Indice
1.
Origen y características de las doctrinas populistas en
Europa y estados unidos de América
2. El populismo en América latina
durante la primera mitad del siglo XX.
3. El populismo
en el tercer mundo: Asia y África
4. Aspectos rescatables del
populismo histórico para la creación de una
vía política alternativa
5.
Bibliografía
1. Origen y características de las doctrinas populistas
en Europa y estados unidos de
América
En el presente ensayo
queremos realizar un recuento del desarrollo y
características de los principales
movimientos populistas registrados en Europa y América, con la intención de hacer
una interpretación sobre su significado histórico,
y a su vez resaltar aquellos elementos, que, creemos, pueden
tener una nueva oportunidad en este mundo unipolar y que necesita
con urgencia una alternativa político
–económico – social diferente al neoliberalismo, que, orgullosamente agita las
banderas de la victoria. El populismo,
más que un período histórico de la
humanidad, es un movimiento
social que puede renacer, en la medida en que muchos de los
factores que le dieron vida aún persisten o han
regresado.
Las doctrinas populistas tuvieron orígenes
"simultáneos" Rusia y Estados Unidos de
América durante la segunda mitad del siglo XIX,
desarrollados en dos contextos históricos bastante
diferentes, pero con una característica común: el
ser una protesta formulada contra el capitalismo
desde el punto de vista de los pequeños productores
campesinos, quienes, arruinados por el desarrollo
capitalista, veían en él una amenaza para su forma
de vida.
Históricamente, Estados Unidos y Rusia eran países
muy diferentes. El primero era una Monarquía, un imperio expansionista, cruce
de caminos entre Europa y Asia, y un
país heredero de una fuerte tradición comunal en
sus bases campesinas que resistían los acelerados pasos
que los gobernantes daban hacia el capitalismo y
la industrialización. Junto a ellos, varios intelectuales
"eslavófilos" de la aristocracia y las clases altas
intentaron crear teorías
y movimientos –de arriba hacia abajo- que incitaran a los
campesinos a rebelarse contra el proceso y el
sistema.
El segundo, era un país colonizador, gestor de capitalismo
desde sus bases agrarias, aunque, a partir de la Guerra Civil
el desarrollo del capital
monopolista emprendió un curso avasallador que estaba
perjudicando a los propios pequeños y medianos
propietarios. Las masas de agricultores y sus familias tuvieron
dos opciones: enfrentar políticamente el sistema que los
acosaba, o aceptar su suerte y emigrar a las ciudades para
convertirse en trabajadores industriales y empleados de los
grandes monopolios. Decidieron dar la lucha, creando un movimiento
político independiente que representara sus exigencias. El
populismo, en Estados Unidos, fue, entonces, un movimiento de
"abajo hacia arriba".
Veamos a continuación cómo se dieron los dos
procesos
El populismo ruso
Las condiciones económicas, sociales y políticas
internas, unidas a una serie de transformaciones políticas
y sociales dadas en Europa durante mediados del siglo XIX (las
revoluciones del 30 y del 48) y la influencia de la
filosofía idealista alemana formó un pensamiento
radical en una generación de jóvenes intelectuales
rusos congregados en círculos literarios, políticos
y filosóficos (la "Joven Rusia"). Muchos de ellos se
quedaron en la retórica, otros quisieron ir más
allá, al compromiso político, afrontando la
persecución, el destierro y la muerte.
El populismo en Rusia constituyó una estructura
ideológica dentro de la cual cabían muchas
posiciones, a veces complementarias y a veces antípodas
unas de otras. A todas luces, resulta problemático
encontrar un pensador individual que reúna todos los
aspectos y elementos constitutivos de dicha estructura;
sin embargo se pueden mencionar a algunos personajes que dieron
los principales rasgos de la doctrina populista clásica
rusa. Veamos:
El primero de ellos, Herzen, puede considerarse el "padre" del
populismo ruso. Herzen se opuso al desarrollo burgués de
Rusia, y albergaba la esperanza de una transición directa
al socialismo sin
pasar por el capitalismo. Una característica importante
del pensamiento de
Herzen, que marcó al populismo fue su actitud hacia
el pueblo ruso, su fe en él, y su deseo de tomar una parte
activa en sus destinos. Este amor, no lo
consideraba un sentimiento "fisiológico de identidad
racial, basado exclusivamente en la casualidad del lugar de
nacimiento", sino que estaba ligado a la fe y a la razón.
