- Introducción
- Trastorno
bipolar - Otras más
críticas como la demencia - Desarrollo
- Teoría
- Enfermedad de
Alzheimer - Epilepsia
- Enfermedad de
Parkinson - La Enfermedad de
Hurtington - La meningitis
(enfermedad causante de problemas
nerviosos) - Síndrome de
Guillain Barre - Bibliografía
- Anexos
Introducción
Decían los griegos: Mente en sana en cuerpo sano,
muchas de las enfermedades que padecemos principian en nuestra
mente y pero cuando se fijan como algo recurrente y se hace la
depresión que afecta el cuerpo.
La tensión emocional incrementa el riesgo de
padecer un segundo infarto de miocardio, señala el
boletín Tufts University Health & Nutrition
Letter, que agrega: "Cada día hay más indicios
de que la mente interviene también en el
desarrollo de las afecciones cardíacas". El
boletín dice además que, según
investigaciones recientes, "los coléricos son casi tres
veces más propensos a sufrir un infarto o morir de una
enfermedad del corazón […] a edad relativamente
temprana". La tensión nerviosa lesiona el músculo
cardíaco y los vasos sanguíneos que rodean e
irrigan el corazón. Aunque la depresión eleva en
más del setenta por ciento el riesgo de infarto y de otros
problemas cardíacos, tales efectos se reducen cuando la
persona cuenta con suficiente apoyo de su entorno, es decir, de
sus familiares y amigos.
Es por ello que la investigación documental y
virtual que ahora se presenta tiene el objetivo de aportar un
grano de conocimiento más al acervo cultural que ya existe
sobre el tema y brindar una herramienta de defensa para detectar
y prevenir las enfermedades nerviosas …considero que todos
educamos y para muestra es este documento donde van autores de
libros y sitios web, investigadores, opiniones y experiencias de
los protagonistas, porque hasta los estudiantes nos
enseñan a enseñar mejor y nosotros como educadores
a que sepan construir sus propios aprendizajes propiciando su
aprendizaje por descubrimiento o perspicacia cultural y
biológica.
Trastorno
bipolar
Algunos de estos mismos síntomas pueden
corresponder a otra desconcertante enfermedad: el trastorno
bipolar. Según los doctores Barbara D. Ingersoll y
Sam Goldstein, el trastorno bipolar (denominado también
trastorno maniacodepresivo) es "un estado caracterizado
por episodios depresivos alternados con períodos elevados
(estado de ánimo exageradamente eufórico y
energías excesivas) que alcanzan niveles muy superiores a
los que son normales del buen humor".
Esta fase elevada se denomina manía, y
sus síntomas son, entre otros, pensamientos acelerados,
locuacidad extrema y una menor necesidad de sueño.
De hecho, el paciente puede pasar días sin dormir y
no manifestar pérdida de energías. Otro
síntoma del trastorno bipolar es el comportamiento
extremadamente impulsivo sin pensar en las consecuencias. "La
manía suele afectar al pensamiento, al juicio y a la
conducta social hasta el punto de ocasionar graves problemas y
situaciones embarazosas", dice un informe del Instituto Nacional
de Salud Mental de Estados Unidos. ¿Cuánto dura la
fase maníaca? A veces tan solo unos días; en otros
casos persiste varios meses hasta que sobreviene la fase de
depresión.
Existe un mayor riesgo de padecer trastorno bipolar
entre quienes tienen antecedentes familiares de este mal. Pero
hay buenas noticias. El libro The Bipolar Child (El
niño bipolar) dice que si el problema "se diagnostica
pronto y se trata debidamente, estos niños y sus familias
pueden llevar una vida muchísimo más
estable".
Así se avanza hasta que se hace una enfermedad
mental y entre ellas:
La esclerosis lateral
amiotrófica
? ¿En qué consiste? Es una
enfermedad de evolución rápida que ataca a las
neuronas motoras (células nerviosas) de la médula
espinal y de la parte inferior del encéfalo encargadas de
transmitir mensajes del cerebro a los músculos
voluntarios de todo el cuerpo. Este mal provoca la
degeneración y posterior muerte de tales neuronas, lo que
a su vez causa parálisis progresiva.
? ¿Por qué se llama también
enfermedad de Lou Gehrig? Porque a este famoso beisbolista
estadounidense se le diagnosticó el mal en 1939 y
falleció en 1941, con 38 años.
En algunos países se conoce también como
enfermedad de la neurona motora, amplia categoría de
afecciones que incluye a la esclerosis lateral
amiotrófica. Otra denominación es síndrome
de Charcot, en honor de Jean-Martin Charcot, neurólogo
francés que lo describió por vez primera
en 1869.
? ¿Cuáles son las causas?
Todavía se desconocen, pero se cree que puede deberse a
factores tales como virus, deficiencias proteínicas,
defectos genéticos (sobre todo en la variante familiar),
metales pesados, neurotoxinas (particularmente en la
guameña) y anomalías inmunitarias o
enzimáticas.
