Podría seguir aportando ejemplos acerca de
cómo nuestra forma de pensar, sentir y actuar está
determinado por quienes se encuentran en el poder, utilizando
diferentes instancias de ideologización que contribuyen a
fortalecer el control social, pero creo que lo que se ha
comentado hasta el momento sobre la ideología y el control
social es suficiente para comprender que no somos libres, que
pensamos que tenemos libertad, pero en realidad no lo es
así, ya que nuestros actos están determinados por
factores externos que favorecen a quienes mantienen el poder en
nuestra sociedad y que el libre albedrío en realidad no
existe.
http://www.monografias.com/trabajos97/reflexiones-libertad-sociedad-del-siglo-xxi/reflexiones-libertad-sociedad-del-siglo-xxi
En base a lo que hemos visto a lo largo de este
articulo, podemos ver que la ideología se encuentra en
todas partes, la aspiramos por todos lados, la asimilamos en
cualquier lugar, la absorbemos de diferentes fuentes y por
diferentes medios, pero en última instancia esta
ideología que determina nuestra forma de pensar, sentir y
actuar no representa realmente nuestros intereses como personas
ya que las formas de pensar individuales, nuestros pensamientos
más íntimos, inclusive los prejuicios que tenemos
(hacia las personas obesas, hacia las personas de baja estatura,
hacia todas aquellas personas que no encajan con las figuras
ideales de lo que es ser hombre y lo que es ser mujer) y la
manera de percibir el mundo está determinado en
función de los intereses de la clase dominante.
La clase dominante no sólo asegura su permanencia
en el poder mediante el control social a través del
control ideológico, mismo que logra con la
participación de diferentes instancias socializantes tal
como hemos visto (familia, medios masivos, religión,
escuela, etc.), sino que también a través de la
ideología nos induce al conformismo social, a la
inmovilización, al consumo exagerado y también a la
condena social de todos aquellos que intenten cuestionar "el
estado de bienestar" en el que nos encontramos al criminalizar la
protesta social.
A estas alturas quizá más de algún
lector tiene en su mente una pregunta muy pertinente:
¿Cuál es el papel de la Psicología en
este proceso de control social? Y sobre todo una pregunta
mucho más importante: ¿Qué papel juega o
podría jugar la Psicología en la
transformación de esta sociedad antidemocrática,
desigual e injusta por otra en la que predomine la democracia, la
igualdad y la justicia?
La
Psicología como instrumento de control
social
Al igual que el tema de la religión, abordar el
papel de la Psicología y su relación con la
ideología es un tema polémico, pero que debemos
tocarlo para poder responder a la pregunta acerca del
porqué la indiferencia y pasividad de un sector de la
población en contextos de crisis social.
El análisis del papel que juega la
Psicología nos permitirá comprender como se da este
proceso de sujetación ideológica que impide que
buena parte de la población se mantenga con una actitud
pasiva, en silencio e inmóvil y acepte como "normales"
situaciones que rayan en lo intolerable.
Quizá en este punto algunas personas tiendan a
pensar que sólo podrían hablar de Psicología
las personas que estén relacionadas con ella, como los
profesores y estudiantes de Psicología y los profesionales
de esta disciplina, tal como sucedería con los
médicos y la medicina. Sin embargo esto no es así,
ya que de una u otra forma todos estamos involucrados en esta
disciplina y los efectos de su ejercicio por lo que se
sorprenderían de cómo la Psicología
interviene en nuestras vidas cotidianas manipulando nuestras
necesidades, sentimientos, deseos y expectativas.
Las experiencias que tuve en la década de los
setentas participando en movimientos estudiantiles en la
Universidad de Sonora, participando en el movimiento estudiantil
que intentaba institucionalizar el cogobierno entre estudiantes,
maestros y trabajadores en la vida universitaria, una lucha que
nos llevó a enfrentar la represión del Estado
mexicano que condujo al encarcelamiento de varios
compañeros y amigos y a la desaparición
física de otros más, me llevaron a tomar
consciencia del carácter injusto, antidemocrático y
desigual de la sociedad en que vivimos.
Esto me proporcionó la oportunidad de madurar
ideológicamente a muy temprana edad y despertó en
mí la semilla de un fuerte compromiso social por cambiar
nuestra realidad.
La feroz represión que se dio en México y
en varios países de Latinoamérica (Chile,
Argentina, Uruguay y otros) con la llamada operación
Cóndor me hicieron tomar consciencia de que el cambio
social no se lograría con un activismo espontáneo y
estudiantil, sino que mas bien la lucha por lograr un cambio
social sería larga y que tendríamos que prepararnos
para la misma.
