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El pensamiento de Karl R. Popper (página 2)




Enviado por nelsonsira



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En el primer capitulo de este trabajo se intenta definir
las circunstancias históricas y polémicas por
demás en donde nace y se desarrolla el pensamiento del
autor. En un segundo capitulo se abordan las ideas y propuestas
que Popper expone para solucionar la problemática de la
filosofía de la ciencia para la época. Finalmente
se esboza algunos aspectos que hacen necesario considerar la
influencia popperiana dentro de la academia científica en
la economía.

CAPITULO I:
¿CONTRA QUÉ SE ENFRENTÓ
POPPER?

EL POSITIVISMO LÓGICO.

"Cuando Popper publicó "La Lógica de la
Investigación Científica", en 1934,
algunos comentaristas creyeron descubrir las suficientes pruebas sobre
un evidente parricidio intelectual" (García, 1996, p.45).
Esta cita evidencia el impacto que causó la crítica
popperiana dirigida a la médula de la ciencia dominante en
la época.

Popper se formó intelectualmente en la corriente
dominante del positivismo lógico nacido y desarrollado en
el Circulo de Viena bajo el rígido criterio
verificacionista como norma para demarcar y aceptar el progreso
del conocimiento
científico. Este positivismo surgió en
oposición a la manera medieval de postular el conocimiento
basándose en proposiciones metafísicas
incontrastables con la realidad y que se constituían
dogmáticamente (como las teologales) en los fundamentos de
dichas proposiciones convirtiéndolas en incuestionables,
"… un auténtico círculo de autoridad,
autocontenido y excluyente ante cualquier abismo de duda
metódica." (García, 1996,pp.45-46). La
verificación representó el arma de ataque contra
estas proposiciones. Se clasificaron las proposiciones en
analíticas y sintéticas. Según este
criterio, las primeras son ciertas porque los conceptos que las
componen y la estructura
lógica en que se expresan las hacen válidas, las
segundas son ciertas porque la experiencia práctica las
hace evidente.

Las proposiciones dogmáticas entran sólo
en las primeras. Para que una proposición analítica
tenga validez científica, según la
concepción positivista, debe ser factible de
contrastación empírica (materialmente) y es
ahí donde radica el impacto del positivismo sobre los
residuos aún influyentes de los escolásticos
medievales: "Históricamente, los miembros del Circulo de
Viena (Wittgentein, Schelick y Carnap) emplearon al principio la
verificabilidad de la significación principalmente como un
aguijón con el que desinflar las pretensiones
metafísicas (Blaug, 1985,pp.29), "… como punta de lanza
y, simultáneamente, como reacción extrema al
apriorismo metafísico y a la servidumbre del tomismo y de
la lógica deductiva dominante, especialmente en el
ámbito de las Ciencias
Sociales." (García,1996,p.49). Los positivistas
pretendieron establecer una demarcación de la ciencia
eliminando todos los vestigios y posibilidades de la
seudociencia, con lo cual se justifica la forma radical como
quisieron implantar sus principios.

EL ESTANCAMIENTO DE
LA CIENCIA.

Esa manera de desarrollarse y la rigidez de criterios
del positivismo generó dos clases de problemas. El primer
problema es, como diría Blaug (1980), "… un prejuicio
antimetafísico" que generaba una creciente desconfianza
entre los científicos que desarrollaban líneas de
investigación sobre fenómenos no observables y en
consecuencia no susceptibles de verificación, incluso en
áreas de la ciencia ya consolidados como la física y la química" … tales
como el espacio absoluto y el tiempo absoluto
de la mecánica newtoniana, los electrones de la
física de partículas, los límites de
la las valencias de la química y la selección
natural de la teoría
de la evolución" (Blaug, 1985,p.29) y además
desautorizaban los modelos de
interpretación global generados con la misma finalidad
antimetafísica pero poseían el contraste
empírico de todos los eslabones teoréticos (la
teoría evolucionista por ejemplo). Este problema emana de
al fuente de origen del conocimiento científico que
postulan los positivistas: la observación directa del
problema, con lo cual pasan por alto el carácter
evolutivo y acumulativo del conocimiento.

Esta concepción de ciencia de los positivistas
los llevó a una demarcación basada en el
método inductivo: "… la ciencia parte de la experiencia
y procede, a través de la observación y la
experimentación, a establecer leyes generales
con la ayuda de las reglas de al inducción"
(Blaug,1985,p.30), a lo cual se puede añadir, que
implícitamente se fundamentaban en la creencia cartesiana
del poder de la razón, cayendo en el mismo error
que criticaban a los escolásticos: el dogmatismo del
conocimiento; los positivistas trasladaron la fuente de
justificación y argumentación de sus postulados de
la existencia de un Dios metafísico todopoderoso y
omnisciente a una razón (materialista) igualmente
todopoderosa y omnisciente. Esto ocurre a través de un
circulo metodológico implícito en la
inducción, donde las teorías se corroboran por la
adaptación o adecuación de los fenómenos al
ámbito de los conceptos manejados por los
científicos que los estudia, entonces todos los
fenómenos observados se pueden explicar dentro de la misma
teoría (aunque ella sea errónea),
convirtiéndose en herramientas
tautológicas para defender ciertas posiciones
ideológicas. Esto significaría el estancamiento
de la ciencia.

