Introducción
La problemática de cómo interpretamos la
Escritura, en nuestra denominación, y por los mismos
ministros, preparados para ello, es un hecho. Presento un
desafío, como estudiante, aunque ya conocedor del hecho
desde que formé partre del movimiento adventista,
allá por el año 1989.
Soy consciente del problema, y amigo de la "sana
doctrina", pero no creo que debamos cerrar los ojos ante un
problema que adquiere consecuencias eclesiásticas y
antropológicas. Mientras seguimos mirando,
observando,juzgando las conductas de los demás, de forma
osada y en ocasiones, de forma cruel, muy alejada del evangelio
de Jesús, la Iglesia trata de hacerse camino, planteando
un problema de crecimiento y de estructura.
Se trata de algo que se viene evidenciando desde 1957,
cuando se publicó "Question and
Doctrines"[1] y quedó en evidencia la
profunda división que existía en la visión
de algunos temas claves como la naturaleza de Cristo y la
eclesiología… Allí comenzó
Andreasen[2]a publicar escritos en contra de la
iglesia, el más representativo fue "Cartas a las
iglesias", que aún circula traducido en varios idiomas.
Desde allí, el abismo se fue ensanchando hasta llegar al
día de hoy con una profunda división que muchos no
tienen ni idea que existe. Pohler, un teólogo
alemán hizo su tesis doctoral evidenciando este problema,
se la dirigió el Dr. Dederen, y casi le costó que
no le permitieran defenderla, la publicó en dos tomos
Brill Hay mucho material, casi nada en nuestras casas editoras,
pero si en tesis y papers, que revelan la profunda
división hermenéutica que la iglesia tiene. Cuando
en 1996, después del Concilio Anual, se hizo el documento
"Estudio de la Biblia", en alguna medida fue para tomar
una postura oficial, sin embargo, como siempre pasa algunas
secciones de ese documento fueron escrito en un lenguaje
"ambiguo" y "políticamente correcto", así que
varios de sus pasajes son interpretados de acuerdo al lente con
el que se lea.. El 2009, el BRI[3]publicó,
con la edición del Dr. A. M. Rodriguez el primer tomo de
un texto que sienta las bases de la hermenéutica
adventista, pero, ese texto duerme el sueño de los justos
en bibliotecas de teólogos y eruditos, porque no se ha
traducido en ningún otro idioma, y la gran masa de la
iglesia, no tiene ni idea… En muchos sentidos, la
mayoría de la hermanandad es pro Andreasen, sin saber que
esa no es la posición oficial de la iglesia.
[4]
Es por tanto un tema de calado actual y en el que todos
deberíamos estar implicados, de esto mismo pueden depender
nuestra identidad denominacional.[5]
El problema
hermenéutico
Definiendo La
Hermenéutica:
Antes de considerar el objeto de éste trabajo,
debemos definir Hermenéutica: El estudio de cómo
interpretar la Biblia de manera tal de ser fiel a su significado
original y también relevante respecto a las cuestiones de
hoy. Se trata, pues, de la ciencia que tiene que ver con las
leyes y principios de la interpretación y
explicación de la Biblia.[6]
El mayor problema de toda disciplina es la
Hermenéutica.[7] En la filosofía
Gadamer, o Habermas ya denunciaron el problema.
"Era necesario hacer que los conceptos griegos nos
hablaran de nuevo. Si simplemente traducimos y repetimos esos
conceptos griegos no descubriremos nada en ellos. Si, por
ejemplo, decimos placer en vez de hedonê, nos equivocamos
al comprender que la vida debe escoger entre placer o
conocimiento como lo más alto. Todo lo que se conecta con
la vida dulce o cómoda parece incluirse bajo el nombre de
placer griego. Pero desde el momento en que empezamos a hacer
distinciones entre placer y felicidad estamos en la
problemática del diálogo
socrático"[8]
Si consideramos que la hermenéutica es una
ciencia, y que está sometida a unas leyes de
interpretación y explicación, el sujeto que
pretenda interpretar la Escritura, debe estar sometido a esas
reglas de estudio. Por lo tanto, ¿Puede entonces cualquier
persona interpretar la Escritura? O incluso, ¿Puede una
denominación concreta hacerlo de forma
institucional?[9] En la antropología,
Levi-Straus, o Mead. Del mismo modo en la psicología,
Foucault, o Jung. Del mismo modo en otras disciplinas. El debate
es oportuno.
