Indice
1.
Introducción
2. Factores de Poder y Grupos
de Presión
3. Factores de Poder y Grupos
de Presión
4. Las Tres formas de Poder
según Aristóteles
5. Los tres tipos de Poder
según Weber.
6. La tipología
moderna de las formas de poder según
Bobbio.
7.
Bibliografía
1. Introducción
La etapa histórica argentina que
el trabajo nos
propone examinar se caracteriza por poseer una gran alternancia
entre gobiernos democráticos y gobiernos de facto. Si nos
aferramos de manera rígida al texto de
Sartori –quien aplica toda su teoría
sólo a gobiernos de iure- durante los gobiernos de facto
no habría consenso en ninguno de los tres niveles, ya que
según él, un golpe de estado
atacaría directamente al sistema
democrático, haciendo también desaparecer los otros
dos niveles de consenso. A raíz de ello, en el caso en que
los gobiernos sean de hecho nos "apartaremos" de Sartori y
extrapolaremos su teoría al efecto de analizar
también aquí los distintos niveles.
- 1928/1930 – Irigoyen.
Consenso Básico
Podemos decir que existieron acuerdos básicos en la forma
en la que se debía elegir, la gran mayoría del
pueblo coincidía con el ideal democrático y
aplaudió el ingreso de Irigoyen al poder. Sin
embargo era muy fuerte el repudio que surgía de los
grupos
oligarcas e ingleses, que por ese entonces tenían el
control de las
grandes compañías.
Consenso Procedimental
Los poderes políticos funcionaban sin mayores problemas, las
normas de
resolución de conflictos
eran respetadas.
Consenso Político
Si bien en un primer momento estaba dado por el fuerte apoyo que
recibió de las masas, este apoyo se fue rindiendo a medida
que se empezaban a sentir los efectos de la crisis del 30,
que junto con la creciente desocupación fue convirtiendo este consenso
en un fuerte disenso. Esto sirvió para que los grupos
oligarcas y los capitales ingleses, que siempre habían
restado su apoyo a Irigoyen y que habían sido afectados
además por muchas de las políticas
nacionalistas de este gobierno -como
por ejemplo el intento de nacionalizar el
petróleo– den su definitivo apoyo a los grupos
golpistas comandados por Uriburu y Justo.
El objeto de la legitimidad era el gobierno de Irigoyen. El
sujeto, las clases medias y bajas, que legitimaron, en un
principio, su gobierno, pero que luego retiraron su apoyo.
Nace en la Argentina la llamada "Década infame", una serie
de golpes y contragolpes de estado,
elecciones fraudulentas, corrupción
y proscripciones que dominarán el escenario
político hasta el año 1946.
- 1930/1943 – Uriburu, Justo, Ortiz y
Castillo
Consenso Básico
Si bien tanto el gobierno de Uriburu, como el pseudo
democrático gobierno de Justo y Ortiz tenían un
fuerte apoyo de los sectores "aristocráticos" y los grupos
capitalistas extranjeros, creemos que el hecho de que aparecieran
en este período las torturas, los fusilamientos y las
proscripciones, restaba cualquier posibilidad de consenso. Basta
como ejemplo el recordar que Uriburu anula las elecciones del 21
en la habían ganado los radicales, o la
proscripción del radicalismo y la necesidad de recurrir al
fraude para que
Justo lograra asumir la presidencia.
Consenso Procedimental
Si bien es cierto que los organismos para la resolución de
conflictos estaban consensuados eran, en el fondo, ficticios.
Para ilustrar lo que afirmamos recordaremos el asesinato de
Lisandro de la Torre por desnudar en el Congreso las escandalosas
ventajas que tenían los frigoríficos extranjeros
por sobre los nacionales.
Consenso Político Estaba siempre dado por los grupos
aristocráticos y los capitales extranjeros. Luego estos
grupos le retiraran el apoyo a Uriburu para brindárselo a
Justo y aplaudir las medidas en favor de sus intereses -el libre
impuesto a los
carbones ingleses, la instalación de frigoríficos
de origen extranjero en forma exclusiva con su consiguiente
exportación, etc.-
Por otro lado, el disenso estaba marcado por los millones de
argentinos que cargaban con el hambre, la desocupación, y
los grupos socialistas que estaban en el Congreso.
