El tema de la energía siempre ha sido objeto de
atención estatal. Dentro del marco legal en
que se desenvuelve la actividad energética del
país, se pueden señalar los siguientes
instrumentos: Decreto-Ley No. 70 del
Consejo de Estado de la
República de Cuba de fecha 9 de junio de 1983 por la cual
se creó la Comisión Nacional de Energía, la
cual a su vez confeccionó el Programa de
Desarrollo de las Fuentes
Nacionales de Energía, aprobado por el Comité
Ejecutivo del Consejo de Ministros el 20 de mayo de 1993. La
Asamblea Nacional del Poder Popular
lo analizó en junio de 1997 para perfeccionarlo
progresivamente y materializarlo.
En el orden social, resulta importante la
implantación del Programa de Ahorro de Electricidad en
Cuba (PAEC), el cual ha tenido resultados positivos desde su
implantación en 1998 y se perfecciona en forma
continua.
En otros países, algunos de ellos con mayores
posibilidades energéticas que el nuestro, ha existido
atención estatal al ahorro y uso racional de
energía. Así, en Perú está el
Proyecto para
Ahorro de Energía (PAE), del Ministerio de Energía
y Minas (MEM); la Comisión Nacional para el Ahorro de
Energía (CONAE) de México; el
Plan de Ahorro
y Eficiencia Energética (PAEE) del Ministerio de Industria
y Energía de España, y
otros.
En los países más desarrollados el consumo
de energía se ha estabilizado o crece muy poco, gracias a
que se usa cada vez con mayor eficiencia, pero las cifras de
consumo por persona son muy
altas. En los países en vías de desarrollo
está creciendo el consumo de energía por persona
porque, para su progreso, necesitan cantidades crecientes de
energía. Con datos de 1991, el
22,6 % de la población que vive en los países
desarrollados consume el 73% de la energía usada en todo
el mundo.
El Uso Racional de Energía (URE) consiste en la
destinación de cantidades de energía estrictamente
indispensables para los procesos de
transformación, sin detrimento de los niveles de
producción ni de la calidad de
vida, en contextos con restricciones técnicas,
económicas y ambientales. Busca reducir las
pérdidas asociadas a las transformaciones de la
energía, minimizando los costos y el
impacto
ambiental.
El hotel ecológico es aquel que a la hora de
planificar y ejecutar su gestión, plantea medidas medioambientales
que ayuden a preservar el entorno que les rodea,
asegurándose de esta manera, un producto turístico
de calidad y de
larga duración, exento de fenómenos externos
incontrolables que puedan afectar a su cuenta de
resultados.
Gestión energética en hoteles. Particularidades.
- La instrumentación para la
realización de mediciones técnicas es
insuficiente u obsoleta. Metros contadores con muy elevado
factor de escala, muy
pocos instrumentos digitales instalados, en general, las
lecturas diarias del consumo de energía eléctrica
son muy poco confiables pues tienen un rango de error muy alto.
No se puede determinar con exactitud la hora de ocurrencia de
la Máxima Demanda. No se miden ni se tienen registros
estadísticos de algunos parámetros que
constituyen variables
del consumo energético, como por ejemplo, la temperatura
y la humedad de locales climatizados. El empleo de los equipos
de termografía para la determinación del estado
técnico del funcionamiento de las instalaciones y las
pérdidas de energía en el sistema
aún no se ha introducido. No se realizan mediciones de
la intensidad luminosa mediante luxómetros. - No existencia de un sistema coherente de medidas
encaminadas al uso racional de la energía, sólo
acciones
aisladas en momentos muy específicos, relacionados con
la evaluación externa de la gestión
energética del hotel. - Por lo general, la gestión energética
no es de la competencia
directa de la gerencia del
hotel, existen varios escalones intermedios entre la gerencia y
las personas encargadas de la eficiencia
energética. - Desconocimiento por parte de los directivos de los
indicadores y normas que
caracterizan la eficiencia energética. En ocasiones se
dice: "están aumentando los consumos" o: "se
excedió el presupuesto", sin tener en cuenta, por
ejemplo, el aumento de clientes por
encima de lo previsto, aumento de la temperatura ambiente por
encima del promedio histórico, inversiones y
remodelaciones que implican consumos no planificados,
etc. - Con frecuencia se piensa sin reflexionar que
cualquier actividad de ahorro o uso racional disminuye el
confort de la instalación. - En los procesos inversionistas o de
remodelación, no se tienen en cuenta las alternativas
más eficientes desde el punto de vista
energético, ni se cuantifican los incrementos que se
producen. - No se han determinado indicadores técnicamente
fundamentados. Se trabaja con consumos específicos cuyo
valor no está claro cómo se obtiene. - No existen normas para el funcionamiento de los
equipos, tanto del régimen de explotación como de
tiempo de
funcionamiento. - Poca motivación y capacitación del personal
relacionada con la eficiencia energética. - Cuando se obtienen beneficios por mejoramiento del
factor de potencia o
disminución de la máxima demanda, no se destinan
parte de los mismos a seguir perfeccionando la eficiencia
energética de la instalación. - Poco control
estadístico de los indicadores propios de la
gestión energética. - Los recursos
humanos que más influyen en la eficiencia
energética no están involucrados en un plan de
capacitación y recalificación. Debe
señalarse que en este aspecto se desaprovecha el
potencial que significa la no despreciable cifra de ingenieros
y técnicos que laboran en las instalaciones hoteleras en
otras funciones, pero
que debidamente adiestrados pueden contribuir a la
aplicación de las medidas de ahorro. - No existe un plan de inversiones relacionado con la
eficiencia energética (a corto, mediano y largo plazo).
