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Trabajo comparativo



    1. Planteamiento del
      CONES
    2. Planteamiento de la
      Universidad Católica Santo Domingo
    3. Planteamiento de ORTEGA Y
      GASSET
    4. Planteamiento de la
      UNESCO
    5. Conclusiones

    Antes de entrar en un análisis comparativo debemos definir los
    planteamientos de Ortega y Gassett y los del CONES, UCSD y la
    UNESCO..

    A. Planteamiento del
    CONES
    :

    Entre los principios y
    fines que persigue el CONES en cuanto a la educación
    dominicana se refiere, son los artículos 5 y 6 de dicha
    ley quien lo
    define: 

    • Formar personas críticas y
      democráticas, identificadas con los valores
      nacionales y de solidaridad
      internacional, capaces de participar eficazmente en las
      transformaciones sociales, económicas, culturales y
      políticas del país.
    • Realizar, impulsar y difundir la investigación científica,
      así como las formas más avanzadas y valiosas de
      creación en el campo de la Educación, la Ciencia,
      la Cultura, el
      Arte y la
      Tecnología.
    • Participar activamente en los esfuerzos por el
      desarrollo
      nacional integral, formando los técnicos, profesionales
      y científicos en las diversas áreas del conocimiento
      requeridos por el país, y asistir directamente a su
      población mediante actividades de
      extensión y servicios
      especializados.
    • Contribuir a la formación integral de
      ciudadanos y ciudadanas creativos, solidarios y responsables a
      través de su permanente relación con las
      creaciones literarias, científicas y de cultura
      universal.
    • Desarrollar en estudiantes y profesores, valores y
      actitudes
      que les permitan constituirse en agentes que promuevan el
      avance, el
      conocimiento y el mejoramiento de la calidad de
      vida; actuando como conciencia
      critica de la sociedad.
    • Contribuir a la actualización y
      superación permanentes de los técnicos,
      profesionales, científicos, y humanistas
      nacionales.
    • Servir de depositaria, defensora y difusora de los
      valores y de la cultura universal, y del patrimonio
      cultural de nuestra nación en particular.
    • La identidad y
      cultura nacional, como punto de partida para la universalidad
      del patrimonio cultural.
    • El respeto al
      ser humano, su dignidad y su libertad;
    • La libertad de discusión y el pluralismo
      ideológico, político y religioso;
    • El espíritu democrático, la justicia
      social y la solidaridad humana¡
    • El rigor científico en la búsqueda y
      construcción del
      conocimiento.
    • La creatividad,
      la criticidas, la integridad y la responsabilidad;
    • La igualdad de
      oportunidades en la realización de las actividades
      académicas.
    • La actitud de
      servicio a
      la sociedad como beneficiaria de las actividades
      académicas, científicas y culturales.

    B. Planteamiento
    de la Universidad
    Católica Santo Domingo

    Contribuir al incremento de la cultura superior y a una
    promoción más plena de la persona humana
    mediante la ardiente búsqueda de la verdad y su
    transmisión desinteresada a los jóvenes y a todos
    aquellos que aprenden a razonar con rigor, para obrar con
    rectitud y para servir mejor a la sociedad, de manera que lleguen
    a ser hombres y mujeres insignes por el saber, preparados para
    desempeñar funciones de
    responsabilidad en la sociedad y para testificar su fe ante el
    mundo.

    Como forma de contribuir al desarrollo de la
    personalidad cristiana y al avance social, económico,
    cultural y político de la sociedad dominicana, la
    Universidad Católica Santo Domingo se propone alcanzar los
    siguientes objetivos:

    • Impulsar una formación académica,
      profesional y científica de alta proyección
      comunitaria acorde a la vocación y aptitudes personales
      de los miembros de la comunidad
      universitaria.
    • Promover, por todos los medios
      adecuados, el progreso de las ciencias,
      contribuir al perfeccionamiento de sus métodos,
      ampliar el ámbito de sus conocimientos, formar docentes
      competentes, multiplicar el número y la calidad de las
      vocaciones intelectuales y estimular la intensificación
      de la cultura bajo el signo y la unidad integradora de los
      valores evangélicos.
    • Formar profesionales católicos en las
      áreas requeridas para el desarrollo integral de la
      sociedad dominicana.
    • Desarrollar programas
      tendentes a la solución de los problemas
      sociales que afronta el país, ofreciendo a los
      estudiantes una formación social que los proyecte hacia
      las clases más necesitadas, con fines de mutuo
      conocimiento, servicio y promoción humana.
    • Elevar los niveles culturales de nuestra sociedad,
      enmarcándolos dentro de los principios
      cristianos.
    • Difundir los ideales cristianos de paz, de
      solidaridad, de progreso, de justicia social y de respeto a los
      derechos del
      hombre, a
      fin de contribuir a la formación de una conciencia
      colectiva sustentada en esos valores.
    • Contribuir al desarrollo de la identidad
      nacional.

