Indice
1.
Introducción
2. Unos resultados
reveladores.
3. Propuestas
Sindicales
4. Conclusiones
finales.
Problema: Las situaciones conflictivas en cobranzas y su
relación con la salud mental en
el personal del
sector gestión
comercial mora del Banco
Hipotecario.
Fundamentación: Decidimos investigar sobre cómo
afectan las situaciones conflictivas en cobranzas a la salud
mental de los banqueros debido a que, dada la crisis
económica y social que se vive en estos días,
creemos que estos trabajadores se encuentran frente a la
difícil responsabilidad de enfrentar a los clientes y hacer
que éstos salden sus deudas; siendo conscientes de que en
la actualidad todos nos encontramos en dificultades
económicas. Consideramos que todos estos factores influyen
de una manera directa en la salud física y mental de
los banqueros.
Antecedentes:
Estrés: tu
riesgo
más oculto
Estimado/a compañero/a:
Desde el Sindicato
siempre hemos tenido una especial preocupación por las
condiciones de trabajo y salud que tenemos. En su día,
como recordarás, editamos un folleto dedicado a las
pantallas de visualización de datos (PVD) y a
los riesgos de sus
usuarios, aportando toda una serie de iniciativas y propuestas,
hoy muchas de ellas incorporadas a la Directiva Europea de PVD y
al propio Anteproyecto de
Ley de Salud
Laboral,
actualmente en discusión entre patronal y sindicatos.
Retomamos esta preocupación con este nuevo folleto.
Afortunadamente, nuestro sector no se caracteriza por su
espectacularidad en las estadísticas de accidentes de
trabajo. Esta ausencia de riesgos físicos llamativos, no
debe inducirnos al error de pensar que estamos exentos de
factores de riesgo para nuestra salud No solo los accidentes
provocados por los atracos, en no pocas veces con heridos y
víctimas mortales, los infartos de mas de un
compañero, algunos mortales, son los riesgos más
significativos. Existen una serie de condiciones de trabajo que
lenta pero progresivamente van minando nuestra salud, aumentando
nuestro mal humor, la irritabilidad, el insomnio, la fatiga la
frustración. En la mayoría de las ocasiones no
solemos asociar estas actitudes y
cambios observados en muchos compañeros/, con nuestras
condiciones de trabajo. Sin embargo en ellas la gran
mayoría de las veces, debemos buscar las razones ultimas
de estos cambios de carácter
muchas veces inexplicables. Estamos hablando del estrés,
riesgo oculto de nuestra profesión.
Para su estudio hemos realizado una encuesta entre
los trabajadores y trabajadoras del sector, con el fin n de
estudiar la relación existente entre la
desmotivación e insatisfacción profesional, los
síntomas de estrés y las condiciones de trabajo,
referidas no tanto a las condiciones recogidas en convenio, sino
fundamentalmente a los aspectos organizaciones
del trabajo. Los resultados, como podéis comprobar en el
capitulo ll del folleto, son suficientemente significativos.
Manifiestan a las claras que la eliminación del
estrés como riesgo del sector, pasa necesariamente por la
modificación profunda de aspectos de la
organización el trabajo de
nuestras entidades. Es un secreto a voces la profunda
aversión que cualquier iniciativa en este campo despierta
en nuestros empresarios. Acostumbrados a entender la organización del trabajo como terreno
vedado a sus designios, no admiten de buen grado ninguna
sugerencia al respecto. Pero tendrán que comprender que
nuestra experiencia, nuestra iniciativa como trabajadores, son
necesarias si se quiere ofrecer una buena calidad de
servicio, que nuestras opiniones deben ser tenidas en cuenta,
porque no hay calidad en el
servicio, no hay competitividad
de «sus entidades «, basadas en la
insatisfacción, apatía y frustración
profesionales. Pero también nosotros, sindicatos y
trabajadores, tendremos que reflexionar sobre ello. Si no somos
capaces de asumir iniciativas en este terreno, de colocar estas
preocupaciones en el primer plano de nuestra actividad
reivindicativa, la aplicación de las Nuevas
Tecnologías, lejos de aportarnos mejores condiciones
de trabajo y salud, van a suponer un empeoramiento de nuestra
«calidad de
vida «. Las propuestas de negociación no abundan en mejorar nuestras
condiciones de trabajo, a través de la
motivación y la participación de los
trabajadores, no solo para ganar más, sino para vivir
mejor. En la defensa de este concepto de
salud, más ligada a la calidad de vida
que a la simple ausencia de enfermedad, os dejo con las
reflexiones desarrolladas en el presente folleto, confiando ando
que sus aportaciones nos permitan a todos avanzar en la defensa
de nuestros intereses y aspiraciones. María Jesús
Paredes Gil Secretaria General Introducción La implantación de
nuevas tecnologías en la banca,
especialmente a raíz de la introducción de la
informática, ha producido una serie de
cambios en los trabajos que tradicionalmente venia ejerciendo la
banca, que se refieren a la automatización de aquellos trabajos
rutinarios y más bien mecánicos que el empleado de
banca solía desempeñar con cierta habilidad y en
ocasiones se constituía en un especialista.
Ahora muchos de los departamentos bancarios han
transformado su sistema de
trabajo como consecuencia de la automatización y nuevos
paquetes informáticos. Los puestos de trabajo originados
con la aparición de los nuevos productos
informáticos son sin duda uno de los mayores cambios que
introducen las nuevas tecnologías. Con ello, aparecen
cambios en el entorno socio laboral del trabajador que afectan de
manera mas o menos intensa en su salud.
Las pantallas de visualización, es uno de los
puestos mas característicos aparecidos en la era de la
informática que introduce una serie de trastornos en la
salud de los operarios. Por ello queremos contribuir con este
folleto dedicado al estrés, acompañando un estudio
sociológico, donde queremos mostrar a través del
trabajo de campo, cuales son las situaciones de fatiga que mas
afectan al trabajador de banca, y algunos datos aconsejables para
combatirlo. También queremos hacer hincapié en la
divulgación y sensibilización del estrés, en
aquellas personas relacionadas con la salud laboral, para que
este folleto sirva como guía a él mismo y al
trabajador, en situaciones amenazantes de su salud.
Que es el estrés desde que Hans Selye introdujo
en el ámbito de la salud el termino estrés, este se
ha convertido en una de las palabras mas utilizadas, tanto por
los profesionales de las distintas ciencias de la
salud, como en el lenguaje
coloquial de la calle. Selye, definió el estrés
como una respuesta general del organismo ante cualquier estimulo
estresor o situación estresante. No obstante se han
realizado múltiples trabajos sobre el estrés que
han aportado diversas conceptualizaciones.
Conceptualización más comprensible de
estrés, lo definiría como un exceso de demandas
ambientales sobre la capacidad del individuo para resolverlos,
considerando además las necesidades del sujeto con las
fuentes de
satisfacción de esas necesidades en el entorno
laboral.
El estrés es un hecho habitual en nuestras vidas.
No puede evitarse, ya que cualquier cambio al que
debamos adaptarnos representa estrés. Los sucesos
negativos, daño, enfermedad o muerte de un
ser querido, son hechos estresantes, así como los sucesos
positivos; ascender en el trabajo trae consigo el estrés
del nuevo status, de nuevas responsabilidades.
Nuestras experiencias estresoras provienen de tres
fuentes básicas: nuestro entorno, nuestro cuerpo y
nuestros pensamientos. El entorno se refiere a las condiciones
ambientales, como por ejemplo aglomeraciones, demandas de
adaptación, etc. Las fisiológicas se refieren a
nuestro organismo: enfermedad, accidentes, trastornos, etc. Las
amenazas exteriores producen en nuestro cuerpo unos cambios
estresantes. Así nuestra forma de reaccionar ante los
problemas, las
demandas y los peligros, viene determinada por una aptitud innata
de lucha o huida, cuando los estímulos que nos llegan son
interpretados como amenazantes. Este proceso se
traduce en una serie e cambios físicos observables.
Así, por ejemplo, las pupilas se agrandan para mejorar la
visión y el oído se
agudiza, los músculos se tensan para responder al
desafío, la sangre es
bombeada al cerebro para
aumentar la llegada de oxigeno a las
células
y favorecer los procesos
mentales. Las frecuencias cardiaca y respiratoria y como la
sangre se desvía preferentemente hacia la cabeza y el
tronco, las extremidades y sobre todo las manos y los pies, se
perciben fríos y sudorosos. Si no se libera al organismo
de estos cambios ocurridos durante la fase de reconocimiento y
consideración de la amenaza, se entra en un estado de
estrés crónico. Cuando uno se siente estresado y
añade aun más estrés, los centros
reguladores del cerebro tienden a hiperreaccionar ocasionando
desgaste físico, crisis del llanto, y potencialmente
depresión. Condiciones estresantes
Sobrecarga de trabajo Exceso o falta de trabajo. Rapidez en
realizar la tarea. Necesidad de tomar decisiones. Fatiga, por
esfuerzo físico importante. Viajes largos
y numerosos. Excesivo numero de horas de trabajo. Cambios en el
trabajo. La sobrecarga de trabajo, tanto en los aspectos
difíciles de la tarea, como el excesivo trabajo, han
obtenido una relación directa, entre horas de trabajo y
muerte causada por enfermedad coronaria. (Breslow y Buell 1960.)
