Historia de la
psiquiatría
- Seminario: concepto y campo de
la psiquiatría - Resumen historia de la
psiquiatría - Psiquiatría en la edad
antigua - Psiquiatría medieval y
renacentista - Psiquiatría
ilustrada - Psiquiatría
romántica - Psiquiatría
positivista - Psiquiatría
actual
SEMINARIO: CONCEPTO Y CAMPO
DE LA PSIQUIATRÍA
Comenzaré por el término fundante:
Psiquiatría. Éste ha sufrido avatares
terminológicos, políticos y científicos a lo
largo del tiempo.
Nació como alienismo en medio de la Revolución
Francesa, se transformó en medicina mental
con el crecimiento del campo anatomoclínico y luego
pasó francamente a ser psiquiatría con Kraepelin y
Magnan.
Vemos que la psiquiatría (de: psyche = alma,
iatréia = curación, iatros = médico), es una
práctica teórica altamente tecnificada. Actualmente
se le considera la rama antropológica o humanista de la
Medicina.
Según el diccionario de
Littré, la psiquiatría es la parte de la medicina
que trata de las enfermedades mentales,
mientras que la neurología trata a las del sistema nervioso.
Según Jorge Saurí, la denominación nace en
centroeuropa a mediados del siglo XIX, psicosis,
psicopatía, psicopatología, psiquiatría
crecen desde un centro creencial común, basado en la idea
del progreso ilimitado y en el avance extraordinario de la ciencia
experimental. Para algunos, el término es utilizado por
primera vez por Johann Cristian Reil en 1803. Aquí, y ya
en su origen, la psiquiatría toma como emblemática
a la psicoterapia (terapias psíquicas, tratamiento
moral,
etcétera).
La psiquiatría se ha definido como: Rama de la
medicina, que se ocupa del estudio, prevención,
tratamiento y rehabilitación de los trastornos
psíquicos, entendiendo como tales tanto las enfermedades propiamente
psiquiátricas como patologías psíquicas,
entre las que se incluyen los trastornos de la
personalidad.
Para la mayoría de los autores, la
psiquiatría es una rama de las ciencias
médicas, cuyo carácter
científico se alcanza a través de la
psicopatología. Según Jaspers por ejemplo, es una
"práctica teórica", altamente sofisticada que en su
esencia técnica es heteróclita, es decir, se vale
de distintos procederes. Desde el punto de vista teórico y
más aún epistemológico, la
psiquiatría es heterológica (Castilla del Pino). Se
debe a que siendo una rama de la patología médica,
su "corpus" doctrinario es la psicopatología (y su
aplicación práctica, la semiología
propedeútica) siendo su objeto el ser humano en cuanto a
la historia de su
devenir, siempre sujeto social, ser social por
antonomasia.
Dentro de lo dicho anteriormente se desprende que la
psiquiatría entonces se maneja dentro de un amplio campo,
en estrecha relación con: 1) la patología
médica general, 2) la neurología, con la que
comparte una base neurofisiológica cada vez más
amplia 3) la psicología,
principalmente en el área de Psicología
médica y Psicopatología Clínica; y 4) la
sociología, en la búsqueda de
elementos psicopatógenos ambientales y sociales. Todas
ellas se diferencian claramente de la psiquiatría, pero
todas a su vez, mantienen importantes conexiones con el cuerpo
doctrinario de la misma.
RESUMEN HISTORIA DE LA
PSIQUIATRÍA
Para simplificar su estudio, la historia de la
Psiquiatría según Lían Entralgo se divide en
dos grandes etapas, como se demuestra en la siguiente
gráfica:
Concepción mágico-animista
Era Pretécnica Papiros Egipcios
Edad Grecorromana
Psiquiatría Precientífica Edad
Medieval
Renacimiento
(1453-1600)
Barroco
(1600-1740)
Era Técnica
Ilustración (1740-1800)
Romanticismo
(1800-1848)
Positivismo naturalista (1814-1914)
Psiquiatría Científica Actual
(1914-…..)
PSIQUIATRÍA
EN LA EDAD ANTIGUA
Las antiguas civilizaciones tenían una
concepción mágico-animista o demonológica de
gran parte de las enfermedades, en especial de los trastornos
psíquicos. Es así como en Mesopotamia los
primeros médicos babilonios fueron los sacerdotes de
Assipu, que se ocupaban de las enfermedades internas y,
especialmente, de las afecciones mentales, que eran consideradas
como posesiones demoníacas y tratadas con métodos
mágico-religiosos. Más adelante aparecieron los
médicos "no sacerdotes", que se ocupaban de las
manifestaciones patológicas externas, como curar heridas,
utilizando formas más naturales de tratamiento.
