Capitalismo, naturaleza y liberación. Una nueva discusión sociológica desde la teología (página 2)
2.1 Objetivo
general
Analizar la defensa del medio ambiente
propuesta por la ecología de la
liberación, como un camino de la opción por los
pobres trazado por la teología de la
liberación.
2.2 Objetivos
específicos
- Describir cuales son los lineamientos doctrinales,
políticos y organizativos planteados por la
ecología de la liberación, con el fin de lograr
un mejor entendimiento del trabajo comunitario adelantado por
este movimiento
en América
Latina. - Demostrar de que manera la opción por los
pobres se configura como una forma de acción social en
el que hacer ambientalista. - Puntualizar en que medida el trabajo
desarrollado con los sectores populares basado en el método
de ver, juzgar y actuar, propuesto por la teología de la
liberación, se relaciona con el esquema de investigación acción participativa
de la sociología.
3.1. estado del
arte
3.1.1. Génesis de la teología de la
liberación. El movimiento político religioso
conocido como "teología de la liberación", surge de
la autocrítica de un amplio sector de creyentes de
diversas tendencias, y se presenta como un importante paso para
saldar una deuda histórica de la iglesia con
los pobres del mundo. En contraposición a la "antigua
teología" que reducía su quehacer a lo puramente
espiritual y la cual respondía a los intereses de
pequeñas élites y jerarquías, la
teología de la liberación florece de los
sectores marginados de la sociedad buscando
responder a sus necesidades tanto espirituales como materiales. Se
configura entonces como el resultado de unas condiciones sociales
concretas, y además, como el producto de
las reflexiones de un grupo
específico: los excluidos. Es así que, "La
teología del Primer Mundo tiene como interlocutor en sus
reflexiones al hombre culto,
"burgués", técnico, desarrollado, "ilustrado",
secular, escéptico o ateo de los países
industrializados, mientras que la Teología de la
Liberación dialoga y tiene presente al hombre analfabeto,
sencillo, pobre, creyente y reducido a condiciones infrahumanas
de vida, actualizando así la preocupación de
Jesús de evangelizar primariamente a los
pobres".
Aunque el término fue acuñado por el
teólogo peruano Gustavo Gutiérrez en su
célebre texto
"Teología de la Liberación, perspectivas" en 1972,
ya desde mediados del siglo XX el sacerdote brasilero Dom Helder
Câmara comenzaba a trazar el camino de la "opción
por los pobres" que luego seguirían Leonardo Boff, Jon
Sobrino, Dom Pedro Casaldáliga, Hugo Assmann, Gustavo
Gutiérrez entre otros. Si bien el trabajo de Dom Helder
Câmara no es hecho a nombre de la teología de la
liberación, es innegable que éste fue determinante
para impulsar el movimiento y aglutinar a los nuevos pensadores
en pro de un mismo fin, como era, el de redefinir el papel de los
cristianos en el trabajo con las comunidades y su compromiso con
los más necesitados. Como obispo de la ciudad de
São Sebastião, de Río de Janeiro,
impulsó varios proyectos en pro
de los habitantes de las favelas, tales como la Cruzada
São Sebastião, La Feria de la Providencia y El
Banco la
Providencia, todos ellos encaminados a mejorar la calidad de
vida en estas zonas de la ciudad. Participó
activamente en las discusiones del Vaticano II y el CELAM,
espacios en los que su posición fue siempre en favor de
las clases marginadas.
El Concilio Vaticano II (1962 – 1965) iniciado por
el Papa Juan XXIII y culminado por el Papa Pablo VI, marca el inicio
de una apertura (que se vería truncada con la llegada de
Juan Pablo II) de la iglesia hacia un mundo que comenzaba a serle
extraño: "El Concilio aconteció en un momento
difícil para nuestros pueblos latinoamericanos.
Años de problemas, de
búsqueda angustiosa de la propia identidad,
marcados por un despertar de las masas populares y por ensayos de
integración americana, a los que precede la
fundación del CELAM (1955). Esto ha preparado el ambiente en el
pueblo católico para abrirse con cierta facilidad a una
iglesia que también se presenta como "pueblo"." (Puebla
223). Desde el comienzo, el Vaticano II mostró que una
nueva etapa empezaba para la iglesia católica, y contrario
a lo que históricamente había ocurrido, para
éste evento fueron invitados algunos representantes de las
iglesias ortodoxa y protestante, contando además con la
presencia de religiosas, algo nuevo en este tipo de
acontecimientos.
A partir de este momento, la iglesia inicia un viraje en
el trabajo que venía adelantando con su grey,
mirándola no como un rebaño a evangelizar, sino
como el elemento indispensable desde el cual debía partir
una práctica conjunta. De acuerdo con esto, la
opción por los pobres se propone como el derrotero a
seguir por las comunidades religiosas, no sólo de carácter
clerical sino también las de tipo laico. Hacen sus
primeras apariciones en escena las comunidades eclesiales de base
(Ceb’s), grupos de
clérigos, seglares y laicos, buscan a través de
la
organización popular y el estudio, transformar la
realidad de las zonas sobres las cuales tienen influencia. En el
camino hacia la liberación, las Ceb’s, aglutinan los
esfuerzos de una comunidad
específica que tiene metas comunes tanto en el
ámbito espiritual como en el económico y el
político. El "Ver, juzgar y actuar", se erige como la
bandera bajo la cual se emprendería este proceso:
observar la realidad, leerla críticamente a la luz del evangelio
y buscar un cambio
liberador.
Todos estos propósitos de renovación
cuentan con el espaldarazo que les da las conclusiones
presentadas por la Segunda Conferencia
General del Episcopado Latinoamericano, realizada en la ciudad de
Medellín (1968). "No basta, por cierto, reflexionar,
lograr mayor clarividencia y hablar; es menester obrar. No ha
dejado de ser ésta la hora de la palabra, pero se ha
tornado, con dramática urgencia, la hora de la
acción. Es el momento de inventar con imaginación
creadora la acción que corresponde realizar, que
habrá de ser llevada a término con la audacia del
Espíritu y el equilibrio de
Dios". Leonardo Boff, con una gran claridad, llama a este
encuentro como la "fase de casamiento" de la iglesia con los
pobres, "Allí irrumpió en la conciencia
eclesial la centralidad de los pobres y la urgencia de su plena
liberación. Ellos constituyen los 2/3 de la humanidad y de
nuestro continente indo-negro-latino-americano. (…) Estaba
lanzado el desafío para sí misma, para las
demás iglesias y para toda la iglesia universal: ser
aliados, defensores y promotores de los pobres y de su
liberación. Proclamar la liberación como
sueño central de Jesús y realizar la
liberación como misión
contemporánea de la iglesia: he ahí el nuevo
horizonte de la acción evangelizadora." La teología
ya no es suficiente, ahora es necesario hablar de una
teología en contexto, que responda a la situación
de pobreza y
exclusión del pueblo al cual pretende redimir.
Los lineamientos de Medellín fueron continuados
por la Conferencia de Puebla (México
1979). Aunque en un principio fue concebida por parte de la
jerarquía eclesial como la oportunidad de echar marcha
atrás, las conclusiones de Puebla ratificaron el
compromiso prioritario de la iglesia con los pobres y la
búsqueda impostergable de su liberación. "Volvemos
a tomar, con renovada esperanza en la fuerza
vivificante del Espíritu, la posición de la II
Conferencia General que hizo una clara y profética
opción preferencial y solidaria por los pobres, no
obstante las desviaciones e interpretaciones con que algunos
desvirtuaron el espíritu de Medellín, el
desconocimiento y aun la hostilidad de otros. Afirmamos la
necesidad de conversión de toda la Iglesia para una
opción preferencial por los pobres, con miras a su
liberación integral (Puebla 1165)".
3.1.2. Ecología. En sus inicios el hombre
aprendió a relacionarse con la naturaleza con la
intención de sobrevivir, buscó la forma de
integrarse a ella y establecer una armonía que los
favoreciera mutuamente. Aprendió el cómo
vivían los animales y
cuáles eran sus hábitos, pudo cazarlos y
domesticarlos. Ocurrió lo mismo con las plantas,
comenzó a sembrar semillas, a cosechar y almacenar
alimentos,
surgiendo con ello la agricultura.
Más adelante con el descubrimiento del fuego, el hombre
primitivo pudo soportar las grandes temporadas de invierno,
mejorar los alimentos, proveerse luz y calor en las
cavernas, convertirlo en arma contra los animales,
etcétera. "Así, el hombre aprendió a
"controlar" a la naturaleza, en lo que respecta a uso del fuego,
a la práctica de la agricultura, a la cría de
animales domésticos y más tarde en la
acumulación de conocimientos para convertirlos en ciencia".
Con el descubrimiento de nuevos continentes, Occidente
entra en contacto no sólo con nuevas culturas y
territorios, sino además con nuevos conocimientos tanto en
el campo científico como en el de las artes. Este
enriquecimiento produjo una excesiva explotación de los
recursos.
Así, "Al intensificarse la práctica de la
agricultura y de la ganadería,
en algunas regiones la ocupación de grandes extensiones de
terreno para cultivar productos de
interés
comercial y de pastizales para criar ganado, propició que
se destruyeran las plantas y animales autóctonos; paralelo
a esto, el incremento en la explotación forestal y mineral
produjo el deterioro del medio natural".
En la edad contemporánea se da un desarrollo
acelerado de la ciencia y
la tecnología, se inventan poderosas máquinas e
instrumentos que le proporcionan al hombre mayor facilidad y
capacidad de explotación de los recursos
naturales. Además, "El aumento en la población del mundo implicó una
mayor necesidad de recursos, por
lo que se dio un uso desmedido de las máquinas de
combustión interna, propiciando así
una gran alteración del ambiente, pues los combustibles
derivados del
petróleo son parcialmente aprovechados y las
máquinas arrojan al ambiente gases y humo;
obviamente, la acumulación de estas sustancias en el medio
las vuelve tóxicas, ocasionando graves daños tanto
al hombre como a otros seres vivos".
Es a raíz de todos estos acontecimientos que
comienza a tomar forma la ecología. Su vocablo proviene de
las alocuciones griegas oikos: casa y logos: ciencia, por lo
tanto es el estudio de las relaciones entre los organismos y su
medio. Es una ciencia relativamente joven pues "comienza a
formarse en la segunda mitad del siglo XIX y toma cuerpo ya en el
siglo XX. La ecología es producto del desarrollo de los
investigadores geográficos y de la biología".
Entre sus precursores encontramos a Jean Baptista de
Lamarck, el conde de Bufón Jorge Louis Lechera, Alexander
Von Humboldt, Charles Darwin y Ernest
Haeckel quien acuño la palabra ecología en 1869
proponiendo "designar con este nombre una subdisciplina de la
zoología cuyo objetivo sería la
investigación del conjunto de relaciones que establece una
especie animal con su entorno orgánico e
inorgánico". Esta fue una propuesta bastante acogida pero
más adelante se le hizo una división considerando
que las especies establecen relaciones con su medio pero
también con algunas especies que comparten su espacio, por
esto es dividida en autoecología que estudia las
relaciones de una de las especies con su ambiente y
sinecología encargada de las relaciones entre las
distintas especies de una comunidad. Con todas estas variaciones
a la proposición de Haeckel se redefine la ecología
como "la ciencia que estudia las condiciones de existencia de los
seres vivos y las interacciones de toda naturaleza que se dan
entre estos y su medio".
La ecología es una ciencia de carácter
interdisciplinario e integradora. Recibe y utiliza aportes de
diversos campos tales como la física, la química, la geografía, la
climatología, la biología, la zoología, la
bioquímica, la fisiología, la genética,
la bioestadística, la biogeografía y la
paleontología. Por otro lado, "estudia al hombre y su
adaptación a la civilización (ecología
humana), señala la necesidad de que éste reglamente
el uso de sus recursos, promulgue leyes para la
conservación de los mismos, se asegura que éstas
sean aplicadas y cumplidas y, además, organice su medio
(ciudades), con el apoyo de disciplinas sociales". Dentro de
estas disciplinas se cuentan: la economía, la demografía, el derecho, la
sociología, la antropología y la psicología.
3.2.1 Teología De La
Liberación
3.2.1.1. Que Es Teología De La Liberación.
Una teología en contexto como la que propone
Medellín, presupone un riguroso análisis de la situación
económico social del lugar en el que pretende ser
aplicada. No es una teología que atiende a la sola
teorización, sino que nace fundamentalmente de la
práctica. La teología de la liberación
cumple a cabalidad con este requisito. Ella "surge de una
indignación ética
frente a la pobreza y
opresión que Dios no quiere para sus hijos y precisamente
en una sociedad que se declara cristiana. Se propone de inmediato
desenmascarar las causas de ese mal y hacer de su razonamiento un
instrumento práctico, efectivo para transformar
liberadoramente las estructuras de
tan triste realidad. Hay en esta teología una clara
línea horizontal, una voluntad de acción política para cambiar
el orden social establecido". Es entonces a partir de la lectura de
una realidad concreta, cuando se puede contextualizar la
reflexión teológica, por tanto, la teología
de de liberación sólo podía nacer en un
lugar que además de ser mayoritariamente cristiano, fuera
pobre: América
Latina.
Su mayor fortaleza radica en la preponderancia dada a la
praxis por encima de lo teórico, poniendo a éste
como resultado de aquella. En este sentido afirma Gustavo
Gutiérrez: "La teología de la liberación es
una teología que brota de la vida y se orienta hacia ella;
sobre todo se preocupa de la vida de los sectores populares, por
eso intranquiliza a los sectores que se habían apropiado
en exclusividad el evangelio, secuestrándolo del pueblo".
Esta nueva interpretación del compromiso con los excluidos
intenta saldar una deuda histórica de la iglesia con su
pueblo, que deja de verlo como un instrumento, para asumirlo como
un constructor, así, "La teología de la
liberación latinoamericana puede ser vista como un paso o
etapa en el camino de los cristianos hacia su
reconciliación con el mundo y la historia, nuestro mundo y
nuestra historia, asumiendo sus culpas y criticándolas, en
tanto ser cristiano implica cargar con una tradición de
conquista y explotación en América, avanzando hacia
un compromiso auténticamente revolucionario".
De acuerdo con Leonardo Boff podemos mencionar, en
términos generales, las siguientes características de la teología de la
liberación:
- Es la primera teología histórica que
nace de la periferia del cristianismo
y que presenta un nuevo modo de hacer teología, con una
sistematización coherente de los contenidos de la fe.
Coloca en su centro la práctica de liberación con
los pobres. Por ser profética, al denunciar las
opresiones. Es pastoral porque se interesa por transformaciones
prácticas. Es militante porque las transformaciones
deben ser hechas a partir de los pobres y abiertas a los
demás.
A partir de esa práctica, redescubre al Dios
bíblico como el Dios de la Vida. El, por esencia, se
coloca al lado de los que menos vida tienen, los pobres; su
proyecto
histórico es de liberación en plenitud. Desvela
la dimensión libertadora objetiva de la práctica,
del mensaje y de la utopía de Jesús. Clarifica la
misión de las Iglesias, que es la de ser actualizadoras
de la dimensión liberadora integral del cristianismo en
la diversidad de los tiempos y de las culturas.
