5. La Política.
Moses Finley le dedica un capítulo de su
obra El Nacimiento de la Política a explicar su
visión del desarrollo de la actividad política
en Gracia y en Roma. Dice
que la política, a pesar de que surge en la
denominada Edad Antigua, fue una de las actividades humanas
menos frecuentes en todo el mundo premoderno. Finley afirma
que la política fue un invento separado de los
griegos y de los romanos/etruscos; también dice que
seguramente existieron comunidades políticas primitivas en Oriente
Próximo.
Según Finley, era la constitución "el marco dentro del
cual se llevaba acabo la actividad política." El
gobierno
de toda polis o ciudad – estado
consistía al menos en una asamblea, un consejo o
consejos más pequeños y unos magistrados que
podían ser electos de diferentes maneras. Este
sistema
es denominado por Finley como tripartito y es un
sinónimo del gobierno
de la ciudad – estado.
El establecimiento de este sistema
tripartito no fue concebido con el fin de establecer una
separación de poderes como podría pensarse
teniendo en cuenta los estados modernos.
Pero, a pesar de las similitudes y paralelismos que se
pueden hacer entre la sociedad
griega y la romana, existen ciertas diferencias entre ambos
sistemas
de gobierno. Una de estas diferencias es que en Atenas, los
cargos estaban restringidos al termino de un año y
para los miembros del consejo a dos años (con la
excepción de los estrategos), mientras que en
Roma, uno
de los órganos más fuertes y elitistas del
gobierno de la República como el Senado, tuvo
puestos vitalicios. Tanto en la forma de gobierno ateniense
como en la romana, Finley advierte que "no existía
separación entre el departamento civil y el militar.
No sólo el ejército era una milicia de
ciudadanos (aunque no la armada), sino que los jefes eran
oficiales civiles de graduación."
Otro elemento importante a tener en cuenta en el estudio de
las formas políticas atenienses y romanas es la
cuestión del tamaño de los territorios en los
que se gobernaba y el impacto de la guerra
en ambas sociedades. La gran mayoría de las
ciudades – estado no poseían más de
10.000 ciudadanos varones adultos (Finley), y lo mismo
sucede con las ciudades de Italia
que fue ocupando Roma en los inicios de la
República, mientras que la población de Atenas pudo llegar a los
40 o 50 mil ciudadanos y la de Roma a muchos más. Es
fácil deducir de estas cifras que la forma de
representación era mucho más efectiva en los
lugares pequeños, donde los ciudadanos podían
reunirse de hecho en la asamblea frecuentemente y hacer
sentir sus necesidades políticas.
En cuanto al impacto de la guerra,
está muy asociado con la expansión
territorial y sus consecuencias y con las modificaciones a
largo plazo que genera la guerra en las jerarquías y
formas sociales. Roma fue un estado conquistador desde el
comienzo de su historia.
"La combinación, por una parte, de
adquisición territorial y asentamiento constante de
campesinos (ciudadanos) en la
tierra conquistada con la conservación, por otra
parte, del entramado de la ciudad – estado y una
cierta medida de participación popular en el
gobierno, dio un peculiar sello romano a todos los aspectos
de su historia,
sociedad y
política." Por su parte, Atenas en su etapa
imperial, no se dedicó a anexar territorios al
estilo romano (es decir, tanto jurídica como
políticamente), sino que adquirió un imperio
que le pagaba tributos. La diferencia de tamaño
entre ambas sociedades en sus etapas de apogeo es
claramente diferente. Según Finley, estas
diferencias de magnitud, sin duda repercutieron en la
política. Por ejemplo, el aspecto conquistador
romano influyó en el funcionamiento y las características de su constitución, así como en el
carácter y comportamiento de sus líderes
políticos.
El tema de la participación popular en Atenas y Roma
es también muy importante para comprender las formas
políticas de ambas sociedades. Según Finley,
"pese a todas sus diferencias [Atenas y Roma] tuvieron en
común un elemento de participación popular.