Los egipcios, mucho antes que los griegos,
establecieron en sus templos un tipo de medio ambiente
en el cual se estimulaba a los pacientes a entretenerse con
actividades recreativas, como excursiones, conciertos, danzas,
pintura y
dibujo. Los
dos papiros egipcios más importantes referentes a medicina
datan de 1550 a.C. y son el papiro de Ebers y el de Edward Smith;
en este último se reconoce, por primera vez en la
historia, al cerebro como
"localización de las funciones
mentales". Los egipcios describieron el trastorno emocional
denominado luego como "histeria" por los griegos,
atribuyéndolo a una malposición del útero,
por lo cual fumigaban la vagina como tratamiento, con la
intención de devolverlo a su posición
original.
PSIQUIATRÍA
GRECORROMANA
Los griegos fueron los primeros en estudiar las
enfermedades mentales desde el punto de vista científico,
separando el estudio de la mente de la religión, es decir,
atribuyeron las enfermedades psíquicas a un origen
natural, lo cual subsistió hasta fines del siglo XVIII. La
medicina griega buscó leyes universales
que pudieran constituir la base de una ciencia real
de la enfermedad, investigando a fondo las leyes que
gobiernan las enfermedades y buscando la conexión entre
cada parte y el todo, la causa y el efecto. Además de los
tratamientos somáticos de la escuela
hipocrática, los griegos emplearon tres tratamientos
psicológicos: inducción del sueño,
interpretación de los sueños (a cargo de
sacerdotes) y el diálogo
con el paciente.
Hipócrates (460-370 a.C.) sostuvo que las
enfermedades se producían por un desajuste de los cuatro
humores esenciales: Flema, bilis amarilla, bilis negra y sangre.
Así, el exceso de bilis negra causaba demencia; el de
bilis amarilla, ira maníaca, y el de bilis negra,
melancolía. Pequeños excesos de estos tres humores
y de sangre daban
lugar a personalidades flemáticas, coléricas y
sanguíneas. Hipócrates ubicó en el cerebro la
capacidad para pensar, sentir o soñar. También fue
pionero en describir y clasificar racionalmente enfermedades como
epilepsia, manía, paranoia, delirio tóxico,
psicosis
puerperal, fobias e histeria.
Más tarde Aristóteles (384-322 a.
De C.) continuó con las concepciones hipocráticas
acerca de las perturbaciones de la bilis, mientras que su maestro
Platón (427-347 a.C.) consideró que los
trastornos mentales eran en parte orgánicos, en parte
éticos y en parte divinos, clasificando la locura en
cuatro tipos: profética, ritual, poética y
erótica.
Los romanos siguieron directrices similares a las
griegas y postularon que las pasiones y deseos insatisfechos
actúaban sobre el alma produciendo enfermedades mentales.
Entre sus máximos exponentes en ésta área se
encuentra Celso (25 a.C. – 50 d.C.), conocido como
"Hipócrates latino", quien dividió las enfermedades
en locales y generales; dentro de estas últimas
incluyó las enfermedades mentales, que a su vez las
dividió en febriles (delirios) y no febriles (locura).
Areteo (50-130 d.C.), que hizo descripciones
clínicas de diversas enfermedades y se preocupó por
el bienestar de los pacientes, encontró que la
manía y la melancolía podían presentarse
como parte de una misma enfermedad. Fue el primero en hablar de
personalidades pre-psicopáticas; así,
concluyó que las personas propensas a la manía eran
irritables y violentas, en tanto que las propensas a la
melancolía eran de carácter
depresivo. Adelantándose a Kraepelin, sostuvo que el
pronóstico es determinante en la naturaleza de la
enfermedad.
El médico romano Galeno (130-200) hizo una
síntesis de los conocimientos existentes
hasta ese entonces, convirtiéndose en un sumario, o
más bien un epílogo del período
grecorromano, pues a su muerte
comenzó la era del oscurantismo.