Como se ha remarcado anteriormente, los sujetos que legitimaban a
estos gobiernos eran los grupos económicamente más
poderosos del país. Al igual que en el período
anterior, la política nacional
sigue dominada por los golpes de estado, pero
adentrándonos hacia el final de este período
aparece un militar que cambiaría la historia política de
este país.
- 1943/1946 – Ramírez y Farrel
En este período se suceden en la presidencia
Ramírez, que asume el poder mediante las armas, y Farrell,
que lo sucede sin que medie elección alguna.
Consenso Básico
Este nivel se da en estos gobiernos por una población cansada del fraude electoral y la
violencia
política y estatal.
Consenso Procedimental
No existía ningún tipo de mecanismo para la
resolución de los conflictos y solo basta recordar que
Farrell resuelve sus diferencias con Ramírez
obligándolo a dejar el poder.
Consenso Político
Fue muy fuerte el apoyo de los grupos populares
prácticamente durante los dos gobiernos que estamos
estudiando. En un
principio por la necesidad de terminar con el fraude electoral y
los demás abusos citados, y luego por las importantes
medidas populares que produce el multifuncionario. Juan D.
Perón.
Se promulgan en este período leyes laborales,
de seguridad
social, vivienda y salud. Sin embargo, EEUU
jugó un papel
importante como grupo de
presión
cuando Argentina votó la neutralidad durante la 2º
guerra
mundial.
Se origina un acentuado disenso contra Farrell cuando este decide
arrestar a Perón. Fue tan fuerte la presión de las
masas populares beneficiadas con las medidas populistas que al
entonces presidente no le quedó otra alternativa que
liberarlo.
En estas presidencias los objetos de legitimación
varían. Creemos que en ese momento el pueblo legitima a
estos gobiernos por el hartazgo hacia el autoritarismo
sistemático en nuestro país.
- 1946/52/55 – Perón
En febrero de 1946 asume el gobierno de Perón por
medio de elecciones limpias y sin proscripciones. Este gobierno
se divide en dos etapas, la primera que va del 46 al 51 y la
segunda del 52 al 55.
Consenso Básico
Perón llega al gobierno mediante una alianza entre los
empresarios y un movimiento
obrero organizado, la iglesia y los
grupos nacionalistas del ejército. El disenso
provenía de los sectores minoritarios antiperonistas, las
elites oligárquicas conservadoras
El consenso fue diezmado en el segundo gobierno, producto del
fuerte enfrentamiento que tuvo con la Iglesia, los cada vez
más frecuentes avances contra la libertad de
prensa y las
libertades individuales, y a nivel externo, la actitud
expansiva de Estados
Unidos.
Las rebeliones militares no se hicieron esperar y todo esto
sumado a los problemas económicos que venía
atravesando el país y la ineficacia para resolverlos,
sumado a las sanciones del las leyes "anticatólicas", fue
el caldo de cultivo necesario para desprestigiar definitivamente
al gobierno, que en septiembre de 1955 sufre nuevo golpe
militar.
Consenso Procedimental
A pesar de las fuertes críticas a la violación de
las libertades individuales hechas por la oposición, los
modos de resolución de
conflictos estaban garantizados por el funcionamiento
institucional.
Consenso Político
Durante su primer gobierno, fue fuertemente apoyado por las masas
populares, la confederación general del Trabajo y los
grupos industriales locales por sus esfuerzos en pro de generar
una economía
en favor de los más humildes -el derecho de voto de
la mujer y
demás medidas populistas- Los grupos industriales estaban
fuertemente apoyados por las políticas destinadas a
favorecer a la industria
liviana.
Los mayores disensos en este primer período lo generaban
Balbín, Dellepiane y Frondizi, que denunciaban que las
libertades individuales eran violadas y los abusos de poder
frecuentemente cometidos.
