Ley 70 de 1993 (Colombia) éxitos y dificultades en su ejecución (página 3)
2. Tenemos el derecho de exigir, porque tenemos
la iniciativa organizativa por ello estamos
aquí!
3. Actualmente estamos organizados por consejos
comunitarios y organizaciones de bases afros donde solo en
Palenque de San Basilio le han dado la titulación
colectiva y tenemos consejos comunitarios en Tolú
Viejo, San Onofre, María la Baja, los Palmitos, San
Jacinto y otros están en proceso como el Carmen de
Bolívar.
4. El objetivo nuestro como afrodescendientes
organizados es la protección del territorio, la
conservación de la diversidad cultural, vegetal,
animal y mineral, tener la autonomía del territorio,
la gobernabilidad para garantizar la soberanía
alimentaria que está peligrando con los monocultivos y
proyectos que atenta con esto, acabando así con la
cultura y las prácticas tradicionales de la
población afro.
5. Para fortalecer los consejos comunitarios y
organizaciones de base de los Montes de María es
necesario que el gobierno nacional, departamental y local
tome conciencia y eviten ceder terreno a las
transnacionales.
6. Nuestra tierra ha sido expropiada y
despojada por terratenientes y grandes empresarios
monocultivadores a través del conflicto armado,
utilizando diferentes artimañas legales (Masacres,
asesinatos selectivos y desapariciones forzadas)
7. Hay más de 7000 Has. de monocultivos
concentradas y las comunidades afros sin tierra.
8. Nos ha costado muertos el conflicto que para
nuestro dolor aún no termina.
9. Nosotros y nosotras vemos necesarios e
indispensables hacer la consulta previa libre e informada en
el territorio. Hay una propuesta de Zona de Reserva campesina
no pensada por nosotros para eludir el acceso nuestro a la
colectivización de tierras en el marco de la Ley 70,
ya tienen un plan de desarrollo al respecto.
10. Somos nosotros los que decidimos con
respecto al territorio y lo debemos seguir
haciendo.
11. En lo normativo es necesario la
socialización, que haya claridad de la normatividad
frente a las Zonas de Reservas Campesinas, para que la
comunidad tenga capacidad de decidir por una o por
otra.
12. Exigimos al INCODER la agilización
de la titulación de territorios colectivos requeridas
y gestionadas.
13. Para los eventos en poblaciones afros es
necesario que la persona delegada del INCODER venga
directamente del departamento de sugerencias de
protección de asuntos étnicos, idónea
para el territorio, como Daniel Garcés.
14. Con esta mesa se está ratificando a
la población afro como propietaria del territorio con
título o no de que existimos y defenderemos el
territorio hasta el final.
Finalmente después de las plenarias de los
grupos de trabajo quedan tres grandes
conclusiones:
1. Está delineado el que hacer de las
comunidades con la agenda del pueblo
Afromontemariano2. La mesa de organizaciones afromontemariana
se erige como el actor social y político en la defensa
y gestionamiento de los intereses del pueblo
Afromontemariano3. Establecer la escuela de liderazgo
Afromontemariano para preparar el liderazgo que gestione el
empoderamiento y el desarrollo de sus comunidades.
Para cerrar el Secretario Técnico de la Mesa
Afromontemariana le solicita a la Unión Europea su apoyo,
en la medida en que las comunidades Afromontemarianas han hecho
grandes esfuerzos y sacrificios por salir adelante; no
sólo para que les condone la deuda que tiene la
Asociación Cultural Afrocolombiana "Sones de
Torobé" con la entidad, sino también, para que
nuevamente les aporte los $78.000.000 millones de pesos (estos
que eran parte del Programa del Tercer Laboratorio de Paz,
Proyecto Resistencia de Palenque para la vida), para seguir
fortaleciendo el proceso de la Mesa Afrocolombiana de los Montes
de María.
Conclusiones
1. La Ley 70 de 1993 durante estos 20
años ha sido y será una de las herramientas
legales más expeditas para el pueblo Afrocolombiano
Negro, Palenquero y Raizal, en mantener y defender su
reconocimiento étnico racial, territorial, ambiental,
social, cultural y político, entre otros, frente al
Estado Colombiano, sus sucesivos gobiernos, contra los
actores armados ilegales y grupos armados delincuenciales.
Como ley hito, después de la abolición legal de
las esclavización africana en Colombia es, en los
momentos contemporáneos por los que atraviesa el
país, una apuestas por el desarrollo en la
búsqueda de superar las inequidades de toda
índole que cada vez se agudizan en Colombia, sobre
todo las del racismo y la discriminación racial que
afecta al pueblo afro como trampas que la atan a la
marginalidad y la pobreza, además es un arma legal que
debe ser ajustada con precisión superando los
vacíos existentes en la misma.2. La Ley 70 de 1993, es una gran esperanza
para los pueblos negros de la nación en materia de
desarrollo rural bajo las concepciones agradecidas de su
lógica cultural, construidas ancestralmente en la
medida que históricamente han sido territorios de paz,
relacionada con el buen vivir, legado de sus ancestros. Por
ello el desarrollo agrario integral para el pueblo afro se
relaciona bajo los preceptos que la mesa afro participante
del Foro "Política de Desarrollo Agrario Integral
con Enfoque Territorial"[33], realizado
en diciembre de 2012 concluye exigiendo el: a) Saneamiento de
los territorios colectivos; b) Restricción del uso del
suelo; c) Fortalecimiento de los sistemas y las
prácticas agrícolas propias de las comunidades;
d) Extracción de recursos que no generen impactos
negativos en la comunidad; e) Autonomía alimentaria y
alternativas de vida en los territorios; f)
Adjudicación y otras formas de uso y aprovechamiento
del territorio; g) El derecho a la ciudad que implica el
derecho a la propiedad, uso, tenencia del espacio urbano; h)
Sociedades libres del racismo y la discriminación
racial estructural, i) Reivindicación al papel de la
mujer afro como portadora de vida, identidad cultural y
defensora del territorio y la armonización de la misma
Ley 70 de 1993 con las Zonas de Reservas
Campesinas.
