Cuando se enseña a los niños hasta la edad de catorce años, es necesario tener presente ante todo que están emocionalmente centrados. Necesitan sentir realmente la belleza, la fortaleza y la sabiduría. No se puede esperar que razonen antes de esa edad, aún cuando evidencien el poder para hacerlo. Después de los catorce años, y durante la adolescencia, se procurará que respondan mentalmente a la verdad y confíen en que podrán resolver los problemas que se les presenten. Aunque no respondan, debe hacerse el esfuerzo para evocar la verdad.
En segundo término, se intentará descubrir aproximadamente el lugar que el niño ocupa en la escala de la evolución, mediante el estudio de su trasfondo, su equipo físico, la naturaleza de su mecanismo de respuesta con sus variadas reacciones, y aquello que más le interesa. Esta búsqueda produce un estado subjetivo de armonía con el niño, cuyos resultados son mucho más poderosos que los logrados mediante la repetición de palabras, durante meses, para transmitirle una idea.
Teoría, Métodos y Objetivos
Lo que voy a decir ahora es aún parte de la introducción. Agradecería que lo recuerden. Sin embargo, quisiera sentar una sólida base para las futuras enseñanzas sobre la construcción del antakarana, a fin de poder trabajar inteligentemente y no rigurosamente. Es esencial que al iniciar nuestro trabajo, éste tenga corno base lo que existe actualmente. La naturaleza trabaja sin pausas, y esto sucede aunque (desde el punto de vista de la ciencia académica) exista una escisión aparente entre los hechos y las especies conocidas. En los períodos de transición han desaparecido algunas de las formas que sirven de eslabón, y parece existir allí una brecha. En realidad no es así. No hemos descubierto aún todo lo que puede hallarse en el mundo de las apariencias fenoménicas. Actualmente estamos pasando por uno de los grandes períodos naturales de transición y sentando las bases para el surgimiento de un nuevo espécimen del ser humano –un ente más altamente evolucionado dentro de la familia humana– de lo cual proviene gran parte de nuestro problema y gran parte también del actual fracaso para satisfacer las demandas de la raza y estar a la altura de la necesidad humana, a fin de alcanzar el desenvolvimiento.
Existe en el mundo una teoría general sobre la educación y ciertos métodos fundamentales que se emplean universalmente. Los países varían mucho en la aplicación de los métodos, y los sistemas difieren considerablemente. Sin embargo, todos enseñan las mismas cosas fundamentales; enseñan a la juventud a leer, a escribir y, a alcanzar cierta habilidad para los números, instruyéndola sobre aritmética elemental. Estas tres simbolizan en forma curiosa el total desenvolvimiento evolutivo de la raza.
La lectura reviste de formas a las ideas y está relacionada con el primer paso del proceso creador en el cual la Deidad, regida e impelida por una idea (personificando el propósito y el plan de Dios), convirtió esa idea en la sustancia deseada y la revistió de la apariencia externa necesaria. La escritura simboliza el método por el cual se lleva a cabo el proceso, pero es, por supuesto, mucho más personal en sus implicaciones. La lectura concierne esencialmente a la comprensión de una idea determinada, mientras que la escritura, es curioso constatarlo, concierne a la consciente relación del propio individuo con las ideas; el empleo de las palabras al escribir, indica la medida de captación que posee el individuo de las ideas universales. La aritmética –y la capacidad de sumar, restar y multiplicar– está relacionada además con el proceso creador y concierne a la producción de esas formas que gestarán adecuadamente la idea y la llevarán a la manifestación en el plano físico.
Puede considerarse que la visión abarca los niveles superiores del plano mental donde la idea es presentida y vista. La escritura tiene una relación más definida con los niveles concretos del plano mental y con la capacidad del hombre para extraer y expresar a su manera las ideas visualizadas. La aritmética tiene una relación definida con los aspectos subsiguientes del proceso y con el surgimiento de una idea que correlacionada con otra toma forma en el plano físico. La visualización de la forma mental es un proceso que debe ser seguido por la apropiación de toda la energía que necesita la idea para ser efectiva o evidente, hablando en forma esotérica. Esto lo expresa el simbolismo de la aritmética.
Desde otro ángulo, el destino del hombre está escrito en el cielo y lo escribe durante su vida en la tierra; a sabiendas o no, empequeñece la idea que tiene de su alma y la reduce a su debida y propia forma, para que en cada vida sume, reste y multiplique, hasta completar la totalidad de experiencias de cada alma. Las tres ideas fundamentales están así simbólicamente presentadas en la educación elemental, aunque su verdadero significado está divorciado de la realidad y la correcta significación se ha perdido totalmente. Todo lo que poseemos, que surge lenta y definidamente a través de la educación mundial, está erigido sobre esta estructura incomprendida. La necesidad fundamental que enfrenta hoy el mundo de la educación consiste en relacionar el proceso de desarrollo de la mentalidad humana con el mundo de los significados, y no con el mundo de los fenómenos objetivos. Hasta que la finalidad de la educación no sea orientar al hombre hacia ese mundo interno de realidades, tendremos el mismo concepto erróneo de la época actual. Hasta que en nuestros objetivos educativos no lleguemos a eliminar la distancia que existe entre el alma y los tres aspectos inferiores del hombre (eliminación que debe tener lugar en los niveles mentales de la conciencia), muy poco progresaremos en la correcta dirección, y toda actividad intermedia será inadecuada para satisfacer las necesidades de la era moderna. Hasta que no se reconozca la realidad de la mente superior, y el lugar que ocupa la mente inferior concreta, como servidora de la mente superior, tendremos un excesivo desarrollo de la facultad de la materialización concreta –más su aptitud de memorizar, correlacionar hechos y producir lo que satisfaga los deseos inferiores del hombre–, pero no tendremos una humanidad que pueda realmente pensar. Hasta ahora la mente sólo refleja la –naturaleza inferior del deseo y no intenta conocer la naturaleza superior.
Cuando se instituya el método correcto de entrenamiento, la mente llegará a ser un reflejo o agente del alma, y tan sensible al mundo de los verdaderos valores, que la naturaleza inferior –emocional, mental y física o vital– se convertirá simplemente en servidor automático del alma. El alma actuará entonces en la tierra por medio de la mente, controlando así su instrumento, la mente inferior. Sin embargo, la mente registrará y reflejará al mismo tiempo toda información que le llegue del mundo de los sentidos y del cuerpo emocional, y también registrará los pensamientos e ideas que están en el medio ambiente. En verdad, a la mente entrenada se la considera como la expresión más elevada que la humanidad puede alcanzar y se la ve como si fuera una personalidad, pasando por alto la posibilidad de que haya algo que pueda utilizar la mente, así como la mente utiliza a su vez al cerebro físico.
Una de las cosas que trataremos de hacer al estudiar juntos, es captar la, relación que existe entre el mundo de significados y el mundo de expresión; intentaremos estudiar la técnica mediante la cual este mundo de cualidades (que se expresa a través del mundo de significados) puede ser penetrado y comprendido por la conciencia integrada del ser humano inteligente.
Mientras trabajamos y seguimos trabajando juntos, serán repetidas ciertas palabras, tales como: significado, cualidad, valor –las cuales se revelan en su vital significación espiritual cuando el hombre aprende a captar el hecho de las realidades superiores y a eliminar la distancia entre la conciencia superior y la inferior. También se esclarecerá la significación de la actividad creadora y la correcta comprensión de lo que llamamos genio, y de esta manera el trabajo creador no se considerará único ni se manifestará esporádicamente como sucede ahora, sino que será objeto de debida atención y asumirá su correspondiente lugar en el desenvolvimiento del hombre. Podría agregarse aquí que la actividad creadora es posible en el campo del arte cuando el primer aspecto de la energía unificadora del hombre pueda actuar y el alma (expresando, su tercer aspecto o inferior) comenzar a trabajar. El trabajo creador se efectúa cuando se abren dos de los "pétalos del conocimiento" del loto egoico. Entonces el hombre, por medio del conocimiento y la energía creadora, creará algo en el plano físico que expresará el poder creador del alma. Cuando se abren dos de los "pétalos del amor" entonces aparece un genio. Ésta es una información técnica para quienes estudian la ciencia de la Sabiduría Eterna, pero no es de valor para aquellos que no conocen la simbología o la realidad de la existencia del yo superior o alma.
Podría ser de utilidad hacer una aclaración sobre el alcance que doy a la expresión "Yo superior". Como sabrán, si han leído el Tratado Sobre los Siete Rayos, T. I y II (Psicología Esotérica), el alma es un aspecto de la energía divina en tiempo y espacio. Se ha dicho que el Logos Solar circunscribió cierta cantidad de sustancia del espacio con el fin de utilizar y satisfacer su deseo, v la animó con Su vida, conciencia y buenos propósitos, que están de acuerdo a Su plan e intención forjados. Así el Logos se sujetó Él mismo a una limitación. La monada humana siguió igual procedimiento y se limitó (en tiempo y espacio) a sí misma de manera similar. En el plano físico y en el cuerpo físico esta entidad fenoménica y transitoria controla su apariencia fenoménica por medio de dos aspectos: vida y conciencia. El principio vital –la afluencia de la energía divina a través de todas las formas– tiene su asiento temporal en el corazón, mientras que el principio de la conciencia, el alma de todas las cosas, está ubicado (provisoriamente, en lo que concierne a la naturaleza de la forma de un ente humano en particular) en el cerebro y, como también saben, el principio vida controla el mecanismo mediante la corriente sanguínea, porque "la sangre es la vida", y utiliza el corazón como su órgano central, mientras que el principio conciencia utiliza el sistema nervioso como su instrumento, con las intrincadas ramificaciones del órgano de la sensibilidad, la columna vertebral.
