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La Salud Mental y los Aspectos Positivos y Negativos de los Medios de Comunicación




Enviado por Nazareth J Blanca C



Partes: 1, 2

Monografía destacada

  1. Introducción
  2. La
    salud mental
  3. La
    salud mental y los medios de
    comunicación
  4. El
    autoestima
  5. Enfermedades mentales
  6. Conclusiones
  7. Test
  8. Anexos

Introducción

El propósito de este trabajo es dar a las
personas una idea general de la salud mental los trastornos
mentales y las drogas; y explicar una parte más de los
problemas que son estudiados por la Psicología.

En el siguiente informe abordaremos el tema de salud
mental de una manera general para todos tener una visión
universal de está. El término de salud mental,
puede ser una palabra no muy conocida en su
significado.

Por medio de esta investigación conoceremos la
salud mental, características de una buena y mala mental;
y los medios de comunicación; diferentes enfermedades
mentales trastornos mentales: sus causas, síntomas,
así como también la autoestima.

La salud
mental

El ser humano está  constantemente en
relación con el ambiente.  De esta interacción
derivan  experiencias positivas que ayudan a la
integración a la sociedad, otras son negativas y pueden
afectar la salud mental. La salud mental se refiere al estado de
bienestar emocional que  permite a la persona enfrentar
adecuadamente los problemas que se le presentan durante su
vida.

CARACTERÍSTICAS DE UNA BUENA SALUD
MENTAL

Una salud mental sana se refiere al estado en el cual la
persona, como individuo, se siente bien, cuando:

  • Es capaz de enfrentar la vida con alegría y
    con entusiasmo

  • Se valora a sí mismo y a los
    demás

  • Tiene deseos de aprender

  • Tiene seguridad en sí mismo

  • Respeta a las demás personas

  • Y expresa sus sentimientos y emociones.

Como ser humano es importante mantenerse en 
armonía con la salud del cuerpo, la mente y  su
relación social. Es decir, cuerpo sano (sin enfermedades),
mente sana (conducta, comportamiento y manera de ser) y
relación  social sana (relaciones con los
demás seres que lo rodean).

CARACTERÍSTICAS DE UNA MALA SALUD
MENTAL

La salud mental se relaciona mucho con el sistema
nervioso, si no funciona bien, no se goza de salud mental. Las
características más resaltantes cuando falla la
salud mental son las siguientes:

  • Inseguridad en los actos.

  • Mal humor.

  • Angustia.

  • Mal sueño.

  • Insatisfacción de las actividades
    realizadas.

  • Reacciones bruscas y frecuentes.

La salud mental y los
medios de comunicación

La comunicación es un intercambio de
mensajes entre dos personas, mensajes transmitidos a
través de códigos, oral, mediante la
palabra, escrito por medio de letras y números
y corporal, a través de mímicas o gestos. La
comunicación también puede ser: directa, de
persona a persona o indirecta cuando se produce a
través de los medios de comunicación de masas, como
el periódico, la radio, y la televisión, entre
otros.

4.1- Influencia de la publicidad en la salud
mental

La publicidad utilizada de manera positiva contribuye al
bienestar y a la salud de las personas, como es el caso de las
propagandas:

• Antidrogas,

• Las que combaten el consumo del cigarrillo y
alcohol,

• previenen los accidentes de
tránsito,

• dan información sobre cómo prevenir
robos y algunos delitos,

• Los peligros y la prevención de la
contaminación ambiental,

• Y la prevención de enfermedades como el
SIDA, que es una de las más terribles por sus efectos
mortales sobre la humanidad.

Otras propagandas pueden ser perjudiciales, como las que
incitan al consumo del cigarrillo, bebidas alcohólicas,
ofrecen productos o inmuebles exagerando sus cualidades, ya que
vienen acompañadas de imágenes y frases sugestivas,
que condicionan el comportamiento del individuo de manera
negativa, afectando así su salud mental.

4.2- Cómo se logra influir las conductas de
personas a través de la publicidad

La técnica que utilizan los medios de
comunicación para transmitir mensajes es cuidadosamente
estudiada.

Está dirigida de forma tal que el mensaje es
capaz de sugerir al receptor o destinatario, la solución a
sus necesidades o tensiones, con el fin de incitar a una
determinada acción; por ejemplo, la compra de un producto,
consumo de alimentos, seguir una determinada moda, profesar los
mismos ideales, entre muchos otros.

Algunas publicidades están dirigidas a demostrar
cuál es el cuerpo perfecto, cual es la ropa para verse
mejor y conquistar a personas del sexo opuesto. La publicidad
puede influir en el individuo haciéndolo pensar que al
usar un producto determinado será la persona más
popular, tendrá más amigos y más
diversión, quizás hasta más
parejas.

