- Introducción
- El misterio de las dos mayores pirámides de Giza
- Un soporte para las pirámides de Giza
- Anexo: un detalle que se explica accidental, y no lo es
CAPÍTULO 1
Introducción
Un lector de mis temas de investigación amablemente me comentó que, por todo aquello que había leído en mis escritos, le parecía como si yo tuviese una visión en colores, mientras que el resto de las personas sólo verían las cosas en blanco y negro. Literariamente queda bien, pero realmente no es así. Yo sé lo que me cuesta investigar y presentar mis descubrimientos. En esta ocasión, cuando me dispongo a escribir un capítulo desconocido de la Historia de la Humanidad, si logro mi objetivo será por mi pleno convencimiento del poder que el espíritu tiene sobre la materia. Para empezar, siempre procuro superar las ideas establecidas, y así, gracias a mi libertad, puedo ilusionarme en el estudio de las más diversas materias. Otro lector, a través de una nota en las redes sociales, me sugirió que quizá yo sería capaz de explicar los motivos del por qué las dos mayores pirámides de Giza son prácticamente iguales. El misterio no es menor; y lo afronté, puesto que con su comentario me esclareció cuál era el núcleo del misterio de las pirámides. Busqué unos apuntes inéditos acerca del dicho asunto, que tenía guardados desde mi juventud.
Tanto los egiptólogos como los historiadores, hoy ya ni se preguntan el motivo de que tengan tanta simetría unas construcciones increíblemente gigantescas, como son las dos enigmáticas pirámides de Giza. Ese olvido es tan evidente, que me animó a tomarme en serio el reto de lograr explicarlo, pues no me pareció un tema trivial. Otras sugerencias de diversos lectores sí que me lo parecieron, como por ejemplo, el que yo podría buscar el remedio para los males del país en que vivimos. Es una banalidad. Todos sabemos que se terminaría evitando la impunidad de los delincuentes. No se hace, porque las leyes justamente las dictan los mismos personajes que socialmente hacen brillar la punta de la pirámide social. Para ir al fondo del asunto habría que fomentar la enseñanza en valores desde la escuela.
En la universidad de Salamanca se advierte a los que se matricularon para aprender, que: "si no llevan su propia luz, la más tradicional ciudad universitaria de España, tampoco se la podrá dar". El verdadero mal, más que la ignorancia misma, es no desear superarse. Yo me referiré en estas páginas a unos sacerdotes que la combatieron, y para conseguirlo no dudaron en emplear la magia de una determinada geometría. La visualización idealizada del conjunto formado por la Esfinge de Giza y las dos mayores pirámides, una vez terminado de construir, creyeron que podría ayudar a superar la inquietud existencial de mucha gente. Su solución nos invita a identificar los principios ético-morales que, según ellos, regían el mundo. Al volver a descubrirlos, nosotros podremos tener ventaja con los símbolos elegidos de forma consciente, convencidos de que el universo es tan generoso que derrama ayudas, incluidas las espirituales. Para los antiguos egipcios dar sentido al conjunto de las dos grandes pirámides y la Esfinge de Giza, debió de ser como disponer de una especie de "Cuerno de la abundancia"; fue como si a cada iniciado lo guiase una luz mayor que el propio sol, pues sus beneficios se traducen en una muy íntima felicidad.
De las dos mayores pirámides de Giza existen infinidad de teorías, más o menos fantasiosas. Lo más cierto es que estuvieron asociadas al sol, al cual divinizaron llamándolo Ra. Presuntamente fue esa misma idea la que hizo construir pirámides en todos los continentes. Mi intención será procurar explicar la existencia de la utilidad dada a las dos mayores de Giza sin aburrir al lector, para lo cual evitaré extenderme en aquello que ya consta en las enciclopedias, así como tampoco desarrollaré completamente algunos aspectos de esta investigación. Dejaré que mis lectores más capaces complementen mis ideas, y para ello les doy aquí las principales directrices. Seguramente sus archivos y sus fotos serán mucho mejores que los míos. La totalidad de mis intereses incluyen muchas otras investigaciones, que son parte de mi universo mental. La idea que me ocupará aquí será la presentación de una balanza muy superior a la que en el Antiguo Egipto tuvo utilidad funeraria, empleada para juzgar si algún difunto merecía el tránsito al Más Allá. Aquel rito se llamó "Pesaje de las Palabras" ante el dios Osiris. La "Balanza Solar" que presentaré, fue aplicada a su religión con un esfuerzo comparable al volumen de sus dos mayores pirámides. Quizá realizaron tantos dibujos de la "Pesada del Alma" (del difunto), al aplicarle mejoras muy útiles, siendo mucho más empleada después de haberla perfeccionado. La ciencia es un camino y nunca una meta, pues, quien tiene espíritu científico siempre procura mejorar sus conocimientos.
