3. La pobreza en
república dominicana
Podríamos decir que en nuestro país el
índice de pobreza alcanza
niveles extremos y en algunos casos alarmantes; sin embargo, ante
esta problemática, todos los sectores gubernamentales,
empresariales y constitucionales mantienen la lucha incesante
para proporcionar una mejor calidad de
vida a toda la población en igualdad de
condiciones.
Características
Entre las características más importantes de
la pobreza que pudiéramos mencionar:
- El analfabetismo.
- El desempleo.
- La desnutrición.
- Falta de servicios
básicos. - Condición sanitaria deplorable.
- Mortalidad infantil.
- Emigración.
Dimensión de La Pobreza
La problemática de este cáncer que solo vemos en
nuestros barrios marginados, campos e instituciones
como las cárceles y hospitales públicos, registran
altos porcentajes de crecimiento.
En las últimas décadas nuestros servicios
básicos han decaído en un 60%. Gracias a la falta
de seguimiento de nuestras autoridades no existen sistemas
pluviales adecuados, una vez que enfrentamos lluvias, nuestras
vías de acceso se inundan provocando entaponamientos y
deslizamientos de tierras en los lugares bajos de nuestro
territorio.
En cuanto a salud y mortalidad infantil
y adulta, las cifras hablan de que el 18% al 20% en niños
que son abandonados en centros públicos con SIDA a causa de
la irresponsabilidad de los padres.
El desempleo generalizado en muchos sectores de la sociedad, da
lugar a la emigración incesante en busca de nuevas
oportunidades. Estas por lo general se hacen en embarcaciones
pequeñas sobrecargadas, donde los tripulantes arriesgan
sus vidas y sus propias esperanzas de ayudarse y brindarles una
vida decente a los familiares que aquí dejan. El
porcentaje sin lugar a especulaciones es de hasta un 6%
anual.
Lucha Contra La Pobreza En Republica Dominicana
En los últimos tiempos nuestro país ha sufrido una
serie de transformaciones, que van desde la caída de una
dictadura de
30 años, golpe de estado
en 1963, una Guerra civil
en 1965, luego 12 años de un gobierno con los
remanentes de la tiranía mas arriba mencionada hasta
llegar a una etapa de democratización donde se
empezó a tener nuevos aires para el país, no
obstante, este periodo trajo consigo una nueva ola de corrupción, provocando endeudamientos
insostenibles para la débil economía de
entonces.
Los últimos Gobiernos que se han sucedido, incluido el
actual, cambiaron el estilo de dirigir el estado y
sus lideres se han empeñado en difundir y dar a conocer
nuestro país como una fuente de inversión de la industria, la
minería,
el turismo, la
agricultura,
manufactura,
salud, educación y el deporte.
En los dos recientes períodos nuestra economía ha
experimentado un crecimiento de hasta un 7%,
convirtiéndonos en el país caribeño
más sólido, lo que asegura a los inversionistas
nacionales y extranjeros la garantía de sus proyectos.
Los centros docentes han sido automatizados
tecnológicamente con laboratorios de computadoras
destinados a fomentar la capacidad y desarrollo de
los estudiantes.
Construyendo nuevas instalaciones de salud y equipando las ya
existentes nos acercamos cada vez mas, a la optimización
de estos servicios básicos.
Se han revisado los sueldos de profesionales como médicos
y maestros garantizándoles empleos y calidad de vida
en esas áreas.
Existen acuerdos cumplidos o en vías a serlo con nuestros
productores agrícolas y ganaderos, donde el estado se
compromete a protegerlos, velando por su estabilidad y
facilitando sus operaciones,
gracias a la tasa cero en impuestos para
traer maquinarias y equipos del sector, además de saber
que lo producido por ellos consume en su país con miras a
exportaciones.
A principios del
2003 dio inicio la implementación de la nueva ley de seguridad
social que tiene por objeto establecer el Sistema
Dominicano de Seguridad Social
(SDSS), para desarrollar los derechos y deberes
recíprocos del estado y de los ciudadanos en lo
concerniente al financiamiento
para la protección contra riesgos de
vejez,
discapacidad,
cesantía por edad avanzada, sobrevivencia, enfermedad,
maternidad, infancia y
riesgos laborales.
El deporte es un renglón que aún requiere de mucha
atención, sin embargo, tenemos el caso de
nuestros peloteros, por citar un ejemplo, que han puesto en alto
y en la geografía universal
el punto de la República Dominicana visible.
Propuesta Del Banco Mundial
Sobre La Pobreza En Republica Dominicana
En su plan contra la
pobreza El banco mundial
Propone un plan para asumir a toda la isla como una unidad. El
informe relaciona
por primera vez la pobreza
Dominicana con la
Haitiana.
Propone combatir la pobreza concibiendo la isla como un todo. Las
conclusiones señalan que las condiciones de vida de la
población pobre se aliviarían si mejora la
situación económica en Haití.
Al hablar de pobreza siempre cabe la duda de sí hay algo
nuevo luego de los estudios, mapas y
publicaciones que se han hecho.
El reporte No. 21306, del 20 de febrero del 2001 del Banco
Mundial, se basa en cuatro encuestas de
hogares:
- La Encuesta
Nacional de Ingreso-Consumo de
1986, realizada por Tufts University, - La Encuesta de Ingresos y
Gastos de 1992
desarrollada por la Fundación Economía y
Desarrollo, - La Encuesta Demográfica y de Salud de 1996,
conducida por el Centro de Estudios sociales y
Demográficos, y - La Encuesta Nacional de Gastos e Ingresos de los
Hogares, de 1998 realizada por el Banco Central.
Independientemente de lo justificadas que estén,
las conclusiones de ese informe darán pie a los argumentos
de quienes critican la pretensión de gobiernos y
organismos internacionales para que República Dominicana
asuma, por sí sola, la responsabilidad por la situación de pobreza
del país limítrofe.
El reporte del BM da un giro de 180 grados al tema de la pobreza
en el país. Según este informe "En el largo plazo,
la única forma de solucionar el problema de inmigración y, por tanto, de ayudar a los
dominicanos pobres, es mejorando las condiciones
económicas de la isla La Española como un todo"; es
decir, Haití y República Dominicana.
Cabe recordar a este respecto que el Presidente Mejía ha
dicho en diversos foros internacionales que se requiere la
colaboración de la comunidad
internacional para hacerle frente a la pobreza en Haití.
Los dominicanos no pueden por si solos, e incluso se ha hecho eco
de la iniciativa de condonar las deudas externas de ambos
países para constituir un fondo de desarrollo fronterizo.
El Presidente Mejía ha sido reiterativo en que "No
cargará sólo el muerto de Haití".
Adicionalmente, el Consejo Nacional de la Empresa
Privada se pronunció también en términos
análogos. "La suerte y futuro de ese país
(Haití) están vinculados al nuestro". Pero
lamentablemente, no hemos sido exitosos en lograr que la solidaridad
continental o internacional centre su atención en la
necesidad de cooperar más eficientemente con el
país hermano, de modo que la carga de su subdesarrollo
no recaiga tan pesadamente sobre la República Dominicana.