No es mi deseo, estudiar la exégesis, ni
profundizar sobre el campo hermenéutico, porque mi
objetivo es exponer la problemática antropológica,
que desde el ser humano, en su encuentro con el texto, llega a
conclusiones diferentes, dentro de una misma denominación,
y el problema actual, en nuestra Iglesia, en la que muchos
están percibiendo una institucionalización que
abandona o mitiga el texto bíblico.
Mi objetivo, es estudiar el problema de la
hermenéutica adventista y proponer algunas soluciones.
Desde la antropología, encuentro que existen grupos dentro
de nuestra denominación, estudiados estructuralmente, que
ven situaciones de formas diversas, y mi preocupación
consiste en analizar el límite, entre la
antropología cultural y la hermenéutica
bíblica. Veamos los siguientes colectivos:
1.2 Definiendo grupos
Hermenéuticos
ADVENTISTAS LIBERALES: Este grupo es sobre todo
centralizado en el sur de California, pero se pueden encontrar
casi en cualquier parte del mundo. Estos son los adventistas que
han aceptado el concepto liberal cristiano, donde casi todo vale.
No se acerca a la interpretación literal de las
Escrituras, desde Génesis hasta los Evangelios, así
como el resto del Nuevo Testamento. La escritura es considerada
como una colección de mitos o historias y exageraciones
históricas usadas para enseñar lecciones morales.
Algunos pueden tener otros libros antiguos gnósticos, en
el mismo nivel de importancia de la Biblia. Ellos no creen en el
relato de la creación literal, las inundaciones en todo el
mundo, o milagros, incluyendo la resurrección de
Jesús. Muchos han aceptado la evolución de alguna
forma en sus sistemas de creencias. Las creencias pueden ir desde
que no hay vida después de la muerte hasta el
universalismo. La homosexualidad es aceptada como una alternativa
de estilo de vida. Elena G. de White no significa nada para ellos
y la han descartado. Se puede disfrutar de los servicios
religiosos de diversos tipos o ninguno en absoluto. A menudo se
llaman a sí mismos agnósticos cristianos o
cristianos agnósticos, muchos adventistas liberales han
conservado es el sábado. Casi todos asisten a las
películas de cualquier clase, llevar joyas, comer carne,
tomar café, algunos participan de los alimentos impuros,
bebidas alcohólicas.[10]
ADVENTISTAS PROGRESIVOS: Altamente preparados,
defensores de la lógica, la razón y el
método histórico-crítico. Adoptarían,
todos los medios modernos de interpretación bíblica
disponible. Cuestionan muchos de los fundamentos, sobre todo las
doctrinas santuario. Creen en Elena de White, como una mujer de
su época, cuyas obras pueden contener material de
inspiración que se puede utilizar de una manera pastoral.
No como autoridad doctrinal. Algunos sostienen la creación
literal, el diluvio y los milagros. Otros ven la historia del
Génesis como no-literal y utilizar otros medios como
posible explicación. El movimiento post-moderno
también puede atribuirse a este grupo. En la
comprensión de la filosofía post-moderna, que
desean que la iglesia sea relevante en el momento actual y no
respecto de la historia y el legado de los pioneros Adventistas
como la encarnación de la verdad religiosa. Reguero de
pólvora en muchos países europeos.
ADVENTISTAS VISTA: También se encuentran
principalmente en el sur de California, área de Loma
Linda, este grupo niega que Dios destruirá a los
"malvados" en el final. Énfasis en el amor y la
misericordia de Cristo a la exclusión de su ira y la
justicia. Amargamente de lucha contra la perfección sin
pecado, teología de última generación y la
creencia en la naturaleza pecaminosa de Cristo. El adventismo es
más fácil de practicar y el subgrupo presenta, la
cara más aceptable.
ADVENTISTA DE PROTESTANTISMO. Creen que la
expiación fue completada en la cruz. Representantes de los
Adventistas del pensamiento equilibrado. Tienen puntos de vista
realistas de la inspiración y rechazan completamente la
inspiración verbal de la Biblia y Elena de White. No creen
que ella tenga autoridad doctrinal y que está sujeta a los
apóstoles del Nuevo Testamento. Algunos adventistas
evangélicos han abandonado Elena G. de White, pero no
todos.
ADVENTISTAS MODERADOS: El subgrupo más
numeroso con diferencia, lo que constituye la mayoría en
los bancos. Las creencias adventistas estándar, evita los
extremos y tratan de ser equilibrados. Gran respeto por Elena G.
de White, pero sin inspiración verbal ni elevarla por
encima de la Biblia. Línea principal de los creyentes que
apoyan la misión oficial de la Iglesia con fervor. Estar
muy cerca de la política oficial Adventista de la
conferencia General.