En la segunda etapa, si bien seguía teniendo fuertes lazos
de unión con los grupos que lo habían llevado al
poder en su primer gobierno, empiezan a generarse mayor cantidad
de grupos que disienten. En primer lugar, la Iglesia, acusada de
ser solidaria con aquellos que detentan el poder- Luego se
acentúo el disenso de la UCR cuando Perón, frente a
la crisis económica del año 1953, trata de aliarse
a los EEUU mediante un acuerdo petrolero, y además debido
a la fuerte intervención en los medios de
comunicación que intentan acallar las voces
opositoras.
.Los dos gobiernos de Perón fueron fuertemente legitimados
por las clases obreras, en el segundo, además, se sumaron
los industriales. La oposición se encontraba de manera
crónica dentro de las elites conservadoras y la
oposición, sumándose luego en el segundo gobierno
la Iglesia.
Se inicia así una nueva etapa en la que el poder militar
se hace fuerte. Comienza en el 55 con la caída de
Perón y continúa hasta la asunción de Illia
en el 63.
- 1955/1956 – Lonardi, Aramburu
Consenso Básico
En un primer momento existía. El golpe había sido
fuertemente apoyado por variados grupos civiles, por la iglesia y
grupos militares opositores a Perón. A pesar de ello,
Aramburu da un golpe dentro del golpe y destituye a Lonardi del
gobierno a poco de asumir.
Consenso Procedimental
Es imposible pensar en la existencia de este nivel de consenso
con un peronismo
proscrito, con una ley marcial
implantada y con fusilamientos (como el del General Valle) a los
opositores del nuevo régimen.
Consenso Político
Con pocas posibilidades de disentir, Arturo Frondizi polariza la
opinión
pública. Pero poco se puede hablar de acción de
gobierno en los pocos meses que estuvieron al frente del
mismo.
- 1956/1962 – Frondizi
Asume su gobierno mediante elecciones libres en las
cuales estaba proscrito el peronismo y con un fuerte
condicionamiento de los grupos militares.
Consenso Básico
Estaba limitado por la proscripción del peronismo, pero
igualmente se puede decir que mediante un acuerdo político
con este, logró un importante apoyo para ser legitimado.
Este consenso lo va perdiendo producto del incesante desfile
militar que se producía en la casa de gobierno, sus
políticas contrarias a su propio pensamiento y
el incumplimiento del pacto hecho con Perón
Consenso Procedimental
Si bien existía un Congreso, la proscripción del
peronismo y episodios como el de 1962 -no se permitió la
asunción de Flamini a la gobernación de Buenos Aires–
consideramos que no se puede pensar que haya existido.
Consenso Político
Todo su gobierno estuvo condicionado por los reclamos militares y
por las concesiones que este hacia a favor de ellos. El
abandono de sus ideas estadistas y nacionalistas generó
una fuerte disidencia de los grupos de la U.C.R. liderados por
Balbín. Decisiones tales como la apertura de institutos
educativos con enseñanza libre y religiosa fueron
fuertemente resistidas por estos grupos opositores.
A pesar de este escenario interno Frondizi era bien visto en el
exterior, entre otras cosas producto de medidas como el
alineamiento automático con EEUU a favor del bloqueo
económico a Cuba.
Mientras tanto en el país, la ilegitimidad del gobierno se
acrecentaba, aparecían los primeros grupos guerrilleros y
las huelgas generales.
- 1962/1963 – Guido
Consenso Básico
Si bien Guido asume en su condición de presidente del
senado no podemos decir que haya existido consenso básico,
ya que asume producto de la intervención militar que echa
a Frondizi. Indudablemente no se produce la acefalía
necesaria para que Guido asumiera, acorde lo indica el
artículo 88 de nuestra constitución.
El consenso lo prestaban los militares y las empresas
multinacionales que durante su gobierno hicieron grandes
negociados.
Consenso Procedimental
No solamente se disolvió el congreso en este periodo si no
que además se generaron dentro de los grupos militares dos
bandos, Azules (supuestamente demócratas) y Colorados (a
favor de las dictaduras militares); con el panorama descrito
pensamos que se hace imposible hablar de este tipo de
consenso.