- La TL significó un llamado a la conciencia
mundial. Pone su atención sobre la suerte de las "grandes
mayorías" de la humanidad, condenadas a la miseria y a
la exclusión por causa de la otra parte minoritaria,
insensible, cruel y sin piedad. Movió Estados,
órganos de seguridad
del sistema mundial
y atrajo la ira de los poderosos. Por eso, personas que
apoyaron la TL fueron perseguidas, presas, torturadas,
desaparecidas, y muchas, asesinadas: obispos, sacerdotes,
teólogos, laicos, jóvenes, hombres y mujeres. Se
granjeó también la admiración de los
mejores espíritus de nuestro tiempo. - El peso de la TL se hizo sentir en el aparato central
de la Iglesia católica, en el Vaticano. Los papas
tomaron frecuentemente posición ante ella. Las
instancias doctrinales reaccionaron en 1984 y en 1986 con
diferentes niveles de compromiso. Fundamentalmente, y en
contradicción con la versión dominante en
los medios de
comunicación, la TL fue aprobada por la Iglesia.
Esta llamó la atención, eso sí, sobre dos
peligros que siempre acosaron a ese tipo de teología: la
reducción de a fe a la política y el uso
acrítico del marxismo.
Evitado ese peligro -pues un peligro nunca invalida el coraje
del pensamiento-
la TL es útil y necesaria en la presente coyuntura del
flagelo planetario de los pobres.
En realidad, las Iglesias sumieron las principales
intuiciones de la TL: a) la opción preferencial por los
pobres, contra la pobreza y en favor de la liberación;
b) la dimensión histórico-liberadora de la fe
cristiana; c) las comunidades cristianas de base como
expresión de un cristianismo de liberación en el
cual fe y vida, mística y política se articulan
para producir la liberación nacida de la propia fe; d)
la liberación como un proceso abierto e integral:
liberación de opresiones de todo tipo -incluso de la
específicamente religiosa, del pecado- y
liberación para la realización de las capacidades
humanas personales y colectivas, para la plena eclosión
del sentido de la historia, que incluye su inmersión en
el misterio de Dios.
- La TL constituye una referencia indiscutible para los
oprimidos y marginados. No son pocos los que confiesan: estoy
contra el cristianismo histórico pero a favor de la TL.
Lo que ella suscita no interesa sólo a los que profesan
el sueño cristiano. Interesa a todos los que no
perdieron su humanidad mínima: la libertad, la
dignidad, la vida, el compartir, la
comunicación entre todos. Mediante los debates que
esta teología suscitó, algo de evangelio
penetró en el mundo entero incluso allí donde era
sistemáticamente negado y silenciado, como en los
medios de
comunicación de la Unión Soviética y
de China. Con
ocasión de los debates occidentales sobre esta
cuestión, las televisiones de aquellos países
hicieron programas de
información que cubrieron todo el
territorio. - La TL obligó a las demás corrientes de
teología a preguntarse por su significado social. No
basta que las teologías sean ortodoxas y los argumentos
internamente bien articulados. Las teologías no pueden
ser sólo productos para el consumo
interno de los cristianos. Tienen que ser más. Deben
pensar las cuestiones del mundo y de las personas de la calle,
porque estas cuestiones tienen que ver objetivamente con Dios,
pues de una forma o de otra, él está presente en
ellas. Especialmente deben preguntarse cuál es la
funcionalidad ideológica que asumen dentro de la
sociedad: pasan de largo de los conflictos
que comportan graves violaciones de la justicia
(pecado social) y con eso se hacen alienadas, cuando no piezas
de legitimación del status quo. O las incluyen como
denuncia profética, haciéndolas material de su
reflexión de búsqueda de operacionalidad
transformadora. En caso contrario, las teologías
difícilmente se libran, nollens volens, de la
alienación, de la mistificación y del cinismo
histórico.
La cuestión que todas las teologías han
de responder en el fondo es ésta: ¿cómo
anunciar a Dios como Padre y Madre en un mundo de miserables?
Sólo tiene sentido que lo anunciemos dentro de un
proceso de transformaciones que haga verosímil decir que
Dios es Padre y Madre, y todos nosotros hijos e hijas, hermanos
y hermanas de hecho, y no sólo en la retórica
religiosa. En la respuesta a esta cuestión se mide la
verdad histórica y la relevancia social de cada
corriente teológica.
- La TL viene revestida de irrecusable grandeza
ética. Muestra
compasión con el sufrimiento humano. Se asocia al
destino de los condenados de la tierra.
Escoge el camino más difícil, más digno:
pensar, actuar y compartir la causa, la lucha y la esperanza
junto con todos los oprimidos, en vistas a una convivencia en
libertad, en solidaridad y
colaboración. Tal opción puede costar onerosos
sacrificios, persecuciones, prisiones, torturas y, no en pocos
casos, la propia vida.
La TL convoca para la generosidad y suscita grandes y
nobles sentimientos en quienes profesan la fe cristiana.
Fundamentalmente les dice: todo dolor humano, en cualquier
parte del mundo, toda injusticia en cualquier cuerpo ofendido,
toda violación de la sacralidad de la vida en cualquier
lugar y bajo cualquier forma, es violación, injusticia y
dolor que afectan a tu piel,
entristecen tu alma y afligen tu corazón.
Por eso, hazte uno con los humillados y ofendidos y, juntos,
realicen la liberación y reconstruyan la vida en
sinergia y
en solidaridad.
- La TL es sal saludable que se diluyó en toda
la comida y le dio sabor nuevo y mejor. Ya no se puede disociar
evangelio y liberación. Esta es parte del evangelio,
como buena noticia para la humanidad en este final del milenio
y para el alborear del próximo.
3.2.1.2. Corrientes de la teología de la
liberación. Desde su primera etapa, los partidarios de
esta "nueva teología" emprenden su trabajo por la
liberación desde varios frentes: el espiritual, el
económico, el cultural y el político. Para ello, se
valen de las herramientas
que les brinda las ciencias
sociales: la economía, la filosofía, la
sociología y la historia principalmente, mediatizadas
todas ellas por la fe; "Se parte de la realidad histórica
latinoamericana, no de principios
generales; esta realidad es analizada desde las ciencias
sociales e interpretada a la luz de la fe, y todo ello en orden a
transformar dicha realidad. Notemos que esta teología
desde sus orígenes es ecuménica, ya que colaboran
en su elaboración teólogos, católicos y
protestantes. También desde el inicio de la
Teología de la Liberación se constatan
líneas diferentes, unas que acentúan más lo
socio-económico (Hugo Assmann. Gustavo
Gutiérrez…), otras que subrayan más lo
popular, cultural y religioso (R. Pobrete, L Gera, JC.
Scanonne…)".
De otro lado, encontramos teóricos que apuntan a
clarificar el aporte teológico, epistemológico y
filosófico hecho por la teología de la
liberación a la teología. En este aspecto
sobresalen pensadores como Jon Sobrino, Ignacio Ellacuría,
Clodovis y Leonardo Boff, José Comblin y Víctor
Codina, principalmente, los cuales hacen importantes aportes en
lo referente a la cristología, la eclesiología, la
hermenéutica y el método de la teología de
la liberación. Así mismo, teóricos como
Julio de Santa Ana, Juan Antonio Estrada, Alain Durand, Enrique
Dussel, Federico Carrasquilla y Juan José Tamayo que
profundizan aspectos como: pobreza, empobrecido, pueblo,
etcétera.
Los aportes mas recientes hechos a la teología de
la liberación corren por cuenta de las corrientes
feministas y ecológicas. En el primer campo sobresalen Ana
María Tepedino, Margarida Ribeiro, Nelsa Curvelo y Ximena
Costales. Del mismo modo en cuanto a la ecología
encontramos a Leonardo Boff, Giacomo Panteghini, José
Ignacio Vara, Alfonso Messner, Maryse Brisson, entre
otros.
Ahora bien, lo que distingue a la teología de la
liberación de las demás teologías, pero que
a su vez unifica a las diversas ópticas dentro de
éste movimiento, radica principalmente en dos aspectos: el
primero es la opción preferencial por los pobres y en
segundo lugar el método que propone para ello; ver,
juzgar, actuar. No importa cual sea el campo al que se de mayor
relevancia, todas las teologías de la liberación
confluyen en un mismo interés, el cual, no es otro, mas
que la búsqueda de una sociedad diferente, más
igualitaria y que vaya acorde con los designios
divinos.
3.2.1.3. La Opción Por Los Pobres. Acorde a los
lineamientos del Concilio Vaticano II y las conferencias de
Puebla y Medellín, el quehacer de los teólogos de
la liberación se encamina hacia la liberación
integral de los pobres; "Defender, según el mandato
evangélico los derechos de los pobres y
oprimidos. (Medellín 2, 22). (…)
Acercándonos al pobre para acompañarlo y servirlo,
hacemos lo que cristo nos enseñó, al hacerse
hermano nuestro, pobre como nosotros. Por eso el servicio a los
pobres es la medida privilegiada, aunque no excluyente, de
nuestro seguimiento de Cristo. (Puebla 1145)". Retomando apartes
de la "teoría
de la dependencia", sostienen la idea de un empobrecimiento de
grandes sectores del continente a causa de la explotación
económica y la marginalidad
social: "Los países del Sur no son simplemente pobres,
sino que han sido empobrecidos por los países dominadores,
que poseen en los mismos países del Sur sus aliados.
(…) La explicación de la miseria en los
países de América Latina, no sería
simplemente de subdesarrollo,
sino consecuencia de la dependencia de siglos que han padecido
estos pueblos de parte de los imperios coloniales y
neocoloniales".
Dado este hecho de empobrecimiento histórico, la
propuesta de liberación debe surgir de la alianza
iglesia-pueblo tanto en lo referente al trabajo organizativo como
educativo y solidario, con respecto a ello anota Gustavo
Gutiérrez: "Solamente una auténtica solidaridad con
los pobres y una real protesta contra la pobreza tal como se
presenta en nuestros días, puede dar un contexto concreto y
vital a un discurso
teológico sobre la pobreza. La falta de un compromiso
suficiente con los pobres, marginados y explotados es,
quizá, la razón fundamental de la carencia
(…) de una sólida y actualizada reflexión
sobre el testimonio de pobreza".
Así mismo se afirma que la opción por los
pobres "es la compasión de Dios por los que más
sufren. Al decir "los que más sufren" no quisiera que se
entendiera como un sufrimiento muy sofisticado y sutil. El
evangelio es muy claro, y hasta materialista, en enseñar
las prioridades del sufrimiento. Se ve muy bien que un rico puede
tener un sufrimiento muy hondo y profundo; pero si yo veo a un
pobre ahogándose y estoy hablando con un rico sobre su
sufrimiento, iría inmediatamente a socorrer al que se
ahoga y dejaría el sufrimiento del rico para un poquito
más tarde. La opción por los pobres es
opción por aquellos en quienes la falta de humanidad
aparece como prioridad más clara ante nosotros. (…)
La opción por el pobre es la actitud humana
que asumimos por nuestra cuenta y riesgo ante la
palabra de Dios, antes de la lectura de esa
palabra".
3.2.1.4. Comunidades Eclesiales De Base CEB’S. En
el trabajo con los sectores populares, la teología de la
liberación ha contado con el impulso fundamental de las
comunidades eclesiales de base. Dichos grupos, formados en su
mayoría por laicos, cuentan con el aval del Estado
Vaticano, sin embargo han sido víctimas de airados ataques
que las acusan de tener un carácter más
político que espiritual. Las Ceb’s se definen como
la "célula
inicial de la estructura
eclesial, (…) foco de la evangelización, y
(…) factor primordial de la promoción humana y el desarrollo.
(Medellín 15, 10). En este sentido actúan como
catalizador entre la estructura eclesial y el pueblo
católico, el cual ve a través de ellas, la forma
más tangible de la opción preferencial por los
pobres, es así que, "Las comunidades eclesiales de base
son expresión del amor
preferente de la iglesia por el pueblo sencillo; en ellas se
expresa, valora y purifica su religiosidad y se le da la
posibilidad concreta de participación en esta tarea
eclesial y en el compromiso de transformar el mundo. (Puebla
643)"
Por otro lado, las Ceb’s se presentan como otra
forma de hacer iglesia, una iglesia más comprometida con
los desposeídos, más cercana a la realidad de su
pueblo y con un carácter más social. No pretender
sin embargo reemplazar a la jerarquía eclesial, sino
más bien complementarla; como lo expresa la conferencia de
Santo Domingo: "Las CEBs aspiran a ser la base de una comunidad
parroquial entendida como comunidad de comunidades. No se
comprenden a sí mismas como un movimiento de Iglesia, sino
como una forma de ser y de expresar la Iglesia, al estilo de la
primitiva comunidad cristiana". O lo que es lo mismo: "son un
nuevo modo de vivir la Iglesia, de ser Iglesia y de actuar como
Iglesia".
De otro lado, es su carácter de comunales y de
base, lo que les permite jugar un importante papel como
cohesionadoras de las inquietudes de los pobres, para tal fin, se
han servido como ningún otro del ver, juzgar, actuar; su
trabajo consiste en hacer una lectura de la realidad desde la
comunidad, y luego "iluminados por la palabra divina", actuar en
consecuencia. El buscar salidas en conjunto configura a las
Ceb’s como paradigma del
quehacer evangelizador, puesto que no sólo acerca al
pueblo y la iglesia, sino a ésta con el mundo real.
Así pues, es claro que "La metodología básica de las CEBs es la
participación. En las CEBs., y a través de ellas,
los pobres pueden participar en la vida de la Iglesia. Pero
también por las CEBs., La Iglesia puede participar en la
vida de los pobres."
Finalmente, es necesario aclarar que las comunidades
eclesiales de base, aunque en términos generales se
asemejan en todo el mundo, tienen múltiples diferencias
que se hacen visibles cuando comparamos las de un país con
otro, por ejemplo las Ceb’s brasileras y las
centroamericanas, leen de manera diferente las relaciones con el
aparato eclesial, el camino de la lucha armada, el ecumenismo,
etcétera, por lo cual no podríamos hablar de una
homogeneidad como movimiento eclesial, y mucho menos como
organización política.
3.2.1.5. Doctrina social de la iglesia. La opción
preferencial por los pobres, tiene su asiento dentro de la
oficialidad eclesiástica en lo que se conoce como doctrina
social de la iglesia. Aunque el concepto como tal
data de finales del siglo XIX, principalmente con la
aparición de la encíclica Rerum Novarum del Papa
León XIII, es sólo hasta mediados del siglo XX con
Juan XXIII y Pablo VI que adquiere un papel preponderante en el
quehacer de los católicos, lo cual es ratificado por el
Vaticano II y algunos documentos de
Juan Pablo II.
Partiendo del supuesto de que la iglesia no sólo
debe guiar a su pueblo hacia la búsqueda de una
espiritualidad acorde con los preceptos divinos, sino
además estar junto a él en sus luchas por la
dignificación de la especie humana, la Doctrina Social de
la Iglesia (DSI) se define como "La enseñanza del Magisterio en materia social
(…) contiene principios, criterios y orientaciones para la
actuación del creyente en la tarea de transformar el mundo
según el proyecto de Dios (Santo Domingo, 158)". Tiene
como fin; "La promoción de la liberación integral
de la persona humana,
en su dimensión terrena y trascendente (Puebla 475)", y
así poder "llevar
al hombre y a la mujer a pasar
de condiciones menos humanas a condiciones cada vez más
humanas (Santo Domingo, 162)". Es "el aporte de la Iglesia a la
liberación y promoción humana (Puebla,
472)".
