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La Pedagogía Profesional




Enviado por alex




     

    1.
    Introducción

    2. La pedagogía profesional: objeto de estudio

    3. La pedagogía profesional: principios
    básicos

    4. La pedagogía
    profesional: principales relaciones

    5. Conclusiones

    6. Referencias
    Bibliográficas

    7. Bibliografía

     

     

    soluciones derivadas de diagnósticos y
    experimentos que pueden servir de base para aplicaciones masivas en la práctica
    escolar.

    De
    la misma manera, aun con las limitaciones existentes en materiales y otros
    recursos, la enseñanza con predominio de las actividades prácticas debe
    encaminarse al logro del rigor y la efectividad necesarios para la adecuada
    preparación de los estudiantes. 

    El
    trabajo metodológico debe proyectarse atendiendo a estas características y su
    desarrollo debe estar encaminado a lograr una elevación sustancial de la
    calidad de la enseñanza en los diferentes tipos de centros, a mejorar la
    preparación de  los cuadros de dirección
    y los docentes, a perfeccionar la integración entre la teoría y la práctica,
    entre la docencia, la producción y la investigación, a lograr que las escuelas
    politécnicas constituyan una unidad político – pedagógica en la que todos
    participen y obtener, en consecuencia, egresados con una mejor preparación para
    el trabajo.

    Tales
    objetivos han de lograrse mediante un trabajo metodológico coherente, concebido
    y proyectado en función de las particularidades de este tipo de educación.

    La
    Pedagogía General ha aportado muchísimo a la formación de profesionales
    técnicos, sin embargo, ésta no brinda aun respuesta suficiente a los problemas
    de la Educación Técnica y Profesional. Ella no ha elaborado aun las bases
    teóricas para esta área de la educación.

    Es
    necesario investigar las regularidades del proceso pedagógico profesional,
    descubrir la dinámica del mismo con las condiciones actuales y futuras y
    estudiar las formas y mecanismos apropiados para la implantación y utilización
    de esas regularidades.

    La
    Educación Técnica y Profesional reclama la elaboración de una teoría con  determinado 
    nivel de generalización, lo cual posibilitaría su aplicación con
    diversas condiciones y en muchos tipos de escuelas politécnicas.

     

    Este
    tipo de educación en Cuba necesita una concepción científica propia acerca
    del  modo de formar y superar a los
    futuros trabajadores, que esté acorde con lo más avanzado de la ciencia
    pedagógica en el mundo, con nuestras mejores tradiciones culturales e
    históricas, y con las posibilidades de exigencias actuales de nuestra sociedad.

    Es
    necesario elaborar un marco teórico conceptual que sirva  como punto de partida para el
    perfeccionamiento de la teoría pedagógica profesional cubana y como base para
    las transformaciones que necesita la escuela politécnica de hoy.

    De
    ahí que se pretenda ofrecer a la práctica pedagógica profesional sugerencias
    argumentadas teórica y metodológicamente para el perfeccionamiento de la
    Educación Técnica y Profesional.

    La
    Pedagogía Profesional como ciencia pedagógica que estudia la educación técnica
    y profesional es el resultado cognoscitivo de la actividad teórica específica
    que va dirigida al reflejo científico de la práctica pedagógica profesional que
    se ha convertido en objeto del conocimiento.

    Las
    experiencias de los más destacados profesores, directivos y metodólogos de la
    formación técnica y profesional deben analizarse, sistematizarse, generalizarse
    sistemáticamente y difundirse, ya que contienen elementos de lo nuevo, de lo
    original y progresivo.

    Primeramente
    se estudiaron los momentos más significativos en el desarrollo histórico de las
    concepciones teóricas acerca de la Pedagogía de la Educación Técnica y  Profesional, su carácter científico, su
    objeto de estudio, sus categorías, principios y regularidades. 

    Este
    estudio no pretende detallar la historia de la Pedagogía Profesional, sólo
    intenta, desde las perspectivas de los problemas de la Educación Técnica y
    Profesional actual, buscar algunas concepciones teóricas que sirvan de guía
    para asumir de una manera más consciente y responsable las necesarias
    transformaciones que exigen la escuela politécnica, la entidad productiva, la
    enseñanza profesional, el profesor y el instructor de hoy.

    La
    observación científica y las anotaciones hechas sobre la propia práctica
    pedagógica profesional abren un espacio para la reflexión y el debate.

     

     

    El
    autor.

     

    objetivo esencial y de su
    normal comportamiento.

    La
    estructuración del proceso de educación en la entidad productiva es similar a
    la educación en las actividades prácticas que desarrolla el alumno en la
    escuela politécnica, con la diferencia que en la fase de preparación se le
    deben informar a los estudiantes las características del colectivo laboral, sus
    tradiciones, el clima político existente, su conducta moral, entre otros
    aspectos que se consideren importantes en dependencia de la situación concreta
    de dicha empresa. Desde hace ya algún tiempo se viene hablando en nuestro país
    de la necesidad una Pedagogía para la formación técnica y profesional que
    permita la preparación de un trabajador acorde a las exigencias de la sociedad.

    Esta
    rama de la Pedagogía ha sido denominada Pedagogía Profesional por un grupo de
    investigadores del Instituto Superior Pedagógico para la Educación Técnica y
    Profesional (ISPETP), considerándola como "la ciencia pedagógica que
    estudia la esencia y  tendencia de
    desarrollo del Proceso Pedagógico Profesional [nosotros agregaríamos también
    las regularidades y perspectivas del mismo]; así como la teoría y metodología
    para su  dirección". [1].

    El
    profesor de la escuela politécnica trabaja en función de formar la personalidad
    de un futuro trabajador, por tanto, no puede dejar de tener presente las
    influencias del instructor de la empresa, quien se convierte en un docente
    también para el alumno, por lo que resulta de obligatorio cumplimiento la
    inclusión del instructor en las actividades docentes que desarrolla la
    escuela  politécnica, lo cual se logra a
    través del proceso pedagógico profesional.

    Según
    Roberto Abreu Regueiro, el proceso pedagógico profesional es "el proceso
    de educación que tiene lugar bajo las condiciones específicas de la escuela
    politécnica y la  entidad productiva para
    la formación y superación de un trabajador competente". [2].

    René
    Cortijo Jacomino, en el Libro de Texto "Didáctica de las Ramas Técnicas:
    una alternativa para su desarrollo", resultante del  proceso investigativo desarrollado en opción
    al título académico de Máster en Pedagogía Profesional, define el proceso
    pedagógico profesional como "el sistema de actividades académicas,
    laborales e investigativas que se llevan a cabo en la institución docente y en
    la entidad productiva para formar la personalidad del futuro profesional".
    [3].

    Cortijo
    asume esta definición considerando como institución docente tanto las de nivel
    medio como las de nivel superior.

    Dentro
    de la esfera específica de la formación técnica y profesional actúan diferentes
    ciencias, junto a  la Pedagogía
    Profesional se encuentran también la economía, la ciencia del trabajo, la
    sociología, la psicología, la medicina, las ciencias jurídicas y otras (Abreu,
    1994).