Por lo tanto, el objetivo de la educación debería consistir en el entrenamiento del mecanismo para que responda a la vida del alma. El Yo Superior o Alma es, en tiempo y espacio, el summun de la conciencia de la Mónada. El yo inferior o alma es, para nuestro propósito, la parte de esa suma total que un individuo, en determinada vida, puede emplear y expresar. Esta actividad depende del tipo y de la calidad de la naturaleza corpórea, del mecanismo creado por la actividad del alma en otras vidas y del efecto de la reacción a las condiciones ambientales. El acrecentamiento de la perfección del alma, el profundo fluir de la conciencia y el desarrollo de la continuidad interna de percepción, además de la evocación de los atributos del alma y de sus aspectos en el plano físico, por medio de su triple mecanismo, son los objetivos de toda educación. Como se sabe, esos aspectos son:
Voluntad o propósito. Deberá desarrollarse a través de la educación, en tal medida, que la vida manifestada sea regida por el propósito espiritual consciente y la tendencia de la vida esté correctamente orientada hacia la realidad.
La voluntad correctamente dirigida tendría que ser una de las principales preocupaciones de los verdaderos educadores. Deberá cultivarse la belleza en todo sentido y la voluntad al bien y la voluntad de servir.
AmorSabiduría. Es en esencia el desarrollo de la conciencia de todo; se lo denomina conciencia grupal. Su primer desarrollo es la autoconciencia, la percepción del alma de que el hombre (en los tres mundos de la evolución humana) es el Tres en Uno y el Uno en Tres. En consecuencia, puede reaccionar a los grupos de vida que están asociados y constituyen su propia y pequeña apariencia fenoménica; por lo tanto, la autoconciencia es una etapa en el camino hacia la conciencia grupal, y es además la conciencia de lo inmediato.
Mediante la educación esta autoconciencia debe desarrollarse hasta que el hombre reconozca que su conciencia es parte integrante de un todo mayor. Entonces se fusiona con los intereses, actividades y objetivos grupales. Con el tiempo se apropia de ellos y llega a ser consciente del grupo. Esto es amor. Conduce a la sabiduría, que es amor en actividad manifestada. El propio interés se transforma en interés grupal, lo cual debería constituir el objetivo principal de todo verdadero esfuerzo educativo. El amor a sí mismo (autoconciencia) y el amor a quienes nos rodean (conciencia grupal) se transforman, con el tiempo, en amor al todo (conciencia de Dios). Éstos son los pasos a dar.
Inteligencia Activa. Concierne al desarrollo de la naturaleza creadora del hombre espiritual y consciente. Se desarrolla por medio del correcto empleo de la mente, con su poder de intuir ideas, responder a los impactos, interpretar, analizar y construir formas a fin de revelarlas. Así crea el alma del hombre. Este proceso creador puede describirse, en lo que respecta a sus etapas, del modo siguiente:
El alma crea su cuerpo físico, su apariencia fenoménica, su forma externa.
El alma crea, en tiempo y espacio, de acuerdo a sus deseos. Así viene a la existencia el mundo secundario de las cosas fenoménicas, y nuestra moderna civilización es el resultado de esta actividad creadora de la naturaleza de deseos del alma, limitada por la forma. Reflexionen sobre esto.
El alma crea directamente a través de la mente inferior, de allí la aparición del mundo de los símbolos, que colma nuestras vidas de interés, conceptos, ideas y belleza, mediante la palabra hablada y escrita y las artes creadoras. Éste es el resultado de los pensamientos de los pensadores de la raza.
El objetivo de la verdadera educación consiste en dirigir correctamente esta tendencia ya desarrollada. La naturaleza de las ideas, la manera de intuirlas y las leyes que deberían regir todo trabajo creador, son sus metas y objetivos. Así llegamos al mundo de los atributos, que complementan la actividad de los tres aspectos, de la misma manera que los tres rayos mayores son destacados y ayudados por el trabajo de los cuatro rayos menores. Los cuatro desarrollos atributivos del hombre, a través de la actividad del alma en manifestación, son:
El atributo de armonía producido a través del conflicto. Conduce a la liberación y al poder eventual de crear. Es uno de los atributos que la educación debería considerar desde el ángulo de la intuición y ser presentado como los objetivos de la personalidad y del grupo. Es el atributo latente en todas las formas y esa inquietud innata o descontento, que lleva al hombre a luchar, progresar y evolucionar, para poder finalmente unificarse y unirse con el alma. Es el aspecto inferior de la tríada superior espiritual y monádica que se refleja en el alma. Es la conciencia de la armonía y la belleza que impele al ente humano hacia el sendero de evolución, hasta el retorno ulterior a su Fuente de origen.
La educación debe, en consecuencia, tratar esta insatisfacción y explicarla a los educandos, para que puedan comprenderse a sí mismos y actuar inteligentemente.
El atributo del conocimiento concreto, por el cual el hombre puede concretar sus conceptos y construir formas mentales a través de las cuales materializa sus visiones y sueños y da vida a sus ideas, lo hace por medio de la actividad de la mente concreta inferior.
El verdadero trabajo de la educación es entrenar al hombre inferior a discriminar correctamente para que llegue a ser realmente sensible a la visión y pueda construir con exactitud, de acuerdo al propósito de su alma, y crear en la tierra lo que será su contribución al todo. Es aquí donde debe comenzar el trabajo de la educación moderna. El hombre todavía no puede trabajar con inteligencia en el mundo de las ideas y de los cánones, porque no es aún sensible a los verdaderos valores espirituales. Ésta es la meta para el discípulo, aunque las masas no pueden todavía actuar en estos niveles. Lo primero que debe hacerse es entrenar al niño para que emplee correctamente la facultad del discernimiento y el poder de seleccionar y dirigir su propósito. Debe conducírselo a una comprensión más verdadera del ser y guiarlo para que trabaje inteligentemente en el campo de la actividad creadora que significa, en última instancia, emplear correctamente la "sustancia mental" (denominada chitta por Patanjali).
A continuación se considerará el atributo de la devoción, que surge y es el fruto de la insatisfacción y del empleo de la facultad de elegir. De acuerdo con la intensidad del descontento del hombre y a su poder de ver con claridad, pasa de una satisfacción temporal a otra, demostrando cada vez su devoción a un deseo, a una personalidad, a un ideal y a una visión, hasta que finalmente se unifica con el ideal más elevado a que puede aspirar el hombre. Ante todo el alma, y luego la SuperAlma o Dios.
Los educadores tienen así la oportunidad de ocuparse inteligentemente del idealismo innato que existe en todo niño y de la interesante tarea de guiar a la juventud del mundo, desde una meta ya lograda a otra. Pero esto deberá realizarse en el futuro como ultérrimo objetivo del alma, y como sucedía en el pasado que era una norma particular del sistema educativo de cada nación. Éste es un punto importante, pues hará resaltar el cambio de atención de lo no esencial a lo esencial.
Finalmente tenemos el atributo del orden, y la imposición de un ritmo establecido mediante el desarrollo de la facultad innata para actuar de acuerdo al ritual y al propósito dirigido. Este atributo particular de la divinidad está en la actualidad altamente desarrollado en un aspecto, de manera que tenemos hoy una humanidad muy sistematizada y existe la imposición autocrática de un ritmo ritualista en la vida pública en un sinnúmero de países, lo cual permite observar su perfección en la vida de nuestras escuelas públicas, pero es una perfección indeseable. Se debe parcialmente al reconocimiento de que el individuo es sólo parte de un todo mayor (reconocimiento muy necesario), y a la vez parte del desarrollo evolutivo de la raza. Sin embargo, debido a la aplicación deficiente de cualquier nueva verdad, lo cual significa que el ente, quedando sumergido en el grupo, tiene poca oportunidad para la libre acción de la voluntad y la inteligencia individuales y el propósito y la técnica del alma. Los educadores deberán trabajar con el principio del innato atributo y del instinto hacia el ritmo ordenado, haciéndolo cada vez más creativamente constructivo, proporcionando a través de él un campo para, el desarrollo de los poderes del, alma.
He hecho esta disgresión aquí a fin de inculcar ciertas ideas básicas que deberían fundamentar las tendencias educativas. Estas ideas, juntamente con las ya dadas, constituyen un enunciado de los objetivos que tienen ante sí los educadores del mundo, que ustedes deberán considerar de valor. La meta la sugerí anteriormente. Ahora la vinculo con las posibilidades, porque ya me referí al equipo (aspectos y atributos) que existe en cierta etapa de desarrollo, en todo ser humano. Con estas tendencias e instintos ocultos deben trabajar los futuros sistemas de educación. No deben hacerlo como lo hacen hoy con el mecanismo cerebral y con los aspectos inferiores de la mente, ni poner el énfasis sobre el esfuerzo de plasmar en el cerebro y la mente los hechos, así llamados, del proceso evolutivo y de la investigación en el plano físico.
