- Origen
de la caña de azúcar - Origen
de la Industria Azucarera en República
Dominicana - Decadencia de la industria
azucarera - Tráfico de esclavos para la
América española - Negros
bozales, ladinos y cimarrones
Origen de la
caña de azúcar
La caña es originaria de Nueva
Guinea, de donde pasó a la India y de allí a China
y Oriente Próximo. Con la expansión
musulmana, los árabes la introducen por el
Mediterráneo hasta la Península Ibérica, de
donde pasa a las islas atlánticas próximas (Azores,
Madeira, Canarias).
En el segundo viaje (1493),
Cristóbal Colón introdujo a la Hispaniola la
caña de azúcar, pero no fue hasta el año
1501, después de varios intentos, cuando se logró
prender la planta que procedía de las Islas
Canarias. Desde la Isla La Hispaniola fue extendida hacia
Cuba, Puerto Rico y toda América, convirtiéndose el
continente Americano en el mayor productor de azúcar de
caña del mundo. Las grandes extensiones de tierras aptas
para el cultivo de caña en el Nuevo Mundo, junto al
descubrimiento de métodos de refinado del azúcar,
proporcionaron el ambiente adecuado para la expansión del
producto.
Origen de la
Industria Azucarera en República Dominicana
Nuestra industria azucarera nació en
un ciclo de apogeo del comercio internacional. Desde los
principales centros industriales se demandaban materias primas y
se exportaban mercancías y bienes de capital, estimulando
en las economías periféricas la producción a
gran escala de bienes agropecuarios y mineros de
exportación.
Unos de los factores que favorecieron el
auge de la producción azucarera en nuestro país fue
la guerra de los diez años en Cuba (1868-1878), atrayendo
hacia el país a empresarios y técnicos del sector.
Otro factor que incidió en la industria azucarera local
fue la guerra franco-alemana de 1870, siendo estos de los
países mayores productores de azúcar de remolacha y
la Guerra de Secesión Norteamericana entre 1861-1865, que
provocó efectos devastadores sobre las plantaciones de
caña en Luisiana.
En el país, el fin de la Guerra de
la Restauración en 1865, el gobierno de los 6 años
de Báez (1868-74) y los gobernantes azules que dominaron
el último cuarto del siglo XIX, favorecieron esta
industria.
A todos estos acontecimientos se
sumó el ambiente favorable creado por las autoridades con
la creación de leyes para incentivar la
inversión de capital en el fomento de explotaciones
agroindustriales en gran escala. Entre estas leyes
están, exoneraciones de pago de arancel a las maquinarias,
implemento de trabajo e insumos productivos, franquicias
temporales que eximían el pago de derecho de
exportación y concesiones de terrenos
estatales.
A los empresarios que decidieron fomentar
los ingenios azucareros a gran escala se les dieron facilidades
adicionales. Otro elemento a destacar fue la existencia de
comerciantes locales vinculados al financiamiento del tabaco y
los cortes de madera, dispuesto a invertir en éste sector.
Por encima de todo esto el país poseía las
condiciones naturales ideales, abundante tierra de excelente
calidad con amplia red de irrigación fluvial.
2. La
encomienda consistía en la
asignación, por parte de la corona, de una determinada
cantidad de aborígenes a un súbdito
español, encomendero, en compensación
por los servicios prestados.