Lo anterior entraña el segundo problema al que se
puede llamar la falacia lógica de la inducción, el
cual consiste en el error lógico que ocurre en el proceso
de generalización de leyes a partir de la
observación de casos particulares. Puede decirse que este
es el principal problema que enfrentaba la ciencia de finales de
siglo XIX y principios del XX, porque amenazaba seriamente su
prestigio y la credibilidad de todo el conocimiento que
había emanado de ella: si el método que utilizan
para generar conocimientos ciertos y verdaderos tiene errores
entonces dicho conocimiento no puede ser del todo cierto. Los
positivistas pretendían generar leyes universales al
estilo de los escolásticos y el hecho es que se
demostró la imposibilidad lógica y práctica
de tal pretensión. Al respecto, Popper cita a manera de
epígrafe en su primer capitulo de su Lógica del
Conocimiento Objetivo
(1992) a Bertrand Russel : " El aumento de la irracionalidad
durante el siglo diecinueve y lo ocurrido en el veinte es el
resultado natural de la destrucción del empirismo por
parte de Hume" (p.15).

En suma, las circunstancias históricas a las que
se enfrentó Popper se caracterizaban por un clima muy confuso
y hostil con respecto a la ciencia. Por un lado existía el
descontento dentro de los mismos círculos
científicos consolidados a causa de los prejuicios que
impedían el avance científico en áreas
nuevas que se apoyaban en conceptos inmateriales y que por tanto
no podían ser cualificados y verificados
empíricamente en la realidad. Por otro lado, las
críticas devastadoras que hicieron algunos
filósofos de la ciencia, entre los que destaca Hume,
respecto al método inductivo y las pretensiones de la
ciencia de generar leyes universales basadas en dicho
método, resquebrajaba el piso epistemológico de
toda la ciencia, afectando gravemente su reputación y
credibilidad que ella se merecía. Popper da respuesta a
toda esta problemática de manera sencillamente
genial.

CAPITULO II: LAS
PROPUESTAS DE POPPER.

La ciencia a la que se enfrentó Popper puede
resumirse de la siguiente manera: La ideología filosófica era el
positivismo, el mecanismo de demarcación el
verificacionismo o empirismo y la herramienta lógica el
método inductivo. Esto se traduce en un ambicioso proyecto con
miras a unificar la ciencia, reduciendo todo discurso
científico a un lenguaje
físicalista basado exclusivamente en su potencia
observacional, por lo que para los positivistas lógicos,
"… a parte de las disciplinas sintácticas que utilizan
exclusivamente proposiciones analíticas (matemática, lógica),"
(García,1996,p.49) las demás ciencias no
serían tales si su contenido no se puede evaluar
empíricamente, principalmente por la corroboración
de un hecho predicho por la teoría, lo que en fin de
cuenta se trata de "…confirmaciones probabilísticas, de
naturaleza
inductiva,(…) (y, por lo tanto, exclusivamente
empíricas)." (Ibid), es decir, poniendo el peso en la
probabilidad
de ocurrencia, dejando de lado los casos en que no ocurra,
descartados por no cumplir con los supuestos de la
teoría.

Popper antepone a esta ortodoxia criterios
revolucionarios, marcadamente distantes de los positivistas, que
se pueden resumir en : Una filosofía de la ciencia basada
en el racionalismo crítico, cuyo mecanismo de
demarcación es el falsacionismo y su herramienta
lógica analítica el deductivismo. él
articula una dinámica en donde estos elementos
actúan unidos y al mismo tiempo, con lo cual logra dar una
explicación del desarrollo de la ciencia y de su
metodología, resolviendo ( a su entender) los problemas
metodológicos del positivismo.

El RACIONALISMO
CRÍTICO
.

El racionalismo crítico puede considerarse como
la base fundamental de toda la filosofía popperiana. Este
consiste en adquirir una actitud
crítica frente a las teorías plenamente
establecidas en la ciencia y se opone metodológicamente al
positivismo lógico. García expresa muy bien
que:

"El racionalismo crítico de K. R. Popper
representa el primer intento debidamente fundamentado y
dirigido a la superación de las debilidades y
limitaciones del Positivismo Lógico según fue
presentado por el Circulo de Viena. La filiación
popperiana al "realismo
crítico" muestra la
oposición de Popper al empirismo vulgar basado en que
todo conocimiento se deriva exclusivamente de la experiencia de
los sentidos."
(1996,p.50).

En el mismo articulo, García también
expresa que para Popper, el problema epistemológico
principal no consiste en el origen de las ideas sino en la
"verdad/falsedad" de las teorías. Al respecto Blaug expone
que para la concepción ortodoxa

…el objetivo de la filosofía de la ciencia
consiste en reconstruir racionalmente las teorías
imperfectamente formuladas del pasado, de forma que
éstas lleguen a adecuarse a ciertos cánones de
explicación científica. Con Popper, la
filosofía de la ciencia pasa a ser una disciplina
dedicada a la búsqueda de métodos
de evaluación de las teorías
científicas, una vez que estas han sido ya propuestas.
(1985,p.29)

A pesar de ello, Popper requirió, en primer
lugar, ocuparse del problema de la formación del
conocimiento para referirse a las deficiencias del modelo
positivista.

