Boletín Martiano – Homenaje al más universal de los cubanos

Introducción

En el presente Boletín, los lectores
podrán encontrar temas relacionados con la vida y obra de
José Martí. Quizás para algunos sean temas
trillados, pero en realidad, cuando leemos los textos
relacionados con el Apóstol, nos damos cuenta que, podemos
encontrar cosas nuevas que no dejan de ser sorprendentes; como el
libro dedicado a él "El Martí que yo
conocí", escrito por Blanche Zacharie de Baralt, amiga que
se dedicó a rememorar el Martí que conoció
en los 15 años de exilio en New york. Ella lo describe de
cuerpo entero, así como su dimensión humana,
hombre, patriota, escritor, poeta, periodista, orador,
revolucionario, naturalista, maestro, amigo, entre otras facetas
desconocidas del Apóstol.

Los escritos de Martí, son fuentes inagotables de
ideas, de valores. Cada día son más los adeptos
ávidos en el estudio de su vida y de su obra, de ese
hombre que en tan corta vida fue capaz de dejar un amplio alegato
para el hombre de su tiempo y de hoy; como bien dice Blanche:
Martí escribía sin cesar-no solo sus trabajos
literarios, muchas veces, por desventura, trabajos forzados- se
deleitaba hasta en escribir breves esquelas a sus amigos, para
comunicarles una noticia, o para agradecerles un insignificante
favor. Un ejemplo de ello fue, cuando a su amiga Adelaida Baralt
le solicitaron que escribiera una novela original, ella nunca
había hecho ese tipo de trabajo, pero el solicitante
insistía en ello, Adelaida acordándose de
Martí le comentó el incidente, fue cuando
salió la novela "Amistad Funesta". El se hizo cargo del
trabajo con la condición de que, su amiga aceptara una
parte del importe. Recibido el importe por el producto de la
novela, Martí, envió el dinero acompañado
con un verso de tres cuartetos, y el primero decía
así:

"De una novela sin arte

la comisión ahí le
envío;

bien haya el pecado mío

ya que a usted le toca parte".

Es asombroso, cuando se estudia la vida y obra de
José Martí. Nos enseña valores muy profundos
que siempre debemos tener presente en nuestra manera de accionar;
su capacidad de expresar, de aconsejar, de alertar sobre peligros
eminentes para los seres humanos, como la expansión de los
Estados Unidos de Norteamérica y la defensa de
América, la destrucción de la naturaleza, la
economía, entre otros temas que aún están
presentes.

Por la vigencia de su pensamiento, sus principios y todo
el legado que nos dejó, Martí estará en
todos los tiempos. Por tales motivos, este Boletín
Martiano, tiene el propósito de divulgar momentos
de nuestro Apóstol, tomando como fuente aquellos que lo
conocieron y trataron en vida. El mismo puede contribuir
a:

• La estimulación de aquellos interesados en
  conocer la vida y obra de José
  Martí.

• Reforzar valores en los estudiantes, trabajadores,
  instituciones y comunidad.

• Servir de documento de apoyo para las actividades de
  la Cátedra Martiana.

La
formación de valores vista desde la obra
martiana

Aunque se ha escrito mucho sobre José
Martí, en diferentes épocas, nos estimulan a
recordarlo una vez más, quizás con un anhelo de
renovación moral, que nos hace volver ansiosos los ojos
hacia él para que su espíritu nos guíe y nos
ilumine.

Curioso es que durante un cuarto de siglo la figura de
Martí fue poco estudiada en Cuba.

Todos lo admiraban como patriota, forjador de la
independencia, humanista, pero en la mente popular no estaban muy
claros los perfiles de su personalidad.

¿Quién no conoce a Martí como
patriota, como hombre de acción, carácter
enérgico, orador y escritor?

Poseía en grado sumo el arte de ganar amigos y de
conservarlos: sabía "aferrarlos a su alma con garfios de
acero". Como decía Shakespeare. Comprendía el valor
trascendental del puro sentimiento que llamamos amistad. Era muy
generoso con su grandeza: daba sin tregua, su cariño, su
inteligencia, su tiempo, su saber, su dinero. Daba hasta su
propia vida por la libertad de los demás.

La bondad de su alma se revelaba en infinitos
detalles.