La sobrecarga de trabajo, también esta relacionada
significativamente son una serie de síntomas de
estrés: consumo de
alcohol,
absentismo laboral, baja motivación
en l trabajo, baja autoestima,
tensión en el trabajo, percepción
de amenaza, desconcierto, alto nivel e colesterol, incremento de
la tasa cardiaca y aumento de consumo de cigarrillos.
Características del puesto de trabajo Ambigüedad del
rol: Cuando no se dispone de una adecuada información laboral, responsabilidad o
falta de claridad en los objetivos
asociados al esto. También puede suceder que exista una
demanda de
responsabilidad por parte de los compañeros, sin haberse
facultado para ello o por el contrario que exista esa facultad y
no se desempeñe. (Esta situación representa para el
trabajador menor satisfacción en el trabajo, mayor
tensión y baja autoestima.) La responsabilidad sobre otras
personas: Los trabajadores con responsabilidad sobre otras
personas tienen un mayor numero de interacciones de
estrés, como s el caso de directivos que, además,
con cierta frecuencia tienen que asistir a reuniones o deben
cumplir demasiados compromisos de trabajo. Estas personas se
encuentran relacionadas con la conducta del
fumar, suelen tener mayor presión
diastó1ica y altos niveles de colesterol. (French y Caplan
1970.) Existen otros estresores relacionados con las funciones del
trabajador que pueden generar estrés, afectando
fundamentalmente a mandos intermedios, como son: Individuo que
cuenta con insuficiente responsabilidad. Falta de
participación en la toma de
decisiones. Falta de apoyo por parte de la dirección. Cambios tecnológicos a
los que hay que adaptarse. Ir a Indice Estrés producido
por las relaciones
interpersonales Cuando existen unas relaciones pobres y hay
poca confianza, se produce frecuentemente comunicaciones
insuficientes que originan tensiones psicológicas y
sentimientos de insatisfacción en el trabajo. En este
sentido al considerar las relaciones con los superiores se pueden
hallar favoritismos por u parte que provocan una tensión y
presión en el trabajo. Por el contrario, las relaciones
con los subordinados son con frecuencia fuentes de estros para
los directivos, al tratar de conseguir mayor productividad y
un tratamiento considerado. Las relaciones entre
compañeros pueden traer diversas situaciones estresantes,
como por ejemplo, rivalidad, falta de apoyo en situaciones
difíciles, culpabilización de los errores o
problemas, e incluso una total falta de relaciones. Estrés
relacionado con el desarrollo de
la carrera profesional Generalmente el trabajador espera ir
ascendiendo en los diversos puestos que tiene su entidad, es
decir, tiende a mejorar no solo en el aspecto económico,
sino aspirando a puestos de mayor responsabilidad o
cualificación, desarrollando lo que llamaríamos su
carrera profesional. Es por ello que cuando las expectativas e
truncan aparecen tensiones o factores estresantes, como por
ejemplo: Falta de seguridad en el
trabajo. Incongruencia o falta de equidad en una promoción insuficiente o excesiva.
Consciencia e haber alcanzado el propio techo. «Cuando un
ejecutivo de mediana edad observa una alentización en los
procesos de promoción, y experimenta que va alcanzando su
propio techo y puede ser sustituido por otros compañeros
más jóvenes y con mas preparación, aparecen
tensiones, conflictos,
ansiedades, insatisfacciones y temores en relación con su
status profesional. « (Ledison 1973.) Estrés
producido por la estructura y
el clima
organizacional Falta e participaci6n en los procesos de toma
de decisiones. Sentirse extraño en la propia rganizaci6n.
Inadecuada política de
direcci6n. Falta de autonomía en el trabajo. Estrecha
supervisión del trabajo. El estrés
producido por la propia organización presenta los
siguientes actores de riesgo para la salud: consumo de alcohol
como forma de escape, animo deprimido, aja autoestima, poca
satisfacción en el trabajo, intención de abandonar
el trabajo y absentismo laboral. Así mismo en numerosos
estudios realizados, la falta de participación, produce
insatisfacción en el trabajo y un incremento de riesgos de
enfermedad física y mental. En el contexto laboral se
experimentan otros sintamos estresantes que no son de
carácter cuantitativo introducción de datos en el
ordenador, ni cualitativo (ambigüedad del rol); mas bien
ocurre cuando las habilidades de la persona son
incongruentes, con la tarea o el entorno laboral. No obstante,
hay que tener en cuenta que en situaciones similares las personas
reaccionan de forma diferente. Así, cuando se produce una
tensión de sobrecarga de trabajo, mientras que una persona
puede reorganizar eficazmente la tarea, aprender nuevas formas,
buscar ayuda, etc., otra, incapaz de superar tal tensión,
puede responder a largo plazo con enfermedades coronarias,
represivas, etc. Hasta aquí, hemos expuesto someramente
algunas consideraciones generales obre el estrés, con el
animo de divulgar entre los trabajadores las causas que lo
producen y sus consecuencias. A continuación, queremos
trasladaros los resultados de la encuesta realizada entre los
compañeros de las distintas entidades financieras, a fin
de conocer la incidencia real del problema en el
Sector.
2. Unos resultados
reveladores.
Hemos querido constatar en la realidad de los centros de
trabajo lo que es lugar común en los especialistas de la
materia, no
con un animo doctoral, sino con la intención de concretar,
con la mayor precisión posible, las causas que
están detrás del estrés en los trabajadores
del sector financiero y la relación que estas tienen con
la organización del trabajo. Para este fin hemos elaborado
un cuestionario
que reúne preguntas relativas a los datos
sociológicos más significativos edad, sexo, estado
civil, titulación, subsector, oficina,
categoría,.. Junto a aspectos relacionados con la
organización del trabajo ritmo de trabajo, tipo de
trabajo, exigencias, medios,..,
condiciones de trabajo formación, promoción,
ambiente,
factores físicos y ergonómicos,. ., y por ultimo
instamos más comunes de individuos estresados. Se ha
utilizado el sistema de entrevista,
distribuyendose 400 encuestas,
durante el 4° trimestre de 1.992, entre trabajadores y
trabajadoras proporcionalmente a la categoría, subsector,
sexo, tipo de oficina, etc. Con los resultados obtenidos hemos
establecido valores medios
para las diferentes variables
utilizadas en la encuesta. Partiendo de esta base hemos
establecido el perfil básico del trabajador estresado
comparando todas las respuestas con la desmotivación,
elemento nodal, según coinciden todos los expertos, del
estrés. Para completar este estudio, y siempre dentro de
las limitaciones que os hemos marcado, hemos realizado estudios
parciales de variables significativas como edad, sexo, estudios,
categoría, etc. . que nos permitiera matizar y precisar el
anterior perfil. Es indudable que con este estudio no cerramos
todas las inquietudes que este problema genera entre
trabajadores, sindicatos y profesionales de la Salud, pero
indudablemente es un buen punto de partida para estudios mas
particulares y detallados que sin lugar a dudas tendremos que
realizar. Ir a Indice Perfil del trabajador desmotivado Dentro
del cuestionario repartido aparece una pregunta clave sobre la
que pivota todo el estudio realizado. Se trata de conocer
el estado de
opinión que los trabajadores tienen de su
motivación en el ejercicio de su trabajo. Los resultados,
al y como se aprecian en el Anexo I, son realmente preocupantes,
mas del 60% de la plantilla confiesa estar desmotivada. Hemos
constatado que los trabajadores que así se definen
presentan valores por encima de la media en cuanto a la
sintomatología de desarrollo del estrés, tales como
dolor de cabeza, insomnio, mal humor, irritabilidad, fatiga,
etc.., y así mismo manifiestan n importante nivel de
frustración personal con sensaciones negativas en cuanto a
ilusiones y realizaciones. Podemos concluir que la
desmotivación es un elemento estresante o, al menos, su
presencia viene asociada a manifestaciones palpables de su
sintomatología tanto fisiológica como
síquica (Ver Anexo II). Estudiar la desmotivación
es, en definitiva, estudiar el estrés, y en consecuencia
las causas que la producen podíamos considerarlas como
estresantes. Sin embargo estas causas o factores tomadas una a
una, aisladamente, no tienen una relación causa efecto con
a desmotivación y el estrés, como lo prueba el
contraejemplo del Anexo III, un estudio articular de los
trabajadores y trabajadoras comprendidas en el tramo de edad
entre los 18 y 30años. Aparecen, aun acentuadas, casi
todas las condiciones estresantes relativas al perfil trabajo
repetitivo y rutinario, son fundamentalmente administrativos,
conciben la falta de promoción y formación como
elementos preocupantes, consideran que existen desconocimientos
de la operativa, funciones, tareas, falta información,
etc.. ), Sin embargo su nivel de satisfacción
motivación es claramente superior a la media en casi 10
puntos. Tres son las principales diferencias. La primera,
evidente, su juventud
permite mirar con optimismo el futuro, no parecen signos de
frustración personal; mayoritariamente son trabajadores de
Ahorro,
gozando e condiciones de trabajo superiores a la media del
sector, fundamentalmente en referencia a la mayoría del
sector, Banca Privada; el carácter eventual de sus
contratos
aunque comporta sintamos de estresamiento sin embargo
también comporta una concepción de la carrera
profesional más ligada a la adquisición de
experiencia y especialización, «curriculum», que a la estabilidad en
una empresa,
la que unida a su indudable capacidad de aprendizaje,
fruto de su nivel de estudios, le permite minimizar la falta de
promoción que encuentra en su empresa.