? ¿Qué pronóstico tiene? Al
progresar la enfermedad, la debilidad muscular y la atrofia se
extienden por el cuerpo. En etapas posteriores se debilitan
los músculos del aparato respiratorio, y a la larga se
requiere ventilación respiratoria asistida. Dado que solo
resultan afectadas las neuronas motoras, no se deterioran
ni la capacidad mental (como el intelecto o la memoria)
ni la personalidad ni los sentidos. Así pues, se
conservan la vista, el olfato, el gusto, el oído y la
sensibilidad al tacto. Aunque suele producirse el fallecimiento a
los tres o cinco años de presentarse los síntomas,
un 10% de los pacientes sobreviven más de una
década.
Se calcula que 1 de cada 4 personas padecerá una
enfermedad mental en algún momento de su vida.
Guiándonos por esta sorprendente estadística, es
muy probable que entre los seres queridos del lector —sus
padres, hijos, hermanos o amigos— haya alguien con un
trastorno cerebral.
? Reconozca los síntomas. El trastorno
mental no siempre se diagnostica rápidamente.
Es posible que los amigos y la familia achaquen los
síntomas a cambios hormonales, enfermedades
físicas, flaquezas de personalidad o trances amargos. Por
ejemplo, la madre de Javier ya había observado algunas
señales de que su hijo tenía un problema, pero
tanto ella como su esposo pensaron que sus cambios de humor
obedecían a una fase de la adolescencia que
no tardaría en pasar. No obstante, cuando se
producen cambios importantes en el sueño, la
alimentación o la conducta, tal vez se trate de algo
más grave. El examen de un profesional puede conducir
al tratamiento adecuado y a una mejor calidad de vida para el
enfermo.
? Infórmese. Las personas con trastornos
mentales no suelen estar en condiciones de investigar sobre
su problema. Por consiguiente, recopile usted mismo
información de fuentes actuales y fidedignas para entender
por lo que está pasando su ser querido. Asimismo, puede
que le ayude hablar con franqueza y conocimiento de causa con
otras personas. Por ejemplo, la madre de Javier les dio folletos
a los abuelos del chico para que se informaran y pudieran
colaborar con la familia.
? Busque tratamiento. A pesar de la naturaleza
prolongada de algunos trastornos mentales, muchas personas llevan
vidas estables y productivas cuando siguen un tratamiento
adecuado. Lamentablemente, un gran número de enfermos se
van consumiendo año tras año sin obtener ayuda.
Igual que una afección grave de corazón precisa de
un cardiólogo, los trastornos mentales necesitan los
cuidados de un especialista en la materia. Por ejemplo, los
psiquiatras recetan medicamentos que, ingeridos con regularidad,
pueden controlar los estados de ánimo, aliviar la ansiedad
y corregir los patrones de pensamiento distorsionados.
? Anime al enfermo a buscar ayuda. Es probable
que la persona con trastornos mentales no se dé
cuenta de que necesita ayuda, por lo que puede proponerle que
visite a cierto doctor en concreto, que lea alguna
información oportuna o que hable con alguien que se haya
enfrentado a un trastorno parecido. Existe la posibilidad de que
no quiera aceptar el consejo. Sin embargo, no dude en
intervenir si tiene a su cuidado a alguien que corre el riesgo de
lastimarse a sí mismo o a otras personas.
? No busque culpables. Los científicos
aún no comprenden bien la compleja
interrelación de los factores genéticos,
medioambientales y sociales que llevan a un funcionamiento
anormal del cerebro. Entre tales factores figuran las lesiones
cerebrales, el consumo de sustancias adictivas, las condiciones
de vida estresantes, los desequilibrios bioquímicos y la
predisposición heredada. De nada sirve que acuse al
enfermo de haber hecho algo que, según usted, ha
contribuido a la aparición de la enfermedad. Mejor es que
concentre las energías en darle apoyo y
ánimo.
? Tenga expectativas realistas. El enfermo se
puede descorazonar si se espera de él más de lo que
puede dar. Por otra parte, insistir en sus limitaciones puede
crearle un sentimiento de inutilidad. Por eso, lo mejor es tener
expectativas realistas. Naturalmente, no se debe tolerar la
mala conducta. Al igual que el resto de las personas, los
pacientes con trastornos mentales tienen la capacidad de aprender
de las consecuencias de sus acciones. En caso de presentarse
comportamiento violento, tal vez se requiera tomar medidas
legales o restrictivas para proteger al propio enfermo o a los
demás.
? Mantenga la comunicación. La
comunicación es fundamental, aunque en ocasiones parezca
que se malinterprete lo que usted dice. Las personas con
trastornos mentales a veces reaccionan de forma impredecible, y
sus emociones pueden parecer fuera de lugar en un momento dado.
No obstante, criticando los comentarios del paciente solo
logrará que se sienta culpable además de deprimido.
Cuando las palabras no sirvan de nada, siéntese a
escuchar. Acepte los sentimientos y opiniones del enfermo
sin condenarlo. Esfuércese por guardar la calma.
Si continúa mostrándole a la persona amada que
se interesa por ella, ambos se beneficiarán. Así
fue en el caso de Javier. Unos años después
expresó su agradecimiento a todos los que, según
dijo, "lo ayudaron cuando no quería
ayuda".