Consenso Político
A través del corto periodo en el que Guido fue presidente,
gran parte de este consenso provenía de los grupos
económicos multinacionales, los militares junto a los
sectores conservadores conformaban la mayor fuente de
disenso.
- 1963/1966 – Illia
En el año 1963 con el peronismo proscrito y una
legitimidad acotada, producto del voto en blanco peronista, gana
las elecciones Arturo Illia, el presidente que, a nuestro juicio,
más hizo en favor de la libertad y soberanía nacional. Luego, el gran disenso
interno, sumado a los intereses extranjeros apoyados por la
prensa, hicieron que su gobierno se desdibujara.
Consenso Básico
Fue mínimo, la prescripción del movimiento
peronista hizo que Illia llegara a su gobierno muy
debilitado.
Consenso Procedimental
Fue absoluto había en su gobierno una alta libertad de
expresión y de disenso.
Consenso Político
Un fuerte disenso proveniente de los medios de
prensa, militares e inversionistas extranjeros -producto de la
anulación de los contratos
petroleros, la creación de la ley de medicamentos (medidas
que si bien favorecían al país iban en contra de
estos intereses)- fueron socavando todo su poder político
hasta dejar el sistema en crisis.
En junio del 66 un nuevo golpe militar termina con el gobierno de
Illia.
- 1966-1970 – Onganía
El líder
del grupo militar Azul -que cuatro años atrás
defendía los intereses democráticos- asume el
gobierno a través de un golpe de estado legitimado por los
grupos económicos extranjeros, la prensa y los
sindicatos
Consenso Básico
Podríamos decir que existía y estaba dado por
sectores industriales que habían sido fuertemente
afectados por las políticas nacionalistas de Illia, por la
prensa y los sindicatos.
Consenso Procedimental
No existía, se intervinieron universidades, se
persiguieron a los estudiantes -la noche de los bastones largos
en la que estudiantes y profesores de facultades fueron
expulsados de los centros de estudio y golpeados brutalmente
(29/07/66)-
En el 69 las luchas obreras y estudiantes se incrementan cada ves
más se produce el Cordobazo, cada ves eran más
fuertes los grupos armados como los montoneros.
Consenso Político
Se lo otorgaban los grupos económicos que veían con
buenos ojos la anulación de las medidas tomadas por Illia,
como por ejemplo el veto a la ley de medicamentos y la
desnacionalización de la industria. Y celebraban el
control de la inflación logrado por el ministro de
economía Krieger Vassena.
El disenso, como hemos visto, lo marcaban las luchas obreras y
estudiantiles y los grupos armados como montoneros. El secuestro y
posterior asesinato de Aramburu en manos de los montoneros,
termina con el gobierno.
- 1970-1973 – Levingston, Lanusse
Consenso Básico
Se presta de manera muy acotada debido a la falta de legitimidad
y la escalada de los grupos terroristas. Solo la
oligarquía agro-financiera acompaño a estos
gobiernos.
Consenso Procedimental
La escalada de la violencia no permite pensar que en este periodo
pudiera existir. La guerrilla y la represión ocupaban el
centro de la escena.
Consenso Político
El fracaso del plan hecho por
los grupos agro-financieros que en un principio daban el sustento
a este gobierno, y la cantidad de jóvenes armados permite
pensar, que no había consenso sobre las acciones de
Gobierno.
Se inicia de esta manera un nuevo período
democrático en 1973 que va a terminar en Mayo de
1976
- 1973/1976 – Cámpora,
Perón
Poco se puede hablar del gobierno de Cámpora ya
que este solo dura un mes. Se puede sin embargo destacar el
fuerte consenso que tenia Perón; el solo hecho de
apadrinarlo y la promesa de que con Cámpora en el gobierno
volvería el líder fue suficiente para permitirle
ganar las elecciones por una importante mayoría
Consenso Básico
Este periodo es necesario dividirlo en dos antes y después
de la muerte de
Perón mientras el caudillo vivía el consenso era
alto y lo prestaban las clases medias, altas, bajas, sindicatos y
algunos grupos militares.. Tras la muerte del
presidente asume la presidencia su esposa en carácter
de vicepresidenta con una fuerte influencia de López Rega,
es en este momento donde el consenso empieza a mermar.