En esta misma dinámica se encuentran
también las comunidades afros de los Montes de
María que evidencian, en el VI Encuentro Cultural
Afromontemariano realizado en María La Baja, que su
objetivo primordial es, el de organizarse en "la
protección del territorio, la conservación de la
diversidad cultural, vegetal, animal y mineral, tener la
autonomía del territorio, la gobernabilidad para
garantizar la soberanía alimentaria y el desarrollo
comunitario que está peligrando con los monocultivos y
proyectos que atenta con esto, acabando así con la cultura
y las prácticas tradicionales de la población afro.
Así mismo fortalecer los Consejos Comunitarios y
organizaciones de base de los Montes de María, donde se
hace necesario que el gobierno nacional, departamental y local
tome conciencia y eviten ceder terreno a las
transnacionales"
3. En lo referente a la Etnoeducación
Afrocolombiana, otra construcción de la Ley 70 de
1993, queda claro que ello será una posibilidad, solo
y solo sí, el movimiento social afro moviliza su
capital académico, cultural y pedagógico a
escala nacional, departamental y local, para concretar la
política púbica de Etnoeducación
Afrocolombiana, Negra, Palenquera y Raizal que permita
transformar todo el sistema educativo nacional con un enfoque
propio e intercultural permitiendo el desarrollo, la
visibilidad, la pertinencia, la calidad y la cobertura que el
pueblo afro se merece dignamente y donde la valores de la
afrocolombianidad como patrimonio, sea asumida tanto por la
comunidad como por toda la nación entera.
Para la realidad Montemariana, en la medida que han
venido luchando, dada las características
geopolíticas, hace más de 15 años, por la
etnoeducación afrocolombiana, desde las plazas docentes
etnoeducativas (500 docentes que atienden una población de
más de 20.000 estudiantes), unos de los énfasis, en
que debe centrarse la etnoeducación afrocolombiana, es en
la riqueza de la territorialidad y recuperación del tejido
social de la comunidad a raíz del conflicto armado. Hay
que cambiar la manera folklorizante de ver la
etnoeducación afrocolombiana y girarla al desarrollo de la
riqueza territorial, humana y cultural de los Montes de
María, desde la práctica cultural, al significado
de la cultural Afromontemariana.
4. La Ley 70 de 1993, también pasa por
incorporar, más allá de los Planes de
Desarrollo, la concreción de políticas
públicas con enfoque de derechos étnico racial
de largo aliento, como se ha visto, que permitan superar la
marginalidad y la pobreza expresada en los territorios, en
las zonas rurales y urbanas en que se encuentran las
comunidades afros, los indicadores de Necesidades
Básicas Insatisfechas, Índices de Calidad de
Vida, Censo DANE 2005 y numerosas investigaciones así
lo demuestran. El Movimiento Social Afro, ha sido quien ha
venido exigiendo, en todos los entes territoriales donde se
moviliza, la inclusión de planes de desarrollo y
políticas públicas a los gobiernos
territoriales.
El Etnoplan para el caso Montemariano "parte de la
visión de las comunidades, y se encuentra transversalizado
por el elemento cultural, con perspectivas étnica, de
género, generación y región. Tiende a
generar equidad social buscando promover la transformación
de las relaciones desiguales y discriminatorias, en relaciones de
igualdad que reconozcan y respeten al otro de acuerdo con sus
diferencias y particularidades. En tal sentido, no sólo
apunta a mejorar las condiciones de vida en torno a los
índices de necesidades básicas insatisfechas y a la
ampliación de cobertura, sino y especialmente, a propiciar
el fortalecimiento de la identidad étnica y cultural de la
población, al empoderamiento étnico y al
reconocimiento de sus derechos"[34]
5. De otro parte, la Ley 70 de 1993, permite
como arma legal y legítima que las comunidades que han
sido y vienen siendo expropiadas física y
culturalmente de sus territorios, en el marco de la ley de
víctimas y reconciliación, restablezcan esos
derechos.