    La
    Pedagogía Profesional tiene la función teórico – investigativa  de determinar las regularidades del proceso
    pedagógico profesional, y la técnico – constructiva que comprende la proyección  del sistema de enseñanza profesional, que si
    bien requiere para su realización de la intervención de otras ciencias, ella en
    sí tiene su propio objeto de estudio como ciencia particular.

    Al
    respecto, en la tesis de maestría de Abreu (1996) se precisa que el objeto de
    estudio de la Pedagogía Profesional es precisamente el proceso pedagógico
    profesional, que se convierte en el escenario fundamental, dado su carácter
    sistémico, para satisfacer el encargo social de la escuela politécnica.

    En
    lo que se refiere a los postulados de la Pedagogía Profesional como ciencia
    pedagógica de la educación técnica y profesional,  y  a su
    objeto de estudio, se han asimilado en nuestro país los criterios científicos
    de la antigua URSS y la RDA, sin conjugarlos, en ocasiones, con la rica
    experiencia pedagógica profesional cubana ni con las condiciones sociopolíticas
    e histórico-concretas del desarrollo del país.

    Se
    aprecia el imperativo de profundizar en esa dirección para poder consolidar las
    bases teóricas y metodológicas de la Pedagogía Profesional cubana y contribuir
    al perfeccionamiento de  la práctica
    educacional y productiva de las escuelas politécnicas.

    El
    análisis que se presenta tiene como propósito esencial, incursionar en la
    contemporaneidad como punto de referencia, para conocer los problemas que se
    discuten en cuanto al carácter de ciencia pedagógica particular de la Pedagogía
    Profesional que permitan tomar una posición consecuente al respecto. Para ello
    se han seguido, fundamentalmente, las observaciones de autores de los antiguos
    países socialistas y de autores cubanos.

     

    Objeto
    de estudio:

     

    Si
    nos basamos en la integración y reconceptualización de los hallazgos de un
    conjunto de autores, entre ellos, María del Rosario Patiño Rodríguez, Rafael
    Fraga, Roberto Abreu Regueiro, Ida Hernández Ciriano y René Cortijo Jacomino,
    en sus propias reflexiones teóricas y en trabajos de investigación, se puede
    fundamentar la consideración de la Pedagogía Profesional como rama de la
    Pedagogía.

    La
    Pedagogía Profesional tiene un objeto propio, no comprendi-do en el campo de
    otras ciencias, posee un método para abordar la investigación y realización de
    su objeto, y por último, ha llegado a organizar el resultado de sus
    investigaciones para constituir un sistema unitario de leyes y principios
    de  carácter general. Reúne las
    condiciones de una  rama de la Pedagogía.
    Uno de los temas menos tratado por los profesionales de la Pedagogía
    Profesional es su estatuto epistemológico, la teoría de su ciencia particular,
    es decir, su objeto de estudio, su cuerpo conceptual, su metodología, sus
    técnicas operativas, su campo de acción y de investigación, sus presupuestos
    básicos y sus relaciones en el proceso pedagógico profesional, cuestión
    que  no sucede así en otras profesiones o
    disciplinas.

    La
    Pedagogía Profesional posee su propio objeto de estudio, su sistema categorial,
    sus principios y regularidades, que constituyen teorías con un nivel de
    conocimiento y desarrollo suficiente como para deslindarla de otras ciencias
    pedagógicas, ganar su autonomía e independencia como tal y ser considerada como
    rama de la Pedagogía.

    El
    objeto de estudio de la pedagogía profesional es el descubrimiento de
    regularidades, el establecimiento de principios, la definición de presupuestos
    básicos y la delimitación de las principales relaciones que contribuyan de una
    manera científica a organizar, dirigir y estructurar el proceso pedagógico
    profesional con el fin de contribuir al cumplimiento de la misión de la
    Educación Técnica y Profesional. 

     

    Proceso
    pedagógico profesional:

     

     

    Según el enfoque pedagógico de este
    autor, el proceso pedagógico profesional es el sistema de actividades docentes,
    extradocentes, extraescolares, productivas y de investigación que se llevan a
    cabo en la escuela politécnica y/o en la entidad productiva para formar la personalidad de los
    futuros profesionales técnicos de nivel medio y superar a los trabajadores de
    la esfera de la producción y los servicios.

    El
    cumplimiento de la misión de la Educación Técnica y Profesional demanda la
    elaboración de una teoría pedagógica profesional que tenga como base los
    conocimientos sobre la educación de los alumnos de escuelas politécnicas.

    Para
    que este sistema se ajuste en gran medida a los objetivos y tareas de la
    formación de trabajadores altamente calificados es necesario prever
    científicamente tanto el incremento de las exigencias que se plantearán a los
    trabajadores en relación con las exigencias sociales y el progreso científico –
    técnico, como también el desarrollo de la Pedagogía Profesional. De ahí que la
    Pedagogía Profesional estudie las leyes y regularidades de la educación de los
    estudiantes de las escuelas politécnicas. Ella elabora el sistema
    científicamente fundamentado de medidas y condiciones en correspondencia con
    los objetivos y tareas para la formación de trabajadores competentes,
    competitivos y altamente calificados.

    Garantizar
    una adecuada concepción, organización e instrumentación del proceso pedagógico
    profesional requiere inevitablemente del accionar teórico, metodológico y
    científico de los docentes, directivos y 
    metodólogos que mediante la profundización en el estudio de
    regularidades, en la aplicación de métodos de enseñanza más efectivos, en la
    sistematización, la determinación y jerarquización de sus leyes, principios y
    categorías, en la generalización de las experiencias pedagógicas de avanzada
    puedan, partiendo de la práctica del propio proceso pedagógico profesional,
    trasladarse a dicha teoría y de ahí volver a la práctica para perfeccionarla,
    transformarla, y en consecuencia, lograr la excelencia educacional, o mejor
    expresado, la excelencia pedagógica profesional.

     

    cultura.

    La
    educación tecnológica busca también la unidad entre teoría y práctica, en la
    medida en que establece nuevas formas de relaciones sociales. Se aproxima así
    al mundo del trabajo y de la producción, propiciando una comprensión de
    fundamentos científicos tecnológicos de los procesos productivos, teniendo en
    cuenta la unidad de la teoría con la práctica en la enseñanza de cada
    disciplina técnica.

    La
    educación tecnológica debe vincular las capacidades instrumentales del
    estudiante con las capacidades de pensar, de estudiar, de analizar, de tomar
    decisiones, por consiguiente la Pedagogía Profesional enfatizará en el empleo
    de métodos y técnicas que estimulen la iniciativa de los alumnos y organicen
    las acciones didácticas del profesor o el instructor en función de los
    objetivos del trabajo docente profesional con relación a los contenidos
    específicos de la especialidad que estudian.

    Es
    necesario tener una concepción de tecnología a partir de las especificidades de
    las diferentes áreas del conocimiento profesional que componen el plan de
    estudio de la especialidad en cuestión.

    Desde
    el punto de vista didáctico, la Pedagogía Profesional debe considerar las
    especificidades implícitas en las áreas del conocimiento profesional.