Pero a pesar de afirmar, por ejemplo, que la iglesia "En
esa contribución y ese compromiso de obras ha de tener un
lugar decisivo la opción de la Iglesia por los pobres y su
empeño por ser una "Iglesia de los pobres"": No siempre
fue consecuente con la búsqueda de una liberación
integral. Fiel a su historia de entidad reguladora de lo moral, brinda
su apoyo a los postulados que no vayan en contravía de su
conservadora filosofía, así entonces, "El
Magisterio de la Iglesia analiza las doctrinas sociales
existentes para ver si no están en contra de la fe y las
costumbres. Estudia doctrinas con la finalidad de que ellas no
estén en contra de la dignidad de la persona humana". No
obstante, la DSI ha marcado el camino para muchos trabajadores
laicos y seglares en su trabajo con los sectores marginados, y
sin lugar a dudas en la actualidad es imposible hablar de iglesia
sin referirse a la iglesia de los pobres.
3.2.2. Tendencias ecológicas
3.2.2.1. Ecología Humana. La ecología
humana estudia la relación del hombre con el medio en que
se desenvuelve, poniendo énfasis en el impacto que tiene
éste sobre el ambiente ya sea urbano o rural. Aparece por
primera vez en 1921 en la obra "Una Introducción a la Ciencia de la
Sociología" de Robert Ezra Park y Ernest W. Burges. "Ellos
abordaron el estudio de las comunidades humanas y los individuos
que la forman en su relación con su propio medio espacial,
establecieron que los procesos que
se realizan por la especies vegetales y animales, tales como la
adaptación, la competencia, la
lucha por el espacio y por la existencia, tienen similitud con
los procesos en la comunidad humana". Su principal impulso lo
recibe de la Escuela de
Chicago, gracias a algunos estudios hechos por sociólogos
como R. D. McKenzie, Park, P. B. Sears, Amos H. Hawley y James A.
Quinn, en el campo de la sociología urbana. La
ecología humana comprende el medio ambiente como el medio
físico o las modificaciones que el hombre le introduzca,
más no el ambiente social o espiritual como si lo hacen la
sociología o la antropología. Según lo
anterior, la ecología humana se ocupa únicamente de
las relaciones entre los seres humanos y sus propias instituciones;
para Amos H. Hawley la ecología humana "puede ser definida
como el estudio de la forma y el desenvolvimiento de la comunidad
en la población humana".
Hacia 1972 en la conferencia de Estocolmo se plantea la
problemática medio ambiental. Para 1976 la American
Sociological Association crea una sección de
sociología del medio ambiente reorientando la
tradición de la escuela de Chicago hacia el estudio de la
influencia reciproca de los factores
físico-biológicos y socioculturales, aparece
así una nueva ecología humana que sería el
centro de la sociología medio ambiental, "en
oposición a la tesis
deurkeheimiana generalmente aceptada (los hechos sociales deben
explicarse por hechos sociales), el grave problema actual de la
degradación del medio ambiente exige que la
sociología abandone su antropocentrismo exacerbado, que
reconozca la interacción entre fuerzas sociales y
naturales y que abandone sobre todo la ilusión de creer
que la especie humana esta exenta de leyes que rigen las otras
especies biológicas, vegetales y animales "
3.2.2.2 Ecología Social. La ecología
social "es el estudio de los sistemas humanos
en interacción con sus sistemas ambientales",
entendiéndose por sistema humano al conjunto de
individuos, grupos o naciones, y por sistema ambiental todo lo
que interacciona con el sistema humano. El sistema ambiental, se
divide a su vez en: humano, construido y natural. El humano se
refiere a los diferentes grupos
sociales y sus organizaciones;
el construido representa todo lo edificado por el hombre como
calles, edificios, áreas cultivadas, etcétera; por
último el natural comprende los bosques, ríos,
montañas, fauna y
flora.
El filósofo M. Bookchin "concibe a la
ecología social como una disciplina que
permite estudiar los problemas creados por las crisis
sociales y ambientales, donde se da igual valor a la
critica, a la construcción, a la teoría y a la
práctica", diferenciándola claramente de la
ecología humana, puesto que ésta enfatiza su
estudio en las relaciones del hombre con su espacio
construido.
Por su parte, autores como Eduardo Gudynas y Graciela
Evia, consideran que dicha ecología está
caracterizada por tres dimensiones: la investigación científica, una labor
de acción promoción y por ultimo un compromiso
ético de respeto a la
vida. La ecología social busca entonces "una praxis
éticamente comprometida" a favor de toda clase de vida.
"La praxis de la ecología social descansa en una
participación profunda y reflexiva. La reflexión
obliga a reconocer que siempre existe un interjuego de poderes y
por lo tanto de jerarquías, y a esto nadie escapa. Por
ello la búsqueda de una verdadera participación en
todas estas tareas, desde la investigación hasta la
acción, es el desafío de la ecología social.
Por esto, la ecología social es también una
herramienta para la búsqueda de nuevas relaciones entre
los seres humanos y de éstos con el ambiente"
3.2.2.3 Ecología Urbana. El nacimiento de la
ciudad se remite aproximadamente a 5000 años atrás,
como una particularidad del género
humano, que busca por medio de ella, facilitar el comercio,
albergar grandes cantidades de personas y brindar seguridad a sus
habitantes. Gracias a ello, logra consolidarse como el principal
núcleo de poder hasta entonces conocido por la humanidad.
Sin embargo, con el transcurso del tiempo estos centros urbanos
han crecido a un ritmo que jamás pudo ser imaginado,
trayendo consecuencias funestas para el medio ambiente, dado que
la ciudad es el factor número uno en la producción de desechos sólidos y
emisión de gases contaminantes, y su impacto sobre el
ecosistema es
cada vez más devastador.
No obstante algunos sectores consideran que "la ciudad,
como entorno vivo, es en sí misma un ecosistema".
Partiendo de esta premisa, aparece en el ámbito de los
estudios medioambientales la idea de una ecología urbana,
la cual "estudia, desde una perspectiva científica, el
fenómeno urbano centrándose en el estudio de los
procesos y los flujos que mantienen el metabolismo de
la ciudad. (…) Analiza de forma clara y comprensible la
complejidad de la estructura urbana, cuantifica las corrientes de
materia y energía que interrelacionan la ciudad con su
entorno y permiten su continuidad, e introduce indicadores
ambientales y de sostenibilidad aplicados al conjunto urbano,
considerando siempre el protagonismo del elemento vital (humano o
animal) que habita la ciudad".
La ecología urbana por lo tanto, propone buscar
un modelo de
desarrollo urbano acorde con las necesidades de su entorno
biótico, entendido este como un conjunto de seres humanos
y espacios verdes: fauna, lagos, zonas forestales, y de
éstos con los componentes típicamente citadinos:
complejos fabriles, conjuntos
residenciales, espacios académicos, etcétera.
Afirma entonces que, "si realmente queremos optar por una vida
ciudadana en paz con el planeta, las propuestas de la
sostenibilidad tienen que ganar terreno y salir del gueto en el
que han sido secuestradas para colocarse al centro del debate social
y político. Las principales preocupaciones
ecológicas tendrían que ampliarse y resituarse para
implicar a nuestro entorno más inmediato y a nuestros
hábitos más cotidianos. Hemos de volver la mirada
hacia la vivienda, la calle, el barrio, la comida de cada
día, la tienda de enfrente, la pequeña huerta, los
barrios y edificios históricos aún conservados y a
punto de ser engullidos por el cemento, los
procesos y consecuencias de nuestro trabajo de cada día,
etc. Impliquemos además, nuestros espíritus, mentes
y cuerpos".
Para tal fin, se hace impostergable una
reglamentación en términos ecológicos, de
los grandes centros urbanos, con el fin de lograr políticas
de conservación del medio ambiente. Se requiere,
además, que dichas políticas sean encaminadas no
sólo en el sentido de implementar un adecuado manejo de
basuras o la puesta en marcha de campañas para
disminución de la contaminación
atmosférica, sino que a la par, es urgente la
redefinición del modelo de desarrollo entronizado hasta
hoy. Por ende, "las políticas ecológicas
habrían de andar todo el camino, desde los inicios, que
suelen comenzar en alguna montaña, en algún
río, o en algún ecosistema específico, hasta
los detritos y basuras finalmente desechadas. Si realmente se
optara por avanzar hacia la sostenibilidad urbana sería
preciso volver la atención desde el fin al comienzo, desde
los vertidos y residuos a los procesos y los ciclos
transformativos de la economía: la extracción, el
transporte, la
producción, los desechos y el consumo. Tendríamos
que enfocar nuestra mirada a las toneladas de energía,
materiales y mundo vivo que continuamente están afectadas,
se agotan o se degradan en el proceso productivo, y
tendríamos que reconocer las consecuencias más
indeseables y no buscadas que le acompañan. Hemos de
recordar que la mayoría de los problemas
ambientales de hoy día derivan del enorme volumen total y
creciente de recursos naturales consumidos, de sus cualidades y
funciones
diversificadas que se malogran, y de la velocidad con
que se destruyen o agotan en ciudades tan voraces como las
nuestras".
3.2.2.4. Ecología de la liberación. A
principios de la década de los noventa, aparece en escena
una nueva corriente de la teología de la
liberación. Basada en los principios de ésta, la
ecología de la liberación retoma sus reflexiones
teológicas y sociológicas, insertándolas en
el contexto de la
globalización y sus implicaciones. Dicha corriente,
plantea la cuestión ecológica ya no como la simple
defensa de la naturaleza (vista sólo como recursos
naturales), sino que la amplía a todo ser viviente,
principalmente a la especie humana; "Como medio de
salvación de la Tierra
invocamos hoy la ecología. No en el sentido palmario y
técnico de gestionamiento de los recursos naturales, sino
como una visión del mundo alternativa, como un nuevo
paradigma de relación respetuosa y sinergética para
con la Tierra y para con todo lo que ella contiene".
La ecología de la liberación propone
observar a la tierra y al ser humano como un todo, como un
conjunto en el cual lo sucedido a una de las partes afecta a la
otra, siendo necesario protegerlas por igual. Además,
parte del siguiente supuesto: la especie humana es la principal
afectada por el desgaste de los recursos naturales, existiendo un
impacto mayor sobre los sectores empobrecidos de la
población. Por lo tanto, es prioritario el proceso de
liberación como fuente de una nueva relación
hombre-naturaleza, y en este proceso, la opción por los
pobres sigue siendo el derrotero. Al respecto Boff anota: "El ser
de la creación al que menos se le hace justicia, no son
las ballenas, o el oso panda de China, sino los pobres del mundo,
condenados a morir antes de tiempo, o los pueblos en
extinción, (…) De allí la razón
impostergable de la opción por los pobres".
Aunque en el momento se realizan un gran número
de trabajos que siguen esta línea, principalmente en el
campo educativo, la elaboración teórica ha tenido
muy pocos avances. La figura que más sobresale en este
aspecto es el teólogo brasilero Leonardo Boff, el cual ha
publicado artículos de revista y
algunos libros entre
los que se cuentan: Principio tierra, El matrimonio entre
el cielo y la tierra, El despertar del águila, La dignidad
de la tierra, Ecología: grito de la tierra, grito de los
pobres, entre muchos otros, pero sus escritos han sido difundidos
básicamente por internet, siendo esto
muestra significativa de una nueva etapa en el trabajo de
difusión y organización por parte de los
teólogos de la liberación.
Se puede afirmar que la fuente de la cual bebieron
teóricos como Leonardo Boff, es sin lugar a dudas el
teólogo y filósofo francés Pierre Teilhard
de Chardin, el cual basado en la teoría darwiniana de la
evolución pretendió conciliar el
racionalismo
con el cristianismo. Su idea sobre la noosfera abrió el
camino para acercar al espíritu Dios y el espíritu
de la naturaleza, con una visión científica.
Elabora una teoría del transformismo la cual se sustenta
en la relación entre un punto Alfa (principio) y un Omega
(fin de la creación) que es Dios, los que encuentran su
hilo conductor en la materia. Para este pensador, la
evolución del universo se da en
tres etapas: litosfera, biosfera y
noosfera. Entre sus obras principales están: El
fenómeno humano y El ambiente divino.
Pese a la falta de una amplia teorización, la
relación ecología – religión ha estado
presente en las disertaciones de un importante grupo de
ecólogos y teólogos, gracias a ello, existen
escritos que apuntan hacia la búsqueda de una nueva
visión de la ecología, leída desde la fe y
con un fin de liberación. Tal es el caso de algunas
visiones feministas, grupos ecologistas de izquierda,
ambientalistas, etcétera. Al respecto cabe resaltar el
trabajo adelantado por los intelectuales Raimond Pánicar,
Helio Gallardo, Gerardo Chacón, Alfonso Messner, Cecilia
Cherrez, entre otros.
3.2.2.5. Corrientes Teóricas Ambientales. Existen
muchas definiciones y conceptualizaciones sobre lo que es el
medio ambiente, éstas varían según la
ciencia desde la cual se elaboran: biología,
economía, sociología, teología,
etcétera, y también de la escuela filosófica
y la tendencia política de quien las plantee. Así
por ejemplo, podemos encontrar que: "el medio ambiente o
simplemente medio, es el marco en que se desarrolla la vida de un
organismo. El medio incluye en su conformación a los seres
que viven en él". Para los naturistas de la vieja escuela
el ambiente "equivaldría a la presencia dominadora y
denominadora de los elementos". Para otros, es todo lo que
está alrededor de algo, lo que rodea a los seres y a las
cosas pero que son distintas a su propia naturaleza. Y en un
sentido más amplio éste puede ser definido como "un
conjunto de condiciones que afectan la existencia, desarrollo y
bienestar de los seres vivos. No se trata de un lugar en el
espacio solamente sino de todas las condiciones físicas,
químicas y biológicas que favorecen o no al
desarrollo. Los ambientes son naturales o artificiales. Los
primeros no han sufrido la intervención del hombre. En
general son ambientes estables, en sentido de que poseen
poblaciones de especies vegetales y animales (herbívoros,
predadores y descompositores) viviendo en perfecto equilibrio. El
ambiente artificial es aquel que fue modificado por el hombre,
generalmente con el propósito de favorecer el desarrollo
de una o pocas especies vivientes en particular. Es el caso de
las áreas cultivadas, en los que se procura obtener las
condiciones de suelo, humedad,
etc., favorables para el desarrollo de ciertas
plantas".
Sin embargo, más allá de cualquier
discusión teórica o conceptual, la
preocupación por el futuro de la tierra urge acciones
concretas que permitan sortear la difícil situación
que se enfrenta en materia ambiental. Este planeta en el que
vivimos, cada día esta más en peligro, su deterioro
ha llegado a límites
insostenibles, y en la actualidad la preocupación por
conservar los recursos para las futuras generaciones, resulta
menos apremiante que el conservar y racionar para la
supervivencia de hoy. El desgaste provocado por la
industrialización y el consumo, ha degenerado en un
rompimiento del equilibrio hombre-entorno donde el primero es,
sin duda alguna, el más perjudicado. Vemos entonces como
"El ambiente humano, en definitiva, no es más ecosistema,
y de allí la posibilidad latente del ecocidio parcial o
total; es, sobre todas las cosas, sociedad civil
consumada y proyecto de una nueva sociedad, pacto con el
establecimiento y ruptura con la tradición, anclaje en el
pasado y salto hacia el porvenir, y de aquí derivan
–a partir de la lucha de los opuestos de las seducciones
del poder- los peligros del genocidio, la espada de Damocles que
a todos nos amenaza". Lo que está en discusión
entonces es ¿cuál modelo de desarrollo es necesario
implementar si queremos impedir que el barco de la humanidad
naufrague?
