El principio de unidad de mando fue bastante demostrado
por Farol y los demás autores anatomistas. Este principio
hace énfasis en que cada subordinado debe rendir cuentas a un solo
superior. La finalidad de este principio es evitar posibles
conflictos
resultantes de la delegación simultánea de las
funciones de varios superiores en un solo subordinado, sin que
ninguno de ellos efectúe un control amplio sobre las
actividades de éste. Este principio también se
denomina principio de autoridad
única, y es bastante valioso para el esclarecimiento de
las relaciones de autoridad y responsabilidad.
El principio de unidad de mando se aplica a los procesos de
organización y dirección. Se funda en el supuesto
de que el subordinado tiene más facilidad de rendir
cuentas a un solo superior, y trabaja mejor de este modo, pues
evita dividir la lealtad, enfrentar problemas de prioridad y
recibir órdenes contradictorias. El conjunto de esfuerzos
individuales que todo administrador debe manejar para cumplir una
tarea por intermedio de otras personas no permite ninguna
interferencia interna en la supervisión de
subordinados.
La delegación:
Para que el agrupamiento de funciones de una
organización sea lógico y armonioso, es necesario
que todas las funciones requeridas para la consecución de
los objetivos de la empresa sean delegadas al nivel
organizacional que pueda ejecutarlas bien.
La delegación es una técnica
específica de dirección. El proceso de
delegación abarca asignación de tareas,
delegación de autoridad y exigencia de responsabilidad
para ejecutarlas. Dado que la responsabilidad no puede delegarse,
quien la delega no tiene otra alternativa que exigir
responsabilidad a sus subordinados en el cumplimiento de las
obligaciones.
La delegación de autoridad puede ser
genérica o específica, oral o escrita. Sin embargo,
es esencial que vaya acompañada de una asignación
de deberes o tareas. Si la asignación es vaga, el
subordinado quizá no comprenda cuáles son sus
deberes y falle en su cumplimiento, no por incapacidad o
incompetencia suya, sino por ignorar cuál es la mejor
manera de realizarlos.
Toda delegación de autoridad puede ser recuperada
por quien la otorga, ya que una de las características de la delegación es
que el poseedor original no se desprende del todo de ese poder al
delegarlo en otra persona. Si
así fuese, existiría una alteración
fundamental de la autoridad en la organización cada vez
que aquélla se delegue, lo cual afectaría no
sólo el contenido de los cargos, sino los cargos mismos.
La reorganización y redelegación originan siempre
una recuperación de la autoridad. Por ejemplo, cuando
cierta reorganización quita el control de
calidad al gerente de la fábrica y lo pone en manos de
un subordinado del gerente de producto, es
evidente que este último recuperó parte de la
autoridad delegada en el gerente de la fábrica y la
transfirió a otro ejecutivo.
Existen ciertas actitudes
personales del administrador que condicionan fuertemente la
delegación:
- Receptividad: el administrador que va a delegar
autoridad debe tener una disposición sincera a aceptar
las ideas y sugerencias de otras personas. El administrador que
sabe delegar debe dar buena acogida a las ideas ajenas y vender
o sugerir sus ideas a los demás. - Disposición para delegar ("desprenderse"): el
administrador que delega autoridad debe estar dispuesto a
transferir el poder de tomar decisiones a sus subordinados. Un
administrador aumentará su contribución a la
empresa si puede seleccionar las tareas y concentrarse en
aquellas que ayuden más a la consecución de los
objetivos de la organización, y distribuir los
demás entre sus subordinados aunque pueda realizarlas
mejor él mismo. - Disposición para tolerar los errores ajenos:
los errores graves o repetidos pueden evitarse, sin dejar de
delegar o perjudicar el desarrollo
de un subordinado. La orientación paciente y las
preguntas bienintencionadas e inteligentes son algunas de las
herramientas
con que cuenta el administrador para delegar con acierto y
desarrollar a sus subordinados. - Disposición para confiar en sus subordinados:
dado que la delegación implica un acto de confianza
mutua, los administradores no tienen otra alternativa que
confiar en los subordinados. Con frecuencia, el administrador
no confía en los subordinados porque no desea
"desprenderse", no delega con inteligencia
ni sabe establecer controles que garanticen el empleo
apropiado de la autoridad. - Disposición para establecer y utilizar
controles amplios: dado que el administrador no puede delegar
su responsabilidad por el desempeño, no debe delegar autoridad, a
menos que esté dispuesto a encontrar medios suficientes
para verificar si la autoridad se aplica de manera adecuada
para alcanzar los objetivos o desarrollar los planes de la
empresa o del departamento. En la mayor parte de los casos, la
resistencia a
delegar y confiar en los subordinados se debe a la deficiencia
del superior para planear, establecer y utilizar controles
adecuados para evaluar el desempeño de
aquéllos.