Así; pues cuando nos refiramos a los factores estresantes,
nos referiremos a una combinación de actores que producen
estrés, factores ligados a las condiciones de trabajo y a
las perspectivas profesionales, a las funciones
desempeñadas, a la organización del trabajo, y a
las condiciones físicas y ergonómicas del lugar de
trabajo, y no a una combinación cualquiera sino a una bien
determinada, de tal forma que cualquier cambio en ella pudiera
producir como hemos observado en el ejemplo anterior resultados,
incluso, opuestos. Los elementos que a continuación
exponemos son los que conforman la combinación definitoria
del perfil buscado. 1) El subsector n el que se trabaja. La
encuesta señala que son los trabajadores de Banca Privada
los que mayores porcentajes de desmotivación presentan, es
decir, el subsector de peores condiciones salariales, de jornada,
sociales, etc.. en relación al resto, mostrando una
relación entre las condiciones de trabajo y la
desmotivación y el estrés. Sin embargo el tipo de
centro de trabajo y a atención o no al publico no tienen
influencia sobre el problema, siendo la insatisfacción
repartida por igual en oficinas grandes que en pequeñas,
se atienda o no al publico. 2) Contra lo que comúnmente se
pudiera pensar es en la categoría administrativa, y no en
la de técnico o poderado, donde se dan mayores niveles de
insatisfacción, coincidiendo ello con el dato de que os
que realizan trabajo repetitivo y monótono, trabajo
fundamentalmente de índole administrativa y realizado por
administrativos, aparecen desmotivados en mayor medida que os que
confiesan tener un trabajo mas creativo ( 75,11% frente a un
48,53% ). 3) Los trabajadores desmotivados confiesan sufrir, con
valores por encima de la media, problemas derivados claramente de
aspectos vinculados a la organización del trabajo, tales
como: los que mostraban claramente mas motivados que la media,
siendo en el tramo de edad comprendido entre los 31 a 50
años donde existe una ligera insatisfacción
superior a la media. Estas conclusiones aquí desarrollados
debemos entenderlas en su carácter general, como
tendencias observadas. Es decir, el trabajador mas proclive a
sufrir un proceso de estresamiento será aquel que cumpla
las condiciones anteriormente definidas, sin que ello quiera
decir que todos los trabajadores que las tengan están
condenados a ello y viceversa quien no las padezca esta exento e
estresarse. Nos hemos limitado a analizar el estrés en
relación a las condiciones de trabajo, y hemos establecido
una relación entre la existencia de unas determinadas
condiciones y la existencia de individuos con
desmotivación y sintamos de estrés, no hemos
entrado a valorar otros factores sociológicos o
psicológicos que sin duda también influyen. Ir a
Indice El caso de los técnicos o apoderados
Comentábamos en la definición del perfil, que
aparecen mas claramente relacionados con el estrés el
administrativo que el técnico o apoderado. Ello no
significa que no aparezcan en esta categoría sintamos de
estrés y un porcentaje, nada desdeñable, confiese
estar desmotivado. Aunque su perfil no corresponda al definido
como característico, no debemos desdeñar los
resultados obtenidos, porque parecen apuntar si no problemas de
presente, si de futuro inmediato. Si atendemos a las razones de
su insatisfacción observaríamos que las mismas
están ligadas a la falta de participación en la
definición de objetivos, exigencia fundamental de su
trabajo, y a una denuncia tanto de la falta de
colaboración e otros como de la dificultad de cumplir
objetivos con los medios disponibles. Una simple observación a la evolución del sector y a las necesidades
del negocio y la competitividad entre entidades, permite concluir
que el nivel de eficacia y
competitividad exigido al técnico o poderado, lejos de
disminuir, va a ir en aumento, probablemente en mayor
proporción que los niveles retributivos, mas exigencias
con menores compensaciones proporcionales. En este contexto, nada
lejano, la falta de democratización en las relaciones
laborales, podrían acentuar as insatisfacciones
desveladas en la encuesta, convertir en insuficientes los
alicientes económicos, y poner en primer plano de las
situaciones estresantes del sector no solo la rutina sino
también la falta de participación, el autoritarismo
y una excesiva jerarquización en el trabajo que conviertan
en agua de
borrajas la creatividad,
entusiasmo e iniciativa de estos colectivos, como ya de hecho
están llevando a ciertos niveles de frustración a
los administrativos. En este sentido y no en otro, si nadie
quiere engañarse, se debería analizar los
resultados en este grupo
profesional, un seguimiento mas detallado en el tiempo y por
empresas
permitirían ir concretando estas tendencias.
La problemática diferenciada de la mujer
De los datos que obran en nuestro poder se
desprende que los porcentajes de desmotivación en la mujer son
claramente superiores a la media en 6 puntos (ver Anexo IV),
siendo las 4/5 partes administrativas, muy por encima de la media
del sector, denotando una clara discriminación en la promoción,
aunque su apreciación no difiere esencialmente de la media
del sector, siendo su nivel de estudio claramente superior a la
media del sector y su edad concentrada en tramos de 18 a 40
años. Podríamos concluir que el hecho de ser
mujer conlleva
un
factor de riesgo añadido por factores sociológicos
machistas, desde luego, por desgracia, no específicos de
las relaciones laborales y política de recursos
humanos del sector, sin embargo convendría, para
asegurar esta opinión, un estudio mas
pormenorizado y especifico por dos motivos:
1 ) E1 bajo numero de encuestadas debido al numero limitado de
encuestas realizadas (400) y al escaso porcentaje de
mujeres sobre el total de plantillas.
2) Acentuación en la mujer de aspectos significativos en
la tipología del trabajador desmotivado, como son: elevado
nivel de titulación, el amplisimo porcentaje de trabajo
administrativo, el trabajo repetitivo y monótono, etc..
.
Este trabajo abierto a otras variables sociológicas no
utilizadas en el presente estudio, debería permitirnos
relacionar claramente la falta de promoción, hecho
incuestionable, con otros elementos aparecidos en la encuesta
tales como por ejemplo el bajo porcentaje de prolongación
de jornada, base de la promoción en el sector, y con otros
que no se tratan: profesión del cónyuge,
remuneración, n° de hijos, edad, etc.. de un marcado
carácter sociológico mas general. Entendemos que
por los datos presentados el problema del estrés no es una
minucia en el sector, el amplio porcentaje de trabajadores
desmotivados así lo demuestran, tiene una relación
directa con las condiciones de trabajo, tanto en aspectos ligados
a la profesionalidad -formación y promoción N°
212; como salariales, con la organización del trabajo y
las funciones realizadas, y cada vez mas con la
participación y democratización de la vida en
la empresa
Esta realidad nos obligaría a todos a reflexionar, a no
despreciar el problema, asumir la necesidad de combatirlo y
arbitrar canales de negociación en las empresas que
ofrezcan soluciones a
los factores estresantes.
Desde estas paginas, a continuación, ofreceremos
iniciativas tanto de índole personal, colectiva y de
negociación, aportando nuestro grano de arena a la
resolución de un problema, que, en contra de la creencia
de muchos, no solo es una realidad sino, además,
acuciante.
En nuestras propuestas, por lo tanto, hemos considerado
el estrés en la doble vertiente, personal y colectiva, en
que
podemos combatirlo, a través de las iniciativas de
prevención y negociación que a continuación
os exponemos:
Prevención personal Como se ha señalado
anteriormente cada persona reacciona ante una situación
estresante de forma diferente, ello quiere decir que es la propia
persona la que se encuentra mal y no encuentra una
solución al problema, provocando generalmente en un
malestar crónico, fracasando las estrategias para
afrontarlo y dificultando la búsqueda de nuevas
soluciones. Existen diversas teorías
encaminadas a la reducción e inoculación del
estrés. Sin embargo nuestro propósito no es
desarrollarlas todas, sino presentar algunos ejercicios que nos
ayuden a reducir tensiones y relajarnos cuando nos sintamos
estresados o tengamos amenazas de estrés. A
continuación detallamos algunas técnicas o
ejercicios que pueden ayudar a combatir el estrés:
–Respiración estimulante
-Hacer este ejercicio cuando se sienta con poca energía,
entumecido o en algún momento difícil:
Póngase de pie con las manos a los lados del cuerpo.
Inspire y mantenga una respiración natural completa, tal y
como se describe en el punto siguiente
-Levantar los brazos hacia adelante utilizando la mínima
energía posible para mantenerlos elevados y, a la vez
relajados.
-Lentamente vaya acercando las manos a los hombros, flexionando
los brazos gradualmente. A medida que lo haga, cerrar lentamente
las manos, para que cuando lleguen a los hombros tenga los
puños tan apretados como pueda.
-Mantener los puños cerrados y estirar de nuevo los
brazos, lentamente.
