Índice
2. El Sol
3. Conclusión
En el trabajo que
se presenta a continuación se trata un tema muy importante
como lo es el Sol y el
Sistema
Solar.
Muchos sabemos que el sol es el que nos proporciona la claridad
del día y el calor, pero no
sabemos realmente qué es, como está formado y como
es su sistema. En este
trabajo conoceremos estos detalles.
Definición y Generalidades: El Sol, es la
estrella que, por el efecto gravitacional de su masa, domina el
sistema planetario que incluye a la Tierra.
Mediante la radiación
de su energía electromagnética, aporta directa o
indirectamente toda la energía que mantiene la vida en la
Tierra, porque
todo el alimento y el combustible procede en última
instancia de las plantas que
utilizan la energía de la luz del Sol.
A causa de su proximidad a la Tierra y como es una estrella
típica, el Sol es un recurso extraordinario para el
estudio de los fenómenos estelares. No se ha estudiado
ninguna otra estrella con tanto detalle. La estrella más
cercana al Sol está a 4,3 años luz (4 × 1013
km); para observar los rasgos de su superficie comparables a los
que se pueden ver de forma habitual en el Sol, se
necesitaría un telescopio de casi 30 km de
diámetro. Además, un telescopio así
tendría que ser colocado en el espacio para evitar
distorsiones causadas por la atmósfera de la
Tierra.
El Sol gira una vez cada 27 días cerca del ecuador, pero una
vez cada 31 días más cerca de los polos.
El pasado y el futuro del Sol se han deducido de los modelos
teóricos de estructura
estelar. Durante sus primeros 50 millones de años, el Sol
se contrajo hasta llegar a su tamaño actual. La
energía liberada por el gas calentaba el
interior y, cuando el centro estuvo suficientemente caliente, la
contracción cesó y la combustión nuclear del hidrógeno en
helio comenzó en el centro. El Sol ha estado en esta
etapa de su vida durante unos 4.500 millones de años.
En el núcleo del Sol hay hidrógeno suficiente para
durar otros 4.500 millones de años. Cuando se gaste este
combustible, el Sol cambiará: según se vayan
expandiendo las capas exteriores hasta el tamaño actual de
la órbita de la Tierra, el Sol se convertirá en una
gigante roja, algo más fría que hoy pero 10.000
veces más brillante a causa de su enorme tamaño.
Sin embargo, la Tierra no se consumirá porque se
moverá en espiral hacia afuera, como consecuencia de la
pérdida de masa del Sol. El Sol seguirá siendo una
gigante roja, con reacciones nucleares de combustión de
helio en el centro, durante sólo 500 millones de
años. No tiene suficiente masa para atravesar sucesivos
ciclos de combustión nuclear o un cataclismo en forma de
explosión, como les ocurre a algunas estrellas.
Después de la etapa de gigante roja, se encogerá
hasta ser una enana blanca, aproximadamente del tamaño de
la Tierra, y se enfriará poco a poco durante varios
millones de años.
Composición y Estructura: La cantidad total de
energía emitida por el Sol en forma de radiación es
bastante constante, y no varía más que unas pocas
décimas de un 1% en varios días. Esta
energía se genera en las profundidades del Sol. Al igual
que la mayoría de las estrellas, el Sol se compone sobre
todo de hidrógeno (71%); también contiene helio
(27%) y otros elementos más pesados (2%). Cerca del centro
del Sol, la temperatura es
de casi 16.000.000 K y la densidad es 150
veces la del agua. Bajo
estas condiciones, los núcleos de los átomos de
hidrógeno individuales actúan entre sí,
experimentando la fusión
nuclear. El resultado neto de estos procesos es
que cuatro núcleos de hidrógeno se combinan para
formar un núcleo de helio, y la energía surge en
forma de radiaciones gamma. Una enorme cantidad de núcleos
reacciona cada segundo, generando una energía equivalente
a la que se produciría por la explosión de 100.000
millones de bombas de
hidrógeno de un megatón por segundo. La
‘combustión’ nuclear del hidrógeno en
el centro del Sol se extiende a un 25% del radio solar.
