Urgencias psiquiátricas – Monografias.com
Urgencias
psiquiátricas
Urgencias psiquiátricas en la primera
atención
Urgencia psiquiátrica: todo cuadro
clínico que presente manifestaciones psiquiátricas
que determinen la necesidad de atención inmediata por un
equipo de salud, por implicar un riesgo notable para la
integridad física del paciente o de otras personas,
así como comportamientos sociales reprochables, con
sufrimiento notable para el paciente y su familia, con serias
complicaciones si se pospone su asistencia.
Urgencias psiquiátricas más
frecuentes:
1. Excitación psicomotriz.
a) Excitación esquizofrénica.
b) Excitación histérica.
c) Excitación epiléptica.
d) Excitación maníaca.
2. Reacción extrapiramidal (intoxicación
neuroléptica).
3. Intoxicación alcohólica.
4. Excitación por un trastorno orgánico
sistémico.
5. Conducta suicida.
6. Crisis de angustia.
7. Embarazada con trastornos psiquiátricos
asociados.
8. Adulto mayor con trastornos psiquiátricos
asociados.
Excitación psicomotriz: todo cuadro
clínico que se caracterice por un conjunto de
síntomas y signos, que se manifiestan principalmente con
alteraciones verbales y motoras, capaces de interferir en el
comportamiento habitual del paciente y que, generalmente,
ocasionan dificultades en el manejo del paciente, e implican
comportamientos sociales reprochables.
Todo paciente que presente un cuadro de
excitación psicomotriz, se debe tratar de sedar para
controlar la excitación y poder manejar adecuadamente al
paciente, prevenir las complicaciones y remitirlo para que reciba
una atención especializada.
Conducta médica que se debe seguir:
1. Conocer los antecedentes (personales y familiares)
del paciente, datos estos que se recogen mediante una entrevista
al paciente o al acompañante o ambos. Valorar los
síntomas que predominan, la presencia de alguna
situación de estrés producida por el ambiente que
le rodea, así como la presencia o no de signos de
focalización de algún trastorno orgánico
asociado.
2. Eliminar la excitación psicomotriz.
3. Si no cede la crisis de excitación,
remisión al equipo de salud mental del área de
salud o al servicio de urgencia psiquiátrica, o al
PPU(Policlínica Principal de Urgencias) u hospital
más cercano.
Tratamiento psicofarmacológico:
Excitación psicomotriz en una
esquizofrenia:
a) Haloperidol (5 mg): 1 ámp. por vía
e.v.
b) Clorpromacina (5mg): 1 ámp. por vía
i.m.
c) Combinación de ambos.
d) Añadir benadrilina (20 mg): 1 ámp. o
prometazina (25 mg): 1 ámp. por vía i.m.
e) Se debe fijar el paciente a la cama, si es
imprescindible.
f) Si la excitación psicomotriz no cede a los 15
min, repetir la dosis.
Excitación histérica:
a) Clorpromacina (5 mg): 1 ámp. por vía
i.m.
b) Puede combinarse con benadrilina (20 mg): 1
ámp. i.m. o prometazina (25 mg): 1 ámp.
i.m.
c) Repetir la dosis si durante 15 a 30 min no
cedió la excitación psicomotriz.
Excitación epiléptica:
a) Administrar diazepam (10 mg): 1 ó 2
ámp. i.m.
b) Fenobarbital (100 mg): 1 ámp. i.m.
c) Haloperidol (5 mg): 1 ó 2 ámp.
i.m.
d) Pueden combinarse con benadrilina (20 mg): 1
ámp. o prometazina (25 mg): 1 ámp. i.m.
e) No usar nunca clorpromacina.
f) Si no cede la crisis, repetir dosis durante 15 a 30
min.
Excitación maníaca:
a) Administrar haloperidol (5 mg): 1 ó 2
ámp. i.m.
b) Clorpromacina (25 mg): 1 ó 2 ámp.
i.m.
c) Combinación de ambas, o asociadas con
benadrilina (20 mg): 1 ámp. más prometazina (25
mg): 1 ámp. i.m.
d) Si no cede la crisis, repetir la dosis en 15 a 30
min.
Reacción extrapiramidal (intoxicación
neuroléptica): efecto secundario asociado al uso de
neurolépticos, que provoca manifestaciones clínicas
muy molestas para el paciente. La variedad clínica
más frecuente es el síndrome faciolinguocervical,
que se caracteriza por presentar una desviación hacia
arriba de los ojos, protusión de la lengua, dificultad
para deglutir y torsión del cuello, en un paciente que
refiere haber ingerido neurolépticos.
Tratamiento psicofarmacológico:
a) Cafeína (250 mg): 1 ó 2 ámp.
i.m. o benadrilina (20 mg): 1 ámp. i.m. o la
combinación de ambas.
b) Diazepam (10 mg): 1 ámp. i.m.
c) Se puede repetir la dosis cada 10 ó 15 min
hasta que se logre la remisión del cuadro
clínico.