Esas y otras razones me llevaron a tomar la
decisión de estudiar Psicología contando tan
sólo con 17 años, lo hice también motivado
por mis deseos de ayudarme a comprenderme a mí mismo y
ayudar a los demás, partiendo de las expectativas de que
esta disciplina me ayudaría para tal cometido y de esta
manera contribuir al cambio social.
http://www.monografias.com/trabajos96/apuntes-intervencion-psicosocial-grupos–organizaciones-y-comunidades/apuntes-intervencion-psicosocial-grupos-organizaciones-y-comunidades
Sin embargo, más de 40 años después
me encuentro con que la disciplina en la que me formé para
contribuir al cambio social, ha cambiado radicalmente y lejos de
ser un instrumento de liberación social, se ha convertido
en el mejor de los instrumentos de control social ya que con su
actuación contribuye a fortalecer un consenso de
aceptación social.
En pleno siglo XXI se observa que la Psicología
académica que se enseña en las universidades
mexicanas y de otros países realiza en realidad una
práctica ideológica y en ningún momento una
práctica científica, ya que al dividir la
enseñanza de la Psicología en ámbitos
particulares de intervención psicológica
(clínica, educativa, ambiental, etc.), contribuye a la
parcialización del conocimiento y a una innecesaria
especialización que en la práctica se torna en una
enajenación del conocimiento y su
práctica.
Debido a ello, me encuentro en la situación de
que la lucha contra la ideologización empieza por el
cuestionamiento del papel que juega la Psicología no
sólo en nuestras vidas cotidianas, sino también en
nuestras universidades y sobre todo, del cuestionamiento de
nuestro papel como maestros de Psicología y por tanto,
como formadores de futuros profesionales de la
Psicología.
Este "desnudo psicológico" es parte de las
motivaciones que me indujeron a escribir este artículo
sobre la relación que existe entre Psicología,
ideología y cambio social, para contribuir a crear las
condiciones para lograr un verdadero cambio social.
De entrada quiero decir que coincido plenamente con Ian
Parker cuando manifiesta en su libro La Psicología como
ideología: "la disciplina ha traicionado su promesa de
servir para comprender y ayudar a las personas, y sobre
qué hacer para que los psicólogos trabajen a favor
del cambio social y no contra del mismo".
https://mega.co.nz/#!oVRXxCJI!BINC0Vsb1_Z_mr5EabWb4-ZuvZCUNVwotUqLALpCW2c
No pudo haberlo dicho mejor, ya que describe
perfectamente la forma en la que percibo actualmente mi
profesión. Lo que sigue a continuación quizá
no sea del agrado de mis compañeros maestros de
Psicología en la Universidad de Sonora y en otras
instituciones educativas donde existen escuelas y facultades de
Psicología, pero estoy dispuesto a iniciar el debate,
siempre y cuando sea un debate de altura y no se limite a ataques
personales.
Al analizar la Psicología y su relación
con la ideología, utilizaré dos escenarios donde
esta vinculación está presente:
En primer lugar, reflexionaré sobre la
psicología académica, es decir, la
psicología que se enseña en las universidades, para
estudiar las condiciones en las que son formados miles de
estudiantes de Psicología.
En segundo lugar, centraré mi atención en
la práctica profesional de la Psicología,
atendiendo los objetivos y el papel que tiene el ejercicio de la
Psicología en nuestra sociedad actual.
El primer encuentro que tuve con la con la
Psicología convertida en ideología fue cuando
ingresé a la Facultad de Psicología de la
Universidad Veracruzana. Al igual que millones de personas mi
percepción de la Psicología se basó en
lecturas previas que realicé por mi cuenta. Mi
decisión de estudiar Psicología se basó en
la lectura de libros de Sigmund Freud, de Erich Fromm, de Wilhelm
Reich, de Herbert Marcuse, etc.
Obviamente todos de tendencia psicoanalítica pero
con aportaciones muy interesantes que me permitieron ampliar mi
horizonte de la realidad de aquella época. Debido a que en
aquella época (mediados de los setentas) no
existían escuelas o facultades de Psicología en mi
lugar de residencia, o cerca de la misma, me di a la tarea de
buscar una opción educativa que me permitiese formarme
como psicólogo.
Fue así que me enteré que la Facultad de
Psicología de la Universidad Veracruzana era considerada
en ese entonces como la mejor de Latinoamérica, por lo que
preparé mi partida a ese estado del sureste de
México, lo que implicaba viajar más de 3,000
kilómetros, porque, al igual que hoy en día, yo
vivía en el noroeste de México en la capital del
Estado de Sonora, Hermosillo.
Estudiar Psicología fue para mí una
decisión de gran trascendencia por ser hijo de minero
retirado y miembro de familia numerosa que no tenía
posibilidad alguna de apoyarme financieramente para realizar mis
estudios. Sin embargo eso no me detuvo ya que con mucho
entusiasmo me trasladé en 1976 a Xalapa, la capital
veracruzana a iniciar mis estudios de
Psicología.