"El tema de tierra, en los Montes de María,
es el de mayor impacto en el territorio. Los terratenientes se
han tomado las tierras, asesinados, perseguidos, desplazados y
han comenzado a cambiar nuestras cultura (cultivos,
prácticas tradicionales, utensilios, mercadeo, semillas,
abonos, etc.). La Zona de reserva campesina, debe ser UNA
OPORTUNIDAD PARA PROTEGERNOS. En temas de tierra, hay en el
territorio experiencias dignas de ser mostrada en un trabajo como
este por ej. La finca "La Alemania" en San Onofre, el cual es un
ejemplo de resistencia y rebeldía afro y la
creación de los Consejos Comunitarios de San Jacinto, en
la cual el Consejo Comunitario "Eladio Ariza" de San
Cristóbal ya tiene fecha para recibir la titulación
colectiva por parte del Ministerio. En estos momentos, nos
aprestamos a ejecutar allí un programa de mejoramiento de
vivienda, de una consulta previa concedida por Ecopetrol"
(Palabras de uno de los líderes de la Mesa
Afromontemariana)
Así pues estas demanda de las comunidades afros
de los Montes de María hace eco a las conclusiones de la
mesa afro participante en el Foro sobre Política Agraria
en diciembre de 2012 que dice: "…en el marco del conflicto
armado interno, se han violado los derechos a la
participación y a la autonomía, la identidad
cultural, la desarrollo en el marco de sus propias aspiraciones
culturales, además de los derechos civiles,
políticos, económicos, sociales y culturales. Todas
estas violaciones, han acrecentado el desbalance en materia de
poder entre nuestras comunidades y el resto de la sociedad
colombiana. Por ello, la reparación integra los criterios
tales como:
Proporcionalidad. Las reparaciones deben ser
proporcionales al impacto sufrido por el pueblo en el marco
del conflicto armado interno.Integralidad. Desde la visión del
pueblo afro debe incorporar y atender al conjunto de los
derechos étnicos territoriales y
colectivos.Responsabilidad del Estado. El Estado debe
reconocer que por su acción u omisión se
violaron los DDHH, que esas violaciones afectan en lo
individual y colectivo a varias generaciones de renacientes,
y que en consecuencia la reparación colectiva al
pueblo afro implica una política de Estado que vincule
el pasado con el presente. El derecho a la reparación
debe, como criterio de no reparación, empoderar a la
población afro. La reparación integral debe ser
individual, colectiva y
étnica…"[35]
6. Así mismo en una etapa de
postconflicto el Movimiento Social Afrocolombiano, Negro,
Palenquero y Raizal en los marcos de la Ley 70 de 1993 exige
de manera concreta que:
A propósito de los diálogos:
"Instar a las partes del Gobierno colombiano y
Farc-EP, a no levantarse de la mesa sin resolver el conflicto
político, social y armado. Sin embargo, manifestamos
que los actores sentados en la mesa de diálogos de La
Habana, no representan la diversidad étnica y cultural
del país. Nosotros como grupo étnico
diferencial tenemos concepciones totalmente diferentes sobre
el territorio, el cual concebimos como un espacio cultural,
espiritual y ancestral, donde construimos nuestra
opción propia de futuro en armonía con la
naturaleza, desde el buen vivir y el
etnodesarrollo.Creemos en la transformación de un Estado que
se construya desde lo multiétnico y pluricultural
donde se generen nuevas relaciones sociales.Que los acuerdos emanados en la mesa de
negociaciones se discutan con las comunidades y el movimiento
social amplio.Igualmente demandamos, que los acuerdos que se
generen en el marco de los diálogos de paz, no vayan
en detrimento de las conquistas del pueblo afro como la Ley
70, la titulación colectiva, el gobierno sobre el
territorio entre otras.Demandamos la participación efectiva del
pueblo afrocolombiano, además del respeto al derecho
internacional humanitario.Esperamos que los acuerdos pactados en La Habana,
beneficien la vida de los millones de afrocolombianos y
afrocolombianas que habitan el territorio
nacional.Como producto de este evento, declaramos que esta
mesa afro, se constituye en una comisión de
evaluación y seguimiento a la mesa de conversaciones
de La Habana"[36]
Recomendaciones
Desde la perspectiva de la consultoría a corto
plazo realizada, pero sobre todo, desde las comunidades afros de
los Montes de María respetuosamente se
recomienda:
Seguir apoyando y acompañando a las
Comunidades Afromontemarianas en la Ejecución y
Desarrollo del Etnoplan "Resistencia de Palenque para la
Vida", por lo que constituye, en el presente y el futuro
de mediano plazo, la reivindicación más
sensible a la que le están apostando para su
desarrollo con pertinencia étnica y
territorial.Crear y fortalecer la Escuela de Liderazgo
Afromontemariano que le permita a las Comunidades asegurar su
capacidad de incidencia política, gestión,
participación ciudadana étnico racial y el
ejercicio y defensa de sus derechos en los marcos exigentes
de la Ley 70 de 1993.Fortalecer la Mesa de Organizaciones Afrocolombianas
de los Montes de María en la medida que se ha
convertido en un actor político valioso para la
movilización de los derechos étnico
territoriales de las comunidades e igualmente dotarla de
capacidad para actuar frente a los desafíos que se
avecinan en la etapa postconflicto generados por los
diálogos de la Habana y los procesos de ajustes
reglamentarios de la Ley 70 de 1993, a raíz del Gran
Congreso Afrocolombiano, Raizal y Palenquero que se va a
realizar en agosto de 2013, posiblemente en Quibdó,
departamento del Chocó.Crear o establecer mecanismos expeditos y efectivos
que permitan acercar y actuar de manera coherente e integral
a las entidades gubernamentales departamentales, locales,
nacionales, las entidades de cooperación
internacional, entre otras, comprometidas y solidarias con
las demandas y el ejercicio de los derechos de las
comunidades afrocolombianas, negras, raizales y palenqueras
de los Montes de María.