Hoy en día se exige calidad del
ambiente y calidad de vida pero los programas de mejoramiento
ambiental, regularmente, están enfocados hacia la
conservación de recursos naturales dejando de lado el
problema de supervivencia al que se enfrentan grandes sectores de
la población mundial. Si a esto se suma que dichos planes
son elaborados desde los grandes centros de poder, es
fácil entender el porque éstos son diseñados
por y para los grupos élites, quienes aspiran a tener las
ciudades libres de ruido,
aire puro,
abundante agua y
paisajes agradables, partiendo de la premisa de que sus
necesidades básicas están cubiertas de manera
más que suficiente. En contraposición vemos como
"En el Tercer Mundo así como en los bolsones de pobreza y
marginalidad del mundo industrializado, la lucha es distinta: se
trata de vivir en vez de durar, de tener acceso a los bienes
terrenales del hombre, acaparados por minorías del poder y
el saber". De esta manera, es evidente que la conservación
predicada por unos es imposible sin la posibilidad de brindar
condiciones de vida adecuadas para otros, dando como resultado
una contraposición de intereses entre sociedades
diferentes y con grados de desarrollo desiguales. Por lo tanto,
es necesario puntualizar que los problemas ambientales existentes
en el mundo tienen su asentamiento en las inequidades existentes
entre los países ricos y los países pobres. Esta
brecha -cada día más grande- ha obligado a repensar
la propuesta de desarrollo erigida hasta el día de hoy en
la mayoría de los países del mundo: producir y
consumir.
Este "otro desarrollo" propone, entre otras cosas, 1)
satisfacer las necesidades básicas de cada comunidad y no
las impuestas por los modelos de
consumo, 2) permitir a los pueblos ser autodependientes, por
tanto no estar sujetos a las estructuras de poder extranjeras, 3)
adecuar las exigencias del ambiente para manejar adecuadamente
los recursos naturales, 4) buscar una repartición de la
riqueza sin exclusión de grupo alguno, y 5) permitir la
participación popular en la toma de
decisiones. Este desarrollo se sustenta en la idea de que, si
"el problema social, económico y ambiental de los
países pobres se han multiplicado en los últimos
tiempos y las urgencias ya actúan en el plano de la
supervivencia de enormes masas humanas totalmente
desposeídas y condenadas a su extinción. No es
posible demorar la proposición de otras soluciones y
la definición de otra estrategia".
Esta discusión en torno a la forma
de cómo se deben dirigir los planes de desarrollo no es
nueva, así por ejemplo; entre los años 1950 y 1970
las planificaciones del desarrollo en los países ricos se
basaban en la expansión de mercados y de
consumo, mientras que en los pobres se enfocaban en lograr
algún grado de crecimiento en el plano económico.
En estos años no era muy trascendente el problema de los
ecosistemas,
para ninguno de los dos sectores. Ya en la década de los
setenta son más visibles los niveles de contaminación en los países
desarrollados, mientras que en el tercer mundo se empieza a
llamar la atención sobre saqueo de los recursos naturales
por parte de las grandes industrias. No
obstante estos problemas sólo empiezan a ser discutidos de
una manera juiciosa y sistemática, a partir de la XXIII
Asamblea General de la UNESCO en el año de 1968, cuyas
conclusiones influyeron de forma importante en posteriores foros
de la ONU, e impulsaron
la apertura de nuevos espacios para tratar el tema. Es así
como en 1971 se firma un pacto entre países desarrollados
y en vía de desarrollo, conocido como Informe Founex,
el cual pretendía conciliar las posiciones encontradas
entre los dos grupos y de esta manera posibilitar el primer gran
encuentro ambiental en el mundo: la Conferencia de Estocolmo.
Unos años mas tarde aparecen: la Declaración de
Coyote, México 1974 y el Informe Dag Hammarskjöld,
Upsala Suecia 1975, en cuyas conclusiones se alerta sobre el
grave deterioro ambiental causado por la sobre explotación
y el recalentamiento del planeta.
Posteriormente se han adelantado un sinnúmero de
encuentros, y publicado declaraciones en pro de la defensa de la
ecología. Dentro de los eventos mas
importantes podemos mencionar la Cumbre de la Tierra realizada
desde 1992 hasta hoy, evento que ha marcado un importante punto
de referencia en lo concerniente al compromiso que deben tener
los países del primer mundo en la conservación
planetaria, y fundamentalmente los ha increpado para que
disminuyan sus emisiones de gas
carbónico y desechos tóxicos. Así mismo es
necesario resaltar la importancia del Foro Social Mundial, realizado en
enero de 2001, y que tal vez sea el espacio más
representativo que la sociedad civil ha encontrado para expresar
sus opiniones en el tema ambiental y del desarrollo. En todos
ellos se ha tratado de impulsar la idea de la necesidad de
encontrar una nueva forma de conducir el destino del planeta,
basados en la formulación de un concepto de desarrollo
acorde con las necesidades de las mayorías. La consigna
parece ser la misma: "Ha llegado el tiempo de decir ¡basta!
al desarrollo, convierte el presente de las mayorías
sociales en un futuro siempre pospuesto. Ha llegado la hora de
regresar al presente. Que el presente sea digno espejo para el
futuro. El mito ha
muerto, pero del cadáver insepulto brotan ya todo
género de plagas. Ha llegado la hora de proceder al
solemne funeral".
3.2.2.6. Ideas sobre las relaciones entre medio ambiente
y sociedad. Existen grandes orientaciones que fundamentan el
estudio de las relaciones del medio ambiente y la sociedad, las
cuales se encuentran referenciadas a teóricos como
Marx, Weber y
Durkheim,
principalmente, entre ellas tenemos:
3.2.2.6.1. Orientaciones Radicales. Son estas las que
exigen un cambio a fondo del sistema social. Aquí,
observamos dos tendencias minoritarias de tradición
marxista, y dos innovadoras de tipo postmoderno. Dentro de las
primeras están la orientación marxista elemental
que toma como fundamento la noción de clase: proceso
antagónico entre capital y
trabajo, entre elite poderosa y mayoría oprimida que busca
la liberación. Esta hace notar que los países del
hemisferio norte con su modelo de desarrollo son los que
más problemas ambientales producen, llevando a un
desequilibrio del planeta en lo referente a las estructuras
políticas, económicas y sociales, entendiendo
dentro de ellas también, las relaciones de tipo
productivo, cultural e ideológico.
La solución dada por esta línea
resultó moderada para los medioambientalistas más
radicales, basados en la idea de que el capitalismo no
es capaz de subordinarse ante la colectividad y lo social, y que
cualquier gestión
agrava el mal y consolida la dominación de los fuertes
sobre los débiles, dichos ambientalistas afirman que la
solución tiene que ser mas radical y ésta ha de
llegar del sur. Así mismo, es necesario cambiar las
relaciones de poder económico entre norte y sur, teniendo
en cuenta las relaciones de conflicto y de
colaboración entre seres humanos.
Dentro de la línea de los marxistas radicales, se
encuentra la llamada "orientación elaborada". Dicha
corriente, se basa en una crítica al marxismo,
principalmente, a los aportes hechos por éste sobre las
relaciones entre naturaleza y sistema social. Para estos
teóricos, la sociedad capitalista no sólo esta
marcada por la contradicción entre fuerzas y relaciones de
producción, sino también –y es punto que Marx
ignoró–, por la oposición entre fuerzas y
condiciones de producción. A partir de ello, hacen una
diferencia entre relaciones y condiciones de producción,
ya que las primeras se sitúan en el plano meramente
económico y las segundas incluyen aspectos sociales y
biológicos, como son el desgaste de la clase obrera y de
la naturaleza por razones de sobre explotación. Plantean
entonces que; "Sólo la unión de verdaderos
movimientos democráticos, socialistas y medioambientales
será capaz de encontrar remedio a esta
contradicción". En una abierta reivindicación de la
lucha de clases y el internacionalismo.
Tal vez Ernest Bloch es el único marxista que
supera esta concepción utilitarista. En su obra habla de
un eco-marxismo. Afirma, en esta perspectiva, que un orden social
de tipo socialista es imposible sin el despliegue de una
ética económica apropiada capaz de juzgar
cuáles son los límites que se deben imponer al
crecimiento de la población y el desgaste de recursos,
dado que si este límite es transgredido, no se puede
pensar siquiera en un nuevo desarrollo y mucho menos en la
construcción de un mundo nuevo.
Entre las posiciones "innovadoras posmodernistas",
encontramos: la ecología profunda y el ecofeminismo. En
primer lugar, la ecología profunda invita a una
protección de la naturaleza, pero en un sentido que
podríamos llamar "puro", es decir, se refiere a un cuidado
de la flora y la fauna en territorios que aun no han sido
explorados por el ser humano, o en los cuales su presencia es
mínima. Según esta visión, quedarían
por fuera de toda protección los asentamientos humanos,
comenzando por las ciudades. Sus principales representantes son
Arne Naes y B. Devall. Se fundamenta en 8 principios
básicos:
- La vida de los seres no-humanos es un valor en
sí. - La riqueza y la diversidad de estas formas son
también valores en
sí. - Los seres humanos no pueden intervenir de manera
destructiva de la vida. - La intervención humana actual es eminentemente
excesiva. - Las actuales reglas de juego deben
ser radicalmente modificadas. - Esta modificación debe ser tanto a nivel de
las estructuras económicas como de las estructuras
ideológicas y culturales. - A nivel ideológico, el cambio principal
consiste en apreciar más la calidad de vida que el goce
de los bienes materiales. - Las personas que aceptan estos principios tienen la
obligación de contribuir, directa o indirectamente, a la
realización de los cambios fundamentales que
aquéllos implican.
Esta corriente ecológica ha sido fuertemente
criticada por considerarla defensora del status quo. En este
sentido, Vicente Bellver afirma que esta visión es una
muestra mas de la insolidaridad planetaria puesto que; "ha
conducido a la protección de la flora, la fauna y los
espacios naturales con olvido de las condiciones ambientales y de
salud de los
grupos humanos, en particular de aquellos que no tienen acceso al
disfrute de estos territorios salvajes". Esta visión de la
ecología ha tenido gran aceptación en Norte
América principalmente, por lo cual se le considera una
opción desde y para el primer mundo.
En segundo lugar, el ecofeminismo plantea la
cuestión ecológica desde la desigualdad de los
sexos. Argumentan que las mujeres no ocupan los mismos empleos,
iguales responsabilidades, ni los mismos lugares que los hombres.
Así igualmente, aseveran que para las mujeres es
más difícil la vida en el planeta, dada su
vulnerabilidad frente a sistemas políticos y
económicos que unas veces las usa como objetos, y en otros
casos las excluye, margina y violenta. Su eje central se define
bajo las siguientes premisas:
- Hasta que los valores
femeninos no tengan un reconocimiento efectivo la mujer no
dejará de estar discriminada, porque la única
manera que tiene ahora para dejar de estarlo es identificarse
con los valores masculinos. - Ese reconocimiento efectivo consiste en que los
valores femeninos configuren, junto con los masculinos hasta
ahora dominantes, la vida social. No se trata de que las
mujeres sigan conservando el monopolio
sobre sus valores, sino de que ambos participen en los valores
que tradicionalmente se distribuían en función
del sexo - En la medida que esos valores tengan presencia social
cambiarán las relaciones actuales del ser humano con la
naturaleza. El ser humano tendrá una mirada más
femenina hacia la naturaleza, que le permitirá reconocer
su diferencia respecto de ella y, a la vez, su deber de cuidado
sobre la misma. Sólo así podrá superar la
crisis ecológica (Shiva y Mies, 1993; Bellver,
1995).
3.2.2.6.2. Orientaciones Críticas. The
Environment (ReVelle y ReVelle, 1984) : Su tesis de base es que;
para preservar el medio ambiente es necesario proceder desde
análisis detallados de los costos y los
beneficios de las tecnologías en uso, a fin de que el
mercado pueda
encontrar la mejor manera posible de realizar un desarrollo
económico, social y ambiental durable y
sostenible.
Small is beatiful (Schumacher 1973): Su tesis principal,
es la crítica a la incapacidad de la tecnología de
gran escala para
resolver la problemática medioambiental. Se propone una
tecnología de corte humano que tenga en cuenta las
necesidades reales hacia el futuro, y que éstas sean
compatibles con los recursos disponibles. Afirma además,
que la respuesta a dicho cuestionamiento, está en la
renovación espiritual de la humanidad.
Soft Energy Paths (Living, 1977): Busca profundizar en
la diferencia entre tecnologías duras y dulces. Las
primeras; complejas, prestigiosas, sostenidas por sectores
poderosos, dotados de subvenciones exageradas y de exenciones
fiscales, a las que tendrían obligación por cuenta
de su impacto medioambiental. Y las segundas; simples, flexibles,
sostenibles y provechosas para todos los ciudadanos.
The Closing Circle (Componer, 1971): Hace una
reflexión sobre las repercusiones de la tecnología
dura sobre la vida cotidiana de millones de consumidores,
generalmente seducidos por una publicidad masiva
que los manipula fácilmente. En este sentido, la
naturaleza se presenta como vida en común, equilibrio y
diversidad, y la tecnología como opuesta a esa
armonía y fuente de un desequilibrio peligroso para la
especie humana.
3.2.2.6.3. Orientaciones Reformistas. Proponen en
general formas de acercamiento entre sociedad y medio ambiente
pero sin formular cambios radicales a la estructura social.
Aquí encontramos dos corrientes: a) la managerial, cuya
idea fundamental es afrontar la problemática
medioambiental a partir de operaciones
diplomáticas y burocráticas fundadas en
análisis de costo/beneficio,
destinadas a "mejorar" diferentes tipos de políticas
gubernamentales. Y b) la orientación educativa, para la
cual el problema radica en la debilidad de la normas y de los
valores sociales ante la conservación del patrimonio
natural del planeta y las condescendencias frente al despilfarro
y la destrucción de recursos. Es necesaria, entonces, una
educación
ecológica para solucionar los problemas del medio
ambiente, con el fin de que exista una relación de respeto
entre sociedad y medio ambiente.
3.2.2.7. Conceptualizaciones sobre desarrollo. El
capitalismo se ha empeñado en dividir al planeta entre
países desarrollados y subdesarrollados, supeditando la
dinámica política, social,
económica y cultural a esta diferenciación. Los
países desarrollados han trazado sus propios ideales de
desarrollo, los cuales vienen siendo impuestos sobre
los países subdesarrollados, con lo cual éstos
últimos no han tenido oportunidad de decidir sus propias
políticas al respecto. Como respuesta, han venido tomando
fuerza en los últimos lustros (principalmente en el tercer
mundo) nuevas visiones de futuro, con la pretensión de
redefinir el "desarrollo" concebido por los países del
norte, y el cual, no es otra cosa que producir y acumular
bienes.