Amplitud de control:
El principio de la amplitud o ámbito de control,
o incluso del ámbito de mando (span of control), se
refiere a la cantidad de personas que un jefe puede supervisar y
en las cuales puede delegar su autoridad. Existe un límite
del número de personas que un jefe puede supervisar con
eficiencia. La
amplitud de control se refiere a la cantidad de subordinados que
cada órgano o cargo puede tener, de modo que pueda influir
en ellos de manera adecuada. Cuanto mayor sea el grado de
amplitud, mayor será el número de subordinados y,
en consecuencia, menor el grado de atención y control que el superior puede
ejercer sobre ellos.
En la práctica, existen diversos factores que
condicionan la amplitud administrativa:
- Personalidad del jefe: constituye sin duda un factor
condicionante del número de subordinados directos que
pueden reportarle. La habilidad del jefe para delegar y
librarse de los detalles; el saber distinguir entre lo esencial
y lo accidental; entre lo importante y lo efímero; su
mayor o menor grado de perfeccionismo; su mayor o menor
autoconfianza; su madurez emocional, etc., le permitirán
tener un mayor o menor número de
subordinados. - Nivel en que se ejerce la supervisión: los
problemas que un obrero puede llevar al supervisor tienen
solución relativamente sencilla e inmediata, y exigen
una supervisión elemental; en consecuencia, ésta
puede abarcar un gran número de subordinados. Por el
contrario, muchas veces los problemas que un gerente lleva a un
superior implican discusiones, recolección de elementos
de juicio, enfoque ecléctico y, en consecuencia, mucho
más tiempo de
supervisión. En general, la cantidad de subordinados
directos es inversamente proporcional al nivel en que se ejerce
la supervisión. Cuanto más elevado sea el nivel
jerárquico, menor será el número de
subordinados, debido a que la supervisión es más
compleja. - Calidad y nivel de los subordinados: supervisar
el trabajo
de subordinados que cumplen sus funciones a plenitud y de
manera satisfactoria da más tiempo para supervisar una
mayor cantidad de subordinados, que en caso de que el mismo
supervisor tuviera que suplir las deficiencias de los
subordinados mediante una mayor orientación y entrenamiento.
Por consiguiente, la calidad y el
nivel de los subordinados determina económicamente la
cantidad de elementos por supervisar. - Clase de trabajo de los subordinados: el tipo de
trabajo (de línea o de staff), la clase de tareas
(rutinarias o no), etc., son factores que determinan la
cantidad de subordinados que un supervisor puede atender.