ADVENTISTAS CONSERVADORES / TRADICIONALES: se
oponen a la ordenación de la mujer, el consumo de carne,
la justificación por la fe enseñada por Lutero. En
muy alta estima de Elena G. de White, en el límite de la
inspiración verbal. Reverencia a la ley y los Diez
Mandamientos y tienen tendencias hacia la impecable
perfección. Muchos están muy involucrados con los
Jesuitas, católicos e incluso teorías de
conspiración masónica. Acérrimos defensores
de los 28 principios fundamentales y amantes de los pioneros.
Representación importante en los países del tercer
mundo como África y América del Sur. Cifras
clave:
ADVENTISTAS ULTRA-CONSERVADORES / TRADICIONALES
Adventistas Históricos que representan a la extrema
derecha. Creen en la naturaleza pecaminosa de Cristo, la justicia
por las obras, tienen un odio hacia el evangelio de la Reforma.
Perfeccionistas libres del pecado que creen que Cristo es
simplemente el ejemplo que podemos seguir hasta llegar a la
condición de Adán antes de la glorificación
de la caída. Fuerte énfasis en el estilo
tradicional y hacerse digno de pasar la inspección por
Jesús. Énfasis estricto en la dieta de reforma,
todos son vegetarianos, la mayoría son veganos.
EXTREMISTAS ADVENTISTAS: ministerios
independientes: Estrictos en la reforma de la dieta, la reforma
de la mente, cualquier reforma que se pueda imaginar. La dieta
creen que es un asunto de salvación y de los consumidores
de carne se han perdido. Énfasis, en el extremo adventismo
histórico y los pioneros. Agenda para purificar a la
Iglesia Adventista y volver al adventismo estilo de 1800. Tienen
sus propias comunas, escuelas, iglesias, reuniones de campo,
deifican a Elena G. de White, todos la han incluido en el canon
bíblico. Grupos marginales. Odio a adventismo corporativo
y la estructura de la conferencia. Creen que la Conferencia
General es la sede de la bestia, llena de infiltrados jesuitas.
El odio a las expresiones modernas del adventismo, creen que son
los Adventistas únicos y verdaderos, y el resto se
pierden. Todos creen que la línea principal de la iglesia
está en apostasía y han caído en Babilonia,
y por lo tanto, es necesario un llamamiento a la mayor cantidad
posible. Muchos utilizan las tácticas de culto en el miedo
y el lavado de cerebro para reclutar y retener a sus
seguidores.[11]
Problemas
hermenéuticos
2.1 Una realidad presente
Nos encontramos ante un desafío de implicaciones
eclesiológicas y sociales de enorme calado, si entendemos,
que la base de nuestra hermenéutica, es capital, para el
funcionamiento de todo un pueblo, que enfrenta unas diferencias
antropológicas culturales, que chocan con lo que es una
interpretación del texto bíblico que debe unirnos
en nuestras diferencias y que no responde a intereses
económicos o partidistas.[12]
Definir la disciplina de la hermenéutica, nos
permitirá comprender la dimensión del problema
antropológico que estamos viviendo en nuestra
denominación y que queda reflejado en múltiples
casos de actualidad social.[13] Un ejemplo
último tiene que ver con el papel de la mujer en nuestra
denominación, pero hay otros, así como hubo, tales
como la interpretación verbal bíblica, los escritos
proféticos, el aborto, la homosexualidad y los
homosexuales, las relaciones sexuales, la masturbación, la
convivencia previa al matrimonio, y un gran etc.
Considerando que, efectivamente los abandonos en nuestra
membresía, casi siempre, o en un alto grado
estadístico, obedece a razones más emocionales que
doctrinales, no es por esto, óbice para que singularmente,
establezcamos una relación entre la interpretación
Bíblica y el abandono de la denominación. Existen
en el fondo de las interpretaciones sesgadas que tenemos hoy, una
mala comprensión de la naturaleza de Cristo, una
comprensión jerárquica de la acción de Dios
y una tendencia legalista que lleva a negar la gracia efectiva y
clara, a un segmento de la cristiandad, tendencia que viene del
tiempo de los arrianos y que con el tiempo sólo se ha
acentuado.