Si bien es cierto que la discusión sobre el
desarrollo es relativamente nueva, también lo es el hecho
de que sus conceptos han sido bastante enriquecidos. Así
por ejemplo, en los años cincuentas, algunos autores
hablan de "desarrollo" equiparándolo con crecimiento
económico, donde lo importante es obtener una tasa alta de
crecimiento, su objetivo es "mejorar el nivel de vida" y permitir
la reproducción de la sociedad. En este
proceso son indispensables un fuerte crecimiento de la
industrialización, la protección del mercado
interno y la intervención del estado. Para los sesentas y
setentas el concepto comienza a cambiar. El desarrollo ya no es
medido solamente por indicadores económicos como la renta
per capita o el PIB, sino que
entran a escena nuevas variables
sociales dándole mayor importancia a los problemas de
desigualdad y pobreza. En las dos últimas décadas,
el desarrollo se basó en teorías
de origen neoclásico, por ejemplo; la importancia del
mercado como regulador social, la disminución del estado,
la iniciativa privada etcétera. En este sentido, y sobre
las críticas que se le hacen al estado de bienestar,
Mercedes Pardo afirma: que son "la confianza en el mercado como
mecanismo de asignación de los recursos, junto con la
crítica consiguiente a las distorsiones provocadas por la
intervención del Estado en la actividad económica,
y, en segundo lugar, en el hincapié que hacen en las
ventajas que ofrece la participación plena en el comercio
mundial", los principales impulsores de las políticas
privatizadoras y de desmonte del gasto
público, tanto en lo social como en lo ambiental, lo
cual va claramente en detrimento tanto del uno como del
otro.
Por su parte, el Programa de las
Naciones Unidad para el Desarrollo (PNUD), nos ofrece una
visión más amplia sobre el asunto, y afirma que el
desarrollo "debe posibilitar que todos los individuos aumenten su
capacidad humana en forma plena y den a esa capacidad el mejor
uso en todos los terrenos, ya sea el económico, el
cultural o el político, y, por otra parte crear una
atmósfera
en que las oportunidades puedan ampliarse para generaciones
presentes y futuras. Fomentar la libertad y la
potenciación de las capacidades de la gente, generar pleno
empleo y
seguridad de vida, distribuir los beneficios equitativamente,
promover la cohesión social y la cooperación y
asegurar el desarrollo
humano futuro". Esta visión, muy acorde con las
necesidades del tercer milenio, si bien avanza de manera
significativa el camino hacia una mejor comprensión de lo
ecológico, continúa adoleciendo de planteamientos
claros con respecto a la opción de futuro que se quiere
para la humanidad, pues sigue la línea de la
depredación pero con "controles", lo que no le permite ser
una opción de cambio frente a la realidad.
Por el contrario, M. Nerfin ha propuesto lo que
él llama "el otro desarrollo", que con unas
características específicas, nos lleva hacia una
idea sobre el asunto más desde los sectores olvidados
hasta el momento. Este desarrollo, entonces, debe ser: 1)
orientado hacia las necesidades básicas y no al
crecimiento que se proponen desde los grandes centros de poder
hacia las periferias, 2) ser endógeno y no imitativo de
las modas y los valores extranjeros, 3) ser autodependiente y no
estar sujeto a las estructuras de poder externas, 4) adecuarse a
las necesidades ambientales, manejar correctamente los recursos
naturales y adoptar energías apropiadas y 5) buscar
estructuralmente la repartición de la riqueza
equitativamente sin exclusiones de grupos y permitir la
participación popular en la toma de decisiones. El eje
principal sobre el que gira este "otro desarrollo", está
fundado en la satisfacción de las necesidades
básicas: alimentación,
vivienda, salud y educación. No obstante, hay autores como
Galtung que las plantean de manera más genérica, y
clasifican dichas necesidades en términos de inseguridad,
bienestar, libertad e identidad. La satisfacción de estas
necesidades básicas no debe limitarse al aumento de
bienes, sino a perseguir valores como el desarrollo integral de
hombres y mujeres, y en general de todo ser humano, aliviar las
carencias básicas de países y poblaciones pobres,
esto es un desarrollo para la humanización del hombre
poniendo hincapié en necesidades como la libre
expresión, la creación, la convivencia y la
decisión sobre su propio destino.
Procura pues este "otro desarrollo" cerrar la brecha:
que los países ricos sean cada vez menos ricos, y los
pobres a su vez, menos pobres. En este sentido, aparecen
investigadores, defensores del planeta, grupos ambientalistas,
que se preocupan por la búsqueda de un equilibrio
ambiental, con miras a la satisfacción de las necesidades
básicas presentes pero sin perjudicar a las futuras
generaciones.
3.2.2.7.1. Desarrollo
Sostenible. La idea de desarrollo sostenible aparece en 1980
en el informe de la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza, para sus proponentes, "una
sociedad sostenible es aquella que satisface sus necesidades sin
poner en peligro las capacidades de las generaciones futuras de
cumplir sus propias necesidades". Esta definición pretende
inaugurar un camino hacia un mejor uso de los recursos naturales.
Sin embargo el hecho de ser planteada por los países del
norte para los países del norte, le imprime un halo de
incredulidad por lo cual no fue de gran acogida en los
países del sur. Para estos últimos, "el concepto de
desarrollo sostenible no significa solamente que las necesidades
del presente deben ser satisfechas sin prejuicio de las
satisfacción de las necesidades futuras. Significa
también que las necesidades del Norte deben ser
satisfechas en forma que no comprometan la satisfacción de
las necesidades presentes y futuras del Sur".
En la conferencia de las Naciones Unidas
sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo realizada en Río
de Janeiro aparece una nueva definición de desarrollo
sostenible: "El derecho al desarrollo debe ejercerse en forma tal
que responda equitativamente a las necesidades de desarrollo y
ambientales de las generaciones presentes y futuras. A fin de
alcanzar el desarrollo sostenible, la protección del medio
ambiente deberá constituir parte integrante del proceso de
desarrollo y no podrá considerarse en forma aislada". Se
comienza pues a plantear la necesidad de pensar en el
hábitat del ser humano y en la urgencia de cuidarlo y
preservarlo para las futuras generaciones, pero sin detrimento de
la población actual, y acorde a las aspiraciones de todos
los seres humanos.
Sin embargo, un amplio número de ambientalistas,
no comparten esta idea de desarrollo sostenible y por el
contrario piensan que va en detrimento de los países menos
desarrollados y con mayores necesidades. Tal es el caso de
Armando Páez quien afirma que; "El discurso del desarrollo
humano sostenible responde a esta lógica:
promueve un proyecto político de dominación. La
retórica del "universalismo en el reconocimiento de las
reivindicaciones vitales de todos" ha sido el instrumento con el
que ha intentado legitimarse el neoliberalismo
durante la década de 1990". Para estos sectores, los
países desarrollados sólo siguen buscando su propio
beneficio y sostenibilidad sin pensar, en ningún momento,
en una equidad mundial que permita la sostenibilidad del planeta
como tal. Según esta crítica, en la actualidad se
está utilizando la preocupación por la
ecología como una herramienta más de
penetración, configurándose como una nueva forma de
colonialismo, dado que las políticas para el manejo de los
recursos naturales son pensadas e implementadas desde el primer
mundo, para ser impuestas a los países del sur. Por su
parte el economista español
Joan Martínez sostiene; "observamos actualmente
cómo los responsables organismos internacionales y los
bancos
multilaterales de ayuda al desarrollo económico se lanzan
por la vía de la planificación ecológica y emplean el
concepto de capacidad de sustentación (sólo para
países pobres) como base de las nuevas políticas de
"desarrollo sustentable"".
Pareciera pues que la idea de un desarrollo sostenible,
sea sólo una excusa, para lograr a través de una
supuesta preocupación por la conservación de la
naturaleza, imponer medidas económicas y políticas
a los países en vía de desarrollo. Esta
crítica es sustentada en el hecho de que para preservar
los recursos naturales es necesario sacrificar el bienestar de
amplios sectores empobrecidos, los cuales no tiene otra forma de
subsistencia sino la de depredar sin control alguno
las zonas en las que se encuentran asentados. Así, el
cuidado del ambiente es pensado a favor de los grupos
acaudalados, sin tener en cuenta que para una real
preservación es necesario tener presente las necesidades
de toda la población.
3.2.2.7.2. Desarrollo a escala humana. A raíz de
la gran desigualdad en el mundo, de la creciente ola de pobreza,
del aumento de muertes por hambre y falta de una adecuada salud,
se ha planteado el concepto de desarrollo a escala humana que "se
sustenta en la satisfacción de las necesidades humanas
fundamentales, en la generación de niveles crecientes de
autodependencia y en la articulación orgánica de
los seres humanos con la naturaleza y la tecnología, de
los comportamientos globales con los locales, de lo personal con lo
social, de la planificación y con la autonomía y de
la Sociedad Civil con el Estado".
Con base en esto, éste tipo de desarrollo se sustenta en
tres postulados: primero, en que es planteado para personas y no
para objetos; segundo, que las necesidades humanas son finitas,
pocas y clasificables, y tercero, que dichas necesidades son las
mismas en todas las culturas y a través de la historia,
simplemente lo que cambia es la manera de
satisfacerlas.
3.2.3 Alternativas de trabajo con
comunidades.
3.2.3.1. Investigación Acción
Participativa (IAP). Dentro de los métodos de
investigación social, tal vez el que más se
acerca a la teología de la liberación y su ver,
juzgar, actuar, es la Investigación Acción
Participativa. La IAP surge como una opción no sólo
de carácter académico sino también
político, pues, si bien pretende revolucionar la forma de
abordar el estudio de los problemas
sociales, su principal característica es la de tener
un ineludible compromiso con los sectores golpeados de la
sociedad. Es por ello que, "La IAP plantea el rompimiento del
binomio clásico sujeto-objeto de investigación,
posibilitando una producción colectiva del conocimiento a
partir de una relación horizontal: se niega la posibilidad
de tomar la realidad social como un objeto. (…) La IAP
pretende el
conocimiento de la realidad social a partir de acciones
tendientes a mejorar las condiciones de vida de los sectores
populares. Se trata de hacer una ciencia que corresponda a la
realidad del pueblo (…). Una ciencia al servicio del
pueblo, por lo tanto la IAP tiene una opción de clase;
trata de transformar la realidad trabajando con las clases
populares".
Este método de investigación, se cuenta
como uno de los caminos más concretos propuestos por las
ciencias sociales para ir más allá de la simple
pesquisa de datos e
información, y poder lograr una verdadera
transformación de las condiciones de vida de la
población que se estudia. Aquí, el investigador
logra involucrarse en los problemas y en la realidad del pueblo,
trabajando junto a él, sin imponer soluciones sino
buscando salidas en conjunto; por ello, "La Investigación
Participativa es una propuesta metodológica que forma
parte de una estrategia que involucra a la comunidad en el
conocimiento y solución de sus problemas; en este sentido,
se inscribe dentro del campo de las acciones de capacitación que no buscan
solamente describir los problemas sino generar conjuntamente con
la comunidad los conocimientos necesarios para definir las
acciones adecuadas que estén en la línea del cambio
y la transformación". Se entiende entonces, que si el
punto de partida de esta nueva forma de investigar es el
compromiso con los marginados, su finalidad ha de ser la
transformación de tal situación: "La IAP opta por
trabajar entre los pobres que por definición sufren la
opresión y carecen de poder, pero el fin no es sólo
aliviar o eliminar su pobreza mientras se mantienen dependientes
y sin poder. La solución que se busca no es la del
paternalismo, una clase de despotismo benevolente que provee el
sustento mientras roba a sus beneficiarios de su carácter
de adultos. Su finalidad consiste tanto en apoyar al oprimido
para que sea autónomo, confíe en sí mismo,
crea en su propia capacidad y llegue a la
autodeterminación, como en apoyarlo para que llegue a ser
autosuficiente".
Por otro lado, la IAP se constituye como unidad de
Investigación-Aprendizaje-Educación-Acción, donde
la comunidad no es vista desde afuera sino que es uno de los
engranajes más importantes del proceso, puesto que la
investigación sale de ella y en su etapa culminante
regresa para enriquecerla y nutrirse a su vez. Así, "una
vez que se ha recogido la información y se ha analizado,
se plantea la pregunta de qué hacer con ella. El grupo que
ha realizado el trabajo deberá devolver o entregar a la
comunidad la información, enriquecida por el
análisis". El proceso educativo juega un papel
preponderante en la IAP, y en este campo, el aporte hecho por el
Brasileño Paulo Freire. Gracias a sus aportes, "se
transforma la vieja idea de educación popular y empieza a
reconocerse que el pueblo también tiene su ciencia, que
ésta no es un monopolio de los científicos
académicos". Sin embargo, no se puede pensar el proceso de
IAP como una sucesión de etapas que no siempre se
desarrollan de manera uniforme y secuencial, dado que se
fundamenta en la práctica y surge de las necesidades del
pueblo, esta debe ser aplicada de acuerdo a los requerimientos y
dinámicas de la comunidad. Así mismo, es claro que
"la IAP no es exclusivamente un procedimiento
investigativo ni una técnica de educación de
adultos ni una acción política. Presenta a la vez
todos estos aspectos, como tres fases no necesariamente
consecutivas que pueden combinarse en una metodología
dentro de un proceso vivencial".
3.2.3.2. Ver, Juzgar, Actuar. Uno de los aportes
más significativos hechos por la teología de la
liberación, no sólo a la teología sino
también a las ciencias sociales, es el método de
análisis-acción que propone. El "ver, juzgar,
actuar" (VJA), entra a formar parte de una cierta
variación de la dialéctica, por medio de la cual
los teólogos de la liberación procuran entender su
entorno y transformarlo. Dicho método ha sido adoptado
principalmente por comunidades eclesiales de base (CEB’S),
permitiendo a 7través de él una teorización
de sus problemas y la búsqueda de posibles soluciones. En
términos generales se puede resumir del siguiente
modo:
- Ver: Se parte de una realidad concreta de pobreza y
exclusión; "se mira la realidad de América Latina
desde el ángulo de los pobres, desde los desheredados,
desde el reverso de la historia". Para esta observación se sirve de las ciencias
sociales, con el fin de verificar antecedentes, tendencias,
impactos, etcétera. - Juzgar: A partir de los hechos observados, se pasa a
un análisis de esta realidad a la luz de la palabra
doctrinal. En este punto se marca una diferencia con las
ciencias sociales, puesto que los hechos son analizados desde
criterios de fe. Lo que se hace entonces es una denuncia de lo
que se asume como una violación a las leyes de Dios, "La
palabra llama a una conversión personal y social, a una
transformación de las personas y las estructuras para
realizar el Reino de Dios, para instaurar ya aquí los
comienzos de una Tierra Nueva". - Actuar: Puesto que se exige una conversión, el
método de liberación conlleva a la
búsqueda de un cambio, de un rompimiento de las
estructuras de dominación y empobrecimiento; "Así
el actuar cristiano no puede limitarse al asistencialismo
benéfico (dar alimentos), ni tampoco al desarrollismo
paternalista (ayudar a la promoción de los países
subdesarrollados, hasta que puedan imitar a los países
desarrollados), sino apoyar al pueblo y a sus organizaciones
para conseguir una transformación estructural en orden a
una sociedad justa y libre".