Las indicaciones anteriores sirven para demostrar que el verdadero educador debería trabajar con energías en un mundo de energía; que estas energías están matizadas y cualificadas por característicos atributos divinos, y que cada ser humano puede, por lo tanto, ser considerado como un conglomerado de energías, dominado por un determinado tipo de energía que sirve para diferenciarlo de sus semejantes y a su vez establecer las diferencias entre los seres humanos. Si es verdad que existen siete tipos principales de energía que cualifican a todas las formas, y que a su vez estos siete tipos se subdividen en otros cuarenta y nueve tipos de energía cualificada, surge claramente la complejidad del problema. Si es verdad que todas estas energías actúan constantemente sobre la sustancia energía (espíritumateria), que produce "las miríadas de formas que componen la forma de Dios" (Bhagavad Gita XI), y que cada niño es la representación microcósmica (en cierta etapa de desarrollo) del Macrocosmo, es evidente la magnitud del problema, y el alcance del servicio que se nos demanda exigirá al máximo el empleo de los poderes que cada ser humano puede expresar en un momento dado, en tiempo y espacio.
Observarán que las palabras "en tiempo y espacio" se han empleado repetidamente en esta enseñanza. ¿Por qué? Porque debemos recordar constantemente que estamos viviendo en un mundo de ilusión temporaria y transitoria que desaparecerá algún día, llevándose consigo la ilusión de la apariencia, del desarrollo evolutivo, de la separatividad y de la identidad característica –ilusión que nos hace decir: "Yo soy". El educador del futuro comenzará a enseñar al niño teniendo en cuenta este efímero y transitorio concepto erróneo respecto al alma; se ocupará ante todo del aspecto mente y tratará de no imponer a la mente infantil demasiado conocimiento sistematizado sobre la existencia fenoménica, como se ha hecho hasta ahora. ¿Cómo podré explicarles en forma más sencilla este cambio de proceder? Quizá advirtiéndoles que, así como en la actualidad los padres y tutores emplean mucho tiempo respondiendo o evadiendo las preguntas hechas por la conciencia incipiente del niño, en el futuro la situación será a la inversa. Los padres enfrentarán constantemente las demandas de la naciente inteligencia del niño, interrogándolo a su vez. ¿Por qué? ¿Por qué preguntas esto? ¿Por qué es así esto?, –dejando de este modo librada siempre la responsabilidad de la respuesta al propio niño, sugiriendo al mismo tiempo, la solución del problema a la mente infantil en forma muy sutil.
Este proceso debe comenzar en el quinto año de la vida del niño; la misma inteligencia inquisidora del niño se verá siempre obligada por el educador a buscar internamente, y no a exigir una respuesta externa, la cual puede ser memorizada por provenir de una persona mayor. Si les parece que esto no es posible todavía, recuerden que el niño que viene, o vendrá a la existencia después del período de creciente estímulo, comprendido entre los años 1935 y 1942, responderá normal y naturalmente a esta creciente evocación del elemento mente.
Una de las principales funciones de quienes entrenan las mentes infantiles de la raza, será determinar, en la vida del niño, lo antes posible, cuál de las siete energías determinantes controla en cada caso. La técnica que deberá aplicarse más adelante se basará entonces sobre esta importante decisión inicial. Tenemos aquí nuevamente la creciente responsabilidad del educador. La tónica y la cualidad del niño deberán determinarse lo antes posible, y todo el entrenamiento proyectado surgirá de este reconocimiento básico. Esto no es posible realizarlo todavía, pero lo será muy pronto, cuando la naturaleza y cualidad del cuerpo etérico individual puedan ser descubiertas científicamente. Este desarrollo no está tan distante como podría suponerse.
No tengo la intención de tratar los detalles de este proceso ni elaborar los métodos por los cuales se puede entrenar a los niños de la raza. Nuestro objetivo consiste en ocuparnos de la necesidad más universal e inmediata de eliminar, primero, la distancia que media entre los diversos aspectos del yo inferior, para que surja la personalidad integrada, y después entre el alma y la tríada espiritual, a fin de que haya una libre acción de conciencia y completa identificación con la Vida Una, lo que hará desaparecer el sentido de separatividad y llevará a la fusión de la parte con el Todo, conservando la identidad, pero perdiendo la autoidentificación.
Ahora, podríamos considerar cuidadosamente un punto interesante que da la clave del desarrollo futuro de la raza, para lo cual nos está preparando la nueva ciencia de la psicología, desarrollada tan notablemente durante los últimos treinta años. Los estudiantes deben entrenarse para saber distinguir la diferencia que existe entre el sutratma y el antakarana, o el hilo de la vida y el de la conciencia. Uno es la base de la inmortalidad; el otro la base de la continuidad. He aquí una sutil diferenciación para el investigador. Uno de los hilos (el sutratma) vincula y vivifica todas las formas en un todo actuante, y contiene en sí la voluntad y el propósito de la entidad que se manifiesta, sea el hombre, Dios o un cristal. El otro hilo (el antakarana) contiene la respuesta de la conciencia dentro de la forma en una serie de contactos que se expanden constantemente dentro del todo circundante.
El sutratma es la corriente directa de la vida ininterrumpida e inmutable, que puede considerarse, simbólicamente, como una corriente directa de energía viviente que fluye del centro a la periferia y de la fuente de origen a la manifestación externa, o apariencia fenoménica. El Sutratma es la vida. Produce el proceso individual y el desarrollo evolutivo de todas las formas. Por lo tanto, es el sendero de la vida que va desde la mónada a la personalidad, vía el alma. Este hilo del alma, único e indivisible, transmite la energía de la vida y queda definidamente introducido en el centro del corazón humano y en algún centro focal en todas las formas de expresión divina. Nada existe ni permanece, sino la vida.
El hilo de la conciencia (antakarana) resultado de la unión de la vida con la sustancia de las energías fundamentales, constituye la primera diferenciación en tiempo y espacio; esto produce algo diferente que sólo surge como tercera manifestación divina, después que ha tenido lugar la unión de las dualidades básicas; es el hilo que se teje debido a la aparición de la vida dentro de la forma, en el plano físico. Hablando nuevamente en forma simbólica, se podría decir que el sutratma actúa de arriba hacia abajo, y es la precipitación de la vida a la manifestación externa. El antakarana se teje, se desarrolla y se crea, como resultado de esta creación primaria, y actúa de abajo arriba, de lo externo a lo interno, desde el mundo fenoménico exotérico al mundo de las realidades subjetivas y de significados.
Este "Sendero de Retorno", mediante el cual la raza se aparta del énfasis puesto sobre lo externo y empieza a reconocer y a registrar los conocimientos conscientes internos de lo que no es fenoménico, ha alcanzado ya (por el proceso evolutivo) un grado de desarrollo en el cual algunos seres humanos pueden seguir este sendero que va desde la conciencia física a la emocional y de ésta a la mental. Esta parte del trabajo ha sido realizado en millares de casos y lo que ahora se requiere es aplicar este poder con facilidad y corrección. Este hilo de energía, matizado por la respuesta consciente y sensible, es coloreado luego por la conciencia discernidora de la mente, lo cual produce esa integración interna que hace del hombre oportunamente un eficiente ser pensante. Al principio este hilo se usa exclusivamente para los fines egoístas del yo inferior, fortaleciéndose progresivamente y haciéndose más potente, a medida que transcurre el tiempo y se convierte en un definido, claro y fuerte hilo que va desde la vida física externa, desde un punto dentro del cerebro, directamente hasta el mecanismo interno, hilo que no se identifica con el mecanismo, sino con la conciencia del hombre. Por medio de este hilo el hombre se hace consciente de los numerosos tipos de su vida emocional (observen esta fraseología) y a través de él llega a tener conciencia del mundo del pensamiento; entonces aprende a pensar y comienza a actuar conscientemente en el plano mental, en el que viven, se mueven y tienen su ser los pensadores de la raza, grupo que va en constante aumento. Así progresivamente aprende a recorrer el sendero de la conciencia, deja de identificarse con la forma animal externa y aprende a identificarse con las cualidades y atributos internos. Vive antes la vida de los sueños y después la vida de los pensamientos. Entonces llega el momento en que ha completado el aspecto inferior del antakarana y consumado la primera gran unidad consciente. El hombre es ya una personalidad integrada, consciente y viviente. El hilo de continuidad entre los tres aspectos inferiores del hombre queda establecido y puede ser utilizado. Si puedo emplear tal término, diré que se extiende (intento dar un ejemplo totalmente ilustrativo) desde el centro de la cabeza hasta la mente, que a su vez es un centro de energía en el mundo del pensamiento. Al mismo tiempo el hilo de la conciencia o antakarana, está entretejido con el hilo de la vida o sutratma, que surge del centro del corazón. El objetivo de la evolución en la forma queda así casi completado.