    Esas
    especificidades orientan la definición de los objetivos comunes con relación a
    la educación, un proyecto político – pedagógico, la selección y organización de
    los contenidos profesionales que deben ser ampliados y los que deben ser
    profundizados y sistematizados, a través de las diferentes formas de enseñar; y
    aplicando consecuentemente la fundamentalización y la profesionalización.

    Para
    estructurar el proceso del trabajo pedagógico, el profesor o el instructor de
    asignaturas técnicas debe incorporar a sus reflexiones y a su práctica
    pedagógica profesional, el concepto de educación tecnológica.

     

    El
    profesor, al estructurar su proceso de enseñanza profesional debe comprender y
    ver a la escuela politécnica como el local capaz de propiciar en el alumno el
    acceso a la cultura, al saber sistematizado y al mismo tiempo, prepararlo para
    el mundo de trabajo en la práctica social.

    La
    escuela politécnica no puede ser reducida únicamente a su plan de estudios,
    sino que es necesario realizar un diagnóstico previo de las características
    culturales del entorno que la rodea y de las peculiaridades más distintivas de
    los estudiantes y su seno familiar.

    No
    se trata de enseñar un simple cuerpo de conocimientos técnicos desarticulados
    del contexto social, se trata sobre todo, de posibilitarle al alumno la
    comprensión histórico – social de los funda-mentos científicos y tecnológicos
    de la sociedad en que vive.

    Se
    trata de fomentar una didáctica participativa donde el aula deje de ser el
    local docente donde uno enseña y el otro aprende, donde uno habla y el otro
    escucha, para convertirse en un espacio para el intercambio afectivo entre
    iguales, y que la comunicación se convierta en fuente generadora de riqueza
    espiritual y profesional, a partir de las ideas y criterios de los sujetos de
    la educación, para lo cual el docente tiene que asumir el riesgo que implica el
    debate profesional. 

    Es
    por ello que Abreu plantea que "debe elevarse la disposición y habilidades
    de todo aquel personal que recibe la responsabilidad pedagógica de atender a
    los alumnos en la  entidad productiva,
    pues ellos (los trabajadores y dirigentes de la producción) son también
    portadores de una Pedagogía Profesional, ya sea en  forma de experiencia (práctica) o en teoría
    al igual que los profesores, dirigentes e investigadores de la Educación
    Técnica y Profesional". [4].

    Se
    coincide con Abreu en que "Igual que el profesor de la escuela politécnica
    debe conocer los aspectos esenciales del proceso de producción donde se
    integran sus alumnos, el trabajador debe conocer los fundamentos pedagógicos
    […] que le permitan comprender y atender al alumno o grupo de ellos que le
    sean asignados". [5].

    El
    profesor necesita tomar como punto de partida para su reflexión, la necesidad
    de propiciar la reunificación de la ciencia y de la tecnología como proceso
    productivo. Esa manera de ver el papel de la Pedagogía Profesional, implica una
    formación de profesionales técnicos que propicie el basamento científico –
    tecnológico, teórico –metodológico, de tal modo que ellos puedan producir el
    conocimiento profesional con un carácter efectivamente innovador.

     

    Educación
    laboral:

     

    La
    escuela politécnica se encarga de preparar al estudiante para continuar
    aprendiendo a través de la profundización y consolidación de los conocimientos
    adquiridos en la educación  básica o
    preuniversitaria. Esa formación debe ser respaldada por la adquisición de
    principios científicos, metodológicos e históricos, criterios básicos que rigen
    el mundo del trabajo.

    La
    escuela politécnica deberá también propiciar una formación que unifique ciencia
    y trabajo, trabajo intelectual  y trabajo
    instrumental. El proceso pedagógico profesional tiene lugar en el medio social
    de la escuela politécnica, el taller docente, los laboratorios, las áreas de
    campo, los talleres y áreas de trabajo de la empresa, etc.

    El
    trabajo como principio educativo expresa el enfoque crítico del papel de la
    Pedagogía Profesional, se fundamenta en la unidad entre ciencia, técnica y
    proceso productivo.

    Es
    esta reunificación el punto de partida para el planteamiento de una nueva
    propuesta político – pedagógica para la escuela politécnica ya que en el
    trabajo concreto toda actividad es teórica y práctica, es científica y técnica,
    es intelectual e instrumental.

    En
    este  sentido,
    el trabajo es entendido en su  concepción más amplia como
    cultura, como actividad reflexiva, como principio del proceso de transmisión –
    asimilación – producción del conocimiento científico y tecnológico.

    En
    fin, el trabajo es visto  como  la propia producción de la existencia humana,
    como realidad compleja y contradictoria que forma parte de la vida de todas las  personas.

    El
    trabajo docente, como práctica social, constituye el ejercicio profesional del
    profesor. Representa su compromiso con el proceso de planeamiento de la
    enseñanza profesional, es decir, el compromiso de explicitar los objetivos y
    ubicándose  conscientemente a favor de la
    mayoría de los alumnos, seleccionando y organizando los contenidos
    curriculares, escogiendo métodos, procedimientos y técnicas de enseñanza,
    definiendo una validación sistemática.

    De
    un lado los profesores e instructores trabajan con un proceso de planeamiento
    de la enseñanza de su disciplina; por otro lado, el  trabajo docente necesita una apropiación
    creativa de los contenidos curriculares.

    Esto
    significa que la Pedagogía Profesional ofrece una contribución indispensable a
    la formación de los futuros profesionales técnicos, a respaldar el concepto de
    trabajo como una actividad planeada, consciente y dinámica, contribuyendo a
    distinguir determinados objetivos de aprendizaje profesional.

    En
    una escuela politécnica agrícola, industrial o de economía, la cuestión del
    desarrollo del intelecto no puede desligarse del desarrollo de competencias y
    habilidades profesionales rectoras.

    El
    alumno necesita de una instrumentalización al mismo tiempo teórico – técnica
    para realizar el trabajo intelectual de forma creativa. 

     

    Teniendo
    en cuenta que el alumno realiza trabajo concretamente, él desarrolla las
    capacidades de pensar, planear, reflexionar y validar, en la medida que pensar
    y hacer son dimensiones inseparables del trabajo intelectual.

    En
    este sentido, el profesor debe crear su propia didáctica,  su práctica de enseñanza profesional en
    situaciones didácticas específicas en consonancia con las especificidades de la
    disciplina técnica que imparte en el contexto social en que la escuela politécnica
    se desarrolla y considerando el entorno en el que está insertada.

    Estos
    presupuestos se convierten en indicaciones importantes para la Pedagogía
    Profesional en su objeto de estudio, ya que cuanto mayor sea el dominio del
    contenido específico y didáctico por el profesor, mayor será su autonomía,
    mayores sus posibilidades de creatividad. Esto es una forma que auxiliará a los
    docentes a construir su propia profesionalización.

     

    cambio pedagógico profesional, debe intervenir en los procesos
    formativos desde la historia, el perfil y los estilos que le sean propios, y en
    los que radica su fuerza para realizar la labor formativa.