Para Popper la formación del conocimiento era un
proceso evolutivo que podía clasificarse en tres etapas:
se parte siempre de un problema, luego vienen los intentos de
solución y finalmente la eliminación (o cambio) de los
intentos fallidos (cf. Popper,1994,pp.17y ss.). Plantea que todos
los seres vivientes resuelven sus problemas de esa manera, "…Es
el mismo comportamiento
que ponen en práctica los organismos inferiores, tan
inferiores incluso como la ameba unicelular, cuando intentan
solucionar un problema." (1994,p.17). De igual manera plantea que
los organismos más elevados (donde se incluye al hombre como el
más elevado de todos) pueden aprender, por medio del
ensayo y
error, cómo se soluciona un problema determinado, con la
única diferencia de que los seres humanos asumen (de
manera consciente o inconsciente) una aptitud crítica
frente a las hipótesis aprendidas, es decir,
piensan.

El proceso de la ciencia no difiere esencialmente de
esta exposición. La única diferencia
radica en la aplicación consciente del método
critico para la eliminación de los errores.

Hace una distinción interesante del conocimiento
pre – científico para clasificar el saber humano
derivado directamente de la observación y la experiencia
subjetiva y explica que " Todo conocimiento precientifico, ya sea
animal o humano, es dogmático; y con la intención
del método científico, es decir, del método
crítico, comienza la ciencia" (1994,p.23)

El punto de partida de Popper es la crítica a la
teoría del
conocimiento tradicional que según él, se
basaba en el sentido común:

"Soy un gran admirador del sentido común que
considero sin duda como esencialmente autocrítico. Pero
mientras que estoy dispuesto a defender hasta el final la
verdad esencial del realismo del sentido común,
considero que la teoría del conocimiento de sentido
común es un desatino subjetivista. Este desatino ha
dominado la Filosofía Occidental. He intentado
erradicarlo por una teoría objetiva de conocimiento
esencialmente conjetural."(1992,p.9).

Y continua Popper:

… nuestro saber acerca del mundo exterior depende
siempre de las impresiones de nuestros sentidos… el
entendimiento humano sano es el consejero más valioso y
más seguro en todas las situaciones problemáticas
posibles. Pero no siempre es seguro; y cuando se llega a
cuestiones teórico- científicas o
teórico-gnoseológicas, es de la mayor importancia
enfrentarse a él de manera realmente crítica.
(1994,p.21).

Para Popper los sentidos sólo son"…herramientas
que se han desarrollado para resolver determinados problemas
biológicos (…) son medios
importantes de nuestros intentos de solución y juegan un
papel
fundamental en la eliminación" (Ibid) pero no pueden ser
la base fundamental del conocimiento
científico.

A partir de esto, llega a la conclusión de que el
conocimiento científico no partía de la
observación directa del problema sino del problema
engendrado dentro de una teoría, algo que la teoría
describe dialógicamente y que trata de explicar: "…los
problemas mismos son producto de
las teorías y de las dificultades, que se descubren por la
discusión crítica en las teorías"
(1994,p.31). Entonces Popper consideró que las ciencias
empíricas son sistemas de
teorías y la lógica del conocimiento será
por tanto una teoría de teorías científicas
(cf. García,1996,p.51). Recordemos que en 1962
escribía: "las teorías son redes que lanzamos para
apresar aquello que llamamos el mundo: para racionalizarlo,
explicarlo y dominarlo. Y tratamos de que la malla sea cada vez
más fina" (cp. García, 1996,p.51). Es decir, no
sólo la teoría científica influye en la
explicación sino, también, el lenguaje
observacional que orienta la investigación en una
determinada dirección, como diría Popper "… un
problema en una situación determinada de nuestro saber
total" (1994,p.20). Pero esto no significa que tome una
posición radical como la de Kant, quien
consideraba que el científico no extraía sus leyes
de la naturaleza sino que las imponía a la misma, Popper
tacha esta postura como demasiado radical y argumenta que "… se
ve que las teorías son creaciones de una intuición
casi poética, de un intento por comprender intuitivamente
las leyes de la naturaleza" (1967,cp. García, 1996,p.52),
la concepción de Popper es que efectivamente el
conocimiento científico sí es válido y
útil, pero que la metodología que usaba hasta ese
entonces impulsaba una tendencia hacia la actitud
científica observada por Kant.

Para solucionar este problema, que Popper ha denominado
"problema de Kant" (1967,cp. García,1996,p.52), propone su
racionalismo crítico aplicado a través de la de la
refutación permanente de las teorías o
hipótesis ya establecidas.

Para Popper, una teoría o hipótesis
jamás podrá ser verificada stricto sensu, pues
siempre será posible su futura refutación.
Entonces, concluye en que las teorías son proposiciones
teóricas provisionales (en el sentido instrumental) que
explican mejor que las anteriores los problemas que enfrenta,
pero que en algún momento de la evolución de la
ciencia pueden ser sustituidas por otras que explique mejor que
ella los problemas tratados y
exponga y explique nuevas dimensiones teóricas no
previstas por la teoría sustituida que surgen del mismo
proceso de refutación: "El proceso científico
consiste esencialmente en que algunas teorías son
superadas y sustituidas por otras teorías. Esas nuevas
teorías tienen que ser capaces de resolver todos aquellos
problemas que habían resuelto las antiguas teorías,
al menos tan bien como ellas…"(1994,p.29), pero de ello no se
puede inferir que es verdadera. Adicional a ello, él
plantea que toda teoría será la "penúltima"
en acercarse a la verdad absoluta hasta que sea refutada (y
sustituida) por otra que la supere y pase a ocupar el
penúltimo lugar en la carrera por aproximarse a la
verdad.