Lo primero que me encontré es que aquella
afirmación de que la "Facultad de Psicología de la
Universidad Veracruzana era la mejor de Latinoamérica",
estaba basada en el hecho de que la teoría
psicológica del conductismo estaba entrando a
Latinoamérica a través de la Universidad
Veracruzana por parte de algunos maestros que realizaron estudios
de postgrado en Estados Unidos.
Esto representó un choque con mis expectativas
iniciales porque consideré en ese entonces y hasta la
fecha a la teoría conductual como una técnica de
manipulación al servicio de la clase en el poder y que
estaba muy lejos de ser considerada como una ciencia. Sin tener
otra alternativa a mi alcance decidí continuar mis
estudios leyendo los materiales que me daban mis maestros, todos
con enfoque conductual, mientras continuaba por mi cuenta con mis
lecturas de corte psicoanalítico.
Los primeros semestres de mi carrera de
Psicología obtuve bajas calificaciones porque participaba
constantemente en clases y apoyado en mis lecturas personales
cuestionaba las lecturas sobre conductismo de mis maestros,
quienes en respuesta al no poder reprobarme se limitaron a darme
bajas calificaciones.
Cuando en el quinto semestre entré al área
de Psicología social, fue cuando sentí que la
espera valió la pena porque con mis compañeros
estudiantes y maestros de esa área, realizamos una lectura
epistemológica de todas las corrientes de
Psicología existentes en ese momento y decidimos
unánimemente romper con el conductismo por considerarla
como una reducción de la Psicología a nivel de
técnica que contribuía al control social de la
población y decidimos optar por un enfoque
ecléctico en nuestra formación como
psicólogos sociales.
Influyó mucho en esta decisión el contar
con maestros de Psicología social venidos de Chile,
Guatemala y Argentina, que llegaron a México en calidad de
refugiados huyendo de la represión de las dictaduras
militares de sus países, perseguidos por mantener un
fuerte compromiso social en su práctica profesional al
realizar trabajos comunitarios de organización de la
población víctima de la
represión.
Esta ruptura con el conductismo nos generó el
aislamiento de los demás profesores de Psicología
de las diferentes áreas de esa Facultad que optaban por el
conductismo, así como la negativa a utilizar la biblioteca
de la Facultad y el rechazo al presupuesto asignado para la
realización de prácticas profesionales.
La única queja que teníamos los
estudiantes del área de Psicología social hacia
nuestros profesores (que el día de hoy les agradezco
inconmensurablemente), era la enorme cantidad de lecturas que
teníamos que hacer cada semana. Leíamos un promedio
de cuatro libros por semana. En esas condiciones terminé
mis estudios de licenciatura en Psicología formado en el
área de Psicología social.
El segundo encuentro que tuve con el conductismo fue
años después cuando ingresé en 1985 a la
escuela de Psicología de la Universidad de Sonora, a
través del sistema de concurso de oposición
mediante el cual gané mi plaza de Maestro de Tiempo
Completo, como Jefe del área de Psicología
social.
El plan de estudios de Psicología en la
Universidad de Sonora fue diseñado por compañeros
egresados de la Universidad Veracruzana, que estudiaron
Psicología experimental y Psicología
Clínica. Me favoreció el hecho de que esta escuela
de Psicología iba iniciando ya que se creó en 1982,
por lo cual tuve la oportunidad de diseñar los programas
de las materias que estuvieron bajo mi
responsabilidad.
Las materias que impartí fueron Psicología
social I y Dos, Psicología social de grupos,
psicología social de las organizaciones, en las cuales
volqué todo lo aprendido en el área de
Psicología social de la Universidad Veracruzana,
además de una nueva en la que aprendí mucho que fue
Mercadotecnia ya análisis de la conducta del
consumidor.
Rodeado de maestros conductistas que veían al
conductismo como la única alternativa real en la
Psicología, sentía con gran frecuencia el rechazo a
mis cuestionamientos epistemológicos hacia esta
teoría psicológica. Sin embargo, en ningún
momento aceptaban el debate académico, por lo que mi
cubículo universitario se transformó en mi refugio,
en mi bunker y no solo en mi lugar de trabajo.
En mi trabajo con mis alumnos de manera repetida les
hago énfasis en que la Psicología es una ciencia
social y que como científicos sociales debemos evitar caer
en los dos errores que trae consigo el abrazar fervientemente la
teoría conductista:
a) El reduccionismo científico del psicologismo
que consiste en pensar que el comportamiento humano es posible
comprenderlo sólo con las teorías de la
Psicología, sin considerar que otras variables
(económicas, políticas, antropológicas,
etc.) determinan también el comportamiento
humano.
b) Más grave que el anterior es el corrientismo
psicológico que consiste en casarse con una corriente de
la Psicología y rechazar las aportaciones de las
demás corrientes de esta disciplina.
