- Grupos de presión y
partidos políticos - Nuevas formas de participacion
social - ¿Participacion vs.
representacion politica? - Conclusión
- Bibliografía
En la Argentina de los
últimos años se viene analizando y debatiendo
acerca de la ineficiencia del Estado, la
necesidad de reducirlo, la negación de los partidos
políticos y el papel de
éstos ante el crecimiento de la sociedad civil,
mediante los nuevos actores sociales, que van surgiendo con
fuerza.
Este escenario de crisis
política
institucional, tanto a nivel de gobierno como de
partidos en su rol de mediador de intereses, lleva a que los
movimientos y organizaciones
convocadas por la sociedad civil
apoyen y estimulen discursos de
negatividad hacia lo político-estatal en
general.
La crisis de representatividad originada por la falta de
legitimidad de los partidos
políticos dio como resultado la aparición de
nuevos grupos que buscan
canales alternativos de participación y
representación.
Estos grupos intentan mediante su participación
rearticular la relación Estado-Sociedad,
democratizando dicha relación y procurando mediante ello,
la construcción de una sociedad más
incluyente.
Si bien estos grupos amplían la democracia
hacia un sentido más pluralista, posibilitando la
participación de diversos sectores de la sociedad;
sostenemos que: la crisis de representación que se da
en Argentina es
consecuencia de una crisis de las formas de participación
tradicionales. La sociedad civil al
tomar durante décadas una actitud pasiva
frente a la política se encuentra
hoy con la ausencia de mecanismos de control
orientados hacia la dirigencia política. Los ciudadanos
delegan el poder y la
responsabilidad en sus representantes pero no
poseen el control sobre las
acciones
públicas. A la vez esos representantes no sienten la
obligación de rendir cuenta de su gestión
ante las instituciones
estatales, como tampoco ante la ciudadanía organizada en
asociaciones sociales .
En gran medida esta pérdida de legitimidad es
producto de
que los partidos políticos una vez llegados al poder
representan solo sus propios intereses partidarios, sin pensar en
lo prometido en las campañas electorales ni en la
búsqueda de un interés
colectivo.
Pero estos nuevos grupos; ¿desarrollan un
interés
común a la sociedad en su conjunto o su accionar
está guiado por intereses individuales?
¿Pueden estos nuevos actores convertirse en
interlocutores políticos capaces de ampliar y revitalizar
la política, de crear nuevos cauces de
participación e introducir los elementos de pluralidad
necesarios para una verdadera democracia?
El siguiente trabajo está
organizado en dos secciones. La primera de ellas desarrolla
conceptualmente a los grupos de presión y
sus diferencias con los partidos políticos y enfoca
algunas particularidades del fenómeno en la Argentina,
analizando puntualmente el caso de Asambleas Barriales y
Piqueteros. En la segunda sección se hará
referencia a la crisis de representación y de
participación enfatizando en particular la crisis actual
de los partidos políticos y el rol activo de la
ciudadanía en una democracia representativa.
MARCO CONCEPTUAL
Grupos de presión y
partidos políticos
La Ciencia
Política considera la existencia de tres grupos: de
interés, de presión y lobbys. Estos últimos
son grupos de interés que a través de
representantes tratan de influir sobre la decisión de los
parlamentarios. Esta influencia implica el uso o amenaza del uso
de determinados premios y castigos legales.
Un grupo de
interés es una agrupación de individuos formada
entorno a intereses particulares comunes, cuya defensa constituye
la finalidad sustancial de la asociación (1); por otro
lado dichos grupos tienen el objeto de instalar , mantener o
proteger conductas favorables a esos intereses comunes. Cuando
los mismos presionan en defensa de sus intereses particulares,
sobre los órganos estatales, la opinión
pública y los partidos políticos, se convierten
en grupos de presión, porque presionan; aunque
quizá el rasgo más típico de éstos es
tener un modo característico de comportamiento
social con el objeto de satisfacer sus propios
intereses.
Entre el partido político y el grupo de
presión hay diferencias sustanciales:
- Los grupos de presión son los encargados de
plantear demandas al sistema
político
(articulación), mientras que lo partidos
políticos son los encargados de tomar esas demandas,
agruparlas y transformarlas en alternativas políticas
(combinación).
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