(Herzen, 1956: 562-63).
Para transformar las condiciones sociales de los campesinos e
impedir la instauración del capitalismo, Herzen
concebía la necesidad de una revolución
económica, pues una mera revolución
política
no podía resolver contradicciones tales como el derecho
absoluto a la propiedad y el
derecho innegable a la vida, como la ociosidad legal y el trabajo sin
fin ni esperanza. Pero para conseguir estos propósitos,
Herzen bogaba por procedimientos
"humanos" en contra de los violentos expresados por amigos y
contradictores. Los primeros eran más largos y más
complicados, pero en lugar de provocar destrucciones, muchas de
ellas innecesarias y perjudiciales, utilizarían aquellos
elementos útiles del orden existente y su huella
perduraría:
"Si se hace saltar todo el mundo burgués con
pólvora, se verá renacer, una vez disipado el humo
y retirados los escombros, algún otro mundo
burgués, porque ese mundo no ha muerto interiormente y
porque ni el mundo constructor ni la nueva generación
están suficientemente preparados para poder
completarse realizándose. Ninguna de las bases del orden
existente, de esas bases que deben desmoronarse y ser
transformadas, están aún lo bastante minadas o
vacilantes para excluirlas de la vida arrancándola de ella
violentamente (…) Que cada hombre honrado
se pregunte si él mismo está dispuesto (…)
¿conoce, aparte de la destrucción, el proceso por el
que debe realizarse la transformación de las formas viejas
en esta nueva organización?".(Herzen, 1956: 592).
Otra de las bases del populismo ruso fue Chernichevski,
contemporáneo de Herzen. Sus principales aportes
fueron:
- Defensa enérgica a la comuna campesina, en la
que los economistas liberales veían el mayor
obstáculo para la capitalización de Rusia al
estilo inglés. - Una crítica a las ideas del liberalismo
económico y político, desde el punto de vista de
las masas trabajadoras. Adoptó, en cierta medida, la
posición de un romántico
económico. - Una combinación de democratismo burgués
antifeudal con una reacción conservadora
pequeñoburguesa contra el progreso
burgués.
Por otra parte, y según Andrzej Valicki (1970) el
populismo ruso bebió de las fuentes del
marxismo. Las
ideas contenidas en "El Capital"
actuaron como catalizadoras en la tradición y desarrollo
del pensamiento populista, y fueron los populistas quienes
iniciaron la propagación del marxismo en
Rusia. Si bien las conclusiones generales del populismo eran
incompatibles con el marxismo, se apoyaba en razonamientos
teóricos domados de Marx.
Mijailovski, quien no sólo leyó, sino
que se comunicó con Marx,
concluía, contrario al barbudo alemán, que la
división del trabajo, que culminaba en el capitalismo
moderno, constituía un retroceso en el progreso
económico. Proclamó que sólo el bienestar
del pueblo, es decir, el bienestar de los trabajadores
individuales debería ser considerado como medida de
progreso. Marx le había enseñado el alto precio que
debía pagarse por el desarrollo capitalista; Mijailovski
se negaba a pagarlo, afirmando sus esperanzas en la posibilidad
de una restauración de las formas arcaicas de la vida
social y de su adaptación a las nuevas condiciones.
Mijailovski además, atacó duramente el
evolucionismo social de los marxistas, pues decía que esta
generalización era incompatible con las esperanzas de los
socialistas en los países atrasados. Como alternativa,
ofrecía su llamada "sociología objetiva" que negaba la
posibilidad de un enfoque objetivo de
las ciencias
sociales, sosteniendo que la voluntad y el pensamiento humano
podría oponerse de manera efectiva a las leyes
impersonales del desarrollo. A diferencia de los marxistas,
Mijailovski y los populistas en general, consideraban al atraso,
no como un mal, sino, hipotéticamente, como un cierto
privilegio, pues al poseer la imagen de los
procesos dados
por otros países más avanzados, podría
vislumbrarsen los pasos que debían darse y avanzar en la
historia de
manera consciente, a sabiendas de los obstáculos que se
habrían de evitar en el camino, en lugar de avanzar a
tientas.
