- Planteamiento del
CONES - Planteamiento de la
Universidad Católica Santo Domingo - Planteamiento de ORTEGA Y
GASSET - Planteamiento de la
UNESCO - Conclusiones
Antes de entrar en un análisis comparativo debemos definir los
planteamientos de Ortega y Gassett y los del CONES, UCSD y la
UNESCO..
Entre los principios y
fines que persigue el CONES en cuanto a la educación
dominicana se refiere, son los artículos 5 y 6 de dicha
ley quien lo
define:
- Formar personas críticas y
democráticas, identificadas con los valores
nacionales y de solidaridad
internacional, capaces de participar eficazmente en las
transformaciones sociales, económicas, culturales y
políticas del país. - Realizar, impulsar y difundir la investigación científica,
así como las formas más avanzadas y valiosas de
creación en el campo de la Educación, la Ciencia,
la Cultura, el
Arte y la
Tecnología. - Participar activamente en los esfuerzos por el
desarrollo
nacional integral, formando los técnicos, profesionales
y científicos en las diversas áreas del conocimiento
requeridos por el país, y asistir directamente a su
población mediante actividades de
extensión y servicios
especializados. - Contribuir a la formación integral de
ciudadanos y ciudadanas creativos, solidarios y responsables a
través de su permanente relación con las
creaciones literarias, científicas y de cultura
universal. - Desarrollar en estudiantes y profesores, valores y
actitudes
que les permitan constituirse en agentes que promuevan el
avance, el
conocimiento y el mejoramiento de la calidad de
vida; actuando como conciencia
critica de la sociedad. - Contribuir a la actualización y
superación permanentes de los técnicos,
profesionales, científicos, y humanistas
nacionales. - Servir de depositaria, defensora y difusora de los
valores y de la cultura universal, y del patrimonio
cultural de nuestra nación en particular. - La identidad y
cultura nacional, como punto de partida para la universalidad
del patrimonio cultural. - El respeto al
ser humano, su dignidad y su libertad; - La libertad de discusión y el pluralismo
ideológico, político y religioso; - El espíritu democrático, la justicia
social y la solidaridad humana¡ - El rigor científico en la búsqueda y
construcción del
conocimiento. - La creatividad,
la criticidas, la integridad y la responsabilidad; - La igualdad de
oportunidades en la realización de las actividades
académicas. - La actitud de
servicio a
la sociedad como beneficiaria de las actividades
académicas, científicas y culturales.
B. Planteamiento
de la Universidad
Católica Santo Domingo
Contribuir al incremento de la cultura superior y a una
promoción más plena de la persona humana
mediante la ardiente búsqueda de la verdad y su
transmisión desinteresada a los jóvenes y a todos
aquellos que aprenden a razonar con rigor, para obrar con
rectitud y para servir mejor a la sociedad, de manera que lleguen
a ser hombres y mujeres insignes por el saber, preparados para
desempeñar funciones de
responsabilidad en la sociedad y para testificar su fe ante el
mundo.
Como forma de contribuir al desarrollo de la
personalidad cristiana y al avance social, económico,
cultural y político de la sociedad dominicana, la
Universidad Católica Santo Domingo se propone alcanzar los
siguientes objetivos:
- Impulsar una formación académica,
profesional y científica de alta proyección
comunitaria acorde a la vocación y aptitudes personales
de los miembros de la comunidad
universitaria. - Promover, por todos los medios
adecuados, el progreso de las ciencias,
contribuir al perfeccionamiento de sus métodos,
ampliar el ámbito de sus conocimientos, formar docentes
competentes, multiplicar el número y la calidad de las
vocaciones intelectuales y estimular la intensificación
de la cultura bajo el signo y la unidad integradora de los
valores evangélicos. - Formar profesionales católicos en las
áreas requeridas para el desarrollo integral de la
sociedad dominicana. - Desarrollar programas
tendentes a la solución de los problemas
sociales que afronta el país, ofreciendo a los
estudiantes una formación social que los proyecte hacia
las clases más necesitadas, con fines de mutuo
conocimiento, servicio y promoción humana. - Elevar los niveles culturales de nuestra sociedad,
enmarcándolos dentro de los principios
cristianos. - Difundir los ideales cristianos de paz, de
solidaridad, de progreso, de justicia social y de respeto a los
derechos del
hombre, a
fin de contribuir a la formación de una conciencia
colectiva sustentada en esos valores. - Contribuir al desarrollo de la identidad
nacional.