Finalmente, todo este desarrollo filosófico lo
lleva a favorecer especialmente las teorías explicativas,
porque

…. "los problemas mismos son producto de las
teorías y de las dificultades, que se descubren por la
discusión crítica en las teorías. Dichos
problemas teóricos son, fundamentalmente, preguntas por
las explicaciones, por las teorías, son en efecto
intentos de explicación (…) desde el punto de vista
intelectual de la ciencia pura, las predicciones pertenecen a
la etapa (…) (de) la discusión crítica, al
examen. Son intelectualmente interesantes porque nos permiten
contrastar, en la realidad y en la praxis, la pretensión
de verdad de nuestras teorías, que representan intentos
de explicación. (Popper,1994,p.31)

El método que articula la filosofía
popperiana es el falsacionismo el cual se expone a
continuación.

EL FALSACIONISMO Y
EL MÉTODO DEDUCTIVO.

El falsacionismo surge como respuesta a los problemas
del verificacionismo y la inducción (que entraña un
error lógico en el proceso de generalización de las
teoría en leyes). Si se aceptara incondicionalmente la
propuesta positivista sobre la demarcación a partir de la
peculiar patente de cientificidad en la prueba única del
criterio verificacionista, se reproduciría uno de los
obstáculos de la metódica positivista: la
consideración extra- científica de una parte
significativa del acervo científico acumulado que bien no
soportaría la confirmación empírica
(sustentada por el método inductivo), constituye, en
cambio, un logro irrenunciable e indiscutido para la comunidad
científica.

Para evitar tal consecuencia, Popper propone la
falsabilidad como criterio de demarcación en el que los
enunciados nunca son verificables con la experiencia
empírica pero si son contrastables con ella mediante la
falsación (ensayo- error) o por la contradictoriedad
interna (lógica). Además, para el autor, la
utilización del criterio de demarcación permite una
evaluación continua del conocimiento acumulado a
través del permanente cuestionamiento de los resultados
favorables alcanzados por las refutaciones anteriores.

La alternativa de la lógica popperiana es, por
tanto, la defensa inesquivoca de una metodología
científica deductivista, vía refutación
permanente, que suponga la constrastación empírica
de los enunciados sometidos a prueba.

El proceso lógico de deducción no supone
el error lógico de la generalización a partir de
observación de algunos casos (o la experiencia pasada)
vía inducción. Ella parte de las proposiciones
generales (teorías) hacía la contrastación
de casos específicos que puedan falsar dichas
proposiciones.

Para ello necesita explicar el proceso de
objetivación del conocimiento.

" La invención del conocimiento crítico
presupone en cualquier caso un lenguaje humano descriptivo y un
lenguaje en el que se pueden desarrollar argumentos
críticos. El método crítico presupone
posiblemente incluso una escritura.
Pues el método crítico presupone posiblemente
incluso una escritura. Pues el método crítico
consiste esencialmente en que nuestros intentos de
solución, nuestras teorías y nuestras
hipótesis se nos pueden proponer objetivamente,
lingüísticamente formuladas, de forma que puedan
convertirse en objetos de una investigación crítica
consciente. (Popper,1994,p.23).

Así mismo destaca la "diferencia entre un
pensamiento meramente subjetivo o pensando privadamente o tenido
por cierto, una imagen
disposicional psicológica, y el mismo pensamiento una vez
formulado lingüísticamente (o quizá incluso
por escrito), con lo que se puede someter a la
consideración de la discusión pública"
(Ibid)

Con esto logra un gran aporte y supera las limitaciones
que suponía la antigua ética
positivista que propugnaba el dogmatismo
científico:

… la formulación lingüística
significa que algo, que antes era parte de mi personalidad, de mis expectativas y quizá
de mis temores, ahora se presenta objetivamente y, con ello, se
hace accesible a la discusión crítica general. Y
la distinción es inmensa también para mí
mismo. La proposición expresada, por ejemplo, la
predicción expresada, se separa de mi persona por
medio de la formulación lingüística. Con
ello, se hace independiente de mis estados de ánimo,
esperanzas y temores. Se ha objetivado: la pueden afirmar
tentativamente; las razones en pro y contra de la
predicción.(…) La interpretación subjetiva del
término "saber" ha influido demasiado la antigua
teoría científica, pero es completamente
inservible para una teoría de la ciencia, puesto que la
ciencia consiste en proposiciones objetivas, formuladas
lingüísticamente, en hipótesis y en
problemas, y no en expectativas o convicciones subjetivas.
(Ibid).

Popper se refiere al contenido lógico de una
proposición no al proceso psicológico del
pensamiento porque éste no puede discutirse
críticamente.