Poseía el arte de escuchar, cosa rara en el que
tiene el don de la palabra.

Sabía agradar haciendo que los demás se
sintieran complacidos de sí mismos, y eso con perfecta
naturalidad, sin adulación. "No hay quien no tenga algo
bueno" decía; "falta saberlo descubrir", por lo que,
conocer a cada persona era importante para Martí, ya que
cada una tiene algo bueno en su alma.

Ese don de gente, ese talento de hacerse querer no fue
en Martí un factor despreciable en su obra de propaganda
política: sumado a su fervor patriótico y a su
elocuencia, el imán de su personalidad atrajo millares de
adeptos a la causa de la libertad de Cuba.

Traspasó su vida dejando a su paso una estela de
simpatía. Como en toda alma inherente de
distinción, la delicadeza de sentimientos sugería
el gesto o la palabra adecuada, la finura le brotaba del
corazón. Ese talento de hacerse querer no fue en vano, el
amor por el otro siempre estuvo presente en
Martí.

Su personalidad era muy diferente de los jefes
hispanoamericanos; no tenía aire marcial, ni
métodos dictatoriales, ni ambición
desmedida.

Inalterable en su determinación, no obstante,
era, "tierno hacia los hombres y fiel a su propia
alma".

Era sincero, de ahí la fuerza irresistible de sus
palabras.

Hombre de vastísima cultura, estudiaba sin cesar
y tenía una capacidad asombrosa para el
trabajo.

Sus modales corteses, sus valoraciones
artísticas, sus delicados y magníficos versos lo
colocan en un medio ultra refinado; era, sin embargo, de origen
humilde, de familia modestísima.

Amó a Cuba, y la independencia de la patria fue
la luz que guío e iluminó su vida.

José Martí fue un hombre
polifacético. Pasó por el mundo con los ojos bien
abiertos de aquellos que no dan la espalda a los problemas de la
humanidad, sino que, por el contrario, los estudiaba, los
examinaba, los analizaba con el afán de buscarles
solución.

Vivía con el ansia de hacer bien a los
demás, de luchar, sobre todo por Cuba, su patria natal, y
por su patria grande: la América Latina.

Conoció como nadie los problemas de toda
América y aconsejó y aleccionó, con genial
clarividencia, sobre las posibles soluciones a los pueblos y
gobernantes del gran peligro que significaba el advenimiento del
imperialismo norteamericano. Él decía que el
gobierno "ha de nacer del país", porque "el gobierno no es
más que el equilibrio de los elementos naturales del
país"

Su preocupación por hallarle solución a
los grandes problemas de su Cuba, aún no liberada, y de
América en general, la vació en artículos
periodísticos, folletos, cartas, conferencias y discursos;
la educación otro de los temas tratados por Martí a
la que dedicó innumerables páginas, todas llenas de
comprensión y sabiduría; la economía, sobre
la que había de sentar la libertad y el progreso de los
pueblos americanos.

Profundos son los valores que podremos encontrar en la
obra martiana -valores que están vigentes- gracia a la
firmeza de su convicción, riqueza de pensamiento y su
grandeza como hombre universal.

Martí:
Naturaleza – agricultura, educación y los
jóvenes

Menos conocidas son las páginas que Martí
dedicó a la necesidad de atender mejor la agricultura en
Cuba y en América.

Fue su ideología de que la independencia
económica era la base de la independencia política,
ya que "la única riqueza inacabable de un país
consiste en la producción agrícola", tema muy
actual en nuestro país, la necesidad de cultivar la tierra
para producir alimentos.

Para apoyar decía que "A los niños
debería enseñárseles a leer en esta frase:
La agricultura es la única fuente constante, cierta y
enteramente pura de riqueza".

En su original artículo "Maestros Ambulantes",
consignó un programa de pedagogía rural, en el que
reflejó, frases relacionadas con el hombre y la
naturaleza:

"…el único camino abierto a la prosperidad
constante y fácil es el de conocer, cultivar y aprovechar
los elementos inagotables e infatigables de la
naturaleza".

Martí defendía mucho el trabajo de la
tierra y la naturaleza, decía, que "el cultivo de la
tierra es la única fuente absolutamente honrada de
riqueza".