La UCSD describe su filosofía institucional en
sus principales documentos, a
saber:
- Marco Ideológico,
- Estatuto Orgánico,
- Constitución Apostólica del Sumo
Pontífice Juan Pablo II sobre Universidades
Católicas.
En el Marco Ideológico se afirma que: "…los
documentos pastorales de la Iglesia
(vaticano II, Medellín y Puebla), exhortan a sus fieles a
la creación de centros de enseñanzas para el
estudio de todas las ciencias a la luz de la fe y a
proyectar el evangelio a la cultura de todos los
pueblos…".
Plantea también, que la filosofía
educativa de la universidad se basa "…en el principio del
desarrollo integral de la persona humana según la fe
católica..".
En el Estatuto Orgánico, se establecen los
fines, objetivos y principios que sustentan la UCSD. De
dichos estatutos son extraídos los fines, que en
síntesis son:
- Convertirse … en una acción educadora,
evangelizar la cultura, la ciencia, la
vida social, económica, política y moral de la
comunidad nacional. - Ser medio para reforzar la formación del
pensamiento
católico de religiosos, laicos comprometidos y
profesionales. - Desarrollar actividades orientadas a incrementar la
compresión, la solidaridad, la hermandad y la paz
nacional e internacional.
Los objetivos de la universidad, que se orientan
a concretizar los planteamientos contenidos en la
filosofía de la UCSD, son los siguientes:
- Formar profesionales católicos, en las
áreas requeridas para el desarrollo de la sociedad
dominicana. - Contribuir al desarrollo de nuestra identidad
nacional. - Desarrollar programas tendentes a la solución
de los problemas
sociales que afronta el país. - Facilitar un proceso de
aprendizaje
a través de actividades que desarrollan la investigación, el análisis, la
asimilación y la crítica.
Los principios de religiosidad, servicio,
formación, apoliticidad, economía y
mística que sustentan la filosofía institucional,
están dirigidos a la formación católica de
la población y a lograr la "… promoción de una
cultura integral, que atienda el desenvolvimiento completo de la
persona humana, dirigiéndose, de modo
desinteresado y genuino al bien de la
sociedad".
En general, la creación de la UCSD se inserta en
líneas específicas trazadas por la Iglesia
Católica a través de sus documentos pastorales. Los
principios que sostienen la filosofía institucional son
coherentes con los fines y con sus objetivos. La misión,
fines, objetivos y principios de la Universidad
Católica Santo Domingo, son coherentes entre sí y,
además, se enmarcan en el contenido filosófico de
la Constitución Apostólica sobre las
Universidades Católicas del Sumo Pontífice Juan
Pablo II.
En conclusión se puede decir que hacen falta
metas específicas definidas para lograr los objetivos que
se desean y que los fines, metas y objetivos deben de detallarse
de acuerdo a lo que se quiera como resultado final.
La mayoría de las veces los instrumentos
reguladores como las leyes sustantivas
constitucionales dominicanas y las del CONES son genéricas
y no poseen un objetivo
definido.
El CONES sugiere pero no determinar si las ejecutorias
de las universidades e institutos de la educación
superior favorecen la tendencia hacia el cumplimiento de las
misiones y objetivos institucionales.
El CONES no determina el nivel de desarrollo
institucional en relación con los criterios y
parámetros establecidos por sus reglamentos y
disposiciones y tampoco estimula la auto-evaluación
institucional como un medio para la superación continua de
las universidades e institutos de educación superior por
lo que cada institución debe velar por el cumplimiento de
las fines que se propone y sus objetivos a largo
plazo.
C. Planteamiento de
ORTEGA Y GASSET
Ortega y Gasset apuntó para la universidad la
misión de otorgar una cultura que restituyera por la
unidad vital a la cual se orienta, la integridad del
hombre.