Consenso Procedimental
Si bien existía durante el gobiernote Perón, el
choque que se produjo con los grupos montoneros acoto este nivel
de consenso. Con la muerte de Perón aumentaron los
atentados terroristas y se avanza sobre los medios de
comunicación en contra de libertad de prensa, era muy
fuerte la oposición de los sindicatos, con lo que se
empieza a romper este nivel de consenso.
Consenso Político
La poca salud de Perón no permitió cumplir con las
expectativas que generó su llegada al gobierno. Con su
muerte, el disenso se hizo escuchar cada vez de manera más
fuerte. La seguidilla de atentados, los sindicatos enfrentados
con el gobierno, la pésima situación
económica que condujo una devaluación en julio del 75 y la posterior
fuga del país de López Rega termino con todo tipo
de consenso posible.
Este escenario político del país es el que
necesitaban los autodenominados salvadores del pueblo, que asumen
el poder por las armas y empiezan a gestar en el país una
de las páginas más sangrientas de su historia.
Conforme Duverger, al hablar de poder es necesario efectuar una
distinción entre poderío material y poder
propiamente dicho. El primero se basa exclusivamente en la
coacción material –fuerza
física,
económica y encuadramiento colectivo- en la posibilidad
que tiene el más fuerte de constreñir al más
débil a inclinarse, donde solamente se obedece por que se
está coaccionado a hacerlo. En tanto que el poder,
además de basarse en la coacción material, reposa
también en la creencia del coaccionado de que es bueno, es
justo y es legítimo aceptar dicha coacción y
obedecer. No existe, según Duverger, un poder que sea
legítimo en sí, sino solamente poderíos
susceptibles de presentar en algún momento la cualidad de
ser conforme a la imagen de poder
que se considera válida dentro una sociedad. Al
coincidir la imagen real de un poderío con la imagen ideal
de poder que tiene una sociedad, el primero pasa a ser
considerado como un poder legítimo.
En la Argentina de 1930, los grandes sectores populares y de
clase media concebían como legítimo al poder
democrático y sólo consideraban válidos
aquellos gobernantes que emanaban de la elección libre y
conforme a la ley; tal como lo demuestra el caso deYIrigoyen,
quien es elegido y legitimado en dichos términos mediante
el voto del 60% del electorado nacional
A la luz de lo
expuesto, creemos que el Golpe de Estado perpetrado al gobierno
de Irigoyen, y el gobierno de facto posterior a
éste no revisten ambos de legitimidad alguna. Uriburu
detentaba un poder que sólo era tal para sectores
elitistas minoritarios que compartían la ideología (alianza
oligarquía-ingleses, etc.), en tanto que para los grandes
sectores populares y de clase media -aquellos que se ajustaban al
ideal democrático y que conformaban de hecho la voluntad
mayoritaria- se trataba de un poderío, que apoyado en la
armas derroca al gobierno legítimo, establece uno propio y
coacciona a la obediencia.
Este gobierno posterior a Irigoyen será el que inaugure el
sistema de lo que se luego se conocerá como la
"Década Infame", un sistema basado íntegramente en
el poderío material, fraudulento en lo electoral, y en
nuestra opinión, de la corrupción política
más grande que conocerá la argentina del siglo 20
hasta la etapa menemista.
A continuación examinaremos, primero, la Acordada de 1930
en base a los conceptos de Foucault, y luego
veremos en dicho caso cómo participaron las relaciones
entre derecho y poder citadas por Duverger.
De acuerdo a Foucault, el poder se encuentra en todos los
ámbitos de la vida y es todo aquello que reprime e inhibe
a la naturaleza de las
cosas. Plantea que, ante todo, el poder es el despliegue de una
relación de fuerza, y que como tal, debe ser entendido en
términos bélicos. Esto lo lleva a formular que el
poder político no es más que la guerra misma
pero continuada con otros medios. Con dicho análisis Foucault nos dice que la
política, como guerra continuada, corrobora y
perpetúa la relación de fuerzas de manera
encubierta, y que por ello todas las relaciones de poder que se
dan dentro de un sistema político no deben ser entendidas
e interpretadas sino como episodios de la guerra misma. Por
último, Foucault señala que, si la base de las
relaciones de poder son las luchas silenciosas de fuerzas, la
resolución de conflictos dentro del sistema no puede darse
de otra manera que no sea bélica; y que las armas
empleadas a este fin serán los jueces.