Pero la propuesta del BM no se refiere explícitamente al
grupo de
países amigos de Haití y tampoco a la comunidad
internacional cuando propone una mejoría en las
condiciones económicas de ambas republicas isleñas
a la vez.
El Reporte sobre la pobreza Dominicana se limita a decir
que dado que las políticas
en una parte de la isla tienen efectos en la pobreza de la otra
parte, debido a los vínculos migratorios, deberían
considerarse políticas que combaten el problema de la
pobreza en la isla como un todo. Por tanto, medidas para reducir
la pobreza en Haití deben ser pensadas como parte del
paquete de políticas de reducción de la pobreza
incrementaría su efectividad. Evidentemente lo anterior
implica ineludiblemente una nueva perspectiva y
comprensión del problema.
Un cambio en el
enfoque de los esfuerzos desde el desarrollo
económico y político de la República
Dominicana hacia el de la isla La Española podría
fomentar la promesa de ayuda económica conjunta para
desarrollar estrategias para
proyectos de desarrollo económico regional.
Aún cuando no lo dice explícitamente, el reporte
del BM deja implícito que este cambio de enfoque debe
realizarlo el Gobierno Dominicano, más que una comunidad
internacional a la que, dicho sea de paso, no se refiere
explícitamente en ningún momento.
Una de las principales conclusiones del documento del BM es que
los niveles de pobreza han descendido en el país, pero
varían significativamente si se trata únicamente de
la pobreza de nacionales Dominicanos o de estos junto a los
haitianos que residen en suelo Dominicano.
En cualquier hipótesis, la pobreza va en descenso en el
país.
De acuerdo al estudio del BM la tasa de pobreza para la
población Dominicana ha descendido sucesivamente de 37%
entre 1986 y 1992, y 35% en 1996, a 29% en 1998, Sin embargo, si
incluimos los 500,000 Haitianos y Haitianos-Dominicanos,
equivalentes al 6% de una población total de 8.6 millones
que se estima viven en el país, entonces esas tasas suben,
aun cuando siguen en descenso en el tiempo. La tasa
de pobreza para la población total en el país
arroja estos resultados: 41.6% en 1986, 39% en 1996, y 31%, 2%
más que si fuera solamente la población dominicana,
en 1998.
Este resultado indica que el notable crecimiento posterior a 1991
ha alcanzado los segmentos más pobres de la
población. El crecimiento
económico ha sido la fuerza motriz
que ha impulsado la reducción de la pobreza. A este
propósito, recuérdese que el Producto Interno
Bruto del País creció durante el periodo 1992
al 1999 a un ritmo promedio de 6.40
Otro aspecto novedoso del informe es la propuesta que el BM hace
al Gobierno Dominicano para combatir la pobreza. No tanto porque
reitera que hay que profundizar las reformas económicas
estructurales, sino porque le pide que preste especial
atención a la población Haitiana y a sus
descendientes.
La legalización de los Haitianos-Dominicanos que han
residido por años en la República Dominicana,
aliviaría la pobreza en esta al darles acceso a los
servicios de educación y salud y permitirles beneficiarse
de los mayores salarios pagados
a los trabajadores dominicanos no calificados. Correlativamente,
la adopción
de una política de migración
es considerada como un preámbulo de acuerdos bilaterales
de trabajo para inmigrantes que permitirá manejar mejor el
flujo futuro de trabajadores inmigrantes haitianos.
Según el estudio del BM, el arriendo reciente de las
plantaciones azucareras del antiguo Consejo Estatal del Azúcar
(CEA), donde vivía la mayoría de la
población haitiano-dominicana, aunque necesaria, no ha
estado acompañada de medidas de manejo social.
Consecuentemente, los hombres haitianos-dominicos han migrado
hacia centros urbanos y trabajan en la construcción y servicios. Las mujeres y los
niños son dejados en los bateyes, lo cual crea un foco
adicional de pobreza.
Crecimiento Economico, Pobreza Y Violencia
Hay un vínculo existente entre pobreza y delincuencia y
entre pobreza y violencia, sin entrar en detalles sobre el
carácter multidimensional y al mismo tiempo
multicausal del fenómeno. Además, el enfrentamiento
de la violencia tiene un contenido ético. La misma
sociedad sufre una derrota moral, cuando
parte de sus niños, adolescentes y
jóvenes se incorporan a la vida delictiva, unos por un
problema de supervivencia estrictamente económico y
social, y otros, sin más criterios que no sean los de
obtener dinero de
forma rápida y fácil.
Los países que tienen menor población viviendo en
la pobreza, tienen tasas bajas de homicidio. En
sentido general, en los países donde se combinan los tres
factores: alto ingreso per cápita, mejor distribución del ingreso y menor
población viviendo en la pobreza, tienen tasas más
bajas de violencia.
En el caso Dominicano todos los indicadores
parecen justificar la alta tasa de violencia.
En la República Dominicana, si se quiere combatir la
pobreza con eficacia deben
operarse variaciones sustanciales. El mejoramiento del gasto
social/cápita no sólo debe depender del crecimiento
del PIB, sino de
cambios en la naturaleza del
gasto
público y en la relación gasto
público/PIB.
Hasta ahora, el Estado ha asumido el rol de motor fundamental
del crecimiento económico, a través del gasto de
inversión y manteniendo muy baja la carga fiscal en
desmedro del gasto social y del gasto público en materia de
orden y justicia. Esta
situación debe cambiar. Es urgente la creación de
condiciones favorables que garanticen la seguridad ciudadana en
el sentido amplio de la palabra. Para lograrlo, debe mejorar de
manera eficaz la educación, la
salud, crear más oportunidades de trabajo, fortalecer los
mecanismos que preserven el orden público, sanear cada vez
más la justicia, el sistema carcelario, el sistema
policial, generar empleos productivos y dignamente remunerados,
en general, combatir la pobreza con planes integrales de
desarrollo, adecuar y modernizar las instituciones para hacerlas
más estructurales y funcionales.
Pobreza con crecimiento economico:
El caso dominicano
El fenómeno de la pobreza se manifiesta cuando "algunos
miembros de la sociedad no tienen las oportunidades de disfrutar
de una vida digna con niveles adecuados de nutrición, salud,
esperanza de vida y educación", algo relacionado de forma
directa con la capacidad de un individuo para satisfacer cierto
nivel de consumo que le proporcione lo básico para
subsistir. En este sentido, el ingreso personal permite
realizar un análisis indirecto de la
pobreza.
Privación material y bajos niveles de
instrucción y salud son aspectos que engloban el concepto
tradicional de pobreza.
Sin embargo, según Amartya Sen, no se deben olvidar otras
formas de privación que limitan la capacidad personal, las
libertades sustantivas que permiten disfrutar un estilo de vida
valioso, como vulnerabilidad, exposición
al riesgo, falta de
representación e impotencia. Las líneas de pobreza
representan una escala
crítica de consumo o ingreso por debajo de la cual los
individuos se declaran pobres, según el costo de las
necesidades básicas.