PSIQUIATRÍA MEDIEVAL Y
RENACENTISTA
EDAD MEDIA
Con la caída del Imperio Romano,
las prometedoras ideas de las culturas griega y latina sufren una
involución. La Iglesia
excluyó a la psiquiatría de la medicina, pero no
pudo abolirla, pues reapareció bajo el nombre de
demonología. Así pues, las enfermedades
mentales fueron consideradas como posesiones demoníacas, y
la demonología debía estudiar los signos o estigmas
de posesión diabólica. La actitud hacia
los enfermos variaba entre el rechazo y la tolerancia,
renació el primitivismo y la brujería, con lo que
reapareció el modelo
extranatural de la enfermedad mental. En este tiempo se
destacaron algunos médicos árabes como Razés
(865-925), conocido como el "Galeno persa", quién se opuso
a las explicaciones demonológicas de las
enfermedades.
EL RENACIMIENTO
El Renacimiento, que
se originó tras la toma de Constantinopla por los turcos,
ofreció la promesa de un nuevo espíritu de humanismo y
conocimiento,
pero terminó por convertirse en uno de los
capítulos más nefastos en la historia de la
psiquiatría. En 1486, los teólogos alemanes
Heinrich Kramer y Johann Sprenger, con el apoyo del
papa, publicaron el Malleus maleficarum (El martillo de las
brujas), referente a una conspiración contra el cristianismo,
dando lugar a una cacería de brujas que condujo a la muerte a
miles de personas, la gran mayoría mujeres, atribuyendo a
la vez la causa de todas las enfermedades mentales al demonio. El
"tratamiento" prescrito para la enfermedad mental fue entonces la
tortura, aún si se llegaba a la muerte, y
la cremación como un acto de piedad, para "liberar el
alma" del "desdichado".
En este periodo acontecen también algunos hechos
muy positivos, es así como ocurre la Primera Revolución
Psiquiátrica, consistente en la fundación del
primer hospital psiquiátrico del mundo, en Valencia en
1409, por el sacerdote Fray Juan Gilbert Jofré.
Luego desde 1412 a 1489 se fundaron en España
cinco centros similares y en 1567 se formó el primer
centro mental en el Nuevo Mundo (México).
Paracelso (1493-1541) se opuso duramente a las
creencias médicas de su época. Rechazó la
demonología, así también lo hizo Vives
(1492-1540), considerado como el padre de la psiquiatría
moderna y primer psiquiatra.
PSIQUIATRÍA BARROCA
Ocurren en este período grandes avances en
múltiples áreas de la medicina (Histología, fisiología, anatomía, etc), pero
la psiquiatría no presentó grandes cambios. Los
pacientes psicóticos permanecían recluidos en
asilos, pues se les consideraba una especie de "alienados".
Surgen aquí dos médicos ingleses, Sydenham
(1624-1689) y Willis (1621-1675), quienes plantean que la
histeria no sería una enfermedad del útero, sino
del cerebro, y que existe también la histeria
masculina.
Como puente a la
Ilustración puede considerarse la concepción
animista o vitalista del profesor alemán Stahl
(1660-1734).
Aunque los enfermos mentales ya no eran quemados en la
hoguera, su suerte era aún lamentable durante la
Ilustración. Si no eran internados en los hospitales,
vagaban solitarios, siendo objeto de desprecios, burlas y
maltratos. En 1656, un edicto en Francia
estableció asilos para insanos, cuyos directores estaban
autorizados para detener personas indefinidamente, y en los
cuales se llegó a encerrar enfermos mentales junto con
indigentes, huérfanos, prostitutas, homosexuales, ancianos
y enfermos crónicos, a lo que se sumaba que debían
soportar los inhumanos tratamientos: eméticos, purgantes,
sangrías y torturas.
Alrededor de 1800 comienza en Francia la
Psiquiatría Científica, con la obra del
médico y reformador francés Philippe Pinel
(1745-1826), quien plantea que no deben construirse nuevas
hipótesis sino limitarse a la observación y descripción de hechos. La
contribución fundamental de Pinel fue cambiar la actitud de la
sociedad hacia
los enfermos mentales para que sean considerados como seres
humanos merecedores de un tratamiento médico. A cargo de
la Bicêtre, liberó a los pacientes de sus cadenas en
1793; dos años después hizo lo mismo en la
Salpêtrière. Pinel llamó a su labor
"tratamiento moral", y
muchos de sus principios
conservan su valor hasta
hoy. En su obra Tratado de la Insanía (1801),
clasificó las enfermedades mentales en cuatro tipos:
manía, melancolía, idiocia y demencia, explicando
su origen por la herencia y las
influencias ambientales. Con la obra de Pinel y sus seguidores,
como Esquirol, la psiquiatría se libera de las
interpretaciones demonológicas y se sustituye la
especulación por la observación empírica,
originándose así la Segunda Revolución
Psiquiátrica.