Por consiguiente los líderes políticos,
quienesquiera que fuesen y comoquiera que hubieran
adquirido su status, se veían obligados no
sólo a maniobrar entre sí, sino
también a maniobrar de tal modo que se asegurasen el
apoyo popular para diversos fines." Naturalmente, el
liderazgo político fue monopolizado
por el sector más rico de los ciudadanos. Finley
atribuye a este hecho un motivo psicológico y uno
financiero, el primero "emanaba de una sociedad
tradicionalmente jerárquica", mientras que el
segundo se da debido a que las clases más adineradas
eran las que podían sostener los gastos
de gobierno y de guerra. Por lo tanto, Finley concluye
afirmando que la política, al nivel de los
líderes, era una actividad de dedicación
plena, que se convertía en un modo de vida. Los
individuos debían primero elegir dedicarse a la
política para luego intentar progresar, por esa
razón se hacía necesaria una familia
capaz de solventar los gastos y
de poder
establecer el punto de partida en la carrera de uno de sus
integrantes.- Finley y el nacimiento de la política.
- El funcionamiento de la democracia
ateniense y sus órganos de gobierno,
comparación con Roma.
A partir de las reformas de Clístenes, son muchos
los autores que consideran que se inicia la democracia en
Atenas. Las magistraturas eran electivas y los funcionarios
elegidos por sorteo duraban generalmente un año en sus
cargos y transcurrido ese lapso, la Asamblea juzgaba su
actuación. El gobierno ateniense poseía las
siguientes instituciones:
- El Arcontado. Con el desarrollo
de la democracia, los nueve arcontes tradicionales fueron
perdiendo autoridad.
Finalmente, conservaron ciertas atribuciones de carácter
judicial y religioso. - El Consejo (Bulé). Luego de las reformas de
Clístenes lo integraban quinientos miembros, sorteados
anualmente entre ciudadanos mayores de treinta años.
Para deliberar, debido a su número, se dividían
en diez secciones con cincuenta miembros cada una, que
trabajaban una décima parte del año. El Consejo
poseía amplias atribuciones, especialmente legislativas.
Estudiaba todas las cuestiones de estado, preparaba y
discutía los proyectos de
ley y se
ocupaba de las relaciones exteriores. - La Asamblea del pueblo (Ecclesia). La
componían todos los ciudadanos mayores de veinte
años y era convocada, generalmente cada ocho
días. Se reunía en el Ágora o en las
proximidades de la Acrópolis. La Asamblea tenía
la facultad de declarar la guerra, elegir anualmente los
funcionarios y examinar su situación. Además era
la encargada de ejecutar el ostracismo y otorgar la
ciudadanía. - Los estrategos. A partir del siglo V a.d.C., diez
estrategos reemplazaron al arconte ptolemarca en el mando del
ejército y las fuerzas navales. Podían ser
reelectos, y en caso de guerra uno solo dirigía las
operaciones.
Con el transcurso del tiempo
aumentaron su prestigio y algunos, como Pericles, ocuparon
altos cargos de poder. - El Areópago. A pesar de conservar su autoridad
moral, en la
práctica, perdió casi todas sus atribuciones.
Juzgaba cierto tipo de crímenes, pero fundamentalmente
cuidaba la
educación y las costumbres. - El tribunal de los Heliastas. Lo integraban seis mil
jueces (seiscientos por tribu) sorteados entre los ciudadanos
mayores de treinta años. Como era un cuerpo demasiado
numeroso, para sus deliberaciones se dividía en diez
secciones de quinientos miembros cada una y se elegían
mil suplentes. Esta cantidad excesiva de jueces, fue
perjudicial para el funcionamiento de la justicia.
Las atribuciones judiciales de este órgano, eran
amplias, pues entendía en casi todo tipo de
crímenes, menos los asesinatos, que correspondían
al Areópago.