Algunos creen que, las administraciones, no están
buscando ni la verdad bíblica ni la ilustración del
pueblo, sólo interesan diezmos y más
membresía (para sostener con sus diezmos), porque nos
hemos institucionalizado… cualquier cambio no vendrá de
la denominación, sino desde las bases de la
iglesia…manifiestan indignados.
Como si de una profecía de
G.Knight[14]se tratara, en el año 1990, con
su comparación del adventismo con el marxismo,
artículo polémico, y que no hacía más
que repetir algunos reparos que tuvieron Jaime White y Jhon
Loubourouhgt[15]al inicio de la
denominación: Que llegara un momento donde sólo
interesara mantener en pie la denominación, a costa de
todo… y hoy, a costa de la Palabra.
Según el estudio que referimos, uno de cada tres
miembros dejó la iglesia en los últimos cincuenta
años; el apoyo personal es clave para ayudar a los
miembros.[16] Se trata de la primera cumbre global
dedicada a la retención de los miembros de la Iglesia
Adventista está revelando la tasa y las razones por las
cuales estos abandonan la denominación. Es la primera vez
que se ha puesto énfasis en el tema en forma tan
destacada, lo que ha llevado a los líderes de la iglesia a
renovar su énfasis, porque si bien es por todos aceptados
que las principales razones no son doctrinales sino emotivas,
¿no es del todo, exagerado, pensar que algo tendrá
que ver la forma de interpretar comportamientos ajenos y
asociarlos a una hermenéutica incorrecta?
La Iglesia Adventista mundial, que ahora tiene casi 18
millones de miembros, ha perdido al menos uno de cada tres
adventistas en los últimos cincuenta años.
Asimismo, en este siglo, el índice de personas perdidas
versus los nuevos conversos es de 43%.
¿Sabemos afrontar los problemas emocionales que
se experimentan en las Iglesias de nuestra denominación?
Desde el punto de vista antropológico,
¿comprendemos el elemento cultural y de comprensión
del texto bíblico? ¿Cómo aplicamos la
doctrina en la esfera de la intimidad del otro? Es decir, el
elemento cultural es de suma importancia y sería muy
oportuno evaluarlo desde la hermenéutica. Un ejemplo, la
palabra "pez" no tendrá el mismo valor aquí, que en
Groenlandia, entonces, la oración del padre nuestro y el
pan cotidiano, ¿podría sustituirse por el pez de
cada día? ¿Perdería significado el texto?
Entonces, ¿valoramos ésta herramienta a la hora de
disciplinar la hermenéutica?
La única esperanza es aplicar criterios
interpretativos que consideren: 1. Contexto histórico y
cultural. 2. Que consideren la lengua original. 3. Que se
entienda que DIOS NO DICTÓ la Biblia, por lo tanto, el
instrumento es imperfecto en forma (no en fondo).
El problema no adquiere la misma dimensión en
diferentes partes del globo. No hay unanimidad respecto al texto
sagrado. Por ejemplo, Los que perciben éste problema
hermenéutico de base, ¿pueden convertirse en un
peligro para el sistema? Algunos consideran que, es un sistema
que, cada vez se parece más al catolicismo por su
verticalidad y por la ignorancia del texto bíblico, y que
se quiere impulsar el dogma, que siempre es más
sostenible, económicamente y para mantener a la multitud
en silencio.[17]
2.2 Un acercamiento
Bíblico:
A pesar de reconocer, por parte de la misma base de la
reforma, los principios de "Sola Scriptura" entre otros, la
realidad cotidiana nos muestra que, especialmente el "laos" o
pueblo llano, laico, presenta una serie de acercamientos muy
diversos y controvertidos ante el texto, a pesar del material
diseñado y elaborado por los departamentos
correspondientes, sin menoscabo ni riesgo percibido de poder,
queriendo o no, interpretar "particularmente" la
Escritura.