Intoxicación alcohólica: cuadro
clínico asociado a la ingestión de alcohol
etílico, que se puede presentar con perturbaciones de
orden psíquico, somático o ambos.
Tratamiento psicofarmacológico:
1. Desintoxicación de la crisis aguda
con:
a) Lavado gástrico, si es necesario.
b) Hidratación forzada con esquema de
Schneider.
c) Cuidados generales de enfermería.
d) Vitaminoterapia.
2. Manejo psicofarmacológico (opciones
terapéuticas):
a) Diazepam (10 mg): 1 ámp. i.m.
b) Clorpromacina (25 mg): 1 ámp. i.m.
c) Haloperidol (5 mg): 1 ámp. i.m.
d) Combinación entre ellos.
3. Debe tenerse en cuenta que la sedación
potencia la intoxicación:
a) Puede asociarse con benadrilina (20 mg): 1
ámp. o prometazina (25 mg): 1 ámp. i.m.
Excitación por un trastorno orgánico
sistémico: es un trastorno orgánico cerebral no
epiléptico (que incluye retardo mental y
demencia).
Retardo mental: aquellos trastornos genéticos o
adquiridos en que una lesión del SNC da lugar a un
insuficiente desarrollo psíquico. La alteración del
SNC tiene un carácter progresivo y estable y es
irreversible.
Demencia: pérdida o disminución de las
funciones psicológicas superiores, secundarias a una
alteración del SNC, que puede ser progresiva o no y que
produce alteraciones de la memoria, de la atención, del
pensamiento, acompañadas de trastornos emocionales y de
conducta que afectan la vida social del individuo.
Tratamiento psicofarmacológico:
a) Haloperidol (5 mg): 1 ámp. i.m. (nivel
psicótico) o diazepam (10 mg): 1 ámp. i.m. (nivel
neurótico) o combinación de ambas.
b) Pueden utilizarse asociado con benadrilina (20 mg): 1
ámp. o prometazina (25 mg): 1 ámp. i.m. Se indican
los medicamentos en dependencia del funcionamiento de la
sintomatología.
Trastornos psiquiátricos secundarios a un
trastorno orgánico sistémico: trastornos mentales
que se presentan antes, durante o después de un trastorno
orgánico sistémico. Para su adecuado manejo se debe
tener en cuenta el estado físico del paciente, así
como la intensidad o daño que provoca el trastorno mental
asociado.
Terapéutica (tratamiento específico del
trastorno orgánico sistémico):
a) Diazepam (10 mg): 1 ámp. i.m.
b) Haloperidol (5 mg): 1 ámp. i.m. asociado con
benadrilina (20 mg): 1 ámp.
c) Prometazina (25 mg): 1 ámp. i.m.
Conducta o intento suicida: toda acción contra la
integridad personal que un individuo se ocasione a sí
mismo, con el fin de quitarse la vida, independientemente del
método empleado, la gravedad de las circunstancias y la
seriedad de la intención.
Tratamiento psicofarmacológico:
1. Todo caso de intento suicida que llegue a
un
Servicio de Urgencia en Atención Primaria, debe
recibir el manejo clínico o quirúrgico que
requiera, para eliminar todo riesgo para la vida del paciente,
por ejemplo: lavado gástrico, hidratación, sutura y
curación.
2. Si las lesiones autoprovocadas pueden ser tratadas en
el propio servicio o en el PPU (si no se compromete la vida del
paciente), aquí se concluye el tratamiento clínico
o quirúrgico y se interconsulta en las primeras 24 horas
con el equipo de servicios médicos o con el Servicio de
Urgencia Psiquiátrica del PPU u hospital más
cercano.
3. Si las lesiones comprometen la vida del paciente,
este debe ser remitido al segundo nivel para una atención
adecuada, después de brindarle los cuidados
iniciales.
4. Todo paciente con una conducta suicida, debe ser
reportado en la hoja de cargo y se le debe llenar la tarjeta de
enfermedad de declaración obligatoria (EDO).
Crisis de angustia: toda crisis en la que un paciente
presente una ansiedad marcada que le interfiere en su
funcionamiento habitual o cotidiano. Esta puede estar
acompañada de síntomas subjetivos de angustia y
objetivos, constatados al examinar al paciente.
Tratamiento psicofarmacológico:
1. Diazepam (10 mg): 1 ó 2 ámp. por
vía i.m. o asociar benadrilina (20 mg): 1 ámp. o
prometazina (25 mg): 1 ámp. por vía i.m.
2. Repetir la dosis a los 15 ó 30 min, si no cede
la crisis.
3. Apoyo psicológico. Si el paciente no mejora
después de 1 hora, debe ser remitido al Servicio de
Psiquiatría de Urgencia del PPU u hospital más
cercano.
Embarazada con trastornos psiquiátricos
asociados: debe ser remitida al segundo nivel de atención
para un manejo adecuado en el Centro Provincial de
Atención Psiquiátrica a la embarazada.
Adulto mayor con trastornos psiquiátricos
asociados: cuando el cuadro clínico que se presenta se
corresponde con alguno de los cuadros descritos anteriormente, se
debe aplicar el tratamiento indicado para cada caso.