    La UCSD describe su filosofía institucional en
    sus principales documentos, a
    saber:

    • Marco Ideológico,
    • Estatuto Orgánico,
    • Constitución Apostólica del Sumo
      Pontífice Juan Pablo II sobre Universidades
      Católicas.

    En el Marco Ideológico se afirma que: "…los
    documentos pastorales de la Iglesia
    (vaticano II, Medellín y Puebla), exhortan a sus fieles a
    la creación de centros de enseñanzas para el
    estudio de todas las ciencias a la luz de la fe y a
    proyectar el evangelio a la cultura de todos los
    pueblos…".

    Plantea también, que la filosofía
    educativa de la universidad se basa "…en el principio del
    desarrollo integral de la persona humana según la fe
    católica..".

    En el Estatuto Orgánico, se establecen los
    fines, objetivos y principios que sustentan la UCSD. De
    dichos estatutos son extraídos los fines, que en
    síntesis son:

    • Convertirse … en una acción educadora,
      evangelizar la cultura, la ciencia, la
      vida social, económica, política y moral de la
      comunidad nacional.
    • Ser medio para reforzar la formación del
      pensamiento
      católico de religiosos, laicos comprometidos y
      profesionales.
    • Desarrollar actividades orientadas a incrementar la
      compresión, la solidaridad, la hermandad y la paz
      nacional e internacional.

    Los objetivos de la universidad, que se orientan
    a concretizar los planteamientos contenidos en la
    filosofía de la UCSD, son los siguientes:

    • Formar profesionales católicos, en las
      áreas requeridas para el desarrollo de la sociedad
      dominicana.
    • Contribuir al desarrollo de nuestra identidad
      nacional.
    • Desarrollar programas tendentes a la solución
      de los problemas
      sociales que afronta el país.
    • Facilitar un proceso de
      aprendizaje
      a través de actividades que desarrollan la investigación, el análisis, la
      asimilación y la crítica.

    Los principios de religiosidad, servicio,
    formación, apoliticidad, economía y
    mística que sustentan la filosofía institucional,
    están dirigidos a la formación católica de
    la población y a lograr la "… promoción de una
    cultura integral, que atienda el desenvolvimiento completo de la
    persona humana, dirigiéndose, de modo

    desinteresado y genuino al bien de la
    sociedad".

    En general, la creación de la UCSD se inserta en
    líneas específicas trazadas por la Iglesia
    Católica a través de sus documentos pastorales. Los
    principios que sostienen la filosofía institucional son
    coherentes con los fines y con sus objetivos. La misión,
    fines, objetivos y principios de la Universidad
    Católica Santo Domingo, son coherentes entre sí y,
    además, se enmarcan en el contenido filosófico de
    la Constitución Apostólica sobre las
    Universidades Católicas del Sumo Pontífice Juan
    Pablo II.

    En conclusión se puede decir que hacen falta
    metas específicas definidas para lograr los objetivos que
    se desean y que los fines, metas y objetivos deben de detallarse
    de acuerdo a lo que se quiera como resultado final.

    La mayoría de las veces los instrumentos
    reguladores como las leyes sustantivas
    constitucionales dominicanas y las del CONES son genéricas
    y no poseen un objetivo
    definido.

    El CONES sugiere pero no determinar si las ejecutorias
    de las universidades e institutos de la educación
    superior favorecen la tendencia hacia el cumplimiento de las
    misiones y objetivos institucionales.

    El CONES no determina el nivel de desarrollo
    institucional en relación con los criterios y
    parámetros establecidos por sus reglamentos y
    disposiciones y tampoco estimula la auto-evaluación
    institucional como un medio para la superación continua de
    las universidades e institutos de educación superior por
    lo que cada institución debe velar por el cumplimiento de
    las fines que se propone y sus objetivos a largo
    plazo.

    C. Planteamiento de
    ORTEGA Y GASSET

    Ortega y Gasset apuntó para la universidad la
    misión de otorgar una cultura que restituyera por la
    unidad vital a la cual se orienta, la integridad del
    hombre.