Cuanto más complejo y variable sea el trabajo de los
subordinados, menor debe ser el número de éstos,
para asegurar una supervisión adecuada. - Distancia entre los elementos supervisados: un
supervisor quizá pueda atender varias filiales que
estén en una misma ciudad, pero tal vez tenga
dificultades si están dispersas en una gran área
geográfica. Lo mismo ocurre a los subordinados: cuanto
más cercanos estén entre sí, mejor
será la supervisión. Además de los
factores mencionados, existen otros –como el tipo de
organización establecida, el ambiente
general de la empresa, el nivel de entrenamiento, etc.- que
condicionan en la práctica la fijación del
número de subordinados que puede tener a cargo un
supervisor. No obstante, el principio se mantiene: este
número es limitado, y se halla establecido
teóricamente por algunos clásicos entre cinco y
seis personas que a la vez supervisan el trabajo de otras
personas (entre diez y quince subordinados ejecutores,
máximo 20), si la labor está automatizada o es
rutinaria. La amplitud óptima de supervisión no
es una cantidad fija, sino una variable determinada por
diversos factores pertinentes en cada
situación
V.A. Graicunas, consultor administrativo francés,
publicó un trabajo que muestra las
relaciones que se establecen en la organización desde la
perspectiva de la amplitud administrativa. Estableció una
ecuación para el número de relaciones entre los
superiores y los subordinados, mediante una fórmula
matemática, y demostró que a medida
que aumenta el número de subordinados, se incrementa
geométricamente la complejidad de las relaciones. A pesar
de las graves objeciones hechas a esa fórmula, ésta
puede darnos una idea del problema focalizado.
Graicunas identifica tres clases de relaciones entre
superiores y subordinados:
- Relaciones simples directas: relaciones que el superior
establece directa e individualmente con los subordinados
inmediatos. Por consiguiente, equivalen en número al
de los subordinados. Si el supervisor A tiene tres (n)
subordinados B, C y D, existirán tres (r) relaciones
simples directas. (Ver anexo – Figura # 2).Relaciones grupales
directasA se relaciona
con:B en presencia de
CB en presencia de
DC en presencia de
BC en presencia de
DD en presencia de
BD en presencia de
CB en presencia de C y
DC en presencia de B y
DD en presencia de B y
CGraicunas estableció una ecuación para
las relaciones grupales directas mediante la fórmula
matemática:Para ver la fórmula
seleccione la opción "Descargar" del menú
superior - Relaciones grupales directas: relaciones existentes
entre el supervisor y cada una de las posibles combinaciones de
subordinados, ya que cada supervisor puede dirigirse a un
subordinado en presencia de otro o de los demás
subordinados. Entre el superior A y sus tres subordinados B, C
y D pueden surgir nueve relaciones grupales
directas. - Relaciones cruzadas: Se establecen cuando los
subordinados que tienen un superior común se relacionan
entre sí. En este caso, por debajo de A, podrían
existir las siguientes seis relaciones cruzadas
posibles:
Relaciones cruzadas |
B con C B con D C con B C con D D con B D con C |
Las relaciones cruzadas pueden expresarse mediante la
fórmula matemática: r = n(n – 1)
Graicunas estableció la siguiente fórmula
para indicar todos los posibles tipos de relaciones que afectan
la amplitud administrativa:
Para ver la fórmula seleccione
la opción "Descargar" del menú
superior
Con base en esta fórmula, el número total
de relaciones – de acuerdo con la cantidad de resultados,
se puede observar en anexos, figura # 3.
La palabra control tiene varios significados en administración; los tres principales
son:
- Control como función restrictiva y coercitiva:
utilizado para evitar ciertos desvíos indeseables o
comportamientos no aceptados. En este sentido, el control tiene
carácter
negativo y limitante y muchas veces se interpreta como
coerción, delimitación, inhibición y
manipulación. Es el denominado control social aplicado
en la sociedad y en
las organizaciones para inhibir el individualismo y la libertad
personal. - Control como sistema
automático de regulación: utilizado para mantener
cierto grado constante de flujo de modo automático en
las refinerías de petróleo y las industrias
químicas de procesamiento continuo y automático.
El mecanismo de control detecta posibles desvíos o
irregularidades y proporciona, automáticamente, la
regulación necesaria para volver a la normalidad. Cuando
algo está bajo control, significa que está dentro
de lo normal. - Control como función administrativa: forma
parte del proceso
administrativo, junto con la planeación, la
organización y la dirección.