En efecto, para Ortega el hombre es
él y su circunstancia, un aquí y ahora; por tanto,
nada hay más importante que la aclaración de ese
entorno en el que está determinado a vivir. Pero,
¿qué es ese contorno? Algo anterior al surgimiento
de su "yo", de su cuerpo y de su alma; algo que inscribe el vivir
en condiciones prefijadas. Compuesto tanto de sustancias materiales y
concretas como de contenidos particulares del pensamiento que se
confunden con la realidad misma. A lo primero le llamó
"paisaje" y a lo segundo, "creencias". En cualquiera de los dos
casos, se trataba de comprender que el hombre contaba con ellos
—perspectiva— sin tener conciencia expresa de sus
formas; como si ellos se encontraran latentes, precisamente
porque no los pensaba.5 Al decir esto quería
significar que al nacer, el hombre se hallaba ya determinado por
las cosas y las creencias que socialmente se habían
instaurado en su tiempo. De modo
que todas las actuaciones que emprendiera estarían
confinadas a contar con ese repertorio limitado y preciso de las
cosas disponibles y los modos colectivos de pensarlas. Por eso
las "creencias" constituían la base de la vida, el terreno
donde ella se desenvolvía, esencialmente porque ellas
ponían delante del hombre lo que para él era la
realidad misma. En consecuencia, toda la conducta, incluso
la intelectual, dependía de cómo se hubiera
conformado ese sistema de
creencias.
A ese sistema de creencias, desde el cual el hombre vive
y que le constituye necesariamente, a ese repertorio de
convicciones efectivas, Ortega lo llamó cultura. De
ahí que hiciera de ella la misión ineludible y
constitutiva para la educación universitaria. Mas no como
posesión, sino como ejercicio, ocupación e
indagación, pues entendía que una vida que no
realizara ese esclarecimiento permanecería en un nivel
inferior y separado de lo propiamente humano. ¿Y
qué venía a significar con estos enunciados? Que la
vida no se entregaba ya hecha, sino que se la debía ir
realizando a cada paso, decidiendo qué hacer,
interpretando la circunstancia —cultura— e intentando
salvarse de su cerrado círculo. En eso consistía
propiamente la vocación de cada hombre, en elegir y
diseñar el plan que
condujera su destino.
Ortega y Gasset, en su «Misión de la
Universidad» de l930, tomaba distancia del modelo
alemán para tratar de conciliar la idea de cultura con la
formación profesional y una formación
científica que consideraba fundamento del desarrollo
disciplinario pero no el centro de la formación de la
personalidad.
Treinta años mas tarde casi todos los
países europeos y algunos latinoamericanos transitaban el
pasaje de la universidad de élite a la universidad de
masas. Esta situación diluirá lentamente las
representaciones tradicionales vinculadas a la
«misión o idea». La universidad de
élite, restringida a una pequeña porción del
grupo de edad,
sostenía funciones más limitadas, generalmente
vinculadas con la prestación de servicios al Estado,
mientras que la universidad de masas comienza a diversificar los
intereses incorporados, al mismo tiempo que se acrecientan las
demandas por parte de la sociedad. La universidad de masas y el
impacto que ha tenido sobre la lógica
del sistema está fundamentalmente vinculado al incremento
significativo de la demanda por
educación superior, que es simultáneamente
acompañado por fenómenos como el incremento del
número de docentes e instituciones.
La consecuencia principal de este tipo de
educación es la fragmentación de la persona.
Ésta pierde la relación con la totalidad y no
percibe la realidad como una unidad; cada aspecto de la vida se
concibe aisladamente, sin una dirección, sin un destino que dé
significado y unidad al conjunto. A este respecto, es más
vigente que nunca el juicio de Ortega y Gasset, formulado hace ya
setenta años, sobre la situación de la Universidad
de entonces: "el profesionalismo y el especialismo, al no ser
debidamente compensados, han roto en pedazos al hombre europeo,
que por lo mismo está ausente de todos los puntos donde
pretende y necesita estar. En el ingeniero está la
ingeniería, que es sólo un trozo y
una dimensión del hombre europeo; pero éste, que es
un integrum, no se halla en su fragmento ingeniero. Y así
en todos los demás casos".
Un aspecto fundamental de esta fragmentación es
la disminución de la capacidad de juicio de la persona .