    En efecto, para Ortega el hombre es
    él y su circunstancia, un aquí y ahora; por tanto,
    nada hay más importante que la aclaración de ese
    entorno en el que está determinado a vivir. Pero,
    ¿qué es ese contorno? Algo anterior al surgimiento
    de su "yo", de su cuerpo y de su alma; algo que inscribe el vivir
    en condiciones prefijadas. Compuesto tanto de sustancias materiales y
    concretas como de contenidos particulares del pensamiento que se
    confunden con la realidad misma. A lo primero le llamó
    "paisaje" y a lo segundo, "creencias". En cualquiera de los dos
    casos, se trataba de comprender que el hombre contaba con ellos
    —perspectiva— sin tener conciencia expresa de sus
    formas; como si ellos se encontraran latentes, precisamente
    porque no los pensaba.5 Al decir esto quería
    significar que al nacer, el hombre se hallaba ya determinado por
    las cosas y las creencias que socialmente se habían
    instaurado en su tiempo. De modo
    que todas las actuaciones que emprendiera estarían
    confinadas a contar con ese repertorio limitado y preciso de las
    cosas disponibles y los modos colectivos de pensarlas. Por eso
    las "creencias" constituían la base de la vida, el terreno
    donde ella se desenvolvía, esencialmente porque ellas
    ponían delante del hombre lo que para él era la
    realidad misma. En consecuencia, toda la conducta, incluso
    la intelectual, dependía de cómo se hubiera
    conformado ese sistema de
    creencias.

    A ese sistema de creencias, desde el cual el hombre vive
    y que le constituye necesariamente, a ese repertorio de
    convicciones efectivas, Ortega lo llamó cultura. De
    ahí que hiciera de ella la misión ineludible y
    constitutiva para la educación universitaria. Mas no como
    posesión, sino como ejercicio, ocupación e
    indagación, pues entendía que una vida que no
    realizara ese esclarecimiento permanecería en un nivel
    inferior y separado de lo propiamente humano. ¿Y
    qué venía a significar con estos enunciados? Que la
    vida no se entregaba ya hecha, sino que se la debía ir
    realizando a cada paso, decidiendo qué hacer,
    interpretando la circunstancia —cultura— e intentando
    salvarse de su cerrado círculo. En eso consistía
    propiamente la vocación de cada hombre, en elegir y
    diseñar el plan que
    condujera su destino.

    Ortega y Gasset, en su «Misión de la
    Universidad» de l930, tomaba distancia del modelo
    alemán para tratar de conciliar la idea de cultura con la
    formación profesional y una formación
    científica que consideraba fundamento del desarrollo
    disciplinario pero no el centro de la formación de la
    personalidad.

    Treinta años mas tarde casi todos los
    países europeos y algunos latinoamericanos transitaban el
    pasaje de la universidad de élite a la universidad de
    masas. Esta situación diluirá lentamente las
    representaciones tradicionales vinculadas a la
    «misión o idea». La universidad de
    élite, restringida a una pequeña porción del
    grupo de edad,
    sostenía funciones más limitadas, generalmente
    vinculadas con la prestación de servicios al Estado,
    mientras que la universidad de masas comienza a diversificar los
    intereses incorporados, al mismo tiempo que se acrecientan las
    demandas por parte de la sociedad. La universidad de masas y el
    impacto que ha tenido sobre la lógica
    del sistema está fundamentalmente vinculado al incremento
    significativo de la demanda por
    educación superior, que es simultáneamente
    acompañado por fenómenos como el incremento del
    número de docentes e instituciones.

    La consecuencia principal de este tipo de
    educación es la fragmentación de la persona.
    Ésta pierde la relación con la totalidad y no
    percibe la realidad como una unidad; cada aspecto de la vida se
    concibe aisladamente, sin una dirección, sin un destino que dé
    significado y unidad al conjunto. A este respecto, es más
    vigente que nunca el juicio de Ortega y Gasset, formulado hace ya
    setenta años, sobre la situación de la Universidad
    de entonces: "el profesionalismo y el especialismo, al no ser
    debidamente compensados, han roto en pedazos al hombre europeo,
    que por lo mismo está ausente de todos los puntos donde
    pretende y necesita estar. En el ingeniero está la
    ingeniería, que es sólo un trozo y
    una dimensión del hombre europeo; pero éste, que es
    un integrum, no se halla en su fragmento ingeniero. Y así
    en todos los demás casos".