    De
    hecho tiene por objetivo preparar un ciudadano para el trabajo, inmerso en el
    trabajo, el que permite formar un trabajador en múltiples dimensiones
    profesionales. 

    La
    enseñanza profesional asegura en los alumnos la integralidad de la educación
    básica, que asocia la educación general con las bases de una educación tecnológica. 

    Una
    enseñanza profesionalizada posibilita al alumno la comprensión histórico –
    social de los fundamentos científicos y tecnológicos del contexto socio –
    político – económico y cultural.

    Desde
    el punto de vista de la Pedagogía Profesional, este autor entiende el proceso
    pedagógico profesional como un todo, un conjunto de componentes
    interrelacionados.

    Esa
    visión relacional considera el proceso pedagógico profesional como un proceso
    dinámico, en constante movimiento. Por lo tanto, la tarea principal y más
    completa del profesor es buscar la unidad entre las siguientes esferas:

     

    ¨                      
    Educación Técnica –
    Profesional y Sociedad.

    ¨                      
    Teoría y práctica.

    ¨                      
    General y
    específico.

    ¨                      
    Intelectual
    e instrumental (técnico).

    ¨                      
    Ciencia y trabajo.

    ¨                      
    Contenido y forma.

    ¨                      
    Profesor, alumno e
    instructor.

    ¨                      
    Escuela politécnica
    y entidad productiva.

    ¨                      
    Instructivo y
    educativo.

    ¨                      
    Cognitivo y
    afectivo.

    ¨                      
    Unidad y diversidad.

    ¨                      
    Docencia, producción
    e investigación.

    ¨                      
    Universal y
    particular.

    ¨                      
    Formación y
    superación profesional.

    La
    unidad entre estas relaciones no significa simplicidad. Estas relaciones deben
    converger ya que cada una de ellas por separado, no puede explicar y comprender
    la integralidad del proceso pedagógico profesional.

    Esas
    relaciones forman una unidad, ninguna puede ser considerada por sí sola, ni de
    manera mecánica o aislada. En este sentido, existe el imperativo de superar la
    discusión dicotómica que muchas veces se efectúa entre las relaciones ya
    citadas.

    Estas
    relaciones a veces en la práctica escolar son analizadas de forma contrapuesta,
    en vez de ser analizadas de manera integrada, o sea, debe analogarse el proceso
    pedagógico profesional a partir del análisis y comprensión de las condiciones,
    intereses y necesidades de la sociedad y la Educación Técnica Profesional.

    Por
    tanto, la enseñanza profesional no puede ser entendida aislada del contexto
    social ni de las situaciones que constituyen el 
    contexto de los alumnos. De esta manera, los problemas de  la enseñanza profesional no pueden ser
    comprendidos si no son referidos a la sociedad en que se sitúan. 

    A
    continuación se explicarán cada una de estas relaciones:

     

    v                      
    Educación técnica
    profesional y sociedad:

     

    La
    Educación Técnica – Profesional y la Sociedad no pueden ser consideradas como
    realidades independientes, sino que la enseñanza profesional debe ser vista
    como un fenómeno político, precisamente por traducir objetivos e intereses de
    grupos, social y económicamente diferentes.

    La
    Escuela Politécnica Cubana tiene ante sí un enorme desafío: es necesario dejar
    de ser definitivamente simples repetidores del conocimiento técnico acumulado y
    responder a la exigencia de la sociedad de ser fundamentalmente productores de
    conocimientos y saber profesional.

    Sólo
    de esta forma la educación contribuirá al progreso  social, teniendo en cuenta que el trabajador
    es su actor principal, pero para  ello
    hay que formarlo y perfeccionarlo en la escuela politécnica, por cuanto para
    construir la sociedad hay que construir a un trabajador de nuevo tipo, un
    trabajador de nuestro tiempo, que adquiera las habilidades prácticas necesarias
    para que muestre un adecuado desempeño profesional, pero que adquiera además la
    capacidad de pensar según  los
    requerimientos de esta sociedad y la de sentir como cubano.

     

    v                      
     Teoría y práctica:

     

    Otro
    vínculo básico que se considera importante resaltar es respecto a la unidad
    entre teoría y práctica. No se oponen, y no debe haber dicotomía entre ellas.
    Lo que debe haber es una constante relación recíproca. 

    En
    la medida en que ese propósito pueda ser extendido la práctica se  torna cada vez mas esclarecida y controlada
    por la teoría, y la teoría cada vez más ligada a la realidad productiva. La
    teoría y la práctica no existen aisladas, una no existe sin la otra, por lo que
    se encuentran en indisoluble unidad.

    En
    investigaciones realizadas por la Dra. Ida Hernández Ciriano (1994) se
    demuestra que los más genuinos exponentes de las necesidades educacionales de
    la América Latina desde hace más de un siglo, se han  venido preocupando por los asuntos antes
    mencionados.

    Un
    ejemplo del pasado es Simón Rodríguez (1771-1854),  quien  decía que la enseñanza debía ser
    experimental y que debía relacionarse siempre con  la naturaleza.

    Entendía
    que la educación debía ser social y para el ejercicio pleno en la vida, pensaba
    que el individuo debía formarse en un oficio. En el "Proyecto de Reforma
    Escolar" para Venezuela, Simón Rodríguez plantea:

    "Los
    artesanos y los labradores son una clase de hombre que debe ser atendida como
    lo son sus ocupaciones. […]

    Las
    artes mecánicas están en esta ciudad y aún en toda la provincia como vinculadas
    en los pardos y morenos. Ellos no tienen quien 
    los instruya; a la escuela de niños blancos no pueden concurrir: la
    pobreza los hace aplicar desde sus tiernos años al trabajo y en él adquieren
    prácticas, pero no técnicas: faltándoles éstas, proceden en todo al tiento;
    unos se hacen maestros de otros y todos no han sido ni aún discípulos…".
    [6]

    En
    esta cita de Simón Rodríguez se advierte su preocupación por la enseñanza del
    oficio en correspondencia con las peculiaridades del mismo, se aprecia la
    dimensión social de la educación  para
    oficios y profesiones en relación con el contexto social.

    Un
    educador de trascendencia latinoamericana y universal fue el Héroe Nacional de
    Cuba, José Martí Pérez (1853-1895), quien en la mayoría de los trabajos de
    contenido expresamente pedagógico, argumentó su idea de que se debía educar
    para la vida. En un artículo que escribió para el periódico La Nación de Buenos
    Aires, el 14 de noviembre de 1986, expresó:

    "El
    remedio está en desenvolver a la vez la inteligencia del niño y sus cualidades
    de amor y pasión, con la enseñanza ordenada y práctica de los elementos activos
    de la existencia en que ha de combatir, y la manera de utilizarlos y moverlos.

    El
    remedio está en cambiar brevemente la instrucción primaria  de verbal en experimental, de retórica en
    científica; en enseñar al niño a la vez que el abecedario de las palabras, el
    abecedario de la naturaleza". [7] 

    Es
    perfectamente apreciable en estas líneas la idea de romper con la enseñanza
    verbalista y trasladar el aula a la sociedad.