Aunque nadie parece interesado por la separación existente entre las dos mayores pirámides de Giza, a mí me extraña que entre ambas haya la misma distancia (230 m.) que cada base de pirámide mide de lado, partiendo del nivel de la hecha por Kefrén. Esta similitud las relaciona como un conjunto inseparable, tal como mi tesis necesita para presentarlas vinculadas y hacer evidente su verdadera función. La idea fue construirlas con una distancia proporcional, para que cuando el sol estuviese en su cenit, el observador situado entre los dos grandes triángulos de su perspectiva lejana y el sol que serviría de soporte, todo el conjunto sugiriese la gráfica idea de una "Balanza Solar." El papel de la Esfinge consistía en que, cuando no brillaba el sol, idealizadamente lo hacía visible por haber colocado un disco de oro sobre su cabeza. Para defender esa teoría no expondré hechos, sino sólo razonamientos. Se trata de desvelar una solución ficticia para nuestra actual mentalidad, pero a pesar de todo, yo defiendo que debe ser recordado en la historia del Antiguo Egipto. FOTO: LOS MONUMENTOS DE GIZA CONFIGURABAN UNA BALANZA
Cuando yo era joven me intrigaban las grandes pirámides y la Esfinge de Giza. De ésta aún me cuesta creer que nunca nadie la haya imaginado con el sol sobre su cabeza, pues siempre está presente en otras imágenes de dioses egipcios. Por aquella inspiración hoy entiendo que soy la persona idónea debido a que mis conocimientos no están influidos por los dogmatismos de los egiptólogos, y en cambio estoy al corriente de sus logros y publicaciones. He dedicado a la cultura egipcia muchos años, porque he escrito y publicado una particular investigación. Está muy elaborada y apoyada con una fotografía aérea (de procedencia Stern), sobre la inesperada aparición de una imagen de rostro humano cerca de la gran Esfinge de Giza.
En estas páginas propongo una nueva forma de mirar las dos mayores pirámides de Egipto. Puede ser beneficioso, según avisa aquella frase de Albert Einstein: "La mente que se abre a una nueva idea, jamás regresa a su tamaño original." No se debe estudiar una disciplina como un todo, porque, por ejemplo, la Edad Media europea, habiendo durado varios siglos, sucedió que en cada país se evolucionó bajo diferentes circunstancias, y además en cada generación hubo inventos y modas que provocaron cambios sociales. En varias de mis investigaciones me limité a estudiar solamente las circunstancias acontecidas durante los siglos XII y XIII. Volviendo a las pirámides de Egipto, lo más cierto es que fundamentalmente todas se inspiraron en una idea común, tal como sucede en los templos del cristianismo, donde desde el Imperio Romano (cada basílica, y hasta el futurista templo de la Sagrada Familia, en Barcelona, del arquitecto Antoni Gaudí), siempre fueron la "Casa de Dios.". FOTO: SÍMBOLO EN UNA IGLESIA DE BARCELONA
Mi opinión referente a las pirámides con el paso de los años fue evolucionando. Todas las fases las fui superando, hasta llegar a la que defiendo en estas páginas, y concluir que: No entendemos las pirámides, pero ellas (al menos quienes planificaron la de Keops), sí que entendían al género humano. Los que imaginaron una "Balanza Solar" entendieron cómo funciona nuestra mente, incluyendo el miedo intrínseco que nos provoca reconocer nuestra propia insignificancia ante el poder de la naturaleza. Creo que Dios habla más a cada persona que cualquier fiel pueda rezarle a él. A mi me sirve la siguiente prueba: Cuando hacemos planes, y tomamos precauciones para realizarlos con éxito, hemos hecho muchas reflexiones previas, las cuales necesitan de muy diferentes formas de equilibrio. Si algún aspecto del desarrollo hubiese sido olvidado, lo puedo comparar, metafóricamente, a una autopista cuyo suelo tuviese una zanja de medio metro en toda la anchura del asfalto.
El cosmos no gira observando el ego individual ni los logros tecnológicos, sino por el poder Divino; y deduzco que aquello que fue construido guiándose con el Espíritu, el espíritu humano lo ha de saber encontrar. Sin su contribución resultará inútil esforzarse, como ante las pirámides los milenios han demostrado. Para apoyar mi teoría presentaré las dos mayores pirámides de Egipto como vestigios de una idea que llamo "Balanza Solar." Es el básico diseño de un soporte horizontal que mantiene en sus dos extremos dos "cuerdas" verticales paralelas. Es un modelo que en Egipto los comerciantes ya conocían hacia el 5000 a.C. (hay dibujo en Beni-Hassan). Posteriormente modificaron aquellas balanzas con un truco realmente ingenioso. Consistía en hacer pasar la cruz de intercesión por una anilla atada a una varilla paralela a dicha cruz, que en su parte inferior llevaba un contrapeso atado. Así podían comprobar con sus dedos la horizontalidad del travesaño sin tener que mirar la balanza, porque la anilla se movía libremente.