Anexo
ANEXO I. INFORME ACTIVIDADES DE
PREPARACIÓN AL SEXTO ENCUENTRO AFROMONTEMARIANO
A partir del día lunes 27 de mayo, la ATE, ha
realizado en los Montes de María las siguientes
actividades de preparación al Foro:
Días/ Trabajo | Fecha | Actividades | |
1 | Lunes 27 de mayo | Visita a comunidades afrocolombianas cercanas a | |
2 | Martes 28 de mayo | Encuentro con miembros de la mesa regional Encuentro con entidades privadas y públicas | |
3 | Miércoles 29 de | De 7:00 a 8:30 am. Viaje hacia el municipio De 9:00 am a 2:00 pm: participación De 3:00 a 5:00 pm: regreso a | |
4 | Jueves 30 de mayo | De 9:00 am a 12m. Presentación |
Desarrollo de la agenda
Para el día lunes 27 de mayo se realizaron
las visitas a las comunidades afrocolombianas cercanas a
Sincelejo: Chinulito, Macajám, donde se intercambiaron las
experiencias de las 52 familias retornadas de Chinulito que hacen
parte de la mesa Afromontemariana y las 40 familias de Macajam.
Comunidades estas que viven de la producción
agrícola que ponen a disposición del mercado local
y de las comunidades circunvecinas. En conversaciones, la
comunidad, evidencian que son dueños de la tierra, pero la
gran mayoría no posee título de propiedad, por lo
que están expuestas a perderla sino proceden
rápidamente a la gestión de titularidad de la
misma, por lo que tienen en discusión la titulación
colectiva en los marcos establecidos o que pueden proporcionar la
Ley 70 de 1993 al erigirse como comunidad étnico
territorial y constituirse en Consejo Comunitario y administrar
el territorio que es inalienable, imprescriptible e inembargable,
garantizando equidad y justicia en el reconocimiento y
asignación de áreas de trabajo para las familias
evitando la concentración de la tierra, el aprovechamiento
y uso sostenible de los recursos naturales en bien de toda la
comunidad; o la propuesta actualmente en lo que se denomina Zonas
de Reservas Campesina (ley 160 de 1994) por parte del gobierno
como mecanismo de restitución de los territorios
arrebatados por métodos violentos por parte de los actores
armados a las comunidades étnicas y campesinas, figura de
ordenamiento territorial que busca entregarle a campesinos de
escasos recursos tierras que son del Estado y que no se
están aprovechando, hasta el momento hay seis ZRC en
Colombia ubicadas en Calamar (Guaviare), Cabrera (Cundinamarca),
El Pato (Caquetá), El Sur de Bolívar
(Bolívar) para éste caso, El Valle del Río
Cimitarra (Antioquia y Bolívar) y en el Alto Cuembí
y Comandante (Putumayo).
Para crear una Zona de éstas, los campesinos
deben organizarse y diseñar un Plan de Desarrollo en el
que establezcan como vivir dignamente allí, el cómo
se sostendrán económicamente y como
satisfarán sus necesidades de servicios
básicos.
Supuestamente el Estado tiene que darles el apoyo que
necesiten para que tengan infraestructura, salud, alcantarillado,
energía, entre otros. Expertos en el tema tienen sus
reservas como el eliminar el límite de propiedad dentro de
las reservas que permita quebrar la concentración de la
propiedad; las lejanías de estas ZRC de los centros
urbanos, sin vías de comunicación y posibilidades
de comercialización de los producido en los marcos agro
empresarial de economía campesina, contraria a la de los
gigantescos cultivos de productos de
exportación.
En éste mismo espacio de visita la comunidad
abordó la posibilidad de establecer unidades
agroempresariales con lo producido del mango o el aguacate
dándole valor agregado y factibilidad de mercadeo a los
producido, ya no local, sino regional y nacional.
Finalmente se organizó con la comunidad la
presencia al Sexto Encuentro Cultural Afromontemariano del
día 29 de mayo.
Día 28 de mayo, auditorio Fundación
Montes de María, jornada de la mañana. Se
realizó el encuentro con miembros de la mesa regional
afrocolombiana de los Montes de María, representados por
Wilmer Rojas Peláez, Milena Montes, Alberto Monterosa,
Paulo Manuel Talaibo Padilla y Ana Elena Talaibo. Por la
Fundación Red de Desarrollo y Paz de los Montes de
María, Eduardo Menco Gonzáles quienes ponen en
contexto el proceso organizativo por la paz de las Comunidades
Afromontemarianas.
Para Eduardo, funcionario de la Fundación, el
Programa de Desarrollo y Paz nace hace 8 0 9 años como
necesidad de la sociedad civil de Montes de María que
requería la intervención para la paz, caracterizado
por la violencia, la discriminación, la lucha de poderes,
violación de derechos humanos, y como iniciativa de la
iglesia a través de los obispos conformada por la
diócesis de Cartagena, Sincelejo, Magangué y los
menonitas. Reciben recursos de la cooperación europea y de
empresas nacionales y promueven el desarrollo y paz, lo cual
hacen por medio de la organización de grupos de
campesinos, mujeres, jóvenes, de derechos humanos, grupos
culturales Afromontemariano a quienes conectan por medio de redes
sociales.