Hecho el análisis, pretendemos ahora profundizar
brevemente en la Acordada de la CSJN de 1930.
En dicho documento al CSJN considera que el gobierno provisional
emanado de la revolución
triunfante posee las fuerzas necesarias para asegurar la paz y el
orden nacional, y que dicha revolución ha declarado
públicamente el mantenimiento
de la supremacía de la constitución y de las leyes
del país en la ejecución del poder.
Declara, respecto de los gobiernos y funcionaros de hecho, que la
doctrina constitucional e internacional se unifica para dar
validez a los actos de estos, cualquiera sea el vicio de
deficiencia de sus nombramientos o de su elección,
fundándose en razones de policía y de necesidad y
con el fin de proteger al público y a los individuos cuyos
intereses puedan ser afectados, ya que no les sería
posible a estos últimos discutir la legalidad de las
designaciones de los funcionarios que se hallan en aparente
posesión de sus poderes y funciones. En
mérito de las consideraciones la CSJN resuelve entonces
acusar recibo al gobierno provisional.
Examinando la Acordada según el esquema guerra –
represión propuesto por Foucault, entendemos a la misma
como el simple efecto y continuación de la relación
de dominación instaurada por la revolución de 1930.
La Acordada aparece como consecuencia política de la
guerra, como la puesta en práctica, de manera encubierta,
de relación de dominación citada; en otras
palabras, el poder político, personificado en la
revolución triunfante, cumple con el papel de reinscribir
la relación de dominación utilizando, en este caso,
la Acordada como un elemento de institucionalización
"silencioso"de dicha relación de fuerza.
La
comunicación emanada del gobierno provisional de
Uriburu a la CSJN, y el posterior acuse de recibo, no son
más que episodios ocurridos dentro de una guerra
silenciosa por, con, y del poder; una guerra donde el poder
político actúa como general y donde los jueces son
los soldados armados.
Conforme Duverger, el derecho es un medio de acción del
poder, un elemento que lo organiza, lo institucionaliza,
contribuye a legitimarlo, y que además, comporta una
garantía contra él. El desarrollo de
los procedimientos
jurídicos da al poder carácter institucional y le
permite con ello legitimarse a los ojos de los ciudadanos.
Veremos en este caso, como el derecho cumple con las relaciones
presentadas por Duverger, cuando juega de manera decisiva para
organizar, institucionalizar, legalizar, y legitimar el poder de
facto; y como no lo hace al no aportar las garantías
contra el abuso de poder y las arbitrariedades.
En los hechos, Uriburu llega al gobierno como un usurpador y
comunica a la CSJN su constitución en un gobierno
provisional y
su sujeción a la Ley Suprema. Por su parte la CSJN,
esgrimiendo razones de "fuerza mayor" y basándose en la
doctrina existente, acusa recibo al susodicho gobierno.
Desde un principio, el poder que detenta este gobierno es ilegal
–pues no presta conformidad al derecho positivo
existente- e ilegítimo –pues tampoco presta
conformidad con la ideología (mayoritariamente
democrática) de la época. Indudablemente, es
necesario para Uriburu enmascarar el golpe de fuerza a los ojos
de los ciudadanos, y para ello recurre a todos los procedimientos
regulares que le son posibles. El acuse de recibo que le otorga
la CSJN, si bien no es un instrumento de legitimación
directa, si lo es de legalidad, y normalmente a los ojos del
ciudadano, de acuerdo a Duverger, la legalidad es signo de
legitimidad.
Al institucionalizarse el poder de facto por Acordada, la
revolución consigue que todos los actos y funcionarios
emanados de su gobierno sean legales y legítimos. La falta
de respeto hacia la
legalidad, traducida en el abuso de la fuerza por parte de
Uriburu y su pisoteo arbitrario por parte de la CSJN, hacen que
aquí no se cumpla con la relación de derecho como
garantía contra la arbitrariedad del poder.