La necesidad de confiar en un equilibrio exacto y justo, hizo valorar las balanzas como el mayor invento del mundo desde cuando las reses domesticadas eran el precio básico estipulado en tiempos anteriores al uso de la moneda. El anterior sistema de intercambio, o trueque, les permitía comerciar por el simple cambio de mercancías. Las cosas tienen el valor que se les da. Pero sucedió que los sacerdotes egipcios finalmente adoptaron la útil balanza dándole categoría de "sagrada", para poder efectuar sus rituales. La semántica me resulta hoy insuficiente al querer presentarla debidamente durante el periodo que se construyeron las dos mayores pirámides de Giza. Básicamente pasó a ser un instrumento que se relacionaba con la propia alma, lo cual daba crédito a su fe, ya que gracias a la balanza podían relacionarse mejor con el sol. La pesadez de las dos grandes pirámides de Giza recordará eternamente aquel gran descubrimiento acerca del alma humana. Fue por tal motivo que construyeron tan grandes, y no tanto por su relación con el sol. Los sacerdotes de Kefrén realmente consiguieron asegurarse de que su obra sería siempre una ayuda espiritual para la humanidad. Asimismo, hay que decir que sus obreros debieron de ser gente muy íntegra, y también sus familias, pues sin su colaboración en labores de apoyo imprescindibles no hubiesen conseguido el éxito. Era un verdadero reto humano y lo llevaron a cabo familias enteras de gente libre y entusiasta, porque normalmente veían que se presentaba el sol cada nuevo amanecer. Ellos no podían obrar de otro modo. F: BALANZA PARA LA ESPIRITUALIDAD
Se puede leer la primera mención de una balanza sagrada en el Libro de los Muertos (XII capítulo). Quizá escribieron ¿casualmente? estas palabras: "La Balanza que lleva en si misma la Verdad y la Justicia." Retengan el hecho intencionado: una balanza sagrada consta escrito en el XII capítulo; y es que no volvieron a referirse a una balanza sagrada hasta el capítulo CIII, que: es de alabanza a la Verdad y a la Justicia. El iniciado difunto, refiriéndose al corazón, responde al dios Seth: "Tu balanza, en verdad, es en nuestro corazón donde hay que buscarla." Asimismo, pronuncia la siguiente frase ante el santuario de la diosa MA'AT: "En verdad tu balanza es nuestra coraza.";…y más adelante, en las llamadas Confesiones Negativas, dice: "No he manipulado los pesos de la Balanza ni su soporte (astil)." En el llamado "Papiro Nu" (incluido en el "Libro de los Muertos"), consta que el iniciado dice a los dioses del Mundo Inferior: "Yo llego aquí para dar testimonio de la Verdad, a fin de que la Balanza sea establecida en Aukert." Después la cita varias veces con la letra _B_ inicial en mayúscula. Unas líneas más adelante el difunto, al ser preguntado por el nombre oculto del cerrojo que le impide abrir una puerta, responde y dice: "(Eres) Centro de gravedad en la Balanza de la Verdad-Justicia." A ésta le sigue otra pregunta y una respuesta parecida.
Observar el imponente aspecto físico de las pirámides de Giza, nunca dio resultados para resolver su intencionalidad. Quizá tendremos mayores posibilidades si prestamos atención a su vertiente espiritual. Yo empecé con esa esperanza, y mereció la pena esforzarme porque lo que escribiré a continuación será superior a su imponente tamaño material. Ello es posible, porque quienes planificaron el conjunto monumental de Giza nos querían ofrecer la posibilidad de lograr tener una visión superior de nosotros mismos, puesto que pensaban en toda la Humanidad futura.
Siempre procuro ir a la raíz de los problemas, porque después se multiplican por intereses subjetivos que hacen derivar por la tangente el meollo de la cuestión que se quiere resolver. Si fuesen al núcleo, o raíz, del problema darían más importancia a la ética, al reconstrucción conjunta, y al juego limpio. Es el secreto de una óptima relación con uno mismo y con el resto de la sociedad. Al menos la Iglesia hay que reconocer que, con todos sus humanos defectos, siempre ha conservado una idea básica: las personas son animales que rezan. En efecto, ni cortando las alas a todas la aves durante siglos se evitaría que volviesen a nacer crías con dichos atributos, y en las personas bien construidas siempre se tratará de superar el problema existencial. Sucederá igual en el futuros, a pesar de la confortabilidad que la gente logre disfrutar. En fin, voy a actuar como siempre, confiando en salir victorioso en cualquiera que sea el trabajo que emprendo.
Después de un siglo de existir oficialmente la Egiptología hay personas, mucho mejor preparada que yo, que son capaces de comprobar como la perspectiva de una investigación cambia al juntar dos elementos. A mi modo de ver, su forma de ignorar las motivaciones del alma les ha cobrado un elevado precio. Renuncian traspasar el período cuando la magia era el poder social más acreditado. Particularmente me inclino siempre a considerar la existencia de una materia invisible, en sintonía con nuestras capacidades intelectuales, por lo que estoy interesado en la evolución de la mente combinando ideas filosóficas. El riesgo de mi exposición es que alguien no pueda seguirla por no tener una mente suficiente permeable. Al evolucionar mis argumentos se entenderá mi asombro por haber merecido asumir tanta responsabilidad, pero sabré aprovechar esta oportunidad, tal como hice en mis anteriores investigaciones. Estoy convencido de que sacaré ventajas al presentar la pirámide de Kefrén como una obra hecha con mucho amor, porque mi obra también está escrita con amor. Recuerdo una famosa frase de Hermes/Thoth: Hoy es hoy; el ayer ya pasó, y yo soy el creador del mañana.. Opino que su sentido puede ser explicado, y lo desarrollaré en estas mismas páginas para quien sea un buen entendedor. No obstante, tal vez para otros, observando una sola de las fotos que voy a incluir, ya me podrán comprender.