El juicio es el que lleva el papel
conductor en la vida. La capacidad de juicio es la que le permite
al hombre captar cuál es el factor fundamental de la vida
y, por lo tanto, tomar decisiones adecuadas. La educación
de la capacidad de juicio es esencial para la construcción
de la persona; sin capacidad de juicio no hay persona, se
está a merced del poder, del
tipo que sea. La capacidad de juicio se desarrolla usando la
razón de manera que se tengan en cuenta todos los factores
de la realidad y no reduciendo la mente a uno o varios de sus
aspectos, p.e. el técnico-profesional. De hecho, el hombre
que ha sido entrenado para pensar en un único tema nunca
será buen juez ni siquiera en ese tema, mientras que la
extensión de su círculo mental desarrollará
de manera general su capacidad de decidir adecuadamente. Junto a
la fragmentación personal, y como
consecuencia de ella, se produce también una
fragmentación social . La sociedad, para su
construcción y cohesión, necesita alguna otra
contribución de cada individuo, aparte de los deberes
particulares de su profesión. Si la personalidad se ha
educado según un interés
particular y no según la totalidad, cada uno
actuará como una multitud de piezas desconectadas, sin
relación, que se desplazan y repelen unas a otras. Sin un
interés por la totalidad, la sociedad se descompone, se
fragmenta; la violencia y
las guerras son su
lógica consecuencia. De nuevo es sorprendente la vigente
actualidad del juicio de Ortega y Gasset a este respecto: "cuando
se asegura que Europa
está hecha pedazos, se está diciendo mayor verdad
que se presupone" ; no hay más que mirar los recientes
acontecimientos ocurridos en Europa.
Así pues, la Universidad debe estar dedicada a
sus estudiantes; todo lo que no tenga que ver con ellos, lo que
no ayude de alguna manera a la tarea educativa, no es parte
esencial de la Universidad. La investigación, tal y como,
en la mayoría de los casos, es entendida y realizada hoy
en la Universidad, no sirve, o lo hace escasamente, como elemento
educativo. En palabras de Ortega y Gasset, "ha sido desastrosa la
tendencia que ha llevado al predominio de la
«investigación» en la Universidad" . Si la
palabra investigación es escrita entre comillas es para
indicar que se refiere a la forma en que se estaba haciendo
ésta en su época. Son muy duras sus palabras a este
respecto: "cualquier pelafustán que ha estado seis meses
en un laboratorio o
seminario
alemán o norteamericano, cualquier sinsonte que ha hecho
un descubrimientillo científico se repatría
convertido en un «nuevo rico» de la ciencia, en un
parvenu de la investigación; y sin pensar un cuarto de
hora en la misión de la Universidad, propone las reformas
más ridículas y pedantes. En cambio, es
incapaz de enseñar su «asignatura» porque ni
siquiera conoce íntegramente su disciplina".
Deberá transmitir, masiva y eficazmente, un
volumen cada
vez mayor de conocimientos teóricos y técnicos
evolutivos, adaptados a la civilización
cognoscitiva.
Deberá hallar y definir orientaciones que
permitan no dejarse sumergir por las corrientes de informaciones
que invaden los espacios públicos y privados.
Conservar el rumbo en proyectos de
desarrollo individuales y colectivos.. La educación como
experiencia global que dure toda la vida en los planos
cognoscitivo y práctico.
Cambiar la visión instrumentalista con una nueva
concepción más amplia que lleve a cada persona a
descubrir, despertar e incrementar sus posibilidades creativas,
que conlleve a la autorrealización al aprender a
ser.
Que cada niño tenga acceso al razonamiento
científico en que durante toda la vida se convierta en
amigo de la ciencia, en los niveles de enseñanza posterior.
Deberá proporcionar a los alumnos los
instrumentos, conceptos y modos de referencia del avance
científico y de los paradigmas de
la época.
Hasta aquí nos hemos esforzado por "reconstruir"
con la mayor lealtad posible la forma como Ortega, el CONES, la
UCSD y la Unesco vieron y ven a la universidad y la
posición en que se situaron frente a ella. Es hora de
entrar por nuestra parte en el interior de sus pensamientos,
intentando una confrontación que nos permita arribar a un
nuevo esclarecimiento, de modo que desde allí sea posible
realizar nuestro aporte para la reflexión
pedagógica contemporánea.
Pero aquí se debe tener en cuenta que si esta
operación intelectual se torna posible, ello obedece a que
la idea de universidad propicia la búsqueda de un terreno
común, en el cual se puede ingresar a pesar de las
más variadas experiencias y creencias, sin que se deba
renunciar al origen propio desde el cual se la interroga. Por eso
las tres obras contienen un reclamo que exige una
transformación radical de la universidad; en su "forma",
naturalmente vinculada a las circunstancias, pero indicando una
serie de reflexiones precisas, pues los autores se preocuparon
por señalar que existía una esencia a conservar,
sin la cual se traicionaría la identidad de la
institución superior. Y aquello que ellos exigían,
en lo cual sus voces se hacen una, representa la fuente donde se
arraiga la idea de universidad: la misión de alcanzar un
saber originario, dirigido al todo; la vindicación de una
libertad y autonomía, imprescindibles para que dicho saber
se desarrolle ilimitadamente; la capacidad incondicional de
contribuir a la formación del hombre.