Pero todo esto es una fantasía, lo cual crea
estrés porque no importa cuánto se usa ese
producto, se sigue siendo la misma persona y la situación
sólo cambia si el individuo desea hacer un cambio,
quizás aumentando su autoestima. La juventud es una etapa
y un estado de ánimo que permite obtener triunfos, se
puede ser mayor en edad pero tener un espíritu joven. Ser
joven, es tener muchos sueños y hacer siempre el esfuerzo
para alcanzarlos, si estos no son sueños imposibles. Sin
embargo, la publicidad y los programas televisivos incitan a
tener sueños difíciles de alcanzar. Es importante
que al tener contacto con los medios de comunicación, se
sepa seleccionar la publicidad o programación más
adecuada y asumir una actitud crítica ante ellos. De este
modo se evita caer en la enajenación o alineación y
no se corre el riesgo de creer todo aquello que dicen a
través de los medios de comunicación. Hay que estar
en capacidad, de tomar lo que ayuda a crecer como persona y
desechar lo que afecta la personalidad.

4.3- Aspectos positivos y aspectos negativos de los
medios de comunicación

Aspectos positivos:

Aspectos negativos:

Ofrecen información, cultura y
recreación.

Presentan algunos programas con poco o
ningún contenido educativo.

Comunican con otras culturas, creencias,
países, conocimientos, entre otros.

Presentación de novelas cuyos dramas y
escenas violentas no dejan enseñanzas o mensajes
positivos a la población.

Son excelentes medios para desarrollar programas
de cultura y educación.

Transmisión de programas que distorsionan
los valores atentando así contra la paz y el
bienestar social.

 

El
autoestima

La autoestima es un conjunto de
percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos y
tendencias de comportamiento dirigidas hacia nosotros mismos,
hacia nuestra manera de ser y de comportarnos, y hacia los rasgos
de nuestro cuerpo y nuestro carácter. En resumen, es la
percepción evaluativa de sí mismo.

La importancia de la autoestima estriba en que concierne
a nuestro ser, a nuestra manera de ser y al sentido de nuestra
valía personal. Por lo tanto, puede afectar a nuestra
manera de estar y actuar en el mundo y de relacionarnos con los
demás. Nada en nuestra manera de pensar, de sentir, de
decidir y de actuar escapa a la influencia de la
autoestima.

5.1.-Grados de autoestima

La autoestima es un concepto gradual. En virtud de ello,
las personas pueden presentar en esencia uno de tres
estados:

• Tener una autoestima alta equivale a sentirse
confiadamente apto para la vida, o, usando los términos de
la definición inicial, sentirse capaz y valioso; o
sentirse aceptado como persona.

• Tener una baja autoestima es cuando la persona no
se siente en disposición para la vida; sentirse equivocado
como persona.

• Tener un término medio de autoestima es
oscilar entre los dos estados anteriores, es decir, sentirse apto
e inútil, acertado y equivocado como persona, y manifestar
estas incongruencias en la conducta -actuar, unas veces, con
sensatez, otras, con irreflexión—-, reforzando,
así, la inseguridad.

Todas las personas son capaces de desarrollar la
autoestima positiva, al tiempo que nadie presenta una autoestima
totalmente sin desarrollar. Cuanto más flexible es la
persona, tanto mejor resiste todo aquello que, de otra forma, la
haría caer en la derrota o la
desesperación.

5.2.- Escalera de la autoestima

• Auto reconocimiento: Es reconocerse a sí
mismo, reconocer las necesidades, habilidades, potencialidades y
debilidades, cualidades corporales o psicológicas,
observar sus acciones, como actúa, por qué
actúa y qué siente.

• Auto aceptación: Es la capacidad que tiene
el ser humano de aceptarse como realmente es, en lo
físico, psicológico y social; aceptar cómo
es su conducta consigo mismo y con los otros. Es admitir y
reconocer todas las partes de sí mismo como un hecho, como
forma de ser y sentir.

• Auto valoración: Refleja la capacidad de
evaluar y valorar las cosas que son buenas de uno mismo, aquellas
que le satisfacen y son enriquecedoras, le hacen sentir bien, le
permiten crecer y aprender. Es buscar y valorar todo aquello que
le haga sentirse orgulloso de sí mismo.

• Auto respeto: Expresar y manejar en forma
conveniente sentimientos y emociones, sin hacerse daño ni
culparse. El respeto por sí mismo es la sensación
de considerarse merecedor de la felicidad, es tratarse de la
mejor forma posible, no permitir que los demás lo traten
mal.

• Auto superación: Si la persona se conoce
es consciente de sus cambios, crea su propia escala de valores,
desarrolla y fortalece sus capacidades y potencialidades, se
acepta y se respeta.

• Auto eficacia: confiar en el funcionamiento de mi
mente, capacidad de pensar, en los procesos por los cuales juzgo,
elijo, decido; confianza en la capacidad de comprender los hechos
de la realidad que entran en la esfera de mis intereses y
necesidades; confianza conocedora en uno mismo.