La importancia de este nuevo enfoque radica en la
despersonalización del conocimiento creado y el ser que lo
creó, en fin la impersonalidad que hace objetiva a la
ciencia. Con ello el científico que comprenda esta
lógica logrará salvar el obstáculo que a
nivel subjetivo implica la crítica falsacionista. Popper
expresa mejor que nadie este problema:

En el desarrollo precientifico [subjetivo] del saber,
la eliminación es algo que nos sobreviene: es el
medio
ambiente quien elimina nuestros intentos de
solución; nosotros sufrimos la eliminación, y se
destruye demasiado a menudo nuestros intentos de
solución o si destruye un intento de solución que
antes había tenido éxito, destruye con ello no sólo
el intento de solución, sino a nosotros mismos, es
decir, al soporte de los intentos de solución. (Ibid,
p.25).

Para Popper, el científico tiene que desligarse
emocionalmente de sus teorías con el fin de realizar
satisfactoriamente (y sin costo emocional
alguno) el proceso crítico de falsación. Esto
elimina (en teoría) el enorme peso emotivo que
tenían que enfrentar los científicos cuando sus
teorías se derrumbaban por la evidencia empírica o
eran sustituidas por otras superiores a ellas, evitando
así la tentación de enfrascarse tercamente en
posiciones ideológicas (dogmáticas), que en nada
benefician al buen desarrollo de la ciencia.

Así queda el camino libre para el proceso de
falsación . Popper plantea la necesidad de la existencia
de partidarios a favor y en contra de una teoría para el
proceso de falsación y defensa de la misma. Pero centra su
atención en que "… cada investigador
individualmente se aclare sobre el significado fundamental de los
intentos de falsación" (Ibid). Él mimo expresa
que:

"Aprendemos muchísimo por medio de una
falsación. No sólo aprendemos que una
teoría es falsa, sino que también aprendemos por
qué es falsa. Y sobre todo, obtenemos un nuevo problema,
más rigurosamente formulado; y un nuevo problema es,
como ya sabemos, el verdadero punto de partida de un nuevo
desarrollo científico. (Ibid, p.30).

He aquí la esencia del verdadero aporte de Popper
a las ciencias en general y en especial a las ciencias
sociales.

CAPITULO III :
VESTIGIOS POPPERIANOS EN LA ECONOMÍA.

Al estructurar Popper su sistema de
investigación y de la mano de Terence Hutchison se abre un
nuevo espectro en la economía. El hecho de hacer explicito
el criterio de falsabilidad popperiano abrió debates en la
academia. El principal blanco de ataque de Hutchison eran los
apriorismos en todas sus formas: " Como punto central de la
argumentación de Hutchison encontramos la idea de que
todas las proposiciones económicas pueden ser clasificadas
exhaustivamente entre proposiciones tautológicas y
proposiciones empíricas" (Blaug,1985,p.115).

Hutchison tilda de tautológicas la mayor parte de
las proposiciones económicas. Al proceder de esta manera,
lleva a la reflexión a grandes pensadores de la ciencia
económica y obliga a reflexionar sobre la
metodología apropiada sobre la misma.

Si nos suscribimos al agente económico, el cual
ha sido protagonista indiscutible en la discusión, tenemos
que se han logrado grandes avances en la teoría
económica. En este sentido las palabras encontradas en la
obra de Ekelund y Hérbert son elocuentes ya que
según ellos "el proceso creativo consiste en arrancar un
concepto de su
contexto o de sus significados tradicionales" ( Ekulund y
Hérbert 1992, p.15).

Para finalizar esto, acerca de conocimiento, se debe
agregar que el mismo va a depender del conjunto de información que se posea en un momento
determinado. Esto implica que las posibilidades de ocurrencia de
un evento van a cambiar cada vez que se tenga acceso a un
conjunto de información diferente.

La conciencia de
este estado de
cosas ha dado cabida a grandes avances en teoría
económica, puesto que se ha hecho evidente que en el
proceso evolutivo del conocimiento, al transcurrir el tiempo,
existen diversos niveles o grados de información en el
planteamiento y estructuración de las nuevas
teorías o hipótesis, donde el avance de nuevas
herramientas analíticas son de vital importancia para tal
fin.

Esto, de acuerdo con el legado popperiano que consiste
en aceptar las críticas para buscar
sistemáticamente una retroalimentación en la incansable
búsqueda de conocimientos, deja abierta la posibilidad de
tanto la interdisciplinariedad, así como la
transdisciplinariedad en las ciencias sociales. Por eso, es cada
vez más válido y viable, que en economía se
introduzcan y se validen, de manera más frecuente todos
los aportes (críticas) que pueden ser recibidos de otras
ciencias sociales como la psicología y sociología entre otras.

"Lo decisivamente nuevo del método
científico y de la actitud científica se
encuentra, pues, en que nosotros participamos activamente en la
ciencia y estamos interesados en la eliminación. Los
intentos de solución están objetivados; ya no
estamos identificados con nuestros intentos de
solución". (Popper,1994,p.25).

Al plantearse una necesaria y nueva actitud
científica se aboga por aceptar más el
carácter descriptivo en economía. La corriente de
pensamiento económico que más influenciada creemos
se vio por Popper, fue la Escuela
Austriaca.