Hay quienes, la estudian, para impresionar y mostrar a
los demás cuánto saben. Les encanta resaltar ante
la gente la habilidad que tienen de hacer malabarismos sin caer
en herejía. Rozando los límites y olvidando el
espíritu de revelación progresiva y humildad que lo
debe impregnar todo. Otros son estudiosos apologéticos o
denominacionales: la estudian para confirmar y defender aquello
que han aprendido desde pequeños. Lo entiendan
personalmente o no. Otros son estudiosos luchadores, que la
estudian para poder pelear con un contrincante. Sin el respeto a
la alteridad. Hay estudiosos eruditos: la estudian para llegar a
conclusiones que nadie entiende pero que pueden sustentarse con
el apoyo del griego y el hebreo, o de la teosofía, o del
inmenso poder cultico que tiene el susodicho. Hay estudiosos
polémicos y controvertidos que, llegan siempre en su
estudio a la conclusión contraria a la de los demás
y estudiosos históricos, en donde, sus conclusiones no
tienen ningún efecto en la vida práctica. (Por lo
menos de momento) Del mismo modo, encontramos estudiosos lapsos,
que intentan en su estudio llegar a conclusiones que deje
contento a todo el mundo, y estudiosos liberales, cuyo objetivo,
es válido solamente para rescatar, sus valores, pero no
creen que sus relatos sean historias verdaderas ni que Dios pueda
interactuar con el ser humano en el día a día. Un
grupo, especialmente peligroso, es el formado por los estudiosos
fundamentalistas, que piensan que, Dios dictó la Biblia a
los profetas y que si la Biblia dice que "el sol sale y se pone"
quiere decir que el sol gira alrededor de la tierra. Los
estudiosos periféricos, hacen de un tema periférico
de la Biblia, el tema central, olvidando el resto y la
analogía de la fe. Los estudiosos legalistas, estudian la
Biblia solamente para descubrir sus leyes sin importar lo que la
Biblia habla acerca de Dios y las personas. Especialmente poco
misericordiosos.
Todos podemos identificarnos con uno o más de
estas clases de estudiantes. ¿Cuál es el estudiante
verdadero? Aquel que puede admitir que en él están
en potencia todas estas actitudes y limitaciones. Reconociendo su
incapacidad de comprender el mensaje de Dios se humilla en su
presencia en oración y súplica con el vivo deseo de
conocerlo a través de la revelación de
Jesucristo.
En realidad creo que todos debiéramos tener la
sospecha de que no somos estudiantes verdaderos. Eso nos
debería llevar a buscar a Dios con temor y temblor para
que él nos capacite para recibir su
Palabra.[18]
Conclusión
El presente trabajo no ha pretendido, por otro lado,
relativamente sencillo sería, indagar en las reglas
hermenéuticas, o en su defecto, en la ciencia de
cómo deben aplicarse las reglas más elementales,
pues considero existe abundante material y de muy fácil
adquisición para tal objetivo.
Mi principal interés, consiste, en
el planteamiento de un problema que atenta a nuestra identidad y
esencia como individuos asiduos a la Palabra y como
denominación mundial.
Un tema candente en el mundo cristiano se
halla en relación con el sentido y grado en que la Biblia
está condicionada por la cultura. ¿Fue escrita la
Biblia solamente para los cristianos del primer siglo? ¿O
fue escrita para gentes de toda época? Podríamos
responder rápidamente en acuerdo con lo segundo, pero
¿podemos decirlo sin reserva? ¿Hay alguna parte de
la Escritura que se encuentre limitada a su medio cultural y por
ende limitada en su aplicación a su propio medio
cultural?
A no ser que afirmemos que la Biblia cayó del
cielo en un paracaídas, grabada por una pluma celestial en
un lenguaje divino peculiar, singularmente adaptada como un
vehículo para la revelación divina, o que la Biblia
fue dictada directa e inmediatamente por Dios sin referencia a
ninguna costumbre local, estilo, o perspectiva, tendremos que
enfrentarnos a la zanja cultural. Es decir, la Biblia refleja la
cultura de su época. Entonces la pregunta es:
¿Cómo puede tener autoridad sobre nosotros en esta
época?
Vamos a suponer que el estudiante tiene delante un
pasaje que quiere estudiar. Desde luego, lo más esencial
es leerlo con mucho cuidado, fijándose en las palabras y
frases, en primer término y en la práctica, esta
norma del cuidadoso examen del texto irá unida con otras
que hemos de presentar, pero a los efectos de una clara
presentación del tema, tenemos que aprender a manejar
nuestras «herramientas» una por una.