A partir de 1520 se instalaron los
primeros ingenios como centro de producción con su primera
exportación hacia la metrópoli en 1521 por los
puertos de Santo Domingo Y Puerto Plata. Iniciando de esta manera
el comercio y auge de la industrialización del
azúcar. Para la primera década del siglo XVI se van
insertando cambios cualitativos en la sociedad tales como, la
introducción de negros esclavos, el levantamiento de
los aborígenes, el maltrato, el hacinamiento, las
cimarronadas, la disminución de las ganancias, la
formación de diferentes estructuras sociales, el
mestizaje, el sincretismo, la elevada mortalidad y el surgimiento
del hato ganadero
3. Los padres Jerónimos durante
su gestión dentro de la industria azucarera
tomaron una serie de medidas favorables para el desarrollo de la
misma tales como: la exoneración del pago de los impuestos
por la importación de las maquinarias, reparto
de tierras e indios, importación de negros esclavos entre
otros. La mayoría de los ingenios del siglo XVI estaban
concentrados en la región sur, entre Santo Domingo y Azua,
tratando de mantener un control sobre los ataques de
piratas y cimarrones.4. Un trapiche es un molino, se utilizaba
para extraer el jugo de determinados frutos de la tierra. El
trapiche es un molino movido por la fuerza animal. Lleva tres
rodillos amarrados a una rueda, los animales mueven la rueda y
así se mueven los rodillos y un hombre va metiendo las
cañas de azúcar.El ingenio es un molino movido por
la fuerza del agua. El agua con su fuerza, mueve una rueda con
palas y esa rueda mueve todo el mecanismo y eso hace que un
hombre pueda meter la caña en los rodillos y así se
extrae el jugo y lo que sobra se lleva a la prensa y alli se saca
lo último que queda.Las primeras noticias sobre la
presencia al-Andalus de este cultivo se remontan en el siglo X en
las costas granadinas. Desde entonces la caña de
azúcar se extendió por buena parte del litoral
mediterráneo aprovechando las condiciones
climáticas y medioambientales.TRAPICHE:Se utilizaba la
fuerza animal para la extracción del jugo.INGENIO:Se
utilizaba la energía del agua para la extracción
del jugo.Su proceso era similar al del trapiche, pero ya era
más rápido, porque utilizaba la energía del
agua.
5. A fines del Siglo XVI eran conocidos
varios de los minerales más importantes de oro y plata;
los centros mineros más importantes fueron: Zacatecas,
Sombrerete, Fresnillo, Nombre de Dios, Santa Bárbara,
Guanajuato, Tasco, Tlalpujahua, Pachuca, Oaxaca, etc. En el Siglo
XVII las minas más importantes que se descubrieron fueron
las de San Luis Potosí, y en el Siglo XVIII, las de Real
de Catorce. Ganadería. La caballada y el ganado
vacuno, traídos de España, se propagaron
rápidamente. Lo mismo ocurrió con la cría de
ovejas, cerdos y gallinas, aún entre los
conquistados. A fines del Siglo XVI existían manadas
de toros y caballos sin dueño. Se inició
también un comercio muy intenso de ganado vacuno y de
productos de los mismos. Los cueros se enviaban a España
con el objeto de aprovecharlos en las industrias. La
agricultura. La base de la alimentación en esta
época fueron los cultivos indígenas: el
maíz, el fríjol y el chile, que se producen en casi
todo el país. Muy importante también fue el
cultivo del maguey de pulque, pues la embriaguez se
extendió de manera alarmante entre los autóctonos
después de la Conquista. En cambio los conquistadores
aclimataron nuevas plantas: el trigo, que prosperó en las
tierras templadas y frías; el plátano, el arroz y
la caña de azúcar se extendieron en la tierra
caliente. La plantación de árboles frutales
traídos de España se difundió
rápidamente, aun entre los nativos, debido a los
misioneros. El cultivo de la morera y la cría del
gusano de seda adquirieron enorme importancia en el Siglo XVI,
pero luego fueron prohibidos, así como el cultivo de la
vid y el olivo. Otros cultivos coloniales preferidos fueron
los de la cochinilla, insecto que se cría en los nopales y
produce un color púrpura; el de la vainilla, el
añil y el tabaco. Las causas del atraso en la
agricultura en la época colonial mexicana fueron las
siguientes: La mala distribución de la tierra, que
originó el latifundismo; los mayorazgos, cuyos poseedores
estaban ausentes o no tenían interés en sus
propiedades; los bienes de manos muertas, que dejaban sin
cultivar grandes extensiones; la falta de buenos sistemas de
irrigación, y la prohibición para ciertos
cultivos. Aunado a esto, los españoles, los mestizos
y los criollos consideraban a la agricultura una ocupación
inferior, por esta razón las haciendas estuvieron en manos
de capataces negros, los dueños se conformaron con tener
una renta anual sin que les interesara realizar mejora
alguna. El comercio. Los artículos principales
que España enviaba a México, por medio de flotas
que anualmente hacían su recorrido, eran aceites,
aguardientes, objetos de hierro, lencería, telas
manufacturadas en Holanda e Inglaterra, jarcias, papel, vajillas,
etc., además de los productos procedentes de las Filipinas
que la Nao de China traía al puerto de Acapulco. Este
último acontecimiento fue motivo de interesantes ferias, a
las que concurrían comerciantes de distintas partes de la
Nueva España para comprar perlas, especias, muebles,
perfumes, ámbar, telas de seda, seda cruda, floja y
torcida. Las prohibiciones al comercio exterior impidieron
el comercio directo entre Nueva España y las Filipinas,
entre nueva España y Buenos Aires, entre Perú y
Nueva España, pues el comercio autorizado sólo
podía efectuarse a través de los únicos
puertos habilitados de España: Cádiz y Sevilla; y
los de América: Veracruz, Panamá y
Cartagena.