• Auto dignidad: seguridad de mi valor; una actitud
afirmativa hacía mi derecho de vivir y
felicidad.

5.3.- Importancia de la autoestima
positiva

La autoestima permite a las personas enfrentarse a la
vida con mayor confianza, benevolencia y optimismo, y por
consiguiente alcanzar más fácilmente sus objetivos
y autorrealizarse. Permite que uno sea más ambicioso
respecto a lo que espera experimentar emocional, creativa y
espiritualmente. Desarrollar la autoestima es ampliar la
capacidad de ser felices; la autoestima permite tener el
convencimiento de merecer la felicidad. Comprender esto es
fundamental, y redunda en beneficio de todos, pues el desarrollo
de la autoestima positiva aumenta la capacidad de tratar a los
demás con respeto, benevolencia y buena voluntad,
favoreciendo así las relaciones interpersonales
enriquecedoras y evitando las destructivas. El amor a los
demás y el amor a nosotros mismos no son alternativas
opuestas. Todo lo contrario, una actitud de amor hacia sí
mismos se halla en todos aquellos que son capaces de amar a los
demás. Permite la creatividad en el trabajo, y constituye
una condición especialmente crítica para la
profesión docente.

5.4.- Indicadores de autoestima.

Indicios positivos de autoestima.

La persona que se autoestima
suficientemente:

1. Cree con firmeza en ciertos valores y principios, y
está dispuesta a defenderlos incluso aunque encuentre
oposición. Además, se siente lo suficientemente
segura de sí misma como para modificarlos si la
experiencia le demuestra que estaba equivocada.

2. Es capaz de obrar según crea más
acertado, confiando en su propio criterio, y sin sentirse
culpable cuando a otros no les parezca bien su
proceder.

3. No pierde el tiempo preocupándose en exceso
por lo que le haya ocurrido en el pasado ni por lo que le pueda
ocurrir en el futuro. Aprende del pasado y proyecta para el
futuro, pero vive con intensidad el presente.

4. Confía plenamente en su capacidad para
resolver sus propios problemas, sin dejarse acobardar
fácilmente por fracasos y dificultades. Y, cuando
realmente lo necesita, está dispuesta a pedir la ayuda de
otros.

5. Como persona, se considera y siente igual que
cualquier otro; ni inferior, ni superior; sencillamente, igual en
dignidad; y reconoce diferencias en talentos específicos,
prestigio profesional o posición
económica.

Indicios negativos de autoestima.

La persona con autoestima deficiente suele manifestar
algunos de los siguientes síntomas:

1. Autocrítica rigorista, tendente a crear un
estado habitual de insatisfacción consigo
misma.

2. Hipersensibilidad a la crítica, que la hace
sentirse fácilmente atacada y a experimentar
resentimientos pertinaces contra sus críticos.

3. Indecisión crónica, no tanto por falta
de información, sino por miedo exagerado a
equivocarse.

4. Deseo excesivo de complacer: no se atreve a decir
«no», por temor a desagradar y perder la benevolencia
del peticionario.

5. Perfeccionismo, o auto-exigencia de hacer
«perfectamente», sin un solo fallo, casi todo cuanto
intenta; lo cual puede llevarla a sentirse muy mal cuando las
cosas no salen con la perfección exigida.

Enfermedades
mentales

Se consideran enfermedades mentales los problemas
psíquicos y la tensión emocional, las disfunciones
asociadas con los síntomas de angustia y los trastornos
psíquicos diagnosticables, como la esquizofrenia y la
depresión.

HISTERIA

La histeria

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es una afección psicológica que pertenece
al grupo de las neurosis y que padece el uno por ciento de la
población mundial[cita requerida]. Se
encuadra dentro de los trastornos de somatización y se
manifiesta en el paciente en forma de una angustia al suponer que
padece diversos problemas físicos o psíquicos. En
tanto que neurosis, no se acompaña nunca de una ruptura
con la realidad (como en el delirio) ni de una
desorganización de la personalidad. Técnicamente,
se denomina Trastorno de conversión.

El cerebro histérico no está
enfermo, pero ciertas regiones son, manifiestamente, sede de una
actividad anormal, y determinados circuitos parecen encontrarse
transitoriamente bloqueados por una especie de
parálisis funcional
[cita requerida].

Según el Concilio de Investigación
Médica (Medical Research Council, 1941) se definió
la histeria como una condición en la que el paciente
muestra síntomas físicos y mentales, que no tienen
un origen orgánico por el cual puedan ser explicados, y se
originan y se mantienen por motivos no totalmente conscientes,
dirigidos a una ganancia real o simbólica que deriva de
tales síntomas.

Síntomas

Los síntomas histéricos, de naturaleza
física o psíquica, se manifiestan con un aspecto
paroxístico, intermitente o duradero; frecuentemente, son
reversibles. Destacan los trastornos motores, sensitivos y
sensoriales.

