4. Aspectos rescatables del populismo
histórico para la creación de una vía
política
alternativa
Cuadro: Principales Rasgos De Los Populismos En Rusia Y
América
Lugares Items | Populismo Ruso | Populismo Norteamericano | Populismo Latinoamericano | ||
Perú | Brasil | Argentina | |||
Epoca | 1850 -1900 | 1870-1910 | 1920-1960 (fuerte, en la década del | 1930-1954 | 1945-1955 |
Líderes, ideólogos | Herzen, Chernishevski, Levrov, Mijailovski, | Nacen del propio seno de los pequeños y | Los principales líderes e ideólogos | En Getulio Vargas se concentró el populismo brasileño. Gracias a su | Líderes máximos: Juan Domingo |
Contexto internacional | Expansión del capitalismo mundial, con todas sus | Expansión del capitalismo mundial. Estados | Crisis del capitalismo mundial, que obliga a los | Crisis del capitalismo mundial, debido a las | Fin de la II Guerra Estados Unidos se convierte en una de las dos |
Contexto nacional | País monárquico. Expansión | País republicano y colonizador. | Contexto de regímenes políticos | El populismo brasileño nace en un contexto | Crisis del régimen oligárquico que |
Configuración interna | Estructura ideológica dentro de la cual | Fue, ante todo, un movimiento. La producción teórica fue menos | Ideología y movimiento político | El populismo brasileño contó | El peronismo fue un fenómeno que |
Organización | No existió una organización política | Estuvo muy bien organizado, con el objetivo | La principal organización: EL APRA. | El populismo brasileño fue, en su mejor | El populismo en Argentina estuvo muy bien organizado, en una |
Pensamiento y acciones | En general, existió una crítica al | No atacó el sistema | El APRA es decidido antiimperialista y | Vargas decidió a toda costa industrializar | Se basó en una política de |
Pensamiento y acciones | Reivindicación del campesinado, sus | Al concentrar su acción en defender a la | Indigenista. Busca la solidaridad con todos los pueblos y clases | Vargas se preocupó por regular los salarios, las condiciones laborales, etc. Y | El peronismo dio carta de |
Acción política | Debido a la diversidad existente en su El populismo Ruso era nacionalista. Buscaba | El sistema democrático se acepta y se | Creación de un Estado Fuerte y regulador a Propone la unidad política latinoamericana, Establecimiento de una democracia representativa. | El populismo en Brasil | El populismo llegó al poder por la |
El Estado populista | El populismo ruso no llegó al | El populismo en E.U. no llegó al poder | El populismo no llegó al poder en el | Durante el "Estado Nuevo", se produjo el | El Estado peronista centralizó el poder al |
Crisis y fin del populismo | Hacia la década de 1890 la | En primer lugar, debilidad teórica y | Las ideas arpistas tuvieron amplia influencia en | El populismo brasileño cayó producto | El peronismo cayó producto de la crisis |
Los populismos, pese a las diferencias de contexto y
lugar, han respondido a un origen similar; en el cual siempre ha
tenido que ver el capitalismo y sus consecuencias sociales y
políticas, especialmente en los campesinos o
pequeños trabajadores urbanos, clase obrera y/o clase
media. Debido a la evolución del capitalismo (crecimiento o
crisis) en algún momento este sistema económico
tiende a afectar la vida de estos sectores de la población y a poner en peligro y como
reacción, la estabilidad del sistema político
establecido, pues las reacciones de los inconformes no se hacen
esperar. El populismo es una manera de concentrar esfuerzos
frente a estas preocupaciones sociales y económicas. Es
una lectura
original y creadora de la situación y se adapta a los
casos concretos de cada país. Por ello no se puede hablar
de dos populismos iguales, y los teóricos han tenido
muchas dificultades en identificar los populismos y definir sus
rasgos. Esta lectura
populista de las condiciones sociales y económicas del
pueblo, en la mayoría de los casos era realizada por
sectores intelectuales y/o políticos, creando un
planteamiento teórico o en los casos más
pragmáticos, un plan o programa
político de trabajo. Estos planteamientos eran
considerados una respuesta a las necesidades populares, y
posteriormente (o simultáneamente)eran llevados a las
masas, que hasta bien avanzado nuestro siglo, poco
conocían de escritura y
lectura. Sólo en un país, con una tradición
letrada suficientemente expandida a amplios sectores de la
población (Estados Unidos), el populismo nació y se
estructuró en el mismo seno de un sector del pueblo: los
pequeños propietarios campesinos. Y su debilidad,
precisamente, consistió en que sólo
respondía a las necesidades de esta clase social,
dificultando el encuentro e identificación con otras
clases
sociales.
En los casos estudiados en Europa y América
Latina, vemos, pues, al populismo como una alternativa reformista
ante una situación socioeconómica concreta. Otras
corrientes políticas, más elaboradas
teóricamente (como el marxismo, la socialdemocracia) o la
represión, diluyeron las distintas propuestas y
movimientos populistas, y coptaron a las masas. Algunos
estudiosos del tema consideran que el populismo fue una fase
"previa" del movimiento revolucionario, y que estaba condenado a
desaparecer gracias a que la base social en la cual se basaba no
tenía muy claro sus propósitos, y en
términos marxistas, no tenía conciencia de
clase. La característica policlasista detectada en el
populismo latinoamericano impedía todavía
más la permanencia de este movimiento. Otras propuestas
teóricas, más estructuradas y "científicas",
como el marxismo, al considerarse mejores, deberían
responder de mejor manera y con mayor sistematización a la
realidad ya detectada por el populismo.