    Un aspecto fundamental de esta fragmentación es
    la disminución de la capacidad de juicio de la persona .
    El juicio es el que lleva el papel
    conductor en la vida. La capacidad de juicio es la que le permite
    al hombre captar cuál es el factor fundamental de la vida
    y, por lo tanto, tomar decisiones adecuadas. La educación
    de la capacidad de juicio es esencial para la construcción
    de la persona; sin capacidad de juicio no hay persona, se
    está a merced del poder, del
    tipo que sea. La capacidad de juicio se desarrolla usando la
    razón de manera que se tengan en cuenta todos los factores
    de la realidad y no reduciendo la mente a uno o varios de sus
    aspectos, p.e. el técnico-profesional. De hecho, el hombre
    que ha sido entrenado para pensar en un único tema nunca
    será buen juez ni siquiera en ese tema, mientras que la
    extensión de su círculo mental desarrollará
    de manera general su capacidad de decidir adecuadamente. Junto a
    la fragmentación personal, y como
    consecuencia de ella, se produce también una
    fragmentación social . La sociedad, para su
    construcción y cohesión, necesita alguna otra
    contribución de cada individuo, aparte de los deberes
    particulares de su profesión. Si la personalidad se ha
    educado según un interés
    particular y no según la totalidad, cada uno
    actuará como una multitud de piezas desconectadas, sin
    relación, que se desplazan y repelen unas a otras. Sin un
    interés por la totalidad, la sociedad se descompone, se
    fragmenta; la violencia y
    las guerras son su
    lógica consecuencia. De nuevo es sorprendente la vigente
    actualidad del juicio de Ortega y Gasset a este respecto: "cuando
    se asegura que Europa
    está hecha pedazos, se está diciendo mayor verdad
    que se presupone" ; no hay más que mirar los recientes
    acontecimientos ocurridos en Europa.

    Así pues, la Universidad debe estar dedicada a
    sus estudiantes; todo lo que no tenga que ver con ellos, lo que
    no ayude de alguna manera a la tarea educativa, no es parte
    esencial de la Universidad. La investigación, tal y como,
    en la mayoría de los casos, es entendida y realizada hoy
    en la Universidad, no sirve, o lo hace escasamente, como elemento
    educativo. En palabras de Ortega y Gasset, "ha sido desastrosa la
    tendencia que ha llevado al predominio de la
    «investigación» en la Universidad" . Si la
    palabra investigación es escrita entre comillas es para
    indicar que se refiere a la forma en que se estaba haciendo
    ésta en su época. Son muy duras sus palabras a este
    respecto: "cualquier pelafustán que ha estado seis meses
    en un laboratorio o
    seminario
    alemán o norteamericano, cualquier sinsonte que ha hecho
    un descubrimientillo científico se repatría
    convertido en un «nuevo rico» de la ciencia, en un
    parvenu de la investigación; y sin pensar un cuarto de
    hora en la misión de la Universidad, propone las reformas
    más ridículas y pedantes. En cambio, es
    incapaz de enseñar su «asignatura» porque ni
    siquiera conoce íntegramente su disciplina".

    D. Planteamiento de
    la UNESCO

    Deberá transmitir, masiva y eficazmente, un
    volumen cada
    vez mayor de conocimientos teóricos y técnicos
    evolutivos, adaptados a la civilización
    cognoscitiva.

    Deberá hallar y definir orientaciones que
    permitan no dejarse sumergir por las corrientes de informaciones
    que invaden los espacios públicos y privados.

    Conservar el rumbo en proyectos de
    desarrollo individuales y colectivos.. La educación como
    experiencia global que dure toda la vida en los planos
    cognoscitivo y práctico.

    Cambiar la visión instrumentalista con una nueva
    concepción más amplia que lleve a cada persona a
    descubrir, despertar e incrementar sus posibilidades creativas,
    que conlleve a la autorrealización al aprender a
    ser.

    Que cada niño tenga acceso al razonamiento
    científico en que durante toda la vida se convierta en
    amigo de la ciencia, en los niveles de enseñanza posterior.

    Deberá proporcionar a los alumnos los
    instrumentos, conceptos y modos de referencia del avance
    científico y de los paradigmas de
    la época.

    CONCLUSIONES:

    Hasta aquí nos hemos esforzado por "reconstruir"
    con la mayor lealtad posible la forma como Ortega, el CONES, la
    UCSD y la Unesco vieron y ven a la universidad y la
    posición en que se situaron frente a ella. Es hora de
    entrar por nuestra parte en el interior de sus pensamientos,
    intentando una confrontación que nos permita arribar a un
    nuevo esclarecimiento, de modo que desde allí sea posible
    realizar nuestro aporte para la reflexión
    pedagógica contemporánea.

    Pero aquí se debe tener en cuenta que si esta
    operación intelectual se torna posible, ello obedece a que
    la idea de universidad propicia la búsqueda de un terreno
    común, en el cual se puede ingresar a pesar de las
    más variadas experiencias y creencias, sin que se deba
    renunciar al origen propio desde el cual se la interroga. Por eso
    las tres obras contienen un reclamo que exige una
    transformación radical de la universidad; en su "forma",
    naturalmente vinculada a las circunstancias, pero indicando una
    serie de reflexiones precisas, pues los autores se preocuparon
    por señalar que existía una esencia a conservar,
    sin la cual se traicionaría la identidad de la
    institución superior. Y aquello que ellos exigían,
    en lo cual sus voces se hacen una, representa la fuente donde se
    arraiga la idea de universidad: la misión de alcanzar un
    saber originario, dirigido al todo; la vindicación de una
    libertad y autonomía, imprescindibles para que dicho saber
    se desarrolle ilimitadamente; la capacidad incondicional de
    contribuir a la formación del hombre.