Desigualdad Y Concentración Del Ingreso
El ingreso es un medio destacado para aumentar las opciones de la
población y se usa en el IDH como medida de un nivel de
vida decoroso mediante el PIB per cápita (Paridad del
poder
adquisitivo en dólares). Sin embargo, a lo largo de la
historia se le ha
otorgado distinta relevancia a la desigualdad entre países
e individuos. Los economistas del desarrollo se han preocupado
por el crecimiento y la disminución de la pobreza y han
restado importancia a la desigualdad, ya que para los estudiosos
de la postguerra del siglo XX, la desigualdad ayuda a aumentar el
crecimiento al concentrar el ingreso en los ricos, que ahorran e
invierten más, y al incentivar a las personas a
esforzarse, innovar y asumir riesgos productivos.
Hoy día son muchos los que piensan que la cadena de
causación funciona en sentido contrario: la desigualdad
afecta directamente la tasa y la calidad del crecimiento
económico.
En la actualidad, el PNUD remarca la importancia de la
desigualdad, ya que puede aumentar los efectos que tienen las
fallas del mercado y las
políticas en el crecimiento y, por tanto, las tasas de
pobreza. En los países pobres (con deficiencias
institucionales y de mercado) la desigualdad se convierte en un
problema. Aunque el crecimiento no es condición suficiente
para impulsar el desarrollo
humano y reducir la pobreza de ingreso, es condición
necesaria para que ese desarrollo sea sostenible.
Además, aunque exista crecimiento y los pobres
proporcionalmente se beneficien, permitirá reducir menos
la pobreza donde la desigualdad sea más significativa.
Por otro lado, la desigualdad es la principal causa de tensiones
sociales, lo que se deriva en inestabilidad política y en
el desgaste del capital social
y el sentido de responsabilidad ciudadana. Suele provocar la
pérdida de confianza en las instituciones
democráticas.
El PNUD afirma que sociedades
más desiguales tienden a crear grupos excluidos
de las oportunidades que otros disfrutan, al no desarrollar toda
su capacidad productiva. Esto afecta el potencial
económico agregado del país y, en consecuencia, su
producto bruto
y la tasa de crecimiento. También destaca cómo las
altas tasas de desigualdad distributiva influyen en un bajo
efecto del crecimiento para los sectores más pobres y
cómo el crecimiento puede resultar más equitativo
al reducir las desigualdades en el acceso a activos y
oportunidades.
Se da pues la correspondencia del ciclo virtuoso: si no existen
sinergias entre crecimiento, equidad, reparto y mejoras de la
política
social, por mucho crecimiento económico que se
produzca, terminará por estancarse la línea
ascendente de éste.
Si, además, se entiende el crecimiento económico
dentro de los cuatro paradigmas
básicos del desarrollo para el PNUD (productividad,
equidad, sustentabilidad y facultamiento), el crecimiento
más que un índice contable se convierte en un medio
para conseguir el desarrollo humano sustentable. Los
últimos informes del
Banco Mundial recogen estos paradigmas, convencido de que el
crecimiento no implica una relación directa con el
desarrollo humano, sino una de las potencialidades para que
éste se produzca; de ahí su estrategia para
reducir la pobreza según tres líneas
básicas: promover las oportunidades, el facultamiento de
la ciudadanía y la seguridad.
Crecimiento Económico Y Reducción De La
Pobreza
El crecimiento económico en la República
Dominicana debe ser sostenido y sus beneficios distribuidos al
30% de la población la cual vive en la pobreza.
Durante casi una década, la República
Dominicana ha disfrutado de un alto crecimiento económico,
convirtiéndola en la envidia de sus países vecinos
en América
Latina. El crecimiento reduce la pobreza; sin embargo,
todavía existe mucha pobreza, sobre todo cuando la
comparamos con la de otros países tales como los de
Asia Oriental
que tienen tasas de crecimiento similares.
El crecimiento económico sostenido es un pre-requisito
para mejorar la calidad de vida de los pobres, pero no se
garantiza una tasa creciente continua. Por lo tanto, la
República Dominicana debe consolidar la reforma de las
políticas y de las instituciones económicas, que
son la base para el crecimiento de esta década, y la
aplicación en el sector industrial y agrícola, que
son los sectores económicos que no han tenido crecimiento
o competitividad.
También debe de hacer sostenible el crecimiento
económico, el reforzamiento de las instituciones y prestar
mas atención ante la vulnerabilidad del país a los
desastres
naturales, a las sacudidas económicas y a la
degradación del capital humano y
la base de los recursos
naturales.
Finalmente, se debe dar asistencia donde está centralizada
la pobreza en las zonas rurales, el área de la frontera
con Haití y en las comunidades de los bateyes.
El turismo, las zonas francas y las telecomunicaciones han sido las principales
fuentes de
crecimiento en la economía dominicana. El crecimiento
estelar de estos sectores en dicha economía, aunado a los
flujos continuos de remesas y al aumento en las construcciones,
ha disminuido la necesidad de nuevas reformas económicas.
Las ineficiencias ocultas y el proteccionismo en sectores como la
agricultura y la industria, han dejado al país mal
preparado para enfrentar con un lento crecimiento
económico o con sacudidas económicas extranjeras.
Como resultado, la competitividad de la República
Dominicana frente a otros países ha disminuido y ha
perdido la oportunidad de que los pobres puedan beneficiarse en
una mayor medida a pesar del aumento en los gastos sociales y
desarrollo de sectores productivos más accesibles a las
zonas rurales pobres.
Deben haber reformas de Políticas
Económicas Claves. El clima de
inversión y las políticas de comercio
deberán mejorarse, para que sirvan de base a la
expansión en la creación de oportunidades de
empleos, especialmente en turismo, agro empresas, micro
industria y desarrollo de pequeños negocios. Las
políticas del sector fiscal y financiero limitan el
desarrollo e inversión comercial, disminuyen la competencia e
incrementan el riesgo a los ahorrantes e inversionistas. El
crecimiento de pequeños negocios y microempresas
está restringido por: falta de crédito, altas tasas de
interés, falta de supervisión adecuada en las instituciones
financieras para micro y pequeñas empresas, habilidad
empresarial insuficiente, poco acceso a la tecnología, y
requisitos burocráticos. Políticas
energéticas defectuosas son la mayor carga para la
competitividad, particularmente en las zonas rurales.
Recientemente, el Programa de las
Naciones Unidas
para el Desarrollo (PNUD) revelo que a pesar del espectacular
crecimiento económico de la segunda mitad de los noventa,
el país retrocedió ocho posiciones en el
Índice de Desarrollo Humano (IDH). Esto no quiere decir
que el país experimento un retroceso absoluto de la
calidad de vida, pero por lo menos uno relativo comparado con los
demás países. Además de preocupante, la
revelación es intrigante ¿Cómo fue posible
que mientras la Republica
Dominicana sobrepaso a casi todos los países del mundo
en crecimiento económico, se quedo atrás en materia
de calidad de vida de sus ciudadanos? Con mucha razón,
algunas voces han indicado que el Estado no ha jugado el rol
redistributivo que le corresponde, denunciando la ausencia de
políticas sociales efectivas que contribuyan a reducirla
pobreza.