La Psicología es una ciencia en
construcción y una prueba de ello es la dificultad de
encontrar una definición unánime sobre la misma.Al
buscar una definición de lo que es la Psicología
nos encontramos una gran variedad de respuestas, mismas que en
última instancia podrían resumirse en el estudio de
la conducta y el estudio de la consciencia.
Si se realiza un análisis epistemológico
de las mismas se descubre que el conocimiento que ambas producen
no es científico, sino más bien ideológico,
en la medida de que el conocimiento científico se produce
a partir de una ruptura con los conocimientos que nos
proporcionan los sentidos.
Si partimos de las apariencias para elaborar nociones de
la realidad y construir paradigmas y modelos teóricos
estaremos construyendo una ideología.
Recordemos en la historia de las ciencias dos casos para
ejemplificar esto. Nicolás Copérnico no
partió del conocimiento de las evidencias para construir
su teoría geocéntrica, el no vio que la tierra
giraba sobre su propio eje, sino que utilizó modelos
matemáticos para llegar a las conclusiones de que la
tierra giraba sobre su propio eje y alrededor del sol.
Isaac Newton descubrió la fuerza de gravedad a
través de la importación de conceptos
matemáticos a la Física con los cuales
planteó el problema de la caída de los cuerpos con
una teoría que contradecía totalmente la
información que nos dan los sentidos.
La teoría conductual no establece una ruptura con
la información que nos proporcionan los sentidos, sino que
más bien parte de la observación y de la
experimentación para lograr su objetivo de comprender,
predecir y controlar la conducta.
En una ocasión asistí a un congreso de
Psicología social en el Distrito Federal y escuché
con atención una ponencia cuyo título
despertó mi curiosidad: "Las madres de hoy son más
destructivas porque estudiaron Psicología". Pensé
que sería una vacilada pero no fue así ya que el
ponente explicó como las madres contemporáneas al
tener acceso a la teoría conductual aplicaban con sus
hijos las técnicas de reforzamiento y control de la
conducta: castigo, extinción y reforzamiento para tener un
mejor control de ellos.
Como resultado obtenían hijos obedientes y "bien
portados", pero que esa educación generaba el temor al
castigo y eliminaba la espontaneidad que debe tener todo
niño, por lo que su desarrollo psicológico se
veía afectado grandemente impidiéndoles un sano
desarrollo emocional, una seguridad interna y la
construcción de una personalidad sana, ya que no
podían ser auténticos en el sentido de expresar
libremente sus sentimientos y emociones y decir lo que realmente
pensaban por temor al castigo.
Esa es una parte del problema con el conductismo como
corriente imperante en la enseñanza de la
Psicología, ya que propicia un desvinculamiento afectivo,
una separación entre el "sujeto y objeto de
investigación" o intervención.
Otro aspecto del problema con el conductismo es su
aplicación en diversos ámbitos de la vida
cotidiana, como la escuela y el mundo del trabajo.
Si nos ponemos a pensar que vivimos en una sociedad en
crisis en donde existe una enorme desigualdad económica,
que presenta una inmensa mayoría de millones de personas
viviendo en la pobreza y unos cuantos supermillonarios,
¿qué podríamos pensar de una técnica
que se hace llamar ciencia y persigue como objetivo la
comprensión, predicción y el control de la
conducta?
¿A quién le interesa y beneficia controlar
la conducta de los demás? ¿Al psicólogo?,
recordemos que el psicólogo trabaja para alguien, pero ese
alguien no da la cara lo que le interesa es mantener el control
social y el conductismo le sirve como anillo al dedo para lograr
controlar a los demás, porque "es la ciencia de la
Psicología" la que permite identificar aquellos individuos
desviados de la norma y proceder con ellos para intervenir y
lograr su adaptación al medio social.
Con el conductismo la Psicología adquiere un
carácter "objetivo", propio de una ciencia y esta
objetividad la adquiere a partir del desarrollo de las ciencias
biológicas que retomaban datos medibles, verificables y
comprobables. La influencia de una concepción biologicista
en la Psicología se comprende mejor al preguntarnos,
¿Cuál es la finalidad de la conducta en el reino
animal: la adaptación. ¿Cuál es la finalidad
que persigue el enfoque conductual en seres humanos: la
adaptación social.
El conocimiento y los instrumentos que utiliza la
psicología conductual están destinados a lograr la
adaptación social de las personas en el contexto de una
sociedad en crisis económica, política y
social.
De aquí que podemos ver que la importancia de la
Psicología académica no está en
función de la verdad del conocimiento que produce, sino
del servicio que presta a la clase en el poder.