    Martí
    le dio gran importancia al desarrollo de la agricultura  en América. Admiraba las riquezas de la
    naturaleza americana y entendía que con la enseñanza de materias útiles a la
    agricultura podrían obtenerse más y mejores frutos; proponía enseñar:

    "..
    Naturaleza y composición de la tierra, y sus cultivos; aplicaciones
    industriales de los productos de la tierra; elementos naturales y ciencias que
    obran sobre ellos o pueden contribuir a desarrollarlo: he ahí lo que en forma
    elemental, en llano lenguaje, y con demostraciones prácticas debiera
    enseñarse…" [8]

    Aquí
    no sólo enfatiza lo que debe enseñarse, sino 
    también  cómo debe  hacerse. Su 
    concepto de la enseñanza 
    científica y experimental implicaba vinculación con la vida, con la
    práctica. Martí combatió el formalismo y el verbalismo, vicios que todavía hoy
    afectan la enseñanza profesional y la educación en general.

    En
    el año 1883, en un artículo dirigido a La Nación de Buenos Aires plantea:

     

    "Puesto
    que a vivir viene el hombre, la educación ha de prepararlo para la vida. En la
    escuela se ha de aprender el manejo de las fuerzas conque en la vida se ha de
    luchar. Escuelas no deberían decirse, sino talleres. Y la pluma debía manejarse
    por la tarde en las escuelas; pero por la mañana la azada". [9]

    Obsérvese
    como Martí constantemente recuerda la relación de las escuelas con las
    necesidades de la vida.

     

    v                      
     General y específico:

     

    La
    Pedagogía Profesional debe ser capaz de integrar los conocimientos científicos
    y tecnológicos en general y el proceso de producción de la existencia
    humana. 

    El
    desafío de integrar la educación general como base fundamental de  la educación tecnológica es una gran tarea de
    los  profesores de las escuelas
    politécnicas.

     

    v                      
     Intelectual e instrumental:

     

    Otro
    vínculo básico de la enseñanza profesional es la relación entre lo intelectual
    y lo instrumental.

    Generalmente
    lo que se observa en la práctica escolar de los docentes de asignaturas básicas
    es la enseñanza profesional encaminada a desenvolver en los alumnos una cultura
    general desvinculada del objetivo de formación técnica y profesional o
    viceversa, y absolutizando los conocimientos vinculados a la educación general

    En
    este sentido, la dicotomía entre lo intelectual y lo instrumental es colocada
    por el propio profesor, al no  reconocer
    que los alumnos se preparan para el ejercicio de las  profesiones técnicas desempeñando funciones
    intelectuales e instrumentales del sistema productivo en el conjunto de
    relaciones sociales.

    Georg
    Kerchenstainer  (1854-1932),  notable pedagogo alemán, considerado por
    muchos el padre de la Pedagogía Profesional, plantea por primera vez, en 1920,
    el concepto de Pedagogía Profesional y plasmó sus ideas pedagógicas en su
    escuela modelo de Munich.

    Él
    sostenía que la educación tiene por finalidad formar ciudadanos útiles y, por
    tanto, la escuela debe ayudar al educando a escoger una ocupación y
    acostumbrarlo a mirar cualquier oficio como un aporte a la comunidad.

    Agregaba
    que si el impulso natural hacia el trabajo físico es la tendencia dominante en
    el escolar, entonces, hay que dar preferencia a su formación vocacional por
    medio de talleres y labores domésticas, más si se tiene en cuenta que, la
    actividad manual contribuye al desenvolvimiento integral del sujeto.

    La
    preparación para el trabajo debe proporcionarla la escuela politécnica
    combinando la enseñanza con el trabajo manual y técnico, el estudio en los
    libros con tareas vinculadas a la práctica. Los contenidos técnicos deben estar
    relacionados con elementos que permitan su aplicación práctica.

    En
    el plano educativo, la enseñanza profesional debe lograr:

    ¨                      
    Desarrollar
    habilidades profesionales rectoras, de coordinación motriz, con el manejo de
    instrumentos y  con  el uso de materiales diversos para su
    transformación.

    ¨                      
    Formar hábitos de
    trabajo físico con distintas herramientas simples (albañilería, carpintería,
    soldadura, agricultura).

    ¨                      
    Despertar el interés
    hacia tareas necesarias en la vida común (construir un mueble, repararlo,
    pintarlo; realizar conexiones eléctricas), así como construir objetos
    artísticos de utilidad  o  de adorno, poniendo en juego la imaginación
    creadora y la fantasía.

    ¨                      
    Sentir amor al
    trabajo.

    ¨                      
    Establecer la
    vinculación entre el trabajo manual y el trabajo intelectual.

    ¨                      
    Ofrecer la
    oportunidad para que se manifiesten libremente las aptitudes, tendencias e
    inclinaciones de los estudiantes.

    ¨                      
    Apreciar la
    significación que tiene el trabajo en general, trabajo abstracto, como el único
    medio, con la naturaleza, para la producción de bienes materiales y
    espirituales.

    ¨                      
    Comprender la
    importancia del estudio de las leyes de la naturaleza y acumular experiencias.

    ¨                      
    Entender el esfuerzo
    colectivo de las tareas cuando son varios los alumnos que en ellas intervienen,
    como por ejemplo en el trabajo de albañilería o en el de la agricultura.

    ¨                      
    Apreciar el valor
    del tiempo.

     

    Como
    elemento de esta actividad politécnica el alumno debe reconocer los fundamentos
    de la producción de un modo directo. Las prácticas de producción en los
    talleres no pueden proporcionar al estudiante más que una idea muy limitada
    de  cómo se  producen los bienes materiales. 

    Hace
    falta salir de la escuela politécnica y conocer los centros de trabajo en
    actividad productiva intensa. La visita a un Complejo Agroindustrial (CAI), por
    ejemplo, pone a los alumnos en contacto directo con el proceso de elaboración
    del azúcar.

    Una
    idea rectora que rige todo el pensamiento pedagógico de José Martí es la
    combinación del estudio con el trabajo. El trabajo manual junto con el
    intelectual era a su juicio condición indispensable de la educación. A estos
    efectos decía:

    "Ventajas
    físicas, mentales y morales vienen del trabajo manual… El hombre crece con el
    trabajo que sale de sus manos… Y detrás de cada escuela un taller agrícola, a
    la lluvia y al sol, donde cada estudiante sembrase un árbol… De textos secos,
    y meramente lineales no nacen, no, las frutas de la vida". [10]

    Aquí
    se aprecia la importancia que desde aquella época ya se  le confería a la educación en la propia vida.

     

    v                      
     Ciencia y trabajo:

     

    Por
    otro lado, la unidad entre ciencia y trabajo establece nuevas formas de
    relación para exigir otra concepción de la Educación Técnica y Profesional: no
    ver la enseñanza profesional como una transmisión de conocimientos
    profesionales, sino lograr instrumentalizar al alumno, y además que sea capaz
    de comprender críticamente la realidad social donde se inserta, posibilitando una
    actuación consciente sobre ella a través de su ejercicio profesional.