    Los fines de la educación dominicana garantizan
    el derecho a la educación de los dominicanos por parte del
    Estado Dominicano, pero no definen claramente los instrumentos a
    utilizar para desarrollarla y lograr objetivos preestablecidos o
    fines. No define lo que debería ser una educación
    superior y el vehículo para llegar a ella. No posee metas
    definidas como no la posee la UNESCO y las restantes lo que nos
    hace mantenernos en continuos análisis.

    Los fines del CONES quien es un elemento regulador dice
    que participa "activamente en los esfuerzos por el desarrollo
    nacional integral, formando los técnicos, profesionales y
    científicos en las diversas áreas del conocimiento
    requeridos por el país, y asistir directamente a su
    población mediante actividades de extensión y
    servicios especializados", coincidiendo con la UCSD y la
    filosofía de la UNESCO.

    Los fines de la UNIVERSIDAD CATOLICA SANTO DOMINGO se
    enmarcan en la filosofía institucional de las
    universidades católicas, enunciando en la
    Constitución Apostólica…: "fin de las
    universidades es formar a todos los estudiantes de manera que
    lleguen a ser hombres insignes por el saber, preparados, para
    desempeñar funciones de responsabilidad en la sociedad y a
    testimoniar su fe ante el mundo". En cuanto a los FINES de la
    UCSD han de procurarse tanto por la investigación como por
    la docencia. La Universidad es lugar de vida intelectual, centro
    de estudios superiores, la investigación es esencial en
    ella; tanto la que en cierto sentido tiene su fin en sí
    misma como la que debe integrar la docencia. La docencia no es
    mera transmisión de conocimientos, sino la acción
    del maestro que, en posesión de cierto saber, coadyuva
    para que el alumno, mediante su propia actividad, llegue
    él también a poseerlo. La docencia deberá
    iniciar práctica y naturalmente al estudiante en esa forma
    de actividad intelectual. La Universidad Católica Santo
    Domingo debe pensarse como una unidad viva de organismos
    dedicados a la investigación de la verdad, de toda la
    verdad acerca de la naturaleza, del
    hombre y de Dios, con los métodos propios de cada
    disciplina académica, estableciendo después un
    diálogo
    entre las diversas disciplinas (interdisciplinariedad) para
    promover una síntesis superior del saber. Más
    aún: guiados por las aportaciones de la filosofía y
    de la teología, investigadores, docentes y estudiantes, se
    esforzarán constantemente en determinar el lugar
    correspondiente y el sentido de cada una de las diversas
    disciplinas en el marco de una visión de la persona humana
    y del mundo iluminada por el Evangelio. En su esfuerzo por
    ofrecer una respuesta a los complejos problemas que atañen
    a tantos aspectos de la vida humana y de la sociedad, la
    Universidad insistirá en la cooperación entre las
    diversas disciplinas académicas, las cuales ofrecen su
    propia contribución específica a la búsqueda
    de soluciones. El
    mejor medio para una excelente enseñanza es la
    investigación. La cultura debe orientarse a la
    íntegra perfección de la persona humana, al bien de
    la comunidad y de la sociedad entera. La cultura, por tener su
    origen inmediato en la índole racional y social del
    hombre, requiere constantemente una justa libertad para
    desarrollarse y una legítima facultad de obrar,
    según su derecho y sus propios principios.

    Solo con leer ese párrafo
    nos damos cuenta que los FINES de la Universidad Católica
    Santo Domingo, UCSD, son más consistentes y no entran en
    contradicción con los de la UNESCO y el CONES, mucho menos
    con los de Ortega y Gasset los cuales eran estudios
    antropológicos. Ortega y Gasset, apuntó para la
    universidad la misión de otorgar una cultura que
    restituyera por la unidad vital a la cual se orienta, la
    integridad del hombre.

    La UNESCO resume todo en las Necesidades y Finalidades
    educativas que se detallaron anteriormente y se concentran
    en:

    NECESIDADES: Circulación y almacenamiento de
    información..

    FINALIDADES: La educación..

    Antes de concluir sería interesante determinar si
    han surgido avances en varias vertientes::

    No estamos formando sujetos capaces de interactuar en
    sus ambientes naturales y sociales debido a la precariedad
    económica de la Nación.

    Se fomenta a medias el desarrollo de seres humanos
    libres, reflexivos, críticos, autocríticos y
    dueños de sí mismos, capaces de producir, expresar
    y sistematizar respuestas imaginativas y, por lo tanto, de
    desarrollar sus propias creatividades, haciendo de éstas
    componentes importantes de sus interacciones cotidianas y de
    propuestas y proyectos de mayor trascendencia personal y social
    debido a nuestra composición política la cual
    está sujeta al clientelismo político en todos los
    niveles de la sociedad.