Esquirol (1782-1840), discípulo de Pinel,
fue el psiquiatra más influyente de esta época.
Continuador de la terapia moral, consideraba al asilo como el
arma más poderosa contra la enfermedad mental, siendo
autor de una ley, en 1838, que
estableció la construcción de un asilo en cada
departamento de Francia. En su libro
Enfermedades mentales: un tratado de insanía (1838),
acuñó el término "alucinación", que
diferenció de la ilusión. Además,
clasificó las insanías en "monomanía"
(insanías parciales, como la paranoia) y "manía
general" (similar al delirium); a la monomanía asociada
con depresión
la llamó "lipemanía". Inauguró el primer
curso de psiquiatría. Entre sus principales seguidores
tenemos a Jean Pierre Falret (1794-1870) y Jules
Baillarger (1809-1890), que describieron la "insanía
circular", y Jacques Joseph Moreau de Tours (1804-1884),
que fue el primero en describir un cuadro psicótico
inducido por una droga (el
hashish).
El cirujano inglés
James Braid (1795-1860) descubrió que los estados
de trance, como los inducidos por Mesmer, no son por magia ni
magnetismo,
sino por exceso de fatiga muscular debida a prolongados periodos
de concentración, acuñando el término
"hipnosis". Este procedimiento lo
utilizó en cirugía para disminuir el
dolor.
El neurólogo francés Jean Martin
Charcot (1825-1893). diferenció entre las pacientes
con lesiones orgánicas y aquéllas cuyos
síntomas eran de origen psicológico o
"histérico". Fue también el primero en estudiar la
función
del trauma psicológico en el origen de la histeria,
suponiendo que los recuerdos traumáticos se almacenan en
el inconsciente, separados de la conciencia, y dan
lugar a los síntomas físicos.
Otros autores importantes de esta época fueron:
Johann Reil (1759-1813), alemán, creador de la
psicoterapia racional y fundador de la primera revista
psiquiátrica, fue también el primero en utilizar la
palabra "psiquiatría"; Benjamin Rush (1745-1813),
reconocido como el "padre de la psiquiatría
norteamericana"; Joseph Adams (1756-1818), inglés,
sostuvo que se hereda la susceptibilidad a la enfermedad y no la
enfermedad en sí, con lo cual permitió pensar en
prevención y curación; Johann Christian Heinroth
(1773-1843), alemán, el primero en utilizar el
término "psicosomático"; James Cowles Pritchard
(1786-1848), inglés, dijo que la actitud antisocial es una
forma de enfermedad mental, describiendo lo que luego se
denominó psicopatía; Wilhem Griesinger (1817-1868),
alemán, proclamó que las enfermedades mentales son
patologías cerebrales; Carl Wernicke (1848-1905),
alemán, seguidor de Griesinger, intentó localizar
fenómenos psiquiátricos en estructuras
cerebrales; Walter Cooper Dendy (1794-1871), inglés,
introdujo el término "psicoterapia", al que definió
como prevención y remedio mediante influencia
psíquica; John Conolly (1794-1866), inglés, en su
obra Tratamiento de la insanía sin restricciones
mecánicas (1856) insistió en la eliminación
de los tratamientos coercitivos; Daniel Hack Tuke (1827-1895),
bisnieto de William Tuke, autor, junto con John Charles Bucknill
(1817-1895), del primer texto completo
de psiquiatría.
En esta época es donde comienza la decadencia de
la psiquiatría francesa con la "teoría
de la degeneración" de Morel (1809-1873),
quién en su Tratado de enfermedades mentales (1860)
postuló que algunas enfermedades mentales podían
heredarse de padres con afecciones similares y que la
predisposición podía sufrir una activación
lenta hasta convertirse en una enfermedad debido a
transmisión vertical repetida o bien a una
activación repentina por eventos externos
como traumas sociales, alcoholismo o
infecciones. Introdujo la denominación de "demencia
precoz" para referirse a la actual esquizofrenia.