Ya en la década del 1880, las teorías
populistas más ambiciosas respecto del desarrollo
industrial no capitalista fueron elaboradas por V. Vorontsov y N.
Danielson. Vorontsov fue el primer pensador populista en afirmar
que el desarrollo no capitalista de Rusia, no solo era posible,
sino incluso necesario. La industrialización exitosa de
Rusia sólo podría lograrse por medio de un
planteamiento socialista a cargo de organismos del gobierno. Una
industrialización socialista sería menos penosa y
más humana que su variante capitalista, evitando a los
campesinos y artesanos rusos las crueldades de la
"acumulación primitiva".
Danielson utilizó el argumento de Vorontsov contra el
optimismo categórico de los liberales rusos, quienes
veían en el progreso capitalista la panacea para las
enfermedades
sociales del país; además, intentó evitar
que los pequeños productores cargaran con los costos de la
industrialización, en la creencia de que en Rusia
podría lograrse la socialización del trabajo sin pasar por la
etapa capitalista. Además, su preocupación no fue
solamente impedir la proletarización de los campesinos
rusos, sino también la de la nación,
es decir, impedir que fuera explotada por los países
más avanzados.
No obstante, existió una característica en este
populismo, ya elaborado, que sin duda impidió aterrizar
las ideas: su esperanza de que el gobierno zarista
llevara a cabo una industrialización por vías no
capitalistas en provecho del pueblo. Ilusión que proviene,
sin embargo, de una correcta evaluación
del vínculo existente entre el atraso económico y
el papel de
iniciador y planificador del desarrollo
económico que compete al estado.
El populismo ruso puede dividirse en tres etapas
históricas:
- Etapa Radical (1850 –1870). En ella se gestan
ideas y propuestas, pero todavía no se realizan acciones
concretas. En este proceso están Herzen y Chernichevski
. - Etapa Anarquista (1870-1880). En este período
se produce el llamado "ir al pueblo". Los intelectuales
organizan movimientos y grupos con
sectores campesinos, con el fin de "educarlos"
teóricamente y prepararlos para la lucha. En este
proceso se destaca Bakunnin, quien tradujo por primera vez El
Capital al ruso. - Etapa Liberal (1880-1900). Se destacan Mijailovski y
Trajanov. Por estos años, la capitalización de
Rusia ya era una realidad. El populismo ruso, entonces, opta
por adecuarse a esta realidad. De esta forma, los vanguardistas
y el pueblo ruso ya no reconocen al populismo como una ideología liberadora, comenzando entonces
a mirar, cada vez con mayor simpatía, hacia al
marxismo-lenninismo, ideología contradictora del
populismo.
En Síntesis,
las características del populismo ruso son las
siguientes:
- Además de ser una reacción al
desarrollo capitalista dentro de Rusia, el populismo
también lo fue del país respecto a
Occidente. - El populismo ruso, fue una corriente de pensamiento
con muchas matices, que produjeron movimientos y organizaciones
políticas de todo tipo; desde pacifistas hasta
violentas. - El populismo ruso no fue una expresión
ideológica nacida inmediatamente del seno de los
pequeños productores. Nunca fue una ideología
nativa del campesinado ruso, sino que representó una
expresión a favor del campesinado de la intelectualidad
rusa. - El populismo ruso también fue una respuesta al
socialismo
occidental, en espacial al marxismo: la reacción de la
intelectualidad democrática de un país atrasado
en una fase primitiva de desarrollo capitalista. La respuesta
populista al marxismo fue original y creadora
Estados Unidos
Las principales características del populismo en este
país se mencionan a continuación:
- En este país, el populismo permaneció
mientras existió la clase social sobre la que
descansaba. Después de un auge impresionante en la
década de 1890, sobrevino, en el siguiente decenio, una
debilidad total. - El populismo en los Estados Unidos fue un movimiento
radical, pero no puede considerarse como un movimiento
socialista, aunque hubo ideas socialistas utópicas en su
seno. Fue un movimiento profundo de conciencia
de clase, aunque no de la clase obrera, sino del productor
agrícola independiente, esa clase que otrora
constituyera la mayoría del pueblo
norteamericano. - Si en Rusia el populismo puede considerarse como una
corriente de pensamiento, en Estados Unidos, el populismo
nació como un movimiento agrario y poco a poco fue
elaborando sus planteamientos teóricos. El precursor del
populismo se encuentra en el movimiento Greenback de 1875-78.