Faltaba un ente que pudiera regentar las iniciativas. En
el 2004-5, los obispos con el PNUD, crean el PDP, tomando como
referente el Magdalena Medio en aras de visualizar el territorio
de manera distinta.
Se han hecho acreedores de recursos del Banco Mundial y
la Unión Europea, para programas de paz y desarrollo, fase
inicial y adicional.
Los recursos han llegado para financiar procesos
sociales y productivos.
En 2008 se firma el Laboratorio de Paz III en dos
espacios geográficos nacionales afectados por el
conflicto, Meta y Montes de María, con una
extensión de procesos estratégicos territoriales.
Proyectos éstos en pos de crear condiciones para la
paz.
E igualmente, se establecen otras iniciativas de
cooperación con recursos locales, nacionales y mundiales,
la articulación con el PNUD, la gobernación, la
empresa privada, la OIM, UNFPA, el Instituto Republicano
Institucional e Instituto Nacional Demócrata, la USAID,
INCODER, entre otros, como el Banco Mundial, ISA, Ecopetrol, en
fin, grandes aliados financieros para la consolidación de
la paz en la región.
Fruto de ello se ha producido gran material y publicado,
trabajos de consultores, procesos específicos, entre
otros.
La Fundación ha venido trabajando en cuatros
grandes procesos y apuestas. La parte política hacia la
Administración Pública (Agenda Democrática);
hacia la construcción de lo público,
brindándoles a las comunidades Afromontemariana
capacidades para hacer un trabajo efectivo con 15
alcaldías, dos gobernaciones y los Ministerios, a fin de
que el servicio público sea de calidad, se visibilice a la
sociedad civil en la participación y elaboración de
los Planes de Desarrollo y en las mesas participe en la
elaboración de los planes de trabajo.
La apuesta por la sociedad civil, el crear un gran
movimiento Montemariano, donde confluyan todas las fuerzas de la
sociedad civil, para llevar a cabo todas las iniciativas que le
permita exigir y ejercer los derechos. Así nace la Red
Montemariana con jóvenes, personeros, mujeres,
indígenas, campesinas, afros, productores, artesanos,
organizaciones de Derechos Humanos, entre otros, constituida por
miembros de organizaciones que permitiese la
reconstrucción del tejido social.
La otra apuesta de la Fundación ha sido la de los
Derechos Humanos, en un territorio violento con lugares de ruta
de la muerte, por otra RUTA POR LA VIDA, la reivindicación
de la dignidad humana y los DDHH jalonando el enfoque de derechos
humanos, la reconciliación y la paz; el
acompañamiento a las victimas dentro de los
parámetros de la Ley 1448 de 2011 o Ley de Víctimas
y Restitución de tierra, ayudando y apoyando la
apropiación de la ley para la adquisición de los
derechos articulando con los personeros la mesa de
víctima, tierras, y organizaciones de DDHH al igual que el
acompañamiento a los adultos mayores como víctimas
del conflicto.
La siguiente gran apuesta se centró en los
procesos socioeconómicos sustentables y sostenibles: TROJA
DE LA ECOPRODUCTIVIDAD, acompañando también a la
sociedad civil en la iniciativa de sus proyectos productivos
sobre seguridad alimentaria y cadenas productivas en la que
cuenta con supervisión de la Universidad de Sucre y
Corporación PBA.
Son procesos estratégicos territoriales, en
correspondencia a los cuatros procesos enunciados.
En estos momentos la Fundación está
ejecutando proyectos con incidencia en los 15 municipios de la
región de los Montes de María.
Se cuenta con un equipo de 23 personas entre
Administrativos y Técnicos, el lugar de funcionamiento
central de la Fundación es la ciudad de
Sincelejo.
La Fundación cuenta y goza de gran credibilidad y
buenos relacionamiento estratégicos.
En lo que respecta a la construcción de la
MESA AFROMONTEMARIANA, en palabras de Wilmer Rojas,
dice que es, "A partir del año 2006, en la
región Montes de María, se inició un
resurgir de la población afro, como expresión de su
proceso organizativo a nivel nacional, previamente iniciado en
las poblaciones de San Onofre y María la Baja, como
antecedentes de la Mesa Regional. Este se considera como un
proceso significativo para el fortalecimiento organizativo de
esta población en la construcción de tejido social
en la región Caribe.
La mesa está llamada a desarrollar un activo
proceso de reivindicación, exigibilidad y vivencia de los
derechos como seres humanos, en virtud de lo cual este proceso
desarrolla actividades de educación en perspectiva
étnica, de género, generación, sexual,
región y derechos.
De la misma manera, está llamada a fortalecer
el proceso organizativo, como espacio autónomo, en el cual
asuma las reivindicaciones de equidad, eliminación del
racismo y la discriminación, en procura de justicia
social.
En ese mismo orden de ideas, orienta a conocer y
ocupar los espacios de participación ciudadana reconocidos
en la ley 70/93 y sus decretos reglamentarios. Por ello, cada
día busca su fortalecimiento organizativo, de
articulación y de incidencia política en los planes
de desarrollos locales y departamentales.