Se ha avanzado mucho en el estudio del Antiguo Egipto desde que uno de los dibujantes al servicio de Napoleón, después de haber realizado mil dibujos de aquellas ruinas, hizo la siguiente observación: "Esta cultura debieron tener algún Dios." Y lo dijo sin haber estado en Abu Simbel, que entonces estaba casi cubierto de arena. Es aquel monumento que, cuando sale el sol por el horizonte el día del equinoccio, ilumina tres de las cuatro esculturas que están sentadas (tres dioses y el faraón) del sancta-sanctorum en el fondo del templo. Mi caballo de batalla en estas páginas trata de conciliar dos formas de presentar el sol divinizado: El sol de día, que desde el cielo nos alumbra; y el sol interno que nos da luces para ser mejores personas. Si el miedo no nos hiciese comportar como depredadores, quizá todos seríamos santos desde nuestro nacimiento. En estas páginas encuentro una ocasión "de oro" para reivindicar unos criterios morales tan deteriorados, que será bueno recordarlos.
Yo busco mi equilibrio mental entre la ciencia y la espiritualidad, que están en evolución constantemente. Lo procuro porque me enriquece más que la visceral y extremista conducta dominante: todo blanco o todo negro. No obstante, mi sorprendente teoría inicialmente pondrá a los expertos en contra mío, porque mi planteamiento teórico puede que de entrada parezca una ingenuidad. Entiendo que plantearlo resulte ser odioso para el buen sentido de los científicos, porque yo mismo a veces lo pienso al leer las quimeras de algunos otros. Todos tenemos fallos, y para referirme a los científicos en general, y egiptólogos sobre la Esfinge y las pirámides de Giza en particular, me remito a lo escrito por el investigador alemán Erik von Daniken en el último capítulo de su libro: Der jungste tag hat langst begonnen" (Ed. Munchen 1995).
CAPÍTULO 2
El misterio de las dos mayores pirámides de Giza
Defiendo la simetría intencionada de las dos mayores pirámides de Egipto. No son una más una (1+1) muy cercanas, sino que simbolizan los dos platos de una sola balanza subliminal idealizada, por lo cual, como conjunto, tienen un valor añadido. Siempre me limito a tiempos cuando la pirámide del faraón Micerino (Men-kau-ra, o Menkeres) aún no existía. El diseño de una balanza sostenida por el divino sol (Ra) para los sacerdotes de la IV Dinastía representaba reproducir el artilugio más útil del mundo antiguo, el mismo que les permitió fomentar tratos comerciales con máximas garantías. Es un hecho que la savia de una floreciente comunidad está siempre en su capacidad de hacer negocios ¿Tal vez pueda atribuirse a aquel periodo del faraón Kefrén el perfeccionamiento del antiguo invento de balanza con dos platos? Los romanos muchos siglos después continuaban utilizando el mismo esquema, y lo dejaron pintado en la decoración de sus casas. Que nadie se moleste, porque mi planteamiento del problema no rompe los esquemas sobre las dos mayores pirámides de Giza; sencillamente porque nunca los hubo.
IMPORTANCIA DE LA BALANZA EN LA RELIGIÓN EGIPCIA
Me resisto a creer que la idea de una balanza como símbolo sagrado les fuese sugerida durante algún sueño. La cercanía de un caudaloso río pudo ofrecerles la idea de unos imprescindibles contrapesos, para acabar inventando la básica balanza. La chispa pudo haber saltado por entender que sus aguas eran el principal sostén, o soporte, de la vida entre una orilla y la otra. Ambas son cultivables y las asociaron a los dos platos, naciendo la idea de una básica balanza. Cuando la providencial herramienta se adaptó al ritual de las ceremonias religiosas, convinieron en que el soporte del gigantesco artilugio estaba situado, idealizadamente, en el disco solar. El sol tenía que intervenir, porque creyeron que afectaba a los difuntos con el mismo poder vitalizaba a todas las personas, sin distinguir entre buenas y malas.
Aunque en Egipto hay varias pirámides agrupadas por parejas, me limito a las dos más famosas del área de Giza, las cuales parecen ser iguales, pero no lo son. El faraón Kefrén para hacer su "copia" abarató los costes de construcción, y simplificó los pasillos de su interior. Asimismo, aprovechó un rellano más elevado respecto al nivel que se construyó la anterior pirámide de Keops. Si ésta última está 40 m. por encima del nivel de la Esfinge (a 600 m. lejos), al faraón Kefrén no le importó que su pirámide (destinada a ser el otro "plato" de una imaginaria balanza) estuviese sobre un pedestal, pues la comenzó a construir sobre un nivel 10 m. superior. FOTO: SEPARACIÓN REAL EN VERTICAL
En estas páginas expongo aspectos que omití en mi libro sobre la colina Gebel Ghibli, en Giza, cercana al barrio de Maadi, de la ciudad El Cairo. A los pies de dicha mole está el cementerio Nazlet Al-Simman, donde se siguen enterrando a los difuntos de la zona. En aquella obra yo me preguntaba el motivo por el cual no aprovecharon el muy elevado montículo de Gebel Ghibli, cerca de la Esfinge, para erigir la segunda de la primera gran pirámide. Pudieron haberse ahorrado la mitad de trabajo; pero es que después tampoco lo aprovecharon para construir encima suyo la pirámide de Kefrén (Khephren, o Khafre). Observo que en ésta sólo hay un pasadizo que la penetra, y sigue el nivel de su entrada. Mi investigación revela que para aquella segunda pirámide ya no creyeron necesario excavar allí ningún subterráneo. Para hacer visible su genuina idea construyeron otra nueva pirámide, a una distancia adecuada, para que, con la mente abierta, se pudiese admitir, hasta el fin del mundo, que nuestra verdadera realidad es sobre todo espiritual.
