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La Eutanasia: Sufrir o Morir Dignamente




Enviado por Denis Cahuana Hilari



    "Vivir bien es mejor que
    vivir".

    (Aristóteles

    "Me parece que el secreto de la vida
    consiste simplemente en aceptarla tal cual es".

    (San Juan de la Cruz)

    Sufrir o Morir Dignamente!!

    Un tema complejo, comentado y debatido desde la
    antigüedad, y que probablemente seguirá
    debatiéndose en el futuro, es tratado desde varios puntos
    de vista: religioso, filosófico, médico,
    ético-moral, social y político, etc. Abre
    polémica, en la opinión de los especialistas
    surgiendo las siguientes interrogantes: ¿Debe la muerte
    cumplir un estándar para ser "Buena Muerte"? ¿Hasta
    qué punto es lícito mantener viva a una persona que
    está y se muere irremediablemente? ¿Es correcto
    terminar con la vida de quien quiere morir y lo pide? En este
    contexto, se hacen estas y muchas otras preguntas similares, que
    plantean en definitiva la licitud de la eutanasia, entendida como
    la muerte o el suicidio provocado, con el fin de evitar el dolor
    y morir con dignidad, en el que aparentemente chocan dos
    principios incompatibles: el respeto a la vida (no matar) y el
    respeto a la libertad individual (matar a quien lo pide a causa
    de su sufrimiento).

    En este ensayo la religión, la filosofía y
    la política serán las corrientes que apoyaran a dar
    opinión sobre la eutanasia, pero también existe
    algunas ideas, definiciones y comentarios sobre otros puntos,
    como el sentido de la vida, el dolor, la muerte, etc., que no
    serán a profundidad, pero que sin embargo serán de
    relevancia. La eutanasia es una decisión que atenta
    completamente contra la vida, por ello ante el dolor y la muerte
    de un semejante, los sentimientos no pueden quedar indiferentes,
    y ante la cuestión candente de la eutanasia no cabe mirar
    a otro lado y callar.

    En la actualidad el avance modernista del siglo XXI, ha
    tenido un avance significativamente para la humanidad en la
    satisfacción de las necesidades materiales y
    económicas; sin embargo, la filosofía de la vida ha
    dado un retroceso importante, el derecho humano fundamental y el
    cual da un espíritu auténticamente humano a los
    demás derechos del ser, tiende a una
    desvalorización al grado de pugnar por la cultura de la
    "buena muerte", y es ahí donde respondemos a la pregunta
    hecha sobre el estándar de la muerte, desde el punto de
    vista filosófico se entiende que la muerte es un estado
    único en donde el ser pierde su existencia, y desde mi
    perspectiva no hay buena ni mala muerte, sino agonía en
    cualquier grado de intensidad y dolor.

    Para que tome esa noción de ser "buena Muerte"
    tendría que seguir indudables criterios o lo que llamamos
    en pedagogía indicadores en donde todos debemos cumplir
    ciertos requisitos y así todos estaríamos
    preparados para su llegada, pero lo cierto es que no existe tal
    indicador, y es porque la muerte siempre nos sorprende y llega en
    un momento inesperado, asimismo también; como estas dos
    palabra están asociadas entre si y dan un concepto;
    así como la "buena muerte" existe la "buena vida", y si
    queremos realizar una comparación de estas dos palabras
    antónimas pero relacionadas, la buena vida en una
    definición seria la satisfacción por el bienestar
    de uno mismo y llevado a la definición de buena muerte
    seria la satisfacción por la desdicha de uno mismo, y en
    lo que corresponde a una coherencia en la definición de
    este concepto no existe.

    "Platón afirmo que la vida es una
    meditación sobre la muerte" y Camus dijo "que juzgar que
    si vale o no vale la pena vivir es responder a la pregunta
    fundamental de la filosofía".
    (Astray). En tal
    sentido la vida está en función del sentido que se
    da a la muerte, y una buena manera de averiguar que se piensa
    sobre la vida es preguntar lo que se piensa acerca de la muerte.
    La muerte es un hecho, el cual nos llega a todos, incluso al que
    huye de él, ya sea de manera anticipada para algunos, y
    después de haber cumplido un ciclo para otros, y lo
    realmente es que siempre nos sorprende. Es decir, como se vive se
    muere. Nuestra muerte está de acuerdo a como hemos vivido,
    lo que hemos sido, cuanto hemos vivido. Los seres humanos no son
    eternos y hay un momento en que nuestra representación
    humana se acaba o termina, es ahí donde la única
    meta del hombre es la muerte. En este modo de ver las cosas, su
    vida es una vida para la muerte.

