- Abstract
- Teoría de la
psicología infantil de Wallon - La
psicología de la Autoestima - Alice
Miller - Psiconálisis
- Teoría
psicogenética - Terapia cognitiva
conductual (TCC) en niños - Conclusión
- Bibliografía
"Sin duda, el psicoanálisis con niños
es la frontera donde se ofrece al análisis lo más
desconocido por conquistar" Jacques Lacan.
Abstract
Los profesionales de la psicología infantil
aportan muchísimo a la solución de diversos
problemas que pueden presentarse en el desarrollo del
niño, para permitir que pueda sacar de sí toda su
potencialidad, y convertirse en una futura persona realizada,
atajando dificultades posteriores. Cada vez son más
prioritarias lo que se denominan "Tratamiento
Psicológico Apoyado Empíricamente" (TSAE),
aunque otras tendencias dicen ahondar mejor en los abismos del
aparato psíquico, regiones a donde es difícil
recolectar de forma clara la evidencia
empírica.
Temas como el aprendizaje en las aulas, la autoestima,
el bulling, trastorno por déficit de atención con
hiperactividad (TDAH), autismo, anorexia y bulimia,
estímulo en la pedagogía, depresión,
desarrollo de la inteligencia emocional y habilidades sociales,
pueden ser afrontados con ayuda de psicólogos infantiles,
permitiendo atajar problemas futuros, o incluso darle las armas
al niño para que se convierta en un adulto capaz de
enfrentar la vida. Hay distintos libros de psicología
infantil, y de psicología clínica infantil que
demuestran la eficacia de estos tratamientos.
Sin embargo, los profesionales de la psicología
infantil operan desde diversos paradigmas teóricos,
siguiendo distintos "modelos" de abordaje terapéutico,
algunos de ellos muy diferentes entre sí. En este trabajo
se abordará una introducción de las corrientes
más representativas de la psicología
infantil.
Teoría de
la psicología infantil de Wallon
Comenzó su teoría con la
publicación de su tesis doctoral El niño
turbulento.
Henri Wallon se interesó por el origen y
desarrollo de los procesos psicológicos. Aseguraba que los
humanos son seres psíquicos, orgánicos y sociales.
Los gestos y expresiones del niño se interpretan como
acciones controladas. Ejemplo: la sonrisa.
Estadio de impulsividad motriz (de 0 a 6
meses)
Estadio emocional (de 6 a 12 meses)
Estadio sensoriomotor (de 1 a 3 años)
Estadio del personalismo (de 3 a 6
años)
Estadio del pensamiento categorial (de 6 a 11
años)
Estadio de la pubertad y de la adolescencia (a partir de
los 11-12 años)
Wallon señala que la pedagogía debe
convertirse en una ciencia en la que los métodos y las
técnicas educativas deben ser experimentalmente
elaborados. La inducción experimental con sus medios de
control y verificación es el único medio
válido para elaborar métodos y técnicas
educativas. Su concepción dialéctica sobre el
desarrollo del psiquismo, en particular sobre las emociones y las
actitudes, fueron las que originaron a la Psicomotricidad como
disciplina y práctica.
Sostiene que la eficacia de la acción educativa,
se basa sobre el conocimiento exacto del niño, de su
naturaleza, de sus necesidades, de sus capacidades, su historia,
su contexto, en una palabra, sobre el estudio global e integral
del niño.
Wallón fundamentó sus trabajos en la
unidad psicobiológica del ser ,donde el psiquismo y la
motricidad no son elementos yuxtapuestos, sino la
expresión de relaciones reales entre el ser y el medio,
donde el tono juega un papel indispensable.
La
psicología de la Autoestima
Dentro de las diversas ramas que tiene el estudio de la
Autoestima, destacamos un modelo llamado "El Mapa de la
Autoestima". "El Mapa de la Autoestima" es una teoría
psicológica, desarrollada por Martín Ross en el
libro de dicho nombre, cuyo principal objeto teórico de
estudio son "las hazañas" y las
"anti-hazañas".