Las primeras pirámides solitarias quizá inicialmente fuesen concebidas como un observatorio astronómico, de ahí su orientación a puntos fijos de la bóveda celeste, ya que permite comprender la variación de las estrellas a lo largo de los días y las noches. Sería prometedor delimitar el suelo de su alrededor, que señalan sus sombras durante el año. El romano Vitruvio en su obra "De Architectura" (Libro X) opinó que la mecánica sería una manifestación de la divinidad. ("El incesante movimiento del Sol, de la Luna y de los cinco planetas"). Y por ello no solo las máquinas pertenecen a esa ciencia, sino que incluso sus efectos (que son "movimiento") son parte fundamental de sus preceptos. A dicha ciencia la llamaron Gnómica, y desde sus comienzos permitió que la arquitectura pudiese ser entendida como una aplicación de los principios metafísicos en el ámbito de lo sensible, y una sublimación de la materia.
A Kefrén sólo le interesaba que pareciesen semejantes, como si fuesen pirámides gemelas. En caso de haberla querido hacer exacta, habría incluido, por ejemplo, una doble vertiente en todos los lados de la pirámide. Es poco sabido, pero Keops previno que el efecto "relámpago solar" solamente fuese perceptible los días del equinoccio, justo a las 18 h. de la tarde. No se puede creer que siendo padre e hijo, entre los dos no hubiese diálogo; aunque Kefrén no era el hijo destinado a sucederle. Djadefre (Djedefre, Djedf-Ra, o Diodefre), hijo primogénito de Keops, sucedió a su padre y reinó ocho años, siempre obsesionado por el "Mito solar." Murió asesinado por Kefrén en un acto de justicia, debido a "un gran pecado" cometido por el que era su hermano mayor. Tan grande debió de ser, que la pirámide, aunque ya se había iniciado, se destruyó completamente.
Para poder seguir mejor mi argumentación, que superará la idea convencional de tan majestuosas obras semejantes, hay que admitir que espiritualmente somos inferiores a sus planificadores, porque nosotros, después de tantos milenios, hemos reducido nuestra humanidad al nivel ínfimo. Estamos capacitados para poder acercarnos a Dios, pero dudamos al intentarlo. Nos hablan de creer en Dios, pero para los egipcios que vivieron en tiempos de las pirámides su mentalidad no sería creer en él, sino amarlo. Si no estaban locos de amor, no servían para ser sacerdotes. Tales son las bases para comprender por qué se produjo en Egipto la sublimación religiosa. Se trató de grandes obras, solo comparables con el gran secretismo de sus sacerdotes promotores. Su intencionalidad sólo era conocida por los iniciados, quienes obedecían la voluntad del faraón Kefrén, que tuvo categoría de "dios viviente". Yo puedo sentir pena por el olvido de la idea de aquel conjunto piramidal construido basándose en una moralizadora idea que con los años se perdió. La idea de la justicia de los constructores de pirámides actualmente se sigue representando mediante una balanza. Me refiero a un icono con su dibujo que está reconocido universalmente por la justicia social, porque significa reconocer que mientras vivimos ansiamos íntimamente equilibrar nuestras acciones y reacciones; es decir, nos beneficiamos de la satisfacción de ser justos y poder evidenciarlo.
