Las ciencias básicas y la formación del ingeniero mecánico

Resumen

A escala planetaria se advierte la necesidad de fortalecer el papel de las Ciencias Básicas en el currículo de la Ingeniería no sólo desde una dimensión epistemológica sino desde la dimensión educativa del proceso docente. En este trabajo se determinan las exigencias didácticas que orientan las estrategias para, desde la perspectiva de la clase de las Ciencias Básicas, contribuir al complejo proceso de formación integral del ingeniero mecánico. Se describen las acciones educativas correspondientes al sistema de tareas docentes, sustentado en el enfoque histórico cultural, para dos temas de la asignatura de Química General de universal trascendencia, que tributan al conjunto de valores definido en el modelo del profesional.

Introducción

Al arribar al tercer milenio de la cultura occidental las Facultades de Ingeniería, de cualquier latitud y nivel de desarrollo relativo, tienen el imperativo de formar un competente "solucionador" de problemas tecnológicos y, al mismo tiempo, un profesional solidario, protagonista consciente de las transformaciones necesarias desde su esfera de actuación para la mejora social. La explosión cualitativa y cuantitativa de la información científico – técnica y el creciente contenido axiológico del progreso científico refuerza el papel formativo de las Ciencias Básicas en el curriculum universitario. Hoy no es posible sobrestimar la contribución de estas asignaturas a la formación integral del ingeniero.

El presente trabajo persigue aplicar los puntos convergentes de los preceptos metodológicos defendidos por los estudios Ciencia Tecnología Sociedad (CTS) con el arsenal de ideas del enfoque histórico – cultural para contribuir a la formación integral del ingeniero desde la perspectiva de las Ciencias Básicas.

La búsqueda de la integralidad acusa la necesidad de contraponer al pensamiento espontáneo, que considera la asimilación de los valores como consecuencia natural del propio proceso de aprendizaje, la concepción pedagógica que defiende pensar en el contenido como cultura de la ciencia expresada en la tríada de conocimientos, habilidades y valores. El saber, y saber hacer debe traer como integración dialéctica el saber ser que es imperativo y máximo encargo de la sociedad en nuestros tiempos.

Exigencias didácticas de las estrategias educativas en las ciencias básicas

Las tareas que demandan las empresas productivas modernas para sus profesionales han convergido hacia la aplicación de la metodología del trabajo científico: la identificación y el planteamiento de problemas; la selección de las estrategias más viables para resolverlos; y la experimentación que las valide en la práctica. El cumplimiento exitoso de estas tareas es hoy solo posible si se acompaña el pensamiento combinatorio analítico, crítico y reflexivo, con las formas productivas del trabajo en equipo que reconoce como valores la solidaridad, la responsabilidad y la honestidad profesional.

Las disciplinas de las Ciencias Básicas, por su posicionamiento epistemológico, entran en el componente académico del currículo en los primeros años de la carrera, cuando el alumno recibe múltiples tensiones derivadas de profundos cambios en el escenario escolar, en el círculo de amistades, y nuevas exigencias en los mecanismos de autorregulación asociadas con la elevación de su autonomía personal. En estas circunstancias se desarrollan las exigencias curriculares de estas disciplinas relacionadas con la asimilación de los núcleos duros de las ciencias, de los saberes actuales y perspectivos, de su lógica interna y su metodología de trabajo. Tales exigencias deben acompañarse de un clima comunicativo que desde temprano en las aulas de ciencias contribuya al desarrollo de los valores y actitudes relevantes asociados a la labor científica, favorecedores del éxito en los estudios universitarios y en la vida profesional. De acuerdo con estas realidades consideramos que las estrategias didácticas de las Ciencias Básicas deben precisar las acciones conducentes al desarrollo de:

• La motivación por la asignatura a través de tareas docentes que se aproximen a problemas profesionales.

• Hábitos de trabajo independiente y de labor en equipo para la búsqueda activa del conocimiento científico, el planteamiento y la solución de problemas.

• El interés por la investigación, mediante el desarrollo de tareas docentes que trasciendan el marco teórico formal de la asignatura.

• Una visión histórica del progreso de las ciencias, que reconozca los condicionantes socioculturales en que este avance se desenvuelve.

• La capacidad de valoración y autovaloración del resultado académico y actitudinal en el plano individual y colectivo.

• Una conciencia del ahorro y la eficiencia en los procesos productivos más relevantes de la sociedad contemporánea.

• La capacidad de valorar las medidas de protección del medio ambiente, así como el papel del ingeniero ante los problemas globales y locales críticos; las producciones limpias y el desarrollo sostenible.

• La facultad de dialogar, elaborar y defender criterios propios, así como respetar los ajenos.