No obstante, al pasar los años vemos cómo una, a
una, las distintas teorías
y propuestas elaboradas con tanto cuidado para confrontar al
capitalismo y destruirlo, o al menos, hacerlo más
"humano", han caído víctimas de su propia debilidad
interna y del arrollador paso de este sistema económico. Y
haciendo caso al refrán, "si no puedes con tu enemigo,
únetele", muchos están optando por no resistir y
dejar todo al azar, al "sálvese el que pueda". Pero muchos
no pensamos así. La pregunta entonces, es:
¿cómo afrontar el capitalismo, cada vez más
salvaje, que se nos ofrece ahora bajo el nombre de "neoliberalismo" y amenaza con individualizar el
mundo y aumenta la brecha entre ricos y pobres?.
Creemos que las diversas facetas del populismo histórico
nos ha dejado muchas lecciones valiosas que debemos recordar. Tal
vez la primera de ellas es la originalidad, el mirar hacia
nosotros mismos, hacia nuestra propia historia, tradiciones y
valores y
rescatar de ella aquellos elementos que puedan servir para crear
alternativas de desarrollo
económico y social. Existen, por ejemplo, tradiciones
comunitarias en nuestros pueblos que merecen ser retomadas. Es
necesario, entonces, profundizar los estudios sobre la cultura
popular, no para disecarla, sino para rescatar y engranar aquello
sobre lo cual podemos profundizar en la creación de nuevas
estrategias de
desarrollo. Y
los populismos de Perú, Estados Unidos y Rusia, nos
enseñan sobre ello.
Otro elemento que hace parte de nuestra historia, es sin duda el
factor religioso. El populismo africano supo sacar partida de
ello. Las teorías
y movimientos alternativos al capitalismo, basados la
mayoría en el marxismo, vieron a la religión como un
elemento obstaculizador. Este fue, sin duda, un error
histórico fatal. Lo religioso moviliza, alicienta y
congrega. En la historia latinoamericana tenemos numerosos
ejemplos de ello, lo cual debe ser utilizarlo positivamente para
bien de un nuevo proceso de
transformación social y económica alternativo al
neoliberalismo
salvaje.
Estamos en un proceso "globalizador" cultural y económico
del mundo. Proceso que no es otra cosa que buscar una
homogenización, cuestión a todas luces imposible y
dañina. Los seres humanos somos iguales en cuanto a
"humanos", pero tenemos diversidad de culturas y maneras de
pensar. Las soluciones a
los problemas no
son las mismas en todas partes. Pero las soluciones no
se hacen de manera individual. La invitación y la
necesidad es, entonces, a mirar de nuevo las comunidades, las
regiones, la casa, lo que tenemos dentro, y a partir de ello,
sabiendo quienes somos, qué necesitamos, qué
queremos, buscar la transformación del sistema vigente, y
pensar de esta manera implica crear procesos de largo plazo, de
varias generaciones, lo cual implica tener buenas bases.
El populismo histórico creyó en el Estado como
principal regulador económico y social. Trató de
fortalecerlo a toda costa, llegando algunas veces a la
exageración y produciendo efectos negativos como la
excesiva burocratización. De todas formas, la idea de un
Estado fuerte debe ser rescatada. Crear un Estado fuerte, pero
descentralizado, es indispensable, pese a la creencia
errónea que estos dos conceptos son contradictorios.
Actualmente se busca disminuir el tamaño del Estado en pro
del capital privado y de la iniciativa privada, y paralelamente
se emplean procesos de descentralización, que no han sido
efectivos, al menos en nuestros países. Un Estado nominal
no sirve para nada, un Estado débil no puede regular, y
tal vez uno de los grandes poblemas que ha tenido este
país ha sido la debilidad del Estado. Y
paradójicamente, las pocas responsabilidades que
había adquirido, por mandato de "afuera" las están
eliminando. Por ej, ¿Si no es el Estado, quién
garantiza la seguridad
social, el bienestar general?. ¿El capital privado?.
Sólo lo hará si le es rentable. Y no siempre el
bienestar es rentable, económicamente hablando.
Otra enseñanza del populismo histórico es
su concepción amplia de pueblo, no reducida a los sectores
proletarios, como pretendió hacerlo el marxismo, creyendo
que sólo ellos tendrían la capacidad y la Conciencia para
construir una mejor sociedad. Los
procesos de mayor cobertura de las comunicaciones, y la variedad de las mismas hace
cada vez más difícil pensar que sólo un
porcentaje urbano y asalaridado de las masas populares tienen
conciencia de su situación y las herramientas
suficientes para afrontarla y transformarla. Los campesinos (los
grandes olvidados de la teoría
social) y nuevas clases sociales populares urbanas no proletarias
(trabajadores independientes, rebuscadores, pequeños
comerciantes, etc.), los niños,
los jóvenes, las mujeres, tienen cada vez mayor conciencia
del mundo en que viven y también tienen propuestas de
cambio. Es
indispensable congregarlas, no en una gran masa, sino en
agrupaciones intercomunicadas (como las células
del
cuerpo
humano).
El populismo, entonces, no es, ni mucho menos una experiencia del
pasado, una teoría pasada de moda, ni la
caricatura que algunos políticos y medios de
comunicación presentan, entresacando de este
movimiento sólo sus aspectos más negativos y
espectaculares: el tono populachero de los discursos, los
gritos, los remedos de liderazgo
carismático, el autoritarismo, etc. El populismo fue una
lectura de una realida concreta, y mientras esta persista o
aparezca de nuevo, habrá oportunidad para
re-crearlo.
- CIRIA, Alberto. Perón y el Justicialismo.
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política. Edición latinoamericana No. 20-21:
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julio-diciembre 1981. P.p. 3-48.
Autor:
William Elvis Plata Quezada
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