La situación monetaria que favorecía a los
banqueros y grandes capitalistas, el sistema crediticio que
endeudaba completamente a los campesinos, la explotación
a la que eran sometidos por los intermediarios de almacenes de
granos y al sistema de transporte
ferroviario y la vigencia de sistemas de
arrendamiento agrario y aparcería (sharecroppers)
provocó la
organización campesina. Las alianzas entre
agricultores se desarrollaron, primero en el Sur, y luego en el
Medio Oeste. Su brazo político fue formalmente conocido
como el Partido del Pueblo, pero su nombre de batalla fue el de
los populistas. - El movimiento de la Alianza fue popular, masivo, una
rebelión, ebullición de ideas y una
combinación de fuerzas de millones de gentes del pueblo.
Sacó sus propios líderes de las masas
empobrecidas, los desfiles fueron una herramienta organizativa
muy utilizada, junto con estrategias
como las cenas populares y los días de campo. El
discurso y
la oratoria fue la
principal herramienta de comunicación de ideas. - A diferencia del populismo ruso, el movimiento
populista en los E.U. se impregnó de la cultura
popular: por ejemplo, las canciones tradicionales adquirieron
líricas radicales, se escribieron cuentos de
difusión masiva, como "El Mago de Oz", etc. - El programa del
movimiento fue sencillo, claro y expresivo de una clase social,
además de ser constante. En síntesis, favorecía la
nacionalización de los ferrocarriles, la
abolición de la banca
nacional, mayor emisión de papel
moneda, el libre acuñamiento de la plata y
prácticas más democráticas como el voto
secreto y la elección directa de senadores. - En los estados del Sur, el populismo logró
convertirse en un baluarte de la ruptura con el racismo. - El populismo en los EUA no representa ni
representó a los políticos de los partidos
tradicionales; fue una ruptura tajante con ellos. Sin
embargo, existieron tendencias que propugnaban alianzas
electorales con los dos partidos tradicionales y que
finalmente llevarían a la debacle del Partido
Populista."Una gran conspiración en contra de la
humanidad se ha organizado en dos continentes y se
está apoderando del mundo. Si no se le enfrenta y se
le despoja de inmediato, llevará a terribles
convulsiones sociales y a la destrucción de la
civilización o al establecimiento de un despotismo
absoluto" (Wolforth, 1983: 32). - En síntesis, representó la primera gran
rebelión contra el capital monopolista y el sistema
imperialista que domina hoy día todos los aspectos de la
vida en los Estados Unidos, tal como lo afirmara, en tono
apocalíptico, el Preámbulo del Partido del
Pueblo: - El colapso del populismo norteamericano se
debió, en primer lugar, a su debilidad teórica y
programática. La agitación fue más radical
que sus puntos programáticos. Los políticos
capitalistas se dieron cuenta de esta debilidad desde el
principio, por ello, para evitar que el trueno populista se
desatara en tormenta, estos políticos utilizaron algunos
puntos de la plataforma populista para ganar votos para
sí y sustraer adeptos al Movimiento. De esta forma,
después de los comicios de 1896, donde los partidos
tradicionales se apropiaron astutamente de algunos puntos
programáticos de los populistas, el declive fue
inminente. En segundo lugar, el populismo norteamericano
descansó exclusivamente en una clase social, los
pequeños agricultores, condenada a la
desaparición; su programa fue
muy reducido como para captar la atención del proletariado industrial,
clase social que emergía. - El Populismo, en los Estados Unidos, aunque nunca
obtuvo un serio apoyo de las masas del proletariado industrial,
dadas las características muy centradas en la clase
agricultora, y que le impidió la posibilidad de
convertirse en una fuerza
política
nacional, debido a los esfuerzos infructuosos por ganarse al
proletariado, se convirtió en la llama que
encendió la formación del Partido Socialista, que
surgiría en la década de 1900. Es inconcebible
que dicho partido se hubiera desarrollado sin en el esfuerzo
pionero de los agricultores. ¿Por que? En primer lugar,
popularizó la idea de una acción política
independiente de los partidos tradicionales; en segundo lugar,
el carácter
popular de su movimiento y el estilo de su propaganda
preparó el camino a los socialistas. Gran parte de los
líderes populistas pasaron a las toldas del nuevo
partido socialista, creado justo en el momento en que la
fuerza
económica de los Estados Unidos pasaba del sector
agrícola, al industrial.