Alcanzada esta etapa, continúa la sensible búsqueda externa en el universo circundante. El hombre teje un hilo parecido al que teje tan admirablemente la araña. Busca más internamente en su medio ambiente y descubre entonces un aspecto de sí mismo que ni ha soñado en las primeras etapas de su desarrollo. Descubre el alma y pasa por la ilusión de la dualidad, etapa necesaria, aunque no permanente, la cual caracteriza al aspirante en este ciclo mundial, o quizá debería decirse en este período mundial o manvantara. Trata de fusionarse con el alma y de identificarse él, la personalidad consciente, con el alma influyente. Aquí, técnicamente hablando, debe comenzar la verdadera construcción del antakarana, el puente entre la personalidad y el alma.
El reconocimiento de lo anterior es el problema que enfrenta hoy el docente moderno. Este problema siempre ha existido, pero hasta ahora se ha relacionado más con el individuo que con el grupo. Actualmente concierne al grupo, pues gran parte de los hijos de los hombres están preparados para construir este puente. A través de las edades los seres humanos han erigido puentes individuales entre lo superior y lo inferior, pero el proceso evolutivo ha progresado tanto que ha llegado el momento de que se comprenda grupalmente esta técnica emergente, construcción grupal que conducirá a la consiguiente y subsiguiente revelación grupal. Esto ofrece una nueva oportunidad en el campo de la educación. Indica la responsabilidad del educador y señala la necesidad de un nuevo planteamiento de los métodos educativos. Debe considerarse "la aspiración grupal" y construirse el antakarana grupal. Cuando esto se comprenda correctamente no se negará el esfuerzo individual, sino que deberá tenérselo en cuenta, pues la comprensión grupal ayudará grandemente al individuo.
Coordinación e Integración
Hasta aquí nos hemos ocupado de generalizaciones respecto a los procesos educativos que serán aplicados más adelante y del mecanismo de la mente, que recibirá un entrenamiento definido y planificado y durante el proceso será subjetiva y superconscientemente influido. Supongo que ya habrán captado la necesidad de construir el antakarana y el trabajo de erigir el puente. Es conveniente también aceptar el hecho de que estamos en condiciones de iniciar el proceso de la construcción definitiva del eslabón o puente, entre los diversos aspectos de la naturaleza del hombre, para que en vez de diferenciación haya unidad, y en lugar de una atención dispersa y fluida, dirigida de un lado a otro en la vida material y en las relaciones emocionales, sepamos controlar la mente y eliminar las divisiones, podamos dirigir a voluntad la atención hacia donde deseamos. De este modo los aspectos espirituales y naturales del hombre podrán ser enfocados donde se necesitan.
La construcción de este puente ha sido hecha en parte. La humanidad, considerada como una totalidad, ha salvado la distancia que existe entre la naturaleza astral o emocional, y el hombre físico, como ya he dicho en otra parte:
Podríamos generalizar las etapas de crecimiento y la consiguiente capacidad para llegar a ser un agente que aumenta constantemente sus poderes extrayendo los recursos de la energía dinámica de los tres mundos:
"Los tipos inferiores de la humanidad utilizan el sutratma cuando atraviesa el cuerpo etérico.
"Los hombres comunes utilizan casi totalmente esa parte del sutratma que pasa a través del plano astral. Sus reacciones están basadas en gran medida en el deseo, y son emocionales.
"Los hombres intelectuales utilizan el sutratma cuando pasa a través de los niveles inferiores del plano mental, descendiendo a través del astral al físico, en sus dos partes. Sus actividades son energetizadas por la mente y no por el deseo, corno en los casos anteriores.
"Los aspirantes en el plano físico utilizan el sutratma cuando atraviesa los dos subplanos inferiores de los niveles abstractos del plano mental, y comienzan a construir gradualmente el antakarana, o puente entre la Tríada y la Personalidad. Entonces el poder del Alma o Ego, puede empezar a hacerse sentir.
"Los aspirantes a la iniciación y los iniciados hasta la tercera iniciación utilizan ambos, el sutratma y el antakarana, empleándolos como si fueran uno. Aquí comienza a afluir el poder de la Tríada, energetizando así a todas las actividades humanas en el plano físico y vitalizando en grado siempre creciente las formas mentales del hombre. La clave para la formación del Mayavirupa [forma ilusoria o cuerpo mental creado a voluntad] reside en la correcta comprensión del proceso".
Tratado sobre Fuego Cósmico, Págs. 756757
Debe observarse aquí que la construcción de ese puente debe hacerse en el aspecto conciencia y concierne a los diversos aspectos de la continuidad de conciencia en la vida del hombre. La energía que se utiliza para conectar conscientemente al hombre físico con el cuerpo astral, está enfocada en el plexo solar. Hablando simbólicamente, muchas personas están construyendo hoy ese puente y realizando la unión entre la mente y los dos aspectos eslabonados. Este tipo de energía emana o, mejor dicho, está arraigado en la cabeza. Algunas personas están uniendo el alma con la mente, que a su vez se vincula con los otros dos aspectos. Cuando la energía del alma está unida a los otros dos hilos, queda introducida en el corazón. Las pocas personas (los iniciados del mundo) que ya han logrado la síntesis en lo inferior, tratan de obtener una unión superior con esa triple Realidad que utiliza al alma como medio de expresión, así como el alma utiliza su sombra, el triple hombre inferior. Estas diferencias y unificaciones son simples fórmulas y símbolos del lenguaje, y se emplean para describir hechos y acontecimientos del mundo de las energías y fuerzas con las cuales el hombre se halla definidamente implicado. A esas unificaciones nos referimos cada vez que consideramos el tema de la iniciación.
El hilo de la vida, el cordón plateado o sutratma, en lo que concierne al hombre, es de naturaleza dual. El verdadero hilo de la vida, uno de los dos que constituyen el antakarana, está arraigado en el corazón, el otro, encierra el principio de la conciencia y está arraigado en la cabeza. Esto ya lo saben, pero siento la necesidad de repetirlo constantemente. Sin embargo, el hombre, en el trabajo del ciclo evolutivo, debe repetir lo que Dios ya ha hecho. Debe crear tanto en el mundo de la conciencia como en el mundo de la vida. El hombre teje, como la araña, hilos vinculadores, y así se eslabona con su medio ambiente y hace contacto con él, adquiriendo experiencia y sustento. El símbolo de la araña se emplea con frecuencia en los libros antiguos de ocultismo y en las escrituras de la India, en lo que se refiere a esa actividad del ser humano. Los hilos creados por el hombre son triples, y con los dos hilos básicos creados por el alma se forman los cinco tipos de energía que hacen del hombre un ser humano consciente. Los tres hilos creados por el hombre están arraigados en el plexo solar, en la cabeza y en el corazón. Cuando el cuerpo emocional y la mente empiezan a actuar como una unidad y el alma está también conectada conscientemente (no olviden que siempre está conectada inconscientemente), una prolongación proveniente de este quíntuple hilo –los dos básicos y los tres humanos– pasa al centro laríngeo, y cuando esto sucede, el hombre puede llegar a ser un creador consciente en el plano físico. Desde estas líneas de mayor importancia de energía, pueden irradiarse a voluntad líneas de menor importancia. Todo desarrollo psíquico e inteligente que se logre en el futuro, deberá estar fundamentado sobre este conocimiento.
En el párrafo precedente y en sus implicaciones tenemos una breve e inadecuada explicación de la Ciencia del Antakarana. Me he esforzado, si se quiere, en expresarlo en términos simbólicos, lo cual le dará a la mente una idea general del proceso. Mucho podemos aprender mediante la imaginación pictórica y visual. Para construir el antakarana muchos aspirantes han establecido los siguientes vínculos:
Del cuerpo físico al vital o etérico. En realidad es una prolongación del hilo de la vida entre el corazón y el bazo.
Del cuerpo físico y vital, considerados como una unidad, al vehículo astral o emocional. Este hilo emana o está introducido en el plexo solar y asciende por medio de la aspiración hasta que se introduce en los pétalos de amor del loto egoico.
De los vehículos físico y emocional al cuerpo mental. Una punta del hilo se introduce en la cabeza y la otra en los pétalos de conocimiento del loto egoico, que se lleva a cabo por un acto de la voluntad.
También muchos se hallan en proceso de vincular los tres aspectos inferiores, denominados la personalidad con el alma, a través de la meditación, la disciplina, el servicio y la atención dirigida. Cuando esto se ha logrado, se establece una relación definida entre los pétalos de la voluntad o sacrificio, del loto egoico, y los centros del corazón y de la cabeza, produciéndose así una síntesis entre la conciencia, el alma y el principio vida. El proceso de establecer esta interconexión e interrelación y fortalecer el puente construido en esta forma, continúa hasta la tercera iniciación. Las líneas de fuerza se hallan así tan interrelacionadas, que el alma y su mecanismo de expresión constituyen una unidad. Entonces puede llegarse a una compenetración y fusión superior.
Es necesario que me detenga aquí para indicarles que todo lo que antecede son simplemente palabras ideográficas que describen un proceso de interrelaciones de energía, y tendrá un valor definido si logro hacerles comprender y verificar la realidad de los procesos descritos. Algunos aspirantes y estudiantes tienen muy desarrollada la conciencia mística y, por consiguiente, tienden a rechazar y a considerar innecesaria toda presentación técnica e intelectual de una verdad que presienten y conocen, pero que aún permanece indefinida. Tengo el propósito de ayudarles a lograr una comprensión y expresión más precisas, que de ninguna manera disminuirá la maravilla y belleza de lo que presienten, sino que por el contrario aumentará el poder de saber y también la capacidad de hacer llegar a los demás el conocimiento adquirido.