    Se han logrado avances en promover el desarrollo de
    personas con una visión del mundo como totalidad, basada
    en la noción de interrelación en la
    unidad/diversidad de las formas de vida y de los ecosistemas,
    así como de los espacios geográficos, sociales,
    económicos, políticos y culturales gracias al
    NEOLIBERALISMO, pero no se analiza, o no se quiere
    analizar, los efectos económicos negativos que este
    sistema conlleva en sí y que perjudica nuestra
    composición social incluyendo la transmisión de la
    CULTURA en nuestros países pobres.

    Se ha progresado en algo por lo que todos abogan y es en
    la formación de ciudadanos democráticos y
    participativos, TANTO ASI, tanto…. que permiten la
    imposición de un SISTEMA ECONOMICO
    que va en nuestro propio detrimento como lo es el NEOLIBERALISMO,
    enseñándonos que el norte debe ser preservar la PAZ
    SOCIAL mientras tenemos desequilibrios economicos perjudiciales
    para la NACION dada
    nuestra falta de competitividad. Por eso digo que hemos progresado
    en la formación de seres humanos para el ejercicio pleno
    de sus derechos y deberes, para la transformación social,
    basada en el respeto y la tolerancia por
    las diversidades físicas y espirituales de la humanidad,
    la justicia, la paz y una democracia
    creciente participativa, pero a veces debiera de llamarse
    mansedumbre.

    Se ha fomentado a medias la conciencia
    patriótica, tanto personal como social, en torno a la
    identidad y la soberanía nacionales, a partir del
    fortalecimiento de lo autóctono y lo vernáculo;
    evitando todo fenómeno de exclusión y rescatando
    las raíces indígenas, hispánicas, negras y
    de otros orígenes, las manifestaciones mulatas y de todo
    tipo, en el contexto de la promoción y vigencia de la
    solidaridad, la justicia y la libertad, a través del
    desarrollo de la autoestima de
    los sujetos. A medias, como escribí anteriormente, porque
    nuestro nacionalismo
    se basa única y exclusivamente sobre lo haitiano lo
    que lo hace falta de autenticidad provocando que nunca pongamos
    atención a otros tipos de
    mancillación de la soberanía como lo es la USURA
    que se ejerce contra la República Dominicana por parte de
    las grandes naciones lo que provoca que nuestros mas
    mínimos recursos
    obtenidos por nuestra economía, que es de servicio, vayan
    a parar a cuentas
    extranjeras como pago de intereses de la deuda
    externa.

    Todos coinciden en formar sujetos capaces de recuperar,
    reelaborar y producir conocimientos así como el de sujetos
    capaces de valorar el trabajo
    como medio para su desarrollo
    personal y social.

    Se ha estancado la promoción de los conocimientos
    científicos, humanísticos, artísticos y
    tecnológicos a los procesos
    pedagógicos, lo que estanca su socialización, desde la perspectiva de
    facilitar su circulación, apropiación, recreación, y aplicación que pregona
    la UNESCO.

    Se ha avanzado en su totalidad el desarrollo de una
    cultura del trabajo como elemento de expresión y
    liberación de los seres humanos y como acción
    social productiva, propiciando una formación integral que
    vincule las actividades intelectuales, manuales,
    motrices y artísticas en todas sus manifestaciones,
    permitiéndoles construir una actitud de valoración
    positiva hacia el trabajo y capacitándolos, en
    consecuencia, para transformarse a sí mismo y a su
    realidad, siempre y cuando tomando en consideración las
    limitaciones antes expuestas. Todos coinciden.

    Se ha propiciado el desarrollo de la creatividad y de
    los talentos, pero existen zonas en el país a donde
    todavía no se implementa el descubrimiento y el desarrollo
    de las potencialidades humanas, el desarrollo multilateral
    armónico de todo el ser: de su inteligencia,
    su afectividad y motricidad.

    No se incentivan procesos de comprensión,
    representación y razonamiento, que posibiliten el
    desarrollo intelectual para la investigación, el
    descubrimiento, la aprehensión y la recreación del
    conocimiento sobre la realidad, mediante la invención de
    múltiples oportunidades para recuperar en los procesos
    pedagógicos las manifestaciones espontáneas de los
    alumnos y de las alumnas, de los profesores y las profesoras
    debido a la precariedad de conocimientos para desarrollar las
    capacidades, habilidades y destrezas dentro del desarrollo
    científico y tecnológico, que necesitan para su
    desempeño en los diferentes medios de su
    actividad social: escuelas, familias, medio
    ambiente, participación política e
    interacción comunitaria y cultura.