Es preciso diferenciar entre lo que se ha llamado la
vieja y la moderna Escuela Austriaca. Carl Menger fue quien le
confirió significado a la expresión de
Economía Austriaca. Su obra estuvo enmarcada entre 1840y
1921. Una segunda generación entre los que destacan Ludwig
Von Mises (1881-1973) y Joseph Schumpeter (1883-1950). Mises es
considerado el maestro de una tercera generación que
incluye a Friedrich Hayek, Oscar Morgestern, Fritz Machlup, Paul
Rosenstein, (cf. Ekelund y Herbert,1992,p.595)

Los modernos expositores del planteamiento austriaco
subrayan cinco puntos importantes del énfasis que
distingue, es su opinión, a la economía austriaca
de la corriente principal del análisis neoclásico.
Las cinco características distintivas son: subjetivismo
radical, individualismo metodológico, la acción
humana tiene un objeto, genetisismo causal y esencialismo
metodológico.

En términos metodológicos, el
individualismo propuesto por Popper es uno de los mayores aportes
que más ha influenciado a la economía austriaca.
Este afirma que el modo más apropiado para estudiar los
fenómenos económicos es a nivel del
individuo.

Si la economía es una ciencia de la
elección, entonces debe considerarse al que realiza la
elección para entender las relaciones económicas"
(Ekelund y Hérbert,1992,p.595) . Esto implica que
quedarían excluidas todas las proposiciones
macroeconómicas que no puedan ser reducidas a
proposiciones microeconómicas, y puesto que pocas de ellas
han sentado sus fundamentos microeconómicos, esto
supondría a su vez el decir adiós a casi toda la
macroeconomía ortodoxa.

Lo anterior considerando que el discurso
económico ha versado sobre lo que un gran economista como
Alberth Hirschman ha denominado elecciones intranscendentes, e
inspirados en la Filosofía Popperiana se puede hacer
frente a lo que Milton Friedman sustentara en 1985, ya que
según este último:

"El economista tiene poco que decir respecto a la
formación de los deseos; ésta es la provincia del
psicólogo. La tarea del economista es establecer la
consecuencia de cualquier conjunto dado de deseos" (Friedman
1985)

El resultado de esta visión ha sido limitar la
discusión a la elección en si misma. Cuando surge
la perspectiva del cambio en las preferencias, solo queda la
alternativa de admitir el hecho y nada más;
posición por demás limitativa desde el punto de
vista microeconómico e incapaz de proporcionar respuesta a
problemas cada vez más evidentes en los reiterados
intentos fallidos por contrastar este tipo de teorías con
la realidad, específicamente en la teoría del
consumo.
Volvamos nuevamente a Hirschman para reforzar lo dicho hasta
ahora:

"El economista tiene una concepción simple del
consumidor,
se supone que las compras
realizadas por el consumidor en el mercado
reflejan un ordenamiento único de las preferencias cuya
existencia se infiere de las elecciones observadas. Si cambian
estas elecciones, se supone que han cambiado las preferencias
subyacentes. ¿A consecuencia de qué? Como
señalamos antes, la economía no se interesa mucho
por esta cuestión. Las respuestas posibles (…) van
desde el mero capricho o impulso hasta la decisión de
renuncia a la carne que toma el nuevo converso al
vejetarianismo. Las ilustraciones de las situaciones de
elección binaria del consumidor que se encuentran en la
literatura
económica, se presentan a menudo en término de
alternativas claramente frívolas, como las de manzanas
contra peras, o manzanas contra frazadas; casi nunca en
términos de decisiones más graves que involucren
cambios de estilo de vida. Una atención mayor a esta
última clase de elecciones y decisiones habría
sugerido que los seres humanos son capaces de evaluar y
criticar todo el conjunto de sus preferencias como algo
"revelado" por sus compras y otras acciones en
término de conjuntos
alternativos de preferencias; en otras palabras, los seres
humanos pueden albergar varios conjuntos de preferencias al
mismo tiempo y luego afrontan el problema de decidir
cuáles de tales conjuntos normarán su conducta".
(pp. 78-79).

Ante tal crítica es imposible no traer a
colación la revolución Beckeriana al contemplar la
cita de Hirschman. Becker plantea que la teoría
económica contemporánea se encuentra en una tercera
etapa En ella se requiere tener un concepto más depurado
de los precios
relativos, no monetarios, una visión de mercado que
incluya los mercados
implícitos y un conocimiento más profundo de la
conducta humana
que permita discernir los constreñimientos que limitan y
condicionan el comportamiento individual. Justamente, los
aspectos que intenta cubrir Becker son las deficiencias que
Hirschman destaca en el párrafo
citado anteriormente.