"Una semilla que se siembra no es solo la semilla de la
planta, sino la semilla de la dignidad"

Claramente vio Martí el camino equivocado por
donde iba la educación en América. Los
jóvenes solo aspiraban a estudiar y practicar carreras
literarias o a trabajar en las diversas oficinas del Estado,
dejando a un lado el trabajo agrícola. Este mal data de la
época colonial, arrastre del funesto sistema esclavista
que consideraba todo trabajo manual propio solo para el
esclavo.

Contra el peligro que esta concepción del trabajo
y el sistema de educación, Martí
aconsejó:

"en los pueblos que han de vivir de la agricultura, los
Gobiernos tienen el deber de enseñar preferentemente el
cultivo de los campos. Se está cometiendo en el sistema de
educación en la América Latina un error
gravísimo: en pueblos que viven casi por completo de los
productos del campo, se educa exclusivamente a los hombres para
la vida urbana, y no se les prepara para la vida campesina. Y
como la vida urbana solo existe a expensas y por la virtud de la
campestre, y de traficar en sus productos, resulta que con el
actual sistema de educación se está creando un gran
ejército de desocupados y desesperados; se está
poniendo una cabeza de gigante a un cuerpo de
hormiga".

En un artículo publicado en el periódico
La América de N.Y. en 1884, escribió:

"La educación tiene un deber ineludible para con
el hombre, -no cumplirlo es crimen: conformarle a su tiempo- sin
desviarle de la grandiosa y final tendencia humana. Que el hombre
viva en analogía con el universo, y con su
época"…

Creía Martí que los jóvenes que se
dedicasen a los trabajos agrícolas deberían recibir
una instrucción cuidadosa porque "la agricultura es
imperfecta sin el auxilio de la Instrucción", ya que: la
Instrucción da medios para conocer el cultivo, acrecerlo,
perfeccionarlo (…) ¿Cómo se podrá
elegir el mejor arado, si no se conocen las diversas clases de
arado? ¿Cómo se podía reformar la tierra, si
no se conoce la naturaleza de la tierra? ¿Cómo se
podrá hacer todo esto, y sentirse hombre y decirse que se
lo es, si no se sabe leer y escribir?

Martí, confiaba para todas esas tareas que
debían realizarse en los países de América,
en la juventud. Su misión era la de crear y levantar a los
pueblos.

De este modo Martí, incita a los jóvenes
una educación en el amor a la naturaleza, así como
el esfuerzo constante para lograr la riqueza que nos proporciona
la tierra.

Continuando en su idea sobre la agricultura y la
instrucción, escribió Martí:

"El cultivador necesita conocer la naturaleza, las
enfermedades, los caprichos, las travesuras mismas de las plantas
para dirigir el cultivo de modo de aprovechar las fuerzas
vegetales, y evitar sus extravíos. Necesita enamorarse de
su labor, y encontrarla, como es, más noble que otra
alguna"…

Y exclama:

"Detrás de cada escuela un taller
agrícola, a la lluvia y al sol, donde cada estudiante
sembrase su árbol".

No quería Martí que se enviaran pedagogos
tarados a los campos, "sino gente instruida que fuera
respondiendo a las dudas que los ignorantes les presentasen o las
preguntas que tuviesen preparadas para cuando
vinieran".

El maestro debía ver los errores en el cultivo,
aconsejar.

Como se refleja, lo que Martí planteaba era un
sistema de enseñanza totalmente nuevo, para lo cual "se
necesita abrir una campaña de ternura y de ciencia, y
crear para ella un cuerpo de maestros misioneros".

Siguiendo estas ideas del Maestro, en cuanto al tema de
la agricultura, la educación y la naturaleza, hoy nuestro
pueblo está inmerso en un nuevo Proyecto sobre la
Política Económica y Social. En este proyecto se
expresan lineamientos que responden a la política
agroindustrial, para fomentar el desarrollo de una agricultura
sostenible en armonía con el medio ambiente. Lineamiento
# 176.

Desarrollar un sistema integral de capacitación
en correspondencia con los cambios estructurales, dirigido a la
formación y rectificación en materia de
agronomía. Lineamiento # 183.

Lograr una mayor integralidad en el desarrollo de la
ciencia y la técnica, haciendo que se integre con
eficiencia a la base productiva, perfeccionando los servicios
científico-técnicos de los productores. Lineamiento
# 187.