-Con los puños cerrados, estirar los brazos hacia
atrás, tan deprisa como pueda varias veces.
-Relajar las manos a los lados del cuerpo y espirar con fuerza por la
boca.
-Practicar unas cuantas veces la respiración natural
completa.
-Repetir el ejercicio varias veces, hasta que empiece a sentir
sus efectos estimulantes.
Respiración natural completa
Los horarios rígidos y la vida sedentaria han tendido a
apartarse de la respiraci6n natural. Este ejercicio de Yoga puede
ayudarnos a mejorar este acto de respiración:
-Ponerse cómodo, de pie o sentado.
-Respirar por la nariz.
-Al inspirar llenar primero las parte bajas de los pulmones. El
diafragma presionara el abdomen hacia afuera, para permitir el
paso del aire. En segundo
lugar, llenar la parte media de los pulmones, mientras que la
parte inferior del tórax y las ultimas costillas se
expanden ligeramente para acomodar el aire que hay en el
interior.
Por ultimo llenar la parte superior de los pulmones mientras que
eleva ligeramente el pecho y mete el abdomen ligeramente hacia
adentro.
-Estos tres pasos pueden desarrollarse en una única
inhalación suave y continuada que puede llevarse a cabo,
con un poco de practica en pocos segundos.
-Mantener la respiración unos pocos segundos.
-Al espirar lentamente, meter el abdomen ligeramente hacia
adentro y levantarlo suavemente a medida que los pulmones se
vayan vaciando. Cuando haya realizado la espiración
completa, relajar el abdomen y el tórax.
-Al final de la fase de inhalación, elevar ligeramente los
hombros y con ello las clavículas, de modo que los
vértices mas superiores de los pulmones se llenen de nuevo
con aire fresco.
Prevención Colectiva
Los Servicios de
Salud en el Trabajo INSHT, Servicios médicos de empresa,
Mutuas Patronales de Accidentes de trabajo, etc.- deben cumplir
un papel
fundamental en la detección y control del
estrés, ejerciendo una labor de prevención
concretada en las siguientes actuaciones:
1.Vigilancia de la salud de los trabajadores, en particular, el
diagnostico precoz de los efectos negativos sobre la salud de los
factores psicosociales de riesgo. La inclusión en los
exámenes o reconocimientos médicos de la
exploración del ritmo cardiaco, presión
sanguínea, función
gastrointestinal, etc., o la realización de cuestionarios
generales sobre la salud, pueden ser de gran ayuda.
2.Actividades de investigación, para identificar los
problemas y sus posibles causas. Los reconocimientos
médicos pueden servir de muy poco, si no se realizan
estudios sobre la frecuencia de determinadas dolencias en las
diferentes secciones, áreas o puestos de trabajo.
Asimismo, pueden utilizarse los datos de absentismo u otros, como
indicadores de
riesgo
3.Consulta individual de apoyo a los trabajadores frente a nuevas
situaciones de riesgo: ascensos o perdidas de categorías,
transferencias de puestos de trabajo, adaptación a nuevas
tecnologías, etc
4.Atención clínica a los trabajadores afectados por
enfermedades psicosomáticas, para su diagnostico y
tratamiento precoz, así como evaluación
inicial del estado de salud al acceder a un determinado empleo, o
Evaluación de control tras hospitalizaciones o bajas por
enfermedades mentales.
5. Asesorar o sugerir modificaciones de aquellos aspectos que
puedan contribuir a mejorar las condiciones de trabajo y
disminuir los factores de riesgo, asegurando el enlace de la
vigilancia y la investigación practica.
Propuestas de Negociación
Hemos observado como existe una relación directa entre la
organización del trabajo y la desmotivación.
Incidir sobre ellas es plantearse en gran medida las formas en
que se aplican las Nuevas Tecnologías. La mayoría
de los países industrializados han desarrollado estudios
relacionados con las nuevas tecnologías, tendentes a
prevenir y reducir los riesgos físicos, psíquicos,
además de los sociales. A continuación vamos a
intentar resumir algunos de los postulados que a nuestro juicio
pueden servir de guía en lo que a la organización
se refiere, dando mayor contenido al puesto de trabajo en materia
de calidad y satisfacción, enriqueciendo las tareas,
evitando un trabajo monótono y repetitivo. Algunas de
estas recomendaciones, han sido introducidas en los convenios
colectivos de diversos países europeos. Así mismo,
nos parecen interesantes las recomendaciones que ha efectuado el
Instituto Tavistock de Relaciones
Humanas, en relación a la implantación de
nuevas tecnologías, y las condiciones pertinentes en la
satisfacción del puesto de trabajo: que el contenido del
puesto de trabajo sea racionalmente exigente en el aspecto mental
y ofrezca cierta variedad; que sea posible aprender y seguir
aprendiendo; que haya determinadas áreas mínimas de
toma de decisiones, que puedan considerarse propias; que haya un
mínimo de apoyo social y de reconocimientos de los
méritos en el lugar de trabajo; que exista la creencia de
que lo que se hace es importante y significativo; que exista la
creencia de que el puesto de trabajo ofrece un futuro deseable.
Otra de las recomendaciones a tener en cuenta es el apoyo social
proporcionado por los compañeros, superiores o
subordinados, que modifica la intensidad de los diversos sintamos
de estrés de carácter psicofisiologico o de
comportamiento, provocado por agentes estresantes
relacionados con el trabajo. La familia, es
también otro mecanismo de apoyo eficaz para atenuar los
efectos del estrés profesional sobre la salud. Estos
enfoques de control de los efectos nocivos, relacionados con el
contenido del trabajo, el clima
organizacional y el medio ambiente
de trabajo, nos permiten concretar objetivos de
negociación colectiva, que deberían caminar en dos
direcciones plenamente vinculadas entre si: eliminar el trabajo
repetitivo y monótono. democratizar la organización
el trabajo. Tal como comentábamos en la
introducción de este folleto, la aplicación de la
informática y telemática ha ido absorbiendo los aspectos
mas rutinarios del trabajo administrativo, simplificándolo
en gran medida, sin embargo no se ha operado cambio alguno en las
tareas del administrativo/a. Si la incorporación del
ordenador en el sector bancario permite potencialmente acercar el
servicio al
usuario dotándole de mayor calidad, el seguir manteniendo
una separación mecánica entre trabajo administrativo y
comercial en el servicio prestado, al mismo tiempo que condena al
administrativo a ser un simple servidor-alimentador de la red informática de su
entidad, no aprovecha en nada las ventajas antes comentadas.Dar
mayor complejidad al trabajo administrativo, incorporando a sus
tareas aspectos comerciales, solo mejoraría la
atención al publico, sino que abriría las
perspectivas profesionales de un buen numero de trabajadores
justamente los mas desmotivados- que podrían desarrollar
potencialidades e iniciativas, que el actual sistema
organizacional les niega. Esta polivalencia así
diseñada como aumento en el numero y cualidad de las
tareas, exige como condición imprescindible para adecuarla
a su doble objetivo
mejora del servicio al
cliente y potenciación de la profesionalidad de los
trabajadores un proceso de formación que desarrolle los
conocimientos cultural y comercial necesarios, para cumplir con
éxito
las nuevas tareas encomendadas y que estas sean estimulantes y no
estresantes.
Todos los analistas coinciden en la flexibilidad y
descentralización apoyadas por las Nuevas
Tecnologías de la información y como, si de ellas
se quiere sacar partido, es necesario acabar con el sistema
jerarquizado, autoritario y vertical de la organización
del trabajo. Si una de las características de las Nuevas
Tecnologías es la autonomía, potenciar la
iniciativa y la toma de decisiones debe ser su expresión
organizativa. En consecuencia, el fomento de la
participación la información y
democratización de las relaciones laborales, son requisito
imprescindible para concretar en eficacia y competitividad los
nuevos sistemas
informáticos aplicados, y a la vez ofrecer a los
profesionales motivación en el ejercicio de su trabajo,
que seria creativo y no basado en el «ordeno y
mando».
Reconociendo que el camino por recorrer es largo y no
pocas las dificultades, desde estas paginas queremos abogar por
la democratización de la organización del trabajo,
según los siguientes criterios: Transparencia en la
información Objetividad en la definición de los
criterios de promoción e incentivaci6n. Igualdad de
oportunidades en la formación. Participación de
trabajadores y sindicatos en la definición de objetivos e
incentivos Por
todo ello como eliminación de los factores estresantes,
por la mejora de nuestras condiciones de trabajo, por la
democratización de las relaciones laborales, ofrecemos una
serie de propuestas de negociación, para que en el marco
de futuras negociaciones eliminen las condiciones estresantes: El
reordenamiento de tareas: las modificaciones del contenido del
trabajo, incorporando aspectos comerciales directamente ligados
al trabajo administrativo, valoración de las tareas,
rotación entre diferentes tareas, etc. Medidas de
organización: mayor autonomía, delegación de
responsabilidades, etc. El suministro de información sobre
los procesos detrabajo: información anticipada respecto de
los cambios tecnológicos o de introducción de
nuevas tecnologías.
Criterios de formación profesional y promoción,
adecuados a la motivación e incentivación en el
trabajo.