Dentro de la Psicología Infantil, "El Mapa de la
Autoestima", se centra en el desarrollo de la
personalidad.
La admiración de los hijos por los progenitores,
según esta óptica, está relacionada
estrictamente con "las hazañas" de los padres, y
también con la posición del hijo frente a "El Mapa
de la Autoestima".
Los padres tienen, frente al niño, grandes
hazañas. Cruzan la calle solos, saben caminar, saben
hablar, pueden arrojar una pelota lejos, etc.
Entonces, según Martín Ross, estas
hazañas pueden provocar 2 efectos 1) Admiración 2)
Envidia.
La admiración tiende a sobre-estimar la
hazaña ajena hasta la idealización. La envidia
tiende a subestimarla. Los sentimientos alternan, pero, por la
posición en el Mapa de la Autoestima, se tiende a competir
con quien es del mismo sexo (envidia) y a idealizar al sexo
opuesto (admiración).
Por eso, generalmente, desarrolla más
Admiración por el progenitor del sexo opuesto, (lo que
lleva a la idealización), y más Envidia por el
progenitor del mismo sexo (donde hay más
competencia).
Más tarde, las hazañas de los padres
pierden, frente al hijo, brillo y magia. Ya no se admira de que
cruce la calle solo, él también puede hacerlo. No
se admira de que hable con palabras raras, él
también puede hablar. No se admira de su fuerza ni de su
altura.
Entonces, para desprenderse de esta admiración
que les siente, necesita criticar, desobedecer a sus padres,
(rebeldía), y ocurre en la época en que las
hazañas de ellos pierden brillo y magia, y se los destrona
del panteón e los héroes.
Más tarde, la posición en el Mapa de la
Autoestima, determinará quiénes serán sus
próximos héroes, y también los circuitos de
la admiración romántica -fuerza emocional
responsable del enamoramiento-
En la teoría psicológica El Mapa de la
Autoestima se presta mucha atención a las diferencias
entre la Envidia y la Admiración, siendo que ambos
sentimientos tienen el potencial de alterar la percepción
de la realidad, pero, mientras en la envidia se sufre, y se
tiende a despreciar, en la admiración se disfruta, y se
tiende a idealizar.
Quien utilizan esta herramienta teórica –
"El Mapa de la Autoestima"-, prestan, como Alice Miller, mucha
atención a la humillación de los padres. Y,
además, consideran si el niño pudo alcanzar las
hazañas de los padres, o si, en cambio, se frustró
en el intento. Este tipo de frustración para alcanzar las
hazañas, puede determinar un "cambio en la
posición" en El Mapa de la Autoestima con incidencia en su
personalidad futura.
Este tipo de cambios pueden generar tendencia
crónica hacia la extravagancia, una personalidad fuerte y
decidida, homosexualidad y travestismo futuro, personalidad del
líder, estilos de relación, mecanismos
perjudiciales, entre otras cosas.
Se le da mucha importancia a los deportes, a los juegos,
y a la interacción con los pares. Incluso este modelo
teórico es muy utilizado en psicología del
deporte.
A veces los padres, los maestros, las figuras de
autoridad, por intermedio de graves humillaciones en la temprana
infancia, pueden insertarle "anti-hazañas" pesadas y
temibles dentro de El Mapa de la Autoestima Personal del
niño.
Estas anti-hazañas, si no son re-educadas,
podrán generar un intenso miedo durante la vida del
adulto, que se manifestará de diversas formas, provocando
comportamientos que pueden ser perjudiciales.
Por eso, pueden aparecer lo que Martín Ross
denomina "hazañas escudo", que llevan a comportamientos y
mecanismos que perjudican a la persona.