Debe tenerse en cuenta, además, la edad del
paciente, su estado nutricional, las enfermedades asociadas y los
antecedentes, en caso de aplicar las dosis.
Guía metodológica para la atención
psiquiátrica en los consultorios de urgencias y
policlínicos
Trastornos situacionales: son aquellas alteraciones
emocionales, en la conducta, en el rendimiento del paciente y en
otros aspectos que están relacionados con algún
problema, situación, conflicto o estrés que haya
experimentado un individuo que hasta entonces era
normal.
Formas clínicas:
1. Trastorno situacional depresivo breve: predominan los
síntomas depresivos, con una intensidad ligera que llega a
ser moderada, con una duración de no más de 3
meses.
2. Trastorno situacional ansioso: en el cuadro
clínico predominan la ansiedad objetiva y la
subjetiva.
3. Trastorno situacional mixto: en el cuadro
clínico existen síntomas ansiosos y
depresivos.
Tratamiento: el estudio de la situación que ha
afectado al individuo, lo ayuda a que la enfrente con un nuevo
enfoque.
1. Tratamiento farmacológico de los
síntomas:
Ansiolíticos:
a) Diazepam: 5 mg diarios.
b) Clordiazepóxido (10 mg): 30 mg
diarios.
c) Trifluoperazina (1 mg): 3 mg/día.
Antidepresivos:
a) Imipramina (25 mg): 75 g/día.
b) Amitriptilina (25 mg): 75 mg, durante 7
días.
Nota 1: en el paciente geriátrico debe
emplearse la mitad de la dosis utilizada en el adulto
normal.
Nota 2: el paciente debe ser orientado para su
dispensarización y seguimiento. Si este no presenta una
evolución favorable en 1 mes, debe ser remitido a la
consulta de psiquiatría de su municipio o al servicio de
psiquiatría más cercano al consultorio.
Trastornos neuróticos: son trastornos producidos
por un aprendizaje anormal sobre cierta predisposición
constitucional que determina, de forma inconsciente, la
apreciación de las situaciones, las emociones y la
conducta del enfermo. Estos trastornos producen ciertas
alteraciones en la autoevaluación y en las relaciones con
los demás individuos.
Trastorno neurótico ansioso: en este tipo de
trastorno el núcleo central lo constituye la ansiedad, la
cual no se relaciona con ninguna causa.
Tratamiento psicofarmacológico:
Ansiolíticos:
a) Diazepam (5 mg): 15 mg/día.
b) Clorodiazepóxido (10 mg): 30
mg/día.
c) Trifluoperazina (1 mg): 3 mg/día.
Si el paciente no presenta una evolución
satisfactoria en 1 mes, debe ser remitido a la consulta de
psiquiatría de su municipio o al servicio de
psiquiatría más cercano a su
consultorio.
Trastornos afectivos:
Distimia: cuadro clínico depresivo, de nivel
neurótico, de intensidad leve o moderada, de larga
evolución (más de 2 años), que se presenta
en forma mantenida o con periodos breves de
atenuación.
Tratamiento psicofarmacológico:
Antidepresivos:
a) Imipramina (25 mg): 375 mg/día.
b) Amitriptilina (25 mg): 75 mg/día.
Trastornos mentales orgánicos:
Demencia: periodo o disminución de las funciones
psicológicas superiores secundarias o alteración
del SNC.
Puede ser progresiva o no y produce alteraciones de la
memoria, de la atención, del pensamiento, y puede estar
acompañada de trastornos emocionales y de conducta, que
afecten la vida social del individuo.
Tratamiento farmacológico: utilizar dosis
mínimas de medicamentos (1/2 dosis en el
adulto):
a) Tioridazina (25 mg): ½ tableta, 3 veces al
día.
b) Neurolépticos: haloperidol (5 mg): ½
tableta, 3 veces al día.
Retraso mental: son aquellos trastornos genéticos
o adquiridos en que una lesión del sistema nervioso
central (SNC) da lugar a un insuficiente desarrollo
psíquico.
La alteración del SNC tiene un carácter
progresivo o estable y es irreversible.
Retraso mental ligero: los pacientes alcanzan entre el
5to. y el 6to. grado de escolaridad con dificultades, con
trastornos en la atención, en la memoria, y son
generalmente impulsivos e intranquilos. Ante las frustraciones,
estos pacientes responden con rebeldía o
impulsivamente.
Deben ser orientados para su dispensarización y
seguimiento.
Pueden ser útiles para trabajar en tareas simples
y, con una orientación adecuada, pueden hasta llegar a
construir familias. Suelen descompensarse cuando los
requerimientos aumentan.
Tratamiento psicofarmacológico:
a) Carbamazepina (200 mg): 2 tab/día.
b) Diazepam (5 mg): 3 tab/día.
c) Clorodiazepóxido (10 mg): 3
tab/día.
d) Tioridazina (25 mg): 3 tab/día.
Autor:
Jorge Alberto Vilches Sanchez