Finalidad del Control
- Estandarizar el desempeño mediante
inspecciones, supervisiones, procedimientos
escritos o programas de
producción. - Proteger los bienes
organizacionales contra desperdicios, robos o mala
utilización, mediante la exigencia de registros
escritos, procedimientos de auditoría y división de
responsabilidades. - Estandarizar la calidad de productos o
servicios
ofrecidos por la empresa, mediante entrenamiento de personal,
inspecciones, control estadístico de calidad y sistemas de
incentivos. - Limitar la cantidad de autoridad ejercida por las
diversas posiciones o por los niveles organizacionales,
mediante descripciones de cargos, directrices y políticas, normas y
reglamentos y sistemas de auditoría. - Medir y dirigir el desempeño de los empleados
mediante sistemas de evaluación de desempeño del
personal, supervisión directa, vigilancia y registros,
incluida la información sobre producción por
empleado o sobre pérdidas por desperdicio por empleado,
etc. - Alcanzar los objetivos de la empresa mediante la
articulación de éstos en la planeación,
puesto que ayudan a definir el propósito apropiado y la
dirección del comportamiento de los individuos para
conseguir los resultados deseados..
Lo esencial en cualquier sistema de control
es:
- Un objetivo, un
fin predeterminado, un plan, una
línea de acción, un estándar, una norma,
una regla decisoria, un criterio, una unidad de
medida. - Un medio para medir la actividad
desarrollada. - Algún mecanismo que corrija la actividad en
curso, para alcanzar los resultados deseados.
Fases del Control
El control es un proceso cíclico, compuesto de
cuatro fases:
- Estándares éticos:
estándares de comportamiento esperados del
personal y de la dirección. - Estándares de programación: datos esperados al término de las
actividades. - Estándares de desempeño
técnico: niveles deseados de
desempeño. - Costos estándar: Costos normativos en
que se incurre durante las fases de
operación. - Indicadores financieros: Índices que
señalan relaciones entre elementos o actividades
y recursos financieros aplicados (como
rotación de inventarios). - Presupuestos: Esquemas de planeación
que contienen estándares aprobados para el
control (como presupuesto de caja o previsión
de gastos). - Retorno sobre la inversión: Control para evaluar
el desempeño de aplicaciones
financieras.- Filosofía y calidad de la
gerencia. - Posición en el mercado.
- Imagen de la empresa.
- Viabilidad de la empresa.
- Moral de la empresa.
- Relaciones con los clientes y el
público. - Entrenamiento y desarrollo del
personal. - Innovación e investigación.
- Conservación del patrimonio.
- Filosofía y calidad de la
- Criterios mixtos: Estándares empleados
para evaluar el desempeño de la empresa a largo
plazo, como:
- Estándares éticos:
- Naturaleza variada de los estándares de
control:
- Establecimiento de estándares y criterios: Los
estándares representan el desempeño deseado; los
criterios representan las normas que guían las
decisiones. Proporcionan medios para establecer lo que debe
hacerse como normal o deseable. Constituyen los objetivos que
el control deberá garantizar o mantener. La
función más importante del control es determinar
cuáles deberían ser los resultados o, por lo
menos, qué esperar de determina acción. Los
estándares o normas proporcionan un método
para establecer qué debe hacerse. Los estándares
pueden expresarse en tiempo, dinero,
calidad, unidades físicas, costos o
índices. La administración científica se
preocupó por desarrollar técnicas
que proporcionen buenos estándares, como el tiempo
estándar en el estudio de tiempos y movimientos. Entre
los ejemplos de estándares o criterios podemos mencionar
el costo
estándar, los estándares de calidad y los
estándares de volumen de
producción. El proceso de control se lleva a cabo para
ajustar las operaciones a
determinados estándares establecidos de antemano;
funciona de acuerdo con la información que recibe. En
consecuencia el control debe definirse de acuerdo con los
resultados que se pretende obtener con base en los objetivos,
planes, políticas, organigramas,
procedimientos, etc. El control implica una comparación
con estándares establecidos previamente para poner en
marcha la acción correctiva cuando se presenta un
desvío inaceptable. Esta acción puede incluir el
ejercicio de autoridad y de la dirección, aunque no
necesariamente en todos los casos. También pueden
revisarse y modificarse los estándares fijados (si no
fueron establecidos de manera apropiada) para adaptarlos a la
realidad de los hechos o a las posibilidades de la
empresa. - Observación del desempeño: Para
controlar el desempeño, es necesario por lo menos
conocer un poco de éste. El proceso de control se lleva
a cabo para ajustar las operaciones a estándares
previamente establecidos, y funciona de acuerdo con la
información que recibe. La observación o verificación del
desempeño o del resultado busca obtener
información precisa de lo que se controla. La eficacia de un
sistema de control depende de la información inmediata
sobre los resultados anteriores, transmitida a quienes tienen
poder para introducir cambios. La unidad de medida
deberá concordar con el criterio predeterminado y
deberá expresarse de modo que permita efectuar una
comparación sencilla. El grado de exactitud de la medida
dependerá de las necesidades específicas de
aplicación de esa medida. - Comparación del desempeño con el
estándar establecido: Toda actividad experimenta
algún tipo de variación, error o desvío.