En mis tiempos de estudiante en una Facultad de
Psicología donde predominaba el enfoque conductista
cayó en mis manos un libro que era considerado como parte
de las "lecturas prohibidas" en Psicología. Me refiero al
libro Psicología ideología y ciencia del
psicoanalista argentino Néstor Braunstein. Un
pequeño grupo de compañeros decidimos
mimeografiarlo (perdón por si algunos jóvenes no
entienden este término) y difundir breves copias del mismo
en forma clandestina, como si estuviéramos llamando a la
revolución.
http://incientificasypsicoterapia.blogspot.mx/2014/04/nestor-braunstein-psicologia-ideologia.html
Este autor, junto con otros más realiza una
contundente crítica al conductismo como instrumento de la
ideología dominante. Según este autor cuando
surgió el conductismo, surgieron un conjunto de cambios en
la Psicología:
Si antes a la llamada Psicología de la
consciencia le interesaba el hombre como conocedor, al
conductismo le interesa el hombre sin ninguna diferencia con los
animales. De manera mordaz Braunstein plantea que el conductismo
no establece ninguna diferencia entre el hombre, el animal o el
bruto.
Si antes del conductismo el énfasis de la
Psicología se centraba en la consciencia, ahora se centra
en la conducta que debe ser medible observable y verificable, ya
que el objetivo de la Psicología según esta
corriente es comprender, predecir y controlar la conducta del ser
humano.
Si antes la Psicología de la consciencia
promovía el desarrollo del pensamiento en el ser humano,
ahora la Psicología conductual persigue la
adaptación como finalidad de su intervención, no
interesa su forma de pensar, ni sus sentimientos.
Si antes del conductismo se utilizaba el método
de la introspección como forma de análisis, ahora
con el conductismo lo único que interesa es el la
conducta, medible, observable, verificable.
La Psicología en su práctica profesional
individualiza y psicologiza los problemas sociales, fomenta en
los individuos la idea de abandonar la iniciativa del cambio
social sembrando la idea de que no podemos hacer nada por la
transformación social, que el único cambio posible
es la transformación individual.
La función ideológica de la
Psicología no se limita al ámbito académico
o a la práctica clínica de este profesional, sino
que cubre todos los aspectos de nuestra vida cotidiana en su
función de reproducir las relaciones sociales de
producción. A continuación mencionaré
algunos ámbitos de su intervención
ideologizante.
Contribuye a la enajenación promovida por la
sociedad de consumo cuando es utilizada para realizar perfiles
psicográficos en los estudios de mercado que realizan las
grandes corporaciones para identificar las características
psicológicas de un determinado segmento del mercado antes
de lanzar a la venta determinado producto. Con los perfiles
psicográficos se identifican los rasgos de personalidad,
las actitudes predominantes, los valores, las necesidades, los
deseos, las expectativas de los integrantes de un grupo
particular. Con esa información no sólo se elaboran
los productos que supuestamente satisfacerán dichos deseos
y necesidades
/trabajos102/dios-mercado-religion-del-siglo-xxi/dios-mercado-religion-del-siglo-xxi
Sino que también sirven de base para el
diseño de anuncios comerciales que están dirigidos
a un segmento del mercado específico y cuyo objetivo es
estimular el consumo.
El mismo procedimiento es utilizado en la mercadotecnia
política, cuando se promueve la imagen de un candidato en
época de elecciones, al diseñar campañas
promocionales basadas en estudios psicológicos previos que
han permitido detectar les necesidades y expectativas del
electorado para crear mensajes promocionales que induzcan el voto
hacia el candidato que financia dichos estudios. Las encuestas
electorales han perdido gran credibilidad al evidenciarse la
manipulación de la información en forma
tendenciosa.
El psicólogo contribuye a mantener el control
social al anticipar reacciones de descontento ante la
implementación de nuevas leyes o las reformas de las ya
existentes.
El psicólogo actúa como funcionario del
consenso al dictaminar que determinados individuos deben ser
recluidos por ser "peligrosos socialmente" y que son
irrecuperables.
La Psicología contribuye al mantenimiento del
control social cuando psicologiza el ambiente de
explotación en las empresas y que intenta disipar mediante
cursos de "sensibilización", de "relaciones humanas" o de
"motivación laboral". Cuando "motiva" al personal para
aumentar la productividad sin mejorar las condiciones de trabajo
o las percepciones económicas del trabajador.
En mi experiencia como consultor organizacional fueron
varias las ocasiones en las que fui solicitado para "dar cursos
de relaciones humanas para trabajadores conflictivos", o de
"motivación laboral para trabajadores haraganes". Por
supuesto que el enfoque que les di a los cursos que
impartí en ningún momento se prestó para
manipular a los trabajadores.
Como un ejemplo de ello recuerdo una ocasión
cuando en la Universidad de Sonora me solicitaron dar un curso de
integración de grupos de trabajo a los bibliotecarios de
diferentes departamentos de la Unidad Centro. Estaba por
inaugurarse la biblioteca Central de esta universidad y los
bibliotecarios estaban adscritos a diferentes bibliotecas de
distintos departamentos, mismas que desaparecerían al
iniciar sus trabajos la Biblioteca Central.