Decadencia de la
industria azucarera
Para 1580 se inició la decadencia de
la industria azucarera en la colonia debido a varios factores
como serían: el monopolio que ejercía la
Casa de Contratación de Sevilla, la crisis de la
navegación por el atlántico, la reducción de
la mano de obra esclava, y la competencia que generó la
producción de jengibre. Así se va deteriorando la
industria azucarera del siglo XVI. La muerte del
Cardenal Cisneros, quien fue sustituido por Carlos I en
España y la ruptura entre los jerónimos y el padre
Las Casas, fueron los factores que provocaron que el gobierno de
los padres Jerónimos fuera sustituido por el de Rodrigo de
Figueroa.
La industria azucarera colonial
decayó a finales del siglo XVI por la concurrencia de
distintos factores. La lucha de clases era intensa en torno a la
industria azucarera, tomando a veces forma de enfrentamientos
sangrientos que hizo que la inseguridad se
adueñara de los ingenios. Los esclavos rebelados se
hacían participes de los mismos para aumentar sus fuerzas
y servirse de las provisiones que les eran necesarias.
La competencia desigual entre los azucares
que producía la colonia y los procesados en Europa que se
obtenían a menor precio y el contrabando con los
holandeses, portugueses, ingleses y franceses afectaron
significativamente la industria azucarera colonial. En todo estoy
hay que tomar en cuenta el monopolio comercial que
mantenía España con sus colonias porque limitaba
las posibilidades de obtener mejoresmercados para su
producción.
El siglo XVII fue considerado un periodo de
generalización de la pobreza en la colonia. La
decadencia definitiva de la industria azucarera, las
despoblaciones de Ozorio, la presencia de epidemias,
fenómenos naturales de gran espectro, el monopolio
comercial agravado, los corsarios y piratas, el inicio de la
perdida de la parte occidental de la isla, que fue quedando en
manos de Francia, las migraciones de las personas con mayor
posibilidad económica en su mayoría, el incremento
de los mestizos, y la imposición del situado fueron las
características de este siglo.
Tráfico de esclavos para la
América española
El
tráfico de esclavos en Africa, que primero habían
dominado los árabes para vender su mercancía en los
mercados mediterráneos, comenzó a caer bajo el
control de los europeos durante el s. XV.
Empleo de esclavos en
América: Como mano de obra más apta se
utilizó en toda América al negro esclavo.
España fue la que menos se dedicó al tráfico
negrero, limitándose a conceder licencias de entrada,
inicialmente a los genoveses, después a las
compañías alemanas y a los portugueses, y por
último a franceses e ingleses; éstos obtuvieron la
exclusiva en 1713 por el "derecho de asiento", hasta que se
concedió la libertad en 1789. Aunque la entrada de
esclavos negros fue general para todos los reinos y provincias de
la América española, su número fue mayor en
el área del Caribe y golfo de México, tanto por
razones climáticas como por el rápido descenso de
la población indígena en estas zonas.
Sustitución de la
población diezmada en las Antillas: La Española
fue la isla más rápidamente colonizada y explotada.
En 1502 Ovando implantó el sistema de los repartimientos,
de consecuencias fatales para la población
indígena, que fue diezmada por el trabajo forzado y por
las enfermedades. Las discordias entre los colonizadores y la
rápida extinción de los indígenas,
dirigieron a los españoles hacia Cuba, cuya
ocupación metódica había emprendido el
adelantado Diego Velázquez (1510). En la primera mitad del
siglo XVI imperó en Cuba una economía basada en la
minería intensiva del oro, a base del trabajo
forzado. Cuando en 1540-1550, agotados los yacimientos, fue
suprimido el régimen de repartimientos, la
población de las Grandes Antillas estaba aniquilada y tuvo
que ser sustituida por mano de obra esclava. Igual suerte
corrieron los indios de Trinidad y las Bahamas, donde de momento
no hubo establecimientos coloniales permanentes, pero que
sufrieron las incursiones de los cazadores de
esclavos.