Y, en estas hazañas escudo, que se activan por
este problema en El Mapa de la Autoestima , puede generarse
problemas futuros como Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC),
Ataque de Pánico, Hipocondría, Paranoia… y,
sobre todo, distintos mecanismos de auto-boicot permanente que
impidan a la persona realizarse en su vida y alcanzar sus
objetivos, entre otros… Todas estas patologías
emocionales se manifiestan como "hazañas escudo" por el
temor a la anti-hazaña insertada, en temprana edad, en El
Mapa de la Autoestima Personal del niño.
Según Martín Ross, la hazaña escudo
más común es la "hazaña de intentar perder".
En una carrera un participante sabe que va a perder porque es
lento y, entonces, en lugar de correr con todas sus fuerzas para
ganar, camina. Cuando finalmente pierde (anti-hazaña),
tiene la excusa: "intentó perder".
Esta "hazaña de intentar perder" puede
enquistarse como un rasgo de personalidad en el niño que
perjudique su aprendizaje, o incluso ya en la edad adulta,
perjudicando su maduración, y el pleno desarrollo de sus
facultades.
Por ello, estos mecanismos emocionales, pueden
determinar que la persona no pueda desarrollar todo su potencial
ni sacar de sí lo mejor.
Cuando el niño deja de admirar a sus padres
(cuando las hazañas de los padres pierden brillo y magia),
llega a identificar su propia posición en El Mapa de la
Autoestima, según las nuevas hazañas que cree que
podrá lograr, su nueva identidad.
Además, según el entorno, -y distintos
determinantes, como el tipo de Autoestima- puede ocasionar otros
trastornos como la anorexia, bulimia, problemas de
socialización, depresión, etc. Dentro de los
Talleres de Autoestima que se preparan para alumnos de
secundaria, destaca la división Autoestima propuesta por
este modelo: Autoestima Derrumbada, Autoestima Vulnerable,
Autoestima Fuerte según el impacto de las hazañas y
anti-hazañas sobre la Autoestima.
Desde "El Mapa de la Autoestima" se critica a los
psicólogos infantiles que tienen algunas orientaciones,
por el énfasis en el "desarrollo por etapas" que se
desprende de las mismas. Sostienen que, al pretender que el bebe
o el niño cumpla con las pautas de su edad, los padres lo
sobre-exigen a realizar "hazañas" que muchas veces
están fuera de su alcance, percibiendo el niño la
frustración y desaprobación de su padres cuando no
realizan estas hazañas (ejemplo: sentarse antes del 6 mes,
gatear, caminar, hablar, agarrarse), y perjudicándose,
así, el desarrollo de su Autoestima. Por el contrario,
desde esta teoría psicológica, apuntada a la
importancia de la Autoestima, se sugiere indicarle al bebe, y al
niño, "hazañas" que pueda alcanzar, y premiarlo con
reconocimiento cuando las logra. Ejemplo: en los primeros meses
se recomienda hablarle con sonidos de balbuceo, para que el bebe
vea que puede "imitar" a sus admirados padres, y sentirse
orgulloso de sí mismo… o enseñarle gestos
que él pueda "imitar y reproducir", para que, al lograr
estas hazañas imitando a sus padres, pueda empezar a creer
en sí mismo, desde la menor edad posible. Se alientan los
juegos que el niño pueda realizar. Al contrario, la
sobre-exigencia –imponerle que se adapte a la pauta
standart de su edad-, puede llevar a la frustración, y al
desarrollo de "hazañas escudo", que luego generen
problemas psicológicos.
Dentro de lo que es Trastorno por déficit de
atención / hiperactividad (TDAH), distintos autores han
propuesto diversas técnicas que sirven para el desarrollo
de la autoestima, el aprendizaje dentro del aula, y el
estímulo a la expresión de emociones, y a la
empatía entre los niños.
Alice
Miller
"La experiencia nos enseña que, en la lucha
contra las enfermedades psíquicas, únicamente
disponemos, a la larga, de una sola arma: encontrar
emocionalmente la verdad de la historia única y singular
de nuestra infancia" Alice Miller.