2. El populismo en América
latina durante la primera mitad del siglo XX.
La irrupción del populismo en diferentes regiones
y lugares, en épocas similares o diacrónicas
muestran la característica, en cierto modo, adaptativa y
ecléctica, de responder a determinadas condiciones comunes
de atraso y desigualdad social y económica que traspasan
las barreras del tiempo y el
espacio. Por ello, el populismo tenía bastantes motivos
para resurgir –con variantes, obviamente- en los
países del llamado "Tercer Mundo". Y América
Latina dio el primer paso. No vamos a describir aquí
las características particulares de los populismos en cada
uno de los países latinoamericanos. Para ello, remitimos
al cuadro comparativo que presentamos en el inciso 3. Trataremos
de sintetizar las principales características del
populismo histórico latinoamericano, siguiendo a G.
Germani, T. Di Tella y O. Ianni (1984 y 1973), principales
analistas y teóricos del populismo histórico
latinoamericano desde la óptica
de lucha de clases, que a nuestro juicio, es bastante fundada,
pese a algunas interpretaciones controversiales producto de su
óptica
marxista (como por ej. Creer que el populismo es una etapa
"previa" y "superada" de la lucha revolucionaria)
Origen
- Según estos autores, el populismo de la
primera mitad del siglo XX en nuestros países es una
"etapa", determinada por "la conformación definitiva de
la sociedad de
clases", dentro de un contexto de industrialización y
acelerada urbanización. Este período
superó la época del "Estado
Oligárquico", Oligárquico dominada por relaciones
estamentales o de casta creadas por el colonialismo
mercantilista ligado al régimen esclavista. - El origen del populismo está ligado a la
crisis del
Estado Oligárquico. El populismo sucede a una serie de
movimientos antioligárquicos de clase media (irigoyismo,
tenientismo, por ej.), que estaban revestidos de un
espíritu liberal y que buscaban el establecimiento de un
estado de tipo Liberal (económica y políticamente
hablando), difundiendo una serie de ideas sobre el progreso
económico, la reforma institucional, la
democratización, la libertad,
etcétera. Sin embargo es la nueva estructura de clases,
creada por la creciente urbanización, la inmigración campo-ciudad, el desarrollo
industrial, el crecimiento del sector de servicios,
la que pone en jaque al sistema oligárguico. En esta
crisis
juegan un papel importante además, tres acontecimientos
externos (I Guerra Mundial,
Depresión Económica de los 30, y
II Guerra Mundial)
que funcionaron como rupturas estructurales en las naciones de
economía
dependiente, como eran las nuestras. - Las mencionadas crisis mundiales provocaron
convulsiones políticas internas en los países
dependientes del capitalismo, como lo eran los
latinoamericanos, o propiciaron eclosión de fuerzas
políticas, sociales y económicas que se
encontraban controladas durante la vigencia de los gobiernos
oligárquicos. De esta forma, el populismo
histórico latinoamericano correspondió a una fase
de las transformaciones del Estado capitalista, en que la
burguesía agroexportadora y la burguesía minera y
comercial pierden el monopolio
del poder
político en provecho de las clases
sociales urbanas (burguesía industrial, clase media,
proletariado industrial, militares, intelectuales).