Cada año se realizan actividades en toda la
región. Cada municipio miembro de la mesa, desarrolla
actividades locales, bajo la coordinación de la mesa
regional, la cual orienta el accionar, fortalece los lazos de
solidaridad y apoyo, entre las diferentes
organizaciones.
La mesa regional afrocolombiana se proyecta como un
ente asesor y dinamizador del proceso afrocolombiano regional,
que permita la exigibilidad de derechos de su población y
la coordinación de acciones con las organizaciones de base
y las mesas municipales. Para ello, en el año 2018, aspira
haber consolidado la incidencia política, social,
económica y cultural de las comunidades afrocolombianas de
los Montes de María, con equidad de género y
generación.
La última actividad de la mesa, durante el
año 2011, tiende a avanzar en la construcción de su
Etnoplan de Desarrollo, en aras de direccionar su proyecto de
vida de manera cohesionada y coordinada con la cooperación
internacional y las administraciones departamentales y locales"
[37]
No es lo afro por lo afro que se lucha, pues muchos
intereses grupistas afectan la construcción de un
movimiento social afro legítimo, hasta el punto que la
existencia de la Comisión Consultiva Departamental de
Sucre, ese tipo de intereses, la derrumbaron.
Por ello era necesario crear procesos alternativos de
comunidades negras en las lógicas de la Ley 70 de 1993. La
llegada del Programa de Desarrollo y Paz en el marco de los DDHH
para los Montes de María permitiría abordar la
situación dentro de los elementos de la diversidad en la
construcción de una sociedad civil y con el apoyo asociado
del PNUD permitiría el nacimiento de la mesa
afrocolombiana como alternativa, con un programa operativo de US
33.000. Dólares, en el que se hace un mapeo de actores,
sin organizaciones e identidad, parteras, artesanos, cultores, en
San Onofre, María la Baja, Carmen de Bolívar
Zambrano, Córdoba, en los Palmitos, Ovejas, Colosó,
dando como resultado la participación social con la
capacidad de ir a los espacios e identificarse como
tal.
Se hacen encuentros afros y cuando se llega al III
Laboratorio de Paz ya se tenía el horizonte claro para
donde se iba, para fortalecer las mesas municipales. De
allí comienza la ejecución del proyecto sin olvidar
el proceso.
Se logran recursos pero con muchos miedos para
ejecutarlo, de tal forma que se ejecutan muy pocos, por los
niveles exigencias por parte de la cooperación.
El proyecto fracasa y queda una deuda de $35.000.000 de
pesos.
De todas formas hay una capacidad instalada, con actores
y alianzas con actores de otros sectores de la sociedad civil,
hay gestión e incidencia política. Han existido
limitaciones en la medida que otras alcaldías no abren la
puerta. Trabajar con el estado es muy complicado por lo
desorganizado y la incapacidad de gobernabilidad existente.
Elementos estos que impiden consolidar los procesos.
Para Wilmer, hay cuatro líneas y resultados
estratégicos; comunidades afros organizadas y con
capacidad de gestión; se ha construido un Plan de Vida,
Plan de Etnodesarrollo de Comunidades afros de Montes de
María: RESISTENCIA DE PALENQUE PARA LA VIDA,
2012-2018 que no se articulan con el Plan de Desarrollo
Municipal y Departamental, que se sintetizan en las siguientes
líneas a partir del LPIII y la construcción del
Etnoplan:
1. Comunidades afrocolombianas organizadas y
con capacidad de gestión.2. Comunidades afrocolombianas incidiendo en
Políticas Públicas y Privadas.3. Comunidades Afros promoviendo sus valores
culturales e identitarios y,4. Comunidades afros insertadas en los
diferentes espacios del Programa de Desarrollo y Paz
(PDP).
En este sentido, se necesita fortalecer el proceso
social afro en los Montes de María (Zona
Estratégica de tráfico de drogas y armas, entre el
río Magdalena y el Caribe), pues los actores armados lo
han debilitado.
Formar a la comunidad como ciudadanos y comunidad
étnica con deberes y derechos para la autogestión y
desarrollo propio.
Establecer una escuela de liderazgo afrocolombiano,
identidad étnico territorial que le permita a la comunidad
afromontemariana superar el conflicto militar que atraviesa el
problema político-electoral en la región que ha
generado hambruna, producido un campesinado sin tierra, acabado
los labriegos, ya que se han dedicado a los cultivos
ilícitos y palma aceitera, la sustitución de
cultivos de cacao, por la palma aceitera, la yuca industrial,
etc.
Por otra parte no existe un compromiso real de los
etnoeducadores en los procesos de implementación de la
etnoeducación y la cátedra de estudios
afrocolombianos. Se requieren lineamientos claros, precisos y
comprometidos en el desarrollo de dicha
política.
Para Carlos Monterrosa miembro de la mesa
afrocolombiana, Los Palmitos, se incorporan a la mesa en el
año 2009, como grupo cultural. Hicieron una encuesta para
identificar a la población afro, Implementaron proyectos,
organizaron la mesa regional afro, foros, participaron en temas
de políticas públicas, procesos organizacionales,
la defensa de la política de juventud afro, pero las
diferencias políticas generó competencia y
fracturó la unidad creándose otra
asociación.