Una crítica a la propuesta de Becker
podría ser que realmente no plantea contenidos
substanciales de la conducta humana sino cambios en los precios
relativos que la constriñen. Se fuga el carácter
procedimental de la elección; no se analiza cómo
las ponderaciones asignadas cambian con el tiempo. Vale ir varias
páginas atrás en la obra de Hirschman y presentar
la intencionalidad o lógica situacional por el
perseguida:

El mundo que estoy tratando de entender en este ensayo
es un mundo donde los hombres creen que desean una cosa y
cuando la obtienen descubren con desaliento que no la desean
tanto como creían o no la desean en absoluto, y que en
realidad desean otra cosa, cuya existencia casi ni sospechaban.
Nunca operamos en términos de una jerarquía
comprensiva de valores
establecidos por algún psicólogo que investigue
las diversas actividades y "necesidades" de la humanidad, sino
que en cualquier punto dado de nuestra existencia real –
y eso se aplica a menudo también a sociedades
enteras- perseguimos algunas metas que luego son sustituidas
por otras. (Hirschman, 1981, pp29-30)

En este sentido y dentro del marco de la teoría
económica tenemos los aportes de Herbert Simon quien logra
hacer evolucionar lo escrito sobre racionalidad cuando introduce
el concepto de racionalidad procesal. Él en esta obra se
concentra en la racionalidad del proceso de elección, no
sólo en la evaluación de la racionalidad sino
también en el resultado de las decisiones.

Simon apoya la tendencia a preocuparse por la
racionalidad procesal y pide un cambio en el estilo
científico de racionamiento deductivo a la
exploración empírica de algoritmos de
pensamiento.

En palabras del propio Simon:

"El paso de las teorías de la racionalidad
sustantiva a las teorías de la racionalidad procesal
requiere un cambio básico del estilo científico,
de su hincapié en el racionamiento deductivo dentro de
un sistema estricto de axiomas a un hincapié en la
exploración empírica detallada de complejos
algoritmos de pensamientos. No hay duda de que la escasa
familiaridad de los economistas con este último estilo
ha frenado la transición y explica en parte el
éxito tan limitado del conductismo
económico en el pasado. Por esta razón, el
segundo escenario parece más promisorio que el primero,
y en efecto parece estarse desarrollando visiblemente ahora"
(1976,pp.168-169).

Sin embargo, no se trata de la descapitalización
del conocimiento acumulado, como puede llegar a malinterpretarse.
Lo que queremos resaltar es la insuficiencia del stock de
conocimiento y las limitaciones metodológicas para la
resolución satisfactoria de problemas complejos, esto sin
ni siquiera hacer mención a problemáticas sociales.
Por ejemplo, H. Daly y J. Cobb, Jr. (1993) en la introducción del libro "Para el
bien común", expresan respecto a la teoría
económica, que:

"No es nuestra intención que la teoría
económica empiece de nuevo, sino que se reconstruya
sobre la base de un paradigma
que aclare la excelencia de su trabajo del pasado y lo coloque
en un contexto más amplio. La ciencia newtoniana sigue
desempeñando un papel muy importante en el contexto de
la visión del mundo einsteiniana. El análisis del
mercado pude continuar desempeñando un papel muy
importante dentro de un contexto que vea en el servicio de
la comunidad el propósito de la
economía".

En tal sentido, encontramos concordancia de la
transdisciplinariedad con las ideas poperianas del racionalismo
crítico, respecto a que la ciencia está en una
constante evolución, para lo cual debe funcionar un
proceso de revisión continua a través de la
complementariedad de unas con otras y el contraste con la
realidad falsacionistamente. Partimos de la premisa de que no se
puede alcanzar la certeza y admitimos lo conjetural e
hipotético de nuestro conocimiento, y es esto precisamente
lo que explica y justifica el surgimiento de nuevos esquemas
analíticos a partir de la revolución de
teorías como la de relatividad, que manejan conceptos como
el caos y la incertidumbre, que resuelven mayor cantidad de
problemas, pero que no pueden ser consideradas verdaderas puesto
que no existen conocimientos comprobados.

DISQUISICIONES

La teoría de Popper es claramente normativa,
generadora de unas prescripciones para la sana práctica de
la ciencia, aunque él mismo plantea que no existe
método seguro que garantice que el conocimiento positivo
que se tenga sobre el mundo es el mejor que pueda tenerse, dadas
las circunstancias, dicho conocimiento siempre será
provisional.

Popper logra poner en evidencia los errores que
entraña pretender generar leyes universales y el analizar
la historia desde un
punto en el tiempo lejana a los hechos. No existe modo alguno, a
través de ningún método lógico
aceptable, en que llegar a conclusiones contundentes y
definitivas, todas estarán cargadas de la
metodología y las características propias
intrínsecas del investigador. La filosofía
popperiana es una herramienta crítica para enfrentar este
hecho.

La metodología popperiana es agresiva en el
sentido de que, según sus criterios, puede desecharse gran
parte de lo que pretende denominarse ciencia, por ser
metodológicamente incorrecta, especialmente aquellas que
se vuelven tautológicamente sobre si mismas para explicar
cualquier fenómeno. Este tipo de teorías pone en
duda su verdadera potencia explicativa.

La exigencia de que las teorías sean sumamente
falsables tiene la atractiva consecuencia de que las
teorías sea establecidas y precisadas con claridad. Si
establece una teoría en forma tan vaga que no queda claro
qué afirma exactamente, entonces, cuando se comprueba
mediante la observación o la experimentación,
siempre se podrá interpretar que es compatible con los
resultados de esas pruebas. De esta manera, podrá ser
defendida contra las falsaciones. (cf.
Chalmers,1990,p.67)

Las reglas popperianas constituyen una práctica
para evaluar constantemente las teorías y al mismo tiempo
para depurarlas No es una metodología completa, debe
considerarse como una herramienta más o una etapa que debe
prevalecer en el proceso de la formación del conocimiento
científico que puede, y debe, complementarse con otros
métodos como la inducción positiva (predictiva)
para alcanzar el grado deseado de madurez de las
hipótesis.