Configuración del populismo
- El populismo en América Latina fue una alianza
entre clases
sociales antagónicas, en proceso de formación
(burguesía, por un lado, y proletariado, campesinos y
clases medias, por el otro), guiadas por el propósito de
confrontar y derribar el Estado
Oligárquico, heredero del colonialismo, que desde el
siglo XIX predominaba en todos los países del
subcontinente. A nivel externo se luchó contra un
enemigo llamado imperialismo
norteamericano. - El período del ascenso y auge del populismo es
llamada por Octavio Lanni, "época de la política
de masas", en la cual la burguesía industrial asume el
liderazgo
ostentoso de las luchas reivindicativas y reformistas de la
clase obrera y otros grupos
populares. En estos años fueron creadas nuevas organizaciones
técnicas y estilos de liderazgo
político, surgiendo una ideología peculiar,
llamada el "principio de paz social" o "armonía entre
las clases", el cual adquirió primacía sobre las
ideas y prácticas políticas inspiradas en los
antagonismos de clase. La unión táctica de grupos
de intelectuales, clases populares, y sectores de la
burguesía y de las fuerzas armadas se consolidó
con el fin de acelerar las rupturas estructurales que
habían debilitado a la oligarquía y al imperialismo. Obviamente, se jugaban intereses
diversos, pero todos coincidían en que el desarrollismo
nacionalista era una estrategia
posible, primordial y urgente. - Dentro de esta "pacto" es necesario diferenciar dos
tipos de populismo: Uno, el de las altas esferas (gobernantes,
políticos, burgueses, profesionales, políticos,
demagogos), que utilizan tácticamente a las masas
trabajadoras y a los sectores más pobres de la clase
media. Dos, el populismo de las masas (trabajadores, migrantes
rurales, baja clase media, estudiantes radicales, intelectuales
de izquierda). En situaciones normales, perecía existir
una armonía total entre estos dos populismos. Sin
embargo, en los momentos críticos, cuando las
contradicciones políticas y económicas se
agudizaban, el populismo de las masas tendía a asumir
formas revolucionarias. En estas situaciones ocurre la
metamorfosis de los movimientos de masas en lucha de
clases. Por su parte, el populismo de las altas esferas
abandonó a su suerte a las masas, sin antes impedir que
den el paso decisivo en las luchas
políticas. - La burguesía industrial emergente, entonces,
acabó por mantener su preponderancia sobre las otras
fuerzas políticas combinadas en el pacto populista,
asumiendo el liderazgo directo de las luchas reivindicativas y
reformistas de las clases obreras y de amplios sectores de la
clase media. A fin y cuentas, esa
burguesía, aliada con militares, intelectuales, clase
media, era la clase victoriosa en la lucha contra la
oligarquía. La burgeuesía controló a las demás clases
sociales integradas en el Pacto Cualquier intento de giro hacia
la izquierda era rápidamente evitado con cierta dosis de
autoritarismo o violencia
reaccionaria. Cuando la politización de las masas
amenazó con descontrolar el movimiento, el golpe de Estado
resolvía el problema. - Y es que en la nueva configuración del sistema
de clases propiciada por los procesos de
urbanización e industrialización, entre otros, no
existían las condiciones sociales necesarias para el
fortalecimiento de posiciones radicales (como eran las
socialistas). Muchas de las propuestas expresadas por estos
grupos, estaban tomadas directamente de Europa sin ninguna
reelaboración contextual, y por lo tanto, no
tenían mayor apoyo popular. Además, según
el autor, las condiciones en las cuales se encontraba la clase
obrera en las crecientes ciudades, la conciencia