    Para la religión la muerte es una acción
    que solo Dios tiene el poder decidir sobre ella y quitarla, pero
    que ningún ser humano tiene el derecho para ejercer tal
    acción. La muerte puede producirse por causas naturales
    (muerte natural) o puede ser provocada (muerte no natural), pero
    para la religión las causas naturales de la muerte es un
    designio de Dio, pero la muerte provocada en el cual los
    asesinatos, homicidios están condenados llamados como
    pecado mortal.

    La vida tiene una relación con el nacimiento
    de un ser, cosa que no ha dependido de nuestra libre
    voluntad,
    (Recuero, 2004), en tal sentido nuestra vida es
    una acción involuntaria que no depende de nosotros y que
    recién después del nacimiento tenemos la libertad
    de la voluntad para poder decidir las acciones en nuestra vida,
    siempre que esa libertad sea razonada. Vida, es una
    energía constante mediante la cual podemos obrar por
    nosotros mismos, nuestra fuerza física nos permite
    realizar acciones en el mundo sensible, el de las cosas que
    vemos, que tocamos, nuestra inteligencia y voluntad nos capacita
    para actuar en relación a los demás seres
    inteligentes y pensantes, entonces nuestra vida es una vida
    racional. Es un hecho de que como piensa se vive, los principios
    prácticos de cada uno, la manera de afrontar la vida,
    haciéndonos preguntas ¿de dónde viene mi
    vida?, ¿Para qué vivo?, ¿A dónde voy?
    Según la respuesta que nos demos cada uno, esa es la forma
    en que vivimos y al final así también
    morimos.

    Para la religión solo "Dios nos da la vida y
    solo él puede quitarla". La vida humana es el fundamento
    de todos los bienes, la fuente y la condición necesaria de
    toda actividad humana y de toda convivencia social. Los hombres
    creen que tiene carácter sacro y nadie debe disponer de
    ella a capricho y ellos aman a Dios. De ahí que brotan las
    siguientes consecuencias, Nadie puede atentar contra la vida de
    un hombre inocente, Todo hombre tiene el deber de conformar su
    vida con el designio de Dios, La muerte voluntaria o sea el
    suicidio es, por consiguiente, tan inaceptable como el homicidio;
    semejante acción constituye en efecto, por parte del
    hombre, el rechazo de la soberanía de Dios y de su
    designio de amor
    . (II & Española,
    1998).

    En tal caso la religión católica,
    está en desacuerdo y prohíbe la práctica de
    la eutanasia, puesto que es de carácter homicida, en el
    cual el sujeto que realiza la acción ya sea a
    petición del moribundo.

    ¿En la vida humana hay dolor? El hombre viene a
    este mundo con dolor de parto, sufre en las ansiedades, en las
    penas, molestias, enfermedades y toda clase de dolores. El dolor
    forma parte de la vida, es un mal, es una carencia de bien. El
    dolor, es personal que cada ser humano lo siente, lo lleva, ya
    sea exteriormente como interiormente, los dolores externos son
    los que directamente están causados a la parte
    física de nuestro cuerpo, en cambio los dolores internos
    son los que están relacionados a nuestros sentimientos, es
    por eso que cualquier tipo de dolor siempre causa horror en las
    personas por más que sea dolor ajeno que por mínimo
    que sea causa sufrimiento. Y es por eso que para los partidarios
    de la eutanasia aleguen precisamente que su fin es evitar los
    dolores durante el periodo terminal de una enfermedad ayudando a
    quien los tiene a tener una muerte buena o sin dolor. "El reclamo
    de que el dolor físico agudo es una razón
    válida para matar a un paciente no tiene fundamento". El
    otro tipo de dolor que constituye la razón principal por
    la cual hay algunas personas que pueden llegar a sentir deseos de
    ser eliminadas, es el dolor emocional, la desesperación,
    la pérdida de la esperanza, la falta de amor, la angustia,
    la soledad, la pérdida de la dignidad, cansarse de la vida
    y no querer depender de otros.

    Actualmente hablar de eutanasia es muy complicado, y
    más aún del significado que este tiene, la
    eutanasia en estos tiempos significa matar por compasión.
    Pero este término de la palabra eutanasia no es reciente o
    que se utiliza recién ahora, esta palabra ha sido usada a
    lo largo de la historia. Este vocablo tiene sus orígenes
    en Grecia "Eu = bueno y thanathos = muerte, que significa
    "buena muerte"
    (II & Española, 1998) es la
    acción u omisión que acelera la muerte de un
    paciente desahuciado, siempre con su consentimiento, con el fin
    de evitarle dolor. Pero el significado de este vocablo no es
    exacto ya que las definiciones de las mismas pueden variar de
    acuerdo a la postura y el contexto que uno lo adquiera. El
    concepto de la eutanasia a sido manejado por dos corrientes
    filosóficas, integradas por personas de ciencia y de la
    religión invocándose a la creencia y a los
    conocimientos sobre sus semejantes e invocando a la dignidad
    humana, tanto para defenderla como para rechazarla. Para los
    defensores de la eutanasia la dignidad humana del enfermo
    consiste en su libre derecho a elegir el momento de su muerte, en
    cambio para los detractores de la eutanasia es oponerse a este
    derecho por considerarla una arbitrariedad humana, porque es un
    asunto divino.