Para el análisis de los dos períodos considerados
haremos primero un breve examen del concepto de
estabilidad política propuesto por Bobbio, haciendo la
salvedad de que todos los estudios efectuados sobre el tema se
han dirigido casi exclusivamente a la enucleación de las
condiciones de estabilidad de los sistemas
políticos democráticos, y por tanto, se ha
contribuido muy poco al estudio de este fenómeno dentro de
los sistemas no democráticos. Remarcamos esta
cuestión pues los períodos considerados al
análisis se caracterizan por una gran alternancia entre
sistemas democráticos y no democráticos. Luego
aplicaremos estos conceptos para el análisis concreto de
los ciclos citados.
En su diccionario de
política Bobbio define la estabilidad como la previsible
capacidad que tiene un sistema de perdurar en el
tiempo, y las
hipótesis más relevantes que
él maneja referidas a la estabilidad de tal sistema son
cuatro:
- "Sólo un sistema político
democrático que posee una cultura
cívica tiene probabilidades de ser estable" –
(Almond y Vega) - "Un sistema político democrático es
estable sólo si esta desarrollado económica y
socialmente , dotado de legitimidad y de eficacia"
– (Lipset) - "Un sistema político democrático es
estable sólo si los modelos de
autoridad a
nivel gubernativo son congruentes con aquellos a nivel de
sociedad civil"
– (Eckstein) - "Un sistema político es o se hace estable
sólo si posee o alcanza un nivel de
institucionalización adecuado al nivel de
participación existente" –
(Huntington)
Estas teorías
nos brindan indicadores
que nos permiten individualizar dos condiciones importantes de
estabilidad; estas son la legitimidad y la eficacia decisional.
Todas las teorías arriba consideradas reconocen a ambas un
papel muy importante. Según Bobbio, estos dos elementos
pueden ser considerados como las condiciones políticas
decisivas de la estabilidad, y al efecto, enuncia una quinta
hipótesis:
"…cuanto mayor es la legitimidad y más alta la
eficacia decisional, tanto más estable será un
sistema político democrático."
Antes de iniciar un examen más minucioso, nos
gustaría señalar que los dos períodos de
análisis se caracterizan, a nuestro juicio, por estar
inmersos en una crisis institucional permanente, tanto en la
etapa de la restauración conservadora como en la
postperonista. A raíz de ello, pensamos que un
análisis global de ambos nos da como resultado una
tendencia crónica a la inestabilidad.
- 1930 – 1945
Abarcando el período de manera general, creemos
que la revolución militar de 1930 inaugura un ciclo que se
caracterizará por la interrupción de los gobiernos
mediante golpes de estado, el fraude electoral, la
proscripción de las mayorías y la violencia
política y estatal. A grosso modo podríamos decir
que los gobiernos de esta época carecen de legitimidad -o
mejor dicho, cuentan sólo con la de sectores minoritarios-
y las decisiones tomadas por estos no sólo son, a nuestro
juicio, ineficaces, sino que también están
orientadas a perpetuar y acentuar las desigualdades, la
corrupción y la proscripción mayoritaria. La
actividad política es escasa, los discensos son profundos,
la tasa de desarrollo socioeconómico es muy baja –si
bien en 1935 la reactivación económica hace posible
un mayor grado de movilización y favorece la
creación de sindicatos, las demandas de estos no reflejan
las condiciones de marginalidad y
desprotección de la masa popular-, la desconfianza reina
en el ambiente
social y la autoridad es en su mayoría repudiada. A nivel
exterior, la situación se torna muy conflictiva debido al
estallido de la Segunda guerra
mundial.
Por todo lo explicado y a la luz de los conceptos tratados, creemos
que este período presenta, desde su comienzo, una
tendencia crónica a la inestabilidad, que con el
transcurso del tiempo se destacará y dará paso a
Perón, quien creemos, logrará revertir ese
tendencia en sus gobiernos.
