluación y de control.
Una mayor profesionalización del rol de los docentes
debería favorecer, a su vez, un mayor protagonismo de los
alumnos en sus propios aprendizajes. En este sentido, el empleo de
materiales de
autoaprendizaje, el trabajo en
pequeños grupos, el
rescate de los aprendizajes previos, la conversión de las
propias experiencias cotidianas en instancias de aprendizaje, la
búsqueda autónoma de información, el fomento
de la comunicación oral y por escrito, el
favorecer la generación de aprendizajes basados en
procesos auto – asumidos de investigación, constituyen algunas de
tantas otras vías que los docentes con mayor
profesionalización están llamados a favorecer.
La disponibilidad de materiales interactivos, orientados a
favorecer procesos de auto – aprendizaje profesional y una
personalización de los ritmos de aprendizaje, sin lugar a
dudas constituye un complemento para que al mismo tiempo que se
modifique el rol del docente se modifique el rol del alumno.
La profesionalización del rol docente resulta fundamental
para el desarrollo de procesos educativos diseñados en
función
de la diversidad de las competencias
exigidas y una oferta
establecida sobre la base de la identificación de las
necesidades básicas de aprendizaje que posibilitan su
adquisición.
A medida que los alumnos adquieren mayores niveles de
autonomía en sus procesos de aprendizaje profesional, el
docente podrá concentrar sus esfuerzos en la
identificación de las necesidades básicas de los
alumnos, en el acompañamiento de sus aprendizajes
comprendiendo sus dificultades y evaluando permanentemente sus
resultados.
Los nuevos esquemas institucionales que dan una mayor
autonomía a las organizaciones
educacionales también implica un cambio radical en
la
organización y visión de lo que ha sido el
trabajo escolar.
Los roles del director y de los docentes se tienden a redefinir
gradualmente, de acuerdo a ese contexto. Al director de escuela
politécnica se le pide que, al mismo tiempo de trabajar en
equipo y de fortalecer la participación de los docentes,
asuma su cargo no sólo como una etapa dentro de una
carrera funcionaria, sino como una posición moral,
intelectual y funcional, desde la cual tiene la posibilidad de
conducir una organización educacional y de imprimirle una
dirección. Así, más que meros
administrativos se requiere de líderes docentes capaces de
dirigir y que sean, a la vez, eficientes
organizadores.
3. Indicadores
para medir el nivel de profesionalizacion del
docente:
Desarrollo de las competencias profesionales.
Calificación.
Integralidad.
Preparación en el ámbito cultural.
Honestidad.
Responsabilidad.
Sólida formación científica,
pedagógica, técnica y humanística.
Científico, reflexivo, creativo.
Comprometido con su entorno.
Sensible con las preocupaciones de los demás profesores y
de los alumnos.
Desde el punto de vista pedagógico, es necesario
introducir en los diseños curriculares una nueva lógica:
la de satisfacer las necesidades básicas de aprendizaje
(NBA) pertinentes para el desempeño en los diferentes ámbitos
de la sociedad. Ahora
es más evidente la necesidad de pensar la educación desde
las competencias requeridas por los sujetos y la sociedad, es
decir, superar el enfoque tradicional centrado en una oferta
educativa desvinculada de las demandas de la sociedad.
Esto implica ampliar el número de actores sociales que
definen los objetivos del
currículo y diseñar modalidades
pedagógicas que formen individuos creativos y solidarios;
que se comuniquen tanto en forma oral como por escrito, que sean
capaces de identificar problemas profesionales y buscar
información pertinente y que opten con racionalidad entre
alternativas.
Las respuestas a este desafío exigen fortalecer el rol
profesional de los docentes y directivos, disponer de materiales
adecuados y estimular el apoyo de la
familia.
Instituciones
politécnicas autónomas reclaman personal
más profesional que pueda superar lo que hizo hasta ahora,
en especial, la aplicación del modelo frontal, en que el
profesor habla y los alumnos escuchan pasivamente.
Una política
de mayor profesionalización supone eventualmente,
incrementos substanciales en los salarios; maneras
diferentes de encarar la formación inicial; capacidad para
guiar procesos de educación que den
atención personal; crear talleres para la
formación permanente en servicio;
mayor autonomía de los profesores para decidir entre
currículos alternativos; tomar decisiones sobre uso de los
recursos y
aplicar modalidades confiables de evaluación de
resultados.
Entre las iniciativas pedagógicas que ponen énfasis
en elevar el rendimiento del alumno, destacan las innovaciones
destinadas a lograr una participación protagónica
de ellos en verdaderas experiencias de aprendizaje profesional y
las que favorecen un rol más profesional de los docentes
al reducir el tiempo que dedican a dar información
rutinaria gracias al uso de elementos tales como guías de
autoaprendizaje, materiales de aprendizaje y estrategias
didácticas pertinentes.
Muchos de estos proyectos educativos utilizan el
conocimiento profesional previo de los alumnos y el contexto
local; usan modalidades de trabajo en grupo para los
alumnos y dan perfeccionamiento grupal permanente a los maestros
en talleres autogestionados. Las experiencias de
evaluación de los resultados, sea mediante pruebas de
medición de rendimiento en algunos casos o
estableciendo sistemas
más amplios de evaluación en otros, constituyen una
importante estrategia para
una mejor calidad de la enseñanza-aprendizaje
profesional.
Palabras claves:
Profesión, educación para el trabajo, pedagogía profesional, educación
tecnológica, enseñanza profesionalizada,
profesionalización, educación técnica y
profesional, pedagogía.
Autor:
Dr. Alexander Luis Ortiz Ocaña.
Categoria docente: profesor asistente.
Ocupación laboral: decano
de la facultad de Ciencias
Técnicas.
Nivel de enseñanza: superior.
Centro de trabajo: universidad
pedagógica "José De La Luz Y
Caballero".
Municipio: Holguín.
Provincia: Holguín.
Teléfono Del Dentro De Trabajo: 481921
Dirección Particular:
Calle prado # 23 entre 3ra y revolución.
Vista alegre. Holguín. CP: 80300.
Cuba.