Participación de los trabajadores y sindicatos en las
medidas de organización y
métodos de trabajo. Participación de los
trabajadores y sindicatos en las medidas de organización y
métodos de
trabajo.
Medidas ergonómicas y medioambientales: control de los
riesgos profesionales, mejoramiento del medio ambiente de trabajo
(temperatura,
iluminación, colores, etc.).
Modificación del espacio de trabajo y del tiempo de
trabajo: medidas para evitar el hacinamiento en los lugares de
trabajo o el aislamiento en el trabajo; prever los periodos de
descanso en consulta con las personas interesadas. Mejoramiento
de la capacidad para enfrentar las situaciones estresantes,
primeros
auxilios psicológicos, etc.
Labrado, Francisco J.; El Estrés. Nuevas Técnicas
para su control; Ed. Temas de hoy (1992)
Meichenbaum Donald y Jarenko Mane; Prevención y
reducción del estrés; Declee de Brouwer (1987)
Ministerio de Trabajo y Seguridad
Social; Automatización,organización y
tensión en el trabajo; Informe
O.I.T.
(1987)
Fundaci6n Europea para la mejora de las condiciones devida y de
Trabajo (CEE.); El Estrés físico y
psicológico
en el trabajo; Ed. Ministerio de Trabajo y SeguridadSocial
(1987)
Peiro, Jose M!; Psicología de la
organización; UNED (1991)
Oficina internacional del trabajo; Factores psicosociales en el
trabajo: Naturaleza,
incidencia y prevención. O.I.T.
(1986)
Antecedente Nro. 2
El stress en los
empleados bancarios que realizan atención al
público en la ciudad de
Rosario en los últimos ocho meses.
Autores: Alumnos de la Carrera de Psicología De la Ciudad
de Rosario. Cátedra Metodología de la Investigación
Psicológica II.
Año: 2002.
Planteamiento del problema.
A partir de diciembre de 2001 se produjeron cambios
económicos, sociales y políticos. Con respecto a
las medidas económicas, éstas impedían a los
clientes de los bancos sacar su
dinero
depositado en ellos (en el caso de los plazos fijos), y
dosificaba la extracción del dinero de las cuentas
corrientes, cajas de ahorro y cuentas sueldo.
Diariamente se modificaban las resoluciones con respecto a estos
temas, lo que comenzó a generar incertidumbre en la
sociedad.
Con las sucesivas renuncias y asunciones presidenciales se fueron
implementando otras medidas, tales como la devaluación de la moneda argentina
respecto del dólar, la flotación libre de
éste, y la pesificación de los créditos.
Ante esto, los clientes de los bancos realizaron consecutivas
manifestaciones, cacerolazos y escraches a las entidades
bancarias, produciendo destrozos. Ésto llevó a que
los bancos se resguardasen construyendo barreras de
contención y protección produciendo cambios en el
paisaje.
Nos preguntamos si estos cambios afectaron la forma de
desenvolverse de los empleados bancarios frente a sus
actividades, sobre todo en lo que respecta a la atención
al público, ya que esta última presentaba nuevas
dificultades (más carga horaria, hostilidad por parte de
los clientes hacia los empleados bancarios, cambio de funciones,
reestructuración edilicia, etc.). Al hablar de
atención al público nos referimos al trabajo cara a
cara con el cliente, o la
atención telefónica, el trabajo en cajas, la
venta de
productos, el asesoramiento y la recepción de
reclamos.
Creemos que el contexto socio-político-económico
actual (fines de 2001-2002) es generador de stress en los
empleados bancarios que realizan atención al
público, tanto los cajeros como aquellos que se encargan
de la atención personalizada de los clientes.
El tema planteado nos resultó de interés,
no sólo por su reciente surgimiento y actualidad sino
además por considerarlo de
gran amplitud.
Las condiciones determinantes del sistema económico y
financiero hasta diciembre de 2001, posibilitaron el fácil
acceso a los
sistemas bancarios (cuentas bancarios, préstamos,
créditos, cajas de ahorro) de cualquier ciudadano que
así lo deseara.
La gran accesibilidad al sistema bancario a la que
hacíamos referencia anteriormente, sumada a los cambios
producidos a fines del 2001, produjo que una gran parte de la
población se viera damnificada.
Creemos que frente a esta problemática se abre una
perspectiva de trabajo para los profesionales del área de
la salud. Es esta otra razón por la cual presentamos
interés en el estudio de este tema.
Objetivos.
- Conocer si el contexto
socio-político-económico actual es desencadenante
de stress en los empleados bancarios que realizan
atención al público en la ciudad de
Rosario. - Generar, desde lo psicológico, estrategias
para el abordaje de la salud de los empleados
bancarios. - Aportar conocimientos para que la población
conozca las condiciones laborales de los empleados
bancarios.
Marco Teórico Referencial.
Con el surgimiento del capitalismo,
el sujeto ingresó al mercado laboral
y, al no ser propietario de los medios de producción, ofreció su fuerza de
trabajo. Esto produjo consecuencias psicológicas, tales
como distintos grados de escancian y una percepción
cosificante de sí mismo y de los demás.
La condición humana está dada por la
generación de un orden simbólico y la
producción de su vida material. Lo social y la
subjetividad se determinan recíprocamente.
El hecho de que lo subjetivo instituya lo social es puesto en
primer plano partir de la crisis profunda que está
atravesando el sistema capitalista y del gran monto de
sufrimiento psíquico y material que se está
padeciendo.
El marco de la
globalización produce una fragmentación social
subjetiva. Esta se debe a una fragilidad y un resquebrajamiento
de los lazos sociales. Se instala como valor
fundamental de este período, la exclusión y, sobre
todo, la eliminación del competidor. Sin embargo, el
sujeto necesita, para su subsistencia, del tejido social.
Para responder a las demandas constantes del sistema es que el
sujeto responde a través de la fragmentación, como
consecuencia, también, de una ausencia de apoyo social.
Surge así el terror a la inexistencia ante la cual el
sujeto se sobreadapta. Frente el temor de no tener un lugar en
mundo, el sujeto soporta el sometimiento de su opresor con tal de
que éste le otorgue una identidad.
Este conflicto
puede manifestarse tanto en el cuerpo propio como en las
relaciones sociales. Estas manifestaciones se dan,
fundamentalmente, a través de la depresión, los
ataques de pánico, ansiedad y stress. Asimismo, la O.M.S.
señaló a la falta de perspectiva y proyectos como
génesis de distintas formas de enfermedad
mental.
"Hoy, con la volatilización del Estado, es decir,
su agotamiento, el pasaje a la lógica
del mercado, la globalización y la precarización de
las condiciones de vida con amenaza de exclusión social,
en la sociedad argentina se han resquebrajado las redes de
sostén."1 Se ha dado una pauperización
de más de la mitad de su población, saqueos,
cacerolazos, el "corralito", la represión como
consecuencia de las manifestaciones de la sociedad, que muestran
la fractura del sistema político y económico. Las
dificultades del poder frente a una realidad poco digna se
reflejan en el estallido social, la violencia y la
paralización. El estar frente a lo imprevisible y lo
irracional produce grandes efectos en la subjetividad.
Durante los últimos quince años Argentina
implementó con fidelidad los mandatos del FMI. Se
generó una crisis económica y social sin
precedentes debido a la privatización total de las empresas y los
servicios, la falta de previsión, la corrupción
y el deterioro institucional. En este período el capital
financiero pudo circular libremente, transfiriendo todas las
ganancias al exterior del país. Con respecto a la importación, ésta fue abierta sin
restricciones, dejando en el olvido la producción local.
Esto produjo que el crecimiento de la Argentina haya estado
siempre acompañado por un mayor endeudamiento,
impidiéndose así el pago de sus compromisos con el
exterior.
El mundo contemporáneo es un mundo complejo y
cambiante. Los avances
tecnológicos y científicos alcanzan niveles
insospechados, al mismo tiempo algunos grupos consiguen
integrarse con éxito en los nuevos modelos socio
económicos, en tanto que sectores de la población
quedan excluidos. Los países tienden a integrarse,
dependen cada vez más unos de otros, ceden parte de su
soberanía en pos de la conformación
de organismos supranacionales. Esta tendencia a la
unificación del mundo, como consecuencia de la acelerada
circulación a escala planetaria
de flujos materiales e
inmateriales y de la mundialización de las relaciones
económicas, sociales políticas
y culturales, es lo que hoy se conoce como globalización.
En este mundo las fronteras se recrean, los individuos,
mercancías, ideas, información y los flujos
financieros circulan en todas las direcciones.
A partir de la década del 70, surgió la
necesidad de reinsertar a la
Argentina en este nuevo contexto internacional, caracterizado por
la aplicación de políticas neoliberales dentro de
las cuales se destacan las que tienden a la apertura de la
economía a
las corrientes financieras y comerciales internacionales, a la
desregulación de las actividades dejando las decisiones
económicas en manos de los agentes más poderosos
del mercado y a un intenso proceso de reforma del Estado.
Ésta implica el desmantelamiento del Estado benefactor,
por el abandono de las funciones de productos y prestador de
servicios, se basa en un conjunto de políticas tendientes
a liberalizar la economía y a establecer las condiciones
necesarias para dinamizar el crecimiento del capital.