? Tome en consideración las necesidades del
resto de la familia. Cuando la familia tiene que centrarse en
el miembro que está en crisis, otros miembros pueden
quedar desatendidos. Durante un tiempo, a la hermana de Javier,
Alicia, le daba la impresión de que "vivía
eclipsada por la enfermedad de él" y minimizaba sus
propios logros para no dirigir la atención hacia
sí. Al mismo tiempo, parecía que sus padres
querían que ella rindiera más, como para compensar
las deficiencias de su hermano. Otros jóvenes a quienes se
ha desatendido por el mismo motivo causan problemas para llamar
la atención. Frente a estas crisis, las familias necesitan
ayuda para satisfacer las necesidades de todos. Por ejemplo,
cuando la familia Vega se hallaba totalmente absorta en los
problemas de Javier, los hermanos de la congregación de
testigos de Jehová del lugar ayudaron a Alicia
brindándole mayor atención.
? Fomente buenas prácticas de salud
mental. Un programa completo de salud mental debe abarcar la
alimentación, el ejercicio, el sueño y las
actividades sociales. Normalmente, las actividades sencillas con
grupos reducidos de amigos intimidan menos. Recuerde
también que el alcohol puede acentuar los síntomas
e interferir con los medicamentos. En la actualidad, la
familia Vega procura mantener un programa de higiene mental por
el bien de todos, pero especialmente por el de su
hijo.
Otras más
críticas como la demencia
La demencia es una deficiencia en la memoria de corto y
largo plazo asociada con problemas del pensamiento abstracto,
problemas con el juicio, otros trastornos de la función
cerebral y cambios en la personalidad. El trastorno es lo
bastante severo como para dificultar significativamente la
capacidad para realizar las actividades rutinarias.
Si usted nota que olvida nombres o le inquieta que
ciertas lagunas en su memoria sean los primeros indicios de un
serio deterioro mental, cálmese: los olvidos son comunes
en todas las edades, y los cambios que las personas mayores
experimentan en sus funciones mentales no suelen deberse a
la demencia senil. Aunque es habitual que la memoria se resienta
un poco en la vejez, "la mayoría de las personas mayores
conservan sus facultades mentales", asegura el doctor Michael
T. Levy, jefe del Departamento de Ciencias del
Comportamiento del Hospital Universitario de Staten Island (Nueva
York).
La demencia siempre tiene una causa física. La
demencia más común, la enfermedad de Alzheimer, es
causada por cambios en la estructura del cerebro que pueden
desarrollarse debido a la herencia genética, a un
desajuste químico, a una infección vírica, a
toxinas ambientales, o por otras razones. Se están
llevando a cabo varias investigaciones para descubrir más
acerca de su causa, prevención y tratamiento. Otra
demencia bastante común es la demencia multiinfarto que es
causada por la enfermedad del vaso sanguíneo o por muchos
accidentes cerebrovasculares pequeños en el cerebro. A la
vez, otras demencias son causadas por infecciones cerebrales, el
SIDA, trastornos metabólicos, enfermedades
neurológicas, falta de oxígeno o de azúcar
en el cerebro o por una acumulación de presión en
el cerebro.
El fiel rey David oró hace más de tres mil
años: "No me deseches en el tiempo de la vejez;
justamente cuando mi poder está fallando, no me
dejes" (Salmo 71:9). Aun hoy, en el siglo XXI, no es raro
que las personas mayores teman que las dejen de considerar
útiles. Las limitaciones que impone la mala salud fomentan
unos sentimientos de inutilidad que, sumados a la
jubilación forzosa, socavan fácilmente la
autoestima de cualquiera.
Los síntomas de la demencia incluyen: la
incapacidad para aprender nueva información; la
incapacidad para recordar información que se sabía
en el pasado; problemas con el pensamiento abstracto; desajuste
del criterio; trastornos en otras funciones cerebrales como la
capacidad para hablar eficazmente, llevar a cabo las actividades
motoras o reconocer o identificar los objetos; un cambio de
personalidad; interferencia con la capacidad para trabajar o
llevar a cabo las actividades sociales usuales. Otros
síntomas que pueden acompañar la demencia incluyen
la ansiedad, la depresión o la suspicacia.
DEMENCIA COMO PROBLEMA SOCIAL
En el proceso de envejecimiento, además de los
citados cambios estructurales, hay un descenso de la capacidad
funcional, los gerontólogos han buscados una causa
común; el gen crítico, una hormona o un
órgano que se deteriore. Sustentando argumentos para
reforzar teorías que involucran lo cerebral, la
senectud es el resultado de un deterioro celular gradual
sostenido que con el tiempo es menos eficaz en
su mantenimiento y auto reparación. Pueden ser
genéticamente programadas o genéticamente no
programadas, los gerontólogos ubican estas teorías
e hipótesis en estos dos
grandes grupos para dar un sentido a sus interrogantes
(Prieto, Vega & García, 1996).