    El
    trabajo es inherente e indispensable a la vida humana, es la base de su
    existencia. El trabajo considerado
    como medio educativo tiene implicación:

    ¨                      
     Económica.

    ¨                      
     Social.

    ¨                      
     Psicológica.

    ¨                      
     Moral.

    La
    implicación económica es evidente, ya que permite la producción de bienes
    materiales indispensables para la subsistencia de la persona y la colectividad.

     

    En
    lo social, el hombre que trabaja es un ciudadano útil, positivo, productivo;
    solo aquellos que no trabajan implican potencialmente peligros diversos para la
    comunidad. 

    En
    lo psicológico, el hombre sólo se realiza plenamente mediante el trabajo. La
    personalidad del hombre que trabaja es mas coherente, liberada de las
    desviaciones intelectualistas (consecuencia de la falta de contacto con la
    realidad, con la práctica).

    El
    trabajo es reconstituyente del equilibrio espiritual y ejercita el dominio de
    sí mismo.

     

    En
    lo moral, las exigencias del trabajo: responsabilidad, honestidad, método,
    perseverancia, resistencia (más espiritual que física), son las condiciones
    formales de la conducta moral.

    El
    trabajo para Kerchenstainer no constituye un fin sino un medio para la
    educación de la voluntad y el carácter moral. 

    No
    se debe confundir el trabajo manual con las acciones de aplicación práctica de
    los conocimientos logrados en cada actividad docente profesional. Toda clase
    tiene una dimensión teórica y otra práctica.

    La
    Escuela Politécnica no debe reducirse a la actividad práctica de los alumnos
    sin basamento científico, esto desnaturaliza su esencia; debe ser,
    necesariamente escuela de producción de bienes materiales, de valor económico,
    que incremente los recursos económicos de la escuela y la comunidad.

    Pero
    para ello, las especialidades a elegirse para  una  escuela politécnica deben
    responder a la realidad, recursos y necesidades de las zonas: agrícolas,
    pecuarias, mineras, comerciales
    o, turísticas,
    etc.

    Las
    escuelas politécnicas como escuelas de 
    producción revisten las mismas características de los centros de
    producción de la comunidad.

    La
    esencia de la Pedagogía Profesional es educar 
    mediante el trabajo productivo; en otros términos, el trabajo en la
    escuela debe llegar a ser contenido y método de enseñanza,  porque nada enseña mejor al hombre que la
    experiencia laboral. Es un aprender que se resuelve en un hacer, que, para
    llevarse a efecto, implica el aprender. 

    El
    estudio, las habilidades prácticas y las asignaturas técnicas están en función
    del trabajo (trabajos grupales y trabajos individuales). Veamos un ejemplo en
    que se unen la ciencia y el trabajo, en una experiencia educativa y didáctica
    completa:

    Un
    alumno fabrica un par de zapatos, para ello, empieza estudiando la geometría:
    la línea recta, los ángulos, el círculo, sus medidas; pasa luego al estudio de
    las ciencias naturales, ocupándose de las propiedades de la madera, el hierro,
    el cuero, y por último, revisa el sistema métrico decimal y las técnicas de
    áreas afines.

    Este
    es el método de los complejos que se parece al método de proyectos, muy
    divulgado por la Pedagogía Profesional.

    Para
    una mayor eficiencia del trabajo escolar, la enseñanza profesional comprende la
    necesidad de familiarizar a los alumnos con los principios básicos de la
    producción moderna y situarlos en condiciones favorables para su incorporación
    al trabajo productivo, ya que el trabajo es la primera condición de la vida
    humana.

    Los
    alumnos deben comprender que todo lo que existe en la sociedad, las creaciones
    de los hombres y los medios para satisfacer sus necesidades son fruto del
    trabajo.

    Los
    objetos, las cosas, los valores materiales de cualquier naturaleza que el
    hombre utiliza para su vida, para su comodidad y bienestar, así como los medios
    de destrucción, todo sintetiza trabajo humano. 

    El
    hombre mismo, su vida, su cultura, su formación individual, su pensamiento y el
    lenguaje, todo es un resultado directo de su actividad, es decir, de su
    trabajo. 

    Con
    él, el hombre se modifica, pone en movimiento las energías naturales de su
    cuerpo, las manos y los dedos, la cabeza y los pies, su sistema muscular y su
    sistema nervioso, manifiesta  sus
    aptitudes y desarrolla capacidades.

    Para
    vivir, el hombre ya no puede tomar directamente de la naturaleza los medios
    necesarios, sino que debe producirlos. Así, con ayuda de los instrumentos
    transforma las materias primas  y crea
    los bienes necesarios para la existencia humana, de acuerdo con propósitos
    previamente determinados.

    Todos
    los seres humanos deben prepararse para el trabajo. Esta es una exigencia de la
    vida social. He aquí, pues, uno de los objetivos del proceso pedagógico
    profesional. 

    El
    trabajo es el gran educador del hombre. Forma la voluntad, despierta
    iniciativas, estimula la tenacidad, favorece los sentimientos de dignidad
    personal, la confianza en las propias fuerzas, produce satisfacciones morales,
    desarrolla el sentido del deber y es fuente de las más elevadas satisfacciones
    humanas.

     

     

    v                      
     Contenido y forma:

     

    Otra
    relación que debe ser analizada es respecto al contenido y forma. Los conceptos
    de contenido y forma son definidos de manera diferentes. Estos no pueden ser
    considerados en sentido estricto, sino 
    que deben ser comprendidos con una visión más amplia y crítica.

    El
    concepto de contenido tiene un carácter eminentemente social y, por tanto,
    histórico. Este debe atender a los intereses de la sociedad. También la forma
    no puede ser entendida independiente, ya que forma y contenido están
    interrelacionados. La forma debe estar siempre relacionada a las finalidades
    sociales de la educación.

    La
    forma de enseñar del profesor cumple una función social específica, a través de
    la transmisión, asimilación y producción de saber profesional, sin embargo, se
    aprecia también, implícitamente, una concepción educativa que contribuya a
    conservar y superar sus condiciones y necesidades de la sociedad.

    La
    relación contenido y forma constituye una unidad indisoluble. Esta unidad está
    determinada en el hecho de que uno no puede existir sin el otro. El contenido
    tiene siempre una forma y esta tiene un contenido.

     

    v                      
     Profesor, alumno e instructor: 

     

    Dentro
    del aula se muestra otra relación importante: profesor – alumno – instructor.

    En
    este  sentido es importante tomar como
    punto de referencia algunas premisas:

    ¨                      
    La Educación Técnica
    y Profesional es un  proceso de

    ¨                      
     carácter sistemático, intencional
    y flexible, observando la obtención de determinados resultados (conocimientos,
    habilidades intelectuales y psicomotoras, normas de conducta, valores,
    etc.). 

    ¨                      
    El profesor o
    instructor debe preparar, organizar y dirigir el proceso pedagógico
    profesional, teniendo en cuenta estimular y suscitar actividades propias de los
    alumnos para el aprendizaje profesional.