Es importante definir los límites
dentro de los cuales esa variación se considera normal o
deseable. No todas las variaciones requieren corrección,
sino sólo aquellas que sobrepasen los límites de
los criterios de especificación. El control separa lo
normal de lo excepcional para que la corrección se
concentre en las excepciones o los desvíos. Este aspecto
recuerda mucho el principio de la excepción propuesto
por Taylor. Para
concentrarse en las excepciones, el control debe disponer de
técnicas que señalen con rapidez dónde se
origina el problema. Al comparar los resultados con los
estándares establecidos, la evaluación debe enviarse siempre a la
persona o al órgano responsable. La comparación
del desempeño real con el proyectado no sólo
busca localizar las variaciones, errores o desvíos, sino
también predecir otros resultados futuros. Además
de proporcionar comparaciones rápidas, un buen sistema
de control permite localizar posibles dificultades o mostrar
tendencias significativas para el futuro. Aunque no se puede
modificar el pasado, comprenderlo – partiendo del
presente- puede ayudar a crear condiciones para obtener mejores
resultados en las operaciones futuras. En general, la
comparación de los resultados reales con los planeados
se lleva a cabo mediante presentación de diagramas,
informes,
indicadores,
porcentajes, medidas estadísticas, etc. Estos medios de
presentación exigen que el control disponga de
técnicas que le permitan tener mayor información
sobre lo que debe controlarse. - Acción para corregir el desvío entre el
desempeño real y el desempeño esperado: Las
medidas y los informes de control indican cuándo las
actividades que se realizan no logran los resultados esperados,
y permiten establecer condiciones para poner en marcha la
acción correctiva. El objetivo del control es indicar
cuándo, cuánta, cómo y dónde debe
ejecutarse la corrección. La acción necesaria se
emprende con base en los datos cuantitativos obtenidos en las
tres fases anteriores del proceso de control. Las decisiones
respecto de las correcciones que deben hacerse representan la
culminación del proceso de control. La acción
correctiva que ajusta las operaciones a los estándares
preestablecidos es la esencia del control, y su base es la
información que reciben los gerentes.
Características del Control
- Principio de garantía del objetivo: el control
debe contribuir a la consecución de objetivos mediante
la verificación oportuna de las discordancias con los
planes a emprender la acción correctiva. Todas las
funciones administrativas tienen por finalidad alcanzar los
objetivos. El control debe localizar e identificar las fallas o
distorsiones existentes en los planes para indicar las
correcciones que deben aplicarse para conseguir los
objetivos. - Principio de definición de los
estándares: el control debe hacerse en estándares
objetivos, precisos y establecidos de manera conveniente. La
fijación de estándares de desempeño y de
calidad, cuando éstos se establecen con objetividad y se
definen con precisión, facilita la aceptación de
quien debe responder por la tarea y permite emprender una
acción de control más fácil y
segura. - Principio de excepción: este principio fue
formulado por Taylor. Cuanto más concentre un
administrador sus esfuerzos de control en desvíos y
excepciones, más eficientes serán los resultados
de ese control. El administrador debe preocuparse más
por los desvíos importantes que por las situaciones
relativamente normales. - Principio de acción: el control sólo se
justifica cuando indica disposiciones capaces de corregir los
desvíos detectados o comprobados, respecto de los
planes. Estas disposiciones deben justificar la acción
de control, que generalmente implica cierta inversión de
tiempo, personal y otros elementos más. Este principio
también se halla correlacionado con el costo de control.