  • Los trastornos motores son convulsiones o
    parálisis. Tradicionalmente, la crisis empieza por un
    aura, conformada por dolores abdominales, palpitaciones,
    sensación de atragantamiento y alteraciones visuales
    (ceguera parcial o completa)[cita requerida]. A
    continuación, se experimenta una aparente
    pérdida del conocimiento y en una caída
    controlada. Luego sobreviene la fase epileptoide, compuesta
    de paro respiratorio, tetanización, convulsiones y,
    finalmente, una resolución en forma de fatiga general
    y respiración ruidosa. Como fase final, se producen
    contorsiones (movimientos desordenados y gritos) y un periodo
    de trance, con remedo de escenas eróticas o violentas.
    El final de la crisis implica el retorno de la consciencia,
    acompañado de contracciones leves y expresión
    de palabras o frases inconexas relativas a temas
    pasionales.

Diagnóstico: Dos son los elementos
indispensables para el diagnóstico de un síntoma
histérico: primero, estos déficits de tono
neurológico acontecen sin ninguna patología
orgánica en el sistema nervioso, central o
periférico, y segundo, acontecen en relación con
situaciones de estrés o de conflicto psíquico.
Todos los exámenes que se efectúan dan resultados
normales, lo que no siempre tranquiliza a los pacientes, cuya
ansiedad a menudo se agudiza, y resulta frustrante para los
médicos, que se sienten impotentes o burlados por
dolencias imaginarias. Estos trastornos no son simulados
intencionadamente por el paciente, que se muestra seguro de su
experiencia subjetiva de hallarse paralizado, ciego o
amnésico.

Trastornos histéricos en la actualidad:
Actualmente el término "histeria" no se utiliza en el
ámbito clínico. El DSM-IV-TR clasifica la histeria
en dos capítulos: los trastornos somatoformes (para los
síntomas físicos) y los trastornos disociativos
(para los síntomas mentales).

FOBIA

Una fobia (palabra derivada de Fobos,

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hijo de Ares y Afrodita en la mitología griega,
la personificación del miedo) es un trastorno de salud
emocional o psicológico que se caracteriza por un miedo
intenso y desproporcionado ante objetos o situaciones concretas
como, por ejemplo, a los insectos (entomofobia) o a los lugares
cerrados (claustrofobia). Sin embargo, no es sencillamente un
miedo, pues guardan grandes diferencias. También se suele
catalogar como fobia un sentimiento de odio o rechazo hacia algo
que, si bien no es un trastorno de salud emocional, sí
genera muchos problemas emocionales, sociales y políticos
(véase xenofobia, es decir, el odio a los extranjeros o
extraños). Un estudio en EE. UU. Por el National Institute
of Mental Health (NIMH) halló que entre el 8,7% y el 18,1%
de los estadounidenses sufren de fobias. Discriminando edad y
género, se encontró que las fobias son la
más común enfermedad mental entre mujeres en todos
los grupos etarios y la segunda más común
psicopatía en hombres mayores de 25.

HISTORIA: Las fobias no son heredadas ni innatas,
sino más bien expresiones de tendencias sexuales.
Simplemente las fobias son aprendidas. Todos nacemos con la
capacidad de sentir miedo, pero esos miedos que se desarrollan
son puramente una manera de cómo y qué aprendemos.
Las fobias, miedos irracionales, en este sentido no son
diferentes de los miedos normales adaptativos. Durante el curso
de desarrollo y maduración cada quien aprende a tenerle
miedo a ciertas cosas u objetos, tal vez por instinto natural. La
única diferencia entre el desarrollo de un miedo normal y
el desarrollo de una fobia es irracional e inapropiada. Las
fobias han sido estudiadas en la psicología desde sus
inicios. Freud (1929) maneja las fobias desde dos fases del
proceso neurótico. "La primera es la represión de
la libido y su transformación en angustia, fase que queda
ligada a un peligro exterior. Durante la segunda se van
constituyendo todos los medios de defensa destinados a impedir un
contacto con este peligro, que queda como un hecho
exterior.

La fobia es un tipo de miedo que es desproporcionado
respecto al peligro de la situación, es involuntario, y
lleva a evitar la situación temida. Las reacciones
fóbicas persisten a lo largo de un periodo de tiempo
considerable, son desadaptativas y no corresponde a la edad o al
estado evolutivo. El miedo es considerado una conducta
psicológica normal para el ser humano y especialmente en
los niños. De esta manera se ve normal que los
niños tengan miedo a ciertas situaciones y objetos.
Durante la infancia se dan muy pocas reacciones de miedo,
probablemente por razones adaptativas, ya que los pequeños
todavía no tienen las habilidades motoras para protegerse
de las situaciones peligrosas, ya que confían en las
personas adultas para que los cuiden.