A juzgar por las cifras, además de frágil,
el crecimiento se ha concentrado en sectores de escasa
generación de empleos como telecomunicaciones, comercio y
servicios a estratos de altos ingresos y en sectores de empleos
precarios como construcción, zonas francas y turismo.
Aunque el desempleo bajo y el salario promedio
subió, esto fue insuficiente.
Los beneficios del crecimiento quedaron en pocas manos. Por lo
tanto, si la calidad del crecimiento es co-responsable de la
calidad de vida, la reducción de la pobreza también
esta vinculada a las políticas de crecimiento.
No basta con crecer: hay que crecer con calidad.
No basta con Política social: hay que tener
políticas que promuevan el crecimiento de actividades que
generen empleos estables y de calidad. No se debe seguir
creciendo a ciegas, solo sobre la base de la baja
inflación. Tampoco manteniendo salarios bajos para ser
competitivos. Eso es como morderse la cola.
Aunque suene a herejía, la política
económica no debe ser neutral sino que debe incentivar
sectores y empresas que, además de tener potencial de
desarrollo, contribuyan a elevar los salarios y la calidad de los
empleos en toda la economía.
Generalmente, estas actividades tienen un alto contenido
tecnológico, y se las puede encontrar en la industria y
los servicios vinculados a la producción. No debemos conformarnos con
altas tasas de crecimiento y debemos ser conscientes que el
contenido del crecimiento es un asunto
estratégico.
Indicadores De Pobreza En República
Dominicana
EL Banco Mundial consideraba en 1998 a un individuo como
extremadamente pobre en la República Dominicana si su
gasto mensual era inferior a RD$396.20 pesos y como pobre si era
menor que RD$867.70 pesos (US$26.60 y US$58.20 dólares,
respectivamente, utilizando la tasa de cambio de ese
año).
Se puede decir con un grado de confianza razonable que el
porcentaje de población por debajo de la línea de
pobreza ha disminuido desde 1986 (sobre todo de 1992 a 1998), al
pasar de 37.5% en 1986 a 28.6% en 1998; los indicadores de
pobreza extrema también reflejan una
mejoría.
Según el Banco Mundial, el crecimiento
económico impulsó la reducción de la pobreza
dominicana en 1986-1998, lo que puede tener su origen en dos
causas principales: el efecto del crecimiento en la pobreza (un
cambio en el nivel medio de ingreso a un nivel dado de
desigualdad en la distribución del ingreso) y el efecto
distributivo (un cambio en la desigualdad a un ingreso medio
dado).
En el período 1986-1998 el crecimiento económico
redujo la pobreza 9.3%, mientras que el efecto de
distribución la incrementó en 3.9%. Eso significa
que el crecimiento del ingreso medio real explica 91.2% de la
disminución de la incidencia de la pobreza. Si se analizan
esos datos, se aprecia
la importancia que el Banco Mundial otorga al efecto de
distribución del ingreso, que determina que la tasa de
pobreza sea mayor o menor para determinado crecimiento
económico. En el caso dominicano, si la
distribución del ingreso adicional generado por dicho
crecimiento hubiese sido más equitativa, la
reducción en la pobreza hubiera resultado más
evidente.
Prueba de la importancia que el Banco Mundial otorga al
efecto de crecimiento como medida necesaria para diluir la
pobreza es la proyección de la reducción de la
pobreza que realiza con distintas tasas de crecimiento
manteniendo constante el efecto de distribución del
ingreso.
Si el crecimiento económico del país se mantuviese
a una tasa media de 7%, las tasas de pobreza se reducirían
de manera considerable, lo que demuestra su sensibilidad ante
determinadas tasas de crecimiento.
En resumen, el Banco Mundial considera que las causas de
la pobreza suelen estar relacionadas con el crecimiento
económico del país y que la clave radica en la
distribución del ingreso.
Por ello, el grado en el que se reducen las tasas de pobreza para
un crecimiento económico dado se determina mediante la
distribución nacional del ingreso adicional generado por
éste. Cuanto más equitativa sea la
distribución del ingreso más caerán las
tasas de pobreza.
Para que la República Dominicana evalúe y
aplique con eficiencia sus
políticas económicas y sociales, debe apoyarse en
indicadores de pobreza y de concentración del ingreso que
le indiquen los avances de los indicadores sociales
básicos. Sin duda los de desarrollo humano del PNUD
ofrecen una buena aproximación.
La República Dominicana se sitúa entre los
países con un desarrollo humano medio, posición
semejante a la ocupada desde 1990. De un total de 174
países, en 2000 ocupó el lugar 87, con un IDH de
0.729 (en peor situación que países como Cuba con el
56, Panamá con
el 59 y Brasil con el 74)
El índice de Gini, que permite una aproximación
numérica a la desigualdad, se situaba en 1999 en América
Latina en un promedio de 0.52 La República Dominicana
tenía en 1998 un coeficiente de 0.456, algo inferior al de
0.482 de 1992, lo que demuestra la disminución de la
desigualdad del ingreso, lo cual es positivo pero no suficiente
al compararse con los avances producidos en el crecimiento y la
reducción de la pobreza. Sin duda, los últimos
períodos de estabilidad macroeconómica han
coincidido con una menor concentración del ingreso,
mientras que los períodos de recesión (años
ochenta), unidos a aumentos sostenidos de precios,
llevaron a una mayor concentración.
De la Encuesta de Gastos e Ingresos dominicana de 1998
se desprenden los datos significativos que se describen
enseguida:
- Existe una correlación positiva entre el nivel
de educación del jefe de hogar y el ingreso promedio del
hogar. - El tamaño del hogar (número de
miembros) ejerce una influencia significativa en el grado de
bienestar, siendo aquél menor conforme crece el nivel de
ingreso. - Cuanto mayor es el ingreso de un hogar, mayor es la
posibilidad de criar hijos más educados que los padres e
incrementar su participación en el ingreso total. Esto
anima a favorecer el acceso a la educación de los
hogares más pobres. - En la esfera macroeconómica, la estabilidad de
precios es un elemento importante para evitar la
concentración del ingreso. Las políticas que
aceleran la inflación o generan un crecimiento no
sustentable de las actividades productivas tienden a concentrar
los ingresos.
El financiamiento del déficit público
mediante créditos internos del banco central
ocasiona un incremento de la demanda.
Esto genera un mayor crecimiento de las actividades productivas y
un incremento del empleo que
aumenta temporalmente los ingresos de las personas más
pobres, pero que a medio plazo ve cómo esos beneficios
desaparecen. Al subir los precios de los bienes sube la
inflación, lo que detona los mecanismos de
indización de rentas. Al ser estos mecanismos más
eficientes cuanto mayores son los ingresos, la aceleración
de la tasa de inflación traslada los ingresos de las
personas pobres hacia las más ricas.