Aquella sabia arquitectura fue un modelo de relación cósmica, magnificada por los sacerdotes de Kefrén para reforzar sus creencias espirituales. Voy a especular acerca del faraón Keops (Queops, o Cheopes), porque pudo haber ideado todo el conjunto religioso monumental, que estaba compuesto por la que yo llamo "Balanza Solar" y la Esfinge de Giza cuando aún tenía la cabeza de un león. El faraón Keops reinó durante la IV Dinastía, y su pirámide se cree que fue construida cuando subió al trono el año 2589 a.C. (+2566 a.C.). Su nombre en jeroglífico abreviado fue Kufu, o Jufu) Fuera de Egipto lo llamaron diferente (algunos variantes de su nombre los menciono aquí, para facilitar encontrar esta página a los buscadores de Internet). Eusebius "el Africano" lo presentó como Sufies; Diodoro de Sicilia escribió que se llamaba Kemmis; y el sabio Eratóstenes lo llamó Saofis. También fue llamado Jeops (???? en griego, por Heródoto, y Sufis, aunque yo escribo Keops, siguiendo la opinión de Manetón (siglo III a.C.). A Keops le sucedieron cuatro de sus hijos: Dyedefra, Jafra (Kefrén, en griego, que significa El que se eleva como Ra), Dyedefhor y Baefra, que reinaron uno tras otro a la muerte del padre, quien por cierto, fue venerado como un dios durante los siglos posteriores hasta el Bajo Imperio, (o Periodo Tardío del Antiguo Egipto). Asimismo, es interesante su heredero Dyedefra, porque presuntamente se opuso a la inaudita idea de construir otra pirámide igual a la ya culminada. Suponiéndo que quizá Dyedefra fue apartado del poder, por negarse a llevar a cabo un desmesurado proyecto, podría ser que él fuese el más cuerdo de todos. El hecho es, que la pirámide complementaria la construyó su otro hijo, Kefrén, al ser nombrado faraón. Quizá él sí recuperó la idea original de su padre de levantar una Segunda Gran Pirámide, con altura y dimensiones semejantes a las que tenía muy cerca. Kefrén fue un faraón místico, benévolo y caritativo, que reinó durante 18 años. A él se atribuye el capítulo XXIX del "Libro de los Muertos" (que debería titularse "Salida del alma a la luz solar"), fue escrito el año 1300 a.C… Un par de siglos antes, el faraón Tutmosis ya habían dictado el "Libro del Duat", que era una guía para cuando el difunto fuese al "Mundo de los muertos", siendo su acceso a través de los monumentos funerarios.("Textos de las Pirámides" datan del año 2350 a.C.).
Para aquellos sacerdotes la idealizada balanza de dos platos, necesitaba del enorme peso de millones de bloques de varias toneladas, como bien lo demostraron. Sería como si, gracias a su solidez, pretendiesen expresar la de su propia espiritualidad. Siempre se ha sabido que las pirámides fueron obras de fe religiosa; y como las ideas siempre evolucionan, con el paso del tiempo, Kefrén quizá mandó construir otra pirámide, igual de grande, para superar los antiguos criterios religiosos expresados con la pirámide de su padre. Al reinar Micerino volverían a readaptar sus ideas religiosas, porque ya fueron tres las pirámides alineadas.
Me impresiona tanto el volumen de las dos pirámides de Giza, como la organización necesaria para construirlas. En tiempos de los faraones Keops y Kefrén tenían una administración muy eficiente, porque se beneficio de la unificación del país gracias a los sacerdotes de Heliópolis dedicados exclusivamente al dios Ra. (Amón fue divinidad de los sacerdotes del Reino Nuevo (V Dinastía). Los nunca suficiente alabados sacerdotes de Heliópolis fueron defensores del "Ideal Solar." Todos debieron de vivir en paz y prosperidad durante la construcción de las dos mayores pirámides. Como eran sabios y buenos, creyeron que la aureola del sol nunca debía ser alterada de forma artificial. Eso les hizo oponerse a la magia de los que veneraban a Osiris, sacerdotes de la muerte, porque vivieron obligados a proporcionar dioses y símbolos para destruir los efectos maléficos de la momificación. En la dicha oposición entre el bien y el mal, estuvo el germen que les llevó a la decadencia. Para empezar, después de haber fallecido todos los hijos de Keops, las pirámides se construyeron más pequeñas y de peor calidad.
Los complejos funerarios, con diversos edificios anexos existentes alrededor de las dos mayores pirámides de Giza, probablemente los construyeron mucho después del Imperio Antiguo (Periodo Arcaico), porque en la IV Dinastía no se habrían atrevido a empañar la idea de los dos platos de una "Balanza Solar." Son obras con las que querían invitar al mundo a mirar al cielo, y nada habría cerca que pudiese estorbar la atención. Me refiero siempre a cuando enterraron dos enormes barcos al pie de la Gran Pirámide para reforzar su idea de la luz solar "navegando" por el cielo. ¡El sol podía desplazarse en barco!. El primero fue encontrado el año 1954, y hoy está en un museo, y el segundo fue filmado cuando unos japoneses introdujeron una cámara a través de un agujero en el suelo y se conformaron viendo que era similar a la primera embarcación. Si en el Imperio Antiguo fueron capaces de tanta abstracción de ideas, no ha de extrañarnos que se imaginasen dos inmensos platos de una balanza para que fuese sostenida por el sol. Adviértase que las grandes pirámides que nos dejaron reflejan un mundo que superó la dimensión humana. Presuntamente los sacerdotes del faraón tenían la intención de crear un vórtice; es decir, un agujero en el espacio-tiempo.
Pasados los años de la construcción de Kefrén, los antiguos sacerdotes egipcios, ni con toda su erudición pudieron descifrar el misterio de las pirámides. Entre ellos incluyo a Manetón, el famoso sacerdote egipcio extraordinariamente erudito, el cual vivió mil años después de construirse las dos pirámides mayores de Giza. ¿Qué son mil años para nosotros? Es como si todavía faltase un siglo para la Primera Cruzada a Tierra Santa. Los años lo cambian siempre todo, y las obras de Manetón sólo fueron conocidas por haberlas citado el judío Flavio Jesefo en el siglo I a.C., y además por Eusebio de Cesarea, cuyos trabajos fueron compilados en el siglo VIII d.C.. FOTO: ANTECEDENTES DE LA BALANZA SOLAR
Para presentar idílicamente una "Balanza Solar" tenían que construir dos "platos de balanza" gigantescos (como las dos pirámides realmente lo son), para conseguir imaginar un instrumento digno del divino soporte, que para aquellos sacerdotes era el astro rey. Por fin se confirma lo que siempre se ha dicho: "Las pirámides de Giza imitan un conocimiento cósmico-esotérico para enlazar de alguna manera el cielo y la tierra." Y ello vale para los tiempos cuando la pirámide de Micerino, la más pequeña alineada en Giza, aún no existía.