Fue en las colonias francesas
(Haití, Martinica, etc.) y en las inglesas (Jamaica,
Virginia, Carolina, Georgia y en general en el Sur de las Trece
Colonias) donde el empleo de esclavos alcanzó mayor
densidad.
La concesión de los asientos en
la América española: Los asientos fueron muy
frecuentes en la América española hasta bien
entrado el s. XVIII. Se aplicaban a materias muy diversas: la
venta de determinados artículos (bebidas, tabaco,
etc.), el abastecimiento de una población, las
exportaciones mineras, etc. El más conocido e importante
fue el asiento de negros, esto es, el monopolio de
introducción de esclavos africanos en la América
española. Aunque la primera concesión de este
asiento fue hecha a favor de una compañía genovesa
(1516), puede decirse que hasta 1640 sus beneficiarios exclusivos
fueron los portugueses, sustituidos a partir de entonces por
los neerlandeses, que explotaron este monopolio hasta 1695.
Apenas subido al trono, Felipe V lo concedió a la
Compañía real de Guinea (1701), empresa comercial
francesa en la que tenía intereses su abuelo, Luis XIV.
Una de las concesiones más importantes obtenidas por Gran
Bretaña en la Paz de Utrech (1713), que puso
término a la guerra de la Sucesión española,
fue precisamente la de asiento, que se arrendó a la South
Sea Company (Compañía del Mar del Sur). Los
ingleses se comprometían a enviar a América un
total de 144.000 negros en 30 años, a razón de
4.800 por año. El tratado autorizaba a la
compañía a introducir las mercancías
necesarias para el sustento de los negros en los puertos de
desembarco: amparados en esta cláusula, los ingleses
desembarcaron y vendieron gran cantidad de mercancías de
primera calidad, que no estaban destinadas al consumo de los
esclavos negros. El acuerdo de la Compañía del Mar
del Sur fue renovado en 1748, por el tratado de Aquisgrán;
pero en 1750 el soberano británico abandonó el
derecho que había obtenido, mediante una fuerte
compensación económica.
Período de decadencia del
corso: El corso euroamericano y mediterráneo
entró en plena decadencia paralelamente a la de las viejas
políticas económicas. También cesó el
apoyo, al constituirse sus propios imperios coloniales por parte
de los estados que fueron excluidos de la repartición del
Nuevo mundo efectuada por el papado en beneficio de
españoles y portugueses. El gran corsario se
hizo entonces negrero, mercader o marino, mientras el corsario de
poca monta se hizo pirata o contrabandista; las bases terrestres
de bucaneros y filibusteros en las Pequeñas Antillas
aceleraron su transformación en colonias de
explotación normales -inglesas, francesas y neerlandesas-
sin dejar de ser trampolines para toda clase de tráfico
ilegal con los puertos coloniales del Caribe.
Duras condiciones del transporte
(s.XVII): El padre Alonso de Sandoval relata como testigo que
los negros "van de seis en seis encadenados por argollas en los
cuellos, asquerosos y maltratados, y luego, unidos de dos en dos
con argollas en los pies. Van debajo de la cubierta, con lo que
nunca ven el Sol o la Luna. No se puede estar allí una
hora sin grave riesgo de enfermedad. Comen de 24 en 24 horas una
escudilla de maíz o mijo crudo y un pequeño jarro
de agua. Reciben mucho palo, mucho azote y malas palabras de la
única persona que se atreve a bajar a la bodega, el
capataz". Sobre un cómputo de 29 barcos llegados a las
Indias de forma consecutiva, de los 7.143 esclavos en las lejanas
costas de Africa, sólo 5.551 llegaron vivos. La
travesía duraba 50 días desde Angola a Cartagena de
Indias y 40 desde Guinea. Debido al elevado número de
muertes se autorizó al principio un recargo del 20 por
ciento sobre el numero de cabezas autorizadas por la licencia, en
concepto de demasía para pasar
más tarde al 40 por ciento. En los almacenes de destino
fueron frecuentes las epidemias, incluidas las de viruela. Los
esclavos continuaban viaje con destino a minas y plantaciones. De
Veracruz a México aún quedaba un viaje de 17
días en mula. Desde Cartagena embarcaban para Buenos
Aires, Tucumán y Potosí. La ruta
a Chile era la más penosa. Comenzaba desde
Portobelo a Panamá y después de cruzar el istmo se
embarcaba en Callao.