Pobreza Con Crecimiento Económico
Los informes del Banco Mundial indican que la pobreza se ha
reducido de manera continua gracias al alto crecimiento que se ha
producido en los años noventa, como se ha indicado
anteriormente, aunque aún se mantiene en un nivel muy
alto. Utilizando una línea de pobreza cercana a los US$58
de paridad del poder adquisitivo mensuales, la situación
en la República Dominicana (28.6% de la población
dominicana en 1998) es comparable con la de otros países
de América Latina. No ocurre lo mismo si se comparan los
indicadores sociales como analfabetismo juvenil o de adultos,
matriculación primaria y secundaria, mortalidad infantil o
maternal, en los que la situación del país es a
todas luces peor que en la mayoría del
continente.
El informe del Banco Mundial sobre la pobreza de 2001 en
la República Dominicana indica una alta correlación
entre aquélla y factores como desempleo, educación,
salud y acceso a los servicios básicos, que también
son cruciales en cualquier estrategia para combatir la pobreza.
Otra vulnerabilidad asociada a ésta es el acceso a
servicios básicos, de grandes repercusiones en la salud y
el bienestar.
Ante la pobreza, uno de los objetivos
básicos de todo gobierno debe ser otorgar a las personas
los medios
mínimos necesarios para elevar su nivel de vida. Esto se
puede conseguir mediante la inversión en servicios
sociales básicos, facilitando el acceso a toda la
población (atención primaria, nutrición,
planificación
familiar, control de
enfermedades
transmisibles, educación básica, provisión
de agua y
saneamiento).
El gasto social del Estado y su composición,
eficacia y eficiencia son inadecuados ante las necesidades de
desarrollo
social y el alto nivel de pobreza dominicano.
El gasto social como porcentaje del PIB subió ligeramente
de 5.7% al final de los años ochenta a 6.6% en el 2000,
pero queda todavía lejos del promedio en América
Latina (14%). En el mismo período, el gasto en
educación y salud como porcentaje del gasto social
subió, lo que ocasionó un ligero descenso del gasto
en vivienda y servicios básicos, como agua, saneamiento y
basura.
El nuevo gobierno decidió aumentar en 2001 el gasto en
educación de 16% a 20% del presupuesto
nacional y el de salud de 11% a 15% en 2005. El nivel de gasto
público en la República Dominicana, que es una de
las principales causas que impiden reducir la pobreza, es
aún menor que el de la mayoría de los países
de América Latina y el Caribe.
Según la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (CEPAL), al dividir los
países de América Latina en tres grupos: Gasto
social alto, moderado y bajo.
La República Dominicana se engloba en el tercero, (Gasto
Social Bajo), con Honduras, Perú, Bolivia, El
Salvador y Guatemala.
Educación Salud Y Pobreza
Se deben identificar los principales aspectos sociales que
explican por qué existe ineficiencia en el ciclo
económico de la República Dominicana, es decir, por
qué el elevado crecimiento económico de los
años noventa no va acompañado de mejoras
significativas en los índices de desarrollo social,
medidos en términos de reducción de la pobreza,
mejora de la distribución de la riqueza, generación
de empleo e ingreso y acceso a servicios sociales
básicos.
Para ello, se analizan las dos variables
sociales incluidas en el índice de desarrollo humano:
educación y salud, y se revisan las ineficiencias e
desigualdades del sistema público.
El gasto público en educación y salud, que
debería beneficiar principalmente a los más pobres,
está por debajo del promedio de la región
Latinoamericana.
Sin embargo, el destinado a vivienda (que en gran medida
beneficia a la clase media) e infraestructura básica es
casi dos veces más alto que el de la zona.
Ineficiencias Y Desigualdades En La Oferta De
Educación
El papel
estratégico que juega la educación en el combate a
la pobreza, es un concepto de aceptación generalizada. Por
esa razón, cuando se formulo el Plan Decenal de
Educación en 1992, se incluyeron como prioridades una
serie de acciones
trascendentes para mejorar el sector, entre ellos planes
dirigidos a la formación y capacitación de maestros y para mejorar sus
condiciones de vida, así como para garantizar la
distribución del desayuno escolar y la entrega gratuita de
libros de
textos.
Estos programas
partían de la necesidad urgente de elevar la calidad de la
educación para elevar la calidad de vida de la gente.
Los efectos favorables de la educación en el desarrollo
humano están ampliamente demostrados y se traducen en
mayor crecimiento económico, mejor capacidad de
adaptación del trabajador ante mercados
laborales en constante evolución, reducción de la pobreza,
tasas de fecundidad más bajas y mejoras de la salud
materna e infantil y de los niveles nutricionales.
Ello apunta a que se pueden aprovechar las oportunidades que
ofrece el crecimiento y así impulsar el proceso de
desarrollo humano.
Se puede hablar del surgimiento de un círculo
virtuoso: el incremento de la demanda de trabajo y de su
remuneración provoca el crecimiento e incentiva a las
personas a mejorar sus habilidades y las de sus descendientes por
medio de una mayor educación; la inversión en
educación otorga a los individuos la posibilidad de
mejorar sus cualidades al aumentar la competitividad de la
economía. Respecto a la reducción de la la pobreza,
la educación confiere aptitudes y conocimientos que
aumentan la posibilidad de los pobres de acceder a nuevos
empleos; de ese modo se entra en otro círculo virtuoso que
empieza por los nuevos ingresos que permiten a sus sucesores
salir de la situación de pobreza.
Por el contrario, la situación educacional de la
República Dominicana presenta notables ineficiencias.
Aunque la tasa de analfabetismo se ha reducido desde 1980, tiene
un alto índice en el ámbito latinoamericano.
En los jóvenes de 15 a 24 años era de 8% en 1998,
casi el doble que el de la región (4.3%), y en las
personas adultas de 18.8% y 10.9%, respectivamente. Esta tasa se
acentúa aún más en la población pobre
(27.4%), las áreas rurales (27.1%) y la población
haitiana (64.6%).
A estos datos hay que añadir el elevado atraso escolar,
motivado por las altas tasas de repetición del sistema
escolar público, así como las muy bajas escalas de
cobertura de las educaciones preprimaria y secundaria respecto a
la población en dichas edades.
Pese a que en el último decenio se han aumentado los
recursos
públicos en educación (de 1.5% del PIB en 1991-1995
a cerca de 2.5% en 1998), el país tiene uno de los niveles
más bajos de América Latina.
Respecto al gasto educativo como porcentaje del gasto
público social, ha pasado de 27.4% en 1991-1995 a cerca de
40% en 1998. A este escaso gasto se suma una distribución
inequitativa, si bien el gasto educativo público es
progresivo, lo que beneficia a los más pobres en
términos absolutos (también en los casos concretos
de preescolar y
primaria): los pobres (31% de la población en edad escolar
de 5-24 años) reciben 35% del gasto público
educativo.