3.2.3.3. Educación Popular. En la búsqueda
por transformar la realidad, la educación juega un
papel de primer orden. Para este fin no basta con cualificar a
los sujetos en términos de un aprendizaje convencional,
donde el educando se limite a reproducir esquemas de estudio que
le son impuestos y que no logran reflejar sus necesidades
inmediatas, sino que es preciso implementar un tipo de
educación que responda a los requerimientos de un proceso
de liberación a fondo. En este sentido, la
educación popular, se encuentra en la misma línea
de la IAP y el VJA –incluso es una de las fuentes de
donde beben–, pero en un contexto más amplio, dado
que no se inscribe solamente en el trabajo de una comunidad de
base o de una investigación sociológica.
En dicho proceso educativo, el aprendizaje se
da a partir de un círculo de retroalimentación donde el conocimiento no
es propiedad
exclusiva de unos cuantos elegidos, sino que nace y regresa al
pueblo, con el fin principal de cambiar las estructuras de
dominación. Luego, "es el pueblo el que educa al pueblo, y
no los maestros formados en el pasado. Esta tarea viene a ser
esencialmente de transformación social, con el fin de
estimular el Poder Popular y poner en marcha instrumentos de
producción y acción como las cooperativas,
las organizaciones de masas y las instancias estatales comunales,
municipales y regionales, no sólo con el saber
técnico sino también con la sabiduría y
experiencia populares".
De esta forma, el proceso educativo busca dejar
atrás su carácter de instrumento de
dominación, para convertirse en herramienta de
liberación, intenta renunciar a su lógica de
transmisión de datos para configurarse como una verdadera
fuente de producción de saberes. Para Paulo Freire, uno de
los principales teóricos de esta corriente, la
educación popular debe llevar al educando a una
concientización del mundo en el que vive. En consecuencia,
estudiar es "percibir el condicionamiento
histórico-sociológico del conocimiento. Es buscar
las relaciones entre el contenido del estudio y otras dimensiones
afines al conocimiento. Estudiar es una forma de reinventar, de
recrear, de reescribir, tarea del sujeto y no del objeto. De esta
manera, no es posible, para quien estudia en esa perspectiva,
alienarse con el texto, renunciando así a su actitud
crítica frente a él". Por esto, es posible ver a la
educación popular como una forma de globalización de las ideas, de
masificación del saber, dado en términos de un
cambio en los cánones de una academia que ya no es
impuesta desde afuera de la comunidad sino surgida desde
adentro.
4.1 DISEÑO
Para el presente trabajo será utilizada la
investigación
documental, basada en el estudio de materiales tanto escritos
como audiovisuales. Nos dedicaremos al escrutamiento de libros,
revistas y videos especializados en los temas de ecología,
teología de la liberación y ecología de la
liberación. Por otro lado, la investigación
será complementada con algunas entrevistas a
expertos sobre el tema, y la revisión de ponencias de
congresos y conferencias episcopales.
Partimos de la idea sostenida por algunos autores,
según la cual, la lectura de documentos se configura como
una mezcla de entrevista-observación ya que por medio de
preguntas guías se les puede entrevistar y puede
observárseles con la misma intensidad que a un evento
social. La técnica de trabajo fundamental es la
exploración de diverso tipo de material, la
revisión de archivos y el
análisis del contenido. De este modo, la
información obtenida es confrontada con los datos de otras
pesquisas, ya sea de documentos o de las entrevistas, para
finalmente proceder a su sistematización y
validación.
4.2 NIVEL DE LA INVESTIGACIÓN
Teniendo en cuenta que la ecología de la
liberación se presenta no sólo como una nueva
propuesta en el quehacer ambientalista mundial, sino que
además intenta llenar un vacío que hasta el momento
había tenido la teología. Que así mismo, su
origen se encuentra en teología de la liberación y
que ésta a su vez se alimenta de las ciencias sociales (la
economía y la sociología principalmente),
pretendemos encontrar las relaciones que las acercan, y
puntualizar cuáles son los aportes hechos por la
ecología de la liberación a la sociología en
el campo del trabajo con comunidades. En este sentido nuestro
trabajo está concebido desde un punto de vista
analítico. No obstante busca también ser un punto
de partida para futuros trabajos de investigación, puesto
que en áreas como la sociología rural y urbana o la
sociología política, la ecología de la
liberación tiene aportes que deben ser analizados con
detenimiento.
4.3 ROL DEL INVESTIGADOR
Dado el carácter de la investigación, nos
fue relativamente sencillo encontrar información al
respecto. Existen en la actualidad gran cantidad de libros y de
material audiovisual en los temas de teología de la
liberación y ecología, sin embargo en lo referente
a ecología de la liberación, la producción
documental es bastante limitada, y se suscribe a algunos
escritores latinoamericanos y unos pocos europeos. No obstante en
internet circulan numerosos artículos sobre el
tema.
Las personas entrevistadas fueron contactadas a
través de conocidos que han trabajado teología de
la liberación y los cuales muy gustosamente accedieron a
compartir sus conocimientos y experiencias para que la presente
investigación pudiera llegan a buen puerto. Por otro lado,
la asistencia al Primer Congreso Internacional de Teología
de América Latina, celebrado el mes de julio de 2002 en
Medellín, nos permitió conocer a varios
protagonistas del movimiento que enriquecieron el trabajo de
forma substancial. Tal es el caso del sacerdote colombiano
Gabriel Díaz y del brasilero Luiz Carlos Susin. Por el
contrario, nos fue imposible contactar a los teólogos
Pedro Casaldáliga y Leonardo Boff, representando esto un
gran vacío en el trabajo, dado que talvez sean ellos los
principales exponentes del movimiento de la ecología de la
liberación en Suramérica.
En cuanto al proceso por el cual se llegó al tema
abordado, se inicia de una experiencia anterior en la que se tuvo
un acercamiento con participantes del grupo Golconda. A partir de
allí, se concluye que la vigencia de la teología de
la liberación es palpable y se percibe en los aportes que
sobre exclusión está haciendo (teología
negra, homosexual, feminista, de la ecología,
etcétera), y posteriormente surge el interrogante de
cuál es el aporte que ésto le hace a la
teoría social.
Como ocurre con todas las investigaciones
que se emprenden en el área de las ciencias sociales, se
parte de inquietudes y afinidades muy subjetivas, con lo que la
presunta objetividad del investigador es perneada por sus
aspiraciones personales. No obstante, el presupuesto de
servir al cambio social es un elemento que no se puede dejar de
lado a la hora de escudriñar los fenómenos que se
estudian, y en este caso, la preocupación ecológica
entendida como un asunto sociopolítico además de
biológico, nos lleva a tomar una posición muy
clara, y que se evidencia a lo largo de la investigación.
Así pues, es innegable la obligatoriedad de investigar
para transformar. Orlando Fals Borda lo resume del siguiente
modo: "No hay ciencia neutral, mucho menos en las ciencias
sociales, el efecto político es parte indispensable y
necesaria de ellas. Porque si simplemente discutimos y analizamos
sin tratar de transformar las situaciones concretas, nos
engañamos y además nos castramos en la posibilidad
de la creatividad
intelectual".
4.4 GRUPO
En términos generales la investigación
está dirigida hacia el grupo de teólogos laicos y
seglares que trabajan el tema de la ecología de la
liberación. El acercamiento a este grupo se hará de
dos maneras: a través de textos escritos o material
audiovisual producidos al respecto, o por medio de entrevistas a
algunos de sus representantes. (Ver anexo A)
4.5 TÉCNICAS
DE RECOLECCIÓN
4.5.2 Directas
- Libros.
- Entrevista abierta no estructurada. (Ver Anexo
B)
- Indirectas
- Videos : (Ver Anexo C)
- Revistas: (Ver Anexo D)
- Internet: (Ver Anexo E)
- categorías DE
ANÁLISIS
TEOLOGÍA DE LA | |
Opción por los | – Los gozos y las esperanzas, las – (…) el derecho a poseer Pablo VI, Gaudium et Nadie puede permanecer Pablo VI, Populorum – (…) entendemos por – Entonces la iglesia tiene que Padre Alberto – Todos los que sean llevados a – Hay dos textos que marcan el Padre Ancízar – Ante los casos de necesidad, no – Pero hoy, vista la Juan Pablo II, Solicitud – La OP sigue siendo la – No se trata de ser miserables, – La opción por los pobres Pedro Casaldáliga, en: – (…) ante el problema de la – El escándalo de la – La fidelidad a la Palabra de Julio de Santa Ana, en: – (…) la Teología de la – La pastoral liberadora tiene Víctor Codina, en: La Teología de la Miguel Ángel Corral, (…) los nuevos Padre Juan |
TEOLOGÍA DE LA | |
Doctrina Social de la | – Dios ha destinado la tierra y cuanto ella Sean las que sean las formas de la propiedad, – Quien se halla en situación de Pablo VI, Gaudium et Spes – Menos humanas: Las carencias materiales de – La Biblia, desde sus primeras páginas – No se trata sólo de vencer el hambre, Pablo VI, Populorum – La Iglesia, en virtud de su compromiso – Lo que está en juego es la dignidad Juan Pablo II, Solicitud Vemos a la luz de la fe, como un Conferencia General del Episcopado |
TEOLOGÍA DE LA | |
Exclusión | – Cada día son menos los ricos y son – No sabría dar una definición Arturo Mora (América latina) un continente donde – (…) mientras todos los hombres no Padre Alberto – Jamás el género humano tuvo a – Resulta escandaloso el hecho de las Pablo VI, Gaudium et Cuando tantos pueblos tienen hambre, cuando Pablo VI, Populorum – Una de las mayores injusticias del mundo – Cómo justificar el hecho de que Juan Pablo II, Solicitud (…) comparto mucho me encanta compartir Hmna Gloria Amparo Giraldo Para Crisóstomo, lo prioritario es amar Julio de Santa Ana, en: No todos los habitantes de las naciones ricas Pablo Moros y Laura Marquis, – (…) como efecto de la participación – (…) como tendencia general la Leonardo Boff, en: La |
TEOLOGÍA DE LA | |
Empobrecidos | Bueno, la palabra pobre es una palabra muy Padre Luiz Carlos Pobre yo pienso que es un insulto Arturo Mora …el pobre es el que decide ser pobre Hmna Gloria Amparo (…) el pobre para mí, (…) Padre Gabriel – Emanuelle Levinas dice (…) que hay – La teología de la liberación – El empobrecido que es el que yo llamo el Padre Alberto – La pobreza es una situación, para – (…) yo evito mucho hablar de pobres Padre Ancízar Pobres son todos aquéllos que se ven Miguel Ángel Corral, Los países del Sur no son simplemente Víctor Codina, en: La pobreza en nuestro mayor problema Josué de Castro, en: – Pobreza y riqueza son conceptos relativos. – (…) la pobreza nunca es considerada como Julio de Santa Ana, en: Los pobres colectivos y conflictivos. Los Leonardo Boff, en: La |
TEOLOGÍA DE LA | |
Liberación | La liberación, (es) dejarse uno esas Arturo Mora (…) la propuesta de Jesús fue Hmna Gloria Amparo (…) para mi liberación es Padre Gabriel En el marco bíblico la Padre Alberto Liberación es la ruptura radical o Padre Ancízar Nuestra labor no es ser protagonistas, nuestra Juan del Ojo – La Teología de la Liberación – Se condena el recurso sistemático a Víctor Codina, en: ¿Cómo se manifiesta la lucha de Julio de Santa Ana, en: Tal vez ese es el momento de la plena Leonardo Boff, en : La |
ECOLOGÍA | |
Calidad de vida | – Calidad de vida, tener una vivienda digna, una – No yo no me arriesgaría a dejarlo Arturo Mora La calidad de vida dependerá de las Manfren Max-Neef, en: – (…) los solos Estado Unidos – El viejo capitalismo saqueó pueblos y – Calidad de vida es que cada ser humano como – Calidad de vida es que yo pueda, no en el – Uno mira cualquier mercado, (…) la Padre Ancízar Todo ser humano tiene el derecho a la Juan XXIII, Pacem in La utopía de mejorar la Leonardo Boff, en: |
ECOLOGÍA | |
Desarrollo | – El desarrollo es un todo, es un proceso – La coordinación de las actividades – Estamos pues en una etapa de la humanidad en Daniel Vidart, en: El verdadero desarrollo no puede consistir en Juan Pablo II, Solicitud (…) así en las relaciones entre Juan XXIII, Pacem in Creo que el desarrollo es el problema y no la Edward Goldsmith, en: De la En un momento en que el desarrollo de la vida Pablo VI, Gaudium et (…) parecería que el ser humano Padre Ancizar (…) es que nosotros no somos Padre Alberto ¿Ha muerto el desarrollo? Aún Armando Páez, en: Del – (…) se busca el máximo de beneficio – (…) generalmente en la tensión Leonardo Boff, en: – La preocupación ecológica hace – Existe un peligro global. Se impone una Leonardo Boff, en La dignidad La mayor responsabilidad del desastre hay que Giacomo Panthegini, en :El Nosotros no estamos contra el desarrollo, pero José María |
ECOLOGÍA | |
Desarrollo | Sostenible |
A pesar de todos los puntos de vista que Corporación Ecológica y Ni el desarrollo sostenido ni el ecodesarrollo Este corto plazo se constata en innumerables El concepto de sostenibilidad –o Cecilia Cherrez, en: Filosofía | |
(…) observamos actualmente cómo los Joan Martínez Alier, El discurso del desarrollo humano sostenible Armando Páez, en: Del La ecología social lucha por un – Necesitamos pues algo más que un Leonardo Boff, en: La |
ECOLOGÍA | |
Desarrollo | A Escala Humana |
– El desarrollo se refiere a las personas y no a – Un Desarrollo a Escala Humana, orientado en | |
de las necesidades humanas para el desarrollo, – El Desarrollo a escala humana no excluye metas – Debido a que el Desarrollo a Escala Humana Manfren Max-Neef, en: – La índole social del hombre demuestra – Todo grupo social debe tener en cuenta las Pablo VI, Gaudium et El desarrollo no se reduce al simple crecimiento Pablo VI, Populorum | |
Es por eso indispensable que los poderes Juan XXIII, Pacem in |
TEOLOGÍA DE LA | |
Capitalismo – | Suponiendo, empero, que el neo-liberalismo monetarista se hubiese aplicado Manfren Max-Neef, en: – A mi lo que me parece pues deprimente de esa Padre Gabriel (El capitalismo), a mi me parece que ese es, Padre Alberto – El capitalismo descolectiviza, el capitalismo – (…) un sistema que se piensa como Padre Ancízar De un modo difuso unas veces, de un modo Pedro Casaldáliga, en: Suponiendo, empero, que el neo-liberalismo Manfren Max-Neef: en: Por su «lógica Clodovis Boff, en: En proceso actual de mundialización se Leonardo Boff, en: La dignidad |
TEOLOGÍA DE LA | |
Métodos de | Investigación |
– La IAP pretende el conocimiento de la realidad – Así se constituye la IAP como la – Lo que interesa a la I.A.P. y a quienes nos Orlando Fals Borda, en: La (…) la Investigación-Acción Ernesto Parra E., en: La (…) uno de los fundamentos | |
viejas estructuras del estado dominante opresor, Luis Oscar Londoño, en: – (…) la investigación – La IAP es una forma de entregar capacidades En la IAP las gentes mismas investigan la – El fin explícito de la IAP es lograr – La IAP opta por trabajar entre los pobres que – (…) la IAP es un trabajo profundamente Peter Park, en: La |
TEOLOGÍA DE LA | |
Métodos de | Ver, Juzgar, |
El método es el que ya el mismo Concilio Víctor Codina, en: – El método de ver, juzgar y actuar Lo primero que hicimos fue sacar la misa de la Padre Ancízar | |