En esta ocasión mi labor (que sería divertida, si me escribiese las páginas una mecanógrafa), tiene relación con la evolución filosófica y artística de los sacerdotes egipcios del Imperio Antiguo de Egipto (2575 a.C.- 2134 a.C.). Fue llamado Período Menfita, y se evidencia su gran devoción por el sol, hasta llegar a divinizarlo. Los sacerdotes (hm ntr, significando "servidor de Dios") del antiguo Egipto eran los funcionarios del faraón ("pera a", significando la gran casa, que era su palacio residencial. Durante el Imperio Antiguo, se entregaban a un ideal de vida sin dejar de ejercitar sus habilidades personales, ni de buscar el mayor de los objetivos que puede haber en la mente humana. A muchos no les basta con ser buenas personas; necesitan la santidad.
La teoría que presento del monumental conjunto arquitectónico de la meseta de Giza, cumple la exigencia de haber tenido una utilidad práctica. Para la mentalidad de los sacerdotes egipcios a los que me refiero, sería imprescindible que la Esfinge y las dos mayores pirámides tuviesen una sobresaliente funcionalidad moralizadora. Es decir, fue un complejo conjunto espiritual, porque aquellos que lo diseñaron fueron una gente extraordinariamente buena. Más que una obra de fe, la consideraron un eterno testimonio de amor a Dios. No ha de extrañar esta afirmación, pues el Amor es la fuerza más poderosa del mundo.
Dios habría creado todas las cosas, del mismo modo que las personas creamos nuestras imágenes mentales. Dios crea continuamente, y con su aliento deposita vida en los espacios infinitos del cosmos. Desde nuestra perspectiva no podemos entender tanta pureza, pero ahí están las dos grandes pirámides de Giza para demostrar que no tenían mesura en su amor a Dios. Exactamente, no veneraban al dios sol, sino a las emanaciones de su poder. Por otra parte sabían que el sol tiene efectos muy visibles, pero además, en el mundo invisible creyeron que existía el sol de la mente humana (el del corazón), el cual se puede apreciar por la actitud y auto dominio de cada persona. Los sabios sacerdotes que decidieron construir la pirámide de Kefrén deseaban crear una alegoría visual para mostrar la realidad del hombre y su trascendencia. Hicieron una obra tan impresionante para que fuese digna del dios sol, creador de todo lo visible e invisible, pues creó incluso todos los cuerpos que giran en órbita a su alrededor. Para ser consecuentes con el tamaño del sol (al cual lo imaginaban más cerca y más pequeño), buscaron relacionarse con esa divinidad (Ra) mediante la realización visual de una básica balanza de dos platos; un instrumento capaz de pesar, pues se partía de la exigencia de que ambos platos quedasen equilibrados.
Parece evidente que mediante la construcción de la primera pirámide de Keops se pretendió poder controlar los equinoccios. Con la segunda, la de Kefrén, se buscaba la intervención espiritual del dios sol en el corazón de las personas. Con la de Micerino se superó la utilitaria idea anterior, porque su funcionalidad se agigantó, al conjugarla con las dos pirámides mayores que le eran vecinas. En efecto, con la de Micerino, al ampliar el conjunto relacionándolo con las tres estrellas llamadas "Cinturón de Orión", probablemente creyeron que potenciaban la efectividad de su magia, cuando ésta tuvo un valor superior al actual, por ser entonces más perfeccionada. Pero, paradójicamente, no quedó rastro de la influencia del último tercer esquema cósmico. No he podido encontrar símbolos que recuerden su cosmogonía. No les gustaba pintar, ni hablar, de lo que hoy aún se considera que son "las dos joyas de Giza"; pero tampoco del río Nilo (no lo divinizaron), ni de los murciélagos, puesto que nunca los pintaron.
Me interesan la pirámides de todo el mundo, y hace décadas que colecciono fotos de todas ellas, así como de bellas panorámicas de montañas con silueta evocadoras del perfil de un rostro humano. En mi opinión en el Antiguo Egipto los sacerdotes que planificaron la pirámide de Keops probablemente querían imitar las dos montañas llamadas Mofi y Crofi. Están la zona de Tebaida, situada entre las ciudades de Elefantina y Siena. Entre ambas piramidales montañas se creía, cuando Heródoto visitó Egipto, que allí era donde nacía el río Nilo. Hizo aquel viaje cuando en la isla Elefantina los griegos mantenían una guarnición de soldados. Más hacia el interior, a la altura del lago Tocompso, Heródoto escribió que ya había etíopes. Recordaré que entre los jeroglíficos existe un símbolo que presenta dos triángulos juntos con el significado de montañas.