No obstante, el gasto público en educación
secundaria es regresivo en términos absolutos (sólo
23% del gasto público va dirigido a los pobres, 31% de la
población en edad escolar).
En este ciclo educativo, el gasto público al principio
aumenta con el quinto estrato de ingresos para después
disminuir, lo que forma una U invertida. Esto se explica por la
tendencia de que los matriculados en secundaria sean más
según aumenta el quinto estrato de ingresos y porque los
alumnos de los más altos tienen una mayor probabilidad de
estar inscritos en escuelas privadas. Mientras que el porcentaje
de inscritos en la secundaria pública no tiene una
tendencia marcada, en la privada aumenta de modo constante con el
quinto de ingresos.
Los subsidios para los universitarios son en extremo
regresivos. Casi 40% de las ayudas las recibe el quinto estrato
más alto de la población, y los quintos 4 y 5
reciben 68% de gasto público. La composición del
gasto público en educación es inadecuada para la
reducción de la pobreza. Cerca de 13% del gasto
público en educación se destina a la superior, lo
que no beneficia a los pobres, y la proporción de recursos
asignados a la secundaria es baja e inferior a la cantidad
asignada a la universitaria. Además, en los últimos
años el gasto público en educación
secundaria ha descendido, mientras que el de educación
superior o administración central ha subido. Esto
tiene un efecto negativo en los pobres, cuyo acceso a la universidad es
muy difícil (cerca de 92% de los universitarios no son
pobres y 47% de éstos proviene del quinto estrato de la
población más rico).
Según el indice de Gini, en la República
Dominicana el gasto educativo favorece proporcionalmente menos a
los sectores más necesitados según se eleva el
nivel educativo. En preprimaria y primaria el gasto
público es progresivo, lo que favorece a los más
pobres; en la secundaria es neutral, mientras que en la enseñanza universitaria es marcadamente
regresivo.
No obstante, de 1991 a 1996 los patrones educativos se han vuelto
más progresivos, salvo el universitario, que ha acentuado
su regresividad.
En definitiva, determinadas ineficiencias funcionales en el
manejo de la educación han imposibilitado mejorar la
situación educacional de los pobres.
Los Servicios Dominicanos De Salud Y La Pobreza
La evidencia internacional refleja una relación positiva
entre las condiciones de salud de una población y el
crecimiento económico per cápita. Si se toma en
cuenta que el crecimiento del ingreso es una de las condiciones
necesarias para la reducción de la pobreza y que el
crecimiento facilita mayores recursos para mejorar las
condiciones de salud, se puede decir que existe un círculo
virtuoso en el que salud y crecimiento se refuerzan mutuamente.
La salud favorece otras variables, como la productividad de la
mano de obra, la asistencia escolar y la asimilación de
conocimientos.
La inversión en salud se debe considerar como parte de la
estrategia para aliviar la pobreza, ya que las personas
más propensas a enfermarse son las más pobres, y
por tanto las mayores beneficiarias de dicha inversión. Al
crecer las expectativas de vida, dichas personas muestran una
mayor inclinación a invertir en educación, lo que
puede llevar a una menor fertilidad y mayores tasas de
crecimiento económico.
Los indicadores de salud
en la República Dominicana han mejorado notablemente en
los últimos decenios. Esto se ha reflejado en un alza en
la esperanza de vida de la población, que pasó de
46 años en 1950-1955 a 71en 1995-2000. La tasa de
mortalidad ha caído en todos los grupos de edad por el
mejoramiento de las condiciones de vida.
Pese a la mejora sanitaria, persiste un cuadro de mortalidad y
morbilidad relacionado con la falta de atención preventiva
en salud. El país se encuentra entre los de menor ritmo de
reducción de la mortalidad infantil. El bajo peso al nacer
es una de las causas de muerte, factor
que podría atenuarse si se da mayor atención y
educación sobre nutrición a las madres.
En los ámbitos rurales y urbanos periféricos el deterioro nutricional es
casi el doble.
La cantidad de recursos públicos asignados a la salud
pasó de 1.2% del PIB en 1991-1995 a 1.5% en 1998 (8.2% y
9% del gasto público, respectivamente), lo que refleja el
escaso incremento de los últimos años. Dicho gasto
está por debajo del promedio de los países de la
región. Además, el sector no está conformado
para mejorar la vida de los pobres.
En el sistema de salud participan el sector
público y privado con una gran descoordinación
entre las instituciones. No obstante, el sector privado provee
una gama más completa de servicios ambulatorios, de
diagnóstico, hospitalización,
etcétera.
La legislación de salud es anticuada y el Código
de Salud (de los años cuarenta) es muy centralista.
Los recursos públicos se asignan sin establecer
prioridades. La adquisición pública de medicamentos
es ineficiente, los proveedores
privados no están regulados y son libres de fijar los
precios, lo que dificulta la importación. La gestión
está muy centralizada. La Secretaría de Estado de
Salud
Pública y Asistencia Social (SESPAS) tiene
débiles mecanismos de decisión, financiamiento y
capacidad reguladora.
La ineficiencia de su estructura y
sistema de
información (sobre recursos
humanos y físicos, y gastos) ha ocasionado que un
número alto de clínicas y centros de salud
esté subutilizado por su deterioro físico, escasez
de insumos, deficiencias en el personal y baja calidad del
servicio.
La falta de coordinación y complementariedad entre los
servicios de atención primaria y los hospitalarios es
alarmante. La atención médica privada
también tiene baja calidad. Se trata de un país
desasistido.
El bajo nivel de recursos públicos asignados a la
salud se acentúa por sesgos en el gasto. Aunque los pobres
utilizan menos los servicios médicos, se benefician
más del gasto en salud y dependen más del sector
público (esto refleja la mayor dependencia de los no
pobres de la salud privada). Aunque la SESPAS es el mayor
proveedor sanitario de los pobres, éstos también
utilizan los servicios privados (un tercio de los pobres prefiere
pagar a usar el sistema público, lo que demuestra la mala
calidad de éste).
El gasto público dirigido a los servicios preventivos y
primarios es claramente inferior al destinado a los cuidados
terciarios (hospitales). Un cambio en esta distribución de
fondos públicos podría tener fuertes efectos en la
situación de los pobres. El gasto total (público y
privado) es regresivo ya que los grupos de menores ingresos
gastan un porcentaje más bajo de su ingreso que los grupos
más ricos. Dada la baja calidad de los servicios
públicos, esas disparidades añaden ineficacias al
sistema.
La teoría
económica sugiere que para lograr la redistribución
del ingreso, el Estado debe subsidiar los bienes o servicios que
los pobres consumen relativamente más. Lo adecuado
sería utilizar un buen mecanismo de focalización
para que el subsidio sanitario llegue a quien lo necesite. Aunque
la salud es uno de los derechos fundamentales, no es igual de
accesible para todos. Una gran parte de los pobres, los
más propensos a enfermarse, no puede obtener servicios de
salud por sus propios medios, por lo que sus posibilidades de
ingreso y ascenso social se ven limitadas.