En el pasado, los místicos expresaban su comprensión por medio del amor y la bondad prácticos, manifestándolo en el plano físico mediante actos de caridad y autosacrificio, y en los niveles emocionales mediante su aspiración, su visión y su capacidad para expresar el amor de Dios al mundo. El místico de hoy sigue el mismo proceso, pero bajo el impulso evolutivo puede realizar mucho más que todo eso. Debe ser capaz de formular su conocimiento con inteligencia y expresar su percepción con claridad, a fin de que pueda compartirlos con el público, que aunque desarrolla constantemente su inteligencia, necesita tener mucha más visión. Por lo tanto, les ruego que no rechacen la formulación técnica de la verdad, porque si la educación tiene algún significado, y si hemos de poner en marcha las formas en que se aplicará para alcanzar la construcción del puente y la síntesis, es esencial que evitemos esa pereza mental que ha caracterizado a tantos místicos y es la línea de menor resistencia de muchos seudo discípulos. Es necesario, en consecuencia, que captemos el hecho de que:
La nueva educación se ocupará principalmente de unir consciente y científicamente los distintos aspectos del ser humano, produciendo en esa forma una coordinación y síntesis y una creciente expansión de conciencia mediante el establecimiento de líneas adecuadas de energía.
La tarea de la nueva educación consiste en coordinar la personalidad, logrando oportunamente su unificación con el alma.
La nueva educación tratará, analizará e interpretará las leyes del pensamiento, porque la mente será considerada como el eslabón entre el alma y el cerebro. Estas leyes son los medios por los cuales:
Se intuyen las ideas.
Se promulgan los ideales.
Se construyen los conceptos o formas mentales, que harán impacto telepáticamente en la mente de los hombres, a su debido tiempo.
La nueva educación organizará y desarrollará la mente concreta inferior.
La nueva educación enseñará al ser humano a dirigir su pensamiento de lo general a lo particular, y también a analizar los detalles. En consecuencia, las escuelas del futuro no insistirán tanto sobre el entrenamiento de la memoria. El interés puesto llevará a despertar la facultad de recordar.
La nueva educación hará del hombre un buen ciudadano, desarrollándole los aspectos racionales de su conciencia y de su vida, enseñándole a utilizar su equipo heredado, adquirido, y del cual está dotado, para evidenciar las actitudes y la conciencia social.
Los educadores de la nueva era tratarán de enseñar al hombre ante todo esa ciencia que unificará sus tres aspectos, englobados en el título general de aspectos mentales:
La mente concreta inferior.
El hijo de la mente, el alma, el yo.
La mente superior, abstracta o intuitiva.
o:
La mente receptora o sentido común.
La mente individualizada.
La mente iluminadora.
Los educadores de la nueva era tratarán de los procesos o métodos que deben emplearse para eliminar las brechas que existen entre los diversos aspectos de la conciencia. De este modo la Ciencia del Antakarana atraerá definidamente la atención del público.
La expansión de este concepto de erigir el puente se irá desarrollando hasta incluir no sólo la historia interna del hombre, sino también la erección del puente entre él y sus semejantes, en todos los niveles.
La expansión incluirá también el entrenamiento del mecanismo humano para responder a los impactos de la vida y del alma. El alma es en sí inteligencia, vitalmente aplicada en cada plano. Actúa como mente discernidora en el plano mental; como conciencia sensible en el plano emocional, y como participante activo en la vida física. Esta actividad inteligente se aplica siempre desde el ángulo de la sabiduría.
La nueva educación considerará a:
La mente y su relación con el cuerpo de energía, el cuerpo vital o etérico, que subyace en el sistema nervioso y energetiza al cuerpo físico para que entre en actividad.
La mente y su relación con el cerebro.
La mente y su relación con los siete centros de fuerza en el cuerpo etérico, su exteriorización y utilización a través de los plexos nerviosos que se hallan en el cuerpo humano y su relación (que será cada vez más evidente) con las glándulas endocrinas.
El cerebro como factor coordinador en el cuerpo denso, y su capacidad para dirigir las actividades del hombre por intermedio del sistema nervioso.
Por lo expuesto anteriormente verán cuán amplio es nuestro tema. Sin embargo, intentaré abarcarlo en la forma más breve, cuyo texto será fundamental y servirá de guía para gestar la nueva cultura que caracterizará a la era acuariana. Otros discípulos elaborarán posteriormente mi tema, el cual es aún tan poco comprendido, que mucho de lo que podría decirse carecería de significado para el más inteligente.
La educación moderna comienza a prestar cierta atención a la naturaleza de la mente y a las leyes del pensamiento. En conexión con esto le debemos mucho a la psicología y a la filosofía.
Existe también gran interés por la Ciencia de la endocrinología, como un medio material para producir cambios, generalmente en los niños deficientes y retardados. No obstante, hasta que los educadores modernos no admitan la posibilidad de que en el hombre existen unidades centrales que subyacen en el mecanismo tangible y visible, ni acepten la probabilidad de que haya una usina central de energía detrás de la mente, el progreso en la educación estará prácticamente detenido y el niño no recibirá el entrenamiento inicial, ni las, ideas fundamentales que le permitirán transformarse en un ser humano inteligente y autodirigido. La psicología ha hecho una contribución vital, poniendo su énfasis sobre los tres aspectos del hombre –el pensamiento, el sentimiento emocional y el organismo corpóreo–, y mucho está haciendo para producir cambios radicales en los sistemas de educación. Pero aún queda más por hacer. La interpretación del hombre en términos de energía y la comprensión de los siete tipos de energía que caracterizan al hombre y sus actividades, traerá cambios inmediatos.
Desarrollo Cultural de la Raza
CIVILIZACION Y CULTURA
Hoy se pone mucho énfasis sobre la educación coordinadora, relacionadora, psicológica, vocacional y de equipo. A esto debe agregarse el antiguo método del entrenamiento de la memoria y la tarea de inculcar la religión en la mente del niño u omitirla con decisión e intención. La educación moderna ha sido esencialmente competidora, nacionalista y, por lo tanto, separatista. Ha entrenado al niño para que considere los valores materiales y también su propia nación como de mayor importancia, y las demás naciones de secundarias importancia, lo cual ha nutrido el orgullo y fomentado la creencia de que él, su grupo y su nación, son infinitamente superiores a toda otra persona y pueblo. Se le ha enseñado, en consecuencia, a ser unilateral, con un concepto erróneo de los valores del mundo y una actitud hacia la vida, caracterizada por el prejuicio y la parcialidad. Se le enseña los rudimentos de las artes, a fin de capacitarlo para que actúe con la necesaria eficiencia en un ambiente de competencia y en un particular ambiente vocacional. Leer, escribir, sumar y conocer un poco de aritmética elemental, son considerados requisitos mínimos; en muchos países se le enseña también algo respecto a los acontecimientos del pasado -histórico, geográfico, literario, filosófico y científico-, y únicamente a personas de determinada clase. Además aprende algo sobre la literatura universal.
El término medio del conocimiento mundial es elevado, pero por lo general es parcial y está influenciado por prejuicios nacionales o religiosos, con la cual se logra que el hombre sea un ciudadano de su propio país, pero no un ser humano con relaciones mundiales. No se acentúa la ciudadanía mundial. La enseñanza que se imparte estimula la conciencia de la masa, latente en el niño, y despierta la memoria (racial e individual) inculcando los hechos sin relación entre sí, la mayoría de los cuales nada tienen que ver con la vida diaria. Estos hechos podrían servir (si se usaran como pensamientos simiente en la meditación v se emplearan técnicamente) para recuperar esa conciencia y memoria raciales. Es, no sólo la historia nacional, sino también la historia antigua. Traigo esto a colación a fin de dar mayor fuerza al peligro que implica acentuar indebidamente el pasado, porque si se hiciera en gran escala resultaría desastroso, pondría un precio muy elevado a los ideales y objetivos nacionales y raciales y llevaría a una rápida cristalización y senilidad raciales, hablando metafóricamente. Un ejemplo del esfuerzo mal encauzado fue el que prevaleció en Alemania y en menor escala en Italia, que culminó en el Eje. Afortunadamente podemos confiar en que la oleada de la vida, en la juventud de cualquier nación, lleve el pensamiento de la raza hacia una mejor dirección que la de evocar las llamadas glorias pasadas, destacando cosas que deberían ser dejadas atrás.
Quisiera explayarme algo sobre la interpretación de las palabras cultura y civilización, que se emplean tan a menudo y a veces son mal aplicadas. El objetivo de toda educación es producir alguna forma de cultura -material o espiritual o material y espiritual. La educación es el agente principal en el mundo.