La siguiente es la
organización de los órganos gubernamentales
durante la República romana:
- Los magistrados: Las magistraturas fueron electivas,
sus integrantes (salvo contadas excepciones) eran elegidos por
sufragio popular y duraban generalmente un año. El trabajo
en las magistraturas no era remunerado, y debía ser
respetada una serie de jerarquías que establecía
que sólo podían participar en los cargos mayores
quienes habían formado parte de cargos menores. Los
magistrados en Roma eran los siguientes:
- Cónsules: Una vez expulsados los reyes, el
poder civil y militar quedó en manos de dos
cónsules que ejercían sus funciones
anualmente. Ejercían la mayor autoridad pues
presidían el Senado, convocaban a asambleas populares y
comandaban los ejércitos. - Dictadura: Cuando una invasión o guerra civil
amenazaba a Roma, los cónsules eran suspendidos en sus
funciones y
reemplazados por un dictador, que gobernaba sólo. Como
estaba investido con muchas atribuciones, debía
renunciar cuando el peligro terminaba, y si los conflictos
continuaban debía ser reemplazado a los seis
meses. - Censores: Estos dos magistrados tenían la
misión
de confeccionar cada seis años el censo, es decir, el
padrón general del pueblo romano donde figuraba la
nómina de ciudadanos y sus bienes. Con
el transcurso del tiempo,
aumentaron sus atribuciones, llegaron a poder vigilar la
conducta de
los funcionarios y "degradar" a un senador y hasta expulsarlo
de sus funciones. - Pretores: En principio, los cónsules
resolvieron las cuestiones judiciales, pero con el tiempo la
cantidad de problemas
aumentó y se creó el puesto de pretor. En un
primer momento no existió más de uno, pero luego
llegó a haber hasta doce. - Tribunos de la Plebe: Representaban al pueblo y
duraban un año en el desempeño de su cargo. Eran funcionarios
que defendían a las clases desprotegidas ante las
arbitrariedades de los patricios. Por medio del veto
podían impedir el cumplimiento de una resolución
que afectara los intereses de sus representados. - Ediles: Tenían a su cargo los asuntos
policiales, el cuidado de los edificios y la celebración
de los festejos públicos. - Cuestores: Eran los funcionarios que se ocupaban de
las cuestiones financieras. Administraban el tesoro
público, controlaban los gastos del Estado y
percibían los impuestos de
los territorios conquistados.
2) Senado
Es el cuerpo más famoso de la República Romana. Fue
creado durante la monarquía y contó en un principio
con trescientos miembros, aunque posteriormente su número
aumentó a seiscientos. Sólo podían
integrarlo aquellos que ya habían participado, por lo
menos, en una de las magistraturas del Estado. En principio eran
elegidos de forma vitalicia, pero aproximadamente desde el siglo
IV a.d.C. los censores tenían la atribución que les
permitía la posibilidad de destituirlos si su conducta no era
honorable.
El senado tuvo amplios poderes. Intervenía en las
funciones legislativas, porque tenía la facultad de tener
gran peso en la aprobación de las leyes. Sus
propias resoluciones eran denominadas "senadoconsultos" y
trataban cuestiones referentes a la
administración interior, al gobierno de las
provincias, a la religión y a la
política exterior.
- Los Comisios
Para expresar su opinión en asuntos de gobierno,
los ciudadanos se reunían en asambleas del pueblo o
comicios. Estos comicios eran tres:
- Comicios curiados: Fue la asamblea más antigua
y se basaba la división religiosa del pueblo por curias.
Sus integrantes eran exclusivamente patricios y se agrupaban en
treinta curias, las cuales trataban los asuntos aisladamente y
luego cada una de ellas emitía un voto. - Comicios centuriados: En estas asambleas, los
concurrentes, patricios y plebeyos, se dividían por
centurias o agrupación militar de ciudadanos de cinco
clases, de acuerdo con su fortuna. Aunque se admitía la
participación popular, los elementos
aristocráticos tenían mayor peso. Por su
carácter militar se reunían en el Campo de Marte
porque estaba prohibido el ingreso de tropas armadas a la
ciudad de Roma. Los comicios centuriados elegían a los
altos funcionarios del gobierno, creaban y derogaban ciertas
leyes,
decidían apelaciones de sentencias judiciales y
podían declarar la guerra o concertar la
paz. - Comicios por tribus: Todos los ciudadanos
pertenecían a esta asamblea y no había
distinción entre ricos y pobres. Es considerada como la
verdadera institución democrática de la
República Romana, y su prestigio aumentó con el
tiempo. El criterio de división era el de las tribus, es
decir, los "barrios" en los que se dividía el territorio
romano.