La crítica más importante que se le hace a
Popper, es referida a la factibilidad de
despersonalización e individualismo metódico dentro
de las ciencias sociales, porque el investigador forma parte
activa del objeto de estudio y no puede extraerse del
mismo.

Esta característica del investigador social le
confiere cierta ventaja para comprender la esencia del problema
que estudia, pero tiene el peligro de sesgar la percepción
del mismo. La teoría popperiana toma en cuenta la historia
interna del desarrollo del conocimiento, dejando por fuera
análisis de las circunstancias históricas que lo
rodean (la historia externa), elementos inseparables el uno del
otro, y que se complementan para lograr una mayor y mejor
comprensión de la evolución del
conocimiento.

En el ámbito económico, esta
concepción significó la ruptura con el dogmatismo
ortodoxo que limitaba el desarrollo de nuevos adelantos y aportes
como los de la Escuela Austriaca y algunos institucionalistas con
sus vestigios sociológicos ( a los cuales no les era
validados sus discursos) y
hasta el mismo Simon junto con sus contribuciones
psicológicas. Además quedan abiertas las puertas
para la crítica constructiva, tratando de contrastar las
hipótesis y teorías con hechos que las falseen,
cuyo resultado final es más y mejor comprensión de
los problemas, un mayor acercamiento a la realidad. Sin duda la
contribución y los esfuerzos realizados por Gary Becker en
su intento de evitar la compartamentalización de la
conducta humana son y deben ser considerados como valiosos, pero
el gran escollo teórico continua siendo su insistencia en
la estabilidad en las preferencias, escollo teórico que
sin duda llevará a uno de los genios de Chicago a buscar
salidas y avances inspirado en la Filosofía
popperiana.

Siguiendo a Blaug, y en la misma línea de
pensamiento de Popper, la conclusión definitiva debe ser
que la ciencia, con todos sus fallos, es el único sistema
ideológico autocrítico y autocorrector que el hombre ha
inventado en toda su historia; a pesar de la inercia intelectual,
a pesar de su conservadurismo inherente y a pesar de la tendencia
a cerrar filas para mantener a raya a los heréticos, la
comunidad científica sigue siendo leal al ideal de
competencia
intelectual en el que no se permiten otras armas que la
evidencia y la argumentación. Puede ser que a veces un
científico determinado esté a la altura de estos
ideales, pero de todos modos la comunidad científica en su
conjunto constituye el caso paradigmático de una sociedad abierta,
en donde los diversos programas de
investigación constituyen el Leit Motiv de la
misma.

En términos generales siguiendo a un autor como
Inre Lakatos tendríamos que una teoría T es
falsificada, y entonces debemos rechazarla si y solo si otra
teoría T ha sido propuesta con las siguientes
características: 1) T posee mayor contenido
empírico que T…. 2) T explica el éxito
precedente de T…. 3) Parte del contenido empírico de
T está corroborado.

BIBLIOGRAFÍA

  • BLAUG, Mark (1985). La metodología de la
    economía o cómo explican los economistas. Ed
    cast. Alianza Editorial, S. A. Madrid.
  • CHALMERS, Alan (1990). ¿ Qué es esa
    Cosa llamada Ciencia? Siglo XXI Editores. México.
  • DALY, H. y COBB, J. Jr. (1993): Para el bien
    común. Reorientando la economía hacia la
    comunidad, el ambiente y
    un futuro sostenible. Fondo de Cultura
    Económica, Méxito
  • EKELUND, Robert B. Jr. Y Robert F. HÉBERT
    (1992). Historía de la Teoría Económica y
    de su Método. Tercera edición MacGraw- Hill/
    Interamericana de España,
    S.A.
  • FRIEDMAN, Milton (1985). Una Función
    de la Teoría del Consumo. Alianza Universidad
    de Madrid.
  • GARCÍA M, José R. (1996). El legado de
    Karl R. Popper al Racionalismo Crítico en Ciencias
    Sociales: Epistemología y Discurso Político
    Económico. Revista de
    Ciencias Sociales, N° 72. Ed de la Universidad de Costa Rica, San
    José, Junio 1996, pp.45-61.
  • HIRSCHMAN, Albert. (1982). Interés
    Privado y Acción Pública. Fondo de Cultura
    Económica, México, 1986.
  • POPPER, Karl R. (1981). La Miseria del Historicismo.
    Alianza Editorial, S.A. Madrid.
  • POPPER, Karl R. (1992). El Conocimiento Objetivo.
    Editorial Tecnos, S.A. Madrid.
  • POPPER, Karl R. (1994). La Responsabilidad de Vivir. Escritos sobre
    política, historia y conocimiento.
    Ediciones Piados Ibérica, S.A. Buenos
    Aires.
  • SIMON, Herbert. (1976). De la Racionalidad Sustantiva
    a la Procesal. En HAHN, F y HOLLIS, Martín :
    Filosofía y Teoría Económica. Fondo de
    Cultura Económica. México, 1986.

 

 

Este ensayo fue enviado por

Nelson Alfonso Sira Sánchez

nelsonsira[arroba]hotmail.com

Nelson Sira

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