La civilización es la reacción de la humanidad al propósito de un determinado período mundial. En cada era debe ser expresada alguna idea por medio del idealismo racial del momento. En la época Atlante predominó la idea del idealismo o misticismo, fundamentalmente religioso y sensorio, que se expresaba como un acercamiento hacia una deidad sentida pero invisible, una expresión del modo de sentir. Sin embargo, han existido razas altamente sensitivas, formadas por grupos y naciones que se ocupaban del desarrollo de la naturaleza sensoria, a veces conscientemente, pero por lo general inconscientemente. Sus actitudes, como individuos o naciones, eran principalmente sensitivas y emocionales un estado de conciencia (no puedo decir estado mental) sumamente difícil de captar o intuir para la moderna raza aria, porque la mente recién ahora ha comenzado a funcionar en nosotros. La actitud de los atlantes hacía la deidad, era igualmente sensitiva, y sus actividades religiosas eran místicas y devocionales, desprovistas de toda comprensión mental. Esas razas eran expresivamente emotivas en sus reacciones a la belleza, al terror evocado por la divinidad, a las características emocionales de Dios, al sentido de la luz y lo milagroso. Lo misterioso, la sensación de pavor, el seguir ciegamente a algún "sensitivo", reconocido como superior al ser humano común, y la interpretación de Dios y de la naturaleza en términos de percepción sensoria, sentaron la base de esa civilización antigua e influyeron grandemente en nuestras actuales actitudes raciales, por lo menos hasta el advenimiento de Cristo, que produjo grandes cambios en la conciencia humana e introdujo una nueva civilización. Los niños poseen en gran parte aún conciencia atlante, y para ellos constituye una forma de recapitulación análoga a la etapa, prenatal; la misma recapitulación tiene lugar en el sendero, cuando el hombre desarrolla nuevamente la conciencia mística, después de haber evocado su naturaleza mental y antes de desarrollar la verdadera percepción interna o conocimiento, y las reacciones de la mente superior. El problema que enfrenta a la educación es: trasformar la conciencia atlante del niño en conciencia aria o mental. Los atlantes no tuvieron un sistema de educación, según lo que entendemos por ese término. Los reyes y sacerdotes intuían, y las masas obedecían.
En la raza actual está surgiendo y aproximándose a su consumación, una actitud civilizadora diferente. En cada época actúa alguna idea que se expresa tanto en el idealismo racial como en el nacional. Su tendencia fundamental, en el transcurso de los siglos, ha producido nuestro mundo moderno y éste ha sido estrictamente materialista. En la actualidad una nación se considera civilizada cuando ha despertado a los valores mentales y al mismo tiempo exige valores materiales, y cuando la mente (la mente inferior) -en sus aspectos memoria, discernimiento y separación, en sus funciones analíticas y en su capacidad de formular ideas concretas basadas en la percepción, los deseos y los propósitos materiales- recibe el entrenamiento que lleva a una civilización materialista, lo cual ha hecho de la nuestra lo que es hoy.
Al trasladar el énfasis puesto en las actitudes mentales hacia la vida de la percepción sensoria, en el deseo de hacer de la vida material del ciudadano de toda nación el factor dominante del pensamiento nacional, en el desarrollo mental consagrado a la vida materialista y en la ciencia dedicada exclusivamente a enunciar sólo lo probable y ocupada únicamente en las energías que tienen efecto material, ¿puede asombrarnos que el principal interés de nuestra civilización moderna resida en el campo de la vida económica? Se ha ocupado de las condiciones materiales con el fin de acrecentar las posesiones, mejorar la situación mundana, forjar la vida en el plano físico, pero no se ha preocupado de sustituir lo tangible por lo intangible, lo concreto por lo espiritual y los valores físicos por los valores subjetivos, valores éstos que algún día deberán ser expresados.
Lo que se acaba de expresar es superficial y de carácter tan general que no atañe a esa minoría, relativamente pequeña que presiente estos valores superiores y trabaja para que emerjan en la vida de la raza; minoría que custodia los futuros ideales de la actual civilización, y libera energía que con frecuencia da por resultado el establecimiento temporario de valores más concretos. Mis advertencias son sólo parciales, y los hechos también lo son. Quizás exagero, aunque tal vez no. De todos modos, existe el hecho de que las dos grandes civilizaciones de las cuales realmente podemos saber algo, la aria y la atlante, presentan dos objetivos, o posiciones extremas, sobre las cuales la humanidad de ambos períodos dirigió y aún dirige la atención.
La civilización atlante fue definidamente religiosa en sus actitudes; la religión era algo común en la vida y la razón de ser de todo lo existente. El mundo después de la muerte era el tema de mayor interés y el objeto de una creencia firme e indiscutible. Las influencias sutiles que emanaban de los reinos invisibles, las fuerzas de la naturaleza y las relaciones del hombre con dichas fuerzas, percibidas por medio de una aguda sensibilidad, y toda la gama de sus actitudes emocionales, constituían la vida de la raza y matizaban todas las ideas que había o podían existir en embrión. Heredamos el resultado de todo esto, cuando la historia, tal como ahora la conocemos, comenzó (desde la época del diluvio o cuando haya ocurrido) a expresarse con las palabras animismo, espiritismo, psiquismo inferior y sentimiento. El sentido de Dios, el sentido de la inmortalidad, el sentido de las relaciones internas más sutiles y el sentido de adoración, y la excesiva sensibilidad del hombre moderno, es la herencia descollante de las civilizaciones que existieron en la antigua Atlántida.
Sobre dicha estructura fundamental se está imponiendo hoy algo completamente opuesto, y en la reacción normal, correcta y progresiva, el hombre está construyendo una superestructura en la cual se pone cada vez mayor énfasis sobre lo tangible, lo material, lo visible y lo que puede ser comprobado, diagnosticado, analizado y utilizado para mejorar la vida, externa del hombre y su posición material dentro del planeta. Las dos civilizaciones han ido demasiado lejos, y en la oscilación del péndulo volveremos inevitablemente a la posición media, al "noble sendero medio". Este sendero medio, empleando los mejores y más altos ideales que produjeron las dos civilizaciones precedentes, caracterizarán la venidera era acuariana y sus civilizaciones. La expresión de lo material y de lo inmaterial, de lo visible y de lo invisible; de lo tangible y de lo espiritual, ha sido siempre la meta y el objetivo de aquellos que comprenden el verdadero significado de la cultura. En último análisis, y para nuestro propósito, del tema, la civilización concierne a las masas y a la conciencia racial, mientras que la cultura concierne al individuo y al hombre espiritual invisible. Por lo tanto, una civilización que exprese plenamente la verdadera cultura, reside en el lejano y futuro desarrollo de la raza.
Cultura es el acercamiento de dos caminos –el del sentimiento y el de la mente—, de dos mundos, el de la sensibilidad y el del pensamiento, y de las actitudes de la vida de relación que permitirán al hombre vivir como un ser inteligente y subjetivo en un mundo físico tangible. El hombre culto relaciona el mundo de los significados con el mundo de las apariencias, y los considera en su mente (reconociéndolos en su cerebro, lo cual indica que se ha establecido una relación o un vínculo) como que constituyen un mundo con dos aspectos. El hombre culto actúa con igual libertad en ambos mundos y simultáneamente en lo que concierne a su conciencia o sentido de percepción. Incluso en la época atlante existían quienes comprendían la significación de la cultura como una consecuencia de la civilización.
Las masas deben ser civilizadas como paso previo a esa cultura que hará de ellas seres humanos íntegros y significativos. Un ser humano tiene que ser por fuerza un hombre capaz de vivir en el mundo de las realidades externas y al mismo tiempo reconocer que vive en un mundo interno como mente y como alma. Entonces expresa una vida subjetiva interna de tal potencia que controla y domina la vida del plano físico, motivándola y dándole su verdadera trayectoria. Esta actitud del ser humano y la tarea de hacer fructificar esta condición de la conciencia ha sido, durante siglos, tarea de la religión organizada, cuando, en realidad, esto le corresponde pura y exclusivamente a la educación. La iglesia en verdad era en tiempos remotos, la educadora de su época, pero hacía hincapié en la vida interna y subjetiva y por lo general no trataba de fusionar ni mezclar ambos aspectos -el bienestar externo material y la existencia espiritual interna. La educación es una tarea reservada a los más destacados pensadores de la raza y constituye también para todos los gobiernos una responsabilidad que pocas veces se reconoce.
Finalmente, procuremos ver cuáles son las ideas fundamentales (empezando por los instintos reconocidos) que han llevado paso a paso al hombre a la lucha actual por un mejoramiento mundial, una elevación grupal y una determinación natural, con miras a proporcionar -en forma inconsciente la mayoría de las veces- un mejor órgano de expresión dentro del organismo viviente, la humanidad.
Por lo tanto, es bien sabido que la humanidad está atravesando hoy por una crisis de grandes proporciones. Las causas de esta crisis deben buscarse en muchos factores. Se hallan en el pasado, en ciertas tendencias básicas del hombre que aparecen en los errores cometidos, a través de la evolución, en las oportunidades actuales y en la poderosa actividad de la Jerarquía del Amor.*
*(Uno de los tres centros principales a través de los cuales se manifiesta la Deidad: Shamballa, donde la voluntad de DIOS es conocida; la Jerarquía, donde rige el amor de DIOS; la humanidad, que personifica el aspecto inteligencia de DIOS.)
El futuro es halagüeño, siempre que el hombre pueda aprender las actuales lecciones que le fueron presentadas con toda claridad; debe aceptarlas y comprender claramente la naturaleza del problema y de la crisis, con sus numerosas ramificaciones y diversas inferencias.