Este modelo
neoliberal no fue implantado de una vez, sino que se llevó
adelante con marchas y contramarchas; un paso decisivo se dio con
la sanción de las leyes de reforma
del Estado en 1.989 y con la puesta en práctica del
plan de
convertibilidad en 1.991.
La reforma del Estado se orientó en tras
direcciones:
- Es traspaso a las provincias de funciones que
anteriormente estaban bajo la órbita estatal
nacional. - La desregulación que implica un funcionamiento
más flexible y autónomo del sector privado, que
se puede ver plasmado en la ley de flexibilización
laboral. Esta medida facilitó la entrada de productos y
capitales importados produciendo una desnacionalización
de la economía
Argentina, ya que gran parte de la producción
nacional está en manos extranjeras que remiten sus
ganancias a su país de origen, y una
desindustrialización por falta de
competitividad. - La privatización que implica la venta de
empresas públicas. A través de ellas los Estados
cedieron la
administración y el usufructo de los recursos
públicos, además de que perdieron en buena medida
la capacidad de implementar políticas propias en
relación con el manejo de recursos
naturales, actividades económicas y
prestación de servicios Estas son las áreas
claves de la economía que comenzaron a ser controladas
por los grandes grupos económicos: extracción de
petróleo y producción de
derivados, generación y distribución de energía
eléctrica, administración de redes de comunicación y de transporte,
control de bancos, fondos previsionales y
compañías financieras.
La crisis actual por la cual atraviesa el país es
necesario concebirla como el resultado de un largo proceso que se
viene dando, y no sólo el producto de la
administración del gobierno de
turno.
El gobierno nacional reaccionó frente a la crisis
de 1929, afectó a la Argentina de diferentes formas. Se
crearon las juntas reguladoras de carnes y de granos, se
modificó el sistema impositivo con la creación de
los Impuestos a las
Ventas y a los
Réditos, y completando el esquema regulatorio de la
economía, también se pone en marcha el Banco
Central, el 31 de mayo de 1935, mediante las leyes 12.155 y
12.160.
El modelo adoptado correspondió a un banco
superpuesto a las otras entidades financieras, un banco central y
no un primero entre pares.
En marzo de 1946 se dicta el decreto ley 8.503, que
establece la nacionalización del Banco Central, y en abril
del mismo año, por otro decreto ley, el 11.554 se dispone
la nacionalización de los depósitos bancarios, bajo
la forma de una garantía ofrecida por la Nación.
En él se establece que los bancos oficiales y privados
actuarán como mandatarios directos del banco central,
reconociéndoseles los gastos
financieros y administrativos incurridos por mantener el servicio
de depósitos.
En el año 1949 se realiza una nueva reforma en la
operatoria financiera, que tiende a concentrar más el
manejo de la política
monetaria en manos del Poder
Ejecutivo Nacional, ya que se crea el Ministro de Finanzas y se
hace depender al Banco Central de él, siendo su presidente
el ministro y su vicepresidente el Subsecretario de Finanzas. Con
modificaciones, esta dependencia del Banco Central de la autoridad
económica se mantiene hasta la convertibilidad, cuando se
dicta una nueva ley orgánica del Banco Central que
reinstala su independencia.
Desde diciembre de 1957 los bancos retornaron a tomar
los depósitos por su propia cuenta, mediante los
decretos-ley 13.125, 13.126 y 13.127 de octubre de 1957. Pero al
hacerlo de esta manera surgieron dos inconvenientes. El primero
era el alto endeudamiento incobrable que tenía el Banco
Central con los organismos nacionales de fomento. Y el segundo
problema era la existencia de entidades bancarias sobregiradas y
subgiradas, según el monto de redescuentos
recibidos.
Cabe resaltar que la Argentina había adherido al
Fondo Monetario
Internacional en agosto de 1956, y la primera
operación con el mismo fue en abril de 1957. Esto hizo que
la política monetaria seguida tuviera que ser más
cuidadosa que la anterior. Además en enero del año
1959 se aplica un plan de estabilización prohijado por
dicha institución, que genera una fuerte recesión
inicial, y solo baja la tasa de inflación posteriormente,
pero provoca una nueva recesión en 1962-63.
El decreto ley 18.061 de enero de 1969 adopta la
especialización del sistema
financiero, en el que determinadas entidades sólo
pueden realizar las operaciones que
les incumban, con exclusividad. Las entidades se clasificaron en
bancos comerciales, de inversión, hipotecarios,
compañías financieras, sociedades de
crédito
para el consumo y cajas de crédito. La ley 20.520 de
agosto de 1973 reimplanta la centralización (nacionalización) de
los depósitos, de manera similar a la vigente desde 1946,
con sólo algunas modificaciones.
En junio de 1977 se comienza a aplicar el nuevo
régimen financiero. El mecanismo escogido se inserta en el
contexto anunciado por el ministro de Economía,
José Alfredo Martínez de Hoz. La política de
fondo que seguirá su administración consiste en la
apertura económica.
Se intentaba romper con un esquema que, a juicio del
ministro, estaba agotado, y que había iniciado con la
década de 1930, centrándose en el crecimiento hacia
adentro de la economía mediante el esquema de
sustitución de importaciones con
una fuerte injerencia gubernamental, que si bien había
podido alcanzar tasas de crecimiento interesantes en algunas
épocas, ya no lo podía lograr
nuevamente.
Las consecuencias de la reforma financiera fueron
diferentes a las buscadas. La liberación de las tasas de
interés colaboró en lograr que las mismas
fueran positivas por primera vez después de mucho tiempo,
hecho que sirvió para incrementar el ingreso de capitales
del exterior durante este período. Sin embargo
posteriormente se dio el fenómeno inverso,
generalizándose la fuga de capitales.
A fines de marzo de 1980 cae el Banco de Intercambio
Regional, el mayor banco privado del país. Su
caída, debida en parte a abusos y desmanejos de sus
autoridades, si bien previsible y demorada por la ineficacia del
Banco Central en ejercer la superintendencia de las entidades
bancarias, complicó el funcionamiento de todo el modelo
económico y su consecuencia fundamental fue aumentar la
vulnerabilidad del sistema financiero.
Un mes después se produce el cierre de otros tres
bancos privados de importancia, agravando la situación del
sistema financiero. El Banco Central optó por consolidar
la situación de los bancos privados nacionales con
dificultades, mediante medidas de salvataje, intentando evitar
una pérdida de divisas que pudiera en peligro su esquema
antiinflacionario.
Éste modelo aplicado desde fines de diciembre de
1978 y hasta marzo de 1981 por el Ministro José Alfredo
Martínez de Hoz fracasó en su intento fundamental,
pero tuvo éxito en provocar una mayor
internalización de la economía
Argentina.
Desde esta fecha el ministro Sigaut tuvo que recomponer
las principales variables económicas. Esto
significó devaluar fuertemente y recomponer los niveles de
las tarifas públicas. Además debió conjurar
la fuga de capitales. Se decidió abonar los pagos externos
realizados por los agentes económicas internos endeudados
en títulos públicos en dólares. El resultado
fue la estatización en casi su totalidad de la deuda externa,
generando un alza en el gasto
público gracias a los pagos de los servicios de la
misma.
Roberto Aleman sucede al ministro anterior e intenta
detener la inflación mediante la unificación y
liberación del tipo de
cambio, congelando los salarios del
sector
público y tratando de evitar la generación de
presiones inflacionarias mediante la contención de los
aumentos de las tarifas del sector público y un retraso en
el tipo de cambio con respecto a su paridad de equilibrio. A
pocos meses de su asunción el gobierno nacional recupera
las islas
Malvinas, y la política
económica se hace dependiente de la guerra. No se
modifican, sin embargo, las decisiones anteriores, y al caer el
Gobierno del General Galtieri como consecuencia de la derrota
militar, las principales variables económicas vuelven a
mostrar distorsiones.
El reemplazante de Aleman fue José María
Dagnino Pastore, a quien acompañó en el Banco
Central Domingo Cavallo. El sistema financiero, merced al alto
endeudamiento de las empresas privadas, se acercaba al total de
sus patrimonios, y por el enorme endeudamiento del sector
público, fundamentalmente a corto plazo hacía que
se pudiera diagnosticar que el sistema financiero no estaba en
condiciones de recuperar los préstamos otorgados. Se
decidió licuar las deudas de ambos sectores con el sistema
financiero, de manera de salvar a la vez las empresas privadas
nacionales y los bancos y de disminuir la carga sobre la
tesorería de la deuda interna.
El poder adquirido por Domingo Cavallo en el Banco
Central fue muy importante y sus decisiones implicaron
transferencias de riquezas entre los agentes económicos
domésticos, especialmente de los depositantes a los
empresarios, por lo que produjo un enfrentamiento entre el
ministro y el presidente del Banco Central. Por lo cual el
presidente de la Nación relevó a los mismos a
mediados de agosto de 1982, a dos meses de su nombramiento. Como
consecuencia de esto último, la reforma financiera no pudo
ser llevada a cabo.
El sistema financiero que surgió de la crisis de
1980, y de los intentos de reforma de 1982 fue muy débil.