Snefru, el faraón padre de Keops, con audacia y fe, hizo apilar más toneladas de piedra que entre todos sus parientes sucesores juntos. Por cierto, fue por orden suya que se construyó la primera pirámide perfecta en Dahshur, hacia el año 2723 a.C.. Evitaré referirme a las pirámides de otros países, que son muchas y las conozco bien porque colecciono sus fotos y peculiaridades. Soy la persona idónea para explicarlo. Toda forma piramidal de Egipto debe verse como una especie de imán (aiman) capaz de relacionar, no sólo a las personas con un misterioso Dios cósmico (pues Ra, desde la llamada "Dinastía Cero", fue siempre la "piedra angular" de su región), sino que cada pirámide del mundo fue parte de un ingenioso instrumento ritual, muy capaz de relacionar las fuerzas telúricas con las cósmicas. Quizá pueda dar sentido a una inscripción, aparentemente sin sentido, que fue encontrada dentro de la pirámide de Keops. Es la famosa "Tabla Esmeralda", que puedo entender que es una clara alusión a la Estrella de David. FOTO: EL ANKH, LA CRUZ CON ASA
CAPÍTULO 3
Un soporte para las pirámides de Giza
Mediante fotografías agrupadas formando mosaicos (por faltarme almacenaje), ofrezco varios posibles dibujos ideales de la ayuda del sol, y del resto de elementos del conjunto, sosteniendo todo lo que se creyó que, de forma ideal, estaba colgado de diversos soportes. Expongo diversas hipótesis de la idea que hizo construir a los sacerdotes del Antiguo Egipto dos pirámides casi juntas y casi iguales. Su afán de adorar al dios sol (Ra) les exigió imaginar algún poderoso sostén. Con seguridad los egipcios de la IV Dinastía conocían la idea del sol con alas (Marduk) que, siendo la máxima divinidad de las ancestrales culturas de Mesopotamia, adoptaron todos los países del Oriente Próximo. Este debió de ser el sostén idóneo para los dos platos de una balanza del tamaño de las grandes pirámides.
CONEXIÓN CON EL SOL POR TRANSMISIÓN DE VOLUNTADES
Al preguntarme por la gran perfección que hizo construir la solitaria pirámide de Keops, he de poner a contribución una muy extraña experiencia que relataron unos científicos cuando estudiaban la gran Pirámide del Sol, la mayor de las ocho que se descubrieron el año 2005 cerca de Visoko, en Bosnia. Según dijeron, un potente rayo de luz eléctrica inesperadamente salió "disparado" desde su cima, enfocado hacia el cielo. Calcularon que aquel fenómeno tenía una potencia de 28 khz., y que el haz de luz tenía un grosor de 4,5 m..
Para que el peculiar relámpago se produjese en la pirámide, deberían darse unas medidas geométricas casi "mágicas". Los antiguos egipcios fueron los "Reyes de la magia", y presuntamente conocieron una linea energética que verticalmente buscaba el cielo. Probablemente los expertos sacerdotes de Keops, al construir su tan alabada pirámide, ya se habrían esforzado para conseguir potenciar el fenómeno energético descrito en Bosnia. Recuérdese que: así como el hombre religioso siempre implora, el mago, en cambio, ordena a los elementos que cumplan su voluntad. Cuando son varios individuos motivados los reunidos para conseguir algún determinado objetivo, entonces superan mucho los beneficios de la simple meditación pasiva.
Mi amigo Jaume Clavé apostilla un interesante dato al respecto a la foto del dicho rayo (que vió publicado en la www): El prefijo Pyr es indicativo de fuego, com en pira, o Pyr-eneu, y también es-pir-itu. En cuanto a Pyr-amidos, se parece a Dyn-amidos, por lo que se puede decir que Pyr siempre indica algún tipo de energía, incluso si es invisible, como en Giza, o sea, del tipo espiritual.
Después de haber construido varias pirámides, y haberse acostumbrado al efecto energético deseado, los sacerdotes de Kefrén pudieron desear superar la obra del faraón Keops, y lo conseguirían aplicando un esquema de máxima utilidad práctica. Construyeron otra pirámide semejante muy cercana, logrando configurar una "máquina" superior. Dos rayos del tipo descrito resultaron ser las imprescindibles "cuerdas de transmisión". Las idóneas para que el sol sostuviese los dos platos de una especial "Balanza". FOTO: LA SERPIENTE URAEUS
Recordaré que el símbolo de la cobra es muy bien conocido por destacarse en el centro de la corona del faraón. Dos fueron las cobras "Uraeus" (ureus, o uto/wadjet) incluidas cuando el faraón llevaba la doble corona (blanca y roja). La serpiente sagrada estaba unida al disco solar, del que era el ojo de Ra, y el ojo del faraón. Había otra deidad con forma de serpiente llamada Uadyet, que era la patrona del Bajo Egipto. Concretamente esta cobra, llamada Metui, estaba relacionada con la fuerza destructora del sol. Obraba como un desinfectante en la frente de Ra y del faraón, simbolizando la corona roja del Bajo Egipto.
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