Miller creyó que todos los casos de enfermedad
mental, crimen y caer en sectas son ocasionados por traumas
infantiles y un dolor interno no procesado con la ayuda de
algún alma solidaria que ella llamó "testigo
iniciado". En su cosmovisión este modelo abarca todas las
formas de abuso infantil, incluyendo aquellas comúnmente
aceptadas como cachetes o nalgadas a los hijos, que ella
llamó pedagogía negra (schwarze
Pädagogik).5
Miller culpó a los padres de las neurosis y
psicosis de la humanidad. En nuestra cultura "No toques a los
padres es la ley suprema", escribió Miller. Incluso los
psiquiatras, psicoanalistas y psicólogos clínicos
tienen un miedo inconsciente de culpar a los padres de los
trastornos mentales de sus clientes. Según Miller, los
profesionales de salud mental también son criaturas de la
pedagogía negra internalizada en sus propias infancias.
Esto explica por qué el mandamiento "Honrarás a tus
padres" fue uno de los blancos principales en la escuela de
psicología de Miller.
Miller llamó al electroshock para tratar a la
depresión "una campaña en contra de los recuerdos".
También criticó el consejo de los psicoterapeutas a
sus clientes de perdonar a sus padres abusivos. Para Miller eso
sólo impide el camino a la recuperación: recordar y
sentir el dolor de nuestra niñez. "La mayoría de
los terapeutas temen esta verdad. Trabajan bajo la influencia de
interpretaciones destructivas sacadas tanto de religiones
occidentales como orientales, que predican perdón al
otrora maltratado niño". El perdón no resuelve el
odio sino que lo encubre de manera muy peligrosa en el adulto ya
crecido: produciendo el desplazamiento hacia chivos expiatorios,
tal como Miller arguyó en sus psicobiografías de
Hitler y Bartsch, ambos víctimas de un horrendo vapuleo
parental.
El común denominador en los escritos de Miller
consiste en explicar por qué los seres humanos prefieren
no conocer su propia victimización en la niñez. El
mandato inconsciente del individuo, el no ser consciente de
cómo fue tratado en la infancia, conduce al
desplazamiento: el irresistible impulso de repetir formas
traumatogénicas de parentela en la siguiente
generación de hijos.
Psiconálisis
Además de los conceptos de Freud, también
han perfilado la Psicología Infantil en el
Psiconálisis, autores como Anna Freud, Melanie Klein,
Eugéne Sokolnicka, Sophie Morgenstern, Donald W.
Winnicott, Arminda Aberastury, Marie Bonaparte, Françoise
Dolto, entre otros.
El concepto del desarrollo freudiano más conocido
es el de la sexualidad infantil:
Fase oral (a lo largo del 1º año de vida):
esta fase se divide en una primera etapa, denominada Oral de
succión (desde el nacimiento hasta el 6º mes
aproximadamente) y una segunda etapa, la Oral
canibalística, fase que se extiende hasta el comienzo de
la fase anal.
Fase anal (de 1 a 3 años): esta etapa se
caracteriza por el desarrollo de los hábitos de limpieza y
el control de esfínter. También se subdivide en dos
etapas: la primera es la Anal expulsiva, en la cual se halla el
placer pulsional a través de la expulsión de las
heces y la ejecución de movimientos con más
libertad que en la fase anterior. La segunda etapa se denomina
Anal retentiva; en ésta, el niño encuentra la
satisfacción por medio de la retención de las heces
y control de las mismas.
Fase fálica (de 3 a 5/6 años): en este
período tiene lugar desde la perspectiva freudiana el
Complejo de Edipo, configuración estructurante del
psiquismo humano.
Periodo de latencia (de 5/6 años hasta la
pubertad).