En la demencia senil se pone en escena, efectivamente,
la pulsión de muerte. Tanto la demencia senil como la
enfermedad de Alzheimer son cuadros clínicos donde se
concretan los efectos desintegradores de la pulsión de
muerte. Esta rompe las relaciones y los vínculos con el
exterior, la persona mayor se muestra en su mundo,
como si estuviera en otra situación, en otra época,
se muestra alejado de lo actual, del tipo de relaciones del
presente.
Se puede decir que la demencia produce en
fenómeno de reconstrucción psíquica donde se
ataca, en primer lugar, a las representaciones de la palabra y a
la memoria, antes que a las representaciones de cosa (la persona
mayor demente tiene muchas dificultades para encontrar palabras
para expresarse). El campo simbólico se debilita y con
él la lógica del pensamiento. Todo es
más confuso para la persona. Parte de la
exploración incluye pruebas de laboratorio. En algunos
casos, se realizarán también un
electroencefalograma (EEG) o pruebas diagnósticas
por imagen como, por ejemplo, tomografía
computarizada (TAC) o resonancia magnética nuclear (RMN)
que permiten visualizar las capas del cerebro o incluso sus
funciones (ej., la tomografía por emisión de
positrones, PET), (Kertesz, 1994).
En el marco diagnóstico, es importante informar
adecuadamente a los familiares acerca de las posibles causas de
la demencia y sobre los resultados de las pruebas a fin de
obtener una impresión satisfactoria de los pasos que se
han dado. No es una buena práctica que el médico
trate de restar importancia dirigiéndose a los familiares
con frases como "es propio de la edad o simplemente parte del
envejecimiento" (Baker, Rogers & Owen, 1996).
La presencia de retrasos del pasado en
sustitución del presente implica la repetición de
la pulsión de muerte, la compulsión a restablecer
un anterior. Se borra la realidad actual. Paradójicamente
esa vuelta al pasado que tanto tiene que ver con la
pulsión de muerte, es a su vez un intento de
curación, una búsqueda de
una identidad mas en conjunto, sentimiento de unidad
que ha sido roto por la pérdida de objetos y
capacidades intelectuales, Es una repetición que
intenta evitar el hundimiento.
Desde este punto de vista, se puede considerar como un
mecanismo de supervivencia es la vuelta al pasado, detrás
el sujeto real, el sujeto presente, como un poco de paciencia en
el escucha aparecerá. Entonces puede ser que aparezca
hundido o deprimido. Debemos considerar que el que ha perdido
facultades, no puede elaborar de la misma forma
un trabajo de duelo, no puedo elaborar ni asimilar las
cosas de la misma forma, acude a mecanismo que le puedan ayudar a
sostenerse en la realidad. Incluso podrá alucinar o
inventarse objetos que le permitan eludir el sentimiento de
pérdida. Diríamos que perdida (facultades, memoria)
y es excesiva como para poder encajar más
perdidas.
Hay varios tipos de demencia vascular, que pueden variar
levemente con respecto a sus causas y síntomas. Un tipo,
llamado demencia multi infártica, es causado por numerosos
pequeños accidentes cerebro vascular. La
demencia multi-infártica típicamente incluye
múltiples áreas dañadas, llamadas infartos,
además de lesiones extensas en
la materia blanca, o fibras nerviosas del cerebro.
Debido a que los infartos de la demencia multi-infártica
afectan áreas aisladas del cerebro, los síntomas
muchas veces se limitan a un lado del cuerpo, o pueden afectar
solamente una do dos funciones específicas de los
síntomas globales que se presentan en la enfermedad de
Alzheimer y que afectan muchas funciones y no están
restringidas a un solo lado del cuerpo. Aunque no todos los
accidentes cerebro vasculares conducen a la demencia, en algunos
casos, un solo accidente vascular puede dañar el cerebro
de manera suficiente como para causar demencia. Esta
condición se llama demencia
por infarto único. La demencia es más
común cuando el accidente vascular ocurre en el lado
izquierdo (hemisferio) del cerebro y cuando afecta al hipocampo,
una estructura cerebral importante para la memoria
(Wolpe, 1993).
Otro tipo de demencia vascular está relacionado
con un trastorno hereditario muy poco común llamado
CADASIL , cuya sigla en inglés corresponde a
(arteriopatía cerebral autosomal dominante con infartos
subcorticales leuco encefalopatía." CADASIL está
relacionad con anormalidades de un gen especifico; Notch 3, que
está localizado en el cromosoma 19. Esta condición
causa la demencia multi infártica, así como el
accidente cerebro vascular, la migraña con aura y los
trastornos del estado anímico. Los primeros
síntomas generalmente aparecen en personas entre los
veinte y los cuarenta años y afecta a personas que muchas
veces mueren antes de los 65 años de edad.
Otras causas de la demencia vascular incluyen la
vasculitis,
una inflamación del sistema de vasos
sanguíneos, una profunda hipotensión
(presión arterial baja) y lesiones causadas por
hemorragias cerebrales. La enfermedad auto-inmune lupus
eritematoso y la enfermedad inflamatoria arteritis temporal,
también pueden causar daño a los vasos
sanguíneos de una manera que conlleva a la demencia
vascular (Hachinski, Lassen & Marschall, 1974).
Hay varias clasificaciones sobre los síntomas que
causan la demencia.