Se puede afirmar que la inversión en la salud de los
pobres es una estrategia económicamente eficiente y
políticamente aceptable para reducir la pobreza y aliviar
sus consecuencias, ya que aumenta la capacidad de producir
ingresos y recibir conocimientos, lo que abre puertas para salir
de la pobreza.
La República Dominicana atraviesa por un importante
proceso de transición tanto política como
económica y el resultado de las elecciones presidenciales
de mayo del 2000 es un reflejo de la creciente madurez
democrática de este país.
El liderazgo
político tradicional que guió al país
después del inicio de la democracia a
principios de los años sesenta está siendo
reemplazado, como indicamos anteriormente, por una
generación de líderes, que busca una proyecto
económico viable que incluya la competencia global, la
responsabilidad del sector público y la descentralización.
Mientras esto sucede, el país experimenta una de las tasas
de crecimiento económico más altas de
América Latina, gracias a la permanente estabilidad
macroeconómica y a un desplazamiento gradual hacia la
participación del sector privado. Todos los indicadores de
pobreza han mejorado de forma similar.
Sin embargo, a pesar del fuerte crecimiento y al igual en otros
países latinoamericanos, se mantiene una
distribución bastante desigual del ingreso y alrededor del
25% de la población dominicana vive en la pobreza. Los
persistentes bastiones de pobreza (concentrados principalmente en
barrios pobres rurales y urbanos y en zonas fronterizas con
Haití), con tasas de analfabetismo y mortalidad infantil
que superan el promedio nacional, apuntan a la necesidad cada vez
mayor de una fuerte intervención pública en los
sectores sociales.
Sucesos Economicos Relacionados Con La Pobreza
Después del proceso de ajuste iniciado a principios de los
años noventa, las perspectivas de crecimiento
económico para la República Dominicana siguen
siendo vigorosas. Desde 1992, el crecimiento económico
promedio anual ha sido superior al 6% y durante los
últimos tres años ha superado el 8%.
Esto significa que la economía dominicana es la de
más rápido crecimiento en América
Latina.
Las Zonas de Libre Comercio
(FTZ por sus siglas in ingles) industrial y los sectores del
turismo, telecomunicaciones y construcción han sido las
principales fuentes de crecimiento, como se indico anteriormente,
con tasas mayores al 10% anual.
Las Zonas de Libre Comercio y el turismo se han desarrollado en
forma aislada con respecto al entorno comercial general del
país: la legislación ha protegido los derechos de
los inversionistas extranjeros, una estructura tributaria
especial ha proporcionado un escenario equitativo para los nuevos
participantes locales y extranjeros en la industria, y un
ambiente
competitivo ha favorecido la innovación. En cambio, la industria y la
agricultura tradicionales han seguido funcionando dentro de un
marco de fuerte intervención del Estado y mínima
competencia, lo que genera pocos incentivos para
mejorar la eficiencia de los monopolios estatales en sectores
decisivos como el del petróleo y
la electricidad
(recién privatizada).
En el aspecto externo, el aumento del déficit de la
balanza
comercial ha sido compensado en gran medida por las
utilidades del turismo, que ahora superan los US$4 mil millones
al año, y por el crecimiento en las Zonas de Libre
Comercio, que albergan a más de 400
compañías, emplean a 200,000 personas y tienen
exportaciones anuales netas por casi US$1,000 millones.
En 1999, la inversión
extranjera directa creció más del 90% (a
US$1,35 millones) y el déficit en cuenta corriente
alcanzó el 3,0% del PIB. En el aspecto fiscal, el
déficit del gobierno central para el año 1999 fue
del 0,4% del PIB. La fuerte tasa de crecimiento de los ingresos
fiscales se ha consolidado aproximadamente en el 12,5%. La
inversión pública más alta, que en los
últimos dos años ha aumentado en un 30% anual, se
ha financiado con la deuda interna de los bancos
comerciales.
A pesar de los progresos en la
administración macroeconómica, los indicadores
sociales se mantienen flojos. Más del 25% de los
dominicanos vive bajo la línea de pobreza y gran parte de
este porcentaje reside en las áreas rurales.
Después de años de gasto mal distribuido, los
indicadores sociales se han mantenido bajos en comparación
con países que se encuentran en similares etapas de
desarrollo. La prestación de servicios sigue siendo una
tarea difícil debido al exceso de centralización que ha caracterizado al
estado desde la era de Trujillo y Balaguer.
Lo Que El Estado Debe Resolver
Liberalización del comercio y desregulación
interna.
La República Dominicana aún tiene las tasas de
protección más altas de la región, cobrando
impuestos a los consumidores pobres y asfixiando las
exportaciones que no están protegidas. Los precios
internos se mantienen severamente distorsionados por el comportamiento
discrecional de la administración de aduanas y por las
barreras no arancelarias en el comercio. Se deben reducir estas
distorsiones, para proporcionar un marco de incentivos
encaminados a un crecimiento eficiente. Hasta la fecha, el
Congreso no ha aprobado una ley en que se pide una
reducción arancelaria generalizada a un 10% uniforme y
aún debe aprobar un Acuerdo de Libre Comercio firmado en
1998 con los países de América Central.
Administración fiscal.
El gobierno debe proseguir sus programas para:
- Mejorar la asignación presupuestaria y los
procedimientos
de gestión presupuestaria, - Implementar una reforma tributaria consecuente con un
programa de liberalización del comercio y - Mejorar las regulaciones prudenciales en el sector
bancario mediante el fortalecimiento permanente de la
Superintendencia de Bancos.
Traspaso de activos fiscales.
La privatización y el traspaso de los activos
fiscales del sector azucarero se completó con éxito,
al igual que la privatización de la generación y
distribución eléctrica, aunque han surgido
diferencias al respecto. La privatización del agua y los
puertos son dos puntos importantes que están pendientes en
la agenda.
Calidad y eficiencia de los gastos del gobierno. La
administración de los recursos públicos está
bastante centralizada y la mayor parte de los recursos aún
se administra directamente desde la Presidencia. A pesar de la
creciente atención hacia los temas del desarrollo humano
(por ejemplo, el gobierno ha prometido seguir adelante con la
descentralización del sistema de salud pública),
todavía están pendientes importantes reformas
institucionales para aumentar la participación de la
comunidad y los beneficiarios locales en la prestación de
los servicios, incluida la educación primaria y
secundaria.
Protección ambiental.
Se deben consolidar y expandir los esfuerzos de protección
ambiental; especialmente, para abordar los problemas de
la deforestación, el tratamiento de desechos y
el impacto del turismo.
La pobreza tiene varias dimensiones que cambian
dependiendo del lugar y el tiempo y se ha descrito de varias
formas. Generalmente la pobreza es una situación de la que
uno se quiere escapar. Por lo tanto la pobreza es una llamada a
la acción, tanto para los pobres como para los ricos, la
pobreza es un clamor a cambiar el mundo para que más
ciudadanos tengan suficientes alimentos,
cobijo, educación y salud, protección a la
violencia y voz en sus comunidades.