(El ver, juzgar y actuar), Sí, Arturo Mora (…) La metodología del ver, juzgar y Hmna Gloria Amparo (…) esos tres momentos son como tres Que hizo Golconda, Golconda miró la Padre Gabriel |
TEOLOGÍA DE LA | |
Métodos de | Educación |
– Se trata de convertir la práctica popular | |
– (…) a pesar de todas las – Se transforma la vieja idea de la – El propósito de la Orlando Fals Borda, en: (…) la educación en todos los Conferencia General del (…) han sido pioneras en lo que se Alejandro Cussianovich, en: – ¿Cómo hacer el trabajo, | |
– (…) el colegio tiene como colegio una Padre Ancízar La educación popular cristiana, para la Julio de Santa Ana, en: (…) la doctrina tiene que partir de una Padre Alberto |
TEOLOGÍA DE LA | |
Formas | Organizaciones |
El movimiento Sin Tierra, (…) en este | |
también mucha autonomía local para Padre Luiz Carlos Así como Vía Campesina nos da Noam Chomsky, en: Cómo En el Brasil el movimiento sin tierra Padre Juan Había ministerios también Padre Gabriel – ¿Que sucede en un sujeto que toma | |
, porque es una organización bastante – El proceso va a ser lento, dañino y de mientras eso avanza, la conciencia avanza muy Padre Ancízar | |
TEOLOGÍA DE LA | |
Formas | Organizaciones |
En los países ricos, hay un ecologismo Joan Martínez Alier, en: | |
Ecologistas en Acción es una Ecologistas en Quizás las acciones directas son el | |
ello, cada acción de protesta está Greenpeace El Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales Trabaja para asegurar la tenencia de la tierra WRM Amigos de la Tierra es una asociación Amigos de la |
TEOLOGÍA DE LA | |
Formas | Comunidades Eclesiales de |
– Las Ceb’s son a una nueva iglesia y a una – Las Ceb’s involucran mucho lo que – Las Ceb’s normalmente (…) no Padre Ancízar El trabajo Dicho proceso busca (…) un cambio, una | |
– La idea de las comunidades es que dentro de la Arturo Mora (…) son dos movimientos distintos: uno es Padre Juan Padre Alberto (…) la teología de la La teología de la | |
de la estrategia pastoral renovada por el Vaticano Miguel Ángel Corral, en: |
TEOLOGÍA DE LA | |
Ecología de la | (…) hoy no se puede hablar de una Padre Juan – (…) hay que trabajar por la gran pobre – (…) nosotros crecimos en un ambiente en Padre Gabriel La conciencia del cosmos es el hombre, el Padre Alberto – (…) hay unas culturas que son – Aquí no sería antropocentrismo Padre Ancizar Con la emergencia de la pluralidad de nuevas – Prácticamente en los encuentros Padre Luiz Carlos Diversas circunstancias han hecho que las Eduardo Gudynas y Graciela Ser ecólogo es, antes que preocuparse por Jacques Yves Cousteau, en: Yo pienso que (…) nosotros hemos Arturo Mora – La integración del ser humano con la – No sólo deben ser liberados los – La Teología de la Liberación Leonardo Boff, en: La – El ser humano, en las diversas culturas y Inicialmente, pues, no hay distancia entre – (…) sentirse Tierra es percibirse Leonardo Boff, – La Ecología de la Liberación Más adelante, aborda la "Ecología Leonardo Boff, en: Hacia una – (…) una nueva democracia popular, societaria con una – Hasta ahora había historias suizas, En cuanto a la dimensión ecológica – El futuro no lo tiene el cristianismo, sino la – La globalización tiene que ver con la Leonardo Boff, en: A 500 – La globalización se inserta dentro de – El fenómeno de la globalización En la medida que crece la conciencia planetaria Leonardo Boff, en: – (…) el efecto mariposa. Él es Leonardo Boff, en: La esperanza – (…) importa que caminemos en – En la democracia social deben realizarse las De allí la razón impostergable de – En esta democracia ecológica-social, – (…) se debe redefinir el sentido de la Leonardo Boff, en: Un nuevo – No vivimos simplemente en la tierra. Somos la – Lentamente estamos descubriendo que el valor – A partir de esta preocupación – (…) la ecología mental apenas alivia – Por tanto se impone la tarea de ecologizar – (…) el discurso ecológico. Esta Leonardo Boff, en: – La ecología no es un lujo de los ricos – El equivoco de los ricos es tradicional, por – (…) junto con la justicia ecológica – (…) la ecología integral, parte de – El pan-en-teísmo nos permite abrazar el – Ella, la Tierra, es, según notables Leonardo Boff, en La dignidad – Se viene proponiendo como salida del Frente a esta propuesta, tenemos que – Aprender de los pobres a vivir en sobriedad y Conferencia General del El problema del hambre y de la pobreza ha dejado – (…) la teología de la tierra no – La salvación unifica la materia y lo – Profundizar la comprensión del pecado y Roy H. May, en: Revista – Plantear la cuestión de la – El enfoque correcto para tratar de la Clodovis Boff, en: – Si bien la responsabilidad por el actual – (…) paz, justicia y conservación de Vladimir Serrano, en: La experiencia de Dios, su acción en CENAMI, en: Apuntes para una – Descubrir, analizar y profundizar cómo – La teología de la tierra pretende dar Ferro Medina, en: Apuntes para (…) la teología, más que estar Giacomo Panthegini, en: El Cuando se tale el último árbol, se José Miguel |
El capital a lo largo de su historia y en cualquiera de
sus formas: mercantil, financiero, transnacional, industrial,
etcétera, ha tenido como único fin la
acumulación, y ésta, se presenta siempre en una
escala cada vez más amplia. Ante esta lógica de
producción en la que no es tenido en cuenta sino el fin
pretendido, y no los medios ni las consecuencias que conlleve, el
capitalismo se convierte en la principal amenaza del planeta
tierra. Y esta amenaza se hace visible en tres aspectos, este
modelo económico: depreda, excluye e impone.
Es depredador en cuanto a que las exigencias del
mercado, incitan a las grandes empresas a extraer de manera
indiscriminada recursos minerales, fauna
y flora, sin que medie una preservación del equilibrio
regional y mucho menos mundial. Producto de la revolución
industrial, sobreviene una fiebre consumista que exige la
obtención de gran cantidad de recursos, los cuales son
extraídos prioritariamente de los países del
hemisferio sur. Para ello, el capital trasnacional implementa
mecanismos de comercio desiguales, en los que el país
exportador de materias primas vende a precios muy
bajos sus productos, pero con altos costos en recursos
humanos y materiales. Las cifras al respecto son muy claras,
por ejemplo: El 80% de la energía producida en el mundo es
absorbida por los países industrializados. En los
países ricos el promedio de autos por cada
mil habitantes es de 580 (en los cuales circula sólo un
usuario por auto), mientras que en los pobres es de 10.
Anualmente se gasta en EEUU y Europa, 17.000 millones de
dólares en alimentación de animales
domésticos, y solamente en EEUU se destinan 8.000 millones
en el consumo de cosméticos. Anualmente es deforestada una
porción de selva equivalente a la mitad del territorio
europeo, así mismo la tasa de deforestación en los
países del sur de América aumenta en 10% cada
año. Este nivel de consumo convierte a los países
ricos en los principales productores de gases tóxicos y
desechos sólidos en todo el mundo, los cuales la
mayoría de las veces van a parar a países
subdesarrollados y al mar.
Es excluyente porque se basa en el despojo.
Contrariamente a los niveles de consumo de los países del
primer mundo, los del tercero ven como sus recursos son
enajenados sin una justa retribución. Mientras en 1820 el
20% más rico ganaba 3 veces más que el 20%
más pobre, en 1997 el 20% más rico ganaba 74 veces
más que el 20% más pobre. 1.442 millones de
personas en el mundo viven por debajo de los niveles de pobreza,
es decir, el 25% de la población total. 1.000 millones no
cuentan con agua potable. 200 millones de niños, menores
de cinco años, están desnutridos y 11 millones
mueren al año por esta razón. En el Sur, hay un
promedio de un médico por cada 6.000 personas, mientras
que en el Norte es uno por cada 350 personas. En los
países pobres, 842 millones de adultos son analfabetas y
110 millones de niños en edad escolar no asisten a la
escuela, 766 millones no cuentan con servicios de salud, 507
millones tienen una esperanza de vida de tan sólo 40
años de edad. 1.300 millones de personas tienen menos de
un dólar por día para vivir: 110 millones en
América, 970 millones en Asia, 200
millones en África. Las tres personas más ricas del
mundo tienen activos que superan el PIB combinado de los 48
países menos adelantados.
Por otro lado, el proceso de industrialización ha
dejado sin empleo a infinidad de seres humanos que para poder
sobrevivir se ven abocados, en el mejor de los casos, a vender su
fuerza de trabajo por salarios de hambre. Esto sin contar el
aumento de la prostitución, la delincuencia o
la mendicidad. Producto de ello, y sumado al incremento sin
límites de la tasa de natalidad en el hemisferio sur,
presenciamos hoy una de las mas alarmantes olas migratorias en la
historia; millones de africanos, asiáticos y
latinoamericanos salen anualmente de sus países con el
único fin de poder obtener algunos recursos para proveer a
sus familias los recursos mínimos de subsistencia. Dicho
proceso trae consecuencias no sólo en el aspecto
económico, sino también en lo social; un alto
porcentaje de los emigrantes son ocupados en oficios degradantes
(prostitución, tráfico de drogas,
delincuencia), o que representan graves daños a la salud
(jornadas de 16 horas en promedio y bajo ambientes insalubres).
Pareciera entonces que las materias primas como el carbón,
el petróleo,
el café o el banano, han dejado de ser los principales
productos de exportación de nuestros países, y
ahora ocuparan este lugar los "nuevos esclavos".
Es impositivo. Para perpetuar esta situación, el
capital transnacional se vale de instituciones que diseñan
e implementan políticas injustas. Tal es el caso del
Fondo Monetario
Internacional y el Banco Mundial. A través de dichas
entidades, los países industrializados controlan el flujo
del dinero en todo el mundo y por otro lado determinan las
políticas monetarias que deben seguir los países
que no cuentan con recursos suficientes para lograr un desarrollo
autónomo. La deuda externa es
una significativa prueba de ello, y es que para los países
deudores resulta casi imposible conseguir alguna tasa de
crecimiento a nivel social, cuando gran parte de su ingreso
nacional se diluye en amortizar compromisos financieros. El 60%
de los países del tercer mundo destinan en promedio el 35%
de sus exportaciones
para el pago de servicio de la deuda y entre 10 y 15% del PIB en
pago y amortización. Casos como el de Argelia,
Côte d’Ivoire, El Congo, Burundi, Nicaragua y Uganda,
el promedio alcanza el 45% de sus exportaciones. Lo más
preocupante de esta situación es que para poder cumplir
con sus compromisos, los deudores se ven abocados a solicitar
nuevos préstamos con lo que la deuda se convierte en
impagable, en palabras del Teólogo Leonardo Boff, deja de
ser una deuda externa para convertirse en deuda
eterna.
Lo que se pone en duda entonces es el modelo de
desarrollo que se ha querido universalizar desde los grandes
centros de poder. La idea según la cual el crecimiento de
unos conllevaría al inevitable desarrollo de otros
está muerta pero sigue insepulta. Cada vez es más
claro que no basta con producir a un nivel mayor, sino se
distribuye mejor. En consecuencia, es prioritario destruir el
mito de la calidad de vida basada en el tener y no en el ser. Por
calidad de vida se debe entender, el cubrir las necesidades no
sólo básicas, sino necesarias de cada grupo humano,
las cuales si bien tienen elementos comunes: vivienda,
alimentación, salud, etcétera, debe abarcar
también, aquellas que le son propias al hombre como ser
social: educación, recreación, libertad de
pensamiento, respeto por los derechos humanos y por sus creencias
religiosas.
No es posible seguir pensando a los hombres y mujeres
del planeta como simples compradores de bienes y servicios,
olvidando que somos seres multidimensionales, pluriculturales y
multiétnicos. Si se olvidan estos tres aspectos, no
podremos esperar jamás que el sueño de una aldea
global llegue a buen término. Como lo afirma la Ong
Convergencia de Organismos Civiles por la Democracia: Si las
naciones ricas quieren progreso, ¿por qué no
establecen reglas justas para el comercio mundial, eliminando las
restricciones y las prácticas comerciales que degradan los
precios de los productos que las naciones pobres exportan? Si
quieren paz, ¿por qué no acaban con la carrera
armamentista, que consume anualmente 800 mil millones de
dólares y dejan de exportar armas hacia los países
del Tercer Mundo? Si quieren el fin de las drogas,
¿por qué no erradican los paraísos fiscales,
donde el dinero sucio es lavado por los "honrados" banqueros del
Primer Mundo, y prohíben que el éter y la acetona
sean exportados de Estados Unidos a
los fabricantes?
En torno a este propósito se han venido
adelantando un sinnúmero de encuentros a nivel mundial,
con la participación de países que hasta hoy
habían sido excluidos de las discusiones sobre desarrollo.
En la ciudad de Porto Alegre, por ejemplo, se viene adelantando
anualmente el Foro Social Mundial, instancia en la que participan
más de 120 países de todo el mundo y en la que un
nuevo modelo de desarrollo va tomando fuerza. El principal punto
de discusión consiste en que no es viable para el tercer
mundo emprender un camino hacia el progreso económico sino
se rompe con la historia de dependencia que lo ha encadenado
hasta el momento. Sobre esta base, no ven con buenos ojos la
propuesta de un desarrollo sostenible elaborada desde los
países industrializados, dado que ésta se
fundamenta en la necesidad de conservar para las futuras
generaciones los recursos que le serían indispensable para
la supervivencia, sin tener en cuenta las carencias y las
desigualdades de las presentes.
La teoría de un desarrollo sostenible ha venido
siendo impulsada principalmente por instituciones como la ONU y
el BM, las cuales sostienen que el problema ecológico se
resuelve con la reducción del número de pobres,
causantes del deterioro ambiental dado su alto grado de
reproducción y el desgaste de recursos primarios derivado
de ello. En contraposición, se sostiene que las
comunidades empobrecidas son victimas y no victimarias, y que por
tanto, "el problema no es la pobreza, (…) y la
solución reducir el incremento de habitantes
potencialmente pobres. El problema es la desigualdad generada por
el sistema de acumulación capitalista, y la
solución, modificar los hábitos consumistas del
Norte, redistribuir los recursos naturales, técnicos y
financieros, y fomentar el desarrollo autosuficiente y no
dependiente de los países del sur".
En este sentido, la preocupación por el medio
ambiente ha comenzado una nueva etapa. Los alarmantes
índices de pobreza que se presentan en la gran
mayoría de los países del mundo, después de
200 años de economía capitalista, obligan un
replanteamiento del modelo de desarrollo y del concepto de
calidad de vida impuestos hasta el momento. Dicho viraje, se
traduce en el campo ecológico como el abandono de su
perspectiva operacional y técnica del gestionamiento de
recursos naturales, circunscrito a un propósito de
élites, pasando a una visión mucho más
amplia donde la incertidumbre del futuro de la especie humana, se
pone en la primera fila.