El sol es una gran esfera de gases
incandescentes, pero se cree que su porción central o
núcleo, se encuentra en estado líquido. La
superficie aparente del sol es denominada fotosfera (esfera de
luz). Alrededor de la fotosfera se extiende una capa de vapores
incandescentes, de colores vivos,
por lo cual se llama cromosfera (espera del color). En
torno a la
fotosfera y a la cromosfera se encuentra la corona, que es un
gigantesco halo de gases que envuelve al sol; la corona
sólo es visible durante los eclipses. En la fotosfera se
observan porciones más brillantes denominadas
fáculas y otras oscuras, a las que se les da el nombre de
manchas. En el sol se observan también enormes
prominencias luminosas, formadas por gases de hidrógeno y
helio, que parten de la fotosfera como enormes lenguas de fuego
hasta alcanzar más allá de la cromosfera, como
puede verse en la siguiente figura:
Influencia del sol sobre la tierra: La energía
solar es la fuente de la luz y el calor; nuestros alimentos ,
habitaciones y vestidos nunca hubiesen existido sin los rayos del
sol. La desaparición de la energía solar
representaría el final de toda manifestación de
vida sobre nuestro planeta.
Si faltará la luz solar nuestro planeta sería un
mundo triste y tenebroso. La sucesión de los días y
las noches constituye un hábito tal, que no podemos
imaginarnos vivir sin la luminosidad del sol. Las plantas
necesitan la luz para producir sus alimentos. Nosotros la
necesitamos para vivir saludables y trabajar. Aunque desde otras
estrellas llega a la tierra alguna luz, tal luz no sería
suficiente para sostener la vida.
El sol nos da calor además la luz. Si por alguna
razón el sol dejara de brillar, todos los seres vivos
– animales y
vegetales – se congelarían. En poco tiempo todos los
lagos, ríos y océanos quedarían cubiertos de
hielo. Pocos días después toda el agua de los
océanos formaría una masa helada. El aires que
rodea la tierra se convertiría en líquido y
cubriría la faz del planeta. Aun este aire
líquido se congelaría y solidificaría. La
temperatura de la tierra descendería a un nivel que apenas
podemos imaginar.
Sistema Solar: Sistema formado por el Sol, nueve planetas y sus
satélites
, asteroides, cometas y meteoritos, y polvo y gas
interplanetario. Las dimensiones de este sistema se especifican
en términos de distancia media de la Tierra al Sol,
denominada unidad astronómica (UA). Una UA corresponde a
unos 150 millones de kilómetros. El planeta más
distante conocido es Plutón; su órbita está
a 39,44 UA del Sol. La frontera entre el Sistema Solar y el
espacio interestelar —llamada heliopausa— se supone
que se encuentra a 100 UA. Los cometas, sin embargo, son los
más alejados del Sol; sus órbitas son muy
excéntricas, extendiéndose hasta 50.000 UA o
más.
Los planetas Aquí se presentan, en orden de distancia al
Sol, los nueve planetas conocidos que giran en torno a él.
Varían mucho en tamaño, masa, temperatura, velocidad de
rotación y composición. Por ejemplo, Mercurio es
pequeño, rocoso y cálido, porque se encuentra a una
distancia media de 58 millones de km del Sol, mientras que el
gélido Plutón está a 5.900 millones de km.
Venus gira relativamente despacio y en sentido retrógrado
(opuesto a su revolución
alrededor del Sol), de modo que el periodo de luz diurna es de 58
días terrestres. Júpiter es el mayor planeta de
este sistema, con un volumen de 1.400
veces el de la Tierra. Saturno tiene un amplio grupo de
anillos y más de veinte satélites. Marte se
caracteriza por su coloración anaranjada y sus capas de
hielo polar, mientras que el metano de las atmósferas de
Urano y Neptuno da a estos planetas un color azul verdoso
brillante. Al ser el planeta más lejano al Sol,
Plutón tiene el periodo de revolución más
largo: 247,7 años.
Es la estrella más cercana a la Tierra y el mayor
elemento del Sistema Solar. Las estrellas son los únicos
cuerpos del Universo que
emiten luz.
El Sol es también nuestra principal fuente de
energía, que se manifiesta, sobre todo, en forma de luz y
calor. Sin ella no podría haber vida sobre nuestro
planeta.
Contiene más del 99% de toda la materia del
Sistema Solar. Ejerce una fuerte atracción gravitatoria
sobre los planetas y los hace girar a su alrededor.
Autor:
Juana Villalva