El agitado torbellino en que viven las masas actualmente y la aparición de dos o tres personas clave en cada nación, tiene una estrecha relación. Estas personas clave hacen oír su voz y despiertan la atención; sus ideas (buenas o malas) son seguidas unas veces con atención y con confianza y otras con desconfianza.
Un índice de esta crisis lo tenemos en la forma lenta y cuidadosa con que se organiza el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo. Sus miembros están supervisando e introduciendo la Nueva Era, y presenciando los dolores del nacimiento de la nueva civilización y la llegada a la manifestación de una nueva raza, una nueva cultura y una nueva perspectiva mundial. El trabajo es necesariamente lento y quienes están sumergidos en los problemas y sufrimientos, hacen difícil encarar el futuro con confianza e interpretar el presente con claridad.
En el campo educativo es esencial la unidad de acción. Sin lugar a dudas debería regir una uniformidad de objetivos en los sistemas de educación de las naciones, aunque no sea posible la uniformidad de métodos y técnicas. Diferencias de idioma, de trasfondo y de cultura, siempre han existido y seguirán existiendo, y constituyen el bello tapiz del vivir humano en el transcurso de las épocas. Pero mucho de lo que hasta hoy ha militado contra las correctas relaciones humanas debe y tiene que ser eliminado.
En la enseñanza de la historia, ¿hay que volver a los antiguos y malos métodos, donde cada nación se glorifica frecuentemente a expensa de las demás, los hechos se alteran sistemáticamente y las diversas guerras, a través de las épocas, son el eje alrededor del cual gira la historia, historia de la agresión, del triunfo de una civilización materialista y egoísta, del espíritu nacionalista y por ende separatista, que ha engendrado odios raciales y estimulado orgullos nacionales? Por lo general la primera fecha histórica que el niño británico recuerda es "Guillermo el Conquistador, 1066"; el norteamericano recuerda el desembarco de los Padres Peregrinos y el gradual despojo del país a sus legítimos habitantes, o quizás el incidente del Té, en Boston. Los héroes de la historia son todos guerreros: Alejandro Magno, Julio Cesar, Atila rey de los Hunos, Ricardo Corazón de León, Napoleón, Jorge Washington y muchos otros. La geografía es en cierto modo otra forma de historia presentada en forma similar -historia de descubrimientos, investigaciones y rapiñas, seguida generalmente por el trato cruel e inicuo dado a los habitantes de las tierras que eran descubiertas. La avaricia, la ambición, la crueldad y el orgullo, es la tónica de nuestra enseñanza de la, historia y la geografía.
Estas guerras, agresiones y robos, que han caracterizado a cada nación importante, constituyen, sin excepción, hechos que no pueden ser negados. Sin embargo, podrían señalarse las lecciones que esos males trajeron (que culminaron en las guerras 1914-1945) y las antiguas causas de los prejuicios y aversiones pueden demostrarse hoy y poner de relieve su futilidad. ¿No sería posible basar la teoría de nuestra historia sobre las grandes y nobles ideas que han condicionado a las naciones, y han hecho de ellas lo que son, y acentuar el espíritu creador que las ha caracterizado? ¿No podríamos presentar en forma más efectiva las grandes épocas culturales que aparecieron súbitamente en alguna nación- enriquecieron al mundo entero y dieron a la humanidad su literatura, su arte y su visión?
La guerra produjo grandes emigraciones. Los ejércitos marcharon y combatieron en todas partes; los pueblos perseguidos escaparon de una nación a otra; algunos seres altruistas y abnegados fueron de un país a otro ayudando a los soldados, salvando a los enfermos, alimentando a los hambrientos y estudiando las condiciones prevalecientes. En la actualidad el mundo es muy pequeño, y los hombres están descubriendo (a veces por primera vez en su vida) que la humanidad es una y que todos los hombres, no importa cual sea el color de su piel y el país en que habiten, son sus semejantes. Todos estamos entremezclados. Estados Unidos está compuesto por personas que provienen de todo país conocido; más de cincuenta razas o naciones distintas componen la Rusia Soviética. El Reino Unido es una comunidad de naciones independientes, unidas en un solo grupo. La India está compuesta por una multiplicidad de pueblos, religiones y lenguas -de allí su problema. El mundo mismo es un gran crisol en el cual se está forjando la Humanidad Una. Esto necesita un cambio drástico en nuestros métodos de presentar la historia y la geografía. La, ciencia ha sido siempre universal. Las grandes obras de arte y la literatura han pertenecido siempre al mundo. Sobre estos hechos deberá construirse la educación que debe darse a los niños del mundo -sobre nuestras similitudes, realizaciones creadoras, idealismos espirituales y nuestros puntos de contacto. Si no se realiza esto, nunca se curarán las heridas de las naciones ni se derribarán las barreras que han existido durante siglos.
Los educadores que enfrentan la actual oportunidad mundial, deberán preocuparse por sentar bases sólidas para la civilización futura, procurar que sea general y universal en su alcance, verdadera en su presentación y constructiva en sus acercamientos. Los pasos iniciales que den los educadores de los diferentes países determinarán inevitablemente la naturaleza de la civilización venidera. Estos deberán prepararse para un renacimiento de las artes y un nuevo y libre fluir del espíritu creador del hombre. Deberán insistir sobre la importancia de los grandes momentos de la historia humana, donde brilló la divinidad del hombre y reveló nuevas corrientes de pensamiento, nuevos proyectos humanos, cambiando para siempre el curso de los asuntos humanos. Estos momentos produjeron la Carta Magna; pusieron, por medio de la Revolución Francesa, el énfasis sobre los conceptos de libertad, igualdad y fraternidad; formularon la Declaración Norteamericana de Derechos y, en alta mar, en nuestros tiempos, dieron la Carta del Atlántico y las Cuatro Libertades. Estos son los grandes conceptos que deben regir la nueva era con su naciente civilización y su futura cultura. Si a los niños de hoy se les enseña el significado de estas cinco grandes declaraciones y al mismo tiempo se les habla de la inutilidad del odio y de la guerra, habrá esperanza de un mundo mejor, más feliz y más seguro.
Dos conceptos principales deben enseñarse a los niños de todos los países; el valor del individuo y la realidad de la humanidad una. Por lo que los niños han visto durante la guerra han aprendido que la vida, humana tiene poco valor; los países fascistas han enseñado que el individuo no tiene valor alguno, excepto para cumplir los designios de algún dictador -un Mussolini o un Hitler. En otros países se considera de importancia a ciertas personas y a algunos grupos -debido a su posición hereditaria o situación económica- y al resto de la nación de poca importancia; en otros países el individuo se considera a sí mismo tan importante y el derecho de satisfacer sus propios deseos de tanto valor, que pierde completamente su relación con el todo. Sin embargo, el valor del individuo y la existencia de ese todo, que llamamos Humanidad, están muy estrechamente relacionados, lo cual debe ser acentuado. Cuando estos dos principios sean enseñados y comprendidos debidamente, conducirán el individuo a que posea una cultura más amplia, y a que reconozca que tiene una responsabilidad como parte integrante de la humanidad.
Actualmente, en las escuelas (primarias, secundarias y universitarias, empleando términos comunes) puede verse un cuadro simbólico imperfecto del triple objetivo de la nueva educación: Civilización, Cultura, Unificación.
Las escuelas. primarias deben ser consideradas como custodios de la civilización; deben capacitar al niño para ejercer la ciudadanía, enseñarle el lugar que ocupa como ente social, acentuar sus relaciones grupales, prepararlo para una vida inteligente, evocar su memoria racial en los distintos cursos, a fin de sentar las bases de sus relaciones humanas. Debe enseñarse lectura, escritura y aritmética, historia elemental (recalcando la historia mundial), geografía y poesía; además ciertos hechos básicos e importantes del vivir, las verdades fundamentales, la coordinación y el control.
Las escuelas secundarias deberán ser consideradas como custodios de la cultura; deben acentuar los más grandes valores de la historia y de la literatura, y enseñar algo sobre arte. Comenzarán a entrenar a los jóvenes para esa futura profesión o modos de vida que evidentemente los condicionará. Se les enseñará la ciudadanía en términos más amplios y el mundo de los verdaderos valores, y se cultivará el idealismo en forma consciente y definida. Se pondrá mayor énfasis en la aplicación práctica de los ideales. Estas escuelas deben enseñar a la juventud del mundo en forma tal que comience a unificar en su conciencia los mundos de la apariencia, de los valores y de los significados, y a relacionar el mundo del vivir externo objetivo y el de la existencia interna subjetiva. Selecciono cuidadosamente mis palabras.
Nuestras escuelas secundarias y universidades tendrán que ser la prolongación de todo lo ya dado. Tendrán también que embellecer y completar la estructura ya erigida y ocuparse más directamente del mundo de significados. Deberían considerar los problemas internacionales -económicos, sociales, políticos y religiosos y vincular más estrechamente al hombre y a la mujer con el entero mundo, lo cual de ninguna manera indica olvidar los problemas o compromisos individuales o nacionales, sino tratar de incorporarlos en la totalidad como partes integrantes y efectivas, evitando así las actitudes separatistas que han causado el derrumbe nuestro mundo moderno.
