Análisis del Texto: Los Siete Saberes Necesarios a la Educación del Futuro (Edgar Morín, 2000)
- Las cegueras del conocimiento: el error
y la ilusión - Los principios de un conocimiento pertinente
- Enseñar la condición humana
- Enseñar la identidad terrenal
- Enfrentar las incertidumbres
- Enseñar la comprensión
- La ética del género humano
- Bibliografía
Este texto de Morin hace alusión a problemas que muchas veces dentro de la educación son ignorados, sin embargo, son esenciales para enseñar ante este nuevo siglo XXI, donde el sistema educativo desde el punto de vista de todos los niveles en Venezuela, matizan problemas en la enseñanza, aprendizaje, en los nuevos currículos y el perfil inadecuado de algunos docentes, que están transmitiendo conocimientos miopes, de acuerdo a su carente saber académico, falta de preparación y resistencia al cambio.
Ante el nuevo sistema educativo en Venezuela Morin plantea que debe existir la simbiosofía, lo que define como "la sabiduría de vivir unidos" (p.82), donde exista la unidad, se respete la diversidad cultural, se ame el planeta, que no se parcele, ni fragmente el saber; porque hay que conocer todo desde su contexto global.
De acuerdo al planteamiento de Morin, la educación futura para Venezuela debe enfrentarse con sentido de pertinencia, aptos paro los cambios, adaptables a las nuevas ideas del saber, irrumpir en el uso de las tecnologías de la información y comunicación, sin seguir creando barreras, al ignorarlas dentro del campo educativo.
En ese sentido, la educación del futuro debe abocarse en la actualización de los programas en el tiempo y espacio, para generar nuevos conocimientos, dejar atrás los viejos paradigmas, se aperture un abanico de saberes, en consonancia con la sociedad y la cultura, manteniendo el respeto hacia sus propios criterios. Tal como lo estableció Edgar Morín en su libro titulado "Los Siete Saberes Necesarios a la Educación del Futuro", los cuales se sintetizan a continuación:
Saber 1.-
Las cegueras del conocimiento: el error y la ilusión
En este saber el autor acota que en la educación, es donde se transmite o comunican los conocimientos, y no es posible, que permanezca ciega, ante lo que es el conocimiento humano, sus disposiciones, imperfecciones, dificultades, tendencias hacia el error como a la ilusión, y no se preocupe en absoluto por lo que es el conocer.
Desde esa perspectiva, el error y la ilusión conducen a una relación directa con el conocimiento, y el aprender, debido aquel que aprende se ve influenciado por sus propios deseos y emociones, lo que puede generarle una ceguera frente a nuevos conocimientos que tiene en su entorno cambiante.
Con esto Morín concluye, que si la primera tarea es la de enseñar un conocimiento que forme a la humanidad para criticar el conocimiento; el objetivo primordial de la educación del futuro será, apropiar a cada uno de los docentes y educandos de la capacidad, para detectar y subsanar los errores e ilusiones, partiendo de contexto social, educativo, cultural, político, crítico y reflexivo.
Saber 2.-
Los principios de un conocimiento pertinente
En este saber se manifiesta que cualquier conocimiento actual, tiene como contexto el mundo mismo, porque el contexto, es lo que le da sentido a las cosas. Por ello el conocimiento pertinente, trata de un conocimiento íntegro, que aborda todos los campos, sin necesidad de fragmentarlo y menos hacer del saber una visión miope.
Por tanto, para la educación del futuro es imperante desarrollar la inteligencia general, para lograr resolver los problemas educativos, desde un enfoque globalizado, tomando en cuenta su complejidad, porque es la única manera de poder conocer sus partes, y poder atacar a la inteligencia parcelada o fragmentada, para que no se siga reflejando o parasitando en otros individuos.
Saber 3.-
Enseñar la condición humana
Para este saber, nosotros como seres humanos debemos conocer realmente quienes somos, a dónde estamos, de dónde venimos y hacia donde nos dirigimos.
Tomando en cuenta esos aspectos, en la educación del futuro es imperante conocernos primero como seres humanos, autocriticarnos, reconociendo nuestros errores y virtudes, para luego poder emitir juicios ante los demás. Ante esto es posible reconocer la unidad en la ciencia de la naturaleza, en las ciencias humanas, la literatura, filosofías y mostrar la unión entre ellas, así como reconocer la diversidad existente en cada ser humano, porque cada uno tiene una condición común y objetivo como ciudadanos en esta madre tierra.
Saber 4.-
Enseñar la identidad terrenal
En este saber destaca que hemos entrado en la era planetaria, de las telecomunicaciones, de la información, de la Internet, de las influencias de otras culturas sumergidas en la complejidad del mundo. Sin olvidar que el siglo XX dejó un legado de guerras, armas nucleares, enfermedades, desigualdad, falta de conciencia ante la interdependencia por no sentirnos ligados a la tierra.
En ese sentido, la educación del futuro debe ser manifestada desde la unidad planetaria, donde es necesario enseñar a vivir juntos, compartir, comunicarnos, dejando atrás el pasado incierto; para que se pueda crear un sentido de pertinencia, se acepte la diversidad humana y las distintas culturas del mundo, sin perder nuestra propia identidad; porque esto es la garantía para no recaer en los errores ya cometidos en épocas pasadas.
Saber 5.-
Enfrentar las incertidumbres
En este saber se hace alusión que el futuro de la educación es impredecible, por eso hay que aprender a confiar en lo inesperado, trabajar para lo improbable y estar a la vanguardia con la incertidumbre presente en nuestros tiempos.
Saber 6.-
Enseñar la comprensión
La tarea para la educación del futuro en todos los niveles educativos necesita una reforma de las mentalidades, donde se haga énfasis en los procesos de comprensión entre los seres humanos, que se enseñe a entender al otro, a valorarlo, a comunicarse con él de manera cordial, de entender desde su objetividad hasta la subjetividad del ser, tratando de desarrollar una educación de comunicación tolerante y comprensiva.
Con esto se pretende evitar los obstáculos del egocentrismo, indiferencias y fanatismos que muchas personas lo ventilan antes su entorno.
Saber 7.-
La ética del género humano
Este último saber necesario para la educación del futuro, expresa que la ética de los seres humanos, no se enseña en base a lecciones de moral, porque ella debe formarse en las mentes partiendo de la conciencia de cada individuo, que es parte de una sociedad, especie y comunidad, por ello Morin plantea, que todo conocimiento debe ser la construcción colectiva de todos los individuos que hacen parte de la sociedad.
Y que esa nueva sociedad esté enmarcada en la integración global del conocimiento, entre la sociedad e individuo desde un contexto democrático, donde la educación se oriente a contribuir con la toma de conciencia hacia el cuidado de nuestro planeta y nuestra comunida
Bibliografía
Morín, E. (2000) Los Siete Saberes Necesarios a la Educación
del Futuro. Ediciones FACES/UCB. IESALC/UNESCO.
Autor;
Yelys Zacarías
Venezuela, 2014