Los barcos de la trata: Los costos
de la operación negrera resultaban elevados (licencias,
registros, mercancía de trueque). Existía la
obligación de armar el barco debido a la piratería
para revender ilegalmente esclavos tomados como presa. Un patache
de 30 toneladas debía llevar ocho mosquetes y dos
arcabuces, tres arrobas de pólvora y dos de plomo. Si el
barco es de 100 toneladas son obligatorias cuatro piezas de
artillería, 150 balas, 15 mosquetes, 12 picas, un quintal
de plomo y pólvora. Para amontonar el mayor número
posible en las bodegas se hacían distintos sollados de
madera, donde sólo cabían tumbados. De vez en
cuando se les subía a cubierta donde eran obligados a
realizar violentos ejercicios físicos para evitar que la
inactividad menguase demasiado el tono muscular, del que
dependía el precio de venta.
Dimensiones del más grande de los
comercios de esclavos: Hacia 1818 casi la mitad de la
población de Brasil, que se componía de 4.000.000
de habitantes, era de esclavos, en 1847 más de la mitad de
los 9.000.000 cubanos eran esclavos. Los franceses también
se comprometieron en este comercio y llevaron muchos negros
esclavos a Haití, donde en 1950 sólo 2000 de los
3.500.000 habitantes de la isla eran blancos y el resto eran
descendientes de esclavos. En 1560 John Hawkins introdujo en
Inglaterra el negocio esclavista. Durante el s. XVII la English
Adventure Trading Company utilizaba la mano de obra de esclavos
negros en su industria de la caña de
azúcar en las Indias Occidentales. En el
período 1700-86 unos 610.000 negros fueron transportados a
Jamaica y 2.130.000 a otros lugares de las Indias Occidentales
Británicas. El estallido de la Guerra de Independencia
norteamericana dio fin, por algún tiempo, al comercio
británico de esclavos en Norteamérica, donde los
esclavistas habían ya transportado 500.000 personas. Pero
el tráfico prosiguió y en 1800 había
alrededor de 1.000.000 de esclavos negros en Estados Unidos, que
en 1860 se convertirían en 4.500.000 dentro de una
población total de 30.000.000 de individuos.
Holanda y Dinamarca: Los holandeses,
que asolaban el Africa, vendían la mayor parte de los
esclavos capturados a los españoles, y en el s. XVII, al
conquistar Indonesia, esclavizaron a su población. Ambos
países actuaron de forma intensa, aunque Dinamarca lo hizo
por poco tiempo. Holanda, con la disculpa de sus colonias en
Oceanía compró esclavos en Costa de Oro y Guinea,
para trasladarlos a sus posesiones en el archipiélago de
la Sonda. Dinamarca sin ningún motivo especial,
organizó una sociedad autorizada que actuó de forma
tan atroz que pronto le prohibieron seguir (1754). Holanda
llegó a obtener una especie de monopolio de la trata en el
Indico hacia Nueva Guinea principalmente.
Participación de esclavos negros
en la exploración americana: Los españoles
comenzaron a utilizar los servicios de esclavos negros en
América en una fecha tan temprana como 1501. Cierto
número de ellos participaron activamente en la
exploración del continente. Y, a pesar de las tristes
condiciones en que se les capturaba, transportaba y
mantenía, muchos descollaron incluso desde el principio en
la ingente tarea de la conquista del nuevo mudo. Así,
hallamos mención de la presencia de esclavos negros en las
expediciones realizadas en
Guatemala, Chile, Perú yVenezuela; en las
aventuras de Ponce de León en Florida; en la
expedición de Ayllón, con Cabeza de Vaca y fray
Marcos der Niza en el sudoeste de los actuales Estados Unidos.