En el momento existen diez (10) mesas de la sociedad
civil afro.
Después de éste encuentro y diálogo
se procedió, entonces a organizar la programación
para ejecutar el día 29, EL SEXTO ENCUENTRO CULTURAL
AFROMONTEMARIANO.
Día 28 de mayo, jornada de la tarde, Auditorio
de la Fundación Montes de María, ENCUENTRO CON
ENTIDADES PRIVADAS Y PÚBLICAS QUE TRABAJAN CON
POBLACIÓN AFROCOLOMBIANA DE LA REGIÓN
(objetivo: diálogo sobre el Estado del Arte de la
Política Pública Afrocolombiana).
A este espacio fueron invitadas más de 40
instituciones, de las que se hicieron presentes 10, relacionadas
con los derechos de las comunidades Afromontemarianas desde
organismos de cooperación internacional, hasta
instituciones nacionales, una de carácter departamental y
otra de carácter local, ningún secretario de
despacho municipal o departamental, de las que se hicieron
presentes, estas fueron, la Secretaría Técnica de
la Mesa Afromontemariana, el INCODER, RED ADELCO, La
Secretaría de Gobierno Departamental, ECOPETROL, El
Departamento de la Prosperidad Social del Departamento de Sucre,
la USAID, la Universidad de Sucre, ASOPOAGRO e ICBF.
En lo que se pudo evidenciar, todas las instituciones
públicas y privadas presentes apenas vienen desarrollando
y están por realizar alguna que otra política
pública a favor de las poblaciones Afromontemarianas
asumiendo los mandatos y exigencias de la Ley 70 de 1993 o las
apuestas de la cooperación internacional a favor de las
comunidades étnicas de la nación en materia
educación superior, etnoeducación, acceso a
territorios, proyectos productivos y de emprendimiento
empresarial y fortalecimiento político a la sociedad
afromontemariana.
Además el espacio deja entrever serios problemas
de identidad étnica por parte de los entes territoriales
en materia de política pública con enfoque de
derechos y diferencial para la población afro a pesar de
existir un Plan Departamental de DDHH y existir un espacio para
Asuntos Étnicos, asociando incluso que hay una
institucionalidad debilitada y desarticulada en la
ejecución de políticas impactantes a favor de la
ciudadanía sincelejana.
Pero sin duda existe una lucha por el reconocimiento
étnico afro jalonado por la Mesa de Organizaciones de
Afromontemarianas y por el acompañamiento de la
Fundación de Desarrollo y Paz de los Montes de
María.
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11 de Junio de 2013. Por el cual se acompaña y apoya el
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Autor:
Mg. Ivan Alberto Vergara
Sinisterra,
CONSULTOR
Junio de 2013
[1]
http://www.dane.gov.co/reloj/reloj_animado.php
[2] Afrocolombianos. Sus territorios y
condiciones de vida.PNUD. 2011
[3] El Movimiento Nacional Afrocolombiano
CIMARRÓN rechaza la aplicación del concepto
“Tierras Baldías” a los territorios
afrocolombianos. El Derecho de Dominio de las comunidades afros
es anterior a las normas que crearon el Estado colombiano, lo
cual legítima su derecho como propietarios, así
como lo demuestran los cementerios con los restos de sus
ancestros, sus poblados, sus fincas y los usos y costumbres
tradicionales. Este asunto es uno de los motivo de
análisis y revisión por parte del Congreso de la
República.
[4] Corte Constitucional. Sentencia Nro.
T-422 de 1996.
[5] César Gaviria Trujillo, Presidente
de la República. Quibdó, Chocó, agosto 27
de 1993. Acto de promulgación de la Ley 70/93
[6] Marzo 2006. Los cultivos ilícitos
en los Municipios de Iscuandé, La Tola y otros en la
Costa Norte de Nariño fueron fumigados a pesar de los
impactos negativos sobre la salud humana y los cultivos
tradicionales de las realizadas en años anteriores. En:
Página Electrónica Proceso de Comunidades Negras
en Colombia. Costa Pacífica Caucana. ”Territorio
donde mujeres y hombres negros entretejemos sueños en
medio de la riqueza.
[7] Biopacífico Tomo I Op. Cit.
[8] Los valles geográficos del Cauca y
el Magdalena
[9] Palenque. Territorio libre. La forma de
organización más importante de la
población afrocolombiana desde la perspectiva
territorial. Crea arraigo en el territorio y está
asociado a organización social y política
[10] Mininterior.
http://www.mininteriorjusticia.gov.co/pagina5_subdetalle.asp?doc=276&cat=102
[11] Las mujeres y sus niños son los
grupos más afectados por estos desplazamientos. En
efecto, el 58% de las personas desplazadas son mujeres. De este
grupo el 75% tienen menos de 25 años y el 76% de estas
jóvenes son responsables de 4 niños como
mínimo. (Caroline Moser, “La Violencia en
Colombia: Cómo Construir una Paz Sostenible y Fortalecer
el Capital Social.” Edited by Andrés Solimano et
al. Ensayos Sobre Paz y Desarrollo. El Caso de Colombia y la
Experiencia Internacional. (Washington: The World Bank,
1999)
[12] Con ventajas económicas y
supremacía porque poseen los medios de producción
para “explotar” los recursos
[13] Los últimos datos
estadísticos registran que para el año 2002 del
total de la población desplazada en el país
(2’500.000), el 60% (1’500.000) pertenece a la
población afrocolombiana (Libia Grueso, Eje
Temático Derechos Humanos – Género. Plan
Integral de Largo Plazo de la Población Afrocolombiana.