Durante el mismo tiempo de Jesús, sus propios
discípulos a veces no entendían el Antiguo
Testamento ni las propias enseñanzas de Jesús (vea
Mt 15:16; Mr. 4:10–13; 6:52; 8:14–21; 9:32; Lc 18:34;
Jn 8:27; 10:6). Aunque a veces esto se debía al hecho de
que todavía no habían acaecido ciertas cosas en la
historia de la redención, y especialmente en la vida del
mismo Cristo (vea Jn 12:16; 13:7; cf. Jn 2:22), también
hubo ocasiones cuando esto se debió a su propia falta de
fe o dureza de corazón (Lc 24:25). Es más, hubo
ocasiones en la iglesia primitiva cuando los cristianos no
entendían o no estaban de acuerdo con las
enseñanzas del Antiguo Testamento o con las cartas que
escribieron los apóstoles: nótese el proceso de
crecimiento en su comprensión respecto a las implicaciones
de la inclusión de los gentiles en la Iglesia (culminando
en «larga discusión» [Hch 15:7] en el concilio
de Jerusalén, según Hechos 15), y nótese el
malentendido de Pedro respecto a este asunto, según
Gálatas 2:11–15. De hecho, en toda la historia de la
Iglesia, los desacuerdos doctrinales han sido muchos, y el
progreso para resolver las diferencias doctrinales a menudo ha
sido lento.
Para ayudar a las personas a evitar errores al
interpretar la Biblia, muchos maestros bíblicos han
desarrollado «principios de interpretación»,
que son pautas para estimular el desarrollo de la capacidad de
interpretar correctamente.
Consecuentemente, cuando uno estudia los principios de
interpretación, se le llama
«hermenéutica»; pero cuando uno aplica esos
principios y empieza a explicar el texto bíblico, uno
está haciendo «exégesis».
La existencia en toda la historia de muchos desacuerdos
respecto al significado de las Escrituras nos recuerda que la
doctrina de la claridad de la Biblia no sugiere que todos los
creyentes van a concordar en todas las enseñanzas de las
Escrituras. No obstante, sí nos dice algo muy importante,
y es que el problema no siempre está en la Biblia sino en
nosotros mismos. Afirmamos que todas las enseñanzas de las
Escrituras son claras y se pueden entender, pero también
reconocemos que las personas a menudo (debido a sus propias
debilidades) malentienden lo que está escrito claramente
en la Biblia.
Por consiguiente, conforme la persona crece en la vida
cristiana, y va adquiriendo más conocimiento de las
Escrituras al estudiarlas, entenderá mejor la Biblia. La
doctrina de la claridad de la Biblia dice que la Biblia se puede
entender no que todos la entienden igualmente bien.
No podemos, por tanto, llegar a conclusiones
dogmáticas, sin una buena base sistemática y
ésta no estará fundamentada sin una base
hermenéutica que se apoye en una exégesis realmente
trabajada. No puede ser, que se hable de teología como se
habla de política o deportes. Detrás debe existir
un trabajo serio y riguroso, si bien, finalmente el objetivo
único y primordial es la salvación y el reencuentro
del creador con su creación.
La problemática es evidente hoy, y nos queda tan
solo, admitir la disponibilidad y la humildad ante la
Inspiración y la interpretación. Deseo que nuestra
Iglesia, supere sus problemas de siempre, con el espíritu
que nos debe caracterizar como remanente. Un pueblo humilde y
siervo.
"Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y
más penetrante que toda espada de dos filos: y que alcanza
hasta partir el alma, y aun el espíritu, y las coyunturas
y tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones
del corazón"[19]
Bibliografía
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Diccionario de dificultades y aparentes contradicciones
bíblicas (pp. 5–7). TERRASSA (Barcelona): Editorial
CLIE.
Autor
Diego Calvo Merino
Asignatura: Antropología
Profesor: Dr. Antonio
López
TRABAJO DE INVESTIGACIÓN
FACULTAD ADVENTISTA DE
TEOLOGÍA
CAMPUS ADVENTISTA DE SAGUNTO
Mayo 2014
[1] ASOCIACION GENERAL. Seventh-day Adventist
Answer Questions on Doctrine: An Explanation of Certain Major
Aspects of Seventh-day Adventist Belief. Washington, D.C.:
Review and Herald, 1957.
[2] ML Andreasen (1876-1962), es uno de los
teólogos adventistas mas grandes de todos los tiempos,
defensor pródigo de la doctrina del santuario, la
santificación y principal ponente de la teología
de la última generación. Entró en seria
discución con los líderes denominacionales en los
últimos años de su vida, por la
publicación del libro "Preguntas sobre doctrina". Fue
administrador, Pastor, Evangelista, Profesor de Teología
y escritor.
[3] Biblical Research Institute (Instituto de
investigación bíblica)
[4] NUÑEZ Miguel Ángel, La
verdad progresiva: El desarrollo histórico de la
teología adventista, presenta de manera sucinta el
problema. Recomiendo su lectura
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