- Objetivos
- Área de
estudio - Marco legal
- Principales
efluentes - Uso potencial del área de
estudio - Variables a
medir - Alternativas de
mitigación y control - Efectos
- Discusión
- Propuesta
- Conclusiones
- Referencias
El presente trabajo se desarrolla como una alternativa
de saneamiento para la franja costera aledaña al arroyo El
Gallo. La
contaminación que se observa en esta área, es
el resultado de la falta de planeación
por parte de las autoridades de la ciudad y de la escasa
reglamentación y vigilancia de las dependencias
municipales, estatales y federales afines a ecología y
salubridad. Ya anteriormente algunos otros autores
(Gómez-Morin 1994, Martínez_Rocha 1991, Plan de
Ordenamiento Ecológico de Baja California 1995) han hecho
énfasis en que la falta de planeación
y planificación de la zona costera, da como
resultado un uso desordenado del territorio lo que provoca una
reducción de las áreas naturales así como
perdida de biodiversidad
y elevados índices de contaminación. Esto ultimo genera la
limitación de los posibles usos potenciales dentro de
nuestra área de estudio.
Las fuentes de
contaminación de la Bahía de Todos
Santos (BTS) son esencialmente de 3 tipos (Sañudo et al.,
1989) :
- Aguas residuales tipo I: como lo son las descargas
domésticas, y hoteleras, sin derivados industriales. Son
peligrosas por su alto contenido orgánico y
bacteriológico. - Aguas residuales tipo II: industriales y pesqueras
que, una vez utilizadas por algún proceso de
este tipo, son descargadas con contaminantes
fisicoquímicos, tales como metales,
colorantes o detergentes. - Aguas residuales tipo III: o la mezcla de las dos
anteriores.
En 1979 Sañudo Wilhelmy (Sañudo Wilhelmy
et al., 1984) realizó un estudio de bacterias
coliformes totales (CT) y fecales (CF) dentro de la bahía
mediante el método de
Numero Mas Probable (NMP). El estudió registro la mayor
concentración entre mayo y agosto, tiempo en el que
el arribo turístico y pesquero tiene mayor importancia,
con un máximo superior a las 16,000 CT/100 ml. y CF/100
ml. En ese año la legislación mexicana
permitía el uso recreativo en aguas con una
concentración menor a 1000 CT y 200 CF por 100 ml
(Secretaría de Agricultura y
Recursos
Hidráulicos en Sañudo et al., 1984).
Por su parte, Segovia Zavala en conjunto con Galindo
Bect (1984) reportaron que para 1980 las fuentes de
contaminación en el área de estudio eran el arroyo
Ensenada, los contaminantes propios de la dársena
portuaria y el arroyo El Gallo. Dentro de los datos más
significativos observamos una media de DBO de 311 mg/l, esta fue
de manera porcentual 591 veces mayor a lo permitido por las
normas de
California. En ese año 70,000 habitantes estaban
conectados a la planta de tratamiento de El Gallo, sin embargo
los estanques de sedimentación solo tenían
capacidad para 20,000. En esa fecha la planta de tratamiento de
agua residual
de "El Gallo" tenía el 26.8 % de eficiencia
total.
Segovia Zavala (1982) realizó estudios entre
marzo y septiembre para conocer el comportamiento
de los nutrientes en el agua de mar
que estuvieran correlacionados con la
contaminación. Estos estudios reportaron un estado de
transición de la zona que va de oligotrófica a
eutrófica (por PO4, NO2 y
NO3), siendo el área aledaña al arroyo
"El Gallo" precisamente la más contaminada. La causa, como
ya se había mencionado antes, fue el incremento en las
descargas de industrias y
urbanas en estas fechas.
A partir de 1982, se inician los proyectos de
ordenamiento ecológico del territorio Nacional, empezando
con la promulgación de la Ley Federal de
Protección al Ambiente. Esta
a su vez sirvió de base para que en 1988 entrase en vigor
la Ley General de
Equilibrio
Ecológico y de Protección al Ambiente.
Morales Chávez (1984) en un estudio de coliformes
en la BTS reporta un máximo de 54,000,000 coliformes
fecales por 100 ml en el lecho del arroyo "El Gallo". Este
valor superaba
27,000 (NMP/100 ml.) el máximo permitido, para esas
fechas, dentro de la Legislación Mexicana para el uso
recreativo. Como causa principal de este grado de
contaminación se identificó a la mezcla de aguas
industriales provenientes de las pesqueras y enlatadoras cercanas
(Empacadora Mar, Fértil Pacifico, PROESA, PROMASA,
Empacadora Pacífico y Productos
industrializados) que vertían sus desechos directamente al
mar junto con las aguas residuales provenientes de la planta de
tratamiento de "El Gallo".
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