Fase genital (desde la pubertad): habiendo sido
atravesado el periodo de latencia, los cambios que se generan en
la pubertad, ponen en juego nuevamente a las pulsiones sexuales
(en un segundo plano durante la latencia); las cuales
serán, en el mejor de los casos, sojuzgadas ante la
primacía genital. Es decir, todas aquellas pulsiones
expresadas a lo largo de la evolución de la libido (oral,
anal, fálica) serán puestas en acción como
prolegómenos de la sexualidad genital.
El estadio del espejo (en francés le stade du
miroir) es un concepto de la teoría de Jacques Lacan que
designa una fase del desarrollo psicológico del
niño comprendida aproximadamente entre los seis y los
dieciocho meses de edad. Se trata de aquella etapa en la cual el
niño se encuentra por vez primera capacitado para
percibirse, o más exactamente, percibir su imago corporal
completa en el espejo. En esta fase, de acuerdo a la
teoría lacaniana, se desarrollaría el yo como
instancia psíquica.
La fase sería, según Lacan, universalmente
perceptible en el desarrollo de todos los seres humanos,
constituyendo para el autor un hito fundacional del yo y del
sujeto.
El afecto tiene un lugar dominante en su
concepción.
Melanie Klein (Psiconálisis).
Melanie Klein ofrece tres conceptos básicos para
comprender el desarrollo infantil. Para ello se basa en las
etapas de Freud y considera que los niños pasan de una a
otra, situación que se da en función de cómo
haya sido el desarrollo de las posiciones.
Para definir una posición Melanie Klein considera
tres elementos esenciales: el tipo de objeto con el que el
niño interactúa; sus mecanismos de defensa; y la
fantasía inconsciente que constituye la base de la
relación.
En esa línea de pensamiento se darían,
entonces dos posiciones importantes en los niños: la
posición equizoparanoide y la posición depresiva.
En la primera, el niño debe enfrentar dos problemas
fundamentales: definir cual es el objeto de su amor, y segundo
superar su agresividad destructora.
En otras palabras en el ser del niño
coexistirían un objeto bueno junto a uno malo. Cuando el
objeto bueno se internaliza constituye la base del super yo. El
objeto bueno es ideal y amado, mientras que el malo es
persecutorio. El niño lo parcializa y el mecanismo de
defensa más usual que produce es la
escisión.
Cuando pasa de esta etapa el niño visualiza a su
madre como un objeto completo, entero, al mismo tiempo que
visualiza también la relación entre ésta y
su padre. En este momento se produce según ella un momento
crucial del desarrollo del niño tanto mental como de
actitud. Es entonces cuando para Melanie Klein el niño
entra en la segunda posición, la depresiva.
El ver a su madre como separada, como un objeto
autónomo de él, produce un descenso de su
omnipotencia, de su egocentrismo y por el contrario hace que
aumente la dependencia hacia ella.
Se cambia la relación hacia otro independiente de
él, y es en esa relación, donde se entremezcla el
amor y el odio hacia la misma persona, que es la madre,
produciéndose culpa y miedo por poder perderla, perder al
objeto de su amor.
El super yo cruel se transforma en menos rígido,
esto por el surgimiento del miedo a la pérdida y por el
duelo de lo perdido. Aquí aparecen defensas
maníacas en el niño, pasando luego la
situación a un gran progreso psíquico en el
niño, que se caracteriza por el inicio gradual del
predominio de la represión sobre la escisión. La
percepción de la madre como un objeto total da comienzo al
llamado complejo de Edipo.
Para Klein, no se trata aquí de superar la
posición depresiva, sino del establecimiento de una
unión o alianza entre los aspectos buenos del objeto y los
aspectos buenos del sujeto. Es decir la reintegración
progresiva de las partes escindidas.
Para Melanie Klein, las fantasías de la llamada
escena primaria constituyen un papel central en su teoría.
(El ver a la madre como un objeto completo y descubrir las
vinculaciones con el padre).