La escuela secundaria y la universidad, deberían ser en realidad, la analogía. del mundo de la jerarquía, en el campo de la educación, y el custodio de los métodos, técnicas y modos de pensar y de vivir, que relacionarán al ser humano con el mundo de las almas, el Reino de Dios, no sólo con los otros seres humanos en el plano físico, el mundo de los fenómenos, sino también con el mundo interno de los valores y las cualidades.
Repito, esta adaptación del hombre para la ciudadanía en el Reino de Dios no es esencialmente una, actividad religiosa, que debe ser manejada por los exponentes de las grandes religiones del mundo. Es tarea reservada a la educación superior, que dará un objetivo y una significación a todo lo que se ha realizado. Si esto les parece un idealismo imposible, permítanme asegurarle que para cuando la Era acuariana esté en pleno florecimiento, este objetivo será, reconocido y confirmado por los educadores de entonces.
La siguiente secuencia surge por sí sola, al proyectar el plan de estudios para la juventud de las próximas generaciones:
Educación primaria………… …..Civilización…………. de 4 a 14 años
Educación secundaria…………..Cultura………………. de 14 a 21 años
Educación superior………………Espiritualidad………. de 21 a 24 años
El énfasis y la presión que ejerce lo económico y lo material, obliga a la juventud a trabajar antes de alcanzar su madurez. Debe recordarse también (y esto se va reconociendo cada ve más) que la calidad de los niños que nacen actualmente es cada vez mejor y superior. Estos niños son, en muchos casos, anormalmente inteligentes; lo que en lenguaje técnico se denomina C.I. (coeficiente de inteligencia) es con frecuencia notablemente elevado, e irá en aumento hasta que los jóvenes de 14 años tengan el acervo y la inteligencia de los brillantes universitario de hoy.
No me es posible probar la verdad de estas declaraciones, pero un estudio de la raza y del niño moderno en los países más civilizados, revelará sus tendencias y orientaciones, lo cual dará solidez a mis declaraciones. Sería conveniente estudiar profundamente la diferencia, que hay entre cultura y civilización.
Expresando esta verdad con otras palabras y reconociendo como premisa fundamental las potencialidades esencialmente supernormales del ser humano, podríamos decir que:
El primer esfuerzo educativo para civilizar al niño será entrenar y dirigir correctamente sus instintos.
La segunda obligación de los educadores será inculcarle al niño, la verdadera cultura, enseñándole a emplear correctamente su intelecto.
El tercer deber educativo consistirá en evocar y desarrollar la intuición.
Cuando se hayan desarrollado y estén activos tres punto tendremos un ser humano civilizado, culto y espiritualmente despierto. El hombre será entonces instintivamente correcto, intelectualmente sensato e intuitivamente consciente. Su alma, mente y su cerebro actuarán como es debido y en correcta relación mutua, logrando así, repito, la coordinación y el correcto alineamiento. Algún día, se hará un análisis de la contribución hecha por los tres grandes continentes –Asia, Europa y América- para este triple desarrollo, en lo que respecta a la raza aria. Sin embargo, debe recordarse que la gloria de la humanidad consiste en lo siguiente: en que cada raza ha proporcionado esos seres que han expuesto todo lo que era elevado y posible en su día y época -hombres que utilizaron en sí mismos la triplicidad: instinto, intelecto e intuición. Fueron relativamente pocos en las primeras etapas del desarrollo del género humano, pero el proceso para acelerar este desarrollo avanza rápidamente, y muchos se están preparando hoy para la "educación superior", en el verdadero sentido de la palabra. Mucho más se conseguirá cuando los educadores del mundo comprendan el propósito del proceso como un total y planificado desarrollo, y pongan atención al entrenamiento instintivo, intelectual e intuitivo de la raza, de manera que los veintiocho años de entrenamiento sean considerados como un proceso ordenado y dirigido, y la meta sea claramente percibida.
Lo antedicho evidencia que los educandos serán clasificados desde los puntos de vista que he considerado :
a. Los que pueden ser correctamente civilizados. Esto se refiere a la masa humana.
b. Los que pueden ser conducidos hacia el mundo de la cultura. Esto incluye un gran número de personas.
c. Los que pueden contribuir al acervo de la civilización y de la cultura con "el equipo" requerido en el proceso de actuar como almas conscientes, no sólo en los tres mundos del vivir instintivo e intelectual, sino en el mundo del ser espiritual, pero con una total continuidad de conciencia y una triple integración total.
No todos pueden pasar a los grados superiores y esto debe tenerse en cuenta. Para medir la capacidad debe basarse en la comprensión de los tipos de rayos (la ciencia de la sicología esotérica), en la captación de las condiciones de los sistemas glandular y fisiológico, en ciertos tests específicos y en la nueva astrología.
Quisiera pedirle sencillamente al estudiante sensato que reflexione sobre los cuatro enunciados siguientes:
1. El antakarana expresa la cualidad del magnetismo que abre la puerta al centro de enseñanza de la Gran Logia Blanca.
2. El antakarana es la fuerza consciente integradora.
3. El antakarana es el medio para transferir la luz.
4. El antakarana concierne a la continuidad de la percepción del hombre.
EL PROCESO DEL DESENVOLVIMIENTO
Quisiera agregar otra analogía a las precedentes, que servirá para aclarar el proceso del desenvolvimiento desde el punto de vista racial, y explicar con mayor claridad todo el tema.
Desarrollo racial general……………… Civilización…….Sendero de la purificación
Entrenamiento de los intelectuales…Cultura ……….. Sendero del disimulado
Formación de los iluminados………… Iluminación ….. Sendero de iniciación
Por lo tanto es evidente qué el objetivo del futuro y el esfuerzo del presente consisten en Ilevar a la humanidad a un punto en que -hablando en sentido esotérico- "entre en la luz". La tendencia actual hacia el progreso, que se observa nítidamente en la raza, le permite adquirir conocimiento y trasmutarlo en sabiduría con ayuda de la comprensión, y llegar así a adquirir la "plena iluminación". La iluminación es la principal finalidad de la educación.
Precisamente en este nivel del pensamiento y del reconocimiento se halla la diferencia entre el trabajo del Budha y el del Cristo. El Budha alcanzó la "iluminación" y fue el primer hombre de la humanidad en adquirirla. Grados menores de iluminación fueron a menudo adquiridos por anteriores Hijos de Dios. El Cristo, debido a lo realizado por el Budha y a Su propio grado de evolución, pudo inaugurar una nueva era e instituir una nueva meta, gracias a lo cual pudo manifestarse otro principio divino, y ser reconocido en forma general. inauguró "la era del amor", dando así a los hombres la expresión del nuevo aspecto divino, el del amor. El Budha fue la culminación de la "era del conocimiento" El Cristo inició la "era del amor". Ambas épocas encierran y expresan los dos principios divinos mayores. De esta manera fue factible la nueva educación, gracias a la obra del Budha. Esto demuestra cuán lentamente marcha la evolución. La nueva religión ha sido posible por la obra y la vida del Cristo. Hablando esotéricamente, los pétalos del conocimiento del loto egoico humano se han abierto, y el Budha aceleró la acción de este acontecimiento. Actualmente, se están abriendo también los pétalos del amor del loto egoico de la familia humana -la rapidez con que este acontecimiento se está realizando es el resultado de la acción del Cristo. ¿Comprenden la significación de lo que trato de exponer? ¿Podrán captar el significado de lo que voy a decir? Los puntos que trataré son:
Debido a que los tres pétalos del conocimiento del loto egoico humano se han abierto en forma racial (al emplear la palabra racial me refiero a la familia humana y no a la raza aria), es posible que se abran también ahora los pétalos del amor. La energía que fluye de la hilera exterior de pétalos ha causado un efecto triple:
1. Ha vitalizado a toda la humanidad y producido la, civilización presente, activa e inteligente (o ¿debería decir intelectual?) y nuestra cultura moderna, dondequiera se halle. El cerebro de la humanidad está ahora abierto para ser vitalizado, de allí la educación en masa.
2. Ha abierto un canal para que los pétalos del amor puedan vitalizar el cuerpo astral de la humanidad y lograr así una colaboración general y expresar el amor grupal. El corazón de la humanidad está abierto para ser vitalizado, por eso han surgido en la actualidad movimientos filantrópicos de buena voluntad y de bienestar social.
3. Hará posible, con el tiempo, la vitalización del cuerpo mental por medio de los pétalos de la voluntad o sacrificio, y esto traerá la percepción del Plan, del propósito dirigido y de la síntesis grupal.
El primero de estos tres pétalos del conocimiento se abrió en la época de Lemuria y proporcionó cierta medida de luz a la conciencia humana en el plano físico. El segundo pétalo se abrió en la época Atlante, y llevó la luz al plano astral. En nuestra raza aria, el tercer pétalo se abrió y proporcionó al hombre la luz del conocimiento mental. Así se completó (en las tres razas) la ardua tarea de la, vitalización del triple mundo manifestado (físico, astral y mental), y la energía de la inteligencia se trasformó en un poderoso factor dominante. Actualmente se está efectuando la tarea de vitalizar al hombre con la energía del amor, obteniéndose grandes progresos en ese sentido, y los efectos (que emanan del segundo aspecto de la divinidad) se producirán con gran facilidad en los reinos de la percepción consciente. Expongo esto con el fin de alentarlos.
Debido a la actividad de la energía del conocimiento tenemos:
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