Los fines de la educación dominicana garantizan
el derecho a la educación de los dominicanos por parte del
Estado Dominicano, pero no definen claramente los instrumentos a
utilizar para desarrollarla y lograr objetivos preestablecidos o
fines. No define lo que debería ser una educación
superior y el vehículo para llegar a ella. No posee metas
definidas como no la posee la UNESCO y las restantes lo que nos
hace mantenernos en continuos análisis.
Los fines del CONES quien es un elemento regulador dice
que participa "activamente en los esfuerzos por el desarrollo
nacional integral, formando los técnicos, profesionales y
científicos en las diversas áreas del conocimiento
requeridos por el país, y asistir directamente a su
población mediante actividades de extensión y
servicios especializados", coincidiendo con la UCSD y la
filosofía de la UNESCO.
Los fines de la UNIVERSIDAD CATOLICA SANTO DOMINGO se
enmarcan en la filosofía institucional de las
universidades católicas, enunciando en la
Constitución Apostólica…: "fin de las
universidades es formar a todos los estudiantes de manera que
lleguen a ser hombres insignes por el saber, preparados, para
desempeñar funciones de responsabilidad en la sociedad y a
testimoniar su fe ante el mundo". En cuanto a los FINES de la
UCSD han de procurarse tanto por la investigación como por
la docencia. La Universidad es lugar de vida intelectual, centro
de estudios superiores, la investigación es esencial en
ella; tanto la que en cierto sentido tiene su fin en sí
misma como la que debe integrar la docencia. La docencia no es
mera transmisión de conocimientos, sino la acción
del maestro que, en posesión de cierto saber, coadyuva
para que el alumno, mediante su propia actividad, llegue
él también a poseerlo. La docencia deberá
iniciar práctica y naturalmente al estudiante en esa forma
de actividad intelectual. La Universidad Católica Santo
Domingo debe pensarse como una unidad viva de organismos
dedicados a la investigación de la verdad, de toda la
verdad acerca de la naturaleza, del
hombre y de Dios, con los métodos propios de cada
disciplina académica, estableciendo después un
diálogo
entre las diversas disciplinas (interdisciplinariedad) para
promover una síntesis superior del saber. Más
aún: guiados por las aportaciones de la filosofía y
de la teología, investigadores, docentes y estudiantes, se
esforzarán constantemente en determinar el lugar
correspondiente y el sentido de cada una de las diversas
disciplinas en el marco de una visión de la persona humana
y del mundo iluminada por el Evangelio. En su esfuerzo por
ofrecer una respuesta a los complejos problemas que atañen
a tantos aspectos de la vida humana y de la sociedad, la
Universidad insistirá en la cooperación entre las
diversas disciplinas académicas, las cuales ofrecen su
propia contribución específica a la búsqueda
de soluciones. El
mejor medio para una excelente enseñanza es la
investigación. La cultura debe orientarse a la
íntegra perfección de la persona humana, al bien de
la comunidad y de la sociedad entera. La cultura, por tener su
origen inmediato en la índole racional y social del
hombre, requiere constantemente una justa libertad para
desarrollarse y una legítima facultad de obrar,
según su derecho y sus propios principios.
Solo con leer ese párrafo
nos damos cuenta que los FINES de la Universidad Católica
Santo Domingo, UCSD, son más consistentes y no entran en
contradicción con los de la UNESCO y el CONES, mucho menos
con los de Ortega y Gasset los cuales eran estudios
antropológicos. Ortega y Gasset, apuntó para la
universidad la misión de otorgar una cultura que
restituyera por la unidad vital a la cual se orienta, la
integridad del hombre.
La UNESCO resume todo en las Necesidades y Finalidades
educativas que se detallaron anteriormente y se concentran
en:
NECESIDADES: Circulación y almacenamiento de
información..
FINALIDADES: La educación..
Antes de concluir sería interesante determinar si
han surgido avances en varias vertientes::
No estamos formando sujetos capaces de interactuar en
sus ambientes naturales y sociales debido a la precariedad
económica de la Nación.
Se fomenta a medias el desarrollo de seres humanos
libres, reflexivos, críticos, autocríticos y
dueños de sí mismos, capaces de producir, expresar
y sistematizar respuestas imaginativas y, por lo tanto, de
desarrollar sus propias creatividades, haciendo de éstas
componentes importantes de sus interacciones cotidianas y de
propuestas y proyectos de mayor trascendencia personal y social
debido a nuestra composición política la cual
está sujeta al clientelismo político en todos los
niveles de la sociedad.