Se desaprovechan oportunidades de financiamiento. - Las personas que ocupan el puesto de
energético aspiran a en un corto plazo ocupar otras
responsabilidades, por lo que no hay un seguimiento continuo de
este problema. En consecuencia con lo anterior, resulta
conveniente tener un evaluador externo de esta actividad,
contratado para atender este servicio. - El energético no participa en la
construcción, en las inversiones. Este técnico
tendría funciones muy importantes que
garantizarían durante la explotación de la
instalación hotelera, una mayor racionalidad del uso de
la energía. Por ejemplo, puede velar desde la
inversión por la correcta seccionalización de los
circuitos de
alumbrado, la independencia del suministro eléctrico a
la red informática y de comunicaciones, lo cual es importante por dos
motivos: por un lado, se evitan las afectaciones por
sobretensiones transitorias en dicha red; y por otra parte, los
equipos electrónicos constituyen una fuente de
señales armónicas que se introducen en toda la
red de suministro eléctrico, fenómeno indeseable
desde el punto de vista energético. En resumen, el
especialista en energía que atenderá la
instalación durante la explotación de la misma,
debe participar en todo el proceso de inversión por las
razones anteriormente apuntadas, archivando al mismo tiempo
toda la documentación técnica como
diagramas
monolineales, planos, catálogos y otros documentos que
son de gran utilidad
durante su trabajo, y que en la actualidad en muchos hoteles no
se encuentran a disposición de los técnicos, con
todos los inconvenientes que esto significa. - La arquitectura de
las construcciones y remodelaciones no tienen en cuenta el
aprovechamiento de la luz solar,
corrientes de aire,
etc. - Excesivo uso de resistencias
para calentar agua, en
lugar de utilizar gas, que resulta más
económico. - Desarrollo insuficiente de fuentes renovables y
limpias de energía, en particular la solar y la
eólica. - La informática incrementa la presencia de
armónicos y no se realiza una adecuada
compensación de los mismos. - La climatización y su control es muy
importante: una variación de 1o C en la
temperatura implica una variación en el consumo
energético de hasta un 6%. - Los niveles de iluminación no se miden, existen
manifestaciones del fenómeno de contaminación lumínica, lo cual
afecta la calidad de los paisajes nocturnos. - La iluminación constituye del 30 al 50 % del
consumo total de energía eléctrica, dependiendo
de la época del año. Sin embargo, es una carga
repartida entre muchos equipos consumidores de baja potencia,
lo cual hace difícil la actuación sobre los
mismos. - La sucesiva instalación de equipos no
previstos en la inversión inicial, ocasiona sobrecargas
en la instalación, que provocan mayores pérdidas
en los conductores y disminución de las tensiones de
alimentación. Si la caída de
tensión es superior a 5 voltios, se puede asegurar que
la sección de los conductores es insuficiente y conviene
sustituirlos por otros de sección mayor. - Los especialistas que están responsabilizados
con el ahorro de energía en los hoteles pocas veces son
ingenieros electricistas.
Por otra parte y como consecuencia del rápido
crecimiento del sector turístico, ese personal tiene poca
experiencia laboral.
Todo lo anterior hace aconsejar que las cadenas y
grupos
hoteleros deben diseñar un sistema coherente y con
carácter continuo para el aumento de la
calificación de su personal técnico.
El empleo de los grupos electrógenos en los
hoteles.