    ¨                      
    El alumno debe
    estudiar con el fin de obtener los resultados propuestos. El estudio es más
    efectivo cuando el alumno interpreta los objetivos de la enseñanza profesional
    como objetivos personales, propios, cuando los subjetiviza, los hace suyos y se
    implica en su propio aprendizaje profesional.

    En
    este sentido, se puede determinar como objeto de la Pedagogía Profesional el
    sistema de objetivos, contenidos, métodos, procedimientos y técnicas de
    enseñanza y la sistemática evaluación del aprendizaje profesional así como las
    formas de organización, planeamiento y valoración del proceso de trabajo docente
    profesional.

    De
    esta forma la enseñanza profesional efectiva se traduce por un proceso de
    trabajo a ser realizado por el profesor o el instructor  y por los alumnos, actuando acorde a un
    objetivo común. En síntesis, podemos decir que los componentes fundamentales
    del proceso pedagógico profesional forman la base de los estudios de la
    Pedagogía Profesional a partir del contenido de la propia pedagogía.

     

    v                      
    Escuela politécnica
    e entidad productiva:

     

    El
    desarrollo de la Educación Técnica y 
    Profesional actual y futuro no es posible al margen de la unidad escuela
    politécnica – entidad   productiva, por
    ello, esta última no puede ser sólo un centro de producción, sino
    simultáneamente una importante institución educativa encargada sobre todo de la
    superación profesional del trabajador y de la preparación del trabajador en
    formación, o sea, del estudiante; asimismo, la primera no  puede 
    ser sólo un centro educacional sino a la vez una entidad productiva, con
    la misión de preparar un trabajador competente.

    En
    la vinculación escuela politécnica – entidad productiva se presenta algunas
    deficiencias:

    ¨                      
    El vínculo casi nulo
    de la actividad docente con la actividad práctica empresarial.

    ¨                      
    La actividad laboral
    casi nunca se organiza como parte intrínseca del proceso pedagógico de la
    escuela politécnica, para que forme una unidad en el proceso pedagógico
    profesional.

    ¨                      
    Algunos profesores
    no se sienten comprometidos con la situación económica, productiva y financiera
    de las empresas del territorio.

    ¨                      
    Los instructores, en
    muchos casos rechazan a los alumnos y no se sienten responsabilizados con la
    educación y el aprendizaje profesional de los mismos.

    ¨                      
    Los profesores no
    conocen las diversas actividades laborales que pueden desempeñar los alumnos en
    la empresa una vez graduados, lo cual limita la preparación de éstos en la
    escuela politécnica.

    Los
    aportes teóricos realizados en este trabajo deben contribuir a dar respuesta a
    la solución de estos problemas.

     

    v                      
    Instructivo y
    educativo:

     

    José
    Martí planteó que la educación debe preparar al hombre  para la vida. Partiendo de esta idea martiana
    corresponde al docente dirigir el proceso pedagógico profesional de manera tal
    que junto a lo cognitivo, se garantice la formación de las convicciones,
    capacidades, ideales, sentimientos del trabajador que va a vivir y  participar de una manera activa y
    transformadora en las empresas de la sociedad.

    Es
    por ello que la educación en la escuela politécnica debe concebirse en estrecha
    vinculación con la vida y con los intereses y necesidades de los trabajadores,
    lográndose a partir de lo instructivo, la educación y desarrollo de la
    personalidad del estudiante, considerándolo como un trabajador en formación.

    La
    unidad entre lo instructivo y lo educativo en la escuela politécnica se logra
    con la organización y dirección acertada de la actividad laboral de los alumnos
    y la adecuada comunicación, que se aleje del academicismo y se acerque a la
    profesionalización, es decir, con la aplicación de un estilo pedagógico
    facilitante, en el que se produzca un mayor acercamiento docente entre los
    estudiantes y el profesor.

    La
    unidad educación – instrucción debe satisfacer la necesidad de preparar a un
    trabajador que satisfaga las exigencias de la sociedad, un trabajador
    competente, preparado para el cambio tecnológico, pero que a su vez sea un
    agente de cambio.

    Para
    ello, es necesario el incremento sistemático del tiempo de actividades
    independientes de los estudiantes, al situarlo en función de su propio
    aprendizaje profesional y autocontrol, y para la detección y solución de
    problemas profesionales que se produzcan en la esfera de la producción y los
    servicios.

    Se
    deben crear situaciones que posibiliten aprovechar las experiencias de los
    alumnos, así como crear un clima de seguridad y confianza entre los estudiantes
    y el profesor o el instructor.

    El
    profesor o el instructor debe demostrar la importancia de los contenidos objeto
    de estudio en el proceso pedagógico profesional.

     

     

    v                      
     Cognitivo y afectivo: 

     

    Los
    conocimientos, hábitos y habilidades que posean un sentido personal para el
    alumno, provocan una efectiva regulación de la conducta y viceversa, aquellos
    motivos proclives a la escuela politécnica y al aprendizaje profesional,
    facilitan la  asimilación de los
    contenidos de las asignaturas y la 
    adquisición  de determinadas
    normas de conducta.

    Esta
    relación también permite dilucidar el hecho de que la obtención simple del
    conocimiento profesional no implica automáticamente su manifestación
    conductual, sino solo cuando resulta relevante para la personalidad en su
    reflejo afectivo-volitivo. Por eso las operaciones cognitivas en la escuela
    politécnica tienen que ser portadoras de un contenido emocional favorable
    para  poder cumplir los objetivos y
    desarrollar habilidades profesionales rectoras en los estudiantes.

    Fernando
    González Rey y Albertina Mitjáns Martínez han demostrado en sus investigaciones
    (1990) que por la propia esencia humana todos los elementos que se integran en
    la personalidad tienen una naturaleza cognitiva y afectiva, es imposible
    delimitar un hecho o fenómeno psicológico puramente afectivo o puramente
    cognitivo en el funcionamiento normal del hombre.

     

    Entre
    las principales cualidades que debe desarrollar un futuro trabajador está el
    colectivismo, por lo que el proceso pedagógico profesional debe lograr el
    fortalecimiento del espíritu colectivista, el respeto mutuo, la disposición a
    la ayuda, la franqueza, la actitud crítica y la autocrítica.

    Solo
    en el colectivo y con su ayuda se puede dirigir el  trabajo educativo en la formación del futuro
    trabajador. El alumno de la escuela politécnica pertenece a varios grupos: su
    grupo clase, el colectivo laboral de la empresa y a otros grupos informales, y
    todos ellos ejercen su acción formativa.

    Algunas
    vías esenciales para transmitir a los estudiantes la experiencia de los
    trabajadores son la relación de los alumnos en los colectivos de trabajo en las
    empresas, la realización de tareas productivas y la participación en sus
    reuniones. Todo ello, sobre la base de tener en cuenta las particularidades
    individuales y grupales, para propiciar el desarrollo adecuado de su
    personalidad.

    Para
    lograr los objetivos planteados anteriormente es  importante que la entidad productiva se
    convierta en una gran escuela politécnica, pero más importante es que los
    trabajadores vayan adquiriendo cada día más conciencia de la necesidad de su
    incorporación a la sociedad con agresividad y espíritu transformador, en tanto
    que constituyen los motores impulsores de la misma. 