-Demencias corticales que son trastornos en todas las
fases de la memoria
(almacenamiento evocación, conocimiento), se da
en demencias de Pick y Alzheimer.
-Demencias subo corticales, son disfunciones precoces en
el movimiento. También se observan trastornos en la
memoria, solo en la evocación. Se nota en la enfermad
de Parkinson.
-Demencia por afectación de sustancia blanca,
trastornos en el tiempo de reacción, ausencia de
movimientos involuntarios y también afectación de
la memoria. Ejemplo, esclerosis múltiple.
-Demencias mixtas, los síntomas son varios y
nombrados anteriormente. Ejemplo Creutzefelt-Jakob.
En determinar el tiempo de la enfermedad es
prácticamente imposible, pues aquel periodo en el cual los
síntomas son mínimos, y que aún no
interfieren con la vida cotidiana puede ser de largos
años. El cerebro al igual que otros órganos tienen
gran capacidad de reserva funcional, es por eso que
habiéndose iniciado el proceso anormal, la
patogénesis, la muerte neuronal, la
depleción de neurotransmisores, todos ellos en forma
progresiva, requieren de un tiempo largo, y allí radica la
necesidad de hallar los marcadores biológicos como la
memoria o la información básica, la
información básica es la capacidad de un organismo
de adquirir y retener nueva información y para utilizar
esa información durante la conducta en
un ambiente(Tulving, 1995). La memoria comprime tiempo, esto
significa que acontecimiento pasados largos pueden ser recordados
ahora y también en el futuro, y que futuros
acontecimientos pueden ser simulados y pueden ser anticipados en
el presente, para que un organismo puede recordar y poder
comportarse más apropiadamente en situaciones
subsiguientes semejantes al inicial que aprende experiencia
(Tulving, 1995).
Tener memoria y aprender son conceptos estrechamente
relacionados; por una parte aprender requiere algunas facilidades
de información-almacenando y mecanismo de retención
como una memoria, por otro lado una memoria siempre trae consigo
aprender.
La memoria siempre es influenciada por factores internos
como nivel del despertar del individuo,
la inteligencia y estatus motivador y emocional. La
memoria es adicionalmente influye por factores externos, como la
condiciones físicas de estímulo, efectos de
interferencia y familiaridad con la materia presentado
(Maskowitsch, 1995).
Los síntomas que exhibe la demencia se
caracteriza con problemas cognoscitivos o neurológicos. La
dificulta que afrenta a los pacientes con demencia incluyen
dificultad con la memoria a corto plazo,
olvidar eventos y conversaciones recientes,
también se ve afecta, como colocar las cosas en sitio
equivocado, tener juicio y entendimiento deficientes, la
pérdida del interés en pasatiempos. Estas
personas piden su independencia poco a poco sin tener la
mínima idea.
Grados de demencia:
El término deterioro cognitivo ligero (DCL) es el
más utilizado recientemente para definir una fase
intermedia entre el envejecimiento normal y la demencia, aquella
en la que el sujeto presenta un déficit cognitivo
apreciable, pero que no interfiere con su funcionalidad. Dada la
heterogeneidad de las enfermedades que pueden dar lugar a
una demencia, necesariamente debe corresponder también a
un concepto heterogéneo, tanto clínica como
etimológicamente.
El deterioro del estado general es variable. Leve,
cuando conserva la capacidad de independencia, con un juicio
relativamente intacto y una adecuada higiene personal; moderado,
cuando necesita algún grado de supervisión y grave,
cuando necesita supervisión continua, con estado
vegetativo. A lo largo de la evolución de la enfermedad
aparecen una serie de complicaciones, auto y heteroagresividad,
delirio, traumatismos, infecciones diversas,
desorientación temporoespacial, etc. Destacando la
demencia tipo Alzheimer como la más
común.
Tenemos que hacer un diagnóstico diferencial de
la demencia senil, fundamentalmente con el envejecimiento normal,
delirium, esquizofrenia, episodios de depresión mayor y
otros trastornos con síntomas de deterioro cognoscitivo (
Merck & Dohme, 2005). Los danos frontal produce, muy diversas
características cognitivas y conductuales, en dependencia
de la zona aleccionadas como se exhibe en la demencia (Stuss
& Levine, 2000).
Debido a la gran variabilidad en el tipo, la magnitud a
imprecisión anatómica de las lesiones frontales; de
esta forma el síndrome disejecutivo, describe un amplio
espectro de alteraciones frontales y ejecutivas sin precisar sus
correlatos anatómicos. Lo que admite describir en el nivel
cognitivo y funcional las alteraciones presentadas, permitiendo
enfocarse más en procesos y mecanismo cognitivos
que en zonas del cerebro de una persona con demencia.
Desarrollo
La enfermedad de Alzheimer. Esta enfermedad es
considerada como la principal causa de demencia en la actualidad.