de movilidad social superaba a la conciencia de clase. Los
trabajadores recién llegados a las ciudades estaban en
un proceso de resocialización. Si bien una parte de
ellos fue sindicalizada y politizada, la mayoría
permanece fuera de los cuadros políticos
institucionales. En general, esa mayoría no tenía
mayor conciencia política; su participación se
limitaba a las elecciones, a los movimientos de masas,
facilitando los liderazgos carismáticos y su
manipulación por demagogos. - Para la gran mayoría de los adeptos al
populismo, lo que estaba en juego era el
ascenso económico y social. En un plano secundario se
colocaba la democratización de las organizaciones y las
relaciones sociales. En la mayoría de los casos el
objetivo era
lograr una estrategia
política de desarrollo
económico nacional que exigía un cambio en el
manejo de las estructuras
de poder, el manejo de las relaciones entre el Estado y
la sociedad. - El populismo latinoamericano aparece como un
fenómeno urbano; su base social y económica
está en las ciudades más desarrolladas y en las
que los sectores secundario y terciario tienen mayor
dinamismo. - En algunos países con fuerte presencia
indígena y con tradición comunitaria en las bases
(Perú, México) el populismo sufrió una
variante respecto al modelo
urbano y capitalista al revestirse de en elemento
tradicionalista y anticapitalista, idealizando la aldea comunal
indígena y sus valores.
El populismo en el poder
- Por lo que respecta a sus fines económicos
más generales, los movimientos y gobiernos populistas
fueron abiertamente favorables a la industrialización y
a la hegemonía de la industria
sobre la agricultura
y la minería.
A la industrialización se la tomaba como equivalente del
desarrollo económico en general, e indicador de
bienestar social para el proletariado, mientras que los
sectores agropecuario y minero eran considerados causas
fundamentales de atraso económico y social. ¿Por
que?. Los populismos consideraban que la exportación de materias primas y
dependencia económica eran sinónimos para un
país que no poseía industria.
En este sentido aparecía ligado el nacionalismo, respondiendo a un propósito
económico. En la medida en que desarrollaba una
reorientación del subsistema económico nacional y
cierta ruptura con el imperialismo, el populismo tenía
algún compromiso con la idea de un capitalismo nacional
y de una burguesía nacional. Para ello era indispensable
un Estado fuerte que controlara las relaciones
económicas capitalistas, que garantizara la
nacionalización de la economía. - El populismo, en los países donde llegó
al poder, adquirió formas autoritarias y algunas de
ellas, dictatoriales. El peronismo,
cardelismo, getulismo, velasquismo, marinismo, etc.
Tenían en común un marcado acento autoritario-
paternalista. Estaba en juego una
estrategia política de desarrollismo nacional, junto a
un remodelamiento de estructuras
de poder. Por lo tanto, las masas debían permanecer bajo
el control
estratégico de la burguesía, el cual sería
el encargado de idear y conducir el proceso. El gobierno
populista aceptó apenas la coraza política que
las masas le podían propiciar (votos, comicios, huelgas,
etc.), pero bajo ningún concepto
aceptó la defensa armada por parte de trabajadores y
estudiantes. Cualquier defensa armada sostenida en las masas
colocaba al poder burgués automáticamente, en el
camino de su liquidación. - El populismo en el poder hizo una combinación
sui generis de sistemas de
movilización y control de las masas asalariadas urbanas
con el aparato estatal. En una democracia
representativa, tiende a haber una separación clara
entre el Estado, el partido del gobierno y las bases populares.