Esto no significa que ella no considera la angustia de
la castración como central en el niño, o la
existencia de una angustia en la niña de vivir en el
interior de su cuerpo, cuestión que aumenta en ella por el
temor de ver atacados y destruidos sus bebes
imaginarios.
Para Melanie Klein existiría en el niño un
super yo precoz, capaz de tener culpa persecutoria, ya en esa
temprana fase.
También plantea que ya a esa edad los
niños poseen un conocimiento inconsciente de los
órganos sexuales y critica la llamada fase fálica,
donde sólo el órgano masculino sería el
importante, como una simplificación utópica de un
contexto mucho más complejo. A partir de ahí
señala que la niña más que querer poseer un
pene, quisiera interiorizar el pene de su padre.
Melanie Klein piensa que la estructura fálica es
una defensa ante la realidad intolerable de la diferencia
generacional, de género de la sexualidad
parental.También ella aportó en el tema del
simbolismo y el juego. Según su pensamiento la
simbolización le permite al niño transferir sobre
los objetos de su entorno sus intereses, pero también sus
fantasías, angustias y culpabilidades.
La producción teórica y técnica de
la Escuela Inglesa le otorga al juego un lugar central en el
análisis de niños. En la Escuela Francesa se lo
reconoce como herramienta de utilidad, aunque sufre un
desplazamiento a un papel colateral respecto de la
palabra.
El juego del niño simboliza para ella
fantasías y elaboración de neurosis.
Constituiría el equivalente a los sueños de los
adultos. La comprensión del juego, entonces, debe ser la
base para posibilitar el análisis del niño. En
otras palabras Melanie Klein pensaba que el juego del niño
y su comportamiento respecto a éste, así como sus
comunicaciones verbales eran similares a las que se utilizan en
las asociaciones libres de los adultos.
Teoría
psicogenética
Jean Piaget considera la afectividad como un subproducto
de lo cognitivo, que es para él el concepto
fundamental.
El método clínico piagetiano se
caracteriza por ser una entrevista de tipo abierto. Las etapas
del desarrollo intelectual, según la teoría
piagetiana son:
Periodo sensoriomotor (de 0 a 2 años). Ocurre de
manera gradual, en donde el lactante adquiere la capacidad de
organizar actividades en torno a su ambiente mediante habilidades
sensoriales y motoras.
Periodo preoperacional (de 2 a 7 años). El
niño desarrolla un sistema representacional y utiliza
símbolos para poder representar objetos, personas,
lugares, eventos, etc. El lenguaje es característico de
esta etapa y desarrolla el juego imaginativo. El pensamiento
aún no es lógico.
Periodo operacional concreto (de 7 a 11 años). En
esta etapa el niño es capaz de desarrollar un pensamiento
lógico, por lo tanto tiene la capacidad para resolver
problemas de manera lógica, pero aún no puede
pensar en términos abstractos.
Periodo operacional formal (de 11 años a la
adultez). En esta etapa la persona puede pensar de manera
abstracta acerca de diferentes situaciones y es capaz de lidiar
con situaciones hipotéticas y pensar en las distintas
posibilidades.
"El objetivo principal de la educación es
crear personas capaces de hacer cosas nuevas, y no simplemente
repetir lo que otras generaciones hicieron" Jean
Piaget.
La teoría psicogenética fue desarrollada
por Piaget y sus colaboradores/as del Centro de
Epistemología Genética en Ginebra, con el objetivo
de construir y fundamentar una epistemología de tipo
genético, es decir, un estudio del desarrollo del
conocimiento de naturaleza biológica a partir de su
relación con el desarrollo humano desde sus
orígenes mismos.
De esta manera, la psicogénesis -por su
posición interaccionista del aprendizaje y sus
proyecciones en la educación– se ha constituido en una de
las teorías del movimiento y enfoque denominado
constructivismo.