Casi podría afirmarse que esta demencia es el paradigma o
prototipo de la "Demencia", un ejemplo de esto es que cuando nos
hablan de este tipo de enfermedades es el primer nombre que nos
viene a la mente. Se calcula que en nuestro país la sufren
de 200 a 400.000 personas por lo que la mayoría de
nosotros conocemos casos de gente que padece esta enfermedad. Se
estima que afecta del 2 al 4% de la población mayor de 65
años pero estas cifras aumentan con la edad, en especial
entre los mayores de 75 años. Suele ser más
frecuente en mujeres que en hombres; asimismo suele ser
más frecuente en los enfermos con síndrome de Down
y entre quienes hayan padecido un traumatismo craneal.
También se sabe que existe un componente ligado a la
herencia ya que los sujetos con familiares de primer grado
enfermos de Alzheimer, tienen más probabilidades de
padecer esta demencia, aunque esto no quiere decir que se herede
necesariamente.
Nabucodonosor, el altivo rey de Babilonia. La Biblia
dice que Dios lo humilló. "Su corazón mismo fue
hecho como el de una bestia, y con los asnos salvajes su morada
fue. Vegetación le daban a comer tal como a toros, y con
el rocío de los cielos su propio cuerpo llegó a ser
mojado, hasta que supo que el Dios Altísimo es Gobernante
en el reino de la humanidad." (Daniel 5:21.) Nabucodonosor tuvo
la apariencia y el comportamiento de una bestia durante los siete
años que duró su locura. Según Daniel 4:33,
"su cabello mismo le creció largo como plumas de
águilas, y sus uñas como garras de
pájaros".
La demencia con cuerpos de Lewy, es un tipo
de demencia de muy reciente aparición; a pesar de ello,
cada vez va tomando mayor importancia con respecto al
número de pacientes que la padecen. Se piensa que
podría ser la segunda en importancia situándose por
detrás de la tipo Alzheimer y probablemente por encima de
la demencia vascular. Con respecto a sus
características más importantes hay que decir que
existen una serie de signos que pueden ser indicadores de padecer
una demencia de este tipo, como: 1) Fluctuación cognitiva,
con grandes variaciones en los niveles de alerta y
atención. Esto significa que los enfermos pueden pasar de
estar muy bien por la mañana a estar muy mal por la noche.
2) Presencia de alucinaciones. 3) Rasgos motores iguales a los
que aparecen en la enfermedad de Parkinson. Asimismo puede ser
indicativo el que el sujeto sufra caídas repetidas, la
presencia de pérdidas de conciencia (los llamados
síncopes) y que tenga una gran sensibilidad a un tipo de
medicación que se le puede haber recetado para paliar las
alucinaciones: los llamados neurolépticos. Esta especial
sensibilidad significa que el sujeto puede desarrollar
parkinsonismo al tomar este tipo de fármacos, aun cuando
antes de su administración no hubiera mostrado tales
signos.
La demencia vascular se situaría entre el
segundo y tercer lugar, dependiendo de los estudios, en cuanto al
número de pacientes afectados. Este tipo de demencia es
causado por un accidente cerebrovascular que ocasiona que una
parte del cerebro deje de recibir aporte sanguíneo lo que
ocasionaría la muerte de las neuronas de la zona afectada.
Una diferencia con la demencia de Alzheimer es que su inicio
suele ser más precoz, además, suele ser más
frecuente en varones que en mujeres.
Su inicio suele ser brusco y el curso fluctuante
caracterizándose por cambios rápidos en la
actividad del paciente. Otra de sus características es que
es frecuente que afecte solamente a algunas funciones cognitivas
dejando otras relativamente intactas. Esta demencia es una de las
pocas susceptibles de prevención, ya que un tratamiento
precoz de la hipertensión y de la enfermedad vascular
puede hacer que se reduzcan las probabilidades de padecerla en un
futuro.
La demencia debida a traumatismo craneal
suele ser producida por un fuerte golpe en la cabeza lo que puede
originar muerte celular directa, debido al traumatismo o heridas
asociadas y/u obstrucción de los vasos sanguíneos,
lo que ocasionará falta de riego y muerte celular
indirecta. Podríamos afirmar que este tipo de demencia
también es susceptible de ser prevenido ya que la
mayoría de los sujetos que la padecen es a consecuencia de
sufrir accidentes de tráfico. Por este motivo suele ser
más común entre los jóvenes, en especial
entre aquellos que practican deportes de riesgo. Demencia
debida a enfermedad de Parkinson. La enfermedad de Parkinson
puede estar asociada (aunque no tiene por qué estarlo) a
demencia. Suelen padecerla entre un 20 y un 60% de quienes sufren
la enfermedad de Parkinson. El inicio tardío de la
enfermedad de Parkinson (por encima de los 70 años) va
asociado con un mayor riesgo de padecer demencia. La presencia de
ilusiones y alucinaciones ya sean espontáneas o tras la
administración de fármacos dopaminérgicos
(utilizados en la enfermedad de Parkinson) pueden ser un signo de
alarma que podría indicar la presencia futura de un
deterioro cognitivo.