Otros exponentes de esta teoría
fueron: Valentin Magnan (1835-1916), francés, uno
de sus iniciadores; Richard von Krafft-Ebing (1840-1902),
alemán, en su obra Psicopatía sexual (1886)
describió varios casos de perversiones sexuales y los
atribuyó a degeneración, siendo considerado como el
fundador de la sexología; Cesare Lombroso
(1836-1909), italiano, autor de El hombre
delincuente (1876) y La mujer
delincuente (1893), donde sostuvo que la criminalidad representa
un fenómeno biológico producto de la
degeneración, identificable a partir de la
fisonomía, induciendo la creación de una escuela de
antropología criminal, de donde se
desarrolló la criminología.
A mediados del siglo XIX ocurre la Tercera
Revolución Psiquiátrica, con las concepciones
de Kraepelin (1856-1926): Hay que acercarse al lecho del
enfermo y observarlo, y de Freud (1856-1939) : Hay que
escuchar al enfermo y comprenderlo. Así Kraepelin valoró
especialmente la investigación clínica, por sobre la
especulación teórica y la anatomía
patológica, dando especial valor al estudio del curso
completo de la enfermedad. Y Freud, por su
parte, descubre que el ser humano tiene algo más que la
mente conciente, creando en 1896 el "psicoanálisis" para referirse a su
técnica de asociaciones libres e interpretación de
sueños con el propósito de traer a la conciencia los
recuerdos traumáticos del pasado almacenados en el
inconsciente. Fue el creador también de la teoría
de la personalidad y
describió los mecanismos mentales de defensa del
yo.
La psiquiatría alcanzó su máximo
desarrollo
durante el siglo XX, con las clasificaciones internacionales, las
diferentes psicoterapias y con la aparición de la
psicofarmacología.
El suizo Eugen Bleuler, en su libro Demencia
precoz o el grupo de las
esquizofrenias (1911), afirmó que, como no todos los casos
de demencia precoz evolucionan hacia la demencia, era más
apropiado usar el término "esquizofrenia".
Mencionó cuatro síntomas fundamentales en esta
enfermedad: autismo,
ambivalencia y alteraciones en la asociación y
afectividad.
El alemán Karl Jaspers (1883-1969)
realizó un estudio fenomenológico exhaustivo de la
mente humana. Influyó notablemente en la
psicopatología y en la psicoterapia en general.
El alemán Ernst Kretschmer (1888-1964)
describió dos tipos corporales: leptosómico y
pícnico, los cuales vinculó con la esquizofrenia y
la psicosis maniaco-depresiva, respectivamente.
La figura dominante de la psiquiatría
norteamericana, Adolf Meyer (1866-1950), desarrolló
un concepto
psicobiológico de la psiquiatría, que integraba
aspectos biológicos y psicológicos en la
génesis y tratamiento de los trastornos mentales. Autor de
Psicobiología: una ciencia del
hombre
(1957).
El alemán Kurt Schneider (1887-1967),
autor de Psicopatología clínica (1959),
implementó los enfoques descriptivo y
fenomenológico de Kraepelin y Jaspers, respectivamente.
Dividió los síntomas de la esquizofrenia en
primarios (conocidos ahora como schneiderianos) y
secundarios.
Alfred Adler (1870-1937) fue el primer
psicoanalista en diferenciarse de las ideas de Freud, fundando
la escuela de psicología individual. Acuñó
las expresiones "estilo de vida" y "complejo de
inferioridad".
Posteriormente el psicoanálisis comienza a degranarse en
múltiples escuelas, siendo los primeros en deslligarse de
Freud: Ana Freud, Carl Jung, y Melanie Klein.
En plena expansión del psicoanálisis el
ruso Pavlov (1849-1936) en sus experimentos
sobre conducta
aprendida y no aprendida da origen al Conductismo o
Psicología del Comportamiento, tras él destacan en
ésta área Watson (1878-1958) y
Skinner (1904-1990).
Se desarrollan
también otro tipo de psicoterapias, como es la
psicoterapia centrada en el cliente de
Carl Rogers (1902-1987), donde responsabiliza al paciente
por sus sentimientos y evolución de su terapia; la terapia
gestáltica de Fritz Perl (1893-1970) busca el
alivio terapéutico de una experiencia dolorosa para el
tratamiento de la neurosis; el
análisis transaccional de Eric Berne
(1910-1970), que postula que los padres crean un libreto de vida
en la primera infancia que
conforma e inhibe la vida del sujeto, por lo que la terapia busca
descifrar ese guión.