En resumen, "las primeras reacciones de miedo son el
resultado combinado de varios factores interactuantes, la
adaptabilidad de la respuesta del miedo, el contexto situacional
y las capacidades cognoscitivas que se estén desarrollando
en el niño". También se puede decir que se trata de
un grupo de padecimientos caracterizados por la presencia de un
temor irracional provocado por ciertos objetos, animales,
actividades o situaciones, la cual va a ser que la persona
presente una conducta de evitación. El temor es
injustificable dado el tipo de objeto, actividad o
situación que se está evitando.

El temor irracional se acompaña de una ansiedad
cuando se esta frente al estímulo fóbico. De esta
manera, "las personas que sufren de algunas fobias se dan cuenta
que sus respuestas son irracionales".

Por lo tanto, podemos decir que la fobia es un miedo
intenso y persistente hacia un objeto, situación o
actividad específica, debido al cual el individuo lleva
una vida limitada. La ansiedad que se sufre suele ser
desproporcionada con las situaciones reales, y las
víctimas son conscientes de que su miedo es
irracional.

Sin embargo, las fobias a los espacios (abiertos,
cerrados, etc.) y a ciertas situaciones (multitudes, calles,
plazas, etc.) no terminan de ligar la angustia. "Lo que
extraña en 1916 no es tanto su contenido sino su
intensidad". A diferencia de las comunes, allí donde la
angustia no es sin objeto, interrogan la función del
objeto fobígeno en relación con la falta y con lo
que la sobrepasa. Se resisten, en consecuencia, a funcionar como
placa giratoria hacia los dos grandes ordenes de la
neurosis.

Las fobias amplían pues los límites del
campo analítico y, por lo mismo, las operaciones posibles
en el marco de la transferencia.

Por último la diferencia principal entre una
fobia y un miedo común es: Aunque su raíz
psicológica es semejante, se diferencian fundamentalmente
en su intensidad y sus repercusiones. El miedo común
guarda relación con el peligro que se corre. Por el
contrario la persona que sufre fobias además de sentir un
miedo más intenso, se caracteriza por la incongruencia de
sus temores.

CAUSAS Y SINTOMAS

Para poder entender el gran problema que son las fobias,
primero hay que entender las causas de estas. Es importante
mencionar que las fobias no son heredadas, sino que son
aprendidas. Como humano, se tiene la capacidad de sentir miedo,
mas sin embargo este miedo desarrolla una manera de cómo y
que se aprende. Un miedo y una fobia no difieren en mucho, pero
si hay una diferencia importante, y es que las fobias son
irracionales. La fobia es un tipo de miedo que "…es
desproporcionado con respecto al peligro de la situación,
es involuntario y lleva a evitar la situación temida. El
miedo siempre está acompañado de algo concreto,
mientras que la fobia no se puede reconocer el objeto temido, es
un miedo indefinido

Se puede decir que una fobia puede ser adquirida, y para
que esto suceda se necesitan ciertos factores. Una fobia o miedo
irracional, se puede adquirir por medio de la asociación
de una experiencia temerosa con un objeto o situación en
particular. También se puede adquirir por evitar
constantemente el miedo irracional, para no enfrentarse con un
objeto o situación temida.

Las causas que originan las fobias están
asociadas a altos niveles de estrés los cuales
están acompañados de cierta vulnerabilidad
biológica. Hay individuos más resistentes a la
angustia que otros. En estos casos también es determinante
un umbral de ansiedad más bajo. Las fobias son muy
frecuentes en personas con muchas responsabilidades, preocupadas
sólo por la productividad o que tienen obsesión con
la fama y el éxito y dejan de lado la vida. Junto con la
presión económica y profesional están las
demandas típicas, familiares, de tiempo,
etcétera.

Las fobias tienen motivaciones profundas más
lejos que el objeto mismo de miedo. "En la mayoría de los
casos, la fobia no es más que la punta del iceberg de
algún problema que arrastra el individuo desde su
infancia". También puede tratarse de aprendizajes
erróneos que ha sufrido el individuo y que en un momento
determinado se activan. Si el modelo de vida de la persona ha
estado marcado por el deseo de agradar a cualquier precio o ha
sido sometida a la desaprobación de las figuras de
autoridad, es casi natural quetransponle eso al organigrama de la
empresa. Sin embargo, cada caso tiene motivaciones
diferentes.

Los pacientes fóbicos sienten como un sudor
frío recorre su espalda, y en pocos minutos todo su cuerpo
está empapado, las manos comienzan a temblarles y no hay
forma de controlarlas. De repente un tic nervioso no cesa de
molestarlos y sienten una punzada en el estómago. La
mirada se nubla, el individuo tiene problemas para respirar, su
ritmo cardíaco aumenta considerablemente; está
fuera de control. Aunque lo parezca, esto no es la
descripción de alguna escena sacada de un libro de Stephen
King, se trata de los síntomas reales de angustia que
experimenta una persona frente a un estímulo
fóbico.