Entonces, la psicogénesis podría definirse
como la historia de una idea o concepto que se ve influida y, por
tanto, desarrollada constantemente por la actividad cognitiva de
quien se apropia y construye (Goodman, 1991).
"Se denomina psicogénesis al estudio del
desarrollo de las funciones mentales en tanto que dicho
desarrollo puede aportar una explicación, o al menos una
información complementaria, sobre los mecanismos de
aquéllas en su estado acabado." (Piaget, J.,
Psicología y epistemología, p. 61). Para tal
efecto, la psicogénesis utiliza los procesos y desarrollo
de la psicología infantil para encontrar la
solución de los problemas psicológicos
generales.
Terapia cognitiva
conductual (TCC) en niños
La Terapia Cognitiva Conductual sostiene que existen
cinco elementos interrelacionados que deben tenerse en cuenta en
la conceptualización de las dificultades
psicológicas humanas.
Estos elementos incluyen el contexto interpersonal y la
fisiología, las emociones, la conducta y la
cognición del individuo (Beck, 1985).
De esta manera, el modelo cognitivo conductual va a
incorporar y enfatizar la importancia de las variables
contextuales, sistémicas, interpersonales y culturales en
el marco general y en particular con la población
infantojuvenil.
Según Phillip Kendall (2000), el terapeuta de
niños asume diferentes roles según los
requerimientos del caso. Puede desarrollarse como diagnosticador
o evaluador, lo que implica recoger e integrar datos provenientes
de distintas fuentes (escuela, familia, médicos, paciente)
para poder realizar una síntesis de dicha
información y arribar a un diagnóstico y
conceptualización del caso que guiarán el plan de
tratamiento. También puede ser un consultor y ayudar al
niño a identificar un problema, a hallar opciones posibles
y a elegir alguna de éstas. O un educador o entrenador,
que ayudará al niño a descubrir y maximizar sus
fortalezas, enseñando nuevas habilidades sociales,
cognitivas y emocionales para enriquecer su
desarrollo.
Los tratamientos cognitivos conductuales son
tratamientos de tiempo limitado, estructurados y manualizados.
Esto ha permitido que dichas psicoterapias hayan sido validadas
empíricamente, es decir, hayan sido sometidas al veredicto
de la ciencia en cuanto a su eficacia, efectividad y eficiencia.
Pero más allá de la manualización, se espera
que el terapeuta los aplique con flexibilidad y juicio
clínico, teniendo en cuenta las variables particulares de
cada caso, y para esto es fundamental realizar un buen
diagnóstico y una conceptualización del caso que
nos permita comprender cuáles serán los focos de
tratamiento.
Los tratamientos cognitivos-conductuales para
niños, adolescentes y familias deben incluir: entrevistas
a padres, entrevistas familiares o vinculares, terapia para el
niño, individual o grupal, orientación a padres,
trabajo con la escuela y, en algunos casos, el trabajo conjunto
con psicopedagogos, pediatras y/o psiquiatras.
La Terapia Cognitivo Conductual para Niños y
Adolescentes, trata las habilidades del niño y/o el
adolescente que promueven estilos de vida saludables, son
esenciales para el desarrollo del niño/a y para lograr
buenas adaptaciones a los cambios evolutivos.
El tratamiento conductual para el niño es
importante porque ayuda con los siguientes problemas:
-dificultades para rendir bien en la escuela
-problemas de conducta en la escuela
-dificultades para hacerse amigos de la misma
edad
-problemas para llevarse bien con los padres y
hermanos
Los tratamientos conductuales funcionan al
enseñar a los padres, profesores y a los niños
nuevas habilidades para manejar los problemas.
Conclusión
Es amplio el abanico de orientaciones teóricas en
la psicología del desarrollo, pero –sin embargo- los
profesionales de la psicología infantil se demuestran cada
vez más importantes como asistentes en las instituciones
educativas –posibilitando un mejor resultado de aprendizaje
en las aulas-, y también al momento de brindar
psicoterapias, o de apoyo, que permite a los niños
desarrollar mejor sus potencialidades para enfrentar mejor
equipados la vida adulta, y corregir la incidencia de
problemáticas familiares, o de otro tipo de
circunstancias, de trastornos psicopatológicos de
niños y adolescentes.