La agenda oculta de las autoridades y organizadores del
curso era su intención de disfrazar el evento para en
realidad hacer una selección de bibliotecarios y eliminar
algunos de ellos, ya que no había suficientes plazas.
Obtuve esa información el primer día de inicio del
curso por voz de los propios bibliotecarios al proceder en la
fase de integración, sensibilización y
diagnóstico. Los participantes estaban muy inconformes
porque estaban en un mar de incertidumbre ya que no sabían
cómo sería su futuro inmediato.
Lo que hice fue impartir el curso aplicando un modelo de
desarrollo de grupos de trabajo que partió de la
explicación de la teoría de grupos
acompañado de una serie de dinámicas de grupo que
permitieron construir una sólida identidad grupal y una
fuerte cohesión entre los participantes de tal forma que
al terminar el curso, el grupo en forma unida entabló una
serie de reuniones de negociación con las autoridades de
tal forma que lograron acuerdos que permitieron que ninguna
persona fuese despedida y tan sólo unos cuantos aceptaron
ser reubicados.
Cuando el psicólogo interviene para resolver
conflictos en las escuelas, en las cárceles, en el
ejército, en todas las instituciones del sistema social,
promoviendo una aceptación acrítica de las
condiciones sociales, fomentando el conformismo social y la
aceptación de los individuos del lugar que les fueron
asignados, está actuando en forma
ideologizante.
En ese sentido, la Psicología pasa a formar parte
importante de la ideología dominante al constituirse como
instrumento de control social, promoviendo una ideología
de adaptación al sistema, al reducir los problemas
sociales a problemas individuales y asegurar un consenso de
aceptación social.
Alternativas de
solución ante el proceso de sujetación
ideológica
Aquí viene la pregunta que planteé al
final de mi aportación del día de ayer.
¿Qué alternativas tenemos ante todo este panorama
de ideologización al que nos vemos sometidos para cambiar
nuestra realidad social?
A lo largo de las páginas anteriores hemos visto
como la percepción de la realidad que tenemos se ve
influenciada o más bien es construida a través del
accionar de diferentes instancias socializantes tales como la
familia, la religión, los medios masivos de
difusión y la escuela. El objetivo que persiguen estas
instancias ideologizantes es la adaptación social de las
personas a los roles y lugares en los cuales se
encuentran.
En esta construcción de la realidad, la
Psicología juega un papel determinante al
desempeñar un papel de instrumento de control
ideológico que al psicologizar la vida social favorece a
la clase dominante al propiciar la adaptación
acrítica de cada individuo al rol y a las condiciones de
vida en las que se encuentra.
Al realizar esta crítica a la disciplina a la que
me he dedicado durante más de tres décadas de mi
vida, estoy consciente de que quizá más de alguno
pudiese pensar que estoy renegando de mi profesión o de
que el cuestionamiento que hago a la Psicología se
aplicaría a mi vida profesional.
Nada más lejos de la realidad amo mi
profesión y estoy comprometido con ella hasta el final de
mi vida, porque tengo bien puesta la camiseta como
psicólogo.
Precisamente este amor a la Psicología, el amor a
los demás y a la vida misma es lo que motivó la
redacción de este artículo.
Como psicólogo social mi objeto de estudio es el
análisis de la interinfluencia existente en la
relación del individuo con la sociedad y mi compromiso
social me lleva a expresar mis opiniones respaldadas con un marco
teórico sumamente amplio.
Si bien la Psicología desempeña una
función de control social al ser utilizada como arma
ideológica, debemos verla precisamente como eso, como un
medio, como un instrumento, como un arma que puede ser utilizada
con un fin positivo o con un fin negativo.
El fin negativo en este caso es su uso como instrumento
de control social favoreciendo a la clase dominante y en
perjuicio de una inmensa mayoría de la población.
El fin positivo sería entonces utilizarla como instrumento
de liberación que permita cuestionar el control
hegemónico de la élite en el poder y generar un
cambio de consciencia y actitudes que contribuya en cambios en el
comportamiento tendientes a lograr un cambio social.
¿Cuál es el fundamento teórico de
proceder así? Recordemos que Franco Basaglia nos dice en
sus textos La institución negada y Los crímenes de
la paz que el científico social llega a un momento en el
cual se enfrenta a una disyuntiva en la que debe tomar una
decisión: prestarse a desempeñar el rol de
funcionario del consenso, generando con su acción un
consenso de aceptación al sistema social, avalando con su
ciencia la explotación del hombre por el hombre, o se
decide a ejercer el rol de agente de cambio social, interviniendo
en los individuos, en los grupos, organizaciones y comunidades
para instrumentar acciones que conduzcan a un verdadero cambio
del sistema social.
https://es.scribd.com/doc/33988228/Basaglia-Franco-y-Basaglia-Franca-Los-Crimenes-de-la-Paz-Investigacion-sobre-los-Intelectuales-y-los-Tecnicos-como-servidores-de-la-Opresion
El psicólogo venezolano Alberto Merani nos dice
en su libro La Psicología Genética que la
obligación de todo científico social es descubrir
la verdad y decirla cueste lo que cueste.