Sin embargo los intentos posteriores para su normalización terminaron fracasando. Hubo
condiciones externas e internas para ello, ambas inmanejables
para el sector o para el Banco Central por sí
mismos.
El auge del sistema financiero durante el período
de la liberalización e internacionalización del
sistema (entre 1977 y 1981) incrementó el número de
locales bancarios, y la cantidad de personal ocupado, pero la
consiguiente reducción de la monetización de la
economía desde allí en adelante, encareció
los costos de
funcionamiento del sistema. Esto es porque el aumento del
número de locales generó un crecimiento
también en la ocupación del sector y en sus gastos
fijos de funcionamiento. Al reducirse la cantidad de dinero en la
economía, los costos por unidad de moneda crecieron. Ello
se reflejó en un aumento en el margen entre la tasa de
interés activa y pasiva, encareciendo el
crédito y agregando un nuevo factor contractivo sobre la
economía real.
A fines del año 1989 el gobierno decide
reemplazar los depósitos a plazo fijo por bonos
públicos con vencimiento a diez años. El aspecto
negativo de este Plan Bonex fue la pérdida absoluta de
confianza en el gobierno, ya que la medida representó la
virtual confiscación de los depósitos. A partir de
este momento nadie deseó prestarle al gobierno, que no
había tocado a los poseedores de monedas extranjera, lo
que provocó la caída de la demanda de dinero y la
consiguiente aceleración de la inflación. Todos los
fondos disponibles se comenzaron a colocar en dólares,
hecho que estimuló el alza de su cotización, y
brindó nuevos impulsos a la
hiperinflación.
Durante el primer año y medio de la presidencia
del Dr. Menem la
inflación fue muy elevada, y fracasaron los planes
antiiflacionarios. En febrero de 1991 es designado como ministro
de economía Domingo Cavallo y a fines de marzo se aplica
su plan de convertibilidad que intentaba reinsertar a la
economía argentina en el mundo. Con este fin, se reducen
los aranceles a la
importación, se ancla el peso con el dólar (en
relación uno a uno) y esto obliga a no aumentar el gasto
sin financiamiento.
El sistema financiero por una parte se beneficia, ya que
al eliminare la inflación la cantidad de depósitos
aumenta considerablemente, pero por otro parte se perjudica ya
que la estabilidad deja ver la ineficiencia del
sistema.
Comienza a darse un proceso de concentración de
las entidades financieras, que es forzado durante el año
1994 con la implementación de nuevas normas de
previsionamiento de los préstamos dudosos y con la
exigencia de mayores capitales mínimos.
El proceso de purificación del sistema financiero
provocó la conversión en sociedades
anónimas de los bancos cooperativos, y la
transformación de la banca provincial. La
disminución del número de entidades permite reducir
sustancialmente sus costos de funcionamiento, sin cerrar locales,
es decir manteniendo el servicio a la población aunque
disminuyendo el personal.
A pesar de los recortes irracionales en distintas
áreas del Estado realizados durante el 2001 por el
entonces ministro de economía, Domingo Cavallo, el
país se vio imposibilitado de cumplir con los pagos de la
deuda adquirida.
Los organismos internacionales se negaron a seguir
ayudando económicamente al país. Cuarenta meses de
recesión económica llevaron a la ruina a
pequeños y medianos productores.
La incautación de los depósitos, los
sueldos y los ahorros de la población, en diciembre de
2001, se debió al vaciamiento de los bancos por los
grandes grupos económicos que se venía dando desde
hacía tiempo a espaldas de la sociedad; constituyendo esto
el punto culminante que desató la terrible
crisis.
Se avecinaban tiempos difíciles ante los cuales
las principales empresas del país, entre las que se
encontraban las privatizadas, retiraron la mayor parte de sus
depósitos. Una vez que las grandes empresas lograron
salvar su capital, se dio a conocer el decreto firmado por
Domingo Cavallo que impidió a los ciudadanos a retirar
más de doscientos cincuenta pesos o dólares por
semana o mil al mes.
El gobierno de De la Rúa, que accedió al
poder en 1999 gracias a una alianza de centro-izquierda y a
promesas alentadoras de profundos cambios, realizó, sin
embargo una alianza con los grandes grupos económicos y
acató disciplinadamente las imposiciones de estos
poderosos centros de la economía. Se desatendieron las
demandas sociales y se permitieron altos grados de
corrupción. A pesar de todo, no se pudo dar respuesta a
las demandas de los grupos económicos dominantes, aquellos
vinculados al aparato financiero y a las privatizaciones que
exigían la convertibilidad un peso igual un dólar y
la restricción a las tarifas, así como
también los intereses usurarios y la salida de sus
ganancias fuera del país. Otro grupo que presionaba era
aquel que buscaba la devaluación que le permitiera mayores
márgenes de ganacias.
A partir de estas resoluciones del Estado, se dieron dos
tipos de protesta.
Por un lado, la golpeada clase popular y un amplio sector de
marginales, protagonizó acciones
violentas a causa de las condiciones de hambre. Llevaron a cabo
saqueos en todo el territorio argentino. Por el otro, la clase
media salió a la calle defendiendo sus ahorros. Su modo de
expresión fue el cacerolazo, que consistió en la
combinación de dos elementos: un rechazo general a la
clase política y a la bancarización que
desató los acontecimientos.
El 20 de diciembre del 2001 fue el momento culmine. Mediante el
cacerolazo la clase media logró la renuncia del Ministro
de economía, Domingo Cavallo, y del Presidente, Fernando
De La Rúa. Esta misma forma de protesta se dio como
rechazo a los políticos nombrados por el Presidente
Rodriguez Saá y ante la designación de Eduardo
Duhalde, quinto Presidente de Argentina en quince
días.
La crisis del sistema financiero mostró el
sufrimiento de los trabajadores bancarios, quienes tienen que
enfrentarse día a día a todo tipo de excesos. Las
condiciones atípicas en las que se desenvuelven estos
trabajadores, tornan su actividad en una situación
sumamente estresante.
El hecho de trabajar en un banco se convirtió en
una riesgosa profesión.
Los bancarios sufren cacerolazos dentro de los bancos, los
clientes los tratan de ladrones, les dicen que les devuelvan
el dinero,
tiran bombas de
pintura contra
las paredes y les gritan en la cara. Esto produce un continuo
bombardeo de estímulos estresantes que empeora la calidad
de los bancarios.
Ante esto, la Asociación Bancaria de Rosario
implementó una campaña preventiva de enfermedades.
Miembros del gremio y un médico salen a recorrer las
distintas instituciones
bancarias y entrevistan al personal, para chequear la salud de
los mismos.
Este mecanismo puso en evidencia que en algunas
entidades bancarias el cincuenta por ciento de los empleados
presentan problemas de hipertensión a consecuencia de las
dificultades que vienen soportando desde diciembre de 2001, es
decir, cuando entró en vigencia el corralito.
Los empleados deben llenar una "ficha de riesgo" en la que se les
consulta si tienen antecedentes de enfermedades
cardiológicas, si toman algún medicamento y si
modificaron sus hábitos de vida desde el cambio en sus
condiciones laborales. Durante la charla, el médico les
toma la presión para así detectar algún tipo
de patología.
El relevamiento de datos que se llevó a cabo
reflejó que gran cantidad de bancarios vieron afectadas
sus vidas a partir de los cambios antes citados. Esto queda en
evidencia cuando plantean que algunos ya no tienen tiempo ni
siquiera para almorzar, otros trabajan más de quince horas
diarias y esto los llevó a abandonar las actividades
físicas que realizaban cotidianamente y a modificar sus
relaciones familiares y sociales.
Frente a esta nueva situación, los bancos tomaron
medidas. En algunos bancos se implementaron líneas
gratuitas para que los bancarios llamen frente a situaciones
críticas. Sin embargo, éstas no dieron resultado,
ya que algunas veces atendía un contestador y otras una
persona que les recomendaba tomar algún
medicamento.
El altísimo nivel de demandas que los empleados
deben atender disminuye su resistencia y sus
recursos para enfrentarlas. Los bancarios no se sienten
escuchados, ni acompañados o contenidos. Algunos
trabajadores no están en condiciones psicológicas
para tolerar tanta agresión.
Los principales síntomas que los empleados bancarios
presentan y por lo cual demandan consultas en Salud Mental son:
taquicardia, problemas gastrointestinales, insomnio,
irritabilidad, contracturas, depresión, dolores, aumento
en el consumo de cigarrillos; café,
alcohol o ansiolíticos. Siendo la tensión laboral
el síntoma fundamental de consulta.
También presentan el síndrome del "burn out" o "del
quemado", y el fenómeno del "moving" o "acoso laboral" que
se manifiestan a través de un descenso en el rendimiento
laboral causado por un cansancio físico o
intelectual.
Lo que el discurso
médico indica ante esta conflictiva, el tratamiento
individual, deja de lado la naturaleza social, institucional y
política del conflicto. Esto aumenta el desamparo del
trabajador en relación al orden que lo atraviesa con poder
iatrogénico.
La respuesta ante la situación de crisis se da en
dos momentos. El primero, de confusión y
desestructuración ante lo nuevo, donde aparece la
ansiedad, el sobresalto y el temor generalizado. En el segundo,
se puede llevar a cabo la tramitación de la crisis.