    Una de las metas de la educación es el desarrollo
    óptimo de las potencialidades del hombre, por lo tanto
    ésta debe fortalecer cada uno de los aspectos que forman
    al hombre para convertirlo en un ser autónomo y libre
    capaz de tomar sus propias decisiones; para el logro de
    éste óptimo desarrollo, la educación debe de
    tener unos lineamientos o fines que lo favorezcan teniendo en
    cuenta el medio sociocultural en el cual se desenvuelve y las
    necesidades y prioridades de la sociedad de la cual hace parte.
    Pero el hombre es libre cuando lo es económicamente
    también y el sistema que poseemos de subyugación
    económica no es el ideal para que se desarrollen en
    nuestra población ni siquiera en un nivel aceptable las
    metas educativas propuestas.

    La finalidad de la educación es la
    liberación del hombre de las trabas y limitaciones de la
    ignorancia y la dependencia". La educación exige que el
    hombre sea sujeto activo y asuma por sí mismo las ideas y
    valores que más convengan a su formación como
    persona, pero durante el desarrollo de este trabajo he
    determinado que si no se es libre en lo económico no se
    puede ser libre de ninguna manera.

    Toda práctica educativa, METAS, estará
    encaminada entonces, a desalinear al individuo y a buscar una
    liberación social. El dominicano de hoy con la
    educación institucional que reciba no está en
    condiciones de cumplir las funciones que le exige la sociedad, se
    debe educar al hombre para un mundo en constante cambio, logre
    adaptarse continuamente a las nuevas circunstancias que se le
    presentan lo que es difícil

    Tarea fundamental es, tanto de las personas vinculadas
    en el sector educativo, padres de familia y
    sociedad en general fomentar y conocer dichos fines, para hacer
    de la educación no sólo un proceso de
    adquisición de conocimientos teóricos, sino,
    formadora de individuos íntegros forjadores de su propia
    realidad y transformadores
    del mundo.

    Dentro de este desarrollo la
    comunicación actúa en la transmisión de
    conocimientos y como medio de socialización, convivencia y
    guía del alumno en la adquisición de ideas
    creativas, principios liberadores y habilidades comunicativas; de
    ésta forma los profesionales de la educación deben
    ser promotores de una mejor interacción comunicativa entre
    maestro – alumno – familia – sociedad, creando un ambiente en el
    que se hable el mismo lenguaje para
    obtener una respuesta positiva del educando hacia el aprendizaje y
    hacia una auténtica comunicación, pilar fundamental en todo
    proceso educativo.

    Existen muchos puntos en común, sin embargo, a la
    hora de justificar las formas por las cuales arriban a esa
    finalidad, observamos que en ellos existen fundamentos y puntos
    de partida divergentes. ¿Qué es lo que
    varía? No cabe duda de ello, las diferencias se encuentran
    en sus concepciones respecto de lo que entienden que el hombre es
    y está llamado a ser.

    Todos enfatizan la búsqueda de la verdad
    —todo— como finalidad para la universidad y
    también sustentan ese desideratum en la necesaria
    formación científica para sus miembros. Sin
    embargo, a la hora de fundar una conducción para la
    razón científica nace la divergencia.

    En efecto, para Ortega el hombre es él y su
    circunstancia, un aquí y ahora; por tanto, nada hay
    más importante que la aclaración de ese entorno en
    el que está determinado a vivir. Pero, ¿qué
    es ese contorno? Algo anterior al surgimiento de su "yo", de su
    cuerpo y de su alma; algo que inscribe el vivir en condiciones
    prefijadas. Compuesto tanto de sustancias materiales y concretas
    como de contenidos particulares del pensamiento que se confunden
    con la realidad misma. A lo primero le llamó "paisaje" y a
    lo segundo, "creencias". En cualquiera de los dos casos, se
    trataba de comprender que el hombre contaba con ellos
    —perspectiva— sin tener conciencia expresa de sus
    formas; como si ellos se encontraran latentes, precisamente
    porque no los pensaba. Al decir esto quería significar que
    al nacer, el hombre se hallaba ya determinado por las cosas y las
    creencias que socialmente se habían instaurado en su
    tiempo. De modo que todas las actuaciones que emprendiera
    estarían confinadas a contar con ese repertorio limitado y
    preciso de las cosas disponibles y los modos colectivos de
    pensarlas. Por eso las "creencias" constituían la base de
    la vida, el terreno donde ella se desenvolvía,
    esencialmente porque ellas ponían delante del hombre lo
    que para él era la realidad misma. En consecuencia, toda
    la conducta, incluso la intelectual, dependía de
    cómo se hubiera conformado ese sistema de
    creencias.