La teología de la liberación no ha sido
ajena a esta problemática, y muy por el contrario, ha
evolucionado su discurso con el propósito de
contextualizarlo en la realidad de un mundo globalizado. Por lo
tanto, una teología en contexto no puede ser más,
la que se ocupa de la liberación económica y
espiritual, pensada desde lo regional, sino que debe ser
articulada al ámbito mundial. Se obliga pues una
liberación integral; del hombre y su entorno, partiendo de
dos supuestos según los cuales; primero, la tierra como
madre que engendra y alberga vida no puede ser propiedad de unos
pocos en detrimento de la mayoría, y segundo, que
más allá de una discusión teológica o
político-económica, la preservación del
planeta es una inaplazable empresa de toda
la humanidad como parte de un gran organismo vivo: Gaia. En este
sentido, la ecología de la liberación retoma los
principios filosóficos de la TL, y desde una opción
preferencial por los pobres, elabora una crítica al
sistema económico de mercado y su impacto
medioambiental.
La ecología de la liberación como muchas
otras corrientes del ecologismo es partícipe de
éste argumento, y lo recalca al afirmar que vistas las
cosas, son los pobres los seres más amenazados del
planeta. Para esta corriente ecoteológica, es el
capitalismo neoliberal el mayor causante del deterioro ambiental
por dos razones: la primera, que es un sistema excluyente que
deja por fuera de la mesa a la mayor parte de la comunidad
humana, y en segundo lugar porque el nivel de depredación
de los recursos naturales que requiere para su
reproducción es insostenible en el mediano plazo. Por
tanto afirma: "A partir de los años 90 nos hemos dado
cuenta que no sólo los pobres gritan. Sino que
además la Tierra también grita; las aguas gritan;
los suelos gritan;
los árboles
gritan; los animales gritan, porque se sienten agobiados y
oprimidos por una práctica social inhumana. Por eso dentro
de la opción por los pobres debe estar incluido el gran
pobre, que es la Tierra explotada por el proceso industrialista
mundial". En este sentido, la ecología de la
liberación sostiene la necesidad de recuperar la
dimensión cósmica del hombre como elemento esencial
pero no único de la creación divina, y por tanto
insiste en la obligatoriedad de implementar un modelo de
desarrollo humano que permita la reproducción
biótica tanto de los recursos naturales como del propio
ser humano.
Esta dimensión es comprendida desde un punto de
vista metafísico según el cual: somos hijos e hijas
de Dios, y por lo tanto, tierra y hombre son iguales ante el
creador, con los mismos derechos de pervivencia y trascendencia.
Pero por otra parte, no se olvida de la cualidad terrena del
hombre en lo que subyace la obligatoriedad de brindar los medios
para su pleno desarrollo. Éstas dos dimensiones confluyen
en un mismo ser, en una nueva trinidad: Dios – Hombre
– Naturaleza, el antiguo panteísmo da paso a un pan
en teismo, lo humano y lo divino se retroalimentan, en pro de un
mismo fin: Lo eterno.
No obstante su carácter
ideológico-religioso, la ecología de la
liberación intenta dejar en un segundo plano la
discusión en este sentido, para de esta manera integrar en
su discurso a todas las corrientes del pensamiento, no
sólo ambiental, sino, político, económico y
científico. Al respecto Leonardo Boff sostiene que lo
menos importante sea cual religión o ideología política deban ser
impuestas en el futuro, si ello no contribuye al equilibrio
universal. Lo que está en juego para la teología de
la tierra, es el recuperar la armonía entre ser humano y
naturaleza, no importa si esto se hace desde una u otra
posición ideológica, sino desde un cambio de
civilización que anteponga el sentido de
cooperación al de la competencia.
Para ello es impostergable el establecimiento de una
ecodemocracia y una ecopolítica, entendidas como
mecanismos organizativos pluralistas que garanticen la
participación, la autodeterminación y la
liberación integral. Se define ecopolítica como el
fomento de "estrategias de
desarrollo sostenido que garanticen el equilibrio de los
ecosistemas, incluyendo el sistema de trabajo, y, al mismo
tiempo, tenga un sentido de solidaridad". No es entonces la
política enajenada de las mayorías, sino una
política acorde a las aspiraciones de la sociedad humana
en conjunto. Todo ello en el marco de una democracia
ecológica-social que supere el antropocentrismo, por ende,
"es una democracia que acepta en su seno, como ciudadanos, no
sólo a los humanos, sino también a los demás
seres de la naturaleza, especialmente a los seres
vivos".
El propósito fundamental de la ecología de
la liberación consiste entonces en la conformación
de una nueva ética mundial, sobre la cual sea posible
construir el prototipo de hombre nuevo; movido por intereses de
solidaridad y cooperación, no sólo con sus
semejantes sino también con su entorno: "Por ethos
entendemos el conjunto de las intuiciones, de los valores y de
los principios que orientan las relaciones humanas con la
naturaleza, con la sociedad, con las alteridades, con uno mismo y
con el sentido trascendente de la existencia, Dios. (…)
este ethos nace limpio de deseos, del mismo modo que Atenea
nació completamente armada de la cabeza de Júpiter.
Pero toda ética nace de una nueva óptica.
Y toda nueva óptica irrumpe de una profunda
inmersión en la experiencia del Ser, de una nueva percepción
del todo ligado, "religado" en sus partes y conectado con la
Fuente originaria de donde dimanan todos los entes".
En esta tarea, las comunidades eclesiales de base,
cumplen un papel de primer orden. Partiendo de la idea
según la cual sólo desde un cambio de mentalidad
(ecología mental) puede lograrse un cambio en la actitud
depredadora y autodestructiva de la sociedad actual, las
Ceb’s adelantan un fuerte trabajo de educación en
ecología desde lo popular con un fin de liberación.
Dicho proceso educativo –largo y difícil–, se
compone lógicamente de campañas de
alfabetización, talleres de sensibilización,
capacitaciones y demás actividades de tipo
académico. Sin embargo, y más importante
aún, la educación popular parte de la praxis, es
decir, mediante cooperativas de reciclaje, grupos de
acción política, campañas de
reforestación, etcétera, se logra una
sistematización de conocimientos que mezcla el saber
científico y el conocimiento popular. Esta práctica
es bien conocida por los teólogos de la liberación,
que desde sus inicios centraron su producción
teórica en los resultados de la
práctica.
Un claro ejemplo de este proceso de conciencia y
organización es el Movimiento de Trabajadores Sin Tierra
(MST) de Brasil, el cual ha contado con el apoyo irrestricto de
las Ceb’sasentadas en dicho país. El MST, ha logrado
aglutinar los esfuerzos de diversas organizaciones populares con
el propósito de hacer frente no sólo a la carencia
de tierra para los campesinos de este país y la necesaria
capacitación educativa de éstos, sino que
además adelanta una importante campaña de
oposición a las políticas de intervención
extranjera en su territorio. Apoyados en acciones de denuncia a
nivel nacional e internacional, han condenado el manejo
irresponsable de las basuras, la contaminación de sus
fuentes de agua y la utilización de las tierras del tercer
mundo como depósito de desechos por parte de las
multinacionales. Todas estas tareas han logrado ser ordenadas y
difundidas desde un sinnúmero de medios alternativos:
periódicos barriales, internet, emisoras radiales, foros,
etcétera.
No obstante, como es bien conocido, esta
metodología de educación y participación, no
es exclusiva de la teología de la liberación. La
IAP ha sido tal vez la abanderada de este tipo de trabajo con las
comunidades, incluso con el mismo fin liberador. Sin embargo, el
trabajo de las Ceb’s permite un acercamiento más
profundo con las comunidades pobres latinoamericanas. Dado su
alto grado de religiosidad, el pueblo en muchos casos se siente
más cercano al trabajo desarrollado desde estos grupos. Es
así como se han logrado articular los esfuerzos de las
juntas de acción comunal, los grupos juveniles y en
algunos casos las organizaciones políticas presentes en
las zonas, para de esta manera aunar esfuerzos y alcanzar
propósitos comunes.
La sociología con su IAP y la teología de
la liberación con las Ceb’s tienen un elemento
común: la opción por los pobres, y a partir de
allí sustentan su reflexión y trabajo. Desde sus
inicios, la relación sociología-teología de
la liberación ha sido muy estrecha, como afirma el Padre
Gabriel Díaz: la teología de la liberación
parte de una realidad, la realidad sociológica. Pero la
teoría sociológica como tal, no ha enlazado de
forma clara los aportes que desde la reflexión
teológica se le puedan hacer. En este aspecto es
importante observar cómo una propuesta ecológica
integral nutre con nuevos conceptos políticos a las
ciencias sociales; la ecodemocracia, la ciudadanía
cósmica y la ecopolítica, son categorías que
deben ser estudiadas y confrontadas por los
sociólogos.
Ante los retos que nos impone la globalización y
la idea de una sociedad planetaria, vale la pena mirar con mayor
cuidado lo que la teología de la liberación y
fundamentalmente su corriente ecológica tiene para
decirnos. Y finalmente, es necesario hacer hincapié en el
hecho de que ante estos retos, los investigadores sociales no
podemos quedarnos en la simple propuesta, sino que debemos pasar
a la acción. Una acción que transforme y que
dé esperanza a los desposeídos de todo el mundo.
Cabe recordar aquí las palabras de la escritora
hindú Arundathi Roy: Podemos sitiar al Imperio, quitarle
el oxígeno, burlarnos de él con nuestro
arte, nuestra literatura, nuestra
obstinación, nuestra alegría y nuestro brillo.
Negándonos a comprar lo que nos venden: sus ideas, su
versión de la historia, su noción de
inevitabilidad. Somos muchos y ellos son pocos. Nos necesitan
más de lo que los necesitamos a ellos. Otro mundo no es
solo posible, sino que ya llegó. Ya se puede escuchar
cómo está respirando.
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ANEXO A
Grupo DE EntrevistadoS
Padre Alberto Restrepo
Sacerdote y filósofo antioqueño. Se ha
desempeñado además como profesor en las
Universidades Pontificia Bolivariana, de Antioquia y San
Buenaventura. Actualmente es columnista del periódico
El Colombiano de la ciudad de Medellín, y conferencista en
varios países de América Latina.
Padre Ancízar Cadavid
Misionero Javeriano, y educador antioqueño.
Importante figura del grupo de nuevos teólogos de la
liberación en Colombia. Trabajó de cerca con las
comunidades eclesiales de base, y fue parte de la
coordinación nacional de este movimiento a finales de los
años ochenta. En la actualidad es rector del Colegio
Soleira de la ciudad de La Estrella.
Hermana Gloria Amparo Giraldo
Misionera Franciscana. Trabaja con Pastoral Juvenil, en
la región de la costa atlántica. Adelanta una labor
de concientización ecológica a partir de la
educación, y a nivel organizativo con las
Ceb´s.
Prof. Dr. Frei Luiz Carlos Susin
Sacerdote, teólogo, filósofo y
catedrático brasilero. Importante figura del movimiento de
la teología de la liberación a nivel mundial. Su
copiosa obra al respecto cuenta con 29 libros publicados,
además de un número significativo de
artículos de revistas y capítulos de varios libros.
En la actualidad se desempeña como profesor de
teología sistemática en la Pontifícia
Universidade Católica do Rio Grande do Sul –
PUC-RS.
Padre Juan Gianni
Sacerdote italiano, del Pontificio Instituto de Misiones
Extranjeras. Trabaja con comunidades eclesiales de base en la
región amazónica brasilera.
Padre Gabriel Díaz
Sacerdote antioqueño. Destacada figura del
movimiento "Golconda" a finales de los años sesenta.
Durante 35 años ha desarrollado su trabajo pastoral en las
zonas rurales con miras a una mejor comprensión del
campesinado para con su entorno. Paralelo a esto trabaja con
algunos sectores y organizaciones populares en la Comuna 13 de
Medellín.
Arturo Mora
Laico comprometido con el trabajo de las comunidades de
base en la comuna nororiental de Medellín. Hace parte de
un programa de recolección y manejo de
materiales reciclables, inspirado en los principios de la
ecología de la liberación.
ANEXO B
PREGUNTAS BASE PARA LA
ENTREVISTA
- ¿Por qué toma el camino del sacerdocio,
hace cuanto tiempo, de qué comunidad es? - ¿Qué opinión tiene del
movimiento de la teología de la liberación?
¿tiene vigencia? - ¿Para usted, qué es
liberación? - ¿Cuál es su concepto sobre los pobres,
pobreza y empobrecidos? - ¿Piensa que la opción por los pobres
debe ser lo fundamental en el que hacer de los
católicos? - ¿Qué opina sobre el método de
ver, juzgar, actuar y las Ceb´s? - ¿Qué opina sobre el modelo
económico de mercado o capitalismo? - ¿Qué entiende la iglesia por
ecología? - ¿Cuál es su concepto de
ecología? - ¿Cómo debe abordar la iglesia, la
cuestión ecológica, fundamentalmente con los
pobres? - ¿En su concepto, de qué manera afecta a
la ecología el capitalismo? - ¿Qué opina sobre la ecología de
la liberación? - ¿Es una herramienta para el trabajo con las
comunidades, con miras a mejorar sus condiciones de
vida?
ANEXO C
VIDEOS
- … Y Dios habitó entre los pobres. De
Televisión Española Internacional.
1997. - La cruz del sur. Televisión Española
Internacional. 1992. - Sollicitudo Rei Socialis. Realizado por CARTEL, para
el Sistema de comunicación del Vaticano.
1987. - Entrevista al padre Gabriel Gil, elaborada por
Marcela Jaramillo P. y Catalina Tabares O., para el curso
Investigación Cualitativa I, en la
Universidad de Antioquia. 2000. - Serie: Los Excluidos. Hispavisión
Mujeres del sur, 1999
La lucha por la tierra, 2000
Indígenas: En lucha por la supervivencia,
2000
Filipinas. Infancias rotas, 2001
ANEXO D
REVISTAS
- Pasos
- Utopía siglo XXI
- Eco lógica
ANEXO E
Revistas electrónicas Y sitios
de INTERNET
- Revista electrónica latinoamericana de
teología – Relat - Servicios Koinonía agenda
latinoamericana - Red de desarrollo sostenible
- Personas en acción
- Red Electrónica Alternativa
- Revista MAD, Magíster en Antropología y
Desarrollo, Universidad de Chile - Revista Éxodo
- Revista de ecología y medio ambiente –
Ecosistemas - Periódico electrónico de
información alternativa. Rebelión - Ecología: Revistas
Ecológicas
ANEXO F
CRONOGRAMA DE
ACTIVIDADES
Se plantea un trabajo a diez meses que se distribuyen
así:
- Exploración: Búsqueda de libros,
videos, internet, contactos, etcétera. - Recolección: Entrevistas, organización
de información, posibles cambios en algunos datos de
acuerdo a las necesidades, etcétera. - Análisis y entrega de resultados.
| MESES DEL PROYECTO / MESES | |||||||||
ACTIVIDAD | Abril 2002 | Mayo 2002 | Junio 2002 | Julio 2002 | Agosto 2002 | Septiembre 2002 | Octubre 2002 | Noviembre 2002 | Diciembre 2002 | Enero 2003 |
Exploración |
|
|
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|
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|
|
|
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|
Recolección |
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|
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|
|
Análisis y |
|
|
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Marcela Jaramillo
Carlos Villa Pérez
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