Si la Psicología actualmente desempeña un
rol de instrumento de control social, necesitamos construir otra
Psicología, una Psicología de la liberación
tal como nos planteaba Ignacio Martin Baro, el sacerdote
psicólogo social salvadoreño asesinado por un grupo
de élite militar en la Universidad centroamericana del
Salvador.
https://es.scribd.com/doc/217569078/199594344-Psicologia-de-la-Liberacion-MARTIN-BARO-pdf
Ese es el contexto en el cual debemos plantear la
necesidad del cambio social, una descripción objetiva (y
no distorsionada) de la realidad que nos permite verla como una
sociedad en crisis.
/trabajos101/madre-todas-crisis-y-urgencia-del-cambio-social/madre-todas-crisis-y-urgencia-del-cambio-social
La indiferencia, la pasividad y la sumisión
social que presentan algunos sectores de nuestra sociedad son el
resultado de un proceso de sujetación ideológica
que es necesario romper cuanto antes. Este proceso de
sujetación funciona de manera similar a unas cadenas
psicológicas que inhiben el comportamiento social. Por lo
tanto, es necesario proceder al cambio de actitudes, de
ideología y de comportamiento para proceder al cambio
social.
El cambio de esta sociedad es posible, necesario y
urgente para evitar que continúe el sufrimiento de grandes
capas de la población que han sido marginadas, excluidas
de los beneficios de "la sociedad del bienestar y la abundancia"
que nos promete la sociedad de consumo. Para lograr el cambio
social tenemos que partir del cambio individual.
Siempre he estado convencido de que necesitamos cambiar
nuestras actitudes, valores y comportamientos que hemos adquirido
y desarrollado en el proceso de
socialización/ideologización al que nos hemos visto
sujetos durante nuestra vida. El cambio individual es requisito
previo al cambio social.
/trabajos99/revolucion-consciencias-parte-final/revolucion-consciencias-parte-final
En relación al cambio social, probablemente
algunas personas lo vean como algo ajeno, algo extrínseco
y presentar cierta resistencia al mismo. Sin embargo, debemos
recordar que somos seres cambiantes que tenemos una doble
evolución ontogenética y filogenética, es
decir, individual y social. Cambiamos constantemente a nivel
individual sin darnos cuenta al pasar de una etapa de desarrollo
psicológico a otra (infancia, pubertad, adolescencia,
adultez, madurez, vejez).
Como especie, la humanidad también va cambiando
constantemente. Simplemente recordemos que la época actual
se caracteriza por una serie de cambios sociales que se presentan
en forma discontinua.
Entonces debemos superar el temor y la resistencia al
cambio, sobre todo al cambio social, partiendo de la premisa de
que la sociedad actual se encuentra inmersa en una profunda
crisis económica, política y social que nos
está conduciendo por un camino de destrucción,
sufrimiento y muerte.
Quizá para algunos lograr un cambio social les
parezca una utopía o algo muy lejano en la medida de que
es todo un reto que rebasa nuestro entusiasmo y esfuerzo
individual. Precisamente esta es la forma de pensar que
necesitamos cambiar, el cambio social no lo dará un
individuo por sí solo, como algunos que esperan un
Mesías, un líder que nos dirija y nos aglutine.
Debemos dejar a un lado el vínculo de dependencia hacia
ciertos liderazgos individuales y considerar el liderazgo como un
proceso de interacción social que nos permita construir un
vínculo de colaboración.
/trabajos95/apuntes-psicosociales-huelga-universitaria/apuntes-psicosociales-huelga-universitaria2#procesosda
El cambio social tampoco lo hará un
pequeño grupo o un reducido sector de la sociedad, ya
tuvimos la experiencia del foquismo revolucionario en la
década de los setentas con los grupos de guerrilleros que
en un acto de desesperación tomaron las armas y terminaron
asesinados, desaparecidos o en la cárcel.
Tenemos que abrir nuestra mente y recordar las lecciones
que nos brinda la historia de los movimientos de
liberación social. Los cambios sociales se darán
cuando la acción coordinada basada en la unidad de los
movimientos de lucha que diferentes sectores de la sociedad
están dando en estos momentos.
Las condiciones actuales son propicias para que
construyamos la unidad de los trabajadores y del pueblo en
general que en México se están expresando a
través de una resistencia a las políticas
económicas y de rechazo a las contrarreformas que el
gobierno mexicano ha implementado recientemente.