    A ese sistema de creencias, desde el cual el hombre vive
    y que le constituye necesariamente, a ese repertorio de
    convicciones efectivas, Ortega lo llamó cultura. De
    ahí que hiciera de ella la misión ineludible y
    constitutiva para la educación universitaria. Mas no como
    posesión, sino como ejercicio, ocupación e
    indagación, pues entendía que una vida que no
    realizara ese esclarecimiento permanecería en un nivel
    inferior y separado de lo propiamente humano. ¿Y
    qué venía a significar con estos enunciados? Que la
    vida no se entregaba ya hecha, sino que se la debía ir
    realizando a cada paso, decidiendo qué hacer,
    interpretando la circunstancia —cultura— e intentando
    salvarse de su cerrado círculo. En eso consistía
    propiamente la vocación de cada hombre, en elegir y
    diseñar el plan que condujera su destino.

    Para nosotros no cabe ninguna duda. El pensamiento en
    torno a la universidad de nuestros días debe acertar a
    recomponer esa dimensión de la que pareciera no poder dar
    testimonio. Esto no significa formar un mundo aparte e ideal, del
    cual el mundo real no forma parte, sino integrar la
    reflexión a la praxis, de modo que ella sea la
    crítica que sostenga y afirme la actuación del
    hombre. Pero como todo pensar es histórico, la fuente
    privilegiada para su realización deberá buscarse en
    la idea de mundo y de hombre que en nuestro tiempo es dado
    concebir, con lo cual nos situamos, nuevamente, ante la finalidad
    que nuestros autores dieron a la universidad.

    Esto revela que el estudiante debe romper la inercia de
    sus creencias, la cultura heredada y no pensada, dejar de
    adherirse fácilmente a las respuestas creadas y acumuladas
    por las generaciones precedentes hasta hallar el uso constante de
    su pensar, es decir, el concretísimo acto de la
    averiguación y el esclarecimiento.

    El CONES, la UCSD y la UNESCO conciben la universidad
    como una organización de producción del conocimiento. Lo que implica
    que las mayores y mejores energías deben dirigirse a tal
    objetivo. Lo demás debe ser instrumental.

    Para mal o para bien debido a los planteamientos hechos
    somos conscientes de que la universidad es una
    organización compleja y enormemente diversificada, donde
    por sus propias características o por sus propios sistemas de
    funcionamiento:

    • Prima la individualidad
    • Tiene grandes problemas de coordinación
    • Tiene problemas de discrecionalidad
    • Tiene una elevada autonomía
      decisoria
    • Tiene una fuerte vinculación al personal
      administrativo
    • Por lo tanto, como organización que busca la
      excelencia (=la mejora continua) nos debemos dotar de una serie
      de instrumentos (normas,
      informática, estructuras,
      etc.) que:
    • Facilite la coordinación
    • Simplifique la toma de
      decisiones
    • Facilite las comunicaciones
    • Aumente el compromiso de los miembros
      universitarios
    • Use la cultura organizativa como mecanismo de
      control.
    • Porque sin cultura organizativa caeríamos
      en:
    • La inercia
    • La falta de creatividad
    • La visión deformada de la realidad
    • La expulsión de "lo diferente"

    La visión del CONES debe fomentar la
    dirección participativa y colegiada, pues la universidad
    está formada por personas y son éstas las que
    comprueban la bondad de los sistemas, puesto que son las
    encargadas de implantarlos.

    Deben buscarse instrumentos que favorezcan la
    cohesión interna y actúen como herramienta
    integradora de voluntades para avanzar conjuntamente en una misma
    dirección.

    Todos quieren evitar riesgos y
    maximizar resultados, de eso se trata, pero deben plantear
    estrategias y
    objetivos simples, claros, alcanzables y medibles.

    La determinación de objetivos y la
    implementación de estrategias constituyen la etapa clave
    de todo el proceso de planificación de los planteamientos del
    CONES, UCSD y la UNESCO. En primera instancia, unos objetivos
    institucionales concretos, que en esta etapa normalmente son de
    carácter cualitativo, así como las
    líneas estratégicas generales para toda la
    universidad, de acuerdo con las misiones declaradas.

    Los planteamientos no son cuantificables para poder
    medir su grado de cumplimiento, y traducidos a acciones
    estratégicas que conduzcan a su consecución. Los
    indicadores
    por los que serán evaluados deben especificarse y darse a
    conocer.
    Las diversas unidades académicas y administrativas deben
    actuar coordinadamente y establecer una relación de
    interdependencia y colaboración más que de
    agregación, para lograr un ajuste mutuo que, a su vez, sea
    coherente con los objetivos institucionales de la
    universidad.

     

    Trabajo enviado
    por:

    Ing. Francisco Guerrero Castro

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