2006)
[14] Son las actividades productivas y
técnicas artesanales trasmitidas de generación a
generación para el uso doméstico y redes locales
de comercialización de productos básicos
obtenidos del medio natural.
[15] PNUD, Afrocolombianos, sus territorios y
condiciones de vida. 2011; Pág. 33
[16] COLOMBIA, Ministerio del Interior;
(1995) “Decreto Reglamentario 1745; por el cual se
reglamenta el Capítulo III de la Ley 70/1993 se adopta
el procedimiento para el reconocimiento del derecho a la
propiedad colectiva de las tierras de comunidades negras y se
dictan otras disposiciones”, documento PDF p. 2
[17] Foro Nacional Ambiental. Foro Regional
1. Sociedad y Biodiversidad. El Foro de Buenaventura. Hacia un
escenario pacífico Buenaventura. Febrero de 2006
[18] INCODER. Reforma Agraria y Desarrollo
Rural para los Grupos Étnicos en Colombia. Estudio de
Caso. Ponencia en la Conferencia Internacional sobre Reforma
Agraria y Desarrollo Rural. 2006. Porto Alegre, Brasil
[19] Informe Regional. Cauca. 2006
[20] ROMERO Vergara, Mario Diego. 1997.
Historia y etnohistoria de las comunidades afro Colombianas del
río Naya.
[21] Viceministerio de Ambiente. Oficio
2000-E2118366 dirigido al Director de la Dirección de
Desarrollo Territorial Sostenible del Departamento Nacional de
Planeación. Ref: Comentarios Plan Integral de Largo
Plazo para la Población Negra o Afrocolombiana. 5 de
Diciembre del 2006
[22] Roldán, Roque. Territorios
colectivos de indígenas y afroamericanos y el desarrollo
rural. Revista Fututos. Vol. 3, No. 11. Año 2005.
[23] El INCODER tiene proyectado un Decreto
que reglamenta el Capítulo VII de la Ley 70 “por
el cual se adoptan instrumentos especiales financieros y
crediticios para los territorios colectivos de Comunidades
Negras y se dictan otras disposiciones”. Este Decreto
también se refiere a una línea especial de
crédito y a un fondo de fomento para el desarrollo de
las comunidades negras o afrocolombianas. El capítulo 4
desarrolla las áreas de desarrollo rural que involucran
territorios colectivos de comunidades negras. Los
planteamientos serán ajustados para que están
acordes con los lineamientos de la nueva ley de desarrollo
rural. Se refiere a áreas de desarrollo rural en la
Cuenca del Pacífico, a los planes de
acompañamiento a los Consejos Comunitarios, los Planes
de Ordenamiento y manejo ambiental de los territorios
colectivos, a territorios colectivos por fuera del
Pacífico. El capítulo 5 trata de la asistencia
técnica y la capacitación empresarial; el 6 se
refiere a las asociaciones empresariales; el 7 al
acompañamiento de los entes territoriales; el 8 a las
funciones de los Consejos Comunitarios.
[24] Taller para elaborar la agenda de
trabajo para la reglamentación del Capítulo IV de
la Ley 70 de 1993 convocado por HACIA y RECOMPAS y auspiciada
por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en
inglés) en septiembre de 2004
[25] El Tiempo. 20 Octubre de 2005
[26] Dagua-Bahía Málaga; Dovio
– Sipí; Cartago-Novita; Medellín-Quibdó;
Urrao-Buchadó-Bahía Solano-Bahía Cupica;
Tapón del Darién; Panamericana
Pereira-Quibdó-Tribugá
[27] Urrá I; Calima (I y III);
Arrieros de Micay; Boroboro – Mutatá; Telembí;
Garrapatas; Hidroeléctricas del Atrato
[28] Rosero, Carlos (2001).
Presentación en el Simposio Internacional
[29] Gobierno de Andrés Pastrana
1998-2002
[30] Gobierno de Álvaro Uribe
Vélez 2002-2010
[31] http://peac.co/?p=13. 22 de enero de
2013
[32]
http://ilsa.org.co:81/biblioteca/dwnlds/otras/montes1/informe.pdf.
Publicaciones ILSA, Bogotá 2012
[33] Colectivo de Estudiantes Universitari[arroba]s
Afrocolombian[arroba]s. LA URAMBA, Órgano de
Comunicación del CEUNA. No. 7. Bogotá Junio de
2013.
[34] Plan Subregional de Etnodesarrollo de
las Comunidades Afromontemarianas 2012 – 2018
[35] Colectivo de Estudiantes Universitari[arroba]s
Afrocolombian[arroba]s. LA URAMBA, Órgano de
Comunicación del CEUNA. No. 7. Bogotá Junio de
2013.
[36] Ibídem
[37] Estado del Arte Mesa Afrocolombiana de
los Montes de María
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