La enseñanza de conocimientos de
Psicología, los talleres terapeúticos y los
talleres de Autoestima, contribuyen a darle a los niños
herramientas que los ayuden a conocer mejor sus propias emociones
y a aprender a lidiar con ellas para realizarse como
personas.
Nancy Gomez Iturralde – Patricia Vitan.
Bibliografía
1- Kosovsky, Romina "El abordaje de las terapias
cognitivas en niños, adolescentes y familias".
Intersecciones PSI, Revista electrónica de la Facultad de
Psicología de la Uba. 2013.
2- Ross, Martín "El Mapa de la Autoestima".
Editorial Dunken. Buenos Aires. 2013.
3- Miller, Alice. "El drama del niño dotado y
la búsqueda del verdadero yo" edición actual
Tusquets Editores, enero de 2008, ISBN
978-84-8310-566-5
4- Miller, Alice. "Por tu propio bien: raíces
de la violencia en la educación del niño",
edición actual Tusquets Editores, marzo de 2009, ISBN
978-84-8310-567-2
5- "Ayudando a Niños y Adolescentes a Superar
la Violencia y los Desastres: Que Pueden Hacer los Padres"
folleto del Instituto Nacional de Salud Mental (NMH, siglas en
ingles). http://www.nimh.nih.gov/
6- Kazdin y Weisz "Evidence-based psychotherapies for
children and adolescents". The Guilford Press. 2010.
7- CHANNELL, M.M. & BARTH, J.M. Individual
differences in preschoolers' emotion content memory: The role of
emotion knowledge. Journal of Experimental Child Psychology, 115,
552–561. 2013
8- WOLFE, C.D. & BELL, M.A. The integration of
cognition and emotion during infancy and early childhood:
Regulatory processes associated with the development of working
memory. Brain and Cognition, 65, 3–13. 2007
9- "Ser niño hoy". Adriana Bugacoff.
Intersecciones PSI, Revista electrónica de la Facultad de
Psicología de la Uba. 2010.
10- SZAPIRO, L. Algunas reflexiones en relación a
algunas intervenciones en la clínica con púberes y
adolescentes. En Resonancias de la interpretación en
Psicoanálisis con niños. Centro Pequeño
Hans. (pp. 113-117). Buenos Aires: Atuel. 1996.
11- Gardner, H. . La mente no escolarizada: Cómo
piensan los niños y cómo debería
enseñar la escuela. Madrid: Paidós.
1998.
12- Klein, Melanie. The psychoanalysis of children,
Nueva York, Grove Press, 1960.
13-Piaget, Jean (1977) El comportamiento, motor de la
evolución. Buenos Aires: Nueva Visión.
14- Piaget, Jean (1977) Inteligencia y adaptación
biológica. En J. Piaget, P. Osterrieth, J. Nuttin, F.
Bresson, Ch. Marx & F. Meyer. Los procesos de
adaptación. Buenos Aires: Nueva Visión.
15- Piaget, Jean. Seis estudios de psicología.
Colombia: Labor.1995.
16-De Caro, Dullio Marcos. "El comportamiento, motor
de la evolución. Una síntesis de la etapa final en
la producción piagetiana". Intersecciones PSI,
Revista electrónica de la Facultad de Psicología de
la Uba. 2013.
17- Wallon, Henri "Los Orígenes Del
Pensamiento En El Niño". Editorial: Lautaro. Buenos
Aires. 2007.
18- Geissmann, Claudiene, Geissman Pierre. "Historia
del psicoanálisis infantil". Editorial:
Síntesis. 2002.
Autor:
Nancy Iturralde