Con Alarcón y Coronado en Nuevo México y con De
Soto en el Misisipí. Nuño de Olano se
distinguió como fiel compañero
de Balboa en el camino hacia el océano
Pacífico. En el lugar donde actualmente se alza Jamestown
(donde en 1526 los españoles establecieron un fuerte, al
que llamaron San Miguel de Gualdape) los esclavos negros
desempeñaron un papel primordial en el establecimiento de
la colonia, que finalmente, debido al trato cruel de que eran
objeto, no prosperó. Quizás el personaje más
destacable de entre los africanos, que colaboraron con los
españoles en la exploración y conquista de
América, fue Estebanico, verdadero explorador de lo que es
hoy Nuevo México y Arizona. Nacido hacia 1500 en Azamor
(Marruecos), era esclavo de Pánfilo de Narváez y
como tal participó en la infortunada expedición que
éste realizó a las costas de Florida. Tras
embarrancar las naves en las costas de Texas y caer todos los
miembros de la expedición como esclavos de las tribus
indias, Estebanico acabó con unos pocos supervivientes que
lograron volver a pie a las costas mexicanas. Por su valor y sus
decisivas pruebas de inteligencia, convertido ya en
compañero del tesorero de esta primera expedición,
Alvar Núñez Cabeza de Vaca, Estebanico fue elegido
para ir en busca unas famosa siete ciudades de
Cibola. Pereció en el intento, pero su
colaboración y el respeto demostrado por los jefes
españoles, era un signo de las peculiares relaciones que,
por aquellos años, se iban estableciendo entre los tres
grupos de pueblos.
Negros bozales,
ladinos y cimarrones
Bozal, era el nombre con el que se
designaba a los negros recientemente traidos de Africa, los
cuales no comprendian nada, en referencia al idioma, costumbres y
ordenes que se les daba. Asimismo, los negros bozales se
caracterizaban por ser muy fuertes y resistentes al
trabajo.
Los negros Ladinos, eran
aquellos que ya hablaban el castellano y que habian asimilado la
cultura española.
9. El primer grito de libertad de los
negros se produjo en la Española el 27 de
diciembre de 1522, precisamente en el ingenio perteneciente al
gobernador de la isla donde se le dio muerte a nueve colonos
españoles. La rebelión no progresó porque
fueron alcanzados por Don Melchor de Castro luego de cruzar el
río Nizao en el cual perecieron luego de la batalla
desigual que libraron los esclavos en contra de sus amos los
colonos. A este hecho se le sumaron luego las llamadas
"cimarronadas" que eran las huidas constantes que hacían
los negros hacia las escarpadas montañas de la isla desde
donde luego regresaban en grupos para hacer saqueos en los
ingenios.
Cimarrones. Los que se fugaban de manera
individual y se establecían en los montes para, desde
allí, atacar las unidades productivas y a los colonos
aislados. Estos ataques eran llamados "cimarronadas". •
Apalencados. Los fugitivos que se concentraban en número
importante en un lugar determinado, con fines de levantarse en
armas. • Manieles. Comunidades de negros que se
establecían en las montañas sin fines agresivos.
Solo querían vivir tranquilamente al margen de la
opresión esclavista. Fijaron sus propias reglas y
hábitos culturales. Sus lugares favoritos para poder
vivir protegidos eran San Nicolás, en la Cordillera
Septentrional; Ocoa y Rancho Arriba, en la cordillera Central;
Punta de Samaná; el Cabo de Higüey, y Sierra de
Bahoruco. Líderes negros. Entre los más
famosos líderes africanos que comandaron las revueltas y
fugas de esclavos se pueden mencionar: • Juan Vaquero.
Se alzó con un grupo en 1537. Andaban por las sierras del
sur y atacaban a los colonos de las zonas
aledañas. • Diego de Guzmán.
"Cimarrón' de San Juan de la Maguana que atacó
dicha comarca. • Diego del Campo. Se había
mantenido alzado por los alrededores de La Vega por cerca de 10
años. Al final se entregó a los españoles y,
a cambio de su vida, se prestó a la persecución de
sus antiguos compañeros. • Lemba. Quince
años había durado alzado en armas en Higüey,
junto con otros 150 personas que le seguían. Se le
atrapó y quitó la vida en 1548.
10. La rápida exterminación
de los aborígenes permitió la introducción
de esclavos africanos. Los primeros eran «
LADINOS » nacidos en España y cristianizados, pero
la demanda era tanto que tuvieron que importar
esclavos « BOZALES », directamente de
África. En ARTE CULINARIO (COCINA): Hemos heredado de los
africanos la comida basada en plátanos: fritos,
mangú, mofongo y tostones. También tenemos el
SANCOCHO, EL LOCRIO Y EL MORO. Los africanos aportaron el trabajo
humano, el color, el ritmo y una serie de tradiciones y
costumbres que todavía conservamos.
Autor:
John David Morla
Cedeño