En la sociedad se da un interjuego de estos dos momentos debido a
que nuevos estímulos provocan constantemente impactos
desestabilizantes, como los sucesivos cambios de gobierno, la
disparada del dólar, la inflación, el cambio de
medidas económicas.
Según Fabián Jalife, para poder operar con los
sujetos en los que la crisis impacta, es decir, con los
trabajadores, es necesario tener en cuenta distintas dimensiones:
la institucional, la grupal y la individual.
La dimensión política-institucional coloca a los
bancarios ante la desprotección como consecuencia de
sucesivas caídas gubernamentales y falta de sustento del
gobierno actual. En la dimensión grupal, el grupo
actúa como contención ante la dura situación
que estos trabajadores atraviesan. La dinámica grupal contribuye a la construcción de solidaridades,
cooperación y ajuste mutuo, cuidado y amparo del
compañero. En lo que respecta a la dimensión
individual, es importante ver con qué recursos responde
cada sujeto específicamente.
Una de las formas de respuesta es el stress.
Según Hans Selye (1950), el stress es la reacción
no específica del organismo ante cualquier exigencia que
sufre, con prescindencia de todas las reacciones
específicas. Se manifiesta a través de un
síndrome, denominado síndrome general de
adaptación. Un síndrome es una serie de
síntomas y signos que existen en un tiempo y definen
clínicamente un estado determinado.
Hay diferentes clases de stress. Por un lado, el "eutres", o
stress placentero, que se presenta cuando las respuestas se dan
en armonía, según los parámetros
psicológicos y fisiológicos del individuo. Por el
otro, el stress displacentero o "distres", que se presenta cuando
las respuestas no se adecúan a la demanda tanto en lo que
respecta al plano psicológico o
fisiológico.
Para vivir y desarrollarse se necesita un cierto nivel
de stress, sin embargo, un nivel amenazante o que desborde al
individuo, se puede convertir en patológico.
El término stress se utiliza para hacer referencia a los
agentes del ambientes los cuales actúan perturbando a la
estructura y función del individuo, así como
también a las respuestas ante tales agentes
ambientales.
Según Bonet y Luchino (1998), al stress se lo
trató, desde el punto de vista fisiológico, como
Síndrome General de Adaptación; y en
términos sociológicos, como la situación
ante la cual un sistema social u organización se
desorganiza, tomándola como factor estresante. Se
considera a éste como el conjunto de estímulos cuya
representación es significada en el sistema nervioso
como perjudicial para el organismo, respondiendo éste con
lo Cannon llamó "respuesta de lucha o huida". Esta
respuesta implica cambios a nivel del medio interno y externo del
individuo.
La respuesta fisiológica al stress, a pesar de
ser principalmente hormonal, genera, además, un conjunto
de ajustes del sistema vascular, inmunitario, somatosensorial,
permitiendo así al organismo adaptarse tanto a
estímulos físicos como
fisiológicos.
Lazarus considera que el stress psicológico se
remite a que la respuesta depende de la interpretación que
el individuo hace del significado amenazante desafiante o
dañino de un acontecimiento. Para comprender este tipo de
stress, es necesario tener en cuneta los procesos mediadores
cognitivos que determinan una reacción de stress,
incluyendo conductas y adaptaciones subjetivas, efecto de una
variación en el vínculo del individuo con el
medio.
La variable influyente en la producción de enfermedad se
encuentra en la relación del individuo con el medio, la
cual está sostenida por el concepto de "estrategia de
afrontamiento". Se pueden diferencias tres tipos de
estímulos estresantes:
- Cambios mayores que están fuera del control de
la persona. - Cambios mayores que afectan a una
persona. - Situaciones adversas de la vida
cotidiana.
Aplicando el término de stress al ámbito
laboral de los individuos, se lo puede pensar como un
desequilibrio que se expresa entre las demandas profesionales y
la capacidad del individuo para responder a ella.
Una de los mecanismos en que se puede dar la respuesta es a
través de la lucha o huida. Si las situaciones estresantes
se dan en el ámbito de trabajo, el individuo no puede
luchar con el monto de energía adecuado, ni tampoco huir,
es decir, escapar al distrés.
La huida, en este ámbito implicaría el ausentismo,
que conjuntamente con sumado a las enfermedades laborales,
constituyen altos índices de la repercusión del
stress en los trabajadores.
Según Oscar Slipak (1996), el trabajo es, de por
sí, generador de stress y es justamente por la necesidad
de mantener el puesto en la actividad laboral que esa lucha es
hoy en día cada vez más intelectual y
psicológica que física. Esto es lo que provoca
distrés.
El grado de stress que el trabajador sufre está
dado por el equilibrio entre demanda y respuesta adaptativa, lo
que le permiten responder en forma adecuada a las exigencias que
debe hacer frente. Así, una menor posibilidad de controlar
la decisión laboral, el aumento constante de las
exigencias de trabajo, una menor capacidad de afrontar y ejercer
algún tipo de control ante la situación estresante,
son factores generadores de altos niveles de distrés.
Se pueden diferenciar dos tipos de stress laboral: el
episódico (que se da ante un evento puntual) y el
crónico, que se puede dar cuando el individuo debe
enfrentar alguna de las siguientes situaciones:
- Ambiente laboral inadecuado;
- Sobrecarga de trabajo;
- Alteraciones en los ritmos
biológicos; - Responsabilidades y decisiones muy
importantes; - Estimulación lenta y
monótona: - Condiciones laborales inadecuadas.
También se pueden distinguir dos tipos de
estresores:
- Los estresores extraorganizacionales: Son aquellos
que se plantean fuera del ámbito laboral. Comprenden
factores familiares, políticos y económicos que
repercuten en el trabajador. Las singularidades y etapas de la
historia de un
país, su condición económica y social
inciden en forma directa en el individuo. - Los estresores intraoganizacionales: Incluyen, a su
vez, cuatro grupos de estresores: - Estresores a nivel individual: Se tienen en cuenta
aquí distintas situaciones: - Sobrecarga de trabajo: Genera insatisfacción,
tensión, disminución de la autoestima,
sensación de amenaza, taquicardia, aumento del
colesterol, del consumo de nicotina y otras adicciones.
Desde el punto de vista laboral, provoca disminución de
la motivación del trabajo, de la calidad de las
decisiones, el aumento de los accidentes laborales, el
deterioro de las relaciones interpersonales y el aumento del
ausentismo. - Conflictos de roles: Generan gran ansiedad e
insatisfacción por el trabajo. Disminuyen la creatividad
de los sujetos - Ambigüedad de roles: Produce stress,
depresión y deseos de abandonar el trabajo. - Discrepancias con las metas de la carrera laboral: La
insatisfacción lleva a la ansiedad, la
frustración, la depresión y el
stress. - Estresores a nivel grupal: Incluye,
- Falta de cohesión grupal;
- Conflictos intragrupales;
- Conflictos intergrupales;
- Apoyo inadecuado al grupo.
- Estresores organizacionales: Entre ellos se
cuentan, - Clima de la organización;
- Estilos gerencias;
- Tecnología;
- Diseños y características de los
puestos; - Fechas topes no racionales;
- Control de sistemas informáticos.
Definición Conceptual
Globalización: Tendencia a la unificación del
mundo, como consecuencia de la acelerada circulación a
escala planetaria del flujo material e inmaterial y de la
mundialización de las relaciones económicas,
sociales, políticas y culturales.
Crisis: Suma de una combinación de múltiples
factores, tales como la convertibilidad, el inmenso endeudamiento
externo, la confiscación de los depósitos, la
desocupación, la pauperización y el
empobrecimiento de las relaciones sociales. Estos factores
producen cambios a distintos niveles, tantos sociales,
económicos, políticos, y culturales.
Stress: la biología y la
medicina han
incorporado el término stress como "el proceso o mecanismo
general con el cual el
organismo mantiene su equilibrio interno, adaptándose a
las exigencias, y tensiones e influencias a las que se expone en
el medio en que se desarrolla". El concepto de stress involucra
la interacción y la respuesta del organismo con el medio.
Esta última conlleva en el organismo una serie de cambios
físicos, biológicos y hormonales, previa
evaluación o atribución consciente o inconsciente
de los factores estresantes, la que permite responder de forma
adecuada a las demandas externas. Es decir, las respuestas del
organismo se realizan en los planos biológico,
físico y psicológico a través del sistema
psiconeuroendocrinológico.
Stress laboral: Si se adapta el concepto de stress al
ámbito laboral, se podría especificar esta
definición como el desequilibrio percibido entre las
demandas profesionales y la capacidad de la persona de poder
resolverlas adecuadamente.
Bancarios: Aquellas personas que trabajan en las instituciones
bancarias. Específicamente, hace referencia a aquellos que
realizan atención al público. Ésta implica
el trabajo cara a cara con el cliente, o la atención
telefónica. Abarca el trabajo en cajas, venta de productos
bancarios, asesoramiento, reclamos.
Lugar.
Bancos del microcentro de la ciudad de Rosario.
Muestra.
101 empleados bancarios que realizan atención al
público en los bancos de Rosario en los últimos
ocho meses.
Técnica de recolección
de datos.
Cuestionario.
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