La vida de un paciente fóbico es muy
difícil, ya que su comportamiento es desproporcionado y
todos los pensamientos que se le atribuyen así como los
que tiene no lo ayudan a confrontar su situación. El
paciente fóbico siempre tiene miedo a que el medio no lo
comprenda ya que este no experimenta el mismo estado emocional
que él ante situaciones fobógenas. Así mismo
la falta de armonía entre la razón y la
emoción es fuente de dificultades.

Todo el comportamiento familiar, social, de relaciones
interpersonales, al igual que el desempeño profesional se
adaptará a la fobia padecida. Algunos pacientes llegan
incluso a cambiar su modo de vida para adaptarse mejor a su
fobia. Así, un paciente que tenía fobia a conducir
su automóvil, se cambió de la casa que ocupaba con
su familia después de haber pedido un cambio de puesto en
una empresa a fin de poder disfrutar de un alojamiento dentro de
la misma, lo que le evitaba todo desplazamiento en
automóvil.

Ante el temor de enfrentarse a la incomprensión
de su problema por parte de su familia y de sus compañeros
de trabajo o amigos, el paciente fóbico se verá
obligado a esconder sus dificultades. En ocasiones, el paciente
adopta una actitud falsa para ocultar su fobia (actitud
incorrecta, agresiva), otros pacientes adoptan una actitud
manipuladora a fin de incluir a quienes los rodean en su propio
sistema fóbico.

Como los pacientes fóbicos se sienten anormales
piensan que son culpables de ser diferentes y creen que causan un
perjuicio a su medio. Para evitar burlas, regaños o
conductas desagradables, el paciente fóbico se verá
obligado a recurrir al mecanismo de defensa,
racionalización que consiste en buscar pretextos o excusas
para justificar la conducta de manera socialmente
aceptable.

La característica del paciente fóbico
consiste en la gran capacidad que tiene para prever todas las
situaciones que pudiesen interferir con su fobia. Así el
fóbico tendrá sus pertenencias organizadas a manera
que aminoren sus temores.

Las situaciones que resultan triviales para una persona
normal, para el fóbico pueden ser muy problemáticas
y debido a esto el individuo jamás podrá aceptar de
golpe una proposición sin estar seguro de que todos los
elementos contra fóbicos estén reunidos.

El comportamiento fóbico es variable en un mismo
paciente dependiendo de su estado de ánimo, pero esta
variación tiende a perturbar más al paciente, ya
que éste no comprende la razón por la cual algunas
veces puede soportar la situación y otras no, lo que causa
una sensación de desequilibrio y pérdida de
confianza en sí mismo. A causa de todo esto, el paciente
sufrirá por sus fracasos al no poder afrontar ciertas
situaciones y por su incapacidad de razonar con el medio, estos
fracasos provocarán depresión y será
más difícil encontrar la solución a su
problema. Es necesario indicar que esta situación
depresiva se encuentra en los agorafóbicos o en los
fóbicos sociales y es mucho más rara en las fobias
simples.

Cabe mencionar que los hombres tienen más
dificultades con su fobia pues se sienten muy opacados con
relación al ideal masculino, fuerte, viril, valeroso, que
no teme a nada, etc., y las mujeres, aunque les afecte mucho su
fobia, se sentirán protegidas por el estereotipo cultural
según el cual ellas son más frágiles,
necesitan estar protegidas y necesitan ayuda, etc.

En cuanto a la vida familiar, la familia del
fóbico hará todo lo posible por evitarle las
situaciones que puedan incomodarlo y en ocasiones toda esta
gentileza puede hacerlo sumamente dependiente y no se
atreverá a rechazar o pedir tal o cual favor o tal
actitud. Además, debido a su fobia, el paciente
evitará muchas situaciones de relaciones interpersonales y
verá que su campo de acción será
limitado.

Algunos de los síntomas que presentan los
pacientes fóbicos consisten en ansiedad, fatiga, ataques
de pánico, crisis encubiertas de ansiedad, insomnio,
palidez, sudoración, taquicardia, ganas de evacuar,
tartamudez, entre otros.

CATEGORÍAS DE LAS FOBIAS

Las fobias se dividen en categorías según
la causa de la reacción y de la evitación, las
más frecuentes son:

Crisis de angustia: Se caracteriza por la
aparición súbita de síntomas de
aprensión, el miedo pavoroso o terror acompañados
habitualmente de sensación de muerte inminente. Durante
estas crisis también aparecen síntomas como falta
de aliento, palpitaciones, opresión o malestar
torácico sensación de atragantamiento o asfixia y
miedo a "volverse loco" o perder el control. Para diagnosticar a
una persona de crisis de angustia se deben cumplir una serie de
criterios.

Criterios para el diagnóstico de la crisis de
angustia:
La persona siente palpitaciones y sacudidas del
corazón, se presenta sudoración, temblores,
sensación de ahogo, sensación de atragantamiento,
opresión o malestar torácico, náuseas o
molestias abdominales, inestabilidad o desmayo, sensación
de irrealidad, miedo a perder el control, miedo a morir,
sensación de entumecimiento u hormigueo, y
escalofríos o sofocaciones.

La aparición temporal y aislada de miedo o
malestar intenso acompañada de 4 ó más de
los anteriores síntomas que se inician bruscamente y
alcanzan su máximo apogeo en los primeros 10 minutos,
será diagnosticado como crisis de angustia.

Agorafobia: Se caracteriza por la
aparición de ansiedad o comportamiento de evitación
en lugares o situaciones donde escapar resulte difícil o
embarazoso o bien donde sea imposible encontrar ayuda en el caso
en el que aparezca en ese momento una crisis de angustia o
síntomas similares.

Criterios para el diagnóstico de
agorafobia:
Aparición de ansiedad al encontrarse en
lugares o situaciones sea especialmente difícil escapar o
en el caso de que aparezca una crisis de ansiedad inesperada que
esté relacionada con una situación entre las que
podemos destacar: estar solo fuera de casa, mezclarse con la
gente o hacer colapsar por un puente, viajar en autobús,
tren o coche. Estas situaciones se evitan (limitación de
nº de viajes) se resisten a costa de un malestar por temor a
que aparezca una crisis de angustia o se hace indispensable la
presencia de un conocido para soportar los síntomas. Esta
ansiedad o comportamientos de evitación no pueden
explicarse mejor por la presencia de otro trastorno mental como
fobia social (evitación limitada a situaciones sociales
por miedo a ruborizarse), fobia específica
(evitación limitada a situaciones aisladas como los
ascensores).

Fobia específica:

Se caracteriza por la presencia de ansiedad muy marcada
como respuesta a la presencia de situaciones u objetos concretos
temidos por la persona que pueden dar lugar a comportamientos de
huida.

Criterios para el diagnóstico de fobia
específica: Temor acusado y persistente que es excesivo o
irracional que aparece por la presencia o anticipación de
un objeto o situación concreta (volar, precipicios,
animales o sangre.) La exposición al objeto o
situación fóbica provoca casi siempre una respuesta
inmediata de ansiedad que puede tomar la forma de crisis de
angustia situacional relacionada con una situación
determinada. La persona reconoce que este miedo es excesivo o
irracional. La situación fóbica se evita o se
soporta a costa de una gran ansiedad. Los comportamientos de
evitación, anticipación ansiosa o malestar
provocado por el objeto o situación temida interfieren
acusadamente con la vida cotidiana de la persona. En los menores
de 18 años la duración de estos síntomas
debe haber sido de 6 meses como mínimo. La ansiedad, la
crisis de angustia, los comportamientos de evitación
fóbica asociados a objetos o situaciones concretas no
pueden explicarse mejor por la presencia de otro trastorno
mental, como la fobia social (evitar comer en público) o
agorafobia (evitar las salidas del hogar).

Para saber si una persona padece fobia específica
es necesario diferenciar entre los siguientes subtipos que
indican el objeto del miedo o evitación:

Tipo animal.- El miedo hace referencia a insectos
o animales.

Tipo ambiental.- El miedo hace referencia a
situaciones relacionadas con la naturaleza y los fenómenos
atmosféricos, como tormentas, precipicios o
agua.

Tipo sangre-inyecciones-daño.- El miedo
hace referencia a la visión de la sangre o heridas, o a
recibir inyecciones u otras intervenciones
médicas.

Tipo situacional.- El miedo hace referencia a
situaciones concretas como a vehículos, túneles,
ascensores, aviones o recintos cerrados.

Otros tipos.- El miedo hace referencia a otro
tipo de situación entre las que se incluyen aquellas que
pueden llevar al atragantamiento, vómito o la
adquisición de una enfermedad.

Fobia social:

Se caracteriza por la presencia de ansiedad
clínicamente significativa como respuesta a ciertas
situaciones o actuaciones en público del propio sujeto, lo
que puede dar lugar a comportamientos de
evitación.

Criterios para el diagnóstico de la fobia social:
Temor acusado y persistente por situaciones sociales en
público, en las que el sujeto percibe una posible
evaluación por parte de los demás, o que esas
personas no pertenezcan al ámbito familiar. El individuo
teme actuar de un modo que sea humillante o embarazoso. La
exposición a las situaciones sociales temidas provoca una
respuesta de ansiedad que puede tomar la forma de una crisis de
angustia situacional. El individuo reconoce que el temor es
excesivo e irracional. Las situaciones sociales temidas se evitan
o bien se experimentan con ansiedad.

Los comportamientos de evitación, la
anticipación ansiosa, o el malestar que aparece en las
situaciones sociales temidas, interfieren en la rutina normal del
individuo En los menores de 18 años la duración de
estos síntomas deben prolongarse como mínimo 6
meses El miedo o el comportamiento de evitación no se
deben a los efectos fisiológicos de alguna sustancia
(drogas o fármacos), por una enfermedad médica o
por la presencia de otro trastorno mental. Si hay una enfermedad
médica u otro trastorno mental, el temor descrito en el
criterio 1, no se relaciona con estos procesos (el miedo no es
debido a la tartamudez o a las conductas alimenticias anormales,
anorexia o bulimia nerviosa).

Tratamiento

Las terapias psicológicas que pueden ser
beneficiosas para las personas que padecen fobia son: la
técnica de "inmersión" o las terapias graduadas de
exposición, entre las que se encuentra la
Desensibilización Sistemática (DS). Todas estas
técnicas se enmarcan en el enfoque de la terapia
cognitivo-conductual (TCC). En algunos casos, también
pueden ser de ayuda los medicamentos ansiolíticos. La
mayoría de las personas que tienen fobias entienden que
están sufriendo de un miedo irracional o desproporcionado,
aunque este reconocimiento no impide que sigan manifestando esa
intensa reacción emocional ante el estímulo
fóbico.

La exposición graduada y la TCC trabajan con la
meta de desensibilizar a la persona y de cambiar los patrones de
pensamiento que están contribuyendo a su miedo. Las
técnicas basadas en la TCC son a menudo eficaces, siempre
y cuando la persona con este problema esté dispuesta a
someterse a un tratamiento que puede durar algunos meses (en
ocasiones semanas). Hay otras orientaciones terapéuticas,
como el psicoanálisis o la programación
neuro-lingüística (PNL) que abordan estos problemas
clínicamente, pero sus resultados no se han verificado
científicamente.

¿Puedo solucionarlo por mí
mismo/a?

Si nos encontramos con una fobia ante la cual el
sentimiento que se tiene es de "no poder hacer nada" y nuestras
actividades se encuentran afectadas, es recomendable realizar una
consulta con un profesional. (ir a "cuando pedir ayuda"). El
origen de la mayor parte de las fobias tiene que ver con
conflictos vinculares antiguos. Esta caracteristica tiene por
consecuencia que un tratamiento adecuado necesita de "ponerse en
vinculacion" con alguien para observar y estudiar la manera de
ser de la persona en cuestion.  Es decir, sino  es un
terapeuta, es aconsejable que sea poniendose en relacion con
alguien que para nosotros es una referencia o alguien que para
nosotros sus comentarios tienen valor.

Algunas recomendaciones, que no estan dadas para
reemplazar la necesidad de un proceso terapeutico:

  • La práctica de  relajación, yoga,
    meditacion y/o ejercicio fisico.

  • Realizar actividades que nos brinden placer, que nos
    guste. Otra opcion son  actividades
    expresivas.

  • Ejercitarse en el habla con los familiares o amigos
    introduciendo comentarios humoristicos, atrevidos o
    personales.

  • Participar, sea como sea, en encuentros grupales que
    tengan alguna afinidad personal.   

  • Visualizarse varias veces en la situacion a afrontar
    antes de encontrarse en ese momento, y "verse" resolviendo la
    situacion adecuadamente.

  • NO criticarse.

  • Hablar lento, pausado y detallado

  • Sentarse en una reunion al lado de alguien que nos
    cae bien y no en un rincon de la mesa.

  • No pretender algo exigente para con uno mismo, sino
    solo participar, relacionarse, comunicarse.

Casos no psicológicos

El término "fobia" puede significar casos
específicos no vinculados con el temor. Por ejemplo, la
hidrofobia es el temor al agua, pero también lo puede ser
la incapacidad de beber agua debido a una enfermedad8
(véase rabia), o también puede describir un
compuesto químico que repele el agua. Por su parte, la
fotofobia no significa única y necesariamente un temor a
la luz: puede ser un problema físico en los ojos o una
aversión a la luz que puede inflamarlos o dilatar la
pupila.

También se les califica de "fobias" a aquellos
rechazos contra actitudes, elementos culturales,
históricos o personales, aunque no sean de orden
patológico. Así, la homofobia es todo acto de
rechazo hacia la comunidad LGBT aunque no se tenga un miedo
clínico hacia esas personas o sus actos. Otro caso es el
sentimiento de rechazo hacia países o pueblos (anglofobia,
judeofobia, etc.)

Clases de fobias

La fobia, como consecuencia de un miedo más o
menos consciente acompañado de un componente ansioso,
puede expresarse de muchos modos. Existen tantas fobias como
personas, ya que cada individuo puede desarrollar una fobia a
cualquier cosa, aunque se describen con frecuencia algunos tipos
más habituales, como la agorafobia (miedo a los lugares
públicos) y la claustrofobia (miedo a los lugares
cerrados).

Fobia escolar

Partes: 1, 2

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