La demencia debida a enfermedad de
Huntington es un tipo de demencia que es transmitida de forma
hereditaria, es decir, los hijos de padres que en su día
la padecieron tienen un 50 % de probabilidades de llegar a
padecerla. Suele asociarse a movimientos coreicos, es decir, a
fuertes temblores de las extremidades y músculos de la
cara. Es de destacar que actualmente se dispone de una prueba
médica que puede determinar con una certeza relativa el
grado de riesgo de desarrollar esta enfermedad. Con frecuencia
suele aparecer entre los 30 y los 40 años de edad pero
puede empezar a edades tan dispares como los 4 años o los
85. Suelen ser característicos de esta demencia los
cambios del comportamiento y de la personalidad (aparición
de depresión, ansiedad e irritabilidad). En algunos casos
comienza con anomalías del movimiento que pueden
confundirse con un nerviosismo persistente. A veces hay
síntomas psicóticos y el lenguaje se presenta
desorganizado.
Demencia debida a enfermedad de Pick. La
enfermedad de Pick es una enfermedad neurodegenerativa que suele
afectar a los lóbulos frontales y temporales. Suelen
producirse importantes cambios en la personalidad de quien la
sufre como por ejemplo, deterioro en las habilidades sociales,
embotamiento emocional, desinhibición comportamental y
anomalías del lenguaje. Suele aparecer entre los 50 y 60
años, aunque también puede hacerlo en sujetos de
mayor edad.
Demencia asociada al Síndrome de
Inmunodeficiencia Adquirida. Suele ser causada por el virus de la
inmunodeficiencia humana (el popularmente conocido como virus del
SIDA). Esta demencia estaría asociada con una
proporción de entre un 6 a un 30% de los adultos que
padecen SIDA, teniendo los individuos más enfermos mayores
probabilidades de desarrollar demencia. El aspecto más
importante de esta demencia es un deterioro lento progresivo,
asimismo es interesante resaltar que los niños pueden
llegar a padecerla.
Demencia debida a enfermedad de Creutzfeld-Jacob.
Forma parte de una familia de demencias conocidas como "demencias
por priones" el agente transmisor de esta enfermedad es una
proteína que se sintetiza normalmente en el cerebro
conocida como "prión" o PrP la cual, sufriría
mutaciones que la transformarían en patógena. Esta
enfermedad tiene la particularidad de poder ser transmitida tanto
entre individuos de la misma especie como entre individuos de
diferentes especies; se sabe que en un 15% de los casos se
presenta de forma hereditaria. Suele llevar asociados movimientos
involuntarios de las extremidades, además puede
presentarse a cualquier edad pero es más frecuente ente
los 40 y 60 años. Esta demencia suele progresar con
rapidez aunque a veces tarda años en evolucionar. Su
incidencia es de 1-2 casos por millón de habitantes. Como
curiosidad hay que decir que la enfermedad que ocasiona esta
demencia es la conocida como "enfermedad de las vacas
locas".
Demencia tóxica. Las sustancias que más
asociadas suelen estar con la aparición de demencia son el
alcohol, los inhalantes, los hipnóticos y los
ansiolíticos. También habría algunas
sustancias tóxicas como el plomo, el mercurio, el
monóxido de carbono, los insecticidas y los disolventes
industriales, así como ciertos medicamentos como por
ejemplo, los anti convulsionantes. Dentro de este apartado hay
que comentar el problema de las llamadas "drogas de
diseño", como el famoso éxtasis, y su consumo por
los jóvenes.
El hecho de que sean los propios traficantes los
que fabrican las sustancias, unido a que continuamente se
estén descubriendo nuevas variedades de estas drogas hace
que no pueda conocerse con exactitud cuál es su
composición, así como qué efectos
tendrán en sus consumidores habituales. Una cosa que
sí parece estar clara es que estas nuevas sustancias se
cobrarán un tributo en lo que a trastornos mentales se
refiere.
Algunos personajes a los que se les trataron de
locos:
1.- Sir Isaac Newton (1642 – 1727)
A pesar de sus muchos logros, Newton sufría de
tendencias psicóticas y cambios de humor (incluso
períodos tremendamente entusiastas), [fuente: Enciclopedia
Británica, Salas]. Hershman y Lieb también teorizan
en su libro que probablemente Newton sufría de trastorno
bipolar [fuente: acabar con el estigma].
2.- Ludwig van Beethoven (1770 – 1827)
Su lucha interna está documentada en cartas a sus
hermanos, donde habló de su coqueteo con el suicidio en
consonancia con el trastorno bipolar.
3.- Edgar Allan Poe (1809 – 1849)
Es bien sabido que Poe tenía un problema con el
alcohol, y sus cartas revelan que luchó contra
pensamientos suicidas.
4.- Vincent Van Gogh (1853 – 1890)
Fue muy temperamental desde su infancia y siempre
buscó la muerte, pero a través de la
vida.
Los últimos años de Van Gogh estuvieron
marcados por sus permanentes problemas psíquicos, que lo
llevaron a ser recluido en sanatorios mentales de forma
voluntaria, entre los que se encontraba el asilo de Saint-Remiy,
donde realizó los cuadros de cipreses y La noche
estrellada, expuesta en los independientes en 1889. En el
sanatorio de Saint-Rémy-de-Provence le es habilitada una
habitación para que siga pintando.