Ejecutar el programa de agricultura aprovechando
eficientemente las tierras que rodean las ciudades y pueblos.
Lineamiento #190.

Son ejemplos de la grandeza de pensamientos de nuestro
Apóstol, logrando una visión anticipada a su
tiempo.

Martí, conoció profundamente la naturaleza
de Cuba y de América. Al leer el Diario de Campaña
nos damos cuenta de ello. Sus páginas están llenas
de descripciones por los lugares que pasó.

La naturaleza para Martí, era la libertad plena,
era la felicidad misma, como lo expresara en cartas a
María Matilla "…estaba en el batey como aquí
llaman al patio de las casas de campo, al claro desyerbado que
rodea la casa de vivienda: en el cielo, de un azul que
parecía vivo, estaban encendidas las estrellas: la luna
recortada, y como de un fuego suave, iluminaba de arriba un mazo
de palmas: las hojas de las palmeras se mecían
suavemente," "…y cuando el día antes había
pasado por el camino, lleno todo, a un lado y otro, de
árboles frutales, de cocos y mangos, de caimitos y
mameyes, de aguacates y naranjos…".

De principio a fin se pueden leer escritos como este en
el Diario de Campaña. Martí describía con
anhelo los paisajes de su Cuba.

Con este sincero y profundo amor por la naturaleza es
natural que Martí – a quien tanto preocupó la
educación de los jóvenes – pensara en la
necesidad de hacer la enseñanza más
original.

Martí y su
concepción sobre la mujer

Para Martí la mujer era algo sagrado. Siempre
estuvo rodeado de mujeres que quiso mucho como a su querida
madre, sus hermanas a las que cuidó, sus amigas y
admiradoras.

Según Blanche, era un hombre que sabía
agradar, se interesaba por todas, las cautivaba con una sonrisa,
era delicado, generoso: ejemplo de esto hay mucho, pero en las
fiestas de la colonia Martí solía sacar a las
muchachas menos atractivas, las que no tenían
compañero. Cuenta la autora del libro "El Martí que
yo conocí", que un día María Mantilla, le
preguntó que por qué escogía para pasear por
el salón o llevar al buffet las menos agraciadas,
él le respondió "Sí mi hijita, porque a las
feas nadie les hace caso, y es deber de uno no dejarlas sentir su
infelicidad", por lo que, Martí salía muy orgulloso
con su compañera.

Ser cumplido le era natural, como lo demuestra en sus
inmensas colecciones epistolares dirigidas a sus amigas y
familiares.

Sobre la pasión que sentía Martí
por la mujer y sobre todo a las madres en especial, sufría
por el dolor que le pudiera ocasionar a estas, en enviarles a sus
hijos a la guerra que se gestaba en Cuba. Una noche que
dormía, despertó a su amigo que compartía la
habitación, los suspiros profundos y unos quejidos
lastimosos. Este al preguntarle "Qué le pasaba",
Martí, respondió, "Ay!, las madres, las madres,
cuántas sangre y cuántas lágrimas van a
correr en esta Revolución a que voy a lanzar a mi
país!"

Martí sentía el peso de la tempestad que
iba a desatar, su alma sensible se lamentaba de los sufrimientos
ocasionados, pero necesario para nuestro país.

La historia de la
Niña de Guatemala

De visita en Guatemala, Martí conoció a
María García Granados, en la Escuela Normal, donde
él era profesor y ella estudiante. La muchacha se
impresionó hondamente con su talento y personalidad.
Según cuenta Blanche, Martí no la enamoró,
pero se dejó querer. Era un sicólogo demasiado fino
para no comprender hasta qué punto había tocado el
corazón de María. Más él estaba
comprometido a casarse con Carmen Zayas Bazán. La palabra
empeñada le prohibía alentar aquella pasión.
Martí por respeto a la familia dejó de visitar la
casa.

Martí, se despide de María para dar
cumplimiento a su casamiento. Empezó a decaer el
ánimo de la muchacha; así como, se debilitaba su
alma por el amor frustrado.

Volvió Martí a Guatemala casado y a los
pocos días murió María. Martí,
profundamente conmovido, asistió a los funerales
-más tarde- escribió su hoy famosa "La niña
de Guatemala".