Se han logrado avances en promover el desarrollo de
personas con una visión del mundo como totalidad, basada
en la noción de interrelación en la
unidad/diversidad de las formas de vida y de los ecosistemas,
así como de los espacios geográficos, sociales,
económicos, políticos y culturales gracias al
NEOLIBERALISMO, pero no se analiza, o no se quiere
analizar, los efectos económicos negativos que este
sistema conlleva en sí y que perjudica nuestra
composición social incluyendo la transmisión de la
CULTURA en nuestros países pobres.
Se ha progresado en algo por lo que todos abogan y es en
la formación de ciudadanos democráticos y
participativos, TANTO ASI, tanto…. que permiten la
imposición de un SISTEMA ECONOMICO
que va en nuestro propio detrimento como lo es el NEOLIBERALISMO,
enseñándonos que el norte debe ser preservar la PAZ
SOCIAL mientras tenemos desequilibrios economicos perjudiciales
para la NACION dada
nuestra falta de competitividad. Por eso digo que hemos progresado
en la formación de seres humanos para el ejercicio pleno
de sus derechos y deberes, para la transformación social,
basada en el respeto y la tolerancia por
las diversidades físicas y espirituales de la humanidad,
la justicia, la paz y una democracia
creciente participativa, pero a veces debiera de llamarse
mansedumbre.
Se ha fomentado a medias la conciencia
patriótica, tanto personal como social, en torno a la
identidad y la soberanía nacionales, a partir del
fortalecimiento de lo autóctono y lo vernáculo;
evitando todo fenómeno de exclusión y rescatando
las raíces indígenas, hispánicas, negras y
de otros orígenes, las manifestaciones mulatas y de todo
tipo, en el contexto de la promoción y vigencia de la
solidaridad, la justicia y la libertad, a través del
desarrollo de la autoestima de
los sujetos. A medias, como escribí anteriormente, porque
nuestro nacionalismo
se basa única y exclusivamente sobre lo haitiano lo
que lo hace falta de autenticidad provocando que nunca pongamos
atención a otros tipos de
mancillación de la soberanía como lo es la USURA
que se ejerce contra la República Dominicana por parte de
las grandes naciones lo que provoca que nuestros mas
mínimos recursos
obtenidos por nuestra economía, que es de servicio, vayan
a parar a cuentas
extranjeras como pago de intereses de la deuda
externa.
Todos coinciden en formar sujetos capaces de recuperar,
reelaborar y producir conocimientos así como el de sujetos
capaces de valorar el trabajo
como medio para su desarrollo
personal y social.
Se ha estancado la promoción de los conocimientos
científicos, humanísticos, artísticos y
tecnológicos a los procesos
pedagógicos, lo que estanca su socialización, desde la perspectiva de
facilitar su circulación, apropiación, recreación, y aplicación que pregona
la UNESCO.
Se ha avanzado en su totalidad el desarrollo de una
cultura del trabajo como elemento de expresión y
liberación de los seres humanos y como acción
social productiva, propiciando una formación integral que
vincule las actividades intelectuales, manuales,
motrices y artísticas en todas sus manifestaciones,
permitiéndoles construir una actitud de valoración
positiva hacia el trabajo y capacitándolos, en
consecuencia, para transformarse a sí mismo y a su
realidad, siempre y cuando tomando en consideración las
limitaciones antes expuestas. Todos coinciden.
Se ha propiciado el desarrollo de la creatividad y de
los talentos, pero existen zonas en el país a donde
todavía no se implementa el descubrimiento y el desarrollo
de las potencialidades humanas, el desarrollo multilateral
armónico de todo el ser: de su inteligencia,
su afectividad y motricidad.
No se incentivan procesos de comprensión,
representación y razonamiento, que posibiliten el
desarrollo intelectual para la investigación, el
descubrimiento, la aprehensión y la recreación del
conocimiento sobre la realidad, mediante la invención de
múltiples oportunidades para recuperar en los procesos
pedagógicos las manifestaciones espontáneas de los
alumnos y de las alumnas, de los profesores y las profesoras
debido a la precariedad de conocimientos para desarrollar las
capacidades, habilidades y destrezas dentro del desarrollo
científico y tecnológico, que necesitan para su
desempeño en los diferentes medios de su
actividad social: escuelas, familias, medio
ambiente, participación política e
interacción comunitaria y cultura.