La pobreza abiertamente trae como resultado un sin numero de
factores incidentes en la misma, ya que hunden sigilosamente a
las naciones que padecen de ella. Para las naciones desarrolladas
los resultados de la pobreza son más difíciles de
combatir que los mismos factores que la provocan.
Los resultados de la pobreza son la consecuencia de la mala
aplicación y administración de los planes de lucha
contra los factores que inciden en la pobreza, y a su vez es el
grito de reclamo de quienes la padecen. Son simple y llanamente
las formas de vidas adoptadas y las formas de cómo
subsistir en medio de la pobreza.
La pobreza humana ha degradado la vida humana durante siglos,
pero uno de los logros más notables del siglo XX es su
gran reducción: La Pobreza se ha reducido más
rápidamente en los últimos 50 años que en
los últimos 50 decenios.
A fines del siglo XX el número de personas con privaciones
en otros aspectos de la vida oscilará entre mil y dos mil
millones, en comparación con dos mil a tres mil millones
que eran hace un decenio. En los años 50 y 60 Asia se
estancaba mientras América Latina, Europa Oriental y
los países ricos.
Los procesos de
democratización, descentralización y las reformas
económicas de libre mercado han sentado las bases de un
nuevo ejemplo en la reducción de la pobreza, dando un rol
más amplio a los gobiernos locales, el sector privado y
las ONG,
individualmente y/o como socios.
5. Definiciones,
abreviaturas y otras simbologias
- África Subsahariana: Parte de África
ubicada al sur del desierto del Sahara. - Amartya Sen: Economista y Profesor hindú.
Premio Nóbel de Economía 1998. - BID: Banco Interamericano de Desarrollo.
- BM: Banco Mundial.
- CALCUTA: Ciudad densamente poblada del este de la
India. - CEA: Consejo Estatal del Azúcar.
- CEPAL: Comisión Económica para
América Latina y El Caribe. - CNN: (Cable News Network) Compañía de
Noticias por Cable. - CONEP: Consejo Nacional de la Empresa
Privada. - COPLAMAR: Coordinación General del Plan
Nacional de Zonas Deprimidas y Grupos Marginados. - CHABOLA: Vivienda de escasas proporciones y pobre
constitución que suele edificarse en
zonas suburbanas. - DAKAR: Capital de Senegal, país del oeste de
África. - FMI: Fondo Monetario
Internacional. - FTZ: (Free Trade Zone) Zona de Libre
Comercio. - Hacinadas: Que viven amontonadas. "Uno encima del
otro". - Homo-Sociologicus: El hombre es
un ente de carácter esencial e inevitablemente
social. - IDH: Índice de Desarrollo Humano.
- Indice de Gini: Mide la concentración de una
distribución de frecuencia. - Indigente: Que tiene falta de medios para
alimentarse, vestirse y cubrir otras necesidades
esenciales - para vivir.
- Modus Vivendi: Modo de vivir.
- OCDE: Organización para la Cooperación y
el Desarrollo Económico. - OMC: Organización Mundial del
Comercio. - ONG: Organización No
Gubernamental. - ONU: Organización de las naciones
Unidas. - Paradigma: Ejemplo.
- Per Capita: Por Cabeza.
- PIB: Producto Interno Bruto.
- PNUD: Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo. - Población Flotante: Grupo de personas que
radica temporalmente en un estado o ciudad. - PPA: Paridad del poder adquisitivo.
- Ralph Dahrendorf: Filosofo y sociólogo
alemán. Actual director de la Escuela de
Economía de Londres, Inglaterra. - SDSS: Sistema Dominicano de Seguridad
Social. - SESPAS: Secretaria de Estado de Salud
Publica y Asistencia Social. - SIDA: Síndrome de Inmunodeficiencia
Adquirida. - Sinergia: Acción de dos a mas causas cuyo
efecto es superior a la suma de los efectos
individuales. - Ted Turner: Empresario Estadounidense dueño de
CNN y otras televisoras. - The New York Times: Periódico con sede en la ciudad de New
York, Estados
Unidos. - Tufs Univerisity: Universidad ubicada en la ciudad de
Medford, en el estado de Massachussets, Estados
Unidos. - UNCHS: (United Nations Human Settlements Programme)
Programa de Asentamientos Humanos de Las Naciones
Unidas. - US$: Símbolo de la moneda Norteamericana, el
dólar. - USAID: (United States Agency for International
Development) Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo
Internacional. - VIH: Virus de
Inmunodeficiencia Humana. - %: Símbolo de porcentajes.
6. Bibliografía Y
Fuentes
- Educación y el Combate a La
Pobreza.
Alejandrina German.
Publicado en el sitio web de Revista
Dominicana.
www.redom.com
- Enciclopedia Digital Encarta.
Edición 2003.
- Entender y Combatir La Pobreza.
- PovertyNet. (Información y Apoyo para el Estudio y el
Alivio de la Pobreza) - Grupo del Banco Mundial.
www.worldbank.org/poverty/spanish.htm
- Estrategias.
- Misión en República Dominicana de la
Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional
(USAID) - Informe 2002-2007.
- La Pobreza y el Desarrollo Humano.
- Maria Karina Cabrera, Vilmary Castillo, Kenia De La
Cruz y Osvaldo Taveras.
Publicado en el sitio web Monografías.com
www.monografias.com
- La Violencia y los Factores Socioeconómicos de
Riesgo en La República Dominicana.
Edilberto Cabrál y Mayra Brea.
Universidad Autónoma de Santo Domingo.
- Sitio Web de Las Naciones Unidas.
www.un.org/spanish
- Un Mundo sin Pobreza
Pagina web del Banco Mundial.
www.bancomundial.org
- Plan Contra La Pobreza del Banco Mundial.
Fernando Ferran
Publicado en el
Periódico El Caribe.
Edición del 10 de Julio del 2001.
- Pobreza con crecimiento económico: el caso de
la Republica Dominicana
Maria del Mar Holgado Molina e Ignacio Tamayo
Torres.
Comercio
exterior, Vol. 52, núm. 11, Noviembre 2002
- Pobreza en República Dominicana.
Carlos Amarante Baret
Publicado en el informe de la CEPAL
29 de Noviembre del 2002.
- Pobreza.
Ana Maria Dueñas Vara.
Publicado en el sitio web Monografías.com
www.monografias.com
- Reflexiones y Refracciones Sobre La Pobreza con un
Enfoque Socio biológico.
Dr. Orlando Morales Matamoros
Ensayos
Sociales
1997
- Reunión del Consejo de la Internacional
Socialista.
Santo Domingo, Republica Dominicana
Del 26 al 27 de Noviembre del 2001.
Autor:
José Fco. Rivas Rodríguez
Universidad Autónoma de Santo Domingo
Republica Dominicana
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