- 1955 – 1973
Creemos que dentro de este ciclo el concepto de
estabilidad se desarrolla de manera análoga al anterior,
se mantienen las proscripciones a las mayorías, la
alternancia cívico militar y el autoritarismo, la
inestabilidad política y la resistencia
social. La tendencia a la estabilidad conseguida, a nuestro
juicio, por Perón vuelve a tornarse negativa durante los
períodos semi-democráticos; estos se caracterizaron
por poseer escasa legitimidad y generar, a nivel decisional,
grandes decepciones. Ninguno de los gobiernos de facto que se
sucedieron lograron los objetivos que
se habían dispuesto.
Los modos de ejercicio del poder definidos por Bobbio son la
coerción, la persuasión y la manipulación.
El primero comporta conflictividad inicial y final; el segundo
modo sólo conflictividad final, pues esta desaparece
cuando el sujeto pasivo modifica su conducta porque
se convence de hacerlo; mientras que el tercero conlleva una
conflictividad potencial, que se hace efectiva sólo cuando
el sujeto pasivo comprende que ha sido manipulado. Dichos modos
de ejercicio pueden visualizarse fuertemente articulados dentro
de las políticas de intervención económica y
social del general de Perón, antes y durante sus
gobiernos.
A continuación nos remitimos a ejemplificar
históricamente el uso de los modos citados.
En el período anterior a su primera presidencia creemos
ver que todo el apoyo de la clase trabajadora que se procura
Perón es través de la continua persuasión y
manipulación de estas. Las leyes de jubilación para
todos los gremios, las vacaciones pagas y aguinaldos, la
reglamentación de la jornada de ocho horas, el novedoso
estatuto del peón, etc. los discursos en
defensa de los trabajadores a vivir una vida digna y ganar lo
suficiente apara acceder a mayores niveles de consumo,
sólo tenían el fin de adoctrinar a las masas para
que estas le permitiesen llegar al poder. Su estrategia
combinaba concesión, negociación y represión,
según los casos, logrando así el alejamiento de los
dirigentes "extranjeros" de los sindicatos y la adhesión
exclusiva de la clase trabajadora. Podemos apreciar
también como Perón ejercía la
manipulación a través de sus leales sindicatos en
el episodio del 17 de Octubre del ’45.
Una vez obtenida la victoria deseada, en la cual la CGT como el
Partido Laborista –hábilmente manipulados-
comportaron un papel decisivo, Perón las supone un
riesgo y opta
por disolver al primero y acotar al segundo.
El Partido Peronista y la CGT se vertical izan. El primero
integra una unidad doctrinaria, dispuesta a sacrificar todo a fin
de serle útil al General, jefe supremo del partido, y en
cuyo seno no serían admitidas posiciones o banderas
atentatorias a esa unidad. El segundo respondía
directamente al gobierno, y este tenía la facultad de
ejercer el control sobre gastos e ingresos de los
sindicatos y de otorgar o retirar a los mismos la
personería gremial. De 1946 a 1950 fueron intervenidos y
sancionados numerosos sindicatos con dirigentes opositores.
Nos interesa también remarcar el papel que tuvo la
fundación Eva
Perón como el punto fuerte de enlace y de ejercicio de
poder entre Perón y el pueblo -los fondos de la
fundación, que se dedicaba a la "justicia
social", provenían de descuentos obligatorios sobre los
salarios de los
trabajadores y de donaciones forzosas en el caso de las otras
clases- y la inclusión de las figuras de Perón y
Evita, los principios del
Justicialismo y propaganda
sobre la acción de gobierno en los programas
nacionales de educación.
Durante su ausencia del país, se pudo ver cómo
Perón ejercía poder a través de sus
sindicatos y demás adeptos; y al asumir esta la
conflictividad latente devenida de la manipulación de
Perón sobre ciertos grupos se hizo efectiva; os hechos
generados por esta situación se describen en el primer
discurso que
él efectúa luego de la masacre de Ezeiza., a partir
de donde comenzarán a acentuarse las diferencias dentro
del peronismo que producirán las posteriores rupturas que
llevarán a este sistema a la crisis.
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