Cuando éste es mayor que el costo ocasionado por los
desvíos de la situación controlada, no se
justifica el control. El control es una acción
eminentemente utilitaria y pragmática: sólo debe
realizarse cuando vale la pena.
Requisitos previos de un sistema de
control
- El control debe ser comprendido por todos aquellos
que utilizan u obtienen sus resultados. - Debe anticipar e informar los desvíos a tiempo
para emprender la acción correctiva antes de que ocurran
desvíos más graves. - Debe ser suficientemente flexible para que sea
compatible con los cambios del ambiente
organizacional. - Debe ser económico para evitar gastos
adicionales de mantenimiento del sistema de
control. - Debe indicar la naturaleza de
la acción correctiva para que su ejecución
concuerde con el plan. - Debe reducirse a un lenguaje
(palabras, diagramas u otros modelos) que
permita una rápida visualización y sea de
fácil comprensión. - Debe desarrollarse mediante la participación
activa de todos los gerentes involucrados.
La dirección es un elemento de la
administración en el que se logra la
realización efectiva de todo lo planeado, por medio de la
autoridad del administrador ejercida basándose en
decisiones, ya sea tomadas directamente o delegando dicha
autoridad, vigilando simultáneamente que se cumpla en la
forma adecuada todas las órdenes emitidas. Es Hacer que
todos los miembros del grupo se propongan lograr el objetivo; de
acuerdo con los planes y la organización, hechos por el
jefe administrativo. Así como también la
ejecución de los planes de acuerdo con la estructura
organizacional, mediante las guías de los esfuerzos
del grupo social a través de la
motivación, la comunicación y
supervisión
El control se trata de un proceso para garantizar que
las actividades reales se ajusten a las actividades planeadas. Es
un esfuerzo sistemático para fijar niveles de
desempeño con objetivos de planeación para:
diseñar los sistemas de retroalimentación de la información;
comparar el desempeño real con esos niveles
predeterminados; establecer si hay desviaciones y medir su
importancia y tomar las medidas tendientes a garantizar que todos
los recursos de la empresa se utilicen en la forma más
eficaz y eficiente posible en la obtención de los
objetivos organizacionales. Implica la medición de lo logrado en relación
con el estándar y la corrección de las
desviaciones.
- Chiavenato, Idalberto. Introducción a la
administración. - Graicunas, V.A. (1937) Relationships in Organization,
en L. Gulick y L. Urwing (Eds.), Papers on the Science of
Administration, Nueva York, Columbia University, Institute of
Public Administration. - Fayol, Henri (1954). Administracao Industrial e
Geral, Sao Paulo. Ed. Atlas. - http://www.monografias.com/trabajos11/funadm/funadm.shtm#direcc
Figura # 1
Elementos de la función de
dirección
Para ver el gráfico seleccione la
opción "Descargar"
Figura # 2
Relaciones simples
directas
3 subordinados A _______ B C D |
Relaciones simples |
A con B A con C A con D |
Figura # 3
Número de relaciones con
diversa cantidad de subordinados
Número de | Número de relaciones |
| 1 6 18 44 100 222 490 1.080 2.376 5.210 11.374 24.708
2.359.602 |
Figura # 4
La función de controlar en el
proceso administrativo
Para ver el
gráfico seleccione la opción "Descargar"
Figura # 5
Las cuatro fases del
control
Para ver el gráfico seleccione la
opción "Descargar"
Figura # 6
Los tipos de
estándares
Para ver el gráfico seleccione la
opción "Descargar"
Integrantes
AGÜERO
BARRIENTO
DELGADO
MÉNDEZ
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