    Los promotores de la eutanasia argumentan que se debe de
    auxiliar al enfermo a tener una muerte digna y evitar el
    sufrimiento del mismo; pero no se refieren a la agonía que
    puede entenderse como el conjunto de circunstancias,
    sensibilidades, sentimientos y estado físico que vive el
    ser humano previos a la muerte que pueden tener una corta o larga
    duración.

    El deber humano no es "auxiliar la llegada de la
    muerte" pues eso sería éticamente un homicidio,
    pues despojar la vida de un ser porque "creemos que sufre" no es
    la alternativa, el nacimiento y la muerte son dos momentos en el
    proceso de vida, el primero es de espera consciente y el segundo
    se niega su llegada, pero el miedo a morir de una u otra forma no
    la hace ni buena ni mala, como ejemplo aquel que muere en
    agonía de hambre no se le auxilia para tener una "buena
    muerte" porque sufre al igual que el que está en fase
    terminal o una enfermedad sin cura, al contrario se le auxilia a
    vivir feliz, la vida debe estar siempre encaminada a la
    felicidad
    (Cantu, 2000) .

    En el sentido que hoy se emplea esta palabra, no quiere
    decir curar o aliviar, sino todo lo contrario disponer de una
    vida humana. Si empezamos a describir al hombre por la lucha
    constante junto a la ciencia médica contra la muerte a
    obtenido, grandes progresos. Realizamos una remembranza de que
    cuando "el hombre prehistórico tenía una vida
    media de dieciocho años, en la época de la
    revolución americana alcanzaba los treinta y cinco
    años, en mil novecientos alcanzaba los cuarenta y nueve
    años, y hoy en la actualidad alcanza alrededor de ochenta
    años de acuerdo a la calidad de vida que llevan las
    personas"
    (Recuero, 2004), pero para que esto sea posible
    también existe como todo lo humano algunos inconvenientes,
    el hombre siempre a tratado de vencer a la muerte y debido a que
    no puede, intenta alargarla lo más que pueda, hasta el
    límite de sus posibilidades, incluso alargarla
    artificialmente con aparatos electrónicos de sofisticada
    tecnología.

    Cabe preguntarse, si no estaremos siendo víctima
    de nuestro propio artificio, esta situación ha provocado
    en los países desarrollados, que compuestos cada vez
    más por ancianos y enfermos, a realizarse una pregunta
    ¿hasta qué punto es licito mantener viva a una
    persona que se muere irremediablemente
    ?, respondiendo, solo
    es licito en algunos países que han normado la eutanasia,
    como el caso de Holanda entre otros dos países más,
    pero si tratamos a fondo seria licito siempre y cuando solo se
    renuncie a tratamientos que procurarían una
    prolongación penosa de la vida. Pero no interrumpiendo los
    cuidados normales como por ejemplo, la alimentación, la
    hidratación, la higiene o la ayuda a la
    respiración, etc. También seria licito conformarse
    con los medios normales que la medicina puede ofrecer.

    La eutanasia hoy en día es llamada como homicidio
    asistido por compasión, que una persona lo realiza por
    piedad debido al sufrimiento o dolor que este puede tener,
    respondiendo a su deseo de morir por las razones que fuese. En la
    eutanasia se distinguen elementos que configuran este
    fenómeno complejo los cuales son: la muerte que ha de ser
    el objetivo buscado, ha de estar en quien practica la eutanasia,
    no necesariamente para aliviar el dolor, puede producirse por
    acción (administración de sustancias, etc) o por
    omisión (no asistir medicamente), y ha de buscarse la
    muerte de otro, no la propia.

    Para la Conferencia Episcopal Española el
    concepto de eutanasia: "la actuación cuyo objeto es
    causar la muerte de un ser humano para evitarle sufrimientos,
    bien a petición de éste, bien por considerar que su
    vida carece de la calidad mínima que merezca el
    calificativo de digna. Así considerada, la eutanasia es
    siempre una forma de homicidio, pues implica que un hombre da
    muerte a otro, ya mediante un acto positivo, ya mediante la
    omisión de la atención de los cuidados debidos"
    (C.E.E.,1993)
    (Abellan, y otros, 2008)