Tenemos por un lado la manifestación de un sector
que no había hecho escuchar su voz en años: los
médicos que marcharon en defensa de su profesión el
22 de junio de este año.
Tenemos también el sector campesino que se
manifestó masivamente contra la reforma energética
el 23 de julio pasado.
Tenemos por otro lado la lucha del magisterio nacional
encabezado por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la
Educación (CNTE), que luchan contra la destrucción
de la plaza de base y por la gratuidad de la escuela
pública.
Tenemos también el heroico ejemplo de los
trabajadores miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas
(SME) con cinco años de lucha firme.
Tenemos en estos momentos la lucha de los estudiantes
del Instituto Politécnico Nacional (IPN), quienes
marcharon este 30 de septiembre en un masivo contingente de
más de 50,000 alumnos, de esa institución y a la
cual se sumaron estudiantes de la UNAM, al grito de
"abrogación del reglamento interno 2,014.
Tenemos la lucha de los estudiantes normalistas de
Guerrero que sufrieron la represión y se encuentran
desaparecidos decenas de ellos.
Tenemos la lucha de los habitantes de los pueblos
aledaños al río Sonora que resultaron afectados por
la contaminación proveniente de la compañía
minera Buena Vista del Cobre.
Tenemos la lucha que el movimiento 5 de junio y pueblo
sonorense está realizando por lograr justicia en el caso
del incendio de la guardería ABC que ya cumplió
cinco años sin recibir respuesta alguna.
Podríamos seguir mencionando otras más
luchas que en estos momentos se libran en nuestro país,
cuyo común denominador es la lucha contra las "reformas"
del gobierno de Peña Nieto, contra la corrupción y
la impunidad vigente en nuestro país.
El cambio social es posible pero para lograrlo es
imprescindible aumentar nuestra participación social en
los diferentes grupos sociales a los que pertenecemos, pero sobre
todo en los diferentes movimientos de liberación, de
protesta, de resistencia y de inconformidad que hoy se
están manifestando.
La rebeldía estudiantil se muestra
coyunturalmente como una alternativa real para lograr la unidad y
la participación activa de todas las organizaciones
políticas, sindicales y sociales.
La lucha de clases no se limita a la lucha
económica, debe necesariamente contemplar la lucha
política y en la medida de que se vayan rompiendo esquemas
de control social estaremos dando la lucha
ideológica.
El cambio social sólo podrá ser logrado a
través de la construcción de la unidad de los
diferentes movimientos de lucha que en estos momentos estamos
viviendo.
Referencias
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Ideología y aparatos
ideológicos de Estado
http://www.moviments.net/espaimarx/els_arbres_de_fahrenheit/documentos/obras/1319/ficheros/Althusser_Louis_Ideologia_y_aparatos_ideologico.pdf
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Yescas Dominguez Oscar
Reflexiones sobre la libertad en el siglo
XXI
/trabajos97/reflexiones-libertad-sociedad-del-siglo-xxi/reflexiones-libertad-sociedad-del-siglo-xxi
Yescas Domínguez, Oscar
Impacto psicosocial de los medios masivos
de difusión y redes sociales
/trabajos98/impacto-psicosocial-medios-masivos-difusion-y-redes-sociales/impacto-psicosocial-medios-masivos-difusion-y-redes-sociales
Yescas Domínguez, Oscar
Testimonios psicosociales de una huelga
universitaria basada en la dignidad
/trabajos101/testimonios-psicosociales-huelga-universitaria-basada-dignidad-steus-2-014/testimonios-psicosociales-huelga-universitaria-basada-dignidad-steus-2-014#quienessoa
Yescas Domínguez, Oscar
Reflexiones sobre juventud y
educación actual
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Yescas Domínguez, Oscar
Apuntes de intervención psicosocial
en grupos, organizaciones y comunidades
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Yescas Domínguez, Oscar
El Dios Mercado, la religión del
siglo XXI
/trabajos102/dios-mercado-religion-del-siglo-xxi/dios-mercado-religion-del-siglo-xxi
Yescas Domínguez, Oscar
La madre de todas las crisis
/trabajos101/madre-todas-crisis-y-urgencia-del-cambio-social/madre-todas-crisis-y-urgencia-del-cambio-social
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La revolución de las
consciencias
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Yescas Domínguez, Oscar
Video El cambio organizacional
planeado
Yescas Domínguez, Oscar
Apuntes psicosociales de una huelga
universitaria
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http://es.scribd.com/doc/40954603/La-Escuela-Capitalist-A-Aparato-Ideologico-Del-Estado-Al-Servicio-de-La-Reproduccion-Social
http://red-academica.net/observatorio-academico/2012/10/03/la-educacion-superior-en-mexico-2006-2012-un-balance-inicial/
Autor:
Oscar Yescas Domínguez
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