Como bien afirma Finley, es un error establecer la
ecuación democracia = régimen electoral para la
política en el Mundo Antiguo. Este error surge de nuestra
idea moderna de Estado y de democracia y "exige un esfuerzo
consciente para dejarla de lado en el estudio de la
política antigua." Es un grave error pensar a Atenas o
Roma cómo regímenes electorales, las elecciones
existían, pero no tenían el peso final y absoluto
que, en teoría,
tienen hoy en día. Esto sucedía por varias razones,
en primer lugar podía existir un consejo que tuviera en
sus manos la decisión final, además podía
suceder que los cargos electivos no sean los realmente
importantes para el gobierno de la ciudad, y también hubo
"un liderazgo
salido casi exclusivamente de las clases
sociales altas."
En Atenas, las cesiones de la Asamblea eran públicas para
cualquier ciudadano que quisiera acudir, en la Asamblea se
tenía el poder del voto directo para las propuestas que se
debatían abiertamente. Además, como se
mencionó anteriormente, había dos consejos, el
Areópago, que era un vestigio arcaico que fue perdiendo
todo su antiguo poder en manos del Consejo de los Quinientos. Los
miembros de este último eran elegidos por sorteo de entre
todos los ciudadanos de más de treinta años que
decidían que su nombre fuera presentado en la lista; la
duración de los cargos era de un año y un hombre
podía ejercerlo sólo dos veces en su vida.
Según Finley, "casi todos los magistrados eran
seleccionados también por sorteo, sello de democracia para
los griegos". Aristóteles no habla de sufragio al definir
a la democracia, sino que se refiere concretamente al sorteo en
las magistraturas: "Democracia es la forma de gobierno en la que
las magistraturas se reparten por sorteo."
El poder de los magistrados se veía limitado porque se
veían controlados mediante lo que Finley denomina
calificaciones (es decir sus méritos), lo que perjudicaba
a los magistrados frente a la Asamblea o el Consejo de los
Quinientos.
Si bien todo este sistema hace parecer que había gran
participación de las masas populares, no se puede aseverar
con certeza que esto haya sido realmente así. "La Asamblea
no era un parlamento con miembros fijos; no hay duda de que pocos
ciudadanos comunes y corrientes se tomaron la molestia de asistir
a sesiones de rutina, pero es inimaginable que el tema de ir o no
a la guerra con Esparta encontrara un desinterés
semejante." Además, resulta imposible imaginar que un
decreto pudiera ser tratado detalladamente en una sesión
multitudinaria de una Asamblea al aire libre.
Finley afirma que era extraño que un ciudadano
común y corriente que asistía a la Asamblea se
tomara la molestia de recurrir a los registros
públicos a verificar datos que eran
tratados
sólo en forma oral en los debates, cosa que resulta
lógica.
En cuanto a Roma, pueden encontrarse diferencias notorias
respecto a Atenas. Existen similitudes como la imposibilidad
recién mencionada a acceder a información necesaria, el papel de la
gloria militar en la política y el patronazgo cómo
método
para obtener liderazgo político. En cuanto a las
diferencias, hay muchas entre el sistema ateniense y el romano.
Los romanos poseían no una, sino tres asambleas a las que
dirigirse para tratar los problemas de
su comunidad. Pero a
pesar de que este hecho aparenta un mayor grado de
participación popular en el gobierno, no es así, ya
que "los recursos formales
ideados para asegurar un estrecho control de la
elite se acumularon hasta equivaler a una auténtica camisa
de fuerza.".