Una de las metas de la educación es el desarrollo
óptimo de las potencialidades del hombre, por lo tanto
ésta debe fortalecer cada uno de los aspectos que forman
al hombre para convertirlo en un ser autónomo y libre
capaz de tomar sus propias decisiones; para el logro de
éste óptimo desarrollo, la educación debe de
tener unos lineamientos o fines que lo favorezcan teniendo en
cuenta el medio sociocultural en el cual se desenvuelve y las
necesidades y prioridades de la sociedad de la cual hace parte.
Pero el hombre es libre cuando lo es económicamente
también y el sistema que poseemos de subyugación
económica no es el ideal para que se desarrollen en
nuestra población ni siquiera en un nivel aceptable las
metas educativas propuestas.
La finalidad de la educación es la
liberación del hombre de las trabas y limitaciones de la
ignorancia y la dependencia". La educación exige que el
hombre sea sujeto activo y asuma por sí mismo las ideas y
valores que más convengan a su formación como
persona, pero durante el desarrollo de este trabajo he
determinado que si no se es libre en lo económico no se
puede ser libre de ninguna manera.
Toda práctica educativa, METAS, estará
encaminada entonces, a desalinear al individuo y a buscar una
liberación social. El dominicano de hoy con la
educación institucional que reciba no está en
condiciones de cumplir las funciones que le exige la sociedad, se
debe educar al hombre para un mundo en constante cambio, logre
adaptarse continuamente a las nuevas circunstancias que se le
presentan lo que es difícil
Tarea fundamental es, tanto de las personas vinculadas
en el sector educativo, padres de familia y
sociedad en general fomentar y conocer dichos fines, para hacer
de la educación no sólo un proceso de
adquisición de conocimientos teóricos, sino,
formadora de individuos íntegros forjadores de su propia
realidad y transformadores
del mundo.
Dentro de este desarrollo la
comunicación actúa en la transmisión de
conocimientos y como medio de socialización, convivencia y
guía del alumno en la adquisición de ideas
creativas, principios liberadores y habilidades comunicativas; de
ésta forma los profesionales de la educación deben
ser promotores de una mejor interacción comunicativa entre
maestro – alumno – familia – sociedad, creando un ambiente en el
que se hable el mismo lenguaje para
obtener una respuesta positiva del educando hacia el aprendizaje y
hacia una auténtica comunicación, pilar fundamental en todo
proceso educativo.
Existen muchos puntos en común, sin embargo, a la
hora de justificar las formas por las cuales arriban a esa
finalidad, observamos que en ellos existen fundamentos y puntos
de partida divergentes. ¿Qué es lo que
varía? No cabe duda de ello, las diferencias se encuentran
en sus concepciones respecto de lo que entienden que el hombre es
y está llamado a ser.
Todos enfatizan la búsqueda de la verdad
—todo— como finalidad para la universidad y
también sustentan ese desideratum en la necesaria
formación científica para sus miembros. Sin
embargo, a la hora de fundar una conducción para la
razón científica nace la divergencia.
En efecto, para Ortega el hombre es él y su
circunstancia, un aquí y ahora; por tanto, nada hay
más importante que la aclaración de ese entorno en
el que está determinado a vivir. Pero, ¿qué
es ese contorno? Algo anterior al surgimiento de su "yo", de su
cuerpo y de su alma; algo que inscribe el vivir en condiciones
prefijadas. Compuesto tanto de sustancias materiales y concretas
como de contenidos particulares del pensamiento que se confunden
con la realidad misma. A lo primero le llamó "paisaje" y a
lo segundo, "creencias". En cualquiera de los dos casos, se
trataba de comprender que el hombre contaba con ellos
—perspectiva— sin tener conciencia expresa de sus
formas; como si ellos se encontraran latentes, precisamente
porque no los pensaba. Al decir esto quería significar que
al nacer, el hombre se hallaba ya determinado por las cosas y las
creencias que socialmente se habían instaurado en su
tiempo. De modo que todas las actuaciones que emprendiera
estarían confinadas a contar con ese repertorio limitado y
preciso de las cosas disponibles y los modos colectivos de
pensarlas. Por eso las "creencias" constituían la base de
la vida, el terreno donde ella se desenvolvía,
esencialmente porque ellas ponían delante del hombre lo
que para él era la realidad misma. En consecuencia, toda
la conducta, incluso la intelectual, dependía de
cómo se hubiera conformado ese sistema de
creencias.