    Según el criterio que se emplee, hay diversas
    clasificaciones del fenómeno de la eutanasia, dependen
    también del significado que se dé al
    término. Eutanasia directa: que consiste en
    adelantar la hora de la muerte de un ser humano en caso de una
    enfermedad incurable, para lo cual posee dos formas: Activa,
    consiste en provocar una muerte indolora a solicitud del
    afectado; en la que se recurre a sustancias especiales
    mortíferas o sobredosis de morfina, para esta es
    común escuchar que ha sido en su mayoría practicada
    en pacientes con diagnóstico de cáncer o de sida;
    pasiva, esta consiste en dejar de tratar una complicación
    o enfermedad, para lo cual existen dos formas de practicarla, la
    abstención terapéutica en la que no se da inicio al
    tratamiento, o la suspensión terapéutica en la que
    se suspende la terapia ya que no se alarga la vida, sino el
    sufrimiento y la muerte del paciente, para cualquiera de estas
    dos alternativas de eutanasia pasiva, debe tenerse en cuenta que
    nunca se le abandona al paciente. Eutanasia indirecta:
    Consiste en efectuar procedimientos terapéuticos que
    tienen como efecto secundario la muerte, por ejemplo la
    sobredosis de analgésicos, como es el caso de la morfina
    para calmar los dolores, cuyo efecto agregado, como se sabe, es
    la disminución de la conciencia y casi siempre una
    disminución de la vida. Este método tiene como
    intención aliviar el sufrimiento por el que pasa el
    paciente, más aun como consecuencia no deseada se produce
    una abreviación de la vida.

    Desde la sociedad la eutanasia compromete la vida
    común, ya que quitar la vida por petición
    tendría consecuencias terribles en donde los ancianos y
    enfermos tendrían una presión moral, en donde
    sentirían una enorme inseguridad, y podrían
    sentirse inducidos a pedir su desaparición para no ser
    molestos, también existiría las muertes impuestas
    por otros, que se producirían cuando la voluntariedad no
    se diera, pero otros, incluso familiares, tuvieran interés
    alrededor de esa muerte, desconfianza en las familias y en los
    hospitales.

    A comparación del suicidio asistido consiste en
    la ayuda a asistencia a otra persona que desea terminara con su
    vida, habitualmente mediante medicamentos, la ayuda puede ser
    facilitada por médicos, enfermeras u otras personas. La
    diferencia entre suicidio asistido y eutanasia es que, en el
    suicidio asistido el paciente es el sujeto activo asistido y
    aconsejado por un médico en cambio en la eutanasia otra
    persona es el agente activo respecto a quien lo
    solicita.

    Concluyendo este ensayo decimos que la eutanasia es un
    tipo de homicidio asistido por compasión, en el cual un
    sujeto causa la muerte por piedad para evitarle dolor, pero que
    consideramos que todo ser humano tiene dignidad respetable, esa
    dignidad tiene el valor de toda la vida humana, para quienes
    rechazamos la eutanasia y apostamos por la rehumanización
    de la vida, partimos de la ideología de que matar o ayudar
    a matarse no es lo mismo éticamente que dejar morir, y que
    la muerte digna que mucho se ha hablado en este ensayo es
    efímero para decir en realidad, derecho a matarse o a
    matar por compasión, y que desde la religión solo
    Dios tiene el don de darnos la vida y quitarla, pero que esa
    muerte debe ser una acción natural, y es por eso que la
    eutanasia representa un atentado contra la vida humana
    reprobables éticamente, y creemos que lo más justo
    y humano es acompañar, darle atención, tratamientos
    adecuados y tratar de minimizar el dolor, siempre respetando la
    vida pero, también, respetando la muerte.

    BIBLIOGRAFIA

    • Abellan, J., Andruet, A., Cardenas, R.,
      Falla, M., Moran, C., & Wagner, P. (2008). Temas de
      Bioética y Derecho.
      Lima: Grandes Graficos
      S.A.C.

    • Astray, J. R. (s.f.). La eutanasia
      en la encrucijada: el sentido de la Vida Y la
      muerte.

    • Cantu, M. V. (2000). Reflexion
      Filosofica sobre la Eutanasia. Agendas,
      86.

    • II, J. P., & Española, C. E.
      (1998). La eutanasia 100 Cuestiones y respuestas. Es
      inmoral y Antisocial.
      Madrid: Palabra S.A.C.

    • Recuero, J. R. (2004). La Eutanasia
      en la Encricijada.
      Madrid.: Editiorial Biblioteca Nueva,
      S.L.

     

     

    Autor:

    Profesor: Denis Cahuana
    Hilari.

    UNIVERSIDAD DE PIURA

    FACULTAD DE CIENCIAS DE LA
    EDUCACIÓN

    "PROGRAMA DE MAESTRÍA EN
    DIDÁCTICA DE LA ENSEÑANZA DE LAS MATEMÁTICAS
    EN EDUCACIÓN PRIMARIA"

    Monografias.com

    ANTROPOLOGÍA
    FILOSÓFICA.

    PIURA – 2014 – PERÚ

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