En la década de los
60, surge en Inglaterra la
llamada antipsiquiatría como movimiento
social, teniendo como iniciadores a Ronald D. Laing
(1927-1989), con su obra El yo dividido (1960), y David G.
Cooper (1931), autor de Psiquiatría y
antipsiquiatría (1967) y La muerte de
la familia
(1971). Este movimiento
cuestionó a la familia y al
estado,
convirtiendo a la enfermedad mental en un mito, un
rótulo arbitrario utilizado para descalificar a ciertas
personas, siendo los psiquiatras instrumentos del poder
opresivo. Con estas ideas, los antipsiquiatras fundaron la
institución Kingsley Hall (1965-1970), en donde los
supuestos enfermos podían realizar libremente sus
"viajes"
regresivos. En Italia, Franco
Basaglia (1924) influyó en la promulgación de
la ley 180, que
cerró los hospitales psiquiátricos. Como todo
movimiento de contracultura, la antipsiquiatría tuvo una
existencia efímera.
Otros tratamientos utilizados a lo largo del siglo XX
han sido: la inducción de malaria en pacientes con
paresias generales, el coma insulínico, el electrochoque,
y la psicocirugía.
En el ámbito de la Psicofarmacología, en
1952 los psiquiatras franceses Jean Delay (1907-1987) y
Pierre Deniker (1917-1998) demostraron las propiedades
antipsicóticas de la clorpromazina, que significó
el primer tratamiento realmente efectivo contra la esquizofrenia,
por lo que se considera el año en que se produce la
Cuarta Revolución Psiquiátrica. En los
siguientes años aparecieron nuevos antipsicóticos
fenotiazínicos y de otros grupos. En 1960
se sintetizó la clozapina, el primero de los denominados
antipsicóticos atípicos. En 1957 el psiquiatra
suizo Roland Kuhn (1912) y el psiquiatra norteamericano
Nathanial Kline (1916-1983), demostraron respectivamente
los efectos antidepresivos de la imipramina (del grupo de los
tricíclicos) y de la fenelzina (del grupo de los
inhibidores de la monoaminooxidasa). En 1987 se introdujo la
fluoxetina, el primer inhibidor selectivo de la
recaptación de la serotonina. La aparición de los
psicofármacos ha significado la mayor revolución en
el campo de la psiquiatría, llegando a convertirse en
parte imprescindible del tratamiento de muchas enfermedades
psiquiátricas, como la esquizofrenia, los trastornos
afectivos mayores, el trastorno obsesivo-compulsivo y otros
trastornos de ansiedad. Actualmente existe una gran variedad de
psicofármacos, buscándose cada vez mayor eficacia y
selectividad de acción, con menos efectos
colaterales.
Al comenzar el siglo XX, sólo se conocían
cinco fármacos con propiedades sedantes: bromuro
(introducido en 1853), hidrato de cloral, paraldehído,
uretano y sulfonal. La aparición del fenobarbital en 1912,
dio lugar a la síntesis
de 2500 barbitúricos, de los cuales 50 se utilizaron
comercialmente. En 1957 se sintetizó el
clordiazepóxido. Durante la década de los '60, los
barbitúricos fueron desplazados por las
benzodiacepinas.
Fue en 1949 que el psiquiatra australiano John
Cade (1912-1980) describió los efectos del litio para
el tratamiento de pacientes maniacos, Sin embargo, debido a los
temores que despertaba este elemento por su toxicidad,
recién en 1970 la FDA aprobó su uso en los Estados
Unidos.
COMENTARIO
La peculiaridad histórica más importante
de la Psiquiatría es el de ser la más joven de las
ramas de la Medicina, ya que ha sido la última de las
especialidades médicas en ser aceptada como tal. A lo
largo de la historia las enfermedades mentales, al igual que el
resto de las enfermedades, pero en mayor medida que éstas,
han sido terreno de la magia y la religión,
cuestionándose continuamente su condición misma de
enfermedades, ya sea atribuyéndoles un origen
diabólico, en los tiempos antiguos, o un origen netamente
social en la mucho más reciente antipsiquiatría.
Pero se ha avanzado bastante desde entonces, tanto en el estudio
de la parte biológica, genética,
neurofisiológica, y epidemiológica de la
psiquiatría, como en la uniformización de criterios
diagnósticos y de lenguaje en
psiquiatría, considerándose una nueva
revolución actualmente en proceso.
Patricia Rubí González