A ese sistema de creencias, desde el cual el hombre vive
y que le constituye necesariamente, a ese repertorio de
convicciones efectivas, Ortega lo llamó cultura. De
ahí que hiciera de ella la misión ineludible y
constitutiva para la educación universitaria. Mas no como
posesión, sino como ejercicio, ocupación e
indagación, pues entendía que una vida que no
realizara ese esclarecimiento permanecería en un nivel
inferior y separado de lo propiamente humano. ¿Y
qué venía a significar con estos enunciados? Que la
vida no se entregaba ya hecha, sino que se la debía ir
realizando a cada paso, decidiendo qué hacer,
interpretando la circunstancia —cultura— e intentando
salvarse de su cerrado círculo. En eso consistía
propiamente la vocación de cada hombre, en elegir y
diseñar el plan que condujera su destino.
Para nosotros no cabe ninguna duda. El pensamiento en
torno a la universidad de nuestros días debe acertar a
recomponer esa dimensión de la que pareciera no poder dar
testimonio. Esto no significa formar un mundo aparte e ideal, del
cual el mundo real no forma parte, sino integrar la
reflexión a la praxis, de modo que ella sea la
crítica que sostenga y afirme la actuación del
hombre. Pero como todo pensar es histórico, la fuente
privilegiada para su realización deberá buscarse en
la idea de mundo y de hombre que en nuestro tiempo es dado
concebir, con lo cual nos situamos, nuevamente, ante la finalidad
que nuestros autores dieron a la universidad.
Esto revela que el estudiante debe romper la inercia de
sus creencias, la cultura heredada y no pensada, dejar de
adherirse fácilmente a las respuestas creadas y acumuladas
por las generaciones precedentes hasta hallar el uso constante de
su pensar, es decir, el concretísimo acto de la
averiguación y el esclarecimiento.
El CONES, la UCSD y la UNESCO conciben la universidad
como una organización de producción del conocimiento. Lo que implica
que las mayores y mejores energías deben dirigirse a tal
objetivo. Lo demás debe ser instrumental.
Para mal o para bien debido a los planteamientos hechos
somos conscientes de que la universidad es una
organización compleja y enormemente diversificada, donde
por sus propias características o por sus propios sistemas de
funcionamiento:
- Prima la individualidad
- Tiene grandes problemas de coordinación
- Tiene problemas de discrecionalidad
- Tiene una elevada autonomía
decisoria - Tiene una fuerte vinculación al personal
administrativo - Por lo tanto, como organización que busca la
excelencia (=la mejora continua) nos debemos dotar de una serie
de instrumentos (normas,
informática, estructuras,
etc.) que: - Facilite la coordinación
- Simplifique la toma de
decisiones - Facilite las comunicaciones
- Aumente el compromiso de los miembros
universitarios - Use la cultura organizativa como mecanismo de
control. - Porque sin cultura organizativa caeríamos
en: - La inercia
- La falta de creatividad
- La visión deformada de la realidad
- La expulsión de "lo diferente"
La visión del CONES debe fomentar la
dirección participativa y colegiada, pues la universidad
está formada por personas y son éstas las que
comprueban la bondad de los sistemas, puesto que son las
encargadas de implantarlos.
Deben buscarse instrumentos que favorezcan la
cohesión interna y actúen como herramienta
integradora de voluntades para avanzar conjuntamente en una misma
dirección.
Todos quieren evitar riesgos y
maximizar resultados, de eso se trata, pero deben plantear
estrategias y
objetivos simples, claros, alcanzables y medibles.
La determinación de objetivos y la
implementación de estrategias constituyen la etapa clave
de todo el proceso de planificación de los planteamientos del
CONES, UCSD y la UNESCO. En primera instancia, unos objetivos
institucionales concretos, que en esta etapa normalmente son de
carácter cualitativo, así como las
líneas estratégicas generales para toda la
universidad, de acuerdo con las misiones declaradas.
Los planteamientos no son cuantificables para poder
medir su grado de cumplimiento, y traducidos a acciones
estratégicas que conduzcan a su consecución. Los
indicadores
por los que serán evaluados deben especificarse y darse a
conocer.
Las diversas unidades académicas y administrativas deben
actuar coordinadamente y establecer una relación de
interdependencia y colaboración más que de
agregación, para lograr un ajuste mutuo que, a su vez, sea
coherente con los objetivos institucionales de la
universidad.
Trabajo enviado
por:
Ing. Francisco Guerrero Castro