Teoría
La evaluación neuropsicología de la
demencia requiere tiempo, y desafortunadamente la creciente
presión asistencial y el aumento notorio de casos de
personas con demencia, nos obliga a adaptarnos a esta realidad
actual. A pesar de estas limitaciones, debemos abogar por la
realización de una evaluación comprensiva de
la función cognitiva en la demencia.
No existe una sola batería que sea útil
para todos los pacientes con demencia. Por citar solo un ejemplo
la evaluación que utilizamos para una demencia frontal
resulta inapropiada para evaluar una demencia cortical posterior.
El neurólogo conductual o el neuropsicólogo deben
seleccionar los tests que consideren apropiados para cada
paciente. Sin embargo, una evaluación cognitiva adecuada
de la demencia requiere que se analicen la memoria
episódica y semántica, el lenguaje, las
funciones visuoespaciales, y la función ejecutiva.
(Sachdev, 2003).
La batería de tests debe también
seleccionarse tomando en consideración la gravedad de la
demencia. Si queremos utilizar baterías
específicamente diseñadas para demencias, en casos
leves-moderados es conveniente utilizar el ADAS-Cog/11 (Subescala
cognitiva de los 11 ítems de la Enfermedad de Alzheimer) y
en casos graves con gravedad severa cognitiva.
La valoración cognitiva de una demencia suelen
establecerse a diferentes niveles de evaluación. Un examen
básico de los ancianos con demencia, se puede trabajar con
los siguientes exámenes:
*Mini-Mental State de Folstein (1975), para la
valoración de las funciones cognitivas.
*Escala de demencias de Blessed (1968), para
valorar los cambios de comportamientos.
*Escala global de deterioro de Reisberg (1982) con
el objetivo de situar al paciente según el grado
de evolución de la enfermedad.
Al igual que para la evaluación
neuropsicología, en la evaluación funcional de la
demencia cada examinador debe escoger la escala con la que se
sienta más confortable y tenga más experiencia en
su administración. Una de las escalas funcionales que
más se emplea en la actualidad es la Functional Assessment
Staging (Fast de Reisberg, 1988), pues permite identificar un
total de 11 sub-estadios de acuerdo con el grado de gravedad de
la Global Deterioration Scale (GDS)- Escala de
deterioración global.
La apatía y la depresión son los
trastornos más frecuentes. Es interesante señalar
que los trastornos conductuales en pacientes con procesos
subcorticales son variables y guardan una estrecha
relación con el trastorno del movimiento (hipocinesia
versus hipercinesia) que suele acompañarlos.
La neuropsicología, se divide en tres
áreas que son interrelacionadas como las
siguientes.
*trastornos cognitivos
*trastornos conductuales
*trastornos emocionales
Entre los trastornos cognitivos más habituales
tras el daño cerebral están los problemas
de memoria, atención, de razonamiento, de funciones
ejecutivas, etc. Este déficit impide a la mayoría
de los casos funcionar, de forma independiente y limitando su
capacidad de beneficiarse de otras áreas de tratamiento
como la fisioterapia o la logopedia, por lo que su
rehabilitación constituye el elemento fundamental de los
tratamientos.
Los trastornos conductuales son los que van a ejercer
una influencia más distorsionada sobre
la familia y los cuidadores del paciente; la
irritabilidad, agresividad, desinhibición, infantilismo,
hipersexualidad, etc. van a hacer en muchos casos imposible la
convivencia y deben por tanto ser atendidos a ser posible desde
los momentos iniciales.
Los trastornos emocionales suelen aparecer en fases
más avanzadas de la evolución del paciente y
normalmente se presentan cuando el paciente va mejorando
cognitivamente y por tanto tomando conciencia de su
déficit y de las consecuencias de estos sobre su
vida.
Los pruebas neuropsicológicos
son técnicas no invasivas ni traumáticas
para el paciente. Funcionan según
el modelo de entrevista clínica
semi-estructurada, en el sentido en que el examinador puede, en
virtud de las necesidades del caso, priorizar la
indagación sobre algún aspecto de las funciones
mentales del paciente (Lezak, 2004).
Debe estimarse que la toma de una batería
neuropsicológica completa demandará, según
las características del paciente, entre dos o tres
sesiones clínicas de no más de 50 a 60 minutos cada
una. Finalmente, es menester mencionar que la relevante
importancia del Diagnóstico Neuropsicológico y de
la Rehabilitación Neuropsicólogica en pacientes con
lesiones cerebrales de diversa etiología se pone de
manifiesto en el hecho de que es norma su implementación
en los Centros Neurológicos más avanzados del
mundo.
Recomendaciones diarias para el
cuidado
Aunque su causa es desconocida, el nuevo arsenal
terapéutico ha conseguido controlar el avance de la
demencia y prolongar de manera óptima la expectativa de
vida del paciente. Para procurar una mejor vida para el paciente,
los especialistas recomienda crear un ambiente favorable
y seguro el cual el paciente puede construirse con
algunos consejos como:
-Establecer rutinas, las cuales
representan seguridad para el paciente.
-Éstas involucran horarios para comer, aseo
personal, medicamentos, esparcimiento, entre otros.
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