En el populismo ocurre una combinación singular entre el
Estado, el partido gubernamental y el sistema sindical. Por
esta combinación, algunos ven semejanzas con el Estado
Socialista y el Estado Fascista. Sin embargo existen
diferencias fundamentales: en el estado Fascista, la
combinación se realiza de acuerdo con las exigencias de
la dictadura de
la burguesía y del capitalismo monoplista; en el Estado
Socialista, esta vinculación se realiza según las
exigencias de la dictadura
del proletariado y de la socialización de los medios de
producción. En el Populismo, el sistema
de poder Estado – Partido – Sindicato se
apoya en la alianza de clases, bajo la égida directa o
mediatizada de la burguesía. El Estado populista es
propuesto e impuesto a la
sociedad como si fuera el mejor y único
intérprete del "pueblo" (proletariado, campesinos,
estudiantes, clase media), sin la mediación de los
partidos. El pueblo ve al Estado a su guardián,
intérprete, portavoz y realizador. - Una característica importante es la
relación establecida con los asuntos económicos
internos y externos. Dado el contexto de crisis del capitalismo
internacional y de caída de la economía primaria
exportadora en el que los populismos nacieron, los gobiernos
populistas actuaron con medidas financieras correctivas y
alternativas, destacándose el impulso a la
industrialización sustitutiva de importaciones,
y el intervencionismo económico. Bajo el gobierno
populista el aparato estatal adquirió nuevas dimensiones
como fuerza productiva, como agente económico. El Estado
populista afectó sin duda la
organización política de las formas de
producción en una época en que
crecieron las fuerzas productivas y el mercado
interno. - El populismo, latinoamericano puede considerarse como
arrevolucionario, en tiempos normales. Es escencialmente
reformista, apoyando la doctrina de la "paz social" entre las
clases sociales. En tiempos de crisis, sin embargo, el
populismo revela su contenido antirrevolucionario. En
épocas de crisis, las organizaciones, técnicas, liderazgos e ideologías
populistas se revelan incapaces de transformarse en el sentido
de la revolución. En la mayor parte de los casos, los
cuadros burgueses y de la clase media se alían con los
otros grupos de las clases dominantes, abandonando a su suerte
a las masas. Las contradicciones estructurales internas y
externas se agudizaron, llevando al colapso al populismo como
modelo
político de desarrollo y emancipación. De esta
forma, La paradoja del populismo latinoamericano está en
que estaba fundado en un pacto de clases sociales. Por lo
tanto, cuando se rompió esta alianza, la ruptura se
debió principalmente a las contradicciones desarrolladas
entre las clases que componen el propio populismo. Generalmente
hubo un resentimiento entre los miembros de la alianza y una
mayor precisión en los perfiles de cada clase
social.
3. El populismo en el
tercer mundo: Asia y
África
El populismo, gracias a su moldeabilidad, vuelve a
recrearse en Asia y Africa. Aunque el
desarrollo del Populismo en estos países no constituye un
énfasis dentro de este ensayo, veamos
de manera somera, las principales características de estas
experiencias.
En primer lugar, el populismo en estos países
sirvió a los propósitos de liberación,
descolonización y/o creación de Estado Nación.
Por otra parte, el populismo en Africa y Asia se
desarrolló en el contexto de la Guerra
Fría. Esto fue utilizado en beneficio de los
movimientos por parte de los sagaces líderes populistas,
quienes jugaron con los dos sistemas
político-económicos que se disputaban el dominio del
mundo. Por ejemplo, hacer creer a la URSS que se iba hacia el
socialismo, para obligarla a invertir y colaborar en la construcción material de los países,
etc.
En Africa y Asia el populismo tiene como uno de sus principales
características el rescate de los valores
tradicionales de sus habitantes, especialmente los elementos
religiosos, que se convierten en motor de muchos
de estos movimientos. La aldea, fue idealizada como célula de
la organización social. La economía
agraria, el comercio y la
artesanía fueron rescatados y puestos al servicio de un
propósito anticapitalista y anti-industrial, que
constituye en otra de las principales características de
estos populismos. En esto hay un contraste con la mayoría
de los países latinoamericanos.
Una de las claves del éxito
del populismo en estos países es que asume algo que,
doctrinas alternativas como el marxismo nunca pudieron realizar:
recoger la diversidad étnica y cultural de sus habitantes.
El marxismo estaba creado para un tipo de sociedad industrial
particular: la centro-europea. Marx creía que la sociedad
estaba destinada a la proletarización masiva. En el tercer
mundo la sociedad tiene múltiples componentes sociales, en
los que el proletariado constituye apenas un grupo. El
populismo en el tercer mundo sabe adoptar esta diversidad y
unificarla en torno a un
propósito nacionalista.
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