Finley explica una serie de elementos que lo llevan a la
conclusión de que las clases dominantes romanas
tenían todo un sistema burocrático que
desfavorecía, y en algunos casos, impedía la
participación popular. Por ejemplo no había fechas
fijas para las sesiones y ni siquiera para las elecciones anuales
de cónsul. Y cuando por fin había una asamblea, no
había discusión, sino solamente una votación
para aprobar o rechazar un proyecto de
ley, y ni
siquiera estaba permitido tratar más de un proyecto de ley
por sesión. Este tipo de reglas generaban importantes
trabas a la participación de los ciudadanos, especialmente
los que vivían a cierta distancia de la ciudad de Roma,
donde se realizaban la totalidad de la prácticas
políticas.
Resulta muy interesante una afirmación que hace
Finley con respecto a la evolución de la política en Atenas y
Roma: explica cómo la coacción a la que estaban
sometidos tanto los griegos como los romanos los llevaron a
innovar permanentemente en las formas de liderazgo y de
representación y que eso explica de alguna manera su
"originalidad". Esto quiere decir que el desarrollo de la
política no fue un acto consciente, sino que se fue dando
en base a las necesidades del momento.
A lo largo del trabajo se ha visto como la democracia en Atenas y
la República Romana, no eran sistemas
"democráticos" en el sentido que los entendemos hay en
día, ya que representaban sólo a una porción
muy pequeña de la población. Estos sistemas dejaban de lado a
numerosos sectores, como las mujeres o los esclavos,
además de los ciudadanos que tenían derechos políticos
limitados. Además de este grupo que
quedaba fuera del sistema, los ciudadanos que sí
tenían derechos políticos se
veían también limitados en su accionar por diversas
razones, desde las dependencias generadas por clientelas y
facciones hasta por "fallas" estructurales del sistema que
dejaban las decisiones realmente importantes en manos de las
elites aristocráticas.
Esto no quiere decir que los sistemas estudiados no hayan sido
representativos de la masa de ciudadanos en ciertos aspectos, el
sistema democrático ateniense fue una gran novedad para el
Mundo Antiguo, que significó la momentánea
desaparición de los regímenes unipersonales como
monarquías o tiranías. Por primera vez había
órganos de gobierno organizados que se limitaban sus
poderes entre sí y cuyos integrantes (salvo en ciertas
excepciones) eran elegidos por el pueblo o al azar y no
respondían (en teoría)
a los grupos de
poderosos aristocráticos que usualmente detentaban el
poder.
Finalmente, resulta importante comprender la gran influencia del
contexto histórico en el que se evoluciona un sistema
político, ya que la política no es una actividad
aislada de la situación del lugar en el que se desarrolla.
Las guerras, la
economía
los cambios sociales, son productos de
decisiones políticas y, a su vez, producen decisiones que
modifican la política.
7. Bibliografía.
- Bravo, Gonzalo: "Historia del mundo antiguo". Una
introducción crítica. Madrid,
Alianza, 1994. - Vidal Naquet y Austin: "Economía y sociedad
en la Grecia
Antigua". Barcelona, Paidós, 1887. - Finley, Moses: "El nacimiento de la política".
Barcelona, Crítica, Grijalbo, 1986. - Finley, Moses: "Grecia
Antigua: Economía y Sociedad". Barcelona,
Crítica, Grijalbo, 1984. - Domingo, Plácido: "La Sociedad Ateniense. La
evolución social de Atenas durante la
Guerra del Peloponeso". Barcelona, Crítica, Grijalbo,
1997. - Bowra, C.M.: "La Atenas de Pericles". Madrid,
Alianza, 1974. - Mann, Michel: "Las fuentes del
poder social. Una historia del poder desde los comienzos hasta
1760". Madrid, Alianza, s/f.
Fuentes históricas:
- Aristóteles; "Política". Madrid,
Editorial Gredos, 2000. - Aristóteles; "Retórica". Madrid,
Editorial Gredos, 2000. - Heródoto; "Historia". Madrid, Editorial
Gredos, 2000. - Tucídides; "Historia de la Guerra del
Peloponeso". Madrid, Editorial Gredos, 2000.
Autor:
Esteban Bargas
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |