- El
tutor para el estudiante autónomo - Los
medios, las mediaciones y los contenidos para el estudiante
autónomo - La
familia para el estudiante autónomo - El
directivo para el estudiante
autónomo. - Bibliografía
En noviembre de 2013 tuve la oportunidad de
convivir unos días en una civilización distinta a
la nuestra, con una forma de gobierno muy bien estructurada, en
la que cada persona tiene una responsabilidad que cumplir de
acuerdo con su talento, algunos tienen talento para atender a los
enfermos y los gobernantes de esa civilización les asignan
entonces la responsabilidad de atender a la población con
dificultades de salud; a quien tiene el talento de expresarse muy
bien le dan la responsabilidad de comunicarse con otras
civilizaciones, a quien tiene la fuerza física y la
astucia suficiente le asignan la responsabilidad de controlar las
defensas y de hacer respetar el territorio; a quien tiene
talentos socio-grupales que benefician a todos le nombran
gobernante.
Cada uno de los habitantes de esta
civilización descubre y desarrolla sus talentos para el
beneficio de la civilización, cada uno se preocupa por
profundizar y aprender cada día más sobre su
talento, cada uno se encarga de enseñar a otros lo que
sabe sobre su talento.
Para el lector que tiene la interrogante de
saber cuál es la civilización que visité o
saber si en realidad existe, me permito contarle que estuve
conviviendo con cuatro de los veintidós pueblos
amazónicos, conviví con los Muinane, los Uitoto,
los Bora, los Okaina. Son completamente reales, son gente de paz,
y son admirablemente organizados desde la perspectiva del
provecho social de sus talentos, ¡ojalá
fuéramos tan solo un décimo similares a
ellos!
Sus estructuras organizacionales y su
disposición de aprender de forma autónoma son pilar
fundamentales en la trascendencia de su cultura. Mi misión
en esa civilización fue enseñarles a emplear
dispositivos móviles para que pudieran expresar sus ideas
y conocimientos al resto del mundo, esta tarea fue relativamente
sencilla pues su gran interés permitió el libre
desarrollo de sus aprendizajes, lo realmente importante en este
proyecto fueron las enseñanzas que obtuvimos frente al
mismo acto educativo y frente al planteamiento didáctico
que llevábamos.
Vivir un tiempo en esa civilización
me hizo reflexionar sobre un aspecto que había dejado en
remojo un par de años atrás; en diciembre 2011 la
Unidad de Proyectos Especiales de La Fundación Alberto
Merani se embarcó en el cumplimiento de un reto especial;
contextualizar el uso de dispositivos móviles en el aula
escolar, este proyecto representó todo un cambio de
paradigma pues nos vimos en la tarea de repensar el acto
educativo alrededor de Tablets y recursos digitales, como muchos
otros, este proyecto también nos dejó grandes
enseñanzas.
En aquél momento realizamos una
recopilación de información alrededor del
Aprendizaje Móvil, tendencia moderna fundamentada en
modelos activos de educación y uso de ambientes virtuales,
pero no fue de gran utilidad en el contexto de la
población objetivo (estudiantes de preescolar a grado
undécimo de la Localidad de Los Mártires en
Bogotá), entonces sentimos que la brecha digital marcaba
una importante barrera para el logro de nuestros objetivos por lo
que iniciamos un proceso de alfabetización digital que en
realidad no dio los frutos esperados.
Tras recurrentes discusiones al interior
del equipo pedagógico comprendimos que el verdadero
problema radicaba en las competencias que queríamos
desarrollar en nuestros estudiantes, así definir
claramente ¿cuál es el rol del estudiante
más indicado para el trabajo mediado con dispositivos
móviles? Se convirtió en la tarea a cumplir, tarea
que un tiempo después se llevó a una nueva
dimensión con el proyecto Origen (Proyecto con las
comunidades Uitoto)
Así pues decidimos re significar y
re comprender el acto educativo desde sus actores principalmente
y comprendimos que el proyecto derivaba en la necesidad de
fomentar la participación de estudiantes autónomos
(lógicamente en su momento no los denominamos así),
sin embargo al definir el tipo de estudiante con el cual
requeríamos iniciar el proceso encontramos que no
solamente requeríamos pensar en el estudiante sino en
otros actores presentes en el proceso de Enseñanza
Aprendizaje.
Aunque parezca inverosímil, las
enseñanzas obtenidas en la Localidad de Los
Mártires en Bogotá, también fueron
útiles en medio de la selva amazónica con los
Uitoto, tal vez una de las formas más efectivas para
abordar procesos educativos mediados por tecnologías sea
comprender la ejecución del acto educativo con estudiantes
autónomos, imprimir – en los que no las tienen – o
aprovechar de ellos sus características.
Comprendimos que la principal competencia
que desarrolla el Estudiante Autónomo es Aprender a
Aprender y que para llegar a dicha competencia máxima debe
partir de algunos mecanismos y competencias básicas, como
son: Auto conocer sus capacidades, habilidades, y sobre todo sus
intereses, tomar las decisiones correspondientes con su auto
conocimiento y administrar sus tiempos y espacios para sacarles
el mayor provecho.
En todo proceso formativo es importante
partir del interés y la motivación del estudiante,
pero por más que quiera, por más que tenga
interés, no logrará grandes avances si no cuenta
con un camino, con una guía.
Es una verdad a medias y probablemente una
falsedad pensar que el Estudiante Autónomo no requiere de
una guía experta, bien sea como guión estructurado
de actividades o como direccionamiento de un tutor, aunque su
nombre da a entender que el Estudiante Autónomo lo hace
todo por sí mismo, este realmente está encargado
solamente de aprender y requiere de una mediación
direccionada que le enseñe; en ese sentido el Estudiante
Autónomo no es autodidacta, pues no se encarga de
enseñarse a sí mismo, sino de regular su
participación en el proceso de aprendizaje.
Lo anterior me recuerda la inexorable
premisa de pensar la educación como un proceso de
Enseñanza – Aprendizaje en el cual cada actor lleva
su parte, su papel, su responsabilidad y consecuentemente con
ello cada actor tiene su alcance, cada actor tiene su
objetivo.
Más bien es importante pensar en el
Estudiante Autónomo como en aquel actor del proceso de
Enseñanza – Aprendizaje que se interesa y participa
mesurada y constantemente, en la medida de su comprensión
y de sus capacidades, en cada una de las etapas durante su
proceso de formación.
En las reflexiones conjuntas tanto con los
Uitoto como con la Localidad de Los Mártires siempre se
puso de manifiesto que hoy más que nunca el mundo necesita
ciudadanos creativos, comprometidos con el crecimiento de la
sociedad, que valoren su identidad y, desde ella, ejerzan sus
derechos fundamentales Ciudadanos con valores éticos, que
desarrollan sus talentos y conviven en paz.
Salinas (1997)[1] considera
que la integración de las TIC en los procesos de
enseñanza y aprendizaje, incide sobre los roles que los
estudiantes desempeñan e implican:
Acceso a grupos de aprendizaje
colaborativo, que le permitan trabajar con otros para
alcanzar objetivos en común para maduración,
éxito y satisfacción personal.Participación en experiencias de
aprendizaje individualizadas, basadas en sus destrezas,
conocimientos, intereses, de tal manera que el proceso
educativo responda a sus características y
necesidades.Manipulación activa de la
información, ser capaz de organizar información
de distintas maneras, elaborar estructuras cognitivas
más complejas que la simple respuesta a pantallas
previamente diseñadas. En definitiva, poseer destrezas
para usar las herramientas de información y poder
acceder a las mismas.Acceso a un amplio rango de recursos de
aprendizaje; esto es, bibliotecas, bases de datos, programas
informáticos, paquetes multimedia, expertos en
contenido, y a otros sistemas de
comunicación.Experiencias en tareas de
resolución de problemas reales de su contexto o de
otros contextos.
Pero más allá de estos
planteamientos, la FiPCAM ha logrado establecer que existen
valores clave a desarrollarse con relación a la
potencialización de la autonomía de los estudiantes
como el Respeto, recuerdo claramente que para los
estudiantes de la Localidad de Los Mártires en un
principio está era una palabra de uso común sin un
significado más allá de lo unidireccional (exigir
respeto para sí mismos) pero poco a poco los estudiantes
más destacados, aquellos que iniciaron procesos de
profundización autónomos consolidaron esta
característica como la capacidad reconocer su
posición y el alcance de sus acciones como
consideración principal hacia otras personas tanto en
relaciones simétricas como asimétricas; años
después observé que para los Uitoto esta es una
claridad tan profunda y sencilla como el hecho de
respirar.
Como valor necesario para iniciar procesos
educativos Autónomos un estudiante debe establecer una
Comunicación clara, hábil, con uso
adecuado de los canales a fin de no distorsionar la esencia de
los mensajes, de forma paradójica al concepto de
"comunicación" que manejamos en la escuela no le damos la
suficiente relevancia, en la experiencia en Los Mártires
no lo observamos a tiempo, pero fue completamente revolucionario
y ajustado a las necesidades de los Uitoto un par de años
más tarde, allí en el corazón del Amazonas
sostuvimos un ejercicio de conciencia comunicativa colectiva
durante más de dieciséis horas con ellos
convirtiéndose este concepto en un valor de ese grupo de
estudiantes para la potencialización de su
autonomía.
No existiría Autonomía sin
Inquietud Académica como característica
que le permitió a nuestros estudiantes tanto en la selva
como en la ciudad auto motivarse por la experimentación y
el reconocimiento de los diversos fenómenos físicos
y sociales de su entorno.
Hoy fruto de esta reflexión,
comprendo que en la búsqueda de un estudiante ideal, todos
tendremos que trabajar sobre competencias fundamentales en
nuestros niños y jóvenes, competencias que son
características que debe demostrar un Estudiante
Autónomo.
El Auto Conocimiento: Un
estudiante en permanente búsqueda de la comprensión
de sí mismo y de sus alcances en el acto educativo,
académico y tecnológico, cuáles son sus
capacidades y cuáles son sus limitantes, establece de
manera adecuada en qué momento debe apersonarse del
cumplimiento de sus compromisos y en qué momento necesita
y solicita apoyo o ayuda.
La Auto Gestión: De manera
autónoma un estudiante establece y cumple cabalmente un
tiempo adecuado de interacción con sus compañeros,
gestiona el flujo de información del proceso (avances en
los procesos de aprendizaje y resultados de aprendizajes
parciales o finales). Reconoce sus fortalezas y debilidades y
actúa en consecuencia. Busca constantemente la
retroalimentación de su trabajo.
El Conocer a sus compañeros y
docentes: El estudiante desarrolla una alta capacidad de
percibir a sus compañeros y docentes realizando
deducciones que le permiten determinar características
propias de cada uno como sus intereses, sus afectos, sus roles
(qué hace); con este tipo de conocimiento el estudiante
puede abordar situaciones particulares en sus procesos
individuales y grupales de aprendizaje, es así como toda
esta información abre las puertas al estudiante para
actuar empáticamente con sus compañeros.
Es clave pensar en el Estudiante
Autónomo como en un miembro de una comunidad educativa, y
consecuentemente con ello hay que dimensionar, re definir o re
comprender el papel de los demás actores en el proceso
formativo.
El tutor para el
estudiante autónomo
Los tutores deben ayudar a los estudiantes
a desarrollar las habilidades necesarias para "aprender a
aprender", promover su desarrollo cognitivo y personal mediante
actividades críticas y aplicativas aprovechando la inmensa
información disponible y las potentes herramientas
tecnológicas, este pensamiento fue importante en el
planteamiento y en la planeación inicial de los dos
proyectos y desde mi punto de vista personal fue un acierto
pensarlo así.
En la propuesta de estándares de la
UNESCO 2011, se propone que escuelas y aulas, tanto reales como
virtuales, deben tener docentes que están equipados con
recursos tecnológicos y habilidades y que puedan
efectivamente enseñar los contenidos necesarios de las
materias, mientras incorporan la tecnología, los conceptos
y las habilidades.
Según estos planteamientos, el
maestro debe estar comprometido, manifestarse como un ser
afectivo, que disfrute de la experiencia pedagógica y que
esté preparado para ofrecer a sus estudiantes las
oportunidades que ofrecen las TIC para cualificar los procesos de
enseñanza y aprendizaje.
En síntesis, el rol del maestro
puede ser diferente cuando las TIC se usan con intencionalidad
pedagógica. Romper los esquemas tradicionales y cambiar
las prácticas son retos que el maestro puede asumir a
partir del trabajo en equipo apoyándose en las
posibilidades que le brindan estas herramientas y
usándolas para responder a sus propias necesidades
profesionales, a las de su entorno escolar y comunitario, pero
para ello el maestro debe desarrollar algunos valores dentro de
su profesión.
La
Empatía[2]Sin importar las condiciones
y restricciones de espacio y tiempo, un docente debe desarrollar
la capacidad de ponerse en el papel de su estudiante para
dimensionar la percepción que este recibe en el proceso de
enseñanza aprendizaje que vive; esta capacidad
permitirá al docente detectar las necesidades de su
estudiante, sus requerimientos y sus intereses de forma
anticipada, visualizando alternativas de manejo de las diversas
situaciones que se pueden dar en un ambiente de enseñanza
aprendizaje. De manera complementaria al desarrollo de la
empatía, el docente debe destacarse como una persona con
un alto sentido de la escucha activa e inteligente, es decir que
da a entender a su estudiante que está siendo escuchado,
que cuenta con su atención, que está siendo seguido
en sus interlocuciones e inquietudes y que comprende lo que dice
y lo que no dice.
El Realismo: El docente debe
convertirse en una persona con gran capacidad para aterrizar sus
conocimientos en el contexto de las realidades sociales de sus
estudiantes, evitando permanentemente caer en exageraciones tanto
en lo relativo a los contenidos de su curso como en lo relativo a
su propia persona, brindando a su estudiante un trato
caracterizado por la madurez y el equilibrio.
La Comunicación: Un docente
debe evidenciar habilidad y destreza en el uso y manejo de todas
las posibles alternativas de comunicación en los distintos
ambientes, siendo lo más claro posible a fin de no
distorsionar la esencia de los mensajes.
Un docente debe ser un profesional con un
enorme sentido de comprensión y estructuración de
su labor pedagógica teniendo en cuenta y articulando los
principales aspectos inmersos en el acto
pedagógico:
Los propósitos: puede afirmarse que
son la aspiración que orienta el quehacer educativo y que
expresan los aspectos deseables o que se quieren conseguir; el
propósito otorga sentido y direccionalidad al quehacer
pedagógico.
Enseñanzas: Es apenas lógico
que un docente debe demostrar dominio en cuanto a la
temática que desea abordar con sus estudiantes,
comprendiendo la estructuración y composición de
dicha temática.
Evaluación: Como componente del
diseño curricular la evaluación permite
retroalimentar el proceso de enseñanza aprendizaje
brindando información de este a sus actores en una
lógica secuencial del acto educativo.
Los medios, las
mediaciones y los contenidos para el estudiante
autónomo
Para definir al Estudiante Autónomo
no solo se define de manera espacial al tutor, también
cobra especial atención la comprensión del papel de
los medios, las mediaciones y los contenidos.
Los medios se pueden considerar como algo
que le es natural al ser humano quién a través de
sus capacidades se apropia del espacio y del tiempo, estas
capacidades son el resultado del intercambio con el mundo, el
Estudiante Autónomo emplea los medios y las mediaciones
para flexibilizar en tiempo y espacio al acto
educativo.
Las mediaciones se pueden entender como un
conjunto de acciones o intervenciones, recursos, materiales
didácticos e imaginarios que intervienen en el acto
educativo. Su objetivo principal es facilitar la relación
entre el estudiante.
Los contenidos son los insumos que se
requieren para diseñar las actividades de
enseñanza-aprendizaje a través de la
exploración, aprehensión y producción de
nuevos conocimientos.
Hoy comprendo que los medios y en general
las TIC se supeditan a la planeación del acto educativo
convirtiéndose en magníficos recursos
didácticos en todo el proceso. Así mismo, toda
experiencia educativa mediada por estos dispositivos
móviles sirve básicamente a dos finalidades: 1) el
desarrollo de destrezas habilidades y competencias en el manejo
de la información, 2) desarrollo de destrezas, habilidades
y competencias comunicativas para la producción
colaborativa a través de redes. A futuro estas
serán destrezas esenciales para el Estudiante
Autónomo.
La familia para el
estudiante autónomo
Todo lo anterior no debe dejar de lado ni
restar importancia a la comprensión del papel de la
Familia. El sistema educativo ha experimentado importantes
reformas, entre las cuales se destaca un esfuerzo por promover la
colaboración entre escuelas y familias con el fin de
mejorar la calidad de la educación de los estudiantes. En
la Localidad de Los Mártires descubrimos que existe una
gran importancia de la familia en los logros educativos de sus
hijos; por lo tanto una buena conjunción de esfuerzos de
ambas instituciones –familia y escuela–, sería
un factor clave para una pedagogía efectiva.
No es distinto para las comunidades
indígenas, en donde todas las decisiones se escalan en
todos los niveles de la sociedad, y se logra la
participación y beneficio del mayor número de
beneficiarios involucrando de lleno a toda el núcleo
familiar
Existe entonces, una evidente necesidad de
disminuir la distancia entre las familias y las escuelas, para lo
cual se debe contar con herramientas que sean propositivas en
términos de fortalecer las relaciones, de tal manera que
ambos sistemas valoren mutuamente sus roles y hagan una "alianza"
para enfrentar juntos los procesos formativos. La
corresponsabilidad de las familias en la educación implica
la vinculación con el proceso formativo, el conocimiento
del transcurrir institucional y la toma de decisiones que afectan
a la comunidad educativa.
El directivo para el
estudiante autónomo.
Por último pero no menos importante
está el papel del directivo, en nuestra experiencia
compartir los propósitos formativos con los Uitoto,
explicarlos a profundidad y convencerlos de sus beneficios fue un
ejercicio muy provechoso.
Recuerdo que era al primer sábado en
la tarde de nuestra estadía en La Chorrera (Amazonas),
cuando uno de los representantes indígenas pasó a
nuestro lugar de vivienda y nos indicó que la ceremonia,
para aceptar nuestros propósitos, iniciará en pocos
minutos que debíamos ponernos en marcha para hablar con
varios caciques, en el aire se percibía un ambiente tibio
y calmado, el silencio predominaba en el pueblo, al llegar a la
Maloka nos recibió el Anciano un saludo parco, más
bien frío, luego de unos minutos llegaron más de
quince personas y comenzó una sesión de preguntas
de ellos y respuestas de nosotros, el eje principal de toda la
conversación: la conveniencia de nuestras
enseñanzas para el pueblo Uitoto.
Puntos de vista a favor, preguntas
retadoras y en tonos bastante serios y sobre todo respuestas
honestas por parte del equipo FiPCAM, nuestra visita llevaba un
propósito educativo definido, no negociamos sobre eso, en
últimas su cumplimiento será nuestro producto
cuando terminemos la semana.
Dos años antes, en el CADEL de la
Localidad de Los Mártires en Bogotá sostuvimos
múltiples reuniones con los rectores de las ocho
Instituciones Educativas Beneficiadas del proyecto su objetivo
comprender el propósito del proyecto.
Mi reflexión hoy es que por sobre
cualquier idea, no es el Estudiante Autónomo el que indica
cual es el propósito educativo pero si debe compartirlo,
convencerse de él y sentirlo, así se convierte en
tarea cotidiana del directivo velar por la preservación
del propósito educativo.
Tanto para los Uitoto como la para las
Instituciones Educativas en Los Mártires resultó
vital la vinculación de los directivos; los unos en su
Casa de Gobierno o en la Maloka y los otros en el CADEL pero
siempre con el ánimo de "tomarle la temperatura" al
proceso y ejecutar acciones de mejora inmediatas.
Según León Gereño y
Cols (2008)[3] el directivo se puede considerar
como un agente clave en la viabilidad, sostenibilidad,
perdurabilidad, escalabilidad y calidad del proceso educativo.
Para llevar a cabo procesos educativos se pueden identificar
algunas actitudes que deberían tener en cuenta las
personas que conformen el equipo directivo, según Lugo y
Kelly (2011)[4]:
Aceptar que toda iniciativa de mejora
cuestiona un estado de situación inicial.Valorizar lo realizado hasta ahora,
pero también aceptar que es posible mejorar; generar
confianza en los otros participantes del proceso de
innovación para que puedan exponer su mirada, lo que
representa una posibilidad de mejora y crecimiento
profesional.Reconocer las dificultades y las
resistencias como parte del proceso, y no como
obstáculos externos a él.Integrar el proceso a las condiciones
institucionales, sus miembros y espacios, valorando las
características propias de cada escuela y
comunidad.Plantear un clima de trabajo en el que
se prevea que tomar riesgos es un componente previsto de la
innovación.
Así pues la mirada reflexiva desde
nuestra experiencia en estos dos proyectos no contempla la
definición de un Estudiante Autónomo como un actor
que dirige su propio proceso educativo sino como un ser que
pertenece a dicho proceso y se ve afectado por los demás
actores del mismo, los directivos, la familia, las
tecnologías y sus docentes; actores definidos que
terminarán imprimiendo y potencializando las
características de autonomía que a futuro le
permitirán participar en el crecimiento de sí mismo
y de su comunidad.
La vida de toda persona está
enmarcada en el cumplimiento de ciclos, pequeñas rutinas
de crecimiento, a las que algunos llamamos "metas". Algunos de
estos ciclos nos permiten ingresar al mundo laboral, algunos nos
permiten mejorar a la sociedad, algunos de estos ciclos nos
permiten crear una familia y algunos proyectarnos para un gran
éxito en la vida. Probablemente comprender, y fomentar la
autonomía en nuestros estudiantes sea de vital importancia
para el futuro de la sociedad.
Bibliografía
Cope, B., Kalantzis, M. (2009) Ubiquitous
Learning. Exploring the anywhere/anytime possibilities for
learning in the age of digital media. Chicago: University of
Illinois Press.
De Zubiría, M. y otros. (2005).
Enfoque pedagógicos y didácticas
contemporáneas. Bogotá: Fundación
Internacional de Pedagogía Conceptual Alberto
Merani.
De Zubiría, M. (2007).
Psicología de la felicidad. Bogotá:
Fundación Internacional de Pedagogía Conceptual
Alberto Merani.
Gardner, H. (2000) La educación de
la mente y el conocimiento de las disciplinas: lo que todos los
estudiantes deberían comprender. Barcelona: Paidos
Ibérica.
LÉON GUEREÑO, MARGARITA [et
al.] (2007). Cursos de formación de profesorado en TIC en
el País Vasco: Educación Infantil y
Educación Primaria. Desarrollo de competencias
tecnológicas para mejorar la práctica cotidiana del
aula. En
http://dewey.uab.es/pmarques/dim/aulatic/docs/margaritaleon.pdf
[Consulta, 25 de marzo de 2009].
SALINAS,J. (1997a): Enseñanza
flexible, aprendizaje abierto. Las redes como herramientas para
la formación. En. CEBRIÁN,M. Y otros (Coord.):
Recursos Tecnológicos para los procesos de
Enseñanza y Aprendizaje. CE/Universidad de
Málaga.
Autor:
Carlos Diaz
[1] Salinas, J (1997) Nuevos ambientes de
aprendizaje para una sociedad de la información.
Disponible en:
http://gte.uib.es/pape/gte/sites/gte.uib.es.pape.gte/files/Nuevos%20ambientes%20de%20aprendizaje%20para%20una%20sociedad%20de%20la%20informaci%C3%B3n.pdf
[2] Denominada igualmente inteligencia
interpersonal y explicada en la teoría de las
inteligencias múltiples de Howard Gardner como la
capacidad de percibir en un contexto común lo que otro
individuo puede sentir.
[3] La gestión del cambio
tecnológico en los centros educativos del País
Vasco. En Revista de Medios y Comunicación No. 31 de
2008 pp 39-57. Disponible en:
http://www.sav.us.es/pixelbit/pixelbit/articulos/n31/n31art/art314.htm
[4] Lugo, M., y Kelly, V. (2011) La
gestión de las TIC en la escuela secundaria: nuevos
formatos institucionales (p. 47)