Quiero, a la sombra de un ala,

Contar este cuento en flor:

La niña de Guatemala,

La que se murió de amor.

Hay quien piensa que si hubiera roto su compromiso con
Carmen, casándose con María, su vida habría
sido feliz; pero prefirió el deber que el amor.

Martí, defendió mucho el progreso de la
mujer, las defendió de las injusticias, las cuidó,
las halagó, las respetó con gran amor, por lo que,
hoy da fe de ello, las cartas dirigidas a ellas.

Mujeres amigas que significaron mucho en la vida de
Martí durante el exilio:

• Carmen Miyares.

• María Mantilla.

• Adelaida Baralt.

• Blanche Zacharie de Baralt.

• Irene Pintó.

• María Luisa Sánchez de
  Ferrara.

• Ubaldina Guerra de Pujol.

Entretenimiento. Puzle Martiano

En este Puzle martiano podrás poner a prueba y
enriquecer tus conocimientos sobre la vida y obra de José
Martí.

Para llenar el puzle tendrás que guiarte por las
preguntas que aparecen a continuación, colocando las
respuestas según convengan en cada casilla.

• 1. Libro de versos escrito por Martí
  dedicado a su hijo.

• 2. Nombre de la madre de María Mantilla,
  amiga íntima de Martí.

• 3. Novela escrita por Martí.

• 4. Nombre del lugar donde Martí y
  Gómez firmaron su Manifiesto.

• 5. Apellido del amigo mexicano de
  Martí.

• 6. Nombre del lugar donde muere
  Martí.

• 7. Poema dramático escrito por
  Martí, donde expresa la profecía de su vida y
  de la patria.

• 8. Seudónimo que Martí utiliza en
  la Revista Universal de México.

• 9. Cantidad de veces que Martí fue
  deportado.

• 10. Sobre nombre que Rubén Darío
  le diera a Martí.

• 11.  Apellido del maestro y amigo de
  José Martí.

• 12. Nombre del amigo fraternal de
  Martí.

Conclusiones

Es imposible resumir en un Boletín el pensamiento
y valores de la obra martiana. Estos, su patriotismo, humanismo,
su lucha incansable, apartándose de su propia vida para
defender y cumplir con el bienestar de los demás, son
infinitos, inagotables.

En este Boletín se le ha querido brindar, de
manera sencilla pero con profundo sentimientos, homenaje al
Apóstol, al dar tratamiento a su pensamiento y valores en
temas fundamentales para la vida como es la educación
(para él "ser culto es la única manera de ser
libre"); el cuidado de la naturaleza para un mundo mejor, la
riqueza que los pueblos pueden encontrar con el trabajo de la
tierra, la diversificación de la agricultura,
misión que le corresponde a los jóvenes (él
confiaba en ellos para liberar a los pueblos de cualquier
problema).

Continuar con este nuevo proyecto, será una
vía para ponernos nutrir de todo el legado que nos
dejó el Maestro.

Respuesta del Puzle Martiano

Bibliografía

• Fernández, R (1983). José
  Martí. Semblanza bibliográfica y
  cronología mínima. Editora Política. La
  Habana.

• Martínez, M. y Escobar, F. (1996).
  José Martí. Diario de campaña. Casa
  Editora Abril. La Habana.

• Pichardo, H. (1972). Facetas de la historia de Cuba.
  Editorial Félix Varela. La Habana.

• Zacharie, B. (1996). El Martí que yo
  conocí. Editorial Pueblo y Educación. La
  Habana.

Datos de las autoras:

• Romelia Román Zayas: Licenciada en Estudios
  Socioculturales. Profesora principal, Subdirección
  Girón, EHT José Smith Comas, Varadero,
  Matanzas. 23 años en la docencia. Profesora del
  Departamento de Alojamiento y Servicio
  Gastronómico.

• Isabel Maldonado Román: Máster en
  Gestión Turística. Profesora principal,
  Subdirección Girón, EHT José Smith
  Comas, Varadero, Matanzas. 24 años en la docencia.
  Profesora de Recepción hotelera, Comunicación,
  Comercialización turística.

Autores

Lic. Romelia Román Zayas

MSc. Isabel Maldonado Román

Escuela de Hotelería y Turismo José Smith
Comas

Subdirección Girón

mayo 2014