En esta monografía, que fue presentada en la cátedra "Teoría Literaria" del Dr. Raúl Castagnino, en la Universidad de Buenos Aires, realizo el análisis literario de las referencias a dichas zonas en el poema.
El autor
Nació en Villa de María, departamento de Río Seco, Córdoba, el 13 de junio de 1874, "en el seno de una familia cordobesa de antiguo linaje". En la capital de su provincia se inicia en el periodismo. Llega a Buenos Aires en 1896, donde trabaja como empleado de correos. En 1897 colabora en La Montaña, junto a José Ingenieros y en La Biblioteca.
A partir de 1900, se desempeña como inspector de enseñanza media y, posteriormente, como director de la Biblioteca Nacional de Maestros. Trabajó como redactor del diario La Nación, cargo que le permitió viajar a Europa en varias oportunidades.
Escribió La guerra gaucha (1905), Las horas doradas (1922) y Poemas solariegos (1927), entre otras obras.
A criterio de Guillermo Ara, "el modernismo tuvo en la Argentina su expresión más cabal y representativa en Leopoldo Lugones. Su nombre y su obra constituyen un hito importante, no sólo en la historia del modernismo latinoamericano, al que en parte exceden, sino en la de la lírica total del continente. (…) El modernismo, escuela o movimiento dentro del cual se inscribe gran parte del verso y la prosa artística de Lugones, se define por su evidente tendencia a la solución formal de los problemas estéticos. Partiendo de los antecedentes de Gutiérrez Nájera, Assunción Silva, Julián del Casal y Martí, concreta aspiraciones en el Azul de Rubén Darío (1888), y desarrolla ese fermento de disconformismo y reacción contra el romanticismo trasnochado y contra la lengua española en cuanto significa estatismo o impermeabilidad frente a los cambios culturales y científicos".
El 18 de febrero de 1938 se suicidó en un cuarto del recreo El Tropezón, en una isla del Tigre.
La Oda
En Lugones resuenan los ecos de la poesía rubendariana; en su obra se evidencian los nuevos rumbos que el poeta nicargüense iluminara para la creación literaria universal..
En 1910, rinde homenaje a la Patria con las Odas Seculares, entre las cuales se incluye la Oda a los ganados y las mieses. En esas composiciones –dice Ara-, "se reconocen huellas helénicas y de Virgilio; pero también voces americanas ya clásicas: Andrés Bello y Manuel de Lavardén, pero la elaboración de los motivos, la riqueza verbal, la emoción propiciatoria y la dignidad de la estructura cíclica son virtudes no compartidas, del mejor Lugones".
Poniendo, como Virgilio, el verso al servicio de lo didáctico, trata en ellas, por primera vez, los temas argentinos que ya no abandonará. Ofrece "una nueva y radiante prueba de ductilidad con sus Odas Seculares, redactadas en un sostenido y amplio despliegue celebrante. (…) la "Oda a los ganados y las mieses" muestra una expansión jubilosa en la exaltación de la tierra, los hombres y los frutos, sin rehuir prosaísmos certeros de cordial resonancia. Desde el diálogo pintoresco que sitúa con felicidad en su medio al criollo o al extranjero hasta el cuadro familiar a veces íntimo y conmovido de recuerdos, Lugones hace explícita una convivencia con el mundo humano, animal o de humildad biológica que sorprende por la extrema y sutil observación. Hay ternura y gracia en el diminutivo y las imágenes justas multiplican ante el lector la hirviente variedad de ese vivo universo".
El poema causa en el lector un grato asombro ante la maestría con que son utilizados los recursos expresivos. El lenguaje es en ella una materia proteica y multiforme, apta para cantar, ennobleciéndolos, los objetos más cotidianos. El uso de las palabras demuestra un enorme conocimiento del idioma, y la precisión con que describe la vida en los diferentes medios geográficos revela una vivencia, un contacto directo. El profundo amor a la Patria, traducido en imágenes nuevas, en artificios inusitados, es la causa primera de esta creación.
La oda es un prolijo catálogo de la fauna y flora regional, de los habitantes y sus actividades. Incluye también una loa a la Botánica y pasajes inundados de calidez doméstica.
Análisis
Analizaremos a continuación los versos en que el autor canta a las zonas del litoral y el nordeste argentino. Lugones canta, en primer lugar, a la civilización del árbol: la pampa. Luego se ocupa de la civilización del agua: el litoral y nordeste.
Sobre el perfil marítimo del médano
Que la expansión agrícola transforma
Alada por las ruedas de los pozos
En que es el viento acémila industriosa,
La civilización del agua surge
Con un rumor de cristalina loa
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