Teniendo en cuenta la categoría como consumidor de
energía eléctrica que tiene un hotel, en los mismos
se instala un grupo
electrógeno con el objetivo de
garantizar la continuidad del servicio ante averías o
fallos de la red nacional, por lo que siempre se han considerado
plantas de
emergencia. Sin embargo, en ocasiones se ha valorado la
posibilidad de explotar estas instalaciones como una medida de
ahorro de energía, sobre todo en el horario de
máxima demanda. Al tomar esta decisión, debe
tenerse en cuenta algunos inconvenientes de la misma:
producción de los indeseables y molestos gases en el
proceso de combustión de hidrocarburos
dentro de la propia instalación hotelera, los cuales en no
pocas ocasiones carecen de una adecuada solución en cuanto
a su emisión a la atmósfera, además de
producirse en un área pequeña con elevada
concentración de personas (turistas y empleados); contaminación
del suelo con grasas y residuos de combustible que
inevitablemente se producen durante la explotación; altas
temperaturas locales; ruido de una
magnitud molesta para las personas que se encuentran en el
entorno. Además, las emisiones de CO2 mantienen
una persistencia alta en la atmósfera debido a la
relativamente escasa vegetación en una zona
turística. Las instalaciones de cogeneración son
relativamente complejas de operar y mantener, y por lo general el
personal técnico de los hoteles tiene otras prioridades
que atender durante su tiempo de servicio. Es por esta
razón que en no pocas ocasiones se producen averías
en estas plantas, cuya reparación resulta relativamente
costosa y que además se pierde la disponibilidad en caso
de una falla del suministro eléctrico.
La cogeneración debe producirse en un medio
adecuado, con soluciones
integrales
para limitar la contaminación
ambiental relacionada con este proceso. Realmente la
producción de energía eléctrica en un hotel
no debe formar parte de los objetivos de
la instalación, que está claro que son otros. La
solución de los problemas
energéticos no debe enmarcarse en el reducido espacio de
una instalación hotelera. Por ejemplo, los centrales
azucareros tienen magnificas posibilidades de desarrollar la
cogeneración, en un medio adecuado para ello, pero donde
se hace necesario elevar la eficiencia del proceso así
como aumentar el número de instalaciones destinadas con
este fin. Tal vez pudiera pensarse que el sistema del turismo pudiera financiar el
perfeccionamiento de los sistemas de
cogeneración de los centrales azucareros y recibir en pago
parte de la electricidad producida en condiciones mutuamente
ventajosas.
- La acción de ahorrar energía
eléctrica en un hotel es dispersa por su propia
naturaleza,
pues dispersos están los puntos de consumo de
energía.- Minimizar el consumo de
energía. - Maximizar la eficiencia de los
consumidores. - Disminuir los costos de la energía
eléctrica consumida.
- Minimizar el consumo de
- La gestión energética en los hoteles debe
estar encaminada a:- Intensidad energética.
- Consumo per cápita.
- Para la valoración energética de un
sistema, deben tenerse en cuenta, entre otros, los siguientes
indicadores:- Fuente de energía altamente competitiva.
La inversión principal (equipos, tecnologías,
o el sistema donde se pierde energía)
existe. - Menor costo de explotación pues las
acciones principales son dirigidas a aprovechar el
potencial de ahorro existente, sin inversiones o con un
mínimo de gastos.
Rápida recuperación. - Es la menos contaminante de las fuentes.
Disminuye la existente y evita la futura. - Es una fuente de magnitudes
importantes.
- Fuente de energía altamente competitiva.
- Tener presentes las particularidades de la eficiencia
energética como fuente de energía:
5- Es mucho más económico invertir en
tecnologías que ahorren energía al consumidor que
invertir en plantas generadoras.
- ………………: "Ciencias de
la tierra y
el medio
ambiente" (libro
electrónico). Tema 7: Energía (Documento obtenido
de Internet) - GEYSEL (Grupos electrógenos y Servicios
eléctricos (1997): "Diagnóstico energético en el Hotel
Riu Las Morlas" (Documento obtenido de Internet). - Hawken, Paul (1993): "La ecología del
comercio".
Centro "Félix Varela", La Habana. Edición cubana:
1999. - Torriente Molina, Lisset y Leidys Blanco Molina
(2002): "Marco jurídico de la actividad eléctrica
en Cuba". Trabajo presentado en la Jornada Científica
Estudiantil de la Facultad de Ingenierías Química y Mecánica, Universidad
de Matanzas.
Eugenio Vicedo Tomey, Msc.
Ingeniero Electricista (ISPJAE)
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