    En
    este sentido adquiere una importancia de primer orden la integración escuela
    politécnica – entidad productiva, con el fin de aprovechar las posibilidades
    reales y concretas para la dirección del desarrollo de la personalidad el grupo
    de trabajadores en formación (estudiantes) a través del proceso  productivo, empleando las diversas
    modalidades de integración existentes.

    La
    Escuela de Economía, por ejemplo, tiene la alta responsabilidad del éxito o el
    fracaso, desde el punto de vista técnico, de las  transformaciones económicas que se están
    llevando a cabo en Cuba, por cuanto estas medidas traen consigo nuevas
    instituciones, las cuales deben ser conducidas por nuevos actores económicos,
    que en la mayoría de los casos no tienen la 
    preparación necesaria para enfrentarlas.

    A
    tales efectos se han perfeccionado los planes y 
    programas  de estudio de la
    especialidad Economía, propiciándole autonomía y flexibilidad de actuación a la
    escuela politécnica.

    No
    obstante, es nuestro criterio que la solución a esta problemática tiene
    necesariamente que tomar en consideración el papel que desempeña el docente y
    sus métodos de enseñanza, pero, además, las actividades prácticas que realicen
    los estudiantes en las diversas empresas, las cuales deben ser utilizadas en
    función de una mejor preparación del futuro graduado y como una vía de
    transformación de la realidad contable, económica y financiera de las mismas,
    lo cual se logra con la aplicación consecuente de una Pedagogía Profesional.

    Las
    condiciones mencionadas anteriormente exigen el desarrollo actual de una
    Pedagogía de la Educación Técnica y Profesional, sustentada en las
    peculiaridades de este subsistema de educación y encaminada a su
    perfeccionamiento, acorde con los requerimientos actuales.

    Estas
    concepciones han sido objeto de profundo análisis en las obras dedicadas a la
    Pedagogía Profesional (Batishev S. V., Beliaeva A., Wolfgang R.) de Rusia y
    Alemania respectivamente y en la incipiente Pedagogía Profesional cubana
    (Roberto Abreu, René Cortijo Jacomino, Ana Miriam Hernández, María del Rosario
    Patiño, Rafael Fraga, Ida Hernández Ciriano, entre otros).

    Aunque
    son muy embrionarios los criterios aquí expuestos, criticables y rechazables en
    algunos casos, constituyen una sólida base para continuar reflexionando y encontrando
    posibles soluciones a las complejas situaciones que enfrenta la Educación
    Técnica y Profesional en la actualidad.

     

     

    5.

    Conclusiones

     

    La pedagogía propia de la Educación Técnica
    y Profesional se  ha desarrollado a lo
    largo de un prolongado período histórico. Ella tiene antecedentes teóricos y
    prácticos, los cuales surgieron mucho antes que la Educación Técnica y
    Profesional como sector institucionalizado de la  sociedad (Abreu,1996).

    La Pedagogía Profesional como teoría
    pedagógica científicamente fundamentada constituye una propuesta pedagógica
    concreta que satisface las exigencias de la formación técnica profesional y la
    producción, para lo cual es necesario, por el carácter de unidad de estos dos
    sectores, una Pedagogía capaz de fusionar en un proceso único la educación que
    se desarrolla en la Escuela Politécnica con la que se desarrolla en la Entidad
    Productiva, haciendo óptima la interrelación colectivo pedagógico – colectivo
    laboral y alumno – trabajador.

    Los principios básicos de la Pedagogía
    Profesional son la Educación Tecnológica y la Educación Laboral.

    En
    el proceso pedagógico profesional se manifiestan un conjunto de relaciones que
    el profesor de escuela politécnica no debe dejar de tener en cuenta en su
    práctica pedagógica cotidiana. Estas relaciones son: Educación
    Técnica-Profesional y Sociedad, teoría y práctica, general y específico, intelectual e
    instrumental (técnico), ciencia y
    trabajo, contenido y forma, profesor, alumno e instructor, escuela politécnica
    y entidad productiva, instructivo y educativo, cognitivo y afectivo, unidad y
    diversidad, docencia, producción e investigación, universal y particular y,
    formación y superación profesional.

    La
    Pedagogía de la Educación Técnica y Profesional se ha desarrollado como una
    ciencia pedagógica particular, es una rama de la Pedagogía, pero no constituye
    únicamente una aplicación mecánica de la misma, ya que existen regularidades específicas
    que no se derivan directamente de las regularidades generales de la Pedagogía.

    En
    este contexto hay que prestar mayor atención al estudio de los problemas
    siguientes, que se constituyen en
    problemas pendientes de esta investigación:

    ¨
    ¿Cómo establecer la necesaria relación entre ciencia, producción y asignatura
    en el proceso pedagógico profesional?.

    ¨
    ¿Qué relación existe entre la lógica de la asignatura, el proceso pedagógico y
    el proceso productivo?.

     

    ¨
    ¿Cuáles son las regularidades y leyes de la Pedagogía Profesional
    y qué relación muestran con las leyes de la producción?.

     

    ¨
    ¿Cuáles son las regularidades de la adquisición de conocimientos profesionales
    y de la formación y desarrollo de las bases de la Didáctica de las Ciencias
    Técnicas?.

    ¨
    ¿Cómo combinar la educación con el trabajo productivo de los estudiantes?.

    ¨
    ¿Qué relación existe entre la actividad cognoscitiva y la actividad laboral?.

    ¨
    ¿Cómo aplicar de manera consecuente los principios generales de la Pedagogía en
    la formación y superación de los trabajadores de las esferas de la producción y
    los servicios?.

    ¨
    La necesidad de fundamentar los principios específicos de la educación técnica
    y la formación profesional.

    ¨
    ¿Cómo establecer la relación entre la formación general, politécnica y
    profesional?.

    ¨
    ¿Cuáles son las premisas para el aprovechamiento de las potencialidades
    educativas del proceso productivo y de las potencialidades productivas del
    proceso pedagógico?.

    Los
    conocimientos expuestos en este trabajo no son en modo alguno algo terminado,
    definitivo e invariable. Los pedagogos de la Educación Técnica y Profesional se
    encuentran en un proceso de desarrollo de la Pedagogía Profesional como ciencia
    pedagógica particular de la Educación Técnica y Profesional.

     

    Ciencias Sociales,
    La Habana, 1976. Pág. 155.

    [8] 
    Martí Pérez, José. En Escritos sobre educación. Edit. Ciencias Sociales,
    La Habana, 1976. Pág. 105.

    [9]  Martí Pérez, José. En Escritos sobre
    educación. Edit. Ciencias Sociales, La Habana, 1976. Pág. 72.

    [10] Martí Pérez, José. En Escritos sobre
    educación. Edit. Ciencias Sociales, La Habana, 1976. Pág. 13.

     

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    Trabajo
    enviado por:

    Dr.  P. Asist. Alexander Luis Ortiz Ocaña

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